Proceso Cautelar en El Proceso Penal Acusatorio
Proceso Cautelar en El Proceso Penal Acusatorio
Proceso Cautelar en El Proceso Penal Acusatorio
EL PROCESO CAUTELAR EN EL
PROCESO PENAL ACUSATORIO
MEXICANO
PREVENTIVE ACTION IN THE
MEXICAN CRIMINAL ACCUSATORY
PROCESS
Camilo Constantino Rivera*
RESUMEN ABSTRACT
Se realiza un estudio de la naturaleza jurídi- A study is made on the legal nature of the
ca del régimen cautelar y se repasan los cri- preventive action system and an analysis of
terios que la doctrina ha desarrollado sobre the criteria that the doctrine has developed
el carácter independiente o instrumental de over precautionary measure procedures of
las medidas cautelares. Se repasan las ca- both an independent or instrumental charac-
tegorías esenciales que conforman la teoría ter. The essential categories of the theory of
de las medidas cautelares, sus presupuestos preventive actions are reviewed from presup-
y principios informativos. Con el uso de las position, and informative principles. With the
categorías esenciales del régimen cautelar se use of the essential categories of the preven-
aborda el tratamiento normativo de las me- tive action regime which addresses the stan-
didas cautelares en el proceso penal mexica- dard treatment of the Mexican precautionary
no, en pleno proceso de reforma. measure delinquent procedure in a complete
254 reform process.
PALABRAS CLAVE : Proceso penal, régimen
cautelar, medidas cautelares. KEY WORDS: Criminal proceedings, precau-
tionary measure, preventive actions
* Profesor del Instituto Nacional de Ciencias Penales. Recibido: 8.09.2009. Aceptado: 15.10.2009.
EL PROCESO CAUTELAR EN EL PROCESO PENAL ACUSATORIO MEXICANO
SUMARIO
1. El proceso cautelar
I) Naturaleza jurídica del proceso cautelar
II) Proceso y procedimiento cautelar
III) El proceso cautelar y los procesos cautelados
IV) Teoría de la autonomía del proceso cautelar
V) Principio de universalidad de aplicación
VI) La demanda en el proceso cautelar
VII) Inaudita altera pars
2. Las medidas cautelares
I) Definición y naturaleza jurídica de la medida cautelar
II) Características de las medidas cautelares
III) Presupuestos de las medidas cautelares
III1) Verosimilitud del derecho invocado (fumus bonis iuris)
III2) Peligro en la demora (peruculum in mora)
III3) Contracautela
3. Clasificación de las medidas cautelares
I) Eminentemente ejecutiva
II) Postura de Eduardo J. Couture
III) Clasificación de las medidas cautelares conforme a Alsina
IV) La opinión de James Golsdchmidt
V) Podetti y las medidas cautelares
VI) Clasificación de las medidas cautelares conforme a Calamandrei
VI1) Providencias instructorias anticipadas
VI2) Facilidad práctica de una futura ejecución forzada
VI3) La urgencia de la decisión ante el peligro de daño
que acarrea el retardo
VI4) Providencias caucionales
4. Toma de postura
255
1. El proceso cautelar
3
Por ejemplo, en un asunto de violación, la víctima dice la verdad, para someter al indiciado a una investigación
judicial con medida cautelar consistente en prisión preventiva oficiosa.
4
CARNELUTTI, Francesco, Cómo se hace un proceso, trad. de Santiago Sentis Melendo, Editorial EJEA, Buenos Aires,
1965, p. 85.
5
CONSTANTINO RIVERA, Camilo, Economía procesal, Editorial Ma Gister, México, 2006, p. 66.
6
A esto se le llama universalidad de aplicación.
7
Vgr. arraigos, cateos, intervenciones, aseguramientos, detenciones.
8
Vgr. prisión preventiva, garantía económica, internamiento domiciliario, abstenciones o abandono de domicilio.
IUS 24 | INVIERNO 2009 REVISTA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS JURÍDICAS DE PUEBLA
9
VESCOVI, Enrique, Teoría general del proceso, Editorial Temis, Bogotá, 1984, p. 103.
EL PROCESO CAUTELAR EN EL PROCESO PENAL ACUSATORIO MEXICANO
10
Cfr. con la figura de separación de cuerpos, que es una medida cautelar personal, por excelencia. Nótese que si la
parte que ha solicitado esta separación, no inicia el procedimiento dentro de los quince días siguientes, tiene por
precluido su derecho y la medida se extingue.
IUS 24 | INVIERNO 2009 REVISTA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS JURÍDICAS DE PUEBLA
12
CALAMANDREI, Piero, Introducción al estudio sistemático de las providencias cautelares, traducción de Santiago
Sentis Melendo, Editorial EJEA, Buenos Aires, 1963, p. 45.
13
PODETTI, Ramiro, Derecho procesal civil, comercial y laboral, Tratado de las medidas cautelares, t. IV, Ediar
Editores, Buenos Aires, 1956, pp. 15-17.
