Biologia - Erosion y Desertificacion

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Erosión y desertificación
Heridas de la Tierra

Francisco López Bermúdez

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índice

9 Prólogo
11 Introducción
13 La e ro sió n , un fe n ó m e n

23 La e ro sió n eólica
41 El ciclo del a gu a, ciclo h id r o ló g ic o o ciclo h id r o g e o m o rfo ló g ic o
45 La e ro sió n del su e lo p o r agua: un p ro b le m a e n d é m ico
77 S e ñ a le s o sín to m a s de la e ro sió n so b re el te rre n o
83 M é t o d o s de m e d id a y e v a lu a c ió n de la e ro sió n hídrica
105 La e ro sió n del su e lo en España

115 L o s siste m a s de in fo rm a c ió n g e o g rá fic a (SIG ) c o m o in stru m e n to s de


in te g ra c ió n de fa c to re s de e ro sió n y e la b o ra c ió n de c a rto gra fía s
117 C onclusión: la e ro sió n , la p e o r a m e n a za p a ra el su e lo y el fa c to r m ás
d e sta c a d o de la desertificación

121 La de sertificació n, un p ro b le m a a m b ie n tal y social glo b al


123 D esertificación, un c o n c e p to c o n tro v e rtid o
129 La m a g n itu d del p ro b le m a
153 Im p lic a c io n e s a m b ie n ta le s m ás re le v a n te s de la desertificación

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157 El C o n v e n io d e N a cio n e s U nidas de lucha c o n tra la d esertificación
1 69 .............................................................................................. C o n clu sio n e s

173 G lo sa rio adicional


1 8 3 ........................... Bibliografía
189 ............................................................................. D ire c c io n e s d e inte rn et

C lave de los s ím b o lo s utilizados:


I P a la b r a c u y o s ig n ific a d o s e e x p lic a e n e l g l o s a r i o al m a r g e n

• P a la b r a c u y o s ig n ific a d o s e e x p lic a e n e l g l o s a r i o a d ic io n a l al fin a l d e l lib r o

♦ in f o r m a c ió n a d ic io n a l s o b r e e l te m a

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T abla
El hom bre de estos cam pos que incendia los pinares

y su despojo aguarda com o botín de guerra,

antaño hubo raido los negros encinares,

talando los robustos robles de la sierra.

H oy ve a sus pobres hijos huyendo de sus lares;

la tem pestad llevarse los lim os de la tierra

p o r los sagrados ríos hacia los anchos m ares;

y en páram os m alditos trabaja, sufre y yerra.

A n to n io M a ch a d o . " P o r tie rra s d e E s p a ñ a ”

Volví a mi tierra verde

y ya no estaba,

ya no estaba

la tierra,

se había ido,

con el agua hacia el m ar

se había marchado.

Espesa

m adre

mía,

trém ulos, vastos bosques,

provincias m ontañosas,

tierra y fragan cia y humus.

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:)/o N e ru d a
Prólogo

Decían los filósofos y sabios griegos, cuatro siglos antes no agrícolas. Asumiendo que los mecanismos de deterioro de
de Cristo, que el aire, el agua y la • tierra son las "raíces de la tierra arable fuesen ralentizados y detenidos, la superficie
todas las cosas”, constituyen las bases esenciales sobre las de suelo agrícola pe r capita irá declinando progresivamente.
que reposan la doble vida animal y vegetal. Son los compo­ Fue de 0,25 ha en 1995 y se estima que, en la actualidad,
nentes fundamentales de la naturaleza, del medio que nos puede estar alrededor de 0,23. Hacia el año 2055 podrá ser de
rodea, de la existencia de los seres vivos en este dinámico y unas 0,15 ha, y de unas 0,14 en el año 2110 (Lal et al., 1998).
complejo sistema que es la Tierra. Son los í recursos más
El problema, contemplado a escala global, se acentúa en
importantes del patrimonio natural de todos los pueblos.
determinadas regiones del planeta debido a la desigual dis­
Constituyen la base y el límite del desarrollo económico; por
tribución de recursos y población. De ahi que urja limitar
ello, la conservación ambiental y el desarrollo económico
la degradación del recurso suelo, conociendo las causas del
deben tener un interés común: su protección y buena gestión.
deterioro, restaurando aquellos suelos deteriorados pero
El • suelo cumple vitales funciones como soporte de la todavia con capacidad biológica productiva, utilizando nuevas
naturaleza y sus € ecosistem as. Es archivo de la propia natu­ tecnologías que no impacten negativamente y mantengan la
raleza y de la historia, soporta a los seres humanos y la mayo­ producción, deteniendo el uso no agrícola en suelos de buena
ría de sus actividades y repercute directamente en importan­ calidad agronómica, aplicando la prevención en el mante­
tes aspectos com o la vegetación, la alimentación, la calidad nimiento de la cantidad y la calidad del suelo, etc.
de las aguas y la salud. De entre todos los recursos, el suelo
La erosión del suelo es la forma m ás importante de degra­
es el más sobresaliente y el medio primario de producción de
dación y el principal factor desencadenante de la crisis
alimentos. A escala humana es un recurso no renovable; por
ambiental conocida com o desertificación. Se estima que una
ello, científicos, ambientalistas, organizaciones internacio­
sexta parte de los suelos de todo el mundo han sido degrada­
nales y administraciones públicas de todo el mundo se pre­
dos por la erosión del agua y del viento. Esta situación da lugar
guntan, con frecuencia, si el suelo podrá alimentar, en el fu­
a dos importantes consecuencias; por un lado, la reducida
turo, a una población mundial creciente. Se estima que, con
la actual tecnología, el mínimo de tierra arable per capita
necesaria para mantener un aceptable standard de vida es de
0,5 hectáreas (ha). Sin embargo, el suelo disponible va dismi­
R ecurso natural. Aquella parte de la naturaleza o del medio

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nuyendo gradualmente por debajo del mínimo requerido
ambiente que es capaz de satisfacer necesidades humanas.
debido a procesos de • de grada ció n y a su conversión en usos
Desarrollo sostenible. Es aquel que puede asegurar que se
satisfagan las necesidades del presente sin comprometer la
mientas predictivas para poder anticipar su distribución espa­
capacidad de las futuras generaciones para satisfacer tas pro­
cial e intensidad.
pias. No es un estado de armonía fijo, sino un proceso de cam­
bio por el que la explotación de los recursos, la dirección de La solución de esta crisis ambiental, social y económica
las inversiones, la orientación de los progresos tecnológicos y
que representan la erosión y la desertificación (ésta afecta
la modificación de las instituciones concuerdan con las necesi­ a más de un tercio de las tierras emergidas del planeta)
dades tanto presente como futuras.
requiere investigación, conocer e identificar, en detalle, los
factores y procesos genéticos que desencadenan los procesos
capacidad de la población para producir alimentos suficientes de degradación del suelo y los ecosistemas que soporta. En
debido a la pérdida de suelo en cantidad y calidad; por otro, muchos países existen centros de experimentación en campo
los efectos de la contaminación de aguas y sedimentaciones y laboratorios, bien instrumentalizados, sobre mecanismos
en muchas zonas debido a la erosión. de erosión y desertificación, en los que se desarrollan y
aplican tecnologías de conservación de suelos y • m odelos
Los problemas de la erosión del suelo y desertificación
predictivos en relación con el cambio global.
no se limitan al m undo subdesarrollado. En las últimas
décadas se ha producido un incremento en la apreciación de Además, la solución a estos problemas exige una reconsi­
que la amenaza para los suelos de Europa, Norteamérica, deración radical del conflicto sociedad-naturaleza de princi­
Australia..., se debe a la introducción de mecanismos inten­ pios de siglo y milenio. La humanidad se encuentra en un mo­
sivos de cultivo, a la frecuencia y magnitud de los incendios mento decisivo de su historia. Se enfrenta con la permanen­
forestales, a la sobreutilización de los pastos y al cambio cli­ cia de las disparidades entre países, y dentro de muchos de
mático. Esta amenaza es más clara en tierras bajo condiciones ellos, con el agravamiento de la pobreza y el continuo empeo­
climáticas áridas, semiáridas y subhúmedas secas.
ramiento de los ecosistemas de los que depende el bienestar
y e l » desarrollo sostenible. La valorización y correcto uso y
El cambio global, que incluye el cambio climático, los
cambios en la composición de la atmósfera y el cambio en el gestión de los recursos naturales constituye la mejor medida

uso del terreno en el tiempo, puede originar nuevas amenazas para su explotación durable y conservación, evitando su de­

que incrementen los problemas de la erosión y la desertifica­ gradación. Gestionar sosteniblemente naturaleza y • medio

ción. El cambio en el uso del terreno es de particular impor­ am biente es luchar contra la erosión del suelo y los mecanis­

tancia, ya que es causa directa de erosión. Alguno de los prin­ mos que conducen a la desertificación, es conseguir una me­

cipales cultivos mundiales, tales como el maíz y la soja, tie­ jor protección y un uso de los ecosistemas, es gestionar bien

nen un alto nivel de • riesgo. El cambio climático es también el presente y el futuro de la humanidad para lograr un futuro
una amenaza importante para los suelos desprovistos de vege­ más próspero. Con esta idea y con la intención de dar a cono­
tación o con especies pobres que son m uy vulnerables a los cer, de modo sintético, los procesos de la erosión del suelo y
previsibles incrementos de la actividad tormentosa atmosféri­ de desertificación y las posibles soluciones para mitigar estos

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ca, las lluvias de alta energía, la velocidad del viento, etc. graves problemas ambientales y sociales, se ha redactado este
Debido a que estos cambios se prevén como un problema serio libro: con la esperanza de que pueda contribuir, en los lecto­
en el futuro, parece aconsejable establecer adecuadas herra­ res, a la armonía entre ellos y la naturaleza herida.
Entre los grandes problem as am bientales que atañen a das o disueltas por el agua. Los sedim entos transportados
casi la m itad de las tierras em ergidas del planeta, porque tam bién ocasionan el aterram iento de los embalses, con la
reducen los recursos naturales, se hallan la erosión y la consiguiente pérdida de capacidad. La erosión, pues, pro­
desertificación. La erosión del suelo y la desertificación duce daños, no sólo en el lugares donde se registra la pér­
son problem as que en los últim os años han alcanzado una dida de suelo ( • á r e a s fu e n te ), sino que también ocasiona
amplia consideración m ediática y e l reconocim iento de notables im pactos aguas abajo. Los daños producidos por
problemas am bientales globales por diversos foros y orga­ la erosión del suelo son, pues, m últiples: disminución de la
nismos internacionales, así com o por la com unidad cientí­ productividad de la tierra, degradación o pérdida de hábi­
fica, puesto que afectan a la fertilidad de la tierra, al d is­ tat, re d u cció n de la d iv e rsid a d de e sp e c ie s, pérd id a de
minuir su potencial para producir alim entos, fibras y • resitencia de las plantas, etc.
recursos renovables necesarios para el aum ento de la
La erosión es un proceso global, complejo y endémico en
población. Erosión y desertificación inducen a ecosistem as
la m a yo r p a rte d e las tie rra s e m ergid a s, en particular
cada vez m ás pobres y frágiles y, adem ás, im piden la con­
en las tropicales y las m editerráneas, acelerado en diver­
servación de la base de recursos naturales im prescindibles
sas etapas históricas por la intervención hum ana (desde el
para el desarrollo sostenible. El suelo, recurso natural
Neolítico hasta la actualidad) y durante crisis climáticas,
vital, viene a ser la placenta para la nutrición de plantas y
microorganismos, de los que dependen anim ales y hum a­ com o t> s e q u ía s prolongadas y lluvias d e alta energía. La

nos. Su degradación constituye el principal proceso de la erosión causada por e l agua y el viento am enaza la capa­
cidad de la Tierra para producir alim entos, fibras y recur­
desertificación del territorio.
sos renovables para una población m undial en continuo
Suelo, agua y vegetación constituyen la base y el límite crecim iento. Adicionalm ente, los sedim entos producidos
del desarrollo económ ico; por ello, la conservación am bien­ constituyen destacados elem entos de contam inación del
tal y el desarrollo económ ico deben tener un interés común: aire y del agua y pueden causar im portantes impactos
su protección y buena gestión. Por otro lado, los sedim en­ am bientales lejos de los lugares donde se han originado.
tos producidos por la erosión que entran en los sistem as
hídricos son también causa de im portantes problem as de Precipitaciones intensas sobre suelos m al protegidos

degradación. En particular, la calidad del agua se reduce a por la vegetación, determ inadas prácticas agrícolas, defo­

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causa de la turbidez y de sustancias quím icas com o el nitró­ restación y sobrepastoreo han prom ovido la m ayor parte
geno, el fósforo y las m aterias orgánicas que son arrastra­ de la erosión del suelo. Estas actividades continúan toda-
vía en m uchas regiones; recientem ente, el proceso urba- tos de esta patología en expansión por las tierras áridas,
nizador y las infraestructuras que lo acom pañan se han sem iáridas y subhúm edas secas del planeta, la pérdida de
convertido en un im portante factor de erosión del suelo. suelo por el agua es un relevante proceso, indicador del
estado de los ecosistem as. Las huellas se hallan presenten
Desde los años setenta del pasado siglo, la erosión es
en extensas áreas. Puede resultar paradójico que el agua,
reconocida com o un síntom a de un problem a m ás am plio
recurso escaso en las regiones m ás o menos secas, sea el
relacionado con la perturbación de la cubierta vegetal y el
agente natural m ás relevante del m odelado de los paisajes
inadecuado m anejo del territorio. El resultado e s una pér­
y el desm antelam iento del suelo.
dida progresiva, con frecuencia m uy rápida, de la capaci­
dad productiva de los sistem as naturales y agrícolas mal La degradación del suelo a consecuencia de la erosión
gestionados. A la erosión, en definitiva, se la reconoce ha sido reconocida com o el principal proceso inducido por
com o uno de los m ás destacados fenóm enos (quizás el más la actividad hum ana responsable de la degrad a ció n d e
relevante) de la desertificación. las tierras áridas, sem iáridas y subhúm edas secas. El A tlas
del m undo de desertificación (UNEP/PNUMA, 1992) in d ica ­
ba, a partir de • datos sum inistrados por el G LA SO D
(Global Assessm ent o f Soil Degradation Database; B ase de
datos para la valoración global de la degradación del s u e ­
Degradación de las tierras. Se entiende como la reducción o
lo), que la degradación de las tierras áridas se debe en un
la pérdida de la productividad biológica o económica y la com­
48 % a procesos de erosión hídrica, la erosión eólica e s re s­
plejidad de las tierras agrícolas de secano, las tierras de culti­
ponsable del 39 %, y a las degradaciones quím ica y fisica
vo de regadío o las dehesas, los pastizales, los bosques y las
se les atribuye un 10 % y 3 % respectivamente.
tierras arboladas, ocasionada, en zonas áridas, semiáridas
y subhúmedas secas, por los sistemas de utilización de la tie­ La percepción y evaluación de los procesos y form as
rra o por un proceso o una combinación de procesos, incluidos de erosión y de desertificación, m anifestadas en un d e s­
los resultantes de actividades humanas y pautas de poblamien- censo de la fertilidad natural y la productividad biológica
to, tales como: (a) la erosión del suelo; (b) el deterioro de las del suelo, resulta fundam ental para el establecim iento de
propiedades físicas, químicas, biológicas y económicas del program as de gestión del territorio, de conservación de los
suelo; (c) la pérdida duradera de vegetación natural. recursos soporte de la vida y para el desarrollo sostenible.

La desertificación es, a la vez, una crisis clim ática y


socioeconóm ica que desencadena nuevos m ecanism os de
degradación am biental que dificulta e incluso im pide la

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conservación de los recursos naturales básicos: suelo, agua
y vegetación. Un com plejo e irreversible síndrom e que
afecta a los ecosistem as y a las poblaciones. Bajo los efec-
La erosión, un fenómeno complejo
1

» G lo s a rio
La i erosión es un proceso natural continuo dependiente de factores climáti­
E rosión: El término erosión procede de la
cos, tectónicos, topográficos, • litológicos y biogeográficos que contribuyen a
palabra latina erosio-onis derivada del
modelar la superficie de la Tierra y a originar suelos, por la intervención de diver­
verbo latino erodere, que significa roer,
sos agentes: la gravedad, el agua, el viento y la sensibilidad o i erosionabilidad
desgastar, mermar fvis ignium colles
de los materiales litológicos (Fig. 1). La erosión se expresa en términos de balan­
erosit, la fuerza del fuego erosionó los
ces representados en una amplia gam a de form as mayores, modelados a escala
cerros; Séneca, Epístolas 91, 11), y se
más reducida y en depósitos de sedimentos que traducen una historia compleja de
identifica con el fenómeno de ataque a los
duración muy variable que va desde los tiempos geológicos a períodos m uy cortos.
volúmenes de la epidermis de la Tierra. Es
Los suelos son creados por la erosión del • m aterial parentat y los correlativos
un proceso de denudación de la corteza
mecanismos de transporte y deposición en el lugar, próximo o lejos de las áreas
terrestre. El fenómeno actúa en
fuente de producción de sedimentos. A este tipo de erosión que actúa ininterrum-
la interface entre la atmósfera, la
litosfera y la biosfera, rebajando o desgas­
tando los materiales que aparecen en la
superficie de las tierras emergidas.
precipitaciio n e s

e r o s ió n

e r o s ió n

VOo,'rte
eSc°rrent;

fíujoss u bu
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Fig. 1 - C ic lo g e o m o rfo ló g ic o erosión-transporte -sedim en tación
Los p ro cesos d e d e n u d a c ió n y d e p o sició n correlativa, s o n re sp o nsab les d estaca d os^
creación d e los paisajes d e la superficie terrestre
pidamente desde el alba de los tiempos con la emersión de las corteza te rrestre. Es un proce so de desin te gra ción f ís i­
tierras se la conoce como erosión natural. ca y q u ím ica de los m a te ria le s só lid o s en la supe rficie
de la T ie rra o cerca d e ella, b ajo la a cció n de los a g e n ­
Pero la erosión es también un hecho humano cuya impor­
tes atm o sférico s. Sin em bargo, el co n ta cto o pro xim i­
tancia se manifiesta con la presión de los grupos sociales sobre
dad d e los m a te ria le s de la lito sfera co n la hidrosfera y
los ambientes geográficos y con el desarrollo de las tecno­
la b io sfe ra ta m bién o casion a tra nsfo rm a cio nes que se
logías. El gatillo que dispara la erosión, especialmente en los
in clu y e n en el co n cep to de m e te o riza ció n o ab lació n de
ambientes áridos, semiáridos y tropicales, es la pérdida de la
los m a te ria le s pu esto s en e l lu ga r por las fuerzas in te r­
cubierta vegetal protectora. La pérdida de vegetación expone
nas q u e afectan al p lan eta (orogénesis). Globalm ente,
a los suelos a la acción erosiva del viento y del agua, a la vez
e s un p ro ce so que d ism inu ye la resisten cia de las rocas,
que la pérdida de suelo dism inuye el potencial productivo
altera su s fu e rza s d e co h esió n, las debilita, increm enta
de la vegetación natural y cultivada. Ciertas prácticas
su • p e rm e a b ilid a d a la hum edad y a b re el cam in o a
agrícolas, la deforestación, el pastoreo excesivo, la urbaniza­
la erosión.
ción, la gestión de los cursos de agua, pueden agravar la ero­
sión hidrica y los movimientos en masa y afectar a dominios La resp u esta o ad a p ta ció n de las lito lo gías a la
geográficos muy variados, como tas • laderas, los valles y los m ete o riza ció n se e xp re sa en un conjunto de tra n sfo r­
litorales. Con frecuencia, la sociedad aparece como un ampli­ m a cio n e s físicas, q u ím ica s y b io ló gicas que o rigin an
ficador de los fenómenos erosivos (se habla entonces de ero­ un os p ro d u cto s co n ocid o s com o fo rm a cio nes s u p e rfic ia ­
sión acelerada) y de las modificaciones climáticas, pero ella le s a lte rítica s o • a lterita s, cuya potencia va ría en tre
también puede contribuir, gracias al conocimiento de los ce n tím e tro s y d ecenas de m etros. En realidad, e sto s
mecanismos y modalidades de la erosión, a ejercer medidas tip o s se com binan, lo que hace d ifícil d e fin ir cu ál de
de rehabilitación, conservación y prevención del suelo.
ello s a ctu ó en determ ina d o proce so de alteración. En la
actualidad, se tiende a esta b lece r una in icia l d istin ció n
La conjunción de todos los agentes (físicos, biológicos
en tre las fra gm enta cion es por p roce sos físico s o m e c á ­
y humanos) concurren en la elaboración de la am plia gama
nico s y d e sco m p o sicio n e s o a lte ra cio n e s por m e c a n is ­
de form as del relieve que se expresan en los » paisajes,
según los tipos de acción: • meteorización, erosión por el m os quím icos.

viento y erosión por el agua.


La • m e te o riz a ció n física se exp resa por una serie
d e a ccio ne s m ecánicas lle va d a s a cabo por te n sio n e s y
ca m b io s de volum en en las rocas, por ciclo s d e e x p a n ­
sió n y contracción, hum ectación y d eseca ción , c r e c i­

Procesos de meteorización m iento de cristales, acción de las ra íce s d e los árbole s,


desco m p re sio ne s por d ism inu ció n de carga, etc. El

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La m ete orizació n, en se n tid o estricto, se id entifica resultado es que rocas y su e lo s se fra g m e n ta n y d e s a ­
con la a cción re a liza d a por los m e teo ro s o fen ó m eno s gregan en partículas, granos, grá n u lo s y bloques (Fig.
atm osféricos so b re los m a te ria le s de la su p e rfic ie de la 2). Los p roce sos de m eteo rizació n físic a adoptan deno-
Paisaje. El término, en su sentido más
m inaciones e sp e c ific a s en fu n c ió n d e los a g e n te s d e se n ca d e n a n te s: v a r ia ­ amplio, es lo que nos rodea. Es el medio
ciones d e te m p e ra tu ra q u e so n c a p a c e s d e p ro v o c a r un a a lte rn a n c ia de visualmente percibido, un complejo de
fenóm enos d e d ila ta c ió n y re tra c c ió n que, al a fe c ta r d e m odo d e sig u a l a interrelaciones de todos los elementos o
la m asa rocosa d e b id o a su lim ita d a co n d u c tiv id a d té rm ica , se tra d u c e en componentes de la superficie terrestre. El
tensiones m e cá n ic a s e n tre las p a rte s e x te rn a s, q u e re g istra n va ria c io n e s medio se hace paisaje cuando alsuien lo
de volum en, y las in te rn a s, q u e se m a n tie n e n vo lu m é tric a m e n te esta b les. percibe. Es un indicador de la salud
Este d ife re n te co m p o rta m ie n to d e las p a rte s e xte rn a s e in te rn a s d e las ambiental y del tipo de desarrollo de un
rocas se m a n ifie sta en una d e sa g re g a c ió n granular, en un a d esca m a c ió n , territorio. Un indicador del estado de los
en un c u a rte a m ie n to o en un a fra g m e n ta ció n . A este fe n ó m e n o se le ecosistemas y sus componentes, un indica­

conoce co m o • te r m o c la s t ia . dor o clave ambiental.

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En ocasiones, la ruptura de las rocas se produce alterando su com pacidad y haciéndolos más vulnerables,
com o consecuencia de la congelación del agua confinada deleznables y desagregables. Estas alteraciones favorecen
en sus espacios vacíos. Al pasar del esta do líquido al só li­ la penetración del agua y las sustancias agresivas necesa­
do, el agua registra un aum e nto d e vo lu m en del orden rias para la • m eteorización química.
del 10%, de tal m odo que la congelación producida por el
Las acciones de la m eteorización quím ica operan
descenso de la temperatura por debajo de los 0°C som ete a
m ediante el ataque de los activos constituyentes quim icos
las paredes de los poros, las • d ia cla sa s y a otras fra c ­
del suelo, de la atmósfera y de la biosfera, especialm ente
turas de las rocas, a unas presiones que pueden llegar a
por la acción disolvente del agua. Este tipo de m eteoriza­
los 15 gr/cm 2. Sus efectos m ecánicos son capaces de
ción, que ocasiona la descom posición de los m inerales, es
separar fragmentos de la roca y producir la disyunción de sus
favorecida por las tem peraturas elevadas y la abundancia
elem entos o partículas; es el proceso conocido com o
de humedad.
crioclastia o getifracción.
Reacciones o procesos básicos im plicados son:
Cuando el proce so de la fragm entación o cla stia es
causado por la acción d irecta del agua, a co nsecuencia a) Hidrólisis: reacción de cam bio • catiónico (reem ­
de im p ortantes varia cio n e s en el co n ten id o de hu m e ­ plazam iento de cationes por iones H+), que origina la pro­
dad, recibe el nom bre d e • h id ro cla stia . A lgu n os m ine­ gresiva destrucción de los minerales, sobre todo silicatos,
rales que con stituyen las rocas, e sp ecia lm e nte las a rci­ abundantes en las rocas cristalinas. Una reacción m uy fre ­
llas, son m uy higrófilos, pudiendo hincharse, in cre m e n ­ cuente es
tando significativam en te su volum en. Al d esecarse por
S i0 4 FeMg + 2H20 = M g(OH)2 + FeO + S i0 3H2
evaporación, tienden a recupe rar su volum en inicial
m ediante una dinám ica de retracción. De este m eca n is­
es decir,
mo se derivan te nsion es capaces d e ge nera r im p o rta n ­
tes rupturas (Fig.3). mineral silicatado + agua = óxido o hidróxido + ácido silícico

Finalmente, la fragm entación de las rocas debida a los Es el proceso más com ún de descom posición en las
esfuerzos m ecánicos producidos por la cristalización de las rocas cristalinas; así, los feldespatos hidrolizados dan ori­

sales en los poros y fisuras de las rocas es conocida com o gen a arcillas de neoform ación m uy abundantes (caolinita,

• haloclastia. Los cristales proceden de la evaporación montmorillonita, illita). Otras respuestas son arenizacio-
del agua salada que ha penetrado por las discontinuidades. nes, m antos m eteorizados y diversos tipos de costras o
Por tanto, se trata de un proceso que sólo actúa allá donde corazas lateríticas y bauxíticas;
la salinidad es im portante, com o son las regiones áridas y,
b) Hidratación: puede ser tanto fisica com o química.
sobre todo, las franjas litorales.

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Resulta de la capacidad de algunos m inerales para absor­
Las transform aciones ocasionadas por la meteoriza- ber e incorporar agua con el consiguiente cam bio de vo lu ­
ción física originan cam bios texturales en los materiales, men de la roca. La frecuencia de los ciclos de hidratación-
desecación provoca la expansión-contracción de los m ate­ ion iza r el agua, el C 0 2 produce la corrosión de las rocas
riales, haciéndolos m ás vulnerables a otras alteraciones carbonatadas m ediante la reacción
(Fig. 3). Es un proceso im portante en la generación de
C 0 3C a + HzO + CO-, < » (CO-jHi-, Ca
nuevos m inerales que suele acom pañar a otras reacciones,
como la hidrólisis y disolución. Este fenóm eno tiene espe­
Esta reacción quím ica transform a la caliza (insoluble) en
cial im portancia en geotecnia alli donde hay suelos con
bicarbonato cálcico, que es soluble y, por ello, fácilmente
arcillas expansivas que plantean im portantes problem as
evacuado por las aguas corrientes. La abundancia de m ate­
de construcción de edificios y vías de com unicación;
riales carbonatados en el m undo confiere a este proceso una
gran im portancia en el modelado del paisaje. En España,
debido a la gran extensión que ocupan los afloramientos de
rocas carbonatadas, la carstificación ha modelado una
amplia serie de paisajes de gran valor ambiental, científico
y estético: Torcal de Antequera (Málaga), Zafarraya y sierras
Gorda y Guillim ona (Granada), sierra de Cazorla (Jaén),
Calar del M undo (Albacete), serranía de Cuenca, el Garraf
(Cataluña), karst de Larra o de la Piedra de San Martín
(Pirineos), m ontaña cantábrica (Santander), serra de
Tramuntana (Mallorca), etc.

je hum ectación-desecación e n material


igen a figuras geom étricas poligonales.

c) D isolución: proceso que ocasiona el desm orona­


miento de la red cristalina de los m inerales que form an la
roca por la acidez o alcalinidad del agua y por la difusión
de moléculas o átom os de un cuerpo en las de otro. En
general, im plica una disociación iónica, lo m ás com ún de
sólidos en liquidos. Este proceso afecta a todos los m ate­
riales en m ayor o m enor grado, siendo notoriam ente signi­
ficativa en evaporitas (yeso, halita, carnalita, silvina) y

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sulfatos y carbonatas de calcio y m agnesio. Es el principal
fenómeno para la • c a rs tif ic a c ió n (Fig. 4), ya que, al
d) Carbonatación: proceso de alteración quim ica que centrarse originando capas com pactas y duras conocidas
transform a m ateriales que contienen Ca, Mg, K y Na en com o costras o caparazones, m ás o menos resistentes a la
carbonatos o bicarbonatos debido a la acción del C 0 2 co n­ erosión. Por otro lado, la meteorización es responsable de
tenido en el agua. Un proceso m uy frecuente, es la disolu­ la form ación de una amplia gam a de form as m enores que
ción del dióxido de carbono en agua form ando ácido ca r­ se originan en la superficie de los afloram ientos rocosos
bónico que la ioniza: expuestos a la intemperie, tales com o acanaladuras, d e s­
conches, oquedades, • tafonis, cresterías, canchales,
C 0 2 + H20 ------ ► C O j = + 2H +
pedrizas, lanchares, etc.

ó Por último, la m eteorización debe considerarse com o


un conjunto de acciones articuladas en el tiem po y en el
C 0 2 + H20 ------ ► (C 0 3H) ‘ + H+
espacio; la acción conjunta de todos estos procesos (físi­
Este fenóm eno tiene im portancia en la disolución de cos y quím icos) genera im portantes cam bios en la com po­
rocas carbonatadas e hidrólisis de las silicatadas, al ionizar sición y configuración de los materiales de la superficie de
el agua y hacerla m ás agresiva. la corteza terrestre y es una acción sobresaliente en el
m odelado de los paisajes terrestres.
e) Oxidación-reducción: es un fenóm eno de ganancia
o pérdida de electrones de un elem ento que hace a los M e d ia a n u a l de precipitación (m m )
minerales m ás o menos vulnerables a otras reacciones.
2.500 2.000 1.500
Interviene en todos los procesos de m eteorización, origi­ -1 5-
1_______ ■
D s. m od erad a
nando pátinas y algunas concentraciones. Ciertos m inera­
les, com o los anfíboles, biotita, olivinos y • piroxenos son
sensibles a la oxidación; sus efectos pueden observarse por
la presencia de colores ocres y rojizos en los terrenos. La
reducción, proceso opuesto a la oxidación, norm almente
ocurre en condiciones anaerobias, en ausencia de oxígeno
<u
libre; •O
"CD
3
C
f) • M eteorización biológica: se debe a la acción del OJ 1 5 -
mundo vegetal, en concreto a la acción de las raíces que
penetran en los m ateriales en form a de cuña y van frag­
mentando la roca y disgregando el suelo.

Ligado a las condiciones bioclim áticas de algunas

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regiones de la Tierra (pasadas y actuales), los productos
liberados por la m eteorización (silicatos, alúmina, bicar­ Fig. 5 - Ei diagram a muestra la relación entre clima y meteorización
bonatos, óxidos de hierro, etc.) pueden acum ularse y co n­ 3 escala global en función d e la precipitación y temperatura medias.
estas • v a ria b le s condiciona que se active un tipo definido
Clima y perfiles de m eteorización
de m eteorización y origine geoformas específicas. Esta

Las condiciones clim áticas y el tipo de m ateriales son los influencia del ambiente clim ático se detecta a todas las

factores que determ inan y controlan la meteorización. escalas.


Parece evide nte que la m ayo r parte de los p roce sos de
A escala mundial (macroescala), aparecen ciertas rela­
meteorización y de las fo rm a s d e m odelado resultantes
tienen una d istribución dep end ien te de los clim as p re té ­ ciones zonales que afectan a todos los tipos de meteorización

ritos y actuales. El clim a influye, básicam ente, m ediante (Fig. 5), si bien no es posible diferenciación alguna de los pro­

precipitaciones y te m peraturas. La cantidad y e l tip o de cesos. Sin embargo, es la meteorización química en rocas sili-

11, Alitización 3. B isialitiza ción 5. P o d s o liz a c ió n - - - 7. Lim ite d e a lte ra c io n e s rojas

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2. M o n o sialitiza ció n 14. A m b ie n te hip e rá rid o 6. C u b ie rta d e h i e l o 8. L ím ite d e z o n a s tectónicam ente activas

Fig.6 - Principales z o n a s d e m e teo rización quím ica e n el m u n d o para m ateriales silicatados (se g ú n Pedraza, 1 9 9 6 y otros
catadas la que suele ser utilizada com o referencia (Fig.6). hasta el Ecuador (Fig. 8). El diagrama sintetiza la estrecha
A escalas intermedias (mesoescala), ya es posible detectar y interrelación existente entre la meteorización química (fun­
estimar productos de la meteorización más detallados que damentalmente por hidrólisis) de las rocas silicatadas y las
permiten diferenciar ámbitos de desagregación o descomposi­ variaciones de las precipitaciones, la temperatura, la evapo­
ción de los materiales y obtener índices específicos, tales ración y el suministro de materia vegetal al suelo. Bajo climas
como los de helada, • lixiviación, expansión-retracción, aci­ tropicales húmedos, la intensa meteorización química origi­
dificación, etc. Finalmente, a escala de detalle (microescala), na suelos con espesores de hasta un centenar de metros. Los
los procesos y las geoformas suelen estar bien diferenciados, feldespatos de las rocas cristalinas son completamente alte­
se pueden detectar posibles desviaciones respecto a la ten­ rados, arenizados y transformados en arcillas, y todos los
dencia general y obtener índices. materiales solubles, disueltos en agua. Las elevadas tem pe­
raturas y altas tasas de humedad de estos ambientes aceleran
No obstante, debe reconocerse que virtualmente cual­
las reacciones químicas, y la descomposición de la materia
quier proceso de la meteorización puede ocurrir en cualquier
orgánica es m uy rápida.
ámbito climático, si bien hay regiones morfogenéticas con
procesos dominantes específicos (Fig. 7). Un modo de apre­ Por el contrario, bajo ambientes con fuerte aridez,
ciar la influencia del clima en la meteorización es conside­ desiertos y semidesiertos, la meteorización química es m íni­
rar las relaciones entre las condiciones climáticas, los m an­ ma porque las lluvias son extremadamente escasas. El suelo
tos de alteración y la potencia de los suelos, m ediante un prácticamente no existe, en superficie aparece la roca alte­
• perfil de m eteorización meridiano desde el Polo Norte rada por procesos de meteorización mecánica, la termoclas-

R E G IO N E S M O R F O G É N IC A S P R O C E S O S D O M IN A N T E S

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Media anual de precipitación (mm)

Fig 7.- D ia g ra m a s d e Peltier m o stra n d o las regiones m orfogém cas y los diverso:
re g io n e s re g io n e s re g io n e s s e ca s re g io n e s d e b o sque
á rtica s te m p la d a s d e b a ja s la titu d e s tro p ic a l llu v io s o
ESTEPA SABAN A SABANA
TUNDRA ZON A DE S E M I-D E S IE R T O Z O N A DE
T A IG A -P O D S O L Y D E S IE R T O
3000-

2400-
- T°
c
•O 1 8 0 0 -
o
- 25-
1200- 20-
sa - 15-
600- 10-
- 5-
0 - 0 -

Alteración
q uím ica
d el material
parental
o
Z o n a d e m ovilidad d e to d o s lo s c o m p o n e n te s E.
■o
co
- 1 0 0 s2
T3
C
a
o
Q.
Fig. 8.- Z o n a s d e m eteorización y clima. C o rte m e rid ian o del P olo al Ecu ad or
m ostrando las relaciones entre lo s elem e ntos climáticos, cubierta vegetal, -1 5 0
potencia y ra sg o s d o m in a n te s d e los perfiles del regolito (Strakhov, 1967).
Z o n a d e increm ento de la m ovilidad _
d e to d o s lo s co m p o n e n te s

tía es la responsable fundam ental del proceso; • h a m a d a va rio s m etros (Fig. 10). B ajo los c lim a s d e altas latitu­

(desierto tabular rocoso) y • re s (desierto tabular pedrego­ des, de tundra, las te m p e ra tu ra s son dem asiado bajas

so) son las form aciones m ás com unes (Fig. 9). para la m ete o riza ció n qu ím ica , asi que la a lteración
p re d o m in a n te e s la m ecánica; e l suelo es m uy delgado
En las regio n es d e clim a te m plado , la am plitud de
y con abundante m aterial fragm entado por term oclastia y
las condiciones p lu vio m é tricas o scila e n tre las húm edas
• crio cla stia .
y las sem iáridas y las te m p e ra tu ra s d e l frío al calor. En
función de esta s variacione s, los p ro ce so s de m e te o riza ­ Este esquema, muy simplificado, asume que tanto el

ción, tanto fisica co m o quím ica, son m ás o m enos o p e ­ clim a com o la superficie de los territorios son estables, con­

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rativos; el m anto de alteración y e l suelo pueden d e s a ­ diciones que rara vez se dan. Es conocido que la estabilidad

rrollarse con e sp e so re s d e sd e a lg u n o s ce n tim e tro s hasta de los clim as a escalas temporales de miles y millones de años
es corta, que la variabilidad y los cambios han sido la norma
y, en consecuencia, los © b a la n ces de m eteorización, muy
variables. La mayor parte de los climas actuales que registra
el planeta no tienen más de 10000 años, período insuficiente
para desarrollar perfiles de meteorización profundos; por
ello, gran parte de estos perfiles de alteritas, • regolito y
suelo corresponden a condiciones bioclimáticas pasadas, dis­
tintas de las actuales.

Fig. 10.- Perfil de suelo bajo clim a m editerráneo sen niárido.


rización es m u y m oderada, el material parental se hailla :i p cf
m etros de la superficie y la potencia del suelo, xei osol cá
im agen, d e u n o s 3 5 cm.

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• Reg: canturral de bloques resultante de la meteorización física en el desic
i de color oscuro que recubre el material es debida a procesos de i
rto del Sahara).
2 La erosión eólica

Entre los procesos erosivos que actúan en la superficie llevada a cabo por agua, el viento es un agente erosivo de
terrestre, la erosión por el viento está am pliam ente exten­ m enor im portancia. La pérdida de suelo y nutrientes, por
dida; es particularm ente severa en algunos am bientes á ri­ erosión eólica, afecta a la estructura y productividad del
dos, en los sem iáridos y en m uchos sectores litorales, es suelo, produce daños en la vegetación natural y los culti­
decir, en aquellos territorios donde la sequedad y la esca­ vos, contam ina la atmósfera; el transporte y la deposición
sez de vegetación son factores relevantes: desiertos cálidos de sedim entos afectan a m uchos am bientes y actividades,
y fríos, regiones peridesérticas y zonas litorales con playas reduce la visibilidad por el polvo en suspensión, increm en­
de gran am plitud (Fig. 11). En estos escenarios se encuen­ ta el costo en el m antenim iento de carreteras, afecta a la
tran los más im portantes paisajes m odelados por la diná­ salud hum ana y a la de los anim ales y contribuye a la deser­
mica eólica. Sin embargo, en com paración con la erosión tificación del territorio.

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Rf = Factor de rugosidad;
Movim ientos de partículas y tipos de
transporte eólico C = Factor clim ático en porcentajes;

La erosión por vien to de un suelo e s función de la L = Longitud del terreno sobre la que soplan los vientos

oposición de dos fuerzas; p or un lado, la ejercid a por el prevalentes, área afectada;

viento, y por otro, la resistencia del suelo. Rocas y su e ­


V = Factor cubierta vegetal
los, por su am plia diversidad, responden de m odo d ife ­
rente a la en ergia cinética que le es aplicada. Según el La cantidad de suelo removido está determinada, pues,
tipo de suelo y las condiciones de superficie, se requiere por el tamaño de las partículas, la densidad, la gradación, la
un m ínim o de velocidad para rem over las partículas. Es rugosidad de la superficie afectada, la velocidad del viento y
el llam ado • u m b ra l d e v e lo c id a d . El m ovim iento de el desarrollo del área erosionable y de la cobertura vegetal.
los granos se inicia cuando e l vien to alcanza una ve loci­
Las fuerzas que actúan sobre las partículas de un suelo
dad suficiente para supe rar la inercia de las partículas
expuesto a un flujo turbulento de viento y capaces de
en reposo. En e l aire, los granos son transportados por el
m ovilizarlas son tres: suspensión, saltación y reptación
viento hasta que la fu erza de la gravedad los arrastra de
(Fig. 12). Estos tipos de transporte dependen, básicam en­
nuevo hacia la superficie.
te, del tam año del grano y de la energia eólica, si bien la
Los • p a rá m e tro s que intervienen en la erosión có li­ transición de uno a otro tipo de transporte es, con fre­
ca están relacionados por com plejos mecanismos; por ello, cuencia, difícil de delimitar.
no resulta fácil estim ar este tipo de erosión. Un sistema de
La suspensión se produce cuando las partículas de
ecuaciones, ( nom ogram as, tablas, m étodos informáticos,
polvo son m uy finas y ligeras (<0,06 mm), son transporta­
experimentos de laboratorio y campo, han venido desarro­
das en el seno del viento y, aunque la carga suspendida
llándose desde m ediados de la década de 1960 para identi­
suele depositarse relativam ente cerca del área fuente, las
ficar y entender los factores que afectan a la erosión por el
grandes torm entas con vientos fuertes y altos son capaces
viento y poder plasm arla en una fórm ula matemática sen­
de transportar grandes cantidades de polvo, permanecer
cilla. Finalmente, la erosión eólica fue expresada, em píri­
durante bastantes días, recorrer enorm es distancias y
camente, por la llamada ecuación de la erosión del viento
depositarse en form a de polvo.
como función de los siguientes factores (Schwab e t al.,
1996): Los tip o s d e tiem po a esca la s local, regional y g lo ­
E = f(l, R f , C , L , V ) bal pueden e sta r a cu sa d a m e n te in flu e n c ia d o s por la

donde a cu m u la ció n de p o lvo en la a tm ó sfera . C uan d o la v e g e ­


tación e s escasa, cu a n d o las labo re s a gríco la s suprim en
E = Tasa de erosión eólica media anual (t/ha/año);
la ve geta ción natural para el cu ltivo y sob re vie n e la

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I = Erosionabilidad del suelo en t/ha/año. Es función de sequia, la tierra queda e xp u e sta a la ero sió n eólica. El
los agregados; vie n to rem ueve gra n d e s ca n tid a d e s d e sed im entos de la
su sp e n sió n

trayectoria d e lo s gra n o s

saltación
D ire c c ió n d e l v ie n to

reptación / rodadura
ripples

Fig. 12- T ip o s de m ovim ien tos y d e sp lazam ien tos de partículas q u e se producen
d u ran te la erosión p o r el viento: susp en sión , saltación, rod adura y rebotes.

superficie y d e las c a p a s su p e rio re s del suelo, n u trie n ­ ve n in cre m e n ta d a s d u ra n te los p e rio d o s de sequía; sin

tes incluidos. E stas c irc u n sta n c ia s se p ro d u je ro n en la em bargo, la c a n tid a d d e se d im e n to s d isp o n ib le s para

región d e la G ran Llan ura (E sta d o s U nido s) d u ra n te los se r tra n sp o rta d o s gu arda estre ch a relación con las p e r­
años 1930; se q u ía y to rm e n ta s d e p o lvo o rigin a ro n el tu rb a cio n e s q u e el se r h u m ano in tro d u c e en los sis te ­
llam ado D ust Bow l (d e p re sió n d e polvo), pro vocando m as n a tu ra le s p o r red ucció n o su p re sió n de la cubierta
una grave c risis agríco la y am biental. En 1934, una ve ge ta l, so b re p a store o , siste m a de labranza, in c e n ­
inm ensa nu be de p o lvo p ro ce d e n te d e la e ro sió n del dios, etc. Por ejem p lo , en la región del Sa h e l (borde
suelo en la G ran Llan ura c u b rió e l e ste de los E stad os m eridional del desierto del Sahara) las torm entas de polvo
Unidos, a 2400 km de d istancia . Al a ñ o sig u ie n te , los son fre cu e n te s y e stá n c a u sa d a s por la d e sa p a rició n de
Estados U nid o s cre aro n e l Se rvicio d e C o n se rv a ció n del la cu b ie rta ve ge ta l n a tu ra l de la sa b a na por ro tu ra cio ­
Suelo con e l o b je tiv o de p ro m o ve r las b u e n a s prácticas
nes para e x te n d e r los c u ltiv o s y por e l p a sto re o e x c e si­
en su m anejo.
vo. S itu a ció n que se a gra va con los añ o s de e xte n sa s y

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Las to rm e n tas de polvo son a c o n te c im ie n to s n a tu ­ se v e ra s sequías, com o las re g istra d a s en los añ o s 1960

rales en los c lim a s ve n to so s de las re g io n e s áridas, y se y 1970 (Fig. 13).


S Q fá V G S SGCjUÍciS r e g Í S t r á d 3 $ 6 H 13 r e g i ó n S U u S 3 h 3 r i3 '

na oei el, u n id as a la deficiente gestión d e los recursos


sue lo ■ getación, a las pob re s técnicas d e irrigación y a la
presión dem ográfica, s o n las causas d om in an te s d e la erosión
eólica del suelo, de las gra n d e s torm entas de polvo e n sus-

D e los tres m o d o s de m ovim ie n to d e p. ores. A l desplazarse, los g r a r

p ensión es la fo rm a m ás espectacular y fácil as y ch ocan contra el sue lo c<

Las partículas d e p olvo e n el aire reducen la p ero con u n e n g u lo pequen<

u n abrasivo c u a n d o el vie nto sopla y un a fu 10 vuelva a re b ota r v asciend


m inación del aire q u e p u e d e ocasionar prot
torios. C on el tiem po, el p o lv o se deposita s cualquier jesplaza e n !a dirección deí viento, ya q u e esta s
1 cosa: viviendas, vías de com unicación, veget natural, al b o m b a rd e o de los im pactos de los g r a n o s tran
cultivos, lagos, embalses, mares, océanos, et
ocasionar d a ñ o s m ás o m e n o s importantes.
El proceso d e saltación es detenido p o r la ob:
La salta ció n es u n proceso p o r el q u e las partículas Due p u e d e introducir u n ob stáculo (vegetación, v<
fina s (entre 0,1 y 0,5 m m d e diám etro) so n levantadas y muros) q u e atrape las partículas o reduzca la velo i del
saltan desde la superficie del suelo, sig u ie n d o distintas tra­ i/iento próxim o a ia superticie del suelo. Las p a n ícu la s irnovi-
yectorias, p o r la velocidad y turb u le ncia del viento, la resis­ das p o r este proceso p ue d en causar severos d a n o s a la veqe-
tencia del aire, y la g ra v e d a d y naturale za del substrato
sob re el q u e re b otan al caer. Es u n tran sp orte a baja altu­
ra; la m a y o r parte d e la saltación ocu rre d e n tro d e los pri­
m eros 30 o 4 0 cm de altura. Las lo n g itu d e s d e los saltos de ticulas transportadas so n d e m asiad o pesadas para ser I

las partículas so n del o rd e n d e 10 a 15 veces su altura, si tadas p o r el viento (diám etros entre 0,5 y 2 mm). En es

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bien las partículas m á s p e q u e ñ a s p u e d e n a lcanzar m ayores proceso, las partículas so n arrastradas o ro d ad a s a tra v

alturas y, p o r consiguiente, lo n gitu d e s de salto m u ch o la superficie v chocan con otras particulas e n saltación.
Las grande s torm entas transoceánicas
de polvo en suspensión

Las im á gen es que sum inistra n los saté lites que


o rb ita n la T ie rra perm iten observar, desde el espacio,
la m agnitud y las tra y e cto ria s d e las grandes to rm e n­
tas de polvo en suspensión. El Sahara, palab ra bereber
q u e sig n ifica desierto, e s el m ás d ila ta d o espacio de
tie rra s á ridas del planeta (casi 4800 km de O este a
Este, en tre 1600 y 2000 km de N orte a Sur y m ás de 8
m illo nes de km 2) y el m a yo r pro d u cto r de polvo m ine­
ral del planeta. C ada año, va rio s cie n to s de m illones
de to n e la d a s d e polvo d e l Saha ra o ccid e n ta l son tra n s­
portadas hacia el O e ste por e l vien to cálido, que eleva
las p a rtíc u la s a a ltura s de 5000 m., y cru za e l océano
Fig. 14. M asiva tormenta d e polvo sahariano, por ei viento siro­
co, sobre las Islas Canarias. El polvo liega a alcanzar el mar
Caribe, y su depósito afecta severamente las fonnaciones de
coral, degradándolas. (Im agen del 26/02/2000, cortesía del
SeaWlFS Project. Nasa/Goddard Space Flight C enter and
Orbimage).

Fig. 15. Las torm entas d e polvo sahariano afec­


tan con frecuencia al Mediterráneo occidental,
siendo las regiones orientales de la península
Ibérica las m ás afectadas por este fenómeno.
(Im agen cortesía del SeaW lFS Próject.
Nasa/Góddard Space Flight C enter and
Orbimage).

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Atlántico y alcanza el m ar Caribe, A m érica Central y aridez, menos vegetación protectora, más erosión eólica y
Am érica del Sur. Este proceso afecta a m iles de kilóm e­ más polvo en suspensión. Se origina asi un círculo vicioso
tros cuadrados del o este del A tlántico y a las islas que se retroalimenta positivamente y que tiene unas
Canarias (Fig. 14). En ocasiones, esta s torm entas de importantes afecciones en calentamiento global, en la
polvo sahariano siguen una trayectoria en sentido Norte desertificación del paisaje y en la expansión de los desier­
y cubren vastas extensiones del M agreb y del M e d i­ tos. Al desencadenam iento de este proceso contribuyen
terráneo occidental (Fig. 15). Los vientos del desierto aquellas actividades humanas que afectan severamente al
transportan más sedimentos finos que cualquier otro agente: suelo, tales com o determ inados tipos de agricultura y el
el Sahara probablem ente rem ueve y transporta entre 60 pastoreo excesivo. La dramática sequia que registró la
y 200 m illones de toneladas/año de polvo ( The U. S. región del Sahel a principios de los años setenta, el sobre-
Global Change Research, 2001). Se ha estim ado que en pastoreo y la creciente desecación del lago Chad han con­
un km 3 de aire puede via ja r en suspensión unas 900 tribuido al incremento del polvo generado por el Sahara y
toneladas de polvo. Asi, una torm enta de 500 km d e d iá ­ su transporte a través del océano Atlántico y del mar
m etro puede transp o rta r m ás de 90 m illones de to n e­
Mediterráneo.
ladas de polvo a largas distancias.
Las grandes torm entas de polvo no son exclusivas del
Recientes investigaciones llevadas a cabo por el
Sahara, otros desiertos registran el m ism o fenóm eno, tal
Servicio G eológico de los Estados Unidos (U.S.G.S) rela­
com o detectan los satélites. Por ejem plo, el 15 de abril
cionan la degradación de las barreras de coral del Caribe
de 1998 una gran torm enta procedente del desierto de
y el increm ento en la frecuencia e intensidad de las to r­
Gobi (oeste de China y M ongolia) produjo una inm ensa
m entas de polvo del Sahara desde la década de 1970.
nube de polvo que fue transportada a través del océano
Este polvo en suspensión transporta patógenos que afec­
Pacífico y causó elevadas concentraciones de aerosoles
tan a buen núm ero de especies m arinas caribeñas. Por
en am plias áreas de la costa de Am érica del Norte. El 18
otro lado, otros estudios sugieren que el polvo sahariano
de m ayo de 2001, otra vasta torm enta de polvo, proce­
en suspensión puede desem peñar una im portante fu n ­
dente de los desiertos de Khash y Margow, en el suroes­
ción en la frecuencia e intensidad de los huracanes que
te de Afganistán, cubrió gran parte de Irán, Afganistán y
se form an en e l este del O céano A tlá n tico y que, p o s­
teriorm ente, se desplazan hacia el C aribe y la costa Pakistán.

norteam ericana. Las torm entas de polvo en suspensión son, pues, una

También recientes observaciones satelitarias de la destacada respuesta a los procesos de erosión y transporte

NASA (Centro espacial de vuelo Goddard) e investigaciones eólicos. En las últimas décadas se viene observando un

de la Universidad Hebrea de Jerusalén han encontrado notable increm ento de los flujos de polvo y sus negativas

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estrechas relaciones entre polvo en suspensión y sequias. repercusiones en la visibilidad, sequías, productividad de

Las partículas en suspensión inhiben la lluvia, m ás polvo muchos ecosistemas, salud de los humanos, calentamiento

significa menos lluvia y menos lluvia significa sequía y más global y expansión de la desertificación.
En am plias zonas de muchos desiertos, donde se m ez­
Erosión eólica y form as de m odelado
clan m ateriales finos y gruesos, la deflación elim ina limos
y arenas, m ientras que los cantos gruesos, al no poder ser
El viento cargado de m ateriales puede llevar a cabo dos
deflactados, quedan en su sitio, perm anecen en la superfi­
tipos de acción erosiva, sobre todo en aquellas áreas de
cie rebajada y protegen las capas de cantos finos que se
escasa o nula cubierta vegetal. Por un lado, barre las par­
hallan debajo (Fig. 16); excepcionalm ente, cuando la fuer­
tículas finas que se hallan en la superficie del suelo, las
za del viento es m uy grande, puede levantar pequeños can­
arrastra o levanta y las proyecta contra las rocas y otras su­
tos. De este m odo se form an vastas extensiones pedregosas
perficies a velocidades m ás o menos importantes. Este pro­ conocidas com o res, desierto de piedras o pavimento
ceso de selección, m ovilización y transporte del material desértico (Fig. 17). Estos inm ensos pedregales pueden tener
suelto, generalm ente arenas, es denom inado « deflación. dos orígenes distintos, por un lado ser el resultado de la
El resultado de este m ecanism o es la aparición de depresio­ fragm entación de rocas (reg de disociación), m ientras que
nes topográficas, m ás o menos acentuadas y de variables por otro pueden proceder de la acum ulación de antiguos
dimensiones, denom inadas depresiones de deflación. depósitos fluviales (regs aluviales).

vien to

d e fla c c ió n
rebajam iento de la superficie

d e fla cció n

m -.iT J M L M r .
can tos
gru e so s

Fig. 16. Form ación del d esierto d e piedras o reg.


