01 La Habitacion Indigena

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LA
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HABITACION INDIGENA
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LUCIO MENDIETA Y NUNEZ
DIRECTOR DEL INSTITUTO DE INVESTIQACIONES SOCIALES
DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

LA .HABir-f ACIO.N
INDIGENA

.M.ONOQRAFIAS DEL INSTITUTO DE lN'VESTIGACIONES SOCIALES


DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL At1TGNOMA DE .M.EX!CO
I.M.PRENTA UNIVERSITARIA . .M.EXlCO, 1939
._._.,
Este trabajo 'fué ampliado por su autor y lo
publica la Universidad Nacional Autónoma de
M ézico para presentarlo como uno: contribu-
ción al Primer Congreso· Americano de la Vi-
vienda Popular que se reunirá ·én la Ciudad de
Buenos Aires, Rep. Argentina, del 2 al 7 de
octubre de 1939.

Ds ~ 6778
OBRAS DEL MISMO AUTOR

1.-El Problema Agrario de México.--4" Edición, 1937.


1 .1 '
¡,
2.-El Sistema Agrario Constitudonal.-Explicación e interpreta<:ión del Artícu- 1

lo 27 de la Constitu<:ión de los Estados Unidos Mexicanos, en sus preceptos


agrarios.-1933. (Agotada). 1
1

• • 1

3.-El Crédito Agrario en México.-1933;

4.-Hacia una Nueva Escuela de Derecho en México.~1935.


i
:1
... 5.-Las Poblaciones Indlgenas de América ante el Derecho Actual.-2Q. Edición,
1936. .

6•......-La Universidad Creadora y Otros Ensayos.-1936.

7.-El Derecho Precolonial.-1938.


.
S.-Código Agrario, con anotaciones, concordancias, ju_risprudenda y formula-
rios.-1938.

9.-Vrilor Económico y Social Je las Razas Indígenas de México.-1938 •.


10.--..Lz Economla del Indio.-1938.
LA .HABITACION _INDIGENA
·Estudio presentado anÚ1 el Primer
Cángreso de Ingeniería Rural argani-
pa,do por la Con-federación Nacional,
Campesina en ·lq ciudad de Pachuca~
Hidalgo .. Marzo. f!e • 1939. Aprobado
por la Secci6n respectiva que reco-
mendó su publicación:

La construcción de la morada es una de las necesidades pri-


mordiales del hombre que todos Jos grupos humanos satisfacen de
manera semejante, pero no idéntica.
Es indudable que en la edificación de la casa influye princi-
palmenté él medio geogdfico, sobre todo en las sociedades primi-
tivas; pero no es este el único factor, ni" menos aún el determinan-
te en el estilo de las ·moradas del hombre.
"La tendencia a atribuir la forma de la habitación, dice el
a
doctor· Montandon, causas puramente- mesológicas, ha sido du-
rante largo tiempo tan viva, que aún ahora, muchas· personas no
suponen la posibilidad de que intervengan en ella otros factores".
Este autor· considera, por el contrario, que existe una correspon-
dencia muy precisa entre el tipo de habitación y lt!>s .ciclos cut..
turales 1
1 Dr. George Montandon. Profesor de Etnolog[a en la Escuela de Antrópologia·
de París. "L'Ologenesie Culturelle". Traite D'Etbnologie Culturelle. P~yo~. Patis. 193-4.
Pág. 310. '
8 LUCIO MENDIETA Y NÚ~EZ

.'
La h~bitación es, en ciert~'modo, un índice de la psicología de
1

los pueblos. Cada cultura crea u~ estilo propio de construcciones


que imprimen a las ciudfldes y a las sencillas aldeas, carácter y se-
llo peculiares.
· "La casa, escribe Oswald Spengler, es la expresión más pura '

,'
1

que existe de la r·aza. A partir del momento en que el hombre, ha- 1

ciéndose sedentario, no se cont~nta ·ya con un simple abrigo y se


,,¡·'
construye una habitación sólida, aparece esa expresión que, den- l:jdi !
tro de la raza "hombre"--elemento del cuadro biológico-, distin- 1:11:
gue unas de otras las razas de los hombres en la historia universal •'¡f'
propiamente dicha, corrientes de existencia preñadas de significa- J·
ción mucho más anímica, psíquica. La forma primaria de la casa . ' ·¡·¡ .1

: í·
es algo que ei hombre siente, que con el hombre crece, sin que .\.!¡.·
éste sepa nada de eil~. ·comq la concha del nat,ttilus, como la col- ;111'
'1 \1'

¡1 :
mena de las abejas, cQmo el nido de· los pájaros, posee la casa su
1
...evidencia interior ; y todos los rasgos de ¡as primitivas !=Ostumbres .·¡11
y formas de la existencia, de la vida c;onyugal y familiar, de la es- ,,
'
'
1

tructura colectiva, .se hallan reproducidos en la planta de la casa ! 1

y sus principales partes .' .. '' 1 · ¡· l


1

La habitación constituye, en consecuencia, uno de tantos fac-


tores para determinar la cultura de los grupos hum~nos, especial-
mente en las sociedades primi~ivas.
Las vicisitudes históricas, la economía y hasta las· ideas mo~
rales influyen en la construcci6n de los albergues, principalmente
·dentro de las primeras ·etapas sociales.
{ILas consideraciones de carácter SeXuai, atirma: Habetlandt,
han iilfluido en· ciertas ocasiones de un modo profundo en la distri-
bu~ión del hogar doméstico. En un pueblo de cultUra tan inferior
como los bubís de Fernando Poo pudo observir Osear Baumann
la exquisita precaución que se tenía a este respecto edificando cho-
:ta$ e~peciides para ~lbetgar durante la noche a muchachas y niñ.os~

l Oswald · Speng1er. ~<l.a Oecadeiicía. de .Occident~". Ttad. de M. G. Morente.


l!spasa-Calpe. 19 2 6. Vol. III. Pág. 171.
LA HABIT.&CIÓN INDfGENA 9

no pudiendo pernoctar en ·cada uná de ellas más que. un~ per-


sona". l ·

Es necesario advertir que ei solo estudio de la. habitaéión nO


es suficiente para determina'r la situación cultural de un grupo
humano,. sino como antes se ha dicho~ significa apenas un dato, im-
port~nte pero no único en tal deterln.inación.
"La arquitectura de la morada, dice Morgan, que se vincula
con la forma de la familia y el plan de vida doméstica, ofrece una
ilustración medianamente completa del progreso, desde el salvajis-
mo hasta la civilización". 2
Los fenómenos sociales son extremadamente complejos~ de tal
modo que resulta evidente. que e·s vana toda pretensión de reducir-
los a una sola causa o explicarlos por uno solo de sus diferentes
aspectos. .
Pero la misma complejidad de los hechos s_9ciales nos induce
a no desdeñar ninguna de sus manifestaciones por humildes q
pueriles que aparezcan a primera vista, siempre, naturalmente, a
reserva de que el análisis descubra posteriormente sti verdadero •
valor. ·
El estudio detenido de las habitaciones de un grupo social
puede llevarnos ·a:l conocimiento, según tenemos dicho, de sus·
ideas éticas, también de su domini<? sobre la naturaleza circundah-
te; de su habilidad.para hacer uso de los elementos que ella le brin-:-
da; de su carác~er en fin, que . se deriva de la comparación en-
tre .Jo que hace para satisfacer la necesidad de albergue. lo que y
podría hacer aprovechando debidamente los medios disponibles.
También deja d .hombre~· a· menudó, en la construcción· de
sus· habitaciones,. por' humildes. que: sean, señales de sus sentimien-
tos .artísticos y religiosos. . .

