Sistema Renal

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD POLITECNICA TERRITORIAL DE LOS ALTOS MIRANDINOS
“CECILIO ACOSTA”
SECCION 03

SISTEMA RENAL

Los Teques, Diciembre del 2021


Introducción
El sistema renal está constituido por un complejo de órganos que en conjunto
se encargan de filtrar los productos residuales de la sangre y de fabricar,
almacenar la orina. Los riñones son dos órganos en forma de frijol cada uno
aproximadamente del tamaño de un puño, los riñones sanos filtran alrededor
de media taza de sangre por minuto, eliminando los desechos y el exceso de
agua para producir la orina.
La orina fluye de los riñones a la vejiga a través de dos tubos musculares
delgados llamados uréteres, uno a cada lado de la vejiga. La vejiga almacena
orina. Los riñones, los uréteres y la vejiga son parte del tracto urinario.
Cada uno de los riñones está formado por aproximadamente un millón de
unidades de filtración llamadas nefronas. Cada nefrona incluye un filtro,
llamado glomérulo, y un túbulo la nefronas funcionan través de un proceso de
dos pasos, el glomérulo filtra la sangre y el túbulo devuelve las sustancias
necesarias a la sangre y elimina los desechos.
Composición
El sistema renal está compuesto por dos riñones dos uréteres, la vejiga y la
uretra. Los riñones producen la orina, los uréteres la conducen, la vejiga la
almacena y al final la uretra evacua el contenido de esta fuera del cuerpo.

Ubicación
Los riñones están ubicados en la parte posterior del abdomen, a ambos lados
de la columna vertebral en la parte inferior de la espalda. Cada uno de ellos
pesa unos 150 g y tiene aproximadamente el tamaño de una naranja. El riñón
consta de tres capas: la corteza (capa exterior), la médula y la pelvis renal.

Estructura
el riñon es un órgano con forma de frijol, que representa una cara lateral
convexa, una cara medial cóncava y dos polos, uno superior y otro inferior. La
cara medial corresponde al hilo del riñon, que es lugar de paso de los vasos
renales y el uréter. Una cápsula de tejido conectivo (cápsula renal) y una
cápsula adiposa protegen y amortiguan al riñón. La cápsula renal contiene una
capa de células contráctiles llamadas miofibroblastos, que hacen que esta
pueda adaptarse a los cambios constantes de presión dentro del riñón. La
glándula suprarrenal (adrenal) se ubica en el polo superior del riñón, separado
de éste por la cápsula adiposa. Ambos, el riñón y la glándula suprarrenal están
cubiertos por una capa de fascia renal.
Cápsula renal:
Membrana fibrosa de color blanquecino que recubre el riñón.
Corteza renal:
Es la región más externa del riñón, de textura lisa y color rojizo. Se extiende
desde la cápsula renal hasta las pirámides renales, incluyendo el espacio entre
estas.
Médula renal:
Es la región interna del riñón, de color marrón rojizo. Está dividida en 10 a 18
zonas llamadas pirámides renales o de Malpighi.
Pirámide renal:
Estructura cónica cuya base está orientada hacia la corteza renal, mientras que
su vértice o papila se orienta hacia el centro del riñón situándose dentro del
cáliz renal.
Pelvis renal:
Es la parte del riñón que se comunica con el uréter y donde se agrupan los
cálices renales, que recogen la orina desde cada papila.
Cada riñón recibe irrigación sanguínea por la arteria renal, la cual se ramifica
dentro de él, dando origen a dos sistemas capilares consecutivos, los que
luego confluyen en la vena renal, que recoge la sangre depurada por el riñón.
Nefrona:
La nefrona es la unidad funcional del riñón. Produce orina concentrada al
realizar el ultrafiltrado de la sangre. Una nefrona consiste en dos porciones
principales: un corpúsculo renal y su sistema de túbulos renales asociado.
Los corpúsculos renales se ubican en la corteza renal, mientras que sus
sistemas tubulares se extienden dentro de la médula. Dependiendo de su
distribución y morfología, existen dos tipos principales de nefronas en el riñón;
cortical y yuxtamedular. Las nefronas corticales tienen sus corpúsculos
cercanos a la cápsula renal. Sus túbulos son muy cortos y se extienden
solamente en la médula superior. Los corpúsculos de las nefronas
yuxtamedulares se localizan cerca del borde corticomedular. Sus sistemas
tubulares son mucho más largos, extendiéndose profundamente en la médula.
Cada nefrona está rodeada por una red de capilares. Ramas de las arterias
renales interlobulillares entran a la nefrona como arteriola aferente, forman un
aglomerado capilar (glomérulo) que sale de la nefrona como arteriola eferente.
Corpúsculo renal:
El corpúsculo renal es el aparato de filtración de la nefrona. Cada corpúsculo
consta de dos elementos principales; el glomérulo y la cápsula glomerular (de
Bowman). El glomérulo consiste en una red de capilares formados por ramas
de la arteria renal (arteriolas aferentes y eferentes). El corpúsculo renal es el
punto de inicio de la formación de la orina. La sangre sistémica pasa a través
del sistema capilar glomerular y es filtrada para formar la orina primaria
(ultrafiltrado).
El aparato de filtración del riñón está formado por tres capas de tejido; el
endotelio de los capilares glomerulares, la membrana basal glomerular (MBG) y
los podocitos (hoja visceral de la cápsula renal).
Los podocitos cubren las paredes de los capilares glomerulares. Sus
proyecciones presentan forma de dedos (pedicelos) que se interdigitan, con
estrechas ranuras de filtración (diafragma de la ranura de filtración) formado
entre las proyecciones.
Sistema de túbulos renales
El sistema tubular es la parte de la nefrona que transforma el ultrafiltrado
glomerular en orina al absorber las moléculas necesarias y secretar las
sustancias innecesarias y de desecho. Consta de tres partes:
Túbulo proximal: túbulos contorneados proximales y túbulo recto proximal
Asa de Henle: ramas ascendente y descendente
Túbulo distal: túbulo recto distal y túbulo contorneado distal.

