Doctrina. Acciones y Sentencias de Declaracion de Mera Certeza (Chiovenda)
Doctrina. Acciones y Sentencias de Declaracion de Mera Certeza (Chiovenda)
Doctrina. Acciones y Sentencias de Declaracion de Mera Certeza (Chiovenda)
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GIUSEPPE CHIOVENDA.
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ceso la certeza' jurídica y no otra cosa.
Es ésta, verdaderamente, la función más elevada del proceso civil; el mismo
se nos presenta aquí" en lugar de en la figura violenta y dura de un organismo
-¡'raducción
SUMARIO:
del italiano por SANTIAGOSENTís MELENDO.
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de coacción, en el aspecto más perfeccionado y más afinado de puro instrumento
de integración y especialización de la voluntad expresada en la ley sólo en
forma general y abstracta; de facilitación de la vida social mediante la elimi-
1. Concepto. - 2. Precedentes. - 3. Derechos mo<lernos: a) Derecho alemán y derivados;
b) Derecho anglo-americano; 'e) Francia e Itali.; J) Otros países; Holanda, Rumania, Fin-
'-J; nación de las dudas que obstaculizan el normal desarrollo ,de las relaciones ju-
rídicas. Asegurar a las relaciones de los hombres la certeza, prevenir los actos
landia. - 4. Dificultades de la acción de declaración de certeza. El interés suficiente. "-
5. La legitimatio aJ eansam. - 6. Importancia teórica del tema. ti!
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ilegítimos en lugar de afectarlos con el peso de gra;es responsabilidades, ¡he
3quí un cometido bien digno del proceso de un pueblo civilizado! Y es, además,
1. Concepto. ~ ésta la función más autónoma del proceso. Con respecto a los bienes que pueden
óconseguirsetambién fuera del proceso, el proceso se,presenta como un instituto
El nombre de jugemimts déclaratoires (sentenze d'accertamento, Feststellungs- .secundario y subordinado, como un remedio para el incumplimiento de los obli-
urteile, declaratory judgments) comprende lato sensu todos los casos en los que gados. Pero la certeza jurídica es por sí misma un bien, y este bien no puede
la sentencia del juez no puede tener la continuación de la ejecución forzada. conseguirse fuera del proceso; el mismo tiene en el proceso su única fuente.
En este amplio significado está comprendida toda la masa de las sentencias que ~ln¡
rechazan la demanda del actor, y la de las sentencias constitutivas: las primeras ~ 2. Precedentes.
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declaran la inexistencia del derecho hecho valer en juicio; las segundas declaran
la existencia del derecho a la modificación del estado jurídico actual, modifica- Roma conoció bien pronto esta forma autónoma de tutela jurídica. En el
ción que no se realiza por medio de la ejecución forzada, sino que se actúa proceso clásico servían a este fin las formulae praeiudiciales o praeiudicia. "Los
ope legis en virtud de la declaración del juez. i1:ot Romanos -he escrito en otro lugar- llamaron praeiudicia a estos juicios, por-
En un sentido más restringido, el nombre de jugements déclaratoires indica que, ordinariamente, la sentencia que en los mismos se obtenía estaba destinada
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aquellas sentencias que acogen la demanda del actor, cuando éste no tiende a la 3 ser normativa de juicios sucesivos, y formulae praeiudicial,es a aquellas que el
realización de su derecho, sino que se limita a pedir que sea declarada la exis- pretor en estos casos concedía, formulae sin condemnatio y compuestas ,de la
tencia del derecho propio o'la inexistencia del derecho ajeno (declaración positiva
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sola intentio. Las fuentes son ricas de casos en los que se reconocía este interés
Q 'negativa). Es una forma también ésta de actuación de la voluntad de la ley, 11-
il1: en obrar para la mera constatación de relaciones o de hechos jurídicos, y se
porque el objeto del proceso es siempre' la actuación de la voluntad de la ley en el . fi concedían estas formulae praeiU<iiciales,que se convirtieron después en las aetiones
caso concreto, y la primera etapa en el camino hacia l~ actuación de éste, como de ~f praeiudiciales del derecho justinianeo; sobre todo en cuestiones de estado (y se
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toda voluntad, es precisamente la formulación de la voluntad en modo exterior y 'fó comprende puesto que el estado es una relación por excelencia normativa de otras
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preciso. Esta formulación se encuentra también en las sentencias que ordenan al relaciones'y de futuros juicios), pero, además de éstas, en los.casos más variados
demandado realizar una prestación a favor del actor (sentencias de condena) ; éstas, ,de falta de certeza jurídica. La situación de hecho que daba lugar a aquella falta
por consecuencia, son, también y ante todo, sentencias de declaración de certeza, .de certeza, y, por consiguiente, al interés en" accionar para eliminarla, estaba
en las cuales la declaración judicial del derecho tiene una doble función, la de crear ,ordinariamente constituí da por una controversia extrajudicial, ya porque alguno
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pretendiese tener un derecho frente a otra persona, ya porque negase el derecho
(*) Relación general sobre el tema Les jngements Jéc1aratoires, presentada al Congreso
Internacional de Derecho Comparado, celebrado en La Haya del 2 al 6 de agosto de 1932. Pu- .de esta persona frente a él. El praeiudicium de parf1t agnosc,endo, concedido a la
blicada en Rivista Ji dir. proe. civ., 1933, I, págs. 3 y sigtes. mujer embarazada, después del di~orcio o constante matrimonio, presuponía evi-
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ACCIONES Y SENTENCIAS DE DECLARACIÓN DE MERA CERTEZA 531
dentemente que el marido hubiese declarado no querer' reconocer a la criatura por En el derecho italiano medioeval se formaron los dos famosos procesos provo-
nacer como hijo suyo, porque negase haberlo engendrado o porque, en absoluto, catorios (juicios de jactancia o de difamación) ex lege diffamari y ex lege si con-
discutiese la validez del matrimonio (fr. 3, H 2-5, Dig. de partu agnose. 25, 3). tendat. Se trata de acciones de declaración de certeza de forma particularísima,
Negada la paternidad, podía hacerse uso en interés del hijo, además del remedium evidentemente de origen germánico (como la acción para el reconocimiento de
alimentorum, del praeiudicium (de patria potestate) edicto perpetuo proposilum escritos y el procedimiento de proclamas públicas o edictal), que se apoyaron en
(L. 9, Cad. de patr. potest .. 8, 36). Si alguno que se encontraba en estado de dos textos de las fuentes completamente mal interpretados, como a menudo ocu-
servidumbre pretendía ser libre, o si alguno pretendía que otro que se encontraba rría a los institutos de la práctica, respondiendo a reales necesidades de la vida,
en estado de libertad fuese su siervo, eran aplicables al caso los praeiudicia an liber que, para conservarse, en el florecimiento de los estudios del derecho romano, to-
sil, an servus sit (fr. 7, ~~ 5, 10-12, Dig. de liberali eau. 40, 12). Si el que se maban forma romana. La lex diffamari (L. 5, Cad. de ingenuus manumissis, 7,
decía patrono pretendía de otro, cuasi liberto, servicios u obediencia, encontraba 14) se refiere a un juicio sobre la libertad del ciudadano; y no habiéndose pre-
aplicación el praeiudicium an ingenuus sil (fr. 6. Dig. si ingenuus, 40, 14; fr. sentado en el mismo la parte contraria a sostener la negación del estado de liber-
14, 18, Dig. de probat. 22, 3). Pero, en otros casos, el interés en accionar para la tad de otro, se le ordena abstenerse para el futuro de toda molestia. Por el con-
declaración de certeza dependía de la falta objetiva de certeza de'la relación ju- trario, la provocatio ex l.ege diffamari supone una jactancia (iactatio, diffamatio)
rídica, como cuando, habiendo el padre prometido indeterminadamente la dote, se que alguno haya hecho de un derecho en daño ajeno. El difamado llamaba en
accionaba con el praeiudicium quanta dos sit (Gayo, IV, 44). O bien dependía juicio al autor de la jactancia pidiendo que se le señalase un término para hacer
de un vicio inherente a la relación: así el sponsor o el fidepromissor en los treinta valer en juicio el derecho de que se jacta (provocatio ad agendum); transcurridO'
días siguientes a haber prestado la garantía podía accionar contra el acreedor con inútilmente ese término, el juez ordenaba al demandado el perpetuo silencio sobre
el praeiudicium an praedictum sil, para hacer declarar si antes de la asunción de la pretensión (impositio silentii): mediante esta imposición quedaba en sustancia
la garantía el acreedor le hubiese manifestado abiertamente, de acuerdo con la ley declarada la certeza de la no existencia del derecho del cual se había jactado. La
Cicereia, el objeto de la gar;ntía y el número de los cofidepromisores o cofiado- lex si contendat (L. 28, Dig. de fideiuss. 46, 1) concede al fiador, citado para
res; quedando él, en caso de declaración negativa, liberado, encontrándose defen- el pago de la deuda total, la facultad de 'pedir la división de la acción si existen
dido contra toda futura acción (Gayo, III, 123). Así también se reconocía un cofiadores solventes. A base de esta ley fué admitido el fiador a provocar al acree-
praeiudicium al deudor para la declaración de certeza de la ilegalidad de la venta dor para accionar a fin de poder así hacer valer la excepción de división de la'
de sus bienes (fr. 30, Dig. de reb. auet. iud. possid., 42,5).
