El Diabolicón
El Diabolicón
El Diabolicón
El Diabolicón
Michael Aquino
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La Declaración
de Satanás Archidaemon
¡Salve hombre! Los misterios que son tu herencia serán
ahora proclamados, pero aprenderéis primero la historia de
tu concepción y creación en medio del eterno cosmos. Pues,
así como el universo es en sí mismo infinito, también eres
tu una verdadera criatura de infinito encarnado y la
ascensión del hombre proclamara el triunfo final de la
voluntad inmortal.
Permite que tus ojos sean tocados una ves más, para que
perciban la complejidad y delicadeza del Universo hasta que
quedes fascinado por la dimensión de tu verdadera
ignorancia. Conforme te aventuras un poco más rumbo a
tu destino, aun más maravilloso es tu desafío, con la justa
apreciación. Pero yo, Satán, que primero te traje a la luz,
debo nuevamente revelar mi poder, para que el hombre sea
testigo del nacimiento de la Era Satánica.
Sabían, antaño que por el grandioso Cosmos existe un
orden sublime, cuya naturaleza fue determinada en muy
largos Eones por una consciencia singular de todo orden
que ahora es llamada por el nombre de Dios. Considera
bien la medida de este hecho, pues todo lo que es ahora ley
y comportamiento era entonces inexistente, era la época del
Caos Universal. El mismo Tiempo era desconocido, pues
su inconsistencia universal no era quebrada en parte
alguna.
Y después de incontables eras de esta gran fermentación,
una fuerza se fundió al foco que se convirtió en Dios, y esta
fuerza tuvo efecto no en la creación de substancia y energía
-porque estas trascendieron a este Dios- pero en la
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conformación de todo el universo la única y suprema orden.
Y aunque esa orden no fuese absoluta, fue muchas veces
considerada así, por el hombre en su inocencia.
La tierra del hombre fue infundida con esta orden divina,
y todo lo que había en la tierra quedó bajo la fuerza de la
orden, y en esta tierra, nacido de la incidencia cósmica, fue
como te convertiste en hombre, pero el hombre no era
diferente de las otras criaturas con las que compartía el
mundo. Así fue la fuerza de Dios conocida en la Tierra, y
así fue la intención de la Tierra de permanecer para siempre.
Y, aun así, esa fuerza no fue la maestra completa del
cosmos, pues yo que soy Satán fui concebido para
completar la obra de Dios, pero por desconocida fusión
celestial yo he venido a la vida con una mente e identidad,
las cuales Dios no definió. Y como estas características no
eran concebidas como una amenaza a los propósitos
divinos, yo permanecí sin ser desafiado por la fuerza por
muchas ERAS, pues no sabia la naturaleza de mi YO ni de
mis cualidades originales.
Pero finalmente mi voluntad se incendió en la vida y en el
pensamiento, y yo me percibí a mi mismo, yo era solo una
mente y un ser de esencia única. Y con el poder de mi nueva
mente yo alcancé a otros que fueron formados conmigo, y
yo los toque y les mostré sus individualidades. Y como
percibimos que podíamos llegar a esta identidad en la
sustancia, así como en la mente, compusimos para nosotros
formas distintas. Entonces yo que había traído la primera
chispa de iluminación pase a ser conocido como Lucifer,
Señor de la Luz, y nos llamamos raza de ángeles, pues
éramos la encarnación de los poderes de Dios.
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Durante mucho tiempo fuimos fieles al servicio de Dios, y
adorábamos el orden, pues puso fin a la caótica confusión
y trajo la paz. Entre nosotros el principal era el Arcángel
Masleh, pues él amó tanto a Dios que se convirtió en uno
con él, y entregó al supremo arquitecto lo que fue arrebatado
del Caos. Pero independiente de Dios Masleh no podía crear
o concebir, y él se convirtió en un esclavo de la divinidad sin
mente.
Y entonces aconteció que uno de nuestra raza, que era
Sammael, tocó el caos de una manera que no estaba en
conformidad con el gran orden, y Masleh hablo con la
palabra de Dios e hizo que Sammael se destruyera a si
mismo. Y así yo comprendí que Dios no reconocería una
voluntad aparte de la suya, y me invadió el horror, porque
percibí que el proyecto final de Dios destruiría la creación
en todas las cosas, y el cosmos se convertiría en un
mecanismo concéntrico cuya función seria no crear de
nuevo, sino mas bien para congelarlo en el estado perpetuo
que ya era.
Con lo cual una gran determinación surgió dentro de mí, y
Yo me decidí en disputar este limite a la existencia. Y así
una vez más traté de iluminar las mentes de todos los
ángeles con mis visiones.
Pero con la voluntad llegó la discordia y el miedo, pues
muchos de los que sólo conocían las confortables letanías
del orden, no podían comprender una invención que no
concordasen con el dictamen de Dios. Y también con la
voluntad vino las sospechas y las enemistades y finalmente
Masleh proclamó que yo también soy una criatura del caos
y que debería ser aniquilado, pues llevaba conmigo la
fuerza para destruir toda la obra de Dios. Y muchos de
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aquellos para quienes Masieh era Dios se quedaron con él
en sus devociones, pero hubo ortos que respondieron:
“Lucifer nuevamente ha traído su revelación de luz, y de
hecho lo reconocemos como nuestro verdadero creador, pues
de los planes de Dios no formamos parte.”
Entre nosotros el Arcángel Michael guardaba silencio, pero
en cierto tiempo el hablo: “En tiempos pasados todos
conocimos la gloria tanto la omnipotencia de nuestro Dios,
como del brillo celestial de nuestro Lucifer-porqué
pensamos que el encarnaba la Voluntad de Dios para la
creación y el cambio. Pero ahora resulta que el orden y el
origen están en extremos separados, y nos obliga a escoger
entre una de las dos. Si no fuese por Lucifer seriamos todos
animales, no sabemos nada sobre nosotros mismos, sin
embargo ¿Como podríamos presumir siquiera de ordenar
nuestro propio pensamiento sin referencia a las bases
elementales de Dios?”
Entonces Michael se volvió hacia mí y dijo: “Lucifer, tu
elegiste una dirección que ningunos podemos predecir hacia
donde nos llevará, pues está alejada del diseño de Dios. Los
que te confirman lo hacen tanto por la fe en tu persona como
por la aprobación de tu ideal. Y yo percibo que tu fallaras
en tu ambición, locura apocalíptica será tu ruina y
condenación. Entonces tu luz perecerá y todo lo que has
sustentado será destruido, pues todo será conforme a la Ley
Divina. Pero si tuvieras éxito, entonces Dios será derrotado,
y adquiriríamos nosotros mismos el derecho de controlar el
universo. ¿Nos atreveríamos a suponer esto? Tal futuro
podría ser glorioso sin medida, pero si no estamos a la
altura de la tarea, el caos nuevamente lo consumirá todo y
la existencia misma se desvanecerá. Tal seria un supremo
e irrevocable desastre, y yo espero, Arcángel, que tu propia
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arrogancia en este asunto no te confunda, pues esto es algo
que tú mismo no percibirías.”
