La Posible Colisión de Los Derechos Humanos-Iván Espino Pichardo

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LA PROBABLE COLISIÓN DE LOS

DERECHOS HUMANOS Y EL PRINCIPIO


DE SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL
ASPECTOS HISTORICOS EN TORNO A
LA JURISPRUDENCIA 20/2014
Ivan Espino Pichardo*
Roberto Wesley Zapata Durán
Martha Gaona Cante***

RESUMEN: En el presente trabajo se plantea la posible presencia de una


paradoja entre el principio pro persona que debe operar en todos los actos
de autoridad y, la restricción de derechos humanos prevista en la tesis
jurisprudencial P/J. 20/2014 (10ª). Nuestro objetivo es distinguir la
supremacía constitucional en el Estado constitucional y, a la dignidad
humana como valor superior.
Palabras clave: principio pro persona, principio de supremacía
constitucional, restricción de derechos humanos, Estado constitucional,
dignidad humana.

*
Maestro en Juicio Orales, académico del área académica de Derecho y Jurisprudencia de la
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Hidalgo, México, [email protected]
**
Doctor en Derecho, profesor investigador del área académica de Derecho y Jurisprudencia
de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Hidalgo, México, [email protected]
*** Maestra en Derecho Penal, profesora investigadora del área académica de Derecho y
Jurisprudencia de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Hidalgo, México.

Cordis. Dossiê: História e Direito – Reflexões Contemporâneas, São Paulo, nº 25. v.2. 2020.
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ABSTRACT: In this paper the possible presence of a paradox between


the pro-person principle that must operate in all acts of authority and the
restriction of human rights provided for in the jurisprudential thesis P/J.
20/2014 (10ª). Our goal is to distinguish constitutional supremacy in the
constitutional State and human dignity as a superior value.
Keywords: pro persona principle, constitutional supremacy principle,
human rights restriction, constitutional state, human dignity.

SUMARIO: I. Introducción. II. Breves antecedentes internacionales de los


derechos humanos. III. Los derechos humanos en el sistema jurídico
mexicano. IV. Validez de normas a partir de la supremacía constitucional.
V. La dignidad humana como valor superior. VI. Reflexiones finales.

I. Introducción.

En abril del 2014, se publicó en la Gaceta del Semanario Judicial


de la Federación la siguiente tesis jurisprudencial:

DERECHOS HUMANOS CONTENIDOS EN LA


CONSTITUCIÓN Y EN LOS TRATADOS
INTERNACIONALES. CONSTITUYEN EL
PARÁMETRO DE CONTROL DE REGULARIDAD
CONSTITUCIONAL, PERO CUANDO EN LA
CONSTITUCIÓN HAYA UNA RESTRICCIÓN
EXPRESA AL EJERCICIO DE AQUÉLLOS, SE DEBE
ESTAR A LO QUE ESTABLECE EL TEXTO
CONSTITUCIONAL.
El primer párrafo del artículo 1o. constitucional
reconoce un conjunto de derechos humanos cuyas
fuentes son la Constitución y los tratados
internacionales de los cuales el Estado Mexicano sea
parte. De la interpretación literal, sistemática y
originalista del contenido de las reformas
constitucionales de seis y diez de junio de dos mil once,
se desprende que las normas de derechos humanos,
Cordis. Dossiê: História e Direito – Reflexões Contemporâneas, São Paulo, nº 25. v.1. 2020.
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independientemente de su fuente, no se relacionan en


