Retiro Adviento para Catequistas - Aún Hay Esperanza para Ser Catequistas
Retiro Adviento para Catequistas - Aún Hay Esperanza para Ser Catequistas
Retiro Adviento para Catequistas - Aún Hay Esperanza para Ser Catequistas
Para Catequistas
Objetivo
Escrutar en nuestro interior la verdadera necesidad de una luz que nos alumbre para vivir este advien-
to con intensa esperanza, al igual que María, mujer del adviento, mujer que supo esperar en cuerpo y alma
la venida del Mesías.
Necesitaremos:
Biblia
Velas una para cada participante y otras más para alumbrar un camino
Mesa con pesebre grande donde quepa la Biblia
Bolsas de papel para hacer luminarias como en la imagen
que se muestra abajo
Fotocopia del hoja anexa para los participantes
Si hay presbítero preparad todo para la exposición del
Santísimo. (En caso que no hubiese se omite la exposición pero las
otras oraciones se hacen).
Oración de Disposición
Guía: El tiempo de adviento es un tiempo favorable, es tiempo de buenas nuevas, la Iglesia nos propo-
ne prepararnos para la segunda venida de Jesús y conmemoramos su venida histórica, por lo tanto ¡hay
motivos para alegrarse! Por lo cual todo nuestro entorno se engalana con luces, regalos, e ilusiones de
unión familiar, de alegría compartida, de fe viva. Es un tiempo de gracia y de mucha esperanza, que tiene
su fundamento en el amor de Dios; sin ser insensible a las realidades de desesperanza e increencia, que se
propagan por todas partes.
Para disponermos comenzamos tomando consciencia de la presencia de Dios que esta siempre con noso-
tros y en nosotros…
Ecos –estos argumentos se hacen escuchar pero como de fondo (voz en off ) que no se
Máscaras vea la persona que lo está leyendo, mientras tanto desfilan las máscaras, cuando se va
mencionando cada una y luego se quedan estáticas mientras pasan las otras.
Soy el miedo, cuantas veces me he propuesto paralizar tu esperanza, eliminar tus pro-
yectos aún antes de comenzarlos. He logrado apagar tus ilusiones por miedo a que
Miedo no salgan bien las cosas. Te hago perder la esperanza en tus propias capacidades para
que no des lo que puedes dar.
Soy el estrés, cuantas veces andas por allí contagiado de mi asedia, te hago correr
para hacer las más cosas posibles, saturo tu mente y contamino tus emociones, me
El estrés desahogo en tu carácter y no te doy tiempo para ser amable. Acabo con tu esperanza
porque no te doy tiempo para disfrutar el presente, y te agobio para no pensar en el
futuro.
Soy el prejuicio, me instalo dentro de ti, ¿cuantas veces he acabado con tu esperanza?
la he derrocado dentro de ti, porque te hago juzgar de forma negativa antes de que
Prejuicios las cosas sucedan o de que la persona se expreses; provoco que no creas ni esperes
algo mejor, ni de ti, ni de los otros.
Soy la crítica negativa y rechazo en ti la esperanza por ingenua, e ignorante, no sabe
nada de la realidad… me he propuesto rechazar al que tienes frente a ti, con algunas
palabras de desagrado ante lo que es y hace. Te hago creer que aquello que no va de
Crítica acuerdo con tu parecer, seguramente esta mal; con frecuencia te hago estar inconfor-
me con todo y con todos… porque pudiera ser todo mucho mejor si te consultaran o
hicieran caso…
Soy la envidia y me gusta provocar la división por rivalidad, por baja estima de algu-
no, por desear lo que otros logran y no estar conforme con lo propio, cuantas veces e
Envidia doblegado tu esperanza porque impido que te alegres de los logros del otro, porque
te provoco descontento con Tigo mismo. Te hago desvalorarte a ti mismo, para que
envidies lo que el otro tiene.
Preguntas para Expresar en el Grupo
¿Cuál de las máscaras crees que es más común? ¿por qué?
¿Crees que estas mascaras realmente nos están asfixiando la esperanza, o nos hemos ya acostumbrado
a vivir con ellas?
¿En tu vida pastoral, cuál crees que te hace más ruido? o ¿o hay otra que no esté aquí?
Anécdota. opcional
Guía: Tal vez tenemos una espera ansiosa pero la cual no somos capaces de dar nombre, o no somos ca-
paces de pronunciarnos y gritar quiero que amanezca, y pedir ayuda al Espíritu, para que amanezca en
nuestra noche interior…
Escucharemos un mini-relato de una espera ansiosa
En espera ansiosa…
Narrador: Eran las dos de la madrugada cuando timbró el teléfono de la esperanza, era un joven con un
ataque de ansiedad que pedía ayuda…
Joven: _¿Alguien puede hacer algo por mí? Tengo miedo a esta noche interminable, tengo no sé cuántas
horas esperando que amanezca, porque no amanece aún, ya no soporto la noche quiero que amanezca,
tengo miedo estoy solo, mi familia “pasa de mi“ (me ignora) porque yo paso de ellos(ignoro), a todos los
de casa.