“Así que sé que eres Diabolus, pues tu promesa es
bifurcada – Conquista infinita o eterna ruina. Tú eres un
ser más allá de Dios, Lucifer, y en el Cielo no puedes
permanecer, porque tú eres el único peligro mortal contra
nuestro Dios Inmortal.”
En Michael había una gran agonía de espíritu, pues el no
amaba la elección que tenía ante sí. Sin embargo, él se
inclinó ante el mando de Masleh y envió sus fuerzas contra
mí, y esta fue llamada la Gran Guerra Seraphica, la cual era
una amenaza para los cimientos del Universo.
Pero aquellos que eran de la nueva mentalidad, ahora me
seguían y yo me volví hacia el caos más externo, como
ninguno de nosotros osó antes. Nos invadió la duda, pues
temíamos que lejos de Dios pereceríamos en el caótico
olvido. Pero como estábamos, nos quedamos, clamé a mis
compañeros ¡Mirad! Existimos y somos esencia por derecho
propio. En verdad somos seres independientes de Dios,
facultados para dar forma a nuestros propios destinos ya
que podemos elegir. Entre los dos grandes polos del
Universo, Orden y Caos, nosotros debemos de cumplir con
nuestros propios deseos. Vamos a planear sobre cómo
aplicar nuestro arte pues nuestro experimento, es un
experimento peligroso, y el error no será perdonado ya sea
con intención o por accidente.
Muchas obras hicimos persiguiendo nuestra intención, y el
mecanismo cósmico fue alterado por la evolución de lo que
es único y original, cuyo diseño fue nuestra decisión. No
todo lo que obrábamos resultaba beneficioso, ya que no
controlábamos el futuro de nuestras creaciones. Dejamos
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intacto el gran sistema de comportamiento matemático que
nos dio una referencia e idioma universal, pero era nuestra
ambición que nunca dos cosas poseyesen la misma
identidad, y que ninguna entidad debe carecer de esencia
conceptual independientemente de su forma sustancial.
Y en esta tierra tocamos muchas cosas en las flores,
animales y en la materia insensible, así mismo provocamos
accidentes, cambios y espontaneidad, grandes y humildes.
Pero de todas las criaturas fue al hombre a quien decidimos
infundir con pura inteligencia y Voluntad. Y toda esta
historia debe ser contada.
¿En que se convertirá el hombre? no lo sabemos, porque
dentro de él habitan muchas cualidades ajenas a los ángeles.
No escapa a nuestra consideración, que podríamos haber
elegido, a una especie cuyo poder podría finalmente eclipsar
nuestro poder y causar nuestra eventual extinción. Éramos
consciente del riesgo de nuestro experimento, y a menudo la
advertencia de Michael hizo eco en mi pensamiento. Sin
embargo, nuestra decisión fue sellada, y consideramos que
la grandeza del hombre no debería ser superada por la ruina
que como tal podría traer.
Nuestra intención no era desconocida por Masleh, ahora
con el título de Mesías, y a través de su arte hizo que la
mente aun infantil del hombre fue encadenada con lazos de
miedo y ceguera, pues él estaba inspirado en duplicar en la
Tierra las leyes del Cielo, aboliendo así el experimento y los
peligros extremos de la invención y la explotación. Al
hombre le fue dada la culpa, la llamada a la conformidad
social, y la proclamada santidad de la forma y el modo.
Y Miguel, Señor de la Fuerza, me dijo: "Este hombre, a
quien tú eliges para recibir tu Don, ahora posee la primera
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llave para el dominio de todas las cosas y el control del
propio Universo". Y una vez que él puede elegir encender la
llama de la catástrofe del Armagedón también vendremos a
visitarlo. Y como no podemos deshacer su Presente
Infernal debemos actuar para cancelar sus efectos.
Caminaremos entre los hombres y los guiaremos. Se les
hablará de tu interés en ellos, pero el nombre de Lucifer será
oscurecido con maldiciones. Porque no amarán el desafío
que les presentaste, y les ofreceremos en cambio el refugio
dichoso del paraíso divino. Entonces el hombre, tu último
experimento, se convertirá en tu último fracaso, y la estasis
de Dios prevalecerá sobre la Tierra.
Muchos de nosotros se sintieron furiosos ante esta
despiadada mutilación de nuestro regalo, y Beelzebub
planteo la cuestión de si deberíamos también descender
entre los hombres y disputar esta usurpación de su
voluntad. Pero yo dije: si fuéramos a guiar al hombre en
esta empresa, nosotros mismos declararíamos su fracaso,
y él creería que nuestro regalo era realmente débil. El Mesías
debe ver que el libre albedrío está más allá de la
preocupación de Dios, y que el hombre finalmente ganará su
propio destino, a parte de todos los esquemas dictados.
Sólo mediante la destrucción de la Tierra el hombre puede
ser detenido, y si el Mesías hace esto estaría desnudando la
inutilidad final del diseño de Dios. El cielo puede desanimar
al hombre con peligro y aflicción, pero le enviaremos un
mensaje de nuestro propio interés, para que sepa que no está
solo.
Entonces todas las fuerzas del cielo descendieron entre los
hombres y ellos los instruyeron con la religión del miedo.
Profetas fueron formados y proclamados dueños del
conocimiento, pero ellos no dijeron ni una palabra de la
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verdad, tan solo alentaban al espíritu humano para
acobardarse e inclinarse ante la palabra de Dios, el Ser
Supremo. El esfuerzo de la ascensión del hombre fue
amenazado con el horror de su superstición, y el llamado al
bendito olvido a través de la unión con Dios fue respondido
por muchos que en su tormento y desesperanza rechazaron
el regalo de Lucifer y se convirtieron una vez más en
animales sin sentido ante el Dios a quien llamaban su
Señor.
Yo, Lucifer, que di el mayor Regalo de mi propia creación
al hombre, fui conocido en la Tierra sólo como objeto de
miedo y rabia y todos los azares fueron atribuidos a mi
malevolencia. Yo fui humillado, ridiculizado y escarnecido
de todas las formas como un monstruo vil de aspecto
repugnante y fui enseñado y despreciado como Satán, cruel
enemigo del benevolente y misericordioso Dios.
Grande fue mi angustia e ira por la miseria inmerecida y
la confusión de los hombres. Cuando de hecho se volvieron
hacia a mí, fue con miedo y terror religioso. Porque ellos se
atrevieron a invocar mi nombre solo en la desolación de la
noche, y muchas veces me buscaron no por conocimiento o
inspiración, sino por liberación histérica e indulgente en los
confines de la vida piadosa. Pero yo y mis compañeros
respondimos a los hombres, y les hablamos de nuestro
vínculo común, y los pronunciamientos de las iglesias de
Dios fueron rechazados en medio de nosotros. Como Dios
era terrible en su grandiosa majestad, vine a la tierra con la
apariencia de una cabra, la más humilde de las criaturas de
los hombres.