términos jerárquicos, entendiendo que, derivado de la
parte final del primer párrafo del citado artículo 1o.,
cuando en la Constitución haya una restricción expresa
al ejercicio de los derechos humanos, se deberá estar a
lo que indica la norma constitucional, ya que el
principio que le brinda supremacía comporta el
encumbramiento de la Constitución como norma
fundamental del orden jurídico mexicano, lo que a su vez
implica que el resto de las normas jurídicas deben ser
acordes con la misma, tanto en un sentido formal como
material, circunstancia que no ha cambiado; lo que sí
ha evolucionado a raíz de las reformas constitucionales
en comento es la configuración del conjunto de normas
jurídicas respecto de las cuales puede predicarse dicha
supremacía en el orden jurídico mexicano. Esta
transformación se explica por la ampliación del
catálogo de derechos humanos previsto dentro de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
el cual evidentemente puede calificarse como parte del
conjunto normativo que goza de esta supremacía
constitucional. En este sentido, los derechos humanos,
en su conjunto, constituyen el parámetro de control de
regularidad constitucional, conforme al cual debe
analizarse la validez de las normas y actos que forman
parte del orden jurídico mexicano2.

Del citado criterio, podemos extraer las siguientes ideas esenciales:


i) El parámetro de control de regularidad constitucional está conformado
por los derechos humanos contenidos en la Constitución y en tratados
internacionales; ii) Si la Constitución prevé una restricción expresa al
ejercicio de los derechos humanos, se estará a este cuerpo normativo

2
Jurisprudencia P./J. 20/2014, registro digital: 2006224, publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Libro 5, Abril de 2014, Tomo I, página 202.
Cordis. Dossiê: História e Direito – Reflexões Contemporâneas, São Paulo, nº 25. v.1. 2020.
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nacional; iii) Su comprensión requiere de un ejercicio técnico de


interpretación; iii) Persiste la idea de supremacía constitucional y, iv) Lo
que da la validez a las normas son los derechos humanos.
Me gustaría dejar claro, la ingeniería del sistema jurídico mexicano,
opera con un amplio catálogo de derechos humanos, para integrar un
complejo bloque que constituye la Ley Suprema de toda la Unión (en
términos del artículo 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos)3. Ahora veamos, un sistema de derechos en un Estado
constitucional -como lo es el caso de Estado mexicano- se debe interpretar
de tal forma que logre su completud y quede cerrado a través de dos
fuentes: la internacional y la interna4, de ahí que, la interrelación que debe
prevalecer entre éstas, debe ser armónica e interdependiente, porque
ambas, sin importar su procedencia, son garantizadas por mecanismos de
protección, tanto internos como supranacionales, en este último caso, con
base al principio de subsidiariedad5.
Hecha esta salvedad, la jurisprudencia en estudio nos lleva a
plantearnos: si lo que da validez a la norma jurídica y, en su caso, a los
actos y omisiones de autoridad, son los derechos humanos ¿Por qué se
privilegia a la Constitución sobre los tratados internacionales? ¿Cómo se
explica la supremacía constitucional en el paradigma del Estado

3
GARCÍA RAMÍREZ, Sergio y Mauricio Ivan del Toro Huerta: México ante la Corte
Interamericana de Derechos Humanos. Porrúa, México, 2011. Pág. 1.
4
NIETO, Navia: La interpretación de los derechos humanos en la jurisdicción internacional y en
la jurisdicción interna. La Corte y el sistema interamericano de derechos humanos. San José, Costa
Rica. Organización de los Estados Americanos, Unión Europea, 1994, pp. 39 y 43.
5
Ídem.
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89

Constitucional? ¿Qué relación tiene el principio de supremacía


constitucional con el valor superior de dignidad humana?
Plateamos como hipótesis a esas interrogantes que, del criterio
jurisprudencial nace una paradoja: si los derechos humanos, en su
conjunto, constituyen el parámetro de control de regularidad
constitucional, conforme al cual debe analizarse la validez de las normas
y actos que forman parte del orden jurídico mexicano, desplaza a todo
criterio de supremacía por codificación, de donde resulta que, es
insostenible la previsión de restricciones nacidas en un cuerpo normativo
(en este caso, en la Constitución).
De manera que, para explicar la presencia de esta paradoja y
resolver nuestros planteamientos centrales, en el presente trabajo
exploraremos –de manera genérica- la evolución de los derechos
humanos, al parámetro de control de regularidad constitucional, el
principio de supremacía constitucional y, a la dignidad humana como
valor superior.

