6/9/21 18:59 Gordon Allport

GORDON ALLPORT
1897 - 1967

Dr. C. George Boeree

Gordon Allport nació en Montezuma, Indiana, en 1897, el menor de cuatro hermanos. Un

niño tímido y estudioso, se burlaron bastante de él y vivió una infancia bastante aislada. Su
padre era un médico rural, lo que significó que Gordon creció con los pacientes y
enfermeras de su padre y toda la parafernalia de un hospital en miniatura. Todos trabajaron
duro. Por lo demás, su vida temprana fue bastante agradable y sin incidentes.

Una de las historias de Allport siempre se menciona en sus biografías:

cuando tenía 22 años, viajó a Viena. ¡Había acordado encontrarse con el
gran Sigmund Freud! Cuando llegó a la oficina de Freud, Freud
simplemente se sentó y esperó a que comenzara Gordon. Después de
un rato, Gordon no pudo soportar más el silencio y soltó una observación
que había hecho cuando se dirigía a encontrarse con Freud. Mencionó
que había visto a un niño en el autobús que estaba muy molesto por tener que sentarse
donde un viejo sucio se había sentado anteriormente. Gordon pensó que probablemente
esto era algo que había aprendido de su madre, un tipo muy ordenado y aparentemente
bastante dominante. Freud, en lugar de tomarlo como una simple observación, lo tomó
como una expresión de algún proceso profundo e inconsciente en la mente de Gordon, y
dijo: "¿Y ese niño era usted?"

Esta experiencia le hizo darse cuenta de que la psicología profunda a veces profundiza
demasiado, de la misma manera que antes se había dado cuenta de que el conductismo a
menudo no profundiza lo suficiente.

Allport recibió su Ph.D. en Psicología en 1922 de Harvard, siguiendo los pasos de su

hermano Floyd, quien se convirtió en un importante psicólogo social. Pasó su carrera
desarrollando su teoría, examinando cuestiones sociales como los prejuicios y
desarrollando pruebas de personalidad. Murió en Cambridge Massachusetts en 1967.

Teoría

Una cosa que motiva a los seres humanos es la tendencia a satisfacer las necesidades
biológicas de supervivencia, a lo que Allport se refirió como funcionamiento oportunista .
Señaló que el funcionamiento oportunista puede caracterizarse como reactivo, orientado al
pasado y, por supuesto, biológico.
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Pero Allport sintió que el funcionamiento oportunista era relativamente poco importante
para comprender la mayor parte del comportamiento humano. La mayor parte de la
conducta humana, creía, está motivada por algo muy diferente, el funcionamiento de una
manera expresiva del yo, a lo que llamó funcionamiento adecuado . ¡La mayor parte de lo
que hacemos en la vida es cuestión de ser quienes somos! El funcionamiento adecuado se
puede caracterizar como proactivo, orientado al futuro y psicológico.

Adecuado proviene de la palabra proprium , que es el nombre de Allport para ese

concepto esencial, el yo. Había revisado cientos de definiciones para ese concepto y llegó
a sentir que, para ser más científico, sería necesario prescindir de la palabra común self y
sustituirla por otra. Para bien o para mal, la palabra proprium nunca tuvo éxito.

Para tener una idea intuitiva de lo que significa el funcionamiento adecuado, piense en la
última vez que quiso hacer algo o convertirse en algo porque realmente sintió que hacer o
convertirse en algo sería expresivo de las cosas de usted mismo que cree que son las más
importantes. Recuerda la última vez que hiciste algo para expresarte, la última vez que te
dijiste: "¡Ese soy yo!". Hacer las cosas de acuerdo con lo que realmente eres, es un
funcionamiento adecuado.

El proprio

Al poner tanto énfasis en el yo o el proprium, Allport quería definirlo con el mayor cuidado
posible. Llegó a esa tarea desde dos direcciones, fenomenológica y funcionalmente.