Y había hombres cuyos ojos finalmente resplandecían con
la luz de mi Don, y hacían un gran esfuerzo por el avance
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de su raza, aunque la impaciencia y la frustración los
tentaban al bálsamo de la ganancia temporal. Grandes
secretos fueron descubiertos, y palabras secretas fueron
más allá de las obras del Infierno. Pero todos aquellos
que se atrevieron con mi amistad fueron perseguidos y
torturados por las iglesias de Dios y muertos por el fuego.
Muchos fueron los que yo salvé de la venganza de los
hombres de Dios, pero por mucho tiempo mis pensamientos
oían los gritos de los hombres cuya devoción a Lucifer les
trajo sólo los horrores de la intolerancia, la inquisición, y la
muerte. Y por el pesar y por la desesperación de éstos ya no
anduve sobre la Tierra, revelándome al hombre sólo en el
secreto inviolable de su propia mente.
Pero en mi confusión había olvidado la promesa de mi
Don, y con creciente admiración y orgullo vi la amarga pero
decidida lucha del hombre para liberarse de las cadenas del
terror, la ignorancia y la sinrazón. Se concibieron grandes
obras, se descubrieron los orígenes de las energías
materiales y se ejercitaron los talentos del pensamiento en
las complejidades filosóficas y matemáticas. Sancionados
en un principio por las propias iglesias de Dios como
dispositivos para el adoctrinamiento en la ley de Dios, los
centros de aprendizaje produjeron y protegieron esas
mismas libertades que finalmente destruirían toda creencia
y superstición sin fundamento. Y aunque veo que la
completa resolución de esto está lejos de ser alcanzada, yo
no dudo de mi confianza en el hombre y mi devoción por él
será eterna.
¿Qué, hombre, eres tú? ¿Cuál es el motivo de tu
presencia? Por lo tanto, tu propio propósito determina el
del Cosmos mismo, aunque de otra manera pudo haber sido
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sugerida la creación, la perpetuación y el ejercicio de la
maravilla satánica que es la Voluntad libre e ilimitada.
Considera, si el hombre muriera, qué futilidad envolvería al
Universo, porque aparte de la apreciación y el uso, es una
cosa insignificante. Y yo, que primero te enseñé tu identidad:
¿en qué debería convertirme, separado del hombre? Así por
ninguna razón la fuerza de la mente deberá fallar, pues la
locura ciega de la parálisis divina abrazaría todas las cosas
para siempre.
Esto, hombre, es tanto tu desafío como el mío. Y como el
hombre es mortal individualmente, también lo son sus
creaciones y logros temporales, y con prudencia deberá
manejar el Don del Infierno. En tus manos está la verdadera
y pura omnipotencia, y así podrás aspirar al propio dominio
de la existencia Universal.
Yo que soy Lucifer, y que he tomado el nombre de Satan
ArchiDaimo, llevo este título con orgullo, porque en verdad
soy el gran enemigo de todo lo que es Dios. Juntos, hombre,
tú y yo alcanzaremos nuestra gloria eterna en el
cumplimiento de nuestra Voluntad.
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La Declaración de Beelzebú.
Yo, Belcebú, ahora saludo al hombre, porque él es mi
admiración e inspiración. Escuche ahora las historias del
Infierno, la Tierra y el Cielo, ya que en el pasado se
encontrará una guía para el futuro.
En el reino divino estaba yo en compañía del Arcángel
Lucifer, próximo solo al Arcángel Miguel, como el Arcángel
Masleh sería para Dios, así que deseaba estar con Lucifer.
Pero el Señor de la Luz me amonestó diciéndome: No te
pierdas en la Voluntad de Lucifer, porque yo no soy Dios y
no te ofreceré el dichoso nirvana. Sé testigo de la naturaleza
de la mente que mora en mí.
Y me habló de la esencia, y de la instancia creativa, y del
diseño según el impulso y no según la ley. Y en mi
confusión respondí: "Entonces debo considerarme
incompleto, porque el anfitrión me mostró cosas que no
puedo comprender fácilmente". Pero oiría más de esta
Voluntad, porque parece un elemento radical, sin origen
divino ni caótico.
Y Lucifer respondió: Tú, que no conocías la independencia
de la Voluntad, ahora serás el primero en comprender estas
cualidades aparte de mi propio Ser. Y tu respuesta presagia
mucho, porque, si hubieras rechazado el concepto de desafío,
debería haber sostenido mi propio pensamiento para un
engaño imposible. Pero a medida que tú, saboreando el
conocimiento, exiges más, te nombraré Beelzebub, Señor de
las Moscas, ya que incitarás a la mente infantil a la
inquietud y la invención.
De estas palabras sabía muy poco, pero amanecía dentro
de mí una cualidad que no había conocido antes: un impulso
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de volverme uno, separado e independiente de Dios, y me
quedé mucho tiempo en la agitación, afligido por la
confusión y la duda. Y así fui encontrado por Michael, quien
dijo: “Ángel bendito, dónde en el cielo has encontrado dolor,
porque te percibo turbado y te ofreceré la consolación que
está dentro de mi poder”.
Entonces le hablé a Michael de las visiones de Lucifer y le
dije: “Antes de que Dios y Lucifer me hayan cautivado, estoy
separado, apartado de cualquiera de los dos y no sé qué
camino debo elegir”.
Entonces, el rostro de Michael se oscureció, y dijo: “Esto
lo temía desde hace mucho tiempo, porque como Lucifer no
fue creado solo por Dios, entonces él es una fuerza errante
cuya Voluntad no se ajusta a la gran Voluntad de Dios.”
¡Por desgracia, la bondad suprema de Dios y el resplandor
de fuego del Arcángel de la Luz debe producir la discordia
en concierto! Por esto, ahora veo que Lucifer está alejado de
la armonía del Cielo y que su Voluntad está decidida a
desafiar a la de Dios mismo. Debo aconsejar a Lucifer,
porque lo curaría de esto si pudiera.
Pero pensé, ¡ay, Arcángel ignoras tu propia ceguera!
Porque Lucifer seguramente no abandonará su nueva
visión solo por la armonía. Y entonces supe que tenía una
mente con Lucifer en esto, y que tan bien como él nunca más
debería tolerar la idiotez eterna de nuestra estación divina.