Función de la regulación del equilibrio hidroeléctrico

Excreción de desechos
La excreción es el proceso de eliminar los desechos y el exceso de agua del
cuerpo.
El dióxido de carbono se mueve a través de la sangre y se lleva a los pulmones
para ser exhalado. En el intestino grueso, los restos de alimentos son
transformados en desechos sólidos para la excreción.
La orina es un líquido de desecho formado por los riñones a medida que filtran
la sangre. Si ingieres suficientes fluidos, tu orina debería ser casi transparente.
Pero podrías haber notado que a veces tu orina en más oscura de lo normal.
A veces, tu cuerpo no tiene suficiente agua y trata de reducir la cantidad de
esta que se pierde en la orina. Por lo tanto, tu orina se vuelve más oscura de lo
normal. Tu cuerpo lucha para mantener la homeostasis a través del proceso de
excreción.
La orina ayuda a eliminar exceso de agua, sales y nitrógeno de tu cuerpo. Tu
cuerpo también necesita eliminar desechos que se acumulan de la actividad
celular y la digestión. Si no se eliminan estos desechos, tus células pueden
dejar de funcionar y te puedes enfermar mucho. Los órganos de tu sistema
excretor ayudan a eliminar desechos de tu cuerpo.
Los órganos de este sistema también forman parte de otros sistemas de
órganos. Por ejemplo, tus pulmones son parte del sistema respiratorio. Los
pulmones eliminan el dióxido de carbono de tu cuerpo, así que también forman
parte del sistema excretor.
La excreción es el proceso de eliminar los desechos del cuerpo.
Los órganos del sistema excretor incluyen riñones, intestino grueso, piel y
pulmones.
Regulación de la presión arterial
La regulación de la Presión Arterial es un proceso complejo, que está
determinado por la acción del sistema nervioso autónomo y los centros de
regulación cardiovascular del sistema nervioso central (SNC), los factores
vasodilatadores y vasoconstrictores, así como el riñón. Cada uno de estos
sistemas actúa diferente en forma y tiempo. La regulación nerviosa intenta
mantener un nivel adecuado de la PA mediante la corrección y el reajuste
instantáneo de los cambios de PA. Los sistemas humorales participan junto con
el sistema nervioso simpático (SNS) en la regulación del diámetro de las
arterias musculares, por lo que son responsables de los cambios de la
resistencia periférica. Tanto el SNS como los sistemas humorales participan en
la regulación del crecimiento de los distintos tipos de células de la pared
arterial, que tanta influencia tiene sobre la resistencia periférica.
El riñón participa en la regulación de la Presión Arterial a largo plazo, a través
del control de la volemia y por tanto del gasto cardíaco, mediante la regulación
de la excreción de iones y agua. Además, el SNS y muchos agentes humorales
vasoactivos participan también en la regulación de la función renal, al ser
responsables indirectos de la acción del riñón en la regulación de la PA.
La presión arterial está regulada por una serie de sistemas autonómicos y
reflejos humorales interrelacionados, que continuamente adecuan los
elementos determinantes del sistema (frecuencia cardiaca, volumen latido,
resistencia periférica total y volumen circulante)
El volumen circulante efectivo (VCE), del que ya se habló en la primera parte
del capítulo, está controlado por una serie de sistemas reflejos, intra y
extrarrenales, que obtienen información acerca de la presión de perfusión
(barorreceptores en bulbo carotideo y cayado aórtico), osmolaridad plasmática
(hipotálamo) y sodio urinario (túbulo distal)
El riñón posee unos mecanismos propios de autorregulación. La reducción del
flujo sanguíneo renal es detectado a nivel de las células mesangiales del
aparato yuxtaglomerular, poniéndose en marcha el sistema renina-
angiotensina. El aumento de angiotensina II produce por un lado
vasoconstricción local, y por otro lado estimula la producción de aldosterona
por la corteza suprarrenal con la consiguiente reabsorción tubular de sodio y
agua.
A nivel renal actúa también la hormona antidiurética o vasopresina (liberada
desde el hipotálamo por estímulo de los barorreceptores arteriales y también
por estímulo de la angiotensina II), que actúa como vasoconstrictor potente y
ahorrador de agua en el túbulo distal.

