Objetividad en La Ciencia

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CIENCIA Y OBJETIVIDAD

Joaquín Medín Molina


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¿Es objetiva la ciencia?. La respuesta es sí, pero no simplemente sí, como la


pregunta es ambigua la respuesta tiene necesariamente el mismo carácter. En este
escrito argumentaré que el estatuto de la objetividad en la ciencia es el de un
ideal que las ciencias particulares alcanzan en mayor o menor medida de
acuerdo con su grado de renuncia a cuatro elementos influyentes en su historia:
el supernaturalismo, el finalismo, el verbalismo y el apriorismo. A raíz de esa
renuncias la ciencia ha desarrollado un enfoque cognitivo y una organización social
que viabilizan el ideal de objetividad de manera imperfecta pero perfectible. En última
instancia el ideal de objetividad emana filosóficamente del compromiso con la
búsqueda de la verdad. La objetividad entendida como independencia del conocimiento
científico respecto del sujeto que lo construye unida con la verdad fáctica entendida
como adecuación o correspondencia aproximada del conocimiento con la realidad
exterior, son los fundamentos filosóficos tanto del éxito práctico como de la estima
social que se le tiene y merece la ciencia en el presente y que esta pueda preservar en
su porvenir.

Por eso es preocupante para los que valoramos la ciencia que en las últimas
décadas hayan reaparecido dos antiguas tendencias que creíamos difuntas luego de la
revolución científica del siglo 17. Estas imputan un carácter ilusorio al ideal de
objetividad y a la verdad científica. Ellas son el subjetivismo , en su modalidad mas
reciente llamada constructivismo y el relativismo. Según el primero no hay hechos
objetivos: nosotros mismos somos autores individual o colectivamente de todo cuanto
ocurre. Todo seria subjetivo, cada cual o cada grupo,cultura o sociedad construye su
propio mundo: no habría un mundo compartido por todos. Conforme con el relativismo
tampoco hay verdades objetivas: lo que tu crees es tan cierto como lo que yo creo.
Todo seria relativo, todo daría igual, todo valdría. La verdad científica sería en el mejor
de los casos análoga a la belleza de un paisaje: la mitad depende del paisaje y la otra

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mitad de quien lo contempla. Las leyes de la naturaleza compartirían con las leyes del
tránsito el mismo status gnoseológico por ser ambas construcciones sociales.

Hay también otras opiniones que cazan muy bien con las anteriores y que al
igual que ellas sobresalen mas por su notoriedad que por las escasas ,falaces o
inexistentes pruebas que las respalden: (1) “ La ciencia ,igual que todo conocimiento,es
un juego por el poder no por la verdad por lo que hacer ciencia es hacer política por
otros medios” ( Michel Foucault). (2) “El llamado mundo fáctico es la consecuencia del
trabajo científico antes que su causa”(Bruno Latour) .Algo positivo que podemos decir
de estas tesis es que han contribuido a llamar la atención sobre el carácter
problemático de la objetividad en la ciencia. Que una especie de monos avanzados
que surgió tan recientemente en la historia del universo y que residimos en un planeta
menor de una estrella promedio,seamos capaces de alcanzar conocimiento
objetivo,universal y asintóticamente verdadero a pesar de estar sujetos a tanta
estupidez, a la seducción del poder y del dinero ,es un hecho asombroso que
definitivamente esta lejos de ser obvio y por tanto merece ser investigado con el mayor
rigor. No obstante ese rigor exige que aceptemos que la naturaleza no es una
construcción nuestra sino que somos parte de una naturaleza que nos precede y nos
sucederá luego de la extinción de nuestra especie.

