El en El Tiempo Perfecto
El en El Tiempo Perfecto
El en El Tiempo Perfecto
12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun
mayores hará, porque yo voy al Padre.
13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el
Hijo.
• “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Hechos 2:21). Mateo 1:21-23....
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus
pecados. ... Todo esto aconteció para .
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en
que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12)
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán
nuevas lenguas” (Marcos 16:17)
• “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” (Hechos 2:38).
De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de
pecados por su nombre” (Hechos 10:43
Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su
nombre.” (Hechos 22:16).
Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.”
(1 de Juan 2:12)
Este nombre representa la presencia de su dueño, su poder y la obra de Dios. Cuando nosotros
invocamos su Nombre creemos que Él mismo se hace presente y comienza a obrar.
En el Nombre de Jesús esta todo el poder, el carácter, las facultades y la autoridad de Dios, por
tal razón todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor
Jesús, Colosenses 3:17 Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho ..
El Nombre de Dios es Jesús, porque es Dios quién dijo que a Él se doblará toda rodilla Por mí
mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia y no será revocada: "Que ante mí se
doblará toda rodilla y jurará toda lengua" saías 45:23
• “para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la
tierra, y debajo de la tierra” (Filipenses 2:10)
Isaías 52:6
«Por tanto, mi pueblo conocerá mi nombre en aquel día, porque yo mismo que hablo, he aquí
estaré presente.
A Dios lo llamaron de muchas maneras, pero el nombre propio fue escondido, era un misterio,
Jacob lo preguntó, Moisés lo preguntó, Manoas lo preguntó, y no se les dio a conocer.
Porque este es el nombre que pone al ser humano en alto. Salmos 91:14. Lo pondré en alto, por
cuanto ha conocido mi nombre.
“Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,
para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos”.
Gálatas 4:4
Lo primero que necesitamos entender sobre el tiempo de Dios es que es perfecto, así como todos
los caminos de Dios son perfectos (Salmo 18:30; .
es un lapso de tiempo, es el tiempo terrenal que podemos medir con relojes y calendarios. Este es
un tiempo que entendemos, por lo que podemos llegar a creer que Dios trabaja en ese mismo
tiempo.
Muchas veces, cuando tenemos problemas, oramos y pedimos a Dios una solución; esperamos
una respuesta rápida, casi inmediata. Y cuando no llega y sentimos que hemos esperado bastante
empezamos a desesperarnos, la ansiedad se puede apoderar de nosotros y muchas veces nos
enojamos y le reclamamos a Dios.
Debemos entender que Dios tiene el control de todo, que nos ama y que todo lo que pasa (y deja
de pasar) nos ayuda a bien, pero sobre todo, debemos entender que las cosas pasarán en el
momento que Dios quiera y considere oportuno
Cuando confiamos en Dios con todo nuestro corazón, renunciando a depender en nosotros
mismos, a menudo con una comprensión equivocada de las circunstancias, Dios ciertamente nos
guiará (Proverbios 3:5-6). “…Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia” (Salmo 32:10).
Sin embargo, para confiar plenamente en Dios necesitamos conocer a Dios.
Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová” (Salmo 34:19). Los
planes que Dios tiene para sus hijos son buenos, son para ayudarnos y no para hacernos daño
(Jeremías 29:11).