acción, excepción que se habría perdido si los fiadores, con el transcurso del tiem-
"Todos estos casos (que no eran los únicos, ya que Gayo al enumerar algunas po, hubieran llegado a ser insolventes. Pero este remedio, en forma de provocatiO'
formulae praeiudiciales, agrega et aliae complures) acreditan la frecuencia con ad agendum, y combinado con el remedium ex kge diffamari, se fué .sucesivamente-
que el proceso romano cumplía la función de declaración de mera certeza" e). aplicando a otras excepciones y se convirtió en un medio general para obt~ner
En cuanto a los documentos judiciales greco-egipcios, los mismos nos presen- con la impositio sil.entii una sentencia declarativa de la inexistencia o invalidez de
tan ejemplos de típicas acciones de declaración de certeZa. En el papiro Magd. ~4 relaciones jurídicas, aun antes de que la otra parte pretendiese hacerlas valer en
del 221 av. Cr. (Mitteis, Chresto1l1, pág. 245, n. 224) el padre de Sópoli, menor juicio. Estos juicios provocatorios pasaron, con el derecho común italiano (lla-
de edad, pide que sea declarado nulo un documento librado por'su hijo a la pros- mado derecho romano-canónico) a los países en que éste fué recibido.
tituta Demo, conteniendo una ficticia obligación de mutuo por mil Dracmas,
Es procedente aquí observar que en Grecia, donde los textos romano--
nunca desembolsados, y, por consiguiente, en realidad una donación disfrazada.
bizantinos han continuado siendo de aplicación inmediata, la acción de-
Es sin duda la acción, absolutamente moderna, de simulación relativa. Igual-
clarativa ha sido reconocida en su forma romana genuina. Aun hoy (se-
mente, en el papiro Reinach 7, del 141 av. Cr. (Mitteis, Chrestom, pág. 11, n. j gún la relación especial de los señores prof. Constantin Triantaphyllo-
16). Céfalo demanda que sea declarado nulo un quirógrafo librado a Lisi~rate con
la obligación de pagar veinticuatro talentos, precio del vino comprado diciendO'
que éste estaba ya enteramente satisfecho; y un documento por un pretendido
,
I poulos y doctor Georges Economopoulos), la jurisprudencia -a falta de-
reglas generales sobre la materia- aplica las reglas de las acciones pre-
1, judiciales del derecho romano-bizantino para justificar el principio de:
resto de precio de diez talentos, sosteniendo que Lisicrate lo había arrancado a
que se pueden pedir el reconocimiento o la declaración en juicio de la
los parientes de Céfalo: aquí se pide una sentencia declarativa de la no existencia
existencia o no existencia_de un derecho o hecho cualquiera: hasta probar-
de una obligación por pago realizado y de otra por falta de causa.
que se tenga en ello un interés legítimo. Por lo que concierne a la com-
(1) Véase CHI'OVENDA, L'idea romana nel -proeesso civile moderno, en Riv. dir. proe. civ .• petencia y al procedimiento, se aplican las reglas del procedimiento or-
1932, 1, pág. 319. -
dinario.
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Al examinar la posición tomada por los derechos modernos frente a la caso de declaración de certeza que el derecho francés ha ofrecido como
'función de declaración de certeza del proceso civil, divido estos derechos en tres modelo y como punto de arranque para la acción de declaración general
seguridad tal que amenace la condición jurídica del actor y que justifique la conmigo un contrato válido, en fuerza ,del cual quizá por el momento
necesidad de una inmediata aclaración aun sólo para obtener de ella una norma no es debida todavía prestación alguna; o cuando mi arrendador o mi
para su futura conducta, como en el caso 'de negación de su derecho o de jac- principal niega la validez de mi despido: y yo quiero procurarme la
certeza sobre este punto, antes de tomar otras medidas, por ejemplo, an-
tancia de derecho por parte de otro, o en el caso de que exista peligro de
prescripción. tes de concluir un nuevo contrato de locación o de servicio. La acción
de declaración de certeza es aquí, según los casos, positiva o negativa.
Sustancialmente idéntica es la norma del reglaménto procesal civil austríaco
El objeto de la sentencia de decla'ración de certeza es, según los
(~ 228); mientras el reglamento húngaro ha adoptado la siguiente fórmula:
principios, una relación jurídica (el matrimonio, la paternidad, la per-
«cuando la declaración de certeza se presenta como necesaria para asegurar la
tenencia a una sociedad, la existencia de una locación o de un contrato
condición jurídica del actor frente al demandado" (~ 130).
de trabajo, la propiedad u otro derecho real corno una hipoteca, un usu-
En su relación especial el profesor Kisch, de Munich, recuerda que
fructo), o bien un d,erecho de obligación (contra qui~n pretende que
según el ~ 294 del 'proyecto de un nuevo reglamen,to procesal alemán,
mi deuda a favor de él no haya sido todavía pagada, acciono para la
el texto actual quedaría simplificado así: "El juez puede pronunciar
declaración de certeza de que la deuda ya no existi), o bi~n un dere-
sobre la declaración de certeza de la existencia o inexistencia de una re-
lación jurídica sólo cuando el actor tiene un interés jurídico' en la de-
cho potestativo (por ejemplo, un derecho de despido). El objeto puede
ser la relación jurídica entera (existencia de una locación) o una mo-
claración de certeza inmediata". Observa el profesor ;Kisch que en esta
dalidad singular suya (la duración). Normalmente una relación jurídi-
nueva fórmula se abandonaría el inciso relativo a la declaración de
certeza de la autenticidad o falsedad de una escritura, y añade que en ca presente. Pero, a veces, también una relación pasada, cuando, de su
(5) Remito al lector que desee conocer en su integridad esta meritoria Relación sin esp~rar
(2) BAYER, Theorie der summarisehen Prozesse naeh den Grundsiitzen de~ gem. deutsehe1}
Reehts, ~~ 51-61. la publicación de las Actas del Congreso, a la Colección al cuidado del profesor HEYMANN, Den-
(3) Begrünáung, págs. 183, 184. tsehe Landesreferate zum lnternationalem Kongress fiir Reehtsvergleiehung im Haag 1932 (apén-
(4) ROSENBERG,Lehrbueh des deut~ehen CPR, S 85, JI. dice al año VI de la Zeitschrift für ausliindisehes und internationales Privatreeht, 1932)..
ACCIONES Y SENTENCIAS DE DECLARACIÓN DE MERA CERTEZA 535
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eventual precedente existencia, puedan todavía derivar consecuencias una causa, principal, ordinariamente para el cumplimiento de una pres-
jurídicas actuales (por ejemplo, contra una sociedad que pretende de tación, se niegue la relación de cuya existencia o inexistencia depende
mí el pago de la aportación social por el año pasado, acciono para la la prestación hecha valer. Tel es la relación de filiación con respecto a
declaración de certeza de que yo no he sido nunca socio). A veces tam- la acción de alimentos; la relación de sociedad, con respecto a la de-
bién una relación futura (como cuando se niegue la validez de un con- manda de aportación social; la cualidad de heredero con respecto a la
tra to de seguro que debería ser puesto en vigor el año próximo). La acción de pago de un crédito hereditario; la propiedad, con respecto a la
relación cuya certeza se ha de declarar se referirá, por lo general, a acción con:fesoria; el crédito, con respecto a la acción hipotecaria. Pue~to
las partes; pero puede también referirse a un tercero (como cuando que en sÍ, la sentencia no haría cosa juzgada sino sobre la acción prin-
entre cedente y cesionario se discute sobre la validez de la cesión). En cipal, la ley alemana (~ 28 O) reconoce a cada una de las part'es el interés
todo caso, pues, relación concreta: no se puede, por ejemplo, accionar en accionar para la declaración de certeza de la relación prejudicial con-
para la declaración de certeza de la ley en abstracto aplicable a una trovertida, de modo que se extienda también a ésta la cosa juzgada. A
esto provee la demanda de declaración incidental de c,erteza (Zwischen-
. sucesión; se debe, por el contrario, accionar pidiendo que se declare si
Ticio o Cayo es heredero, y Ja cuestión de la ley aplicable constituirá feststelh:mgsklage). Se tiene aquí una combinación de sentencia de decla-
una premisa, no el objeto de la declaración de certeza. ración de certeza y de sentencia de condena.
