Gomez, Barbara N. (2009) - La Historia Como Disciplina Cientifica y La Universidad de Berlin
Gomez, Barbara N. (2009) - La Historia Como Disciplina Cientifica y La Universidad de Berlin
Gomez, Barbara N. (2009) - La Historia Como Disciplina Cientifica y La Universidad de Berlin
Departamento de Historia,
Facultad de Humanidades y Centro Regional Universitario Bariloche. Universidad
Nacional del Comahue, San Carlos de Bariloche, 2009.
Gómez, Bárbara N.
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El surgimiento de la historia como disciplina científica en la Universidad de Berlín.
1 1720-1794.
las costumbres, tradiciones e instituciones peculiares de las ciudad en la que era magistrado.2
Johann Herder3, como representante de la filosofía de la historia y precursor de la historiografía
romántica –XIX-. Planteó la relevancia de practicar una historia genética como diferente a una
meramente narrativa o a una interesadamente pragmática. Ésta concepción implicaba que no se
puede conocer un acontecimiento si no se conoce su génesis y su desarrollo consiguiente, a partir de
ésta concepción “se puede descubrir en el desarrollo de la civilización y a través de todas las
culturas, un trasfondo unitario en el hombre. Donde el presente es la culminación de un pasado
activo, cuyo dinamismo engendra las sucesivas edades.”4 Por estas razones ningún momento es
ajeno a los anteriores y por tanto ninguna cultura queda excluida en la consideración de la historia
universal. En esta posición no tiene cabida la idea volteriana consistente en que solo algunas épocas
son relevantes; en este sentido para conocer el presente de Alemania y comprenderlo se tornaba
necesario revisar el pasado. Herder elevó el Volksgeist a la categoría de unidad orgánica colectiva de
la Historia, cuya existencia precedía y conformaba al individuo mediante un lenguaje común,
formas literarias y artísticas e institucionales propias del grupo popular especifico de la nación.
En la metodología de trabajo del historiador, la crítica filológica había tenido un desarrollo
exponencial en el siglo XVII con Jean Mabillion5; y en siglo XVIII con el italiano Muratori6 cobró
relevancia el aspecto hermenéutico de la critica, la selección e interpretación de las fuentes pasó a
ser una pieza fundamental del trabajo histórico.
Los Inicios
Es claro que parte del éxito del sistema universitario alemán tiene que ver con la concesión del
La Competencia
Retomando nuevamente el papel del sistema universitario alemán, en la siguientes líneas nos
concentraremos en la relación interuniversitaria.
La intención de los fundadores e ideólogos de la universidad de Berlín -Fichte, quien fuera Rector y
Humboldt-, era convertirla en un modelo único que “irradiaría luz” sobre todos los rincones de
Alemania, atrayendo estudiantes y sabios a la capital prusiana. Sin embargo ocurrió otra cosa,
Berlín nunca llego a ser un centro único, por el contrario se transformó en el modelo a copiar por las
antiguas universidades como Greisfwald, Heidelberg, Friburgo, Leipzig, Königsberg y Jena, que
20 Kant, E. Idea de una Historia Universal desde un vista cosmopolita. 2003. P. 20.
educación”21 como se suele afirmar. Como ejemplo cabe señalar que los alumnos de Leopold von
Ranke en la universidad de Berlín, fueron ocupando progresivamente las cátedras de historia de las
otras universidades. Así Georg Waitz enseñó en la universidad de Kiel desde 1842, posteriormente
de 1849 y hasta 1875 estuvo en la universidad de Gottinga, y Heinrich von Sybel fue Privatdozent
de Historia en Bonn en 1861.
A medida que fue pasando el siglo y como señalamos en párrafos anteriores las características
administrativas de la organización universitaria como el acceso a la cátedras, se fue volviendo
retrograda puesto que no acompañaban la modernización científica-experimental. “Las limitaciones
estructurales de la universidad alemana permanecieron latentes mientras la diferenciación de roles
permitió la continúa expansión de la profesión académica, pero una vez que el Institut bloqueó este
camino hacia las cátedras profesorales, se puso de manifiesto la inadecuación de la estructura.”22
Para comprender porque no se modificó la estructura de las universidades en ese momento -pasando
el 1850- es necesario revisar la estructura de clases alemana.
