Evaluación Psicológica Lecciones Introductorias - Carmelo Ibáñez
Evaluación Psicológica Lecciones Introductorias - Carmelo Ibáñez
Evaluación Psicológica Lecciones Introductorias - Carmelo Ibáñez
SEfMCI() EDITOAW.
LECCIONES INTRODUCTORIAS
EVALUACION PSICOLOGICA
LECCIONES INTRODUCTORIAS
A mis alumnos.
Y a mis maestros.
INDICE
Introducción................................................................. 13
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capítulo donde se podrá reflejar matiz.adarnente la complejidad de la materia en estudio,
así como los avatares asociados a la idea de situación crítica que hemos avanzado. En
cualquier caso, el progresivo mayor ajuste por parte del evaluador a la metodología
científica se ve recompensado por la expectativa de mejores resultados. La
disponibilidad de instrumentos de evaluación debidamente contrastados, en última
instancia están llamados a potenciar la capacidad perceptiva del evaluador, acrecentar
la precisión, así como el almacenaje y organiz.ación de la información recogida a lo
largo del proceso evaluador. Obviamente la enorme expansión de las variables
analiz.adas en la evaluación, conlleva la necesidad de un mayor esfuerzo de ekzboración
interpretativa por parte del evaluador.
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población (evolutivamente "distinta") de la infancia, adolescencia y vejez. De esta
forma se intenta dar una visión más completa de la materia de la Evaluación
psicológica y ofrecer unas ideas que orienten en el empeño de adaptar los
conocimientos sobre la evaluación a las poblaciones mencionadas. El interés de abordar
este capítulo conecta con la importancia que en la actualidad cobra la evaluación del
cambio (evaluación dinámica, en la terminología de Feuerstein), que se produce a lo
largo de todo el ciclo vital. Son amplias las perspectivas que dichas ideas abren en la
línea de los tratamientos educativos, de salud, terapéuticos y de otras formas de
canalización de la influencia social por parte de los psicólogos.
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CAPITULO 1
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BASES CONCEPTUALES
y
DESARROLLO HISTORICO
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l. BASES CONCEPTUALES Y DESARROLLO HISTORICO
Introducción
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cognitivas que se encuentran comprometidas con la formación de impresiones y la
emisión de juicios sobre las personas; b) los procedimientos orientados a recabar
información sobre personas; y c) el proceso de sistematizar dicha información,
organizarla e interpretarla (Pelechano, 1977). Pues bien, la conjunción e integración de
la diversidad de acepciones plasma de un modo acabado la inherente complejidad que
entraña la tarea de evaluar en psicología.
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1.1. La Evaluación Psicológica y conceptos armes
1.1.1. Medición
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medir es una operación más indirecta que la que se da en las ciencias naturales, que
exige asignar simbolos numéricos a determinadas magnitudes, atributos o
acontecimientos. "El científico no toma para examen unidades de estado preexistentes
a ese examen; más bien, con sus estrategias, con su método, con sus instrumentos de
observación, de experimentación y de medida, las crea"- (Fierro, 1981, p. 10). El
objetivo de la medida es originar una puntuación precisa en relación a alguna variable
(Kline, 1985).
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manifiestas a escalas cuantitativas utilizadas en los tests mentales en general. Los
principios psicométricos deben regir en toda medición científica (Femández-Ballesteros,
198le).
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error típico de medida que contempla el modelo clásico de los tests).
Por otra parte, Sattler (1988) se refiere a otras fuentes de errores cometidos en
la administración y calificación del test, factores personales circunstanciales (actitud,
motivación del examinando, empatía del examinador... ), cambios ambientales extremos,
experiencia en la aplicación por parte del psicólogo y / o en la realización por parte del
sujeto examinado, etc. No podemos tampoco ignorar las tendencias de respuesta que se
dan en la contestación a los cuestionarios psicométricos y no psicométricos de
personalidad (deseabilidad social, aquiescencia, etc.)
