Linguistica I - Meli Rolon
Linguistica I - Meli Rolon
Linguistica I - Meli Rolon
Fonética acústica
El sonido consiste en ondas que se propagan en el aire. Una onda es originada por una vibración (movimiento
repetido), que puede ser: periódica o no periódica; simple o compuesta.
Cada cuerpo que vibra tiene su frecuencia de vibración propia, que está determinada por las cualidades
específicas del cuerpo considerado. Cuanto mayor es la frecuencia más alto es el tono, y a la inversa. Cuanto
más aumenta la frecuencia, mayor resulta la intensidad.
Los sonidos (vibraciones) pueden entonces variar en cuanto a:
Frecuencia: número de periodos por unidad de tiempo.
Amplitud: intensidad del sonido.
Timbre: debido a la audibilidad de los armónicos.
Resonancia: si la frecuencia propia del cuerpo en cuestión es la misma que la de la vibración, este comienza a
vibrar también. Es el fenómeno llamado resonancia. Cualquier unidad vibrante que refuerce así un sonido ya
existente se llama resonador.
Filtros: es un mecanismo construido para reforzar ciertas frecuencias de un sonido complejo, debilitando las
otras.
Formantes: las frecuencias (o grupo de frecuencias) que caracterizan el timbre de un sonido y lo distinguen de
otros sonidos de timbre diferente.
El formante no es un tono único, sino toda una zona de frecuencias (zona de formantes) en el interior de la cual
debe encontrarse el armónico reforzado para que pueda obtenerse el timbre deseado.
División del material sonoro: tonos (vocales) y ruidos (consonantes). Las consonantes pueden ser ruidos puros,
es decir, consonantes sordas; o ruidos combinados con un tono laríngeo, llamados consonantes sonoras.
Fonética combinatoria
El lenguaje está construido por pequeñas unidades que se agrupan para formar otras unidades cada vez más
grandes. Lo que oímos al escuchar y lo que producimos al hablar son cadenas de sonidos. Las consonantes se
reúnen con las vocales para formar silabas. Las silabas juntas forman grupos, frases y periodos. Agrupándose así,
los sonidos se influyen unos a otros modificándose de diversas maneras.
Facilidades de pronunciación: al pronunciar los sonidos del lenguaje, el hombre tiene tendencia a obtener el
máximo de efecto con el mínimo de esfuerzo. Es la razón por la cual, combinando los sonidos se trata de ahorrar
todo lo posible los movimientos articulatorios que no sean absolutamente indispensables para el efecto acústico
buscado. Si, por ejemplo, se debe pronunciar una p seguida de una t (apto), no se pronuncia normalmente la p
de una manera completa, con una oclusión seguida de una explosión. Sería un trabajo superfluo abrir primero el
pasaje del aire para cerrarlo después al pronunciar la t, cuyo modo de articulación es el mismo. Se conserva el
contacto de los labios (para la p) y mientras estos permanecen cerrados, la lengua forma la oclusión de la t sin
dar tiempo a que se produzca la explosión de la p. De esta manera se ahorra el movimiento articulatorio de
apertura de la p.
Cuando se debe articular un grupo constituido por dos consonantes nasales, el pasaje por la nariz permanece
abierto durante todo el tiempo necesario para la pronunciación de las dos consonantes nasales. Se evita así el
trabajo consistente en ejecutar dos veces seguidas un movimiento del paladar que sería completamente inútil.
Caracteres secundarios de las consonantes: la vocal de la silaba es la que determina si las consonantes que las
rodean serán preferiblemente palatalizadas o velarizadas, o más o menos labializadas. Estas diferentes variantes
combinatorias de los fonemas son inconscientes, y las diferencias acústicas que existen no son percibidas por el
oído.
Estos fenómenos combinatorios se agrupan en:
Palatalización: color palatal (claro) que toman las consonantes en contacto con las vocales palatales (i,
u).
Velarización: color velar (oscuro) que toman las consonantes en contacto con las vocales posteriores (o,
u).
Labialización: abocinamiento de los labios que acompaña a las consonantes que se encuentran en
contacto con vocales labiales (i, e).
Labiovelarizacion: color al mismo tiempo velar y labial que toman las consonantes en contacto con las
vocales labiovelares (o, u).
Al pasar de un sonido a otro, a menudo hay que ejecutar varios movimientos articulatorios simultáneamente. A
veces, esta simultaneidad no es perfecta y se producen sonidos parásitos.
Asimilación: puede ser: regresiva o anticipante (un sonido asimila a otro sonido que lo precede); progresiva (el
primer sonido asimila al segundo); o doble (un sonido es asimilado por los dos que lo rodean).
Se pueden también clasificar los fenómenos de asimilación en dos grupos en los que los fonemas que se influyan
se encuentren en contacto o a distancia en la cadena habada. Cuando aparece ploclama por proclama se trata
de una influencia del grupo cl, que contiene la lateral l, sobre la r, transformada también en lateral. Es una
asimilación a distancia o dilación.
Disimilación y diferenciación: un cambio fonético que tiene por finalidad acentuar la diferencia entre dos
fonemas se llama una disimilación, si los fonemas en cuestión se encuentran a distancia; una diferenciación, si
se trata de dos fonemas en contacto. La disimilación sirve a veces también para evitar una repetición molesta de
dos fonemas idénticos.
Inversión y metátesis: sucede a veces que los fonemas cambian de lugar en la cadena hablada. Si los fonemas
que cambian de lugar se encuentran en contacto, se habla de inversión. Si se encuentran a distancia, se habla de
metátesis.
Hapaxepia: si en la cadena hablada uno se contenta con articular una sola vez un grupo de fonemas que debería
ser pronunciado dos veces seguidas.
Sandhi: cuando los fenómenos de fonética combinatoria se producen como consecuencia de la combinación de
palabras en la frase (por ejemplo, la pronunciación m de la n de un en um peso).
Quilis - Fernández: “Curso de Fonética y Fonología Española” (capitulo 2, 3 y 5)
Producción del sonido articulado
Podemos clasificar el conjunto total de órganos que intervienen en la fonación en 3 grupos:
Cavidades infraglóticas
Están formadas por los órganos propios de la respiración: pulmones, bronquios, tráquea. Los pulmones, por un
lado, son instrumento de la respiración; por otro, proveedores de la cantidad de aire suficiente para que el acto
de la fonación sea realizable.
El aire contenido en los pulmones va a parar a los bronquios y de ahí a la tráquea.
Cavidad laríngea u órgano fonador
Está situada por encima de la tráquea, y constituida por una serie de cartílagos que envuelven las cuerdas
vocales.
Las cuerdas vocales son dos tendones. El espacio comprendido entre estas se denomina glotis.
Si las cuerdas vocales se aproximan y comienzan a vibrar se origina el sonido articulado sonoro. Si, por el
contrario, solamente se acercan, pero no vibran, se origina el sonido articulado sordo.
En la formación del sonido vocálico, las cuerdas vocales están más tensas, las uniones en cada uno de los golpes
vibratorios son más fuertes, más íntimos, y la frecuencia también es mayor. El grado de abertura de la glotis es
mínimo y, por lo tanto, también lo es el gasto de aire.
En la formación del sonido consonántico sonoro, las cuerdas vocales están menos tensas, las uniones en cada
uno de los golpes vibratorios son menos fuertes, y la frecuencia es menor; el tono, más bajo. El grado de
abertura de la glotis es mayor, y también es mayor el gasto de aire.
La vibración de las cuerdas vocales provoca la formación de una onda sonora denominada tono fundamental.
El tono fundamental crea una serie de armónicos que se le superponen. La onda pasa a las cavidades
supraglóticas; estas actúan como filtros que solo dejan pasar las frecuencias que coinciden con estas cavidades
de resonancia. Este conjunto formado por el tono fundamental más los armónicos filtrados, constituye el timbre
del sonido.
El aire contenido en las cavidades infraglóticas puede ser impulsado con una mayor o menor energía hacia las
cuerdas vocales; la presión del aire sobre ellas determina una mayor o menor amplitud vibratoria, que es la
causante de la intensidad del sonido.
Cavidades supraglóticas
Al pasar la corriente de aire por la zona laríngea, entra en la región laringofaringea, y desde aquí a la faringe
oral, donde se va a producir otra gran división del material fónico.
Al poder cambiar fácilmente, gracias a la movilidad de la lengua, el volumen y la forma de la cavidad bucal, se
origina la más variada gama de timbres que dan lugar a los distintos sonidos articulados.
Clasificación de los sonidos del lenguaje
Por la acción de las cuerdas vocales
Según vibren o no las cuerdas vocales van a ser sonidos articulados sonoros o sordos. Entre los primeros se
encuentran todas las vocales y muchas consonantes; entre los segundos, solo se producen en español dentro de
los sonidos consonánticos.
A una consonante normalmente sonora, que por asimilación pierde parte de su sonoridad, se le llama
ensordecida; y, a la inversa, una consonante sorda puede adquirir cierto grado de sonoridad, que la convierte en
sonorizada.
Por la acción del velo del paladar
Los sonidos orales o bucales se producen cuando el velo del paladar se encuentra adherido a la pared faríngea, y
entonces el aire sale solamente a través de la cavidad bucal.
Los sonidos nasales se producen cuando el velo del paladar está separado de la pared faríngea, estando, por lo
tanto, abierto el conducto nasal. Puede ocurrir:
Que el velo del paladar se encuentra abierto, y la cavidad bucal totalmente cerrada, en cuyo caso el aire
sale solamente a través de la cavidad nasal.
Que el velo del paladar este separado de la pared faríngea, pero que al mismo tiempo el conducto oral
también lo está; en este caso serán oronasales.
Las consonantes:
o Oclusivas: cierre completo de los órganos articulatorios.
o Fricativas: cuando el sonido se forma a causa de un estrechamiento de dos órganos articulatorios, sin
que estos lleguen nunca a juntarse.
o Africadas (semioclusivas): cuando al cierre completo de dos órganos articulatorios sucede una pequeña
abertura por donde se desliza el aire contenido en el primer momento de cierre, percibiéndose
claramente la característica de fricación. Un primer momento de oclusión seguido inmediatamente de
otro de fricación.
o Nasales: cuando la cavidad bucal está cerrada y el pasaje nasal abierto.
o Liquidas: pueden ser laterales, en cuya emisión el aire sale, por un lado, o por los dos; o vibrantes, que
consiste en una o varias vibraciones del ápice de la lengua.
Por el lugar de articulación
Las vocales:
Anterior
Central
Posterior
Las consonantes:
Bilabiales
Labiodentales
Linguodentales o dentales
Linguointerdentales o interdentales
Linguoalveolares o alveolares
Linguopalatales o palatales
Linguovelares o velares
Vocales
Desde el punto de vista fonético, las vocales son los sonidos que presentan la mayor abertura de los órganos
articulatorios, el mayor número de vibraciones de las cuerdas vocales en una unidad de tiempo (frecuencia), el
máximo de hipertonos o armónicos, y la mayor musicalidad entre todo el material fónico de nuestra lengua.
Desde el punto de vista fonológico, las vocales se oponen a las consonantes precisamente por su capacidad de
formar núcleo silábico: vocal = núcleo silábico / consonante = marco silábico.
Lo más importante de la vocal es la formación de su timbre; la característica más relevante y distintiva, y
depende del resonador faríngeo y del bucal, condicionados por la posición que adoptan los órganos
articulatorios.
Vocales altas, medias y bajas
Si la lengua se aproxima hasta un máximo permisible para la articulación vocálica, bien al paladar duro o al
paladar blando, se origina una serie conocida con el nombre de vocales de pequeña abertura, vocales cerradas,
vocales altas o vocales extremas (i, u).
Si la lengua se separa más de la bóveda de la cavidad bucal se producen las vocales llamadas de abertura media
o vocales medias (e, o).
Si la lengua se separa aun más de la bóveda palatal, y ocupa un límite máximo de alejamiento, se originan las
llamadas vocales de gran abertura, vocales abiertas o vocales bajas (a).
Vocales anteriores, posteriores y centrales
Cuando la lengua ocupa una posición articulatoria en la región delantera de la cavidad bucal (paladar duro), se
originan las vocales anteriores o palatales (i, e).Cuando el postdorso de la lengua se acerca a la región posterior
de la cavidad bucal (velo del paladar o paladar blando), se producen las vocales posteriores o velares (u, o).Si el
dorso de la lengua se encuentra en una región cubierta por el mediopaladar, se originan las vocales centrales
(a).
Vocales acentuadas y vocales inacentuadas
Las vocales que reciben un máximo de energía articulatoria dentro del grupo fónico en que se hallan enclavadas,
o dentro de una palabra, reciben el nombre de vocales acentuadas o tónicas. Poseen mayor firmeza y mayor
perceptibilidad que las átonas.
Las vocales que reciben un mínimo de intensidad articulatoria, pero suficiente para ser reconocidas como tales
vocales, reciben el nombre de vocales inacentuadas o átonas. Presentan menor estabilidad en su timbre y
menos perceptibilidad que las tónicas.
Las vocales relajadas se encuentran en posición final del grupo fónico, cuando precede a una pausa, y aun así,
conserva netamente su timbre característico.