II. Breves antecedentes internacionales de los derechos humanos.

El Derecho en los Estados constitucionales, está edificado sobre


una sólida base ética, jurídica y política forjada por el reconocimiento de
los derechos de la persona humana, cuyo antecedente directo está en los
bills of rights estadunidenses, de 1787, en la Déclaration des droits de
l´homme et du citoyen francesa, de 1789, por esto, se configuró lo que se
ha denominado “la segunda revolución del hombre” en la lucha
Cordis. Dossiê: História e Direito – Reflexões Contemporâneas, São Paulo, nº 25. v.1. 2020.
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permanente por los derechos y libertades6, dicho de otra manera,


constituye un momento distinguido en la evolución de la civilidad, es así
que, don Sergio García Ramírez considere que difícilmente hay un suceso
mayor en la historia7.
Luego, el 10 de diciembre de 1948 en la Asamblea General de las
Naciones Unidas se aprobó la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, calificada por Norberto Bobbio como “la prueba histórica más
grande, hasta ahora existente, para un consensus ómnium gentium en
cuanto a un determinado sistema de valor”8. Es probable que, el
reconocimiento de los derechos de la persona humana se haya dado para
cuidar a quienes estaban por nacer, del dolor de la guerra que tantas
cicatrices ha dejado en los pueblos del mundo o, para categorizar a la
dignidad como norma jurídica susceptible de optimizar decisiones y
utilizarla como instrumento para realizar operaciones jurídicas, también,
para fijar los derechos clásicos de libertad e igualdad9, propiciar el
bienestar de la persona y poner límites al Estado. En pocas palabras, la

6
GARCÍA RAMIREZ, Sergio: Derechos humanos y proyecto de nación. Gaceta de la CNDH,
México, núm. 162, enero de 2004, pp. 143-149.
7
GARCÍA RAMÍREZ, Sergio: La jurisdicción internacional. Derechos humanos y justicia penal.
México, Porrúa, 2003. Pág. 141.
8
BOBBIO, Norberto: Das Zeiter der Menschenrechte, Berlín, 1998. Pág. 9.
9
TRUJANO FLORES, María Regina y BARTOLINI ESPARZA, Marcelo: “Interpretación de la
normativa internacional”. En Sentencias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación desde el
análisis de los Derechos Humanos. Recopilación de ensayos. Suprema Corte de Justicia de la
Nación, México, 2011. Pág.53
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Declaración Universal de los Derechos Humanos es el texto que


fundamenta a de los derechos del ser humano10.
En consonancia con lo anterior, los pueblos de las Naciones Unidas
decidieron unir sus esfuerzos para mantener la paz y la seguridad
internacional, fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas
en el respeto al principio de la igualdad de derechos y a la libre
determinación de los pueblos, realizar cooperación en la solución de
problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o
humanitario, en el desarrollo y estimulo del respeto a los derechos
humanos y a las libertades fundamentales de todos (sin hacer distinción
por motivos de origen étnico o nacional, género, edad, discapacidades,
condición social, condiciones de salud, religión, opiniones, preferencias
sexuales, estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad
humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades
de las personas) para que, como comunidad internacional se armonizaran
los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos en común 11.

III. Los derechos humanos en el sistema jurídico mexicano

Las normas jurídicas de fuente internacional cuya naturaleza es de


derechos humanos o que integran porciones normativas emanadas de la

10
BOBBIO, Norberto: “Presente y porvenir de los derechos humanos”. En Anuario de Derechos
Humanos 1981. Madrid, Universidad Complutense, Facultad de Derecho, Instituto de Derechos
Humanos, 1982. Pág. 10.
10
Ídem.
11
Ibídem. Pág. 54.
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dignidad humana, forman la idea de bloque de constitucionalidad en


