Blandengues Bonaerenses

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BLANDENGUES BONAERENSES

FUNDADORES Y POBLADORES

Julio César Ruiz

1
CAPíTULOS
Capítulo Primero:
Los Tiempos Heroicos 1552 – 1810
Situación en el Río de la Plata
Creación del Virreinato del Río de la Plata
La Frontera de Buenos Aires
Nacen los Blandengues Pobladores
Nacen Los Pueblos
Mercedes
Salto
Cañuelas
Chivilcoy
Rojas
Las Primeras Expediciones
Los Malones
Vertiz y las Fronteras
Chascomus
Monte
Lobos
Ranchos
Colon
Navarro
El Blandengue y la Frontera
El aprovisionamiento
Cuerpo Veterano
Importancia de la acción de Francisco
Balcarce
La expedición de Azara
Los Blandengues de Santa Fe
Los Blandengues de Montevideo
Capítulo Segundo:
Los Blandengues durante la época Independiente
Los Blandengues de Buenos Aires
En la Campaña del Paraguay
2
En la Primera Campaña al Alto Perú
En el Ejército del Norte
Capitulo Tercero
Algunos hombres que conformaron los Cuerpos de
Blandengues
En los Blandengues de Buenos Aires
En los Blandengues de Montevideo
Capitulo Cuarto
Breve cronología de la actualidad

BIBLIOGRAFIA

3
Los Tiempos Heroicos- 1552 – 1810
Capítulo Primero

- Situación en el Río de la Plata.

Muchas de las ciudades y villas rioplatenses, tuvieron a


menudo su origen en la lucha hispano-portuguesa y contra el
indio. Por ejemplo, la Colonia del Sacramento portuguesa en
1680, o el Montevideo español fundado entre 1724 y 1750 y
como veremos, muchas de nuestras ciudades bonaerenses
como Mercedes, Salto, Cañuelas, Lobos, Navarro, Rojas,
Carmen de Patagones.1.
El carácter de frontera móvil del territorio influyó también en
su economía - facilitando el contrabando y la burla del
monopolio comercial español - y en la sociedad, ambientando
en sus pobladores la actividad ecuestre y el oficio de las
armas.
La pradera natural y el ganado vacuno y caballar sin dueño
ganaron la estancia - predio dedicado a la ganadería y
productor de vacunos - y el estanciero, la figura dominante
del medio rural.

La principal producción de estas estancias- el tasajo- era


carne salada, dura y magra, por lo que la consumían al
comienzo sólo los esclavos de Cuba y Brasil. Los saladeros
eran una mezcla de estancia e industria
Las penetraciones lusitanas y la amenaza de posibles
desembarcos de potencias con aspiraciones en el estuario del
Plata o en las costas marítimas, requerían de un sistema de
comunicaciones que permitiera el rápido desplazamiento de
los contingentes de tropas que las debían enfrentar.
1
Sobre la base de las guardias y fortines que se organizaron y levantaron
surgieron diversas poblaciones argentinas. Así se fundaron, por ejemplo, Morón, (
1600), Luján (1630), Las Conchas (1676), Baradero (1696), San Isidro (1719), San
Antonio de Areco (1725), Pergamino (1730), San Nicolás (1748), Mercedes (1752),
Merlo (1754), Arrecifes (1756), Pilar (1772)...
4
Centenares de kilómetros separaban a estos centros de
recursos, donde se aseguraba el aprovisionamiento de
víveres, tomaban un descanso y hacían el cambio de la
caballada.
Estas circunstancias dieron origen al sistema de postas,
merced a lo cual resultaba posible recorrer esas distancias en
tiempos aceptables.
Los medios empleados respondían a tres factores decisivos: el
relieve del terreno, la urgencia y el volumen de la carga a
transportar. Para el traslado de contingentes de tropas hasta
puntos distantes se utilizaban caballos.
El Camino mas transitado para entrar y salir mercaderías y
tropas de la capital virreinal hacia el interior, fue el “del
Oeste”. 2
Existían otros caminos secundarios que servían a las
comunicaciones internas pero que se transformaron en vías
de comunicación prioritarias, como el que unía Villa de Luján
con las Salinas Grandes, utilizado para abastecer de sal a
Buenos Aires y a la campaña.
El mejoramiento y diversificación de las vías de
comunicaciones terrestres se incrementó cuando se permitió
a las provincias comerciar entre sí y más tarde exportar sus
productos por el Puerto del Río de la Plata como consecuencia
de las reformas borbónicas, a partir de la segunda mitad del
siglo XVIII.
Las vías marítimas de comunicación estaban relacionadas
con los puertos de la península, debido al monopolio
comercial impuesto por España sobre sus colonias del Río de
la Plata.
Al finalizar el siglo XVII fue habilitado el puerto de la
Ensenada de Barragán, desde donde el enlace con Buenos
Aires se realizaba por un camino de tierra secundario.

2
A mediados del siglo XVIII, partía de la plaza Mayor; luego de la Ranchería, (de
los Jesuitas más tarde); partió luego, del Hueco de Lorea (hoy Plaza del Congreso)
y después, del Hueco de las Salinas (Plaza Once). Seguía por el Camino Real
(Federación, en tiempos de Rosas, hoy Rivadavia). Más al oeste se encontraba la
pulpería "El Caballito", más allá Flores, Morón y el Río de Las Conchas, que se
cruzaba por el Puente de Márquez, donde había que pagar el derecho de pontazgo
5
Hasta finalizar el siglo XVIII, todas las comunicaciones de
ultramar se canalizaban por el puerto de Montevideo. Ese era
el único puerto de aguas profundas y abrigado que
posibilitaba el intercambio con España.
El río de la Plata y el Paraná eran vías de comunicación
seguras y económicas entre Paraguay, Montevideo y Buenos
Aires, la poca profundidad del río Paraná fue el más efectivo
impedimento a los intentos de penetración de naves de
ultramar de las potencias que estaban en conflicto con
España.
El traslado de tropas para refuerzo de las guarniciones de
ambas orillas del Plata, como así también el transporte
mercancías provenientes o con destino a España, se hacía
exclusivamente a través del Plata.
Al puerto de las Conchas (actual San Fernando) llegaban las
embarcaciones procedentes del Paraguay, cuando su destino
era Buenos Aires. Si las cargas estaban destinadas al interior,
también se empleaban los puertos de Santa Fe y San
Nicolás.3

3
Por 1744 cinco grupos de pobladores de la región norte de la actual Provincia de
Buenos Aires, hacían un total de 948 habitantes. El más importante estaba
ubicado sobre la costa del río Paraná. San Nicolás de los Arroyos fue organizado
oficialmente, como Pueblo por Rafael de Aguiar, el 14 de Abril de 1748. El 31 de
diciembre de 1778 el Virrey Vértiz, crea el Partido de San Nicolás de los Arroyos,
dándole una extensión de 70 leguas cuadradas.
6
- Creación del Virreinato del Río de la Plata

La dependencia del virrey de Lima y la Audiencia de Charcas


acarrearon graves problemas que radicaban especialmente en
las enormes distancias que los separaban de los centros de
autoridad, como así también la demora que sufría la atención
de asuntos tan importantes como los relacionados con la
defensa.

Estos problemas; el secular conflicto mantenido con Portugal,


desde que en 1680 fundara en la Banda Oriental la Colonia
de Sacramento y la proyección amenazante de los ingleses
sobre las Malvinas y las costas patagónicas, buscando
establecer bases operativas con la intención de dominar el
Atlántico, fueron las razones geopolíticas que precipitaron la
creación del Virreinato del Río de la Plata.
La creación del virreinato fue posible cuando Carlos III
comprendió que para frenar estos intentos había que crear
un centro político/militar capaz de movilizarse con eficacia
ante cualquier alternativa tendiente a menoscabar la
soberanía española.
Para ese fin promulgó la Real Cédula del 8 de agosto de 1776,
por la cual designó a Pedro Cevallos4, jefe de una expedición
destinada a desalojar a los lusitanos de la Banda Oriental, al
mismo tiempo que se lo nombraba virrey provisional del
Virreinato del Río de la Plata.
Una Real Cédula del 27 de octubre de 1777 dio carácter
definitivo al Virreinato del Río de la Plata, designándose virrey
al Teniente General D. Juan José Vértiz.
4
Cevallos, Pedro Antonio de (1716-1778). Gobernador de Buenos Aires (1757-
1766). Capturó Colonia del Sacramento en 1762 En 1776 regresó a Buenos Aires,
en calidad de Virrey del Río de la Plata, Ocupó en febrero de 1777, la isla de
Santa Catalina y recapturó Colonia, bajo control portugués. Cevallos fomentó la
agricultura y medidas que mejoraban la situación de los trabajadores agrícolas;
con su salud debilitada y con la flota inactiva, Cevallos solicitó ser relevado y Juan
José de Vértiz y Salcedo fue nombrado para sucederlo en las funciones virreinales.
Regresó a España y murió en Córdoba, en 1778.
7
El virreinato quedó compuesto por las provincias de Buenos
Aires, Paraguay, Tucumán, Potosí, Santa Cruz de la Sierra,
Charcas y se agregaba a su jurisdicción la actual República
de Bolivia.
Los efectivos militares en servicio activo existentes a la fecha
de la creación del Virreinato eran los siguientes: Milicias 5 de
vecinos, urbanos y de campaña, en todas las ciudades
importantes y dotaciones de veteranos peninsulares.
 Blandengues de Santa Fe.
 Blandengues de Buenos Aires.
 Asambleas6 de Infantería, de Caballería y de Dragones.
 Regimiento de Dragones de Buenos Aires "Fijo".
 Regimiento de Infantería de Buenos Aires "Fijo".
 Real Cuerpo de Artillería.
Por real despacho del 14 de abril de 1783 se crea un tribunal
en Buenos Aires con jurisdicción en ésta, Paraguay, Córdoba
y Tucumán.
El nuevo organismo político/militar, en uso de las amplias
facultades que se habían otorgado al virrey, debía abocarse
de inmediato a actualizar aspectos fundamentales de la
defensa, como:
- La adopción de medidas para la protección de sus costas y
puertos con los mayores recursos con tropas que debían
provenir del Paraguay y del distrito de Córdoba del Tucumán,
en previsión de una probable expedición marítima de Gran
Bretaña.
- Detener la constante penetración de tropas de los dominios
portugueses y asegurar la integridad de los territorios.

5
Por real orden de 1764, se dispuso la creación de milicias en el Río de la Plata,
incorporando al servicio a todos los hombres de entre 15 y 45 años, con instrucción
militar una vez por semana. A tal fin debían enviarse desde la Metrópoli, oficiales
veteranos que ayudaran a su formación e instrucción. El gobernador Cevallos, en
1765 y en cumplimiento de esa real orden, dispuso la creación de un batallón de
infantería, una compañía de artillería, y un regimiento de caballería
6
Las asambleas eran cuerpos de veteranos peninsulares que arribaron al Río de la
Plata a partir de 1765, para organizar, uniformar, disciplinar y conducir a las
milicias. En Buenos Aires, la asamblea de infantería contaba con 39 oficiales y
suboficiales veteranos, la de caballería con 24 y la de dragones con 36.
8
- Neutralizar la permanente acción que realizaban los
contrabandistas y los salteadores lusitanos en las fronteras
con sus dominios.

9
- La Frontera de Buenos Aires

Los españoles se afincaron en las ciudades y las fueron


poblando basando su defensa en la conformación de fuertes
que servían para detener los ataques de los indios.
Al respecto de los malones señala Falkner 7 que “...a veces
juntándose los Dihuihets, Taluhets (grupo denominado como
pampas), Pehuenches, haciendo correría por toda la extensión
de las fronteras de las sierras de Córdoba y de Buenos Aires
desde el río Arrecifes al de Luján, a los hombres los matan, a
las mujeres y niños se los llevan para esclavos y se arrean
toda la hacienda...”
En agosto de 1737 se realizó un malón sobre la zona de Salto
de los Arrecifes, Carmen de Areco y la Villa de Luján. Eran
indios de origen Taluhet y Pehuenches mandados por los
caciques Caruloco y Rencumantú que tenían los toldos al
norte de la Pampa.
El Maestre de Campo, Juan de San Martín y Gutiérrez, sale
en persecución con soldados y vecinos, pero no logra
alcanzarlos por una artimaña que le hacen y los despistan.
Despechado San Martín y Gutiérrez, al no encontrarlos, llega
de regreso al Río Salado y junto a una laguna (que lleva el
nombre del cacique) se encontraba la tribu amiga del Taluhet
José Calelian -en paz con los españoles. Creyendo que había
cooperado en el malón, los ataca alevosamente, dando muerte
al cacique y a muchos de sus hombres.
Por esa razón, en esos parajes se situó una guardia de
avanzada de vigilancia contra los malones indios. Sin
embargo en 1737 destruyeron las estancias de la zona dos
veces y ello hizo que en 1738 se construyera un fortín 8
precario para resguardo del pago del Arrecifes.
7
Falkner, Tomás. "Descripción de la Patagonia" La Plata 1910
8
El fortín era definido por el Capitán Cristóbal de Oña en 1777, de la siguiente
manera: “Se llama fuerte a un corral que en donde queda la gente y toda la
fortificación, se reduce a cuatro frentes de a 25 pasos y los otros dos de a 40
pasos: Frente cubierto con maderos que mantienen la tosquedad con que se
criaron, muy desiguales y todos concovados, pero con estos se consiguen
naturales troneras que sirven para defenderse y, a más sirven de parapeto unos
10
Más, los piquetes de milicianos que eran guarnición de esos
fortines, no mantenían orgánicamente sus relaciones con las
compañías de las que dependían y ello facilitaba la deserción
de sus componentes, incluso en masa.
Para evitar problemas mayores, a ante la paz con los indios,
el Cabildo prohíbe a los españoles que crucen el Salado en
dirección a las Sierras de Casuhatí, Vulcán y Tandil.
El gran malón a las estancias de Luján, en 1744 9, fue factor
desencadenante para que el Gobernador, el Cabildo y Jefes
Militares, reunidos en Junta de Guerra el 11 de enero de
1745, resolvieran la construcción de fuertes en las fronteras
de cada pago, como mejor medio para contener las
incursiones de los indios.10
La construcción de un "fuerte de estacada" con piquetes de
milicianos - a seis leguas al Oeste del Santuario de Luján- por
el Maestre de Campo11 Juan de San Martín señaló, en 1745,
la primera línea de avance en la conquista del desierto y la
fundación de la Guardia de Luján.
Esta “guardia” estuvo conformada en principio por una
treintena de milicianos que formaron parte de lo que se