,Objeto de la sentencia de declaración de certeza no puede ser (apar- Por otra pa.rte, no existe normalmente interés en accionar para la
I te el caso excepcional de la autenticidad de un documento) un simple mera declaración de certeza, y no se debe admitir la respectiva acción,
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hecho, aun cuando sea jurídicamente relevante. No se puede declarar cuando la parte puede conseguir la certeza jurídica por otra vía, y pre-
!
que fuéconcluído un contrato, sino que existe un contrato válido; ni cisamente en juicio de condena. La economía de los juicios se opone a
que Ticlo ha cometido un delito, sino que él es responsable de los daños; que pueda accionar para la declaración de certeza quien está en situación
ni que una mercadería es defectuosa, sino que se tiene derecho a -devol- de accionar con la acción de condena: igualmente el demandado no tie-
verla; ni que Cayo ha sido admitido en una sociedad, sino que es miem- ne necesidad de pedir en vía de reconvención l~ declaración negativa de
,bro de esta sociedad; ni que ha existido una cohabitación entre Mevia y certeza, esto es, de la inexistencia de la deuda, ya que el mismo resultado
Sempronio, sino que Sempronio es padre natural. Una acción dirigida a puede obtener con la absolución. Pero cuando no cabe la condena por
la declaración de certeza de uno de estos hechos jurídicos, debe inter- imposibilidad de determinar la suma (daños derivables, pero no toda-
pretarse posiblemente como dirigida en realidad a la declaración de vía manifiestos, de un accidente) se admite entre tanto la acción para
declarar la certeza de la responsabilidad, tanto más si es inminente la
certeza de la relación.
prescripción. Y, en general, pueden ser objeto de declaración de certeza
Pero la acción debe limitarse a los casos de necesidad práctica; esto
las obligaciones no vencidas todavía; a menos que se trate de aquellos
es, se necesita un interés jurídico, o sea un interés razonable en eliminar,
casos especiales en los que la ley admite la condena in futurttm, casos en
mediante decisión judicial con eficacia jurídica, un estado de falta de
los cuales se admite solamente esta acción, así que a la extensión que
certeza o de discusión que se refiera a los hechos u obligaciones de las
aquí recibe la acción de condena corresponde la limitación de la acción
partes. No bastaría un interés meramente moral, o científico o de
amistad. Si Ticio me acusa de haber estipulado con Cayo un contrato de declaración de ce;teza.
El actor en la acción de declaración de certeza debe afirmar y pro-
usurario yo no puedo accionar en declaración de certeza contra Ticio,
bar, además de los hechos concernientes a la existencia o no existencia
para la simple defensa de mi honor ofendido. Y el interés debe ser ac-
tual, esto es, derivado de una falta de certeza actual: la simple posibili- del derecho, los hechos de los que nace el interés en pedir la mera de-
dad de que alguno en el futuro niegue mi derecho no justificaría la ac- claración de certeza. En defecto de esta segunda prueba, la acción será
ción. Este interés consiste, pues, principalmente en la negación que otro rechazada, pero exclusivamente por falta de interés. A este respecto
haga del derecho del actor, o viceversa en la afirmación de un derecho a el profesor Kisch trata de la posición de esta eondición, y expresa el
cargo del actor. parecer de que la misma no debe colocarse ni entre los presupuestos
Pero existe un caso típico de interés en accionar para la declaración procesales ni entre las condiciones de la acción, sino en una tercera
de certeza, que deriva inmediatamente de una situación procesal, sin clase intermedia de condiciones para la necesidad de la acción. El juez
que sea necesario dar una prueba especial de ello. Es el caso de las rela- debe examinar gradualmente estos tres grupos de condiciones, y no
ciones prejudiciales controvertidas, que se tiene cuando en el curso de puede pasar a un grupo sucesivo, si encuentra qtle falta una de las
lO'
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condiciones comprendidas en el grupo anterior; con la consecuencia no poder cumplir el contrato a los precios antiguos. Demasiado débil
práctica. de que si él encuentra, por ejemplo, que falta el interés en es el interés en la simplificación de una futura eventual litis, o bien
accionar para la declaración de certeza del derecho de propiedad re- en el ahorro de gravosos medios de prueba en el futuro proceso de
chazará la acción por este motivo, no por falta de bmdamento de la condena (aun cuando éste no sea por ahora posible). No así en todo~
acción, o sea por inexistencia del derecho de propiecl.ad,mientras, según aquellos casos en los que puede nacer una duda subjetiva sobre la obli-
Kisch, si el interés se considerase como una condición de la acción, esto gatoriedad de la ejecución de un contrato, o sobre su futura ejecución
es, como condición del fundamento de la acción, la falta de interés frente a nosótros.
tendría como consecuencia el rechazo de la acción Como infundada y, "El interés jurídico debe referirse a la persona misma del actor:
por consiguiente, la declaración de inexistencia del derecho de propie- el deber del tutor de investigar sobre el patrimonio del pupilo no justi-
dad (6). ficaríala acción. Muy a menudo, la acción estará fundada sobre la jac-
La sentencia de declaración de mera certeza no puede tener otro tancia del adversario de tener un derecho contra nosotros: las acciones
efecto que el de producir la cosa juzgada, en el sentido de la existencia de declaración de certeza, en efecto, han surgido en el lugar de las acciones
del derecho cuando es acogida. la acción de declaración de certeza po- provocatorias. Pero es necesario que la jactancia sea de tal naturaleza que
sitiva o rechazada la acción de declaración de certeza negativa, y de I:i amenace seriamente la situación jurídica del actor. Una declaración de
inexistencia cuando es rechazada la primera o acogida la segunda. La paternidad natural, que puede producir sólo inconvenientes en la vida
misma no puede, en cambio, valer co~o título ejecutivo, más q~e para social, sería insuficiente".
la condena en costas. Con respecto a la carga de la prueba en la acción de declaración
La sentencia de declaración de mera certeza se contrapone, de un negativa de certeza, añado que el profesor Petschek distingue el caso
lado a la sentencia de condena, porque la acción de declaración de cer- en que el actor niegue que el derecho controvertido haya nacido nunca,
teza no hace valer un derecho a la prestación del demandado, ni 'en <:aso en el cual correspondería al demandado probar los hechos consti-
particular al reconocimiento del derecho por parte de éste, y por otro, tutivos, y el caso en que el actor niegue solamente la existencia actual
a la sentencia constitutiva, porque se limita a declarar la certeza y no del derecho, caso en el cual él -tendda la carga de probar los hechos
modifica las relaciones jurídicas preexistentes. extintivos o impeditivos.
Sobre la ley austríaca y sobre el estado de la doctrina relativa a ella, b) Derecho anglo-americano. Los juicios meramente declarativos estaban
interviene como relator el profesor Georg Petschek, de Viena, con una en uso en Escocia a partir del siglo XVI (7). Evidentemente, se trata aquí de
amplia relación que constituye una verdadera monografía. Desgracia- una aplicación y transformación de los juicios provocatorios que pasaron a Es-
damente, no puedo aquí resumir esta relación, porque, de un lado, debe- cocia con el derecho común allí adoptado a partir precisamente del fin del
ría repetir cosas de interés general ya dichas al resumir la relación del siglo XVI, según la exposición de los escritores franceses y holandeses (8). Ha-
profesor Kisch, y, de otro ladO, debería extenderme" sobre cuestiones de biendo penetrado en las jurisdicciones de equidad inglesas, y reconocidos por
•
detalle que interesan de un modo particular al derecho austríaco: ade- una le}' de 1852, los juicios declarativos fueron después adoptados en forma
más, una parte considerable de esta relación está dedicada a un tema más general en las Rules de la Suprema Corte de Justicia de Londres de 1883
(Zwischenfeststellungsantrag) que interesa sólo indirectamente al tema (ord. XXV, r. 5) Y de 1893 (ord. LIV, a). Se admite la acción con la que
presentado al Congreso. Pero no puedo dejar de referir lo que escribe se solicita. una sentencia merely declaratory y la Corte puede hacer binding de-
el profesor Petschek sobre el interés en accionar: clarations 01 rights, ya se pidan o no, o puedan o no pedirse, actos consecuen-
"Un simple interés en proseguir sin perturbación en el ejercicio de cia1es de ejecución. Adem~s, toda parte interesada en un contrato o en un
una industria, o bien en ahorrar gastos generales, no bastará; así tam- testa.mento puede pedir a
la Corte la interpretación de cláusulas dudosas y la
-poco la necesidad de saber si se puede disponer de una mercadería su- declaración de sus derechos. El interés, según la júrisprudencia, consiste en
jeta a oscilaciones en los precios, frente a la circunstancia de que el la necesidad de pedir la declaración para eliminar la falta de certeza del derecho.
adversario ha negado el contrato de compraventa ; ni una propuesta
recibida de nuevo contrato, frente a la declaración de la otra parte de
Sobre el iudiciun~ ex /ege ¿iffamar; en los prácticos holandeses, véase VOET, lib. V, tít. I,
nisterial sobre el proyecto de una nueva ZivilprozessQTdnung alemana (Berlín, 1931, pág. 322). oS. 21 y sigtes.