1 Michael Haberlandt. "Etnografía". Traducción de Ttlésforo de Atanzadi. Se-


gunda Edición. Edit. Labor, S. A. Pág. 6~.: ·

2 Lewis E. Motgan. "La· Sociedad Primitiva". · Biblioteca· de. ta Vniv.ersic!Jad ae


la Plata. 1936. Pág. 21.
.....
JO L{!CIO M.ENP.On:;~ Y NÚI'tEZ

. Tratándose de culturas pr~~tiyél:s o retrasadas en las que e~


menor la complejidad de los fenómenos sociales, podría intentar-
se una clasificación partiendo de ~as características. de su morada.
El doctor Móntandon, clasifica 1a,s habitadones humanas en las 1
1; .
culturas primitiva~, ségím tres p~ntÓs de vista: l. Aspecto general
de la habitación. ir." La· relación 4el techo a la pared, y PI. El
plan de la habitación. 1

Repartición de. la ~abitación según·

I n III ,¡
1

1
EL ASPECTO GENERAL: LA RELACION DEL TE· EL PLAN: ¡:,:
CHO A LA P~ED:
·1¡'1
1.-·El abrigo. l.-Habita e i ó n in- l.-Plan 1 i n e a 1 .. 1

completa ( abri- (recto, curvo o


go). irregular).
2.-Habitación · fija. 2.-Pared y te c.h o 2.-.Plan·circul~r.
... Choza y mansión. unidos. ,.
3........:.Habitación mó- 3.-Pared y techo se- 3.-.Plan cuadran- '
i
vil. Tienda. parados. guiar.
·:1
' 1

1,'¡
En seguida hace un estudio .deJas diversas clases de habita- 11
1

ción correspondientes a cada grupo y entre las interesantes consi- ·'


deraciones que le sugieren, tienen para nosotros particular impor- (1¡:
,,
tancia sus afirmaciones sobre que-la habitación circular·es cronoló-
gicamente la más antigua 2 y en cambio que "es evidente que la
habitación cuadrangular no es una morada primitiva, el
razona..
miento y el análisis cultural así lo Q.emuestran". 3
ConcJ.:uye su estudio sobre la habitación, clasificando los tipos
·1 i
de ella en los ciclos culturales y considera en el primero, corresp,on- 1

diente a las culturas ~rimitivas: el abrigo, el toldo, etc., en el ter-


1 Dr. Montan4on. Obra at. Pág. 292 •.
2 bt, M~~don. O'bra tit, Pág. ·29·6.
3 Dr. lVIontandon. Obra cit. Pig, 296. · 11
LA HABITACIÓN INDÍGENA 11

cero, ciclo del totem, la habitación de techo cónico, y en el corres-


pondiente a las culturas superiores, que ocupan los ciclos del VIII
al XII, las habitaciones cuadrangulares.
En esta monografía, que está fuertemente influída por una
tendencia de aplicación práctica a nuestro medio social, nos v~mos
en el caso de abandonar toda clasificación puramente etnológica
para intentar otra en la que el punto de referencia será el moder-
no concepto, la expresión actual de la casa en las civilizaciones su-
penares.
Creemos que es este el criterio que debe normar nuestra clasi-
ficación porque en México los grupos indígenas, si bien es cierto
.que se encuentran en un estado cultural retrasado y hasta algunos
de ellos, ·primitivo, también es evidente que han sufrido en mayor
·O menor grado, la influencia de la población de cultura europea y
de los medios de civilización: caminos, carreteras, :telégrafo; ferro-
·Carril, etc., etc., de tal modo que ya no son sociedades primitivas
puras, no corresponden a los ciclos etnológicos de manera perfecta;.
la lógica nos lleva a clasificarlos más bien según el grado de pene-
tración de la cultura y de la civiliza~ión europeas, que ofrecen
-en sus diversas manifestaciones sociales. Y la forma y la manera
de construir las habitaciones es una de ellas. Desde este punto
-de vista, colocamos en el lugar más bajo de la escaLa a los grupos
étnicos. que construyen albergues provisionales; en una situaci6n
inmediata superior estarían los que fabrican pequeños recintos es~
tables pero in,diferenciados, que lo tnismo sirven para colocar en
ellos ei hogar y preparar los alimentos que para dar cobijo a toda
la familia y hasta a lol:l animales ·domésticos; en una tercera etapa
~onsideraríamos a quienes viven en chozas que se componen de
·varios compartimientos para satisfacer distintas necesidades. Por
último, en grado vecino a nuestra éivilización actual, ·quedarian
.aquellas colectividades humanas que construyen cásas buscando
una distribución conveniente de sus diversas p~rtes con el propó-o
sito de .satisfacer necesidades spdales, morales, de higiene y de
·bienestar.
. 12 LUCIO MENDIETA Y NÚ~EZ

Clasificación de la habitación

l.-Abrigo provisional.
Cuadrangulares. ,
2.-Chozas indiferenciadas. { Circulares.

3.-Chozas diferenciadas . ·{ Circulares.


Cuadrangulares.
4.-Habitación compuesta de un conjun-
to de chozas .
S.-Casa indiferenciada.
6.-Casa compuesta de varios comparti-
mientos.

Esta clasificación se verá, a menudo, y con ello está dicho que


no siempre, confirmada por otras · características culturales. En
otras palabras, entre .las sociedades humanas que habitan abrigos
provisionales la cultura es rudimentaria y en los sucesivos grados,
una mejor habitación corresponde a un estado de cultura más ele-
vado.
Es necesario advertir que en la clasificación precedente con-
sideramos como chozas a todas las construcciones que tienen mu-
ros de madera, de carrizo o de cualquiera otro material que no sea
adobe, tabique o mampostería y techo de palma, de zacate, o de
cualquiera otro material no ligado a los muros en forma que cons-
tituya una sola unidad. La casa es toda habitación con muros de
adobe, tabique, madera o mampostería, con techo de azote~, de te-
rrado o teja o de otra clase; pero formando con el_ resto de la cons-
trucción, un solo cuerpo.
Toda clasificación puramente morfológica de la habitación, es.
superficial e insU:ficiente para derivar de ella conclusiones precisas ; .
eltl:nicQ-tCtit@tio firtrie sólo pued.e asentarse en el conocimiento e:x:ae;:-
to de d~rtos detalles esenciales d,e cada ·clase de construcciones"'
L A -- H A :ÍH T A C'I Ó N I N D 1G E N A 13

Decir que la habitación de tal o cual grupo humano es cuadrangu-


lar, no basta para determinar su situación dentro de la cultura
humana, porque entre dos habitaciones de un mismo tipo morfoló-
gico existen, a menudo, diferencias específicas.
La diferenciación de las habitaciones, si _ofrece, en nuestro
concepto, una referenci~ más estable para la 4eterminación de los
estados culturales, porque siempre está en relación estrecha con los
conceptos de carácter ético; religioso, artístico o simplemente de
bienestar que dominan en uria sociedad determinada.
Pér-o de todos modos se obtendría mayor precisión, aun desde
un punto de vista puramente etnológico, si se estudiaran los detalles
de construcción, las diferentes formas como cada raza, en las so-
ciedades primitivas o retrasadas, resuelve los problemas arquitec-
tónicos de sus humildes moradas y los de sus edificios religiosos o
públicos. Una investigación general, de esta naturaleza, está aún
por hacer •.