(a) em pieza la deflación m ovilizan d o el material fino;
(b) la movilización d e las partículas m ás finas y su transporte a distancia rebajan la superficie topográfica y concentran la proporción d e gruesos;

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<c) a g o ta d o el material fino e n superficie, q u e d a un a capa con tin ua de c a n to s gruesos, finalizando la deflación. Ésta p u e d e reanudarse
si a lgu na causa (vehículos, animales...) rem ueve la capa d e gruesos.
Asimismo, una vez cargado de granos de arena, el vien­
to ejerce una acción m ecánica que pule las rocas y desgas­
ta la cutícula de los vegetales, si los hubiera. Es la * ab rasión
o corrasión. Esta acción erosiva del viento se lim ita a las
primeras decenas de centím etros (hasta uno o dos metros
como máximo) básales de un acantilado, colina u otro aflo­
ramiento que destaque sobre un plano m ás o m enos hori­
zontal. La eficacia y la tasa de abrasión es m áxima allá
donde la velocidad del viento es alta, abundante el sum i­
nistro de partículas que pueda levantar abundante y fria ­
bles las litologías sobre las que im pactan los granos de
arena. La imagen erosionada de la Esfinge de Egipto ha
popularizado los efectos de este proceso (Fig. 18).

Formas de erosión eólica, a pequeña escala, aparecen


en las superficies de los desiertos pedregosos con la pre­
sencia de cantos que presentan superficies pulidas y face­
tadas por los im pactos de las partículas transportadas por

Fig.17. El reg e s el resultado d e la pérdida d e los co m p o n e n te s m á s finos del suelo,


q u e d a n d o los fragm e ntos m á s gruesos. En el desierto del Sahara, los pedregales su e ­
len ser d e color o scu ro p o r la pátina de barnices q u e recubren bloques y Cantos, por
lo q u e a estas extensas superficies tam bién se las c o n o c e c o m o desierto negro.

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el viento; son los llam ados • ventifactos. Las facetas o limos, son los • yardangs (término mogol que procede del
caras son originadas por ángulos de entre 30 y 60 grados desierto de Taklimakan, en China). Adem ás de la litología,
orientadas perpendicularmente a la dirección de los vien- también la dirección, el • buzamiento y el grado de frac-
turación de las rocas influyen en el desarrollo y la forma de
estos esculpidos eólicos. Se presentan com o cerros aloma­
dos de perfil longitudinal disimétrico, alineados parale­
lamente a la dirección del viento, con el frente de barlo­
vento redondeado y extrem o a m enor altura y afilado a
sotavento (Fig. 20). El tamaño de estas form as aerodinámi­
cas, presentes en el corazón hiperárido de todos los gran­
des desiertos, varia desde unos pocos metros hasta varios
centenares de longitud, algunos metros de altura y hasta
25-30 de anchura. Están separados por pasillos o corredo­
res excavados por el viento.

En estos escenarios, también en rocas poco consolida­


das com o las areniscas y los sedimentos de antiguas depre­
Fig.19. Superficie rocosa d e calcreta pulim entada p o r la abrasión
siones lacustres, coronados por materiales cementados en
eólica. Al fo n d o m odelado fungiform e por la acción del viento.
(Desierto Blanco, Egipto).

tos dominantes y separadas por aristas más o menos agu­


das. El viento puede erosionar más de una cara, si bien las
formas más com unes son aquellos cantos m odelados en tres
caras y de perfil m ás o menos piramidal, que se conocen
con la palabra alemana dreikanter. Las superficies rocosas
desnudas también pueden exhibir evidencias de la abrasión
eólica en forma de superficies pulimentadas y facetadas
que ofrecen un aspecto de oleaje rocoso (Fig. 19). Otras Fig.20. Yardan g m odelado sobre calcreta. Las fracturas
propician un a m ayor eficacia de la acción eólica
huellas se expresan en pequeñas oquedades (pits), acana­
(Desierto del Oeste, Shara al-Garbiya, Egipto oriental).
laduras (flutes) y surcos (grooves). En ocasiones, es difícil
adscribir estas form as con exactitud a las acciones eólicas,
forma de costra, la abrasión es m uy activa y eficaz en las
porque rasgos similares pueden ser producidos por la ero­
partes inferiores y vulnerables de estos relieves. El resul­
sión hídrica y los procesos de meteorización.
tado es un modelado fungiforme, en form a de seta

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Formas de modelado por abrasión y deflación, a m edia­ (Fig.21). Uno de los escenarios más impresionantes de estas
na escala, en rocas de estructura granular, en arcillas y form as de modelado eólico, extendidas en cientos de kiló-
Fig.22. Vasto c a m p o de ya rd a n gs y form as a ch a m p iñ o n a d as en
el D esierto del O e ste (Egipto oriental).

Fig.21. M o d e la d o en seta e n antig m etros cuadrados, es el llam ado Desierto Blanco en el


Desierto del Oeste, Sahra al-Gharbiya, Egipto (Fig. 22).

rior y el basal (Sahra al G l La presencia de form as de erosión a gran escala fue


detectada desde el com ienzo de las prim eras exploraciones
por estas regiones áridas; sin embargo, su magnitud sólo ha
sido apreciada gracias a las imágenes sum inistradas por los
satélites. En el Sahara oriental se hallan cuencas de defla­
ción de varias decenas de m etros de profundidad y más de
100 km de largo, algunas están orientadas siguiendo líneas
de • drenaje, y otras, localizadas en am plios corredores
entre • dunas, y en am bos casos con sus ejes alineados
según la dirección de tos vientos prevalentes. En realidad,
estas grandes cuencas han tenido unos procesos de m ode­
lado m ucho más com plejos que la única acción eólica. En
m uchos casos su tamaño aparece relacionado con la tectó­
nica, com o puede apreciarse con la presencia de fracturas,
con procesos y m odelados fluviales heredados, m eteoriza­

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Fig.23. L ago salado d e a g u a s som eras de A l-Bahrayin (D os
ción, etc. Son cuencas que tienen un origen poligénico, si
mares), próxim o al oasis de Siw a (D epresión d e Qattara, Egipto!
O bsérvese la costra salina precipitada e n su s bordes. bien la actividad eólica desem peña una acción primordial.

32
Probablemente, la más im portante concentración de este ocupan, de media, alrededor del 20 % de sus superficies;
tipo de grandes cuencas se halle en el noroeste de Egipto, aunque menos del 1% en los desiertos de Am érica del Norte
donde se extienden por m ás de 70000 km 2. Destaca la y del Sur y hasta el 50 % en los desiertos australianos.
Depresión de Qattara, la m ás profunda de todas las cuen­
Las m ás pequeñas acum ulaciones eólicas de arena son
cas, de 134 m bajo el nivel del m ar Mediterráneo. En su
los • ripples, rizaduras u ondulaciones originados en el
sector suroccidental, en el área del oasis de Siwa, se hallan
flanco barrido por el viento. Aparecen en una sucesión de
alojados extensos lagos de agua salobre por afloram iento
pequeñas crestas u ondulaciones con una altura de alrede-
de los • niveles fre áticos (Fig. 23). Su desecación a causa de
la intensa evaporación produce, en sus fondos arcillosos, la
precipitación y la form ación de una costra salina. A estas
grandes depresiones, restos fósiles de grandes lagos, se las
conoce com o «* s e b ja s o se bkhas.

Otras grandes cuencas y corredores atribuidos a la acción


eólica se encuentran en el Desierto del Oeste de Egipto
(Farafra, Dhakla y Kharga), sur de Túnez, sur de Argelia,
Tibesti y Tassili en el Sahara central, desierto líbico, desierto
del Lut (Sureste de Irán), suroeste de Australia y otros desier­
tos. En general, estas cuencas se desarrollan, preferen­
temente, en sedimentos escasamente consolidados por pro­
cesos combinados de deflación y abrasión, y suelen tener una
larga y compleja historia geomorfológica.

itos eólicos: estructuras

Las acum ulaciones de sedim entos transportados por el


viento destacan en las regiones secas de todo el m undo y a
lo largo de m uchas costas arenosas y amplias. A las grandes
acumulaciones de arena se las consideró, durante mucho
tiempo, el paisaje exclusivo o casi de los desiertos, ya que
las rutas de caravanas seguían, preferentem ente, los corre­
dores entre las dunas. No obstante, las construcciones
dunares son las que expresan m ás frecuentem ente la

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acción del viento en la m orfogénesis de las regiones áridas
y las form as m ás llam ativas de los desiertos, pese a que
arena se realizan en áreas de topografía llana, el erg es diná­
mico y ofrece una gran movilidad; mientras que si se localiza
en depresiones topográficas, a la sombra de barreras topo­
gráficas o en zonas con vientos de baja energía, su movilidad
es escasa y se le conoce com o erg estático. Algunos ergs
cubren decenas de miles de kilómetros cuadrados, como los
grandes ergs saharianos (Gran erg occidental, Gran erg orien­
tal, erg Iguidi) y de la península arábiga (erg Roub al Khali).
El paisaje de estos arenales suele mostrar una alternancia de
alineaciones de dunas paralelas, conocidas en el Sahara como
• draa, amplios pasillos llamados • gassi, si aflora el subs­
trato rocoso, y • feidj, si se hallan cubiertos por la arena.

Fig.25. El erg es u n extenso cu erpo de arena q u e se halla Los m antos de arena (Fig. 26) son tam bién vastos cuer­
e n los gra n d e s desiertos, especialm ente e n los del
pos de arena, sin dunas o con algunas de pequeña enverga­
hem isferio norte (Erg C hebbi, suroeste de M arruecos). .
dura, y se originan en terrenos de topografía subhorizontal
o con suaves declives. Com o los ergs, su formación es poli-
dor de un centím etro y espaciadas algunos centím etros. Los
génica, interviniendo la topografía llana, la prevalencia del
ripples se orientan perpendiculares a la dirección del vien­
viento, el tam año del grano del m aterial fino, la presencia
to, son disim étricos y su cara de barlovento presenta mayor
de m antos freáticos som eros y costras superficiales, las efí­
pendiente que la opuesta. Por lo general, estas ondulacio­
m eras • e sco rre n tía s de los ocasionales aguaceros, etc.
nes son asim étricas y presentan unas crestas que pueden
ser agudas o redondeadas (Fig. 24). Tienen una gran m ovi­ La sedimentación y las construcciones dunares correlati­
lidad y son efímeros. Aunque de pequeño tamaño, tienen vas son las que expresan más comúnmente la morfogénesis
características sim ilares a las dunas. Son form as om nipre­
sentes en los extensos arenales de los desiertos.

Las m ayores acum ulaciones de arena se hallan en los


ergs (Fig. 25) y en los m antos d e arena. Los primeros,
conocidos también como mares de arena, son vastas superfi­
cies, de forma y extensión m uy variables, que albergan diver­
sos tipos de dunas. En su génesis y evolución intervienen la
disponibilidad de grandes volúmenes de arena, las condicio­
nes climáticas hiperáridas, una importante energía del vien­

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to y una topografía adecuada. Cuando los suministros de
c re sta

d ire c c ió n del vien to


e 0 lo

ca^a % o o.
í
%
%

lá m in a s o p l a c a s x
d e a re n a q u e d e s liz a n
e n la c a r a a s o ta v e n t o
10-15° 30-35°

Fig. 27. C o m p o n e n te s básicos del perfil transversal de un a duna-tipo.

del viento en los dominios áridos y los sectores costeros, por La form a básica de una duna originada por un viento de
la extensión de los espacios que recubren, la diversidad de dirección única es la asim etría en su perfil transversal. Este
tipos y las considerables dimensiones que alcanzan en oca­ tipo de duna tiene una larga cara inclinada suavemente (con
siones. Las dunas son las acumulaciones eólicas más caracte­ un ángulo de 10 a 15°) en la dirección del viento (barloven­
rísticas y conocidas. Las partículas transportadas por el vien­ to) y otra opuesta (sotavento) m ás corta y escarpada, por
to caen cuando la efectividad del medio de transporte dismi­ donde se desliza la arena grano a grano o en placas. Los gra­
nuye. Normalmente, esta disminución está motivada por la nos de arena depositados en la cara de deslizamiento sue­
presencia de una superficie de desplazamiento rugosa o de un len originar una estratificación entrecruzada como respues­
obstáculo, por una sobrecarga de los materiales transporta­ ta a los cam bios en los vientos dominantes. El um bral del
dos o bien por la inestabilidad en el flujo de viento. ángulo de estabilidad para que se produzcan o no desliza-

Umbral. En la ciencias de la Tierra, se


Fíg. 28. Barjana de le identifica como un valor o estado crítico
ta m a ñ o m e d io en del medio natural o medioambiental que
form a característi­
actúa como limitador de cualquier proceso.
ca de m edia luna,

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con ripples e n la Son como los fusibles de la naturaleza o del
cara de barlovento sistema ambiental.
(Sahara oriental).
mientos se halla entre 30 y 35° (Fig. 27). Las tasas de m ovi­
miento de la duna dependen, a la vez, del tipo y tamaño de
la duna y de la frecuencia y fuerza del viento necesario para
provocar el movimiento de la arena. Tasas de desplaza­
miento de 10 a 20 metros/año son las más comunes.

Fig. 29. D u n a s barjanoides, m u y frecuentes e n los desiertos.


Form an gra n d e s alineaciones de perfil feston ado perpendiculares
a la dirección del vie nto (G ran erg occidental. Sahara).

Se diferencian una gran cantidad de tipos de dunas en


función de sus rasgos, si bien las clasificaciones m ás com u­
nes se apoyan en dos características básicas: form a externa
de la duna y posición y núm ero de las caras de desliza­
miento que presenten. La form a es el principal factor con­
siderado, pero las características de las caras de desliza­
miento son importantes, puesto que suministran información
acerca de la naturaleza de los vientos que las configuran.
Dirección y velocidad del viento, sum inistro de arena, pre­
sencia de vegetación y obstáculos topográficos son también
im portantes factores que influyen en la morfología. Los
tipos básicos de dunas son:

$ B a rk h a n a o b a rja n a . Son dunas solitarias en forma

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de m edia luna generadas por el viento que sopla constan­
tem ente en una sola dirección. Son dunas asim étricas que
Fig. 30. Seif. D u n a longitudinal de afilada cresta. Obsérvese el
transporte d e arena por el viento e n la parte superior de la cresta presentan una pendiente suave del lado de barlovento y
otra más abrupta a sotavento. Los granos de arena ascien­ las exten sas ond u la cio nes de los com plejos transversales
den por la pendiente cara al viento y al llegar a la cresta son las dun as b a rja n o id e s (Fig. 29).
caen por la pendiente opuesta form ando un talud de pro­
D un as lineales. Tam bién conocidas con el térm ino
nunciada inclinación. De este modo, la duna avanza len­
árabe de • s e if (duna de espada), que alude a las largas
tamente en la dirección del viento hasta unos 15 metros
crestas de arena con bordes acusados, longitudinales y
por año. Su tamaño suele ser m odesto, tres o cinco m etros
paralelas entre si y a la dirección del viento dom inante
de altura, aunque las m ayores pueden alcanzar los 30 m.
(Fig.30). Pueden extenderse a lo largo de m uchos kiló­
Cuando la dirección del viento es casi constante, la forma
m etros y alca nzar alturas de varias decenas de metros.
en media luna o croissante (creciente) es casi sim étrica
(Fig. 28); si no es así, una de las puntas crece y se extien­ Dunas parabólicas. Son dunas con cierto parecido a las
de más que la otra. barjanas, porque tienen form a de U en planta; sin em bar­
go, sus brazos apuntan en dirección contraria al viento en vez
Duna} transversales. Se o riginan allá donde hay
de en su m ism a dirección. Suelen form arse allá en donde
abundancia de arena, ve getación inexiste nte o m uy
existe una vegetación rala en el área de barlovento. Este
escasa y son uniform es los vie n to s predom inantes. Las
tipo es bastante com ún en los bordes de los desiertos y en
dunas form an un co n ju n to d e largas cre sta s separad as
las zonas costeras.
por hondonadas y o rie n tad a s p erpend icu larm en te re s­
pecto de la d irección princip al del flu jo de arena tra n s­ Dunas piram idales o en estrella. Son las dunas masivas
portado por el viento. En los grandes desiertos, com o el que alcanzan las m ayores alturas en los ergs, pudiendo
Sahara occidental, este tipo de d u nas alca nzan alturas rebasar los 300 metros. Presentan form as com plejas con
que rebasan los 200 m etros y pueden e xte n d e rse en d is­ varios brazos radiales, divergentes desde la cim a (Fig.31).
tancias que superen los cien kilóm etros. Un tipo d e duna Su form a indica que los vientos que las originan son varia­
de estructura interm edia en tre los barjanes aisla d o s y bles. Se localizan en zonas de gran deposición de la arena

www.FreeLibros.org d e proporciones masivas, con crestas de arena que irradian de la cima (Erg Chebbi, suroeste de Marruecos).
con crecimientos anuales de varios centím etros. Sus des­
La erosión eólica, un proceso de
plazamientos son bastante lentos.
desertificación
% Nebkhas. Son pequeñas dunas originadas por el obs­
táculo que la vegetación u otro obstáculo oponen al vie n ­ La Convención de Naciones Unidas de • lucha contra

to. Tienen un contorno en flecha y a veces elíptico en plan­ la d e se rtifica ció n (CCD, 1994) reconoce a la erosión por el

ta, alargado en la dirección del viento. La arena se acum u­ viento com o uno de los procesos destacados de la deserti­

la a sotavento del arbusto o mata (Fig.32). Son form as que ficación, en particular en los paises secos. A escala global,

suelen construirse rápidamente cuando el viento cargado no es un problem a am biental tan serio com o la erosión por

de arena sopla con cierta intensidad y en dirección cons­ el agua; sin embargo, afecta severam ente a muchas regio­

tante. Sus dim ensiones son proporcionales a las del abrigo nes áridas y sem iáridas de la Tierra. El paisaje final es el

bajo el que se extiende, siguiendo la dirección de los vien­ clásico desierto de dunas.

tos dominantes cargados de arena.


La erosión eólica es un fenóm eno natural, pero puede
ser notablem ente increm entada por acciones hum anas ina­
decuadas tales com o el laboreo excesivo o inadecuado,
ciertas form as y tipos de cultivo, el sobrepastoreo, las rotu­
raciones de la cubierta vegetal, la supresión de las plantas
rastreras, la utilización de áreas marginales, la reducción
en la rotación de cultivos, las talas indiscriminadas, la
quem a de rastrojos, los incendios, etc., cuyo resultado es
la reducción, degradación e, incluso, desaparición de la
cubierta vegetal. Y un suelo despojado de su cubierta pro­
tectora es extrem adam ente vulnerable a la erosión eólica,
especialm ente en las regiones con escasas lluvias. Por ello,
la m anera más eficaz para el control de este tipo de ero­
sión del suelo es mantener la cubierta vegetal, medida
tam bién m uy eficaz para el control de la erosión por agua.

Fig. 32. N ebkhas. P e qu eñ as d u n a s e n form a de fle­


ch a q u e se h a n form ad o a sota ve n to de la vegeta­

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ción. C u a n d o tienen d im en sione s suficientes, sobre
ellas, se form an ripples. Por lo general, tienen m enos
de u n m etro de altura y n o m ás de d o s d e longitud.
Salinización. Proceso de enriqueci­
miento del suelo en sales solubles como los
cloruros y sulfatas de sodio y magnesio. Es
un proceso que se origina, principalmente,
en ambientes áridos y semiáridos por causas
naturales o bien inducido por el hombre por

D ire c c ió n d e l vie n to un uso inadecuado de las aguas de riego. Es


un importante factor de desertificación.

altu ra

Ó ^ y
cu ltivo

-y , ^ ^ -y . ^ ^

s u e lo

longitud efectiva protegida= 6 a 10 x altura de la barrera

Fig.33. Relación entre la altura del corti o s y la lo n gitu d efectiva del área protegida contra la erosión del viento.

Los efectos m ás notables de la erosión por el viento son: -Efectos sobre los cultivos. El im pacto de la deflación
y abrasión, que rem ueve las sem illas y, si han nacido las
-Sobre los suelos, especialmente los agrícolas: pérdidas
plántulas, puede desenraizar, arrancar, herir, arrasar, rom ­
de materiales finos con las correlativas alteraciones de la
per o destruir arbustos y árboles. La deposición de m ate­
textura, disminución de la retención de humedad, aumento riales ocasiona el enterram iento de sem illas y plántulas, el
de la erosionabilidad y disminución de la productividad. • a te rra m ie n to de cultivos, la form ación de costras.
Desecación del suelo con la consiguiente pérdida de cubier­ Adem ás, la erosión y los depósitos eólicos pueden transm i­
ta vegetal y aumento de la erosionabilidad. Pérdida de tir patologías a los cultivos. M edidas eficaces para reducir
nutrientes, lo que acarrea la dism inución de m ateria orgá­ la erosión eólica son el dejar y extender, en el suelo, los
nica y de productividad. Depósito de sales transportadas por residuos vegetales de los cultivos al levantar la cosecha, y

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el viento, lo que provoca la I sa lin iza ció n del suelo y una construir cortavientos, es decir, barreras vivas con árboles

alteración de la textura. o arbustos que obstaculicen el viento. Se estim a que la

39
superficie protegida por las barreras cortavientos es de las lluvias de barro, con im portantes consecuencias sobre
entre seis y quince veces la altura de la barrera (Fig. 33). cultivos, ecosistem as y población.
Estas técnicas, adem ás de reducir la erosión por el viento
Conocer bien los m ecanism os de la erosión eólica, eva­
y conservar el recurso, favorecen e increm entan el conte­
luar las tasas de pérdida de suelo debidas a este proceso,
nido de humedad en el suelo.
desarrollar y aplicar program as específicos de prevención,
-Por último, la erosión, el transporte y la sedim enta­ mitigación y rehabilitación en los territorios afectados o
ción por el viento pueden ocasionar el sepultam iento de las que potencialm ente puedan estarlo, son tareas urgentes
áreas de cultivo y de poblados enteros, com o ocurre en el para que el deterioro que ocasiona la erosión eólica no dis­
sur de Marruecos, Argelia, Mauritania y otros países saha- m inuya o destruya el potencial biológico de la tierra de las
rianos (Fig. 34). También produce las torm entas de polvo y regiones secas ni produzca la degradación de las condicio­
arena que pueden ser arrastradas por la lluvia y ocasionan nes de vida y la expansión de los desiertos.

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Fig.34. Invasión de u n o a sis p o r la arena. Este p ro ceso im placable es bastante comii
periféricos. Constituye u n o de los ejem plos m á s dram áticos d e la desertificación. Si'
El ciclo del agua, ciclo hidrológico
3 o ciclo hidrogeomorfológico

El clima es el principal agente activo de la erosión, por m uchas razones, entre otras, por ser el factor determi­
parámetro dinám ico de los sistem as am bientales, y la ero­ nante en el m odelado del paisaje, por su significado en los
sión parte de la dinám ica evolutiva del planeta. Su consi­ procesos hidrológicos y geom orfológicos y por su im portan­

deración en los estudios de erosión es básica y se justifica cia en los fenóm enos químicos, biológicos y bioquímicos.

i o n

condensación

precipitación

transpiración

movimiento
del aire húm ed o
evaporación
*
* infiltración

d e sd e el suelo

evaporación ,
e v a p o ra c ió n d e sd e la g o s y rios „nrte

ríos
\a g o s y
¡rfanea bacía
océano
s u b te '
flujo d ® 39°®
subterránea S i. —
flujo d e a9U3

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zo n a im perm eable - acuíferos

Fig. 3E
De todas las variables clim áticas, son las p re cip ita ­ Un ciclo clim ático básico en to do s los procesos que
ciones y las corre lativas escorrentías las que liberan m odelan los paisaje s es el conocido com o ciclo del agua,
m ayor energia en los procesos de erosión. El agua se des­ ciclo h id rológico o ciclo hidrogeom orfológico que expre­
plaza en un continuum atmósfera-superficie terrestre y sa la circulación del agua y su s efe cto s en la superficie
supe rficie terrestre-a tm ó sfera , fra n q u e a n d o um brales de la Tierra. En concreto, es el fenóm eno global de la
y discontinuidades en función de los niveles de energia naturaleza en el que el agua d e la sup e rficie terrestre
potencial de cada sistem a, variables en e l tiem po. Es el atraviesa sucesivas etapas, al pasar de la atm ósfera a la
clim a el que determ ina las grandes d iferencias de e ro ­ supe rficie terrestre y de ésta de nuevo a la atm ósfera
sión entre unas regiones y otras, a través del efecto (Fig. 35). El ciclo e s el resp on sab le de un gran núm ero
directo del régim en de precipitaciones y del efecto indi­ de p roce sos hidrológicos, geom o rfo ló gicos y biológicos,
recto sobre la cubierta vegetal. adem ás de tener una im p ortancia vital para el hombre,

D is t r ib u c ió n g l o b a l d e l a g u a e n e l p la n e t a T ierra

V o lu m e n % del total % de agua


(1000 k m 3) del a g u a dulce

O c é a n o s y m ares .......................................... ........13 38 00 0 ................ ................ 96,5 ...............


Casquetes polares, glaciares
y nieves p e r m a n e n te s ..................................... .................. 1,74 ............. ................ 68,7
A g u a s su b te rrán e a s ...................................... ........... 2 3 4 0 0 .................. .................. 1,70 ..............
dulces ....................................................... .......... (1 0 5 3 0 ) ................. ................. (0,76) ............ ................ 30,1

salinas ....................................................... .......... (1 2 8 7 0 ) ................. ................. (0,94) ............ ................


H u m e d a d e n el s u e l o ..................................... ................ 16,5 ............... .................. 0,001 ........... .................. 0,05
H ielo su b te rrá n e o y su e lo sie m p re h e la d o ....... ...............3 0 0 .................. .................. 0,022 ........... .................. 0,86
Lag os ........................................................... ...............176,4 .............. .................. 0,013 ...........
d e a g u a dulce ............................................ ...............(91,0) ............. ................ (0,007) .......... ................. 0,26
d e a g u a sa la d a ........................................................(85,4) ............ ................ (0,006) .........
A tm ó sfe ra ................................................ ............... 12,9 ............. ................. 0,001 .......... .................. 0,04
A g u a en z o n a s p a n ta n o sa s ............................ ................ 11,47 ............. .................. 0 ,00 08 ......... .................. 0,03
Ríos ............................................................. .................. 2,12 ............ .................. 0,0002 ........ ................. 0,006
A g u a b io ló g ica (e n los seres vivientes) .......... ...................... 1,12 ............ ................. 0,0001 ........ ................. 0,003
Total ........................................................... ....... 1 3 85 98 4 ................. ..............100,0 ............. .............. 100, 0

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:k, P. H„ 1996: Water resources. In Encydopedia o fC lim a te a n d Weather. Ed. S.
H. Schneider, Oxford University Press, Nueva York, vol, 2: 817-823
especialm ente en lo que se refiere a los recursos ren o ­
vables de agua dulce.

El volumen de agua contenida en toda la Tierra es de


alrededor de 1,39 billones de km 3; de este vasto volumen, el
96,5 % se halla en los océanos y mares. Aproxim adam ente
el 1,7 % es almacenado en los polos, glaciares y nieves per­
manentes, y otro 1,7 % se halla en los ríos, lagos, aguas sub­
terráneas y en el suelo. Finalmente, el 0,1 % se halla en forma
de vapor de agua en la atmósfera. La tabla de la página
anterior recoge una estimación de la distribución global del
agua.

La estimación de las aguas subterráneas es particular­


mente dificultosa. Los datos varían ampliamente según las
fuentes, aunque el valor que se ofrece en esta tabla es el más
ampliamente aceptado. Según las cifras indicadas, las
aguas subterráneas constituyen, aproximadamente, el 30 %
del agua dulce, mientras que el hielo (incluyendo los cas­
quetes polares, glaciares, nieves eternas, hielo subterráneo y
permafrost -suelo siempre helado) representa alrededor del
70 %. Otras estimaciones dan para las aguas subterráneas y
hielo los valores del 22 % y 78 %, respectivamente.

Lo cierto es que el movimiento de este agua global im pli­ Fig.36.- El a g u a es la principal herramienta escultórica
ca una am plia serie de procesos, entre los que destacan: de la naturaleza q u e m odela los paisajes.
evaporación, condensación, precipitación, interceptación, (Nacimiento del rio M u n d o , conocido co m o Los Chorros, Albacete)

transpiración, circulación, erosión, transporte, acum ula­ Del conjunto de m ecanism os involucrados en el ciclo
ción, infiltración y de nuevo evaporación y precipitación. Tan hidrogeom orfológico, los más directam ente enlazados con
sólo el 1,7 % de agua que se halla en estado líquido en la la erosión son las precipitaciones, en concreto el choque o
superficie, o próximo a ella, de las tierras emergidas es el golpeteo de las gotas de lluvia contra el suelo (erosión plu­
responsable del modelado de los paisajes (con excepción de vial), y las diversas form as de circulación del agua sobre ta
los litorales) y de los procesos de erosión. El agua, en los esta­ superficie de las tierras em ergidas y sus im pactos (erosión
h íd rica ) (Fig. 37). C on frecuencia, a am bos tipos de ero ­

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dos líquido y sólido, es la gran herramienta escultórica de la
naturaleza, es el lápiz que con el tiempo ha ido modelando sió n se los engloba bajo la denom inación com ún de erosión

los paisajes terrestres (Fig. 36). hídrica o erosión por agua.


transpiración

lluvia evaporación
y transpiración

er°sión lam¡nar evaporación


suelo
y Por ¡mpacto

fíU¡° SuPerfic¡ai
ro c a infiltración
m e te o riz a d a
curso fluvial,
lago, mar, océano
" u' ^ uteuperf
p e r c o la c ió n 'cía/

ro c a
su b ya ce n te

agua subterránea flujo subterráneo

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Fig.37.- Principales m ovim ientos involucrados en el ciclo h id ro ge o m o rfo ló gico y su repercusión e n los flujos hídricos y erosió n del suelo.
La erosión del suelo por el agua:
4 un problema endémico

La erosión del suelo por el agua es un fenóm eno com ­ ticas de cultivo incorrectas, el uso abusivo de maquinaria
plejo de degradación por el que los horizontes m ás supe r­ agrícola pesada, las transform aciones del paisaje por las
ficiales son arrancados y desplazados. El proceso im plica la vías de com unicación y la expansión del fenóm eno urbani­
rotura de los agregados de partículas sólidas y su trans­ za d o s que altera las redes de drenaje naturales, en unas
porte. Los fenóm enos de erosión del suelo por la lluvia y los ocasiones im perm eabilizando im portantes superficies de
flujos de agua q u e g e n e ra (e sc o rre n tía s) han sid o y terreno y, en otra s ocasiones, concentrando los im portan­
siguen siendo considerados com o problem as, en particular tes flujos de agua que se generan tras las lluvias copiosas,
en aquellas regiones donde el vigor del relieve, la agresi­ etc. En m uchos países, la percepción de esta nueva crisis
vidad de las lluvias y la secular deforestación de laderas, está en el origen de las cam pañas de inform ación y sensi­
con frecuencia al lím ite de las posibilidades agrícolas, pre­ bilización de los agricultores y de las actuaciones de lucha
sentan condiciones particularm ente favorables para el contra la erosión. Iniciativas propiciadas, tanto a nivel
desencadenam iento de crisis erosivas m ás o m enos agudas. local com o regional, por los departam entos de agricultura
y de m edio am biente de las adm inistraciones publicas.
En efecto, las grandes fluctuaciones de la erosión han
estado y siguen estando en relación con la extensión de la La m agnitud y la incidencia que la erosión tiene por
deforestación y la roturación de tierras para el cultivo todo el mundo, la diversidad de casos que es posible iden­
durante períodos de prosperidad y d e presión dem ográfica tificar, perm iten reconocer y resaltar, por un lado, que los
para satisfacer las crecientes necesidades, com o ocurrió problem as son provocados por actores diferentes, y por
durante el siglo XVIII, por ejem plo, y tam bién con la regre­ otro, que la erosión de los suelos encierra, de hecho, un
sión y abandono de cultivos y prácticas de conservación de conjunto de procesos que no son idénticos en todas partes.
suelos (períodos de guerras, epidem ias, desvalorización
La erosión de los suelos por el agua produce la desa­
de la agricultura de secano, etc). Bajo condiciones
gregación y el transporte de las partículas bajo la acción
ambientales favorables, el abandono de las tierras cultiva­
com binada de la lluvia y la fracción de agua que escurre
das en fuertes pendientes ha perm itido una im portante
por la supe rficie del te rren o o cerca de ella. La cantidad
progresión del matorral, de las praderas y de los bosques.
de suelo que es exportado fuera del sistem a que se con­
Desde hace unas cuatro décadas, otros fenóm enos han sidere (puede ser una parcela de cultivo, una ladera, una
originado una nueva crisis erosiva con fuerte incidencia en cuenca hidrológica, etc.) depende de las fuerzas que actúen

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la degradación de los territorios afectados: la frecuencia e sobre el suelo a través de los agentes y de las resistencias
intensidad de los incendios forestales, determ inadas prác­ que el suelo sea capaz de oponer (Fig. 38).
Fig.3 8 .- Principales factores q u e afectan a la ero sió n p o r agua.

La erosión y degradación del suelo son m ecanism os El p o rce n ta je d e a grega d o s e sta b le s en agua y su
en los que intervienen m uchos factores; sin em bargo, la d istrib u c ió n de tam años, ju n to co n e l grado de e sta b i­
elim inación de la cubierta ve getal desem peña una fu n ­ lidad de la estructura , ind ica n el gra d o de resistencia
ción esencial, desencadenante de los procesos de d e gra ­ de un su e lo fre n te a los fa cto re s externos. Por otro
dación física y quím ica del suelo; adem ás, lo fragiliza lado, de los m odos d e acción de la llu via y de los flujos
ante la • e r o s iv id a d de las lluvias. De estos procesos, la de agua en su p e rficie o cerca de e lla d ep ende el tipo y
degradación de la estructura, y en ella, la e sta b ilidad de las fo rm a s d e erosión. Sin e m bargo , si se destruyen los
los agregados, cum ple una función prim ordial en la ca p a ­ agregados, pero el a ge n te d e e ro sió n no es cap az de

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cidad de retención hídrica, la erosionabilidad del suelo, m overlos, no se p ierd e su e lo y las p a rtíc u la s pueden
la dinám ica hidrológica, la form ación de costra s y la e ro ­ regene rarse p o sterio rm en te . De form a a ná loga, si no se
sión por salpicadura. a lte ra n los agregados, por ele va d a q u e sea la capacidad
de transporte, ta m p oco h ay p é rd id a de su e lo (G iráldez, parrón. La talla media aum enta con la intensidad hasta un
1998). La e ro sio n a b ilid a d del su e lo d ep ende d e la te x ­ m áxim o que oscila entre los 70 y los 100 mm/h; m ás allá
tura, la e structura , la d e n sid a d d e los agrega d o s, de sus de este límite, el choque de unas gotas contra otras en la
com ponentes qu ím ico s, m in e ra le s y o rgá n ico s, de la caída puede reducir su tam año antes de chocar contra et
estabilidad m ecánica. suelo.

En un aire en calm a, una gota con un diám etro de 0,1


mm cae verticalm ente a unos 25 cm /sg (0,9 km/h), una de
0,5 m m cae a 2 m /sg (7,2 km /h) y una de 5 mm a 9 m/sg
(32,4 km/h). Sin embargo, lo más frecuente es que las
gotas se precipiten form ando un ángulo oblicuo por la
La erosión pluvial y sus consecuencias acción del viento que las em puja lateralm ente, incluso con
velocidades de pocos m etros por segundo.
La energía cinética de las gotas de lluvia es el prim er
elemento determ inante d e la erosividad de la lluvia. La inte nsid a d d e la lluvia constituye otro aspecto
Depende del diám etro y de la velocidad de las gotas y se fu ndam en tal d e la erosión pluvial. Se designa intensidad
expresa según la fórm ula a la cantidad de agua que cae (en m m o l/m 2) por un i­
dad de tiem po y superficie. Suele va ria r a lo largo del
a gu acero y se exp resa en mm. h"1. Se m ide con pluvió­

donde m etros de registro a uto m ático o con pluviógrafos, sie n­


do los período de tiem po m ás utilizados los de 1, 5, 10,
E c = energía cinética (en julios); 15, 30 y 60 m inutos. Es uno de los factores que determ i­
m = m asa (kg); nan la agresividad de la lluvia.

v = velocidad de caída (m/sg)


Las intensidades de las lluvias se suelen clasificar en:

El d iám e tro de las gotas e s m uy variable, cada c h a ­ In t e n s id a d d e la llu v ia y e v a lu a c ió n


parrón posee un espectro de ta m añ os de go ta s en e l que
la m ayoría de las m ás grandes se sitú a n en tre 2 y 3 mm In te n sid a d (e n m m .h _1) Evalu ación

de diám etro. Las llu vias exc e p cio n a le s pueden producir


<2 suave
gotas d e 5 o 6 mm. C uan do las go ta s o scila n entre 0,04
y 0,5 mm, se las den om in a llovizna, y cu ando están 2-20 m o d e ra d a
com prendidas en tre 0,001 y 0 ,0 4 mm, se tra ta de nubes
20-50 fue rte
o de niebla.

50-90 m u y fue rte


En ausencia de viento, la velocidad de las gotas

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aumenta exponencialm ente con su diám etro, tam año que
>90 torrencial
está estrecham ente relacionado con la intensidad del cha­
Evaluaciones de cam po realizadas con aparatos regis­ do durante 15 minutos). En una tormenta o aguacero, es nece­
tradores en gran núm ero de torm entas m uestran que cuan­ sario, pues, diferenciar tres tipos de intensidades: la intensi­
to m ayor es la intensidad de una lluvia, m enor e s su dura­ dad global (por ejemplo, 20 mm), la intensidad instantánea
ción. También que las relaciones intensidad-área afectada
en un momento dado (p. ej., 60 mm) y la intensidad máxima
demuestran que al aum entar la superficie que registra una
(p. ej., 150 mm). Normalmente, las lluvias de alta intensidad
lluvia, dism inuye su intensidad.
son muy localizadas, lo que dificulta la generalización de las
Es importante distinguir la intensidad instantánea (por interpretaciones a territorios o cuencas extensas.
ejemplo, se dice que una lluvia cae con intensidades de 100
mm/hora) y el tiempo durante el cual se mantiene esta inten­ Algunos ejem plos de lluvias copiosas en las regiones
sidad (por ejemplo, la intensidad precedente se ha manteni­ m editerráneas españolas son:

L lu v ia s d ilu v ia n a s e n la v e r t ie n t e m e d it e r r á n e a e s p a ñ o la

Estación Total (m m ) T ie m p o (horas) Mes y Año

B a rce lon a (Cataluña) 250 24 N ov.1962


Fig u e re s (C a ta lu ña ) 440 24 Nov. 1971
T a rra g o n a (Cataluña) 280 24 Oct. 1930
V alce b olle ra (Cataluña) 404 24 Oct.1982
Barcelona 187 24 Sep.1953
U u c (Baleares) 350 24 M a rz .1 9 8 4
Solle r (Baleares) 329 24 Oct. 1959
S o n Torrella (Baleares) 504 24 Oct. 1978
Llucm ajor (Baleares) 150 7 Sep. 2001
Valencia 263 24 Nov. 1956
O liva (Valencia) 817 24 Nov. 1987
Pobla d el D u c (Valencia) 790 24 Nov. 1987
Su m acarce r (Valencia) 520 24 Nov. 1987
C a p d e S. A n t o n i (Alicante) 410 24 Oct. 1957
Jávea (Alicante) 878 24 Oct. 1957
A licante 270 24 Sep. 1997
M u rc ia 330 24 Nov. 1987
A b a r á n (M u rcia) 230 5 Sep. 1989
M u ía (M u rcia) 194 10 Oct. 1986
Sa n Javier (M u rc ia ) 304 22 Nov. 1987
P o z o Estrecho (M u rc ia ) 160 24 Oct. 2 0 0 0
C a rta g e n a (M u rcia) 76 1 Oct. 2 0 0 0

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P u rch en a (A lm e ría) 233 24 Oct. 1973
Z u rg e n a ( A lm e ría ) 600 5 Oct. 1973

Fuente: Instituto Nacional de Meteorol


El im p acto ero sivo de los a gu a ce ro s torrenciales, I30 = intensidad de la lluvia en 30 m inutos. Este Índice

considerando com o ta les a q u e llo s que registran un fue propuesto por W ischm eier (1958) y W ischm eier y Smith
máximo diario su p e rio r a 75 m m ., radica en la elevada (1978) al estudiar la correlación entre la intensidad de las
intensidad h o ra ria de las lluvias. En to do s los eventos precipitaciones y la erosión en un suelo bajo unas deter­
recogidos en la tabla, se registra ro n in te n sid a d e s m á xi­ m inadas condiciones. Hallaron que los valores más eleva­
mas en tre 50 y 100 m m /hora, con m áxim o s in sta n tá n e ­ dos de erosión correspondían con periodos de precipita­
os que rebasaron el um bral d e los 300 m m /hora. Llu vias ción m áxim os próxim os a los 40 m inutos. Ante la dificultad
m editerráneas con ta le s in te n sid a d e s son ca p a c e s de de tratar con estos im precisos intervalos de tiempo, adop­
desm antelar d e ce n as d e to n e la d a s por km 2 de suelo en taron com o intervalo-tipo el de 30 m inutos, que se ha
pocas horas, so bre to d o cu ando éste, despu és de un generalizado com o l30.
largo y seco verano, se halla bajo un a fu erte te nsión
hídrica y d isp o ne de una e sca sa ve ge ta ció n protectora Este Índice, de difusión mundial, sum inistra una buena

en am plias superficies. idea de la capacidad de erosionar que tienen las lluvias. La


erosión por im pacto o golpeteo constituye un importante
En otros am bientes clim áticos se registran intensida­
m ecanism o en el desm antelam iento de los suelos.
des incluso m ás elevadas que en los m editerráneas. Las
lluvias excepcionales producidas por tos ciclones trop ica­
les, los huracanes y los tifones pueden alcanzar y sobrepa­
sar los 150 m m /h durante 10 m inutos; el récord actual­
mente conocido e s el alcanzado por un huracán que en la
isla de Guadalupe, en noviem bre de 1970, precipitó lluvias
La capacidad de los aguaceros para
con una intensidad de 38 mm en 1 minuto, es decir, una
erosionar
intensidad m áxim a de 2280 mm/hora.
Para calcular la energía liberada por cada aguacero para
Existe una estrecha relación entre la energía cinética erosionar, se divide el aguacero de la tormenta en incremen­
y la intensidad de cada aguacero. Entre otros, W ischm eier tos de tiempo de intensidad uniforme. Para cada intervalo de
(1958) definió, em píricam ente, un Índice R de agresividad tiempo, en el que se conoce la intensidad de la lluvia (I, en
de la lluvia, dándole la siguiente expresión: mm/h), se calcula la energía cinética específica, mediante la
expresión: E c = 1214 x 890 log I. Este valor se multiplica por
R = x bo la cantidad de lluvia recogida en el intervalo de tiempo (P, en

donde, mm), para obtener la energía cinética de éste. La sum a de las


energías cinéticas de los intervalos de tiempo considerados
E c = 1214 x 890 log I (t/km 2/mm)
constituye la energía cinética total del aguacero, obteniéndo­

esta expresión de la energía cinética fue obtenida a partir se el correspondiente valor de R multiplicándola por el l30 res­

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de los resultados de la pérdida de suelo, por erosión, en pectivo. La siguiente tabla expresa la energía cinética y el

parcelas experim entales. índice de erosividad de un aguacero.


La capacidad d e las lluvias para erosionar,
C á lc u l o d e la e n e r g í a c in é t ic a e ín d ic e d e singularm ente, en suelos m al protegidos por la
e r o s i v i d a d (R ) p a r a u n a g u a c e r o
vegetación depende, sobre todo, de sus carac­
terísticas y de las del suelo, especialm ente de
En e rg ía En e rg ía
su textura y estructura.
cinética cinética
T ie m p o Lluvia In te n sid a d parcial total
(m inutos) (m m) (mm/h) (J .m ^ .m n r1 ) (J .m 2)

0-14 1,52 6,08 19,097 29, 027


15-29 14,22 56,88 27,739 394,448
Consecuencias de la erosión
30-44 26,16 104,64 30,095 787,285
pluvial
45-59 31,50 126,00 30,813 970,609
60-74 8,38 33,52 25,695 215,324 La energía disipada por las gotas de lluvia
75-89 0,25 1,00 12,124 3,031 en el m om ento del im pacto es considerable; sus

TOTAL 2.399,7 efectos, en particular, son m uy importantes


cuando se abaten sobre suelos desnudos o mal
Lluvia m áxim a e n 3 0 m in u t o s ........... ....... 57,66 m m protegidos por la vegetación, com o sucede en
in te n sid a d m á xim a e n 3 0 m i n u t o s .... ....115,32 mm/h los am bientes clim áticos áridos, sem iáridos y
E n e rg ía cinética tota l del a g u a c e ro .... .... 2399,7 J.m '2 subhúm edos. En estos am bientes se producen
'30.... ............. 2 7 6 7 3 3 J.m 2.m m .h 1 las m ayores tasas de erosión pluvial e hídrica,
R ......... ................ 27 6,73 J.m_1.cm .h'1 pese a registrarse unos volúm enes de lluvias de
débiles a m oderados, si bien con unos caracte­
Este v a lo r h a sid o o b t e n id o con la expresión:
res m uy singulares, entre los que la irregulari­

E (J.m 2) l30 (cm .h 1) dad y fuerte intensidad son los m ás destacables.


R = —
100
La energía con la que llegan las gotas de
La e n e rg ía cinética parcia es o b te n id a p o r E = 12,12 + 8,9 lo g I, m ien tras lluvia a la su p e rficie del te rren o es par­
q u e la e n e rg ía cinética to ta l es o b te n id a m u ltip lic a n d o la lluvia p o r la cialm en te disipada a través del arranque y
e n e rg ía cinética parcial. rem oción de las p artículas del suelo, por gol­
peteo o splash (Fig. 39) y su transporte por
salpicad ura y e l flu jo de escorrentías que se
(Fupntp’ Ministerio de Agricultura, Peso y Alimentación ICO NA, 1988) generan. El im p acto de la gota contra un suelo
desnudo o m al protegido afecta, en prim er
Los valores m ensuales y anuales del factor R de la lluvia, de cual­

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lugar, al horizonte supe rio r del suelo, que es
quier estación meteorológica, se obtienen sum ando los valores de el m ás rico en elem entos fertilizantes; la
cada aguacero individual registrados en esos períodos de tiempo. suce sió n de llu via de alta en ergía puede des-
mantelarlo por com pleto, de m odo que afloran en su p e r­
1
ficie los horizontes inferiores. Con el tiem po, in clu so el
substrato rocoso, el m aterial parental, puede aparecer
en superficie. La m asa de suelo erosionado por este
mecanismo puede ser del orden de va ria s d ecenas de
toneladas por hectárea y año. 1. G o t a d e lluvia p o c o a n t e s d e im p a c ta r contra
u n s u e lo d e s n u d o
Cuando las gotas de lluvia im pactan sobre suelos en
pendiente se produce un transporte de partículas, por sal­
picadura y acción de las escorrentías, ladera abajo (Fig.
40). Las distancias m edias de transporte por sim ple salta­ 2. C o m p r e s ió n
ción suelen ser débiles, del orden de algunos decímetros.
Depende esencialm ente de la m asa de las partículas, de la
pendiente'del terreno y del ángulo de incidencia de la llu­
via en relación a la superficie del suelo. En suelos en pen­ ii, V - • ________
diente, se registra una transferencia de suelo y nutrientes 3. C o m p r e s ió n y ciz a lla d u ra
de las partes altas a las partes bajas, donde se acumulan,
o bien van a parar a cursos de agua que las transportan a
distancias m ás o m enos largas.

4. C o m p re s ió n , c iz a lla d u ra y sa lp ic a d u ra
J J
. , • ✓ *— L a s g o t a s d e lluvia
^ v im p a c ta n c o n tra el
s u e lo y h a c e n sa lta r
horizonte Ú * V r „ . 'a s partículas d e tierra
C a p a rica e n h u m u s:
m a te ria o r g á n ic a y 5. C iz a lla d u r a y sa lp ic a d u ra
p a rtíc u la s m in e ra le s

N iv e l d e p a rtíc u la s
fin a s y a c u m u la c ió n
m in era l

R o c a m e te o riz a d a
6. D e s a g r e g a c ió n , h u e lla y sa lp ic a d u ra

Su stra to ro c o so

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Fig.3 9 - M e c a n ism o de im pacto y salpicadura pro d ucid o p o r la
g o ta de lluvia sobre el suelo. 7. D e s a g r e g a c ió n , re m o c ió n y e ro s ió n
lluvia

im p a c to s d e la s
g o t a s d e lluvia

e^°s
ó e s P \aZ-aíXV
d e \o s
>cíoí'a S '
vaV

s0 e \°
,u\as de\
de \a s P :
s u e lo ,\eoW
d e s p 'a:

volum en volum en volum en volum en


d e partículas de partículas de partículas de partículas
d e sp la za d a s desp la za d as d e sp la za d a s d e sp la za d a s
ladera abajo ladera arriba ladera abajo ladera arriba

Fig. 40 .- El resultado d e los múltiples im pactos de las g o ta s de lluvia sobre el su e lo de un a ladera e n pendiente es la redistri­
bución de las partículas c o n u n a transferencia neta del sue lo ladera abajo.