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que el demandado haya negado extrajudicialmente el derecho del actor o bien En su relación especial, el señor Valentine BaH, master 01 th,e Su-
que se haya jactado de tener un derecho contra el actor o haya, de hecho, ejer- preme Court" de Londres, recuerda el texto de la citada ley de 1852
-citado este derecho. Por ejemplo: el arrendatario llama en juicio al arrendador, I
(Chancery Procedure act,.~ 50): "Ninguna demanda dará lugar a obje-
para conseguir la declaración de que éste no ha tenido justos motivos para ne- \ ción por el hecho de que con ella se pida un decreto u orden meramente
garle el permiso de subarrendar y que, por consiguiente, el subarriendo será declarativo, y será lícito a la Corte emitir declaraciones de derecho
legítimo (9) .. Un contribuyente requerido por los Comisarios para que presente vinculativas, aun en casos en los que no se pidan una posterior ejecu-
• informaciones -acerca de las rentas de un fundo, propone acción para hacer ción". Es la norma que ha pasado a las citadas Rules de la Suprema Cor-
declarar si la petición es legítima e O). Pero la acción es admitida de Una manera te, ord. XXV, r. 5. El señor BaH recuerda que en 1915 hubo una
más general en todos los casos en que exista una situación de hecho tal que tentativa de negar la validez de esta regla, pero que en la causa Gua-
haga incierto el derecho del actor y que convenza a la Corte de que existe ranty Trust Co. of New York versus Hannay, se estableció el principio,
un justo motivo para pedir su declaración de certeza, como cuando, aun inde- después siempre aplicado en la práctica, que reconoce el poder jurisdic-
pendientemente de una jactancia o negativa extrajudicial del demandado, sea cional de emitir meras declaraciones como norma de la regla, salvo que
-objetivamente incierta la existencia, la continuación o. la interpretación de un el actor se encuentre en situación de pedir con otra acción la plena
.contrato y se accione para tener norma para la futura ejecución. Por ejemplo: actuación de su derecho. En la sentencia pronunciada en la causa Rus-
~e pide que se declare si una correspondencia cambiada entre las partes Contiene sian_ Bank versus British Bank (1921), Lord Dunedin dijo: "Sus se-
los extremos de un contrato perfecto (11); si un determinado hecho, al verifi- ñorías saben bien que la acción declaratiVa ha existido desde hace siglos
-carse, constituiría condición resolutoria de un contrato (12); si ha sido legítima .•...• en Escocia. La misma fué alabada con envidia por Lord Brougham en
la cesión de un contrato de suministro y si, por consiguiente, el vend!edor puede la causa Earl of Mansfield versus Stewart (1846), mucho tiempo antes
ser obligado a las consecuencias respecto del cesionario (13); si el haber sobre- que se formase la ord. XXV, reg. 5. Las reglas ilustradas en una larga
venido la guerra ha dejado sin efecto, como prohibidos, algunos- contratos entre serie de decisiones de las Cortes escocesas pueden resumirse así: la cues-
una firma inglesa y una alemana (14); si en una cláusula compromisoria, .la tión debe ser concreta y no teórica; el actor debe'rener un interés.
indicación de "London" como sede de futuro arbitraje haya sido 1echa por error efectivo en plantearla, debe estar en situación de procurarse un verda-
en lugar de "Roma" y si, en consecuencia, el arbitraje deba tener lugar en Roma dero y propio contradictor, esto es, una persona actualmente existente
-o en Londres (15). Tales acciones se admiten en materia de testamento, de pro- que tenga un verdadero interés en oponerse a la declaración pedida".
piedad, de estado, etc. Las acciones declarativas son hoy en. día muy frecuentes En el ejercicio de esta jurisdicción la Corte no tiene otros límites que
en Inglaterra. Las mismas se proponen con procedimiento abreviado, compare- su potestad discrecional. La acción debe ser atentamente escogida: no
ciendo, por lo general, ambas partes voluntariamente, y son juzga das con rapidez puede pedirse una dedaración contra quien no ha formulado. una pre-
de modo que resulten prácticamente útiles, dando norma a las partes antes del tensión específica, sino hecho una simple reserva. La acción no se ad-
vencimiento de la obligación, antes del acto por cumplir. Se lee en las decisiones mite en materia de valor inferior a diez libras esterlinas, ní en materias
.que las partes no están autorizadas a proponer cuestiones meramente académicas; respecto de las cuales se haya establecido una competencia especial o
pero que, demostrando la necesidad práctica de una decisión declaratoria, las una forma especial de petición.
mismas tienen derecho a conseguirla, y que la Corte se siente satisfe~1a de poder En los Estados Unidos de América los declaratory judgments de tipo inglés
ejercitar la función de declarar si un contrato vincula o no a las partes; que . han sido en estos últimos años, y son todavía, objeto de vivas discusiones, que
considera a esta función como una de las más importantes, como aquella que merecen ser seguidas con el máximo interés también por los estudiosos de otras
ahorra a las partes muchas inseguridades y muchos gastos; y que proveerá siempre naciones. La cuestión se presenta en los Estados Unidos como una cuestión de
al pronunciamiento con la mayor celeridad. constitucionalidad, en cuanto se afirma que no entran en la función jurisdiccio-
nal, y que representan una non-judicial lunction no p"udiéndose imponer a los
(9)Jenkins versus Priee, 1907. tribunales -a los cuales, según la constitución federal está confiado el judicial
(lO)Dyson versus Attorney General, 1911. power- el oficio de resolver cuestiones académicas (moot cases) o de dar dictá-
(11)Lovesey versus Palmer, 1916.
(12) Consorzio veneziano versus Northumberland Shipbuilding Co.
menes (advisory opinions). Se ha añadido alguna vez que deben considerarse
\
(l3) Societé Maritime versus Venus steam Shipping Co., 1903. inconstitucionales las sentencias que no comporpn ejecución. Este último argu-
(14) Erte! Bieber and Co. versus Rio Tinto Company Limited, 1918.
mento puede considerarse actualmente abaÍ}donado. En cuanto a la otra afirma-
(15) Compagnia generale di riassieurazioni "Geriasco" versus Consolidated Assuranee Com-
pany Limited, 1930. ción de que los jueces no deben decidir casos de escuela ni emitir dictámenes,
540 REVISTA DE DERECHO PROCESAL ACCIONES Y SENTENCIAS DE DECLARACIÓN DE MERA CERTEZA 541
nadie en verdad la niega: pero los mantenedores de los declaratory judgments :presentaba, en verdad, alguna característica a propósito para aumentar su difi-
afirman que con éstos deben precisamente resolverse uefectivas" controversias <:ultad. Se trataba de un conductor de tranvías que, frente a una ley de Michi-
mediante decisiones con eficacia "vinculativa" entre las partes para el futuro. f gan que prohibía a las compañías tranviarias exigir a los mot9ristas y conduc-
De modo que la cuestión se resuelve a menudo en un malentendido sobre la tores más de seis días de trabajo semanal, había llamado en juicio a su com-
naturaleza y alcance de los declaratory judgmpzts, y a menudo también se hace pañía para que se declarase que él, de acuerdo con la compañía, tenía el derecho
una cuestión de constitucionalidad donde se trata solamente de falta de interés. de trabajar más de seis días. La compañía demandada consentía en esta inter-
Muchos Estados de la Unión (a veces adhiriéndose a una práctica ya en pretación de la ley: intervino, en cambio, en juicio, para oponerse a ello, la unión
vigor) han admitido formalmente en sus estatutos la facultad de los jueces <le 1m empleados tranviarios, a la que el actor no pertenecía. La Corte Suprema
de emanar declaratory judgments. El primer amplio reconocimiento de éstos se <le Michigan (17) no se limitó a observar que no existía oposición entre actor
encuentra en el estatuto de Michigan (1919), que reproduce ]a regla (ord. XXV, y demandado, que el actor no se quejaba de ninguna infracc.ión de su contrato
r. 5) de la Suprema Corte de Justicia de Londres: "No action or proceeding in ni de ninguna otra sinrazón que se hubiera cometido contra él o amenazado por
any Court of record sha11 be open to objection on the ground that a merely el demandado, ni afirmaba tener derecho a los daños, presentes o. próximos, con-
declaratory judgment, decree or order is sought thereby, and the Court may tra. el demandado, razones que habrían podido conducir (aunque no necesaria-
make binding declarations of rights whether any consequential relief is or could mente) al rechazo de aquella acción singular; sino que se determinó también
be claimed, or not". Otros estatutos (Kansas y California, 1921, Virginia y a declarar inconstitucionales, en todos los casos, los declaratory judgments, afir-
Kentucky, 1922) han agregado la fórmula en cases of act1tal controversy, y mando que el estatuto de Michigan, que admitía estas sentencias, transformaba a
los de Kansas y Virginia agregan todavía actual antagonistíc assertion and deníal los tribunales en asesores jurídicos de cualquiera que pidiese su opinión, y que
of ríght. Pero la doctrina estima peligrosos estos agregados (16), porque podrían esto no era un judicial duty. La minoría de la Corte, representada por el juez
hacer considerar que no sea "actual", esto es, efectiva y presente, una contro- Shar.¡ie, observó, sin embargo, que el declaratory judgmenf es cosa diversa de
versia que nace antes de que el daño material se haya verificado o de que el una simple opinión o dictamen, porque es un juicio definitivo y vinculativo para
pretendido derecho se haya ejercitado. Varios Estados han adoptado un estatut(} las partes; y a esta opinión se asoció toda la doctrina, que fué unánime en con-
uniforme, sobre el esquema preparado por la Comisión para la uniformidad de las denar la decisión pronunciada en el caso Anway. La misma Corte Suprema de
leyes de los Estados (1921-1925), que repite, con leves diferencias de forma, Michigan debía, más recientemente, cambiar de parecer es) admitiendo la ac-
las reglas ya recordadas de Ja Suprema Corte de Justicia de Londres. Losdrclara- ción dirigida a declarar la certeza, en"un contrato de locación de noventa y nueve
tory jugdments gozan el favor unánime de la doctrina, no menos que de la años de duración, del derecho del arrendatario, negado por el arrendador, a de-
clase forense: favor que se ha manifestado en forma de propuesta al Congres(} moler el teatro existente en el fundo arrendado y de construir otro edificio des-
de una enmienda del Código de 3 de marzo de 1911 para el procedimiento de las tinado a otro uso.
