Cristologia Iv
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V. La Resurrección de Cristo
A. La importancia de la resurrección.
En la Biblia tenemos algunos relatos de personas que fueron traídas de vuelta a la vida.
Estas personas, de todos modos, no fueron resucitadas, sino mas bien restauradas,
porque ellos llegaron a morir otra vez. Pero nuestro Señor resucitó; habiendo muerto
una vez por todas y habiendo sido resucitado de los muertos, El ahora vive y permanece
para siempre.
B. El significado de la Resurrección.
1. Provisión de la Tumba. Guardias fueron colocados para asegurar que nadie se robase
o tocase el cuerpo. “Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y
poniendo la guardia.” (Mat. 27:66).
2. Reconocimiento de los Discípulos. “Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira
mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino
creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!” (Juan 20:27,
28).
3. El testimonio de los Apóstoles. “A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros
somos testigos.” (Hechos 2:32).
1. La teoría del cuerpo no sepultado. Algunos incrédulos sostienen que el cuerpo nunca
fue sepultado en la tumba, que los cuerpos de los 2 ladrones, y Cristo, fueron arrojados
a un montón de basura. De todas maneras, esto contradice las propias leyes judías: “Si
alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo
colgareis en un madero, no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin
falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no
contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.” (Deut. 21:22, 23).
2. La teoría de la tumba no vacía. Aquellos que sostienen esto dicen que su cuerpo aun
esta allá en aquella tumba. Seguramente el sentido de lógica refutaría este argumento,
porque si Cristo no hubiese resucitado, el diablo habría descubierto y dado a conocer su
cuerpo durante tantos años.
3. La teoría del cuerpo trasladado. Esta es la teoría que propone que José de Arimatea
movió o trasladó el cuerpo fuera de la tumba. Ante este argumento preguntamos, “Si
movió el cuerpo, ¿por qué no movió también sus envestiduras?” Todos admitimos que
si José removió el cuerpo, lo debería haber hecho en secreto. Si lo hizo en secreto, ¿por
qué no hizo rodar la roca de nuevo sobre la entrada?
4. La teoría de que las mujeres se equivocaron. Esta teoría sostiene que las mujeres
malinterpretaron lo que los hombres en el sepulcro habían dicho. Refutamos esto
diciendo que la Palabra no declara eso, y la Palabra es la única autoridad y testimonio
que tenemos.
5. La teoría del error deliberado. Esta teoría sostiene la idea de que Cristo no murió por
completo, sino más bien que agonizó en la cruz y fue reanimado por el aire fresco de la
tumba. Si ese fue el caso, ¿adonde fue? Seguramente, como El era objeto de interés
popular, hubiera sido reconocido y abiertamente aceptado o rechazado.
6. La teoría del fraude. Esta teoría establece que los Apóstoles deliberadamente
mintieron y engañaron a aquellos que le escucharon. No obstante, todos los Apóstoles,
excepto Juan, murieron martirizados. ¿Por qué? A causa de su devoción a Cristo y Su
resurrección. ¿Habría cada uno de ellos sacrificado sus vidas por una mentira tan
grande? ¡Por supuesto que no!
7. La teoría del autoengaño. Esta especulación declara que los apóstoles tuvieron una
ilusión; eso es que ellos pensaron que El resucitó de entre los muertos, se convencieron
de eso, hasta llegar a creerlo. Sabemos, de la experiencia humana, que las ilusiones
pronto se esfuman, y que despertamos a la realidad. Los Apóstoles no podrían haberse
engañado a si mismos por mucho tiempo.
8. La teoría de la Alucinación. Esta idea supone que ellos pensaron que habían visto al
Salvador resucitado, cuando meramente era una alucinación causada por sus nervios y
aquellas fuertes emociones. ¿Puede usted imaginarse a Pedro con delirios, y a Tomas
histérico?
10. La teoría del malentendido. Este razonamiento admite que el salvador murió, pero
dice que los Apóstoles predicaron la resurrección de su espíritu, y no la de su cuerpo;
pero que de todas maneras, la gente lo tomó equivocadamente. La palabra
“resurrección” nunca se conecta a un espíritu, sino mas bien con el cuerpo, porque el
espíritu nunca muere.
