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Cord Espermatico SERAM

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Cordón espermático: un gran olvidado con mucho que decirnos


Tipo: Presentación Electrónica Educativa
Alba Patricia Solano Romero, Elena Parlorio De Andrés, Juana Mª Plasencia Martínez,
Autores:
Ana Blanco Barrio, Enrique Luis Girela Baena, Lucía Hernández Sánchez

Objetivos Docentes

Destacar el papel clave del cordón  espermático en el diagnóstico de ciertas enfermedades, e ilustrar
múltiples ejemplos ecográficos de las diferentes patologías que lo afectan. 
 

Revisión del tema

El cordón espermático (CE) es una estructura anatómica en ocasiones subexplorada durante la ecografía


escrotal. La diversidad histológica de los elementos anatómicos que lo constituyen da lugar a una gran
variedad de patologías, que la ecografía en modo B y el doppler color nos permite diferenciar. No es raro
que la clínica sea secundaria a una afectación exclusiva del cordón, aunque en muchas ocasiones forma
parte de una enfermedad con extensión a gran parte del escroto. 
A continuación vamos a hacer un breve repaso de la anatomía y del desarrollo embrionario del CE, y
después nos centraremos en la patología.

RECUERDO ANATÓMICO DEL CORDÓN ESPERMÁTICO Y DE LAS TÚNICAS


ESCROTALES
El CE es una estructura de la anatomía masculina, de forma cilíndrica, que pasa desde el abdomen hacia
cada uno de los testículos a través del conducto inguinal. Comienza en el anillo inguinal profundo,
atraviesa el conducto inguinal, se dirige de hacia adelante y hacia abajo y sale por el anillo inguinal
superficial para terminar en el interior del escroto, a nivel de la porción media del contorno posterior del
testículo. 
Contenido del CE (figura 1)
·    Conducto deferente
·    Músculo cremáster
·    Arterias y venas: 
Ø    Arteria del conducto deferente, que surge de la arteria vesical inferior.
Ø    Arteria testicular, origen en de la aorta abdominal.
Ø    Arteria cremastérica , que surge de la arteria epigástrica inferior. 
Ø    Plexo venoso pampiniforme (equivalente a la vena testicular), drena en la vena testicular.

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·    Nervios: 
Ø    Rama genital del nervio genitofemoral, que inerva el músculo cremáster.
Ø    Fibras nerviosas simpáticas,con las arterias, y parasimpáticas con el conducto deferente.
·    Vasos linfáticos
Cubiertas del cordón espermático
El CE presenta tres cubiertas que son la continuación de elementos de la pared abdominal anterior, y ello
se explica por el descenso testicular desde el abdomen hasta el escroto. Estas tres cubiertas son, de más
profundo a más superficial (figura 2):
·    Fascia espermática interna. Es la más profunda y corresponde a la continuación de la fascia
transversalis.
·    Fascia cremastérica junto con el músculo cremáster. Es la capa media y corresponde a la continuación
del músculo oblicuo menor del abdomen (y su fascia).
·    Fascia espermática externa. Es la más superficial y corresponde a la continuación de
la aponeurosis del músculo oblicuo mayor del abdomen.
DESARROLLO EMBRIONARIO DEL CORDÓN
La formación del CE se inicia durante el 2º-3º mes de gestación, momento en el que el proceso vaginal,
que es una evaginación peritoneal, se elonga hasta el escroto, formado a su vez por extensiones fasciales
de la pared abdominal. Posteriormente entre el 7º-9º mes de gestación, el estímulo hormonal provoca el
descenso de los testículos y la obliteración del proceso vaginal, de forma que se produce el cierre
del anillo inguinal profundo (superiormente) y de la parte adyacente al testículo (inferiormente), y la
atresia del proceso vaginal entre las constricciones formadas superior e inferiormente (proceso funicular)
(figura 3). 
ECOGRAFÍA DEL CORDÓN
En la ecografía el CE se diferencia con dificultad del resto de los tejidos blandos del canal inguinal y se
sitúa justo debajo de la piel (figura 4) 
PATOLOGÍA DEL CORDÓN
Permanencia del proceso vaginal
Ocurre en el 20% de los recién nacidos, y es más frecuente en prematuros. Favorece la aparición de
criptorquidia,  hidrocele del CE y hernia inguino-escrotal indirecta. 
En la ecografía las 2 capas colapsadas de la túnica vaginal se ven como unas bandas lineales
iso-hiperecogénicas  que se extienden desde el anillo inguinal interno al escroto, que en ausencia de
alteraciones asociadas pueden pasar inadvertidas.
Las alteraciones que se asocian a la permanencia del proceso vaginal son:
1.    Criptorquidia
El testículo se puede encontrar en cualquier punto desde el retroperitoneo hasta la bolsa escrotal. El 80%
se localizan en el canal inguinal o en situación preescrotal. En el 4% puede existir anorquia y el resto se
localizan en el abdomen. A veces se asocia a hidrocele distal. La ecografía es necesaria para determinar
la localización del testículo (figura 5). 
2.     Hidrocele del CE 
Existen varios tipos de hidrocele (figura 6). Se denomina hidrocele del cordón a la presencia de líquido
en el CE, resultado del cierre aberrante del proceso vaginal. Hay 2 subtipos: 
·    Hidrocele funicular. Existe una constricción alterada del anillo inguinal profundo con cierre por
encima del testículo. Puede contener adhesiones fibrosas (constricciones parciales y cambios
inflamatorios) y asociarse a hernia indirecta (figura 7). 
·    Hidrocele enquistado o quiste del CE. Es una colección líquida redondeada/ovoidea entre dos
constricciones. No comunica con el peritoneo y no fluctúa con la presión intraabdominal (a diferencia de