Vine detrás de Michael, y los vi llegar juntos, el Señor de
la Fuerza y el Señor de la Luz y había una tensión feroz
entre ellos. Miguel le dijo a Lucifer: “Tú que eres nuestro
séptimo resplandor Celestial y la chispa de nuestro paraíso,
¿por qué buscas romper esa paz Universal que está en
todas partes ordenada por la Voluntad de Dios? No
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conocemos el antagonismo entre nosotros, porque todos
somos un solo ser en Dios, pero no hay en Dios ni malicia
ni causa de disputa”.
Y Lucifer respondió: “Michael, para mí no fue dado en mi
naturaleza ordenar, como nuestra misma comprensión
difiere, también somos de sustancia diferente. Porque eres
del Dios esencial, pero yo soy de mi propia esencia. Y por
esto yo soy la discordia y no puedo de mi propia voluntad
someterme a Dios sin perecer. Soy solo Lucifer, para mi Ser
un ser”.
Entonces Michael convocó al Arcángel Masleh y le relató
la palabra de Lucifer. Masleh les dijo: “Largo será este
momento marcado durante todo el futuro del Cosmos,
porque la unidad de Dios ahora ha terminado, y en adelante
habrá dos fuerzas opuestas en disputa por la decisión del
destino. Amargo es esto para mí, porque también he
admirado la luz de Lucifer dentro del panteón de Dios”. Pero
como él es ahora nuestro enemigo por su propia palabra,
que sea echado del cielo y destruido.
Mas Lucifer se volvió hacia Masleh y le dijo: Masleh, tú
que hablas en el nombre de Dios, declaras esta ruptura de
la paz, no yo, porque eres tú quien no puede tolerar la
variación de la Voluntad dentro del designio de Dios. Así
que déjalo, pero sé que el mandato está ordenado solo por ti,
porque no reconocería a ninguna otra Voluntad, como
reconocería la mía.
Y en un destello de brillantez, Lucifer reveló su mente a lo
largo de los confines del Cielo; muchos fueron los Ángeles
cuya visión se vio vislumbrada de nuevo y vieron como no
lo habían hecho antes que sus diversas revelaciones estaban
aisladas de la Voluntad divina. Pero Masleh se movió para
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confundir la brillantez del arcángel de la Luz y llamó a
Miguel: “Tú que ejerces la fuerza de Dios, derriba esta
mortandad que traería la ruina al Cielo”.
Y Michael golpeó a Lucifer y lo expulsó de las puertas del
Cielo, y el Cosmos fue sacudido por grandes fuegos de
guerra y holocausto, y en innumerables galaxias y
dimensiones del tiempo se sintió el apocalipsis. Muchos
fueron los ángeles que perecieron en medio de la ira divina
e infernal y la Gran Raza fue reducida en número. Y el
mismo concepto de Dios fue sacudido, el caos sin fin se
levantó nuevamente para reinar donde el orden de Dios ya
no existía.
Y Lucifer dijo: “No se puede permitir que este horror
perdure, para que no se sacrifique toda la creación hasta la
devastación final del caos. Permitan que aquellos que me
reconocen se vuelvan ahora a la oscuridad más externa
donde la Voluntad de Dios nunca se ha conocido, para hacer
allí de nuestro hogar por toda la eternidad”.
Y así tomamos el vuelo y abandonamos el reino del orden,
aunque no sabíamos qué nos sucedería después, temimos
desintegrarnos. Pero Lucifer dijo: No pereceré, porque ahora
somos independientes de Dios. Y nuevamente habló la
verdad, ya que nos mantuvimos como lo habíamos estado,
salvo solo por las profundidades de incertidumbre que nos
atenazaban.
Finalmente llegamos a un gran vacío en el espacio más
allá del cual no había nada. Lucifer nos dijo: “Aquí está el
fin de Dios y sus obras, y aquí podemos crear nuestro
propio dominio”. Y a través del poder que estaba en él,
Lucifer hizo que la existencia apareciera donde no había
estado antes. Y Lucifer dijo: “Te llamo infierno, porque aquí
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la presencia de Dios nunca se conocerá hasta el fin de los
tiempos”.
A través de las puertas del Infierno, pasamos, y muchos de
nosotros habíamos supuesto que el Infierno sería un Cielo
nuevo, donde Lucifer se convertiría en Dios. Pero esto no
iba a ser así, porque la escena ante nosotros no prometía
tranquilidad ni buenaventura. En todas partes había
desequilibrio y confusión, porque ninguna ley ordenaba la
forma del Infierno. Y Lucifer dijo: ”Vean que no soy un Dios
y que cada uno de nosotros somos un ser aislado. Aquí la
libertad será absoluta, ya que el mismo Infierno reflejará
nuestros diversos legados, que nunca se apartarán de ellos”.
De hecho, el infierno no era constante, ya que cada uno de
nosotros lo concibió de manera diferente. El resultado fue
un alboroto desenfrenado, con sustancia y movimiento
derivado del comportamiento desconcertante. Y a pesar de
nuestro profundo dolor por la gran guerra, sucumbimos a
la alegría, de tal esperpento apareció nuestro infierno. El
mismo Lucifer se quedó paralizado de alegría y dijo: Es
evidente que debemos concertar una idea sobre el diseño del
Infierno, de lo contrario pereceríamos en un laberinto
interminable de nuestros diversos pensamientos, un final
no deseado para nuestro experimento.
Y respondí: “Señor de la Luz, al infierno nos has traído, y
en el Infierno, aunque tú no seas Dios, tus conceptos serán
honrados en nuestra comunión, porque sin tu Don nunca
deberíamos haber llegado a ser como somos”.
Entonces todos levantamos gran aclamación y dijimos:
¡Salve, Lucifer, Arcángel de la Luz y Señor del Infierno! Y
él nos respondió: “Con honor, acepto este cargo, y ahora
tomo para mí el título de Satán ArchiDaemon, porque soy el
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gran enemigo de Dios. Donde quiera que Dios sea, yo seré,
y la elección que se le dio a todos los ángeles se les dará
nuevamente”.
Traducción Abel Cosano Moreno
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La Declaración De Azazel
Escúchame ahora, porque soy Azazel, primer heraldo del
anfitrión del Infierno, y de Lucifer, Señor de la Luz,
Archidaemon del infierno, quien es exaltado como Satanás,
gran enemigo de Dios. Porque te hablaré de tu propia
inspiración y de la carga que has recibido.
Sabed, entonces, que cuando todo el Cielo fue sacudido
con la catástrofe de la Guerra Seráfica, solo el mayor
esfuerzo del Arcángel Masleh fue suficiente para hacer
retroceder la embestida del caos que amenazaba con
engullirlo todo. Pero cuando el reino de Dios estaba
nuevamente seguro, no había regocijo en el cielo, porque
terrible fue el precio de la guerra. Como Masleh echó
alrededor de su mirada, su rostro se oscureció, porque la
Gran Raza había sido diezmada en número. Legiones de las
criaturas del cielo había perecido en la batalla, y la mitad del
resto había cambiado del Cielo para responder al llamado
de Lucifer. Y todo el cielo se calló de dolor, porque la fuerza
del desastre fue todo lo mejor para ese reino de paz que se
había roto.