LA HABITACION INDIQENA EN MEXICO

En México el estudio de la habitación humana adquiere p~rti­


cular interés por cuanto viven en su territorio numerosos grupos
inc;lígenas de retrasada cultura.
En esos grupos encontramos una -gran variedad de habita-
ciones. y en muchos de ellos, la confirtr~ación de las generalizado...
aes que hemos hecho en el capítulo antecedente, respecto de la rela-
ción que existe entre la morada y el -estado de cultura de las socie-.
dades humanas. Así por ejemplo, los seris, que levantan: pequeños
jacales de· raí:ñas, eubiertos con láminas de. esponja y conebai de
.,,
1' tortuga, Uevart una vida nómade; dentro d:e determinado tetrit0. . .
f.
LUCIO· MENDIETA Y NÚfil"EZ

rio, el cmnpn~ndido en la Isla de Tiburón y una parte de la costa del


Estado de Sonora; no practic~n ·la agricultura, se alimentan. de
peces, de carne cruda,. su organización social es rudimentaria y en
general su cultura ofr,ece m11~hos aspectos de induda~le miseria
moral y material. L9s huichole!) construyen pequeños recintos de
piedra, de f.orma circular, .con puertas bajas y estrechas; en ellos
albergan a todá la familia, sirven de alcoba· y de cocina a la vez
y de· refugio pata los animales. Los huicholes trabajan en la agri-
cultura, tienen'una organización social primitiva, practican algunas
industrias, forman· centros ·poblados sedentarios.
1¡·'
En cambio, en.muchos pueblos de indígenas mixtecos, .zapote- 1'1

cas y aztecas encontramos casas compuestas de varias habitacio- ·.,1:¡·

';11
nes. Algunos pueblos tienen en sus casas, además del recinto en '11
1\
que duerme la familia, el teopanyintli (adoratorio doméstico), el
teocalli (cocina) y el cincalli ·o cuezcomatl (granero), y con fre-
cuencia el temascal o baño caliente.
En la mayoría de las habitaciones indígenas se advierte cier-
ta semejanza.. El jacal parece el mismo en todo el territorio de la
Rtpública; pero un estudio comparativo, etnológico, revela diver-
sidad muy extensa en cuanto a formas y procedimientós de cons-
trucción.
Lo que aparece evidente es la poca solidez, el descuido con
que el indio levanta su morada y la escasa atención que pone en
conservarla.
Así fué desde la época anterior a la Conquista, acaso por el
hecho de que las tribus indígenas que poblaron nuestro actual te-
rrito:Pio, llegaron a él después de largas peregrinaciones durante las
euales lev~taban albergues provisionales en espera de encontrar
su. asiento definitivo. También las guerras continuas, las invasio-
nes de otros gtupos étnicos que constantemente hacían presión so-
br.e los· primeramente instalados, fueron causas que determinaron
el ca~áttet transitorio de· las habitaciones. Ese carácter quedó, -
mis tarde, arraigado~ las costutnbres del indio. En otras pala..
LA HABITACIÓN INDÍGENA 15

bras, lo que en un principio fué para. el indígena obra de la necési-


dad, con el tiempo se transformó en una expresión de su cultura.
El Códice Florentino muestra difereJ;J.tes tipos de las habita-
ciones {le los aborígenes en -la época precolonial, desde las adap-
taciones de las cuevas para transformarlas en moradas, hasta los
jacalillos de madera, de adobe, con techos de tejamanil o de zacate
o palma, y las casas·de mampostería con azotea.
En las construcciones existían las diferencias impuestas, des-
de luego, por las condiciones económicas y además las que se de-
rivaban de ciertos conceptos sociales. ·Así por ejemplo, .según Ix-
tlilxóchitl, sólo a la tiobleza le est~ba permrtido construir palacios
con torres.
Én general las habitaciones de las .personas que .gozaban ·de
cierto acomodo, eran de adobe o de mampostería y estaban decora-
das en su exterior, con pintura blanca ·y dibujos variados.
Los pueblos de la época anterior a la Conquista deben .de ha-
ber ofre,cido a los españoles que pisaron por primerá vez estas
tierras, un espectáculo maravilloso.
Berna! Díaz del Castillo relata la llegada de los conquistado-
res al pueblo de Cempoal: "Ya que íbamos ~trando entre las ca-
sas, desde que vimos. tan gran pueblo, y no habíamos visto otro
mayor, nos admiramos mucho de ello; y como estaba tan vicioso y
hecho un verjel y tan poblado de hombres y mujeres las calles que
nos salían a ver, dábamos muchos loores a Dios que tales tierras
habíamos descubierto; y nuestros corredores del campo, que iban
a caballo; parece ser llegaron a la gran plaza y patios donde esta..
han los aposentos, y de pocos días según pareció, tenitindolos muy
encalados y relucientes, que lo saben muy bien hacer, y pareció al
uno de ellos de a caballo que era ·aquello blanco que relucia plata.
y vuelve a rienda suelta a decir a Cortés éotno tenían las paredes,
de plata. Y dofia Marina e Aguilar dijeron que seHa yeso o tal~
•,

16 LUCIO MENDIETA Y. NÚ:REZ

1
y tuvimos bien que reir de. su. plata e ·fr~nesí, que siempre después
decíamos que todo lo blanco les parecía plata"~ · 1 ·
Esta anécdota sirve para demostrar cómo en la época anterior
·a la dominación española, los pueblos indígenas de mejor cultura,
no estaban constituídos por una_ simple reunión de jacales sino que
habían llegado, en cuanto a construcción de habitaciones, a cier·
to grado de civilización. El mismo cronista nos muestra su admira-
ción ante las moradas de. los nobles mexicanos en las que se reunían
todos los refinamientos de la gran cultura azteca: " ~ : . y de cuando
entramos en,aquella villa de lxtapalapa de la manera de los pala·
_.cios en que nos.aposentaron, de cuán grandes y bienlabrados eran,
de cantería muy. prima, y la madera de cedros y de otros buenos
árboles olorosos, con grandes patios e cuartos, cosas muy de ver,
y entoldados con paramentos de algodón. Después de bien visto
·y
todo aquello, fuimos a lá huerta jardín, que fué una cosa muy
admirable vello y pasallo, que no me hartaba de mirallo y ver la
diversidad de árboles y los olores- que cada uno tenía, y andenes
llenos de rosas y flores· y muchos frutales y rosales de 'la tierra y
un estáP.que <le agua dulce; y otras cosas muy de yer que podían
entrar en el vergel grandes canoas desde la laguna Úna aber· por
tura que tenía hecha, sin saltar en tierra, y todo muy encalado y
lucido de muchas inarieras de piedr~ y pinturas en ella, que había
harto que ponderar ... " 2 ··
. Toda aquella grandeza desapa~eció y sólo persistieron; con el
pueblo humilde, las débiles construcciones, los jacales ·que apenas
son un refugio imprescindible contra la·s inclemencias del tiempo.
Ea las habitaciones indígenas influye indudablemente el me-
-dio circtllldante del que se toman los materiales para ·construirlas,
a$Í eomo el c;lima y en último- tér:ttüno las condiciones- económicas,
p~rque en éste, como en otros aspectos de la cultura del i,ndio,
predomina la costumbre.
. . -: ~:::- ~--_

l &en~at Piaz d~l C.a!ltillo. !'L!l C::!>-nqllista de la Nueva España"~


~- B.e~a1 PJ~2; del CutiUa. O'!;ra- ~it.

