La Filosofía Como Una de Las Bellas Artes
La Filosofía Como Una de Las Bellas Artes
La Filosofía Como Una de Las Bellas Artes
La filosofía no es un ejercicio mental objetivo, exterior y esperanza de hacer que se conecte con todo lo demás»
abstracto, ajeno por completo al que lo realiza, indiferente y al que denomina «especialista en ver cómo las cosas
a la pasión existencial que está en su mismo origen. La se relacionan unas con otras». [...] Me parece que esta
radicalidad de la filosofía consiste en su radicación idea del filósofo como nexólogo está presente de diversas
existencial. La filosofía es cualquier cosa menos una maneras en toda la tradición filosófica. Los medievales
distracción inocente. Otras disciplinas del pensamiento hablaban de que la inteligencia es poner en relación;
pueden hacerse a espaldas de la vida o influir legein, para los griegos, significa «trabar»; como la
escasamente en ella, rozándola apenas en una posterior metáfora, alude a una conexión entre lo que parece
aplicación. Un científico puede conducirse conforme con heterogéneo. [...]
unas normas mientras ejerce su profesión y por otras
cuando vive. Ese dualismo es perfectamente soportable. No puede —o no debería— trazarse una línea de
En filosofía, no. Un filósofo no es solo un pensador, sino separación estricta entre la filosofía y la literatura. Si este
también y fundamentalmente un hombre real. Su modo planteamiento tiene actualmente una cierta carga
de pensar es inseparable de su modo de ser. Nietzsche polémica, se debe a la coyuntura en que nos
lo destacaba con una fuerza singular, frente a cualquier encontramos. La racionalidad está pensada, hoy en día,
actividad del pensamiento que se oriente exclusivamente según el modelo de la ciencia positiva. Esta restricción es
a la elaboración de un producto intelectual. El producto un empobrecimiento frente al que no se debería
del filósofo es su vida (antes que sus obras). [...] reaccionar despidiéndose de la razón, sino flexibilizando
el concepto de razón. Propongo que se tome en serio la
La filosofía es un modo de vivir que surge desde la idea de que, antes que cualquier disciplina metódica, la
existencia y vale lo que vale para ella. [...] Esta racionalidad hunde sus raíces en lo que los
subjetividad de la filosofía no significa desistir de la fenomenólogos llaman el mundo de la vida; en
búsqueda de la verdad; significa caer en la cuenta de que disposiciones como el gusto, el encuentro, la
la verdad no se da sino en un contexto existencial. Que permanencia, la celebración, el olvido, la desaprobación,
la subjetividad comparezca inevitablemente en la la queja, el reconocimiento hay más indicaciones de valor
presencia de una teoría es una señal de su inevitable para el saber y el actuar que en todas las prescripciones
realidad, algo que el relativismo y el dogmatismo ignoran, metodológicas. El arte de la vida es la reflexividad común
al celebrar uno esa relatividad como incorregible, donde que la filosofía prolonga y profundiza, todo lo contrario de
el otro no ve nada que corregir. una hostigación permanente de las certezas y los hábitos
fundamentales.
Al filósofo le corresponde un papel de aclaración y
orientación en el saludable caos de la cultura. Orientar La racionalidad estética —la experiencia estética que se
significa «señalizar el camino», nunca despejar las hace presente en nuestras estimaciones de gusto— no
incertidumbres o ahorrar el esfuerzo de andar. [...] El es una forma paralela de racionalidad; es más bien la
filósofo —sin ser el árbitro que declara concluido el urdimbre de todas ellas, a las que confirma o reprueba.
encuentro o el juez que dictamina la sentencia— es el El gozo estético es una experiencia que nos asegura
único voluntario disponible para arriesgar su ya escasa consonancia o inadecuación con el mundo, por lo que
reputación en una situación especulativamente peligrosa, tiene una función reflexiva que no está al alcance de un
de la que es casi imposible salir sin haber hecho el gran esfuerzo científico ni puede establecerse con una
ridículo o perecer, y que espanta a los que tienen un precipitada moralización. Prescindir de la experiencia
prestigio bien acreditado. [...] estética sería renunciar a un medio de conocimiento
insustituible, lo que no puede permitirse cualquiera, y
Los diversos espacios de la cultura son autónomos, pero mucho menos en una época de certezas escasas. [...]La
no completamente autosuficientes. El filósofo es el estética no es un sustituto de la racionalidad, sino más
guardián de la interdisciplinariedad. Allí donde las bien su expansión y ensanchamiento, una su
ciencias se ven obligadas o guardar silencio, cuando receptividad.
surge el desconcierto y la dificultad, la filosofía asume el
riesgo de dar alguna razón más. [...] D. Innerarity, La filosofía como una de las bellas artes.
Madrid: Ariel, 1995.
Pienso que nuestra época pide al filósofo que sea lo que
Rorty ha llamado un intelectual de uso múltiple, que no
tiene «problemas especiales» por resolver ni tampoco
dispone de algo así como un «método» específico y que
«está dispuesto a opinar sobre cualquier cosa con la