IUS 24 | INVIERNO 2009 REVISTA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS JURÍDICAS DE PUEBLA
Quien implore una medida cautelar en su beneficio, debe cumplir con los
siguientes requisitos:
14
Ibid., p. 11.
IUS 24 | INVIERNO 2009 REVISTA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS JURÍDICAS DE PUEBLA
15
CHIOVENDA, Giuseppe, Instituciones de derecho procesal civil, Vol. I, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid,
1948, p. 280.
16
MARTÍNEZ BOTOS, Raúl, Medidas cautelares, Editorial Universidad, Buenos Aires, 1994, p. 28.
EL PROCESO CAUTELAR EN EL PROCESO PENAL ACUSATORIO MEXICANO
El fumus boni iuris, traducido literalmente quiere decir “humo de buen de-
recho”, más en su aceptación semántica debe entenderse como apariencia o
aspecto exterior del derecho.
La acreditación de los hechos expuestos por las partes con el propósito de
producir certeza en el juez respecto de los puntos controvertidos, a efectos de
permitirle pronunciar su decisión final, exige el agotamiento de un conjunto
de actos procesales que, por lo general, se desarrollan en estricto respecto del
contradictorio; eso es, con la participación o posibilidad de hacerlo, de ambos
sujetos del interés en litigio; sin embargo, para cumplir con este propósito, se
268 tomaría como ilusorio el cumplimiento o ejecución de la sentencia, si es que
no se adoptan medidas de prevención o aseguramiento.
El amparo de una solicitud cautelar por la razón expuesta ante el tenor
de la frustración o la urgencia de la medida, exige disminuir o suprimir la
cognición extensa o lata, y sustituirla por la cognición sumaria. De ahí que la
comprobación de la existencia del derecho se haga en forma sumaria, de modo
que proporcione la verosimilitud del derecho, que en ciertas circunstancias,
19
CALAMANDREI, Op. cit., pp. 43-44.
EL PROCESO CAUTELAR EN EL PROCESO PENAL ACUSATORIO MEXICANO
pueda resumirse que exista, y por último, pueda admitirse su existencia ante
la afirmación del actor, avalada por una buena contracautela.
Desde una perspectiva dinámica, puede decirse que el fumus boni iuris es
una de las operaciones que el juez debe realizar en el ejercicio de la función
jurisdiccional cautelar, y se expresa en la obtención de una declaración de
certeza de la apariencia, o presunción de la existencia de intereses sustan-
ciales. No se trata pues de obtener una declaración de certeza de la probada
existencia de los intereses sustanciales o procesales.
De conformidad con CALAMANDREI, la cognición cautelar se limita, en todos
los casos, a un juicio de probabilidades y de verosimilitud. Declarar la certeza
de la existencia del derecho es función de la providencia principal; pues en
sede cautelar basta que la existencia del derecho aparezca verosímil, o sea,
para decirlo con mayor claridad, basta que, según un cálculo de probabili-
dades, se pueda prever que la providencia principal declarará el derecho en
sentido favorable a aquél que solicita la medida cautelar.
El resultado de esta cognición sumaria sobre la existencia del derecho tiene
pues, en todos los casos, valor no de declaración de certeza, sino de hipótesis:
solamente cuando se dicte providencia principal, se podrá ver si la hipótesis
corresponde a la realidad.20
El llamado fumus boni iuris no es más que una valoración subjetiva y, en
gran parte, discrecional, del juez sobre la apariencia de que existen intereses,
tutelados por el derecho, totalmente sumaria y superficial.21
20
Ibid., p. 77.
21
ROCCO, Ugo, Tratado de derecho procesal civil, t. V, Editorial Depalma, Buenos Aires, p. 48.
IUS 24 | INVIERNO 2009 REVISTA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS JURÍDICAS DE PUEBLA
III3) Contracautela
Respecto de esta última condición o requisito para amparar una demanda cau-
telar, preliminarmente se puede sostener que se trata de una medida cautelar
especial, porque está destinada a garantizar el resarcimiento de los eventuales
daños derivados de la ejecución de una medida cautelar ante la eventualidad
de que la pretensión principal sea declarada infundada. La contracautela es
por ello garantía de garantías y cautela de decisiones cautelares.
La admisión de la contracautela, en cuanto a su naturaleza y monto, la
decide el juez, quien puede aceptar la ofrecida por el solicitante, graduarla,
modificarla, o incluso cambiarla por la que considere pertinente.
La contracautela puede ser de naturaleza real o personal. Dentro de la
segunda se incluye la caución juratoria23 que será ofrecida en el escrito que
contiene la solicitud de medida cautelar, con legislación de firma ante el
secretario respectivo. Cuando se admite la contracautela sometida a plazo,
270 éste quedará sin efecto al igual que la medida cautelar, si el peticionante no
prorroga o cumple la condición.
22
Idem.