Clasificación acústica de las vocales
Con relación a su timbre:
Agudas (i, e)
Graves (u, o)
Neutras (a)
Apunte de Circulación Interna: “Material ampliatorio del tema fonética articulatoria – Modo y Punto de
articulación de los sonidos consonánticos”(marnique)
Modo de articulación
Consonantes oclusivas: se producen por un cierre completo, firme, del canal durante una o dos
centésimas de segundo. En este tiempo no se genera energía acústica (salvo que actué la fuente glotal),
pero aumenta la presión del aire detrás del cierre. Al separarse en forma brusca los órganos que
producen el cierre, la sobrepresión es liberada y actúa como un solo golpe de aire que excita las
cavidades resonantes del tracto (fuente transitoria), dando lugar a un ruido de explosión.
Consonantes fricativas: la corriente de aire es forzada al pasar a través de una zona estrechada del
tracto. Se crean turbulencias en la corriente. Las fricativas son un tipo de sonido de ruido turbulento,
producido por una constricción estrecha en cualquier lugar del tracto comprendido entre la glotis y los
labios.
Consonantes africadas: este tipo de sonidos se produce, como las oclusivas, con cierre firme en algún
punto del canal fonatorio durante un periodo breve. La diferencia entre ambas clases de sonido reside
en el hecho de que el despegue de los órganos que produce el cierre no es súbito, sino lento, por lo que
el paso del aire a través de esa abertura, que crece lentamente, genera un sonido turbulento.
Consonantes laterales: estos sonidos se caracterizan por articularse mediante un cierre a lo largo de la
línea media del paladar, de manera tal que el flujo de aire se ve forzado a salir por los costados de la
lengua.
Consonantes vibrantes: en la producción de un sonido vibrante, el articulador se mantiene sin tensión,
flojo, cerca de otro de manera que el flujo de aire entre ambos los pone en movimiento, juntándolos y
separándolos alternativamente. En estos sonidos el ápice de la lengua actúa como articulador.
Punto de articulación
En la cavidad oral se pueden observar dos clases de estructuras: móviles y fijas, el lugar donde pueden entrar en
contacto dos de ellas se denomina punto articulatorio.
La lengua, es un articulador por excelencia gracias a su extraordinaria movilidad como consecuencia de su
estructura y sus ligazones musculares. Se divide en 3 partes: la extremidad anterior, más delgada y estrecha que
se denomina ápice o punta; la superficie superior, opuesta al paladar duro y al velo, llamada dorso (dividido en
predorso, mediodorso y prodorso) y por último, la base o raíz.
El techo de la cavidad bucal forma un continuo que posibilita la articulación de los sonidos en cualquiera de sus
puntos:
Zona dental: borde y superficie interior de los incisivos superiores.
Zona alveolar: protuberancias formadas por la incrustación de los dientes en las encías.
Zona palatal: paladar duro, que, a su vez, se divide en 3 zonas: pre, medio y postpaladar.
Zona velar: velo del paladar o paladar blando.
Zona uvular: úvula.
Zona faríngea: porción de la pared posterior de la faringe que enfrenta a la raíz lingual.
La entonación es la principal característica de la oración afectándola como un todo y puede contribuir tanto en
el cambio de su significado como en la expresión de determinados estados psíquicos o de determinados
sentimientos. Por lo tanto, la entonación es un elemento suprasegmental. Es un rasgo fonológico ya que aporta
significados a la oración. La entonación sirve:
Inicial o explosiva: su configuración se realiza desde una cerrazón o estrechez hasta su abertura.
Central o núcleo silábico: mayor abertura, mayor sonoridad, mayor perceptibilidad y mayor
intensidad.
Final o implosiva: desde la abertura hasta la cerrazón (al contrario de la rama inicial).
Los elementos que se encuentran antes del núcleo silábico están en posición explosiva o en posición
silábica prenuclear, y aquellos que se encuentran después del núcleo silábico están en posición implosiva
o postnuclear.
Pausa: es la breve interrupción o detención de la emisión, es un silencio de duración variable. Si bien
existen pausas puramente respiratorias, las interrupciones de la articulación, a las que se da el nombre
de pausa, obedecen sobre todo a motivos expresivos y se hallan en estrecha relación con las inflexiones
melódicas de los grupos fónicos. La pausa suele estar precedida de una ruptura entonacional.
Los distintos tipos de pausa son:
Enumerativa: se produce entre los miembros de una enumeración.
Final absoluta: marca el término de un enunciado.
Explicativa: precede y sigue a cualquier enunciado de matiz explicativo introducido en otro más
amplio.
Potencial: de carácter opcional, con matices estilísticos y enfáticos. Puede ser: EXPRESIVA, con
valor connotativo, responde a una expresión particular; HIPERBATICA, figura retórica que consiste
en alterar el orden de los elementos en la oración.
Si bien la fonética se ocupa de su estudio, las pausas tienen trascendencia sintáctica, ya que pueden
diferenciar dos enunciados formados por las mismas unidades: “no vino ayer” frente a “no, vino ayer”.
La pausa es otro elemento suprasegmental con función distintiva.
Los signos ortográficos como la coma, el punto, el punto y coma, los dos puntos, los puntos suspensivos,
etc., tratan de plasmar en la escritura los distintos valores de las pausas.
INTENSIDAD
Guarda relación con la amplitud de la onda sonora. Esto significa que la intensidad física depende de la energía
total del movimiento vibratorio, pero, además, también varia con la frecuencia, ya que entre dos sonidos de
igual amplitud es más fuerte el más agudo y más débil el más grave.
El aire, contenido en las cavidades infraglóticas, puede ser impulsado con una mayor o menor energía hacia las
cuerdas vocales, la presión del aire sobre ellas determina una mayor o menor amplitud vibratoria, causante de
la intensidad del sonido.
La intensidad lingüística, que en el habla resalta ciertos sonidos, silabas, palabras o frases, responde a una
intención determinada. Los medios para realizar este esfuerzo pueden variar de una lengua a otra.
La intensidad sufre modificaciones no solo de una oración gramatical a otra, sino también entre los elementos
sintácticos y las palabras que componen dicha oración. Dentro de cada palabra varía según las silabas, y aun es
distinta para cada sonido, según su naturaleza y posición en el conjunto silábico. Estas diferencias se producen
por causas emotivas, lógicas, históricas y rítmicas. La importancia que atribuimos a determinadas palabras o
frases nos lleva a destacarlas por su pronunciación más fuerte en relación con las demás. En cada palabra
aislada existe una silaba que, por tradición etimológica e histórica, tiene mayor relieve fonético, a lo cual se
distingue con el nombre de silaba fuerte, acentuada o tónica en contraste con las silabas débiles, inacentuadas o
atonas.
Acento: es un esfuerzo intencional que realiza determinada silaba sobre otras de la misma palabra o frase.
Desde el punto de vista fisiológico, acentuar una silaba significa aumentar en ella el esfuerzo muscular
que empleamos en su pronunciación. La actividad muscular puede producir un aumento del volumen
total del aire espiratorio o un aumento en la presión con que este hiere las cuerdas vocales y las
cavidades supraglóticas. En ambos casos, el resultado será una mayor amplitud de la onda sonora, y, por
consiguiente, el efecto acústico del acento se basará en la intensidad física de la silaba emitida: acento
intensivo.
Puede ocurrir que, sin variar el volumen ni la presión del aire espirado, nuestro esfuerzo muscular se
traduzca en una mayor tensión de las cuerdas vocales resultando una elevación del tono de la voz y de la
intensidad física de la onda: acento tónico.
En español una palabra no tiene nada más que una silaba acentuada, llamada acentuada o tónica, por
contraposición a todas las demás, que carecen de esa energía articulatoria, y que son denominadas
inacentuadas o atonas.
Las palabras pueden ser clasificadas teniendo en cuenta la posición de la silaba en la cual recae el
acento:
o Agudas (oxítonas): cuando el acento recae en la última silaba de la palabra.
o Graves o llanas (paroxítonas): cuando la silaba acentuada ocupa el penúltimo lugar en la palabra.
o Esdrújula (proparoxítonas): cuando el acento este situado en la antepenúltima silaba.
o Sobreesdrujulas: solamente las palabras que incluyen pronombres encíclicos pueden tener el
acento más allá de la tercera silaba desde el final (superoproparoxitonas).
El acento fonético o prosódico, propio de la lengua hablada, debe distinguirse del acento grafico u
ortográfico, también llamado tilde, solo utilizado en la lengua escrita.
CANTIDAD O DURACION
Es el tiempo que empleamos en la emisión un sonido.
El tempo (duración absoluta) de la elocución varía según condiciones subjetivas y objetivas. Se habla despacio o
de prisa según: el temperamento, el carácter, los sentimientos que agitan o deprimen al hablante, el estilo de lo
que se dice o lee, y las circunstancias en que la elocución se produce. Dentro de una comunidad lingüística se
aprecian estos factores y se clasifica la dicción como normal, lenta o rápida.
Las variaciones del tempo son a menudo un medio expresivo importante en el lenguaje. Los cambios del tempo,
juntos con los de la intensidad y la entonación, son signo de valores gramaticales o estéticos inmediatamente
percibidos por el oyente.
Todo sonido necesita un minimun de tiempo para que se ejecuten los movimientos propios de su articulación,
de tal manera que pueda ser oído e identificado con su timbre característico. Este minimun es distinto para cada
sonido, según su naturaleza articulatoria y la de los sonidos que se hallen en contacto con él; varia además en
relación con la intensidad y el tono. La duración absoluta depende del tempo de la elocución.
TIMBRE
Es el resultado de la conformación de los hipertonos o armónicos que se unen al tono fundamental, ya que las
cuerdas vocales producen ondas compuestas.
La formación de los armónicos depende de la naturaleza y la forma del cuerpo sonoro que vibra, y de las
resonancias que produce la onda al chocar con los cuerpos que encuentra en su camino. Así se produce el
fenómeno de resonancia: si la frecuencia propia del cuerpo en cuestión es la misma que la de la vibración, este
comienza a vibrar también reforzando dicha frecuencia.
Cualquier unidad vibrante que refuerce un sonido ya existente se llama resonador.
Si se refuerzan los armónicos altos se obtiene un timbre claro (agudo) y si son reforzados el fundamental o los
armónicos bajos el timbre resulta oscuro (grave).
El mecanismo construido para reforzar ciertas frecuencias y debilitar otras de un sonido complejo, se llama
filtro.
Mediante los movimientos de la laringe, lengua, labios, velo del paladar, se pueden modificar la forma y el
volumen de las diferentes cavidades del aparato fonatorio y, de este modo, la influencia resonadora que ellas
ejercen.
La cavidad bucal forma un filtro acústico de suma importancia para el mecanismo de producción de las vocales.
Las frecuencias (o grupos de frecuencias) que caracterizan el timbre de un sonido y los distinguen de otros
sonidos de timbre diferente se llaman formantes.
No todos los sonidos del lenguaje se perciben de igual forma con el oído, unos se identifican a mayor distancia
que otros. Esta cualidad, llamada perceptibilidad, puede depender de varios factores, entre ellos el timbre
particular de cada sonido y la naturaleza del oído humano, más sensible a unos que a otros.
Clasificación acústica de las vocales
El timbre particular de cada tipo vocálico responde a la acción de dos formantes o resonadores: la faringe y la
boca.
Si la lengua, según sus movimientos horizontales, ocupa la parte anterior de la boca, se refuerza la zona de
formantes alta, y se producen vocales másAGUDAS. Si ocupa uno posición posterior, se refuerzan las zonas de
formantes bajas, la laringe, y se producen los sonidos vocálicos másGRAVES. Su la lengua ocupa una posición
intermedia, actúan ambas zonas de frecuencias, produciéndose un sonido NEUTRO.
Si se tiene en cuenta los movimientos verticales de la lengua, se acercarán o alejaran ambos formantes entre sí:
cuando la lengua estámás cerca del paladar, los formantes principales se encuentran en los dos extremos,
netamente separados el uno del otro, produciéndose los timbres vocálicos DIFUSOS; mientras que cuando la
lengua se aleja más del paladar los formantes se encuentran en el medio del espectro, produciéndose timbres
vocálicos COMPACTOS.
Otra clasificación de las vocales puede ser:
Vocales tensas: mayor nitidez y precisión en la estructura periódica. Mayor duración que las relajadas.
Vocales relajadas: menor nitidez y precisión en la estructura periódica. Menor duración.
Por otro lado, la morfología (que se ocupa de las formas y categorías de palabras) sería un campo atravesado
por las teorías antes expuestas, “las cruza a ambas”. Es, en efecto, un estudio transversal.
Troubetzkoy: “Principios de fonología”
Toma como punto de partida la dicotomía lengua/habla de Saussure para establecer la distinción entre
Fonología (estudio de los sonidos en la lengua: establece las diferencias fónicas que están ligadas a las
diferencias de significación) y la Fonética (estudio de los sonidos en el habla: analiza los fenómenos concretos,
los aspectos materiales del sonido, es decir, lo físico y fisiológico).Saussure llama Fonología al estudio fonético
sincrónico y reserva el término de Fonética para el estudio diacrónico de los hechos fónicos. Con el C.L.P. se
intenta proponeruna Fonología histórica o diacrónica: estudiar la evolución de los hechos fónicos de la lengua
teniendo en cuenta al sistema que sufre esos cambios.
La unidad de estudio de la Fonología, el fonema, no coincide con el sonido concreto sino con sus propiedades
fonológicamente diferenciales.Se define, así, al fonema como el conjunto de las propiedades fonológicamente
relevantes de un complejo fónico (sonido); lo cual quiere decir que el sonido es la realización o manifestación
material del fonema.
Rasgo pertinente o distintivo: es toda característica fónica susceptible de diferenciar por sí sola el
significado de un término. Ej: la sonoridad es un rasgo que permite diferenciar vaso de paso, cepo de
cebo, etc.