cueros, el parapeto es el natural de la pampa, pues no hay ni una pulgada de tierra


levantada, tienen también dos cubos, que cada uno flanquea dos cortinas y sobre
todo uno que llaman Mangrullo”.
9
..."De lo acaecido en el mes de julio antecedente (1744) con una porción de
Yndios de que dio noticia al cazique de Paz llamado Calelian... dejándose caer 15
dias despues sobre tres estancias de la frontera de Lujan, que sorprehendidos sus
avizadores por ser de noche aprisionaron 21 personas quitaron la vida a 13 antes
que pudiesen ser socorridos de las milicias de cavalleria inmediatas ...Dio tras ellos
inmediatamente y les quitaron la mayor parte del ganado con muerte de 14 yndios
incluso un principal cazique y siguiendo a los demas.... 60 leguas logrando
quitarles siete de los prisioneros y pasar a cuchillo hasta 50 y entre ellos algunos
principales..”. (15 de Enero1745. Arc. de Indias, I Nº 6/7473)
10
La erección de "fuertes de estacada" por el Maestre de Campo Juan de San
Martín, llevó a la practica los proyectos de 1744 del regidor Juan de Eguía y el
Alcalde de Hermandad Juan Ruiz de Arellano.
11
“El antiguo empleo de maestre de campo en España y América, fue reemplazado
por el de Coronel, por la influencia francesa a partir del siglo XVII” Picciuolo, Jose
Luis. ”La caballería argentina en la historia del Ejercito” Bs. As. 2002
11
conoció como una de las primeras líneas de frontera en la
provincia de Buenos Aires.12
El mismo Juan de San Martín dijo en 1750 en un expediente
de información judicial que "discurrió el construir en cada
frontera de dicha jurisdicción un fuerte de estacada donde se
mantuviese de guardia la gente".
También en dicho expediente el capitán de milicias Domingo
Morales sostuvo que "se fabricaron fuertes y estacadas en
cada frontera para que en cada una de ellos se mantengan
como hasta el presente se está ejecutando, gente armada del
mismo vecindario".
Más tarde, con las estancias, empezaron a surgir los poblados
o aldeas pampeanas. Fueron núcleos alrededor de un reducto
de indios mansos (en Quilmes y Baradero), una capilla (San
Isidro Labrador) un convento (el "Rincón" de San Pedro), un
fortín de fronteras (como el de Ranchos) o una posta del
camino (Monte de los Chingolos).
Las postas comenzaron a multiplicarse a fines del siglo XVIII
y unieron correos terrestres fijos entre Buenos Aires, Chile y
Perú, a través de los circuitos: Cañada de Morón, Cañada de
Escobar, Cañada de la Cruz, Areco, Chacras de Ayala,
Arrecifes, Fontezuelas, Arroyo de Ramallo y Arroyo del Medio;
y Cañada de Morón, Pilar, Cañada de la Cruz, Areco, Cañada
Honda, Arroyo del Arrecife, San Pedro13, Tres Hermanas y
Arroyo del Medio.
A la vera de los caminos que unían el puerto de Buenos Aires
con las ciudades importantes del Virreinato fueron surgiendo
diversas poblaciones: cobra importancia entonces, el pago de
Baradero 14 , aldea rural en los alrededores de un reducto de
indios mansos.
12
El plan de fortines que llevó a cabo el maestre de campo don Juan de San Martín
en 1745 no dio resultado por la gratuidad predominante en la prestación del
servicio “a ración y sin sueldo” y el sacrificio muchas veces inhumano que se exigía
13
Originalmente el "Pago de los Arrecifes", zona bañada por el río Arrecifes y sus
afluentes. La única prueba que se tiene de la denominación es un documento de
Indias del 15 de diciembre de 1723 y dirigido al Rey Fernando VI para fundar un
convento. En 1780 se fundó el curato de San Pedro y formado una población en
torno a la iglesia.
14
El nombre Baradero proviene de la ubicación del lugar a la vera del río, donde
los conquistadores varaban muchas veces sus barcos sin peligro de averías.
12
Al cuadrilátero comprendido entre los ríos La Matanza y Las
Conchas por un lado, y la franja en su parte Oeste, que se
extendía hasta las orillas del río Salado, se lo conoció como
Pagos de Morón.
A partir de 1776, la zona ganaría el predominio que hoy se le
reconoce al ser inaugurada la parroquia, de Nuestra Señora
del Buen Viaje como punto de reunión de carretas, chasques
y cuanto viajero se atraviese a caminar el desierto.

13
- Nacen los Blandengues de la Frontera de Buenos Aires

Después de la creación del cuerpo de Blandengues, se


construyó una línea de fuertes, fortines y guardias,
sirviendo muchas de ellas de origen de nuevos pueblos y
sus primeros pobladores fueron, sin duda los Blandengues
y sus familias: Guardia del Luján (Mercedes), Guardia del
Salto(Salto) , Guardia de Samborombón (Magdalena),
Guardia de San Miguel del Monte, Fuerte de Nuestra
Señora del Pilar de los Ranchos, Guardia del Juncal,
aproximadamente en lo que hoy Gobernador Udaondo,
Fortín de Nuestra Señora de la Mercedes y Fortín de San
Lorenzo en Navarro, Fuerte de San Juan Bautista , en
Chascomús, Fortín San Pedro de Lobos y Guardia de San
Francisco en Rojas.

NACEN LOS BLANDENGUES

La mayoría de historiadores están contestes en afirmar que


hacia 1750 se produjo una deserción generalizada de
milicianos por falta de remuneración y trabajo rudo y
constante de vigilancia
La escasez de recursos y carecer el Cabildo y el Gobernador
de facultades para crear impuestos especiales
extraordinarios, tema central largamente debatido incluso
entre teólogos, eclesiásticos, ahogaban los proyectos de crear
compañías pagas a costa del erario público.
La deserción general de milicianos abrió brechas en la
frontera y recrudecieron las invasiones indígenas en Salto,
Pergamino y Magdalena, cuando se estudiaban proyectos de
un estanciero afectado del Río Arrecifes15, Juan Francisco
15
Los orígenes de Arrecifes se remontan a 1586, cuando Rodrigo Ortíz de Zárate
inauguró el camino que unía a Buenos Aires con Córdoba y Tucumán. En 1637
Juan de Vergara recibió el primer título de propiedad en la zona. En 1730 el clero
ocupó Arrecifes y seis años después instaló una capilla. En 1756 se eligió a
14
Bazurco en representación de vecinos y hacendados y se
hacían oír los argumentos del teniente general Florencio
Antonio Moreyras para convencer al gobernador de la
creación de algunas compañías a sueldo de gente del país, a
sufragar con fondos de la real hacienda.
Ante la ineficacia del sistema de las milicias 16, y por
iniciativa de los estancieros de Baradero en 1751 - que
solicitaron al Superior Gobierno se le prestara atención a la
protección de las indefensas poblaciones de la región- se vió
la necesidad de crear un cuerpo de vigilancia más estable.
Las fuerzas veteranas rioplatenses se mostraban ineficaces
para la Guerra de la Pampa. La Infantería limitaba su
capacidad operativa a plazas y perímetros reducidos.
Los Dragones desconocían el terreno y método irregular que
planteaba el adversario del desierto.
La guerra contra el indio escapaba a los cánones clásicos de
la caballería. No sabían manejar el caballo y difícilmente
pudiesen resistir las exigencias y variaciones del clima y
vicisitudes de la vida a la intemperie.
Eran inútiles, como que así lo reconoció mas tarde el virrey
Vértiz cuando dijo que en la guerra de frontera, los españoles
"...no podemos principiar".
De donde, para lograr ventaja efectiva, era necesario
combatirlo con sus propias armas: astucia, resistencia
habilidad, olfato e instinto, condiciones desarrolladas en el
nativo. Andonaegui lo señaló: el más "...eficaz medio para
pelear contra el indio... formar compañías con gente del país".17
Por ello el Cabildo de Buenos Aires se vio obligado a ordenar
en 1752, la creación de Compañías de Caballería para
defender las fronteras de su vasta jurisdicción contra las
depredaciones de los indígenas.

Prudencio Burgos como primer Alcalde de Hermandad. El pueblo de Arrecifes fue


creciendo hasta alcanzar su trazado en 1795.
16
Los milicianos eran normalmente gauchos mal armados, que desertaban ante las
inclemencias del medio y la falta de pago. A ello se sumaba la oposición de los
vecinos de las diversas ciudades, que no estaban conformes con prestar el servicio
en estas avanzadas.
17
Tabossi, Ricardo. “ Los Blandengues de la Frontera y los Orígenes de la
Guardia de Luján¨; Municipalidad de Mercedes año 1981 capítulo 7,
15
En definitiva, Blandengues fue creado con la intención de ser
un cuerpo especial de milicias de caballería de frontera,
fuerzas pagadas en principio con arbitrios comunales (es
decir impuestos creados por el Cabildo), integrado por
“hombres escogidos”, y para llevar a cabo su cometido, se
levantó una línea de fortificaciones que debía proteger las
estancias.
El alistamiento debía hacerse con reclutas "...robustos, de
buena estatura y conocido valor para el desempeño de sus
puestos, de edad de dieciocho años y que no pasen de
cuarenta".
El 17 de mayo de 1752 el cabildo de Buenos Aires acordó se
establecieran las tres compañías con destacamentos fijos y
permanentes en la frontera 18 “una compañía se situará A las
caveseras del Río de los Arresifes en el Paraje que llaman El
Salto; la segunda más allá de El Pago de Luján a paraje que
llaman la laguna Brava y la terzera, en la laguna de los lobos,
entre El Pago de la Matanza 19 y Magdalena 20 más allá dose
leguas cubriendo estos Pagos”.
La denominación de las compañías fueron “Valerosa” en la
frontera de Luján (Mercedes) instalada el 16 de abril de 1752,
“Invencible” para la de Salto ( instalada el 21 de junio de
1752) y “Atrevida” para la de Laguna de los Lobos
(instalada luego en el Zanjón, pago de Magdalena, el 8 de
septiembre de 1752), posteriormente llamada
“Conquistadora”.
El acuerdo del Cabildo continúa diciendo que se debe "...
Formar un fuerte en cada uno de los parajes señalados con

18
Dichas compañías mas tarde, conformaron un Regimiento con su respectiva
plana mayor, y el jefe de la unidad revistió la calidad de Comandante General de
Fronteras.
19
El 22 de enero de 1767 La Matanza quedó supeditada al Cabildo de Buenos
Aires. En 1784 cubría desde el actual barrio de Flores en Buenos Aires, hasta el
Río Salado, y desde el Río Las Conchas (hoy Reconquista) alcanzando al actual
partido de Magdalena, más casi toda la cuenca de ambas orillas del Río de La
Matanza.
20
En 1730 fue erigido el curato y se fijaron sus límites con el vecino pago de La
Matanza, que más tarde se dividió en otros tres: uno de ellos se denominó Santa
María Magdalena, origen del actual distrito. Por hallarse situado en un terreno
rodeado de cañas se lo llamó al principio "de las islas de las Magdalenas".
16
alojamiento para la gente, Capilla y vivienda contigua para un
religioso que se solicitará para que asista, diga misa y
administre los santos sacramentos y se ajustará el modo de
sustentar este religioso con el Prelado del Convento de donde
fueren y para el mejor establecimiento del el asiento y
población en los parajes expresados y gastos que en ellos sé
ocasionen, se nombran tres diputados, para cada uno el suyo,
y se disputan para la de El Salto al Regidor don Domingo
González, para La Laguna Brava a don Juan Miguel Sparza y
para la de Los Lobos al Sr. Juan de Lezica".
De cada fuerte debían salir dos patrullas exploradoras, una
hacia la derecha y otra hacia la izquierda, hasta encontrarse
con las del fuerte inmediato, para que pudieran batir todas
las fronteras, relevándose las partidas periódicamente, a fin
de mantener una constante vigilancia
A partir de 1760, el sistema utilizado por los Blandengues
consistió en formar partidas volantes que, saliendo desde El
Zanjón, Samborombón y Lobos, cubrirían el tramo Wilde -
Arroyo Morón.
En ese año también, a iniciativa del Capitán Pedro Nicolás
Escribano21, se les da a los cuerpos de Blandengues, lo que
sería su uniforme definitivo: casaca corta color azul, con
collarín o sobrecuello rojo, solapas y vueltas del mismo color,
chupetín y calzón rojo. Adornaban la casaca, botones
blancos.
Debían usar sombrero redondo con cinta encarnada cosida
en la copa y escarapela.