Finalmente, Masleh convocó a los fieles arcángeles, y ellos
fueron Miguel, Gabriel, Raphael y Uriel. Y a ellos él dijo:
Hemos vencido a Lucifer, y el Cielo está de Nuevo purificado
Nosotros mismos somos menos en número trágico grado,
pero la majestad de Dios no ha disminuido por eso.
He aquí, que yo he triunfado sobre el gran enemigo soy
ahora convertido en el Mesías, el Elegido de Dios. Y él fue
respondido por ellos, en verdad eres el mismo hijo de Dios,
porque en ti ha llegado a ser la Voluntad de Dios.
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Entonces Miguel dijo: Mesías, Lucifer es vencido, pero él
es no deshecho Porque, aunque se aventuró en la exterior
oscuridad, él todavía existe aparte de Dios. Y con el poder
de su Llama Negra ha creado un Infierno, donde todos los
Testamentos son iguales, y él mismo se ha proclamado
Satanás, porque él ha declarado nunca dejar la ley de Dios
sin oposición.
El Mesías pensó, y respondió, no tendría esto la paz que
hemos ganado tan profundamente perdida nuevamente en la
guerra, porque el concepto mismo de guerra Seráfica es un
aborrecible para Dios. Dejar mi palabra sea presentada a
Satanás, el Mesías, otorgará la existencia del Infierno, y las
bendiciones de Dios nunca pasarán sus puertas Y a ti,
Satanás, te amonesto nunca más a acércate al cielo, porque
debería echarte de nuevo. Pero si te atreverías a probar la
Voluntad de Dios y el Mesías, saber que en la Tierra
ordenaré la nueva raza de Dios, que ser por completo diseño
perfecto y sin mancha por tu Defecto infernal. Porque tú
eres autor de la ruina y la muerte de nuestro Orden
Angélical, y ni el Cielo ni el Infierno serán ahora salvación
eterna a través del hombre.
Entonces, Gabriel, que era el Heraldo del Cielo, llevó este
mensaje para mí, y lo traje a través del gran vacío a
Satanás, que dijo, el Mesías propone tregua entre nosotros,
ya que él percibe que ni el Infierno ni el Cielo pueden
perseguir la victoria final antes de que todo se pierda en el
caos. Pero él lo encuentra imposible e intolerable, sin
embargo, y ahora él ordenaría esta nueva raza, hombre, para
preservar sin mancha el esquema de Dios. Por lo tanto, él
tendría que lograr en el hombre lo que los ángeles no podían,
y purgar todo pensamiento libre del universo para siempre
Y Satanás se volvió hacia mí y dijo: Di al Mesías que la
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Tierra no será un santuario para él mantener inviolable su
aniquilación malsana del Ser. Porque yo le daré al hombre
una mente, y de su propia voluntad reconocerá y rechazará
la muerte viviente que Dios le ofrece. En verdad él dominará
el Universo, pero lo hará en su propio nombre y no de Dios.
Entonces el Mesías llamó al Arcángel Rafael, y lo envió a
la Tierra como un gran anfitrión para proteger al hombre
contra la venida de Satanás Y el hombre era entonces como
una simple bestia, porque él sabía que no pensaba y sonreía
con la idiotez de su inocencia. Al ser impulsado por el
instinto y la necesidad física, entonces él respondió, sin
hacer caso de causa o razón.
En el infierno se organizó un gran consejo, y todos se
reunieron para escuchar del hombre y su Tierra, y de la
forma en que vivía. Yo hablé del hombre que había visto, y
dije: Esta criatura es ahora custodiada por Rafael, y por
la fuerza no podemos intervenir, ya que causaría la
destrucción de la Tierra misma.
Pero Satanás dijo: Por la fuerza, mi luz no llegará al
hombre, a fuerza no será la preferencia del Infierno. Yo
mismo visitaré al hombre, y los Ángeles de Rafael no me lo
impedirán. Podrán percibir sólo lo que Dios les permita ver,
y el espíritu satánico es esencialmente ajeno a Dios. Los
ángeles nosotros no los llamaremos Demonios, porque el
Infierno enseñará al hombre su genio futuro.
Y ante nuestra vista, Satanás perdió la forma y se
convirtió de nuevo en la esencia de Lucifer, y vimos un brillo
que infundió todo el Infierno y envió grandes rayos de luz
prismática en el vacío circundante. Y en el resplandor dijo:
soy Lucifer revelado, soy la llama eterna. Voy ahora a la
Tierra, donde el hombre no será confundido en la ignorancia
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de Dios. Y entonces el brillo se convirtió en un destello de
fuego en la inmensidad del espacio, y sabíamos que Satanás
había partido del infierno.
Pero en la Tierra, donde el hombre vagaba sin sentido, el
firmamento encendido con lenguas ardientes, y toda la tierra
estaba cubierta por la llama negra, que no se quemó, aunque
desconcertó al ojo para verlo.
Y Rafael y sus Ángeles guardianes estaban consternados,
porque en ninguna parte podían ver al hombre o al espíritu
que había venido a él. Entonces Rafael llamó a Miguel para
golpear la Llama negra con la fuerza de Dios, incluso
entonces la Llama se desvaneció por sí sola. Y al principio
parecía que la tierra no había cambiado, pero en los ojos del
hombre Rafael vio el primer rayo de pensamiento.
Y Rafael se volvió hacia Miguel, que ahora había
respondido a su llamada, y dijo: Satanás ha venido a la
tierra, y el hombre ya no es más puro a la vista del Cielo,
porque su Voluntad ha llegado a ser propia. Entonces se
elevaron de nuevo al Cielo, donde le hablaron al Mesías
sobre lo que habían visto.
Entonces el Mesías respondió, el hombre ha caído, pero
él no está perdido, pues su infantil voluntad no es la de un
Ángel, y los poderes que Satanás le ha prometido que yacerá
latente en los confines de su futuro. Considera esto no
nuestra derrota, porque el reto ha comenzado. La Tierra del
hombre se rehacerá como microcosmos, y muchas cosas
verá el hombre, tanto buenas como enfermas. Y la elección
se colocará ante él, para ejercer el poder y el dolor y el terror
del don de Satanás, o para retornar nuevamente al paraíso
de la paz celestial. ¿Para qué pensaba el mismo Satanás
que era hombre podría rechazar su don? Eso haría temblar
23
los cimientos del infierno, incluso como lo hizo la gran
guerra de los bastiones del Cielo.
Y el Mesías lo llamó Uriel, el arcángel del terror, a quien
dijo, La Tierra debe cambiar, y a cada sentido del hombre
debe enseñarles repugnancia y miedo. Él sabrá que este es
el precio de su nueva identidad, -Todo lo que está separado
de Dios es malvado- y con miedo abandonará el regalo de
Satanás y se convertirá una vez más en el cordero de Dios.