El ideal de objetividad científica se cimenta en al menos cuatro pilares distintos


que fueron apareciendo en diferentes momentos de la milenaria historia de la ciencia.
Estos pilares pueden caracterizarse como cuatro renuncias sucesivas a sendas
posturas filosóficas que en sus respectivas épocas se juzgaron como inexpugnables y
que ahora el subjetivismo y el relativismo pretenden directa o indirectamente
retrotaernos al estado anterior a esas renuncias . Tales renuncias pueden expresarse
como sigue: (1)renuncia a las explicaciones sobrenaturales o inescrutables de los
fenómenos propios de la naturaleza y de la sociedad; (2) renuncia a plantearse
preguntas que presuponen causas finales tales como ¿Cuál es el destino
humano?,¿Por qué existe algo en vez de nada?¿Hay vida después de la muerte?,
¿Cuál es el propósito del universo? ,(3) renuncia al verbalismo o a la búsqueda de

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explicaciones meramente verbales de las cosas (4) renuncia al intento de contestar
cualquier pregunta grande o pequeña, sobre la naturaleza por medio del uso exclusivo
de la razón. El naturalismo, el causalismo ,la matematización y la experimentación son
respectivamente las conquistas de la ciencia que son concomitantes a esas cuatro
renuncias. El efecto de estas renuncias fue la revolución científica, un acontecimiento
que reduce la reforma protestante y el renacimiento artístico a meros episodios como
acertadamente plantea el ilustre historiador Herbert Butterfield.

A continuación describiré a grandes rasgos estas renuncias y sus respectivas


conquistas. Nos preguntaremos que consecuencias tienen para la investigación y
transformación de la realidad el atentado contra ellas que supone el subjetivismo y el
relativismo. Responderemos que el subjetivismo y el relativismo son no solo
inconsistentes y equivocados sino estériles y peligrosas por desalentar la exploración
y control efectivo de la realidad y por menoscabar la confianza en la posibilidad de un
cambio por el que valga la pena comprometerse.
Hace 26 siglos se inició la ciencia en Grecia cuando Tales y otros pensadores
presocráticos se plantearon la búsqueda de explicaciones naturalistas a los
fenómenos ,renunciando de esa manera a las explicaciones en boga que invocaban
los caprichos subjetivos de los dioses. Pero eso solo fue el comienzo de un largo
forcejeo que aun hoy continua (Vg. Creacionismo científico). Durante las grandes
plagas de los pasados siglos como la peste negra, la viruela y la fiebre amarilla la
explicación de por que algunos sobrevivían mientras otros enfermaban y morían era a
menudo formulada en términos religiosos: la supervivencia era un milagro de Dios,
sucumbir a la peste era un castigo divino. Se apelaba pues a decisiones subjetivas de
un ser sobrenatural para dar cuenta de un hecho natural. La filosofía de la ciencia ha
dilucidado porque la apelación a lo sobrenatural es inaceptable dentro del marco
conceptual de la ciencia. Toda hipótesis científica no solo debe explicar algo sino que
debe estar sujeta en si misma a explicación y por tanto a ser investigada y cuestionada.
Las hipótesis que invocan lo sobrenatural no cumplen con este requisito ni pueden
llegar a cumplirlo .Su carácter sobrenatural las hace un misterio irreducible , imposible
de ser investigadas para hacer transparentes sus mecanismos. Como no hay forma

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de establecer objetivamente (independiente del sujeto creyente) la validez de la
explicación sobrenatural su aceptación por la ciencia implicaría el abandono del ideal
de objetividad y a algo todavía mas objetable: la satisfacción de no entender el mundo
al poblarlo con misterios irreducibles.

La hipótesis sobrenaturales son hipótesis terminales , que irremediablemente


ponen fin al proceso de búsqueda de la verdad. Los subjetivistas y relativistas
comparten con los sobrenaturalistas un común menosprecio a la búsqueda de la
verdad , los primeros porque creen que la verdad no existe y los segundos porque
creen que la han encontrado en sus hipótesis sobrenaturales. También comparten su
creencia en la identificación inescrutable de la palabra y la realidad.Por ejemplo
algunos supernaturalistas aceptan que en “el principio era el verbo y el verbo se hizo
carne” como lo proclama el evangelio,otros subjetivistas como J. Derrida sugieren lo
mismo cuando dicen que nada existe fuera de algún texto y que por tanto solo procede
hacer lecturas de la realidad. Otro tanto ocurre con aquellos que creen que la ciencia
es la ideología del capitalismo apelando a la noción de que todo pensamiento es un
producto predecible del “zeitgeist” o “espíritu de los tiempos”. En fin la ciencia necesita
y por tanto presupone el naturalismo como un pilar esencial a su búsqueda de
verdades objetivas.