Cortes federales, mediante el agregado de una nueva sección (274, D) que dice: Entre tanto, acciones de declaración de certeza habían sido admitidas por
"In cases of actual controversy in which the Courts of the United States would las Cortes Supremas de los varios Estados en los más diversos casos. KANSAS: ac-
have jurisdiction, the said Courts upon petition shalI have jurisdiction to declare ción del procurador gener~l del Estado de Kansas contra un empleado ferroviario
reghts and others legal relations on request of any interested party for such de- elegido comisario civil de Wichita para obtener, antes de que éste asumiese el
clarations, whether or not further relief is or could be prayed, and such declara- cargo, la declaración:;de su inelegibilidad: la utilidad práctica de esta acción
tions sha11 have the force of a final judgment and be reviewable as such". La preventiva dependía del hecho -de que el empleado, al asumir el cargo, habría
propuesta, sostenida por la American Bar Associatirnt ha quedado hasta ahora incurrido en ciertas penas que la ley de Kansas conminaba en determinadas cir-
."bloqueada" por la desfavorable actuación de la Suprema Corte de los Estados: cunstancias (19). GONNECTICUT: Acción contra el ejecutor testamentaria para
Unidos.
declar~ll" la identidad del actor con la persona designada como legataria en un
La jurisprudencia de veintiséis Estados de la Unión ha tenido ocasión de testamento eO). TENNESSEE: Acción de una viuda contra los hijos del testador
pronunciarse expresa o implícitamente en favor de los d.'eclaratory judgments para eliminar la falta de certeza de su derecho, según el testamento del marido;
y de la constitucionalidad de los estatutos que los reconocen. a vender la propiedad inmobiliaria convirtiéndola en títul06, falta de certeza que
Sin embargo, la primera vez que una Suprema Cort,e estatal se encontró
explícita o implícitamente ante' esta ocuestión, quedó desorientada. Pero el casO (17) Anway versus Grand rapids Rai1ways, 1920.
(1&) WashinglOn"Detroil Theater Ca. versus Moore, 1930.
(19) Stal!, ex rel. Hopkins versus Grove, 1922.
(16) BORCHARD, The Crmstitutirmality ai áeclaraiory iuágmen#. cit., pág. 566.
(20) 'Braman versus Babcock, 1923.
542 REVISTADE DERECHOPROCESAL ACCIONESY SENTENCIASDE DECLARACIÓN
DE MERA CERTEZA 543-
I i había hasta entonces impedido a los adquirentes Contratar el). PENNSYLVANIA~ mente un daño ya ocurrido ni una ilegalidad ya realizada; no existe principio
•I
II Acción del legatario de un terreno contra todas las personas interesadas en e1 fundamental alguno que impid!a a dos litigantes, cada uno de los cuales esté
testamento para hacer declarar que el legado era de propiedad y no de usufructo, convencido de que tiene razón, pero cada uno de los cuales desee obrar según
y esto a fin de disipar la nube en torno a su derecho (the cloud ttpon bis right) la ley, someter a los tribunales su controversia sin estar constreñidos a realizar
que había impedido concluir las gestiones para una concesión del subsuelo (22). antes actos, que podrían más tarde ser reconocidos ilegales, exponiendo a quien
VIRGINIA:Acción de los ejecutores de un testamento y de los adquirentes a los los realiza a responsabilidades civiles y quizá penales. Lo que se requiere es
que ellos habían vendido su fundo, contra los hijos del testador que habían solamente que la controversia sea efectiva y no meramente teórica, o"que existan
extrajudicialmente negado la facultad de vender de los ejecutores, para. obtener los gérmenes en formación de una controversia futura: que el actor tenga un
declaración de validez de la venta e
3
). NEW JERSEY:Acción de un arrendatario interés real en proponer la acción y que la proponga contra una persona que tenga
contra el arrendador para la interpretación preventiva de una cláusula del Con- un verdadero y real interés en contradecirlo, y que la declaración exigida sea
trato, controvertida entre las partes, y concerniente al vencimiento de la obli- d.e ayuda práctica para terminar la controversia, regulando para el porvenir
gación del arrendatario de pagar ciertos aumentos de tasa (24). ARIzoNA: Ac- la relación con efecto de cosa juzgada. A cuyo respecto se recuerda que también
ción de una sociedad contratista de la pavimentación de una calle Con obligación la sentencia que rechaza la demanda. y absuelve al demandado es un merely de'"
de contribución de los propietarios, contra algunos de éstos que habían negado daratory judgment¡ pero que, como todos los declaratoT'Y judgments, tiene efecto
extrajudicialmente la validez del contrato, a fin de conseguir certeza y seguridad práctico como res jttdicata, en lo que consiste "la esencia de la sentencia.
en torno del contrato mismo: la acción fué admitida como constitucional, pero A esta jurisprudencia se opone, como he indicado ya, la actuación de la Su-
rechazada por defecto de legitimación pasiva (25). INDIANA: Acción de algunos prema Corte Federal. Partiendo -de las palabras de la Constitución de los Estados
contribuyentes contra la oficina de tasas y la Ciudad de South :Bend para hacer Unidos que atribuye al poder j:udicial la decisión de cases y controvpsies entre
declarar inconstitucional un estatuto que confería a la oficina determinados po- ciudadanos de diversos Estados, la Suprema Corte Federal ha tenido ocasión
e
deres de revisión 6).
varias veces de expresar, aunque sea incidentalmente, el parecer de que los'
A veces, la acción de declaración de certeza es admitida en casos en los que declaratory judgments no están admitidos en el procedimiento federal, porque se
el actor habría podido accionar para la condena. Acción de un abogado para resuelve en decisiones de casos académicos o en simples dictámenes. En el caso
e
la declaración de su derecho a una determinada compensación 7). Acción con- LibeIty Warehouse Ce. verstts Grannis (1927) algunos .comerciantes de tabaco
tra un ejecut-or testameñtario para la declaración del derecho a conseguir el legado que habían propuesto acción contra el commonwealth attorn,ey para la decla-
sin\ obligación de dar garantía (28). Acción de una ciudad contra una sociedad ración de inco~stitucionalidad de un estatuto de Kentucky que prescribía deter-
ferroviaria para la declaración de la obligación de mantener ciertas obras e9). minadas formalidades en la' venta del tabaco en pública subasta, fueron recha-
Estas Cortes Supremas han considerado (y este principio es comúnmente seguido) zados por razón de inadmisibilidad de la acción, pero la Corte añadió que la
que la acción de declaración de mera certeza es admitida también cuando el acción no presentaba I).ingún case o controversie en el sentido de' la Constitu-
actor tendría otras fuñciones a su disposición, pudiéndo él optar por la acción ción, ya que no se aducía ni que los actores hubieran hecho cosa alguna contra
más benigna, cuando para sus fines sea suficiente la eficacia que la declaración e! estatuto, ni que el attorney amenazase accionar contra ellos por transgresión
judicial del derecho tiene én sí misma.
reaüzada o pensada del estatuto. La doctrina (30) considera, por el contrario, que
En estas decisiones, se afirma que, no sólo e~ constitucional, sino que es útil la simple existencia del estatuto constituía una amenaza a los intereses de los
y aconsejable un método de procedimiento que desde tantos años es usado con actores, que justificaba la acci6n, y que, si bien la vía normal a seguir en casos
gran beneficio del pueblo inglés (to the great benefit o/ the English people). Que similares es la de pedir una inyuncÍón (injunction) contra la ejecución del estatuto,
no es ni lógico ni razonable que el poder judicial se limite a tratar cases en que no se puede prohibir al actor que se limite a pedir la declaración de invalidez
se demande una ejec;ción forzada~ Que la acción judicial no exige necesaria- y de inejecutabilidad del estatuto, ya que la declaración de invalidez es, en estos
casos, lo principal y la inyunción es una consecuencia; la d"laración debe tener
(21) Miller versus MilIer, 1924.