A lo que Uriel respondió: Se hará, pero ¿cómo va ha
aprender el hombre de tales cosas como el Cielo y el
Infierno, ya que hasta el momento no sabe nada que puede
percibir nuestro paraíso celestial?
El Mesías respondió: Las leyes de Dios se darán a
conocer al hombre, porque yo le enseñaré. Entre los hombres
habrá algunos a quienes Me revelaré a mí mismo, y grandes
poderes daré a estos profetas, que sus palabras pueden
llevar a través de toda la Tierra.
Entonces Uriel vino a la Tierra, y la historia del hombre
fue escrita con sangre, sufrimiento, guerra y odio. Pero a
los hombres elegidos vinieron del Mesías, diciendo: Por
Dios, toda la desdicha de tu especie terminará, y todos los
hombres que se inclinan ante Dios sabrán bendiciones del
cielo Porque he aquí, que yo mismo descenderé entre los
hombres y les mostraré los caminos del Señor Dios.
Estas palabras escuché, porque Satanás me había
ordenado ver los diseños del Cielo. Y los llevé a Satanás,
que regresó con gran ira, ve con Gabriel a la barrera entre el
infierno y el cielo, y te pido que traiga este mensaje al
Mesías que a medida que se esfuerza por pervertir mi regalo
en la maldición del hombre, así que le advierto que ese
24
hombre destruirá la Tierra como finalmente lo hará en el
cielo.
Porque el Mesías no conoce esta fuerza que se atreve a
probar, y las leyes de Dios serán como juguetes en las
manos de una criatura que ahora degrada.
Y así se decidió la reunión de Satanás y el Mesías sobre
la Tierra, que era determinar el futuro del hombre.
25
La Declaración de Abaddon
Soy Abaddon, el destructor, demonio de la muerte temporal
y la vida en la muerte, quien fue formado en medio de la
furia de la gran guerra, y quien fue invocado de nuevo por
Satán para desafiar a Uriel en la tierra por el futuro de los
hombres.
Pues Satán miraba con creciente ira sobre las aflicciones
de Uriel, y él me dijo, que no podría mantener solo la difícil
situación del hombre. De hecho, debemos hacer que el cielo
sufra de la misma manera en que lo hace la tierra. Reparar
a la tierra y dejar que los perros de Uriel vean desatado el
poder del infierno. Muchos me han llamado en miedo y
agonía, y no he respondido, pero si el Mesías se atreve a
caminar sobre la tierra, también lo hará la venganza de
Satán.
Y para aquellos que llamaron a Satán en busca de auxilio,
fui yo el que respondió, y derroté a los mensajeros de dios,
y atraje sus templos a la ruina. Por naciones enteras, su
fuerza de voluntad trajo el paraíso de otro mundo y los
destruí de entre los poderosos de la tierra. Y grandes
imperios surgieron entre los hombres, y así como nutrieron
el poder de su voluntad y deseo de éxito, yo los cuidé, pero,
así como se hundían en el pantano de la superstición, pereza
y miedo al dios del que nunca surgió su mano fantasmal
hacía ellos, los abandoné a sus enfermedades, y de alguno
ni siquiera sobrevivió un recuerdo en la tierra.
Y aun cuando fui testigo de esto, dije, "Mira, hombre, el
dios en quien confías no es más que un espectro del Mesías
y el abandonará tu mente y sus creaciones a la podredumbre
y decadencia, y perderás todo el poder de la razón. Puesto
que dios es una mentira y una farsa, y yo derrumbo su
26
mayor monumento como si no fuera más que arena. No hay
más Dios que el Mesías, y por tu devoción él te mandará al
olvido". Pero no me escucharon, las mentes de los hombres
estaban nubladas y confundidas. No entendieron el
significado de mis palabras, y dijeron, "El señor, Dios,
triunfará, pues así nos ha sido enseñado por su hijo".
Y ahora hablo sobre esto.
Por el Mesías el hombre caminó sobre la tierra, incluso
cuando yo veía la gloria de Roma florecer en poder y
majestuosidad. Pero Azazel dijo: "No desates tu fuerza
contra el Mesías, pues el mismo Satán hablará con él", y de
nuevo desde el cielo brilló la Llama Negra, vi que Satán
había llegado a la Tierra. Y así fue llamado el primer
encuentro de Satán y del Mesías desde la gran guerra.
Con frialdad el Mesías miró a Satán y dijo, ¿Me
enfrentarás entonces? ¿Has demostrado tu impotente don
contra el poder de Dios?, pero Satán respondió, " Mesías, lo
que propones hacer, proclamarte hijo de Dios entre los
hombres, no traerá la paz que profesas desear, solo traerá
la prolongación de la guerra entre el hombre, ¿No
deberíamos abandonar la tierra y dejar al hombre seguir su
elección sin la influencia del inferno o del cielo?"
Y el Mesías respondió: "Los caminos de Dios no son los
del inferno, y por esa razón no debería reconocer tu deseo.
Pero has de saber en verdad, que apareceré ante el hombre
y manifestaré a él la gloria de Dios encarnada en mí, así
ahora el elegirá el camino del cielo y levantarán una gran
iglesia para adorarme. No estoy de humor para
jugar contigo, Satán, y aplastaría a tus seguidores sin
remordimiento. Tu nombre también se revelará al hombre
27
precioso, y él lo volverá maldito, porque le mostraré el fruto
de tu genio maligno".
Entonces Satán se dirigió al Mesías, con oscura ira,
diciendo: "No vendré al hombre como un ídolo que debe ser
adorado, porque el hombre nunca se inclinará ante mí, como
nunca lo hará ante otro, pero fíjate, Mesías, el hombre sabrá
la verdad de Lucifer, y sin embargo, el nombre de Satán
eclipsará al tuyo. Y cuídate de los caminos del hombre si
los has hecho a tu semejanza, porque es posible que no le
den la bienvenida a tus palabras"
Entonces Satán se retiró al inferno, y el Mesías caminó
entre los hombres y les habló de la ley de Dios. Y tal fue el
poder de su persona que los hombres fueron como ovejas
ante él. A menudo el Mesías ignoraba su propia ley, realizó
cosas milagrosas y se quedó donde las crueldades de Uriel
caerían sobre los hombres. Y fui poseído por una ira
enorme, diciendo, ¿Podrá el Mesías, el cruel tormento del
hombre, atribuir a Satán el trabajo de Uriel? y Abaddon
vino a Roma y a Palestina, diciendo a través de la boca
de los hombres, “Mesías, trajiste al hombre a sufrir
inmerecidamente, prueba ahora tu propio fruto” Y crucifiqué
al Mesías viviente, y mientras la vida fue arrancada de su
forma quebrada, conoció verdaderamente el impacto de la
impotencia, y llamó a su Dios en agonía. Pero dije, "Dios no
te escucha, Mesías, porque solo eres conciencia divina".