11. La teoría de la visión espiritual. Esta suposición sostiene que los apóstoles vieron
algo. Pero lo que vieron fue una visión mentirosa, no el Señor. El diablo los debe haber
engañado. Pero, en realidad, si había algo que el diablo no quería que ellos creyeran, era
precisamente la resurrección de Cristo, e incluso, una visión mentirosa de esa verdad.
Cristo mismo disipó este argumento al declarar, después de Su resurrección, que “un
espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo.”
12. La teoría de los gemelos. Aquellos que ofrecen esta sugerencia dicen que Cristo
tenia un hermano gemelo, y que 3 días después de haber sido crucificado y sepultado,
Su hermano gemelo se mostró, declarando que el era Cristo resucitado de los muertos.
Ante eso preguntamos, “¿donde estuvo escondido este gemelo durante 33 años?”
1. La Tumba vacía. Los Evangelios declaran que la gente tenía 2 puntos de vista
concernientes a su resurrección. Un grupo, dijeron que alguien había robado su cuerpo;
el otro grupo decía que había sido resucitado por el poder divino. La tumba vacía prueba
el segundo. Una guardia romana, compuesta de 60 hombres en 4 grupos de 15, fueron
establecidos para vigilar la tumba. Cada grupo guardaba la tumba durante un periodo de
6 horas. La guardia fue ordenada para custodiar la tumba ante el probable robo del
cuerpo de Cristo. Ahora, los enemigos no deseaban robar el cuerpo. Sabemos que los
Apóstoles no lo robaron, ellos estaban atemorizados. Aun en su crucifixión ellos
huyeron. Los soldados fueron pagados por los incrédulos para dar falso testimonio. No
es acaso llamativo que los sacerdotes judíos no procesaran a los soldados, si el cuerpo
verdaderamente había sido robado? Si los discípulos hubieran robado el cuerpo, ¿acaso
los sacerdotes no les hubieran presionado hasta que ellos admitieran tal hecho? ¿Por qué
ellos ni siquiera hicieron algo? Simplemente porque ellos no creían la historia de que lo
habían robado.
Era una tumba nueva, ningún cuerpo había estado antes en ella, y sin dudas y no hubo
dudas de quién había resucitado de entre los muertos cuando la tumba quedó vacía.
Estaba cavada en roca, sólida roca abajo, arriba, y a todos los costados. No había otra
entrada.
8. La conversión de Saulo. La iglesia nunca había tenido un enemigo más grande que
Saulo de Tarso. El era un individuo muy bien conocido en el judaismo, perteneciente a
la secta de los fariseos, que creía en la futura resurrección de los muertos, pero
ciertamente no en la resurrección de Jesús. ¿Qué hizo cambiar a este terrible
perseguidor de la iglesia en un grandioso predicador de Cristo? ¡La resurrección de
Cristo! Desde aquel día camino a Damasco, el nunca más dudó de la resurrección. El
sufrió a manos de sus propios compatriotas y en las cortes judiciales de extraños a causa
de su fe en la resurrección de Cristo.
9. La experiencia cristiana. Desde que hemos nacido de nuevo, esperanza ha sido puesta
en nuestros corazones de que nuestros pecados han sido quitados y nuestra futura
resurrección nos ha sido asegurada. Esta esperanza solo podría ser garantizada por un
Salvador resucitado. No somos salvos de nuestros pecados por una madre viviente, ni
por un judío muerto, sino por un Señor resucitado.
10. El registro de los Evangelios. Los Evangelios fueron escritos o dictados por testigos
de aquellos hechos: “testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que
comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos.” (Hechos 10:41b). En
una lectura de los Evangelios, notamos pequeños detalles, palabras y frases, que nos
prueban cuan naturales y verdaderos fueron aquellos acontecimientos de la vida.
2. En relación al creyente.
a. Prueba su Justificación. “sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser
contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor
nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra
justificación. ” (Rom. 4:24, 25).
b. Ilustra su Poder. Pablo oró para que Dios pudiese darle a los efesios “espíritu de
sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro
entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las
riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de
su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los
lugares celestiales, ” (Ef. 1:17, 18,19, 20).
c. Provee un Sumo Sacerdote. “por lo cual puede también salvar perpetuamente a los
que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. ” (Heb. 7:25).
Ver también Romanos 8:34; Hebreos 3:1; 7:22.
d. Nos hizo renacer a una esperanza viva. “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva,
por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible,
incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, ” (I Pedro 1:3,4).
e. Garantiza nuestra resurrección. “sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a
nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros. ”
(II Cor. 4:14). Ver también I Corintios 15:22; I Tesalonicenses 4:14.