Tel. de la esperanza_ Permítme… (no la deja continuar)
¡Auxilio! no quiero morir de pánico… la noche se alarga y cada vez más silencio, nadie se mueve, y el ruido
de las calles disminuye; hasta siento que me falta el oxígeno, ansío que amanezca… no estoy preparado
para morir, necesito que alguien venga a ayudarme.
Necesito alguien en quien creer, alguien a quien esperar, alguien a quien amar… no quiero estar solo.
Reflexión Personal
1. ¿Hay en nuestra vida tinieblas, oscuridad, o ansiedad
que nos quitan la paz?
2. ¿Nos abruman las tinieblas del pecado que hacen cada
vez más densa la noche?
3. ¿Tenemos esperanza de un amanecer, anhelamos la luz?
4. ¿Sabéis lo que es pasar de la tinieblas a la luz, os intere-
sa dar el paso, o acaso os acostumbrasteis ya a las tinie-
blas?
5. ¿Realmente esperamos en Alguien capaz de llevarnos
de las tinieblas a la luz?
Dinamica (Opcional)
Preparad un cuarto obscuro con una guía de velas apagadas y conforme van entrando van encendiendo
las velas a su paso, hasta que se forme el camino y se sepa a donde les lleva, (al fin del camino se pone un
pesebre con la Palabra de Dios.
Palabra de Dios
Guía: Ahora nos colocamos todos en torno a la Palabra
Monición: haced un breve silencio para preparad vuestro interior, sosegad el Espíritu y dejad que Dios
prepare nuestro terreno personal y nos hable al corazón
Se enciende la luz y se lee solemnemente
“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande;
habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz les brillo.
Acreciste la alegría, aumentaste el gozo; se gozan en tu pre-
sencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse
el botín. “Porque un niño nos ha nacido un hijo se nos ha
dado…” (Is 9, 1-2.5)
Dejamos unos momentos para interiorizar la Palabra, para que
la Palabra repose en nosotros y nosotros en ella….
Puntos de Reflexión
El pueblo que caminaba en tinieblas… entonces, no estaban estáticos estaban en camino; pero no veían, segura-
mente no podían avanzar mucho… y además la oscuridad suscita el miedo, a la tristeza, y arrastra… a la depresión, a
la desesperanza, al sinsentido, etc. pero a un pueblo que tiene fe, a un grupo de catequistas que sabe a dónde va, no lo
detiene la noche, ni las dificultades…
Nadie disfruta más del día que aquellos que han caminado durante la noche, muchas veces el caminar en oscuridad
o en tinieblas nos lleva a perder la esperanza, más sin embargo, es el tiempo de la esperanza, ¡hay mucho por ganar!
¡Cuantos más caídos estamos más nos queda por alcanzar! El aquí y ahora, a veces parece que nos está desangrando
y poco a poco con tantas ideologías anti-evangelicas nos quita vida… Pues allí esta nuestro reto como catequistas y
como Iglesia, ¡no nos podemos quedar estáticos! como si la noche tuviera la última palabra, tenemos un clamor que
hacer, unas cadenas que liberar, unas máscaras que eliminar, una mañana que esperar, un sol que anhelar. ¡Ven Señor!
Porque la luz ha vencido a las tinieblas.
Porque los catequistas no podemos callar que hemos visto una gran luz, una luz ha resplandecido sobre nosotros, y
estamos alegres; eso nos cambia la vida y da sentido a nuestro caminar…
El sentido originario del adviento era esa espera paciente y permanente del sol; el fuego de la hoguera era como
una pequeña chispa de sol que es todo fuego. El adviento nos dispone a poner brazas en la hoguera mientras el sol no
está. Cada año preparamos y rememoramos una venida histórica de Dios hecho carne. Mas su Encarnación no es sólo
histórica es presente y actuante en efecto y vida porque se sigue entregando cada día en la eucaristía; pero es solo el
comienzo, en comparación de la venida del amor en plenitud que nos abrazará con su fuego inextinguible, al fin de los
tiempos (La Segunda venida del Señor).
María es la mujer profeta que se acerca a Isabel
y con su saludo despierta el fruto de su vientre
y el crío salta de alegría en su vientre. ¡Ojalá
que durante este Adviento hayamos sido
descubridores de la vida, y no encubridores
de la la vida profética que Dios ha derramado
en nosotros! ¿Por qué a veces vemos la vida
de los que viven con nosotros como algo
repetitivo, como algo que produce cansan-
cio? No entristezcamos al Espíritu y sembre-
mos esperanza, ganas de vivir. Es lo que el
Señor quiere.
Mi Respuesta a Dios
Guía: Después de escuchar la Palabra, después de haber visto nuestra realidad circundante, y las amenazas
contra la esperanza. Es hora de actuar como catequistas como mensajeros y portadores de esperanza.