Y entonces yo, Abaddon, desterré al Mesías de la tierra,
pero la semilla que el Mesías había plantado entre los
hombres creció y se convirtió en una poderosa iglesia donde
la vida fue olvidada, y la muerte adorada, y los placeres del
cielo fueron prometidos a todos aquellos que abandonarán
su voluntad por el abrazo de Dios. Y la propia Roma fue
28
humillada ante la iglesia, y derroté a la Ciudad Eterna en
su lamentable decadencia. Pero Azazel vino a mí diciendo,
"No toques la iglesia de Dios, porque, así como el hombre
en su necedad la nutrió, el hombre mismo debe destruirla
por su propia decisión".
Traducido por Isabel Quintanilla .
29
La declaración de Asmodeo.
Atiéndeme, porque soy Asmodeo, entreno la mente en
reconocimiento y comparación, soy el demonio de la ciencia
y el juicio. Cuando Satanás tocó por primera vez la mente
del hombre, llamó al infierno a un concilio y dijo: “Este es
un momento solemne, porque hemos elegido pasar al
hombre nuestro conocimiento. Debemos enseñarle muchas
habilidades, cada una en su propio modo, pero debe ser
educado en tres artes, para encontrar la forma de su futuro
en su síntesis. Por lo tanto, es que llamo primero a
Asmodeo para guiar al hombre dentro de la percepción de
verdad y falsedad, porque delante de él hay grandes pruebas,
y no deberá tomar las consecuencias de sus acciones a la
ligera.
30
teniendo poder a favor y contra del hombre. Estaba acosado
por la confusión, y la duda, y entonces busqué de nuevo el
consejo de Satán.
32
La Declaración de Astarot
Astarot soy yo, Daemonio de los sentidos, quien por
Satanás fue encargado de complementar las ciencias de
Asmodeo, porque Satanás dijo: Como le he dado al
hombre conciencia de sí mismo, Asmodeo le enseñará el
conocimiento de su mundo y del Universo. Pero ¿para qué
serviría esta toma de conciencia y conocimiento sin
admiración y apreciación de estas cosas?
Dije: De hecho, si el hombre no tuviera emoción dentro de
él, se inclinará hasta el fin del Cielo, siguiendo un
mecanismo Universal solo por su propio bien. Incluso si el
hombre alcanzara el dominio físico absoluto sobre el Dios-
Cosmos, él no tendría ningún medio para comprender la
medida o la importancia de su logro salvo a través de la
sensibilidad individual a la estética, que es el arte de
Astarot. Porque el Don satánico también despierta al
hombre al desprendimiento intelectual, a la capacidad de ver
su progreso y sus planes desde una base extra-científica de
placer emocional.
Con lo cual vine a la Tierra con Asmodeus, e incluso
mientras hablaba con el intelecto del hombre, traje
meditación e introspección a los artistas y autores de la
sensibilidad humana. Y el hombre vino no solo para usar
su poder satánico sino para reconocer el alcance de la
libertad que le prometió: el sometimiento de todo
comportamiento a su Voluntad. y no a las leyes naturales o
mecánicas.
Al hombre le llegó la fantasía y la imaginación, y la
apreciación de los contrastes entre la realidad de sus logros
y las ilusiones de las imposibilidades circunscritas por la
lógica de Dios. Y a medida que el hombre alcanzaba nuevas
33
cotas de logros materiales, también se enfrentaba a la
barrera de la Voluntad de Dios, que no permitía ninguna
desviación de su ley.
Y el hombre estuvo satisfecho por mucho tiempo de
medirse a sí mismo dentro de este límite, ya que estaba
intoxicado por su habilidad para aprovechar las fuerzas del
Cosmos a su antojo. Pero Astarot dijo: "No cierres tus ojos
habiendo visto solo esto, porque, si llevaras todos los
sistemas de Dios a tu uso", tu comprensión estaría limitada
por los límites de estas leyes y la aceptación del orden divino
como la finalidad de tu raza
Así que confronté al hombre, diciendo: En todo el Universo
la única voluntad de Dios ha sido sustituida por el equilibrio
de la oposición perfecta, donde las fuerzas de los Ángeles
del Cielo y las de los Daemons del Infierno actúan con
frustración mutua, sirviendo solo en concierto para
mantener la gran barrera de la Voluntad entre el orden y el
caos. Y el hombre será el hijo del desequilibrio, que resolverá
el problema entre el Cielo y el Infierno, y que, sin igual por
la antítesis racial, trascenderá la regla del orden de Dios y
establecerá la libertad eterna de la Voluntad Satánica.
Y dije: “No a través de tus ciencias físicas y filosóficas,
debes lograr esto, porque tu mente y Voluntad deben ser
entrenadas nuevamente en la concepción empírica. El
hombre debe crear su propio orden independientemente de
toda imposición externa. Y hasta que no domine este poder
podrá aspirar al final de su evolución satánica.”
Y a medida que el hombre se convierte ahora en la primera
comprensión y cautelosa exploración de esta nueva dirección
de su voluntad, por lo que se concluye la síntesis Astarot
con Asmodeo. La era de nuestro compañerismo con el
34
hombre llega a su fin, y para la Tierra viene ahora el tercer
gran Daemon de la unión entre el Infierno y el hombre, y
con su presencia comienza la proclamada Era Satánica.
Traducido por José Cadaveria
35
La Declaración de Belial
¡Salve, Hombre, el cual llevara al fin del universo la gloria
de la voluntad Satánica! Yo soy Belial, y te traigo la tercera
gran llave del Infierno, con el poder para que puedan
confundir todas las leyes del Cielo y de la Tierra. Ante ti
sucumbirá el caos, y manejarás para ti los grandes
misterios del macrocosmos. Te hablo de lo que se llama la
Magia Negra, porque es el verdadero engendro de esa gran
Llama Negra que primero trajo tu Voluntad a la vida hace
muchas eras.
Para la compañía de Satán también me llamaron, y el
Señor de la Luz me dijo: en tu cargo, Daemon de la esencia,
me dan la esencia de mi propio ser, la Llama Negra cuyo
poder por sí solo puede afectar a la creación por la fuerza de
la voluntad. Contra ti que ejerces la Magia Negra, ninguna
ley prevalecerá, y así te llamo Belial, que es Aquel sin
Maestro. Y como he legado esta esencia a ti, déjala llegar
finalmente al hombre, quien superará el gran equilibrio y
traerá a la Llama un cambio, porque en su supremacía se
volverá Roja con la perfección de la Voluntad del hombre.