La ciencia desde Galileo se ha desarrollado gracias a que renuncia a


preguntas importantes que no sabemos aun plantear con propiedad por preguntas
menos importantes pero que si sabemos como plantear de manera fecunda con los
recursos disponibles . Fue un gran paso cuando los científicos se convencieron que
para estudiar la naturaleza de las cosas debían comenzar preguntándose no para qué
existían las cosas o si una cosa era buena o perjudicial para ciertos fines, sino que
clase de cosa es y cuanto de ella hay. Las cualidades y las cantidades fueron entonces
los atributos a investigar en la ciencia. Los pensadores medievales, inspirados en
Aristóteles y motivados por sus creencias religiosas consideraban que la explicación en
función de causas finales era la aspiración de la ciencia . Su pregunta medular era
para que existe la lluvia, el ser humano, el sufrimiento,las estrellas, el universo, o

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cualquier proceso o entidad. La ciencia moderna renuncia a las causas finales y las
sustituye por lo que Aristóteles llamaba las causas eficientes o eventos antecedentes
que se conectan productivamente con los eventos que buscamos explicar.Y la
explicación causal se busca luego de describir con el mayor rigor posible el hecho a ser
explicado. En el proceso se ha demostrado que para ciertos sistemas dinámicos con
retroalimentación las causas eficientes generan comportamientos que sugieren causas
finales , es decir el propósito es una ilusión que surge de nuestra ignorancia del
comportamiento de lo que carece de propósito. Vale aclarar que propósito en este
contexto no significa expectativa o intención sino causa final. Las expectativas o
intenciones son causas eficientes insoslayables e importante en los sistemas
humanos y como tal son estudiadas en las ciencias humanas modernas.

El rechazo de las preguntas que buscaban causas finales no implica un rechazo


a la explicación funcionalista válida que explica una sucesión de hechos por sus
efectos intercalados en el tiempo,tal como se hace en las ciencias sociales cuando se
apela a los efectos beneficiosos o perjudiciales para determinados grupos de interés
como explicación de ciertos hechos. Los efectos beneficiosos o perjudiciales explican
los hechos si se demuestra que hay retroalimentación de efectos a hechos en la
cadena. Si no hay mecanismo de retroalimentación entonces la explicación
funcionalista deviene en explicación falaz en términos de causas finales.Una
explicación de la revolución científica del siglo17 por sus efectos favorables sobre el
capitalismo debe hacer explícitos los mecanismos mediante los cuales esas
consecuencias produjeron la revolución científica si es que quiere evitar caer otra vez
en el finalismo. La explicación funcionalista válida tiene la siguiente forma(ver Lógica y
Sociedad de J. Elster). El fenómeno X (Vg revolución científica del siglo 17)está
explicado por la función Y(mejoramiento en los sistemas de navegación,técnicas
militares y el comercio) para el grupo Z(las burguesías mercantiles europeas ) si y solo
si: (1) Y es un efecto de X(2) Y es benéficioso para Z (3) Y mantiene a X por
realimentación causal.( ¿Hay estímulos financieros, culturales, incentivos y apoyos
institucionales de la clase dominante que refuercen la labor científica ?) Una
explicación funcionalista que carezca de mecanismos de realimentación no es