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los tipos comunicante y funicular). En la ecografía se ve una masa anecoica ovalada en la ingle a lo largo
del cordón, situada por encima y separada del testículo y el epidídimo,  por lo general bien delimitada y
avascular con el Doppler color (figura 8). Es importante diferenciarlo del hidrocele escrotal, ya que el
manejo es diferente. Además, es esencial comunicar al cirujano si el líquido se extiende desde la pelvis al
escroto (hidrocele comunicante), ya que este último se trata como una hernia inguinal. 
3.    Hernia inguinoescrotal  
Es una masa paratesticular frecuente. Puede contener intestino delgado o colon, con o sin epiplón, así
como omento únicamente. Afecta con mayor frecuencia al lado derecho debido a que se cierra más tarde,
aunque puede ser bilateral, razón por la que el estudio ecográfico debe incluir ambos canales inguinales.
Se describen 3 tipos:
·    Reductible. 
·    Estrangulada. No se puede reducir con las maniobras habituales.
·    Incarcerada. Existe un compromiso vascular que si perdura produce necrosis.
En la ecografía ayuda a su identificación la visualización de válvulas conniventes, haustras o
peristaltismo (figura 9).  El omento herniado se ve como una estructura hiperecogénica con vasos
en su interior. Es necesario distinguirlo del lipoma del cordón, que se ve como una masa bien
definida o encapsulada, y que es lateral o inferior al CE, a diferencia de las hernias que se
producen por delante del cordón. 
Patología vascular del cordón espermático
1.    Varicocele
Se denomina así a la dilatación, tortuosidad y distensión de las venas que forman el plexo venoso
pampiniforme, localizadas por detrás del testículo y que acompañan al epidídimo y al vaso deferente
dentro del cordón espermático Las venas del plexo venoso pampiniforme  oscilan entre 0,5 y 1,5 mm de
calibre, existiendo una vena de drenaje principal de hasta 2mm de calibre. Cuando hay varicocele, los
vasos que componen el plexo pampiniforme superan los 2 mm de diámetro. Este plexo, resultante de la
fusión de las venas espermáticas, viaja a lo largo de la porción posterior del testículo y del epidídimo con
el conducto deferente y después continúa en el interior del cordón espermático. La vena espermática
derecha desemboca en la vena cava inferior, mientras que la espermática izquierda lo hace en la vena
renal izquierda, en ángulo recto, la cual desembocará posteriormente en la cava inferior.  El flujo de
sangre venoso está controlado por las válvulas que impiden el reflujo sanguíneo. Unas válvulas
defectuosas o la compresión de las venas por estructuras adyacentes, pueden causar la dilatación de estas
venas y originar un varicocele.
La mayoría de los casos son extratesticulares, aunque en un 2% se presenta intratesticular. Las venas que
más se afectan son las del lado izquierdo, aunque puede darse también en el derecho y puede ser
bilateral.
A la palpación se puede encontrar una masa contorsionada y blanda a lo largo del cordón espermático.
Se recomienda realizar la maniobra de Valsalva durante la exploración con Doppler, para así aumentar la
sensibilidad de la técnica y poder detectar con ello flujo sanguíneo retrógrado (figura 10).
Tipos de varicocele:
·    Idiopático. Se produce cuando las válvulas venosas no funcionan correctamente.
·    Secundario. Se origina por compresión extrínseca del drenaje venoso del testículo, que puede ser por
diferentes causas, principalmente de estirpe tumoral. La presencia de un varicocele secundario en un
paciente de más de 40 años de edad establece una sospecha de malignidad pélvica o abdominal. Una
causa no maligna del varicocele secundario es el denominado ``Síndrome de cascanueces´´, en el que la
vena renal izquierda está atrapada entre la arteria aorta y la arteria mesentérica superior causando el
aumento de las presiones que se transmiten retrógradamente al plexo pampiniforme del lado izquierdo.
2.      Torsión del cordón espermático
La torsión del CE y la epididimitis / orquiepididimitis aguda son las causas más frecuentes de 