Los sonidos, no deben considerarse como coincidentes a la unidad del fonema, son las realizaciones de
los mismos, cuyos rasgos diferenciales contienen. Por esto, como había propuesto Praga, es necesario
partir de la fonética para realizar un estudio fonológico.
Las variantes fonéticas de un fonema, son cada una de las distintas manifestaciones o realizaciones de tal
fonema en el habla, es decir, su concreción (también llamados alófonos).
Aunque los sonidos de una lengua sólo existen como tal (como sustancia fónica formada) en función del rasgo
diferencial (merisma o rasgo distintivo), para Troubetzkoyson los fonemas y no dichos rasgos pertinentes, las
unidades mínimas que identifican los hablantes (a diferencia con Jakobson). Por otro lado, los fonemas son los
mínimos elementos divisibles en unidades sucesivas dentro de la cadena.
El autor parte del acto de habla (como corriente fónica concreta). Toma como punto de partida el modelo de
Bühler y lo traslada al análisis fónico del lenguaje:
Culminativa: indica la cantidad de unidades (palabras o frases) que están contenidas en una oración
determinada.
Delimitativa: indica el límite entre dos unidades.
Distintiva: diferencia entre sí las unidades distintivas. Ej. caza-taza/ pasa-pala/ vara-barra/ moro/morro,
etc.
De las tres, la más importante es la funcióndistintiva porque por medio de ésta se lleva a cabo la distinción de
las unidades de la estructura fonológica, esto es, los fonemas.
Se opera mediante PARES DE OPOSICIÓN para establecer las diferencias entre dos unidades: oposición
fonológica distintiva. Sólo aquellos fonemas permutables (que pueden aparecer en el mismo contexto fónico)
pueden formar pares opositivos.El elemento diferencial, será aquel que en un determinado significante (plano
de la expresión) distingue un determinado significado de entre los demás.Por eso para el fonólogo son
esenciales aquellas propiedades fónicas que tienen el valor distintivo de significaciones.
Se debe considerar la distinción entre fonemas y variantes.Cuando los sonidos de la lengua aparecen en el
mismo contexto fónico y pueden ser reemplazados el uno por el otro sin que esto provoque una diferencia en la
significación de la palabra, dichos fonemas son variantes fonéticas de un fonema único (Ej. los rasgos
pertinentes del fonema g son: velar, sonora, oral; pero el modo de su articulación no es pertinente, ya que
puede ser realizado tanto por el sonido oclusivo como por el fricativo sin implicar una diferencia de significación
—variante facultativa. Otro ejemplo es el caso entre dos variantes de un mismo fonema que suena diferente
según la posición en la sílaba, es decir, que se encuentran condicionadas por el contexto fónico: pacto-capto;
etc.—variante combinatoria).
Para esta diferencia entre fonemas y variantes Troubetzkoy plantea 4 reglas:
1. Cuando dos sonidos de la misma lengua aparecen exactamente en el mismo contexto fónico y pueden
ser reemplazados el uno por el otro sin que esto provoque una diferencia en la significación de la
palabra, dichos sonidos son solo variantes fonéticas facultativas de un fonema único.
2. Cuando dos sonidos aparecen exactamente en la misma posición fónica y no pueden ser reemplazados el
uno por el otro sin modificar con ello la significación de las palabras o convertir a estas en irreconocibles,
dichos sonidos son realizaciones fonéticas de dos fonemas distintos.
3. Cuando dos sonidos de una lengua emparentados acústica o articulatoriamente no se presentan nunca
en el mismo contexto fónico, deben ser considerados como variantes combinatorias del mismo fonema.
4. Dos sonidos, aunque se ajusten a las condiciones de la 3º regla, no deben ser considerados como
variantes de un mismo fonema cuando pueden hallarse contiguos el uno al otro, es decir, formar un
grupo fónico en las posiciones en que también uno de ellos puede aparecer aislado.
Operaciones de análisis para establecer el inventario de fonemas de una lengua
Método de conmutación: permite saber si un sonido tiene valor distintivo. Consiste en sustituir un trozo fónico
de un significante por otro trozo existente en la misma lengua, de forma que el resultado fónico evoque una
significación diferente. Ej. En la palabra dardo se sustituye dar por el trozo tol, y se obtiene un significante de
otro signo: toldo.También se puede sustituir da por to y la resultante es tordo…hasta llegar a los elementos
mínimos segmentables t y d (dardo-tardo).Con este procedimiento se puede saber si una variante (sonido) tiene
valor distintivo, o sea, valor de fonema.
Alarcos Llorach agrega como parte también del método: la distribución: sirve para establecer “clases de
fonemas” y así identificar la distintas posiciones en las que puede aparecer en el contexto fónico, por ejemplo la
diferencia entre fonemas “centrales y marginales” en la sílaba; los primeros son los que por sí solos pueden
formar sílaba, y los segundos los que, junto a los centrales, aparecen a veces constituyendo la sílaba (en
español: las vocales son centrales, siempre son núcleo de una sílaba; y las consonantes son marginales pues
siempre anteceden o siguen a un núcleo vocálico).
CLASIFICACIÓN DE LAS OPOSICIONES FONOLÓGICAS:
El inventario de fonemas de una lengua resulta del sistema de oposiciones distintivas que permite determinar
para cada fonema un contenido fonológico (BC + ED).Dicho contenido fonológico, entonces, es el conjunto de
características o rasgos pertinentes de cada fonema, las cuales nos darán, todas juntas, su definición y a la vez su
ensamblaje en el sistema del que forman parte.
Los fonemas no son definibles, entonces, más que en relación con la estructura/ordenación del sistema al que
pertenecen (postulado saussureano y estructuralista: carácter relacional de los elementos lingüísticos/valor
distintivo).Así, los fonemas son definidos negativamente(son lo que los otros no son) por sus diferencias con
respecto a los demás en el sistema de una lengua particular. Por ello, si bien un sonido puede manifestarse en
varias lenguas –por ej. la r existe tanto en el español, como en el francés, el alemán, etc.- fonológicamente no se
trata de la misma unidad debido a que son distintas las oposiciones (valores) que presenta en cada sistema
particular.En este mismo sentido, se puede observar que el modelo que propone Troubetzkoy es particular para
cada lengua.
PARA ESTA CLASIFICACIÓN DE LAS OPOSICIONES SE ADOPTAN TRES CRITERIOS:
Según la relación que establece el par opositivo con las demás oposiciones del sistema:
o Bilaterales: la base de comparación (BC) es propia sólo de los dos miembros de la oposición y no aparece
nunca en los demás miembros del sistema.
Ej. k / x: BC: orales, velares, sordos.
ED: k-oclusiva X-fricativa
o Multilaterales: la BC es propia también de otros miembros del sistema.
Ej. e / u: BC vocales (las propiedades comunes- el ser vocales- aparecen en otros fonemas: a, i, o)
o Proporcionales: cuando el elemento diferencial (ED) entre sus miembros es igual al que existe entre los
miembros de otras oposiciones del mismo sistema.
Ej. p / b BC: oral-bilabial t / d: BC: dental-oral
ED: sorda/sonora. ED: sorda/sonora.
o Aisladas: cuando el ED entre los dos fonemas (miembros de la oposición) no se encuentra en ninguna
otra oposición del sistema. Ej r / l.
Pareja correlativa: dos fonemas que forman oposición bilateral, proporcional y privativa.
Marca de correlación: el rasgo pertinente (ED) por cuya presencia o ausencia se distingue una serie de
parejas correlativas.
Correlación: es el conjunto de las parejas correlativas diferenciadas por un mismo rasgo pertinente.
Parejas correlativas:
p/b_________BC: bilabial, oclusiva, oral→oposición bilateral
_________ED: sordo – sonoro →oposición proporcional (k/g; t/d …)
_________oposición privativa: sordez – sonoridad.
Las unidades de análisis son los fonemas que se identifican a través de sus relaciones y oposiciones fónicas en la
estructura de una lengua en particular. Dichas unidades fónicas tienen función distintiva (pertinencia) porque
permiten diferenciar signos o palabras. Para identificar estas unidades emplea el método de la conmutación,
mediante el cual se establecen las oposiciones entre fonemas y se separan de sus variantes fonéticas
(realizaciones o empleos de un mismo fonema).
Por esto plantea las siguientes reglas:
1) Cuando reemplazo dos sonidos de la misma lengua en un mismo contexto fónico, sin diferenciar
significado, se trata de variantes facultativas de un fonema único.
2) Cuando dos sonidos aparecen en la misma posición fónica y no pueden ser reemplazados sin modificar la
significación de las palabras, se trata de dos fonemas distintos.
3) Cuando dos sonidos emparentados acústica o articulatoriamente no se presentan nunca en el mismo
contexto fónico, se trata de variantes combinatorias del mismo fonema.
4)
Modelo taxonómico clasificatorio: plantea tres criterios de clasificación:
o Primer criterio
En relación a la estructura o totalidad del conjunto.
Pone en relación un juego de oposiciones con todas las otras oposiciones que hay
Bilaterales o multilaterales: BC (base de comparación): son los rasgos que comparten.
Proporcionales o aisladas: ED (elemento diferencial): son los rasgos que distinguen a los fonemas,
los rasgos pertinentes.
La BC y el ED constituyen el contenido fonológico de un fonema. Es el conjunto de sus
propiedades fonológicamente relevantes, es decir, el conjunto de rasgos pertinentes que
integran.
o Segundo criterio
Observa la relación entre los miembros del par opositivo.
Puede ser privativa: en uno se presenta un rasgo y otro opuesto no lo tiene; por grado: grados
distintos de la misma marca o rasgo; o equipolentes: lógicamente equivalente.
o Tercer criterio
Tiene en cuenta la validez de su capacidad distintiva.
Observa si la oposición se distingue en cualquier posición de la cadena, si en algún momento lo
pierde se neutraliza, se transforma en neutralizable.
Neutralización: es el fenómeno en el que,entre dos miembros de una oposición fonológica, deja
de percibirse su capacidad o elemento diferencial. El resultado se denomina “archifonema”
(representado con un grafema en mayúscula), el mismo reúne aquellas propiedades o rasgos que
se mantienen luego de una neutralización (BC).
Las que nunca se neutralizan son constantes (por ejemplo, las vocales).
Jakobson: “Fundamentos del Lenguaje”
Jakobson contribuye con Troubetzkoy a fundar la Fonología moderna. El modelo fonológico de Jakobson se
establece a partir del sistema binario o dicotómico de rasgos distintivos. Toma esta unidad mínima porque el
fonema al ser una unidad compleja (haz simultáneo de rasgos distintivos) no tiene un opuesto único y
previsible. En cambio, un rasgo distintivo tiene un opuesto al que implica y define.Además, prioriza las
propiedades acústicas antes que las articulatorias. Por esta razón, su modelo busca ser más económico.
Concepción inmanente interna del fonema: el fonema es al sonido como la forma a la sustancia: concepción del
fonema como interno al sonido (sitúa los rasgos distintivos y sus haces como parte inmanente de los sonidos del
habla). Jakobson trata de demostrar que es imposible llevar a cabo un estudio teórico del nivel fonemático
independientemente de la sustancia sonora.En este sentido, la fonología necesita de la fonética porque gracias
a las señales físicas pueden abstraerse las entidades que constituyen el sistema formal de la lengua (no se puede
llegar a la forma sin partir de la sustancia).
Aquí se trata de sistematizar las propiedades fónicas empleadas en los diferentes idiomas para la distinción de
las significaciones; por eso dirá: “la fonología trata de la función distintiva de los sonidos del habla”; poniendo
de relieve el error de separar lengua-habla, ya que de ese modo se desligarían los fonemas de su realización, los
sonidos concretos.
Jakobson desmonta el análisis lingüístico del discurso para definir las unidades de su modelo, separando dos
niveles en el lenguaje: por un lado, el nivel semántico, que comprende tanto las unidades significativas simples
como las complejas, desde el morfema hasta el enunciado y el discurso; y por el otro, el nivel fonológico, que
abarca a las unidades simples (rasgos distintivos) y complejas (fonemas) cuya función consiste en diferenciar,
agrupar, delimitar o poner de relieve las diversas unidades significativas. Por lo tanto, el análisis descompone
gradualmente las unidades complejas del discurso hasta llegar a los morfemas (unidades últimas dotadas de
significado propio), y desmenuza estos vehículos semánticos mínimos en los últimos de sus elementos
constitutivos capaces de diferenciar significados, es decir, los rasgos distintivos.
De modo que el código (lengua) comprende todos los rasgos distintivos y sus combinaciones admisibles en
haces (fonemas) y todas las reglas para el encadenamiento de series de fonemas-----todos los elementos
distintivos que sirven para diferenciar morfemas y palabras enteras.
Los rasgos distintivos se agrupan en oposiciones binarias. La oposición binaria es la primera operación lógica
que realiza el niño, y, además, casi todos los rasgos distintivos muestran una estructura dicotómica en el plano
acústico y, por consiguiente, también en el plano motor: “las oposiciones distintivas pueden especificarse con
relación a cualquier etapa del acontecimiento verbal, desde la articulación hasta la percepción y la
decodificación”, afirma. Asimismo, la interrelación de dichas propiedades fónicas (rasgos distintivos) para este
lingüista se traduce en leyes generales o universales-----esto demuestra que la escala dicotómica es inherentea
la estructura del lenguaje.
