Antecedentes de La Psicología
Antecedentes de La Psicología
Antecedentes de La Psicología
Licenciado en Enfermería
Asignatura: Psicología
Actividad #1
Antecedentes de la Psicología
Desde el inicio de su historia el ser humano ha elaborado hipótesis y teorías sobre el funcionamiento psicológico y
los trastornos mentales. A pesar del predominio del método científico, a día de hoy concepciones muy antiguas,
como la atribución de las enfermedades a la acción de espíritus o la separación entre el cuerpo y el alma, siguen
teniendo cierta influencia.
Para hablar de la historia de la psicología es necesario remontarse a los filósofos clásicos; no obstante, la
disciplina que hoy conocemos no se desarrolló como tal hasta que se popularizaron las obras de autores como Emil
Kraepelin, Wilhelm Wundt, Ivan Pavlov o Sigmund Freud, en los siglos XIX y XX.
El término psicología proviene de las palabras griegas “psyché” y “logos”, pudiendo traducirse como “estudio del
alma”. Durante la Edad Antigua se creía que los trastornos mentales eran consecuencia de la posesión por parte de
espíritus y demonios, y los tratamientos consistían en conjuros y encantamientos a los que se atribuían efectos
curativos.
Entre el siglo V y el IV a.C. filósofos como Sócrates y Platón realizaron aportaciones que serían claves para el
desarrollo de la psicología, además del de la filosofía. Mientras que Sócrates sentó los fundamentos del método
científico, Platón concebía el cuerpo como el vehículo del alma, verdadera responsable de la conducta humana.
En esa misma época el médico Hipócrates estudió las enfermedades físicas y psíquicas mediante el método inductivo
y las atribuyó a desequilibrios en los humores o fluidos corporales. Esta tradición sería recogida por Roma: la obra
de Galeno, que desarrolló la de Hipócrates, es una de las mejores muestras de la influencia griega en el pensamiento
romano.
Renacimiento e Ilustración
Entre los siglos XVI y XVIII, en el mundo occidental convivieron la concepción demonológica de la enfermedad
mental y el humanitarismo. La recuperación de la influencia de los autores clásicos griegos y romanos tuvo un papel
fundamental en esta segunda vertiente, que relacionaba los trastornos psicológicos con alteraciones físicas, y no
morales.
La palabra “psicología” se empezó a popularizar durante este periodo histórico. En este sentido fueron
especialmente importantes las obras de los filósofos Marko Marulic, Rudolf Göckel y Christian Wolff.
Cabe destacar la influencia de filósofos como René Descartes, que contribuyó a la concepción dualista que
separaba el cuerpo y el alma, Baruch Spinoza, que la cuestionó, o John Locke, quien afirmó que la mente depende de
influencias ambientales. Asimismo el médico Thomas Willis atribuyó los trastornos mentales a alteraciones en el
sistema nervioso.
A finales del siglo XVIII también fueron muy influyentes Franz Joseph Gall y Franz Mesmer; el primero
introdujo la frenología, según la cual las funciones mentales dependen del tamaño de áreas concretas del cerebro,
mientras que el mesmerismo atribuía las alteraciones físicas y psicológicas a la acción de energías magnéticas sobre
los fluidos corporales.
La psiquiatría fue precedida por el alienismo, representado principalmente por Philippe Pinel y su discípulo Jean-
Étienne Dominique Esquirol. Pinel promovió el tratamiento moral de los enfermos mentales y las clasificaciones
diagnósticas, mientras que Esquirol fomentó el uso de la estadística para analizar la eficacia de las intervenciones
psicológicas.
En 1879 Wilhelm Wundt fundó el primer laboratorio de Psicología Experimental, donde se combinarían los
conocimientos de distintas ramas de la ciencia; es por esto que se suele llamar a Wundt “el padre de la psicología
científica”, si bien antes de Wundt investigadores de la psicofísica como Gustav Theodor Fechner ya habían
preparado el camino para el surgimiento de esta disciplina. Granville Stanley Hall fue el creador de un laboratorio
similar en Estados Unidos y fundó la American Psychological Association.