3. En relación al mundo.
a. Da evidencia de su Verdad. Todo lo que dijo es sustentado por su resurrección,
porque Dios no levantaría un mentiroso de entre los muertos, y además le declara ser Su
Hijo. Su acto prueba Su favor.
b. Da evidencia de la resurrección universal. “Porque así como en Adán todos mueren,
también en Cristo todos serán vivificados. ” (I Cor. 15:22).
c. Da evidencia de su Juicio al mundo. “Por cuanto ha establecido un día en el cual
juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con
haberle levantado de los muertos.” (Hechos 17:31).
1. En Profecía.
a. Testimonio del Salmista. “Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu
santo vea corrupción. Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de
gozo; Delicias a tu diestra para siempre.” (Sal.16:10, 11). Ver también Salmo 68:18;
110:4, 5.
b. Testimonio del Salvador. “¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde
estaba primero?” (Juan 6:62). Ver también Juan 16:28.
c. Testimonio de Lucas. “Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido
arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén.” (Lucas 9:51).
2. En la Historia.
a. Testimonio de Marcos. “Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el
cielo, y se sentó a la diestra de Dios.” (Marcos 16:19).
b. Testimonio de Lucas. “Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue
llevado arriba al cielo.” (Lucas 24:51). Ver también Hechos 1:9-11.
c. Testimonio de Esteban. “Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el
cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo
los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.” (Hechos 7:55,
56).
d. Testimonio de Pedro. “quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él
están sujetos ángeles, autoridades y potestades.” (I Pedro 3:22). Ver también Hechos
3:15, 20, 21; 5:30, 31.
e. Testimonio de Pablo. “¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun,
el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros.” (Rom. 8:34). Ver también Efesios 1:20, 21; 4:8-10; Colosenses
3:1; I Timoteo 3:16.
f. Testimonio de Juan. Todo el capitulo uno de Apocalipsis declara el testimonio de
Juan respecto al ascendido y entronado Señor Jesucristo.
2. El traspasó los cielos. “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los
cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.” (Heb. 4:14).
3. El fue hecho más sublime que los cielos. Esto significa que El fue hecho más alto que
todos los seres creados en los cielos. “Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo,
inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos.”
(Heb. 7:26).
1. Para demostrar que su obra estaba completa. “A éste, Dios ha exaltado con su diestra
por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. (Hehos
5:31). El dijo, “He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero,
para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del
cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.” (Heb. 10: 9, 10). En el tabernáculo
aquí en la tierra no había sillas, y eso significaba que ese sistema nunca completaría la
obra aquí en la tierra. El entró en el cielo y se sentó, y eso declara que la obra de la
redención fue un hecho terminado.
2. Para facilitar la adoración humana. “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el
Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en
espíritu y en verdad es necesario que adoren.” (Juan 4:23, 24).
3. Para el envío del Espíritu Santo. “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me
vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo
enviaré.” (Juan 16:7).
4. Para constituirse como Cabeza de la iglesia. “y sometió todas las cosas bajo sus pies,
y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de
Aquel que todo lo llena en todo. ” (Ef. 1:22, 23).
1. El entró en el cielo como nuestro Precursor. “donde Jesús entró por nosotros como
precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.” (Heb.
6:20). Otra idea para la palabra es la de un príncipe líder, alguien a quien siguen los
demás. El Señor Jesús nos precedió; le seguiremos para estar con El.
3. El fue al cielo para preparar lugar. “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si
así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me
fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo
estoy, vosotros también estéis.” (Juan 14:2, 3).
2. Nos da acceso a Dios. “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los
cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo
sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado
en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente
al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno
socorro.” (Heb. 4:14-16).
3. Nos da habilidad para el servicio. “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las
obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.”
(Juan 14:12). “Mayores obras” no significa sanidades, milagros o lenguas, sino el
esparcir el Evangelio de salvación. Por ejemplo, Pedro habló, y 3000 se convirtieron; y
habló otra vez, y 5000 se convirtieron.
4. Nos da confianza en la Providencia de Dios. “Y sabemos que a los que aman a Dios,
todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados.” (Rom. 8:28).
5. Nos da una posición celestial. «y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo
sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, ” (Ef. 2:6).