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susceptible en principio de contrastación empírica y por tanto no puede pretender ni
siquiera ser una primera aproximación científica a un problema. En estas
circunstancias solo una postura subjetivista puede otorgar validez a ese tipo de
explicación. De ahí que una de las razones del subjetivismo y relativismo en algunos
científicos sociales es el confort que les brindan estas posturas al no exigirles que
pongan al descubierto los mecanismos de realimentación que justifiquen sus tesis.]
La tercera renuncia que hizo posible la ciencia es la que sintetiza la famosa
inscripción en la entrada de la Royal Society of London,la academia científica más
antigua e ilustre en el planeta.: “Nullius in verba” .No es la elocuencia en la
argumentación, sino su substancia lo que cuenta en la ciencia y la substancia se
muestra mejor matemáticamente: “una onza de algebra vale por una tonelada de
argumentación verbal” nos decía J. B. S. Haldane. La matematización no es ni más ni
menos que la manera que hemos encontrado los humanos de pensar con la mayor
claridad . En la ciencia implicó un tránsito del estudio de las cualidades al estudio de
las cantidades y de sus relaciones. La cantidad no es algo separado de la cualidad sino
que es una cuantificación de la cualidad( Vg la coordenada de posición de un cuerpo es
una abstracción de la cualidad de los cuerpos de tener localización). El proceso de
matematización de la ciencia comenzó hace casi 3000 años con Pitágoras, prosiguió
con Platón quien hizo poner un letrero famoso en la entrada de su academia que decia
“ quien no sepa geometría no es apto para entrar a este lugar”, tuvo su momento
culminante con la escuela de Alejandría en la antigüedad clásica , decayó durante la
edad media y renació en los albores del capitalismo hace 400 años lidereado por
precursores de la ciencia moderna tales como Descartes, Galileo,Kepler, Newton y
Leibnitz, que le dieron a la matematización un ímpetu que continúa en nuestros dias.
La ciencia como decía Aristóteles nace de la abstracción y la máxima abstracción es la
matematización. Por eso históricamente, todas las ciencias naturales o sociales según
van madurando se tornan cada vez mas matemáticas. (“Teorema de Whitehead”
según el diccionario de Oxford de la ciencia)
Las raíces de la matematización de la ciencia se cruzan también con la
religión. Vale recordar en este contexto las palabras del rey Salomón a su señor”(Libro
de la sabiduría, capítulo 11,versículo 21) :”Tu haz ordenado todo con número, peso y

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medida” Y la respuesta de Platón a la pregunta del discípulo sobre ¿qué hace Dios?:
“Dios matematiza” se dice que respondió Platón al discípulo. Estamos todavía muy
lejos de haber cuantificado todas las propiedades interesantes; particularmente las
mentales y las sociales. Pero lo cierto es que el proceso de matematización de la
ciencia comenzó con fuerza desde mucho antes del capitalismo, continua con mas
fuerza durante el capitalismo y cabe esperar que siga consolidándose después que
sepultemos al capitalismo si es que logramos evitar que este nos sepulte a nosotros
antes. En todo caso basta echar un vistazo a la historia de la ciencia y de la
matemática para comprobar que ha sido la investigación profunda de la naturaleza y no
las presiones cognitivas o de otra índole sobre los científicos que impone cualquier
modo de producción la fuente primordial de la matematización de la ciencia.
Indudablemente esas presiones externas a la ciencia existen , condicionan, estimulan
a veces y otras veces inhiben el progreso de la ciencia , pero no son su primer motor.
La ciencia igual que el arte y la religión goza de suficiente autonomía que permite
entenderla mejor en una primera aproximación como autodeterminada por sus
procesos internos.
En una segunda aproximación podemos decir que el capitalismo creó las
condiciones de posibilidad de la ciencia moderna. Todavia está por decidirse si la
ciencia como creía Marx catalizará a su vez el desarrollo del capitalismo hasta hacerlo
innecesario e inviable, del mismo modo que sucedió con los organismos anaeróbicos
que crearon una atmósfera de oxigeno tóxica para ellos mismos pero que hizo posible
el surgimiento de los seres aeróbicos como nosotros. Independientemente del grado
en que la ciencia moderna sea una criatura del capitalismo esto no impide que sea una
adquisición permanente de la Humanidad que trascienda la vida útil del capitalismo.
Una de las garantias de que asi será es su ideal de objetividad impulsado en gran
medida a través de la matematización ,porque la matematización es como nos dice
con gran acierto el conocido sociólogo Anthony Giddens la “técnica por excelencia
para mantener a distancia al sujeto del objeto del conocimiento”