23
En el derecho mexicano, el más claro ejemplo es la caución que se otorga cuando se ejercita el incidente de
suspensión del acto reclamado, en materia de amparo. Cfr. artículo 124 de la Ley de Amparo, Reglamentaria de los
artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
EL PROCESO CAUTELAR EN EL PROCESO PENAL ACUSATORIO MEXICANO
I) Eminentemente ejecutiva
Esta clasificación fue propuesta por GUTIÉRREZ DE CABILDEES, la cual tiene im-
portancia práctica para discernir el tipo de ejecución que amerita la medida
precautelativa. De acuerdo a este autor, las medidas cautelares pueden clasi-
ficarse atendiendo a que la obligación sea; de dar cosa genérica (dinero); de
dar cosa específica: mueble; inmueble, de hacer, de no hacer.
Cuando se trata de garantizar el cumplimiento de una obligación de dar
una suma de dinero, el procedimiento de ejecución es el más dispendioso, pues
es necesario sacar a remate los bienes aprehendidos, a menos que lo embar-
gado sea una suma de dinero. Cuando se trata de dar una cosa específica, el
mandamiento de ejecución consiste en entregar la cosa a quien tiene derecho
sobre ella, según la sentencia.
La prevención en las obligaciones de hacer o no hacer puede revestir un
doble carácter, según se pretenda evitar la magnificación del daño o garanti-
zar el pago de una indemnización equivalente.
a) Las que tienen por objeto la conservación de una prueba a los efectos
del juicio ordinario; por ejemplo, la constatación de un hecho por
peritos, deposición de un testigo anciano o enfermo grave, o bien,
próximo a ausentarse.
b) Las que tienden a asegurar el resultado de la ejecución forzosa, ver-
272 bigracia, el embargo preventivo, inhibición; es decir, prohibición ge-
neral de enajenar y gravar, anotación de la litis, intervención judicial,
nombramiento de depositario judicial o interventor.
c) Comprende aquellas de las que, en su ausencia, pudiera resultar
un daño irreparable: separación de los cónyuges, alimentos provi-
sorios, prohibición de innovar. La prohibición de innovar nace del
derecho romano que establecía la indisponibilidad de la cosa liti-
giosa, no pudiendo enajenarse, destruirse o deteriorarla. La defini-
ción en este grupo es eficiente aunque en realidad no es otra que
EL PROCESO CAUTELAR EN EL PROCESO PENAL ACUSATORIO MEXICANO
El segundo grupo comprende las providencias que sirven para facilitar el re-
sultado práctico de una futura ejecución forzosa, impidiendo la dispersión de
los bienes que pueden ser objeto de la misma. Casos típicos son las medidas
preventivas.
El juicio ordinario, en el sentido legal o lato de la palabra, tiene su comien-
zo en la demanda admitida y su final en el remate con la respectiva adjudi-
cación y satisfacción plena.
EL PROCESO CAUTELAR EN EL PROCESO PENAL ACUSATORIO MEXICANO
Constituye el tercer grupo las providencias mediante las cuales se dirime in-
terinamente una relación controvertida en espera de que a través del proceso
principal posterior se perfeccione la decisión definitivamente. Como toda otra
providencia cautelar, halla su razón de ser en la urgencia de la decisión ante el
peligro de daño que acarrea el retardo, daño referido más a la persona misma
que a sus bienes.
Un ejemplo lo hallamos en los interdictos restitutorios y prohibitivos, en
cuanto al decreto primero, provisional. Su mayor peculiaridad consiste en que
satisface provisionalmente el derecho subjetivo de fondo, cosa que no sucede
en los otros tipos de medidas cautelares.
La diferencia entre las providencias cautelares de este tercer grupo y la tu-
tela cautelar definitiva de que hablamos anteriormente consiste en la relación
de instrumentalidad, o concretamente en la provisoriedad. Ambas son satis-
factorias de la relación jurídico-material, sólo que las primeras nunca pueden
aspirar a convertirse en definitivas.
Merecen ser tratadas como cuarto grupo aquellas providencias cuya denomi-
nación revela puramente la finalidad cautelar, que consiste en la imposición
por parte del juez de una caución; la prestación de la cual se ordena al intere-
sado como condición para obtener una ulterior providencia judicial. Ejemplos 275
son las dos medidas de cautela del procedimiento de medidas preventivas para
decretarlas (contracautela) o para neutralizarlas (cautela sustituyente).
4. Toma de postura
Una vez citados los principales procesalistas en materia cautelar, y para efec-
tos de la economía procesal, la clasificación del procesalista florentino me
parece la más completa, con algunos comentarios:
IUS 24 | INVIERNO 2009 REVISTA DEL INSTITUTO DE CIENCIAS JURÍDICAS DE PUEBLA
A)Medida cautelar (en estricto sentido). Éstas se adoptarán una vez for-
mulada la imputación ante el juez de control.
B) Providencias precautorias. Se aplicarán antes de la formulación de la
imputación, y tienen una doble naturaleza en cuanto a su imposición:
administrativa y jurisdiccional.
Libertad asistida
Suspensión de derechos
Obligación de ir ante el juez o ante autoridad o
institución que éste designe
Obligación de conseguir trabajo
* Puede ser medida cautelar como facultad ordenatoria del juez en cuanto a los sujetos.
Arraigo
Prueba anticipada
277