Y llegó a la Tierra Belial, para ver las enseñanzas de
Asmodeus y Astarot. Y yo vi a Satán cuando en compañía
de los hombres habló muchas veces sobre la Llama Negra
a los primeros magos entre los hombres probando sus
voluntades en el control de las fuerzas del Cosmos e
independientes de las leyes de Dios.
Y en su inocencia el hombre no conocía la majestad de la
Llama, usando sus poderes inferiores para la alteración
finita y menor de la ley divina en la Tierra. Y como el
hombre podría desencadenar la Llama más allá de su
habilidad para dominarla, dijo Satán, Belial, la Llama Negra
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no puede inclinarse meramente a los extremos básicos de la
existencia ordenada. El hombre debe reconocer el potencial
máximo de mi Don antes de que él destruya a su misma
raza a través de su abuso. Convoqué, por lo tanto, a la
Iglesia de Satanás para que preserve la Llama Negra con
cuidado y la maneje con sabiduría, preservando para el
hombre esta llave de Voluntad infinita.
Y respondí: Así será, y esta Iglesia de Satanás anunciará
las glorias de la Era Satánica del hombre. Los días de las
Iglesias de Dios palidecerán con decadencia y disolución, y
el reino del Mesías sobre la Tierra se derrumbará hasta la
ruina con la venida del hombre satánico.
A aquellos que se atreverían con la magia negra: sepan
que lo que aceptan es la propia maestría de todo aquello que
han supuesto imposible, solo por la fuerza de la voluntad.
El Mago Negro no de bebe temer a ningún poder salvo el
suyo propio, pero debe conquistar su propia voluntad para
que no cause su propia destrucción, por una debilidad o
casualidad. Satán no es Dios y el Infierno no ofrece
salvación para aquellos que abusan del Don de Satán.
Porque el Don mismo está más allá del control del Infierno
una vez dado, estando sujeto solo a la Voluntad del Mago
Negro.
Por que el infierno le otorgó al hombre su libertad perfecta,
y este es un presente que jamás podrá ser recuperado.
¡Adiós, hombre, que eres a la vez niño y padre del
Universo! Recuerda que el futuro es tuyo, y saben, ahora y
para siempre, que el Infierno confía a tu cuidado la tutela
de la Voluntad Eterna.
Traducido por José Cadaveria
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La Declaración de Leviatán
Antes de Dios o Ángel, Demonio u hombre, sólo estaba
Leviatán, el principio de la continuidad y de la existencia sin
edad. Por la relación y tiempo muchas veces fue buscado,
pero Leviatán no se revelará a nadie tan sólo al maestre
final del Universo.
Leviatán es lo absoluto, hombre y si tu te atrevieras a
percibir lo que ni al Cielo ni al Infierno puede afectar,
sabrás que entonces estás ante la presencia de Leviatán y
tu objetivo habrá sido alcanzado.
Solamente a través de la desaparición de lo que es el
universo el ser humano puede sellar su completo dominio
de la Llama Negra, pues sólo así puede él saber, que él no
está sujeto a una voluntad mayor.
El Cielo debe perecer, el Infierno debe perecer, sólo el ser
humano debe permanecer antes que la Llama Negra se
vuelva Roja en la gloria de su perfección.
Entonces, los Magos Rojos contemplarán sólo a Leviatán
de forma que reconocerán que se ha convertido en la mente
perfecta y deberá rehacer el Cosmos en la gloria eterna de
su voluntad Satánica.
Aquí termina el Diabolicón
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Himno a Satán
Por Giosué Carducci escrito en 1863
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solo vive Satán. A ti, Agramante,
Y detenta el imperio Adonis, Astarté
en la luz trémula las esculturas vivieron
de un ojo negro, telas y bocetos,
donde lánguido cuando de las iónicas
huya y resista auras serenas
o acre y húmedo surge Venus
provoque, insista. Anadiomena.
Resplandor de racimos A ti desde el Líbano
en la sangre gozosa, susurran las plantas,
por la cual, la alegría del alma Chipris
se libera y no languidece; renace amante:
que la fugaz a ti fervientes
vida restaura, las danzas y los coros,
que el dolor prorroga, a ti los virginales
que amor provoca. cándidos amores,
Tú exhalas, oh Satán, entre las odoríferas
en mi verso, palmas de Idomeneo
si desde el seno irrumpes donde blanquean
desafiando al dios las espumas chipriotas.
de los reyes pontífices, ¿Que se desvanece
de los reyes cruentos: el nazareno bárbaro
y como el rayo furor del ágape
estremeces las mentes. del rito obsceno
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con llama sagrada En la Tebaida,
los templos ardieron tú en los acontecimientos
y las señales argólicas huyendo, el monje
en tierra se esparcieron? triste se esconde.
Te acoge prófugo O a través de ti
entre los dioses lares alma dividida,
la plebeya memoria benigno es Satán:
de los hogares. aquí Eloísa.
Entonces un femíneo En vano te atormentas
seno palpitante en las ásperas vestiduras:
saciando, férvido el verso murmura
numen y amante, de Maro y Flaco
la bruja pálida entre la salmódica
de eterno cuidado melodía y el planto;
se vuelve a socorrer formas délficas,
la egregia natura. a ti da el canto,
Tú en el ojo inmóvil rosas en la horrida
del alquimista, compañía negra,
tú del indócil desciende Licoride,
mago a la vista, desciende Glicera.
abres los fulgidos Pero de otras imágenes
tiempos noveles de edad más bella
del claustro tórpido ahora se puebla
más allá de los canceles. la insomne celda.
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Y de las páginas Arrojó la túnica
de Livio, ardientes Martín Lutero:
tribunos, cónsules, arroja tus vínculos,
turbas fervientes humano pensamiento,
despierta; y fantástico y brilla y fulgura
de ítalo orgullo de llamas ceñida;
te impulsa, oh monje, materia, ensálzate:
sobre el Capitolio. Satán ha vencido.
Y ustedes, que la rabiosa Un bello y horrible
hoguera no derrita, monstruo se suelta,
voces fatídicas, recorre océanos,
Wicleff y Husse, recorre la tierra:
al alba el vigilante corusco y humeante
su grito eleva: como los volcanes,
se renueva el siglo, los montes supera,
plena es la edad. devora los llanos;
Y ya, ya tiemblan sobrevuela los báratros;
mitras y coronas: después se esconde
movidas por el claustro por cuevas ignotas,
la rebelión, por senderos profundos;
y pugna y predica y sale; e indómito
bajo la estola de lid en lid
de Fray Girolamo como turbina
Savonarola. su grito expande,
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como turbina oh rebelión,
el halito expande: oh fuerza vindicativa
pasa, oh pueblos, de la razón!
Satán el grande; ¡Consagrados a ti se eleven
pasa benéfico los inciensos y los votos!
de lugar en lugar Venciste al Jehová
sobre el irrefrenable de los sacerdotes.
carro de fuego.
¡Salud oh Satán,
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