El transporte es selectivo, son las partículas m ás finas El proceso, por tanto, actúa sobre m ateriales que pue­

y los m icroagregados los más afectados por el im pacto de den ofrecer propiedades de resistencia mecánica muy

la lluvia y la saltación. Si sobre la superficie del suelo se variada, desde un afloram iento rocoso consolidado a un

organiza una lámina de agua, estas partículas son arras­ suelo desnudo y frágil. La erosionabilidad del suelo se

tradas en suspensión y evacuadas. De este modo, al ser relaciona, básicam ente, con la estabilidad de los agrega­

elim inados estos m ateriales finos, la superficie del suelo dos y las fuerzas de cohesión que los m antienen unidos,

evoluciona y progresivam ente se va haciendo m ás resis­ con su com posición y su textura. Esta vulnerabilidad o su s­

tente; incluso, con el transcurso del tiempo, puede apare­ ceptibilidad del suelo a la erosividad de las lluvias y a la

cer el substrato rocoso o roca m adre del suelo. En este erosión (Fig. 41) es función, a la ve z que de las caracte­

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caso, los efectos de la erosión por splash de los aguaceros rísticas físicas, del tratam iento o m anejo que de él hagan

son m uy limitados. los humanos. Por ello, la erosionabilidad del suelo es diná­

52
mica, en el sentido de que puede alterarse por un aguace­
Costras lam inares en superficie
ro de lluvias intensas, las labores de labranza o el tipo de
cultivo.
Una costra lam inar o sedim entaria es la respuesta al

La m o viliza c ió n d e p artíc u la s p o r im p a cto o splash transporte inducido por el flujo de agua y la deposición de

va a e sta r co rre la c io n a d a co n un c o n ju n to de fa cto re s partículas individuales y m icroagregados desde áreas topo­

que la in d u ce n o la inhiben. En su e lo s co n e sta b ilid a d gráficas elevadas a otras m ás bajas. En función de la inten­

baja su s a gre ga d o s se p u eden m o v iliz a r en gra n d e s c a n ­ sidad de la lluvia, de la energía disipada y de la granulo-

tidades por el im pacto, m ie n tra s q u e c u b ie rta s de m etría de las partículas m ovilizadas, una fracción im por­

liqúenes y ve ge tación , por un lado, y en co stra m ie n to s tante (las partículas finas) e s liberada y arrastrada, en

superficiales, por otro, d e se m p e ñ a n una fu n c ió n p ro ­ profundidad, a través de grietas, poros y vacíos estructu­

tectora que m in im iza la a ctivid a d del m ecanism o. La rales. Con este m ecanism o, la superficie del suelo pasa de

incidencia de la e ro sió n p lu via l dep end e rá, pues, d e la un estado fragm entario y poroso a uno m ás continuo y más

capacidad de la e n e rgía d e las go ta s de a gu a en su p e ­ com pacto. Se va produciendo, entonces, el relleno de los

rar o no la acción p ro te cto ra de las d ife re n te s c u b ie r­ espacios vacíos y, consecuentem ente, el bloqueo y dism i­

tas del suelo. nución de la porosidad, lo que puede acabar con la inte­
rrupción tem poral de la infiltración y el increm ento corre­
Cuando la lluvia supera el um bral de resistencia que lativo de los flujos hídricos superficiales. El rellenado y
ofrecen los elem entos protectores, el im pacto o splash de
las gotas de agua de los chaparrones desencadena diversas
acciones m ecánicas, por la energía que libera el choque y
por la dispersión y desagregación que produce el agua al
penetrar, violentam ente, en las partículas del suelo. Con
intensidades de lluvia altas, la m ayor parte d e las estruc­
turas se desagregan y los elem entos gruesos son desplaza­
E R O S IV ID A D
dos por saltos, rebotes y choques. Las partículas, en fu n ­
ción de su tam año (arcillas, limos, arenas finas, arenas
gruesas y gravas pequeñas), de la pendiente y d e la rugo­
sidad de la superficie, son seleccionadas y redistribuidas E R O S IÓ N
P L U V IA L
por la superficie del terreno, originando m icroestructuras
(pequeños • p edestales de erosión coronados por peque­
ños cantos, gravas o m atas aisladas, pequeñas oquedades, Fig. 41 .- La erosió n pluvial e s el resultado d e la interacción
entre d o s factores: lluvias d e alta energía para desm antelar
em pedrados de gravas, etc.) (Fig. 42) y com pactaciones
materiales d e la superficie terrestre (erosivldad) y materiales
que van a tener una notable influencia en las escorrentías
m á s o m e n o s vulnerables (erosionabilidad). En el ca so d e los

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generadas por los aguaceros siguientes: son las costras suelos, el u so q u e d e ellos se h a g a p u e d e dism inuir o incre­
laminares o costras de splash. m entar esa sensibilidad
ig, 42 .- Microestructuras: p e q u e ñ o s pedestales d e ero-
ón, protegidos por p equ eñ as piedras q u e los recubren,

disminución de la capacidad de retención de agua por los


suelos y los bajos valores de infiltrabilidad que origina la
costra de splash explican la aparición de escorrentías
superficiales con lluvias de baja intensidad sin haberse
saturado el suelo en profundidad.

En general, las costras sedimentarias proporcionan infor­


mación válida que puede ser utilizada en diferentes campos,
entre los que cabe destacar la predicción de la capacidad de
infiltración, diagnóstico de la degradación del suelo y la adop­
ción de técnicas para el manejo del control de la erosión.

Otro tipo de encostram ientos de aspecto similar a los


de splash, pero de génesis bien distinta, es el que se ori­
gina bajo condiciones clim áticas de m ayor o m enor ari­
dez, con lluvias escasas, fuerte radiación solar y elevada
• evapotranspiración. En estas situaciones, el agua rete­
nida en el suelo cargada de sales (sulfatos, carbonatos...)
es bombeada hacia la superficie por la evaporación. Las
sales disueltas van, entonces, a precipitar en superficie o
cerca de ella conform e disminuye la cantidad de hum e­
dad, originando, por acum ulaciones sucesivas, encostra­
soldadura de los huecos origina una barrera, una capa mientos laminares de espesor m ilim étrico que actúan
laminar superficial o costra de apelmazamiento conocida com o agentes cem entantes de grietas y partículas superfi­
también como costra de splash (Fig. 43), que se individua­ ciales. Estas costras pueden ejercer una acción protectora
liza del resto del perfil del suelo e influye apreciablemen- del suelo; sin embargo, su fragilidad es muy alta y pueden
te en la relación infiltración/escorrentias con claro saldo a destruirse por el efecto com binado del im pacto de las
favor de estas últimas. gotas de lluvia y de la acción quím ica de disolución del
agua de lluvia.
La costra de splash disminuye la rugosidad del suelo y

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lo compacta en varios m ilímetros en superficie, reducien­ Bajo ciertas condiciones, la superficie de suelo recu­
do así, considerablemente, la velocidad de infiltración del bierta por estos tipos de costra se hace m ás resistente a la
agua e incrementando la producción de flujos hídricos. La erosión pluvial. Sin embargo, el exceso de escorrentías
que genera provoca un aum ento de la erosión en otros
lugares m enos resistentes.

En suelos cultivados, los encostram ientos lam inares en


superficie pueden ser destruidos fácilm ente por las labo­
res agrícolas y ser fragm entados por los efectos de la dese­
cación (Fig. 44) o por la actividad de la fauna del suelo.

La erosión hídrica

La eficacia de la lluvia en los p roce sos de erosión


está ligada a la acción por im p a cto de las go ta s de agua
y a la desagregación de las p artículas del suelo que p ro ­
duce, pero so bre todo a la fracción de agua que escapa
a la evaporación y a la infiltración , es decir, a las esco-
rrentias.

La degradación del suelo debida básicam ente a los


procesos de erosión por el agua que discurre por la super­
ficie del suelo constituye uno de los problem as am bienta­
les más serios a los que se enfrenta gran parte de la hum a­
nidad, especialm ente las poblaciones de aquellas regiones
de la Tierra m ás vulnerables a este proceso. El A tlas del
mundo de la desertificación, elaborado por el Program a de
Naciones Unidas para el M edio Am biente (UNEP, 1992),
expresa que el deterioro de las tierras áridas se debe, casi
en un 50 %, a procesos de erosión hídrica (Fig.45). Como
puede observarse, son las regiones tropicales y las semiá-
ridas las que registran las m ayores tasas de pérdida de
suelo por erosión del agua.

En las primeras, la alta agresividad de las lluvias y su

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acusada estacionalidad, la intensa deforestación y la vulne­
rabilidad de la m ayor parte de los suelos justifican el alto
Fig.45.- D istribución espacial d e la erosió n hídrica e n el m undo.

R e g io n e s a n d a s

• riesgo de erosión. Las regiones semiáridas registran, La erosión es, sin em bargo, un problem a antiguo ace­
también, unas lluvias moderadas, pero con frecuente alta lerado en diversas etapas históricas de la hum anidad por
intensidad y capacidad para erosionar por precipitarse sobre crisis clim áticas (períodos de sequías y de lluvias copiosas
unos suelos desnudos o m al protegidos por la vegetación. La e intensas) y por un uso deficiente y abusivo de los recur­
Fig. 46 relaciona la precipitación y la producción de sedi­ sos vitales, es decir, suelo, agua y vegetación.
mentos producidos por la erosión que van a ser evacuados
por los cursos fluviales. El máximo potencial de erosión se
produce con lluvias en torno a los 300 mm anuales (aridez
bastante acusada); a mayores precipitaciones, más abun­ La erosión contribuyó al derrum be de
dante debe ser la vegetación para proteger los suelos frente civilizaciones

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a la erosión. Por debajo del umbral de los 300 mm de lluvia
efectiva, la erosión por agua va siendo cada vez menor, a la Parece ser que hay dos form as en que los humanos son

vez que la erosión eólica va siendo dominante. capaces de aniquilar a una civilización: una es la guerra, y la
(a ) e .e .u . u . ( b) MUNDO

d e g ra d a c ió n d e g ra d a c ió n
e sp e c ifica e sp e c ífica
800
(t k m -2
'¿ a=„-1l
Tabuteau
n '1 )
(1 9 6 0 )
L a n g b e in y S c h u m m D e n d y y B o s to n (1 9 7 6 )
(1 9 5 8 )
300 - 600-
10000-

1000-
dominio
200-1 400- mediterráneo

100
m ontañosa
100- 200-
10-
templada y fría

0 250 500 750 1000 1250 p re cip itacion es u ¿ 200 400 600 800 1000 1200 e sc o rre n tia 0 10 100 1000 10000
e fic a c e s (m m ) m e d ia a n ua l

0 400 800 1200 1600 200 0 e sc o rre n tia 0 400 8Ó0 1200 1600

0 400 800 1200 1600 2000 240 0 2800 3200 mStoanual

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Fig. 46 .- Relaciones entre las precipitaciones m edias anuales y la degradació n especifica
Interpretaciones s e g ú n diferentes autores (C o o k y otros, 1993).
otra, la erosión del suelo. De ambas, la pérdida de suelo es tiempo, para satisfacer las necesidades crecientes de las
la más insidiosa y fatalmente destructiva (Shepherd, 1947). poblaciones hum anas en ascenso, se desarrollarían prácti­
En los albores de la humanidad, la influencia de las com u­ cas agrícolas m ás intensas para producir m ás en la misma
nidades humanas preagrícolas en el medio natural tuvo que superficie y roturar tierras de bosque y m atorral para
ser muy débil. Sus modos de vida y subsistencia se adaptarían extender los cultivos. La expansión de la agricultura se
a las condiciones del clima, relieve, suelos y agua de los dife­ hace, pues, a expensas de los ecosistem as naturales (bos­
rentes territorios. De hecho, los grupos humanos formarían ques, m atorrales, estepas, hum edales, etc.), fragilizán-
parte de unos ecosistemas naturales que por sus actividades dolos y ocasionando, a veces, la extinción de especies
recolectoras y de caza apenas serían alterados, salvo cuan­ vegetales y anim ales, es decir, alterando la » b iod iversi-
do utilizaban el fuego. Por otro lado, la escasa densidad de dad, unas ocasiones degradándola y otras preservándola
población, reforzada por el nomadismo y las migraciones, com o fuente de riqueza y utilidad.
aseguraba el mantenimiento de una relación entre población
El cultivo de una sola planta en un campo ocasiona que
y recursos más que suficiente para la supervivencia y conti­
el suelo esté desprotegido de cubierta vegetal durante
nuidad de los grupos humanos.
períodos m ás o menos dilatados de tiempo mientras se prac­
La primera gran transición en la historia de la ecología tican las labores agrícolas, germina y madura la semilla. La
humana fue la adopción de la agricultura y la ganadería sustitución de una cubierta vegetal natural variada y perma­
como procedimientos dominantes de obtención de alimentos nente por otra intermitente con predominio de una o dos
(Sempere y Riechmann, 2000). Fue el paso de unos sistemas especies ocasiona que el suelo quede expuesto a los distin­
naturales autorregulados a unos sistem as regulados por los tos tipos de erosión (pluvial, hidrica y eólica), notoriamente
seres humanos ( • agrosistem as). La transición a estas dos en laderas en pendiente. Para evitar estos problemas de
actividades fue precedida por la selección de plantas y la degradación, percibidos tempranamente por las primeras
domesticación de animales con la finalidad de obtener varie­ culturas, éstas pusieron en práctica algunas técnicas de pre­
dades más productivas y nutritivas, y aprovechar a los ani­ vención y corrección, com o el aterrazamiento de laderas, la
males para su utilización y provecho. La agricultura impuso alternancia de cultivos y la agrosilvicultura.
un sedentarismo m ás o menos estable, ya que la agricultura
itinerante no fijaba a la población en campos que se traba­ Las intervenciones agrarias provocaron modificaciones en

jaran y cultivaran permanentemente. En cualquier caso, los ecosistemas naturales, originando paisajes que cada vez

ambos tipos de agricultura, la itinerante y la sedentaria, reflejaban más la huella del hombre. La actividad agrícola

como ciclo vital de la planta cultivada, implicaron una nueva permitió el aumento de la población y la aparición de aglo­

relación de los humanos con el medio ambiente. meraciones cada vez más grandes y, finalmente, ciudades.
Este proceso dio lugar a las primeras civilizaciones, surgiendo,
El increm ento de la población obligaba a seleccionar
sobre todo, atli donde la agricultura era más productiva.

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las plantas m ás útiles com o fuente de alim entos y por sus
propiedades m edicinales, las fibras que sum inistraban, los La fuerte dem anda de m adera y com bustible que las
colorantes que se extraían y otras utilidades. Al mismo nuevas tecnologías exigian (construcción de vivienda,
templos, m etalurgia, alfarería, navegación, etc) se sa tis­ todo, y a llí donde
facía a expensas del bosque. El resultado fu e la defores­ flo re c ie ro n b o s­
Biodiversidad. Riqueza de especies
tación de extensas áreas, lo que no sólo alteraba la d ive r­ q u e s de cipreses,
animales y vegetales de un territorio.
sidad biológica, sin o que dejaba al suelo desnudo y donde había in m e n ­
Cuanto mayor sea, mayor estabilidad y
expuesto a la erosión. La explotación abusiva de los bos­ sas praderas en las
capacidad de autorregulación tienen los
ques y de los suelo s aceleró e l proceso de erosión y la que pacían g ra n ­
ecosistemas.
desertificación en m uchos lugares, y cuando declinó la pro­ des rebaños, hoy

ducción agrícola, debido a la degradación de los suelos, se e x tie n d e un

decayeron también las civilizaciones; a veces, éstas d e sa ­ im p la ca b le d esierto, el del Teneré (G arcía Fajardo,
1999), en el co razó n del Sahara. Lo que fu e un lago
parecieron del todo.
extenso, p ro fu nd o y lleno de vida, a ho ra es un lago re si­
De los cuatro requisitos fundam entales para que p ros­ du a l que ve red ucir su exten sió n constante y a la rm a n­
perase una civilización en la Antigüedad, suelos fértiles, tem ente: el Chad.
abastecimiento de agua, buenos suelos en terrenos relati­
Investigaciones arqueológicas sugieren que la acelera­
vamente llanos dotados con precipitaciones suficientes y
da decadencia, abandono y derrum be de la brillante civi­
buen uso del suelo, p robab lem ente el últim o fa cto r era
lización maya en G uatem ala (que contaba 1700 años de
(y sigue siendo) el m ás im portante. Abundantes testim o­
antigüedad) a partir del siglo X de la presente era, se pro­
nios indican que la erosión del suelo contribuyó al derribo
dujo por razones análogas. El crecim iento dem ográfico de
de civilizaciones, al m argen de los avatares militares.
los m ayas estuvo acom pañado del desm onte de las laderas
En las tierras ribereñas del m ar Mediterráneo, espe­ para roturar nuevas tierras de labranza y extender el cul­

cialmente del norte de África, que fue durante siglos uno tivo del maíz. A m ayor presión dem ográfica, roturación de

de los graneros del Imperio Romano, la deforestación y la tierras cada vez m ás escarpadas. Largos períodos de inten­

consiguiente erosión del suelo destruyó tierras agrícolas sas sequías entre los años 750 y 850 y la erosión de los sue­

antaño productivas e hicieron avanzar el desierto desde el los en fuertes pendientes m enoscabaron su productividad

sur. Las huellas en los países del M agreb son num erosas. En e hicieron quebrar y desaparecer la estructura económico-
social. Las poblaciones no pudieron subsistir en esas zonas
tiempos del Im perio Romano, su población se alim entaba
y em igraron a otros territorios. Hoy sólo quedan ruinas
con cereales y hortalizas llevadas de lo que hoy son los paí­
abandonadas que han sid o invadidas por la selva en un pro­
ses de Túnez, Argelia, Israel, Palestina, Siria, Turquía y
ceso de recuperación del suelo (FAO, 1983). El conjunto
España; en la actualidad, extensas áreas de estos territo­
m onum ental de Tikal, en El Petén, una de las mayores ciu­
rios son desérticas o sem idesérticas.
dades del im perio maya, es un m agnífico ejem plo de lo
En el centro de África, en la tie rra s d e l río Níger, un que fue esta civilización. Desde hace varios siglos, sin pre­
día flore ció el im p erio Kan em -B orn u , p oblad o por ñ a u ­ sión dem ográfica, el bosque tropical ha ido recuperando el

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sas, so n g h a y y su s d esce ndien tes, los zerm á. La d e fo ­ territorio y, en la actualidad, tras intensos trabajos
restación, la erosión y el vie n to ha rm attan lo aso laro n arqueológicos de desm onte, la gran plaza y algunos de los
tem plos-pirám ide y otros edificios pueden ser de nuevo agricultura de conservación, Colum ela (siglo I), en una
contemplados. carta a su am igo Publio Livio, describía que el hom bre era
el principal factor de la erosión: "C o n frecuencia oigo a los
El Negev, al sur de Israel, un territorio de notable ari­
hom bres de nuestra ciudad culpar, unas veces, a la esteri­
dez desde los tiem pos postwurm ienses, estuvo habitado
lidad de los cam pos y, otras, a la intem perie que se nota
por una im portante población que, desde el Neolítico,
en el aire desde m ucho tiem po acá, com o perjudiciales a
practicaba una agricultura de regadío en pequeñas parce­
los frutos... tales m otivos tengo por seguro que están muy
las. La posterior ocupación beduina practicó un pastoreo lejos de ser verdaderos, en vista de lo cual, pienso que
abusivo que arruinó la vegetación protectora del suelo, todas estas cosas no han sucedido por la intem perie del
increm entó la aridificación y erosión del suelo y contri­ aire, sino m ás bien por nuestra culpa”.
buyó a la conversión del territorio en desierto. El declive
de algunas civilizaciones surgidas en torno a los ríos Tigris La ciudad de Sardis, en el oeste de Turquía, mencionada

y Éufrates, en el Oriente M edio y el valle del río Indo, en la Iliada de Homero como una de las siete ciudades de

parece que también se produjo, entre otras causas, por la Asia, resistió terremotos, sequías, hambrunas, inundaciones,

degradación del suelo por erosión. asedios, invasiones...; pero no resistió los efectos de la tala de
los bosques de las montañas del entorno que se realizó duran­
Dos testimonios escritos, de la Antigüedad clásica, des­ te el período de ocupación romana.
criben la importancia del fenóm eno de la erosión en época
tan temprana. En el siglo IV a. C., Platón describía cómo la Varias centurias más tarde, en el código del emperador

destrucción de los bosques desencadenaba avenidas y fuer­ Teodosio (438 d.C), existen numerosas referencias a los agri

tes pérdidas de suelo por erosión, que arruinaban las laderas deserti o zonas degradadas y abandonadas a causa de su

del Ática: "Muchas y singulares avenidas se han producido... escasa productividad o bien a consecuencia de las campañas
militares. Muchos siglos después, el mismo proceso de erosión
la masa del suelo que descendió vertiginosamente de los
del suelo (y algunos más) que contribuyó al declive de civili­
lugares altos no se extendió en terrazas... se perdió en la pro­
zaciones del pasado, sigue vigente en la actualidad. De
fundidad. Desde entonces lo que permanece es la imagen de
hecho, las fuerzas de la naturaleza siguen erosionando y con­
un cuerpo que una enfermedad ha convertido en esqueleto.
figurando, continuamente, los paisajes de la Tierra; pero
Una vez que todo lo que la tierra tiene de provecho y deli­
desde tiempos recientes, los humanos hemos alcanzado la
cado ha abandonado los huesos, sólo el cuerpo descarnado
magnitud de fuerza geológica, transformando alrededor del
permanece...” (Critias, 111, b-d).
40 % de la superficie del planeta a causa de las masivas defo­
Durante la época rom ana se registró una fuerte crisis restaciones y diversas actividades que degradan el suelo y los
erosiva debido, fundam entalm ente, a la acción humana ecosistemas, afectando a los ciclos del agua y del carbono a
(deforestaciones, roturaciones de tierras en pendiente, través del sistema climático. Al mismo tiempo, se han abier­

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sobrepastoreo, etc.), com o lo atestiguan m uchos escrito­ to una serie de interrogantes respecto a cómo responderán
res de la época. M ientras Virgilio y Plinio recomendaban los ecosistemas de bosque, matorral, herbazal, agrosistemas
las buenas prácticas agrarias, lo que hoy se conoce com o y otros a la tendencia del calentamiento global.

60
La erosión en el espacio y en el tiempo Variaciones espaciales de la erosión

Todos los siste m a s q u e op era n en la naturaleza, ya Las acciones erosivas afectan generalmente de manera
estén go b e rn a d o s por p rin c ip io s físic o s o por princip io s más o m enos uniform e a extensas áreas. Sin embargo, los
biológicos, actúan d e n tro d e un ran go d e esca la s ta nto procesos no intervienen sobre todo el conjunto del sector

espaciales com o te m porales. C ada una de e sta s escalas considerado en el m ism o momento, sino sobre una parte

puede se r c o n sid e ra d a co m o un nive l de fu n c io n a m ie n ­ del mismo. En un tiem po determ inado, toda el área puede

to que se h a lla con ectad o, de una u o tra form a, con su ser afectada.

inm ediato su p e rio r e inferior. De e ste m odo, cu a lq u ie r Los estudios espaciales de la erosión suelen realizarse a
cambio o p e rtu rb ació n en el co m p o rta m ie n to de un o de tres escalas: ladera, cuenca y región. A escala de ladera, se
estos n ive le s a fe c ta rá a los que se e n cu e n tre n m ás destacan la forma, la longitud y la pendiente como variables
próximos-. La trabazó n e n tre los d ife re n te s n iv e le s o s is ­ importantes, ya que influyen en el tipo y eficacia de los flu­
temas es, pues, dinám ica. jos hídricos que sobre ella se desplazan, en la infiltración y
en la magnitud total de la erosión. Si la fuerza de tracción de
Para entender el funcionam iento de cualquier siste­
la corriente de agua excede un valor crítico de resistencia
ma, en este caso el de erosión, se precisa conocer cóm o se
de las partículas del suelo, entonces se origina erosión.
comporta en un rango de escalas. Este conocim iento per­
mite establecer pautas que puedan explicar los m ecanis­ Las acciones localizadas no afectan m ás que a un sec­

mos por los que se rige el sistema. tor limitado; es el caso de un aguacero de tormenta, que
puede producir una im portante erosión por salpicadura en
De lo d icho pu ede d e d u cirse que sie m p re ha hab id o un área reducida o la escorrentía concentrada que se
y habrá erosión, e l p roce so q u e tie n e lu ga r en un • s i s ­ genera, capaz de producir regatos en una ladera.
tema a b ie r t o (siste m a de p ro ce so -re sp u e sta , po rq u e el
A escala de cuenca hidrológica, el flujo superficial y la
flujo de m asa o e n e rg ía -p ro c e so cau sa c a m b io s en el
erosión que puede producir se generan a partir de la pre­
sistema: erosión, form as, m o d e la d o ) y e s uno d e los
cipitación que se abate sobre áreas parciales, que pueden
aspectos del constante cam bio que se registra en los p ai­
saturarse si las lluvias son abundantes o frecuentes. Estas
sajes te rrestres. El co n ju n to d e fe n ó m e n o s im p lica d o s
áreas a m enudo actúan com o depósitos de arena cuya ubi­
en la erosió n e stá c a ra c te riz a d o p o r su s d isc o n tin u id a ­
cación está controlada por las condiciones topográficas e
des o e sca la s e sp a cia le s y te m p o ra le s. La ero sió n del hidrológicas. Se expanden o contraen tanto durante las
suelo, com o problem a, va ría e n o rm e m e n te en el e s p a ­ estaciones del año com o durante las torm entas y son, en
cio y en el tie m p o ta n to en m a gn itud co m o en el tipo. parte, responsables del m ecanism o de flujo superficial y
Esto se debe a las v a ria c io n e s de los p ro ce so s que in te r­ de producción de sedim entos. En condiciones ambientales

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vienen y a la im p o rta n cia re la tiva d e los p ro ce so s in d i­ áridas y sem iáridas, la erosión y el transporte de sedim en­
viduales. tos en ladera es com plejo, puesto que con frecuencia las

t-
k 1
escorrentias se colapsan antes de llegar a la base o al
La escala tem poral de la erosión
curso fluvial inm ediato. Todo depende de la m agnitud e
intensidad de los aguaceros generados por las torm entas y Con el transcurso del tiempo, tanto el tipo como la impor­
de las características geom orfológicas y edáficas de los tancia de los procesos de erosión pueden variar considera­
relieves. No es extraño ver que algunos sectores de cuen­
blemente, conduciendo a cambios en el patrón y la magnitud
cas fluviales presentan abundantes cárcavas y que otras de la erosión. En territorios diferentes, con condiciones morfo-
áreas adyacentes están prácticam ente intactas. climáticas distintas y en largos períodos de tiempo, a escala
geológica, pueden identificarse períodos de activa erosión y
A escala regional, la variante espacial más importante es
otros de calma erosiva. O dicho con otras palabras, ha habido
el clima que controla tanto la vegetación natural com o la
períodos de estabilidad de los sistemas naturales con suelos
erosión del suelo. Su significado radica en determinar el equi­
bien desarrollados y protegidos por la vegetación, alternando
librio hidrológico en la superficie por efectos de la precipita­
con períodos de inestabilidad en los que se producía una dismi­
ción y la e vapo ració n (Thornes, 1984). Estos controles
nución o desaparición de la cobertera vegetal y, consecuen­
clim áticos se han deducido, en su mayor parte, del aforo de
temente, el suelo era fuertemente erosionado. Unos y otros
sedimentos transportados por los ríos. Como ya se trató ante­
períodos poseen escalas temporales, intensidades y frecuencias
riormente, Langbein y Schumm (1958), apoyándose en obser­
variables. Estas discontinuidades fueron subrayadas por Ehrart
vaciones, expresaron gráficamente la relación entre la pro­
(1956) en su teoría conocida como • bio-rexistasia.
ducción de sedimentos y las precipitaciones, deduciendo que
alrededor de los 300 mm de lluvia se podían registrar las
mayores tasas de sedimentos y, por ende, de erosión (Fig.
Ehrart, estado de biostasia
46). Por debajo de este umbral, los flujos hídricos superfi­
ciales son mucho más débiles o faltan, y por encima, la Ehra:t d e fin e u n e sta d o d e • b io s ta s ia conjo un
importancia de la vegetación obstaculiza la erosión. En gene­ p e río d o estable, lig a d o a la presencia de un a cubierta
ral, los modelos regionales de producción de sedimentos vege ta l eficaz e n la p rotección del su e lo (fitostasia),
parecen confirmar la validez de este modelo. q u e se o p o n e a u n e sta d o d e ru p tu ra g e o m o rfo ló g ic a
e n el q u e se a ctiv a n los f e n ó m e n o s e ro siv o s de n a tu ­
Después del clima, son las características geom orfoló­
raleza m ecánica. Este e sta d o d e e qu ilibrio, biostasia
gicas de la región y el im pacto de las actividades humanas
o • e d a fo g é n e s is n o excluye ni im p id e los a ta q u e s
los factores espaciales m ás im portantes en la susceptibili­
q u ím ic o s y b io q u ím ic o s al m aterial orig in a l.
dad a la erosión. Con frecuencia se observan contraste
muy fuertes, en distancia cortas, entre áreas erosionadas
y otras que no lo están, que reflejan el m anejo que los
humanos hacen de los recursos básicos, suelo, agua y ve ge­ Estas situaciones de estabilidad pueden cambiar; en este

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tación. Estudiar la erosión necesita, pues, conocer su ve lo ­ caso, una ruptura se produce, un umbral es franqueado, más
cidad de acción en un área o lugar, sus ritm os de inter­ allá de lo cual se establece una nueva dinámica, la de pre­
vención y los períodos de tiem po que la caracterizan. dominio de los procesos erosivos o fase de • rexistasia. Esta
noción de umbral fue resaltada por Baulig (1950), quien sión traduce, por e l contrario, un ca m b io de sentido en
hablaba del profundo significado de los valores críticos, de los la evolución m orfodinám ica.
umbrales a partir de los cuales un mismo fenóm eno revela
C ie rto s fe n ó m e n o s m odifican un área sin que sea
aspectos netamente diferentes.
posible vo lv e r a una situ a c ió n próxim a a la de partida,
Las ru ptu ras que se re gistra n al tra sp a sa r los lo que indica la e la stic id a d del sistem a. A veces, el
umbrales revelan, en diversos grados, las m odificaciones reto rno a una situ a c ió n próxim a a la anterior puede
o alteracione s clim áticas, ve getales, ge o m o rfo ló g ic a s y so b re ve n ir desp u és de un tie m p o m ás o m enos largo.
• a n t ró p ic a s ; las se gu n d as son, norm alm ente, c o n se ­ C o no cer e l tiem po ne cesario para en co ntrar un estado
cuencia de las m od ificacio n e s clim á tica s y antrópicas. p ró xim o a la situ a c ió n in icia l es a ve ces indispensable.
La detención brusca en e l fu n cio n a m ie n to de un p ro ce ­ Es el caso, p or ejem plo, de e va lu a r la eficacia de las
so indica un um bral de extinción. Un um bral d e in v e r­ m ed id as de lucha co n tra la erosión, que norm alm ente

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,47.- E je m p lo d e e r o s ió n n a t u r a l o
iie rto jd e irn a s, A lm e r ía )
requieren un tiem po bastante dilata do, va ria s g e n e ra ­ -En todo el m undo, los fenóm enos de erosión son p ro ­
ciones, antes de que el m edio sea re sta u ra d o , si es que cesos milenarios, acelerados en los últim os decenios por
no se ha trasp asad o el um bral de la irreversib ilid ad, y el un deficiente m anejo del recurso suelo, com ponente fun­

recurso se haya perdido para siem pre. dam ental de la naturaleza.

Los procesos de erosión no evolucionan constante­ -Constituyen procesos progresivos. El desmantelamiento

mente y con los m ism os ritm os a través del tiempo. de los materiales más superficiales va dejando al descubierto
los más profundos. En el caso de los suelos, las consecuencias
Los rasgos básicos que presentan son: son graves y sus efectos son m uy notorios en períodos de tiem­
po cortos. Cuando el suelo es erosionado (muere) las piedras
-Relativamente lentos, intermitentes, aunque recurren­
y el material parental afloran en superficie (nacen) y el terre­
tes a lo largo del tiempo. Sin embargo, pueden ser relati­
no se hace improductivo (Fig. 49).
vamente rápidos en relación con la velocidad de formación,
como ocurre en los ambientes semiáridos en la actualidad. -Son procesos irreversibles. Se trata de procesos endo­
Intermitentes porque están asociados a la existencia de llu­ térm icos por exigir un consum o de energía: la energía
vias con capacidad para erosionar. En contraposición a este cinética aportada por la lluvia y el flujo de las escorrentías.
tipo de erosión espontánea en la naturaleza, conocida como La m asa de suelo perdida por erosión suele ser irrecupera­
erosión geomorfológica o erosión natural (Fig. 47), se ha acu­ ble, el tiem po exigido para la form ación de nuevo suelo es
ñado la expresión erosión antrópica o erosión acelerada para extremadamente largo, notoriamente bajo condiciones bio-
describir el fenómeno de pérdida de suelo inducido por el clim áticas poco favorables. La escala tem poral de los pro­
hombre como agente geomorfológico (Fig. 48). Un uso y una cesos que form an suelo es de orden secutar o milenario,
gestión inadecuados de los recursos suelo y vegetación suele m ientras que para los erosivos es de algunos años, décadas

producir importantes pérdidas de suelo, desencadenando o a lo sum o de siglos.

grandes alteraciones en breves períodos de tiempo. Los domi­


nios mediterráneo y tropical están cuajados de dramáticos
ejemplos de este tipo de erosión.

-Si bien los factores ligados a las condiciones am bien­


tales naturales son el origen de la erosión en la mayor Factores implicados en la erosión
parte de los dom inios bioclim áticos terrestres, los factores
agro-socio-económ icos son los que han acelerado el proce­ Los principales factores que afectan a la erosión hídrica
so. La separación entre erosión natural y erosión antrópi­ dependen, por un lado, de unas fuerzas activas determinadas
ca resulta, con frecuencia, a rtificial y poco consistente, por la física de la lluvia, la geomorfología del terreno, las pro­

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ya que en una y otra tienen lugar los m ism os procesos, sólo piedades hidrológicas del suelo y las actividades humanas ina­
que al intervenir el ser hum ano com o nuevo agente de ero ­ decuadas. Por o tro dep enden d e resistencias debidas a
sión los procesos naturales se intensifican. las propiedades físicas, químicas y ecológicas del suelo, a la

64
» G lo sa
cubierta vegetal y a las prácticas de conservación del suelo.
Factores antrópicos. Son fenómenos
De la dominancia de unos u otros factores dependerá la esta­
debidos a la acción del ser humano. La pér­
bilidad o inestabilidad del suelo frente a la erosión hídrica.
dida de suelo y degradación causada por
Norm alm ente, las • t a s a s d e e ro sió n del su e lo son malas prácticas agrícolas es una erosión

elevadas cuando: antrópica.

-las lluvias son intensas o de larga duración. Es el fa c ­


tor clim ático de la erosión por agua;

-las escorrentías generadas son am plias y rápidas (fac­


tor hidrológico). Dependen de los factores clim ático, geo-
morfológico y de la cubierta vegetal;

-la e'rosionabilidad del suelo es alta. Factor edáfico;

-las pendientes son acusadas y las laderas tienen gran


desarrollo. Factor geom orfológico;

-la cubierta vegetal es pobre (factor vegetación). La


vegetación es el m ás im portante factor de control de la
erosión del suelo. Depende del clima, geom orfología,
suelo y actividad humana;
Fig.4 8 - Ejemplo
-y las actividades hum anas sobre el suelo son inade­
cuadas o depredadoras ( » f a c to r e s antró pico s).

Estos factores son integrados en el m ás fam oso m ode­


lo de estim ación de la erosión: la Ecuación Universal de
Pérdida de Suelo (USLE) definida por W ischm eier y Smith
(1958). El m odelo fue diseñado para ser utilizado a esca­
las locales y en áreas donde la erosión era producida,
esencialmente, por flu jo hortoniano, es decir, por a q u e­
llas escorrentías que se generan con torm entas o aguace­
ros de alta intensidad y en el transcurso de los cuales se
rebasa la capacidad de infiltración del suelo.

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Clim a y geom orfología, intervención hum ana y estado
de la cubierta vegetal son los factores dom inantes impli- Fig.4 9 - C u a n d o el sut
cados en la erosión del suelo. El uso y gestión del suelo que
M ecanism os de generación de
realice el hom bre tiene una vital im portancia en la con­
escorrentías
servación o degradación del recurso. Una m ala o deficien­
te explotación del suelo que degrade la cubierta vegetal, Las características y el comportamiento hidrodinámico de
especialmente en ecosistem as frágiles, va a producir altas suelos y formaciones superficiales tienen destacada importan­
tasas de pérdida de suelo por su erosión acelerada (Fig. cia en los procesos de erosión. El conocimiento preciso de los
50), lo que contribuye a una degradación generalizada del mecanismos que gobiernan las relaciones suelo-agua es bási­
territorio o desertificación. co para analizar los balances de agua, así como para la com ­

M AYO R
ERO SIÓ N

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prensión de muchos procesos geomorfológicos y el funciona­ Los m ecanism os de form ación del excedente de agua

miento de los i geosistemas (Martinez Fernández y López o de generación de escurrim iento tra s la lluvia vienen

Bermúdez, 1996). La variabilidad espacial y temporal de la d eterm inados por el tipo de lluvia, vegetación, cara cte­
rísticas de la superficie del terreno, velocidad de infil­
humedad del suelo explica, entre otros aspectos, la evolución
tración, capacidad de alm acenam iento de agua y con­
de las zonas saturadas, la forma de los hidrogramas, la esta­
ductividad hidráulica. A escala local, los usos del suelo
bilidad estructural, la compactación del suelo, su erosionabi-
tam bién tienen una destacada im portancia. Pueden ser
lidad y la distribución de las fuentes de sedimentos.
de tres tip o s (Fig.51):

Los flujos de agua que discurren por la superficie del


a) Flujo p o r e xce so d e agua p re cip itad a conocido
suelo o cerca de ella tienen una función destacada en el com o flu jo hortoniano. Este tipo d e escurrim iento se
transporte del material removido por meteorización y por esta blece du rante aquellas torm entas que generan unas
splash y en las diferentes form as de incisión por agua. En lluvias co p io sa s que sup e ran la ta sa de infiltración de los
ausencia de escorrentías, las partículas y agregados del suelo suelos. Esto ocurre, p or ejem plo, en áreas con ve geta­
no son desplazadas m uy lejos de sus áreas fuente. ción pobre y en áre as perturbadas p or la acción humana,

P R E C I P I T A C I O N
perfil
del su elo E R O S IÓ N

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D E P O S IC IÓ N
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c a u c e flu via l
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• . . . I» •• « • - '• * w k .. -• • • • • * • • ‘

! c ir c u la c ió n del a q u a en un a lader y proces in/sedimer


principalm ente en regiones sem iáridas. El volum en de suelo e s sobrepasada. Un suelo saturado em pieza a rebo­
agua que se genera en la superficie del terreno depende a sar y a exp eler el exceso de agua. Este tipo de flujo es
la vez de la intensidad y duración de las precipitaciones. m uy fre cue nte en aqu ello s suelos en los que sus caracte­
En una ladera, este m odelo de form ación de flujo presen­ rísticas hidráulicas no son transm isivas y donde las pen­
ta las siguientes situaciones (Fig.52): dientes del terreno son suaves y convergentes. La satu­
ración se alcanza prim ero en la parte baja de la ladera,
1. en la parte alta, próxim a a la divisoria de aguas,
ya que, adem ás de la lluvia directa, recibe el flujo de las
sólo se registra el im pacto de las gotas de lluvia que origi­
partes altas. Tam bién suele producirse por ascenso del
na la erosión por splash. No hay flujo y, por ello, no se pro­
nivel fre ático o por flu jo subsuperficial;
duce erosión laminar;

c) Flujo subsuperficial. Se genera cuando la capaci


2. la intensidad de la lluvia, al superar la velocidad de
de infiltración es elevada, si la zona próxim a a la superfi­
infiltración, origina una fina lam ina de agua más o menos
cie del terreno tiene un alto va lor de conductividad
uniforme (flujo lam inar) en la banda de ladera aguas deba­
hidráulica, es decir, es m uy transm isiva del agua pluvial y
jo de la primera;
de la de los flujos superficiales. Las fuertes pendientes del
3. al aum entar la cantidad de agua, la rugosidad del terreno favorecen este tipo de flujo.
terreno y, posiblemente, la geom etría de la ladera, el flujo
laminar se concentra paulatinam ente (flujo concentrado), O riginariam ente se consideraba que las escorrentías

produciendo incisiones que evolucionan a form as mayores generadas durante las torm entas se debían al flujo que se

ladera abajo; producía en toda la cuenca hidrográfica. Se ha com pro­


bado que en m uchas cuencas, sobre todo las ubicadas en
4. finalm ente, la parte basal de la ladera es un área am bientes clim áticos áridos, sem iá ridos y subhúm edos,
de depósito de los sedim entos transportados por los flujos.
en los que los aguaceros tienen una distribución espacial
Una ruptura de pendiente cóncava favorece el depósito.
m uy desigual, este flujo se produce en áreas lim itadas de
Con la escasa pendiente, el flujo pierde velocidad y capa­
las mismas. De este m odo surge el concepto de área par­
cidad de transporte y deposita los materiales.
cial de generación de flujo hortoniano.

La suposición general, del convencional y didáctico


En las cuencas localizadas en am bientes climáticos
modelo de Horton, de que en las áreas m ás elevadas de
húmedos, el escurrimiento producido por las tormentas se
una ladera no se registran flujos hídricos ni erosión, hay
genera en áreas superficiales saturadas denominadas áreas
que ponerla en duda, al menos para los am bientes semi-
fuente, que se hallan en los lugares donde el • nivel
áridos, ya que la observación y la m edición en estos
p ie z o m é trico alcanza la superficie del terreno. El flujo de
ambientes dem uestran que sí se registran am bos procesos,
estas áreas parcialm ente contribuyentes se origina cuando
aunque con notable m enos im portancia que ladera abajo;

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la tasa de infiltración supera la tasa de precipitación, como
b) Flujo de saturación o de Dunne. Se produce cu a n ­ocurre en zonas con im portante vegetación de las regiones
do la capacidad de infiltración y alm acenam iento del templado-húmedas.
salidas del sistem a e ntrad a en el sistem a
C ue nca Fluvial C uenca Fluvial

TR A N S P IR A C IÓ N I E V A P O R A C IÓ N PR E C IP IT A C IO N

INTERCEPTACIÓN I
! POR LA |
I VEGETACIÓN |

¡ AC U M ULAC IÓ N I
i EN LA SUPERFICIE |_J FLU JO
I DEL SU E LO | S U P E R F IC IA L

IN FILTR A C IÓ N

AC U M U LAC IÓ N \_ A FLUJO ALM ACENAJE


EN EL SUELO SUBSUPERFICIAL -*1 EN CAUCE

P E R C O LA C IÓ N
EN
P R O F U N D ID A D

AC U M ULAC IÓ N I
ENAGUAS U| F LU JO FLU JO G LO BA L:
I SU B TE R R Á N E AS | SU BTERRÁNEO CAUDAL

Fig 52. Los factores q u e determ inan los tipos d e flujos hídricos e n un a cuenca fluvial y el caudal global resultante se expresan en el dia­
grama. A q u e llo s e n cu a d ra d o s e n rojo s o n factores de transm isión hidráulica, m ientras q u e los ro deado s p o r u n a línea discontinua so n de
almacenaje tem poral del agua. C o m o p u e d e verse, los factores q u e ca u sa n los flujos hídricos y los pro cesos erosivos q u e desencadenan

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son diversos y com plejos, d e p e nde n básicam ente del clima, la cubierta vegetal, la litología, la m orfología del terreno y los suelos.

69
y originando una delgada lámina de agua. Se inicia tras las
precipitaciones y converge ladera abajo. Las partículas de
aquellos suelos mal protegidos por la vegetación son removi­

Atendiendo a los m ecanism os de generación de flujos das por la acción del viento o por el impacto de la lluvia.
o escorrentías y a las form as de erosión resultantes, es
La eficacia geom órfica e s débil o m oderada, redistri­
posible diferenciar los siguientes:
buye y transporta partículas finas liberadas por la salpica­
Escorrentía lam inar dura o splashs de la lluvia. Su acción es visible, por un
lado, por un rebajam iento del nivel de la superficie del
Este tipo de flujo hídrico también es conocido como
suelo, por el hecho de aparecer m ás o m enos lim pios los
escorrentía embrionaria o difusa (sheet-flood en inglés;
ruissellement en francés). Es la forma de erosión más común. elem entos gruesos en superficie, por contribuir a la fo r­
m ación de pedestales en los que las raíces de la vegeta­

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Aparece bajo la forma de un conjunto de hilillos o filetes de
agua entrelazados, cambiantes, frecuentemente divididos ción protectora resistente retienen una porción de suelo
por los obstáculos de la superficie del suelo, reunidos después que, con el tiempo, acaba siendo tam bién desm antelado.
Finalmente, este tipo de escorrentia y erosión lam inar Escorrentia subsuperficial o en túnel
se manifiesta en la presencia de depósitos o m antos colu-
Este tip o de escorrentia y el proceso de erosión
viales y aluviales al pie de la ladera (Fig. 53).
co n ocid o com o sifonam iento, sufosión, erosión en túnel
Escorrentia concentrada o • p ip in g tienen un gran significado geom orfológico.
C onsiste en la fo rm ació n de co n ducto s o túneles (pipes)
El engrasam iento del caudal ladera abajo y las irregu­
na turales en el suelo o en o tro s depósitos no con solida­
laridades del terreno transform an la escorrentia laminar
dos por eluviación o por p roce sos de erosión diferencial
en escorrentia concentrada, capaz de reunir im portantes
subsuperficial. Por esto s conductos hipodérm icos, es
volúmenes de agua. Su eficacia geom órfica es im portante,
fá cil la rem oción y el tra n sp o rte y la evacuación de
ya que su energía no sólo m oviliza partículas y agregados,
m ate riales finos, com o arcillas, lim os y arenas. El agua,
sino tam bién elem entos gruesos de una am plia gam a de
al arra stra r las p artículas de m enor calibre de una for­
tamaños, que, adem ás, originan incisiones en el terreno
m ación detrítica, origina una oquedad que es ensanchada
(Fig. 54). . p rogresivam ente por la en tra d a de nuevos flujos hídricos

Elemento fundam ental de este tipo de escorrentia es el en el suelo. El proceso finaliza con e l hundim iento de la

• cauce, lugar donde la energía y la m ateria se concentran bóveda y la form ación de cárcavas en d iverso grado de

y por donde discurren los flujos hídricos y la carga de sedi­ evolución (ver Fig. 59 en pág. 75).

mentos; sus dim ensiones suelen variar ampliamente, y


los investigadores (Strahler, 1968; van Zuidam,
área de concentración de escorrentias,
1977; Riou, 1990; Perles Roselló, 1997; m uy vulnerable a la erosión incisiones, surcos, regatos
Senciales, 1999) no siem pre coin­
ciden en las dim ensiones que
caracterizan a cada tipo.

paso de escorrentia
laminar a concentrada

Fig. 54.- Esq ue m a d e form a ­ ____


ción d e escorrentias con ce ntra­
das y surcos e n un a sección de cá rc a v a
ladera cultivada q u e recibe y c o n c e n t ra c ió n d e
concentra lluvias, im p lu v iu m y s e d im e n t o s
(Auzet, 1 9 8 7 modificado).

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coluvionamiento
formación de un pequeño
cono detrítico
Escorrentía concentrada y cauces

A rro y a d a en su rc o s o e n re g u e ro s (r i l l w ash en La a n c h u ra de este t ip o de in cision es d e p e n d e d e la

inglés, rígo le s e n francés). Este t ip o de flu jo y e ro sió n es p en d ie n te , la lo n g it u d d e la ladera, la ra p id e z d e la esco­

u n o d e los p ro cesos m á s im p o rta n te s d e la e ro sió n hídri- rren tía y, so b re to d o , la in te n sid a d d e la lluvia y la d e n si­

ca; están co n stitu id o s p o r in cision es elem entales, t e m p o ­ d a d d e la cubierta vegetal; la in te rve n ció n h u m a n a

rales, q u e a p are ce n d u ra n te el a g u a c e ro a co n tin u a ció n p u e d e in c re m e n ta r el proceso. La a p a ric ió n je ra rq u izad a

d e u n a con ce ntra ción local del a g u a ca n a liz a d a p o r el in d ic a u n a inten sifica ción d e la e ro sió n vertical y un a

m icrorrelieve, m atas d e gra m ín e a s, m atorral, arbustos, e stab ilizació n de las e n talladu ras, q u e p o r lo g e n e ra l

la b ra n za e n el se n tid o d e la pen d ie n te , etc (Fig. 55). d e se m b o ca e n la fo rm a c ió n d e cárcavas.

C u a n d o los surcos s o n n u m e ro s o s y p ro fu n d o s, la canti­


A rro y a d a en cárcav as o to rre n te ra s (stream
d a d d e su e lo q u e es e r o s io n a d o resulta m u y im portante.
f lo o d g u llie s e n inglés, ru is s e lle m e n t en ra vin e s e n fra n ­
cés). Este t ip o d e flu jo e in cision es m a n ifie sta u n alto

g r a d o de a g re siv id a d erosiva, d e b id o a u n a fu e rte c o n ­

centración, u n a m a y o r v e lo c id a d d e las escorre ntías y la

su p re sió n d e la cubierta v e ge ta l (Fig. 56). En efecto,


c u a n d o las in cision es sé p ro fu n d iz a n su ficie n te m e n te y

a d q u ie re n u n carácter pe rm a n e n te , su e v o lu c ió n n o
d e p e n d e ú n ic a m e n te d e las características d e las esco-

rrentias: la cabecera y los b o rd e s d e estos re g u e ro s p u e ­


d e n e v o lu c io n a r hacia m o v im ie n to s e n m a sa p o r el soca-

v a m ie n to de la ba se (Fig. 57). La eficacia g e o m ó rfic a es


Fig.55.- Incisión generalizada p o r escorrentía
m u y im portante.
concentrada e n surcos, favorecida por el sis­
tem a d e labranza. Estos tipos d e regueros
Las cárcavas m á s n u m e ro sa s y fu e rte m e n te en ta lla ­
contribuyen a alim entar incisiones m ás
im portantes. d a s a p are ce n e n á re a s d e g ra d a d a s; su s d im en sione s,

variables, p u e d e n ser ya im portantes:

Las d im e n sio n e s s o n m od e radas: P ro fu n d id a d : d e 0,5 a 2 m e tro s c o n pe rfile s e n V y U

s e g ú n el g r a d o de evolución;
P ro fu n d id a d : d e a lg u n o s c e n tím e tro s a 4 0 - 50 cm.

Perfiles e n V A n c h u ra : d e 5 a 10 m etros. En o c a sio n e s suele a p a re ­

cer u n m in icau ce e n el lecho;


A n ch u ra : d e a lg u n o s decím etros a 2 m e tro s

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L o n g itu d : d e 2 0 a 100 m e tro s o m ás
L o n g itu d : escalas m étricas y decam étricas
A rro y a d a e n b a rra n c o s (g u llie s , a rro ­
y o s e n inglés, ru is s e lle m e n t e n ravins e n fra n ­
R e m o c ió n d e la s p a rtíc u la s cés).
d e l s u e lo p o r la s e s c o rre n tia s

Es la m á s o b v ia y d ram ática d e m o stra ­


s u e lo d e s n u d o ~
sin ve ge ta ció n ció n d e la ero sió n . Este tip o de flujo y erosió n

d e i*laa,'era a p arece c u a n d o los tip o s p re ce d e n te s se

a gra va n , c u a n d o las in cision es se p ro fu n d iz a n

e sc o rre n tia s y e n sa n c h a n con sid e ra b le m e n te . En m u ch as


á re a s expresa la d e g ra d a c ió n total del suelo.

S e in ic ia la fo rm a c ió n A p a re c e e n territorios m u y d e g ra d a d o s, fre ­
d e u n a p e q u e ñ a d e p re s ió n c u e n te m e n te p o r in te rve n ció n h u m a n a ina­
decuada. La s u p re sió n d e la cu b ie rta vegetal
p o r in c e n d io s y ro tu ra c io n e s d e tie rras m a rg i­
e sc o rre n tia s
n a le s e n p e n d ie n te suele a carre ar este tipo

d e d e g ra d a c ió n g e n e ra liz a d a del paisaje. Es

L a d e p re s ió n s e , __________ u su a l d e n o m in a r a e sto s esp a cios d e a b a rra n ­


y s e fo rm a u n e sc a rp e c a m ie n to g e n e r a liz a d o c o n el v o c a b lo a n g lo ­
sajón d e • b a d la n d s (Fig. 58). N orm a lm e n te ,
E ro s ió n b a s a l y e v a c u a c ió n
el m e c a n ism o e m p ie z a con la escorre ntia y
d e s e d im e n to s
e r o s ió n la m in a r se g u id a c o n la fo rm a c ió n de
S e a c e n tú a e l e s c a rp e su rc o s y su p ro g re sió n hasta a lca n za r im p o r­
y s e p ro d u c e n d e s p re n d im ie n to s
ta n te s tam a ñ o s.

Las d im e n sio n e s d e estas g e o fo rm a s de

-, R e tro c e s o d e la ca b e c e ra e ro sió n hidrica p u e d e n ser espectaculares:


' d e la cá rca va
P ro fu n d id a d : m á s d e 2 m etros, lle g a n d o
in c lu so a 10 o más;

A n c h u ra : d e 10 a 2 0 m etros;
fo n d o d e la c á rc a v a

Fig.56.-Secuencia en la fo rm a ció n y evolución L o n g itu d : d e u n o a v a rio s ce n te n are s de

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de u n a cárcava (M o rg a n , 1 9 80 , m odificado). m e tro s hasta de sa rro llo s kilom étricos. »

_______________________________
fo rm a s m a yo re s d e los b a rra n cos p a sa n a ser con ocid a s

c o m o • r a m b la s . Los pe rfile s p u e d e n s e r m u y variados

e n V al U p o r u n a a m p lia g a m a d e fo rm a s m ixtas o más

e stán a m p lia m e n te e x te n d id o s p o r lo s d o m in io s dim á ti


eos se m iá rid o s y trop ica le s q u e h a n sid o deforestados.
C o n frecuencia, su e le asociarse este tip o d e paisaje con

la desertificación del territorio.


Fig. 57.- Las cárcavas so n ge oform as m ayores de ero­
sión hídrica. La erosión basal y la rem ontante las van
ensanchando y profundizando. Las tierras d e cultivo
se reducen al tiem po que los um brales se estrechan.