América Latina. Esta estructura formada por valores, principios y
derechos fundamentales representa un cuerpo normativo central en
relación a las demás leyes jurídicas, no porque sea constituyente, sino
porque comprenden los estándares que generan las normas jurídicas de
fuente nacional, y en su caso, regula el control de todos los actos,
omisiones y normas generales dentro del Estado, para efectos de su
validez.
De manera que, este paradigma rediseña el derecho constitucional
y redefine a la Constitución, de donde resulta que, los órganos y
mecanismos para su promoción, difusión, protección y garantía
evolucionan para la efectividad de un catálogo extenso de derechos
fundamentales incorporado al orden jurídico nacional. Esto, en el caso de
México, se prevé en el artículo 1º de la Constitución, al obligar a todas las
autoridades a operar el sistema jurídico en el ámbito de sus competencias,
a la luz de los derechos fundamentales procedentes del texto
Constitucional y de Tratados Internacionales firmados y ratificados por el
Estado mexicano, siempre que su aplicación implique una mayor
protección a la persona.
Como se puede ver, se descategoriza a los derechos fundamentales,
se les da el mismo valor sin importar su fuente (ya sean nacionales o
internacionales), lo relevante en este caso, es su función en relación con la
persona: garantizar su máxima protección.

Cordis. Dossiê: História e Direito – Reflexões Contemporâneas, São Paulo, nº 25. v.1. 2020.
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En consonancia con la anterior, las reformas a la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos de junio del 2011 (en materia
de amparo y derechos humanos) proyectaron un complejo mecanismo
armado con conceptos modernos, como fue el caso de distinguir entre
valores, derechos humanos, derechos fundamentales, principios y reglas12,
además, se estructuró un catálogo amplio e indefinido –en cuanto a su
progresividad- de derechos humanos, cuyo nacimiento, puede ser
consecuencia de un proceso legislativo doméstico, de un acuerdo entre
estados parte o, incluso, de una sentencia judicial, ya sea de un órgano
jurisdiccional mexicano o supranacional13.
Igualmente, se dieron las pautas para ejecutar cálculos jurídicos
finos para el abordaje del texto normativo y su estructura para efectos de
argumentación bajo los estándares más rigurosos, a fin de, proteger a la
persona. Todo ello, fue dotado con mecanismos institucionales y
normativos, con miras a, desconcentrar a los derechos fundamentales y,

12
En su voto razonado del juez ad hoc Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot en relación con la
sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Cabrera García y Montiel
Flores vs. México, refirió: “El control difuso de convencionalidad, convierte al juez nacional en
juez interamericano: en un primer y auténtico guardián de la Convención Americana, de sus
Protocolos adicionales (eventualmente de otros instrumentos internacionales) y de la
jurisprudencia de la Corte IDH que interpreta dicha normatividad. Tienen los jueces y órganos de
impartición de justicia nacionales la importante misión de salvaguardar no sólo los derechos
fundamentales previstos en el ámbito interno, sino también el conjunto de valores, principios y
derechos humanos que el Estado ha reconocido en los instrumentos internacionales y cuyo
compromiso internacional asumió”. Voto razonado del juez ad hoc Eduardo Ferrer Mac-Gregor
Poisot. Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso Cabrera García y Montiel Flores vs.
México. 26 de noviembre de 2010, párrafo 24.
13
LELO DE LARREA, Arturo Zaldívar: “Bloque de constitucionalidad: contradicción de tesis
293/2011”. En Elementos para el Estudio del Juicio de Amparo. Suprema Corte de Justicia de la
Nación, México, 2017. Pág. 48.
Cordis. Dossiê: História e Direito – Reflexões Contemporâneas, São Paulo, nº 25. v.1. 2020.
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posibilitar su operación de manera difusa por todas las autoridades. Para