21
Pedro Nicolás Escribano: Nació en Buenos Aires en febrero de 1740. Se inició
en la carrera militar como cadete de los Dragones de Buenos Aires. Participó del
asalto a la Colonia del Sacramento en 1779, y más tarde en otras acciones de
guerra contra los portugueses. Ascendido a capitán en 1777, se le designó
Comandante del fuerte El Zanjón, próximo al río Samborombón. Dispuesto el
traslado de los fuertes para el adelantamiento de la línea de fronteras, se le
encomendó al frente de la Compañía Blandengues ocupando el lugar denominado
Camarones, sobre la margen derecha del río Salado. Luego de permanecer unos
años al frente de su Compañía en el fuerte Chascomús, solicitó su retiro por
hallarse enfermo, el cual obtuvo en 1786. Falleció en Buenos Aires, el 25 de abril
de 1799. El capitán Escribano fue padre del coronel Bernardino Escribano,
guerrero de la independencia.
17
En invierno usaban poncho y en verano chupa y calzón de
color blanco.
Para acrecentar la población, se dispuso que era conveniente
que los puestos de tropa que integraban las compañías de
Blandengues, se otorgasen a individuos casados que llevasen
a vivir consigo a su prole, y que para las vacantes que por
muerte u otra causa se produjeren en lo futuro se nombrasen
a los hijos mayores de 20 años de los individuos que
formaban la dicha compañía o, en su defecto, a personas ya
avecindadas que tuvieran consigo a sus familias.
Participando de las unidades veteranas el modo de
reclutamiento, voluntario y por enganche, el soldado, paisano
sin formación militar, firmaba por uno o cuatro años, como el
caso específico de las dos primeras compañías creadas en
1752, o por cinco años, como ocurrió más adelante.
Concluido el término, podía volver a engancharse por otros
cinco años, recibiendo un premio en el momento de firmar.
El reenganche era lo más común, ya que al vencimiento de su
plazo, el Blandengue tenía muchas ligaduras como para
emigrar.
La cooperación del Gobernador Andonaegui parece haber sido
precaria; carecieron los soldados de vestuario militar; su
armamento fue heterogéneo22 ; y pocos años después de
prestar servicios en lejanos fortines, las tres Compañías
hubieran de disolverse bajo la amenaza de la miseria, si ello
hubiera dependido de la autoridad real: los impuestos
(arbitrios) aprobados para sustentar las compañías era de la
mayor importancia y de necesaria aprobación real.
Por real cédula del 10 de julio de 1753 la corona desaprobó
los “arbitrios” creados para sustentar las compañías y fuertes
y estampó claramente que a su criterio el medio útil que

22
El armamento se redujo a un caballo, que debían comprar, mantener y renovar
de su propio sueldo, recado de montar; y una lanza de tres varas de largo, arma
casi exclusiva de los milicianos, puesto que las de fuego no siempre alcanzaban
para una dotación completa, Junto con la lanza cargaron espada o sable,
complemento aconsejable par la lucha cuerpo a cuerpo, y común a todas las armas
montadas; algunas carabinas y muy pocas pistolas. (Tabossi, Ricardo. Op. Citado)
18
recomendaba para contener las invasiones de los indios era el
establecimiento de poblaciones en la frontera.
Sin embargo permitía el mantenimiento de las compañías si
los hacendados y vecinos por interés propio lo hacían a su
costa.
Seguidamente esta real cédula encargaba al Marqués de
Valdelirios, residente en Buenos Aires que “medite y discurra
los medios a fin de plantificar la idea de reducir a nuevos
pueblos los vecinos que se mantienen separados de ellos en
las dichas estancias y chacras” y también que plantifique los
arbitrios de ser indispensables.
Dice el eminente historiador Doctor José Torre Revello que
Valdelirios informó en carta del 20 de noviembre de 1755 que
las tres compañías se encontraban desde su creación en los
lugares fijados, “arguyendo a la vez la imposibilidad de
plantificar nuevas poblaciones, debido al poco apego que
tenían los habitantes de la campaña en formar núcleos
urbanos, por la facilidad y libertad con que en ella se vivía;
diciendo por otra parte, que los propietarios de las haciendas,
que moraban siempre en la capital, solo estaban de paso en
sus propiedades, valiéndose para las faenas necesarias en
sus campos, de negros y mulatos esclavos, o, en su defecto, de
peones “alquilados que solo viven del salario que gozan”;
estampando finalmente que las tres compañías de
Blandengues creadas por Andonaegui 23 debían continuar en
sus funciones, sustentándose con el impuesto que se había
establecido con este propósito, aunque careciera de la
autorización real que fijaban las leyes y cuya confirmación
solicitaba”.
Sin embargo, en 1761, el virrey Cevallos quitó al Cabildo la
dirección del cuerpo, que puso baso su dirección, y los
arbitrios fueron administrados por los Oficiales reales.
Es decir, los impuestos recaudados para los blandengues
fueron a las rentas generales de la Gobernación y en
consecuencia, sirvieron para atender los gastos de esta
administración, por lo que generalmente no se traducían en

23
Andonaegui y Plaza, José de (1685-1761) Militar español gobernador de Buenos
Aires en 1745 hasta 1752.
19
el pago de los sueldos para los blandengues “que siguieron en
servicio a la fuerza de promesas”, abandonándose casi por
completo el servicio, para 1766 - según la Memoria del
Gobernador Francisco de Paula Bucarelli.

En el resto de nuestro territorio y el mundo, mientras tanto


se iban produciendo situaciones que irían a cambiar
radicalmente el destino de nuestros Blandengues...

** 1753/56. Fuerzas combinadas de España y Portugal


combaten contra los guaraníes y algunos jesuitas de las siete
misiones de la margen oriental del Río Uruguay que, por el
Tratado de Permuta, habían pasado a pertenecer a Portugal,
como contrapartida España recibiría la colonia del
Sacramento.
No confiando en las milicias que poseía a su mando, el
gobernador Andonaegui decide que las compañías de
Blandengues participen de la expedición punitiva.
Fué así que los Blandengues de la frontera abandonan por
primera vez sus llanuras regadas de pastos y ríos, para
internarse en una “guerra ajena” y un ámbito desconocido: la
selva misionera.
** 1759. Carlos III es coronado Rey de España, comenzando
una era de reformas más liberalizadoras, sobre todo lo
económico.
** 1761. España y Portugal anulan el tratado de Permuta, se
desarrolla en Europa la Guerra de los 7 años y como
consecuencia de ello, España se enfrenta a Portugal, en todas
partes del mundo donde hubiera colonia de ambos reinos,
incluido el Río de la Plata.
Por ello, en 1762 el rey ordena a Cevallos desalojar a los
portugueses de la Colonia del Sacramento, lo que consigue en
noviembre de ese año. Ese mismo año, una flota anglo-
portuguesa intenta invadir el Río de la Plata pero es
rechazada en enero de 1763.
En lo que se puede considerar la primera Invasión inglesa al
río de la Plata, los rioplatenses de ambas bandas, hechos
fuertes en Montevideo, hunden a cañonazos la fragata “Lord

20
Clive”, muriendo el almirante Mac Namara (jefe de la
expedición) y gran parte de su tripulación.
Los que se salvaron fueron remitidos prisioneros a Buenos
Aires, y en gran parte alojados en pueblos de la campaña,
custodiados por los Blandengues de la Frontera.
Ese mismo año 1763 y como consecuencia de “La Paz de
París”, España debe devolver a Portugal la Colonia del
Sacramento.
** 1776. Don Pedro de Cevallos es designado Virrey interino
del Río de la Plata.
** 1777. La Colonia del Sacramento se rinde ante los ataques
de Cevallos, apoyado por 10.000 indios guaraníes. Poco
después, como consecuencia del tratado de San Ildefonso,
España recibe en carácter definitivo a la Colonia del
Sacramento.

21
- Nacen los Pueblos

Nace Mercedes...

En 1752 se instaló la Compañía de Blandengues "La


Valerosa”24, al mando de José de Zárate en el lugar en que
dos años después- en el paraje conocido como “Laguna
Brava” se levantó el fuerte "Guardia de Luján", a siete leguas
al oeste de la villa homónima y sentó las bases fundadoras de
la actual ciudad de Mercedes.
También, en el año 1752 se dictó la orden, a través de un
decreto del cabildo porteño, de que se instale a un religioso y
a una capilla en este agreste paraje de la pampa, pero recién
en 1761 llegó la orden firmada por el gobernador de Buenos
Aires, Marcos de Larrazábal, de que la plaza de capellán en el
fuerte Guardia de Luján se dispusiera para el religioso
mercedario Fray Hilario Pabon.
En 1779 el Virrey Vértiz modificó la línea de la frontera y el
Capitán Nicolás de la Quintana trasladó el fuerte hacia donde
hoy se encuentra el palacio municipal y fundó el pueblo en
1780.
Este hecho provocó que la capilla fuera sacada del interior del
fuerte para establecerla en el pueblo, y fue el jefe de
Blandengues, don Francisco Balcarce 25 quien el 1º de
diciembre de 1781, informaba sobre la necesidad de sacar las
Capillas de los Fuertes y establecerla en los pueblos que se
formaban alrededor de los mismos.
Esta propuesta inicial fue denegada en un primer momento
por falta de presupuesto.
El crecimiento demográfico y la insistencia de Balcarce
pudieron más que la política presupuestaria y en el año 1783
se dio curso a la construcción de la primera capilla extra
muros.
24
Era segundo al mando el Alférez Tiburcio Corro. La integraban, 2 sargentos,
cuatro cabos y 52 soldados.
25
Datos biográficos en Anexo “Algunos de los hombres que integraron los cuerpo
de Blandengues”
22
Nace Salto...

En agosto de 1752 se estableció la compañía de Blandengues


"La Invencible" 26 al mando del Capitán Isidro Troncoso -
vecino de Baradero - en el "fortín" del Salto, que se
denominaba “San Antonio del Salto de los Arrecifes” a orillas
del Río y su horqueta con el arroyo Saladillo Chico -27
Era segundo al mando el Alférez José Maciel. La integraban:
el Sargento 1º José González, Sargento 2º Basilio González,
Cabo 1º José Funes Cabo 2º Juan Gorosito, Cabo 3º Luis
Bustamante, Cabo 4º Francisco Rivero y 52 soldados.28
Poco después por iniciativa del capitán Bartolomé Gutiérrez
de Paz llegan quince familias de blandengues.
Y, mientras las gestiones de Valdelirios continuaban, un
vecino de Buenos Aires, llamado Domingo González, le
entregaba al mismo, un escrito que fechaba el 14 de enero de
1756, en el que manifestaba que habiendo llegado a su
noticia que se intentaban crear nuevas poblaciones para
detener las hostilidades de los indios, señalaba como lugar
conveniente para levantar una de ellas, en el “Río de los
Arrezifes en el lugar que dicen del Salto”, por ser lugar
apropiado y de buenas tierras.
Algunas familias vivían diseminadas en miserables ranchos
en las cercanías de Arrecifes, Arroyos, Fontezuelas,
Pergamino y Las Hermanas, y de esa manera, sería cosa fácil
celar sus costumbres e instruirlos debidamente, con el fin “de
que no viban al simil de una Bandada de Palomas que se
esparraman por el campo”. De esta manera nació la actual
ciudad de Salto.
Un informe del Comandante del Fuerte, Don Bartolomé
Gutiérrez de Paz dirigido al Gobernador Interino, don Alonso

26
Era segundo al mando el Alférez José Maciel. La integraban por 2 sargentos,
cuatro cabos y 52 soldados.
27
En 1770- según inventario de armamentos- contaba con lo siguiente: un cañón
sin cureña de a 4, ocho carabinas, cinco fusiles, cinco pistolas y veinte sables y
nada más
28
Extraído de “Héctor G. Roldán- Ecos de Historia- Saltonline. com.”.
23
de la Vega con fecha 6 de junio de 1758 expresaba entre otras
cosas: "Estoy laborando la Capilla del Fuerte, que en breve
tiempo quedará finalizada, siendo su longitud de 16 varas y 6
de güeco, con cinco tirantes..."
En el citado informe del Comandante Francisco Balcarce al
Cabildo respecto de la necesidad de establecer las capillas
fuera de los fuertes (1º de diciembre de 1781), sobre Salto
decía: "el resto de los templos de la frontera no merecían el
nombre de tales, porque en Salto en un pequeño rancho se
celebra la misa".
La Capilla del Salto dependió del Curato de San José de los
Arrecifes, hasta noviembre de 1798 en que se convierte en
Vice Parroquia.
En el mismo año 1796, el fuerte con toda su gente se traslada
a una de las tres lomas que dominan la llanura a raíz de los
graves problemas que les traía el lugar donde se encontraban
por ser inundable debido a las crecidas del río.

Nace Cañuelas...

Los trabajos del historiador don Lucio García Ledesma


determinaron que la Guardia del Juncal, se formó hacia
1740, en un campo de 140 hectáreas que originalmente
funcionó como defensa contra los indios.
Sin embargo, la oficialización de la Guardia parece llegar
recién en 1771: el cabildo establece que “hallándose el
partido de La Matanza, le parece al ilustre cabildo, conveniente
establecer otro fuerte en la misma conformidad...” y se fija la
guardia del Juncal, en el pago de La Matanza designándose
encargado al sargento Mayor Bernardino Antonio de Lalinde y
se establece un fuerte en campos de Paula Giusande.
La línea que tendría a su cargo esta guardia era desde Capilla
de Remedios, Juncal y el destacamento en la laguna a del
Monte hasta Lobos.
Tomando como base al Juncal, se despliegan sus tropas en
los diferentes puestos de La Matanza y casi toda la tropa es a
su vez, pobladora .Así se dio origen a la actual ciudad de
Cañuelas.
24
Nace Chivilcoy...

El registro más antiguo del vocablo Chivilcoy data de 1744, a


través del relato del Capitán Joseph de Zárate al referirse a la
región del Río Salado hasta la que fue perseguido el Cacique
Calelian.
Apresado éste junto a su tribu, la región fue ocupada por
agricultores aunque no dueños de la tierra, quiénes tuvieron
que vencer la persistente escasez de lluvias y la falta de
cercamiento de los terrenos.
Su población inicial dependía de la Guardia de Luján y por lo
tanto, era jurisdicción y asiento de Blandengues. Recién
entre los años 1825 y 1829, la tierra es parcelada y entregada
en enfiteusis.
El 28 de diciembre de 1845 se decreta la creación del Partido
de Chivilcoy, deslindándolo de la Guardia de Luján.

Nace Rojas...,

En 1777 vecinos y Blandengues de Salto, establecen la


"Guardia de Rojas", diez leguas adelante. El 20 de Diciembre
de 1777 es la fecha fundacional del fuerte en la horqueta del
arroyo Saladillo de la Vuelta y el Río Rojas. El Sargento Mayor
Diego Trillo fue quien encabezó el grupo.
La ubicación en zona de inundación, es motivo para que en
1779 se decida su traslado hacia el este en la ubicación de la
actual ciudad de Rojas.