Aunque no sea más que a título enunciativo, apuntamos los tipos básicos de
escalas de medida o formas de asignación de números a aspectos o relaciones empíricas
existentes en psicología. Estas son las escalas nominales, ordinales, de intervalos y de
razones. Cada una de ellas tiene su utilidad distinta. Las nominales simplemente para
identificar variables. Las ordinales para ponerlas en orden jerárquico. Las de intervalo
contienen una unidad de medición e intervalos iguales. Las de razón contienen una
unidad de medición y un punto cero (Sattler, 1988). En las ciencias de la conducta, la
mayoría de las escalas son ordinales y algunas de ellas de intervalo, y su origen, por
tanto, es arbitrario (Amau, 1978).
Dichas escalas varían en base a la relación existente entre los números asignados
y los valores que adopta el fenómeno que se pretende medir (Vizcarro y Arévalo, 1990).
La utilización adecuada de las unidades de medida varía asimismo en función del tipo
de escalas a que pertenecen: por ejemplo, la posibilidad de realizar determinadas
operaciones aritméticas con ellas (ver Stevens, 1946, en Bartolomé, 1978, p. 116) y la
propia interpretación de los datos, van unidas a su conocimiento diferenciado.
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entre las unidades de medida y las propiedades de lo que deseamos medir, la objetividad
o precisión de los aspectos medidos, la utilidad de dichas medidas para los fines de la
evaluación, por ejemplo, y el significado o sentido concreto que adquieren las
mediciones psicológicas en función del contexto donde se producen (variables
motivacionales, socio-culturales, etc).
1.1.2. Valoración
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elatos o cuantificaciones. Al aplicar el paso interpretador sobre los elatos derivados de la
medición, se tiene en cuenta los criterios u objetivos marcados. Por ejemplo, la
valoración de programas o intervenciones sociales, en que se miden las variables
implicadas en el proceso y se analiza el éxito o fracaso, es decir, su mayor o menor
eficacia. Se está generalizando la idea de que todo programa de acción social ha de ir
acompañado de una fase de valoración del mismo (Martorell y Lillo, 1990, Fernández-
Ballesteros, 1987, 1992).
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* Transformar los objetivos en variables observables (definición operativa)
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más ajustado a efectos de llevar a cabo la estimación de los tratamientos y cambios, así
como de programas e intervenciones sociales. Una vez diferenciados los objetos a los
que se refieren técnicamente estos dos términos, en nuestra opinión no se ve la ventaja
que pueda ofrecer utilizarlos de forma intercambiable.
Para terminar, señalamos que valoración, por una parte, amplía el significado de
medición psicológica y a la vez es una acuñación oportuna y útil que testimonia el
enriquecimiento o expansión de las tareas que históricamente se han venído realizando
en el ámbito del psicodiagnóstico.
1.1.3. Evaluación
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Evaluar es "examinar el grado de adecuación entre un conjunto de informaciones y un
conjunto de criterios adecuados al objetivo fijado, con el fin de tomar una decisión" (De
Ketele, 1980, p. 17). Por consiguiente, la evaluación rebasa la medición, sea por
aplicación de tests u otras técnicas, ya que connota la integración y valoración del
conjunto de la información recogida en la exploración de personas. De ningún modo
cabe identificar evaluación psicológica, ni siquiera psicodiagnóstico, con mental testing
(Femández-Ballesteros, 1980, 1983, 1992, Maloney y Ward, 1976, Matarazzo, 1976,
Pawlik, 1979, Silva, 1983, Weiner, 1972).
Una vez hechas las matizaciones sobre lo que entendemos por medición, no
consideramos de interés contraponer conceptualmente la idea de medición con la de
evaluación, al estilo de la diferencia marcada por Dorsch (1976), quien señala que "en
la evaluación se aplica a lo percibido, en vez de instrumentos de medida, un sistema de
relación interior, que se ha formado a base de experiencias anteriores" (p. 357). Por el
contrario, somos partidarios de incluir la idea de medición, debidamente acotada y
matizada, como un proceso inherente a la evaluación psicológica. "La evaluación
psicológica consiste, fundamentalmente, en la cuantificación de fenómenos psíquicos"
(Pichot, 1994, p. 117).
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otra parte, cabe realizar algunas formas de evaluación que no conllevan necesariamente
mediciones, como puede ser el caso de determinadas evaluaciones psicológicas cuyo
objetivo sea descriptivo. En este sentido hay que recordar que una de las significaciones
de evaluación es la de formación de impresiones y emisión de juicios acerca de los
demás (Pelechano, 1988a).
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