i'
LA HABITACIÓN INDÍGENA 17

Por su morfología, las habitaciones indígenas son de cinco da-


ses: abrigos; cuevas adaptadas para habitación, chozas redondas.
il con techo cónico; chozas de techos convexos; jacales y ca~as cua-
drangulares.
r Según puede apreciarse en el mapa correspondiente, la mayo-
ría de la población indígena de la República, vive en moradas de
forma cuadrangular. En algunos grupos aborígenes, se encuentran
casas de dos tipos: cuadrangulares y redondas, como entre los
mayas de Quintana Roo y los amuzgos 1, o bien cuevas adaptadas
para habitación y chozas cuadrangulares como entre los tarahu-
maras, lo que indica penetradones e influencias de otras culturas
que sería interesante estudiar.
Casi todas las familias indígenas poseen solares más o menos
amp~ios sobre los que construyen sus casas, que son, en general, ja-
cales de paredes de carrizo o de madera y techo de' zacate o de pal-
ma, en las regiones tropicales, o de muros de adobe o de piedra y
techo de tejamanil, de zacate, de palma, de tejas, en los climas fríos ..
En el altiplano, en regiones pobres, como en el Valle deLMez-
quital, del Estado de Hidalgo, por ejemplo, abundan los jacales
construídos con pencas de maguey, que apenas se levantan del suelo
a una altura indispensable para constituir el miserable cobijo de
toda una familia. Algunos pueblos de esta región sólo se descu-
·bren por las torres de la iglesia, pues el caserío, de habitaciones
chaparras, se oculta entre los arbustos espinosos y los pequeños
árboles. "
Los tarahumaras que viven en regiones extremadamente frías
del Estado de Chihuahua, construyen sus habitaciones de madera,
o de piedra, en forma tosca; algunos habitan en cuevas apenas
adaptadas para las necesidades mínimas del hombre. También los
pimas hacen uso temporal de cuevas p:ira vivir en ellas en ciertas
épocas del ano.
1 Esperanza M. de Pavía. "La Amuzgos". En el periódico "In.doamética", T~
l. Núm. 5. Mayo de 1938.

!'

18 LUCIO MENDIETA Y NÚ~EZ

· El hecho de que estos y otros indígenas del país habiten cue-


va·s, no debe tomarse como un signo de barbarie, ni menos aun
exClusivo del indio o de las raz~s de cultura inf~rior, pues se dan
casos de tarahumaras y de pimas que viven en cavernas y que no
obstante, saben leer y escribir.
En el Limburgo holandés, en Alemania y en Francia, tdda-
vía hace, poco tiempo eran habitadas las. cuevas en determinadas
regiori~s y en España "aun hoy son habitaciones humanas vari_as r,'

de ellas". 1
De acuerdo con las ideas expuestas en el capítulo anterior, las
habitaciones de las razas indígenas que viven en territorio mexi-
cano, pueden ordenarse en lás siguientes clases :

1 . Abrigos provisionales construídos con ramas y troncos


de árboles.
2. Cuevas adaptadas ligeramente para habitaéión.
3. Choza circular indíferenciada, 'de paredes de carrizo o.
troncos dé árbol o varas o de piedra y techo cónico de
palma o zacatón.
il
· 4. Choza cuadrangular, indifetenciada, de muros de carri-
zo, varas o troncos de árbol o madera y techo de dos
¡;'ti
1
o cuatro aguas, de palma, zacatón o pencas de maguey.
§ ·. Choza circular diferenéiada de paredes de carrizo o tron-
tos de árbol, de piedra o adobe y techo de palma o za..
catón.
6. Choza cuadrangular indiferenciada, con ~uros de ca-
rrizo o varas o troncos de árbol, revestidos de barro
o mezcla y techo de palma o zacatón. f
1 liabétlaadt. Obra cit. Pág. 69.
~CIALl!5
UNIVGSIDAD NACIOrtAL
IN5TlTUTODI!Df:L.&IMVOTIGACIOMf:>
1)15TQIBUOOM MOQF'OLOGIC4 O~ LA NAJ)JT400M IMDIGfNA.

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0t 00' YCUATRO 4GU4,._ 2!LZ
.;,.(lfOZ.4' CIRCUL4Rf' OE TE·
Cno COMICO. O . 1
·4-CttOZA' convr:xa'·- o ¡q. 1
.).(Ut.V4' 4D4PT4174' P41M
l:t4DIT4CIOr.t. · . • e o
LA HABITACIÓN INDfGENA 19

7.. Choza indiferenciada, co~ muros de piedras superpues-


tas, no pegadas con mezcla o barro; techo de palma o
zacatón.
8. Habitación intermedia ·o mixta, entre choza o casa, con
muros dé adobé, tabique o mampostería y techo de pal-
ma o zacatón. Habitación toda de madera, formada
con tablones labrados, en los muros y en· el techo, o
con techo de tejamanil.
9. Habitación diferenciada compuesta de varias chozas des-
tinadas a distintos servicios.
10. Habitación compuesta de un conjunto de cuartos mixtos
(muros de adobe, tabique, piedra, techo de palma o.
zacatón), o de cuartos de tablones de madera labrada.
11 . .Habitación indiferenciada, .muros de adobe, tabique o
mampostería, techo de azo~~a o de teja.
12. Habitación formada por un conjunto de varios cuartos
a recintos de adobe, tabique o mampostería, con azo-
tea o tejado y destinados a diversos servicios.

Esta clasificación no agota el número de combinaci~nes en


cuanto se refiere a materiales: Hay casas cuyos muros son de pie-
dra y el techo de pencas de ma:guey o tejamanil, otras de muros
y techo formado con pencas de maguey. En los lugares cercanos
a las vías de ferrocarril, se advierten casas indígenas de muros
de adobe y techo de lámina ; en fin, no sería posible hacer una
completa enumeración de los diferentes materiales usados por los
indios en la construcción de sus easas; pero la clasificación que
hemos hecho, comprende los más comúnmente usados hasta ahora.
La siguiente relación que hemos formado con datos de los
cuadros etnográficos inéditos del señor Alberto N. Chávez, mues-
tra las caract€rísticas de la habitación entre diversos .grupos in-
! .
20 LUCIO MENDIETA y NÚ~EZ

dígenas y hace posible una·apreciación cultural refiriendo cada ca-


so señalado a la clasificación antecedente, pero siempre con las re-
servas que tenemos expuestas.
Aun cuando hemos procurado completar el cuadro con· datos
obtenidos .en nuestros estudios e investigaciones personales, no
logramos reunir en él a todas las razas indígenas de México ; pero
el nlímero de las comprendidas es suficiente para dar una idea ge-
neral sobre el estado actual de la habitación indígena en México.