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dolor escrotal agudo. Existen dos tipos de torsión del CE, la extravaginal en neonatos, poco
frecuente, y la intravaginal, la más común (65%-80% de todas las torsiones), que suele
ocurrir en menores de 30 años. 
La torsión intravaginal se produce dentro de la túnica vaginal. Un mesorquio largo y la
deformidad en badajo de campana son factores predisponentes. La deformidad en badajo de
campana  se debe a que la túnica vaginal rodea completamente el epidídimo, el CE distal y el
testículo, más que insertarse en la superficie posterolateral testicular (figura 11). 
Los cambios ecográficos en la escala de grises comienzan a aparecer entre las 1-6 primeras
horas. Al principio aumenta el tamaño testicular y conservan la ecogenicidad, pero con la
evolución se vuelve heterogéneo e hipoecogénico, lo que indica no viabilidad del mismo
(figura 12). La posición del eje largo del testículo puede estar alterada. Es importante para
confirmar el diagnóstico encontrar el cordón rotado, provocando el ``signo del nudo´´ o ``signo
del remolino´´, que consiste en visualizar de forma concéntrica las capas que conforman la
torsión(figura 13). El epidídimo puede estar hipertrofiado e hiperecogénico debido a una
hemorragia. Suele darse hidrocele y engrosamiento cutáneo reactivos a la torsión. También
puede haber un hematocele. El Doppler color es técnica más específica para su diagnóstico.
El flujo sanguíneo en el testículo afecto está ausente o es claramente inferior al contralateral.
Podemos ver velocidades sistólicas disminuidas y disminución o inversión de la diastólica
respecto al contralateral.  En fases subagudas puede haber aumento de flujo peritesticular. En 
fases tardías el testículo disminuye de tamaño y ecogenicidad (atrofia). 
Es importante diferenciar la torsión del CE de la torsión de un apéndice testicular, otra causa
frecuente de dolor escrotal agudo. El apéndice testicular torsionado se ve en la ecografía como como una
masa hipoecogénica avascular (figura 14), adyacente a unos testículos
normalmente perfundidos y rodeados de una zona de perfusión incrementada.
Menos frecuentemente se ve como una masa ecogénica extratesticular, avascular, entre la
cabeza del epidídimo y el polo superior del testículo.

3.    Hematomas del cordón espermático.


La presencia de una colección hemática exclusiva a nivel del cordón espermático es poco frecuente.
Suele ser secundario a cirugía de reparación de una hernia inguinal, aunque también pueden ocurrir tras
traumatismo, tratamiento anticoagulante, rotura de un varicocele o hemorragia retroperitoneal. 
Los hallazgos en la ecografía en modo B son el  aumento del volumen del cordón, y la ocupación de éste
por una colección ecogénica (figura 15), que puede contener tabiques y loculaciones. Con la ecografía
Doppler color es posible demostrar isquemia testicular secundaria cuando el hematoma es de gran
tamaño, motivo suficiente para una intervención quirúrgica urgente.
Patología inflamatoria
1. Funiculitis. 
La afectación inflamatoria del CE se asocia normalmente a orquioepididimitis. En la exploración física el
cordón está aumentado de grosor y es doloroso a la palpación. En la ecografía se ve engrosamiento del
CE y ectasia de las venas del plexo pampiniforme, con aumento del flujo al Doppler color (figura 16). 
2. Absceso.  
Es una complicación rara de la orquioepididimitis aguda. También se han descrito casos secundarios a
prostatitis aguda y tras una angiografía coronaria (vía arteria femoral).  Los abscesos se ven como áreas
hipoecogénicas heterogéneas, avasculares, con aumento de la vascularización circundante (figuras 17 y
18). 
Patología tumoral
Los tumores paratesticulares representan entre el 7 y el 10 % de las tumefacciones intraescrotales. De