Primero, fenomenológicamente, es decir, el yo como experimentado: sugirió que el yo está

compuesto de los aspectos de tu experiencia que ves como más esenciales (en oposición
a incidentales o accidentales),
cálidos (o "preciosos", en oposición a emocionalmente
fríos). ) y
central (a diferencia de periférico).

Su definición funcional se convirtió en una teoría del desarrollo por sí sola. El yo tiene siete
funciones, que tienden a surgir en determinados momentos de la vida:

 1. Sentido del cuerpo

 2.
 Autoidentidad
 3. Autoestima

 4.
Autoextensión
 5. Autoimagen

 6.
Afrontamiento racional
7. Esfuerzo apropiado

El sentido del cuerpo se desarrolla en los dos primeros años de vida. Tenemos uno,
sentimos su cercanía, su calidez. Tiene límites de los que el dolor y las lesiones, el tacto y
el movimiento nos hacen conscientes. Allport tenía una demostración favorita de este
aspecto de sí mismo: ¡Imagínese escupir saliva en una taza y luego beberla! ¿Cuál es el
problema? ¡Es lo mismo que tragas todo el día! Pero, por supuesto, ha salido de su ser
corporal y, por lo tanto, se ha vuelto extraño para usted.

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La identidad propia también se desarrolla en los primeros dos años. Llega un momento
en el que nos reconocemos a nosotros mismos como continuos, como si tuviéramos un
pasado, un presente y un futuro. Nos vemos a nosotros mismos como entidades
individuales, separadas y diferentes de los demás. ¡Incluso tenemos un nombre! ¿Serás la
misma persona cuando te despiertes mañana? Por supuesto, damos por sentada esa
continuidad.

La autoestima se desarrolla entre los dos y los cuatro años. También llega un momento en
que reconocemos que tenemos valor, para los demás y para nosotros mismos. Esto está
especialmente ligado a un desarrollo continuo de nuestras competencias. ¡Esto, para
Allport, es de lo que realmente se trata la etapa "anal"!

La autoextensión se desarrolla entre los cuatro y los seis años. Ciertas cosas, personas y
eventos que nos rodean también llegan a ser considerados centrales y cálidos, esenciales
para mi existencia. ¡"Mi" está muy cerca de "mí"! Algunas personas se definen a sí mismas
en términos de sus padres, cónyuge o hijos, su clan, pandilla, comunidad, universidad o
nación. Algunos encuentran su identidad en las actividades: soy psicólogo, estudiante,
albañil. Algunos encuentran identidad en un lugar: mi casa, mi ciudad natal. Cuando mi hijo
hace algo mal, ¿por qué me siento culpable? Si alguien raya mi auto, ¿por qué siento que
simplemente me golpea?

La autoimagen también se desarrolla entre los cuatro y los seis años. Este es el "yo del
espejo", el yo tal como me ven los demás. Esta es la impresión que les doy a los demás, mi
"apariencia", mi estima social o estatus, incluida mi identidad sexual. Es el comienzo de lo
que otros llaman conciencia, yo ideal y persona.

El afrontamiento racional se aprende predominantemente entre los seis y los doce años.
El niño comienza a desarrollar sus habilidades para lidiar con los problemas de la vida de
manera racional y efectiva. Esto es análogo a la "industria" de Erikson.

El esfuerzo adecuado no suele comenzar hasta después de los doce años. Este es mi yo
como metas, ideales, planes, vocaciones, vocaciones, un sentido de dirección, un sentido
de propósito. La culminación de un esfuerzo adecuado, según Allport, es la capacidad de
decir que soy el propietario de mi vida, es decir, ¡el propietario y el operador!

(Uno no puede dejar de notar los períodos de tiempo que usa Allport; ¡están muy cerca de
los períodos de tiempo de las etapas de Freud! Pero, por favor, comprenda que el
esquema de Allport no es una teoría de etapas, solo una descripción de la forma habitual
en que las personas se desarrollan. )

Rasgos o disposiciones

Ahora, a medida que el proprium se desarrolla de esta manera, también desarrollamos

rasgos personales o disposiciones personales . Allport originalmente usó la palabra
rasgos, pero descubrió que muchas personas asumieron que se refería a los rasgos
percibidos por alguien que mira a otra persona o medidos por pruebas de personalidad, en
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lugar de características únicas e individuales dentro de una persona, que lo cambió por
disposiciones.