CUADRO ETNOGRAFICO DE LAS HABITACIONES


INDIGENAS
Raza .¡
Características de la construcción ,¡¡ 1

1: ~
':

AMUZGOS. Habitación: Casas de pared de ·adobe y teehos de vigas,


carrizos .y tejas. ·Casas-jacales de armazón de madera,
pared d~ varas, carrizos o palos, rellenos los intersti-
1 1
cios con zacate; acahual o yerbas y barro; techos de
dos aguas cubiertos de zacate de ·palma o caña.

AzncAs. Habitación: Construída con adobe o piedra ; de forma rec-


tangular, techos planos o bien de uno o dos declives,. ti'
::

cubiertos de zacate o pencas de maguey, Muchas tie-


nen su "temascal" o baño caliente. En Tlaxcala están
·divididas en tres construcciones : Teopa~zintli ( ado-
ratorio doméstico), el Tecalli (cocina) y el Cencalli
o Cu'ezcomatl (granero) .

.CoRAS. Habitación: En algunos pueblos las paredes son de piedra;


en otros, de ramas y pequeños troncos de árbol, es-
tando en ambos casos techados con palma.

CtnCA'r2COS.
H abiüzdón: Casas de adobe con techos. de terrado o de
tej'a:s, compuestas de tres o ~ás piezas, levantadas en
tertettó cuadrangular circuidas con muros de adobe.
LA HABITACIÓ·N· IND1GENA 21.

Raza Ca~cteñsticas de la construcción

J acales de armazón de madera,· pared dé varas, carri"'


zos o palos, rellenos los intersticios con zacate o yerba ·
y cubiertos. con barro; techos de caballete, de· madera
cubie.rtos de zacate, palma u hojas de pino-ocote. Tie-
nen hasta cuatro jacales y están circuídos de una cerca.

CHINAN'l'~CAS. Habitación: Casas con muros de adobe y techos de caba-


llete cubiertos con hojas de palma o zacatón. Casas
con muros de "yagua" (rajas de tallos de palmera),
tablas y otates; algunas con aparejo de barro y techos
de dos aguas, con cubiertas de hojas de palma o za-
catón.

CHA'tiNOS, Habitación: Casas de adobe con techos de terrado o tejas,


compuestas de 3 o más· piezas, dé forma ·rectangular
y circuídas cort muros· de adobe. Jacales construídos
con. armaz6n de madera, pared de varas, carrizos o"
palos, rellenos los intersticios con zacate, yerbas o ba-
rro, techos de caballete cubiertos de zacate. Estas ha-
bitaciones tienen hasta 4 jacales y están· circuídos de
una cerca de palos, plantas, árboles o piedras.

CHON'l'ALJCS. Habitación: De tres clases: 1~ Casas de paredes. de adobe


con techos de madera o teja en forma de 'Ca.ballete con
aparejo de zacate. 2" Casas de armazon de madera,
paredes de varas con aparejo de barro y techo de ca-
ballete con cubierta de zacatÓn o de palma. 3" Casas-
jacales con armazón de madera, p~red de varas y te...
cho de caballete con cubierta de palma o zacatón; tie-
nen ·hasta cuatrG departamentos ; estári circuídas con
una cerca de palos, piedras y plantas.

CHOCHOS, Habitación: Jacales de forma rectangular con horcones y


paredes de madera o carrizo y palma, con techo de
eaballete y también d.e madera y palma. Se encuenttu
rodeados por una cetta de plañ:tas llamadas ó~os.
LUCIO -MENOI-E.. Th Y. NÚ:ÑEZ

Raza <;:aractedsticas de la construcción

HuA~s. Habitación: J acales rectangulares construidos de madera,


cañas de otate y palma con que cubren los intersticios,
armazón de horcones; techos de caballete con vigas y
palos atravesados verticaL y horizontalmente, cubier-
tos con palma. y zacate. Generalmente están agrupa-
das en un gran espacio rectangular, techado y abierto a
cuatro vientos. Una barda de cañas circunda a estos
grupos,

Hú.A:Stt'ICCOS. Habitación: Parede& de varas o estacas colocadas verti-


calmente y cubiertas con mezcla de barro y paja; te-
chos cubiertos de palma y en declive. Casi todas tienen
temascales que difieren de los de Puebla y Tlaxcala.

HUlCHO~. H(Zbitación: Son circulares, construídas de piedras y con


techos de paja. La entrada es rectangular y tan baja
que es precisoagacbarse para, pasar. Nunca hay más
de un · cuoa.rto que sirv~ p~ra dormitorio, recibidor y
cocina.

KIKAPOOS, H (lbitación: Casas de madera cubiertas con ramas y este-


ra·s de forma convexa. ·

Habitación: De forma cuadrangular, de corta altura y


construidas eón troncos de arbustos unidos entre sí
por medio de fihras y techos de palma, car.rizo o za-
cate.

Habitación: De tres clases : 1' De muros de adobe y te-


cho de vigas y palma, con varios departamentos. 2' La
mitad están construidas con muros de adobe y la otra
mitad eón morillo$ de madera, puestos encima de mu-
ros, asegurados a las vigas horizontalmente del cua-
drilátero sobre el que descansa el caballete de madera,·
cubkrto. con palma o tacate. 3' Jacales con muros de
Qíatte; horcones y techos dé caballete : están cercadas
ºW. ·pa!Qs; pla.ntas- o pi~m~. ·
LA H'A B·I T A-CIÓN. 'IN D f-GB N A Z'3

Raza ;Cataétttísticas de la construcción ¡. ,.

MAYOS, H abitaéión: Jacale~. de tallos dé acotillo entrel~zados .so-


br~ un· armaz6n ·de 'post~s de palo blanco o mezquite
y techos de ramas con u:na capa de lodo.

MAYAS. Habitación : Construída con bejucos unidos entre .si por


medio de_fibras·y techo.s de dos aguas, de paja y hoja
de palma, de forma cuadr.ilátera. Presentan dos puer-
tas: una que da a la calle y otra al corral que está
drcuído -con. una cerca de piedras. :Son extremadarnen•
te· pequeñas y -bajas: El interit>r está cubierto de zacate.

Mrns. Habitación: De forma rectangUlar, más bien largas que


cuadradas, de dos o tres departamentos ; techos de ca-
ballete de ..zacate y aunque toscos, están hechos con
esmero, proyectándose un poco afuera de las paredes
alrededor de la casa y rematan por una especie de pei-
nes l') crestas que soliresalen del caballete.

ÜPA'l'AS. Habitació,_: Casa rectan~ulat


de piedra y adobe, con te-...
cho de cañas, ramas· de árbol, zacate y lodo, plano o
ligeramente inclinado.

Ü'l'OMf. Habitación: Jacales de adobe, piedras, pencas de maguey,


madera o caña de maíz.

PIMAS. Habitación: Casas de piedra, de madera y cuevas ryatura-


les ligeramente adaptadas, usando estas -últimas en
tiempo de aguas, Junto a sus habitaciones construyen
pequeñas celdas de techo cónico de zacate, las que uti-
lizan ~ra trabajar en· el tejido de palma y para guar-
dar sus utensiljQS <;le trabajo.

PÁPAOOS. R ohitaci6n: ·Chozas de adobe de· fottria. rectangular., tecl;tas


de zacatón o pajá cubiertos de harro con ligero declive.