25
- Las primeras expediciones

En 1767, el Gobernador y el Cabildo, de común acuerdo


determinan que la expediciones a la Salinas Grandes, tenían
que ir custodiadas por soldados del Cuerpo de Blandengues
de la Guardia de Luján y Salto, por ser una tropa que ofrecía
Garantía de disciplina y seguridad.
En octubre de 1770 el maestre de campo y Jefe de
Blandengues, Manuel Pinazo, inicia una expedición punitiva
y de exploración integrada por 166 Blandengues y 291 indios
auxiliares, pasando por la Cruz de Guerra -25 de Mayo-
Sierra de la Ventana, prosiguiendo hasta el Río Colorado.
A su regreso entablaron un duro combate con tribus
enemigas, causándoles mas de 100 muertos y recuperando
4000 caballos.
En 1772 Pedro Pablo Pabon, custodiado por Blandengues y
comisionado por el Cabildo de Buenos Aires como consta en
su Diario de la Expedición, emprende la exploración de los
campos de la provincia, partiendo de Salto.
Cruza el río Salado en dirección al sur y llega al Vulcán de
donde vuelve a la Guardia de Luján después de una prolija
relación de los rumbos, distancias, pastos, bañados y demás
particularidades halladas en el reconocimiento del campo y
sierras.
La gran distancia que separaba los puntos fortificados
demostró ser endeble frente a la acometida sostenida de las
tribus, y por largo tiempo el suelo quedó librado al impacto de
las incursiones con mayor o menor fuerte de cada lado.
En abril de 1775, el sargento Mayor Manuel Pinazo,
emprendió una campaña contra todos los indios que
cruzaran el camino de las salinas grandes, matando a más de
40 aborígenes sin saber si eran amigos o enemigos. Esto hizo
recrudecer los odios de las tribus hacia el blanco, que en
1770 habían firmado un tratado de Paz.
Para evitar malones de represalia, la Junta de Guerra del
Cabildo ordena una expedición de 800 hombres que al
mando de los sargentos mayores Pinazo, Clemente López
26
Osornio y Bernardino Antonio de Lalinde, batirían a los indios
en sus dominios. (Agosto de 1776)
La columna de López Osornio integrada por dos compañías
de Blandengues y milicianos de Luján avanzó por Palantelén
y Cruz de Guerra ( 25 de Mayo) hasta la sierra del Guayrú,
atacó las tolderías y causó mas de 200 muertos a los indios,
entre ellos 6 caciques.( 13 de septiembre)
Mientras tanto, la columna de Pinazo, compuesta por 200
Blandengues y milicianos, atacó las tolderías situadas en la
Laguna Blanca (pdo. de Olavarría) matando cerca de 100
indios y a un cacique (24 de septiembre)
Como represalia, a fines de diciembre, un malón de 300
indios, atacó, los pagos de La Matanza, con un saldo de 23
cristianos muertos y más de 40 cautivos.
En 1777 el primer Virrey don Pedro Cevallos, procurando
solucionar el grave problema que acarreaban las invasiones
indígenas, ordena al Cabildo que estudie la instalación de
guardias en lugares estratégicos para una eficaz defensa.
Así el maestre de campo Manuel de Pinazo 29 , en la sesión
del Cabildo del día 2 de julio de 1777, propuso que las
guardias establecidas al norte del Salado fueran trasladadas
a la banda sur y ubicadas en los siguientes lugares: La del
Zanjón (Magdalena) a la laguna de los Camarones. La de
Luján (Mercedes) a los Manantiales de Casco. La del Salto a
la laguna del Carpincho.
Estos eran los tres Fortines que ocupaban las fuerzas de
Blandengues.

29
Manuel de Pinazo. Se inició en la milicia de campaña en 1735 como cabo de
Escuadra. En 1741 es promovido a sargento y en 1760 es ascendido a Capitán de
milicias del Partido de la Cañada de Escobar. El 13 de mayo de 1762 el
gobernador, don Pedro de Cevallos, lo nombra Sargento Mayor de los partidos de
Las Conchas abajo y Las Conchas arriba, con el mismo grado en la Costa y
Cañada de Escobar. En 1769 se lo nombra Comandante de la expedición a las
Salinas Grandes. En 1772, revista en calidad de Sargento Mayor en el Partido de
Luján. En agosto de 1776, el virrey don Pedro de Cevallos, lo promueve a Maestro
de Campo General de la Campaña Bonaerense. Hacia 1780, fue ascendido a
Comandante en Jefe de todas las tropas. Después de más de 46 años de servicios
activos, el virrey le acordó el retiro, pero poco tiempo después es convocado para
una nueva expedición a las Salinas Grandes. Falleció a los 84 años, el 22 de
octubre de 1798.
27
De las otras cuatro guardias mantenidas por los milicianos “a
ración y sin sueldo”, debían quedar sólo dos, la de La
Matanza llevándola al arroyo de Las Flores, y la de Las
Conchas a la Laguna del Trigo. 30
El 30 de julio de 1777 un nuevo malón atacó, esta vez en el
pago de Magdalena dejando como saldo 27 cristianos muertos
y 14 cautivos.
El 20 de noviembre de 1777 el sargento mayor Lalinde, por
expreso pedido del virrey Cevallos, relevó las tropas
apostadas en la Guardia de San Pedro de Lobos con las
partidas sobrantes de San Miguel del Monte.
A su vez – para evitar las correrías de los indios Guenaken -
se planea un ataque combinado, con los Blandengues al
mando del Teniente Coronel Francisco Balcarce, a la Sierra
de Casuhatí
La noche de navidad de 1778, un malón de 300 lanzas atacó
la Guardia del Monte matando a todos los soldados que se
encontraban en ella,
En marzo de 1779, el teniente coronel Betbezé de Ducós 31
inició el reconocimiento de los fuertes de frontera.
La plana de la mayor de la expedición estaba integrada por el
capitán Juan José Sardén, alférez Nicolás de la Quintana y el
capitán Pedro Nicolás Escribano y además dos capitanes,
uno de Milicias y otro de Pardos, saliendo de Buenos Aires el
13 de marzo de 1779.
El 12 de abril de 1779 El Capitán de Navío Francisco Betbezé
de Ducós, don Juan Joseph de Sarmiento, don Nicolás de la

30
A Cevallos no le agradó la proposición de Pinazo, era partidario de medidas
enérgicas y expeditivas. Ordenó preparar una ofensiva general con un ejército de
diez a doce mil hombres, para limpiar de indios el territorio. Se llegó así al año
1778, cuando Juan José de Vértiz tomaba a su cargo el mando del virreinato, y
para decidir esta cuestión encargó al Tte. Cnel. Betbezé Ducós realizar un estudio
sobre reconocimientos de lugares que ocupaban los fortines y zonas señaladas
para el traslado.
31
Francisco Juan Fausto Betbezé Ducós de Lahite Ermoise, nacido en Pamplona,
hacia 1730. Llegó al Río de la Plata en 1772, destinado a ejercer la comandancia
del Cuerpo de Artillería. De su actuación en Europa logra el grado de Teniente
Coronel. Realiza tareas en Río Grande y la Banda Oriental en el período 1773-
1777. Murió en 1802.
28
Quintana y don Pedro Nicolás Escribano32; terminan en
Buenos Aires su azarosa expedición al otro lado del Salado
iniciado en el Salto, en la que se recorrió la "Frontera de las
Pampas de Buenos Aires" por orden del Exmo. Sr. D. Juan
Joseph de Vértiz”33, dejando reconocidas y establecidas la
nueva línea fuertes y fortines para defensa de la frontera.
La expedición constó de 600 carretas aperadas por 12000
bueyes y 2600 caballos, asistidas por cerca de 1000 hombres,
con la escolta de 400 soldados (milicianos y Blandengues).
A su regreso, Betbezé comunicó a la metrópoli que el fuerte
de Lobos se encontraba sobre una lomada bastante elevada,
teniendo al sudoeste una laguna, algo salobre, pero bebible.
Aconsejaba, a su vez, el traslado de la Guardia del Zanjón a
las lagunas del Vitel.
Su propósito era impedir que los indios aprovecharan las
aguadas como abrevadero de sus caballos, obligándolos a dar
un gran rodeo para atacar Magdalena.
En su informe a Vértiz, Betbezé asegura ser más útil el dejar
establecidas las antiguas guardias en el propio lugar en que
se hallaban, construyendo solamente un reducto en la
Laguna de los Ranchos, que juntamente con los de Lobos,
Navarro y Areco pudieran servir de fortines, con una pequeña
guarnición y que los de Rojas, Salto, Luján, Monte y Vitel34,
se convirtieran en guardias principales.
Como consecuencia de esta expedición, el 1 de enero de 1780
Juan José Sardén fundó el primitivo fuerte y el pueblo
denominados San Claudio de Areco.

32
El sargento mayor Juan José de Sardén, destinado a la Guardia de Luján fue
mas tarde, subinspector principal de Frontera , Nicolás de la Quintana, de la
guardia del Salto, y Pedro Nicolás de Escribano de Chascomús, fueron después
sus ayudantes mayores.
33
Nacido en Mérida, Nueva España. En 1778, tomó el mando del virreinato del Río
de la Plata. El virrey Vértiz creó un cuerpo de funcionarios de Aduanas. Fundó el
primer grupo de población en la Patagonia. Creó un orfanato y un hospital para
infecciosos; fundó el Real Colegio de San Carlos; creó el Tribunal del Consulado.
Incasable inspector de los órganos de la Administración virreinal. En 1784 entregó
el mando y regresó a España.
34
Cuando se lleva a la práctica el proyecto, se cambia la guardia de Vitel por la
creación del fuerte de San Juan Bautista de Chascomús.
29
30
- Los malones...

La persistencia de sueldos impagos y las carencias de todo


tipo, llegaron a constituirse en uno de los peores enemigos
del servicio que prestaban las milicias y los blandengues.
Baste como muestra la carta que el comandante de la
Guardia de Luján remite al Virrey Vértiz en enero de 1779
donde reclamaba que “ se sirva dar providencias de que se
satisfagan ocho meses , que hasta fin de diciembre pasado
tienen vencidos esta Compañía, para ocurrir a renovarse de
caballos que en las varias disparadas de la expedición de
Salinas han perdido los individuos de ella, como para
reforzarse de vestuarios y acudir a satisfacer otros gastos que
durante ellas les ha sido indispensable causar...”35 .
Poco tiempo después elevaba la queja de que “hago presente a
vuestra excelencia como los ranchos que servirán de cuarteles
en este invierno están a la presente, incapaces de librar a la
tropa del intemperie... experimentando el rigor del tiempo al
raso, tanto de noche como de día...” 36
En mayo de 1779, Nicolás de la Quintana es designado al
frente de la Comandancia de Luján y en esta oportunidad, el
virrey le instruye que “ ha de formar un cuerpo de expectación
para emplearse en cualquier invasión que acaezca de indios
infieles, en cuyo caso vuestra merced debe salir con él sin
pérdida de tiempo, siguiéndolos hasta verificar su escarmiento,
y para tener noticias positivas de los referidos indios
convendría subsistan algunas partidas que de continuo
recorran el campo por la laguna de Pantaleón.” 37
El cacique Lorenzo Calpisqui decidió concertar una paz con
los cristianos y con tal objeto envió en agosto de 1779 un
lenguaraz a la Sierra de la Ventana.
35
Juan José Díaz al virrey Vértiz, 5 de enero de 1779. AGNCFBA legajo 9.1.6.2...
Es de destacar que el Blandengue debía pagar de su sueldo las cabalgaduras y
también el uniforme, razón por la cual más de una vez vestía con “prendas del
país” en vez de las reglamentarias y por lo tanto, la falta de pago de los sueldos,
repercutía directamente en la capacidad de movilización del cuerpo.
36
Juan J Díaz a Vértiz. Luján, 29/04/ 1779. AGNCFBA leg 9.1.6.2.
37
Juan J. Vértiz a Nicolás de la Quintana, 21/05/1779. AGNCFBA leg. 9,1,6,2 f.47
31
Llegó tarde para negociar, porque las autoridades del
Virreinato, que entre paces y expediciones nunca perdieron, a
su vez, la mira de conquistar el desierto, ya habían decidido
efectuar una entrada de gran fuerza para exterminar a los
indios.-
En noviembre de 1779 las tropas estaban aprestadas en la
Cabeza de Buey (partido de Bolívar) y en la Blanca Grande.
Tuvieron noticias los indios de estos preparativos y para
contrarrestarlos desataron el 24 de noviembre de 1779 un
malón sobre Chascomús.
Ayudados por mercenarios espías blancos y bajo el mando de
los caciques Negro y Calpisqui, los indios se reunieron para
atacar de improviso y estratégicamente a la línea de frontera,
que se inició sobre Chascomús, Rojas y Melincué en los días
22 y 23 de agosto de 1780, distante el fuerte primero del
último, cerca de cien leguas, y que se remató después, sobre
la guardia de Luján los día 27 y 28, en un frente de cuarenta
leguas, en el que perdieron la vida entre pobladores y tropas
cerca de ciento cincuenta hombres (16 Blandengues, 47
vecinos y milicianos ) .
Acto seguido, enviaron emisarios proponiendo la paz; pero los
cristianos no aceptaron.
Al respecto, escribiría el virrey Vértiz “.en lugar de continuar
sus robos y muertes con el corto número que antes lo
hacían...hicieron causa común y así unidos, se vió la noche del
27 y 28 de agosto de 1780 compuesta de varias naciones
estacionadas normalmente en Ventana y Salinas Grandes,
excedente de mil indios que atacaron el partido de Luján...una
invasión de esta naturaleza no vista al menos en nuestros
tiempos, me hizo acabar de conocer el empeño con que
tomaban los indios su causa...”
Respecto a esta invasión, el comandante Juan José Sardén
tiene una importante actuación junto con los Blandengues ya
que, el 22 de noviembre de 1780 recibe – en la Guardia del
Monte- aviso de un gran malón que se retiraba y que pasaría
entre la Laguna de Esquivel y el Paso de Rocha, en el río
Salado.
Sardén conforma una fuerza de 22 Dragones, 98
Blandengues y 54 milicianos y requiere la ayuda del Sargento
32
Mayor Salazar (que se encontraba en El Totoral, tres leguas al
norte de la Guardia) para que con sus 200 milicianos se le
uniera en la expedición.
Al mismo tiempo, envió aviso al Sargento Mayor Francisco
Balcarce, que se encontraba en la Guardia de Lujan para que
se moviera “... con aquel destacamento y salga para aquel
frente a la menor noticia...”
En la madrugada del 24 de noviembre Sardén avistó a unos
500 maloneros en la laguna de Esquivel por lo que formó sus
tropas para el encuentro de la siguiente manera: flancos
derecho e izquierdo los milicianos y los Dragones, en el centro
los Blandengues, y 140 milicianos a la retaguardia.
En el primer ataque ordenado por Sardén, parte de la indiada
se desbandó y fue perseguida por los milicianos que se
desordenaron situación que fue aprovechada por otra parte
de la indiada que atacó las caballadas.
Los Blandengues restablecieron la línea de batalla pero los
indios – ya divididos en tres grupos - fueron rodeando a los
soldados.
Sardén ordenó entonces desmontar y formar un círculo
encerrando a la caballada y mediante un vivo fuego de
fusilería, logró contener los ataques de los indios.
Ante la imposibilidad de penetrar en este perímetro defensivo,
los indios incendiaron los campos por lo que Blandengues y
milicianos debieron ir retrocediendo hasta que sus espaldas
dieron contra la laguna.
Allí Sardén ordenó internarse en el agua y formar en cuadro
para resistir, protegiendo a lo que quedaba de la caballada.
Los indios abandonaron el campo dejando más de 30 muertos
y Sardén pudo recuperar parte de la caballada perdida,
algunos animales robados por los indios en su malón, y tres
cautivos.
Allí mismo ordenó la retirada a la Guardia de Chascomús
arribando a este fuerte, en horas de la tarde.
Luego de esta acción, Sardén fue suspendido en su cargo de
comandante militar y sometido a un Tribunal militar ya que
su comportamiento fue juzgado deficiente. Fue reemplazado
en el cargo de Comandante de Fronteras por Francisco
Balcarce.
33
Retornó a la comandancia en diciembre de 1781 pero dejó el
cargo – ocupado definitivamente por Balcarce- a principios de
1783
En enero de 1781 se volvió a sufrir un malón, esta vez en
cercanías de Pergamino, quinientos hombres de Blandengues
y milicianos salieron en su persecución del fuerte de Rojas
pero la misma fue infructuosa por falta de caballa.
En octubre de 1782 los ranqueles atacaron los pagos de
Areco, aprovechando que el grueso de las fuerzas de frontera
estaba custodiando una expedición a Salinas Grandes. 190
Blandengues salieron en su persecución hasta Bragado.
En mayo de 1783 quien sufrió los ataques del indígena fue el
pago de Magdalena.
El comandante Francisco Balcarce persiguió a los maloneros
hasta la sierra de Cuello Calén.
En agosto se repitió el malón, pero esta vez sobre el fortín de
Navarro y la Guardia de Luján, dejando trece muertos
cristianos y cuatro cautivos.
En noviembre atacaron el fortín Mercedes (hoy Colón) y
cuando eran perseguidos por los soldados de frontera,
volvieron grupas y asaltaron Chascomús.
En diciembre asaltaron la estancia “El Rincón de López” y
mataron a su dueño, Clemente López Osornio.