(22) Kariher, 1925- la misma eficacia práctica de la inyunción. En el caso Willing versus Chicago
(23) Patterson's Exeeutors versus Patterson, 1926. Auditorium Association (1928), caso análogo al antes recordado (31), la Suprema
(24) Me Crory sotres Corp. versus S. M. Braunstein, Inc., 1926.
(25) Morton versus Paeifie eonstruetion Co., 1929. Cot"te Federal rechazó la acción del arrendatario que pedía la declaración de su
(26) Zoereher versus Ag'ler, 1930.
(27) California: Blakeslee versus Wilson, 1923.
(28)
(29)
Florida: Sheldon versus Powell, 1930.
Wiseonsin: Cít'Y of Milwankee versus Chieago and Norrhwestern Ry"., 1930.
(30)
(31)
BORc.HARD, loe. cic., pág. 585.
Washington-Detroit Theater Co. versus Moore, decidido por la Suprema Corte de ,
Mieh;gan.
111
!I
:1
"
544 REVISTA DE DERECHO PROCESAL ACCIONES Y SENTENCIAS DE DECLARACIÓN DE MERA CERTEZA 5.45
derecho a demoler el Auditorium, edificio anticuado e inadaptado al uso moderno, inglés, por la jurisprudencia escocesa y por aquellos que, bajo ~lla, gozan
para sustituirlo por un nuevo gran edificio. El motivo aducido fué sustancialmente de la seguridad, de las diversas facilidades y de las ventajas que determi-
éste: que el arrendador se había limitado en una amistosa conversación privada na aquella forma de procedimiento superlativamente' beneficiosa y ad-
a advertir al arrendatario que no podía, sin su consentimiento, demoler el edi- mirablemente construída que se llama acción declarativa. Aquí vosotros
1, :
, , ficio; y que este disentimiento sob~e una cuestión de derecho no constituía una debéis esperar hasta que a vuestro adversario le plazca llevaros al tri-
arbitrariedad accionable (and actionable wrong). La doctrina (Horchard, cit. bunal; aquí debéis esperar hasta que vuestras pruebas quizá se hayan
pág. 601) encuentra este concepto anticuado; la misma afirma que el disentimien- perdido; aquí no tenéis ningún medio, en el noventa y nueve pOr ciento
to acerca del derecho del arrendador, aun cuando manifestado en una conversación de los casos, para aprovecharos de los grandes beneficios de aquel proce-
amistosa, era suficiente para justificar el interés en accionar; la misma considera in- dimiento". Y, después de haber hecho referencia a las reformas legisla-
i compatible con un ordenamiento jurídico civilizado que se ponga a una persona en tivas que en Inglaterra. siguieron a esta propaganda, expone la historia
i la alternativa de renunciar a lo que podría ser un derecho suyo (la demolición) de la reforma en la legislación de la Unión. Veintinueve de los Estados
~: o de llevar a cabo un acto (la demolición) antes de saber si es legí timo, corriendo han a.dopt:ado, en formas aproximadamente iguales, aquel procedimien-
¡I
r'
los riesgos de su eventual ilegitimidad. En el caso Piedmont and Northern Raíl- to, y en diez años ]han sido pronunciadas en aplicación de estos estatutos
más de trescientas decisiones.
way versus Unite.d States (1930), una compañía ferroviaria, que quería exten-
I
der sus líneas y había sido advertida por la Interstate Commerce Commission El proflsor Borchard defiende enérgicamente este procedimiento;
1
de que no lo hiciera sin haberse provisto antes de la. declaración de utilidad cuya finalidad es hacer posible a las partes el obtener decisiones de au-
! pública, mientras ella pretendía, como simple compañía interurbana y no in- toridad sobre sus derechos, no ya antes de que surja una controversia
¡L
terestatal,
claración
estar exenta
de certeza
de esta obligación,
en este sentido;
accionaba en juicio pidiendo
pero la acción fu~ rechazada
la de-
por la razón
entre ellas, sino antes de que una de ellas se haya encontrado en la
necesidad de realizar actos de conformidad con la opinión que la misma
de que la misma tendía a un declaratory judgment. También aquí la doctrina tenga ce los propios supuestos derechos. Demuestra la constitucionalidad
1
1
deplora que se haya dejado a la compañía frente al dilema o de renunciar a de esta a.cción respecto a la constitución federal, y combate los errores
I aquello que la misma creía ,su derecho o de' ejercitarlo con el riesgo de responsa- y los equívocos que en alguna decisión aislada se han manifestado en
bilidades civiles y penales. . torno a la precisa finaIidad de la acción. Establece los criterios diferen-
1,
¡,
"' ciales entre las acciones constitutivas ("investitiV'e or constitutive judg-
.Sobre los declaratory judgments en los Estados Unidos, presenta una
relación especial el profesor Edwin M. Borchard, de la Yale Dniversity,
ments"). Recuerda .los numerosos casos de sentencias declarativas que
duran.te siglos y en cada país, mucho antes de que se proveyese por ley a
relación sobre la cual no me extiendo porque las noticias que preceden
autorizar los declaratory judgments se emanaron de hecho. Demuestra
en mi texto están tomadas precisamente del trabajo ya citado del mismo
1, que una sentencia declarativa puede ser pedida tanto en los casos en los
autor (32). Un trabajo más reciente del mismo profesor Borchard (33),
que la misma se presenta como el único remedio posible, cuanto en
\ contiene un minucioso e interesantísimo análisis de acciones declarati- ',1
1> aquellos en los que el a.ctor podría proponer también otra's acciones qu~
~i vas clasificadas según los varios tipos de controversias, y en Una última
nota suya en la Michigan Law Review, 1932, pág. 180, examina un caso tienen otros fines además de la declaración de certeza de derechos: no
"11
recientelTIente decidido. se puede negar al actor ejercitar este derecho de elección, contentándose
:¡1
,
con los limitados efectos de la sentencia declaratlva si éstos le bastan,
Con respecto a la historia, también el profesor Borchard, lo mismo
y si él no tiende a los efectos más enérgicos de una sentencia susceptible
, que el suscrito relator, observa que las acciones declarativas que tuvie-
de ejecución forzada. Poniendo, finalmente, en evidencia lasventajás
ron gran florecimiento en Escocia a partir del siglo XVI fueron evi-
de una justicia preventiva, que provee a la declaración de cer~eza de loS"
dentementeimportadas con el derecho común desde el continente, y se
derechos ,controvertidos antes de que se lleven a cabo actos violentos
desarrollaron después con la práctica de las leyes romanas en los juicios
o ilegítimos que produzcan consecuencias irreparables, reproduce las
escoceses. Recuerda las palabras de' Lord Brougham en la caUSa Earl of
palabras con las que el diputado Gilbert defendía la propuesta de un
Mansfield versus Stewart (1846): "No puedo cerrar mis observaciones
estatuto federal sobre los declaratory judgments (25 de enero de 1928).
en esta causa sin expresar una vez más mi gran envidia, como abogado
"Todo permanece sin modificación, tribunal, jurisdicción, procedimien-
to, partes y cuestiones. Pero mientras según la ley actual vosotros deb'é.is
(32) The constitutionality of áeclaratory juágments, en Columbia Law Review, abril, 1931.