,
1: 1
'1
·'24 LUCIO MENDIETA Y N'Ó':R'EZ
il!
Raza Caracteríiticas de la colllltrucci6n
li\¡
f.'
. ,¡,r
POPOI.OCAs:. Habitación: Jaeal~s hechos de ramaje, techos de pencas 1

de maguey, horcones de mezquite, quiote y hojas secas


del zotolín. · ··

S2RlS. Habitación: Jacales con armazón de tallos de acotillo so-


bre postes de mezqu1te, saguaro o palo blanco, sujetos :.i
· con fibras de maguey. Cubren el armazón con ramas
o conchas de tortuga, así como con láminas de esponja.

TARASCOS. Habitación: De dos clases: La primera de troncos de ár- :r.


:1),.,
bol con techos de cuatro declives, cubiertos con unos
tableros largos y estrechos de tejamanil; los aleros de
.atrás y del frente, unos más grandes que los de_ los
otros lados, y están unidos por cuatro caballetes. La
segunda, son casas de adobes, cubiertas por techos de
dos declives unidos a un caballete y revestido con tejas .
..
TARAHUMARAS. Habitación: Ja.cales que consisten de un techo sostenido
sobre cuatro palos, que pueden se.r simples cobertizos.
Cabañas hechas de tr,oncos.· Chozas de piedra y lodo,
techadas con tablas, paja o tierra y ·ias cavernas na-
turales.

bP2HUAN2S. Habitación: Chozas de troncos de árbol entrecruzados de


las esquinas. Techos de caballete sostenidos con hor-
cones y cubiertos de tejamanil con hileras de piedras.
Puertas provistas de quicios.

~!CANOs. Habitación: Consiste en una o dos estructuras bajas y


pequeñas construidas con piedras; techo de dos aguas,
armazón de forma .~uadrangula.t está hecho de carri-
zos y cubierto con zacate o yerbas. Algunas casas es-
tán rodeadas con cercas de piedra.

TR'i:QiUlS. · Htibitt:aci6n: Casa de carrizo y zacatón de fo~ ci:rc~at:


y con techos cónicos;
LA HABIT~ClÓN INDÍGENA

Raza Carac_terísticas de la construcción

'f-qBA.RltS •. HabiÚzción: Igt,tal que la de los Tarahumaras:

To'tONAcos. Habitación: En tierra caliente, de palma y carrizo; de


·adobes, en tierra fría. Generalmente están separadas
unas de otras por largos patios.

~A~CAS. Habitación: Casas rectangulares que constan de un solo


cuil,rto ampÍio, hechas con troncos de árboles como pos-
tes y muroS de carrizos o cañas, unidos entre sí con
tule o tiras de. cuero. Techo de cuatro declives, de los
cuale~ dos son de longitud mayor a los otros dos. Este
tipo de· casa ·se encuentra en las inmediaciones de Mi-
tia y ·Tlacolula ; pero en Santiago Guevea los techos
. tienen una indinación mayor que los anteriores. En
-T~huantepoo los patios interiores están techados en
parte con carrizo para .formar teja:vanes sin muros la-
te~a:les, que usan como lugar de descanso y sombra
y debajo de ellos suspénden sus hamacas.

RAZ~Á.S iNDIGENAS NO CONSIDERADAS


EN EL CUADRO ANTERIOR

Raza ·. Cáracterísticas de la construcción

CucAPAS. Habitación: Chozas· cuadrangulares, muros de varas, te-


chos de zacatón, llamado en la región "cachanilla", o
· de :lámina de ca.rtón con chapopote. Pisos de tierra
apisonada. Generalmente sólo tienen una puerta y ca-
recen de ventanas;

CH:oi;ts. Habitación: Jaca.les de muros de madera y techo de paj-a.

;MIX'l'.ltCOS. Habitación: Los. mixtecos ocupan una extensa r~gión en


la que hay variedad de climas y d;e m.atetial~s dé <;«;)11$,..
Raza · ·Caractetiuitas de la construcción

trucción, a, esto• 'se debe la diversidad de tipos de ·tíi-


bitación. En los lugares fríos está. formada por uno.<?
varios cuartos· oe ·mtttos de lidobe' con techo de caba-
llete revestido -de :tacatón, 'a veces con cierta gracia.
Los muros al :interior no están aplanados ni enjalbe-
gados. Este es el tipo más común, aun cuando tam-
bién se encuentran casas de paredes de catrizo. y te-
cho de teja, de' paredes de adobe y tejado, de mampos-
tería con azotea. · En ciertas ·regiones, como la de
Tlaxiaco, en donde hay bosques, las habitaciones son
· de muros y techos de madera, generalmente; en los
puntos tropieales, 1a. habitación es de paredes de carri-
zo o varas y techo de dos aguas, cubierto de palma o
·de zaeatón. ~n t.odo caso la forma es cuadrangular.
En la mayotla de los pueblos las casas se componen ·
de varias. habitaciones dentro de un solar convenien-
temente cercado.
'
~ '

TOJOLOBALES. Habitación: Jacales de forma cuadrangu~ar. Paredes de


carrizo. Techo de dos y cuatro agua~, de zacate o pal-
ma. _También ·conStruye-n habitaciones con muros de
piedras mal .ullidas eon lodo, dentro de un bastidor de
varas y techo de dos aguas, cubierto de tejas.

Tz~tL'l'ALltS. Habitación: J acales de forma cuadrangular. Paredes de


carrizo, techo· de dos y cuatro aguas, de zacat6n o de
palma.

ZoQtms. H abitaci6n: J acates tle varas revestidos de barro; pero


blattqueados y decorados ton rayas azules o rojas¡ te-
chos de paja. Otros jácales son de setos de caña y
techos de hojas. Hay· jaeales que tienen varios depar-
tamentos, inclusive la cocina, que siempre cuenta con
un horno de ·barro abovedado: t

t Roberto dt la Cl!tda· Sllva. "l:ás Zóquts'''. Ardeulo pllbticado en el diario "Bt


M~tltmal'".
16 dl!'tñáyo de 19'3·9. · · · · . : ·
Raza Características de 1~ constmcción

YAQUIS. Habitación.;· Jacales construidos con tallos espinosos de


acotillo (Franquiera Splendens), palos de mezquite,
_ramas y carrizos, enjartados con :una considerable capa.
de barro.
Del cuadro ariteced~nte se desprende, sin lugar a duda, que
.en general el indio concede muy poco interés a todo lo que se re-
fiere a su habitación, no ·obstante de que debería tener para él una
gran importancia, puesto que en ella pasa gran parte de su tiempo.
Desde que el sol se pone, el indígena se acoge al refugio de su ho-
ga:r, porque en los pequeños pueblos las diversiones son raras y
las relaciones sociales no son intensas.
La miseria de la habitación indígena no se debe tanto a la si-
tuación económica del indio como a su incultura . En muchos pue~
blos se .dispone de piedra en abundancia· y las casas tienen los mu-
ros construídos con este material; pe¡:o en cambio los techos son
·de zacate o de palma o de tejamanil. A veces los muros están edi-
ficados con mezcla y otras ocasiones por medio de una simple
.superposición; todo esto indica que hay elementos para edificar
buenas casas y que es la incuria del indio el motivo único de la
·pobreza de su hogar.
Acaso contribuye también en la poca atención que pone ··el
-indio para construir su casa, el hecho de que, contrariamente a lo
·que acontece en los centros urbanos, la casa tiene un valor comer-
cial muy bajo. Como casi todas las familias poseen una casa para
vivir, no hay demanda apreciable, ni por concepto de alquiler, ni
por cóncepto de venta. Nadie piensa, ·además, en vender la casa
en que vive, de tal modo, que la morada del indio está ptáctiqa-
mente fuera del comercio. En cambio el dinero en efectivo, el maíz,
él ganado-, la tierra que se siembra~ sí son para el indio válores
muy apetecibles.
Entre comprar una vaca o 'un· pedazo más de tierra que pr.o"
<lucen, a emplear sudinero en rriejorar la construcción d¡¿ su c:tsa
·28 LUCIO MENDIETA Y NÚ~EZ

que nada le produce, prefiere lo primero, tanto más, cuanto que


no siente n.ecesidad alguna dé confort o de refinamiento.