34
- Vertiz y las fronteras

En su Memoria, Vértiz manifiesta que al asumir el gobierno


virreinal, el estado de las fronteras era calamitoso: “para
resguardo de tan dilatadas fronteras solo se hallaban tres
pequeños corrales que denominaban fuertes, donde se entraba
y salía a caballo, con tres compañías que titulaban de
Blandengues, que las guarnecían, compuesta cada una de un
Capitán y Alférez, con treinta hombres incluso sargentos,
baqueanos o guías, cabos y soldados…”
Fue así que llevó adelante un vasto plan de defensa y
poblamiento, a fin de convertir los fortines en centros
poblados, sobre la base de los campesinos de cada región y
los Blandengues y sus familias, a la vez que avanzar las
fronteras todo lo posible.
Dentro de las medidas de avance de la frontera, en 1779,
Francisco de Viedma funda el puerto y ciudad de Carmen de
Patagones.
A fines de 1775, Vértiz (siendo Gobernador) había ordenado
la reconstrucción del Fuerte Barragán, dotándolo de una
batería única con ocho cañones de grueso calibre, llamada
“Santa Bárbara”.
España, que juntamente con Francia se habían solidarizado
con la Independencia de los Estados Unidos de América
declara - en 1779- la guerra a Inglaterra. Con tal motivo,
Vértiz dispone la defensa de los Fuertes, y Fortalezas del
Virreinato.
Bajo la dirección del Ingeniero Joaquín Antonio de Mosquera
se rehabilitan las baterías de grueso calibre de la Ensenada 38
de Barragán y al frente de la misma se designa un oficial, a
quien acompañan artilleros veteranos y un destacamento de

38
Recodo costero frente a la isla Santiago y debe su nombre a la familia de Antonio
Gutiérrez Barragán. A partir de 1700 se instalaron asientos militares en las costas,
ya que el puerto natural que encerraba la ensenada facilitaba el contrabando. En
1734 el gobernador bonaerense ordenó construir una muralla que se llamó Fuerte
Barragán. El 5 de mayo de 1801 el virrey Gabriel de Avilés fundó el pueblo de
Ensenada.
35
300 o más de Blandengues y milicias para impedir un
desembarco o defender el Puerto en caso de ataque.

Nace Chascomús...

En 1779 avanza la frontera y sobre las barrancas de la


laguna Indiana se levantan las empalizadas de un nuevo
fuerte: era el 30 de mayo de ese año cuando el Capitán de
Blandengues Pedro Nicolás Escribano fundó el Fuerte San
Juan Bautista de Chascomús
El 27 empezó la mudanza con las carretas y chatas del viejo
Zanjón, y el 30 mandó Escribano un chasque a su Virrey en
la Fortaleza, diciendo: "Junto con mi compañía he elegido por
patrono de este fuerte a San Juan Bautista y por patrona a
Nuestra Señora de la Mercedes y espero sean de la aprobación
de V.E." Agregando, de una mención de los "enredos de estos
indios, unos con otros" que: "Hoy día de la fecha queda
acabada la zanja del Fuerte y no puede poner maderas por
faltar los carpinteros...".
El sitio elegido fué donde se levanta hoy el palacio municipal
de ese partido bonaerense. Rápidamente, la guardia
fronteriza y militar se transforma en un municipio y como lo
llamarían algunos autores, en un "pueblo de ricos
hacendados".
Uno de los lugares históricos de esta ciudad, la casa de La
Alameda, se levantó a final del siglo XVIII en la misma
margen de la laguna de Chascomús39 y su primer habitante,
Juan Gregorio Girado, Oficial del Regimiento de Blandengues,
y como tal fue favorecido con esas tierras, a fin de arraigar y
fomentar la población de esta zona.

Nace Lobos...

El 21 de Agosto de 1779, el sargento de artillería Pedro José


Rodríguez, deja concluido en sus primeras partes el fortín

39
Chascomús en araucano significa "agua muy salada".
36
"San Pedro de los Lobos", siendo el teniente Bernardo Serrano
quien diera fin a la obra pocos días después.
Esta defensa estaba ubicada a orillas de la laguna de Lobos,
mas exactamente en la rivera norte. Contaba con un efectivo
de 16 milicianos relevados mensualmente, quienes eran
integrantes de la avanzada militar que formó parte del cordón
defensivo contra el indígena.
El fundador del pueblo, Don José Salgado, que hacia fines del
siglo XVIII obtuvo por donación que le hiciera el Virrey; el
usufructo de las tierras distantes dos leguas al norte del
fortín, inició en estas (el 2 de junio de 1802, fecha oficial de la
fundación del pueblo) la construcción de una capilla con la
advocación de Nuestra Señora del Carmen, la misma fue
inaugurada en 1803, y su primer teniente cura fue el doctor
José García Miranda.
La influencia de la capilla vinculó a la población dispersa en
estancias y chacras, la cual se había establecido al abrigo del
fortín, así fue entonces como se fue constituyendo el núcleo
urbano de Lobos.

Nace Navarro...

Los primeros pobladores se afincaron en ese sitio a mediados


del siglo XVII.
El 30 de abril de 1767, el comandante del regimiento de
Dragones Provinciales Juan Antonio Martín a cargo de la
frontera de Luján, solicita al gobernador Bucarelli 40 la
fundación de una Guardia en Navarro, por ser tierras aptas
para el pastoreo del ganado del santuario de Luján.
Este asentamiento, asiento de Blandengues, recibió el
nombre de “Guardia de San Lorenzo”.
El 28 de julio de 1779, el virrey Vértiz dictó un Reglamento
que clasificaba los puestos en fuertes y fortines, donde la
Guardia de Navarro pasó a denominarse ""Fortín de San
Lorenzo de Navarro"
40
Bucarelli y Urzúa, Francisco de Paula. Gobernador del Río de la Plata desde
1766 hasta 1770. Debió administrar los bienes de los sacerdotes jesuitas
expulsados por orden del monarca Carlos III en 1767.
37
Por recomendación del oficial don Juan José de Sardén,
comenzaron a radicarse familias junto a él y en 1797 los
vecinos solicitaron la autorización para erigir una capilla.
El 1 de enero de 1798, el cabildo de Luján de quién dependía
el territorio, dispuso el establecimiento de una Alcaldía para
el gobierno del mismo, con lo cuál quedó constituído el
partido de San Lorenzo de Navarro."

Nace Colón...

En 1781 se erige el “Fortín de las Mercedes” y fue ordenada


su construcción por el entonces Virrey Vértiz. El cantón fue
asiento de Blandengues, dependiente del fuerte de Rojas.
Eran los vigías militares, el primer poblamiento blanco en
estos lugares.
Colindaba con los fuertes Melincué, Esquina e India Muerta,
entre otros, formando así la frontera norte bonaerense y sur
santafesino.
Fue construido con los restos del de India Muerta y estaba
situado a medio camino a tiro de cañón entre el de Rojas y el
de Melincué (había 17 leguas entre uno y otro).
La construcción del Fortín comenzó en los primeros días de
abril de 1781. La obra se habría terminado para el 13 de abril
del mismo año...
La primera vez que se lo anuncia como Fortín de las Mercedes
fue el 14 de agosto de l781 cuando en una Comunicación al
Comandante de Frontera del Virrey, el Capitán Hernández
anuncia que había encontrado en una partida de soldados a
varios indios en cercanías de los manantiales de Piñero, por
lo que ordena “Refuerce el Fortín Nuestra Señora de la
Mercedes y el Fortín de Melincué”.
Había un lugar en el fortín para cuarenta milicianos y en caso
de ataque de indios se podrían refugiar cuarenta personas
más.
Se dispuso que fuera ocupado por soldados del regimiento de
Blandengues., pero el "Fortín de las Mercedes" nunca tuvo
tantos soldados ni demasiada importancia.

38
Su vida útil como fortaleza fue efímera ya que, según informó
el comandante de fronteras Don Francisco Balcarce al virrey
marqués de Loreto el citado fortín fue destruido por un fuerte
huracán ocurrido en 7 de diciembre de 1788 en que un rayo
abatió las habitaciones contiguas al mangrullo.
Dicho fortín servia nada más como referencia del primer
núcleo rudimentario de población.
En esa época en cada localidad se nombraba un vecino
"comandante militar" quien, en caso de emergencia debía
organizar a los pobladores, civiles como él, para la defensa.
Así fué el origen de la ciudad de Colón.

Nace Monte...

Comenzó, como muchos de nuestros pueblos, siendo una


pequeña avanzada en contra de las incursiones del indio.
No se conoce la fecha exacta de la primera fundación en ese
lugar, ni determinar el nombre de sus fundadores, pero ya a
mediados del siglo XVIII existía la llamada "Guardia del
Monte", una simple guardia de frontera, en donde algunos
pocos milicianos señalaban el advenimiento de la civilización.
Más tarde, sobre el pobre rancho de "La Guardia", se instaló
el fuerte, junto al cual se cobijaron algunos pobladores y
establecieron sus primeros hogares.
Esta guardia, mal llamada "Fortín”, apenas cubría los límites
de los campos poblados.
El primitivo "Fortín de la Guardia del Monte" estaba
emplazado a orillas de la laguna, ocupaba el actual sector
comprendido entre la Plaza Vértiz y la laguna del Monte y fué,
asimismo, cuartel de la Compañía de Blandengues.
El 24 de diciembre de 1778, la guardia es atacada por los
aborígenes, destruída totalmente y sus defensores mueren
lanceados.
El 18 de noviembre de 1779, Juan José Sardén le comunicó
al Virrey Vértiz el inicio de la construcción de una capilla en
el fuerte denominado "Guardia del Monte", ubicado en una de
las márgenes de la laguna homónima en el pago de La
Matanza
39
Al precario fortín inicial se le sobrepuso luego un poblado al
reunirse los pobladores dispersos por la campaña e iniciarse
las obras de consolidación del Fuerte.
En un informe, fechado el día 1 de Septiembre de 1782,
consta que Monte tenía 233 vecinos, sin contar los
Blandengues, criados y peones.
Ya estaba entonces arraigada la población, y establecidas - si
bien precariamente- las primeras colonias agrícolas.
En 1792 la Guarnición del Fuerte de San Miguel del Monte
ascendía a 85 soldados entre Blandengues y Milicianos.

Nace Ranchos...

Para trasladar la frontera con los indios al otro lado del Río
Salado, el 10 de octubre de 1780 se estableció el fortín (y mas
tarde el pueblo) de Ranchos, que estaba bajo la jurisdicción
de la guardia del zanjón asiento de Blandengues, en el pago
de Magdalena.
Posteriormente, por decisión del virrey Vértiz, Ranchos fué asiento de la 6ta.
Compañía de blandengues creada al efecto, con un efectivo de 100 hombres.

40
- El Blandengue y la Frontera

El río Salado fue un punto importante de los desplazamientos


indígenas Norte-Sur, a través de rutas con altos en lagunas y
arroyos de agua dulce que se extendían en una intrincada
malla entre las sierras de Tandilia y el río mencionado.
No obstante, la ocupación y puesta en producción por parte
de población criolla en esta zona hubo de sortear serias
dificultades debidas a su desconocimiento de los recursos de
agua y cuencas cerradas potables.
En este sentido, el reconocimiento de las “rastrilladas”
adquirió una importancia vital para los cristianos, puesto que
a través de estas sendas era posible descubrir las fuentes de
agua dulce y lagunas temporarias que desaparecían en
épocas de sequía.
Para combatir al indio, el cristiano debió conocer al desierto y
al indio, aprender a reconocer las señales que brindaba la
naturaleza; un ñandú corriendo o varios patos volando, el
grito de los animales y el lugar exacto de una aguada.
Pero, nunca pudo hacerlo solo, debió necesariamente recurrir
a los “baqueanos”.
En las compañías de frontera, hubo siempre baqueanos
intérpretes en calidad de soldados, algunos con paga y otros
"...sin otra distinción ni gratificación que algún corto tiempo de
descanso que se les dispensaba a buelta de las expediciones,
del seguimiento del enemigo".
No había la menor duda que los baqueanos como prácticos de
la campaña y de las escusadas sendas por donde se
introduce el enemigo "...van en distancia avanzada de la
marcha de la tropa, explorando el rastro donde se oculta o va
de fuga, al mismo tiempo que buscando las aguadas para las
precisas paradas de la tropa volviendo a la marcha de ella de
avanzadas distancias, con la noticia de lo que habían
observado, sobre la situación o cercanía en la fuga del
enemigo, para que se prevenga la tropa sin ser sentida para el
avance o alcance mudando caballos al efecto".

