3 Cosas Que Debes Saber Antes de Orar Por Un Enfermo

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3 Cosas que debes saber antes de orar por un enfermo.

Dios te bendiga grandemente.

Te quiero preguntar ¿Te preocupas por los que están enfermos?

¿Sientes compasión por ellos?

¿Crees que Dios les puede sanar y sientes que debes orar por ellos?

La Biblia dice que la oración eficaz del justo puede mucho, pero así como hay una
oración eficaz que puede resultar en la sanidad del enfermo, también hay
oraciones ineficaces.

Sin duda alguna, las enfermedades son de las cosas que más entristecen y afligen
el corazón del hombre.

Quien está enfermo, no solamente debe lidiar con el dolor físico, sino también, con
la aflicción que trae la enfermedad consigo. Pero como Dios no es indiferente al
dolor ni al sufrimiento del hombre, como en todo, también en las enfermedades
nos ha dado salida.

Mateo 14:14 dice:


Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos.

Hebreos 13:8 dice:


Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

Todo enfermo necesita ayuda y a todo enfermo se le debe prestar ayuda.

La mayoría cuando enfermamos, lo primero que hacemos es acudir al médico o a


la farmacia más cercana en busca de ayuda para la enfermedad, pero ¿qué dice
la Biblia?

Santiago 5:14 - 16 dice:


¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la Iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el
nombre del Señor.
Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo
puede mucho.

Hagamos la siguiente pregunta:


¿Qué debe hacer una persona enferma?

La Biblia es muy clara en cuanto a esto. Lo que debe hacer una persona enferma
es: Pedir ayuda.

Te preguntarás ¿pedir ayuda a quién?

La Biblia nos acaba de decir lo siguiente: Llame a los ancianos de la iglesia, y oren
por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.

La voluntad de Dios es que hayan personas dentro de su pueblo que estén


dispuestas a orar por los enfermos y que cumplan con los siguientes tres
requisitos Bíblicos para hacerlo.

1. Si oras por sanidad en un enfermo debes hacerlo con fe, en el nombre


de Jesús.

Aunque podemos usar aceite para ungir al enfermo siempre y cuando esto sea
posible para simbolizar la acción del Espíritu Santo sobre él, es la oración que se
hace con fe la que servirá para la sanidad del enfermo.

Como lo dice el versículo 15: La oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará y si hubiere
cometido pecados le serán perdonados.

Además, Santiago 1:6-7 dice: Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la
onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que
recibirá cosa alguna del Señor.

La oración por sanidad debe fluir de una vida de fe. De alguien que cree la Palabra
de Dios.

Si vas a orar por un enfermo y no crees que Dios contesta las oraciones, lo estás
haciendo de manera incorrecta.

La oración de fe se basa en las promesas de Dios.

Te preguntarás ¿pero qué se necesita para orar con fe?

Necesitamos estar en la Palabra de Dios constantemente, leyéndola, escuchando


a Dios, dejando que Él nos recuerde sus promesas y sus verdades.

Para hacer una oración de fe necesitamos creer sin vacilar la Palabra de Dios.

2. Si oras por sanidad en un enfermo, debes tratar con el pecado.

Si eres quien va a orar, debes afrontar el pecado en tu vida.


Santiago 5:16 en la primera parte dice: ...confesaos vuestras ofensas unos a otros
y oren unos por otros para que seáis sanados.

Debes saber que el pecado es una barrera a las bendiciones de Dios y a la


sanidad de Dios.

La oración eficaz, debe proceder de un corazón limpio y libre de pecado.

La persona por quien vas a orar debe afrontar el pecado en su vida.

No significa que todo el que esté enfermo está viviendo en pecado, pero si no
afrontamos el pecado es difícil que llegue la sanidad.

Debes entender que el pecado es enemigo de Dios, enemigo de tu salud, enemigo


de tu felicidad y enemigo de tu vida.

Al tratar con el pecado trataremos con la causa, pues la enfermedad es muchas


veces sólo el efecto.
Reconozcámoslo, pidamos perdón y apartemos de el.

3. La oración por sanidad debe hacerla una persona justa, un hombre o


una mujer justa.

Santiago 5:16 en su segunda parte dice: …la oración eficaz del justo puede mucho.

Ahora respondamos la siguiente pregunta: ¿quién es una persona justa?

Son personas sabias, comprometidas con el Señor Jesucristo. Su estilo de vida es


la obediencia a Dios.

No son perfectos, pero desean andar delante de Dios en obediencia y haciendo su


voluntad.

Escucha bien lo que te diré: Cuando alguien te dice: ora por mí, acaba de expresar
confianza en ti.

Acaba de expresar confianza en tu relación con Dios.

Acaba de expresar confianza en como andas delante de Él.

Y acaba de expresar confianza en tu capacidad de comunicar el problema de ellos


a Dios.

Debemos llegar al punto en que el enfermo piense de nosotros lo siguiente:

Lo llamaré a él o a ella, porque sé que orará con fe, su corazón es limpio, lleva
una vida de obediencia y creo que Dios le escuchara lo que pide.
Esto es una gran responsabilidad.

Seamos personas de fe, con un corazón limpio y una vida justa. Viviendo así no te
alcanzarás a imaginar como Dios te usará.

La intención de este ejemplar en formato PDF es que sirva para tu propio uso, o
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