Estas leyes generales de los sistemas fonemáticos, son el resultado de los estudios sobre la adquisición del
lenguaje infantil y de las pérdidas producidas en el afásico.En este sentido, Jakobson hará hincapié en que el
progreso lingüístico (especialmente fonemático) del niño y la regresión del afásico, obedecen a las mismas leyes
de implicación: la adquisición de B implica la de A / la pérdida de A en la afasia implica la ausencia de B; por lo
que la rehabilitación del afásico sigue el mismo orden que el desarrollo del sistema fonológico infantil →
comprobación de que existe un orden fijo y estratificado (o en jerarquía): aparece (o desaparece, en el caso de la
afasia) una sucesión regular de oposiciones fonemáticas, es decir, en función distintiva. Lo que interesa en uno u
otro caso, no es el aspecto articulatorio o acústico del sonido, sino la función semiótica que posee en el sistema.
En esta dirección, presenta un modelo de adquisición (el triángulo primario) que daría cuenta de la primera
etapa lingüística del niño donde se observa este orden de sucesión estrictamente regulado y universalmente
válido del que habla el mismo Jakobson.
Su definición relacional de cada unidad de la estructura fonológica, se manifiesta en lo que llama principio de
polaridad: oposición-contraste: son dos manifestaciones del principio de polaridad, desempeñan ambas un
papel importante en el plano fonológico del lenguaje. La oposición implica la elección (en el eje de
paradigmático) entre dos términos (sólo uno de ellos pertenece efectivamente al mensaje); mientras que el
contraste(en el eje de la contigüidad/sintagma) pone de relieve la polaridad entre dos unidades presentes en la
cadena.
Sistema binario de rasgos: Jakobson distingue tres tipos de rasgos distintivos (que el hablante tiene a su
disposición).
Rasgos expresivos o enfáticos: ponen énfasis relativo en diferentes partes del enunciado o en diferentes
enunciados y sugieren las actitudes emocionales del hablante.
Todo rasgo prosódico se basa primordialmente en el contraste de dos variables dentro de una misma secuencia
temporal, determinándose el tono, la intensidad o duración relativos de una fracción dada con respecto a las
fracciones anteriores y/o sucesivas.
Un rasgo prosódico pone en juego dos coordenadas: 1.un par de términos polares agudo-grave, vocal larga-
breve, acentuada-no acentuada, que pueden aparecer en la misma posición de la secuencia=oposición lógica.
2.tales términos sólo pueden reconocerse por completo cuando ambos están presentes en la secuencia dada (a
fin de que el hablante produzca su contraste y el oyente lo perciba). Por lo tanto, las dos posibilidades que
permiten la existencia de un rasgo prosódico coexisten en el código como dos términos de una oposición, y,
además, concurren en el mensaje y dan lugar a un contraste dentro de él.
Cada rasgo prosódico presenta dos variedades según su marco de referencia, puede ser: intersilábico (entre
núcleos de sílabas distintas dentro de la misma secuencia) o intrasilábico (en la misma sílaba, entre un instante
del núcleo y otros de ese mismo núcleo, o con la ladera)
Intersilábicos Intrasilábicos
Tonales Se diferencia un núcleo silábico grave Dentro del mismo núcleo silábico hay, por
frente a otro más agudo. Ej: Si/llón ejemplo, un fonema más agudo frente a
otro más grave. Ej: in/dio
Intensivos Un núcleo silábico es más audible frente Un mismo núcleo es más acentuado en la
a otro menos audible (mayor o menor parte inicial que en la parte final (stosston:
intensidad).Ej: ta/lón contraste entre dos fracciones contiguas
del fonema tónico). Ej: aura
grave/aguda
bemolizado/normal
sostenido/normal estas dos oposiciones no se observan en la estructura fonológica del español
Los rasgos distintivos se agrupan en haces simultáneos llamados fonemas. Los fonemas se encadenan en
secuencias. El esquema elemental en torno al cual se constituye todo agrupamiento de fonemas es la sílaba. El
principio que sirve de eje a la estructura silábica es el contraste de rasgos sucesivos (vocal/consonante).
La unidad de la sílaba es central en este modelo: permite la clasificación de rasgos distintivos según el papel que
tienen en el relieve silábico (+prosódicos/- inherentes) y, además, en el triángulo primario se plantea como
punto de partida la conformación del esquema universal de sílaba por el contraste entre vocal-consonante. Por
otro lado, se la describe desde el aspecto acústico (comparación con una montaña: cima= fonemas cimeros o
núcleos / ladera= fonemas laterales o marginales) como articulatorio (sucesión de tres factores: arranque-
culminación y detención del impulso).
Luego, Jakobson plantea que este triángulo primario se divide en dos sistemas autónomos: un triángulo
consonántico y otro vocálico.
A la aparición del primer rasgo tonal consonántico, le sigue la escisión vocálica: a la vocal densa /a/ se le opone
una vocal difusa. En lo sucesivo, tanto la sección consonántica como la vocálica del triángulo primario construye,
cada una, un modelo lineal propio: el eje consonántico grave/agudo y el eje vocálico denso/difuso. La base
consonántica del triángulo se completa con la oclusiva velar /k/; mientras que el vértice vocal del triángulo se
completa con una línea transversal que le sirve de base y en cuyos extremos se ubican /u/, /i/.
Tanto el sistema consonántico como el vocálico, pueden adoptar, interiormente, un modelo cuadrangular. Sin
embargo, en las lenguas del mundo (según afirma Jakobson) predomina el modelo triangular.
La escasa concentración de la energía que manifiestan las vocales difusas las alejan de la vocal óptima densa,
acercándolas a las consonantes, y la concentración de la energía en las consonantes densas las separa de las
consonantes óptimas, acercándola a las vocales. La resonancia nasal aproxima las consonantes a las vocales. Los
fonemas oclusivos son adquiridos antes por el niño y perdidos más tarde por los afásicos que los constrictivos.
La aparición de las líquidas sustituye el contraste consonante/vocal por dos oposiciones autónomas:
consonántico/no consonántico y vocálico/no vocálico. Las nasales y las líquidas se agrupan bajo el término
común de “sonantes”. Todos los rasgos distintivos inherentes se alinean según dos ejes: de un lado, las
oposiciones fundadas en el eje de la sonoridad que se escinde de diversos modos y atenúa el contraste primario
entre la consonante y la vocal óptimas, dando lugar a distinciones más sutiles y específicas. Del otro, las
oposiciones que ponen en juego el eje de la tonalidad.
Todo mensaje hablado ofrece al oyente dos series de información complementaria: por una parte, la cadena de
fonemas proporciona una información codificada en forma de secuencia, y por otro, cada fonema se compone
de un conjunto simultáneo de rasgos distintivos. Este código fonemático o fonológico se adquiere en los
primeros años de la infancia.
El desarrollo de determinadas propiedades fónicas en el habla infantil constituye toda una cadena de
adquisiciones sucesivas ligadas entre sí por leyes de implicación (esto alude a la escala dicotómica como propia
o inherente del lenguaje, por lo cual, es una característica general o universal).
El modelo de Jakobson toma como unidad para describir la estructura fonológica al rasgo distintivo, a través de
la silaba le permitirá identificar los dos ejes de relaciones que establecen los tipos de rasgos, esto es, el
contraste en los rasgos prosódicos y la oposición en los rasgos inherentes.
Al ser la descripción de una estructura supone la construcción de un modelo teórico (fonológico), donde se
describen las relaciones y oposiciones, que en el caso de Jakobson es entre rasgos distintivos binarios o en
relación dicotómica (principio de polaridad). Este autor afirma que todo sistema fonológico presenta una
estructura binaria y estratificada, o, en otros términos, en escala dicotómica, por lo cual esta propiedad es
inherente al lenguaje. En esta dirección, plantea también que hay leyes generales o universales que afectan a
todos los sistemas fonológicos (a toda lengua o idioma). Estas las describe al referir al orden regular en escapa
que se comporta tanto en la adquisición como en la afasia (en este caso, es inverso al progreso del niño).
Puntualmente habla de “ley de implicación” que ilustra dicha interrelación entre los rasgos distintivos: para
adquirir B, implica que se adquirió A; o desde la afasia, seria el orden inverso: para perder A, antes se tuvo que
perder B.
Simón, Evangelina: “De la oralidad a la escritura”
El grafema como representante del fonema en la escritura
Si hablamos de oralidad hacemos referencia al sonido y si hablamos de escritura indefectiblemente caeremos en
el grafema. Sonido y grafema, representan una unidad fonológica absolutamente abstracta que es el fonema.
El fonema está representado, en la oralidad, por el sonido y en la escritura, por el grafema.
El sonido tiene características típicas cuantificables. Cualquier signo que se da en la oralidad no tiene
correspondencia con los grafemas. Los sonidos son articulados por el aparato fonador humano y para su
emisión hay variables en la disposición de dicho aparato fonador según la situación que ese sonido ocupa en la
cadena fónica. La articulación de un sonido no puede estar representada por una letra o grafema.
Si hablamos de la escritura, tenemos que hacerlo en términos grafémicos.
Downing plantea un proceso en el aprendizaje constituido por:
Una etapa cognoscitiva, en la que se explicara al niño en qué consiste el aprendizaje de la escritura.
Una etapa del dominio del uso correcto del grafema según la situación en la palabra.
Una etapa de automaticidad del uso grafémico correcto. El grafema forma parte de sus hábitos.
Es en este proceso donde se desarrollarán los buenos y los malos hábitos grafémicos. El peligro está en la
“automaticidad”, donde quedaran instalados dichos hábitos.
La correcta grafía en la representación de un fonema, según su situación en el signo, será un hábito que
deberemos desarrollar y controlar en el momento en que el alumno se enfrenta con el aprendizaje de la
lectoescritura.
Una de las preocupaciones del docente a cuyo cargo este la enseñanza de la lectoescritura será desarrollar
buenos hábitos grafémicos.
Muchas veces un fonema está representado por más de un grafema.
La no coincidencia entre la lengua oral y la escritura tiene efectos conflictivos en la primera etapa del
aprendizaje.
Yeísmo (santafesino)
Es un fenómeno dialectal que crea conflictos tanto en la oralidad como en la escritura. En la oralidad puede
constituir homónimos que tienden a confundir al oyente, por ejemplo: rayo – rallo.
Seseo (nacional)
Casar – cazar
ORALIDAD ESCRITURA
No formalizada Formalizada
Espontanea, sin posibilidades de revisión Puede ser revisada cuantas veces sean necesarias
Descuidada: repeticiones inútiles, muletillas, uso Cuidada: hay posibilidades de revisar los errores, de
incorrecto de la concordancia, organización hacer borradores del texto definitivo.
descuidada del pensamiento, etc.
Seseo y yeísmo
En términos generales, estamos ante la presencia del fenómeno de seseo cuando los fonemas representados
por las grafías “c” (ante e o i), “z” y “s” se vuelven equivalentes asimilándose a la consonante fricativa, alveolar,
sorda: /s/. Y,estamos ante la presencia de yeísmo, cuando se pierde la diferencia en la pronunciación entre /ll/ y
/y/ privilegiándose este último como elemento del sistema.
Tanto el seseo como el yeísmo son consecuencias directas del fenómeno de neutralización por el cual cesa la
validez diferencial del rasgo pertinente en una oposición entre dos fonemas; se suprime la distinción en una
oposición fonológica.
Dos fonemas, que originariamente fueron distintos, por la neutralización se transformarán en dos variantes de
un mismo fonema. Siempre este proceso traerá como consecuencia la pérdida o retroceso de uno de los
elementos del par y la vigencia o privilegio del otro.
En el seseo la /c/ y la /z/ pierden su rasgo de sonoridad en favor del carácter sordo de la /s/ y en el yeísmo la /ll/
pierde su carácter de lateral en favor de la fricación de la /y/.
Según expresa Evangelina Simón en su libro “De la oralidad a la escritura” tanto el seseo como el yeísmo crean
en los habitantes numerosos conflictos de ambigüedad. Desde el punto de vista lingüístico, se entiende por
ambigüedad a aquel fenómeno que se da cuando una misma forma lingüística se puede interpretar de varias
maneras distintas, cuando una palabra abarca muchos significados posibles. Se pueden reconocer tres formas
principales de ambigüedad:
a- Fonética
b- Gramatical
c- Léxica
Al respecto, Ullman en su obra “La Semántica” asegura que dentro de las polivalencias de las palabras
generadas por factores estrictamente léxicos, se reconocen dos formas distintas:
a- Polisemia
b- Homonimia (el seseo y el yeísmo dan lugar a la misma. Ej. “Me voy a casar” en la oralidad – homófonos-
no discrimina si me refiero a “casar” o “cazar”)
Ullman reconoce tres causas de homonimia:
- Convergencia fonética
- Divergencia semántica
- Préstamos de otras lenguas
Este autor incluye dentro de la convergencia fonética a aquellas homonimias que han resultado (en zonas del
español) del yeísmo y del seseo demostrando así cuales son las consecuencias de la presencia de ambos
fenómenos fonológicos en el nivel semántico.
Evangelina Simón (“De la oralidad a la escritura”) afirma:
“El fenómeno denominado seseo se produjo, según algunos lingüistas, por influencia andaluza. Al niño (y
también al adulto) le crea numerosos conflictos de ambigüedad. En la oralidad, al igual que con el yeísmo, se
producen numerosos homónimos que pueden resolverse en la escritura si se usa el grafema correctamente…”
Existe, por tanto, una estrecha relación entre los fenómenos fonológicos de seseo y yeísmo y el nivel semántico.