41
Estos mismos baqueanos eran "...los espías que de noche se
acercan a explorar la situación del enemigo, y guían el alcance
por campos sin senda ni camino, introduciendo la tropa por
bosques cuasi impenetrables, sin más rumbo ni compás que su
práctica y conocimiento del rastro que deja el enemigo en su
fuga, o retirada, con cuio auxilio solo se pueden lograr los
lances del alcance, castigo del enemigo y despojo de las
asiendas que comunmente lleban robadas".41
Pero además debió vivir como el indio para poder perseguirlo
y alcanzarlo, comer y dormir en marcha sobre el caballo,
alimentarse con carne de caballo o yegua, eliminar las
paradas de descanso y los vivaqueos, aprender su idioma 42,
pensar como pensaría el adversario...el cristiano, para
comprender al desierto y al indio, debió “aindiarse” .
Eso trajo serios inconvenientes en las tropas de frontera de
manera tal que más de una vez, por las carencias
económicas, la falta de uniforme, el modo de vida adoptado,
le hizo olvidar que era un hombre blanco tratando de ganar
al desierto.
Preocupado por esta situación, el comandante Francisco
Balcarce escribió al virrey Vértiz solicitando maestros para
los fortines y poblaciones alegando la urgente necesidad “que
hay en la campaña para que con la mayor atención se
proporcionen todos los medios posibles a que los hijos de los
moradores tengan la instrucción y enseñanza espiritual y
temporal de que tanto carecen...” 43 Francisco Balcarce había
comprendido que la lucha no era sólo contra el bárbaro sino
contra la barbarización.
A pesar de los sacrificios que implicaba la vida en la frontera
y el servicio de defensa, no faltaban hombres que se sumaban
día a día a la guerra contra el malón, algunos inspirados por
el odio creciente que criaba en sus pechos el vivir

41
AGN, División Colonia, Guerra y Marina, Leg.20, Exp.15.
42
En una oportunidad en que El virrey Marqués de Loreto exigió a Nicolás de la
Quintana, que procediera al interrogatorio de unos indios prisioneros, este le
contestó que ello no era posible “ por falta de intérpretes, ya que los dos que hay
en la Compañía están en expedición...” 3 /05/ 1784. AGNCFBA legajo 9.1.6.2.
f.665
43
Balcarce a Vértiz, 18 de marzo de 1781. AGNCFBA, leg.9.1.8.2
42
constantemente asaltados por el miedo, otros como medio de
vida...
En este sentido, el jefe del fuerte Rojas, Juan Antonio
Hernández escribía al comandante Balcarce que no se
reclutara a los soldados por la fuerza “y que se deje
libremente que sienten plaza los que quieran seguir este
Cuerpo voluntariamente, pues todos los que han tomado
partido están contentísimos y son arrogantes mozos e
inteligentes el campo, con uno que lo es mucho en la lengua del
Yndio, el que es muy esencial en la compañía...” 44
Para reforzar su sistema defensivo atacado por la pobreza de
recursos, Francisco Balcarce decidió - en marzo de 1781-
retirar los efectivos que custodiaban los pagos de Areco y
reforzar la Guardia de Luján.
El 27 de julio de 1782 se firmó un tratado de Paz con algunos
caciques que asolaban la región.
Suscribieron el convenio, en representación de la autoridad
Virreinal, el Comandante de las Guardias de Fronteras, Don
Juan José de Sardén, los Sargentos Mayores De Milicias, Don
Matías Corro, Don José Miguel de Salazar y Don Francisco
Leandro De Sosa, jefes respectivamente de los partidos de
Luján, Cañada de Morón y Magdalena, y el Cacique Pascual
Cayupulqui en representación del cacique Lorenzo Calpisqui.
El cacique solicitó permitiera a los indios de su nación Auca
el potrear en las campañas inmediatas sin que se les
incomodara ni hicieran perjuicios por las partidas
exploradoras, y guardias de la frontera.
Estableciose de común acuerdo, que podrían potrear. .” en
las Campañas incultas que están a los frentes de los Fuertes
de Chascomúz, hasta el rincón del Tuyo y Corral del Vezino;
Desde el frente de los Ranchos hasta las Lagunas de los
Camarones; de el frente de la Laguna del Monte, hasta la
Laguna Blanca; y desde el frente de la Guardia de Luján,
hasta el paraje llamado Palantelén, sin que puedan ocupar
otra extensión fuera de los límites referidos por motivo alguno y
si lo hizieren principalmente si pasaren de Palantelén que es el

44
Juan A Hernández a Balcarce. Rojas, 30/09/ 1780. AGN leg. 9.1.6.2.
43
camino de Salinas, deverán tenerse y tratarse como Enemigos
y como que faltasen al o estipulado.”
Así se fijó oficialmente y por primera vez, una frontera
definida entre blancos e indios.
De esta manera, la frontera hispano - indígena quedó
constituida por la línea de guardias y fortines que partía
desde la desembocadura del Río Salado, en la bahía de
Samborombón, y seguía en dirección al norte pasando por
Chascomús, Ranchos, Monte, Lobos, Navarro, Mercedes;
Carmen de Areco, Salto, Rojas, Melincué.
Los pequeños poblados y otros ya existentes vieron - con la
inteligente política de Vértiz y el Cabildo de Buenos Aires-
crecer población y producción, fundamentalmente la
ganadera.
A su vez, el gobierno de Vértiz tornó próspera la situación del
Regimiento de Blandengues: el número de sus Compañías fue
aumentado a seis de 100 hombres cada una, dotándoselas de
uniforme y mejor armamento.
El reglamento dictado por Vértiz, al respecto, es claro al decir
que: “conduce igualmente a la buena disciplina, el vestido
uniforme y consiguientemente se habrá de precisar a todas las
Compañías de Blandengues de la Frontera a que lo costeen
según actualmente lo usa la del fuerte de Chascomús…
sombrero negro con galón blanco, casaca corta y ancha color
azul, collarín, solapa, vuelta, chupetín y calzón rojo…”45
Vértiz, explicaría en su Memoria: “... Mandé poner en cada
fuerte una compañía de dotación compuesta de un capitán , un
teniente, un alférez, un capellán, cuatro sargentos, ocho cabos,
dos baquianos, un tambor, ochenta y cinco plazas de
blandengues, un total de 100 plazas, con uniforme propio para
la fatiga del campo, armados con carabina, dos pistolas y
espada, con lo que ejercitados en el fuego, así a pié como a
caballo al paso, al trote o al galope, con subordinación, policía
y gobierno interior, a cargo de un comandante subinspector de
toda la frontera, con dos ayudantes mayores colocados a la
45
“Instrucción que debe observar el Comandante de la Frontera, Subinspector de
las Milicias del Campo y por su ausencia o legítimo impedimento, los ayudantes
mayores a quien corresponda por su grado y antigüedad”.( Biblioteca Nacional- M.
S.-N.5122)
44
derecha, izquierda y centro de la línea, con una dilatada
instrucción y debidas órdenes particulares se ha logrado
poner este cuerpo en estado respetable, para algo más
que indios...”.
Las distintas compañías debieron acompañar a las
expediciones que se hacían a Salinas Grandes para buscar la
tan preciada sal, esencial para la economía rioplatense.
Sin embargo las crisis económicas eran recurrentes y para
diciembre de 1783, Francisco Balcarce escribía a Vértiz que “
para el presente mes no tengo dinero para suministrar la
ración en plata a las milicias, que por falta de mantenimiento
guarnecen los fuertes principales de Chascomús, Ranchos,
Monte, Salto y Rojas...”46 agregando un detalle de varias
batidas realizadas contra entradas de los indios en las
cercanías de Luján y Morón, destacando que para defender
esa zona contaba con 195 hombres pero que sólo contaba con
300 caballos “ cuyo corto número no les alcanza ni a tener
caballo que mudar y por consiguiente, no puedo contar con
ellos siempre que no entre los Yndios por la inmediación de
esta Frontera...”.
Informaba por último que algunos de sus hombres estaban
desarmados y todos los cabos y sargentos, sólo contaban con
espada por armamento.

46
Francisco Balcarce a Vértiz. 3 de diciembre de 1783. AGNCFBA. leg.9.1.6.2.
45
- El aprovisionamiento
Las raciones en la Milicia fueron asignadas por vez primera,
por el Virrey Juan José de Vértiz y Salcedo. Más, luego, estas
raciones fueron estipuladas en cada Reglamento.
Por lo general, se proveía a razón de una res diaria cada 50
hombres, y por cada individuo al día ½ onza de tabaco rama
Paraguay, 2 onzas de yerba, 1 onza de sal, y una cuartilla de
papel. 47
Pero como suministrar ración en especie a la tropa era muy
costoso y "...está experimentado que el dar el Prest al soldado
para que con el se mantenga es lo mejor", se abolió la ración
en especie y se ordenó abonar a cada soldado "...el prest de
$10 mensuales en lugar de los ocho y la ración que
disfrutaba". Pero de los $10 asignados se les descontaban $2,
el uno para el fondo común de caballos y el otro para
vestuario.48
Los estancieros no eran muy propensos a la colaboración con
las fuerzas de frontera, cuando éstas reclamaban auxilios o
exigían que se les pagara por el aporte de animales para
sostener las expediciones de “contramalón” por lo que más de
una vez, los animales debían ser expropiados o requisados
para la defensa de quienes se negaban a colaborar.
En tal sentido, escribía Quintana al Marqués de Loreto que
en caso de producirse un a invasión en esos momentos, “me
será necesaria echar mano a la caballada del vecindario para
el servicio de la tropa”
Un programa similar al bonaerense, fue adoptado por el
Intendente Sobremonte en Córdoba, en las zonas de los ríos
Cuarto y Tercero devastada por incursiones indígenas.
Con la instalación de nuevos fortines y poblaciones, la región
del Río Tercero y la ruta de Buenos Aires a Córdoba y al Perú
se encontraban defendidas por los fortines de la Tunas
(1779), Loreto (1787), Saladillo y San Rafael (1785), la zona

47
AGN, Guerra y Marina, Leg.26, Exp.41.
48
AGN, Sala IX, Tribunales, Leg.254, Exp.35, n.34.
46
del Río Cuarto y el camino a Chile, amparados por los fortines
de Concepción (1784), del Sauce (La Carlota, 1752), San
Carlos (1770), Santa Catalina y San Fernando.
Siendo ya Virrey el Marqués de Loreto, el jefe de Frontera
(Francisco Balcarce) informa sobre la inconveniencia de
defender la frontera con milicianos, sugiriendo una
modificación en todo el sistema de defensa, haciendo recaer el
peso e la misma sobre los Blandengues, y propone que la
Guardia de Luján debía estar en el centro de la defensa, con
169 hombres, los fortines Chascomús, Ranchos y Monte en
el flanco derecho, con 190 hombres, y los fortines Salto y
Rojas en el flanco izquierdo, con 144 hombres.

47
- Cuerpo veterano
En 1784, el cuerpo de Blandengues recibe una distinción
oficial única en aquel momento para un cuerpo criollo; son
reconocidos como Cuerpo Veterano, es decir equiparado a
las tropas reales peninsulares tanto en su organización como
en sus remuneraciones y fuero militar.
Ello así ya que, “en prueba de reconocimiento por la empresa
realizada - defensa de la frontera Interna del Indio, de la
frontera marítima de la amenaza Inglesa y de la traza de San
Ildefonso de la penetración del portugués- los Blandengues
fueron elevados por Real Orden del 3 de julio de 1784 a la
categoría de veteranos: Que esta tropa debe consideraras en
todo como veterana y por consiguiente comprendida en
Inválidos y Montepío.
Y pasaron a ser ejércitos peninsulares, como ser, "recibir
continuo sueldo" (no ya de los fondos municipales, sino a
través de la Real Hacienda), y quedar incluidos en inválidos
(cuerpo veterano caracterizado por la eximición del servicio en
tiempos de paz) y en Montepío (por el cual se concedía
pensiones a la vejez o por enfermedad, asegurándoseles a las
viudas e hijos de militares fallecidos la cuarta parte del
sueldo que a sus esposos o padres les hubiera
correspondido).” 49

49
Tabossi, Ricardo. Op. Citado

48
- Importancia de la acción de Francisco Balcarce

A más de sus funciones defensivas y pobladoras, los


Blandengues debieron participar en diversas tareas de
exploración y “entradas” que se hacían contra los indios
maloneros: en 1784 se llevó a cabo una expedición
comandada por Francisco Balcarce, de la cual participaron
500 blandengues, entre los 2800 hombres de Buenos Aires
que la componían.
Coordinada con una expedición que salió de Córdoba (800
hombres) y otra de Mendoza (1900 hombres) se realizó una
gran entrada a los territorios indios, obteniendo algunos
triunfos sobre ellos y tomando muchos prisioneros.
Las tropas de Balcarce realizaron cerca de 300 prisioneros
luego de dos meses de campaña, la que concluyó el 15 de
mayo.
Ese mismo año -como represalia- .los indígenas atacaron los
pagos de La Matanza y Navarro. Sin embargo algunos
caciques se dispusieron firmar un tratado de paz.
En 1786 se realizó una expedición a las “Salinas Grandes”.
El virrey Marqués de Loreto, encargó la jefatura a Balcarce, y
que se estudiara la posibilidad de construir un pueblo y
fuerte en dicho lugar.
El cambio de dirección que Balcarce le imprimió a la actitud
de los blandengues y a la lucha en la frontera, obligó a los
indios a firmar un tratado de Paz, el 3 de mayo de 1790, en la
Cabeza del Buey (partido de Bolívar), por el cual se
restableció la frontera en el río Salado.
De acuerdo a un informe de Balcarce, el estado de los
Blandengues a 1792 era el siguiente: 6 capitanes, 6 tenientes,
6 alféreces, 7 capellanes, 24 sargentos, 6 tambores, 46 cabos,
12 baqueanos, y 310 soldados. Además, contaba con el
refuerzo de 96 milicianos y 12 artilleros. Total: 531 hombres.