La psiquiatría se desarrolló en gran medida gracias a la obra de Karl Ludwig Kahlbaum, que estudió alteraciones
como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, y a la de Emil Kraepelin, pionero de las actuales clasificaciones
diagnósticas basadas en los síntomas y en los signos, así como en su curso.
Entre los antecedentes de la psicología actual también es necesario mencionar el funcionalismo y el estructuralismo,
dos escuelas muy influyentes durante los últimos años del siglo XIX y la primera etapa del XX. Mientras que el
funcionalismo de William James estudiaba las funciones mentales, el estructuralismo de Edward Titchener se
centraba en sus contenidos, como las sensaciones o los pensamientos.
Por otra parte, en este siglo Jean-Martin Charcot y Josef Breuer estudiaron la hipnosis y la histeria, desarrollando
investigaciones e ideas que inspiraron a Sigmund Freud durante los últimos años de este siglo. Mientras tanto, en
Rusia apareció la reflexología de la mano Iván Pávlov y Vladimir Bekhterev. Con estas aportaciones se establecieron
las bases del psicoanálisis y el conductismo, las dos orientaciones que dominarían la psicología de la primera mitad
del siglo XX.
El desarrollo en el siglo XX
Durante el siglo XX se establecieron las corrientes teóricas principales de la psicología actual. Sigmund Freud,
discípulo de Charcot y Breuer, creó el psicoanálisis y popularizó la terapia verbal y el concepto de inconsciente
bajo el prisma psicoanalítico, mientras que autores como John Watson y Burrhus F. Skinner desarrollaron terapias
conductistas centradas en el comportamiento observable.
La investigación científica promovida por el conductismo acabaría llevando a la aparición de la psicología cognitiva,
que recuperó el estudio de los procesos mentales tanto elementales como complejos y se popularizó a partir de los
años 60. Dentro del cognitivismo se engloban los tratamientos desarrollados por autores como George Kelly, Albert
Ellis o Aaron Beck.
Otra orientación teórica relevante es la psicología humanista, representada por Carl Rogers y Abraham Maslow,
entre otros. El humanismo surgió como una reacción al predominio del psicoanálisis y el conductismo y defendió la
concepción de las personas como seres libres, únicos, tendentes a la autorrealización y con derecho a la dignidad.
Asimismo, los conocimientos sobre biología, medicina y farmacología aumentaron enormemente durante el siglo XX,
lo cual facilitó el predominio de estas ciencias por encima de la psicología e influyó en el desarrollo de campos
interdisciplinarios como la psicobiología, la neuropsicología y la psicofarmacología.
Sin embargo, las críticas que el conductismo realizó contra las concepciones mentalistas y subjetivistas de la
psicología (que son aquellas que tratan "la mente" como algo separado del contexto de una persona y las que parten
desde las opiniones de la persona acerca de lo que le pasa por la cabeza, respectivamente), siguen estando vigentes.
Esto hace que tanto el cognitivismo como el psicoanálisis y todas las perspetivas pertenecientes a la psicología
humanista sean duramente criticadas, entre otras cosas, por trabajar a partir de conceptos muy abstractos y poco
definidos bajo los cuales pueden colocarse significados muy diversos y poco relacionados entre sí.
De todos modos, el conductismo sigue siendo una filosofía minoritaria en la psicología, mientras que el
cognitivismo goza de muy buena salud. Eso sí, la gran mayoría de investigaciones en psicología cognitiva de tipo
experimental son realizadas partiendo del conductismo metodológico, lo cual lleva a algunas contradicciones: por un
lado se tratan los fenómenos mentales como elementos situados "dentro del cerebro" de la persona (mentalismo) y
por el otro se trata de estudiar este elemento creando estímulos y midiendo respuestas objetivas.