La homonimia (con causa de convergencia fonética) se presenta como el nexo principal que justifica esta
relación.
c) Nivel morfológico
La morfología es una disciplina lingüística que estudia la forma interna de las palabras (su estructura) y las clases
de palabras.
Se ocupa, además, de estudiar y regir las combinaciones de los fonemas para construir palabras.
La RAE plantea que la Morfología se encarga del estudio de “los morfemas trabados, sus clases y su agrupación
en el cuerpo de las palabras”.
Antecedentes:
Morfemas libres: forma libre con independencia fonológica (coincide con una palabra = palabra simple,
primitiva, palabras radicales…). Ej. sol, azul, papel, árbol, tierra, etc.
Morfemas trabados o ligados: formas ligadas que deben unirse a otra palabra o a un afijo derivativo o
gramatical (=tema, raíz, base, afijos). Ej: árboleda, arbóreo, arbolito, papeles, papelucho, empapelado,
papelera, soleado, solcito, parasol, solazo, solsticio… (familia de palabras).Son parte de una palabra y
necesitan de otros para poder realizarse. Dentro de los morfemas trabados se encuentran los morfemas
derivativos y los morfemas flexivos.
Según el tipo de significado que aportan:
Morfemas derivativos o léxicos: sufijos que inciden en el léxico o concepto de la palabra (presidi-ario/
banc-ario/got-ero/llav-ero/tax-ista/period-ista).Estos morfemas permiten derivar o formar nuevas
palabras. El último morfema derivativo decide (cualquiera sea la base de derivación) la categoría de la
palabra, y decide también la acentuación del derivado.
Morfemas gramaticales o flexivos (o desinencias): sufijos que se definen por la información gramatical
que aportan (género, número, persona, tiempo, modo…). Estos morfemas no permiten crear nuevas
palabras ya que se unen a las palabras para ajustarlas según los demás términos con los que se combina
en la oración (concordancia, flexión verbal, etc.). Ej. árbol-es; clar-as, enseñ-aba…
FLEXIÓN DERIVACIÓN
Parasíntesis Derivación
a-tardec-er In-útil-mente
des-perez-ar Semi-fin-al
des-alm-ado Des-tap-ado
em-papel-ar Bi-anu-al
a-lun-ado Im-posterga-ble
en-suci-ar des-leal-tad
d) Nivel sintáctico
Simón, Evangelina: “Como enseñar sintaxis”
La unidad de estudio de la sintaxis es la oración (su estructura interna).
Simón hace un recorrido por las diferentes concepciones de la sintaxis, dividiendo las posturas en dos grandes
grupos:
A- Primer grupo:
Concepción lógica —como expresión de un juicio o pensamiento.
Concepción psicológica —como unidad psíquica con sus propias leyes (procesos mentales-
representaciones).
Concepción gramatical —como estructura con sentido completo en sí misma, y en virtud de su propia
melodía.
Estas tres concepciones tienen en común: la exigencia de que la oración debe tener “sentido completo”.
B-Segundo grupo:
Saussure: el concepto de sintagma viene de las relaciones sintagmáticas entre elementos presentes en la
cadena hablada, donde cada uno de ellos se relaciona con el que le precede y le sigue, cumpliendo su propia
función en la estructura.
Los sintagmas principales (en las estructuras bimembres: Sujeto - Predicado): Sujeto-Núcleo(cuyo núcleo es un
sustantivo) y Sujeto-Verbo(cuyo núcleo es un verbo).
Estructuralismo europeo (seguidores de Saussure): partir del todo (de la oración) a las partes (clase de
palabras); y para clasificar a éstas se propone criterios intralingüísticos (sistema-relaciones entre elementos-
funciones y distribución en la estructura). De ahí la idea de describir la lengua en niveles (fonético, fonológico,
morfológico…), donde uno de éstos es el nivel sintáctico.
*Hasta aquí puede reformularse que la oración para ser tal debe tener:
Unidad de sentido (como manifestación del pensamiento).
Entonación apropiada (delimita su final).
Autonomía o independencia sintáctica (no depende de otra estructura).
Escuela distribucionalista (estructuralismo americano) – Bloomfield:con la teoría de los C.I. (constituyentes
inmediatos, superiores –S- e inferiores –I-) establecerá una jerarquía de los elementos que constituyen la
oración y las funciones que cumplen en la misma. Ejemplo:
La música de la fiesta despertó a los vecinos.
La música de la fiesta C.I.S.= función de Sujeto
despertó a los vecinos C.I.S.= función de Predicado
Los C.I.S. y los C.I.S. se encuentran en relación de interdependencia(no puede haber uno sin la presencia del
otro: condición de la bimembración).
A su vez, cada uno de los C.I.S. está conformado por C.I.I:
La música (SN, función núcleo del S) de la fiesta (SP, función M.I. de ese núcleo), cuya relación es de
determinación: C.I.I ←C.I.I. (“de la fiesta” exige la presencia de “la música”, y no a la inversa).
Además, puede observarse que estas últimas construcciones también se conforman mediante C.I.I (el artículo
“la”, función M.D. de “música”, y “de” subordina al término SN “la fiesta”).
Este mismo análisis se puede realizar con la construcción “despertó a los vecinos” (SV, cuyo núcleo es el verbo
“despertó” que está determinado por el complemento “a los vecinos” en función de O.D; y no a la inversa).
*Con este aporte se observa que la distribución y combinación de los elementos en una oración no es
meramente lineal, sino que hay entre estos constituyentes una relación de jerarquía, donde algunos elementos
tienen un vínculo más estrecho que otros.
Gramática Generativa –Chomsky: propone un concepto formal de oración que se basa en la noción de
“gramaticalidad”. En este sentido, la gramática de una lengua será la encargada de engendrar las oraciones que
la constituyen a través de un sistema finito de reglas.Entonces, para que una estructura sea “oración” debe ser
“gramatical”, es decir, estar estructurada según las reglas desde el hablante, y a su vez, ser aceptable como tal
por el oyente (vinculado a los conceptos de competencia y actuación).
Un aspecto importante de esta propuesta es la referida a las partes abarcativas de la oración:
Estructura superficial (ES): la organización discursiva o formalización lingüística de los elementos según
las normas o reglas del sistema.—lo gramatical.
Estructura profunda (EP): la representación lógica del sentido o pensamiento (que subyace en la ES).—lo
semántico.
Permite analizar los casos en que dos estructuras tienen la misma formalización (ES: bimembres, S.T, PV,
V personal como núcleo, O.D) y, sin embargo, el hablante puede percibir la diferencia de significados
(EP):
1. Tráigame un vaso de vino (ES) → donde interpretamos: Tráigame un vaso que contenga vino (EP).
2. Tráigame un vaso de cristal (ES)→donde interpretamos: Tráigame un vaso hecho con cristal (EP).
Permite analizar también los casos en los que una misma ES puede representar a dos EP (ambigüedad de
sentido, por homonimia estructural):
1. Esta es la historia del emperador que conmovió al mundo (el emperador conmovió al mundo o la historia del
emperador, ambas interpretaciones dependen de la delimitación de los constituyentes).
2.Juan se le acercó a un hombre con un cuchillo (el cuchillo de Juan o el cuchillo del hombre).
El juego entre ES y EP, se puede analizar también en las variadas posibilidades discursivas como formalización de
una misma EP, según la distribución y combinación de los elementos del sistema (como el paso de la voz activa a
la pasiva), o la sustitución (ej. sustitución de los objetos/complementos del verbo en las formas pronominales:
lo/los, le/les), la elipsis (ej.sujeto tácito o predicado no verbal), etc.
De este modo se observa, entonces, la importancia de la sintaxis para la comprensión (no se trata de un análisis
mecanicista). La movilidad de pensamiento y exteriorización del mismo nos proporciona el juego constante
entre EP y ES entre el hablante (A) y el oyente (B) en cualquier situación comunicativa; donde el intercambio
comunicacional se plantea así: A, para expresarse, gestionará su proceso desde la EP a la ES; y B, para
comprender, gestionará su proceso desde la ES a la EP.
Por esto mismo, Simón también dirá que toda nuestra vida interior aparece en la Estructura Superficial, es decir,
en el sintagma, o sea, en la oración. En suma, pensamos en términos sintácticos y nos expresamos de igual
manera.
A través de la sintaxis pensamos, razonamos y también comprendemos. Por lo tanto, el receptor deberá
descubrir lo que sucede en la EP de su emisor; tendrá que interpretar los propósitos del hablante—así se pasa al
terreno de la Pragmática (desde la perspectiva del uso-habla, teniendo en cuenta la intencionalidad de los
hablantes, en tanto que el lenguaje desde esta postura es acción).
Pragmática –Austin: plantea las tres dimensiones de todo acto de habla:
La locucionaria: el decir
La ilocucionaria: el hacer (las intenciones o propósitos)
La perlocucionaria: los efectos o resultados del acto de habla
Esto supone que la adecuada organización del acto comunicativo (el decir – ES) nos conducirá a accionar
satisfactoriamente sobre el interlocutor (conforme a los propósitos – EP). Se trata de organizar nuestro
pensamiento desde la EP a la ES poniendo en juego capacidades, competencias y saberes, etc.
Por otra parte, podemos ubicar en la primera instancia del acto (la locucionariedad), los niveles del lenguaje
propuestos por el Estructuralismo: lo fónico (niveles fonético/fonológico), lo fático (niveles morfo-sintáctico) y
lo rético (niveles semántico y léxico).
La Pragmática, en consecuencia, no se opone al Estructuralismo, sino que avanza sobre tal postura,
principalmente a partir de la importancia de la ilocucionariedad, es decir, de la intencionalidad o finalidad del
proceso comunicativo (el hablante acciona e interacciona con sus interlocutores según sus intenciones o
propósitos).
El Estructuralismo vio a la lengua como comunicación y la Pragmática, además, como acción.
Lingüística Transoracional: estas posturas se proponen ir más allá de la oración, para llegar al enunciado.
Desde la Lingüística del Texto, se plantea la relación entre microestructuras (oraciones) que conforman las
macroestructuras del texto, tratando de que:
o No haya pérdida de referente
o Se dé una relación significativa
o Haya un cerramiento semántico
o Se usen estrategias discursivas adecuadas, bien cohesionadas (ES) para que se dé la coherencia temática
(EP).
Desde la teoría de la Enunciación (Ducrot, Benveniste, K-O, etc.) se define a la misma como:
Una decisión individual del hablante de enunciar, apropiándose de la lengua y haciendo uso de ella.
Además de individual, es esporádica (ocasional) e irrepetible (el acto como tal se produce una vez, en un
aquí y un ahora).
Tiene un inicio y un fin.
Como es efímera (se da en un presente discursivo), para su estudio sólo contamos con la resultante de
ese proceso, a saber, el enunciado (o texto), en donde quedan las marcas individuales del emisor, sus
huellas, intenciones, el grado de compromiso con su propio discurso, el manejo de estrategias
discursivas, sus competencias, en definitiva, de su idiolecto y todo lo que éste implica.
En síntesis, toda situación comunicativa o instancia de discurso pone en juego:
Contexto
Intenciones o propósitos
Decisión de enunciar
Acto de habla
Enunciado
Contexto
Como conclusión puede afirmarse que: la sintaxis es la cintura de la lengua, a partir de la cual se moviliza lo
fónico, lo morfológico y lo semántico; y su unidad de estudio es la oración, cuya secuenciación conformarán los
mensajes o enunciados en toda situación comunicativa.
Uno de los caminos que ofrece la Teoría Lingüística para analizar la relación entre lenguaje y pensamiento es a
través del nivel sintáctico, en tanto que nos ayuda a distribuir y combinar los elementos según las normas del
sistema, y a ver las funciones que cumplen en la estructura según su valor.
ESTRUCTURAS SIMPLES
ESTRUCTURA ORACIONAL UNIMEMBRE: un solo miembro que no es ni sujeto ni predicado.
A- CON verbos siempre conjugados en 3° persona, en función impersonal (no admiten Sujeto):
Verbos que indican fenómenos atmosféricos(climáticos o indicadores de fenómenos naturales): -
Atardece en la ciudad. -Llueve copiosamente.
Verbos SER-ESTAR-HACER en función impersonal (al indicar estado del tiempo, estación o periodo
del día):-Está nevando. –Hacía calor allí. –Era invierno. –Estaba amaneciendo.
Verbo HABER en su forma impersonal (indica el sentido de existir-ocurrir-presentarse): -Hubo
espectáculos para niños durante las vacaciones. –Hay animales y flores allí.
Verbos con sujeto indeterminado (3erapersona, plural): -Te llaman por teléfono. –Tocan la
puerta.
Verbos en 3era persona del singular con SE en sentido impersonal (se cuasirreflejo): -Se miente
más de la cuenta, por falta de fantasía.–Se te ve muy bien hoy.–Generalmente se rechaza lo
desconocido por miedos propios.
B- SIN verbos (se clasifican según el núcleo del sintagma o estructura). NO se deben confundir con
estructuras bimembres de predicado no verbal.
NOMINALES: estructura o sintagma cuyo núcleo es un sustantivo (personas, animales y cosas) o
adjetivo (características o propiedades de un sustantivo): -El gran escritor santafesino. –Muy bella.
–Muy bella criatura.
ADVERBIALES: estructura o sintagma cuyo núcleo es un adverbio. Complementa a un verbo,
adjetivo, otros adverbios u oraciones. Expresan circunstancias: -Ahora mismo. –Muy
tranquilamente.
PREPOSICIONALES: estructura o sintagma encabezada por una preposición (a, ante, bajo, cabe,
con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para por, según, sin, sobre tas): -Contra todos. –Por
aquí.