Una disposición personal se define como "una estructura neuropsíquica generalizada

(peculiar del individuo), con la capacidad de hacer que muchos estímulos sean
funcionalmente equivalentes e iniciar y guiar formas consistentes (equivalentes) de
comportamiento adaptativo y estilístico".

Una disposición personal produce equivalencias en función y significado entre diversas

percepciones, creencias, sentimientos y acciones que no son necesariamente equivalentes
en el mundo natural o en la mente de otra persona. Una persona con la disposición
personal de “miedo al comunismo” puede equiparar a rusos, liberales, profesores,
huelguistas, activistas sociales, ambientalistas, feministas, etc. Puede agruparlos todos y
responder a cualquiera de ellos con un conjunto de comportamientos que expresen su
miedo: pronunciar discursos, escribir cartas, votar, armarse, enojarse, etc.

Otra forma de decirlo es decir que las disposiciones son consistencias concretas,
fácilmente reconocibles en nuestros comportamientos.

Allport cree que los rasgos son esencialmente únicos para cada individuo: el “miedo al
comunismo” de una persona no es el mismo que el de otra. Y realmente no puedes esperar
que el conocimiento de otras personas te ayude a comprender a una persona en particular.
Por esta razón, Allport impulsó fuertemente lo que llamó métodos idiográficos, métodos que
se centraban en estudiar a una persona a la vez, como entrevistas, observación, análisis
de cartas o diarios, etc. En la actualidad, estos métodos se denominan generalmente
métodos cualitativos.

Allport reconoce que dentro de cualquier cultura en particular, hay

rasgos o disposiciones
comunes , que son parte de esa cultura, que todos en esa cultura reconocen y nombran.
En nuestra cultura, comúnmente diferenciamos entre introvertidos y extrovertidos o
liberales y conservadores, y todos sabemos (aproximadamente) lo que queremos decir.
Pero es posible que otra cultura no los reconozca. ¿Qué significarían, por ejemplo, liberal y
conservador en la Edad Media?

Allport reconoce que algunos rasgos están más estrechamente ligados al proprium (uno
mismo) que otros.  Los rasgos centrales son los componentes básicos de su
personalidad. Cuando describe a alguien, es probable que use palabras que se refieran a
estos rasgos centrales: inteligente, tonto, salvaje, tímido, astuto, tonto, gruñón ... Señaló
que la mayoría de la gente tiene entre cinco y diez de estos.

También hay rasgos secundarios , que no son tan obvios, ni tan generales, ni tan
consistentes. Las preferencias, las actitudes, los rasgos situacionales son todos
secundarios. Por ejemplo, "se enoja cuando intentas hacerle cosquillas", "ella tiene
preferencias sexuales muy inusuales" y "no puedes llevarlo a restaurantes".

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Pero luego están los rasgos cardinales . Estos son los rasgos que tienen algunas
personas que prácticamente definen su vida. Alguien que pasa su vida buscando fama,
fortuna o sexo es esa persona. A menudo utilizamos personas históricas específicas para
nombrar estos rasgos cardinales: Scrooge (codicia), Juana de Arco (autosacrificio heroico),
Madre Teresa (servicio religioso), Marqués de Sade (sadismo), Maquiavelo (crueldad
política), etc. . Relativamente pocas personas desarrollan un rasgo cardinal. Si lo hacen,
tiende a ser tardío en la vida.

Madurez psicológica

Si tiene un proprium bien desarrollado y un conjunto rico y adaptativo de disposiciones, ha

alcanzado la madurez psicológica, el término de Allport para la salud mental. Enumera
siete características:

1. Extensiones específicas y duraderas del yo , es decir, participación.

2. Técnicas confiables para relacionarse cálidamente con los demás (por ejemplo,
confianza, empatía, autenticidad, tolerancia ...).