ser más preciso, el sistema jurídico esta trazado para hacer efectivo el
ejercicio de la dignidad humana, con la actualización de instituciones
(como el juicio de amparo), para acercarlo a todas las personas,
ciudadanizarlo, con reglas sencillas y claras, con un trámite ágil y al
alcance de quién: esté, haya estado o, inminentemente estará en
circunstancias que menoscaben o anulen sus derechos humanos14.
Esta serie de cambios, se dio en mayor medida, por la evolución de
la arquitectura del Estado, de uno legislativo (donde el legislador tiene un
papel de amo y señor del Derecho15), a uno constitucional, en el que la
presencia de la constitución en el sistema jurídico deja de entenderse como
un simple conjunto de decisiones políticas fundamentales y se concibe
como un instrumento que reconoce principios para optimizar criterios
rectores en el ámbito público y privado, estandarizando rigurosamente -
para efectos interpretativos- un parámetro de control de regularidad o
validez16.
Para comprenderlo mejor, el Estado constitucional remplazó al
Estado legislativo, cuyo origen está en apenas terminada la segunda guerra
mundial, puesto que, Europa reconstruyó su arquitectura jurídica

14
Ídem.
15
ROMERO MARTÍNEZ, Juan Manuel: Estudios sobre la argumentación jurídica principalista.
Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, México,
2015. Pág. 31.
16
COSSÍO DÍAZ, José Ramón: “Argumentación y Derechos en la Administración de Justicia”. En
Cuadernos de filosofía del Derecho. Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad
Nacional Autónoma de México, número 36, 2013. Pp. 551-557.
Cordis. Dossiê: História e Direito – Reflexões Contemporâneas, São Paulo, nº 25. v.1. 2020.
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(Alemania con la Ley Fundamental de Boon e Italia con su Constitución


de 1956), posicionó a los derechos humanos en el centro de un sistema
complejo de normas para optimizar el desarrollo sensible de ideales con
validez universal17.
De manera puntual, las piezas con las que está armado el Estado
constitucional son: la división efectiva de poderes y el funcionamiento de
órganos estatales formalmente constituidos; el reconocimiento de un
catálogo amplio de derechos que pone límites al Estado y posibilita el
ejercicio de la dignidad humana, a través de ciertos cánones para la
creación, interpretación y aplicación del Derecho; una Constitución que
deja de ser un programa político y pasa a ser una norma jurídica que –a
través de valores, principios y derechos humanos18- optimiza la toma de
decisiones de todas las autoridades, da validez a todas las normas
formadas en el sistema y, la existencia de mecanismos formales
(organismos con competencia) que regulan las atribuciones de todos y
cada uno de los órganos estatales, para que su funcionamiento esté
controlado por los derechos humanos19

17
ESPINO PICHARDO, Ivan, ZAPATA DURAN, Roberto Wesley, GAONA CANTE, Martha.:
El rol de los principios en el Estado Constitucional. El Independiente de Hidalgo. (2019, 27,
mayo). Pág. 32.
18
Bajo el paradigma del Estado Constitucional, no se asimila el Derecho sólo con reglas o normas
(supuestos fácticos a los que se les atribuye hipotéticamente consecuencias jurídicas), sino que
también lo reconocen al Derecho contenido en derechos humanos, principios o valores. VIGO,
Rodolfo Luis: Iusnaturalismo y neoconstitucionalismo. Coincidencias y diferencias. México,
Porrúa, 2016. Pág. 226.
19
ATIENZA, Manuel: “Derecho como argumentación”. En Jurisdicción y argumentación en el
Estado Constitucional de Derechzo. Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad
Nacional Autónoma de México, México, 2017, pp. 10 y 11.
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Exploremos un poco la idea de la existencia de los referidos


mecanismos formales: los órganos de procuración y administración de
justicia están obligados a preferir los derechos humanos contenidos en la
Constitución y en los tratados internacionales (Ley Suprema de toda la
Unión/Bloque de Constitucionalidad/Parámetro de Control de
Regularidad Constitucional), frente a las disposiciones – y aún en
contrario- prescritas en cualquier otra norma huésped del sistema jurídico
(no integrante de dicho Bloque). Esta “preferencia” se hace, declarando
de manera general la invalidez de la norma contraria a los derechos
humanos (tratándose de órganos con facultades concentradas de
constitucionalidad), mientras que, todas las demás autoridades, que no
tienen facultades concentradas de constitucionalidad, pero sí de forma
difusa, están obligadas a dejar de aplicar esas normas contrarias a derechos
humanos, para aplicar -estandarizándolas rigurosamente, para efectos
interpretativos- las disposiciones protectoras de la dignidad humana
contenidas en el multicitado Bloque20.
Ahora podemos decir, los ajustes adecuados a la ingeniería del
sistema jurídico mexicano supone, no sólo la supresión de normas y
prácticas de cualquier naturaleza contrarias a los derechos humanos
internacionalmente reconocidos, sino también la expedición de normas y
el desarrollo de prácticas conducentes a la efectiva observancia de
aquéllos. Esta obligación vincula al conjunto de poderes y órganos