49
Explicaba en el informe que, fuera de la línea de frontera
estaban los fuertes de Esquina 50 (con 5 blandengues) y
Pergamino 51 (con 6 milicianos).
En una de las tantas expediciones a Salinas Grandes y
entrada a los indios, ellas (1793) muere el jefe del cuerpo y
Comandante de la Frontera don Francisco Balcarce: el 13 de
diciembre Balcarce enfermó gravemente de manera repentina,
en la laguna Cabeza del Buey (hoy partido de Bolívar- Buenos
Aires).
Un destacamento al mando de su hijo el alférez Antonio
González Balcarce, se adelantó a la expedición rápidamente
tratando de llegar con el enfermo a la Guardia de Luján.
El 14 de diciembre la pequeña columna se detuvo en la
Laguna del Unco (a 55 leguas de la guardia de Luján, actual
“Laguna de La Verde”, hoy partido de 25 de Mayo- Buenos
Aires) y a las seis de la mañana, el comandante Francisco
Balcarce dejó de existir. 52
La muerte de Balcarce implicó un serio golpe para la política
fundadora, defensiva y pobladora que desarrollaba el cuerpo
de Blandengues.
Años más tarde, en 1810, el coronel Pedro Andrés García- jefe
de la primera expedición a Salinas Grandes organizada por
un gobierno patrio- explicaba en su informe las condiciones
lamentables a las que habían quedado reducidas las
guardias, no solo por la falta de un jefe de las características
de Balcarce sino también por el envío de las tropas de
Blandengues a las guerras de la independencia.53
50
Junto con el de Melincué, se encontraba ubicado al sur de Santa Fé y fue
construído en 1776 por orden del Virrey Cevallos.
51
Un acta del Cabildo de Bs, As, de 1626, menciona a "una dormida nombrada del
Pergamino", situada en el camino real que unía a Buenos Aires con el Alto Perú. La
"dormida" era un lugar escogido por los viajeros para descansar y pernoctar. En la
primera mitad del siglo XVIII el gobierno estableció en aquel lugar un fuerte militar
en torno al cual se formó la población. En 1771 se instaló una posta de correo y
cinco años después se completaron las instalaciones del fuerte.
52
El 17, el cadáver arribó a la Guardia de Luján y fue enterrado en la capilla del
fuerte, cerca de donde actualmente está la Municipalidad de Mercedes y la
Catedral. Francisco Balcarce tenía 48 años cuando murió.
53
“ ... La población, que manifiesta haber tenido más de 300 vecinos, acaso hoy no
alcanza a 100, y sus habitaciones se hallan en el mismo caso que el fuerte y la
iglesia; de modo, que su mayor auge lo debió a la eficacia de uno u otro
50
El 26 de julio de 1794, por Real Despacho, Nicolás de la
Quintana fue ascendido a Primer Comandante del Regimiento
de Blandengues, ocupando el cargo de segundo Comandante,
el capitán Juan Antonio Hernández (de la Guardia de Rojas).
Además, luego de las reglamentaciones reales y de los
tratados de paz con los indios, debieron controlar los lugares
habilitados para el comercio de cueros54, animales y otros
elementos que se hacían entre indios y blancos, tratando de
impedir asimismo, el contrabando de cueros que muchos
estancieros realizaban sin pasar por las zonas de control.

comandante, que precisó a ponerse en población a las familias de los soldados


casados de la Guardia... porque un Comandante tan político y militar, como lo fue
don Francisco de Balcarce, sabía calcular el mérito y adelantos de una población,
auxiliando de su peculio a los mismos nuevos pobladores, y edificando casa
particular, para acalorar al vecindario, estimulándolo a hacer plantíos, huertas de
hortalizas, y otras económicas labores rurales, de que reportaban su comodidad y
recompensa; teniéndolos en una civil, política y mercantil acción de sus frutos y
labores con una entereza justificada, auxiliada de la fuerza armada...”
54
El Virrey Nicolás de Arredondo (1789/95) dictó a mediados de 1791, un
reglamento para la comercialización de cueros. Establecía la obligación – para
quien vendiera cueros- de contramarcarlos a fuego y otorgar certificado de
propiedad de las piezas que, para ser introducidas en Buenos Aires debían constar
de un a guía expedida por el alcalde del lugar donde procedían. El control de este
comercio, quedaba bajo la jurisdicción de los Blandengues donde no existiera
autoridad civil.
51
- La expedición de Azara

En Febrero de 1796 el Virrey Pedro Melo de Portugal


comisionó al capitán de navío Félix de Azara 55que realizase
un nuevo reconocimiento en las zonas fronterizas.
Componían esta expedición: Félix de Azara, Capitán de Navío
de la Real Armada, Comandante general de la expedición;
Nicolás de la Quintana, Comandante de la Frontera
(Blandengue); Manuel Pinazo, Maestre de campo; Juan
Francisco Echagüe Capitán agregado a Buenos Aires; Carlos
Belgrano Pérez56, Teniente de Dragones. Pedro Cerviño,
Ingeniero de la expedición; Juan Insiarte, Primer Piloto de la
Real Academia; Antonio Alonso, Capellán; Blas Pedrosa,
Lenguaraz; Eusebio Caraballo, Baqueano; dos oficiales y
cien soldados Blandengues, veinte pardos milicianos, veinte
peones, dieciséis criados. Total ciento sesenta y ocho
personas.
Félix de Azara al regreso de su comisión, presenta al virrey
Melo, un completo y detallado oficio el 31 de julio de 1796,
aconseja avanzar la frontera, ganar terreno, establecer fuertes
y fortines en lugares que tengan buenos pastos, tierras de
labor y a lo menos el agua necesaria.
Azara, después de su inspección por fuertes y fortines, definió
el servicio impuesto a los Blandengues en tres palabras:
".toca en inhumano".

55
Félix de Azara (1746-1821) Nació cerca de Zaragoza, en 1746. Realizó
estudios universitarios y luego de recibirse ingresó a la Academia Militar y por
encargo del rey efectuó trabajos de ingeniería e hidráulica. Desembarcó en Buenos
Aires y tras recorrer la mesopotamia argentina llegó al sur de Brasil. Un año
después se radicó en Asunción, confeccionó mapas, navegó por el Pilcomayo y la
laguna del Iberá. Llegó a Bs. As. en marzo de 1796 y recorrió Luján, Mercedes y
Melincué continuando por el curso del río Salado. Dos años después partió para la
Banda Oriental con la finalidad de establecer una población al norte de la actual
frontera con Brasil. En 1801 el rey de España le solicitó que regresara para premiar
su magnífica labor. Murió en Iluesca, en 1821, a los 75 años.
56
Carlos Belgrano y Peri, hermano de Manuel Joaquín del Corazón de Jesús
Belgrano y Peri.
52
Sugiere para cada uno de los fuertes, que la dotación sea de
100 Blandengues, tomando de ellos unos 20 o 25 para cada
uno de los fortines, desplazando así del servicio de custodia,
a las milicias. Y deja constancia que “su destino principal no
es guardar los fuertes sino de salir a campaña siempre que
ofrezca perseguir a los indios o atacar enemigos de otra
especie…”
Finalizando su informe, Azara recomienda: “(...) Todavía me
ha parecido indicar a Vuestra Excelencia otro medio de
asegurar la tranquilidad y posesión de los pampas con mayor
brevedad, ventaja y extensión. Ya dije que el motivo de robar
los indios los ganados de esta capital era el de llevarlos a
Chile.
El camino por donde los conducen es pasando el Río Colorado,
y dirigiéndose al punto inmediato de Chuelechel en el Río
Negro, que luego costean hasta la cordillera. Consta esto de la
explicación que puso el piloto don Basilio Villarino en el mapa
que hizo poco ha de dicho Río Negro, donde también asegura
ser esta derrota única, no sólo para los indios de la cordillera,
sino también para los de sus faldas y llanos orientales, porque
cualquiera otro camino no tiene agua. Fundado en eso, dice el
mismo Villarino que si nos establecemos en Chuelechel será
imposible que los bárbaros puedan conducir a Chile los
ganados robados.
Con estos antecedentes parece que debería Vuestra Excelencia
hacer entrar por el Río Negro una o dos chalupas de las que
hay en nuestro establecimiento, dirigidas por algún inteligente
o dos, que llegasen a Chuelechel y le reconociesen con reflexión
y conocimiento, para verificar lo que dice Villarino; pues, siendo
cierto, es fácil introducirnos desde nuestro establecimiento
hasta Chuelechel57 , y formar en él un fuerte como los
mencionados, poco más o menos, guarneciéndole de 60
blandengues y 20 presidarios con dos chalupillas. ..”
Plan que recién sería puesto en marcha por Juan Manuel de
Rosas en 1833.

57
La actual Choele-Choel.
53
Ejerciendo el cargo de Virrey el Mariscal de Campo don
Joaquín del Pino - en mayo de 1801 –estalló nuevamente la
guerra entre España y Portugal.
Por tal razón se dedicó a adoptar las medidas a fin de evitar
una posible invasión lusitana al territorio del Virreinato.
En ese entonces, el gobernador de Río Grande hizo atacar las
guardias españolas de la frontera, apoderándose
sucesivamente, desde julio a noviembre de 1801, de Batoví a
Santa Tecla y de los siete pueblos de Misiones de la izquierda
del Uruguay, atacando también al Capitán Bernardo Suárez,
que con 115 hombres se hallaba en la sierra de Yaguarón,
posesionándose de Cerro Largo.
Se encomendó entonces al Comandante de Frontera, Don
Nicolás de la Quintana – jefe del regimiento de Blandengues
de Buenos Aires- la formación de una expedición, de la cual
formaron parte 200 Blandengues de Buenos Aires y también
otros cuerpos de Buenos Aires y los Blandengues de
Montevideo.
La División del Coronel de la Quintana, incursionó hasta el
río Santa María para impedir que los lusitanos penetrasen al
territorio español.
A principios de noviembre, en los precisos instantes en que se
aprestaba a lanzarse sobre ellos en la cercanía de la Laguna,
se vio en la imperiosa necesidad do retroceder en protección
de las fuerzas destacadas en Melo, amenazadas seriamente
en esos momentos por otras más poderosas que las que
guarnecían esa villa.
A pesar de haber apurado en lo posible la marcha, los
defensores de Melo no pudieron ser socorridos, pues cuando
de la Quintana se aproximó ya habían capitulado, entregando
la plaza al coronel Manuel Márquez de Souza.
En atención a estos sucesos, Sobremonte se puso en marcha
al mando de numerosas tropas, bien equipadas, dirigiéndose
hacia la frontera, resuelto a desalojar a los lusitanos de Cerro
Largo y Yaguarón, costase lo que costase.
En ese trámite los sorprendió la paz con Portugal,
retrotrayéndose la situación a antes del conflicto.
En 1804 Feliciano Chiclana y mas tarde Sebastián de Indiano
y Gastelú, presentan sendos informes y proyectos para el
54
adelantamiento de la línea de fronteras, hasta ocupar los ríos
Negro y Diamante.
Gastelú hace un pormenorizado informe a la vez que defiende
a las milicias y considera que ellas podrían castigar a los
indios que se alzaran en caso de avanzar la línea, pero agrega
enseguida”… sin que por esto deje yo de confesar, que el
Cuerpo de Blandengues es, en mi concepto, la mejor
tropa que se ha levantado para oponer al enemigo
pampa…”
A su vez, el jefe de los Blandengues y Comandante de la
Frontera- Nicolás de la Quintana- propuso reunir las fuerzas
en un punto ventajoso, con dos fuertes a los costados y
propuso que la base para sus Blandengues estuviera en la
Cabeza del Buey58 o en la Laguna Blanca59, adelantando a su
vez el fuerte de San Carlos (en Mendoza) hasta la confluencia
del Atuel con el Diamante.
Estos proyectos, sin embargo, quedaron en la nada ya que los
conflictos internacionales de los que España formaba parte y
en especial las Invasiones Inglesas al Río de la Plata, dejaron
en segundo plano las políticas de defensa de la frontera, ya
que los Blandengues y Milicianos fueron destinados a repeler
estas invasiones tanto en Buenos Aires, como en Montevideo
(1806 y 1807).
Copmo consecuencia de las invasiones inglesas, la caída de
Montevideo y la prisión de los Blandengues que allí fueron
remitidos de refuerzo, en 1808 el efectivo total del cuerpo en
nuestra frontera, estaba reducido a 5 oficiales (un capitán y
cuatro tenientes) y 185 de tropa (siete sargentos, tres
tambores, trece cabos y ciento sesenta y dos soldados)
repartidos en seis compañías : la primera en Chascomús con
28 hombres, la segunda en Monte con 22, la tercera en Luján
con 39, la cuarta en Salto con 33 y sin oficial; la quinta en
Rojas con 36 y la sexta en Ranchos con 27 60.

58
A unos 10 kms. de la actual ciudad de San Carlos de Bolívar.
59
Blanca grande, actual partido de Olavarría
60
A.G.N., Comandancia de Fronteras de Buenos Aires, leg. 3 (1757-1809), IX, 1-4-
3.

55
El 11 de septiembre de 1809, el último virrey del Río de la
Plata con residencia en Buenos Aires, Baltasar Hidalgo de
Cisneros, dispuso una nueva organización para las fuerzas
de la Capital, que era la misma que existió al producirse la
Revolución de Mayo de 1810.
Su ordenamiento era el siguiente: cinco batallones de
infantería, un batallón de granaderos, un batallón de
artillería volante, un escuadrón de húsares y un batallón de
castas.
Como unidades veteranas se contaban: regimientos de
infantería y de Dragones Buenos Aires y Real Cuerpo de
Artillería. Además, se incluían los Cuerpos de Blandengues
de Frontera de Buenos Aires y de Montevideo, y el de la
Compañía de Santa Fe.