La cuarta renuncia de la ciencia a la que quiero referirme es la renuncia a la


razón pura como vehículo suficiente para lograr conocimiento. Esta renuncia dio

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entrada a la experimentación que junto a la teorización.pasó a ser un pilar del modo
de hacer ciencia. A través de la experimentación la ciencia moderna busca que sea la
naturaleza el árbitro supremo del valor de verdad de sus ideas.Luego de esta renuncia
la contrastabilidad empirica se convierte en un requisito esencial del saber científico.
El científico asume entonces el rol de escéptico de todo excepto de los hechos pues
estos se suponen existen objetivamente, o dicho de otra manera existen
independientemente del científico que los investiga. Subjetivistas y relativistas
posmodernos como el antropólogo Bruno Latour pretenden devolvernos a un pasado
superado cuando afirma por ejemplo que el calentamiento global antropógenico es un
hecho solo a partir del momento en que la comunidad científica llegó a un consenso
sobre el mismo. De esa manera la ciencia y el mito se vuelven indistinguibles en su
criterio de verdad: Según Latour ambas aceptarían como verdadero aquello que es
creido por suficiente gente. Lógicamente si se cree que la realidad es una construcción
social no puede aceptarse que existan hechos objetivos y mucho menos que estos
sean accedidos mediante la experimentación. Semejante subjetivismo es muy cómodo
porque en lugar de estudiar los hechos mismos con los trabajosos protocolos
experimentales y matemáticos que exige la ciencia,uno puede limitarse a reflexionar o
a hacer exégesis de textos. De paso vale decir que esos protocolos de la ciencia son
totalmente inexplicables para los que piensan que el conocimiento es una mera
construcción social. La cuarta renuncia de la ciencia nos lleva a proponer que es en el
mundo natural respecto al cual nuestras ideas deben ser contrastadas ,no en el
científico individual ni tampoco en la comunidad científica que al igual que el individuo
puede ser seducida por la religión o la política, en donde radica el origen de la
objetividad de la ciencia.
En general, casi todos los científicos admiten explícita o tácitamente que el
conocimiento científico es construido ,es decir un producto de la creatividad conceptual
del cerebro humano en sociedad. El conocimiento igual que la paz no es algo que se
nos revela o se nos concede por Dios o por nadie. Por eso la gnoseología llama con
propiedad “constructos” a los conceptos , proposiciones y teorías científicas,pero solo
los subjetivistas sostienen que los hechos mismos son construidos cuando proponen
que todo lo que acontece es una construcción social lo que equivale a negar la realidad

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independiente del sujeto. Dicho mas brevemente el constructivismo gnoseológico es
correcto, pero el ontológico es falso. Si los hechos y las teorías fueran ambos
construcciones no podríamos utilizar ningún hecho para poner a prueba las teorías y
ninguna teoría serviría para guiar la búsqueda de nuevos hechos. Puesto que los
auténticos científicos ponen a prueba sus teorías contrastándolas con los hechos a que
ella se refieren es falso que no haya diferencias entre hechos y teorías.

Las tesis subjetivistas pueden ser peligrosas. Mencionaré dos ejemplos en la Fisica y
en la medicina para ilustrar esto.La imposibilidad de que se forme un minihueco negro
peligroso para la supervivencia de nuestro planeta en el colisionador de protones que
recién se ha puesto en marcha en Ginebra no es un hecho porque hay consenso entre
los Físicos expertos en el tema de que tal cosa es imposible ,como sostendría un
constructivista. Para la ciencia esto sería un hecho si y solo si hay evidencia empírica
de que colisiones similares en el espacio no han producido minihuecos negros y si
esto es compatible con el grueso del conocimiento científico pertinente. Claramente lo
sensato para todos nosotros(científicos y legos) es pensar y actuar como objetivistas
respecto a este asunto. De otra parte en medicina se han ido acumulando pruebas de
que las pequeñas pero reales diferencias genéticas entre los grupos étnicos producen
respuestas diferentes a medicamentos específicos. Sin embargo estas investigaciones
y los posibles tratamientos efectivos derivables de ellas se ven amenazados por
aquellos que piensan que la etnicidad o la raza por ser una mera construcción social
carece en principio de fundamento biológico. Afortunadamente en E.U varias
organizaciones que representan a los afroamericanos han actuado como objetivistas al
brindar su respaldo a estas investigaciones médicas.