20
Suprema Corte de Justicia de la Nación: Derechos humanos. Parte General. Suprema Corte de
Justicia de la Nación, México, 2013. Pp. 184 y 185.
Cordis. Dossiê: História e Direito – Reflexões Contemporâneas, São Paulo, nº 25. v.1. 2020.
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estatales, y adquiere especial relevancia en lo que respecta a los órganos


jurisdiccionales21.
Además, la nueva dinámica inter-judicial debe ser analizada de
manera integral, que abarca la jerarquía normativa de los tratados
internacionales y la integración sistemática entre los órganos judiciales
internos y las instancias de protección internacional22, considerando los
deberes y obligaciones previstos en las normas doméstica y en los tratados
internacionales, y orientando la interpretación hacia la más amplia y
efectiva protección de los derechos humanos (principio pro persona)23.
Por lo cual, los derechos humanos en el sistema jurídico mexicano
tienen una apariencia de desdoblamiento funcional, es decir, el catálogo
de derechos se ha aumentado en un bloque en constante expansión, para
que, los jueces nacionales no sólo promuevan, protejan o garanticen los
derechos humanos yacidos en el plano doméstico, sino que, se constituyan
como auténticos jueces interamericanos, de ahí que, se da plena vigencia
y eficacia a todas las normas relativas de derechos humanos integradas en
un parámetro de control de regularidad, para que de este modo, los órganos
internos protejan a la persona humana de acuerdo a los procedimientos
establecidos para tal efecto24.

21
Ibídem. Pág. 191.
22
Véase la tesis aislada 1a. CCCXLIV/2015 (10a.), registro digital: 2010426, publicada en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima época, Libro 24, noviembre de 2015,
Tomo I, página 986.
23
Ibídem. Pág. 195.
24
Ibídem. Pág. 218.
Cordis. Dossiê: História e Direito – Reflexões Contemporâneas, São Paulo, nº 25. v.1. 2020.
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IV. Validez de normas a partir de la supremacía constitucional.

Como hemos dicho, en el Estado constitucional, el sistema jurídico


se opera a la luz de los derechos humanos procedentes del texto
Constitucional y de Tratados Internacionales firmados y ratificados por el
Estado mexicano (Ley Suprema de toda la Unión/Bloque de
Constitucionalidad/Parámetro de Control de Regularidad Constitucional),
siempre que su aplicación implique una mayor protección a la persona.,
en contraste con ello, la tesis jurisprudencial P/J. 20/2014 (10ª) establece
que, habrá restricción de derechos humanos siempre que en la constitución
haya restricción expresa de ello, sustentándolo en el principio de
supremacía constitucional.
Es probable que, este criterio jurisprudencial esté construido bajo
un discurso de Estado legislativo, baste, como muestra, observar la
características existenciales de una constitución bajo esta perspectiva, en
primer lugar, como aquella que funda el orden normativo y sustenta la
validez de todo acto, omisión o norma general, en segundo lugar, como la
que expresa el contenido político que guarda estrecha relación con su
eficacia; en el primer caso, están presentes tres cualidades normativas: la
supremacía, la fundamentalidad, y la inviolabilidad de la Constitución25.
Exploremos la idea de supremacía constitucional, su explicación
está en la cualidad genética que se le atribuye al texto constitucional, con
esto quiero decir: se concibe suprema a la constitución porque es el primer