>#•- a** >Xíftfnv


ancarhiéntp generalizado en m¡ Estos paisajes? Conocidos
5íiádfencfe, ,Constituyen .la expre extrema de la erosión hídrica

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Este m ecanism o se encuentra en casi todos los dom i­ 3. a lta su sce p tib ilid a d de suelo s y form aciones

nios climáticos; sin em bargo, es en la regiones sem iáridas d e trítica s fin a s a cie rto s fen ó m eno s físico s y quím icos

donde alcanza m ayor desarrollo. Los principales factores ta le s com o ine sta b ilid a d e structura l, pérd id a de co h e­
sión, d isp e rsió n y perforación. Los suelo s con a lto s con­
que intervienen en su génesis inicial son:
te n id o s en a rcilla s h in c h a b le s y lim os son m uy vu lne ra ­
1. condiciones clim áticas sem iáridas con lluvias espo­ b le s al proceso;

rádicas e intensas que originan im portantes gradientes


4. diferente erosionabilidad y permeabilidad en las
hidráulicos; distintas capas del suelo y el subsuelo;

2. m ateriales finos y am plios periodos sin lluvias y cá li­ 5. suelos con alto contenido en sales solubles que
dos que desequen y agrieten los suelos; ofrezcan una capacidad de cam bio de bases elevada, par-

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Fig.59.- Cárcava o rigina d a p o r erosión e n túnel
terrazas de. cultivo ab an d ona d as. O bsérvese los c o n d u c to s aflo­
rados por hu n d im ie n to del te ch o de la form ación detrítica.
ticularm ente con el sodio, que dispersen el material y faci­
liten su remoción y transporte por los flujos hídricos;

6. en sistem as de terrazas escalonadas los túneles


aparecen en el limite inferior de la parcela, coincidiendo
con sectores cóncavos o con salto topográfico;

7. la vegetación degradada favorece el proceso;

8. determ inadas acciones humanas tales com o la defo­


restación, sobrepastoreo, abandono de terrazas de cultivo
de secano, etc., también tienen repercusiones en el m eca­
nismo;

9. la acción biológica de raíces y animales (roedores


sobre todo), pueden favorecer el proceso.

Esta forma de escorrentía y erosión aparece en amplios


sectores de las regiones semiáridas donde el frágil equilibrio
natural ha sido perturbado por usos del suelo inadecuados. La
rápida erosión hídrica de estas áreas, productoras de altas
tasas de sedimentos, origina un modelado de disección y hun­
dimientos que desemboca en la formación de cárcavas y con­
tribuye al abarrancamiento del territorio.

En agronomía, es frecuente utilizar una jerarquía dife­


rente a la expuesta; así, el reguero es aquella incisión que se
borra con técnicas de cultivo simples, por ejemplo con una
labranza superficial. La cárcava requiere para su desaparición
el uso de medios tecnológicos más potentes, mientras que el
barranco es prácticamente irrecuperable y, si se quiere corre­
gir, demanda importantes medios técnicos y monetarios.

Finalmente, estos distintos tipos de escorrentia y de ero­


sión se combinan en el tiempo y en el espacio; en ellos inter­
vienen de manera compleja diferentes factores medioam­

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bientales, sobre todo las características de las lluvias, el
suelo, las condiciones geomorfológicas y la cubierta vegetal.
Señales o síntomas de la erosión
sobre el terreno

La prim era m anifestación del proceso de erosión y una c) pérdida de nutrientes naturales o añadidos con los
de las causas desencadenantes de otros fenóm enos de fertilizantes al suelo, y arrastre y pérdidas de semillas o
degradación es la pérdida de suelo. La erosión del suelo plantas aún poco desarrolladas. Estos procesos causan
acarrea una dism inución de la productividad porque redu­ efectos negativos inm ediatos sobre los rendimientos y la
ce su profundidad, su capacidad de retención de humedad producción (Fig. 60);
y el contenido en m ateria orgánica y nutrientes, es decir,
la fertilidad. La respuesta de los geosistem as y suelos a los d) aum ento de la pedregosidad y el afloramiento en

procesos de erosión hídrica se expresa de m últiples y diver­ superficie de capas m ás profundas del suelo, incluso del

sas maneras: sustrato rocoso subyacente;

a) entre los efectos directos e inm ediatos, está la pér­ e) la de ca p ita ció n y a blación del suelo por erosiones
dida del capital suelo, base de sustentación de las raíces de la m inar o difusa p ro du cida s por las e sco rre ntia s de
las plantas, naturales y cultivadas, pues él retiene y alm a­ su p e rfic ie p ro d u c e tr a n s fe re n c ia s de p a rtíc u la s y
cena la humedad. Esta pérdida del recurso puede ser, en nu trien tes de las partes altas d e las laderas a las bajas.
casos extremos, acelerada e irreversible;

b) con el tiempo, el suelo, lugar fu n­


damental de transferencias, transform a­
ciones y tránsito de los com ponentes de los
sistemas naturales, puede perder com ple­
tamente su capacidad productiva, destru­
yéndose de este m odo y en pocos años lo
que la naturaleza tardó y tardará miles de
años en form ar de nuevo;

Fig.60.- A terram iento d e un a plantación

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m de girasol por los se d im e n to s produci­
d o s p o r la erosió n d e las partes altas del
c a m p o cultivado.
E ste proce so se m anifiesta, por un lado, en la presencia
de una gam a d e co lo re s de d ive rso s tonos, que co rre s­
ponden a e strato s m ás profundos del suelo y regolito, y
por otro, en los cu ltivos, por su m en or d e sa rrollo y den­
sidad, inclu so ausencia, en las partes m ás exp uestas a la
e rosión, com o son las so m ita le s y convexas;

f) la erosión del suelo se refleja ta m bién en la esc


sez d e ve getación , in clu so en su ausencia. En la sustitu­
ción de e sp ecie s a rb ó re a s espo ntáne as (encina y alcor­
d -i Fi9T ’ noque, por ejem plo) por el m atorral y la estepa.
puesta al descubierto
Adem ás, por la puesta al descu b ierto de las raices de
del sistema radicular
d e un naranjo, por árboles, arbustos y matorrales (Fig. 61). La invasión de e sp e ­
erosión hídrica cies ve geta les esp e c ífica s de suelo s d egra d a d o s e s otro
indicador;

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Fig. 62 .- Las ram blas so n u n o s p o d e ro so s sistem a hidrológicos
d e erosión y transporte de sed im e ntos e n los am bientes secos y,
a la vez, elem entos d estacad os de los paisajes
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j) creación de m icroestructuras superficiales, que
determinarán, a su vez, los efectos del splash y de las esco-
rrentias del siguiente aguacero: costras laminares, partícu­
las o agregados de suelo dispersos por la superficie, arenas
litadas, presencia de pedestales o m ontículos de erosión,
em pedrados de cantos y gravas, m ás o m enos densos y dis­
continuos, micro chem inées de fée (colum nas de arcilla
rem atadas por una piedra o canto que las ha protegido de
la erosión), etc.;

k) aparte de los efectos en el mismo sitio o lugar donde


Fig. 64 .- Las colad a s d e barro s o n otra ocurre la pérdida de suelo por erosión, este proceso provoca
expresión de la erosió n hídrica c u a n d o los
también efectos indirectos, fuera del área afectada direc­
horizontes superiores del sue lo se saturan y
debilitan las fuerzas de cohesión. tamente, por incrementar las escorrentías superficiales y los
caudales punta de las avenidas que causan inundaciones.
g) las e sco rre n tía s co n centra da s, ta n to en flu jo s Además, si los sedimentos producidos por el desmante-
tu rbu lentos o no, co n stitu y e n p roce sos fu n d a m e n ta le s lamiento del suelo alcanzan los ríos, ocasionan una reducción
en la m orfogén esis de las zo nas e ro sio nadas. Incisione s de la calidad del agua debido a las partículas en suspensión
de d iversa m agnitud a p a re ce n en el te rren o: surcos, que ocasionan turbidez y por la acumulación de materia orgá­
regatos, cárc avas, b a rra n co s, to rre n te ra s, ram blas nica y nutrientes que pueden dar origen a problemas de
(Fig. 62) y la ge n e ra liza ció n de la to p o g ra fía a b a rra n ­ eutrofización. Por otro lado, los sedimentos producidos por la
cada o b a d la n d s son las ge oform a s m ás fre cu e n te s en
erosión pueden acumularse al pie de laderas, en'vaguadas,
e ste tipo d e erosión;
llanuras, lechos fluviales, canales de riego y de drenaje, vías
de comunicación, áreas urbanas e industriales y embalses.
h) hundim ientos y socavones por rem oción, y e va ­
Estos últimos son aterrados implacablemente, reduciendo su
cuación de m ateriales por co n d ucto s deb ajo de la masa
de suelo y regolito. Proceso bastante exten d ido por vida útil y perdiendo funcionalidad (Fig. 65). Las cuencas

todo el ám bito d e la E sp aña m editerránea y conocido, hidrográficas de España, en particular las mediterráneas,

genéricam ente, com o sufosión, ero sió n en tú ne l o ofrecen significativos ejemplos de embalses colmatados por

p ip in s (Fig. 63); sedimentos, e incluso abandonados;

i) la acción del agua en profundidad, en conjunción con y l) finalm ente, cuando un suelo está degradado y sus

la gravedad, también es responsable de m ovimientos en capacidades físicas y quím icas están em pobrecidas, muchas

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masa com o las coladas de barro, producidas cuando se im portantes funciones ecológicas no se realizan o lo hacen
registran lluvias abundantes y los horizontes superiores del m uy dism inuidam ente (Fig. 66). Los ecosistem as con suelos
suelo se saturan y pierden cohesión (Fig. 64); erosionados son siem pre sensibles y frágiles.
Todas estas señales y síntom as im presos en los paisajes por sus características y condiciones ambientales, tales
de la m ayor parte de las tierras sem iáridas y tropicales com o la aridez, las precipitaciones irregulares e intensas,
constituyen m anifestaciones o indicadores relevantes, qui­ las frecuentes y fuertes sequías, la erosión del suelo, la
zás los que más, de los im pactos am bientales de la erosión recurrencia y extensión de los incendios, la salinización de
hídrica. Globalm ente constituyen un paradigm a del fenó­ suelo s y aguas, el d eterioro de la estructura d e l suelo y
meno de erosión y, a la vez, m uestran los cam inos hacia el de la cubierta vegetal, etc. Todo ello genera una alta sen­
futuro, de lo que se debe y no se debe hacer. sibilidad a los procesos de degradación por erosión y deser­
tificación, los m ás im portantes riesgos ambientales.
Para los territorios m editerráneos, el problem a es par­
ticularmente agudo, ya que, después de los ecosistemas Del análisis de la evolución de los paisajes erosionados
tropicales, los m editerráneos son los m ás frágiles del globo parece desprenderse que las causas físicas que provocan la

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erosión de los suelos son potenciadas y aceleradas por
acciones hum anas relacionadas con causas socioeconóm i­
cas. De este modo, el carácter de unas lluvias insuficientes
y con frecuencia torrenciales, la aridez, las sequías, la
escasa cubierta vegetal, las condiciones geomorfológicas,
etc., favorecen los procesos de erosión. Esto ha desem bo­

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cado en la actualidad en un estado preocupante, en algu­
nos casos grave, de buena parte de los geosistemas.
M étodos de medida y evaluación
6 de la erosión hídrica

Los métodos de evaluación o estim ación de la erosión por la variación que el fen ó m eno tien e en el tiem po y
tienen com o objetivo su cuantificación. La evaluación de la en el espacio y por la d ificu lta d de dife re n cia r las p é r­
erosión es necesaria para conocer el contexto espacial en didas de suelo por p ro ce so s n a tu ra le s d e aq u ella s in d u ­
el que se producen los procesos de erosión y para cuantifi- cid a s por las a ctivid a d e s hum anas.
car la pérdida de suelo que se produce, para identificar las
Las té cnica s de cu a ntifica ció n y los m odelos de e va ­
causas y proponer recom endaciones o soluciones fiables y
luación de la ero sió n del suelo se han desa rrolla d o a lo
eficaces de prevención del proceso, para im plantar m edi­
largo de m uchos añ o s com o resu lta d o de la creciente
das de restauración y rehabilitación, cuando no se hayan
p re ocupación y co m p ren sió n del proceso. Las prim eras
traspasado lim ites que hagan im posible la recuperación del
estim a cio n e s datan de p rincip io s del siglo XX; fueron,
recurso. Cuantificar tasas de erosión es útil, y la gestión
so bre todo, de n a tu ra le za cu a lita tiva e ilustrab an cóm o
sostenible del suelo requiere conocer el riesgo de su pérdi­
d ive rsa s p rá ctica s de cu ltivo a rro ja ba n resultados d is­
da bajo determ inadas condiciones am bientales. La eficacia
tin to s para c o n tro la r la pérd id a de suelo. Conform e se
de la aplicación de rem edios para prevenir la erosión del
iban d isp o n ie n d o de m ás d a to s de observacion es de
suelo y m itigar sus efectos requiere conocim ientos y diag­
cam po, em pezaron a fo rm u la rse e cu a cio n e s que inte­
nósticos precisos para cada caso y tratam ientos que inte­
graban los fa cto re s que p roducían el fen ó m eno erosivo;
gren medidas complementarias.
las fo rm ula cion es e m píricas de Z ingg (1940), Sm ith
Sin em bargo, la c u a n tifica ció n de la ero sió n del (1941), Sm ith y W h itt (1947), M u sgra ve (1947) y otros,
suelo presenta un co n ju n to de p ro b le m a s té cn ico s y son alguno s ejem plos. Estos a n á lisis cu lm in aron en la
metodológicos en relación a las escalas espaciales y te m ­ ecu ación de m a yo r uso so bre la ero sió n hídrica del
porales, porque los p ro ce so s d e ero sió n se m a nifiestan su e lo : la e cu a ció n u n iv e rsa l de p é rd id a de suelo
en tasas, grados y frecuencias variables en el tiem po y en (U niversa l Soil Loss Equation, U .S.L.E), defin ida por
el espacio. A d ifere nte s esca la s co n cu rre n e interaccio- W isch m e ie r y Sm ith (1958). A p a rtir de en tonces una
nan distinto s procesos, lo q u e p lan te a se ria s d ific u lta ­ gran profu sión de m étod os de evaluación de la erosión
des cu ando se desean e sta b le ce r co m p a ra c io n e s entre híd rica se han desarrollado, pu d ié ndo se a grup a r en c u a ­
medidas realizadas a d istin ta s escalas y se llega a in te r­ lita tivo s y cu antitativo s. El lím ite entra am bos tipos de
pretaciones diferentes. Por otro lado, la p ro pu esta de m étod os no es claro. Con frecuencia, para e stim a r la

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índices de erosió n del suelo plantea algunas dificultades im p o rta n cia del p roce so ero sivo por m edio cualitativo
por el cará cter m u ltifa cto ria l que co n tro la e l proceso, e s p re ciso a p lica r e l m étodo cu a n tita tivo y viceversa.
La intensidad de la erosión

Los m é to d o s d e e v a lu a ció n d e la e ro sió n expresan la c a p a c id a d d e u n s u e lo d e s o p o r t a r la e r o s ió n e n

los re su ltad os e n las sig u ie n t e s expresiones: f u n c ió n d e s u e sta d o , n a t u r a le z a y p r o fu n d id a d .

D e p e n d e , e n t r e o t r a s ca ra cte rístic a s, d e la ta sa de
a) la tasa o in te n sid a d d e e r o s ió n del su e lo es u su a l­
m e t e o riz a c ió n o d e f o r m a c ió n d e l s u e lo . P o r ejem p lo,
m e n te e xp re sa d a c o m o p é rd id a de su e lo p o r u n id a d de
u n a t a s a d e t o le r a n c ia d e 1 m m / a ñ o = 13 t/ha/año
sup e rficie y p o r in te rv a lo de tie m p o; p o r e je m p lo ,
p a ra u n s u e lo p r o f u n d o y p e rfil b ie n d e s a rro lla d o ,
1 k g/m 2/a ñ o = 10.000 kg/h a/ añ o = 10 t /ha/año =
p u e d e s e r a c e p ta b le ; sin e m b a r g o , p a ra u n s u e lo d e
= 7,7 m 3/ha/año = 0 ,0 0 0 7 7 m /año = 0,77 m m /año d e
e sca sa p o t e n c ia y d é b ilm e n t e e s t ru c tu ra d o , t a n f r e ­
su e lo d e n u d a d o , a su m ie n d o q u e la d e n sid a d del su e lo
c u e n te e n el á m b it o s e m iá r id o m e d it e r rá n e o , e sa ta sa
e ro s io n a d o (d e te rm in ad a c o n el p icn ó m e tro ) sea de
e s e x c e siva e in a d m is ib le , ya q u e la v e lo c id a d d e f o r ­
1300 kg/m 3, v a lo r m u y frecuente;
m a c ió n d e s u e lo e s m u y in fe rio r;
b ) lo s v a lo re s d e las ta s a s d e e r o s ió n s u e le n c o m ­

p a ra rse c o n el f a c t o r d e t o le r a n c ia a la e r o s ió n o de c) p o r o t ro lado, la p ro fu n d id a d del su e lo (distancia

p é r d id a d e s u e lo p a ra s a b e r si las p é r d id a s d e s u e lo e n tre la su p e rficie y la b a se del perfil, e n c o n ta cto c o n el

s o n e x c e siva s y d e b e n t o m a r s e m e d id a s p a ra su c o n ­ m aterial pa re n ta l) y la textura sirven para e stable cer cla­

s e rv a c ió n . El fa c to r d e t o le r a n c ia a la e r o s ió n a lu d e a ses d e e ro sio n a b ilid a c h

C la s e s d e e r o s io n a b ilid a d s e g ú n la t e x t u r a y la p r o f u n d id a d d e l s u e lo ________

C lase D e sc rip c ió n Textura P ro fu n d id a d (cm)

1 Lige ra m e n te e ro sio n a b le C, SC, Z C > 75

2 M o d e ra d a m e n te e ro sio n a b le SCL, CL, ZCL, LS, S 25-75

3 M u y e ro sio n a b le L, ZL, Z, SL < 25



Fuente: U SD A ; CORINE, 1992.

C: arcillosa; SCí arcillo-arenosa; ZC: arcillo-limosa; S C L franco-arcillo-arenosa; CL: franco-arcillosa; ZCL: franco-arcillo-

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limosa; S: arenosa; LS: arenoso-franca; SL: franco-arenosa: L franca; Z L franco-limosa; Z: limosa


En España, el desaparecido ICONA (Instituto para la
Conservación de la Naturaleza, del Ministerio de Agricultura)
M étodos de evaluación cualitativos
propuso una clasificación de la erosión con intervalos más
reducidos para una más detallada representación cartográfi­
Estos m étodos se basan en el análisis de las form as de
ca de pérdida de suelo por erosión hídrica:
erosión (surcos, regueros, cárcavas, barrancos, etc.), en las
de deposición (conos o abanicos coluviales y aluviales, ate­ Otros criterios am pliam ente utilizados son los propues­
rramientos, etc.) y en la identificación de estados o grados tos por el Departam ento de Agricultura de EE.UU.(USDA):
de erosión para clasificar las pérdidas de suelo registradas
en el territorio y su posterior cartografía. Form as y grados Erosión leve, pérdida de m enos del 25 % del horizonte
de erosión pueden ser determ inados m ediante la observa­ A del suelo;
ción por sensores rem otos (fotografía aérea e im ágenes de
Erosión moderada, si se ha perdido hasta el 75 % del
satélites) y trabajos de campo. Se han propuesto diversos
horizonte A;
intervalos de pérdida de suelo por erosión hídrica, siendo
los m ás conocidos y utilizados los siguientes: Erosión fuerte, pérdida de todo el horizonte A y hasta
el 25 % del B;
G r a d o d e e r o s ió n h íd r ic a d e l s u e lo
Erosión m uy fuerte, aparición de cárcavas y barran­
P é r d id a d e s u e lo
Nivel t/ha/año m m /año queras.

N in g u n a o ligera < 10 0,6


Para establecer estas evaluaciones las herramientas y
M o d e ra d a 1 0 -5 0 0,6 - 3,3
m étodos m ás utilizados son:
Alta 50 - 200 3,3 - 13,3

M u y alta >200 > 13,3 a) La fotografía aérea

Fuente: FAO/PNUMA/UNESCO. 1979


Esta im portante fuente de información permite una
apreciación directa de las huellas de la erosión, además de
C la s e s d e p é r d id a d e s u e lo
poder definir los elem entos físicos más relevantes (topo­
P é r d id a d e s u e lo grafía, microcuencas, cuencas, etc.); la vegetación (tipo,
Nivel t/ha/año
grado de recubrim iento del suelo); en terrenos cultivados
N in g u n a o ligera < 10 (el parcelario y su grado de afección); las áreas de incisión
Baja 1 0 -2 5
(regatos, surcos, cárcavas, etc.); redes de drenaje; zonas
M o d e ra d a 2 5 -5 0
de sedim entación y evolución de los usos del suelo. La
A cusa d a 5 0 -1 0 0
fotointerpretación, pese al cierto grado de incertidumbre y
Alta 1 0 0 -2 0 0
de subjetividad que presenta, permite identificar los fac­
M u y alta >200
tores m ás destacados de la erosión y la importancia que el

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Fuente: IC O N A (1 9 8 2 ) proceso de degradación del suelo tienen en un periodo de
m entarios; el blanco y negro e s el m ás usual. Por otro
lado, las escalas dispo nibles registran un am plio rango;
sin em bargo, es preferible u tilizar las escalas grandes,
ya que perm iten d istingu ir fácilm en te la vegetación, las
zo nas de suelo desnudo, la in ciden cia de los tipo s de cu l­
tivo y técnicas empleadas, la evolución del paisaje, las redes
de drenaje o de circu lación del agua, las huellas de la
erosión, etc. U na m anera práctica de o b te ner estim acio ­
nes satisfactorias d e la erosión hidrica con siste en com ­
p a rar fo to gram as aéreos de una m ism a área, obtenidos
durante una serie de años, y co m binar con tareas de
cam po la inform ación extraida.

b) • Teledetección por im ágenes de satélites

La teledetección, com o tecnología de percepción


remota de la realidad biofísica, es una form idable herra­
m ienta que reúne m uchas de las características que se
requieren en el seguim iento, evaluación y control de la
erosión del suelo y de la desertificación. La teledetección
m ediante im ágenes de satélites es una fuente de inform a­
ción m uy valiosa que perm ite una apreciación directa de la
erosión a la vez que ofrece nueva perspectivas sobre los
procesos de degradación. El proceso, tratam iento e inter­
pretación de los datos que envian los satélites permiten
una investigación m ás eficaz de los parám etros geofísicos
que definen los ecosistem as, y de hecho originan nuevas
m etodologías para abordar los estudios de observación del
planeta Tierra (Gutiérrez de la Cámara, 1995).

La inform ación que suministra, incorporada a los siste­


tiempo determ inado (Fig. 67). Los resultados deben va li­
mas de inform ación geográfica ( • S/G), ha revolucionado
darse con el trabajo de campo.
los procedim ientos de observación del planeta, de la ero ­

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Suelen ser utilizados tres tipos d e fotogram as: b la n­ sión y de la desertificación, a escalas global y local, apor­
co y negro, c o lo r e infrarrojo, cada un o de los cuales tando a los m étodos convencionales de estudio una serie de
perm ite identificar aspectos difere nte s aun que co m p le ­ ventajas, tales como:
1. una visión sintética, integrada y uniform e de las áreas La serie Landsat se inserta en el programa Sistem a de
afectadas y de las que potencialmente puedan estarlo; Observación de la Tierra (Earth Observation System, EOS),
pieza m aestra del Programa de Ciencias de la Tierra de la
2. la repetitividad en la observación y en las medidas NASA. EOS es un conjunto de sistem as espaciales y de estu­
de procesos, en cualquier territorio, que evolucionan en
dios científicos interdisciplinares destinados al progreso del
escalas tem porales diversas; conocim iento y com prensión del cam bio global, en el que
los procesos de pérdida de suelo y de desertificación tienen
3. la calidad geom étrica que, a través de tratam ientos
una destacada influencia.
informáticos, permite actualizar cartografías topográficas
y temáticas automáticamente;

y 4. la enorme riqueza de información sobre un mismo espa­


cio afectado por procesos de degradación, al ser registrado su
comportamiento en distintas longitudes de onda del espectro
electromagnético, mediante diversos sensores (radiómetros,
• espectrómetros, 4 espectrorradióm etros, radares, etc.)
que miden a distancia la temperatura de todos los materiales
• abióticos y • bióticos de la superficie del complejo plane­
ta terrestre y sus variaciones, permitiendo la identificación de
sus características y de su evolución temporal y espacial.
Fig.68.- Satélite Terra (im age n cortesía del
Estados Unidos, Rusia, Francia, Japón, la Agencia Se a W lF S Project. N A SA / G o d d a rd Space Flight
Espacial Europea (ESA) y la India son los países que tienen en C en ter y Orbim age).

órbita alrededor de la Tierra una serie de satélites para la


observación de la Tierra. Por la calidad e interés de las im á­ El satélite Terra (Fig. 68), puesto en órbita el 18 de
genes, destaca la utilización del satélite francés Spot y el diciem bre de 1999 y activado en febrero de 2000, también
reciente (2002) satélite Envisat de la ESA y, sobre todo, la tiene gran interés para el estudio de los sistem as natura­
constelación de satélites estadounidenses: la serie Landsat, les de la Tierra; a bordo cuenta con un conjunto de senso­
el sistema de observación de la superficie terrestre por saté­ res (en particular el espectrorradióm etro M ODIS de alta
lite m ás antiguo de los Estados Unidos, se inició en julio precisión) capaces de d a r im ágenes de gran detalle de la
de 1972. El último, con el número 7, puesto en órbita el 17 de atm ósfera y de la superficie terrestre (Fig. 69). Nuevos
abril de 1999, observa los mismos territorios cada 16 días, en tipos de inform ación, de gran interés científico y aplicado,
una órbita a 705 km de altitud y con una resolución espacial son suministrados por los satélites Galileo, Goes, OrbView-2,
de 30 metros; registra 250 escenas cada día, por lo que casi Space Shuttle, Topex/Poseidon, QuikSCAT, TRMM y otros.
8000 nuevas imágenes de alta resolución de la superficie de El nuevo program a M illennium de la NASA es un ambicioso

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la Tierra pueden ser adquiridas cada mes. Estas imágenes son program a de observación espacial de la Tierra con las más

de gran utilidad para todas las ciencias de la Tierra. avanzadas tecnologías. El 21 de noviem bre de 2000 fue

8
La m isión del Endeavour

D e g r a n in te ré s e s t a m b ié n la c a r t o g r a f ía d e la

T ie rra d e s d e el e sp a c io , r e a liz a d a p o r el t r a n s b o r ­

d a d o r E n d e a v o u r, la n z a d o el 11 d e f e b r e r o d el
2 0 0 0 d e s d e c a b o C a ñ a v e r a l y s it u a d o e n ó r b it a a
2 3 3 k m d e a ltu ra . D u r a n t e o n c e dias. la m is ió n
t o m ó d a t o s p a r a re a liz a r u n d e t a lla d o m a p a , p o r

radar, d e casi t o d a la s u p e rfic ie e m e r g id a te rre s­


tre. El E n d e a v o u r c a p t ó im á g e n e s e n 1 5 9 v u e lta s a

la T ie rra m e d ia n t e d o s ra d a re s; el h a z f ijo d e u n o

d e e llo s e s c a n e a b a u n a su p e rfic ie d e 50 k m d e
a n c h o ; el o tro , m ó v il, h a c ia u n b a r r id o s o b r e u n a

b a n d a d e 2 2 5 km . D e la c o m b in a c ió n d e lo s d a t o s
Fig.69 .- Satélite e sca n e an d o la atm ósfera y superficie de
r e g is t r a d o s p o r a m b a s a n t e n a s , c u y o p ro c e s a m ie n ­
la Tierra (N A SA / G o d d a rd Space Flight Center).
t o r e q u e rirá u n o s d o s a ñ o s , se o b t e n d r á n m a p a s

t o p o g r á f ic o s , c o n s o m b r e a d o , t r id im e n s io n a le s y
lanzado y puesto en órbita a 705 km de altitud el prim er e n p e rsp e ctiva .
satélite de esta nueva m isión de observación del planeta,
el Earth O bserving-1 (EO-1), que sum inistra inform ación
V " - ' J
de gran calidad, utilidad y alta frecuencia, para una Así, pues, la teledetección m ediante im ágenes de saté­
am plia gam a de usos, sobre los océanos, cam bios en la lite ofrece atractivas y eficaces perspectivas para el segui­
atmósfera, bosques, humedales, desertificación, desastres miento, evaluación, m odelización y lucha contra la erosión
naturales tales com o inundaciones, erupciones volcánicas, del suelo y la desertificación, así com o para la gestión
grandes torm entas y sus im pactos am bientales, usos del am biental de los territorios vulnerables a estos tipos de
suelo, cam bios en la cobertura vegetal, procesos litorales degradación.
y sistem as interactivos a escala planetaria, entre otros.
c) Método de erosión-deposición
Las im ágenes captadas por los satélites están sirvien­
do para conocer m ejor la com plejidad de nuestro planeta E ste m étodo es útil para suelo s cu ltivad os en pen­

y no sólo son de extraordinaria utilidad para todas las cien­ diente. Las laderas cu ltiva d a s en pen diente suelen

cias de la Tierra, sino tam bién com o base de datos para la registrar pérdida de suelo en la m itad supe rior y acu ­

documentación técnica, program as de políticas am bien­ m ulación de se d im e n to s en la base. La ero sió n se m ani­

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tales y educativas, agricultura, planificadores urbanos y fiesta en regueros y surcos que son e lim inad os por las

cambio clim ático regional y global. labo re s d e cam po. Sin em bargo, la acción en el tiem po
de las esco rre ntías lam inar y co n centra d a va
eliminando los horizo ntes su p e rio re s del suelo
(los m ás fé rtile s) y h acie nd o aflo ra r los in fe rio ­
res. La evide ncia de esta pérdid a de suelo se
manifiesta en la degra d ació n del perfil edáfico
y en el m osaico d e co lo re s que, con el tiem po,
aparece en superficie; norm alm ente, los tonos
claros co rre sp on d e n a la p u esta en su p e rficie
de niveles inferio re s, m ie ntras que los tonos
obscuros corre sp on den a á re a s co n d é b il o nula
erosión, o a las zo nas de a cu m u la ció n de se d i­
mentos en la base de la ladera.

Las plantas cultivadas responden a esta situa­


ción: en la parte superior se desarrollan con dificul­
tad, aparecen raquíticas e incluso pueden desapa­
recer por falta de suelo, humedad y nutrientes;
mientras que, en la parte inferior, donde se acum u­
lan la humedad, los sedimentos y los nutrientes, las
plantas crecen vigorosas, ofrecen un buen porte y
buenos rendimientos (Fig. 70). Estas observaciones
permiten confeccionar una cartografía de la erosión
del suelo en zonas de cultivo.

Este m étod o ta m b ié n se a p lic a a la p re ­


sencia de m o n tícu lo s o p e d e sta le s de erosión
en las áre as q u e p re se n ta n el p roblem a. Estas
m icrotopografías se d eb en a la p ro te cció n del
suelo que e jercen las p la n ta s (sob re todo
m atorral y arb u sto s), las co stra s su p e rfic ia le s
y los can tos o b lo q u e s d e piedra, y a la a c e n ­
tuación de la e ro sió n en su e lo desn udo , sin
protección. Las d ife re n c ia s e n tre los nive les
topográficos d e am bas su p e rficie s, la p ro te g i­

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da y la desnuda, perm ite n e stim a r ta sa s de
erosión (F ig .71).
Program a CORINE

D e s a r r o lla d o p o r la C o m u n id a d E u r o p e a (1 9 9 2 )
M étodos de evaluación cuantitativos
c o n el o b je t iv o g l o b a l d e c r e a r u n s ist e m a d e in f o r m a ­
c ió n d e l e s t a d o d e lo s re c u rso s n a t u ra le s y d e l m e d io
Estos m étodos evalúan la erosión del suelo de modo
a m b ie n t e e n lo s p a íse s m ie m b ro s . S e h a lla e stru c tu ­
directo mediante la m edición en el cam po o de manera
r a d o e n g r a n d e s te m a s: u n a b a se G e o g rá fic a ,
indirecta mediante la estim ación de las tasas de erosión a
N a tu ra le z a , T ie rra, A ire , A g u a y A s p e c t o s
partir de modelos físicos, estadísticos o paramétricos. La
S o c io e c o n ó m ic o s , y d e n t r o d e e llos, d iv e r s o s p ro yectos.
cuantificación de la pérdida de suelo se realiza a distintas
E n el t e m a T ie rra se h a lla el p r o y e c t o " R i e s g o s d e e r o ­
escalas, desde el nivel de < p e d ó n o p e d ió n (de 1 a 10 m2)
s ió n d e s u e lo s y e v a lu a c ió n d e t ie r r a s ", c o n lo s s ig u ie n ­
al de ladera (de varias decenas de m2 a varios centenares)
te s o b je tiv o s e sp e c ífic o s: a) re c o p ila r in f o r m a c ió n
y cuenca fluvial (desde algunas hectáreas a miles de km 2).
s o b r e la c a lid a d d e l s u e lo y lo s r ie s g o s d e e r o s ió n e n

lo s p a ís e s m e d it e r r á n e o s d e la U n ió n ; b ) in t e g r a r esta
in f o r m a c ió n e n u n siste m a d e in f o r m a c ió n g e o g r á f ic a
Evaluación directa
q u e p e r m ita e v a lu a r y c a r t o g r a f ia r a q u e ila s ca ra cte rís­
tic a s a u n a e sca la útil p a ra lo s g e s t o r e s d e la política
Las observaciones y m ediciones directas sobre el terre­
a m b ie n ta l; (c) d e s a r r o lla r u n m o d e lo d e e v a lu a c ió n de
no son las m ás reales y sirven para evidenciar la im portan­
t ie rra s y r ie s g o s d e e r o s ió n . Se d e lim ita ro n , m e d ia n te
cia del proceso de degradación y para su cuantificación. Sin
la a p lic a c ió n d e u n s iste m a d e in f o r m a c ió n g e o g rá fic a ,
embargo, plantean algunos problem as de método, asi com o
1 8 0 0 0 0 á re a s h o m o g é n e a s d e las r e g io n e s m e r id io n a ­
el largo período de tiem po requerido de mediciones para
les d e la C o m u n id a d (á re a s m e d ite rrá n e a s).
que sea representativo y su elevado coste en dinero. Las
medidas directas de la erosión pueden ser efectuadas a
La e v a lu a c ió n d e la e r o s ió n hidrica del su e lo se esta­
varias escalas espaciales m ediante registros continuos en
blece m e d ia n te la in te g ra c ió n d e las características básicas
parcelas, microcuencas y cuencas; a partir de experim en­
d e este ú ltim o (textura, p ro fu n d id a d , p e n d ie n te y pedre-
tos con lluvia simulada; con m ediciones volum étricas
g o sid a d ), del clim a (e ro sivid a d d e la lluvia y g r a d o d e ari­
mediante perfiladores m icrotopográficos, piquetas y agujas
dez) y d e la cubierta vegetal. C o n e sto s d a to s se o b tie n e n
de erosión y por medida de parám etros asociados a los sedi­
u n o s índices de rie sg o s d e e ro sió n real y d e e ro sió n
mentos o al suelo (m ateria orgánica, fósforo, Cs 137, etc.).
p o te n c ial del suelo. El p rim e ro c o rre sp o n d e a las c o n d ic io ­

n e s actuales d e u s o d el su e lo y del e sta d o d e la cubierta


a) Las parcelas de erosión
vege tal. El s e g u n d o indica la v u ln e ra b ilid a d q u e el sue lo
Son uno de los m étodos m ás am pliam ente utilizados tie n e a la e ro sió n e n fu n c ió n d e las características a m b ie n ­

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para el seguimiento y evaluación de la erosión por agua tales; se o b t ie n e d e la sig u ie n te m anera:
(López Berm údez et al., 1993; Alba, 1997; Paz y Taboada,
v ~ -
Riesgo actual de erosión de la tierra
Befo riesgo ■ ! dudado»
. Moderadoriesgo M iago»
■ i Altonesgo ■ Rocadesnuda
C j S in clasificar

Fig.72.- M a p a s
de la erosión
actual y potencial
de las tierras
m editerráneas de
la U nión Europea,
Riesgo potencial deerosión de la tierra
segú n el p ro gra­
ma C O R IN E d e la
UE (1992)

ín d ic e d e l r ie s g o p o t e n c ia l d e e r o s ió n d e l s u e lo = Ín d ic e d e e r o s io n a b ilid a d x ín d ic e d e e r o s iv id a d x p e n d ie n te

El p ro d u c t o fina l d el m o d e lo e s u n a c a rto g ra fía a escala 1:1 0 0 0 0 0 0 (Fig.72) d e la e ro s ió n real y p o te n c ia l qu e , e n pri­


m e ra a p ro x im a c ió n al p ro b le m a , e s útil p a ra id e n tifica r a q u e lla s á re a s e n las q u e el a lto rie s g o d e p é rd id a d e suelo,
a ctu al y p otencial, e x ig e m e d id a s u rg e n te s d e co n tro l d e la e ro s ió n y con se rvación , y a q u e lla s o tra s que, p o r lo s bajos
Índices d e ero sió n , t a n to p o te n c ia l c o m o real, n o re q u ie re n m e d id a s específicas d e lu ch a c o n tra la p é rd id a d e suelo.

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1998). Pueden ser de dos tipos: abiertas y cerradas. Entre m ultiplicó este sistem a de evaluar la erosión bajo diversas
las primeras, los colectores Gerlach han sido m uy usados. condiciones ambientales, notoriam ente bajo las semiáridas
Consisten en un canalón que recoge las escorrentías y sedi­ mediterráneas.
mentos producidos en una ladera por una tormenta. Los
El cerramiento de este tipo de parcelas se realiza con
datos obtenidos tienen sólo un interés parcial por no deli­
diversos tipo de materiales (manipostería, chapa, fibrocemen-
mitarse el área contribuyente, pero si se instalan diversos
to, etc.) con dimensiones y áreas confinadas variables. El
colectores, sirven para conocer el m ecanism o de erosión
modelo-tipo diseñado por Wischmeier era rectangular, con las
hidrica y la producción y transferencia de sedim entos a lo
largo de una ladera. siguientes dimensiones: longitud, 72,6 pies (22,13 m); anchu­
ra, 6 pies (1,83 m); superficie 0,01 acres (40,5 m2); pendien­
Las parcelas cerradas son las m ás am pliam ente utiliza­ te, 9 % en sentido longitudinal. A partir de estas característi­
das en todo el mundo. Suelen instalarse, en número muy cas y en función de las características del terreno, las dimen­
variable, en cam pos experimentales, y tales instalaciones siones cubren un amplio rango; no obstante, las más utilizadas
son, en ocasiones, bastante complejas. En España, los estu­ son las de 8 x 2; 10 x 2; 15 x 5; 20 x 4; 25 x 5; 20 x 10; 40 x 8
dios sobre erosión del suelo tienen su antecedente en las y 60 x 20. Las superficies controladas varían ampliamente,
parcelas cerradas (modelo USLE) que el profesor Carlos entre los 16 y los 1200 m2, y en ocasiones más (Fig. 73).
Roquero instaló a partir de 1959. Esta iniciativa, por diver­
sos problemas, no tuvo continuidad hasta principios de la Las parcelas han aportado mucha inform ación sobre las
tasas de erosión en las laderas; sin embargo, los resultados
década de los ochenta, pero desde entonces se extendió y
obtenidos son difíciles de extrapolar a territorios amplios
con diferentes condiciones ambientales. Los cam bios de
escala son un problem a m ayor no resuelto.

b) Cuencas y m icrocuencas

Cuencas y microcuencas fluviales (depende de su exten­


sión) constituyen unidades hidrológicas naturales que pueden
suministrar información de calidad sobre flujos de agua y
sedimentos, si cuentan con sensores adecuados. Las estacio­
nes de aforo bien instrumentalizadas cumplen bien estos
objetivos (Fig. 74). Los sedimentos transportados (en suspen­
sión y com o carga de fondo) pueden determinarse a través de
una sección de control, que puede coincidir o no con la sali­
da de la cuenca. En estas unidades hidrológicas se estudian
Fig. 73.- C o n ju n to d e parcelas experim entales para e

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registro d e escorrentías, erosión del sue lo y p ro d u c­ conjuntamente los procesos erosivos, la emisión de sedimen­
ción de sedim entos. (C u enca de M u ía, Murcia). tos en suspensión y los arrastres por la corriente. Con fre­
cuencia, también se contempla la deposición de tales mate-
Aquellas cuencas que cuentan con embalses suelen
sum inistrar buena información sobre la degradación especí­
fica que registran. Los embalses, sea cual fuere su capaci­
dad, son tram pas de sedimentos; por ello, si se realizan
batimetrías con cierta regularidad, se pueden obtener tasas
de colm atación y valores de la erosión que la cuenca regis­
tra aguas arriba de donde esté ubicada la presa (Fig. 75).

c) Experim entos con lluvia simulada

En condiciones clim áticas áridas y semiáridas, la lluvia


es un meteoro poco frecuente y aleatorio, así que para
conocer el m odo com o se produce la erosión y las tasas de
pérdida de suelo por unidad de superficie y con diferentes
tipos de cobertura del suelo, se recurre a la lluvia sim ula­
da, con lo que no es necesario esperar a que se produzcan
precipitaciones. Es una técnica am pliam ente utilizada en
los am bientes secos.

nales, cuando la capacidad de transporte del flujo disminuye


por debajo del límite inferior que le permite seguir m ante­
niendo los sedimentos en suspensión.

La degradación e sp e cífica o ap orte d e sedim entos


(volumen de tran sp o rte só lid os y su sta n cia s disueltas
producidos y exp ortados) de una cu enca ve rtie n te p e r­
mite in te grar gran núm ero d e datos. Son va lo re s m edios
por unidad de su p e rficie (t/ha/año), in d ica d o re s de un
balance de erosión que, sin em bargo, no perm ite d istin ­

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guir con precisión los se cto re s de la cu enca m ás a fe c ta ­
dos por la erosión.
La versatilidad de los sim uladores de lluvia permite
clavos y agujas de erosión. Las tasas de erosión se evalúan
estudios precisos sobre erosión pluvial (por salpicadura o
analizando el rebajam iento de una ladera o de un suelo, las
splashs) y erosión hídrica (generada por escorrentias) en
variaciones de volum en y las m icroform as resultantes.
ambientes con condiciones am bientales distintas (Fig. 76).
Tanto las técnicas de agujas de erosión com o los perfilado­
Este método presenta, sin embargo, algunos inconvenien­
res constituyen m etodologías de rápida y fácil aplicación y
tes, tales com o que durante un experim ento siem pre se
de bajo costo (Sancho et al., 1991). Son especialmente úti­
mantiene constante la intensidad (por ejemplo: 10, 30, 50,
les al aplicarlas en áreas de rápida evolución, com o son las
80, 100... mm/hora), circunstancia que en un aguacero
áreas abarrancadas en laderas con cultivos arbóreos y
real no se da. Por otro lado, los valores no deben extrapo­
arbustivos de secano (almendros, olivos, viñedos).
larse a condiciones distintas a las del experimento.
M ediante las a gu ja s d e erosión (Fig.77a), se pueden
o b te n e r d a to s que rep resen tan las va ria cio n e s m edias
de reb ajam ien to y/ o a cre ción d e la superficie, así com o
m o d ifica cio n e s de m icrom odelados. Sin em bargo, el
p e rfila d o r m ic ro to p o grá fic o (Fig. 7 7b ) registra con
m ayo r precisión los ca m b io s d e m icroform as; son muy
ú tiles para o b te ner perfiles se ria d o s de regatos, surcos
y p eq ueñ as cá rc a va s y para co n ocer su evolución en el
tiem po. A m b a s té cnica s son co m p le m e n ta ria s y su u tili­
zación co n ju nta perm ite a p re cia r co n bastante rigor las
ta sas de erosión y las m o dificacio n es te m p o rales del
m icro rrelieve en breves perío d o s de tiem p o (Sancho et
al., 1991; Benito et al., 1991); adem ás, en algunos
Fig.76.- La sim ulación de lluvias es u n experim en­ c a so s pueden se rv ir com o m o delo s q u e perm itan la
to m uy d ifun dido y valioso para con oce r có m o se
e xtra p o la ció n d e la evolución d e las geoform a s a e sc a ­
produce la erosión en distintos tipos d e litologías
y d e sue los c o n diferentes coberturas. las e sp a cia le s y te m po rales m ás am plias.

e) La técnica del Cs 137


d) Mediciones volum étricas
La té cnica d e l ce sio 137, basada en un m étodo de
La rugosidad de la superficie del suelo sum inistra infor­ a p lica ció n física universal, p re se nta un gran inte rés
mación de interés para conocer la form ación de escorren- para cu a n tifica r la erosión. Las ra d ia cio nes gam m a em i­
tías y para evaluar y prevenir la erosión. El cálculo del volu­ tid a s por d ive rso s ra d io n u cle id o s han sid o usadas fre ­
men de suelo erosionado o registro volum étrico puede rea­ cu entem en te para e stu d io s d e erosión del suelo, se d i­

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lizarse mediante sencillos instrumentos, com o son los per­ m entos tra nsp o rta d o s y dep ositados. Esta té cnica de
filadores m icrotopográficos, piquetas, varillas, estacas, e valuación de la erosión utiliza, so bre todo, el isótopo
Cs 137 (vida m edia d e 30,2 años), p ro du cido por las
pruebas te rm o n u cle are s re a liza d a s en tre 1954 y 1983, y
también el liberado por e l a ccid e nte nu cle a r en la c iu ­
dad ucraniana de C herno b il en 1996. Este radioisótopo,
reconocido com o un tra za d o r e fe ctivo del m ovim iento
del suelo (Ritchie y M cHenry, 1990), se distrib uyó por
toda la atm ósfera y, posteriorm en te , fue a rra stra d o y
depositado en la su p e rficie te rre stre p or las p re cip ita ­
ciones y acu m ulado en el perfil del suelo.

El uso de esta técnica asume que la incorporación del Cs


137 en el sedimento es rápida y que la migración postdepósi­
to es insignificante. En la mayoría de los ambientes está fuer­
temente ligado a los minerales de arcilla y a la materia orgá­
Fia. 77 - A g u ja s d e erosión y perfiladores m icrotopográ-
nica del suelo. Las velocidades de erosión y depósito en un
ficos. a) La sencilla técnica d e las agujas, varillas, piquetas
área y la proporción de suelo erosionado transportado fuera o estacas de erosió n e s útil para m e dia r p e q u e ñ o s cam bios
de ella se pueden determinar si se establece una relación en la superficie del suelo, bien p o r rebajam iento (erosión)
cuantitativa entre la pérdida y la ganancia de Cs137 y la can­ o p o r acreción (acum ulación de sedim entos); b) El perfila­
d o r m icrotopográfico perm ite obtener perfiles d e cauces
tidad de erosión y depósito (Navas, 1995).
d e diversa en ve rga du ra y hacer estim aciones sobre tasas
de erosión hldrica.
El p ote ncial de utilizac ió n de la té cnica del C s1 37,
a la que se recurre p ro fu sa m e n te en E sta d o s Unidos,
Australia y Europa, perm ite id e n tific a r y co m p a ra r las
M ediciones indirectas: los modelos
áreas con ero sió n activa o m ás se n sib le s al proceso, que
a su ve z son fu e n te s de sedim entos, con a qu ellas otra s
La m o delización e s un a de las princip ales he rra­
sin erosión. Perm ite d iscrim in a r los tip o s de usos del
m ientas p ara in ve stig a r la ero sió n hídrica y para pla n ifi­
suelo y las p erturb aciones in tro d u cid a s por las té cnica s
car y d ise ñ a r p o lítica s adecuadas de con se rvación de
de laboreo, cu a n tifica r y d e te rm in a r la • v e lo c id a d d e
e rosión o de d e p ósito de sed im entos, d e te rm in a r los suelos. Las m etod ologías d e sa rrolla d a s han evolucio na ­

balances de sed im ento s a e sca la d e cuenca, ca lc u la r las do desde fo rm u la cio n e s m eram ente descriptivas, que

tasas de sed im entos acu m ula do s en las lla n ura s a lu v ia ­ sirvie ro n para id e n tifica r ca u sa s y efe cto s de la erosión,

les, lagos y zonas húm edas, va lo ra r la relativa im p o r­ hasta m o d elo s m ate m ático s m uy co m plejo s basados en

tancia in d ivid u al d e los p roce sos de ero sió n por esco- las leyes física s que rigen los proce sos inte grad os en el

rrentias lam inares y flu jo s co n ce n tra d o s en surcos y c á r­ fen ó m eno erosivo, p asand o por ecu acio nes em píricas

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cavas. Por últim o, pu ede se r u tiliza d a para la fo rm u la ­ que, con un fu n d a m e n to físico, determ inan los valores

ción y valid ación d e m odelos de erosión. de pérdid a d e suelo de m odo experim ental.
Los m odelos son sistem as a rtificiales construidos Para com prender el m ecanism o de funcionam iento de
mediante analogías con los sistem as reales, son representa­ los modelos, se recurre a la clasificación de los mismos
ciones simplificadas de la realidad extraordinariam ente úti­ atendiendo a criterios que describen aspectos importantes
les para el análisis, comprensión y gestión de los sistemas de los parám etros y variables que se identifican. En los
naturales. El m odelo imita un fenóm eno natural del que estudios sobre erosión, se suelen m anejar diversos criterios
interesa hacer predicciones acerca de su comportamiento, para clasificar los tipos de modelos:
de un modo m ás efectivo que si se observara el sistema
Atendiendo a la base del modelo:
real. Esta efectividad obliga a una simplificación de los
componentes del sistema y de sus relaciones, simplificacio­ 1. Em píricos. También llam ados modelos de función
nes que, a veces, van en detrimento de la exactitud de los respuesta, com o son las ecuaciones de regresión lineal. Se
resultados obtenidos (Castillo, 1992). En el caso de sistemas
sustentan en la identificación de relaciones estadísti­
m uy complejos, com o son los sistem as naturales, la utiliza­
cam ente significativas entre ciertas variables que se asu­
ción de modelos matemáticos empíricos presenta importan­
m en com o esenciales y suficientes para m odelar el com ­
tes inconvenientes, sobre todo cuando se quieren extrapo­
portam iento del sistema.
lar las conclusiones extraídas a condiciones diferentes de
aquellas para las que han sido diseñados y validados. 2. De base física. Elaborados con ecuaciones matemáti­
cas complejas derivadas de leyes físicas. Tratan de describir
En general, el m odelo debe responder a un objetivo,
los procesos involucrados en el modelo, teniendo en cuenta
ajustarse a los datos disponibles de la realidad y responder
las leyes de conservación de masa y energía. Una de las ven­
a las necesidades de los usuarios. En el caso particular de
tajas de estos modelos frente a otros es que la mayoría de
los modelos de erosión, su desarrollo y su evolución han
los parámetros incluidos en los • algoritmos son variables
estado influenciados por la expansión de los ordenadores,
físicas y, en consecuencia, no precisan calibración. .
ya que la inform ática ayuda a m anejar grandes volúmenes
de datos requeridos por la m odelización de la erosión: Con relación a su aleatoriedad:
topografía, geología, geomorfología, escorrentias, sistemas
1. Deterministas. Se basan en la suposición de que un
de drenaje, suelos, cubierta vegetal, usos del suelo, etc.
dato de entrada dado produce siem pre un m ism o resulta­
Existe una gran variedad de m odelos para el estudio de do, de m odo que no se considera la existencia de aleato­
la erosión por agua, fruto de la labor investigadora de las riedad.
últimas décadas. Los planteamientos conceptuales son
2. Estocásticos. Cuando los resultados son, al menos,
cada vez más rigurosos, pero a la vez dem andan mayores
cantidades de información. Por otro lado, la aplicación parcialm ente aleatorios.

práctica para la resolución de problem as de conservación


Considerando la distribución de variables en el espacio:

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de suelos bajo diferentes condiciones biofísicas y socioeco­
nómicas de uso, hasta el presente no deja de ser una 1. Agregados. Cuando las variables que definen el sis
aproximación, en ocasiones, distante de la realidad. tem a analizado son prom ediadas en el espacio, o bien los
cálculos se efectúan para un punto único, sin dim ensiones m uy im p o rta n te conocer, con precisión, las condiciones
en el espacio. En los estudios sobre erosión, no consideran in icia le s de la lade ra y el suelo.
ni la distribución espacial de las variables d e entrada ni la
Otras clasificaciones, m ás simples, suelen agrupar a los
variación en el espacio de los parám etros y variables de las
m odelos en tres grandes conjuntos:
ecuaciones que se utilizan para m odelizar los procesos físi­
cos implicados. 1. M o d e lo s e sta d ístico s. La bondad del ajuste se
determ ina por m edio de la estadística;
2. Distribuidos. Si se conoce la distribución espacial y
temporal de las variables de entrada y salida, se pueden 2. M o d e lo s p a ra m é trico s. Intentan representar las
calcular en función del espacio y del tiempo. Los sistem as relaciones entre variables (propiedades m ensurables del
de información geográfica, la geoestadística y otras herra­ sistem a cuyas m agnitudes varían en el tiem po) y parám e­
mientas inform áticas han tenido gran influencia en el desa­ tros (cantidades tem poralm ente invariables que caracteri­
rrollo de este tipo de modelos, ya que perm iten trabajar zan el sistema). Estos m odelos son form ulaciones empíricas
con grandes volúm enes de datos de entrada. En los estudios que relacionan los factores am bientales con la pérdida de
sobre escorrentías y erosión, este tipo de m odelos incorpo­ suelo y producción de sedim entos. Su uso generalizado y
ran datos concernientes a la distribución espacial de varia­
con frecuencia indiscriminado, con independencia de las
bles y parám etros, así com o algoritm os que perm iten eva­
condiciones específicas para las que se desarrollaron,
luar la influencia que tienen las características espaciales
puede dar resultados desviados de la realidad.
en el com portam iento de los procesos simulados.
3. M o d e lo s físico s. Tratan de em ular el com porta­
En relación a la duración en el tiempo:
m iento del sistem a natural que se desea estudiar. Se basan

1. Continuos. Cuando el m odelo sim ula largos períodos en el análisis de los procesos que ocasionan la erosión y pro­

de tiempo las variables estudiadas. Se adm ite que la preci­ ducción de sedim entos. Se validan con m ediciones y datos

sión de las condiciones iniciales tenga menos importancia. del sistem a natural y se sim ula la respuesta del sistema, el

Estos m odelos pretenden representar la evolución del sis­ de erosión en este caso, a m odificaciones en los factores

tema sin interrupción durante largos períodos de tiem po y que lo controlan.


sin tener en cuenta las características individuales de cada
Lo norm al es que los diferentes m odelos estén elabo­
tormenta o aguacero.
rados por distintos enfoques m etodológicos y que dirijan

2. Eventos. Sim u lan va ria b le s ta le s com o la esco- sus soluciones a objetivos o alternativas concretas. En este

rrentía, la erosió n por go lp e te o y la ero sió n en regue­ sentido, tres tipos de análisis pueden realizarse: Caja negra
ros, en inte rvalos de tiem po cortos, e s decir, du rante un (estocásticos o inductivos puros) si sólo se estudian y cono­
episodio to rm e nto so o in m e d ia ta m e n te después. Estos cen las entradas y salidas principales de m ateria y energía
m odelos perm iten ca ra cte riza r la respu esta hid ro ló gica en el sistema, sin conocer com o actúa y evoluciona el pro­

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y la pérdid a de suelo tras un a gu a ce ro de duración, ceso. Caja blanca (determ inistas o deductivos), si se cono­
volum en e inte nsid ad determ ina d a s. En e sto s ca so s es cen y explican todos los detalles del com portam iento del
sistema. Caja gris (mixto), si sólo se conocen algunos de los hidrográficas; estim ar la vida útil de un em balse cuya
procesos desencadenados por las entradas de m ateria y cuenca de recepción registre una erosión m ás o menos
energía en el com portam iento del sistem a (Fig. 78). En fun­ intensa; la localización de aquellas áre as m ás vu lne ra­
ción del objetivo que se desea conseguir, del grado de bles a la erosión en una cuenca hidrográfica para efec­
detalle requerido y de la inform ación disponible para ali­ tuar m edidas de corrección; ordenar y seleccionar los
mentar al modelo, se hace la elección del mismo. La m ayo­ usos del suelo aconsejables para m inim izar la erosión en
ría de los m odelos de hidrología (como ocurre con el bino­ un territorio o cuenca; proponer a ctuacione s de previ­
mio lluvias-escorrentías en una cuenca) y erosión del suelo sión, recuperación y co n se rvació n de suelos para una
pertenecen al grupo de caja gris. gestión so sten ible de ecosistem as y agrosistem as, y esti­
m ar la erosión pote ncial que puede registrar un te rrito ­
El uso de m odelos ha m ostrado se r una poderosa
rio en función de las ca ra cte rística s biofísicas y socioe­
herram ienta predictiva de la erosión. Con ellos se puede
conóm icas.
estim ar una am plia gam a de asp ectos relacionados con
el proceso: conocer los com plejos m ecanism os de la e ro ­ Los m odelos tienen muchas ventajas, pero también
sión e identificar las variables que controlan el fenóm e­ limitaciones; algunos problem as que plantea la erosión no
no; estim ar las consecuencias de los procesos erosivos; tienen, por ahora, respuesta satisfactoria. En definitiva, la
evaluar pérdidas de suelo y pre d ecir ta sas de erosión; utilidad y el alcance de un m odelo depende de: los objeti­
determ inar los lím ites to le ra b le s de pérdida de suelo; vos y la amplitud que pretenda abarcar; los parámetros
detectar las áre as problem a, e s decir, aquellas que variables y coeficientes que utilice; el rigor en las medi­
registran pérdidas de suelo no adm isibles; evaluar la ciones de estos parám etros y variables; la disponibilidad de
superficie afectada por la erosión; in te gra r diversos pro­ datos de aforos y otro tipo de inform ación obtenida en las
cesos hidrológicos y erosivos; evaluar erosiones en ca u­ m ediciones prácticas de cam po y los coeficientes de ajus­
ces y zo nas inundadas; evaluar la erosión en cuencas te obtenidos de la experiencia.