(33) Juáicial relief for perilaná insecurity (HarvarJ Law Review, 1932, 'Vol.XLV, n. 5).
dar primeramente ~l paso en la oscuridad y después encender la luz para
546 REVISTA DE DERECHO PROCESAL
r ACCIONES Y SENTENCIAS DE DECLARACIÓN DE MERA CERTEZA 547
ver si habéis caído en un pozo, según la ley propuesta primero encendéis que la que tendía a la condena, observa que, en el derecho contempo-
la luz y después dáis el paso". Agrega los testimonios de varios magistra- ráneo, conviene admitir que, a menudo, los litigantes tiene~ interés en
dos sobre los excelentes resultados de la experiencia realizada en los Es- hacer simplemente declarar la certeza de su derechq, y que ni la ley ni
tados de la Unión que tienen este procedimiento, el cual evita los incon- la jurisprudencia se oponen a esta acción. La ley contiene numerosos
venientes de actos realizados a propio riesgo y peligro,. previene dañosos ejemplos de juicios de declaración de mera certeza (cuestiones de estado,
retardos y prolongados litigios, no teniéndose, en cambio, noticia de que acciones de nulidad, título recognoscitivo de la renta, verificación de
e! mismo haya dado nunca lugar a abusos. -escrituras). La jurisprudencia, ha admitido varias veces el interés actual
e) Francia e Italia. En Francia, los procesos provocatorios, si bien admi- para accionar, aun frente a un peligro de daño futuro, reconociendo
tidos, aunque con notables discusiones, en la práctica de los países de derecho que es conforme a la tendencia del espíritu moderno poder determinar
escrito, no pasaron a las ordenanzas; y, no obstante la defensa que de ellos hizo las consecuencias jurídicas de los actos antes de que se realice la viola-
Merlín, permanecieron desconocidos para el Coile de Procédure civi/e. Esta ex- ción o pérdida de los derechos (acción de un cónyuge supérstite a fin
clusión hizo nacer la cuestión de si los mismos estaban o no abrogados, y la de establecer la certeza de si una donación está sometida a la condición
jurisprudencia y la doctrina terminaron por considerarlos, en definitiva, inapli- de no contraer nuevo matrimonio; acción para la declaración de nu-
cables. Estas discusiones y e! recuerdo de las infinitas cuestiones a las que daba lidad de una cláusula: contractual, aun antes de que la cláusula sea
lugar la particular estructura de los juicios provocatorios (sobre la citación, la aplicada; acción del vendedor de un terreno con el pacto de edificar
competencia, la litispendencia, la prueba, la cosa juzgada, la restitución in in- en él una iglesia, para la decisión de controversias sobre las modalidades
tegrum) dejaron en la doctrina más reciente una decisiva ave,rsión contra toda de la futura ejecución). También la doctrina más reciente está orien-
forma de acción dirigida a la rp.era declaración de derecho, aversión que no está tada en el mismo sentido. La condición de admisibilidad de la acción
todavía superada (34). Sól? en las últimas manifestaciones de la doctrina fran- es el interés para accionar, y éste se tiene siempre que exista una ne-
cesa se plantea claramente el problema de las sentencias declarativas (35). gación por parte del demandado acerca de la existencia del derecho del
Esto no obstante, el Cade de Procédure civile ha ejercido una notable in- actor, o la afirmación de una pretensión por parte suya. Si, a veces, la
fluencia sobre e! desarrollo de la acción de declaración de certeza en las mo- jurisprudencia ha declarado inadmisibles estas acciones, es porque se
dernas leyes europeas, porque el mismo contiene (arts. 193 y 214) la acción para trataba de casos en los que faltaban dichos extremos.
el reconocimiento y verificación de documentos privados y la acción para la de- El presidente Muhleisen, en su relación, resume la historia de la ac-
claración de falsedad que -como he observado ya- han servido de ejemplo ción de declaración de certeza y expone sus condiciones, ajustándose
al legislador alemán en la construcción de la acción general de declaración de sustancialmente a. la doctrina alemana, así como a cuanto él mismo
certeza introducida en el reglamento procesal del imperio. Además, el código tiene escrito (36). El presidente Muhleisen hace notar que estos princi-
civil francés contiene un grupo importante de acciones, esto es, las acciones de pios se aproximan mucho a aquellos prácticamente seguidos por ti juris-
nulidad de las convenciones (arts. 1304 Y sigtes.); las cuales, cuando se ejer- prudencia francesa.
citan antes de que e! contrato nulo haya recibido ejecución, se presentan como Poco diferente fué la actuación del legislad~r italiano de 1865. En Italia,
acciones de declaración de mera certeza en las cuales la simple existencia de un en el momento de la unificación legislativa, los juicios provocatorios se encon-
contrato nulo constituye el interés para accionar.
traban admitidos ya en las leyes de los Estados no incorporados todavía al nue-
Sobre el derecho francés han sido presentadas dos relaciones, la una vo reino (ley austríaca en el Veneto, ~~ 60 Y sigtesj reglamento gregoriano de
de! señor Lepaulle, concerniente a los países donde se aplica el código 1834 para Roma, ~~ 1428 Y siguientes), ya en alguna ley de antiguos Es-
de procedimiento civil, y la otra del señor presidente Muhleisen, de Es- tados (Código de procedimiento civil de' 1852 para Módena, l~ 278
trasburgo, relativa a los nuevos departamentos del alto Rhin, del bajo Y sigtes.). El mismo código que es el inmediato precedente del código italiano
Rhin y del Moseta, donde, como es sabido, se ha dejado en vigor con de procedimiento civil, el sardo de 1859, había admitido de nuevo aquellos jui-
leves modificacion;s la Civilprazessordnung alemana. cios, ya suprimidos en el código sardo de 1854. Durante los trabajos prepara-
El señor Lepaulle, después de haber recordado que, según la doctrina- torios del nuevo Código italiano, los juicios provoca torios fueron ampliamente
clásica, que siguió por largo tiempo en vigor, no se admitía otra acción discutidos y finalmente condenados por leve mayoría de votos (siete contra
l
(34) JAPIOT, Traité élémentaire de f!rocédure civile, n. 68. (86) En su meritorio Précis de procédure locale, publicado en colaboración con el pro-
(35) VIZIOZ, Observations sur l'étude de la procédtWe civile, Paris, De Boccard, 1931, fesor CHÉR<lN (Estrasburgo, 1930), en el Réperloire pratique de droil el jurisprudence d'Alsace
pág. 42. e~ Lorraine. suplemento 1928, pág. 54.
548 REVISTA DE DERECHO PROCESAL
r
1.
ACCIONES Y SENTENCIAS DE DECLARACIÓN DE MERA CERTEZA 549
seis) en la Comisión de coordinación. También en Italia ha ocurrido que el (art. 36 del Cód. de proc. civil); son las bases de derecho positivo que han per-
recuerdo de las discusiones sobre los juicios provocatorios' y de sus defectos mitido a la moderna doctrina procesal italiana, bajo la innegable influencia de
prácticos (sobre todo porque los juicios provocatorios venían a separar al de- la doctrina alemana, demostrar la admisibilidad, en general, de la acción de
mandado pur jactancia de su fuero propio) ha inclinado, por mucho tiempo, a declaración positiva y negativa de certeza' en el derecho italiano (38). La acción
la doctrina y a la jurisprudencia a mirar con recelo la acción de declaración de declaración de certeza, conducida en los términos de una acción ordinaria,
de certeza. Aunque, en realidad, la práctica de los juicios ofreciese- ejemplos tanto desde el punto de vista de las formas, como de la competencia, de la prue-
diarios de acciones 'de declaración de certeza admitidas sin oposición (acciones ba, de los efectos, no es ya hoy en día en Italia objeto de controversia, y ha re-
de simulación, acciones de nulidad de contratos y de actos jurídicos diversos), cibido también el reconocimiento de la Corte de Casación (39).
sin embargo, cuando se pedía en juicio la declaración de la existencia del derecho d) Ot1'OS países. Me falta por resumir las relaciones especiales sobre los
propio, negado extrajudicialmente por un tercero, o la declaración de la inexis- derechos de Holanda, Rumania y Finlandia.