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estos, los del CE y los de las túnicas escrotales representan entre el 75 y el 90 % del total. Se caracterizan
por ser unilaterales, de consistencia firme, crecimiento lento y tamaño variable. Los principales
diagnósticos diferenciales incluyen: hernia inguinal, hidrocele y epididimitis crónica.
Los tumores del CE son infrecuentes, pero la diversidad de los elementos anatómicos que los constituyen
crea una gran diversidad histológica. Se clasifican en:
1.    Tumores primarios
Benignos.  Constituyen el 75% de las masas del CE.  El lipoma es el tumor benigno más
común y pueden aparecer a cualquier edad. En la ecografía son masas bien definidas, homogéneas e
hiperecogénicas, aunque la ecogenicidad es variable (figura 19). Otros tumores benignos son: leiomioma,
linfangioma, quiste dermoide, rabdomioma, fibroma, angiofibroma, angiofibrolipoma, neurofibroma,
hamartoma fibroso y ganglioneuroma. 
Malignos. Los sarcomas son los más frecuentes, entre ellos: rabdomiosarcoma, leiomiosarcoma,
liposarcoma (figuras 20 y 21), fibrohistiocitoma maligno y fibrosarcoma. En los adultos predominan los
leiomiosarcomas y en los niños los rabdomiosarcomas.
2.    Tumores secundarios o metastáticos del tracto gastrointestinal (estómago y colon), páncreas,
próstata y riñón.
La visualización de una lesión sólida, vascularizada, de aspecto tumoral en la ecografía, obliga a
practicar una exéresis quirúrgica, por lo general para confirmar el diagnóstico. En los tumores benignos
típicos se puede utilizar una vía de acceso selectiva. En los demás casos se aborda el cordón espermático
en la región inguinal. 

Imágenes en esta sección:

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Fig. 1: Cordón espermático. Dibujo representativo de un corte axial a nivel subinguinal.

Fig. 2: Cubiertas del cordón espermático. Son la prolongación de estructuras de la pared abdominal
anterior. La fascia transversalis (FT) da la fascia espermática interna (FEI). El músculo oblicuo interno

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(OI) con su fascia, da lugar al músculo cremáster (C) . El músculo oblicuo externo (OE) se convierte con
su fascia en la fascia espermática externa (FEE). Músculo transverso del abdomen (MTA).

Fig. 3: Desarrollo normal del proceso vaginal. Durante el 2º-3º mes de gestación, el proceso vaginal
(color amarillo), se elonga hasta el escroto (A). Posteriormente entre el 7º-9º mes de gestación, el
estímulo hormonal provoca el descenso de los testículos (B), y la obliteración del proceso vaginal (C).

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Fig. 4: Ecografía del cordón espermático. Cortes axial (superior) y longitudinal (inferior).

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Fig. 5: Orquioepididimits aguda y criptorquidia. Paciente con antecedente quirúrgico de criptorquidia
derecha, acude por dolor en la FID. En la ecografía se ve en FID una masa hipoecogénica con vasos en
su interior (flechas), y ausencia de testículo en la bolsa. La TC confirma una recidiva de la criptorquidia,
inflamación aguda del testículo criptorquídico y un pequeño absceso intratesicular (flecha roja).

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Fig. 6: Tipos de hidrocele.

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Fig. 7: Hidrocele funicular y hernia vesical. A: En la imagen de la pelvis se ve que hay líquido ascítico
(*) y se muestra la vejiga (V). En la imagen B se ve que se introducen ambos hacia el canal inguinal. En
la parte superior de la bolsa escrotal (C) se ve la vejiga y una colección líquida (c), que en el corte axial
(D) y longitudinal (E) se ve que está anterior a la vejiga herniada. Además, la colección está separada del
testículo (T).

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Fig. 8: Quiste del cordón. Ecografía del cordón en longitudinal y en axial. Quiste bien definido situado a
lo largo del cordón, sin comunicación con la pelvis y separada del testículo.