M A T E R IA
Y
E N E R G ÍA

m odelo d e m odelo de m odelo de


caja negra caja g ris caja blanca

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3.78. - Tipos de m o d e lo s e n fun ción del g ra d o d e con ocim ie nto de los pro cesos q u e intervienen.

9
Los modelos m ás conocidos para evaluar la erosión en ca, ya que el parámetro que lo define (índice de agresivi­
el marco de cada uno de los tres grandes grupos son: dad del clima) aparece afectado por un exponente m ás de
cinco veces superior al factor relieve (coeficiente orográ-
a) Ejemplo de m odelo estadístico
fico). La expresión m ás conocida del índice de agresividad

El método estadístico m ás sencillo y generalizado para clim ática de Fournier (F) es:
la evaluación directa de la degradación específica de una
F = p2/P
cuenca hidrográfica es el de Fournier (1960). Tras haber
estudiado numerosas cuencas de m ás de 2000 km 2 por todo este factor debe aplicarse a cuencas grandes (con superfi­
el mundo, este m odelo establece com o parám etros repre­ cies superiores a dos mil kilóm etros cuadrados). Si se apli­
sentativos del fenóm eno de la erosión hidrica el clim a y el ca en condiciones clim áticas semiáridas, es aconsejable
relieve: hacerlo de año a año y no con valores m edios plurianuales,

1. índice de agresividad del clima, definido por la rela­ con el fin de atenuar las fuertes variaciones estacionales

ción p2/P; siendo p la precipitación en mm del mes más llu­ que se registran en aquellos ambientes.

vioso del año y P la precipitación total anual (mm). Esta eva­


b) Ejemplo de m odelo paramétrico
luación del factor climático se complementa con el tipo de
clima de la cuenca, utilizando la • cla sifica ció n de Ture; A pesar de la polémica que ha suscitado, el modelo de pre­
dicción de pérdida de suelo con m ayor aceptación y de más
2. Para el relieve se em plea el coeficiente orográfico,
amplia utilización es la ecuación universal de pérdida de
expresado por h-tg a siendo h la altura m edia del relieve
suelo (Universal Soil Loss Equation, USLE). Puede conside­
de la cuenca en m etros y tg a el coeficiente de masividad
rarse com o el m ás representativo de los modelos de eva­
de Martonne (tg a = h/S, siendo S la proyección horizontal
luación de la erosión. Es un modelo em pírico basado en los
de la superficie de la cuenca en km 2). El coeficiente de
datos proporcionados por más de 10000 parcelas repartidas
masividad de M artonne es el resultado de dividir la altura
por un gran número de localidades de los Estados Unidos, en
media de una cuenca fluvial o hidrográfica por su superfi­
cie; alcanza sus m ayores valores en cuencas pequeñas que terrenos agrícolas con distintas características de clima,

presentan grandes desniveles topográficos, y los menores suelo, relieve y cultivo. Las dimensiones de las parcelas

en cuencas grandes de topografía suave. Tras evaluar estos eran reducidas y estaban sometidas, exclusivamente, a pro­

parámetros y aplicar varias ecuaciones de regresión se cesos de erosión hidrica laminar y en regueros; no considera

llega a la expresión de la degradación específica que regis­ estados de erosión más avanzados, tales com o la erosión en
tra la cuenca (cantidad de sedim entos producidos por uni­ cárcavas, barrancos, erosiones en masa y en cauces, y no
dad de superficie y tiempo): estim a el transporte de sedim entos a través de la red flu­
vial. El m odelo tiene, pues, limitaciones, que siempre han
De = 0,0275 (p2/P)2'65 -(h tg a )0’46 t/km 2 año
de tenerse en cuenta. Además, la evaluación de los pará­

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en la que se puede com probar la im portancia que el factor metros es experimental, por lo que su extrapolación a con­
precipitación tiene en los procesos de erosión de una cuen­ diciones ambientales diferentes es problemática.
Wischm eier y Sm ith investigaron cuidaciosamente la 2. La erosionabilidad (K) expresa la susceptibilidad y
importancia y significación de lee parám etros que intervie­ respuesta del suelo al proceso de erosión, o sea, determina
nen en la U SIE , ecuación que ha ido perfeccionándose de la pérdida media de suelo por unidad de erosividad. Su valor
forma continua hasta tiem pos recientes. Por ello, la fiabi­ numérico manifiesta la aptitud potencial del suelo ante el
lidad de este m odelo param étrico depende del rigor con fenóm eno erosivo en relación con su • tolerancia, sin consi­

que los seis m ultiplicandos que com ponen la ecuación derar prácticas de conservación. Su cálculo es costoso y com ­

reproduzcan las condiciones d e l m edio (Alm orox et plicado, ya que la erosionabilidad de un suelo varía de acuer­

a l.,1994). El m odelo e s sencillo y de fácil aplicación, de ahí do con los siguientes factores: textura, temperatura, conte­

su enorme atractivo. La form ulación que presenta es: nido en humedad, tipo de labores agrícolas, contenido en
materia orgánica, cubierta vegetal y microfauna. Por ello,
A = R -K L -S -C -P hay que recurrir, bien a medidas experimentales en parcelas
durante largos periodos de tiempo, con el fin de minimizar la
siendo
variabilidad temporal de la frecuencia e intensidad de los
A, la pérdida de suelo, en (t/ha.año) eventos lluviosos, bien a ecuaciones de regresión múltiples
formuladas a partir de las propiedades físicas y químicas del
R, el factor de erosividad de las precipitaciones o índice de
suelo expresadas en nomogramas;
erosión pluvial, en (J.cm/m2.hora)
3. Fa cto r topográfico (L S). Bajo esta denom inación
K, el factor de erosionab ilid ad del suelo, en suelen reunirse los dos factores que integran el efecto del
(t.rr^.hora/ha.J.cm) relieve en la pérdida de suelo (longitud y pendiente de la
ladera). Se calcula aplicando una ecuación obtenida por
L, el factor longitud de la ladera
W ischm eier y Sm ith (1978) del análisis estadístico de los
S, el factor pendiente d e la ladera datos en laderas d e pendiente uniform e y con et m ism o tipo
de suelo y vegetación. En el caso de pendientes irregulares
C, el factor cubierta vegetal, cultivos y m anejo del suelo
o cam biantes a lo largo de la ladera, deben utilizarse fac­

P, el factor de control d e la erosión m ediante prácticas de tores correctores propuestos por Foster y Wischmeier

conservación (1975) o utilizar otras form ulaciones que pueden encon­


trarse en la bibliografía especializada;
El cálculo de cada uno d e estos factores es laborioso y
con frecuencia complejo. De m odo m uy resumido:
4. Fa cto r cubierta vegetal, cu ltivos y m anejos del
suelo (C). Es un factor de com pleja determ inación, ya que
1. La erosividad d e la s llu vias (R) representa la depende de la secuencia y el tipo de cultivo, de su eficacia
potencia del aguacero para erosionar e l suelo. Es un índice para proteger el suelo y de las prácticas d e m anejo que se

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de torrencialidad. Viene definida com o e l producto d e la llevan a cabo en las distintas tareas. Se define com o la
energía cinética de un aguacero por su m áxim a intensidad relación entre e l valor m edio de las pérdidas de suelo en un
en 30 minutos, dividido por cien; cam po cultivado o con vegetación y tas que se pierden en
una parcela en barbecho continuo, en idénticas condicio­ alternativas de uso y cubierta vegetal del sector central del
nes de lluvia, suelo y topografía para ambas situaciones. valle del Guadalquivir.
Tienen im portancia los estados del suelo y de la cubierta
Por otro lado, Almorox y otros (1994) realizan una útil
vegetal en el m om ento de producirse las lluvias. Este fac­
recopilación de diversas tablas propuestas por distintos auto­
tor se determ ina experim entalm ente para cada estación o
res, con porcentajes de pérdida de suelo para diferentes
periodo vegetativo m ás significativo a lo largo del año; se
rotaciones de cultivo y manejo, permanencia de cultivos y
definen cinco períodos:
tipos de operaciones, pérdidas de suelo en barbecho, valores
período F: labores preparatorias para la siembra: bar­ de C para usos forestales, arbustivos, pastos y terrenos
becho; baldíos, etc., así como otros métodos de evaluación de C.

periodo 1: siembra y hasta que el cultivo haya desa­ Factor prácticas de conservación (P). Este factor
rrollado una cubierta del 10 %, aproxim adam ente un mes expresa la relación entre la cantidad de suelo erosionado,
después de la siembra; utilizando prácticas de conservación, y el suelo que se per­
dería labrando en el sentido de la m áxima pendiente. Como
período 2: establecim iento, desde el final del período
prácticas de conservación, se consideran los cultivos a
anterior, hasta que el cultivo alcanza el 50 % de la cubier­
nivel, cultivos en fajas y cultivos en terrazas. Otras prácti­
ta;
cas conservacionistas, tales com o la rotación de cultivos
período 3: período vegetativo de crecim iento y m adu­ herbáceos, uso de cubiertas artificiales, em pleo de fertili­
ración, desde el final de período anterior hasta la recolec­ zantes, etc., se consideran dentro del factor C com o labo­
ción; res propias de los cultivos y manejo del suelo. Los valores
de P fueron calculados experim entalm ente por Wischmeier
período 4: rastrojo que se m antiene desde la cosecha
y Smith (1978) para distintas prácticas de conservación y en
hasta la labranza para un nuevo cultivo.
diferentes pendientes de ladera.
Los valores C para cada uno de estos períodos y para
Al aplicar la USLE, conviene tener en cuenta que, pese
los distintos cultivos, secuencias de rotación, productividad
y formas de manejo, deducidos de experiencias realizadas al calificativo de universal, es sólo un modelo de estim a­

para cada caso, se obtienen de las tablas publicadas por ción de la erosión hídrica lam inar y en regueros, por lo que

Wischmeier en m anuales de agricultura y pueden ser utili­ su aplicación a grandes superficies con condiciones dife­

zadas siem pre que haya sim ilitud de características en cul­ rentes a las de su diseño suele da r valores más abultados

tivo y m anejo (Mintegui, 1985). Para cubiertas de vegeta­ que los obtenidos directam ente en el campo, sobre todo en

ción natural, pastizales, matorral, form aciones arbustivas y condiciones mediterráneas. No obstante, es un modelo gene­
arbóreas, se han publicado, también, tablas de los valores ralizado y útil para estim ar la degradación del suelo por

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C, obtenidos en experim entaciones de campo. En España, procesos de erosión hídrica, para la cartografía del riesgo y
el ICONA (1988) propuso unas adaptaciones de estas tablas, para la planificación y ordenación del territorio en áreas
y Moreira (1991), otra interesante adaptación aplicada a las amenazadas.
c) Ejemplo de m odelos físicos El m odelo sim ula eventos sim ples y permite predecir la
erosión del suelo por el agua a escala de parcela o de cuen­
Los modelos físicos son modelos matemáticos que descri­
ca, así com o evaluar la eficacia de las m edidas de protec­
ben los procesos de erosión, transporte y sedimentación
ción y conservación del suelo. Tiene una estructura tipo
mediante ecuaciones que describen los procesos. Son modelos
m odular (Fig. 79), con capacidad para profundizar en el
predictivos de procesos-respuesta, es decir, que toda causa (el conocim iento e incorporar nuevos m ódulos en versiones
fenómeno erosivo) tiene una repercusión o consecuencia que posteriores conforme se vaya am pliando el conocimiento
se plasma en el sistem a natural o hum anizado (degra­ de los com plejos procesos de erosión.
dación, sedimentación...). Estos modelos registraron un gran
impulso a partir de la década de 1980, siendo los más cono­ d) Otros m odelos derivados de la USLE

cidos los desarrollados en el marco de los proyectos ANSWERS-


Al introducir otros métodos de estimación de los diferen­
Areal (Nonpoint Source Watershed Environment Response
tes factores del modelo USLE, se obtuvo una versión revisada:
Simulation; Beasley et al., 1981); CREAMS (Chemical, Runoff
la RUSLE (Dissmeyer y Foster, 1983). Y al tratar de extender la
and Erosión from Agricultural Management Systems; Knisel, USLE a las cuencas hidrográficas, se obtuvieron una serie de
1980); WEPP (Water Erosión Prediction Project; Foster y expresiones matemáticas incluidas en lo que se ha denomi­
Lañe,1987); EUROSEM (European Soil Erosión Model; Morgan nado modificaciones de la ecuación universal de pérdidas de
et a(., 1998); LISEM (Limburg Soil Erosión Model; De Roo et al., suelo (Modified Universal Soil Loss Equation; MUSLE). Este
1995,1996) y MEDALUS (Mediterranean Desertification and modelo, diseñado a partir de los datos suministrados por 18
Land Use; Brandt y Thornes, 1996; Kirkby et a i, 1996), este cuencas, evalúa las pérdidas de suelo y volumen de sedimen­
último de particular importancia para las condiciones medi­ tos producidos en una cuenca hidrográfica, a través de la red
terráneas. de drenaje, durante un episodio lluvioso. La pérdida total
anual de suelo y sedimentos liberados será la suma de todos
El modelo europeo de erosión del suelo (EUROSEM) es
los aguaceros registrados en el año.
un modelo de predicción de las pérdidas de suelo por ero ­
sión hídrica con base física cuyo diseño parte de unas co n­ La expresión de la M USLE (Williams, 1975; Williams y
sideraciones previas: a) el modelo debe ser capaz de valuar Berndt, 1977) es:
los riesgos de pérdida de suelo por erosión; b) debe ser
Y = 11,78 (Qqp)0,56 K-L-S-C P
operativo a diferentes escalas espaciales; c) debe propor­
cionar estim aciones reales de las pérdidas de suelo que donde
permitan com pararlas con los niveles estándares de tole­ Y: sedim entos producidos por una torm enta aislada (t);
rancia y establecer las necesidades de implantar medidas
Q: volum en de escorrentía (m3);
de control; d) debe ser útil para analizar los efectos indi­

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qp: caudal máximo instantáneo o caudal punta (m3/sg);
rectos de la erosión; y e) debe facilitar el diseño y com pa­
ración de las distintas alternativas de conservación de sue­ K: erosionabilidad del suelo (t/ha).(m 2.hora/hJ.cm);

los (Chisci y Morgan, 1988; Morgan et al., 1999). L-S: factor topográfico;
Fig. 79.- M o d e lo E U R O S E M .

C: factor de cultivo; les de las diferentes subcuencas que integran la cuenca

P: factor prácticas de conservación del suelo. principal objeto de estudio. El m odelo ofrece algunas difi­
cultades, com o es el cálculo del volum en de escorrentía y
Dos son los enfoques diferenciadores de la M USLE res­
el caudal m áxim o instantáneo si la cuenca carece de esta­
pecto de la USLE: la destacada im portancia que tiene la
ción de aforo. Por otro lado, su aplicación es problemática,
escorrentía en la determ inación de la global de la capaci­
pues integra factores variables y superficies heterogéneas

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dad erosiva del aguacero y que la unidad de estudio y
actuación es la cuenca fluvial, y dentro de ella, los cauda­ que registran respuestas hidrológicas y erosivas distintas,

les de avenida resultan de la sum a de los caudales parcia­ sobre todo en cuencas grandes. No obstante, com o en el
caso de la USLE, es un método que presenta gran interés,
puesto que permite estim ar la degradación específica, la
em isión de sedim entos y la erosión total de una cuenca,
además de facilitar el diseño de obras hidrológicas de
corrección y lucha contra la erosión.

En España, el proyecto de lucha contra la desertifica-


ción en el M editerráneo español (LUCDEME) del ICONA,
durante los pasados años ochenta y principios de los noven­
ta, adaptó y aplicó la USLE y la MUSLE a las grandes cuen­
cas hidrográficas españolas, dando com o resultado unas
m em orias y cartografías específicas para cada una de ellas.

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7 La erosión del suelo en España

El suelo constituye la base funcional de los ecosistem as kg/m 2/año (Smith y Stamey, 1965) y de 0,2 kg/m2/año en
terrestres y adem ás es el soporte físico d e casi todas las aquellos espacios donde los suelos son erosionados severa­
actividades humanas. Requiere m uchos años para form ar­ m ente (Hudson,1971). O tras investigaciones realizadas en
se, por ello se le considera un recurso natural no renovable Europa establecen que la m ayor parte de los suelos culti­
en gran parte de las tierras em ergidas del planeta. Cuidar vados presentan un um bral de tolerancia de alrededor de
el buen desem peño de las funciones productivas y am bien­ 0,1 kg/m 2/año (Graziani,1987), e s decir, 1 tm/ha/año.
tales del suelo es im prescindible para e l desarrollo durable. Tasas de pérdida de suelo en tierras agrícolas comprendidas
En aquellos » b io m a s que m antienen una cubierta vegetal entre 4,5 y 45,0 kg/m 2/año son clasificadas com o de ero­
importante y unas condiciones naturales respetadas, el sión acelerada (Morgan, 1986). Estas tasas d e referencia
proceso de edafogénesis y regeneración del suelo suele ser son am pliam ente superadas en m uchas regiones del
más rápido que la erosión. En estos ambientes, e l suelo es mundo, en particular en el ám bito sem iárido mediterráneo.
un recurso renovable. Sin embargo, cuando los factores Suele aceptarse que la degradación del suelo e s irreversi­
naturales de form ación del suelo no son favorables, el ries­ ble, cuando una generación (25 años) no es capaz de reha­
go de erosión alto y la tolerancia baja, com o en las regio­ bilitar e l deterioro que se ha causado en un tiem po igual.

nes áridas y sem iáridas, y la gestión y uso del suelo y la


Los daños causados por la erosión del suelo son por lo
vegetación son con frecuencia inadecuados, e l recurso se
general difíciles de reparar, tanto por el tiem po requerido
hace no renovable y su pérdida es para siempre.
com o por los altos costos. A veces, incluso son imposibles

De m odo general, una tasa de 1 kg/m 2 (10 t/ha.año) se de corregir por el carácter irreversible de algunos procesos

acepta am pliam ente com o la m áxim a pérdida anual de de degradación.

suelo que e s tolerable (M itchell y Bubenzer, 1980; Por ello, toda estra­
tegia o plan que » G losario
FAO,1988; Mintegui et a i , 1993); m antener la pérdida de
suelo por debajo de esta tasa significa que la form ación de tenga por objetivo
Bioma. Unidad de clasificación del
nuevo suelo puede reem plazar al perdido sin m erm ar la pro teger recursos paisaje según criterios climáticos y de
productividad. Este valor, sin em bargo, parece alto a un escasos y finitos predominio de una o otra formación
buen número de expertos; por ello, a m enudo se utilizan com o son el suelo, vegetal. Ejemplos: desierto, bosque
valores m áxim os m ás bajos. Por ejem plo, en aquellas el agua y la vegeta­ caducifolio, selva tropical, etc.

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ción deb ería ser
áreas, com o las mediterráneas, donde los suelos son delga­
m ás de ca rá cter
dos y se form an lentamente, el m áxim o adm isible es de 0,5
preventivo que curativo. El uso correcto de los recursos es sula. La expresión castellana em boscada significa el ataque
el mejor medio para su conservación y evitar su degrada­ por sorpresa desde los tupidos bosques en donde se podía
ción y pérdida. esconder el adversario. Para evitar emboscadas, se tala­
ban, roturaban o quem aban los bosques. Además, la caba­
llería podía operar m ejor en terreno abierto, sin árboles.
La deforestación de las tierras castellanas de Toro y de
Cam pos se debe, en gran parte, al rey Alfonso I de Asturias
El caso español
(739-757). La Crónica de Albelda relata que las tropas del
rey, después de una expedición contra los musulmanes,
En el territorio español, los fenóm enos de erosión de
"convirtieron la tierra en un yerm o hasta el D uero”.
los suelos por la lluvia y las escorrentías que ésta genera,
han constituido un serio problema, en particular allá donde
O tro período crítico de em bate al bosque se registra en
el vigor del relieve o la agresividad del clim a han creado el último tercio del siglo XV y durante el XVI, con el auge
condiciones particularmente favorables. Sin embargo, las
que adquirió el Honrado Consejo de la Mesta, según Ley de
mayores crisis erosivas, en el pasado lejano y en el recien­
1501 prom ulgada por los Reyes Católicos. Esta ley impulsó
te, han estado ligadas, por un lado, a las deforestaciones y
el auge de la ganadería lanar e industrial trashum ante de
roturaciones para extender las superficies cultivadas en los
ella derivada, pero al m ism o tiem po dañó la agricultura y
períodos de prosperidad, cre cim ien to dem ográfico y
los bosques. Las disposiciones dictadas produjeron un efec­
expansión urbana, y, por otro, al abandono y regresión de
to catastrófico para la agricultura y para la cubierta vege­
los cultivos en muchas tierras arables, en períodos de gue­
tal. Fue un m omento decisivo para la historia forestal de
rras, grandes epidem ias y depreciación de la tierras y sus
España y para la desolación de extensos territorios foresta­
productos.
les del reino (Klein, 1936, Bauer, 1991). A la Mesta se le

Es conocido que los suelos ibéricos han registrado cri­ concedieron vastas extensiones de territorio en Andalucía,

sis erosivas y de desertificación desde tiem pos prerrom a­ Extrem adura y Castilla. El suelo, privado de la vegetación

nos. La dom inación rom ana de Hispania supuso una im por­ por roturaciones y perjudicado por el fuego para obtener

tante m erma en la superficie arbolada (Rubio, 1987) para m ejores pastos, quedó desnudo, degradándose a conse­
extender los cam pos de cereales y para atender el com er­ cuencia de la erosión y por el endurecim iento y compacta-
cio con Roma, que exigía im portantes recursos madereros ción ocasionados por el pisoteo de los grandes rebaños. La
para la construcción de em barcaciones y para los hornos de expulsión de los moriscos, tam bién en el XVI, provocó el
cerámica donde se obtenían las ánforas que, llenas de acei­ abandono de los cam pos de cultivo, que sin los cuidados
te y vino, eran enviadas a la urbe. necesarios para la conservación del suelo fueron deteriora­
dos por la erosión hidrica.
Las invasiones, continuas guerras y la táctica de la tie­

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rra quemada durante la Edad Media, especialm ente duran­ En las Relaciones de los pueblos de España, cuya reali­
te la Reconquista cristiana, de casi ocho siglos de duración, zación fue ordenada por Felipe II entre 1570 y 1580, se
tuvieron desastrosos efectos sobre los montes de la penín­ hallan c u e stio n e s re fe re n te s a los bosques, en las que
se constata que en la m ayoría d e las p ro vin cia s de altas y alejadas de las ciudades y del litoral se conservaban
Madrid y Toledo escaseaba la leña. La madera para la con s­ respetables masas forestales.
trucción había que traerla de Cuenca, Segovia y otras pro­
En el siglo XIX, las guerras napoleónicas dañaron seve­
vincias donde la masa forestal aún no estaba excesivamente
ramente el bosque por talas fraudulentas y usurpaciones de
esquilmada. A pesar de ello, Felipe II y sus sucesores siguie­
montes públicos. La desamortización, iniciada por las leyes
ron dando facilidades para roturar bosque a favor de la
liberales de 1812 y 1820-1823 y, sobre todo, las de 1837,
ganadería de ovejas y cabras; el suelo sufría las conse­
1855 y 1859-1862, ordenaron la venta a particulares y la
cuencias. La acusada dism inución de la cubierta vegetal
roturación de montes comunes, de propios, de realengos
desencadenó una fuerte erosión en las laderas de los m on­
(montes públicos y de las com unidades) y de la iglesia, que
tes y violentas inundaciones, sobre todo en la vertiente
en gran parte era superficie de bosques, dehesas y pastos.
mediterránea.
Fue sobre todo la burguesía adinerada la que se aprovechó
Durante el siglo XVIII, la política forestal de tos de la venta, talando los bosques y creando nuevos y vastos
Borbones’estuvo influida por el deseo de fom entar las m ari­ latifundios, a la vez que el número de braceros aumentaba
nas de guerra y mercante; dictaron disposiciones y leyes y la incertidum bre y desasosiego crecían en la población
con el fin de conservar y rem ediar los daños en los montes rural. La consecuencia de la desam ortización fue la des­
de marina y plantar árboles. Los montes particulares o de trucción forestal m ás grave de toda la historia de España.
comunidades tenían que ser cuidados y conservados como M iles de hectáreas de suelo cubierto por bosques fueron
los comunes y reales. Sin embargo, estas disposiciones no devastadas por los nuevos propietarios de los montes, que
pudieron solucionar el problem a forestal. Los bosques co n­ buscaron el m ayor beneficio en el m ás corto plazo; más de
tinuaron dism inuyendo a causa del aum ento de la población cuatro millones de hectáreas desaparecieron (Bauer, 1991).
y de las necesidades de madera y leña. La política marítima La venta de montes públicos y de la iglesia hicieron de
de los Borbones dem andaba grandes cantidades de m ade­ España uno de los países con más baja proporción de pro­
ra, sobre todo de la mejor clase (roble, haya, pino, castaño, piedad forestal pública. Esta falta de montes públicos iba a
nogal, álam o negro...), y la minería, la m etalurgia y las tener im portantes consecuencias en las políticas de refo­
herrerías exigían abultadas masas de m adera y carbón restación de la segunda mitad del siglo XX.
vegetal. Además, com o el estado no facilitaba dinero con
destino al establecim iento de viveros indispensables para Por otro lado, la fuerte presión demográfica del XIX, que

repoblar y pagaba m al a los em pleados de los montes, estim uló la exp ansión de las su p e rficie s dedicadas a los

parte de la población rural cortaba clandestinamente la m a­ cereales para satisfacer sus necesidades crecientes, y el

dera de viejas y nuevas plantaciones para venderla (Bauer, aumento del ganado ovino y caprino, entre cuyas funciones
1991). La desaparición de grandes extensiones de bosque y se hallaba la de contribuir a la fertilidad de las zonas culti­
su conversión en baldíos activaron, una vez más, los proce­ vadas, dejaron vastas superficies de suelo desnudo y expues­
sos de erosión y degradación de los suelos, así com o la fre­ to a procesos de erosión que arrastraron millones de tone­

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cuencia y las afecciones del desbordam iento de los ríos y ladas de sedimentos, además de incrementar las escorrentías
sus correlativas inundaciones. Sólo en las m ontañas más y la gravedad de las inundaciones en los años siguientes,
como las registradas en 1869 y 1982 en el río Júcar; 1879, la U SLE y la M U SLE, co n m ed icio n e s d ire cta s en laderas,
1948 y 1982 en el río Segura; 1957 y 1982 en el río Turia; p a rc e la s y m ic ro cu e n ca s e xp e rim e n ta le s, m ediante
1962 en el río Llobregat; 1973 en el río Guadalentín, además sim u la cio n e s de lluvia, m idiendo la p rodu cción d e se d i­
de las masivas avenidas registradas por otros cursos fluviales m en tos y los c a m b io s vo lu m é trico s p ro du cido s por e p i­
torrenciales menores, com o son los ríos-rambla y las ram­ so d io s to rre n c ia le s y en ge nera l por llu via s de alta
blas. Las comisiones enviadas para investigar los desastres energía, utiliza n d o las in fo rm a cio n e s b a tim é tricas d is­
comprobaron que la causa más destacable, aparte de la p o nib le s en m uch os em balses, estim a n d o la • f r a g ili­
magnitud e intensidad de las lluvias, había sido la destruc­ d a d e r o s iv a en á re a s p ro b le m a y e v a lu a n d o la erosio-
ción de los bosques de las cuencas hidrográficas, por lo que n a b ilid a d del su e lo en labo ra to rio.
aconsejaron su inmediata repoblación.
Por otro lado, los períodos de observación y las c o n ­
Después de algunos decenios, se ha producido una nueva
diciones a m b ientales bajo las que se realizan las evalu a­
crisis erosiva, relacionada con las transformaciones registra­
ciones son m uy variadas: áre as incendiadas con distintos
das por la agricultura ibérica a partir de la década de 1960.
períodos de recurrencia, pinar, m atorral, herbáceas,
La modernización y motorización excesiva permitieron incre­
suelo desnudo, lito lo gías d iversas (m argas, arcillas, are ­
mentar notablemente la superficie cultivada, el rendimien­
niscas, calizas...), áre as acarcavadas, terrazas, laderas,
to y la productividad de la tierra, pero a costos m uy altos en
tierra s cultivadas co n d iversos perio do s de abandono,
términos de daños a los ecosistemas. Además, los incendios
suelos con diferentes usos y manejos, suelos con enm iendas
forestales se multiplicaron en número y superficie afectada.
o rgán icas y cubiertas vegetales, y suelos con adición de
En los paisajes, las consecuencias de estos y otros factores
lodos de d epuradora, en tre otros. De to do ello se dedu­
se aprecian en los efectos insidiosos y acumulativos de los
ce la heterogeneida d de la inform ación obtenida y la
procesos de degradación: erosión y modelados correlativos,
gran d ificultad de o fre ce r datos con trastad os y ho m o gé­
pérdida de suelo, degradación biológica, salinización y con­
neos glob ales para un te rrito rio ta n d iverso com o es el
taminación. La percepción y la evaluación de esta nueva cri­
español. No obstante, la abu ltada inform ación disponi­
sis erosiva y de degradación resultan fundamentales para el
ble perm ite o fre ce r una visión ge nera l de la im portancia
establecimiento de programas de conservación de suelos y
de lucha contra la desertificación, el mayor riesgo am bien­ de la erosión.

tal de las tierras mediterráneas de España.


Según el program a C O R IN E (1992), de todos los paí­

La estim ación de la ero sió n del su e lo en España ha se s m edite rráne o s d e la C om unidad Europea, España y

sido realizada, m ayo ritariam ente, por un buen núm ero Portugal son los q u e presenta n un m a yo r riesgo de ero ­

de grupos de in ve stiga ció n e n cu a d ra d o s en las u n iv e rsi­ sión actua l y potencial. El a lto riesgo de ero sió n actual
dades y el C o n se jo S u p e rio r de In v e stig a c io n e s lo registra ca si un te rcio d e la su p e rficie nacional. La

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C ientíficas y en el m arco de p ro y e c to s d e inve stigación; pérd id a po te n cia l de suelo incre m enta notablem ente
se han u tilizado los d ive rso s m étod os d e evaluación e ste valor, al 41 % del territorio. La sig u ie n te tabla
cualitativa y cua ntita tiva a d istin ta s escalas: a p lica n d o esp ecifica los d ive rso s gra d o s de erosión:
R ie s g o d e e ro sió n po te n cial y actual en E sp añ a

A lto M o d e ra d o Bajo A re a s excluidas Total

(k m 2) % (k m 2) % (km 2) % (k m 2) % (km 2)

Potencial 202101 41 20 5 1 5 7 41 69662 14 20598 4 497518

Actual 14 5 4 9 4 29 21 9 9 0 8 44 11 1 5 1 8 23 20598 4 497519

fuente: CORINE, 1992. N o están consideradas


excluidas d e erosión se hallan los espacios uri

Para e l c o n ju n to de España, p é rd id a s de suelo, del su stra to rocoso son m a n ife sta cio n e s e vid e n te s de la
aproxim adas, su p e rio re s a 10 k g/ m 2/año, afectan a erosión, o m n ip re se n te s en los paisajes.

unos 13 m illo nes d e he ctáreas, y ta sa s en tre 5 y 10


Estos datos de pérdida de suelo son aproxim ados, ya
kg/m2/año,a o tro s 14 m illo nes. G lo b a lm e nte, un a s 27
que la m ayoría de ellos han sid o estim ados aplicando el
millones de he ctáreas, e l 53 % d e l te rrito rio español,
m odelo USLE, que sobredim ensiona los datos reales obte­
sufre rem oción o pérdida de suelo que puede calificarse nidos por trabajos de investigación llevados a cabo en
de a p re ciable a alarm ante, e sp e c ia lm e n te el 18 % que parcelas, cam pos exp erim entales y m icrocuencas, como
está a fe c ta d o p o r p ro b le m as d e ero sió n alta, m uy alta puede verse en la tabla de la página siguiente.
o extrem a. D estaca la im p o rta n cia de la ero sió n en los
Las ta sa s de ero sió n obtenidas en parcelas expe­
cultivos le ñ o sos de secan o en la de ra y m a rgina les
rim entales oscilan am pliam ente en función de las carac­
(almendro, o liv a r y viñe d o). Una su p e rfic ie a p ro xim ada
te rísticas y los usos del suelo. Todas las experiencias
de un m illón de h e ctáre as ha p erd id o el su e lo agríco la
para el segu im ien to y co n tro l d e la erosión destacan la
o forestal en su totalid ad , y ca si sie te m illo nes m ás
cubierta ve getal com o fa cto r determ inan te de la pérdi­
corren rie sgo de lle ga r a d e se rtific a rse en un plazo no
da d e suelo. Es hab itual en co ntrar altas tasas de erosión
dem asiado largo si no se las re h a b ilita y p rotege
cu ando el suelo está d esn udo y bajas o casi nulas cuan­
(ICONA, 1988; M O P U / SG M A , 1990; Ló p e z Berm údez,
do el suelo está bien protegido. De m odo global, los
1992). La tasa m edia d e pérdid a de su e lo por erosión d a to s obtenidos en m ediciones directas de la erosión no
hídrica se estim a en un as 27 t/ h a / a ñ o para la totalid ad son tan altos com o los estim ados por la USLE. No o b s­
de España (ICONA, 1987/90), pérdidas m uy por encim a de tante, las ta sa s o bte nida s p or este m odelo son útiles
lo a dm isible y que, en co n se cu e n cia , cre a n co n d icio n e s para ser te nidas en cu enta en la planificación y o rden a­
favorables a la e xp a n sió n de la d e se rtific a ció n . En estas ción del territorio, pero no para extrapolar sus resulta­

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áreas e rosionadas, los surcos, los regatos, las cárcavas, dos a va lores reales, al m enos bajo con dicione s clim áti­
los barrancos, la ped rego sid a d e in clu so la apa rició n cas m editerráneas.
Tasas de e ro sión del su e lo o b te n id a s en parce las e xp erim e ntale s

P érd ida d e sue lo


Á rea L u g ar U so del sue lo t/ha/año Fuente

Pirin eo Central (Huesca) Cam pos a bandonados 0,5-46,0 G arcía-Ruiz e t a l. , 1991

Cal Parisa (A lto Llobregat) Terrazas a b a n d o n a d a s 19-42,0 Llorens e t a l. , 1992

Valle del E b ro (Sector central) S u e lo d e sn u d o 10,7-18,1 G o n z á le z H id a lg o e t al, 199

Cuenca del Ebro (S. central) Badlands 5 5,0-160,0 B e n ito e t a l. , 1991

Lanaja (Huesca) Su e lo arcilloso d e s n u d o 133,1-206,2 G utiérrez Elorza e t a l. , 1995

Las B ard e nas (N avarra) S u e lo arcilloso d e s n u d o 81,0-118,5 G utié rre z Elorza e t a l. , 1995

La Puebla d e A lfin d e n (Zaragoza) S u e lo yesífero 16,8 G utié rre z Elorza e t a l. , 1995


c o n v e g e ta c ió n natural

Gavarres (G irona) B o s q u e cerrado 0,12 Ú b e d a e t a l. , 1995

Gavarres (G irona) B o sq u e in c e n d ia d o 30,6 Ú b e d a e ta l., 1995

M a sq u e la (Barcelona) C a m p o cu ltivado 9,5 M a rq u é s, 1991

La Rioja Terrazas reforestadas 2,4-21,6 O rtigosa, 1991

La H igu e ru e la (M a d rid ) B a rb e cho 0,93 A lb a e t al., 1995

La H igu e ru e la (M a d rid ) Avena/girasol 0,23 A lb a e t a l. , 1995

G ua d alp era lón (Cáceres) D eh esa 4,34-12,35 G ó m e z -A m e lia e t al., 1998

Porta-Coeli (Valencia) S u e lo d e sn u d o 0,21 R u b io e t a l. , 1990

Porta-Coeli (Valencia) M a to rra l a b ie rto 0,05 R u b io e t a l. , 1990

Serra Grossa (Valencia) S u e lo fore stal in c e n d ia d o 3,6-7,3 C a lvo C ases e t a l. , 1988

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Valencia (área norte) R e p o b la ció n c o n p in o 0,3-6,2 H e rre ro -B o rg o ñ a e t a l. , 1994
— -------------------------------------------------

P érdid a de su e lo

Área Lugar U so del su e lo t/ha/año Fuente

Requena (Valencia) S u e lo d e s n u d o 9,0 Bochet, 1996

Requena (Valencia) S u e lo c o n espa rto 1,0 Bochet, 1996

Lliria (Valencia) P in a r in c e n d ia d o 4,1 G im e n o et a l, 2000

B enidorm (Alicante) P in a r in c e n d iad o 2,6 Bautista, 1999

Alicante B a d la n d s >10 C erdá y Navarro, 1997

Alicante (área sur) R e p o b la c ió n e n terrazas 0,7-3,6 C hirino, 1987

Elche (Alicante) R e p o b la c ió n con p in o s 1,00-6,55 Sá n c h e z e t al., 1995

C. río C híca m o (M u rcia) S u e lo c o n v e g e ta c ió n 0,39 A lb a la d e jo e t a l. , 1991

C. río C híca m o (M urcial) S u e lo d e sn u d o 5,60 A lb a la d e jo e ta l., 1990

El Ardal, M u ía (M u rcia) V e g e ta c ió n natural 0,06 L ó p e z B e rm ú d e z era/., 1991

El Ardal, M u ía (M u rcia) L a b ra d o e n p e n d ie n te 1,18 L ó p e z B e rm ú d e z eta/.,1991

El Ardal, M u ía (M u rc ia ) S u e lo d e s n u d o 3,98 L ó p e z B e rm ú d e z et al., 1991

El Ardal, M u ía (M u rcia) S u e lo c o n a n u a le s 0,50 R o m e ro D ía z e t a l., 1995

El Ardal, M u ía (M u rcia) C u ltiv o ce bada 0,27 R o m e ro D ía z et a l., 1995

C uenca d e M u ía (M u rcia) Se ca n o a b a n d o n a d o 1,78-3,18 Francis,1986

Ujígar (G ran ad a) D esnu d o 36 ,9-94,6 S c o gin g , 1982

C órd ob a O liva r c o n la b o re o 1,21 G irá ld e z e t a l., 1990

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C órd ob a O liv a r sin la b o re o 0,27 G irá ld e z e t a l. , 1990
P é rd id a m e d ia (t/h a . a ñ o ) In d ic e d e to rr e n c ia lid a d p lu v io m é tric a

De la inform ación d isp o n ib le para toda la península 145000 km 2 de suelo s co n a lto riesgo de erosión de la
Ibérica, el sureste aparece com o el área con m ás alto península Ibérica.
riesgo de erosión de Europa, a cau sa d e la co n ju nció n de
Las cuencas hidrográficas m ás afectadas por la ero­
factores que favorecen el proceso, ta le s com o las c o n ­
sión del suelo y, a la vez, las de m ayor riesgo por el pro­
diciones clim áticas de se m ia rid e z extrem a, lito lo gías y
ceso de degradación son las cuencas del sur, Guadalquivir,
suelos sensibles a la erosión, to p o g ra fía fre cu e n te m e n ­
Segura, Júcar y am plias zonas de la del Ebro (Fig. 80). Por
te escarpada y una m ilenaria a ctivid a d hum ana resp o n­
co m u n id a d e s autónom as, las de M urcia, Andalucía,
sable de crisis erosivas por rotu racione s de tierra s m a r­ Valencia, C astilla-La M ancha y Aragón son las que m ayo­
ginales, sobrepastoreo, deforestacio ne s, ince ndio s y

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res pérdidas de suelo registran (Fig. 81). Si bien el grado
prácticas de cultivo a ve ces inadecuadas. De hecho, en de degradación de los ecosistem as por erosión y desertifi­
el sureste de España se halla la m ayor parte de los cación está relacionado con las condiciones clim áticas
Albedo. Es la medida de la cantidad de
energía reflejada al espacio por la superficie
de la Tierra y todos los cuerpos que hay
sobre ella. La emisividad de la superficie
depende de la longitud de onda y del carác­
ter de la superficie. Es cercana a la unidad
para los océanos, superficies húmedas y
superficies oscuras que pueden atrapar
radiación de onda larga. Es mucho menor,
por ejemplo, para los suelos secos con bajo
contenido en materia orgánica, m uy suscep­
tibles a la erosión.

GRADO DE EROSIÓN EN ESPAÑ A


T a n to p o r c ie n to d e te r r ito r io a fe c ta d o p o r la e ro s ió n

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sem iáridas de estos territorios, especialm ente con las
escasas precipitaciones, la recurrencia de las sequías, la
elevada evapotranspiración y el fuerte • albe d o, la d e gra ­
dación del suelo está ligada, básicam ente, a unos siste­
m as de uso y gestión de los recursos naturales que, con
frecuencia, no perm iten su conservación.

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Los sistemas de información
geográfica (SIG) como instrumentos
de integración de factores de
erosión y elaboración de cartografías

La aparición de los sistemas de información geográfica y La correcta elaboración de un SIG permite incorporar
su rápida evolución han aportado a las ciencias de la Tierra información procedente de series históricas o de mapas temá­
y a las ciencias socioeconómicas grandes avances para el aná­ ticos: geológicos, topográficos, geomorfológicos, de suelos,
lisis, planificación, gestión y toma de decisiones sobre el de cubierta vegetal y de usos y aprovechamientos; informa­
territorio y sus recursos. Los SIG son una eficaz herramienta ción fiable al estar apoyada, con frecuencia, en riguro­
de modelización que parten de inform aciones en formatos
sos muéstreos de campo. Por otro lado, uno de los pilares
• analógico y • digital, permitiendo construir bases de
fundamentales de los SIG es la teledetección, que permite la
datos • georreferenciadas con enormes posibilidades para
adquisición rápida de datos actualizados de extensas áreas del
el tratamiento de la variabilidad espacial. Mediante tecnolo­
territorio. Estas características han propiciado el cambio de
gías SIG pueden elaborarse cartografías actualizadas del
escala en los estudios sobre la erosión y en los modelos de pre­
• estado e rosivo de los suelos y modelos predictivos de ero­
sión de los mismos. También son una importante herramienta dicción, pasando de la ladera o pequeña cuenca hidrográfica

para la planificación ambiental y la ordenación del territorio, a zonas muy extensas, con la posibilidad de realizar segui­
es decir, para señalar los usos más apropiados para cada zona mientos casi permanentes del estado del suelo y sus usos.
del territorio y usar los recursos naturales de modo sostenible,
Entre los distintos factores que intervienen en los proce­
a la vez que se protege el medio ambiente.
sos erosivos y sobre los que se puede obtener información por
Los sistemas de información geográfica tienen gran capa­ teledetección para ser incorporada a un SIG, destacan tres:
cidad para manejar parámetros y variables de expresión espa­
cial analítica y procesos multifactoriales como es el de la ero­ litologia y suelo: detección del tipo de material rocoso,
sión del suelo. Los SIG permiten acopiar y manejar, de forma tipo y características de los suelos, contenido en humedad;
rápida y funcional, grandes volúmenes de información sobre
vegetación: detección de la cubierta vegetal, i biomasa
un determinado territorio, con el fin de detectar zonas que
registran erosión o que tienen una elevada probabilidad de y • fenología. Estos parámetros propician, a la vez, la inclu­

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tenerla en el futuro, además de poder realizar un seguimien­ sión de procesos biológicos que tienen repercusión sobre la
to de la evolución de esos espacios. degradación de la cubierta vegetal y la erosión, como son el
estado fitosanitario de la vegetación (predicción y segui­ muy útiles para evaluar la erosión hídrica, conocer las varia­
miento de plagas forestales), la potencialidad de los incen­ ciones temporales de los modelos erosivos, analizar y man­
dios y los procesos asociados a la regeneración de las áreas tener actualizada la gran cantidad de información requerida,
quemadas, la evolución de tierras marginales. normalizar y comparar metodologías y obtener representa­
ciones gráficas; asimismo, sirven de punto de partida para la
hidrología superficial: análisis de las redes de drena­
realización de estudios hidrológicos y de planificación (De
je; detección, medida y clasificación de los cauces de dre­
Antonio, 1994; Almorox et a i , 1994).
naje activos y de los que no lo son. Localización y carac­
terísticas de zonas húmedas, embalses.
La función, pues, d e los siste m a s de inform ación
La superposición automática de las capas de informa­ geográfica aplicados a las materias relacionadas con la e ro ­
ción disponible de los factores que determinan la erosión, sión, y ta m bién con la d e se rtific a ció n , e s m ejorar la
permite obtener una estructuración espacial del grado de cap acid a d para to m a r decisio nes. Adem ás, las he rra­
vulnerabilidad de los suelos a la erosión, confeccionar carto­ m ientas SIG se pueden u tiliza r para nu m erosas fin a lid a ­
grafías y, en consecuencia, priorizar las áreas de actuación des, ta le s com o re a liza r a n á lisis de sensib ilid a d de los
para mitigar y rehabilitar suelos degradados y prevenir el m odelos mediante la m anipulación de las variables o e stu ­
proceso erosivo (Fig. 82). La aplicación de metodologías que d ia r una cu enca h idro gráfica, a d istin ta s esca la s o reso­
combinen el uso de los modelos de erosión con los SIG son luciones, para c o n o c e r la exa ctitu d de la pre dicción de
los m odelos. Por últim o, una ve nta ja im p ortan ­
te de la utiliza c ió n de una herram ienta SIG
se ría el co n sid e ra b le a h o rro de tiem po
C lasifica ció n de la D E S A y costo para realizar estudios sobre
gestión de recursos naturales y
Sin afectar procesos de erosión y desertifi­
Potencial
FrAgil (F1) cación en • zo nas afectadas
/ Fréflil IF 2 )
por estos procesos de degra­

V?
Frdflil (F3)
Critica(C1>
Critica(C2> dación.
Critica(C3>

♦ «A r J .-Í z

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Fig. 82.- La integración de la inform ación sobre precipitaciones, topografía, d aje, hum edad y u sos del suelo, vegetación, pérdida
de suelo, etc. en u n SIG permite la identificación de las áreas en las
corregir los efectos de la pérdida de suelo. Á reas sensibles a la deg dación, cuenca del G uadalentín (Murcia).
Conclusión: la erosión, la peor
amenaza para el suelo y el factor
más destacado de la desertificación

Los suelos constituyen uno de los factores m ás im por­ las regiones del mundo más sensibles y vulnerables al pro­
tantes en el equilibrio de la biosfera y en el funcionamiento blema y España no escapa a la amenaza.
de los sistem as naturales. El suelo e s un recurso natural
La form a m ás grave de degradación del suelo e s la
imprescindible para la vida, no renovable o de renovación
provocada por la erosión acelerada, que puede llegar al
muy difícil y costosa en casi la mitad de las tierras em ergi­
extrem o de d ejar al descubierto el lecho del sustrato
das del planeta. En las tierras áridas, semiáridas y subhú-
rocoso. El suelo despojado de toda cubierta vegetal es
medas secas, un suelo puede tardar en form arse m iles o
muy vulnerable, se reseca, se resquebraja, se pierde y
incluso millones de años, por lo que puede considerarse un
resulta inservible. La erosión reduce la fertilidad del
recurso natural no renovable a escala humana o de una
suelo y su rendim iento, aum enta los costos de producción
generación. Sin embargo, de este recurso depende la mayor
d e alim entos y fib ra s y repercute negativam ente en los
parte de la producción alim entaria del mundo, pese a que
menos de la mitad de la superficie terrestre es cultivable. recursos hídricos. La erosión lam inar y la erosión en cár­

Debe ser utilizado sin llegar a superar su capacidad de acep­ cavas causan estragos devastadores, ocasionando la pér­

tación y tolerancia a los diferentes usos previstos en cada d ida d e nutrientes, rem oviendo y arrastrando las capas

caso: agricultura, pastoreo, silvicultura, paisajismo, inge­ fértiles de las tierras.

niería civil, espacios naturales protegidos y naturaleza y


En la m ayor parte de las tierras del mundo, se están per­
ocio, entre otros.
diendo miles de millones de toneladas de suelo cada año por

La erosión del suelo e s un problem a endém ico y antiguo; la erosión debida a la conjunción de una serie de factores

se estima que, a escala mundial y a lo largo de la historia, la adversos: agresividad climática; alta erosionabilidad; supre­

superficie de suelo perdido e s mayor que la superficie culti­ sión de la cubierta vegetal debida a talas indiscriminadas,

vada en la actualidad. La degradación del suelo ha am ena­ roturaciones, sobrepastoreo, incendios; malas prácticas
zado e incluso destruido civilizaciones. En el siglo XX, el rápi­ agrícolas; excesiva mecanización; excesivo laboreo; cambios
do aumento y presión de la población en la mayor parte de en la utilización del suelo que destinan buenas tierras agrí­
los países en desarrollo ha acelerado el proceso de erosión colas a otros usos; mala gestión forestal; abandono de la tie­

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del suelo y ha desembocado en un problema mayor, el de la rra y de las prácticas de conservación; desvalorización de la
desertificación. Los países mediterráneos constituyen una de tierra agrícola en la sociedad industrial y postindustrial.
Fig. 83 - Dim ensión, ecológica , económ ica y ética del recurso suelo.