tencia de un derecho del que se jactaba 'un tercero, era constante e inevitable ,Holanda. La relación del profesor F. G. Scheltema refiere que ta~-
el rechazo de la demanda fundándose en el motivo de que los juicios provocato- bién el derecho holandés carece de una norma general expresa sobre las
rios ("juicios difamatorios o de jactancia") habían sido suprimidos. Se confun- sentencias declarativas, pero conoce casos aislados de éstas (cuestiones
dían así las formas particulares, anticuadas e ilógicas, que la función de decla- de Estado, acciones de nulidad), además de la masa- de las sentencias
ración de certeza asumía en los juicios provocatorios) con la función misma, , que rechazan la demanda del actor. En cuanto a la jurisprudencia, la
la cual no había sido y no podía ser suprimida. Se olvidaba que la misma pro- misma, hasta principios del siglo XX, fué constantemente contraria a
puesta de supresión de los juicios provocatorios votada por la Comisión de admitir acciones meramente declarativas. Pero, en esta época, se deter- '
I ,
I J coordinación había sido acompañada por la formal declaración (sesión del 5 minó en la doctrina holandesa un movimiento en sentido opuesto: par-
de mayo de 1856) de "ser por sí mismo natural que aquel contra el cual ticularmente con la tesis del doctor Parser, Le jugement déclaratif (40),
otro pretenda tener un derecho, tenga razón para llamarlo a juicio y hacer que, examinando la cuestión en relación con los principios fundamenta-
declarar que el pretendido derecho es inexistente". Y cuando se afirmaba que les del proceso, sóstuvo de un modo convincente y definitivo la validez
I la 'víctima de la jactancia bien podía accionar en juicio contra. el actor de una de [a sentencia declarativa. Bajo la influencia de esta demostración, la
i jactancia injusta proponiendo la acción de resarcimiento de daños admitida contra
todo acto ilícito (37), se olvidaba que no se puede demostrar que sea ilícita o
jurisprudencia cambió de camino, y hoy en día 'es constante la máxima
de que el juez debe pronunciar sobre los derechos que están en con-
II injusta una jactancia sin demostrar que es inexistente el derecho jactado, que es
precisamente aquelIo a lo que tiende y con lo que se contenta la acción de de-
troyersia independientemente de la necesidad de pronunciar una condena
y del carácter ejecutivo de la sentencia; también la Alta Corte ha se-'
claración de mera certeza. guido ,esta dirección: una sentencia suya de 6 de diciembre de 1918,
Esto no obstante, la ley italiana, mucho más que la francesa, presentaba nor- aparentemente contraria, en realidad está determinada por la falta de
mas positivas que ofrecían un buen punto de partida para la construcción de interés en el caso concreto. El profesor Scheltema demuestra, además,
una acción de declaración de certeZa como figura general. No sólo la acción que, según su opinión y la de una parte de la doctrina, y contrariamente
de reconocimiento o verificación de documento privado (art. 282 del Cód, de a la opinión de Parser y de otros escritores; el interés en obrar no debe
proc. civil)'; la acción de' declaración de falsedad (art. 226 del Cód. de proc. necesariamente consistir en una negación del adversario; se puede tener
civil), admitidas ambas también "como objeto principal del juñcio"; la acción interés en pedir la declaración de certeza -de la existencia del derecho
de nulidad de los contratos (art. 1300 del Cód. civil) ; sino la acción de declara- también en los casos en los que falta toda negación.
Ción de ilegitimidad de actos administrativos, yasca en vía ordinaria ya sea por Rumania. Según la relación especial del señor Alejandro Castin,
medio de recurso al Consejo de Estado en sede jurisdiccional; la acción para hacer presidente en la Corte de ApelaCión de Bucarest, ante el silencio de la
declarar la existencia de un derecho pendiente de ,condición o de término a fin de ley (excluídas [os acostumbrados casos aislados, que son los mismos pre-
interrumpir la prescripción (art. 2126 del Cód. civil); la acéión para hacer de- vistos por el derecho francés) la jurisprudencia es contraria a admitir
clarar la existencia del matrimonio (art. 121 del Cód. civ,) ; y, sobre todo, la pro- acciones provocatorias e interrogatorias, pero reconoce la acción de de-
clamación del principio general de que la ,condición (necesaria y suficiente) de la claración de certeza, cuando exista un interés serio y actual a establecer
acción por parte de quien tiene un derecho a hacer' valer en juicio -es el interés
(38)C:HJOVENDA,. Prindpii di diTÍtto processuale civile, l' ed., 1906, ~ 7.
(3,9) Enero 14 de 1931, en Foro U., 1931, pág. 564.
(37) MANCINI, Commentario al Cad. di pral:, civ. Sardo, 11, n. 97. (40) Amst,erdaro, 1903.
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550 REVISTA DE DERECHO PROCESAL ACCIONES Y SENTENCIAS DE DECLARACIÓN DE :MERA CERTEZA 551
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económico de esta atribución, considerando que sirve admirablemente para evitar
responsabilidades, daños, gastos, y para simplificar las relaciones jurídicas.
, (*) La discusión que tuvo lugar sobre esta Relación, y en la que participaron con espe-
cial interés los juristas anglo-americanos, concluyó con la aprobación unánime de la siguiente
,1
,
~ declaración propuesta por mí y que debe entenderse y valorarse precisamente con particular re-
ferencia al estado de la cuestion en la jurisprudencia y doctrina de los Estados Unidos, como se
ha expuesto antes:
"Le jugernent purement déc1aratoire est une forme de procédure qui ne contredit point le ca-
554 REVISTADE DERECHOPROCESAL- ACCIONES
Y SENTENCIAS
DE DECLARACIÓN
DE MERACERTEZA 555
Resumen. - Las sentencias puramente declarativas son 'aquellas que se limi- Austria, prof. GEORGPETSCHEK,de Viena;
tan a declarar la existencia o la no existencia de un derecho. Aparte los casos es- Inglaterra~ Mr. VALENTlNE.BALL,Supreme Court, Londres;
peciales que las leyes de todos los países conocen, en los que la sentencia tiene f
;¡ Estados Unidos, prof. EDWINBORCHARD, Yale University;
este alcance limitado, y prescindiendo de la gran masa de las sentencias que re- \ FTancÍil, Dr. LEPAULLEpor las antiguas Provincias, y Presidente MUHLEI-
chazan la demanda, y que son precisamente meramente declarativas, se llama SEN, por las Provincias Renanas;
propiamente acción y sentencia meramente declarativa a aquella figura general Holanda, praL F. G. SCHELTEMA;
de acción y de sentencia con la que el actor que la propone o la invoca tiende Rumania, ALESSANDRO COSTIN, Presidente de la Corte de Apelación de
exclusivamente a procurarse la certeza jurídica, frente a un estado de falta de Bucarest.
certeza que le es perjudicial, pidiendo a tal objeto que se declare existente un de- Fitllandia, prof. BRYNOLFHONKASALOde la Universidad de Helsinki.
recho suyo o inexistente el derecho ajeno, con independencia de la efectiva ~ea-
lizaóón, de la condena, de la ejecución forzada. En este sentido, la sentencia me- El relator general ha intercalado, en caracteres especiales, en los lugares opor-
ramente declarativa se diferencia de -la sentencia de condena, que tiende a la tunos de la presente relación- el resumen de las relaciones indicadas.
ejecución efectiva de una prestación, y de la sentencia constitutiva, que tiende Otra ponencia ha sido presentada por M. MEGALOSA. CALOYANNI,que tie-
a la modificación del estado jurídico existente. El estado de falta de certeza ne una posición independiente, en cuanto estudia las sentencias de declaración de
jurídica puede derivar del hecho de un tercero que haya extrajudicialmente ne- Dlera certeza en el estatuto y en la jurisprudencia de la Corte permanente de
gado el derecho del actor o que se haya jactado de un derecho a cargo de aquél; . Justicia internacional; 10 que, si explica la falt; de otra p~~ticular mención en
pero puede también derivar de otros hechos diversos, que, sin culpa del actor, -esta relación genera~ no disminuye el interés que la relación misma puede te-
den l~gar a una dañosa falta de certeza creando el -interés en accionar, del que ner para el estudioso del derecho procesal e internacional.
corresponde al juez discrecionalmente valorar la seriedad y la urgencia. Esta
figura general de acción y de sentencia corresponde a la función más delicada,
más elevada, más autónoma del proceso; su importancia jurídico-social consiste
en la seguridad que la misma permite dar a las relaciones jurídicas entre los hom-
bres, y en el_hecho de que ella previene e impichlos actos ilegítimos en lugar de
afectarlos después de ocurrido con el peso de graves sanciones. Ampliamente
'1 aplicada por los Romanos (praeiudicia), transformada durante el derecho interme-
dio en la modalidad ruda y bárbara de los procesos provocatorios (ex lege diffa-
!I
mari y ex lege si contendat), la acción meramente declarativa ha resurgido en
todos los derechos modernos, ya en virtud de expresas normas de ley, ya por
obra de la doctrina y de la jurisprudencia; y presentan particular interés las
-1
I
discusiones de que la misma es actualmente objeto en la doctrina y en la juris-
prudencia de los Estados Unidos.
::1
Sobre este argumento, además de la ponencia del suscrito, que representa a
Italia, se han producido las siguientes ponencias especiales (aquí indicadas en el
orden en que son mencionadas en esta relación):
Grecia, prof. CONS.TANTINTRIANTAPHYLLOPOULOS
y Dr. GEORGESEco-
1, NOMOPOULOS;
Alemania, prof. WILHELM KISCH, de Munichj
ractere essentiel et le but du pouvoir judiciaire paree qu'en déclarant l'eústence du droit, sur des
-questions concr!tes, iI oblige pour le futur les parties par la force de la chose jugée_ Cette procédure
<:st ali contraire la forme la plus elevée et la plus délicate d'exercice du pouvoir judiciaire, et elle
doit etre considérée comme tres utile aux litigants et a la vie sociale, car elle assure le développement
des rapports juridiques, elle prévient les actes illégitimes au ¡¡eu de les frapper de lourdes res-
ponsabilités, elle donne aux parties une norme pour leur conduite e venir. Cette procédure doit
,hre contenue naturellement par la sagesse discrétionnaire du juge dans les bornes déterminées par
un intéret réel et sérieux a la décIaration actuelle du droit".