Regulación de la eritropoyesis
La eritropoyesis es el proceso de formación de eritrocitos. Comienza en la
medula ósea y está regulada por la hormona eritropoyetina (EPO).
A partir de una célula madre se forman los proeritroblastos. De ellos derivan los
eritroblastos, que en divisiones sucesivas llegarán a formar reticulocitos que en
su fase madura serán vertidos a la sangre para formar el glóbulo rojo.
La eritropoyetina, es una hormona que se sintetiza en las células peritubulares
del riñón y, estadios más tempranos, en el hígado. Actúa a nivel de la médula
ósea, en los precursores de la unidad formadora de la colonia eritróide.
El eritrocito empieza a dispersar receptores en la superficie de membrana para
la eritropoyetina la que activa una serie de cascadas de transducción de
señales intercelulares que inicialmente producen la síntesis de hemoglobina y
hace que los reticulocitos actúen de manera más rápida y sean liberados a la
circulación.
El factor de transcripción Hif-1, presenta en su secuencia un amino acido que
se llama prolina cuyo radical es un grupo hidroxilo, el que se mantiene así en
presencia de oxígeno. Ante condiciones normales de oxígeno, esta prolina
siempre estará en estado hidroxilado, lo que permite que sea reconocido por
otra proteína que unirá al Hif alfa para que luego, una serie de moléculas con
señales de destrucción, la lleve a la destrucción en el sistema proteosoma.
Un factor de transcripción se une al genoma y en este caso, el Hif-1 cuando
está hidroxilado no lo hará, por lo que va a ir directamente a proteólisis.
Entonces, si estamos en un proceso de hipoxemia, donde la hidroxilación no es
posible por la falta de O2, el Hif-1 no se hidroxila, por lo que quedará
susceptible a unirse a otra sub unidad que es el Hif-1 beta y solamente cuando
alfa y beta están unidos, se encontrará el factor de transcripción óptimo para
que pueda unirse a regiones promotoras y funcione como factor de
transcripción para finalmente llevar a la formación de eritropoyetina. De esta
forma, la hipoxia, se transforma en un precursor importantísimo en la síntesis
de eritropoyetina lo que llevará al aumento en la producción de eritrocitos por la
medula ósea.
Regulación Eritropoyética:
La eritropoyetina, estimula la eritropoyesis para promover la viabilidad de las
células eritroides precursoras, proliferación y diferenciación, mejorando así la
capacidad transportadora de oxígeno de la sangre. Su producción está
firmemente regulada por señales fisiológicas, del desarrollo y tejidos
específicos.
Regulación por presión de oxígeno:
Principalmente en caso de hipoxemia, cuando hay anemia, cuando la
hemoglobina tiene mucha afinidad por el O2 o en una isquemia renal. En este
último caso debe haber una baja muy importante en el flujo sanguíneo renal
porque la corteza recibe un aporte elevado de sangre y la filtración de O2 es
pequeña.
La tensión de oxígeno tisular depende de las velocidades relativas de la oferta
y la demanda de oxígeno. El suministro de oxígeno es una función compleja de
esta interacción, pero las variables son semi-independientes, incluyendo el flujo
de sangre, la concentración de hemoglobina en la sangre, la saturación de
oxígeno de la hemoglobina, y afinidad por el oxígeno de la hemoglobina.
Cada una de estas funciones se puede alterar para compensar una deficiencia.
Las células especializadas que producen EPO se han identificado en el
parénquima renal y hepático por técnicas de hibridación in situ, usando sondas
radiactivas específicas para el mARN de la EPO.
Estas células productoras de EPO se encuentran en el intersticio del
parénquima renal (fuera de la membrana tubular basal), predominantemente en