La evaluación de la ero sió n d e l suelo, co m o fe n ó ­ degra d a ció n del suelo no haya so b re p a sa d o um brales
m eno de crisis am biental, e s n e cesaria y está m ás que crítico s. C o n o cie n d o los fa cto re s y p roce sos q u e in te r­
nunca justificada, po rq u e hoy se tienen co n ocim iento s vienen en la pérdid a de su e lo por el agua, e l hom bre
más precisos de su naturaleza, su s causas, su s m e ca n is­ puede lo gra r que los a lto s va lo re s e stim a d o s d e erosión

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mos, sus co n se cuen cia s y d e los m edios d e que se d is ­ po te n cia l que se re gistra n en m uch os p a íses no se tor­
pone para e vitarlos o rem e d ia rlo s cu and o el e sta d o de nen en ero sió n real.
Para com batir la pérdida de suelo, se precisa una base en m étodos y técnicas que destruyan y agoten los
revalorización de la naturaleza y una priorización de la suelos. La elaboración de program as globales de conserva­
gestión de los recursos suelo, agua y vegetación en el ción, la im plantación de norm ativas legales básicas y la
marco de una concepción global. Pueden ser arm as efica­ educación am biental pueden constituir también pilares
ces la política preventiva y la evaluación del » im pacto fundam entales para m inim izar y, en parte, para evitar los
ambiental de aquellas actuaciones que puedan ocasionar negativos im pactos am bientales de la erosión y la degra­
degradaciones (deforestaciones, roturaciones, expansión dación del suelo, soporte fundam ental de los ecosistemas
de regadíos a tierras m arginales, incendios, cam bios de terrestres; y finalm ente, el reconocim iento de la dim en­
uso del suelo). Para ello es preciso poner en m archa la sión ecológica, económ ica y ética del recurso suelo, que,
investigación, la identificación de procesos, el análisis de junto con el agua, es el m ás im portante del patrim onio
causas naturales y so cio -econ ó m ica s, la pre d icció n y la natural de la hum anidad (Fig. 83).
• m itigación m ediante prácticas adecuadas; el desarrollo
de modelos que abarquen las distintas variantes de la Uno de los m ayores riesgos de degradación de la tie­

degradación de los recursos; la recuperación y la rehabili­ rra aparece cuando los usuarios no am an la tierra ni se

tación de los suelos y la cubierta vegetal degradados allá interesan por su buen estado. El riesgo aum enta cuando

donde sea posible; evitar el abandono de las buenas prác­ falta una conciencia política de la gravedad del problema
ticas de conservación del suelo incentivando a las pobla­ y cuando los que explotan la tierra sólo ven en ella una
ciones rurales; el fom ento de una agricultura que no se fuente de ingresos, lo que sucede a menudo.

Impacto ambiental. La expresión se


aplica a la alteración que introduce una
actividad humana en el medio ambiente. El
impacto ambiental se asocia a las activida­
des antrópicas no a las repercusiones que
pueden desencadenar los fenómenos natu­
rales.

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10 La desertificación, un problema
ambiental y social global

Las regiones secas y, en particular, las mediterráneas brios geoecológicos que ha dañado el aspecto original de
han estado desde siglo s atrás bajo una gran presión e c o ­ los paisajes, ocasionando, a través de un continuado
lógica. Sin em bargo, es la civilización actual, con sus proceso de deterioro, la degradación de extensas áreas
manifestaciones agrarias, industriales y turísticas, y sus ca m ­ abocada s hoy a con dicione s próxim as a las subdesérti-
bios en las actitude s y los com portam ientos de las per­ cas. La desertificación e s un proceso de cam bio am bien­
sonas con la naturaleza y el m edio am biente, la que ha tal, d eb ido a la alteración del ecoba lance por excesiva o
causado m ás profu ndas alteracione s de los paisaje s en inadecuada presión hum ana sobre ecosistem as fragiliza-
toda la historia de la hum anidad. dos por la a rid ez y las sequías. La desertificación puede
ser e l resultado d e la dialéctica hom bre-m edio en
En estos territorios, m uchos de los fen ó m eno s que
am bientes sensibles a la degradación de los recursos
desencadenan los p roce sos d egra d a tivos son antiguos,
na turales básicos: suelo, agua y vegetación.
por lo que cabe hab lar d e una d e se rtifica ció n histórica
o heredada; pero desde la década de 1970 se han a c ti­
vado y em ergen com o p rob lem as nuevos y ligados a
Los tres problem as m edioam b
im portantes cam bios en el uso del suelo, la drástica
m odificación de los balances h íd rico s de m uchas c u e n ­ La desertificación. el ca m b io c lim á tic o y la b io d i-
cas, la extracción ab u siva d e las aguas subterrán eas, la ve rs id a d constituyen los tres p ro b le m a s m e d io a m ­
salinización y la co n tam in ació n de su e lo s y aguas, el uso bientales estrella en los inicios del tercer m ilenio. En
abusivo de fe rtiliza n te s y pesticidas, los incendios, la realidad, salvaguardar la d iv e rsid a d biológica , luchar
erosión del suelo y el aban dono rural y de las buenas contra la desertificación y p re ve n ir el c a m b io clim áti­
prácticas de con se rvación del suelo que desencadenan co albergan el m ism o objetivo: a se g u ra r u n d e sa rro ­
procesos de degradación que se id e n tifica n com o una llo durable. Esto sign ifica c o n s e g u ir u n a ca lida d d e
desertificación actual o funcional. vida que sea so cia lm e n te deseable, e c o n ó m ica m e n te
viable y e c o ló g ic a m e n te sostenible, q u e p u e d a m a n ­
En las tierras sem iá rid a s y sub húm ed as secas, se
tenerse durante m u ch a s ge neracione s.
constata a lo largo d e los tiem p o s una inte rferencia cada

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vez más intensa entre las acciones hum anas y los eq u ili­ \ /
El deterioro de los geosistem as, la pérdida de biodi- m ás vu ln e ra b le a la erosión. La o b servación de los p ai­
versidad, la degradación de los suelos y las aguas pueden sajes de las tierra s seca s detecta, con frecuencia, que
ocasionar, por un lado, una m arcada dism inución del las acciones hum anas inadecuadas potencian la te nde n­
potencial biológico o productivo, y por otro, introducir cia y acción de los procesos naturales y viceversa; el fa c ­
ecosistem as cada vez m ás pobres y vulnerables. La c o n ­ to r hum ano d esem peña un decisivo papel en el proceso
junción de am bos procesos puede ocasionar la ruptura de degradación. A ctua cio n es hum anas inadecuadas o
de la arm onía de los sistem as naturales y co n ducir im p la ­
perniciosas pueden alterar o rom per el sistem a acoplado
cablem ente a una acentuación de las crisis m edioam ­
a tm ó sfera-suelo-agua-planta . El resultado es que te rri­
biental y socioeconóm ica exp resadas en la d esertifica ­
torios originariam ente ale jado s de las con dicione s desér­
ción del territorio. Cuando las tierras de cu ltivo o de
ticas llegan, o pueden llegar, a parecerse con el tiem po
pastos se han transform ado y degradado, con una p érdi­
a esto s a m bientes inhóspitos.
da de productividad de entre el 10 % y el 25 %, se habla
de desertificación m oderada; e s severa si la pérdida está La degrad ación de la tierra y la escasez de agua
entre el 25 % y el 50%, y m uy severa si e s mayor. constituyen la m ayor am en aza para la sostenibilidad de
los geosistem as y agrosistem as d e las regiones secas. En
La m ayor parte de la desertificación es natural en
las zonas que bordean los desiertos. En períodos de el horizonte del nuevo m ilenio, esta s regiones, bajo un

sequía, los ecosistem as se deshidratan, pierden ve ge ta ­ clim a sem iá rido de ince rtid um b re y de fu erte déficit

ción y parte del suelo es a rra strado por el viento. Sin hídrico, constituyen te rrito rio s donde el riesgo de deser­

em bargo, este fenóm eno natural se ve agravado por tificación e s de preocupante a m uy elevado y se co n­
actividades hum anas que deb ilitan e l suelo y lo hacen vierte, adem ás, en una severa y creciente am enaza.

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11 Desertificación,
un concepto controvertido

♦ D e se rtific a c ió n es un té rm in o que viene siendo El té rm in o e s una peq ueñ a b abe l co n ce p tu a l para a p ro ­


utilizado desde, al m enos, 1949, cuando el b otá nico y x im a rse y fo rm u la r el p ro ce so de d e gradació n. Los c ie n ­
ecólogo francés A u b re ville publicó un libro con el título tífico s, los té c n ic o s y los p o lítico s tie n e n p u nto s de
Clima, bo sque s y d e sertificació n en el Á frica tropical. El vista y n e ce sid a d e s d ifere nte s; por otro lado, la p o b la ­

término, sin em bargo, e s com plejo y de difícil concep- ció n, segú n el país, la región y e l gra d o de desarrollo,

tualización debido a lo im p reciso de su significado, pero pe rcib e el p ro b le m a de m odo d istinto, y d ifere nte s gru­

es lo suficientem en te in tu itivo com o para se r objeto de p o s so cia le s son d e sigu a lm e n te afecta d o s por e l pro­

un tratam iento m ediático (Ibáñez e t al., 1970). D esde los ceso de d e g ra d a ció n . La re a lid a d e s que tra s el vocablo

años sete nta del pasado siglo vie n e siendo un tem a de desertificación se esconde todo un conjunto de procesos

amplia cobertura en los m edios de com un icación porque in te rre la c io n a d o s (físic o s, b io ló g ic o s, h istó rico s,

es considerado com o uno de los p roblem as m ás graves eco n ó m ico s, so cia le s, c u ltu ra le s y po lítico s) que se

que afectan a tas regiones áridas, sem iá rid a s y subhú- m anifiestan a d ife ­

medas secas del planeta por sus im p licacion es am b ien­ ren te s n ive le s de

tales y socioeconóm icas. En la o rla m editerránea ha lle­ re so lu c ió n ta n to


e s p a c ia le s co m o Desertificación. Proceso de degrada-
gado incluso a ser uno de los m ás im p orta n tes tem as
t e m p o r a l e s ción de las tierras de zonas áridas, semi­
ambientales en los ám bitos científicos, técnicos, p o líti­
(G a rc ía R u iz et áridas y subhúmedas secas resultante de
cos e incluso populares.
al. ,1 9 94 ; Ib á ñ e z diversos factores, tales como las variacio­
El con cep to de de sertificació n , polisém ico, c o n tro ­ et a l., 1997). N o r­ nes climáticas y las actividades humanas.
vertido, d iscu tid o con vehem encia, es in clu so utilizado, m alm ente, e l c o n ­
Desertización. Alude al proceso de
con frecuencia, erró neam en te. H acia 1983 se conocían cep to va asociado
deterioro natural del clima hacia una
ya más de cien d efin icione s (G la n tz y Orlovsky, 1983; a l de ca re n cia y
mayor aridificación y aleatoriedad de las
Kyle,1995). En la actualidad, se d e b e reb a sa r el ce n te ­ p o b re za , aunque
precipitaciones. También suele darse una
nar y m edio de con ceptos, la m ayoría egocéntrico s, por su im p a cto social
connotación sociológica, para expresar un
lo que no se cuenta con uno que caracterice plenam ente depende m uch o

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espacio o territorio vacío de personas.
el proceso de degradación y que sea aceptado por todo el de las co n d icio n e s
mundo o que pueda ser usado en cualquier circunstancia. e co n ó m ica s de las
poblaciones asen tad as en zo nas a fecta d a s o am enazadas
(Pou,1988).

Desertificación es un vocablo de contenid o co m p le ­


jo que se utiliza con d istinto s en fo que s aun que con gran
coincidencia en los aspectos esenciales del proceso. De
m odo genérico, la desertificación exp resa el resultado
de la com binación de con dicione s geográficas, clim á ti­
cas y socioeconóm icas, y de las form as hum anas de u ti­
lización de los recursos naturales, especialm e nte para la
producción agricola y el desarrollo rural. Las cau sa s que
la d e sen cade nan y los fa cto re s que la co n tro la n son
m últiples y a lg u n o s d e e llo s pu ed e ca m b ia r segú n la
escala; por ello, pueden d a rse re sp u e sta s d ife re n te s en
función de las esca la s de tie m p o y e sp a cio q u e se c o n ­ de cada vez más por la superficie de la Tierra y porque sus

sideren. Por o tro lado, los té rm in o s de sie rto y d e se rti­ efectos se dejan sentir en la vida salvaje, la biosfera y la

ficación se interpretan con fre cue ncia com o sin ónim os y a tm ósfera. M uch os a uto res se sitúan, m ás o m enos, en

son utilizados para e xp resar ciertas situacio ne s dem o­ la misma línea, resaltando que la desertificación es un cambio
irreversible del suelo y la vegetación en dirección a la aridifi-
gráficas, com o espacios vacío s de personas, inhabitados,
o situaciones de a isla m ie n to y d esolación; incluso se cación que reduce la producción del suelo por debajo de su

relaciona con ciertos aspectos de percepción, tales como productividad potencial, que no permite un uso sustentable y

seco, estéril, improductivo (Rubio,1992, 1995). que, en el límite, puede convertir la zona en un desierto.

La desertificación fue definida en la Conferencia sobre D esertificación, pues, es un conjunto de procesos o


Desertificación de Naciones Unidas (UNCOD, 1977) com o "la m anifestación de fenóm enos im p licad o s en el em pobre­
disminución, deterioro o destrucción del potencial biológico cim ie nto y degradación de los geosistem as te rrestres por
del suelo que, en sus últimas instancias, puede conducir a im p acto hum ano (Fig.85). Se inte rpre ta com o una dism i­
condiciones de desierto”. Posteriormente, la UNCED (1992) y nución de los niveles de productividad de los ge osiste­
el CCD (1994) (Fig. 84) han redefinido el concepto de deser­ m as com o resultado de la sobreexplotación, el uso y la
tificación, considerándola com o "u n proceso que reduce la ge stión inapropiados d e los recursos en te rrito rio s fragi-
productividad y el valor de los recursos naturales del planeta lizados por la aridez y las sequías. El proceso de dete­
en el contexto específico de condiciones climáticas áridas, rioro reduce la productividad de las plantas y los cu lti­
semiáridas y subhúmedas secas, com o resultado de variacio­ vos, produce alteracione s no desea bles en la biom asa y
nes climáticas y actuaciones humanas adversas”. Reconocen en la diversidad de la m icro y m acro fauna y flora, ace­

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el significado universal y las consecuencias del proceso degra- lera e l d eterioro del suelo e increm enta los riesgos para
dador y lo consideran un problema global, porque se expan­ las poblaciones de los te rrito rio s afectados.
Fig. 8 5 .- Factores ca u sa n te s d e la desertificación.

FACTORES CLIMÁTICOS FACTORES GEOMORFOLÓGICOS

SEQUÍAS ARIDEZ LLUVIAS FUERTES LITOLOGIAS EROSIONABILIDAD


INTENSAS PENDIENTES BLANDAS DE LOS SUELOS

DETERIORO Y PERDIDA
DE SUELO Y VEGETACIÓN

INCENDIOS EXPLOTACION SALINIZACION


ABUSIVA
DE LAS AGUAS
SUBTERRÁNEAS

SOBREEXPLOTACIÓN
D E LO S
RECURSOS NATURALES

“T '
DESERTIFICACION
PRESIÓN HUMANA

FACTORES HUMANOS

www.FreeLibros.org EBi
In ce n d io s
Descenso en tierra
productiva

D e gradació n y pérdida
de su e lo y vegetación

DESERTIFICACION
CAMBIO CLIMATICO

Aum ento en la duración


de lo s p e riodo s de sequfa. Incremento:
M ayor aridez albedo,
D ism in u ció n de la torrencialidad lluvia,
hum edad del suelo escorrentias,
R edu cción de la
R educción de la evapotra aspiración
precipitación
M ayor

Fig. 86 .- Efecto feedback e n los ciclos social y biofísico d e la desertificación


(S co gin g,1 9 9 1 ; T h o m a s y M iddleton, 1994; López Berm údez, 1996).

La desertificación significa una descapitalización de la diciones propicias a la desertificación de los paisajes; el

naturaleza porque ocasiona ta disminución irreversible de los clima más o menos árido y la recurrencia de sequías no son
m ás que condiciones favorables.
niveles de productividad de la tierra que, bajo condiciones

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climáticas con balances hídricos negativos, han sido fragili- La d esertificación no e s un problem a m eteorológico
zados por el hombre por uso y gestión inapropiados de los aislado (de sequía, por ejem plo), ni am biental d e dete­
recursos naturales básicos. Es el ser humano quien crea con­ rioro (contam inación d e un cu rso de agua, por ejem plo)
o pérdida de biodiversidad (desaparición de una especie C ualq uiera que sea la im p ortancia del peso de los

vegetal, por ejem plo) en un te rrito rio m ás o m enos factores na turales en las tierras vu lne rable s a la deserti­

extenso. La d e sertificación es, a la vez, una crisis clim á ­ ficación, e s la acción m ultim ilen aria del hom bre la que

tica, socioeconóm ica y am biental que desen cade na nue­ ha m arcado p rofundam ente los paisajes, los sistem as de

vos m ecanism os de degradación y que dificulta e incluso utilizació n d e las tierra s y su degradación. En la m ayor

impide la con se rvación de los recursos na turales im p res­ parte d e los casos sería m ejor hablar d e degradación de
la tierra que de desertificación. Por ello, quizás sería
cindibles para el d e sarrollo sostenible. Los m otores de
co n ven ien te red efinir el térm ino desertificación aplica ­
arranque de la desertificación, su s m últiples causas, hay
do a la situación de las regiones m editerráneas europe­
que buscarlos en la acción sin é rg ica d e un am plio c o n ­
as, b astante difere nte s a las de los bordes del Sahara y
junto de procesos clim á tico s y antró p ico s de diferente
otra s regio n es african as y asiáticas.
escala en el e spacio y en e l tiem po, que son reforzados
o am plificados a cau sa d e la inte rve nción hum ana Finalm ente, la d e se rtifica ció n e s una patología, una
(Scoging,' 1991; Thom as y M id d le to n , 1994; López enferm ed ad am biental com pleja que hay que entender
Bermúdez, 1996). Estos procesos encadenados, asi com o sus en e l m arco de un sistem a de cam bios globales en el que
consecuencias ecológicas, son esquematizados en la Fig. 86. las inte rrelacion es en tre cau sa s y respuestas suelen ser
estrechas. Sin em bargo, no to do s los procesos de degra­
Sea cual sea la definición considerada, en la desertifica­
dación im plican desertificación, m ientras que la deserti­
ción lo importante es el diagnóstico. El proceso aparece como
ficación sí ind u ce degradación. Para com prenderla es
un estadio final de la degradación del medio natural que se
ne cesario co n ocer e l entorno am biental, la estructura,
traduce en la desaparición de la cubierta vegetal, la acelera­
la dinám ica, la evolución y la vu lnerabilid ad de los pai­
ción de los procesos de erosión y otros procesos de deterio­
sajes que la padecen, así com o la historia de los siste­
ro. Estos fenómenos pueden producir un incremento de la ari­ m as de exp lotación de los recursos naturales.
dez del medio degradado y una acusada disminución de la
fertilidad de los suelos, es decir, conducen a la ruptura del
equilibrio del ecosistema inicial. Los ecosistemas de las regio­
nes áridas sometidas a una presión humana excesiva o a cam­
bios en los sistemas de utilización de las tierras pueden sufrir
una pérdida de productividad y de su capacidad de recupera­
ción, desembocando en la desertificación. Asi, pues, la
desertificación no sólo amenaza a aquellos usos del territorio
orientados a la producción de bienes directos (alimentos,
madera y otros productos), sino a la propia estabilidad de los
ecosistemas. Supone una auténtica descapitalización en la

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medida en que constituye una pérdida de calidad ambiental,
que, además, se traduce en un descenso de la productividad.

IBM
12 La magnitud del problema

Hiperárida. D esiertos

Árida. Se m id esiertos

Sem iárida

S u b h ú m e d a se c a

Fig. 87 .- D istribución ge ográ fica glob al d e las zo n a s secas e n el m u n d o (U N E SC O , 1977; UNEP, 1992)

La superficie m undial de las tierras em ergidas ascien­ los 20° y 40° de latitud en am bos hem isferios (Fig. 87). Sin
de a 145 millones de km 2, de los cuales, aproxim a­ considerar las regiones hiperáridas (los desiertos), que
damente, unos 68 m illones (el 47 %), corresponden al cubren alrededor del 7,5 % del total de la superficie árida
bioma árido en sus diversos grados y a aquellos am bientes mundial, las tierras secas ocupan un tercio de Europa y de
que potencialm ente pueden serlo: tierras hiperáridas, á ri­ am bas Am éricas, las dos quintas partes de Asia y de África

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das, sem iáridas y subhúm edas secas. La m ayor parte de y más de tres cuartos de Australia. En cifras absolutas, las
estos am bientes siguen una distribución latitudinal entre m ayores superficies áridas se encuentran en Asia y África;

129
am bas suman casi el 60 % de las tierras áridas, sem iáridas pobres, es el imperativo económico que conduce a la gente
y subhúm edas secas del mundo. a degradar el suelo y los ecosistem as que soporta, inhibe
la restauración y alienta la espiral de degradación del
E x te n sió n y d istrib u c ió n p o rc e n tu a l d e la s tie rra s se cas suelo (Warren y Agnew, 1988). Una estim ación de la exten­
p o r contin en tes, e x c lu id a s las h ip e rá rid a s (desierto s)
sión y la severidad de la degradación del suelo, por dife­
rentes zonas de aridez en cada continente, se muestra en
Superficie
la tabla de la página siguiente.
C on tin e n te 105 has % del total

Á frica 1286 43
Com o puede verse, en África, Asia y Australia las zonas
áridas dom inan am pliam ente los territorios secos; en ellas,
A m é ric a del N orte 732 33
la degradación del suelo es m uy acusada. En ambas
A m é ric a del S u r 516 29 Am éricas, son las tierras sem iáridas las que m ayor exten­
A sia 1672 39 sión ocupan, la mitad de ellas registran una degradación

A ustralia 663 >75


del suelo de ligera a extrem a. En Europa, son las regio­
nes subhúm edas secas y las sem iáridas las que dominan
E u ro p a 300 31
am pliam ente, y el grado de degradación del suelo es
Total m u nd ia l 5169 40 moderado. En este continente, los territorios áridos se
acantonan en la península Ibérica.
Fuente: UNEP, 1992; Martin y Balling, 1994

No es fácil determ inar las superficies de los territorios


afectados por desertificación. En m uchos casos es un pro­
ceso natural que está ligado a las oscilaciones climáticas;
en unos periodos los desiertos se expanden (como sucedió
con la gran sequía y ham bruna que registró el Sahel de
1968 a 1972, afectando gravem ente a Mauritania, Senegal,
Mali, Alto Volta, Níger y Chad) y en otros retroceden,
dependiendo de la evolución de las condiciones climáticas,
con períodos con lluvias m ás frecuentes y abundantes (Fig.
88). Por ello, las estadísticas suelen diferir según el perío­
do considerado y la fuente que las sum inistra. Lo cierto es
que, en la actualidad, las causas de la degradación de los
ecosistemas se hallan m ás en los sistem as de explotación Fig. 88.- La frontera del Sahei e n Á frica se expande o restringe,
con sid e ra b le m e n te , d u ra n te lo s p e río d o s d e g ra n d e s seq uías
humanos que en la naturaleza. El factor m ás im portante

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plu ria nu ales. Im a g e n del a lb e d o g lo b a l del planeta
que debe vencerse en un program a para com batir el pro­ ( N A S A / G o d d a rd S p a c e Flight Center).
blema de la desertificación, sobre todo en los países

m
E x te n sió n y d e g ra d a c ió n del su e lo e n las tie rras se cas (en 106 has)

Zona de Lige ra y Fuerte y Superficie


C o n tin e n te a rid ez m o d e ra d a extre m a total

Á frica S u b h ú m e d a s. 25,2 12,1 37,3

Se m iárid a 69,9 39,6 109,5

Á rid a 150,2 22,3 172,5

A m érica d el N. S u b h ú m e d a s. 15,0 3,2 18,2

Se m iárid a 50,9 2,3 53,2

Á rid a 6,3 1,6 7,9

A m érica d el S. S u b h ú m e d a s. 21,4 2,3 23,7

Se m iárid a 43,9 4,0 47,9

Á rid a - - -

Asia S u b h ú m e d a s. 70,6 7,7 78,3

Se m iárida 124,2 17,2 141,4

A rid a 131,9 18,8 150,7

A ustralia S u b h ú m e d a s. 4,2 0,6 4,8

Se m iárid a 32,9 1,0 33,9

Á rid a 48,9 0,0 48,9

Europ a S u b h ú m e d a s. 59,0 2,3 61,3

Se m iárid a 32,9 1,0 33,9

Á rid a 4,8 0,0 4,8

Total 897,6 133,7 1035,5

% 17,3 2,6 19,9

Total su p e rficie d e las tierras secas susce ptible s d e desertificación, u n a s 5 2 0 0 m illon e s de hectáreas

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994
C a u s a s de la d e g ra d a c ió n del su e lo

C lase d e D e g ra d a c ió n Á frica A sia A m é ric a del S A m é ric a del C A m é ric a del N E u ro p a A u stra lia M undo

E ro sión p o r a g u a 46 58 51 74 63 52 81 56

E ro sió n eólica 38 30 17 7 36 19 19 28

D e g ra d a c ió n quím ica 12 10 29 11 0 12 12 12

D e g ra d a c ió n física 4 2 3 8 1 17 2 4

Las causas más importantes de la degradación del suelo la conservación del suelo. Fueron los servicios pioneros en
por continentes y en el mundo se indican en la tabla captar la importancia de la erosión y en el diseño de estrate­
superior (en porcentajes). gias para prevenirla y recuperar suelos. En la actualidad, la
erosión del suelo es uno de los cinco problemas ambientales
Como se ve, es la erosión por agua el proceso más impor­
más importantes en EE. UU., según informes de la Agencia de
tante de la degradación del suelo y de la desertificación, des­
Protección Ambiental.
tacando, en particular, Australia, América Central y América
del Norte. África es el continente m ás afectado por la erosión Finalm ente, e l esta do glob al de los suelos en el

eólica, seguida de Norteamérica. Fue aquí, en los años trein­ m undo y las principales activida des hum anas que co n du­

ta del siglo XX, cuando una prolongada sequía en vastas exten­ cen a la d e sertificación se m uestran, respectivam ente,

siones deforestadas de las Great Plains (grandes llanuras) oca­ en las ta blas siguientes.

sionó una extraordinaria erosión del suelo por el viento, fenó­


Estos datos sum inistran una idea aproxim ada de la
meno conocido como Dust Bowl. El gobierno de Roosevelt
im portancia que las acciones hum anas tienen en el proce­
aprobó, en 1933, la Agricultural Appropiation Act (Ley de asig­
so de desertificación. Llam a la atención que los autores
nación de fondos para la agricultura), asignando 160000 dóla­ hayan estim ado que en los países industrializados de
res para el estudio de las causas de la erosión del suelo y las Am érica del Norte, Europa y Australia no se registra degra­
medidas para evitarla. Ese mismo año se creó el Soil Erosión dación por sobreexplotación del suelo y de los ecosiste­
Service (departamento de erosión del suelo) para combatir el mas, lo cual no parece cierto, com o confirm an otras fuen­
problema, aunque más bien fue un instrumento para fomen­ tes dignas de crédito. De hecho, la industrialización tiene
tar el empleo y mejorar la renta de los agricultores. Tres años una apreciable incidencia en la degradación del suelo en
más tarde, se aprobó la Soil Conservation Act (Ley de conser­

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Am érica del Norte. Es la incertidum bre que ofrecen, con
vación del suelo), asumiendo, en el marco del Departamento frecuencia, las distintas fuentes de inform ación que utili­
de Agricultura de Estados Unidos, todas las competencias en zan distintos m étodos de captura de datos.

SU
E sta d o g lo b a l de lo s su e lo s e n el m u n d o

S u e lo con a lto S u e lo d e g ra d a d o
C on tin e n te Sup erficie totai S u e lo estable rie sg o d e d e g ra d a c ió n p o r el h o m b re S u e lo inservible
106 has % % % %

África 2966 15 43 17 25

Asia 4256 33 38 18 11

A m érica C. y S. 2074 19 62 15 4

A m érica d el N.
Europa, A u stra lia 3717 38 46 11 5

Mundo 13013 28 46 15 11

Fuente: Oldeman e ta l., 1991

L a s p r in c ip a le s c a u s a s a n t r ó p ic a s d e la d e s e r t ific a c ió n

Clase d e D e g ra d a c ió n Á frica A sia A m é ric a del S A m é ric a del C A m é ric a d el N E u ro p a A u stra lia M undo

S o b re e xp lo tac ió n
de los ecosistem as 13 6 5 18 - - -

Pastoreo excesivo 49 26 28 15 30 23 80 35

Activid ad es
agrarias in a d e c u a d as 24 27 26 45 66 29 8 28

D eforesta ción 14 40 41 22 4 38 12 30

In du strializació n - - - - 9 - 1

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Oldí

133
c) Com o resultado de las actividades hum anas, una
A escala planetaria superficie de alrededor de 1200 millones de has, desde la
Segunda Guerra Mundial, ha experim entado un proceso de
La desertificación es un fenóm eno en rápida progre­
degradación de sus suelos que va de un grado m oderado a
sión a pesar de la detección del problem a y de la puesta
extremo, (EarthAction,1994);
en m archa de planes de acción a partir del año 1977, cuan­
do se celebró la prim era Conferencia de las Naciones d) Amenaza, seriam ente, los m edios de subsistencia
Unidas sobre Desertificación (Nairobi, Kenya). Desde esta de m ás de 1200 m illones de personas (más de la sexta
fecha, alrededor de 105 m illones de hectáreas (dos veces parte de la población m undial). La desertificación y la
la superficie de España) han sido esterilizadas. Las esti­ sequía m enoscaban la productividad de la tierra, la salud
m aciones varían según las fuentes y no se dispone de datos y prosperidad de las poblaciones. Sus tierras corren peli­
fiables que permitan determ inar con exactitud el grado de gro de convertirse en desierto;
velocidad de la desertificación en las diferentes regiones
e) La pérdida de capacidad productiva de las tierras
amenazadas: a principios de la década de 1990 se esti­
afectadas y, en consecuencia, de los ingresos se estim a en
maba que unos 33 millones de kilóm etros cuadrados se
unos 26 billones de dólares por año. Según el Programa de
encontraban en riesgo de desertificación; adem ás se eva­
Naciones unidas para el M edio Am biente (UNEP, 1996),
luaba que unos 10 m illones de hectáreas se convertían
entre 1978 y 1991 la desertificación ocasionó, en el
cada año en no aptas para el cultivo y el pastoreo
mundo, una pérdida de ingresos estim ada entre 300 y 600
(PNUE, 1991). Algunos años después, estas cifras se revisa­
ban a la baja, estim ándose que la superficie degradada por billones de dólares.

año oscilaba entre 3,5 y 4 m illones de ha (PNUE,1995). f) En las zonas áridas y sem iáridas del planeta, el 30 %
de las tierras de cultivo de regadío, alrededor de 500000
Pese a esta incertidum bre sobre la inform ación, se dis­
has, se desertifican cada año a causa, sobre todo, de la
ponen de datos que dan una idea aproxim ada de la grave­
salinización del agua y el suelo. Superficie que equivate,
dad del problem a (Agenda 21; UNEP, 1992; INCD,1994a;
aproxim adam ente, a las nuevas superficies que cada año
International Developm ent Agency, 1994; COP-4, 2000;
se ponen en regadío;
www.unccd.int) que se extiende por las tierras secas del
planeta (Fig. 89): g) Es difícil calcular el monto de las pérdidas econó­
micas ocasionadas por la desertificación. Hacia 1990, las
a) Unos 110 países de la Tierra sufren el problem a o se
pérdidas se estim aban en unos 11000 millones de dólares
hallan amenazados;
en regadio, unos 8000 m illones en secano y unos 23000
b) Afecta al 70 % de las tierras secas de todo el mundo; millones en tierras de pastos. Es decir, la desertificación
es decir, 3600 m illones de hectáreas están degradadas o priva a los • p a ís e s a fe c ta d o s de unos ingresos anuales de

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han increm entado su m arginalidad (Dregne, 1986; COP-4, unos 42000 m illones de dólares anuales (Dregne y Chou,
200 0 ); 1992; PNUMA);
M u y severa
Se ve ra
M oderada
Ligera

Fig. 89 .- D esiertos y territorios con riesgo d e desertificación (UNEP, 1992)

h) Las Naciones Unidas calculan que hacen falta entre en unos 3 millones cada año, de los cuales la mitad perte­
1,8 y 4 billones de pesetas anuales durante los próxim os 20 necen a África;
años para com batir la desertificación (COP-4, 2000);
k) Los territorios secos del planeta se hallan en gran

i) Según el PNUMA, de los 110 países que presentan parte desertificados o corren un alto riesgo de estarlo: en

riesgo de desertificación, sólo 18 son industrializados o África el 73 %. Aquí la degradación está m ás acentuada

productores de petróleo y disponen de recursos financie­ que en los dem ás continentes porque sus condiciones
socio-económ icas son netam ente m ás desfavorables. Las
ros para hacer frente al problem a por ello mismos. En los
m ujeres y los niños son particularm ente vulnerables. En
demás, desertificación equivale a ham bre y marginación;
África, un 49 % de los 10 millones de defunciones anuales
j) Se estim a que alrededor de 150 m illones de perso­ que se producen en niños m enores de 5 años están asocia­
nas están en riesgo de ser desplazadas a consecuencia de dos con la malnutrición. La desertificación y la explotación

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la desertificación. El núm ero de em igrantes se incrementa abusiva de las zonas silvestres han reducido espectacular­
mente los recursos alim entarios de poblaciones enteras. dos. En algunos estados las pérdidas de suelo por erosiones
Entre los efectos de la m alnu tridón derivada de la deser­ hídrica y eólica alcanzan valores m uy im portantes:
tificación pueden m encionarse, adem ás de la pobreza, la Nevada, 68 t . h a ’ a ñ o '1; Texas, 40t.ha‘1.año 1; Colorado e
malnutrición proteinoenergética, deficiencias en micronu- lowa, 32 t.ha 1.año’1; Kansas y Montana, 30 t.ha ’ .año'1
trientes (como las vitam inas A y C), infecciones, ceguera y (USDA, 1987). Se estim a que el daño que la agricultura
anem ia (COP-4, 2000). produce a los recursos naturales y bienes puede ascender
al 10 por ciento de la renta agrícola.
I) La OMS señala que el agotam iento de las fuentes de
agua y la desertificación obligan a la población al uso ñ) En Australia, la desertificación en diversos grados,
intensivo de aguas contam inadas, con las consiguientes sobre todo por sobrepastoreo, e s el problem a ambiental
consecuencias en la transm isión de enferm edades tales más grave e importante (Mabbutt, 1978; Pickup et.al., 1994);
com o cólera, tifus y diarreas;
o) Aunque m ás conocida por sus pluviselvas, Améri
II) Además, las sequías y la desertificación increm en­ Latina y el Caribe registran condiciones desérticas, áridas
tan el riesgo de incendios, que a m enudo desencadenan y sem iáridas en am plios territorios, com o la costa del
episodios de contam inación de la atm ósfera y pueden cau­ Pacífico desde el sur de Ecuador hasta el norte de Chile.
sar y exarcerbar enferm edades respiratorias agudas en Tierra adentro, a altitudes de entre 3000 y 4500 metros,
niños y adultos; se despliegan los altiplanos secos de la puna, que cubren
extensas zonas de Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Al este
m) En Asia, la desertificación afecta a unas 1400 m illo­
de los Andes, un am plio territorio sem iárido se extiende
nes de hectáreas y el problem a se agrava con el tiem po
(UNCED,1992; Agenda 21). Desde las dunas de Siria hasta d esde las e strib a c io n e s se p te n trio n a le s del C haco, en

las m ontañas fuertem ente erosionadas del Nepal y los alti­ Paraguay, hasta la Patagonia, al sur de Argentina. En Brasil,

planos deforestados de Laos, el proceso de degradación se el noreste es sem iárido y presenta im portantes p'roblemas

extiende por am plios territorios de Arabia Saudi, Yemen, de erosión; el p rob lem a de la degradación de los eco­

Jordania, Irán, Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán, Tayi­ sistem as se agrava por la exp lo tació n inte nsiva de los

kistán, Turkmenistán, Pakistán, India, M ongolia y China. En bo sque s y por los incendios. G lobalm ente, e l porcenta­

este último y extenso país, la desertificación afecta aproxi­ je de tierra a fectad a se a ce rca al 20 % d e l total.

madam ente a un 27 %, donde viven casi 400 millones de


p) Si las tasas de deforestación continúan al ritmo
personas. El Programa de Acción Nacional de China calcula
actual (según la FAO y m ediante evaluación realizada con
que cada año se pierden 6500 m illones de dólares a causa
im ágenes de satélites, en todo el m undo se suprim en más
de la desertificación.
de 50000 m illas cuadradas de bosque al año, de las cuales
n) En los Estados Unidos de América, la erosión del la mitad en Am érica del Sur), los bosques tropicales pue­

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suelo es un problem a grave que induce a la desertifica­ den desaparecer en unos 100 años, alterando severam en­
ción. La Administración norteam ericana ha estim ado que te el ciclo del carbono y el ciclo hidrológico y, correlati­
el proceso afecta severam ente al 40 % de los suelos labra­ vam ente, desencadenando unos efectos enorm es en el
clima global, adem ás de elim inar la m ayor parte de las que se han c o n ta b iliza d o en e l m undo a lo largo de los

especies vegetales y anim ales del planeta. La deforesta­ pasados años noventa, la m itad se han registrado en

ción e s una im portante causa de la desertificación y una pa íses áridos y sem iá rido s con proce sos de d esertifica ­

amenaza para la biodiversidad de la Tierra. En la actuali­ ción m uy avan zados o en cam ino d e estarlo. Turbulencia

dad, detener la deforestación de los bosques tropicales es socia l y política (N igeria, Liberia, C osta de M arfil,

un clam or internacional. E tio p ia -E ritre a , So m a lia , E g ip to -S u d á n , Uganda,


Zim babw e, etc.) e inesta b ilid a d ge op olítica en las
q) La m ayor parte de M éxico es árida y semiárida, regio n es son la d im ensión política de la desertificación.
sobre todo el noroeste, y algunas zonas del Caribe
(República Dom inicana, Haití, Cuba, Jam aica y las Antillas
Holandesas) presentan zonas secas con problem as de agua,
erosión y desertificación.

r) Según la hipótesis de un equipo de científicos enca­


bezados por Gene Shinn del Centro de Geología Costera
localizado en Florida, la expansión del Sahara, apreciable-
mente en los países del Sahel y sur del Magreb, está oca­
sionando la m uerte de los corales en el m ar Caribe por el
depósito, cada año, de varios centenares de m illones de
toneladas de polvo transportado a través del Atlántico (ver
la Fig. 14 en la página 27). La investigación constata que
los arrecifes coralinos desaparecen cuanto m ayores son los
depósitos. La arena transportada es rica en hierro, ele­
mento que estim ula el crecim iento de ciertas algas fatales
para los corales. Junto al polvo sahariano, los pesticidas
tóxicos y un hongo (A spersillu s sydowii) destruyen los
corales y, notoriam ente, las gorgonias (Sciences et Avenir,
2001; Ciencia y futuro).
Fig. 90 .- Se q uía y desertificación contribuyen, ju nto a otras cau­
sas, a producir a g u d a s ham brunas, e n particular en África
s) La d e se rtific a ción agrava la pobreza y la in e s ta ­
bilidad política. C o ntrib u ye a cre a r situ a c io n e s d e e s c a ­
sez de agua, ham brunas (Fig. 90), desp la za m ien to s Se deduce, pues, que la desertificación constituye un
internos, m igracion e s y d esco m p o sició n socia l. Estas problem a am biental global de los más severos que presen­
situaciones p rovocan inesta b ilid a d p o lítica y te nsion es tan las tierras áridas del planeta, m anifestándose en dife­

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sociales y pueden cre ar co n flic to s arm ados. De los a p ro ­ rentes form as y causando distintos grados de degradación

xim adam ente m edio ce n te n a r de co n flic to s arm ados y daños que dificultan o im piden el desarrollo durable.
El Tratado de la Unión Europea d e 1992 y, poste­
En Europa
riorm ente, el docum ento A gricu ltu ra y m edio am biente

Europa no escapa al proceso. En el siglo XX, desde (Com unicación 88-338 final d e 16/08/1988) de la D irec­

finales de los años sesenta y com ienzos de los años ción G en eral VI, evaluab an que el suelo agrícola era de

setenta, se em pezó a co n statar la im p ortancia del p ro ­ alred ed or del 50 % del te rrito rio de la Unión Europea, y
el suelo forestal, el 28 %, y especificaba n que una de las
ceso de degradación del suelo por erosión; por ello, en
preocupaciones a largo plazo e s la degradación de los
1972 el Consejo de Europa a p robó la Carta eu rop ea del
suelo s y so bre todo la erosión, que no só lo es debida a
suelo, donde se reconoce que es un recurso natural,
prácticas agrarias inte nsivas (causa principal de la ero­
lim itado, destruible, que debe ser protegido co n tra la
sión del suelo), sin o ta m b ién al abandono de la actividad
erosión y gestionarse adecuadam ente. En la m ism a línea
agraria en zo nas desfavorecidas, de co lina o de m onta­
e stá el docum ento Suelo, fun d am ento y lím ite de n u e s­
ña, reconociendo que, en la Com unidad, el conjunto de
tro desarrollo, aprobado en la VIII C onferencia Europea
zonas am enazad as p or la ero sió n se increm enta cada
de M inistros de O rdenación del Territorio (CEMAT) en
año. Se reconocía que si bien los países septentrionales
octubre de 1988.
no escapan al problem a d e la erosión, éste e s particu­

El PNUM A (1991) considera ba que casi el 65 % d e las larm ente im p ortante en los países m editerráneos, donde

tierras secas de Europa estaban afectadas por la d e se r­ las pérdid as de tierra s ve geta les alcanzan casi los 3000

tificación; un año m ás tarde, en el A tlas m undial sobre kg. h a '1, a ñ o '1.

la desertificación se evaluab a que el 33 % de las zonas


La cu e n c a m e d ite rráne a es un co m plejo m osaico de
secas europeas era suscep tible de degradación del suelo.
d ifere nte s am bientes, dife re n te s cu ltu ras y diferentes
El program a CO RIN E (1992) de la Com unidad Europea
h isto ria s de inte ra cció n hum ana con el m edio ambiente,
reconocía que de 15 a 25 m illones de hectáreas de la
y un • e c o e s p a c io vu ln e ra b le a la d esertificación . Los
Unión Europea estaban am enazad as por la erosión, e sp e ­
países del en to rn o m e d ite rrá n e o co m parten m uchos
cialm ente en la Europa m editerránea. En las tierras
problem as, com o la in ce rtid u m b re espa cio -tem p oral de
m editerráneas, la erosión del suelo y la desertificación las p re cip itacion es, el a b a n d o n o d e las áreas rurales, el
am enazan alreded or del 50% de los paisajes m enos cre cim ien to d e la urb a niza ció n en las áre as costeras, la
húm edos. Según el Inform e Dobris, alre d e d o r de 115 d ism inución del p o te n cia l agrícola, la fre cue ncia de los
m illones de hectáreas (el 12 % del total de las tierras d esastres n a tu ra le s (sism icidad , inundaciones, incen­
europeas) se hallan afectadas por la erosión hidrica, y dios), e l cre cie n te aum e nto d e l turism o, la fu erte ero­
otras 42 m illones de hectáreas (el 4 %) por la erosión sió n del suelo y la p re ocupan te am en aza de la deserti­
eólica. Esta degradación afecta, severam ente, la p ro ­ ficación. Al m ism o tiem po, sin em bargo, presentan una

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ductividad de la tierra. El problem a es m ayor en las am plia gam a de situ a c io n e s esp ecífica s y un diferente
regiones m editerráneas a cau sa de su m ayor fragilidad pote ncial de rem edios para co m b a tir los procesos de
en las condiciones am bientales. degradación.

H S
Entre los países m editerráneos ha y im p ortantes
diferencias socioeconóm icas, de desarrollo, p a rtic ip a ­
ción, com unicación, educación y políticas, que d ific u l­
tan una acció n com ún que co m b a ta el p roblem a
am biental y social glob al m editerráneo de la d e se rtifi­
cación. En el C onvenio de N acio ne s U nidas de Lucha
contra la D esertificación, los países m editerráneos se
hallan encuadrados en tres distinto s anexos, los a frica ­
nos en el Anexo I (África), los del este m edite rráne o en
el II (Asia) y los de la ribera septentrional en el IV
(Mediterráneo Norte); esta fragm entación esp a cia l trata
de ser paliada con la e lab o ración de program as de
acción subregio nal y regional en los que se hallen in v o ­
Fig. 91.- Países y regiones d e la Europa mediterránea seca
lucrados todos los países del en to rn o del M are Nostrum
am en azad os por la desertificación (A TLA S DESER).
y que coordinan todo s los planes nacionales. La pre ve n ­
ción y mitigación de la desertificación es im posible sin el
desarrollo de recursos hum anos, sin investigación, sin la
aplicación de nuevas te cno lo gías y sin la im p lantación
España, un país amenazado
de m edidas socioeconóm icas. La glob alización de las
políticas de lucha contra la erosión, la d esertificación y
España tiene zo nas calificadas com o de alto riesgo de
la degradación en la totalidad de la cuenca m e dite rrá­ desertificación. Según los criterios establecidos en la
nea es necesaria para garantiza r la so sten ibilidad de los Conferencia de Naciones U nidas sobre Desertificación, el
ecosistem as (Com isión Europea, 1997). 27 % del territorio se encuentra afectado por el proceso
de degradación con diversos grados de intensidad. El
Las regiones de la Europa com unitaria m editerránea
coste financiero del proceso equivale al 0,1% del PIB, y
(Mediterráneo Norte) donde la erosión del suelo y la
por aterram iento de em balses desaparecen unos 250
amenaza de la desertificación aparecen com o procesos
hm 3/año, por va lor de unos 24 m illones de euros (Ruiz
im portantes son (Fig. 91): en Grecia, isla s Cicladas,
Izquierdo, 1996). En Andalucía, el beneficio no obtenido
oeste de Creta y algunas zo nas del Ática; en Italia, islas
por la erosión del suelo agrícola asciende a casi 240
de Cerdeña y Sicilia y alguna s zo nas de la C alabria y la
m illones de euros; si se elim inase la erosión, se ganaría
Basilicata; y en Portugal, regio n es del A le n te jo y
un 7,3 % del valor añadido (Moreira,1991).
Algarve. Sin em bargo, de todos los países m editerráneos
europeos es España donde la pérdida de suelo y los pro­ Las tierras españolas bajo condiciones climáticas áridas y

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cesos de desertificación adquieren m ayor relevancia y semiáridas constituyen unos espacios sensibles y complejos
preocupación. en los que las interacciones clima-recursos-naturales-hombre
tu ra in te n siva co n a lto s insum os. En los a m b ientes á ri­
d o s y sem iá rid o s, el su e lo (sop orte de toda producción
a lim e n ta ria ) e s un recurso no renovable, porque estas
tie rra s re g istra n una fra g ilid a d ecológica y una baja o
nula ca pacid a d de recup e ra ción por razones geom orfo-
lógicas, clim á tica s, b io ló gica s y hum anas.

Caracteres de unos ambientes singulares,


sensibles y vulnerables a la desertificación:
áreas problema, puntos calientes

La se n sib ilid a d de las tie rra s m e dite rráne as a la


ero sió n y a la d e se rtific a ció n p ro vien e de un gran
Fig. 92.- Las tierras espa ñola s bajo condiciones sem iáridas y sub- nú m ero de fa cto re s que o b e d e ce n a d ifere nte s fenóm e­
hú m e d as secas s o n las m á s vulnerables a los procesos d e deser­ nos que se p re se nta n a esca la s e sp a cia le s y tem porales
tificación. La alta reflectancia q u e registra gran parte de la
con d ive rso s gra d o s de m agnitud. Los m odelos, e sta d ís­
península Ibérica es u n indicador de la aridez y, e n m u ch as
zonas, del riesgo de desertificación que se cierne sobre ellas.
ticas, e stim a cio n e s y p re visio n e s re a liza d o s por un
Im agen del satélite (N A SA / G o d d a rd Sp a ce Flight Center). a b u lta d o nú m ero s de p ro g ra m a s y pro yecto s inte rnacio­
n a les y nacio n ales, e stim a n que du rante los próxim os

mantienen un precario equilibrio (Fig. 92). Adem ás, estos


am bientes parecen ser los sistem as m ás sensibles a los
efectos del cam bio clim ático global y de la desertifica­
ción. En los com ienzos del tercer m ilenio, entre los más
im portantes problem as, cam bios y alteraciones am bienta­
les que están afectando a las regiones secas españolas, se
halla la explotación sostenible de sus recursos naturales,
donde se juega el destino de sus poblaciones.

El riesgo de d e se rtific a ció n de las tierra s secas


constituye, p robab lem ente, el m ás im p o rta n te p ro b le ­

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ma de degrad ación de los p a isa je s m e d ite rrá n e o s e s p a ­
ñoles, en particula r de los a gro siste m a s d e las tierras Fig. 93 :- La roturación de tierras m arginales e n pendiente
m arginales y de a q u e llo s do nd e se p ra c tica una a g ric u l­ activa y acelera los procesos d e erosión del suelo.
40 o 50 añ o s gran p arte d e las re g io n e s áridas, sem i-
áridas y subh úm edas secas re p a rtid a s por las cu e n c a s
hidrográficas d e l sur, G uadalquivir, G u a dia na , Segura,
Júcar, y a m p lias zo n a s d e la del Ebro, las m ás a fecta d a s
y las de m ayor rie sgo p o r el p ro ce so de d e gradació n,
pueden re g istrar un in cre m e n to de las te m p e ra tu ra s y
del albedo y una sig n ific a tiv a d ism in u ció n de las p re c i­
pitaciones y ace n tu a ció n d e las sequías, que pueden
incre m entar la fra g ilid a d d e los e c o siste m a s e in d u cir
la a ce le ració n d e los m e ca n ism o s de desertifica ción .
Sin em bargo, el g ra d o d e d eg ra d a ció n a m b ie n ta l y el
riesgo de d e se rtific a ció n q u e re gistra n a m p lio s te rrito ­
rios de las region es m e d ite rrá n e a s e sp a ñ o la s e stá lig a ­
do, básicam ente, a un m odelo de desarrollo socio-econ ó­
mico que no p e rm ite e l d e sa rro llo sosten ible .

>breexplotación de las a gu a s
ra d a c o m o causa de la deser

riesgo de desertificación m oderada, m ientras que el 30 %


re sta n te está a fe c ta d o se ria m e n te por los proce sos de
de grad ació n: erosión, ro tu ra cio n e s de tie rra s m a rgi­
nales (Fig. 93), in ce n d io s (Fig. 94), e xp lo ta ció n abusiva
d e las a gu a s su b te rrá n e a s (F ig .95), in tru sió n de aguas
m arinas, sa lin iz a c ió n (F ig .96), co n ta m in a ció n por p e sti­
cidas, a c id ific a ció n d e l suelo, ca m b io s de uso d e l suelo
(Fig.97), m o d ifica c ió n de lo s a lbedos, y uso inadecuado
d e las tie rra s d e m e jo r ca lida d agron ó m ica (F ig .98). De
nuevo, son la s cu e n c a s h id ro g rá fica s del su r y am plias
En España, a p ro xim a d a m e n te la m itad d e su su p e r­ zonas de la del Ebro las de m ayor riesgo, y por comunidades

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ficie registra un grad o d e a rid e z m á s o m enos acusada. autónomas, Murcia, Andalucía, Valencia, Castilla-La Mancha,

En esto s te rrito rio s, e l 70 % de los p a isa je s registran Aragón...


Fig. 96 .- La utilización d e a g u a s de m ala calidad quím ica por
el regadío o ca siona la salinización del sue lo y su creciente
desertificación.