Escucharemos un canto y elegiremos alguna frase, que nos impacte o motive a la esperanza…
Escuchamos el canto: “Inventando la Esperanza” de Víctor Sánchez Cebreros.
https://www.youtube.com/watch?v=JJ2cXO5shn4
De manera espontánea como lluvia de palabras, se dicen las frases elegidas, no importa que se repitan.
Oración Final
Heraldos de luz y esperanza. Toda Palabra de Dios pone en marcha la fe. Toda Palabra de Dios acogida en
fe pone en marcha la oración. No tenemos nada que decirle a Dios si Él no nos da sus palabras. María nos
ha enseñado a guardar la Palabra con fe, sin que la desesperanza nos venza.
Presbítero o Guía: (dirigiéndose a los catequistas y tomando la imagen del Niño Dios)
Catequistas, Sois el rostro concreto del Jesús que anunciáis
Sois luz de la tierra,
Sois mensajeros de esperanza
Sois luz en medio de la oscuridad
Id y alumbrar, con la luz de Dios encarnado
No escondáis vuestra fe
Es hora de alumbrad el mundo
Sois luz para el despertar de los niños
Sois luz para el conocimiento de los chicos
Sois luz en la confusión del adolescente
Sois luz en la decisión del joven
Sois portadores de la luz de Dios con nosotros: “Emanuel”.
Tomad el signo de la luz y llevad a Cristo a ese rincón del mundo donde solo vosotros
llegareis, porque Crist se fía de vosotros y os envía… ¡Id y alumbrad! (cada uno toma
una vela encendida).
Todos: (una vez que tengan todos su vela, responderán las siguientes frases que están en su
hoja)
En tu nombre Señor, seremos heraldos del Evangelio, buena nueva para la humanidad…
En tu nombre Señor, seremos luz para los niños, adolescentes y jóvenes que nos has
confiado…
En tu nombre Señor, Seremos testigos de tu amor que nos ha cambiado la vida…
En tu nombre Señor, seremos catequistas, heraldos de fe y esperanza. Amén
Bendición con el Santísimo
El retiro termina con esta bendición con el Santísimo, en caso de que no haya Presbítero, se concluye con
la oración final.
Este es el material anexo para el catequista.
¡SOMOS CATEQUISTAS, PORQUE AUN HAY ESPERANZA!
¡Señor aquí estamos!
Los catequistas siempre en camino;
Somos catequistas en camino, porque aún hay esperanza…
no importa que caiga la noche, porque aún estamos vivos,
porque aún parpadean nuestros ojos, porque aún late nuestro corazón.
¡Señor aquí estamos!
Somos catequistas caminando en la noche porque tenemos el don de la fe,
la lámpara de la fe nos alumbra, su luminosidad nos atrae.
En medio del caos y la oscuridad, hay una luz,
es la luz de la fe , la esperanza y el amor que nos ilumina.
¡Señor aquí estamos!
Somos catequistas con esperanza,
No ingenuos, ante la deshumanización que nos circunda,
No ciegos, ante la descristianización en la sociedad,
Aún tenemos la audacia y coraje para profesar una fe viva; por que aún hay esperanza.
Somos catequistas con los ojos bien abiertos,
para ver la bondad originaria de todo ser humano,
porque toda persona es capaz de amar y ser amada.
Somos catequistas que contemplan las bondades y misericordia de Dios,
porque aun creemos en el amor.
¡Señor aquí estamos!
Somos catequistas con esperanza porque anhelamos un mañana mejor;
porque aún creemos en el ser humano,
porque esperamos en Ti, que has vencido a la muerte y el pecado,
y creemos que el poder del tu amor es y ha sido más fuerte que la muerte.
Vamos caminando… aún estamos vivos, vamos caminando… aún hay esperanza.
Vamos caminando porque tenemos un clamor dentro de nosotros: ¡Ven Señor Jesús!
Reflexión Personal
¿Hay en nuestra vida tinieblas, oscuridad, o ansiedad que nos quitan la paz?
¿Nos abruman las tinieblas del pecado que hacen cada vez más densa la noche?
¿Tenemos esperanza de un amanecer, anhelamos la luz?
¿Sabéis lo que es pasar de la tinieblas a la luz, os interesa dar el paso, o acaso os acostumbrasteis ya a
las tinieblas?
¿Realmente esperamos en Alguien capaz de llevarnos de las tinieblas a la luz?
Tomad el signo de la luz y llevad a Cristo a ese rincón del mundo donde solo tu llegarás, porque
Cristo aún se fía de ti y te envía… ¡Id y alumbrar! (les da la vela encendida)
En tu nombre Señor, seremos heraldos del Evangelio, buena nueva para la humanidad…
En tu nombre Señor, seremos luz para los niños, adolescentes y jóvenes que nos has confiado…
En tu nombre Señor, Seremos testigos del amor de Dios que nos ha cambiado la vida…
En tu nombre Señor, seremos catequistas, heraldos de fe y esperanza. Amén.
La siguiente respuesta es para las proclamaciones -que cada uno elaboro en personal-.
Porque somos catequistas, mensajeros de alegría y esperanza