VERBOIDALES: estructura o sintagma cuyo núcleo es un verboide. Puede ser: infinitivo (ar-er-ir),
participio (ado-ido-to-so-cho) o gerundio (iendo-yendo):-Amar el lenguaje.–Ilusionados por el
futuro.–Esperando una eternidad. –Saber.
ESTRUCTURA ORACIONAL BIMEMBRE: dos miembros en función de interdependencia S – P
(concordancia entre verbo y núcleo del S en persona y número).
SUJETO: EXPRESO (simple o compuesto)- TÁCITO (recuperable por la desinencia del verbo)
MODIFICADORES:
MD: modificador directo porque modifica directamente al núcleo sustantivo (concordancia en género-
número), pueden cumplir esta función adjetivos y determinantes (artículos, pronombres, numerales…): -
Las noches solitarias.
MI: modificador indirecto,el núcleo sustantivo es modificado a través de una preposición. Se construye
con una preposición (subordinante) + término (generalmente otro sustantivo): -Las noches de soledad
APOSICIÓN (forma declarativa): construcción sustantiva que generalmente aparece entre comas y debe
ser intercambiable con el núcleo del S (aclara o amplía algo sobre el éste): -La tutora, una gran
compañera, siempre luchó por sus derechos.
CONSTRUCCIÓN COMPARATIVA: establece una comparación con el núcleo del S, es una construcción
sustantiva encabezada por el nexo o partícula comparativa “cómo”- “cual”: -Sus manos como dos
palomas miedosas tocaban mi hombro.
PREDICADO: VERBAL (simple o compuesto)
CON NÚCLEO VERBAL (verbo conjugado o personal)
MODIFICADORES:
La construcción que funciona como predicado no presenta verbo conjugado, pero hay una
marca (signo puntuación) que indica elipsis.
CASOS A-B-C (NOMINALES, ADVERBIALES y de OBJETO): con verbo RECUPERABLE desde la Estructura
Profunda (cataliza verbo).
CASOS D (VERBOIDALES): el verbo NO es recuperable, se conjuga el verboide (cuando es INFINITIVO O
GERUNDIO) o se transforma en frase verbal pasiva (cuando es PARTICIPIO).
A- PREDICADO NO VERBAL (NOMINAL): sustantivo o adjetivo.
Esa fotografía, una obra de arte. Las plantas, generosas.
B- PREDICADO NO VERBAL (ADVERBIAL): adverbio o construcción equivalente (al reponer el verbo, el
predicado pasara a formar parte de un circunstancial). El líder de la banda, en su país de origen.
C- PREDICADO NO VERBAL (OBJETO): al reponer el verbo la construcción es OD u OI.
Juan compraba alimentos. Pedro, revistas (OD).
Juan compró comida a los niños. Pedro, a su mascota (OI).
D- PREDICADO NO VERBAL-(VERBOIDAL)
En los ejemplos 1 se trata de verboidales: no se recupera el verbo copulativo, la transformación se da
a partir de la raíz del verboide (se conjuga cuando es infinitivo o gerundio,o bien admite la
transformación en Frase Verbal Pasiva cuando es participio). En cambio, en los contraejemplos 2 no se
trata de verboidales ya que puede reponerse el verbo omitido, entonces, esos verboides están en
función de otras clases de palabras: sustantivo (infinitivo), adjetivo (participio) o adverbio (gerundio).
ESTRUCTURA COMPUESTA
Hay coordinación-relación de interdependencia entre proposiciones que pertenecen al mismo nivel sintáctico;
cada una de ellas tiene unidad de sentido (aunque no son autónomas sintácticamente).
Coordinadas sin nexos: signos de puntuación: la coma, el punto y coma (unión por yuxtaposición o
asíndeton).
con nexos: conjunciones o frases conjuntivas (conectores).
Una estructura compuesta (E.O.C.) puede contener proposiciones bimembres o unimembres; y además, puede
incluir proposiciones subordinadas en alguna de sus partes (en tal caso sería una Estructura Oracional
Compuesta Complejizada).
Se clasifican, según el nexo coordinante que las une:
Copulativa: une dos o más elementos del mismo valor sintáctico (y- e-ni).
La mañana está clara y los pájaros cantan. E.O.Compuesta.
Ni me gritó ni estuve nerviosa.
I Los pájaros cantan y revolotean por el parque. → E.O.Simple con Predicado Verbal Compuesto.
Disyuntiva: expresa opción entre dos o más posibilidades (o-u).
Partimos hoy mismo o nuestras vacaciones serán muy cortas. E.O.Compuesta
I Partimos hoy mismo o tendremos vacaciones muy cortas. → E.O.S. con P.V.C.
Adversativa: expresa objeción o contraposición entre dos ideas o conceptos (no obstante-pero-sino-mas-
empero-aunque-sin embargo).
Juan tiene talentopero su prudencia lo lleva a la modestia. E.O.Compuesta.
I Juan tiene talento pero es muy modesto. → E.O.S. con P.V.C.
Consecutiva: une dos elementos del mismo valor sintáctico, el segundo de éstos es efecto/consecuencia de lo
expresado en el primero (en consecuencia- por lo tanto- en efecto-por eso-luego-con que-así que)
La ciudad estaba desolada por eso preferimos mirar una película. E.O.Compuesta
IEstábamos cansados por eso preferimos mirar una película. → E.O.S. con P.V.C.
Mientras que la oración compuesta copulativa puede ser estructurada por un número indeterminado de
proposiciones, la adversativa, la disyuntiva y la consecutiva están constituidas sólo por dos proposiciones
debido a su carácter opositivo (de opción, de consecuencia u oposición).
Coordinación sin nexo:
El joven cantó magníficamente, su madre estaba orgullosa, el público lo ovacionaba fervorosamente.
E.O.Compuesta I El joven cantó magníficamente, enorgulleció a su madre, cautivó al público. → E.O.S con P.V.C
ORACION COMPUESTA (coordinación) ORACION COMPLEJIZADA (subordinación)
Las proposiciones que la conforman se encuentran en un mismo La proposición subordinada está en diferente nivel sintáctico con
nivel sintáctico (misma jerarquía). respecto a la estructura principal que la incluye (distinta
Están unidas mediante nexos coordinantes o signos de puntuación. jerarquía).
Están incluidas en la estructura principal mediante un nexo
relacionante o subordinante y bajo el dominio del núcleo al que
modifican.
ESTRUCTURAS SUBORDINADAS
Estructuras complejas→ incluyen proposiciones subordinadas en algunas de sus partes o constituyentes;
cumpliendo la función de: sustantivo (proposición subordinada sustantiva), adjetivo (proposición subordinada
adjetiva) o adverbio (proposición subordinada adverbial).
A diferencia de las coordinadas, las subordinadas se encuentran dentro de otra estructura de la que dependen
(por eso se dice que están en distinto nivel sintáctico).
COMPLEJIZACIÓN ≠ COORDINACIÓN:
1-Ese hombre deseaba viajar por Latinoamérica, sin embargo, razones misteriosas lo llevaron a una vida común
y corriente.
2-Ese hombre que deseaba viajar por Latinoamérica llevó una vida común y corriente debido a razones
misteriosas.
Las proposiciones subordinadas pueden ser introducidas por elementos que únicamente cumplen la función de
subordinar (subordinantes) o también por elementos que además de incluir una estructura en otra, cumplen la
función de relacionar (relacionantes, con función sintáctica dentro de la subordinada).
Tanto las oraciones simples como las compuestas (bimembres/unimembres) pueden complejizarse con la
inclusión de subordinadas, y así obtenemos una en EOSC o EOCC.
Una proposición subordinada no presenta autonomía sintáctica ya que siempre está dependiendo de un núcleo
oracional o de un constituyente de la estructura principal (por ende, la subordinada entra en relación con
elementos de diferente nivel sintáctico).
Simón plantea que las oraciones complejas no se constituyen en estructuras compuestas ya que la inclusión de
subordinadas no produce la modificación de la estructura (sigue siendo simple o compuesta), lo que hace el
hablante es complejizarla al reemplazar un adjetivo por una proposición subordinada adjetiva, a un sustantivo
por una subordinada sustantiva, y a un adverbio con una subordinada adverbial. El cambio a nivel de la
formalización de la ES no provoca cambios en las funciones (lo cual se pone de manifiesto con las E.V.).
SUBORDINADAS ADJETIVAS
Cumplen la función propia del adjetivo: MD de un sustantivo (antecedente).
Comienzan con: que, cual/es, el cual, quien/es, donde, como, cuando, cuyo/os-cuya/as.
-Las canciones simples y alegres son buenas compañeras.
-Las canciones que se componen con simpleza y alegría son buenas compañeras.
Presentan un antecedente sustantivo al cual modifican, formando parte de una misma construcción (SN o
construcción sustantiva)→el antecedente y el encabezador relativo (relacionante) se hayan vinculados
referencialmente (concordancia entre género y numero)
Pueden aparecer tanto en el Sujeto como en el Predicado (en toda construcción donde haya sustantivo con
MD).
Están encabezadas por un pronombre relativo o relacionante (dos funciones simultáneas en la estructura):
que: invariante (sustantivo)
cual/el cual/quien: variables (sustantivo)
cuyo: variable (adjetivo)
donde/cuando: invariable (adverbio)
En un texto, las proposiciones subordinadas son un recurso cohesivo para mantener la identidad referencial, es
decir, no perder de vista de qué se está hablando, y al mismo tiempo, evitan la repetición de palabras. Como ya
se apuntó, los relacionantes que introducen a estas subordinadas evitan que se repita el sustantivo
(antecedente) al que modifican→esos pronombres relativos están en lugar del sustantivo que los antecede
(recordar la significación ocasional propia de los pronombres).
-Dédalo inventó un laberinto. En el laberinto viviría el minotauro. / Dédalo inventó un laberinto donde viviría el
minotauro.
-Todos temían al minotauro. El padre del minotauro era un toro blanco. / Todos temían al minotauro cuyo padre
Estructura interna de la proposición subordinada adjetiva: El joven que mató al minotauro → que mató al
minotauro
Semánticamente se clasifican en: especificativas (restringen/especifican el significado del antecedente) y
explicativas (son aclaratorias, no modifican el valor referencial del antecedente). Ej. Los alumnos que habían
estudiado fueron aprobados / Los alumnos, que habían estudiado, fueron aprobados.
No confundir proposición subordinada adjetiva (modifican a sustantivo antecedente) con proposición
subordinada adverbial (si funciona como adverbio, por ende, acompaña y modifica a un verbo, otro adverbio o a
un adjetivo).
-Todo poeta crea textos que expresan su propio mundo.
-Los recursos poéticos que emplea un escritor pueden ser sencillos o muy elaborados.
-Cada lector interpreta de un modo personal un poema, el cual resulta así recreado.
-Algunos jóvenes narradores, cuyos textos han sido difundidos, también solían escribir poesía.
-¿Perdurarán más los poemas donde el autor plasma un imaginario universal?
PROPOSICIÓN SUBORDINADA SUSTANTIVA
Funciones:
o Sujeto
o OD
o Aposición
o Predicativo
o Término de complemento:
MI
Circunstancial
Complemento Agente
OI
o Predicado no verbal (nominal)
SUJETO:
OD:
-El joven valiente, desde aquel momento, conoció que podía sentir miedo.
APOSICIÓN:
-Ellos, quienes son considerados los grandes músicos de esta época, recorren el mundo entero.
-La ira de los justos puede resultar peligrosa. / Tengo el pálpito de que volverás.
-Pidió justicia sin que tuviera esperanzas. / Habló continuamente sin que nadie lo interrumpiera.
-Los pájaros fueron liberados por los trabajadores del jardín infantil.
-Los pájaros fueron liberados por los que trabajan en el jardín infantil.
→subordinantes (que/si)
→estilo indirecto (se incluyen las palabras citadas en el propio discurso, sin marcas)
Ej. Juan dijo que sabía la verdad / Juan dijo: “Sé toda la verdad”
Juan preguntó: “¿Quién podrá acompañarme” / Juan preguntó quién podría acompañarlo.
Juan le gritó con furia: “¡Por qué lo hiciste! / Juan le gritó con furia por qué lo había hecho.
-La muerte está tan segura de vencer que nos da toda una vida de ventaja.
-Si bien compartimos una misma lengua, nuestros dialectos son diferentes.
e) Nivel semántico
Guiraud: “La semántica”
Lengua y estructura
Una lengua es un todo, un organismo donde el valor de cada elemento depende no solamente de su naturaleza
y de su forma propia, sino también de su lugar y sus relaciones en conjunto.
La lengua es una estructura.
Toda creación descansa en asociaciones entre palabras.
Saussure mostro que las palabras forman un sistema en el cual cada una extrae su valor de su posición con
respecto a las otras. Subrayo la “interinanimacion” del léxico, en donde cada palabra es el centro de una
“constelación” de asociaciones.
Los campos lingüísticos de Trier
Trier estudia las palabras que se relacionan con el sector conceptual del entendimiento y señala que constituyen
un conjunto estructurado, en el interior del cual cada una está bajo la dependencia de las otras.
La idea de Trier es que nuestros conceptos abarcan todo el campo de lo real, como las piezas de un
rompecabezas, sin dejar huecos y sin superponerse.
De ello resulta que todo cambio en los límites de un concepto acarrea una modificación de los conceptos
vecinos, y, de rechazo de todas aquellas palabras que los expresan.
Puntos de vista de estructura
El conocimiento y las capacidades del individuo pueden desde ahora considerarse independientemente de su
clase social.