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Fig. 97 .- Los ca m b ios d e u so del sue lo p ue d en fragilizar el
sue lo y hacerlo m ás sensible a los pro cesos d e degradación
p o r erosión.
a) Cultivos herbáceos de secano

En cultivos de secano situados sobre fuertes pendien­


tes y con largos períodos de barbecho en los que no se rea­
lizan prácticas de conservación, la pérdida de suelo por
erosión hídrica es m uy elevada. Determ inadas prácticas de
cultivo, com o la quem a de rastrojeras y el laboreo en sen­
tido de m áxim a pendiente con m aquinaria pesada, contri­
buyen a increm entar los procesos erosivos (Fig. 99). Para el

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conjunto del territorio español, las zonas con índices de
pérdida de suelo superiores a 50 t/ha/año representan el
Fig. 100.- L

18,2 % del territorio, equivalente a una superficie de 9161


millones de hectáreas (Ministerio de M edio Ambiente,
2000). Más del 90 % de la superficie afectada se halla bajo
clim a m editerráneo m ás o m enos árido.

b) Cultivos leñosos de secano

En tie rra s con cu ltivo s leñosos, principalm e nte de


olivo, vid y alm endro, d eb ido a las peculiaridades de su
cu ltivo (baja densidad, suelo en b a rb echo perm anente)
y su fre cu e n te lo ca liza ció n en pendiente, la erosión del
suelo es fu erte, so bre to do en las áre as m arginales (Fig.
100), cu yos siste m a s a gron ó m ico s exten sivo s (laboreo

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en m áxim a pendiente, quem a d e rastrojos, sistem a de
ro ta ció n de cultivos...) rep ercu ten negativam ente, con
frecuencia, en su propia so ste n ib ilid a d y, p or tanto, pro­
pician el d e sa rrollo d e p ro ce so s de d esertificación .

En el caso del o livar y d e sd e e l p u nto d e vista e c o ­


nómico, la renta e stá m ás soportada por regula cio n es de
la Política A graria Com ún e u ro pea (PAC) que por los p ro ­
pios m ercados. Las pre visio ne s indica n que la dem anda
sólo su p e rará a la oferta a co rto plazo. Tal c ircu n sta n ­
cia con fie re poca so lid e z al sistem a a gron ó m ico en su
conjunto, tal com o se m an ifie sta en el fu erte d escenso
de la p oblación activa agraria, co n un sa ld o m igratorio
negativo y un alto ín d ice d e paro.

La conservación del suelo se ve seriamente comprome­


tida. En buena parte de Jaén predominan las pendientes fuer­ Fig. 1 0 2 - Las áreas d e cultivos m arginales a b a n d o n a d o s son
tes: el 30 % de la superficie presenta pendientes que superan m u y sensibles a los pro cesos d e erosión. C u e n ca del río
el 30 % de inclinación. Las estimaciones de pérdidas de suelo
en el olivar están comprendidas entre 60 y 100 t/ha/año a la sostenibilidad del olivar a m edio y largo plazo (Rallo,
(Laguna y Giráldez, 1990), cifras que rebasan ampliamente los 1998) y a la desertificación del territorio.
umbrales de sostenibilidad para la conservación del suelo.
Parece que las nuevas plantaciones no suelen tener en cuen­ c) Cultivos m arginales abandonados

ta medidas para controlar la erosión (Fig. 101). Los cultivos m arginales abandonados constituyen
otra exten sa área, en proceso de rápida expansión, con
Por otra parte, la reducción del laboreo requiere el
una im p ortante tasa de desertificación (Fig.102). Sin
control o sustitución de la vegetación espontánea por
em bargo, la dinám ica pu ed e se r progresiva o regresiva
cubiertas cultivadas. Todo ello exige la utilización de her­
según las con dicione s ge om orfológicas y bioclim áticas
bicidas y fertilizantes nitrogenados, cuyos efectos globales
que registre la zo na afectada. En aquellas áre as que no
deberían ser evaluados.
hayan traspasado el um bral de irreversib ilidad ecológica
En definitiva, el sistem a agronóm ico del olivar está y se hallen bajo con dicione s clim áticas que sum inistren
sujeto a cam bios de m ercados y políticas agrarias. Tal cir­ hum edad al suelo, la recuperación de la cubierta ve ge­
cunstancia am enaza su sostenibilidad económ ica, favorece ta l en sus difere nte s e strato s es notable. Sin embargo,
su expansión o contracción episódicas y la adopción de en las áreas con balances hídricos m uy d e ficita rio s de los
tecnologías sofisticadas para increm entar el rendim iento a te rrito rio s con clim a sem iá rido extrem ado y árido, el

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corto plazo. Sin embargo, no estim ula la inversión para a ban dono no propicia la restauración d e la vegetación
controlar la erosión del suelo, principal factor que afecta sin o la degradación por erosión del suelo.
roturación de tierras que fueron cultivadas y posteriormente abandonadas, si n o se adoptan m edidas
de conservación del suelo, suele ocasionar serios problem as de erosión.

d) Roturación de terrenos abandonados ción del suelo ha activado los procesos de erosión con la
correlativa degradación del recurso (Fig. 103).
Las tierras que sostuvieron, tiempo atrás, cultivos m argi­
nales, frecuentem ente en terrazas, presentan tam bién e) Suelos salinizados en áreas de agricultura intensiva.

alta vulnerabilidad a la desertificación. Estas tierras, que La satinización de los suelos es una de las causas;
a partir de 1960 fueron abandonadas debido al cam bio recientes, m ás im portantes, de la desertificación de;
socioeconómico, se cubrieron en m uchos casos de vegeta­ extensas áreas. Afecta a los suelos agrícolas irrigados con:
ción espontánea. Sin embargo, desde finales de los años agua de m ala calidad quim ica y exceso de sales, por uso;
ochenta em pezaron a ser roturadas de nuevo para acoger­ de aguas superficiales salinas, de acuiferos explotados:

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se a las subvenciones, procedentes de la Unión Europea, abusivam ente o procedentes de acuiferos afectados por:
en el m arco de la PAC. La falta de m edidas de conserva­ intrusiones m arinas en las zonas costeras. Este proceso es;
particularmente im portante en las zonas costeras m edite­
rráneas de la península Ibérica (en particular en el sures­
te) y en las Islas Canarias, donde la intrusión m arina afec­
ta al 80% de los acuíferos de la franja costera, según datos
de 1994 de la Dirección General de Obras Hidráulicas, si
bien su evolución es com pleja y difícil de predecir.

Un buen ejemplo se da en el Campo de Dalias (Almería),


donde el sistem a de acuíferos presenta diferentes grados
de conectividad con el m ar y, por consiguiente, distintas
tasas de salinidad (Pulido et al., 1993, 2000). A pesar de
los num erosos trabajos que han pretendido abordar las 34.- Evolución de niveles piezom étricos y b o m b e o s en
jifero de La M a n c h a occidental (M anzanares, Ciudad
soluciones al problem a del agua y de las intrusiones m ari­
Real) ( M IM A M , 1998)
nas, la falta de conocim ientos suficientes sobre los pro­
cesos hidrogeológicos en el funcionam iento del sistema,
niveles piezom étricos (Fig. 104) ocasionan importantes alte­
de sus repercusiones en el suelo y, en general, de los
raciones en los caudales circulantes por las cuencas hidro­
im pactos am bientales que puede ocasionar, no favorece
gráficas e incluso llegan a invertir las direcciones de los flu­
la tom a de conciencia del riesgo por parte de los agricu l­
jos hídricos entre las zonas de recarga y las de descarga. En
tores ni de las adm inistraciones públicas, propiciando la
acuíferos explotados abusivamente, los flujos se encuentran
desertificación.
condicionados por los conos de bombeo, dirigiéndose hacia
f) Acuíferos sobreexplotados

Toda consideración sobre la sostenibilidad en el uso


de las aguas subterráneas y su relación con los procesos de
desertificación conlleva un análisis del concepto de sobre-
explotación en térm inos hidrogeológicos. Una posibilidad es
definir como acuífero sobreexplotado aquel en que los cos­
tes económicos, sociales y ambientales derivados de su uti­
lización intensiva son mayores que los beneficios que gene­
ra (LLamas et al.,2000). En todo caso, la sobreexplotación
de acuíferos origina una alteración de los balances hídricos
de tal magnitud, que en ocasiones es prácticamente im po­
sible, a partir de situaciones actuales, deducir cuál era la

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situación inicial del sistema. Los intensos bombeos que se Fig. 1 0 5 - Isopiezas del sistem a acuífero de La M a n c h a occi­
dental (Febrero 19 97 ) (C ruces de A b ia y M a rtíne z Cortina).
registran en muchas áreas y los correlativos descensos de
Las a g u a s su b te rrán e a y su e x p lo ta c ió n en E sp añ a

Á m b ito R e ca rga e n ré g im e n natural Bom beo P orcentaje d e b o m b e o Porcentaje d e b o m b e o


d e planificación (h m 3/año) (h m 3/año) re sp e to a la re ca rga n a tu ra l re sp e cto al to ta l d e España

N orte 1 2745 - - -

N orte II 5077 19 0,4 0,3

N orte III 894 33 3,7 0,6

D u e ro 3000 371 12,4 6,7

Tajo 2393 164 6,9 3,0

G u a d ia n a 1 687 738 107,4 13,3

G u a d ia n a II 63 76 120,6 1,4

G u a d a lq u iv ir 2343 507 21,6 9,2

Sur 680 420 61,8 7,6

Se g u ra 588 478 81,2 8,6

Júcar 2492 1425 57,2 25,8

Ebro 4614 198 4,3 3,6

C. 1. C ataluña 909 424 46,6 7,7

G alicia Costa 2234 - - -

Pen ínsula 28719 4853 16,9 87,7

Baleares 508 284 55,9 5,1

C anarias 681 395 58,0 7,1

Españ a 29908 5532 18,5 100

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Fuente: Ministerio de M edio Ambiente, 1998
la parte central del acuífero desde todos sus contornos. Esto estim a en 10022 ha (Cruces et al., 1998; Cruces de Abia y
ocurre, por ejemplo, en algunos acuíferos en la cuenca alta M artínez Cortina, 2000);
del río Guadiana (Fig. 105) (Cruces de Abia y Martínez
4) la explotación abusiva de las aguas subterráneas
Cortina, 2000).
puede ocasionar problem as de hundim ientos del terreno.
Algunos de los m ás destacados im pactos am bientales La falta de presión hidráulica provoca un aum ento del peso
producidos por la sobreexplotación de los acuiferos son: de la tierra que hay encim a y ocasiona, con frecuencia,
im portantes colapsos del terreno. En los acuíferos cársti­
1) la degradación en la calidad del agua subterránea,
cos, el descenso del nivel piezom étrico puede ocasionar el
en particular por la intrusión de agua de m ar por descenso y
hundim iento de las cavidades y galerías que pudieran exis­
agotamiento de los niveles freáticos próximos a la costa y el
tir. En el caso de m ateriales arcillosos o blandos poco con­
espectacular aumento de la conductividad de lo que resta de
solidados, el bom beo de las aguas subterráneas produce
aguas subterráneas. El deterioro de la calidad de las aguas
tam bién una dism inución en la presión del agua intersti­
subterráneas está ligado también a otras causas, com o la uti­
cial, con una consiguiente consolidación progresiva de los
lización de productos químicos en la agricultura o las filtra­
sedim entos que puede conducir a una lenta y significativa
ciones de contaminantes de origen urbano e industrial;
subsidencia del terreno (Llam as et al., 2000).

2) la explotación abusiva de las aguas subterráneas


En España, la extracción anual de aguas subterráneas
puede modificar, acusadam ente, el funcionam iento hidro-
se estim a en unos 5500 hm 3, de los que el 80 % se utilizan
geológico del sistema, por la desconexión hidráulica entre
en regadíos , el 17 % en usos urbanos y el 3 % restante en
los cursos de superficie y los acuíferos, proceso que degra­
usos industriales (MIMAM,1998). La tabla de la página
da los caudales que circulan por la superficie, que en casos
anterior ofrece, para toda España, las cifras de recarga y
extremos pueden llegar a desaparecer; es el caso de los lla­
bom beo por ám bitos de la planificación hidrológica.
mados Ojos del Guadiana (La Mancha), que dejaron de
manar en 1983 y en la actualidad son un cam po de cultivo; Com o puede verse, en los ám bitos del Guadiana I y
Guadiana II, en valores m edios globales para el ámbito terri­
3) el descenso excesivo de los niveles piezom étricos
torial, las extracciones son superiores a la recarga natural,
puede producir im portantes afecciones, degradación o
lo que revela la insostenibilidad del sistem a de explotación.
incluso desaparición de áreas de gran interés ecológico,
En la cuenca del Segura, la relación bombeo/recarga supe­
como son los humedales. La cuenca alta del río Guadiana
ra el 80 %, y en otros ámbitos, com o los del sur, Júcar, cuen­
ofrece un buen ejem plo de la afección am biental produci­
cas interiores de Cataluña y las islas, esta relación alcanza
da por el fuerte descenso de tos • p ie z ó m e tro s. Según el
valores elevados, entre el 45 y el 80 %.
inventario de la Dirección G eneral de O bras Hidráulicas
(1996), en este territorio existían hacia 1970 un total de En cuanto a la cantidad relativa de bom beos en cada

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113 humedales, de los que actualm ente subsisten 79 con ám bito, destaca la cu enca del Júcar, en la que se c o n ­
una superficie húm eda de 6998 ha. La superficie húmeda cen tra e l 26 % del total de España, segu id a por el
desaparecida en m enos de treinta años por desecación se G uadia na I, Segura y Guadalquivir, con valores del orden
del 10 %. Estos datos agregados engloban con frecuencia
situacio ne s locales m uy diversas, ya que hay graves
sobreexplotacione s puntuales de los acuíferos con tasas
de bom beo que supe ran en m ás de 10 ve ces la recarga,
y, a la inversa, otras en las que no existe sobreexplota-
ción con un ratio glob al bom beo/recarga unidad. En oca­
siones, la so breexplotación desem boca en situaciones
prácticam ente irreversibles, ya que la regeneración de
los acuiferos requiere plazos de tiem po m uy largos, con
fre cue ncia inclu so superiores al siglo. La sobreexplota­
ción de las aguas subterrá n ea s constituye, pues, un buen
ind icad or del riesgo d e d e sertificación y de las posibili­
dades d e d esarrollo so ste n ib le en diversos ám bitos terri­
toriales de planificación.

g )lncendios recurrentes

El riesgo de erosión del suelo está determ inado por el


régim en de precipitaciones y por la protección que pro­
porciona la vegetación. En el área m editerránea, las pre­
cipitaciones m ás cuantiosas e intensas suelen registrarse a
principios y m ediados de otoño, cuando ha term inado la
estación de m ayor riesgo de incendios, durante la cual
existe una alta probabilidad de grandes alteraciones en la
Fig. 1 0 6 - Efectos del incendio e n el p ro ceso d e erosión cubierta vegetal. Precipitaciones m áxim as y reducción de
(San roqu e y Rubio, 1982).
la protección del suelo conduce a procesos de erosión ace­
a) Lluvia a ntes del incendio: la vegetación intercepta la e n er­ lerada con im portantes efectos a corto plazo (Vélez,
gía de las g o ta s d e lluvia, parte; del a g u a es retenida p o r el 1994). Las prolongadas sequías estivales acom pañadas de
suelo y absorbida p o r las raíces de las plantas, otra fracción
altas tem peraturas y, con frecuencia, fuertes vientos
d e la lluvia se infiltra hasta alcanzar el nivel freático, las raí­
ces del sue lo sujetan las partículas del suelo, la escorrentía terrales favorecen la sequedad de la vegetación y la rápi­
e s reducida y la erosión p o c o importante. da propagación del fuego.

b) Im pactos d e la lluvia de sp u é s del incendio: la vegetación


Los incendios causan la eliminación repentina de la
ha desaparecido. Las g o ta s im pactan directam ente contra e

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suelo destruyendo los a g re g a d o s y o b tu ra n d o los p oros de cubierta vegetal protectora del suelo, la fauna y los micro­
superficie, la capacidad de infiltración se reduce, el suelo organismos, modifican el microclima, alteran las propieda­
absorbe m enos a g u a y, la m a yor parte del a g u a d e lluvia se
des físicas y químicas del suelo en distintas medida según la
hace escorrentía que desm antela el suelo.

150
Fig. 107.- El exceso d e g a n a d o e n áreas c o n producción d e bu
que ind u ce a la d e g ra d ació n d e la cobertura vegetal y del sue as regiones secas

frecuencia, intensidad y tiem po que registre el incendio, y intenso increm enta el pH del suelo, haciéndolo m ás bási­

además pueden degradar la fertilidad natural. La estabilidad co y creando problem as de nutrición vegetal; destruye o

estructural es m uy importante para el m antenimiento de dism inuye la cantidad de m ateria orgánica, com ponente

unas buenas propiedades físicas del suelo y para retener la esencial del suelo, y, correlativam ente, altera muchas

humedad; el fuego intenso la hace disminuir, m ucho más propiedades relacionada con ella que afectan a la pro­

acusadamente en laderas con fuerte pendiente. En este tipo ductividad y a la posibilidad de revegetación. Fuegos con
altas tem peraturas producen una dism inución en la capa­
de laderas, la lluvia puede desencadenar un proceso erosivo
cidad d e • in te rc a m b io c a tió n ico , com o resultado de la
que conduzca a la desaparición del recurso y deje al descu­
degradación de la m ateria orgánica, y en consecuencia el
bierto la roca subyacente (Sanroque y Rubio, 1982; Sala y
suelo tiene m enos posibilidad para retener nutrientes,
Rubio, 1994), com o muestra la Fig. 106.
que serán arrastrados por las escorrentías. Finalm ente, el

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Por otro lado, las propiedades quím icas del suelo ta m ­ fuego suele producir un aum ento notable de la salinidad
bién pueden se r alteradas por los incendios. El fuego del suelo e interrum p ir los ciclos del nitrógeno. Por ello,
si los incendios son intensos y reiterados, la recuperación de escorrentía y las tasas de erosión. Este tipo de degrada­
de la vegetación es m uy difícil, el suelo queda desnudo y ción es particularmente importante en los frágiles ecosiste­
som etido a las erosiones hídrica y eólica y al riesgo de mas de las áreas más áridas (Fig. 107).
desertificación (Fig. 106).
i) Á reas de m atorral degradado y eriales
h) Áreas sobrepastoreadas
La degradación de estos espacios es el resultado de un
Cuando se sobrepasa la capacidad de carga pastante de largo proceso histórico de interacción de procesos natura­
un territorio, se produce un rápido deterioro de los pastiza­ les y antrópicos. Estos territorios albergan una vegetación
les y del suelo que los soporta. Además, el pisoteo del gana­ m uy degradada, insuficiente para proteger el suelo, y ade­
do ocasiona la compactación del suelo, que dificulta la ger­ m ás registran una dinám ica regresiva agravada por la alta
minación de las semillas, hace disminuir sensiblemente la tendencia a incendiarse. Son áreas con fuertes pérdidas de
infiltración y, correlativamente, incrementa los coeficientes suelo y altas tasas de producción de sedim entos (Fig. 108).

Fig. 108 - Las áreas d e matorral d e g ra d ad o y eriales, cons­


tituyen otro d e los p u n to s calientes d e la desertificación,
c u an d o su m anejo n o es adecuado.

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Pese a la escasa disponibilidad, y a veces fiabilidad, de puestas de los geoecosistem as de los territorios m edite­
observaciones y datos sobre la extensión y severidad de los rráneos sem iáridos. Las im plicaciones am bientales visibles

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procesos de erosión y desertificación a diferentes escalas y m ás relevantes de la erosión hídrica y de la desertifica­
espacio-tem porales, se conocen bastantes síntom as y res­ ción se expresan en:
a) perturbación en la regulación del ciclo hidrológico; c) reducción excesiva de la biom asa y perdida de bio-
diversidad;
b) degradación de la cubierta vegetal; el bosque es
sustituido por form aciones secundarias de arbustos y d) invasión de especies vegetales especificas de suelos
m atorral, cada vez m ás abiertas, que pueden d ejar de degradados. Expansión del • xerofitism o;
existir. M odificaciones aerodinám icas, con el paso de una
e) aceleración de las erosiones hídrica y eólica;
superficie cubierta, donde la vegetación introduce cierta
rugosidad, a un suelo desnudo, que será vu lne rable a la f) deterioro, incluso pérdida, de la estabilidad estruc­
erosión; tural del suelo y tendencia a la form ación de compacta-

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dones y costras. Dism inución de la porosidad, de la capa­
cidad de infiltración y del contenido en hum edad, a la vez
que se increm entan los valores de las escorrentias superfi­
ciales y de su potencial erosivo;

g) transferencias de suelo y nutrientes de las partes


altas de las laderas a las bajas;

h) a cu m u lació n d e se d im e n to s y n u trie n te s al pie


de las lade ras, vaguad as, lecho s flu v ia le s y em balse s
(Fig. 109);

i) aum ento de la pedregosidad. Afloram iento en super­


ficie del m aterial parental;

j) presencia de una gam a de colores, de diversos


tonos, correspondientes a estratos m ás profundos del
suelo y regolito que afloran por decapitación d e los hori­
zontes superiores;

k) pérdida de la base de sustentación de las raíces de


las plantas;

I) incisiones de diversa m agnitud en el terreno: surcos,


regatos, cárcavas, barrancos y ram blas (Fig.110);

II) topografía abarrancada

m) presencia de colum nas, pedestales y m ontículos de


erosión;

n) hundim ientos y socavones por rem oción y evacua­


ción de m aterial por conductos debajo de la m asa de suelo
y regolito (sufusión);

Fig. 111.- La desaparición de fuentes y m anantiales puede

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ser consid erad a c o m o indicador del proceso de desertifica­
ción de u n territorio.
ñ) salinización y alca lin izad ón en los horizontes super- v) cam bios en el m icroclim a del suelo por m odifica­
fid a le s del suelo, notoriam ente en los regadíos que usan ciones en la absorción de energía solar, flujos de calor sen­
aguas de m ala calidad química; sible, tem peratura, evaporación, etc.;

o) aum ento de la salinidad en los hum edales y cursos x) increm ento de la aridificación;
de agua;
y) reducción de la superficie de tierra fértil;
p) acidificación (pH, exceso de Al, Cu, Co, Fe, Mn, Zn);
y z) finalm ente, la erosión y la desertificación, como
q) degradación de los recursos hídricos e increm ento
consecuencia de lo anterior, registran im portantes impli­
de la variabilidad en el régim en de los cursos de agua;
caciones socioeconómicas, siendo, probablemente, las más

r) reducción del agua disponible debido al deterioro graves y preocupantes: desequilibrios en los rendimientos

de los flujos hídricos y a la sobreexplotación de las aguas y producción de los agrosistem as, dism inución o pérdida

subterráneas; de ingresos económ icos, ruptura del equilibrio tradicional


entre las actividades pastorales y agrícolas, abandono de
s) desaparición de fuentes y m anantiales y de los
tierras y cultivos, deterioro del patrim onio paisajístico
humedales y fauna a ellos asociados (Fig. 111);
(Fig. 112) y emigración.

t) increm ento del riesgo de avenidas e inundaciones;


Todas las manifestaciones enumeradas pueden ser inter­
u) puede producir alteraciones climáticas por increm en­pretadas com o indicadores de la degradación de los sistemas
to del albedo y del contenido en polvo en la atmósfera; naturales por un uso no sostenible de los recursos básicos.

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Fig 1 1 2 - D eterioro d e la calidad
paisajística p o r desertificación.
Be lm on te (Cuenca). ,
El Convenio de Naciones Unidas
14 de lucha contra la desertificación

La com un id ad in te rn a c io n a l ve nía reconociendo, los países afectados por


desde hacía tiem po, que la desertificación y la sequía sequía grave o deserti-
constituían problem as de carácter económico, social y ficación, en particular http://www.unccd.int

am biental que afectaban a num erosos países en todas las Á frica (CCD, 1994). El
regiones del m undo, y que era necesario adoptar m edidas Convenio trataba de ser una especie de compensación
conjuntas para luchar contra el proceso de degradación y para los países africanos, por ser los m ás afectados por el
mitigar los efectos de la sequía. Constituía un problem a problema. Durante la negociación, los representantes de
mayor. Para abordar el problem a las Naciones Unidas (Fig. otros continentes (Asia, A m érica Latina, Mediterráneo
113) convocaron en 1977 en Nairobi (Kenya) la prim era europeo) expusieron la am plitud de los problemas de
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desertificación desertificación en am plias zonas, consiguiendo la aproba­
(CNUD), en la que se constató la gravedad del proceso de ción de anexos regionales específicos. Entre los anexos, el
degradación, realizándose una prim era cartografía de las concerniente al M editerráneo Norte fue el que registró
regiones afectadas, adem ás de realizar una prim era iden­ m ayor dificultad para ser aceptado, ya que los ponentes
tificación de las causas y efectos. Adem ás, se aprobó un sostenían que los anexos regionales tenían, esencialmente,
Plan de A cción para la Lucha contra la Desertificación
(PACD), pero, desafortunadam ente, a pesar de los esfuer­
zos, el Programa de las Naciones U nidas para el Medio
Ambiente (PNUMA) concluía, en 1991, que si bien se habían
registrado ejem plos locales de éxito, el problem a de la
degradación de tierras en las zonas secas se había intensi­
ficado.

En 1992, en Río de Janeiro (Brasil), las delegaciones


de los países participantes en la Conferencia de Naciones
Unidas sobre Desarrollo y M edio Am biente (UNCED) reco­
nocieron la dim ensión global del problem a y la necesidad
de una m ovilización general para com batir el fenóm eno de

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degradación de la tierra. Para ello, acordaron la ela bora­
ción de un Convenio de Lucha contra la Desertificación, en
un carácter financiero y que, por ello, el Convenio debería puestas en la A genda 21 se estim aron en 7180 millones de
limitarse únicam ente a los países y regiones en vias de dólares/año. Sin em bargo, esta propuesta no tuvo el apoyo
desarrollo. En diciem bre de 1992, la Asam blea General de financiero de los países desarrollados y tam poco se pudo
las Naciones Unidas daba el visto bueno, aprobando la establecer una fecha para que los países cum pliesen con el
resolución 47/188. objetivo de contribuir con el 0,7 % de su producto interior
bruto, denom inado A yuda Oficial al Desarrollo, para com ­
El Convenio fue form alm ente aceptado en junio de
batir la desertificación y el subdesarrollo de los países
1994 y abierto para su firm a en París en octubre del mismo
pobres.
año. Entró en vigor el 26 de diciem bre de 1996 al ser rati­
ficado por m ás de cincuenta países. Veinte años después El Convenio, pese a todo, es un valioso instrum ento de
de la CNUD y cinco años más tarde de la UNCED, en planificación, jurídicam ente vinculante, que ofrece una
septiem bre-octubre de 1997 se celebra en Roma la pri­ gran variedad de directrices y disposiciones para la aplica­
mera Conferencia de las Partes; la segunda en Dakar ción práctica y efectiva de acciones que hagan frente al
(noviem bre-diciem bre de 1998), la tercera en Recife (no­ problem a de la desertificación. Exhorta a los países afec­
viem bre de 1999), la cuarta en Bonn (diciem bre de 2000). tados a elaborar program as de acción nacionales y subre-
En la actualidad, el núm ero de países firm antes del gionales de lucha contra la desertificación, para ser apli­
Convenio es de 171, de los cuales 120 lo han ratificado, lo cados en el m arco de un proceso participativo perm anen­
que refleja la creciente preocupación por este fenóm eno te. Sin em bargo, en la IV Conferencia de las Naciones
mundial. España ratificó el Convenio el 15 de diciem bre de Unidas contra la Desertificación (COP-4), celebrada en
1996 (BOE, núm. 36, de 11 de febrero de 1997). Bonn (Alemania) en diciem bre de 2000, se puso de m ani­
fiesto que el Convenio no tiene el apoyo que precisa y que
Otra de las im portantes aportaciones de la Con­
las diferencias entre el norte y el sur obstaculizan las
ferencia de Río fue la elaboración de un plan de acción
negociaciones acerca del cam ino a seguir contra la pro­
para el siglo XXI, conocido com o Agenda 21. En el capítu­
gresiva desertificación mundial. En el transcurso de la Con­
lo 12, titulado "O rdenación de los ecosistem as frágiles: la
ferencia se evidenció que la lucha contra la sequía y la deser-
lucha contra la desertificación y la sequía”, se ofrecen
tíficación era un factor secundario para el m undo indus­
algunas estrategias y m edidas para com batirlas, m ediante
trializado y que la Convención contra la Desertificación,
el fomento de program as específicos y su integración en
nacida en la Conferencia de Río (Río de Janeiro, 1992), era
los program as de desarrollo y planificación ecológica
un acuerdo de segunda categoría.
nacional. Los objetivos de los program as propuestos se
basan en la adopción de planes de horizontes am plios para Hasta finales del año frontera de 2000, no se había
la recuperación y conservación de suelos, la forestación y la logrado m ovilizar una financiación adecuada, ni acciones
reforestación y de m edidas de prevención y vigilancia de concretas, ni otro tipo de recursos para que los países en

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la desertificación. Se subraya la im portancia de la educa­ desarrollo afectados por la desertificación cum pliesen sus
ción ambiental, participación popular e intensificación de com prom isos de desarrollar y aplicar sus planes nacionales
la cooperación regional e internacional. Las acciones pro­ de lucha contra la desertificación. Por parte de los países
más industrializados, sólo se habían form ulado vagos com ­
promisos y aplazam ientos; m ientras tanto, la erosión del
suelo y el avance de la desertificación a costa de terrenos
cultivados y cultivables afectaba a la subsistencia de un
número creciente de población y eran la causa que obli­
gaba, cada año, a unos 135 millones de afectados a aban­
donar sus hogares (COP-4; Bonn, 2000). En el cam bio de
siglo, los países afectados por la desertificación seguían
aspirando a que se concretase un plan para financiar la
aplicación del Convenio que había entrado en vigor en
1996. Para ello consideraban necesario que se abriese un
fondo propio dentro del Global Environm ent Facility
Fig. 114.- Los con venios de Naciones Unidas.
(Línea de cré dito am biental global), creado en 1990 entre
el Programa de Ayuda al Desarrollo de las Naciones Unidas
y el Banco Mundial.
para la fertilidad de la tierra. Luchar contra la desertifi­

Todavia en la actualidad, y a pesar de todo, el cación y m itigar los efectos de la sequía en las zonas ári­

Convenio de lucha contra la desertificación, los Convenios das, sem iáridas y subhúm edas secas, m ediante la adopción

de cambio clim ático y biodiversidad y la A genda 21 (Fig. de m edidas eficaces apoyadas por acuerdos de coopera­

114) siguen siendo unos necesarios y buenos m arcos jurídi­ ción y asociación internacionales, en el m arco de un enfo­

cos a través de los cuales la com unidad internacional que integrado de los aspectos físicos, biológicos y socio­

intenta abordar, globalm ente, los m ayores problemas económicos, acorde con la Agenda 21 de la Conferencia de

ambientales de nuestro tiempo. Río, la llamada Cum bre de la Tierra (Río de Janeiro, 1992),
para contribuir al logro del desarrollo sostenible en las
zonas afectadas.

b) aprobación de definiciones com unes para los térm i­


nos clave: desertificación, lucha contra la desertificación,
Aportaciones más relevantes del
sequía, m itigación de los efectos de la sequía, tierra,
Convenio Internacional
degradación de tierras, zonas áridas, zonas semiáridas,
zonas subhúm edas secas, zonas afectadas, países afecta­
El Convenio ha creado una serie de instituciones y pro­
dos, 9 organización regional de integración económica
cedimientos para orientar los program as de acción. De
] 9 países partes desarrollados.
modo global, los resultados m ás relevantes son:

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a) considerar la desertificación com o uno de los más c) por desertificación se entiende la degradación de

graves problemas am bientales, com o una seria amenaza las tierras de zonas áridas, sem iáridas y subhúm edas secas
a causa de la variabilidad clim ática y las actividades hum a­
El Anexo IV de aplicación regional
nas. En la actualidad, en am plios territorios de las regio­
para el M e diterráne o norte
nes secas, el suelo tiende a perder rápidam ente su p ro­
ductividad biológica y económica, im posibilitando el desa­
El C o n v e n io trata d e p o n e rse e n práctica m e d ia n ­
rrollo sostenible y estim ulando la pobreza. El suelo y los t e la a d o p c ió n d e p ro g ra m a s de acción, cu yos obje ti­
ecosistem as que soporta se degradan por erosión hídrica y v o s y c o n te n id o s científicos específicos se de talla n en
eólica, intensificación de los cultivos, sobrepastoreo, los cu atro a n e x o s d e a p lica ció n re gio n a l: I África;
deforestación, incendios, deficientes prácticas de irriga­ II Asia; III A m é ric a L atina y el C a rib e y IV el
ción, sobreexplotación de aguas subterráneas, salinización, M e d ite r rá n e o N orte. En ellos se se ñ a la n directrices y
pérdida de biodiversidad, sequías, etc. Este m al uso y ges­ d isp o sic io n e s p a ra la a p lica ción práctica y efectiva del
tión es, generalm ente, causado por presiones económ icas C o n v e n io e n los p aíse s a fe c ta d o s y se ofrece a los
y sociales, ignorancia y sequías. m ie m b ro s actu ales u n m a rc o p a ra la c o o p e ra ció n
m u tu a y u n a acción n a cio n a l m á s eficaz.
d) se establece que los países afectados elaboren y
ejecuten program as de acción nacionales y subregiona- En el ca so del M e d ite r rá n e o e u ro p e o (Fig. 115), el

les para ser aplicados en el m arco de un p roce so partici- A n e x o IV d e fin e u n a s características c o m u n e s q u e

pativo perm anente (poblaciones locales afectadas y fa v o re ce n la d esertifica ción e n esta zona:

ONGs). Estos program as deben inclu ir acciones de p ro ­


C o n vención d e l u c h a c ó n ic a l a D e se rtific a fió n
tección de los recursos na turales y otras de carácter
socio-económ ico: ordenación del territorio, prácticas
ANEXO IV
agrarias, producción alim entaria, com ercialización de
los productos agrícolas, activida des productivas alte rn a ­
tivas para luchar contra la pobreza, d esarrollo rural ANEXO » l APLICACION REGIONAL PARA
E L M EDITERRA NEO NORTE
integrado y apoyo a las poblaciones indígenas.

e) la ciencia y la tecnología son herram ientas vitales Ai-tículo 1


en la lucha contra la desertificación. El estudio de las ca u­ O BJETO
sas e im pactos de la desertificación requieren la coopera­ III o b je to d e l p r é s e n l e a n e x o e.s s e ñ a l a r d ir e c tr i c e s v d is p o s ic io n e s p a r a la
a p lie a rio ii p r á c tic a \ e fe c tiv a ríe la C o n v e n c ió n e n lo s ( n i í s c s P a r te s a fe c tad o
ción, la observación y la investigación científica interna­ d e la r e g ió n d e l M e d ite rr á n e o n o r te a la lu z d e s u s c o n d ic io n e s p a rtic u la re s .

cional. La degradación de la tierra puede ser m inim izada


con la aplicación sim ultánea de las tradicionales y nuevas Fig. 115.- Los problem as de desertificación detecta­
tecnologías. Ciencia y tecnología pueden responder a las ne­ dos en nu m e rosas áreas d e los países m editerráneos
e u ro p e o s justificaron el "A n e x o IV " del C o n v e n io de
cesidades de los pueblos afectados; el Convenio estimula
N a cion es U n id a s contra la Desertificación.
a los investigadores para que sus conocim ientos sirvan a

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estos objetivos.
a) c o n d ic io n e s clim áticas se m iá rid a s q u e a fe cta n a c) la recopilación, a n á lisis e in te rca m b io d e d a tos

a m p lia s zo nas, se q u ía s e stacio n a le s y plu ria nu ales, extre­ técnicos y científicos;


m a v a ria b ilid a d d e las p re cip ita cio n e s y lluvias sú b ita s de
d) el in te rca m b io d e d ^ t o s y d e inform ación;
g r a n in te n sid a d y ca p a c id a d erosiva;

e) la im p licació n d e la so c ie d a d civil e n el p ro ceso


b) existencia d e a m p lia s su p e rficie s c o n su e lo s
p o b re s c o n m a rca d a te n d e n c ia a la e r o s ió n y p ro p e n so s del P ro g ra m a d e Acción;

a la fo rm a c ió n d e costras superficiales;
f) el c o n o c im ie n to tra d ic io n a l y las prácticas q u e sal­

c) relieve d e sig u a l y e sc a rp a d a s laderas; v a g u a r d e n la ca lida d del paisaje m editerráne o.

d) g r a n d e s p é rd id a s d e cu b ie rta v e g e ta l a causa de El C o n v e n io se está a p lic a n d o m e d ia n te la o b lig a t o ­

los incendios; rie d a d d e a d o p ta r p la n e s d e a cción e n ca d a u n o d e los

p aíse s firm antes. Estos p ro g ra m a s de a cción nacion ales


e) crisis d e ia a g ric u ltu ra trad iciona l, a b a n d o n o de
p e rm ite n abordar, e n cada pais, las p rin cip a le s causas de
tie rras y cu ltivos y d e las p rácticas d e co n se rv a c ió n d e
la se q u ía y la d esertificación, y a la v e z d e te rm in a r las
s u e lo y a gu a s;
m e d id a s q u e será n e ce sa rio a d o p ta r p a ra prevenir, m iti­
f) e x p lo ta c ió n in so ste n ib le d e lo s re cu rsos h id ric o s y
g a r y rehabilitar. Los p ro g ra m a s d e a cción n a cio n a l se
g ra v e s d a ñ o s a m b ie n ta le s in du cidos, y fin a lm e n te
d e b e n coo rd ina r, s e g ú n c o rre sp o n d a , c o n p ro g ra m a s a
g) c o n c e n tra c ió n d e la a ctividad e c o n ó m ic a e n las escalas s u b r e g io n a l o re gio n a l, c o n el fin de c o m p le m e n ­
z o n a s costeras c o m o re su lta d o d el cre cim ie n to urbano, ta r e in c re m e n ta r su eficacia. A sim ism o , d o s o m á s paises
las activid ad e s ind ustriales, el tu rism o y la a g ric u ltu ra de a fe c ta d o s e n u n a m ism a re g ió n p o d r á n co n v e n ir e n e la ­
regadío. b o ra r u n p ro g ra m a de a cción co n ju nto.

P o r o tro lado, e n el P ro g ra m a de A cción R e gion al


A n t e estas c o n d ic io n e s y re com e nd a cion es, el d e s­
M e d ite rrá n e o norte, e n fase de preparación, se h a n esta­
a rro llo y la a p lica ció n d e p la n e s y e stra te g ia s p a ra c o m ­
blecido u n o s tem a s tran sna cion ale s relevantes para c o m ­
b a tir la desertificación, es u n a cu e stió n vital p a ra el
batir la desertificación, los cuales están re la cion a d os con:
d e sa rro llo d u ra b le d e las p o b la c io n e s q u e h a b ita n las
a) las áreas m á s se n sib le s e n té rm in o s d e rie sg o de á re a s m e d ite rrá n e a s a m e n a za d a s; e n el ca so particular
desertificación; esp añol, a m p lia s z o n a s d e A n d a lu c ía O rien tal, M urcia,

b) lo s p a rá m e tro s e in d ic a d o re s re g io n a le s c o m u n e s A r a g ó n , C o m u n id a d V alen ciana, Castilla-La M a n c h a y

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p a ra los p ro ce so s y la m itigac ió n ; Extrem adu ra.
f) la desertificación es, fundam entalm ente, un pro­ tante es la Conferencia de las partes (CP), que incluye todos
blema de desarrollo sostenible. Es un problem a de pobre­ los países que hayan ratificado el Convenio. Es el órgano deci­
za y bienestar humano, asi com o de preservar el medio- sorio suprem o y supervisa su aplicación. La CP se reúne perió­
ambiente. Los aspectos sociales y económ icos, incluyendo dicamente y una de sus principales funciones es analizar los
la seguridad en la alim entación, las m igraciones y la esta­ informes presentados por las partes, detallando en qué forma
bilidad política, tam bién están ligados a la degradación de se llevan a cabo sus compromisos. La CP, con base en los
la tierra. informes, elabora recomendaciones y también introduce
enmiendas al Convenio o inicia conversaciones a efectos de
g) la desertificación de am plias zonas de los países
incluir nuevos anexos. Orienta a la Convención sobre la evo­
secos es un problem a creciente que es necesario afrontar
lución de la situación mundial y las necesidades de cada país
con recom endaciones y m edidas concretas, adaptadas
parte y puede crear grupos especiales de expertos para ase­
tanto a las circunstancias específicas de cada país, región
sorar sobre asuntos especiales.
o zona com o a la necesidad de integrarlas en el entorno en
que han de ser realizadas, con el fin de contribuir a un j) el Convenio establece un secretariado permanente
desarrollo sostenible. para apoyar a la CP a preparar la docum entación, coordi­
nar la recopilación y transm itir la inform ación, atender las
h) cuantiosos recursos financieros deben ser canaliza­ consultas y m uchas otras actividades conexas. Un Comité
dos e invertidos eficientem ente. Los fondos nacionales de de Ciencia y Tecnología, que asesora a la CP sobre temas
los paises afectados deben ser considerados, pero los pro­ científicos y tecnológicos, determ ina las prioridades de
gramas bilaterales de asistencia y las agencias internacio­ investigación y recom ienda la adopción de medidas para
nales deben sum inistrar recursos financieros im portantes aum entar la cooperación entre los investigadores. La
(Banco Mundial, Fondo M onetario Internacional). Es nece­ Convención tam bién establece una Red de Instituciones y
saria la coordinación de las ayudas sobre el terreno. El Ó rganos existentes y otros de nueva creación. En esta
Convenio establece un m ecanism o global con el fin de apo­ línea, en 1995 la Unión Europea decidió crear una Red de
yar los esfuerzos encauzados a m ovilizar y m ejorar la Inform ación sobre la Desertificación, en el m arco del pro­
disponibilidad de recursos financieros sustanciales para gram a CEO (Center for Earth Observation; Centro para la
respaldar la ejecución de acciones. Este m ecanism o, diri­ observación de la Tierra). Esta red cubriría los tem as rela­
gido por el Fondo Internacional para el Desarrollo, alienta cionados con la desertificación y la gestión am biental en
y asesora a los donantes, beneficiarios, bancos de des­ África y en la cuenca m editerránea.
arrollo y ONGs para m ovilizar los recursos financieros
k) p or último, subrayar que el Convenio sobre deserti­
necesarios. Además, procura im pulsar una m ejor coordi­
ficación se distingue de otros convenios por el potencial
nación entre las fuentes actuales de financiación y lograr
grado de participación de las poblaciones y comunidades
una m ayor eficacia en la utilización de los fondos.

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locales, asi com o de las organizaciones no gubernamenta­
i) el Convenio establece un número de instituciones y les (ONGs), ya que aparecen explícitam ente consideradas
procedimientos para la acción internacional. La más impor­ y referenciadas. Las com unidades y los grupos sociales
afectados adquieren una función preponderante en la con­ El M in iste rio de M edio A m b ien te e sta b leció a p rin­
cepción y ejecución de los proyectos de lucha contra la cipios 1997, a través de la Dirección G eneral de Con­
erosión y la desertificación. Este potencial desarrollo par- servación de la N aturaleza, los principios básicos para
ticipativo, que se expresa en el m étodo de abajo arriba e la borar y poner en práctica el PAND español, que fue
para luchar contra la desertificación, constituye un reto, inform ado favorab lem en te por el Consejo Asesor de
ya que las com unidades y los grupos sociales afectados M edio Am biente (CAMA), el órgano consultivo para la par­
nunca habían sido citados en un texto jurídico de este
ticipación de la sociedad civil en la form ulación de la
orden por los estados que deben aplicar las resoluciones.
política am biental. A partir de entonces, un grupo de
trabajo preparó un borrad or del PAND para su discusión
y enriquecim iento posterior por parte de las adm inistra­
ciones im plicadas y de los representantes de la sociedad,
El Plan de Acción Nacional de Lucha
antes de su aprobación por el gobierno y el parlamento.
contra la Desertificación (PAND).
En la actualidad, tras la preparación y discusión de
El m arco institucional y la génesis
varias versiones del borrador, el PAND se halla prácti­

El cumplimiento del Convenio se basa en la puesta en cam ente finalizado. Las d irectrices fueron presentadas

marcha de los programas de acción nacional (PAN). De acuer­ en el acto de celebración del Día M und ial de la Deser­
do con las directrices del Convenio, un PAN debe incorporar tificación (Murcia, 17 de junio de 2000). El PAND fue pre­
estrategias a largo plazo, permitir modificaciones en res­ sentado en M adrid a las adm inistraciones públicas en
puesta a circunstancias cambiantes, prestar especial aten­ noviem bre de 2000, y en Bonn en la IV Conferencia de
ción a la adopción de medidas preventivas, realzar las capa­ las partes en diciem bre del m ism o año. Superada esta
cidades nacionales de tipo climatológico, meteorológico e fase, pasará al consejo de m inistros y al parlam ento para
hidrológico, promocionar políticas y fortalecer marcos insti­ su aprobación definitiva. El PAND, jun to con los dem ás
tucionales que desarrollen la coordinación y la cooperación,
planes nacionales y estrategias sectoriales, constituye la
garantizar una participación efectiva en los niveles local,
estrategia nacional de desarrollo sostenible.
nacional y regional, y estar sujeto a revisiones periódicas.
El PAND contem pla la creación de un Com ité Nacional
Además, el Anexo IV para el M editerráneo Norte seña­
de Lucha contra la Desertificación, que se encargará de la
la que, entre los aspectos que los PANs deben tratar, se
elaboración, coordinación y ejecución del programa y de
encuentran los marcos legislativo, institucional y adm inis­
seguir el proceso de desertificación en España. Estará inte­
trativo; las pautas de uso del suelo, la gestión de los recur­
grado por todos los sectores implicados: representantes de
sos hídricos, la conservación de suelos, la gestión agrícola,
forestal y « pascícola (de los pastos); la conservación y el los ministerios de la adm inistración central, autonómica y

manejo de la diversidad biológica; la defensa contra incen­ local, organism os e institutos nacionales de carácter téc­

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dios forestales; la investigación, la formación y la concien- nico y de investigación, organizaciones agrarias y foresta­

ciación de la sociedad. les y organizaciones no gubernam entales ambientales.

163
El PAND define unas directrices que establecen el biofísica y socioeconóm ica para planificar y ordenar los
ámbito y las m edidas necesarias para com batir la degra­ recursos naturales, es la unidad territorial que el PAND
dación del suelo y la desertificación, de acuerdo con las considera m ás adecuada para la actuación.
siguientes lineas:
El Plan de Restauración Hidrológico-Forestal de 1991
a) determ inación de las áreas de actuación; elaboró un mapa de subcuencas hidrográficas con una super­
ficie media de 1500 km 2. De este m odo el territorio nacional
b) identificación de acciones de lucha contra la deser­
quedó dividido en 3440 unidades con una superficie adecua­
tificación;
da para una primera aproximación al problema de la erosión,
c) coordinación de políticas; el más importante proceso de la desertificación en España.
El PAND pretende utilizar esta división en subcuencas, ya
d) identificación de una serie de líneas de acción espe­ empleada para los estudios sobre erosión, porque resultan
cíficas de lucha contra la desertificación. unidades de estudio apropiadas para los fines que se persi­
guen y porque reproducen de alguna manera las caracterís­
ticas fisiográficas y socioeconómicas de las grandes cuencas
hidrográficas en las que están incluidas.

El alcance y determ inación de las áreas La m etod ología em ple ada e sta b le ce cla se s de in te n ­

de actuación sidad para cada uno de los fa cto re s que determ inan la
d ese rtifica ción (aridez, erosión, incendios, sobreexplo-

El alcance del PAND está delim itado por las ca ra cte ­ tación de acu ífe ro s...), a sig n á n d o se a cada subcuenca

rísticas de los procesos de desertificación tal y como son una de esta s cla se s para cada factor. La integración de

definidos en el Art. 1 del CCD. Los límites territoriales los esto s valores m ed iante un sistem a de inform ación geo­

establece el Instituto Nacional de Meteorología siguiendo las gráfica (SIG) ofrece, en una prim era aproxim ación, una

directrices del CCD, con los datos de precipitación y evapo- id e a de lo a fecta d a q u e está cada subcuen ca por el pro­

transpiración en el período 1960-1990. Desde el punto de vista blem a d e la d e gradació n. De e ste m odo se o b tien e un

climatológico, en España las áreas vulnerables y con alto ries­ prim er grup o de su b c u e n ca s con d ese rtifica ción muy

go de desertificación son aquellas donde la ratio P/ETP es acusa da en las q u e e s urgen te inte rve nir; o tro grupo en
el que los fa cto re s de d ese rtifica ción son m edianam en­
0,05 < P/ETP < 0,65 te acusados, lo que ind ica que el p roce so de de se rtifi­
cación se ha d esencadenado; un te rce r grup o de sub­
donde P = P re cipitación y
cu encas cu yos te rrito rio s aún con se rvan unos recursos
ETP = E vap otransp ira ció n potencial;
n a turales aceptables, pero q u e po te ncialm en te son sus­

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es decir, aquellos territorios o cuencas hidrográficas bajo ce p tib le s de desertificarse; por últim o, las subcuencas
condiciones de aridez y déficit de agua m ás o m enos a cu ­ restantes están libres del problem a, gra cia s a sus co n­
sadas. La cuenca hidrográfica, com o unidad hidrológica, d icio n e s clim á tica s m ás favorables.
La desertificación e s un fenóm eno com plejo que
Las líneas m aestras de acción para dem anda soluciones integradas; por ello, com batirla
luchar y m itigar la desertificación requiere acciones en ám bitos diferentes y con niveles de
aproxim ación tam bién diferenciados. La filosofía de las
España cuenta con una larga tradición en la lucha co n­
acciones del PAND está constituida por aquellos program as
tra la desertificación. El problem a se abordó, con una ter­
o proyectos específicos que pueden ser desarrollados de
minología diferente, a principios del siglo XX; los trabajos
m odo directo, para cum plir los objetivos concretos indica­
de restauración de la cubierta vegetal llevados a cabo por
dos en el Convenio de Naciones Unidas. Las líneas de
Ricardo Cordorníu en las sierras de M aria y O rce (Andalucía
acción propuestas son:
Oriental) y Espuña (Murcia) dan testim onio de ello. En
1991, el térm ino desertificación se incorporó a la adm inis­ a) E valu ación y se gu im ie n to d e la d esertificación
tración española m ediante la puesta en m archa del pro­ en E sp aña m e d ia n te tra b a jo d ire cto de cam po a escala
yecto LUCDEM E (Lucha Contra la Desertificación en el de proceso, eva lu a ció n de la exten sió n m ed iante té c n i­
Mediterráneo español), así com o del Plan Nacional de l+D cas ca rto grá fica s y te le d e te cc ió n , id e n tific a ció n de
mediante program as específicos (Fig. 116). in d ica d o re s m e d ia n te siste m a s de ale rta te m prana que
p erm ita n lo ca liza r las z o n a s co n riesgo de d e se rtific a ­
ció n (HISPA M ED,1999). Con esta fin a lid a d se con stituyó
la Red de E sta cio n e s Exp e rim e n ta le s de Seguim ien to y
E va lu a ció n d e la E ro sió n y la D esertifica ción del Pro­
y e c to Lucdem e (RESEL; Fig. 117).

b) Análisis, divulgación y explotación de resultados de


program as de l+D sobre desertificación que sirvan para
aplicaciones prácticas y, a la vez, para form ular una estra­
tegia integrada de adquisición de conocim ientos en deser­
tificación.

c) La restauración d e tierras afectadas por la deserti­


ficación. La recuperación de tierras desertificadas en
aquellos casos que no hayan sobrepasado el um bral de la
irreversibilidad, así com o la ordenación y la restauración
hidrológico-forestal en cuencas ubicadas en zonas áridas y
sem iáridas afectadas por procesos de desertificación.

d) Gestión sostenible del agua y el suelo, en particu­

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i r o instrum ento lar en lo que concierne a las áreas de regadío, y explota-
to de los recursos genéticos de los cultivos tradicionales
que hayan perdido protagonismo, tales com o el esparto y
las plantas arom áticas y medicinales.

g) D esarrollo de siste m a s so sten ible s de pastoreo


1«6 exten sivo en zo nas áridas, con la fina lid a d de conocer
cita»*0
una estim ación co rre cta de la ca pacid a d de carga ga n a ­
ruonl“,*c
dera que pueden so p o rta r de acu erd o con su biom asa
fo rra jera natural.
OYBCTO
pR h) Red de proyectos dem ostrativos de restauración y
gestión sostenible de áreas afectadas por desertificación
que dem uestren la viabilidad técnica, económ ica y social
de diferentes propuestas de gestión y restauración del
r v a c íó w

DE0???® territorio afectado.

kW»l*>rtE i) Caracterización y prom oción del sector español vin­


MlW
culado a la lucha contra la desertificación, explicitado en
instituciones, organizaciones, asociaciones, em presas y
profesionales com prom etidos en ella, con la finalidad de
Fig. 117.- La red d e estaciones experim entales d e se gu im ie n ­ sum inistrar un m arco para el desarrollo y proyectar tecno­
to y evaluación d e la erosión y desertificación (RESEL), es u n logías contrastadas y válidas a escalas nacional e interna­
b ue n instrum ento para el con ocim ie nto de e sto s procesos
cional.
e n España.

j) Desarrollo de un m arco legislativo y normativo.


ción de las aguas subterráneas en aquellos territorios afec­
Divulgación y sensibilización de la sociedad acerca de la
tados por la desertificación.
m agnitud e im portancia del problem a de la desertifica­

e) Predicción y reducción de la • v u ln e r a b ilid a d a ción, m ediante cam pañas, exposiciones, documentales,


las sequías, m ediante la predicción m eteorológica, eco ­ cursos, conferencias y páginas w eb en internet.

nom ía del agua en los regadíos, desalinizació n de aguas,


depuración y reutilización de aguas residuales, ahorro
del consum o urbano, recarga de acuiferos, y co n struc­
ción de em balses y trasvases. Protección frente a los
incendios forestales.