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Fig. 9: Hernia inguinoescrotal. Palpación de tumoración en región inguinal izquierda. En la ecografía
con la sonda convex (imagen superior) se ve ocupación de la bolsa escrotal por asas intestinales con
líquido en su luz (*), mejor demostrado con la sonda de menor frecuencia (imagen inferior), con la que
además se ve gas.

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Fig. 10: Varicocele grado 5. En la bolsa escrotal izquierda se ven varias estructuras tubulares (*) situadas
posteriores al testículo, de 5mm en reposo y 7mm con el Valsalva, con flujo en el doppler color en
reposo que aumenta también con las maniobras de Valsalva.

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Fig. 11: Deformidad en badajo de campana. A. Túnica vaginal normal. B. Deformidad en badajo de
campana. Variante anatómica en la que la túnica vaginal (línea verde) envuelve al cordón espermático
distal, epidídimo y testículo, permitiendo la torsión del cordón espermático.

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Fig. 12: Torsión testicular.16 años. Dolor de 36 horas de inicio brusco. La ecografía muestra un testículo
derecho aumentado de tamaño y avascular respecto al izquierdo, con alteración difusa de la ecogenicidad
que es heterogénea, lo que sugiere inviabilidad. En la imagen inferior izquierda se ve el engrosamiento
de cordón que está torsionado (nudo del cordón).

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Fig. 13: Signo del remolino o del nudo del cordón. Las imágenes ecográficas en el plano axial de
superior a inferior muestran el cordón espermático derecho proximal torsionado (A y B), y como se va
resolviendo la torsión en la parte más inferior (C y D). La imagen doppler color demuestra sólo flujo
parcial en el cordón.

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Fig. 14: Torsión de hidatide. Masa ovalada e hipoecogénica avascular (flechas) adyacente al polo
superior del testículo, que evolucionó satisfactoriamente con tratamiento conservador. Se ve otra hidátide
quística (*).

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Fig. 15: Hematoma de cordón. Antecedente de vasectomía hace 5 días. Dolor escrotal y hematoma en
escroto y pene. A la palpación dolor en cordón espermático derecho. Ecografía: Corte longitudinal que
muestra el testículo y craneal al mismo una masa hipoecogénica (flechas), claramente relacionada con el
CE.

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Fig. 16: Funiculitis. Paciente con orquioepididimitis aguda izquierda. Aumento de tamaño del cordón
espermático, con tumefacción de la grasa (**) y aumento de la vascularización en el doppler color. Se ve
además una colección líquida con septos medial al cordón (flechas). El testículo izquierdo está
aumentado de tamaño y tiene hiperemia.

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Fig. 17: Absceso de cordón espermático. Ecografía. En la imagen superior se ve el cordón engrosado
(flechas), con aumento de la ecogenicidad del mismo y de la vascularización en el doppler color (B).
Además se muestran 2 colecciones liquidas en su interior con fino contenido ecogénico (*), avasculares
y con hiperemia en su periferia (C).

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Fig. 18: Absceso de cordón espermático. TC. Paciente de la figura 17. Corte en el plano sagital y axiales
de superior a inferior. Se ve la colección líquida (*) con realce en la periferia y aumento de la densidad
de la grasa del cordón (flechas). El testículo estaba desplazado hacia abajo.

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Fig. 19: Lipoma de cordón. Masa hipoecogénica (flechas) alargada en la parte distal del cordón
espermático siguiendo el eje del mismo, a 1cm de la cabeza del epididimo (E), que no se moviliza con el
Valsalva.

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Fig. 20: Liposarcoma bien diferenciado. Masa (m) ecogénica paratesticular que ya se veía 3 años antes.
En la TC se confirma que está en el cordón y el contenido graso de la misma, pero con densidades
lineales en su interior. Véase el desplazamiento de los vasos del cordón (flecha roja).

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Fig. 21: Liposarcoma mal diferenciado. Masa ecogénica proximal al testículo (T), de predominio
ecogénico pero con zonas nodulares hipoecogénicas (flecha), en íntimo contacto con el cordón
espermático.

Conclusiones

El cordón  espermático es una estructura anatómica en ocasiones subexplorada durante la ecografía


escrotal. Su estudio nos da información en ocasiones clave para el diagnóstico y manejo del paciente en
una gran diversidad de situaciones clínicas. Es importante por tanto identificar si se trata de una
patología exclusiva funicular, o por el contrario forma parte de una enfermedad que afecta  a gran parte
del escroto.
 

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