TRANSFORMACION DE LAS HABITACIONES INDIQENAS

Más que el aspecto etnográfico Y.~etnológico ·de la habitación


del indio, a nosotros nos debe preocupar la influencia que tiene
en su vida.
La mayor parte de las casas indígenas adolece de vicios fun-
damentales: Los pisos son de tierra apisohada, en general no hay
una conveniente distribución de las dependencias, a menudo en' el
mismo jacal en que duerme la familia, según se ha dicho, está el
fogón para preparar los alimentos y a corta distancia el corral
con los animales de labor y el ganado.
Las mujeres y los niños salen bruscamente del calor del fogón
a la intemperie, o bien, por las rendijas de las paredes de carrizo o
por el ma:l trabado techo de zacate, penetran las corrientes de aire,.
determinando las enfermedades del· aparato respiratorio.
Las deyecciones de los animales atraen las moscas y con fre-
cuencia contaminan los alimentos de la familia, así como los pro-
d~ctos alimenticios que suelen elaborar los indígenas, para su ven-
ta,_ provocando la mortalidad infantil y constituyendo un peligro
para otros sectores de la población de México.
Aparte de la promiscuidad a que obligan los pequeños jacales
y de otras consideraciones éticas, la·s circunstancias señaladas son
más que suficientes para poner de relieve la necesidad de procurar
una transformación radical y tan rápida como sea posible en las
habitaciones in~ígenas. .
Como el indígena es el mismo constructor de sus casas y comq,
dispone generalmente del material necesario para construirlas, todo
es· cu~estión de orientarlo y de. animarlo en una empresa que con-
sistiría funda~e:tJ:taltnente @fl que, con los mismos medios de que
LJ\, HABITACIÓN INDÍGENA

. ha dispuesto para levantar sus malhechos jacajes, construya. ~a­


sas mejor acondicionadas y más bien distribuídas.
Pero todo proyecto de construcciones realizable, en teoría
pura, con la pretensión de convertir a los pueblos. indígenas en pe-
queñas ciudades modernas, resulta, por ahora, en nuestro concep-
to, extemporáneo e inasequible. Aun cuando seguramente con me-
nos fuerza que la indumentaria, por ejemplo, es indudable que la
forma y la construcción de la casa están fuertemente arraigadas
en las costumbres, en la mentalidad del indio.
"No podemos, dice Durkheim, escoger la forma de nuestras
casas más que la de nuestros vestidos", y agrega, "el tipo de habi-
tación que se impone a nosotros no es sino la manera como todo
el mup.do alrededor de nosotros y, en parte, las generaciones an-
teriores, se han acostumbrado a ~onstruir sus casas". 1
Del propio modo que no sería posible imponerle el uso del
smoking o del fraque, por superiores 9úe sean a su ropa habitual,.
tampoco sería hacedero el obligarlo a construirse casas modernas
para satisfacer necesidades que no siente ni comprende. ·
El mejoramiento de la casa del indio se procurará partiendo.
de las posibilidades del medio físico y del medio social en que vi-
ve: más amplitud, mejor distribución, estricta higiene; pero res-
petando en lo posible, estilos y formas y sobre todo materiales.
El mejor aprovechamiento de los materiales disponibles, será Ja
base de la transíormación del hogar campesino.
La evolución del indio, en éste como en otros aspectos de su
vida, tendrá que operarse paulatin~mente, para llevarlo al plano
superior, pues de otro modo el fracaso es indudable.
D.esde luego no sería conveniente hacer un proyecto stan-
dard para la habitación del indio. Cada región requiere un pro-
yecto diferente de acuerdo con el medio biológico y con los mate-
1 E. :Durkl'leim. "La Sociologia Y las Reglas del Método Socio'lcSgicó", Ed. Cut~
tura. Págs. 47 y 48.
LUCIO MENDÍETA Y NÚ~EZ

r.iales que en ella puedan conseguirse sin desembolso o con u11


gasto míniJJ:Io.
Para .cáda reg10n podrían hacerse .varios proyectos tenien-
do en. cuenta que no es igual el estado económico ni la situación
cultural de todos los indígenas de una región, ni siquiera de to-
dos los indígenas de un mismo pueblo, y· por consiguiente existe
la posibilidad de que algunos construyan mejores casas que otros.
En cuanto á la mano de obra será necesario, si se quiere lle-
gar a una tr~nsforrnáción más o menos rápida de los pueblos in·
dígenas, que se formen entre ellos sociedades cooperativas en las
que la aportación principal consistirá en el trabajo personal.
En nuestro concepto esta es la más p;-áctica forma de conse-
guir la transformación de la casa campesina. En muchos pue-
blos indígenas es costumbre arraigada el que los vecinos se ayu-
den en las labores de sus respectivas parcelas, sin más retribución
que lo que en las Mixtecas se llama "el plato''; trabajar por el
plato~ significa ayudar a un vecino en las labores agrícolas a cam-
bio de los 'alimentos del día o los días de trabajo con el compromi-
so, por .parte de quien recibe la ayuda, de prestarla a su vez du-
rante el tiempo requerido para ello, a cambio de los respectivos
alimentos.
Es tan extenso el territorio nacional y de tal modo numero-
sos los pueblos indígenas, que la obra de transformación de sus
habitaciones aparece como de imposible realización. Para em-
prenderla sería necesaria la creación de un organismo central
con asiento en la ciudad de México, encargado de promover y
de orientar la acción general; organismos auxiliares en las capi..
tales de los Estados y Territorios de la República y en las cabe-
céras de Municipios·, conectados ·a su vez con ttn comité forma-
do por los vecinos .en cada región del ·respectivo Municipio.
Estudios p·revios determinarán los tipos, los materiales y mé..
todos de construcción más sencillos, pero eficientes, que deberán
adoptarse en cada región del país y en seguida, los comités de los
l,.A IiAB:IT;&CJÓN · I;NDt.Gl;N A 31