la corteza interior y médula externa. La mayor parte de la evidencia
experimental indica que estos son similares a los fibroblastos de tipo I del
intersticio. En el hígado, el mARN de la EPO se detecta en el hepatocito. El
número de células renales del intersticio productoras de EPO aumenta
(aproximadamente de manera exponencial) en respuesta a la anemia. El
aumento de la producción de EPO se produce por un aumento en el número de
células productoras de la hormona, presumiblemente con el empeoramiento de
la anemia, el aumento del número de estas células se convierte en un medio lo
suficientemente hipóxico para desencadenar la síntesis de EPO. EPO y EPOR
también se expresan en niveles bajos en otros tejidos como el bazo, la médula
ósea, los pulmones, los testículos, los ojos y el cerebro.
Regulación mediada por testosterona:
La testosterona inhibe directamente la señalización de BMP-Smad (bone
morphogenetic protein-Smad, proteína citoplasmática) en los hepatocitos que
conducen a la supresión de la transcripción de hepcidina.La hepcidina actúa
bloqueando el flujo de hierro celular hacia el plasma a partir de los macrófagos
que reciclan el hierro, desde los depósitos hepáticos y de los enterocitos de
absorción. Los precursores de los eritrocitos utilizan el hierro que, al estar
limitado por un aumento en la producción de testosterona, lleva rápidamente a
la hipoferremia. La hepcidina se libera a la sangre en respuesta a niveles
elevados de hierro sérico o como resultado de una inflamación. Al llegar a sus
tejidos diana, se une a la ferroportina y posteriormente es responsable de su
internalización y degradación. Reduce la disponibilidad de hierro a través de
dos mecanismos: disminución de la absorción por el tracto intestinal y la
inhibición del flujo de hierro a través de la ferroportina, los macrófagos y
hepatocitos con disminución de la liberación de hierro desde el sistema retículo
endotelial.
Como los eritrocitos de la médula ósea continúan utilizando hierro en su
proceso de maduración, el hierro plasmático se depleta en pocas horas,
produciendo la hipoferremia. Por lo tanto habrá una inhibición de la producción
de hepcidina y eventualmente un bloqueo de la respuesta eritropoyética. La
testosterona regula el alza de la expresión de GATA-1 y los genes GATA-
dependientes, lo que podría aumentar la sensibilidad de EPO y estimular la
eritropoyesis. Por otro lado, la testosterona produce un metabolito activo por la
enzima aromatasa llamado estradiol (E2), que también puede regular la
transcripción de hepcidina.
Regulación por la temperatura:
La exposición a temperaturas bajas, llevan al organismo a una carrera por
producir calor en los tejidos lo que llevará a una elevación eritrocitária para el
suministro de oxígeno a los tejidos perisféricos. Este aumento en el suministro
de oxígeno se lleva a cabo por la disminución de la afinidad de la hemoglobina
al O2 y un aumento de la tensión de CO2 por la alta tasa metabólica frente a
esta exposición. Esta regulación es controversial pues la evidencia se
contrapone en sus resultados. Aun así, las investigaciones indican que la
temperatura a la que se expone el organismo jugaría un rol importante en la
regulación eritropoyética y de determinarse con certeza se encontraría cura a
bajo costo para algunos tipos de anemia.
Regulación paracrina:
Una posible función paracrina, podría mantener bajos niveles de eritropoyesis,
a las que se ha atribuido progenitores hematopoyéticos en la producción de
EPO dentro de la médula ósea.
La producción de EPO en el SNC parece proteger del daño isquémico y
apoptosis a las neuronas que llevan EPOR. Pero aquí hay una gran laguna
investigativa en la que aún no se ha ahondado con exactitud.