3.  Seguridad emocional y autoaceptación.

4. Hábitos de percepción realista (en contraposición a la defensiva).

5.  Centrado en el problema y desarrollo de habilidades para la resolución de problemas.

6.  Auto-objetivación : conocimiento del propio comportamiento, capacidad de reírse de

uno mismo, etc.

7. Una filosofía de vida unificadora, incluyendo una orientación de valores particular, un

sentimiento religioso diferenciado y una conciencia personalizada.

Autonomía funcional

Allport no creía en mirar demasiado al pasado de una persona para comprender su

presente. Esta creencia es más evidente en el concepto de autonomía funcional : sus
motivos de hoy son independientes (autónomos) de sus orígenes. No importa, por ejemplo,
por qué querías ser médico, o por qué desarrollaste el gusto por las aceitunas o por el sexo
pervertido, ¡el hecho es que así eres ahora!

La autonomía funcional se presenta en dos formas: la primera es la autonomía funcional

perseverante . Esto se refiere esencialmente a los hábitos: comportamientos que ya no
cumplen su propósito original, pero que aún continúan. Puede que hayas empezado a
fumar como símbolo de la rebelión adolescente, por ejemplo, ¡pero ahora fumas porque no
puedes dejar de fumar! Rituales sociales como decir "Dios te bendiga" cuando alguien
estornuda tenía una razón en otro tiempo (¡durante la plaga, un estornudo era un síntoma
mucho más grave que hoy!), Pero ahora continúa porque se considera cortés.

La autonomía funcional adecuada es algo un poco más autodirigido que los hábitos. Los
valores son el ejemplo habitual. Quizás te castigaron por ser egoísta cuando eras niño. Eso
no quita mérito a su conocida generosidad de hoy, ¡se ha convertido en su valor!

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Quizás pueda ver cómo la idea de autonomía funcional puede haber derivado de la
frustración de Allport con Freud (o los conductistas). Por supuesto, eso no significa que sea
solo una creencia defensiva por parte de Allport.

La idea de una autonomía funcional adecuada - valores - llevó a Allport y sus asociados
Vernon y Lindzey a desarrollar una categorización de valores (en un libro llamado Un
estudio de valores, 1960) y una prueba de valores.  ¡Haga clic aquí para ver una
"demostración" de la prueba de valores!

1.  lo teórico : un científico, por ejemplo, valora la verdad.

2.  lo económico : un empresario puede valorar la utilidad.

3.  la estética : un artista valora naturalmente la belleza.

4.  lo social : una enfermera puede tener un gran amor por las personas.

5.  lo político : un político puede valorar el poder.

6.  El religioso : un monje o una monja probablemente valora la unidad.

La mayoría de nosotros, por supuesto, tenemos varios de estos valores en niveles más
moderados, además de que podemos valorar uno o dos de estos de manera bastante
negativa. Hay pruebas modernas que se utilizan para ayudar a los niños a encontrar
carreras que tienen dimensiones muy similares.

Conclusiones

Allport es uno de esos teóricos que tenía tanta razón en tantas cosas que sus ideas
simplemente se han transmitido al espíritu de la época. Su teoría es una de las primeras
teorías humanistas e influiría en muchos otros, incluidos Kelly, Maslow y Rogers. Un
aspecto desafortunado de su teoría es el uso original de la palabra rasgo, que provocó la
ira de varios conductistas orientados a la situación que habrían estado mucho más abiertos
a su teoría si se hubieran molestado en comprenderla. Pero esa siempre ha sido una
debilidad de la psicología en general y de la personalidad en particular: el desconocimiento
del pasado y las teorías e investigaciones de los demás.

Referencias

Los libros más importantes de Allport son Pattern and Growth in Personality (1965), The
Person in Psychology (1968) y The Nature of Prejudice (1954). Era un buen escritor y
ninguno de estos libros es demasiado técnico.

Copyright 1998, 2006 C. George Boeree

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