pueblos construirán en cada uno .la casa modelo y formarán la


sociedad de vecinos encargada de ir transformando S4S. hogar~s,
por riguroso turno designado por la suerte, de acuerdo con la ha-
bitación ejemplar. . · · · ·
Es necesario tener en cué~ta que muchos pu~blos, la mayo~
ría· de ellos, están construidos sin sujeción a un plan determinado
y por consiguiente es indispensable hacer una planificación de
tales pueblos previamente a la reconstrucción de las habitaciones,
pues de otro modo toda reconstrucción 'resultaría inconveniente.
Una legislación adecuada podría facilitar la reconstrucción
de las casas indígenas. señalando los lineamientos generales de la
organización que antes ·nemos delineado y haciendo obligatoria·
la adopción de ·los tipos regionales de casa, en toda nueva cons-
trucción por humilde que fuera.
Esta enorme tarea debe .emprenderse en bien de las razas in-
dígenas del país, porque sería, a no dudarlo, un factor poderoso
para civilizarlas y para mejorar sus condiciones higiénicas de vida~
De lo que hemos· expuesto sobre la habitación indígena deri•
vamos las siguientes conclusiones:
l.-La habitación de los grupos indígenas que viven en la
República Mexicana; es, en cuanto a · su construcción, general-.
mente, un reflejo del medio biológico por cuanto se refiere a los
materiales y de la cultura del grupo respectivo por . cuanto a la
forma de aprovecharlos y de adaptarlos a la satisfacción de las:
ne~esidades físicas y morales de la familía.
·'
II.-La habitación de la mayor parte de los grupos indíge-.
nas d~ México, se caracteriza por. su escasa solidez, por el pési..
mo aprovechamiento de los materiales disponibles, por su defec-
tuosa construcción que no defiende satisfactoriamente a sus mo-
radores de las inclemencias del tiempo, po-r su índif~renciación en
la mayoría de los casos, por la defectuosa distribución d~ &Us di..
LU~IO MENriiETA Y NÚ&Ez

versas partes cuando se trata de casas compuestas de varias de-


pendencias;

III.-La habitación tiene una influencia importante en la


expresión espiritual del hombre ; pero sobre todo. en el desarrollo
biológico de los grupos sociales. Siendo así, resulta evidente que
las deplorables circunstancias que ofrece la habitación del indio,
contribuyen a mantener sti atraso cultural y a determinar en gran
parte las enfermedades que elevan pavorosamente el coeficiente de
mortalidad en los pueblos rurales de México.
IV.-La influencia nefasta de la habitación del indio no sólo
se desarrolla sobre él mismo, sino que trasciende a sectores so-
ciales más lejanos, a otros pueblos vecinos, a las ciudades, al país ·
todo, si pensamos que pueblos de mal const.ruídas habitaciones,
antihigiénicas, son focos de enfermedades transmisibles en don-
de estas se vuelven endémicas o en donde las epidemias que suelen
recorrer ciertas regiones en determinadas épocas, encuentran
arraigo. Por otra parte, en muchos pueblos rurales se hallan es-
tablecidas pequeñas industrias de productos alimenticios en con-
diciones higiénicas deplorabLes y tales productos se expenden en
lugares muy distantes, hasta los que llevan todos los peligros que
se derivan de la falta de higiene de la habitación indígena.

V.-Existe, en consecuencia, un interés general, de todo el


país, en la transformación de la casa campesina, especialmente de
la casa del indio. La esencial modificación de esta,. al encalJ_zar,
en nueva forma las costumbres familiares de aquél, influirá en
fa elevación de su cultura y al mejorar las condiciones higiénicas
de su ·vida, en su desarrollo numérico, en· su mejoramiento físico.·
VI.---,En consecuencia, es indispensable promover la trans..
formación radical de la habitación campesina, especialmente de la
habitación del indio.
LA. HABXTACIÓN IN)>iG.ENA 33

VII.-Para conseguir esa transformación .será necesario for-


mar un Comité Central con residencia en la Ciudad de México,
Comités Regionales en cada Estado· y Comités Municipates conec- ·
tados con agrupaciones que se constituyan, de acuerdo con el ti-
po cooperativo, entre los vecinos de cada uno de los pueblos ru-
rales.
VIII.-La transformación de la habitación rural se llevará
a cabo de acuerdo con los modelos regionales que sean aprobados
por el Comité Central, previo el estudio de las condiciones bioló-
gicas y sociales respectivas. ji
1'
IX.-En la transformación de la habitación indígena se pro-
curará el aprovechamiento de los medios de cQnstrucción que pue-
dan conseguirse fácilmente, y las construcciones se desarrollarán
conforme a instrucciones extremadariu~nte sencillas, abordables
para la mentalidad del campesino, procurando respetar, en cuan-
to sea posible, los estilos y las formas de construcción acostumbra-
das. en los pueblos.
X.-Una legislación especial reglamentará la organización y
el funcionamiento de los diversos organismos encargados de pro--
mover, de dirigir y desarrollar la transformación de la habitación
campesina. (/

XL-Antes de intentar la reconstrucción de las habitaciones


indígenas, en una región determinada, se llevará a cabo una in-
tensa propaganda educativa en las escuelas y de convenc~miento
entre los adultos para obtener la cooperación voluntaria indispen-
sable en la magna obra social que se proyecta; pero en todo caso,
será necesario vencer, con cierta energía, las resistencias injusti-
ficadas teniendo en cuenta que se trata de una cuestión de interés
público.
- __ .. ------

·'
TIPOS DE HABITACION INDIQENA

1
1

l
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·-; ~··

---------------------------
---------

/'

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' ,.

··'
Casa habitac ió n de mampostería y azotea. Epoca precolonial. Códice Florentino-

J acal ind ígena de la época precolonial. M uros de ma dera, techo de zaca te . Códice Florentino.,
J aca l indíg ena con muro de
adobe. Epoca precolonial.
Códice Florentino.

Jacal indí ge na de la época precolonial.


M uros de adobe , techo de tejaman il.
Códice Flo ren t ino.
Tipo de habita ción indígena en
las Mixtecas. T eq u!s tepec. O ax .
Tipo de ·habitación indígena zapotcca
del Valle de Oaxaca.
Tipo de habitación indígena
zapoteca del Va11e de Oaxaca.
Habitación indígena otomí. R.egión de
Ixmiquilpan, Hgo .
/
1
Tipo de habitaci ón indí ge na en las Mixtecas de Oaxaca , Puebla y Guerre ro.

U na casa en Miltepec, Oax .


Tipo de habitación indígena en
el Estado de Morelos.
,. /
Tipo de h abitación de indígenas
mazahuas. San Miguel Tenoxti-
tl án, Estado de México.
Habitación indí gena zapoteca.
Zaachila, Oax.

Jacal en construcc10n . Cuyotlán,


Oax. Habitación indígena.
/
1
Ti po de habitación indígena.
·m ixteca mu y humilde, en Mil-
tcpet , Oax.
Tipo de habitación de in-
dígenas mexicanos. Zaca -
poaxtla , Puebla.
_....,
/
Tipo de h abi ta ción indíge na
mi x teca , en la reg ión de Tla-
xiaco. Oax.
Otro tipo de habitac ión
indígena otomí. Región
de Ixmiquilpan. Hgo .

...---- -,-- - - - - ------- -·- --·-·-·--.- -- -

l 1
Tipo de habitación indígena
de los huastecos. San Luis
Potosí.
Otro tipo de habitación indíge-
na huasteca . San Luis Potosí.
Tipo de habitación de indígenas ma-
zahuas. San Miguel Tenoxtitlán. Atla -
comulco . Estado de México .

Tipo negroide de habitacion es indí ge-


nas triquis. Oaxaca.
/
1
Habitación indígena de la Mix-
teca alta, Oax .
/
1
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FECHA DE DEVOLUCION

El lector se obliga a devolver este libro


antes del vencimiento de préstamo señala-
do por el último sello.
F1219
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M44 UNAM 6778
INST.INV. SOCIALES

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