Las palabras forman de esta manera un “campo lingüístico” que abarca un campo conceptual y expresa una
visión del mundo, que permiten reconstruir.
En torno a Trier
La idea misma de un campo lingüístico homogéneo, sin huecos ni superposiciones, no resiste el examen, si
salimos del privilegiado dominio de las nociones intelectuales que escogió Trier. El vocabulario del mundo físico
y material es siempre confuso en sus linderos. Por otro lado, partiendo de los conceptos, ignora Trier la
importancia de los cambios fonéticos y semánticos que afectan directamente a la lengua.
Estas críticas generaron nuevas definiciones del campo lingüístico, también llamado “campo semántico”, basado
en criterios diferentes.
La lexicología de Matoré
Es un estudio de los “campos nocionales” emparentado con el de Trier en la medida en que es paraglotico, ya
que según el autor “el objeto de la lexicología es particular; es partiendo del estudio del vocabulario como
intentaremos explicar una sociedad. Podríamos definir también la lexicología como una disciplina sociológica
que emplea el material lingüístico, que son palabras.
Es sobre todo cuestión de temperamento y de visión lo que separa a Trier de Matoré. El primero es filósofo, en
la tradición de la escuela idealista alemana; el segundo es sociólogo de la escuela francesa.
Trier estudia ante todo la vida espiritual y moral con la finalidad de captar el espíritu de una nación y de una
época, mientras que Matoré se interesa principalmente por el sustrato material, económico, técnico, político,
del léxico.
Matoré deslinda el primer término las “generaciones lingüísticas”, que son los grandes gajos históricos dentro
de los cuales estudiara la estructura lexicológica desde un punto de vista estático.
En cada uno de esto estados de la lengua encuentra la presencia de palabras-testigo o neologismos
correspondientes a nociones nuevas que surgen en el seno de la colectividad en ese particular momento de su
historia. Son palabras-clave que rigen a las otras y son el centro de un campo nocional. La lexicología tiene por
objeto establecer, deslindar y estudiar los campos nocionales que caracterizan una sociedad.
Existe una perspectiva de estudio semántico (tanto de Ogden y Richards como de Ullman) ---ANALÍTICA
Y REFERENCIAL: se ocupa de la esencia del significado, de sus componentes principales. Esta orientación
tiene su antecedente en la teoría conceptual de Saussure, la cual negaba la concepción primitiva de la
lengua como nomenclatura (el nombre, es decir, la palabra indica/ describe a la cosa; de donde se
seguiría que por la presencia del nombre queda demostrada la existencia misma de la cosa). En este
sentido, Saussure abre el camino a una concepción de la semántica moderna al plantear la ruptura con la
concepción del lenguaje como nomenclatura (al afirmar que las ideas no preexisten a las palabras, y que
éstas no suponen una relación unidireccional con la cosa significada porque no hay una correspondencia
directa entre nombre y referente). A partir de allí plantea la naturaleza bivalente de todo signo
(significante-significado) y diferencia significado de significación (entendiendo esto último como valor,
resultado de la unión significante-significado en el interior del signo, y de la relación del signo en su
totalidad con los demás términos del sistema), y pasando de ese modo, de la palabra aislada a la palabra
en el sistema —de ahí la importancia de la hipótesis de los “campos semánticos” (Trier y los demás
estructuralistas) para definir la unidad semántica no tanto por lo que es, como por lo que no es.
Modelo de Ogden-Richards: indica la necesidad de un análisis adecuado de la relación entre palabras y hechos
(entre el signo y la cosa significada), como nudo fundamental de la teoría del significado.
En efecto, se propone explorar el uso referencial de las palabras, partiendo de las relaciones entre
pensamientos, palabras y cosas y enfatizando el carácter indirecto de estas relaciones. Según esta
interpretación, no hay vínculo directo entre las palabras y las cosas que aquellas “representan”: la palabra
simboliza un pensamiento o referencia que a su vez refiere al rasgo o acontecimiento sobre el que estamos
hablando (referente o cosa).
Para ilustrar estos vínculos se presenta un diagrama triangular, donde cada ángulo es ocupado por los tres
factores o componentes del significado: símbolo- pensamiento o referencia- referente, y en los lados se
ilustran los lazos entre uno y otro factor. Aquí queda manifiesto que entre el símbolo y el referente no existe
ninguna relación adecuada fuera de la indirecta (graficada por la línea de puntos), que consiste en que alguien
lo use para representar al referente. Entonces la relación entre símbolo (palabra, imagen, gesto, dibujos…) -
referente (cosa) implica recorrer los dos lados del triángulo (es decir, las relaciones entre símbolo-pensamiento,
y entre pensamiento-referente).
Modelo de Ullman: estima necesario precisar el concepto de simbolización de Ogden y Richards ya que sólo le
interesa abarcar “el significado de las palabras”. Propone tres términos técnicos para dicho análisis: nombre
(configuración fonética de la palabra)- sentido (la información que el nombre comunica al oyente)- cosa (el
referente, el rasgo o acontecimiento no lingüístico). Delimita el campo de la lingüística, por lo que el foco apunta
con mayor énfasis a la relación entre nombre-sentido.
La rectificación al esquema de Ogden y Richards reside en el supuesto de incorporar el punto de vista del
hablante. Para ello, propone la relación recíproca y reversible entre el nombre y el sentido: al oír la palabra
puerta el oyente pensará en una puerta, y así comprenderá lo que el hablante está diciendo; mientras que, para
éste, la secuencia es inversa, pensó por una u otra razón en una puerta y esto lo hizo pronunciar la palabra. Si
uno oye la palabra pensará en la cosa y si piensa en la cosa dirá la palabra. Es esta relación recíproca y reversible
entre sonido (nombre) y sentido lo que Ullmann propone llamar como significado de la palabra.
Reconoce que esta definición del significado y el análisis que supone, no son nuevos: están implícitos en la
teoría de Saussure y en varios desarrollos de su doctrina (los estructuralistas).
s
n
Críticas al modelo de Ullman y las respuestas que formula él frente a las mismas:
1- La semántica caería en una suerte de formalismo extremo por excluir al “referente” (el rasgo o
acontecimiento no lingüístico) ---Ullman plantea que esto no es así ya que todos los rasgos lingüísticamente
apropiados del referente están incluidos en tanto forman parte del “sentido” (este abarcaría los rasgos
semánticos que son comunes a todas las situaciones y particularidades que hacen mentar o emitir el nombre o
palabra).
2- Otra objeción se vincula con una de las más grandes cuestiones filosóficas de la Lingüística contemporánea: la
controversia entre mentalistas (Saussure y sus seguidores) y mecanicistas (Bloomfield y la escuela
norteamericana). Para estos últimos operar con entidades mentales resulta dudoso, se oponen a admitir que
previamente a la emisión de una forma lingüística, tenga lugar dentro del que habla un proceso no físico, es
decir, un pensamiento, concepto, imagen, etc. y que el oyente, igualmente, al recibir las ondas sonoras,
experimente un proceso mental equivalente o correlativo. Por esta razón, prefieren eliminar el vértice superior
del triángulo (pensamiento o sentido) y establecer una relación directa entre nombre y cosa (de ahí la noción de
significado de una forma lingüística como “la situación en que la emite el que habla y la respuesta que ocasiona
en quien escucha” de Bloomfield, en la que se equipararía significado con referente, por lo cual estaría fuera de
la Lingüística) ---Para Ullman tal tesis es insostenible puesto que no tendría en cuenta los casos en que la cosa
referida no está presente en el momento de hablar (ej. un terremoto a millares de kilómetros), ni abarcaría las
enunciaciones sobre fenómenos abstractos (ej. los males del totalitarismo); y además es insostenible porque el
mundo exterior no sólo está registrado en el lenguaje, sino también dividido, analizado, clasificado,
conceptualizado en cada idioma de manera diferente —queda demostrado así que no se puede obtener una
definición referencial del significado sin poner un término medio (sentido o concepto) entre el nombre y el
referente.
3- Otra crítica es aquella que ve en las teorías referenciales un acercamiento a la vieja metafísica del cuerpo y el
alma (cuerpo-nombre/alma-significado, en donde en un signo lingüístico se supone que un significado
acompaña la forma en sus varias manifestaciones) ---Para Ullman, tal interpretación deriva de un malentendido
sugerido por una metáfora inadecuada, ya que el dualismo de sonido-sentido inherente a cualquier signo
(dualismo supuesto en toda teoría referencial) nada tiene que ver de la metafísica cuerpo-alma. La palabra en
tanto “signo”, apunta a algo distinto, se refiere a algo que está más allá de sí mismo (naturaleza dual cuya
metáfora correcta es la de la hoja de papel, propuesta por Saussure, cuyas dos caras son dos facetas
inseparables de un todo).
Entonces el esquema de Ullman queda representado:
n
La
relación recíproca y reversible entre nombre-sentido puede complicarse de dos maneras: varios nombres
pueden estar conectados con un solo sentido (sinónimos), y viceversa, diversos sentidos pueden estar ligados a
un solo nombre (polisemia, homonimia). Por otro lado, la definición referencial no debe desembocar en una
visión atomística del lenguaje (cada palabra como término aislado y autosuficiente), puesto que, además de la
relación nombre-sentido en cada palabra, las palabras están asociadas con otras palabras con las que tienen
algo en común (en cuanto al sonido, al sentido, o ambos). Este principio desempeña un papel fundamental en
los cambios de significado y en la estructura del vocabulario —complejidad de las relaciones semánticas.
Las definiciones referenciales del significado suscitan una cuestión importante de metodología lingüística: como
el significado es la relación recíproca y reversible entre nombre-sentido, puede ser investigado partiendo de
cualquiera de los dos extremos (semasiología: comenzar por el nombre y buscar el o los sentidos ligados a él; o
bien, onomasiología: empezar por el sentido y buscar el o los nombres). Pero Ullmann ve estos dos modos de
acceso no como disciplinas distintas, sino como métodos paralelos que parten de extremos opuestos.
Otra línea del estudio semántico: OPERACIONAL O CONTEXTUAL: basa el significado de la palabra en el
uso que los hablantes le dan en un contexto determinado. Esta línea de pensamiento, se ocupa de las
palabras en acción para conocer su funcionamiento, es decir, cómo opera el significado de un término en
una determinada situación comunicativa. Por esta razón, el lenguaje es considerado como instrumento,
en el que las palabras son herramientas (su papel en el juego da el significado del término).
La “prueba de sustitución” (método empleado para la identificación de fonemas y otros elementos distintivos)
es el procedimiento utilizado para mostrar los significados distintos que puede tener una misma palabra en
enunciados diferentes.
Representantes: Brigman, Wittgenstein, Coseriu, etc.
Según Ullman, la teoría operacional tiene el mérito de definir el significado en términos contextuales, es decir,
puramente empíricos; mientras que la definición referencial del significado debe operar con procesos mentales
subjetivos e intangibles.
Este lingüista hace las siguientes precisiones con respecto a las limitaciones de la orientación operacional:
Si el investigador debe reducirse a reunir y analizar contextos en los que se encuentre la palabra, entonces la
tarea parecería tan ingrata como poco concluyente (como aporte de tal tendencia operacional a la lexicografía).
Si se intentase identificar algunos usos típicos de la palabra extrayendo el rasgo o los rasgos comunes de una
selección representativa de contextos, entonces recaería en la teoría referencial del significado, en tanto que
reaparecería el dualismo básico, con el “uso”, desempeñando el mismo papel que el “sentido”, la “referencia”.
Cualquier definición del significado debería considerarse sólo como una hipótesis de trabajo. Su valor dependerá
de cómo opere: de la ayuda que pueda prestar a la descripción, interpretación y clasificación de los fenómenos
semánticos.
Sin embargo, Ullman sostiene que (a pesar de estas limitaciones), no debe pensarse que la definición
operacional deba ser descartada. Es más bien un complemento válido de la teoría referencial, debido a la
beneficiosa advertencia de que el significado solamente puede averiguarse estudiando su uso. El investigador
debe reunir una muestra adecuada de contextos y abordarlos sin interferir su propia experiencia, permitiendo
que el significado emerja de los contextos mismos. Luego, es posible pasar a la fase referencial y procurar
formular el significado así identificado. La relación entre ambas fases de la indagación es la misma que existe
entre la lengua y el habla: la operacional trata del significado en el habla; la referencial del significado en la
lengua. Cada modo de acceso maneja su propio lado del problema y ninguno es completo sin el otro; por lo
tanto, no hay necesidad de enfrentarlos.
Como Ullman se ocupa del significado en la lengua adopta la definición referencial, con las rectificaciones
propuestas arriba.
Capítulo VI. La sinonimia
Ullman admite que la sinonimia absoluta se opone al modo general en que concibe al lenguaje, puesto que si
hay palabras diferentes se supone que debe haber alguna diferencia de significado (estructura dual de las
palabras). En efecto, muy pocas palabras son sinonímicas en el sentido de ser intercambiables en cualquier
contexto sin que eso conlleve a una alteración del significado (esto incluso no se da del todo en el lenguaje
científico). La sinonimia absoluta puede darse únicamente cuando las palabras pueden sustituirse una por otra
en todo contexto, sin el menor cambio en su valor de comunicación o de expresión. Sin embargo, la mayoría de
los términos son sinónimos en una determinada lectura (la significación en común no se da en todas las
lecturas), es decir, los términos pueden ser intercambiables en unos contextos, pero no en otros.