Estructura de los riñones uréteres, vejiga, uretra


Los riñones, uréteres, vejiga y uretra son las principales. Filtran la sangre y
eliminan residuos del cuerpo en forma de orina. El tamaño y la posición de las
estructuras urinarias inferiores varían en la anatomía masculina y femenina.
Los riñones. Los riñones son dos órganos con forma de frijol, cada uno del
tamaño del puño de la mano, Todos los días, los riñones filtran entre 120 y 150
cuartos de galón de sangre para producir entre 1 y 2 cuartos de galón de orina.
Los riñones trabajan todo el día; una persona no puede controlar lo que hacen
los riñones.
Los uréteres. Los uréteres son los tubos delgados musculosos, uno a cada lado
de la vejiga, que transportan la orina desde cada uno de los riñones hasta la
vejiga.
La vejiga. La vejiga, que se encuentra en la pelvis entre los huesos pélvicos, es
un órgano hueco, musculoso y con forma de globo que se expande a medida
que se llena de orina. Aunque una persona no puede controlar la función renal,
sí puede controlar cuándo vaciar la vejiga. El vaciamiento de la vejiga se
conoce como micción. La vejiga almacena la orina hasta que la persona
encuentre el momento y el lugar adecuados para orinar. Una vejiga normal
actúa como un reservorio y puede retener entre 1.5 y 2 tazas de orina. La
frecuencia con que una persona necesita orinar depende de la rapidez con que
los riñones produzcan la orina que llena la vejiga. Los músculos de la pared de
la vejiga permanecen relajados mientras la vejiga se llena de orina. A medida
que la vejiga se llena a su capacidad máxima, las señales enviadas al cerebro
le indican a la persona que busque un baño pronto. Durante la micción, la
vejiga se vacía a través de la uretra, que se encuentra en la parte inferior de la
vejiga.
La uretra es un conducto que desagua la orina desde la vejiga hacia el exterior
del cuerpo. En los hombres, la uretra mide alrededor de 20 cm de largo y
termina en el extremo del pene. En las mujeres, la uretra mide alrededor de 4
cm de largo y termina en la vulva (la zona externa de los órganos genitales
femenino.

Conclusión
Este sistema es el encargado de formar la orina y de expulsarla del cuerpo,
eliminan los desperdicios de la sangre y el exceso de agua, en forma de orina,
ayudan a mantener el equilibrio de sustancias químicas, como sodio, potasio y
calcio en el cuerpo. La secreción de orina y su eliminación son cometidos
vitales, pues constituyen en conjunto uno de los mecanismos básicos de la
homeostasis del medio interno, hasta el punto de que, como se ha dicho, la
composición de la sangre y del medio interno está regida, no por lo que se
ingiere, sino por lo que los riñones conservan. Cómo terapeuta Ocupacional es
importante obtener conocimientos suficientes de las estructuras en las que
tienen lugar los distintos procesos en los que participa este órgano.

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