25
Enrique Sánchez Bringas. Derecho Constitucional. Porrúa, México, 2011. P. 189.
Cordis. Dossiê: História e Direito – Reflexões Contemporâneas, São Paulo, nº 25. v.1. 2020.
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mandato de orden jurídico, a partir de ahí se desprende toda norma jurídica


constituida como válida, por tanto, si una norma jurídica –cualquiera que
sea su naturaleza- contraviene a lo dispuesto por el texto constitucional,
éste último prevalece, desplazando y declarando inaplicabilidad, razón por
la cual, se piensa a la constitución como la fundante de todo aquello valido
en un sistema jurídico, dicho de otra manera, cualquier conflicto entre la
Constitución y otra norma jurídica (leyes, tratados internacionales o
reglamentos) la constituyente prevalece26.
Es por esto que, el principio de supremacía constitucional
comprende a la constitución como la norma jurídica constituyente de todo
un sistema jurídico nacional, más aún, determina la validez de todas las
normas que habitan dicho sistema. Es decir, este principio supone, por una
parte, que no puede existir una norma superior a la que fundó todas las
demás y, por otra parte, que ninguna otra norma de las que integran el
orden jurídico del Estado puede alcanzar el rango o posición jerárquica de
la Constitución27.

V. La dignidad humana como valor superior

Para Luis Francisco Sastoque “Ningún hombre puede nunca


tratarse a sí mismo o tratar a uno de sus semejantes como medio o
instrumento”; dicho de otra manera, no se debe instrumentalizar,
manipular, cosificar, a la persona humana, cuya valoración no es de medio,

26
Ibídem. Pp. 190 y 191.
27
Ídem.
Cordis. Dossiê: História e Direito – Reflexões Contemporâneas, São Paulo, nº 25. v.1. 2020.
100

sino que siempre debe tratarse y tratar a los demás como fines en sí 28, así
mismo, en octubre del 2011, se publicó en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, la siguiente tesis jurisprudencial:
DIGNIDAD HUMANA. SU NATURALEZA Y CONCEPTO.
La dignidad humana es un valor supremo establecido en el
artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en virtud del cual se reconoce una calidad única y
excepcional a todo ser humano por el simple hecho de serlo,
cuya plena eficacia debe ser respetada y protegida
integralmente sin excepción alguna29.
Del citado criterio, podemos extraer las siguientes ideas esenciales:
i) La dignidad es un valor supremo; ii) Reconoce la calidad de ser humano;
iii) La eficacia de la dignidad debe ser respetada y protegida y, iv) La
protección y respeto a la dignidad no admite excepciones.
Será preciso mostrar que, la dignidad es un valor supremo porque
debe ser respetada en todo caso, constituyéndose como un derecho
absolutamente fundamental, base y condición de todos los demás, esto es,
de su reconocimiento y a vivir en y con dignidad se desprenden todos los
demás derechos. Ahora bien, al ser la dignidad humana el valor que genera
todos los derechos, aun cuando estos no se enuncian expresamente en la
Constitución, éstos están implícitos en los tratados internacionales
suscritos por México, en todo caso, deben entenderse como derechos
derivados del reconocimiento al derecho a la dignidad humana, pues sólo

28
SASTOQUE P., Luis Francisco: Dignidad de la persona humana. Universidad de Santo Tomás.
Bogota, Colombia. 2010. Pp. 138-139.
29
Jurisprudencia I.5o.C. J/31 (9a.), registro digital: 160869, publicada en el Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta, Novena época, Libro I, Octubre de 2011, Tomo 3, página 1529.
Cordis. Dossiê: História e Direito – Reflexões Contemporâneas, São Paulo, nº 25. v.1. 2020.
101