La sinonimia es el fenómeno por el cual para un significado o sentido existen en la lengua varios significantes o
nombres. Los términos sinónimos se diferencian, entonces, por su composición fonológica, pero pertenecen a la
misma categoría gramatical (nombre, verbo, etc.) y tienen semejante significación. Por ejemplo: barco, vapor,
embarcación, etc.
Para comprobar si un grupo de palabras son realmente sinónimos es necesario examinarlas en algún contexto
(prueba de sustitución para ver hasta qué punto son intercambiables). Por ejemplo: un hombre pobre - un
hombre indigente: en este caso pueden admitirse una relación de sinonimia entre ambos adjetivos; pero si
simplemente cambiamos el orden un pobre hombre - un indigente hombre en la primera estructura se observa
un cambio de sentido, es decir, ya no como pobreza sino más bien como desdicha (o los casos de minúsculo,
ínfimo y exiguo, donde el primero se refiere más al tamaño, el segundo implica jerarquía y el último
insuficiencia).
Otra prueba para identificar sinónimos es encontrarles sus opuestos, antónimos (profundo sería antónimo de
superficial en “profunda alegría” pero no en “pileta profunda”).
Otra manera de diferenciar sinónimos consiste en ordenarlos en una serie en la que sus significados y
tonalidades distintivas se destacarán por contraste (los varios adjetivos que denotan velocidad: veloz,
apresurado, raudo, ligero, acelerado, etc.)
Modelos sinonímicos:
Los sinónimos de una lengua pueden organizarse según ciertos principios regulares, formando modelos
característicos y medianamente consistentes. Ejemplos de modelos en el inglés, francés, donde la norma
sinonímica constituye un sistema con dos o más escalas: una nativa y otra/s tomadas del latín, del griego
o de otras palabras extranjeras. ---En estos modelos influye el factor de la presencia de un gran número
de palabras extranjeras en el idioma.
Si se considera la distribución de los sinónimos en una lengua dada, puede observarse que por el factor
de “centros de atracción” en cada período de un idioma hay un predominio de sinónimos que circundan
a los temas de interés (por ej. en el antiguo inglés hay más de 30 palabras para decir “héroe” o
“príncipe”…), así como un centro incesante de atracción sinonímica es la idea, por ejemplo, de la muerte
(por ser un tema que se intenta aludir no de manera directa).
Un tercer tipo de modelo sinonímico surgen cuando dos o más sinónimos se desarrollan en líneas
paralelas, como las palabras con significados parecidos están estrechamente asociadas entre sí, un
cambio en una de éstas puede determinar un cambio análogo en otra o en varias. —Irradiación
sinonímica.
Según Ullman este recurso del lenguaje se utiliza fundamentalmente para:
▪ Evitar la repetición (que no haya redundancia).
▪ Como recurso estilístico: sea en la elección de sinónimos para utilizar el más conveniente al contexto verbal,
como en la combinación de los mismo (colocación y variación) para dar más potencia al sentido y enfatizarlo.
Capítulo VII: Ambigüedad
La ambigüedad (imprecisión en el sentido) es un fenómeno que puede producirse tanto en el campo fonético,
como el gramatical y el léxico. En este último, se detiene Ullman y especifica que puede haber dos tipos de
ambigüedad léxica: polisemia y homonimia. Ambas pertenecen al mismo caso de significación múltiple
(polivalencia): un significante o nombre con varios sentidos. Son fenómenos semánticos que se relacionan, ya
que la homonimia puede llegar a ser polisemia (por homónimos reinterpretados), y la polisemia, homonimia
(por divergencia semántica).
Aun así, según Ullman son dos tipos tan distintos que deben considerarse separadamente:
I.-Polisemia. Una palabra o nombre (significante) con varios significados.
Fuentes: Ullman indica cinco posibles fuentes de polisemia:
1) Cambios de aplicación: según en los contextos en que son usadas las acepciones pueden resultar diferentes
---esto se da especialmente en los adjetivos, ya que son propensos a cambiar su significado según el nombre
(sustantivo) al que califican.
2) Especialización de un medio social: contenido especificado por un ámbito particular (técnico, profesional,
científico, etc.) ---ejemplos: la palabra “acción” o “papeles” que, si bien tienen un sentido general y básico,
pueden especificarse según el ámbito en que son utilizadas (en el plano legal acción será “acción legal”; papeles
puede referirse a documentos legales o de identidad, etc.).
3) Lenguaje figurado: una palabra puede recibir uno o más sentidos figurados (metáforas, metonimias,
sinécdoques, etc.) sin perder su significado original, debido a la posibilidad de transposición metafórica en el
funcionamiento del lenguaje ---al lado del su significado viejo aparece otro en el plano connotativo (sugestivo o
figurado), ejemplos: la palabra ojo (órgano) se le puede añadir otros significados en “ojo de cerradura, ojo de
una aguja, etc.”; o bien el término hoja puede adquirir otros sentidos como en “hoja de afeitar, hoja de hierro,
etc.”.
4) Homónimos reinterpretados: es una forma especial de la etimología popular. Se trata de dos palabras que
provienen de dos étimos distintos (fuentes) y han coincidido en la evolución fonética (coinciden en su forma) y
cuya diferencia de significación no es muy grande, por lo que el hablante común (desconocedor de etimologías)
tiende a reinterpretarlos como un solo término con dos acepciones (es un caso bastante raro).
5) Influencia extranjera: por préstamo semántico de una palabra que se importa provocando cambios de
significados en la lengua nativa (receptora). Se da, sobre todo, entre lenguas que presentan mayor contacto. Ej.
la palabra “mensajero” en hebreo, m`lk, en la biblia se usaba frecuentemente en el sentido de “ángel”; como en
el griego no había un término para indicar tal referencia, se adoptó esta polisemia del término hebreo
(empleando mensajero con el significado de ángel). Del griego pasó al latín y finalmente llegó a ser un término
internacional: angel (inglés), ange (francés), engel (alemán), etc.
Efectos: Para Ullman, lejos de ser un defecto, la polisemia es la condición esencial de la eficacia del lenguaje ya
que tal fenómeno demuestra su flexibilidad y economía (si una palabra no tuviese la capacidad de ser empleada
en varios sentidos, el número de palabras que tendría que retener el hablante sería inmenso). Es una evidencia
del gran potencial del idioma.
La principal garantía de su funcionamiento adecuado es la influencia del contexto: “por muchos significados que
pueda tener una palabra, no habrá confusión si solo uno de ellos puede tener sentido en una situación dada”.
Por otro lado, la diversidad de significados que pueda tener un término en una lengua dada, no debilita su
vitalidad (en este mismo sentido dirá que la polisemia no es un factor que lleve al desuso de una palabra).
II.-Homonimia. Cuando dos palabras coinciden en su forma (fonética o fonológica), pero provienen de dos
fuentes diferentes; por lo que sus significados son alejados.
Fuentes:
1) Convergencia fonética: dos o más palabras que en otro tiempo tenían formas diferentes, debido a la
evolución fonética del uso, pueden llegar a coincidir en los sonidos (homófonos: hojear-ojear, casa-caza, cima-
sima, tubo-tuvo) y a veces también en la escritura (homógrafos: ha visto-me visto, de verbos ver y vestir,
respectivamente/vino, bebida y verbo venir/sala, de verbo salar y de recinto).
2) Divergencia semántica: paso de la polisemia a la homonimia por la completa escisión de significados en la
evolución semántica de un término, hasta ser considerados como palabras separadas. Ej. pupila (joven bajo
tutela) y pupila (parte del ojo) ---Es la réplica exacta del caso de homónimos reinterpretados, donde dos
palabras se han fundido en una, mientras que, en el caso de la divergencia semántica, una palabra se ha
escindido en dos.
3) Préstamos de otras lenguas: palabras extranjeras que son introducidas y coinciden fonéticamente con otras
existentes en la lengua receptora.
Efectos (y comparación con la polisemia): la homonimia, es un fenómeno menos común y menos complejo que
la polisemia, aunque para Ullman sus efectos pueden ser tan graves e incluso más drásticos. La homonimia (dice
Ullman) no tiene ventajas positivas salvo para el jugador de vocablos y el versificador (es decir, sólo es útil para
el que trabaja con la escritura, no para el hablante común). Mientras que resulta imposible pensar el lenguaje
sin polisemia (como se dijo antes, es la condición de su eficacia), la homonimia no es indispensable; más aún, su
ausencia haría más eficaz a la lengua. Otra diferencia es que la polisemia se encuentra más esparcida
(extendida) que la homonimia.
Como se dijo antes, los efectos de la homonimia pueden ser más drásticos ya que no siempre que se recurre a
las “salvaguardas” (atender al contexto, a las clases de palabras, al género gramatical, etc. para evitar
confusiones o malentendidos), pueden evitarse ciertos conflictos (colisiones homonímicas=una palabra choca
con otra y es difícil separarlas) ante los cuales se llega a la desaparición de uno de los términos implicados (en
estos casos se recurre a sustitutos para reemplazar a los homónimos desechados).
Tanto para la homonimia como para la polisemia, se puede recurrir al contexto (especialmente), como también
al género gramatical, al orden de palabras, etc. para evitar conflictos en la interpretación (es decir, para resolver
la vaguedad en el sentido). Además, estos fenómenos de la ambigüedad suelen emplearse como artificio o
recurso estilístico, especialmente la polisemia (en juego de palabras, contrastes, condensación de
significaciones, equívocos, etc.).
Ullmann: Capitulo VIII: Cambio de significado
De todos los elementos lingüísticos, el significado es el más propenso al cambio.
Factores del cambio:
Vaguedad en el sentido.
Pérdida de motivación.
La polisemia.
Contextos ambiguos.
La estructura misma del vocabulario (inestabilidad, fluido y móvil: por ser parte del nivel semántico, en el
que intervienen más unidades lingüísticas para componer el significado).
Causas del cambio
Lingüísticas (se dan por contagio. Son las asociaciones que las palabras contraen en el discurso).
Semejanza de sentidos: metáfora. Está estrechamente entretejida con la textura del habla humana
(como factor capital de la motivación, como artificio expresivo, como una fuente de la sinonimia y la
polisemia, como un medio de llenar lagunas del vocabulario, etc.). Ullman hace hincapié en su fuerza
creadora.
Estructura básica: dos términos (la cosa de la que estamos hablando y aquello con que la comparamos) que
tienen en común uno o varios rasgos semánticos (fundamento de la metáfora). Cuanto mayor es la distancia
entre el tenor (el término que aludimos) y el vehículo (el término con el que se lo compara), más eficacia posee
la metáfora, por trazar paralelos inesperados entre objetos dispares.
Ejemplos: “la moneda de oro desciende en el horizonte” (sol-moneda de oro: color, forma esférica); “nuestra
vida es un río que no deja de fluir” (vida-río: movimiento continuo); “ojos de cielo” (ojos-cielo: color,
trasparencia…), “la cresta de la ola, o la cresta de la montaña” (la cima-cresta de la cabeza de un animal), “con el
aire se batían las espadas de los lirios” (García Lorca), “la guitarra es un pozo con viento en vez de agua”
(Gerardo Diego).
Cuatro tipos principales de metáforas:
o Metáforas antropomórficas (ej. boca de un río, los pulmones de una ciudad, el corazón del asunto.).
o Metáforas animales (ej. pata de gallo, cola de perro, ojos de buey. Son todos atribuidos a seres
humanos).
o Metáforas que van de lo concreto a lo abstracto (ej. el tiempo, ese sepulturero calvo).
o Metáforas sinestéticas (ej. voz fría, las bocas ciegas, estridente perfume.).
Contigüidad de sentidos: metonimia. No descubre relaciones nuevas, sino que surge entre palabras ya
relacionadas entre sí, acorta distancias para facilitar la rápida intuición de cosas ya sabidas. Se trata de
un desplazamiento de significantes que produce una transferencia del significado.
A diferencia de la metáfora, la metonimia tiende a dar a las palabras abstractas un significado concreto
(condensación o engrosamiento del significado): el nombre de una acción representará su resultado (“tráigame
la cuenta”), el nombre de una cualidad representa la persona u objeto que la exhibe (“es el orgullo de la
familia”).
Otros ejemplos: “vimos las velas” (por lo barcos); “tiene veinte primaveras” (por años); “lleva sus canas muy
dignamente” (los años y sus experiencias); “me regalaron un Picasso” (por un cuadro del pintor); “voy a pedir tu
mano”, “beber un vaso” (por una botella de x bebida), traicionó su bandera (cobra el significado de patria), veo
a través de sus ojos (por mirada, punto de vista); perdió la cabeza por ella (la razón).
Tipos de metonimia, según las asociaciones que subyacen en ellas:
Relaciones espaciales.
Relaciones temporales.
La parte por el todo.
Etc.
Comparación →La metonimia es menos interesante que la metáfora porque no descubre relaciones nuevas,
sino que surge entre palabras ya relacionadas entre sí (acortando distancias para facilitar la rápida intuición de
cosas ya sabidas). Por ello, se suele decir que mientras la metáfora instala una relación interna de similitud,
cambiando el sentido (en el nivel connotativo); en cambio, la metonimia presenta una relación externa de
contigüidad, en la que no se cambia el contenido sémico sino que hay un desplazamiento de la referencia
(puesto de manifiesto por el contexto). Aun así, un rasgo interesante de la metonimia es que (a diferencia de la
metáfora) tiende a dar a las palabras abstractas un significado concreto (el nombre de una acción representará
su resultado; el nombre de una cualidad, la persona u objeto que la exhibe) —condensación o engrosamiento
del significado.
Consecuencias del cambio semántico