Volvamos a la universidad de Berlín, icono de la nueva concepción universitaria, cuando los
gobernantes -Federico Guillermo III- de Prusia crearon la Universidad, pese a que ellos mismos no
eran intelectuales, puesto que consideraban que la principal función de la educación superior era la
formación profesional de abogados, funcionarios públicos (historiadores), médicos y maestros. Por
su concepción hubieran preferido las escuelas de profesionales separadas del tipo napoleónico.
Adoptaron la idea de universidad por la influencia de los filósofos, en tanto que en ese momento la
filosofía servía a los intereses políticos de las nación y porque era una decisión razonable desde el
punto de vista de los principios absolutistas desde los cuales gobernaban.
Entonces al otorgar la libertad corporativa a las universidades, se mostraban al resto del mundo
como gobernantes ilustrados, afines con el espíritu intelectual del momento, quebrando de esta
forma con los derechos corporativos de las universidades de tradición medievalista que habían sido
destruidas con la revolución francesa.
Todo lo anterior resultó en que la Universidad de Berlín como las demás que siguieron la onda
tuvieron libertades bastantes limitadas y las funciones que le otorgaron fueron mucho más prácticas
y triviales de lo que esperaban los filósofos del proyecto fundador. En este marco la estrategia
política de la Universidad para preservar autonomía institucional fue crear una imagen esotérica y
sagrada de si misma. Sobre esta situación es de destacar el episodio de los “Siete de Gottinga”
quienes se opusieron a las decisiones del reciente asumido rey de anular la constitución y esto les
valió el cargo de docentes en la universidad, quedando privados de sus cátedras. Entre los “Siete”,
habían dos historiadores Georg Gervinus y Friedrich Dahlmann.
La idea de libertad y autonomía que tenían las universidades es otra concepción errada señalan Ben-
David y Zloczower, y esto se aprecia con claridad en los criterios para el nombramiento de docentes
dentro de las universidades. Al principio los criterios para el nombramiento o promoción de
docentes se realizaba a partir los logros obtenidos en investigaciones originales, aun incluso en
campos supuestamente prácticos como la medicina clínica. Otro criterio no menos importante era el
juicio de los pares -personal académico experto-. No obstante estos dos aspectos señalados el
nombramiento era realizado finalmente por el estado.
Hubo un desencuentro de concepciones entre lo que esperaba el estado de la universidad -un
conocimiento con fines prácticos- y lo que lo funcionarios de la misma universidad pretendían, en
tanto estos últimos cumplían dos funciones por un lado enseñaban y por otro trabajan en
investigaciones que no necesariamente referían a la misma temática de lo que enseñaban. Esto
provoco que haya más recelo a otorgar rango académico a las tecnologías o a nuevas disciplinas
prácticas
Con estos aspectos se mostró la precaria posición que ocupaba la universidad dentro de la estructura
de clases alemana y en relación con el Estado. El estatus y el privilegio de las universidad fueron
otorgados por las clases dominantes aristocrático-militares y no por el desarrollo de la libre
empresa humana como se suele sostener. Las universidades representaban el único reducto libre
para reflexionar en el país, cuando fueron creadas en la atmósfera particularmente favorable en el
marco de la invasión napoleónica. Esto provoco que la universidad tuviera un estatus económico
absolutamente precario, en tanto era el Estado el que proveía los medios económicos y humanos
para enseñanza de determinadas profesiones, ubicándola en una constante situación de inferioridad
de poder, puesto que al menor problema podía perder su posición de espacio abierto y libre.
Estas condiciones marcan la concepción de la Universidad alemana, definida por la búsqueda de la
ciencia y el saber puros, dividía la enseñanza en metodologías especializadas, ensalzaba la doctrina
de la Wertfreiheit en la enseñanza y en los escritos académicos, siendo cautelosos con los temas
aplicados y las influencias intelectuales no académicas.
Reflexiones Finales
En estas páginas hemos querido señalar el recorrido y la articulación que se dio entre el sistema
universitario alemán como columna vertebral y herramienta clave para la consolidación de la
historia como disciplina científica, sin dejar de lado el papel del estado como “creador” a partir de
las necesidades del momento de la universidad y en consecuencia de la historia científica.