Las renuncias que hacen posible la objetividad científica se implementan


socialmente a través de un repertorio de mecanismos tales como: evaluación de pares,
la replicación experimental, el experimento doblemente ciego, procesamiento
estadístico de las datos, carácter público del conocimiento cientifico ,la libertad de la
censura en la investigación y la publicación , que en conjunto permiten que la ciencia
detecte y corrija incesantemente los sesgos y errores a lo que es proclive el científico.
Esas prácticas sociales autocorrectivas producen un conocimiento progresivamente

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objetivo y verdadero. El progreso científico no es ilusorio. Y no es concebible sino como
el reemplazo de falsedades y de verdades parciales, por verdades mas aproximadas,
asi como por el hallazgo de verdades radicalmente nuevas. Ningún mito o ideología ha
hecho renuncias equivalentes a las de la ciencia ni a fortiori las han puesto en vigor
por mecanismos autocorrectivos remotamente parecidos a los de la ciencia. Y son
precisamente a esas renuncias y a los mecanismos que las ponen en vigor a lo que se
refería el gran humanista científico J. Bronowsky cuando decía que el mayor
descubrimiento de la ciencia es la ciencia misma.

El ideal de objetividad es mucho mas difícil de alcanzar en las ciencias


sociales que en las ciencias naturales. Esto explica en parte el relativo rezago de las
ciencias sociales respecto a las naturales. Esa mayor dificultad obedece según
Wilfredo Pareto a que todo fenómeno social debe ser considerado en dos aspectos:
como es en realidad(aspecto objetivo) y como este se presenta a la mente de este o
aquel ser humano(aspecto subjetivo). El científico acepta esta dualidad pero propone
que el aspecto subjetivo (percepción de los hechos sociales) sea estudiado
objetivamente. Por ejemplo se han construido modelo matemáticos que estudian
objetivamente la experiencia del amor de pareja. Esto es posible por que uno puede
estudiar objetivamente las experiencias subjetivas de otras personas si tratamos
nuestras ideas como hipótesis sujetas a contrastación empírica, y si se emplean
indicadores confiables en esa contrastación.
La objetividad factual no implica neutralidad o imparcialidad, es decir la ausencia
de interés o de posturas del científico acerca de cómo preservar o cambiar el sistema
que se investiga. Lejos de eso, el objetivista lo que afirma es que el éxito de políticas,
planes y acciones depende de nuestra capacidad para dar cuenta objetivamente del
sistema objeto de esas intervenciones. En ese aspecto el legado de Marx y Engels
sigue vigente. Recordemos que ambos, aun cuando negaron incluso la posibilidad de
una ciencias sociales neutrales, hicieron igual hincapié en la necesidad de estudiar el
mundo social objetivamente con los estándares de la ciencia.
Finalmente el precio que debemos pagar por preservar las renuncias que
hicieron posible la objetividad en la ciencia es la eterna vigilancia y el cuestionamiento
permanente de la propia ciencia no solo con los medios que esta nos provee sino

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también con los instrumentos que nos brinda la metaciencia o ciencia de la ciencia. La
defensa crítica de la objetividad y de la verdad en la ciencia son hoy tan o mas
necesarias que en el pasado pues sin esa ciencia no hay posibilidad alguna no solo ni
meramente para continuar el progreso social sino de que podamos evitar un colapso
social planetario que es el reto mas urgente de nuestro tiempo.

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