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f) Biotecnología en zonas áridas. Consiste en el ensa­
yo de nuevos cultivos y en la viabilidad y aprovecham ien-
M a rco s económ ico e institucional para
Coordinación de políticas
desarrollar el PAND
El fenóm eno de la desertificación, al ser m ultifactorial
La financiación del PAND deberá ser asum ida por las
y multidisciplinar, suele acarrear una dispersión en las
adm inistraciones locales y autonóm icas y la general del
acciones de las distintas políticas sectoriales. El PAND pre­
estado, con presupuestos del sector privado de las zonas
tende ofrecer soluciones integradas m ediante la coordina­
afectadas por el problem a de la desertificación. Aspecto
ción de planes sectoriales:
fundam ental es la integración en la program ación de los

a) Estrategia Forestal Española; fondos de la Unión Europea, tras las reform as derivadas de
la Agenda 2000.
b) Plan Nacional de Restauración Hidrológico Forestal;
La aplicación y seguim iento del PAND requiere de un

c) 'Plan de acciones prioritarias en la Restauración órgano colegiado, participativo y de reflexión que se deno­

Hidrológico-Forestal, Control de la Erosión y defensa c o n ­ mina Com ité Nacional de Lucha contra la Desertificación.

tra la Desertificación; Este órgano tiene también la función de aplicar y seguir la


Convención Internacional de Lucha contra la Deser­
d) Plan de acciones prioritarias contra la Incendios tificación, asi com o desarrollar m edidas y acciones que se

Forestales; le asignen derivadas del PAND.

e) Estrategia Española para la Conservación y el Uso


Sostenible de la Diversidad Biológica;

f) Planes Hidrológicos de Cuenca;

Cooperación internacional
g) Plan Hidrológico Nacional;

La cooperación internacional es considerada, en el


h) Estrategia Española frente al Cam bio Climático;
Convenio de Lucha contra la Desertificación, com o un efi­

i) Plan N acional de Inve stigación , D e sa rrollo e caz m étodo para com batir el proceso de degradación.

Innovación Tecnológica (l+D+l). Adem ás de propiciar la aplicación del Convenio, la coope­


ración debe abarcar los sectores de transferencia de tec­
La coordinación de políticas se extiende a planes y pro­ nología, así com o de investigación científica y desarrollo,
gramas de carácter agrícola y de desarrollo rural, en parti­ reunión de inform ación y distribución de recursos finan­
cular los que aplican políticas de la Unión Europea com o la cieros. Con este espíritu, en un buen núm ero de los pro­

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Política Agrícola Comunitaria (PAC) y el Reglamento de yectos bilaterales que lleva a cabo España se presta asis­
Desarrollo Rural derivados de la Agenda 2000. tencia técnica, especialm ente en países del M agreb y del

167
Próximo Oriente, y se concede atención al aprovecha­
miento y preservación de los recursos naturales com o
form a de contribuir al desarrollo sostenible. Singular aten­
ción se trata de prestar a aquellas actividades de lucha
contra la pobreza y al fom ento de acciones que reduzcan
la presión hum ana sobre la tierra y m inim icen la sobreex-
plotación de los suelos y otros recursos naturales que co n­
ducen a la desertificación.

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15 Conclusiones

Los im p actos am bientales existen desde e l m om ento


EL HOMBRE
en que cu alq u ie r sociedad hum ana incide sign ifica tiva ­
m ente sobre su entorno natural. C uan do el con ju nto de
PERTENECE
relaciones en tre el sistem a socio e co nó m ico de una ALA
sociedad y sus sistem as natural y am biental se revela TIERRA
com o insostenible, pues su m antenim iento en el tiem po
resulta im p osible co n unos m ín im os de estabilidad c o n ­
junta, se habla en tonces de crisis am biental (Pascual
Trillo, 2000, 2001). En las regiones vu lne rab le s a la e ro ­
sión y a la desertificación, la inte rferencia en tre a cc io ­
nes hum anas y eq u ilib rio s ge oe cológicos ha ocasionado o
está produciendo una alteración del eco ba la nce por
excesiva o inadecuada presión hum ana so bre e co siste ­
mas fragilizados por la aridez y la sequía. Suelo, agua y
biodiversidad con stituyen el fundam en to básico de los
ecosistem as y los m ás im p ortantes recursos prim arios de
producción de alim entos. Son recursos vitales del p a tri­
monio natural, base y lím ite d e l d esarrollo durable; por
eso, su buen estado, eq u ilib rio y calidad productiva son
esenciales para un desarrollo de calidad.

La degradación de los ecosistem as, el deterioro de


suelos y aguas y la pérdida de biodiversidad están acarre­
ando una m arcada dism inución del potencial productivo de
los ecosistemas, haciéndolos a la ve z m ás pobres y vulne­
rables. Este proceso suele ocasionar la ruptura de la arm o­
Fig. 1 1 8 - S o m o s parte de la Tierra y la Tierra es
nía de los sistem as naturales y conducir, implacablem ente,
parte d e nosotros. T odo cu an to hiere a la Tierra,

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a una acentuación de las crisis m ed io am bie nta l y so c io ­ hiere a los hijos de la Tierra. La tierra y el a g u a son
económica expresadas en la desertificación. sagrad a s (Seattle, jefe de los D uw am ish, 1854)
Erosión y desertificación son una amenaza que se cierne sas herramientas de la teledetección y los sistemas de infor­
sobre las tierras agrícolas y forestales. Constituyen un drama mación geográfica; evaluar los costos y beneficios socio­
ambiental y social en extensos escenarios de la tierras secas económicos y ambientales de los programas de acción contra
del planeta, ya que implican la pérdida de recursos naturales la erosión y la desertificación; adaptar las políticas de desa­
vitales (suelo, agua y vegetación) y de producción de alimen­ rrollo socioeconómico a los recursos disponibles; diseñar y
tos. En los inicios del siglo XXI, el riesgo de la desertificación aplicar eficaces políticas para la protección y conservación del
constituye probablem ente el problem a global am biental suelo; promocionar políticas y fomentar marcos instituciona­
y social más preocupante de las regiones áridas, semiáridas y les que desarrollen la coordinación y cooperación regional,
subhúmedas secas del mundo, ya que, de modo creciente, las nacional e internacional; conseguir una ordenación territorial
hace más sensibles y vulnerables a los fenómenos naturales y económica adaptadas a la realidad actual y futura de cada
(en particular a las sequías) y antrópicos. territorio; extender la formación y concienciación de la socie­
dad en el camino de un verdadero desarrollo sostenible. Estas
La desertificación no es un fenóm eno climático de ari­
medidas, en la frontera de los siglos XX y XXI, tienen una
dez, de sequía o de mala utilización del suelo. Es la conse­
triple dimensión ecológica, económica y ética. Combatir la
cuencia de una perturbación de las condiciones del entorno
desertificación es tratar de rescatar la dignidad de la Tierra y
que conduce al desacoplamiento, frecuentemente irreversi­
la de los humanos que sufren el proceso de degradación.
ble, entre el sistema socioeconómico y la disponibilidad de
recursos en zonas de frecuentes sequías (Puigdefábregas, Las va ria cio n e s clim á tica s na turales pueden alterar
1995b, 1998), porque el ser humano olvida que pertenece a co n sid era b lem en te los patrones de sequía que afectan a
la Tierra (Fig. 118). Mientras existan condiciones de reversi­ la prod uctividad de la vegetación, d e los cu ltivo s y a la
bilidad, es posible volver al estado sostenible, en caso con­ dispo nibilida d d e recursos hídricos. El cam bio clim ático
trario el sistema de recursos naturales se desmorona y la pu ed e em peorar, acusa dam ente, los efe cto s de la deser­
degradación se hace irreversible, acarreando importantes tificación, m ie ntras q u e ésta p u ede afectar ta m bién al
costes ambientales, sociales y económicos. cam bio clim ático , no to ria m e nte en las regiones secas.
Una m ejor co m p ren sió n de las in te ra ccio n e s en tre la
La erosión y la desertificación son fenómenos m uy com­
dese rtifica ción y el clim a, y de los nexos en tre clima,
plejos; sin embargo, el esfuerzo de investigación y la puesta
suelos, agua, p lan tas y anim ales, e s fu ndam en tal para
en marcha de programas y proyectos a diversas escalas espa­
el d e sa rrollo de e stra te g ia s eficaces para co m batir la
ciales y temporales está permitiendo conocer sus causas y
desertificación.
efectos, lo que no significa que, por ahora, puedan ser domi­
nados, aunque sí prevenidos y mitigados. Erosión y desertifi­ El incuestionable aum ento de las tem peraturas que se
cación son afecciones que pueden prevenirse y combatirse está registrando en todo el globo increm entará proba­
mejorando los conocimientos de los principios climáticos, blem ente las tasas de evapotranspiración potencial en las

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hidrológicos, geomorfológicos, ecológicos y socioeconómicos tierras áridas, sem iáridas y subhúm edas secas, y en ausen­
de las zonas amenazadas. Se precisan diagnóstico, previsión y cia de aum entos de precipitación, sino todo lo contrario,
evaluación permanentes y detalladas que utilicen las podero­ se prevé que extensas zonas de estos territorios se harán
más áridas en los próxim os cien años. Es m uy probable que
la desertificación sea irreversible si el am biente se hace
más seco, la cobertura vegetal dism inuye o desaparece y
el suelo se degrada a causa de una m ayor erosión.

Se ha entrado en el siglo del medio ambiente en el que la


ciencia, la economía y la política deberán acoplarse para que
la humanidad, especialmente las poblaciones de los países
secos y pobres con desertificación muy avanzada o en proce­
so de estarlo, puedan contemplar el futuro con esperanza,
porque aquí la desertificación es a la vez el clamor del sub-
desarrollo y el grito de una Tierra herida y amenazada. Un
nuevo paradigma que demanda unas nuevas relaciones entre
hombre y naturaleza, una nueva pedagogía, una nueva políti­
ca, un nuevo descubrimiento del valor de los ecosistemas y
una nueva ética que recupere la dimensión sagrada que tie­
nen los recursos vitales: suelo, agua y vegetación.

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GLOSARIO ADICIONAL

Abiótico. (del griego a = sin y bios = vida). Alude a aquellos se refiere a la información en forma gráfica o pictórica. Son
factores sin vida que influyen en un ecosistema. datos no existentes que es preciso crear. El mapa en sopor­
te de papel o cartón utilizado, confeccionado y utilizado
Abrasión o corrasión. Erosión superficial producida sobre una
durante siglos, es un m apa analógico. Estos mapas han
roca por diversos agentes tales como el agua corriente, el
sid o durante m ucho tiempo, el m edio de representación
hielo glaciar, las olas y corrientes marinas y el viento, en
de territorio, han sido superados por los m apas digitales.
combinación con los materiales que transportan: arenas,
guijarros cantos... Se trata de un desgaste mecánico produ­ A n tró p ico . (Ver factores antrópicos)
cido en las rocas (el término corrosión, sin embargo, es una
meteorización química; proceso que ocasiona la alteración Á re a s fu ente. Extensión de una superficie del terreno que
o disolución de las rocas por reacciones químicas). sum inistra sedim entos por erosión de suelo, regolito o
m aterial parental. Se trata de una superficie erosionada
Ab rasión o c o rra sió n eólica. Desgaste o pulido que ejerce
o en proceso de estarlo, en función de la dinám ica de los
el viento cargado de partículas sobre las rocas y otros
agentes erosivos que actúan, norm almente, sobre m ate­
obstáculos.
riales desprovistos de cobertura vegetal: im pacto de las
A cción antrópica. (Ver factores antrópicos) gotas de lluvia, flujos hídricos y viento.

Agrosistem a. Es el ecosistem a artificial originado por ser Aterramiento. Es el proceso de depósito de sedimentos,
hum ano com o resultado de las transform aciones intro­ transportados por los flujos hidricos y el viento y deposita­
ducidas por la agricultura en el m edio natural. dos en un espacio concreto. Con frecuencia, estos sedimen­
tos producidos por la erosión, sedimentan en los vasos de los
Algoritm o. Conjunto de instrucciones que perm iten resol­
embalses, haciéndoles perder capacidad de almacenaje de
ve r un problem a. Un m étodo de cálculo.
agua y pérdida de regulación. Con el tiempo, la colmatación
A iterita. Form ación superficial de m aterial rocoso suelto puede ser total y la obra hidráulica ha de ser abandonada.
y roto, que recubre la supe rficie rocosa sin alterar, o ri­
Badlands. Térm ino anglosajón usado para describir aque­
ginada por procesos de m eteorización. Suele presentar
llos paisajes intensam ente disectados por la erosión
diversos grados de transform ación. Si ocupa la m ism a
hídrica, con litologías blandas o m ateriales poco conso­
p o sición que los m a te ria le s a p a rtir de lo s cu a le s se
ha o rig in a d o , se la co n oc e com o a ite rita autóctona. lidados y en donde la vegetación es escasa o está ausen­

Si ha sid o m o viliza d a y d e sp la za d a a o tro s lu gares se te. Equivale al térm ino abarrancado.


la id e n tific a com o aite rita alóctona.

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B alance d e m eteorización . Estim ación de la cantidad,
Analógico. Forma de representación de la realidad com pren­ velocidad, tiem po y m asa de m aterial afectado por los
sible. En el contexto de la teledetección y SIG, el término procesos de m eteorización.

173
B arkhana o barjana. Duna de arena con planta en forma buzamiento en una extensa área sin considerar las variacio­
de media luna, con perfil transversal disim étrico y con nes pequeñas.
las puntas orientadas en la dirección del viento que
Carstificación. Conjunto de procesos que desarrollan modela­
sopla casi, constantem ente, en la m ism a dirección.
dos cársticos. La carstificación es un conjunto de acciones
B iodiversidad. Riqueza de especies anim ales y vegetales químicas (disolución, hidratación, oxidación-reducción y
de un territorio. Cuanto m ayor sea, m ayor estabilidad y sustitución iónica) y físicas (alteración y modificación de
capacidad de autorregulación tienen los ecosistem as. masa).

Bioma. Unidad de clasificación del paisaje según criterios cli­ C atena Térm ino que se utiliza para expresar las relacio­
máticos y de predominio de una o otra formación vegetal. nes entre la ladera y sus suelos asociados. Estos se dife­
Ejemplos: desierto, bosque caducifolio, selva tropical, etc. rencian debido a las variaciones del relieve y en el dre­
naje, originándose a partir de un m ism o m aterial y
Biom asa. Cantidad de m ateria orgánica por unidad de clima. Con frecuencia se utiliza toposecuencia com o tér­
superficie. Se diferencia una fitom asa o biom asa vegetal m ino alternativo al ser m enos restrictivo.
que se expresa en peso de m ateria seca por unidad de
superficie y una zoom asa o biom asa anim al expresada en Catiónico. (Ver intercam bio catiónico)

peso vivo por unidad de superficie.


Clasificación d e Ture. Clasificación clim ática empírica
basada en el cálculo de la evapotranspiración potencial
Bio-rexistasia. (Ver biostasia)
y en función de la hum edad disponible en el suelo, pro­
Biostasia. Térm ino acuñado por Ehrart (1956) en su teoría cedente de la precipitación o del riego y del poder eva­
llamada de "bio-rexistasia”. Define la biostasia com o un porante de la atm ósfera. Las variables clim áticas que
período estable, con vegetación im portante y form ación utilizan el cálculo son: la radiación solar, la tem peratu­
de suelos, que se opone a un estado de ruptura (rexista- ra m edia y la hum edad relativa del aire.
sia), que afecta notoriam ente a la cubierta vegetal y
C orrasión. (Ver abrasión)
que se traduce por una activación de los fenóm enos ero ­
sivos de naturaleza mecánica. Crioclastia, gelivación o gelifracción. Término geomorfoló-
gico que expresa el proceso de fragmentación de las rocas
Biótico. Alude a la vida. El térm ino se aplica a todos los
debido a las alternancias de hielo-deshielo a que es someti­
organism os vivos que tienen influencia en la naturaleza
da el agua alojada en los poros y fisuras de los materiales.
y el medio ambiente. Un territorio biótico es un espacio
que corresponde al área de distribución de un grupo de Cauce. El cauce de una corriente de agua puede considerarse
organismos vivos, plantas o animales. como un largo y estrecho canal tallado por la fuerza de las es-
correntías, por el que se manifiesta el movimiento de las
Buzamiento. Ángulo que forma un plano de estratificación
mismas y de los sedimentos aportados desde la cuenca.
con un plano horizontal medido en una dirección perpendi­

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cular a la dirección del estrato. El ángulo se mide con un cli- Datos geográficos, Datos sobre cualquier elem ento o fenó­
nómetro y se expresa en grados. La expresión buzamiento m eno que se halla localizado o tenga lugar en la super­
regional se utiliza para indicar la dirección general del ficie terrestre. Las características esenciales son la posi­
ción, los atributos descriptivos, las relaciones espaciales D esertificación . Proceso de degradación de las tierras de

y el tiempo. zonas áridas, sem iáridas y subhúm edas secas resultante


de diversos factores, tales com o las variaciones clim áti­
Deflación. Proceso por el que el viento rem ueve y trans­ cas y las actividades humanas.
porta partículas finas (arenas, limos, arcillas) de la
superficie de las regiones secas. Una ve z el m aterial fino Desertificación actual o funcional. Es aquella ligada a un uso
ha sido evacuado queda una superficie de deflación, y gestión deficiente o inadecuado, reciente o actual, de los
caracterizada por la presencia de m aterial grueso que no recursos básicos suelo, agua y vegetación. Es la que se halla
ha podido ser m ovilizado por la fuerza del viento. en rápido proceso de expansión por las regiones secas.

D e g ra d a ció n d e las tie rra s. Se en tiend e com o la re d u c ­ D esertificación h istó rica o heredada. Alude a aquellos
ción o la pérdid a de la p ro du ctivida d b io ló gica o e c o ­ procesos de degradación que se activaron y actuaron en
nóm ica y la co m p lejid ad de las tie rra s a gríco la s de tiem pos pasados y dejaron su im pronta en los paisajes.
secano, las tie rra s de cu ltivo de regadío o las dehesas,
Desertización. Alude al proceso de deterioro natural del
los pastizales, los bo sque s y las tierras arboladas, o c a ­
clima hacia una mayor aridificación y aleatoriedad de las
sionada, en zonas áridas, sem iá rid a s y subh úm edas
secas, por los sistem as d e utiliza c ió n d e la tierra o por precipitaciones. También suele darse una connotación

un p roce so o una co m b in a ció n de procesos, incluidos sociológica, para expresar un espacio o territorio vacío de

los resu lta n tes de a ctivid a d e s hu m anas y pau tas de personas.

poblam iento, ta le s com o: (a) la ero sió n del suelo;


Diaclasa. Es una ruptura o fractura de una roca sin des­
(b) el de te rio ro de las pro p ied a d es físicas, quím icas,
plazam iento visible de las partes. En esto difieren de la
b io ló gicas y eco n óm icas del suelo; (c) la pérdid a d u ra ­
falla, en la que hay ruptura acom pañada de un m ovi­
dera d e ve ge ta ció n natural
m iento relativo de los dos com partim ientos. Las diacla-

D egradación específica. Expresa el aporte de sedim entos sas se desarrollan en las rocas rígidas.
producidos por los procesos de erosión en una cuenca
Digital En el contexto de la teledetección, cartografía
fluvial. Son valores m edios por unidad de superficie que,
asistida por ordenador y SIG alude a los datos existentes,
sin embargo, no perm ite distinguir con precisión los sec­
que han sido elaborados de antem ano. Por ejemplo,
tores de la cuenca m ás afectados por la erosión.
datos de satélite, de GPS, etc.
D esarrollo sostenible. Es aquel que puede asegurar que se
D in á m ic a de siste m a s. M éto d o de trabajo que estudia la
satisfagan las necesidades del presente sin com prom eter
estructura y el co m po rtam ien to de sistem as m ediante
la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer
la construcción de m odelos y la sim ulación.
las propias. No es un estado de arm onía fijo, sino un pro­
ceso de cam bio por el que la explotación de los recur­ Draa Cadenas alargadas de arena, de los ergs, formadas
sos, la dirección de las inversiones, la orientación de los por coalescencia de dunas.

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progresos tecnológicos y la m odificación de las institu­
ciones concuerdan con las necesidades tanto presente Drenaje. Expresa la rapidez con que se evacúa el agua en
com o futuras. relación con los aportes.
Duna. Montículo o alineación de arena transportada por el E ro sió n natural. Degradación o progresiva destrucción del
viento de variable envergadura, que se encuentra en los relieve y suelos, com o consecuencia de la actuación de
desiertos cálidos o en las costas bajas y arenosas por un conjunto de agentes y procesos naturales: agua, vien­
encima del nivel de marea alta. Las dunas que poseen to, hielo y variaciones térmicas.
una form a m ejor definida son aquellas ligadas a vientos
constantes en la misma dirección, com o son la barkha- E ro sió n pluvial o e ro sió n por salpicadura. Es la causada

na, la duna parabólica, la duna piram idal y la nebka. por el im pacto de las gotas de lluvia sobre las partículas
y agregados inestables de un suelo desnudo. Está estre­
Ecoespacio. Unidad de aproxim ación sistém ica, de gran­ cham ente ligada a la energía cinética de las gotas y del
des dimensiones, con notable hom ogeneidad climática, conjunto de todo el aguacero.
geológica, geomorfológica, hidrológica, biótica, pobla-
cional y cultural. Erosión p or agua. Degradación y progresiva destrucción
del relieve y del suelo por el agua en movimiento, tanto
Ecosistem a. Unidad estructural elem ental de la biosfera por las escorrentias que desm antelan y excavan cauces
que presenta carácter hom ogéneo desde el punto de
de diversas magnitud, com o la llevada a cabo por las
vista topográfico, m icroclimático, geomorfológico, botá­
olas y corrientes m arinas en los litorales.
nico, zoológico, hidráulico y geoquím ico. Se halla cons­
tituido, pues, por una com ponente biológica (biocenosis) Erosión potencial. Indica la suceptibilidad del suelo a la ero­
y otra inorgánica(biotopo). sión en función de sus características físicas, de las condi­
ciones climáticas, topografía y posibles usos del suelo.
Edafogénesis. Conjunto de procesos que transform an una
roca o un m aterial en suelo. E ro sió n real. Es aquella que se registra bajo las condicio­
nes actuales de usos del suelo y grado de cobertura
Erg. Inm ensas extensiones cubiertas por dunas de arena.
vegetal.
En el Sahara ocupan alrededor del 20 % de su superficie.

E rosionab ilidad. Resistencia que opone el suelo a la des-


Erosión. Proceso que ocasiona una pérdida gradual del ma­
agregabilidad y al transporte de sus partículas. Con otras
terial que constituye un afloramiento rocoso y del suelo.
palabras, susceptibilidad que tiene un suelo para ser
El fenómeno constituye un grave impacto negativo para el
erosionado.
recurso suelo.

Erosividad. Capacidad de las lluvias para erosionar. Es fun­


Erosión acelerada. Es et proceso de pérdida de suelo a
causa de un deficiente o m al uso del recurso por parte ción de la energía cinética del aguacero.

de los humanos. La deforestación, la explotación exce­


E sc o rre n tia . Es parte de las p re cip ita cion e s totales en
siva, determ inados sistem as de laboreo, etc., aceleran
un área dete rm in a d a que se form a en la superficie
los procesos erosivos naturales.
del terreno. Es fu n ció n de la intensidad y volum en de

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Erosión hídrica. Es el proceso de arranque, transporte y la lluvia, de la ve lo cid a d d e in filtra ció n y de la posi­
sedimentación del suelo y alteritas por la energía del ción so bre la la de ra o ve rtie n te en relación con la
agua que circula por la superficie terrestre. d iviso ria d e aguas.
Escorrentía concentrada. La origina aquellos flujos de dad m áxim a teórica de agua susceptible de pasar a la
agua que por las irregularidades del terreno se concen­ atm ósfera en el supuesto de un suelo constantem ente
tran y circulan en canales y cauces. Estos se form an abastecido. Se refiere a la cantidad de agua que necesi­
cuando la energia cortante del agua supera la resisten­ ta una planta y a su m áxim a pérdida teórica; (2) Evapo­
cia de los m ateriales sobre los que discurre. transpiración real o efectiva, es la observada, la canti­
dad de agua realm ente transferida a la atmósfera.
E scorrentía laminar. Se halla form ada por una fina capa
de agua, m ás o m enos uniforme, que discurre sobre Feidj. Corredor abierto entre cordones de arena y recu­
terrenos inclinados.
bierto por este m aterial. Es característico de los ergs.

Espectróm etros. Un espectro puede definirse com o el


F e n o lo gía . C ie ncia que estu dia la relación de los fe n ó ­
análisis de las distintas longitudes de onda em itidas por
m enos b iológicos de p lan tas y a n im a le s con los ritm os
un foco luminoso. Todos los aparatos que tienen por o b ­
de las esta cion es y los p roce sos q u e en ella s se regis­
jeto dispersar la luz em itida por un foco, descom po­
tran, com o la brotación, la floración, la m aduración
niéndola en las distintas radiaciones elem entales de que
d e los fru tos, etc. Estos fe n ó m e n o s se relacionan con
consta, se denom inan espectroscopios si son de observa­
ción visual y espectróm etros cuando utilizan la placa e l clim a regional o local en que ocurren y viceversa.

fotográfica (u otro procedim iento) para detectar las De la fen o lo gía se pueden sa ca r con se cuen cias relati­

radiaciones. va s al clim a y, so bre todo, al m icroclim a, cu ando ni


un o ni o tro se co n ocen debidam ente.
Esp ectrorradióm etros. Sensor para la m edición espectral
de radiación ultravioleta (UV) y visible solar. Con el Fragilidad ero siva . Es el resultado del balance entre los
E sp ectrorradió m e tro de Im ágene s de Resolución distintos aspectos del estado, riesgo, velocidad y tole­
Moderada (MODIS) m ontado sobre el satélite Terra que rancia a la erosión. Su determ inación es im portante para
ha estado orbitando la Tierra desde diciem bre de 1999, la tom a de decisiones sobre prevención, mitigación,
se captó una espectacular im agen de nuestro planeta en rehabilitación y restauración de un terreno erosionado.
color verdadero.
Gassi. Corredor longitudinal entre dos cordones de dunas,
Estado erosivo. Se entiende com o el núm ero y grado de
en el que aflora e l substrato rocoso. Aparece en el erg.
intensidad de los signos de la erosión que m uestra un
terreno observados en un tiem po dado. Norm alm ente se G eorreferenciación o geocodificación, es un proceso que
alude siem pre a la erosión por el agua. permite determinar la posición de una entidad geográfica
en la superficie terrestre de forma directa o indirecta.
Estrés hídrico. Estado patológico de un organism o vivo,
suelo o ecosistem a debido a la prolongada carencia de G eosistem a. Unidad de aproxim ación sistém ica espacial o
agua en las cantidades m ínim as necesarias.
territorial, estructural y funcional del planeta Tierra de

Evapotranspiración. Suma del agua evaporada directamente grandes dim ensiones. Se individualiza com o un com ple­

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y de la transpirada por la vegetación. Se reconocen dos jo geográfico con una dinámica de conjunto, relativamente
tipos: (1) Evapotranspiración potencial, que es la canti­ hom ogénea y estable.

EEQ
Halociastia. Proceso m ecánico de fragm entación o disgre­ ta, línea de m áximas cum bres, relieve tabular, platafor­
gación de las rocas debido al hum edecim iento e hincha- ma,etc.
miento que produce la cristalización de sales. Es uno de
Ladera. Unidad de relieve inclinada con respecto a la hori­
los principales procesos de m eteorización en los desier­
zontal que enlaza una divisoria de aguas con una base o
tos cálidos y en los litorales.
fondo. Una ladera-tipo suele presentar tres segm entos
Ram ada. Desierto tabular rocoso. diferenciados: la parte convexa m ás alta, un segmento
más o m enos rectilíneo central y una parte cóncava
H id ro c la stia . Proceso que implica importantes variaciones de basal.
agua en las rocas y suelos con las consiguientes aparición
de tensiones en su interior. Los ciclos de expansión (hidra- Litológico. Relativo a la litología, parte de la geología que

tación) y contracción (desecación) constituyen un importan­ estudia las características de las rocas.

te proceso de meteorización mecánica de los materiales. L ixiviad os. Alude a los m ateriales que han sufrido un pro­
ceso por el que los m ateriales solubles y coloidales de
H o m e o s t a s ia Es la capacidad de reacción, de autorregu­
los horizontes superiores de un suelo (por lo general
lación y de ajuste de un ecosistem a, que le permite
arcillas) son arrastrados por la acción de las aguas que
m antener su estructura a lo largo del tiempo. Dicho con
se infiltran. El fenóm eno depende de la importancia,
otras palabras, es el potencial del sistem a para reaccio­
intensidad y continuidad de las precipitaciones.
nar ante influencias externas.
Lucha contra la desertificación. Se entiende com o el conjun­
Im pacto am biental. La expresión se aplica a la alteración
to de actividades que forman parte de un aprovechamiento
que introduce una actividad hum ana en el m edio am ­
integrado de la tierra de las zonas áridas, semiáridas y sub­
biente. El im pacto am biental se asocia a las actividades
húmedas secas para el desarrollo sostenible y que tienen
antrópicas no a las repercusiones que pueden desenca­
por objeto: (a) la prevención o la reducción de la degrada­
denar los fenóm enos naturales. ción de las tierras; (b) la rehabilitación de tierras par­
cialmente degradadas, y (c) la recuperación de tierras
Intercambio catiónico. Los iones son partículas que en diso­
desertificadas.
lución conducen la corriente eléctrica. Se denominan anio­
nes los que van al ánodo, electrodo positivo, y cationes los M a n to s d e arena. Vastas extensiones m ás o m enos hori­
que se dirigen al cátodo, electrodo negativo. El intercambio zontales de arena, sin dunas.
catiónico se realiza entre cationes monovalentes o divalen-
tes siempre en proporciones de equivalencia. M aterial parental. Es el m aterial originario a partir del
cual se origina un suelo.
Interface, Contacto superficial entre dos sustancias o
am bientes diferentes, en el que sus características espe­ M edio Am biente. Es el entorno en el que se desenvuelven los
seres vivos, es decir, el entorno vital. Es un sistema de inte­
cíficas cambian.

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racción entre factores biofísicos y humanos. El Medio
Inte rflu vio Térm ino que hace referencia a divisorias de Am biente puede entenderse como: Fuente de recursos
aguas. Puede ser una am plia gam a de geoformas: cres­ naturales, com o soporte de los elementos físicos que lo
configuran y com o receptor de desechos y residuos no N ivel freático. Nivel superior de la zona de saturación del

deseados. agua subterránea en las rocas permeables. Indica la pro­


fundidad a la que se halla el agua freática. Este nivel
M e te o rizació n Rotura o desintegración de las rocas de la oscila según la cantidad de precipitación, infiltración a
superficie terrestre o cerca de ella. Da lugar a un m anto través del suelo, evapotranspiración, bom beos realiza­
de roca alterada que perm anecerá in situ hasta que los dos por los hum anos, etc.
agentes de la erosión provoquen su m ovimiento.
Nivel piezométrico. Profundidad a la que llega el nivel supe­

M e te o rizació n biológica. Descom posición de las rocas por rior del agua de un acuífero en una perforación o pozo.

la actividad de los seres vivos, plantas y anim ales, y los Nom ogram a. Tabla o representación gráfica constituida
productos que liberan. por un sistem a de puntos, lineas acotadas o barras, y
distanciadas entre sí de una form a determ inada, para
M e te o rizació n física o m ecánica. Consiste en la desagre­
representar, de m odo abreviado, determ inados cálculos.
gación de la roca, con dism inución de su volum en y
aum ento de la superficie de ataque fisico-quim ica, deb i­ O rg a n iz a c ió n re g io n a l d e in te g ra c ió n e c o n ó m ica . Se
da a los agentes de la m eteorización. e n tie n d e com o toda o rga n iza ció n co n stitu id a por
E stados so b e ra n o s d e una determ inada región que sea
M e te o rizació n quim ica. Proceso que produce la descom ­ co m p e te n te para a b o rd a r las cu estio nes a las que se
posición o transform ación de las rocas por m edio de apliq u e la C o nve nció n de N aciones U nidas de Lucha
reacciones químicas. co n tra la D esertifica ción y haya sid o debidam ente
autorizada, co n arre glo a sus procedim ientos in te r­
Mitigación de los efectos de la sequía. Se entiende como nos, para firm ar, ratificar, ace p ta r y aprobar la
aquellas actividades relativas al pronóstico de la sequía C o nve nció n y ad h erirse a la m ism a.
y encam inadas a reducir la vulnerabilidad de la sociedad y
de los sistemas naturales a la sequía en cuanto se relacio­ Paisaje. El térm ino, en su sentido m ás amplio, es lo que
nos rodea. Es el m edio visualm ente percibido, un com ­
na con la lucha contra la desertificación.
p le jo de in te rre la c io n e s de to d o s los e le m ento s o
Modelo. Representación sim plificada de un sistem a com ­ com ponentes de la superficie terrestre. El m edio se
plejo, bajo una form a física o matemática, en el cual las hace paisaje cuando alguien lo percibe. Es un indicador

respuestas producidas por unas causas o procesos exter­ de la salud am biental y del tipo de desarrollo de un

nos, son de difícil predicción por el gran núm ero de fac­ territorio. Un indicador del estado de los ecosistem as y
sus com ponentes, un indicador o clave ambiental.
tores que pueden intervenir. En su form a física, se
representa com o un esquem a, m ientras que en su forma Paises afectados. Paises cuya superficie incluye, total o
m atem ática lo hace por expresiones analíticas. parcialm ente, zonas afectadas por la desertificación.

Nebja o nebkha. Pequeña duna en form a de flecha fo r­ Paises Partes D esarrollado s. Son los países desarrollados y

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m ada a sotavento de un obstáculo rocoso o por la ve ge­ las organizaciones regionales de integración económica
tación. constituidas por países desarrollados

¡m
Parám etros. Cantidades tem poralm ente invariables que ciones que form an entre ellas un ángulo próxim o a los
caracterizan el sistema. 90°. Se diferencian varios grupos en función de sus
características cristalográficas y quím icas,.
Pascícola. Térm ino derivado de pasto, usado para identifi­
car un terreno o sitio con hierba donde pasta el gana­ Ram bla. Lecho o cauce natural por donde las aguas fluyen
do. También alude al recurso pasto en expresiones com o sólo cuando las lluvias son abundantes. Son elem entos
"lo s recursos pascícotas del territorio...” hidrogeom orfológicos del paisaje de los am bientes ári­
dos y sem iáridos donde las lluvias son un m eteoro esca­
Pedestal de erosión. M icrotopografía resultante de la ero­
so, aleatorio y con frecuencia torrencial.
sión diferencial entre las áreas con suelos protegidos por
la vegetación, bloques o costras superficiales y aquellas Recurso natural. Aquella parte de la naturaleza o del medio
otras áreas carentes de protección alguna. ambiente que es capaz de satisfacer necesidades humanas.

Pedón o pedión. Unidad m ínim a de descripción y mues- Reg. D esierto tabular ped regoso en donde el viento es el
treo de un suelo. Es un volum en arbitrario de suelo, co n­ principal facto r del m odelado. Vastas superficies cu­
siderado com o el más pequeño que puede reconocerse biertas de bloques, guijarros y cantos. Es el desierto de
com o suelo individual. Su superficie que puede variar piedras.
entre 1 a 10 m 2, según la variabilidad del suelo.
Regolito. M aterial rocoso fragm entado que cubre la super­
Perfil de m eteorización. Desarrollo en profundidad de una ficie rocosa sin descomponer. Suele estar poco alterado
alterita. Es decir, es el tramo entre la superficie del terre­ quím icam ente y sin com ponentes finos. Se trata de una
no y el contacto roca alterada- roca fresca, sin alterar. capa de roca alterada o alterita afectada por procesos
com o la edafización, m ovilización y sedim entación. Está
Perm eabilidad. Hace referencia a la velocidad con la que
form ado p or restos del m aterial parental y depósitos
puede circular el agua dentro de un suelo, alterita o
superficiales. Su form ación es el prim er paso en el pro­
materiales rocosos.
ceso de form ación del suelo o edafogénesis;

Piezó m etro. Nivel que presentan los acuíferos. Está


Resilencia. La probabilidad media de recuperación de un
condicionado por las ca ra cterísticas de los m ateriales
sistem a natural, sem inatural o humanizado.
que alberga a los acuíferos, a los episodios de sequías y
fuertes lluvias y al régim en de exp lotación d e las aguas Rexistasia. Estado de ruptura de la estabilidad ambiental
subterráneas. natural, que afecta notoriamente a la vegetación y al suelo,
y que se traduce por una degradación de la cubierta vege­
Piping. Es un proceso originado por flujo subsuperficial en
tal y activación de los fenóm enos erosivos de naturaleza
suelos y otros depósitos no consolidados, con form ación
mecánica. Concepto que se opone al de biostasia.
de conductos por los que circula el agua vehiculando
materiales finos. R iesgo (natural, social...). Es la probabilidad de que falle
el sistem a o que se supere un determ inado umbral.

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Piroxeno. Mineral ferrom agnésico m uy abundante tanto
en las rocas ígneas com o en las m etamórficas. Los piro- R iesgo de erosión. Vulnerabilidad del terreno a ser ero­
xenos presentan una form a prismática, así com o exfolia- sionado. Es función de sus características físicas y de las

■ m
condiciones am bientales que le afectan, incluida la Sinergia. Alude a la acción de dos o m ás causas cuyo efec­
acción humana. to es superior a la sum a de los efectos individuales.

Ripples. M odelados producidos por el m ovim iento del Sistem a abierto. Es aquel en el que energía y materia pueden
viento, de las olas y corrientes marinas, en sedim entos atravesar los límites del sistema e intercambiarse con el
sin consolidar, notablem ente en arenas y limos. entorno. Son sistemas m uy frecuentes en la naturaleza. Se
les conoce también como sistemas de proceso-respuesta,
Salinización. Proceso de enriquecim iento del suelo en
porque el flujo de masa o energia (el proceso) causa cam­
sales solubles com o los cloruros y sulfatos de sodio y
bios en el sistema (erosión, geoformas, modelado,etc.)
magnesio. Es un proceso que se origina, principalmente,
en am bientes áridos y sem iáridos por causas naturales o Sistem a d e Info rm ació n G eográfica (SIG). Es un sistema
bien inducido por el hom bre por un uso inadecuado de de información compuesto por hardware, software y pro­
las aguas de riego. Es un im portante factor de desertifi­ cedim ientos para capturar, introducir, almacenar, recu­
cación.
perar, manejar, manipular, analizar, m odelizar y repre­

Sebja o sekha. Térm ino árabe que describe a una gran sentar datos georreferenciados, con el objetivo de resol­

depresión topográfica, endorreica, con nivel freático ve r problem as biofísicos, de gestión y planificación. Es,

próxim o a la superficie y recubierta de costra salina. Es pues, una herram ienta de análisis.
propia de los desiertos cálidos y de los bordes costeros
Suelo. Capa de confluencia e interrelación entre los procesos
de estos am bientes áridos.
bióticos y abióticos de la superficie terrestre durante largos
Seif o duna de espada. Duna longitudinal con acusados bor­ períodos de tiempo. También, capa superficial de la
des que se extiende, a lo largo de muchos kilómetros, con Geosfera biológicamente fértil y agronómicamente produc­
eje paralelo a la dirección del viento dominante. tiva.

Sequia. Fenóm eno m eteorológico de ausencia de lluvias y Tafonis. Cavidad abierta en laderas y escarpes de rocas
de falta de hum edad en el am biente y en el suelo, en un cristalinas, calcáreas o de areniscas que se originan por
largo período de tiem po en el que se debería haber reci­ procesos de m eteorización, en particular por disgrega­
bido lluvias norm almente. Com porta tiem po seco, lo que ción granular o m icrofragm entación. Estas geoformas
ocasiona, entre otros efectos, serios déficits de agua y son abundantes en los am bientes áridos y semiáridos.
cuantiosas pérdidas económ icas. Fenóm eno que se pro­
duce naturalm ente cuando las lluvias han sido consid e­ Tasa o intensidad de erosión del suelo. Expresa la pérdida de
rablem ente inferiores a los niveles norm ales registrados, suelo por unidad de superficie y por intervalo de tiempo.
causando un agudo desequilibrio hídrico que perjudica
Teledetección. En un amplio sentido, puede ser definida
los sistem as de producción de recursos de tierras.
com o el conjunto de técnicas que permiten la adquisición
Signos d e la erosión. Son todas aquellas huellas m arcadas de información de un objeto o sistema sin ponerlo en con­
en el paisaje por la m eteorización, por la erosión eólica tacto material con el elemento sensor. El término suele

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y, sobre todo, por la erosión por el agua. Conviene d ife ­ aplicarse, habitualmente, al registro y procesado de los
renciar los signos de erosión activa y de los inactivos. datos obtenidos de la observación de la Tierra, mediante el

181
uso de sensores colocados en plataformas (aviones, satéli­ Variables. Propiedades m ensurables del sistem a cuyas
tes, etc.), sensibles a la radiación electromagnética. m agnitudes varían en el tiempo.

Term oclastia. M ecanism o de rotura de las rocas debido a V elocid ad d e e ro sió n Rem oción o pérdida de alteritas y
los cam bios de tem peratura. suelo por unidad de tiempo. Se suele d ar en t/ha/año.

Tierra. El Convenio de Naciones Unidas sobre Desertificación V e n tifa cto s. Piedra o canto que ha sid o pulido o faceta­
entiende este término como el sistema bioproductivo do p or la acción del vien to cargado de arena en los
terrestre que comprende el suelo, la vegetación, otros a m b ientes áridos.
componentes de la biota y los procesos ecológicos e hidro­
V ulnera bilidad d e un sistem a. Es el valor esperado de las
lógicos que se desarrollan dentro del sistema.
pérdidas asociadas a un riesgo que ha traspasado un
Tolerancia de un suelo a la erosión. Es la cantidad de um bral determinado.
suelo que puede perder un perfil edáfico m anteniendo
Xerofitism o. Cualidad de xerófilo, que se aplica a las plan­
su capacidad productiva durante m uchos años. Esta
tas que pueden vivir en clim as secos, plantas bien adap­
capacidad de soportar la erosión, es función de sus pro­
tadas a sequías m ás m enos pronunciadas.
piedades físicas y quím ica y profundidad. Se expresa en
toneladas por unidad de superficie y año. Yardang. C erros alargados y paralelos de algunos metros
de altura m odelados por el viento en las regiones desér­
Umbral. En la ciencias de la Tierra, se le identifica como un
ticas. Con frecuencia aparecen m odelados, por la abra­
valor o estado crítico del medio natural o medioambiental
sión, en form a de seta.
que actúa como limitador de cualquier proceso. Son como
los fusibles de la naturaleza o del sistema ambiental. Z o n a s afectadas. Son aquellos territorios áridos, semiári-
dos o subhúm edos secos afectados o am enazados por la
Um bral de velocidad. Para cada tipo de suelo y condicio­
desertificación.
nes de superficie se requiere un mínim o de velocidad del
fluido para rem over las partículas. En el caso del viento, Zonas áridas, sem iáridas y subhúm edas secas. Aquellas
existe un valor crítico de velocidad de cizalla por el que zonas en las que la proporción entre la precipitación anual
la partícula inicia el m ovimiento, es el um bral de ve lo ­ y la evapotranspiración potencial está comprendida entre
cidad del fluido. 0,005 y 0,65, excluidas las regiones polares y subpolares.

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Exploding the Myth. John Wiley y Sons., Chichester, 194 pp. States Department of Agriculture. Washington, D. C.
DIRECCIONES DE INTERNET

El desarrollo de internet ha favorecido extraordinariamente la comunicación y el acceso a la información, convirtiéndose en


una valiosa herramienta de trabajo en multitud de ámbitos, entre ellos el docente y el investigador. Realizar un barrido de
direcciones tiene interés para el estudio de cualquier rama de la ciencia y en este caso para los interesados en los problemas
ambientales en general y de erosión y desertificación en particular.
Internet ofrece muchas ventajas, entre ellas mayor accesibilidad física y económica que otros medios de comunicación. Los
recursos que ofrece tienen una amplia distribución, proporcionando acceso a bibliotecas, bases de datos, noticias, información,
publicaciones e ideas del mundo entero. Sin embargo, también tiene algunos inconvenientes. La proliferación de páginas web
auspiciadas por organismos internacionales, ONCs, departamentos institucionales de ámbito internacional, nacional, regional y
local, por grupos de investigación e, incluso, por particulares hace inabarcable la exhaustividad del barrido en cualquier tema.
Así, pues, la heterogeneidad y la amplitud del espectro que abarca lo convierte en una herramienta de difícil uso. La avalancha
de información que proporcionan los buscadores hace complejo discriminar la realmente útil para aspectos concretos. Ante tan
abundante volumen de información, para aventurarse por la red son necesarios la paciencia y un criterio selectivo.
Las páginas de los organismos internacionales, nacionales, universidades, centros de investigación, etcétera, incluyen enlaces
(links) con aquellas páginas relacionadas con sus actividades, y en casi todas ellas suele encontrarse información sobre procesos
de erosión y desertificación.
Aquí se ofrece una selección de direcciones web que tienen interés para los interesados en los problemas ambientales
en general y de erosión y desertificación en particular. La selección completa puede consultarse en internet en la dirección
www. nivola. com/erosión/internet

(1) Varias www.ecoportal.com.ar (Ecoportal)


http://www.gcrio.org/geo/dust.html The U. S. Global Change www.tierra.org (Tierra)
Research. Information Office, 2001: ÑAME: Dust storm magni- www.ecologistasenaccion.org (Ecologistas en Acción)
tude, duration, and frequency.
www.foe.org (Friends of the Earth)
www.wri.org (World Ressources Institute)
www.MEDForum.org (EcoMediterránia)
(2) ONGs www.coda.org (Coordinadora de Organizaciones de Defensa
www.enda.sn (Tiers Monde) Ambiental)
www.oneworld.org/iied (International Institute for Environment www.eeb.org (European Environmental Bureau)
and Development)
www.enhf.org (European Nature Heritage Fund)
www.iucn.org (Union Mondiale pour la Nature)
www.seo.org (Sociedad Española de Ornitología)
www.enda.sn /energie/desertif/desertif.htm (Réseau
International des ONG sur la Désertification, RIOD) www.gci.ch (Cruz Verde Internacional)

www.planbleu.or (Plan Azul) www.crid.or.cr (Centro Regional de Información sobre Desastres)

www.FreeLibros.org
www.adena.org (ADENA) http://tierra.rediris.es (Red de Ciencias de la Tierra de España)
www.greenpeace.org (Geenpeace) www.nodo50.org/woldwatch (Worldwatch. Cambio Global)

189
www.aeet.org (Ecosistemas. Revista de la Asociación Española de www.unepmap.org (United Nations Environment Programme.
Ecología Terrestre) Coordinating Unit for the Mediterranean Action Plan)
www.undp.org/seed/unos.html (Bureau de la lutte contre la
(3) Inform ación d e la U nión E u ro p e a
désertification et la sécheresse)
a. general www.idrc.ca/books/focus/794/794.html (Indicadores de la deser­
www.cordis.lu/ergo/home.html Pasarelas en línea sobre investi­ tificación)
gación europea. Introduciendo la palabra desertificación, apare­ www.desertnet.de/desertification.html (Indicadores de la deser­
cen 98 proyectos de investigación sobre desertificación y 31 sobre tificación)
erosión del suelo.
www.undp.org/undp/devwatch/indtempl.htm (Indices de gestión
www.eea.eu.int (Agencia Europea del Medio Ambiente)
durable del agua, de los suelos y de la lucha contra la desertifi­
www.science.plym.ac.uk/departments/geography/medafor/ cación y la sequía. PNUMA)
medafor.htm (Consequences for the mitigation of desertification
http://grid2.cr.usgs.gov/des/deshome.html (Datos satelitariosy
of EU policies affecting forestry activity: a combined socio-
geográficos sobre la desertificación. PNUMA)
economic and physical environmental approach)
www.igbp.kva.se (International Geosphere-Biosphera Programme)
b. proyectos de investigación
www.unesco.org (UNESCO)
www.cranfield.ac.uk/sims/ecotech/projects/archaeo.html
www.unesco.org/mab (Programa MAB -Man and Biosphere- de la
(ARCHAEOMEDES: degradation and desertification in the
UNESCO)
Mediterranean)
www.unep.ch (Programa de N. U. de Medio Ambiente)
http://alpha.emap.sai.jrc.it/desert/camaleo (CAMALEO: proyec­
to sobre los cambios de los ecosistemas áridos en la región www.esd.worldbank.org/html/lqi/fr/home.htm (Indicadores
mediterránea) sobre la calidad de las tierras por el Banco Mundial, la FAO y el
PNUMA)
www.kcl.ac.uk/deserttinks (DESERTLINKS: Policies for land use to
combat desertification) www.un.org/esa/sustdev/isd.htm (Indicadores de desarrollo
http://p-case.iata.fi.cnr.it/dis-med (DISMED: Desertification durable enunciados por la Comisión de las Naciones Unidas sobre
Information Systems for Mediterranean Europe) el desarrollo sostenible)

www.medalus.demon.co.uk (MEDALUS: Mediterranean www.ipcc.ch (International Panel Global Change)


Desertification and Land Use) www.unfccc.de (Convención Marco Cambio Climático)
http://www.icis.unimaas.nl/medaction (MEDACTION: Policies for www.earthobservatory.nasa.gov (Observatorio de la Tierra.
Land Use to Combat Desertification) Ofrece imágenes de satélites, datos, documentos, enlaces, noti­
http://www.science.plym.ac.uk/departments/geography/medafor/ cias e información copiosa y válida)
medafor.htm (MEDAFOR: medio ambiente, desertificación en la www.terra.nasa.gov (Satélite Terra de la NASA)
región mediterránea)
www.envisat.com (Satélite Terra de la NASA)
http://www.uniss.it/nrd/medrap/index.htm (MEDRAP: Concerted
http://earth.jsc.nasa.gov (Earth from Space)
Action to Support the Northern Mediterranean Regional Action
Programme to Combat Desertification) www.inform.umd.edu/geog/landsat

www.FreeLibros.org
www.unccd.int (United Nations Convention Desertification) http://spot4.cnes.fr (SPOT Satellite Earth Observation System)
www.fao.org/desertification/search/ (Food and Agriculture www.esa.int/ (Programa de observación de la Tierra y de su
Organization) medio ambiente de la Agencia Espacial Europea)
Erosión y desertificación
Heridas de la Tierra

Suelo, agua y ve g e ta ció n son recursos n a tu ra le s im p re s c in d ib le s ; p o r e llo , la


conservación a m b ie n ta l y el desarrollo económ ico deben te n e r un interés común:
su protecció n y buena gestión.
Entre los grandes problem as am bientales que atañen a casi la m itad de las tierras
emergidas d e l planeta, in cluye ndo buena p a rte de la península Ibérica, se hallan
la erosión y la d e se rtifica ció n .
La percepción y la evaluación de tales procesos, m anifestados en un descenso de
la fe rtilid a d n a tu ra l y la p ro d u ctivid a d b ioló gica d e l suelo, re su lta fu n d a m e n ta l
para e l e s ta b le cim ie n to de program as de gestión d e l te rr ito r io , de conservación
de los recursos s o p o rte de la vid a y para e l d e s a rro llo so ste n ib le .

Francisco López Berm údez es c a te d rá tic o de G eografía Física en la Universidad


de M urcia. E ntre o tro s cargos, en 1991 c o n trib u y ó a la fu n d ación de la Red de
E staciones E x p e rim e n ta le s de S e g u im ie n to y E v a lu a c ió n de la E rosión y
D e s e rtific a c ió n , LUCDEME-RESEL, d e l M in is te rio de M edio A m b ie n te , ha sido
presidente de la Sociedad Española de G eom orfologia y d ire c to r d e l In s titu to del
Agua y Medio Am biente de la Universidad de M urcia. Ha colaborado en la redacción
d e l Programa Nacional de lucha co n tra la d e s e rtifica ció n .
M ie m b ro de diversas sociedades c ie n tífic a s españolas e in te rn a c io n a le s , e
in ve stig a d o r p rin c ip a l en buen núm ero de proyectos de l+D fin a n cia d o s p o r la
Comisión Europea y el Plan Nacional, es a u to r de varios libros y más de doscientos
artículos sobre problem as am bientales, erosión y dese rtifica ción.

ni v o 1a

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