a través de su pleno respeto podrá hablarse de un ser humano en toda su


dignidad30.
Se debe agregar que, la dignidad humana, es además, un principio
rector de la política constitucional, a partir de ella se genera, no sólo la
norma jurídica, sino además, los criterios jurisprudenciales y actos de
autoridad, considerando que, la dignidad humana tiene un triple carácter:
i) Es la base y la razón de ser de los derechos inviolables e inherentes de
la persona; ii) Funciona como un fin del reconocimiento de los derechos
y de la previsión de garantías para la protección de su ejercicio y, iii) Se
convierte en un límite en la medida en que la dignidad ajena actúa como
límite de los derechos propios31.
Todo esto parece confirmar que, la dignidad humana se materializa
y se hace efectiva a través de los derechos humanos en específico, ya sean
de fuente nacional o internacional, porque, son prerrogativas inherentes a
la persona humana cuya realización efectiva resulta indispensable para su
desarrollo integral32, y como se ha dicho, a la luz del principio pro persona,
la interpretación y aplicación del sistema jurídico, debe garantizar la más
amplia y efectiva protección de los derechos humanos.

30
Tesis P.LXV/2009, Semanario Judicial de la Federación y su gaceta, Novena Época, t. XXX,
diciembre de 2009. Pág. 8. Reg. IUS. 165813.
31
LEFRANC, Federico César: Sobre la dignidad humana. Los tribunales. La filosofía y la
experiencia atroz, México, Ubijus, 2011, pp 32-36.
32
BECERRIL GONZÁLEZ, José Antonio: “El reconocimiento en el artículo primero de nuestra
Constitución de la dignidad humana como fundamento de los derechos humanos y como principio
y fin del Estado Mexicano”. El Foro, Barra Mexicana Colegio de Abogados, 16ª época, t 22, no 1,
enero-julio de 2009. Pág. 47.
Cordis. Dossiê: História e Direito – Reflexões Contemporâneas, São Paulo, nº 25. v.1. 2020.
102

Por todo esto, la dignidad es la fuente de todos los derechos, de los


contenidos en la Constitución y en los Tratados Internacionales, o dicho
brevemente: la dignidad humana es la constituyente de todo texto jurídico
(lo que incluye a la propia constitución y tratados internacionales), de
donde se infiere que, es pre-Constitucional y meta constitucional.

VI. Reflexiones finales.

En el presente trabajo hemos reflexionado sobre la presencia de una


probable colisión, entre los derechos humanos y el principio de
supremacía constitucional, a la luz de la jurisprudencia 20/2014. En este
ejercicio hemos analizado que la Constitución se privilegia sobre los
tratados internacionales, operando el principio de supremacía
constitucional, que podemos resumir en que la constitución está sobre
cualquier otra norma jurídica porque es el primer mandato de orden
jurídico, a partir de ahí se desprende toda norma jurídica constituida como
válida.
Empero, esa motivación no armoniza con la estructura del estado
Constitucional edificado desde las reformas constitucionales del 6 y 10 de
junio del 2011, es, en todo caso, un argumento propio de un Estado
legislativo, en el que se privilegia la voluntad del legislador sobre la
operación de valores y principios por el órgano jurisdiccional. Con lo
anterior queremos decir, el principio de supremacía constitucional no se
explica desde la arquitectura del Estado Constitucional, teniendo en cuenta
que, bajo este paradigma, es irrelevante la fuente del derecho humano
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(nacional o domestico), siempre que garantice mayor protección a la


persona humana.
Ahora bien, ello deviene en una colisión entre un valor y un
principio, en primer lugar, con la presencia de la dignidad humana como
valor superior en todo el sistema jurídico que postula la concepción de la
persona como un fin para los demás y para el Estado, y no como medio o
instrumento, en segundo lugar, con la presencia de un principio que da
valía a la disposición jurídica no por el grado de protección a la persona,
sino por su ubicación dentro del sistema jurídico.
Es por esto que, del criterio jurisprudencial en análisis nace una
paradoja: si los derechos humanos, en su conjunto, constituyen el
parámetro de control de regularidad constitucional, conforme al cual debe
analizarse la validez de las normas y actos que forman parte del orden
jurídico mexicano, desplaza a todo criterio de supremacía por
codificación, de donde resulta que, es insostenible la previsión de
restricciones a derechos humanos, por así preverlo un cuerpo normativo
(en este caso, en la Constitución).

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