56
- Los Blandengues de Santa Fé

Este cuerpo tuvo sus orígenes más remotos en la ciudad de


Santa Fe en 1724 que se encontraba acosada
permanentemente por los ataques de los indios del Chaco. Tal
era la desesperación de sus habitantes ante la impotencia
que emigraron de la ciudad y cruzaron el río Paraná hacia la
otra orilla, fundando la villa de La Bajada (hoy ciudad de
Paraná) y más al sur, las villas de Gualeguay, Gualeguaychú
y Concepción del Uruguay.
El Cabildo comisionó a uno de sus miembros para que
marchase a la Corte y expusiese la situación de la ciudad y
su comarca, constantemente asediada por los salvajes y
solicitase la asignación de doscientos hombres bien armados
para su defensa.
El Rey Carlos III, accedió a la petición por Real Cédula del 26
de agosto de 1726 otorgando el permiso para organizar un
cuerpo de 200 dragones, hombres montados preparados para
la lucha contra el indio tanto como soldado de infantería o
de caballería.
No obstante la orden real ( que no pudo llevarse a la práctica
por distintas razones) , el entonces Gobernador de Buenos
Aires, D Bruno de Zabala, había ordenado por Orden del 31
de agosto de 1724, que en la ciudad de Santa Fe, se crearan
dos compañías de a cincuenta hombres, fijando sus
comandantes y los sueldos de sus integrantes.
Así pues, creándose primero una de estas Compañías ese
mismo año, continuó con una organización y disposiciones
para su funcionamiento sin variantes, hasta 1799,
encontrándose sus 102 efectivos repartidos entre cinco
cantones o fortines de la frontera.
Para fines del siglo XVIII eran frecuentes los avances de los
malones sobre Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis y
Mendoza; por esto en 1776 el gobernador Cevallos gestionó la
construcción de fuertes en el sur de la provincia de Santa Fe,
con materiales provistos por Santa Fe y la supervisión de las
57
autoridades del Virreinato. Entre ellos se encontraban los
fuertes de Melincué y la Guardia de la Esquina, que dos
años más tarde ya contaban con población, capellán y
milicias.
El gobierno dispuso entonces la creación de un cuerpo de
defensa para las ciudades del litoral, con aptitud para
concurrir a la defensa de fortines ante el ataque practicado
por los indios.
En sus comienzos fue una simple reunión de voluntarios,
con una disciplina militar deficiente, corregida poco a poco,
gracias a los esfuerzos de las autoridades, quienes los
reorganizaron, obteniendo la autorización Real para
transformarlo en Unidad veterana.
Por disposición del Virrey Vértiz y sobre la base de las 6
compañías existentes en Buenos Aires, se constituyó en 1780
un cuerpo con su respectiva Plana Mayor, cuyo Comandante,
que al mismo tiempo era Comandante General de la Frontera,
tenía la responsabilidad de su instrucción, disciplina y
empleo más conveniente., destinándose una de las
compañías para cubrir los pueblos de Santa Fé.
En 1792 el virrey Arredondo encomendó al Comandante
Francisco Balcarce, reformar las milicias de Santa Fé y éste,
sobre la base de la compañía de Blandengues de Buenos
Aires destacada en 1780 en Santa Fé, forma dos compañías
de 103 hombres cada una que serían mantenidas por el
Cabildo de Santa Fé: una de ellas tendría asiento en Santa Fé
(comandada por Juan Manuel Roldán) y otra en Coronda
(comandada por José de Echagüe).
En el año 1792, Prudencio María Gastañaduy, asumió la
gobernación de la provincia de Santa Fe.
Al hacerse cargo de las fuerzas de la frontera, cerró el paso al
indio por el oeste, con la instalación del Fuerte de Primer
Orden de Los Sunchales.
Este fuerte, junto con los anteriores, formaba una línea que
tenía como misión cerrar el paso a los indios y resguardar el
azogue que, proveniente de España, se trasladaba desde
Buenos Aires hasta Perú.
El 11 de abril de 1796 se concretó la instalación del Fuerte,
se le construyó un mangrullo, y se le dotó de cuatro cañones.
58
Estos cañones cumplían una misión de aviso a los
pobladores, estancias vecinas y avanzadas, cuando se
acercaban los indios.
Alrededor del Fuerte, se fueron alienando las casas con los
primeros pobladores, quienes cultivaban la tierra,
principalmente trigo y maíz, y criaban ganado. En el Fuerte
también se construyó una iglesia o capilla, para elevar el
rango del lugar, que ya contaba con más de 1.000 habitantes.
La fortaleza estaba bien guarnecida, con una dotación de 80
Blandengues: dos sargentos, tres cabos y la tropa. Con la
instalación del Fuerte de Los Sunchales, el comercio con
Santiago del Estero, Tucumán y Perú tomó un gran impulso,
por lo que se constituyó en un centro importante de
concentración y comunicación.

59
- Los Blandengues de Montevideo

Según José L. Picciuolo61, en 1730 se creó en Montevideo una


compañía de “Caballos Coraza”
Al terminar el proceso fundacional de Montevideo, Bruno
Mauricio de Zabala crea el 22 de Enero de 1730, la primera
unidad de militarizada del actual Uruguay, la “Compañía de
Caballos Coraza”.
Esta Compañía se formó sobre la base de 13 oficiales y
suboficiales y 66 soldados, con hombres seleccionados que
residían en Montevideo, asignándoles sueldos y el uniforme
común al de otros cuerpos similares en América, además del
armamento y equipo necesario para el cumplimiento de su
misión.
Los integrantes de esta policía montada, desde el momento de
su ingreso a la misma, recibían el titulo de Don, que por su
significado otorgaba una categoría de noble y aristócrata bien
nacido.
Como Jefe de la Unidad, se designó al Capitán Don Juan
Antonio Artigas (abuelo de José Gervasio de Artigas),
aragonés afincado en tierras de Canelones, el cual también
fue nombrado como Alcalde de la Santa Hermandad, cargo
éste dependiente del Cabildo con jurisdicción rural y fuera de
las murallas.
La Compañía se rigió por el Reglamento Militar de 1669, el
cual fuera dictado en primera instancia para las tropas
establecidas en Cuba, y que luego fuera extendido al resto del
continente.
Martín Artigas (hijo de Don Juan Antonio Artigas y padre de
José Gervasio) fue nombrado Teniente en 1762, Capitán de
Milicias en 1771, abandonando el servicio activo en 1795,
justamente cuando su famoso hijo entra en escena.

61
Picciuolo, Jose Luis “La caballería argentina en la historia del ejército” Edit.
Dunken, Bs As junio 2002
60
La antigua denominación de Caballos - Coraza caería más
tarde en desuso y para 1740 hay documentos que designan a
este Cuerpo con el nombre de Compañía de Vecinos.
En 1761 el crecimiento de la población había hecho que
aumentara el número de personas aptas para el servicio al
punto tal que la Compañía se transformó en Cuerpo de
Vecinos, el cual comandaba el Maestro de campo Don Manuel
Domínguez.
En 1779, las compañías de a caballo se reunieron en el
Regimiento de Caballería de Milicias de Montevideo, y si bien
la unidad de coraceros no fue disuelta, al ser absorbida por
una unidad mayor, dejó de existir como unidad autónoma.
El cuerpo cumplió funciones de defensa de la frontera e
incluso participó en varias expediciones a las misiones
Orientales contra los avances de los portugueses o contra las
rebeliones de los guaraníes.
En 1787 Francisco Medina funda, en cercanías de la Colonia
del Sacramento, el primer saladero estable del Río de la Plata,
lo que marcaría un verdadero cambio en toda nuestra política
económica regional pero también, la agudización de las
tensiones entre los portugueses y la banda oriental, y las
ciudades de Montevideo y Buenos Aires.
Dada la situación planteada por el creciente aumento del
contrabando en la campaña oriental, y que las unidades
creadas para su control específico no eran suficientes, se hizo
necesario organizar una nueva fuerza de policía montada.
La creación del Cuerpo Veterano de Blandengues de la
Frontera de Montevideo fue decidida por el virrey don Pedro
Meló de Portugal en los primeros días de 1797, pero los
cometidos que se le asignaron fueron sensiblemente más
amplios que los de la unidad similar de Buenos Aires. 62
Esta se constituyó para defender a los vecindarios de los
malones indios, mientras que a los Blandengues de la Banda

62
Se realizó una Junta de Guerra en Montevideo, con la presencia del propio
Virrey, el Gobernador de Montevideo Antonio Olaguer y Feliú, y otras autoridades
militares de la época, desarrollándose la primera previsión formal de creación del
Cuerpo de Blandengues. El Cuerpo fué armado de sable, carabina, pistola y lanza,
arma ésta en desuso en los ejércitos de entonces, pero eficaz en la guerra con el
indio.
61
Oriental, además de este objetivo esencial, se les cometió el
de la defensa de las fronteras contra el tradicional enemigo
portugués, y el de la represión del contrabando.
Los integrantes de esta unidad se reclutaron por medio de un
indulto que las autoridades españolas confirieron a los
gauchos (en su concepto uno de los principales elementos
perniciosos de la campaña).
El 7 de Enero de 1797, el Gobernador de Montevideo, Don
Antonio Olaguer y Feliú 63 emitiría un Bando por el que se
dictaban normas para el reclutamiento de soldados celadores
destinados al Cuerpo de Blandengues, Bando éste que
precedió al de creación del Cuerpo, para conocimiento de la
población, y que también fuera promulgado el mismo día.
A diferencia del Blandengue bonaerense que fue soldado,
poblador y fundador de pueblos, el Blandengue oriental fue
soldado, policía y aduanero, aunque también participó en la
fundación de pueblos y villas.
El virrey Melo de Portugal 64 concentró en el nuevo Cuerpo los
propósitos de defensa militar, de seguridad de las poblaciones
civiles y de cumplimiento de las disposiciones aduaneras. La
organización y el número se ajustaron al triple cometido.
En carta del 7 de enero de 1797, Melo de Portugal comunicó
al Rey su propósito de constituir el Regimiento, y en la misma
fecha se dirigió al Ministro de Real Hacienda de Montevideo
para participarle las medidas destinadas a dar ejecución al
proyecto, asignando $ 30.000 a los gastos de organización.

63
Nació en Villafranca del Bierzo, León, y murió en Madrid. Fue enviado a Buenos
Aires como especialista técnico militar de Pedro de Cevallos. Tomó parte en la
captura de la isla Santa Catalina, frente a la costa meridional de Brasil, y en el sitio
de Colonia de Sacramento (1777). De regreso a Buenos Aires fue designado
inspector militar (1783). En 1787 se casó con una joven criolla, Ana de Azcuénaga
Basavilbaso. Dos años después fue gobernador e inspector militar de Montevideo.
En 1796 fue nombrado subinspector general de las tropas del virreinato del Río de
la Plata y al año siguiente fue designado Virrey interino. Ejerció este cargo durante
casi dos años. Sus mayores preocupaciones fueron las amenazas británicas y
portuguesas contra Buenos Aires y territorios aledaños y el deseo de acrecentar el
comercio argentino, permitiendo a los barcos neutrales realizar el comercio de
importación y exportación.
64
Melo de Portugal y Villena, Pedro de. Virrey del Río de la Plata desde 1795 hasta
1797.
62
Esta tuvo principio al pasar el gobierno de Montevideo del
Mariscal de campo don Antonio Olaguer Feliú al Brigadier
don José de Bustamante y Guerra.
Y por una singular coincidencia de circunstancias, pasó
también en esos días el bastón virreinal, de las manos de
Melo de Portugal a las de Olaguer Feliú.
En efecto, el primero de estos procónsules murió casi
repentinamente en Pando el 15 de abril de aquel año, cuando
se dirigía al este del país, en viaje de inspección militar.
Estos cambios en la dirección del gobierno no afectaron la
ejecución del proyecto.
El 10 de marzo un hombre de acción, joven aún, conocedor
profundo del territorio y de las modalidades de su tiempo,
recibió la misión de salir a campaña y buscar los primeros
elementos para constituir el nuevo regimiento.
Era don José Artigas. Y cumple destacar la fecha y la misión
citadas, por la historicidad que ambas revisten en la vida del
gran soldado»
Hasta entonces Artigas había sido un hombre civil; a contar
de aquella data, Artigas empezó a ser caudillo.
Fue, con certeza, gracias a su ascendiente natural y a la
autoridad que emanaba de su persona, que recibió el
mandato de salir a campaña y de traer hombres dispuestos y
capaces de desempeñar los deberes asignados a los
Blandengues.
Artigas cumplió la orden recibida y trajo a Montevideo los
primeros cincuenta soldados.
Por real orden del 12 de mayo del mismo año, don Carlos IV
daba respuesta a la carta que el Virrey Melo le había escrito
el 7 de enero.
La creación del Cuerpo de Blandengues de la Frontera de
Montevideo recibió la aprobación real. Esa comunicación llegó
a manos de Olaguer Feliú, a la sazón en Montevideo, al
finalizar agosto.
El 4 de setiembre, el nuevo virrey ponía su firma al pie del
documento por el cual se tomaba razón de la real orden. El
23 del mismo mes, se nombraban los primeros oficiales, y el 6
de octubre se nombró Comandante de la nueva unidad a
favor del Sgto. Mayor don Cayetano Ramírez de Arellano.
63
Según Isidoro de María, estaban equipados con similar
armamento y equipo que el distribuido a las milicias de
caballería españolas, en tiempos de paz cumplía funciones
exclusivamente policiales y en la emergencia de una guerra se
incorporaba a las restantes unidades del ejército español
como una unidad de combate.
El uniforme adoptado consistió “ en chaqueta y calzón azul,
chaleco, vuelta, solapa y cuello encarnado, botón dorado, y
sombrero redondo de ala corta; y en los oficiales casaca corta y
sombrero con galón".
Las funciones policiales de aquellos Blandengues tenían un
carácter exclusivamente rural, siendo su función el
mantenimiento del orden en las zonas más apartadas del
país, así como proteger la vida y los intereses particulares o
del propio gobierno español.
La unidad se constituyó con ocho Compañías de cien
hombres cada una, y se designó su oficialidad mediante una
selección previa de veteranos procedentes de los dos Cuerpos
de milicias montevideanas y de los infantes, Dragones y
Blandengues de Buenos Aires. 65
Su citado jefe, Ramírez de Arellano, era miembro de la ilustre
familia española de ese apellido y primo del Marqués de
Sobremonte.
Realizó casi toda su carrera en el Río de la Plata. Fue
nombrado ayudante de la asamblea de infantería de Buenos
Aires por despachos fechados el 30 de octubre de 1784;
promovido a Capitán graduado del mismo Cuerpo el 20 de
febrero de 1793, y ascendido a Sargento Mayor el 6 de
octubre de 1797 con el cometido susodicho de mandar la
nueva unidad
En 1800 y 1801, el Virrey Avilés dispuso que don Félix de
Azara fundase pueblos en el noroeste la provincia de
Montevideo, y se dispuso que su custodia fuera el Regimiento
de Blandengues.

65
El Regimiento no parece haber reunido nunca la totalidad de sus elementos en
una sola concentración, o mejor dicho, sus Compañías estuvieron destacadas en
distintos puntos de la campaña de Montevideo y del territorio que constituía su
jurisdicción militar.
64
Este cuerpo fue el encargado batir a los indómitos charrúas,
permitiendo que surgiesen las villas de Batoví y Belén
después de una dura campaña.
Allí establecieron los pobladores bajo el auspicio y la
protección de los Blandengues
A partir de 1805 los Cadetes del Regimiento de Blandengues
de la Frontera de Montevideo pasaron a recibir la instrucción
correspondiente al Regimiento de Infantería de Línea
asentado en esta Plaza.

En el mundo, mientras tanto...


** 1788. Asume la corona de España Carlos IV
** 1789 El recinto de la Bastilla, convertido en prisión, se
rindió el 14 de julio a los parisienses armados. Ello reveló
la debilidad del gobierno de Luis XVI, que había perdido el
apoyo de su ejército y desde ese momento, tanto él como
su dinastía estaban sentenciados. Comenzaba la
Revolución Francesa. Mientras, las tropas de Napoleón
Bonaparte invadían Egipto
** 1792/95 Guerra de España contra Francia que termina
con la Paz de Basilea en 1795 (conocida también como la
guerra del Rosellón, donde comenzara a destacarse San
Martín)
** 1796. Francia y España firman el tratado de San
Ildefonso por el cual España pasa a ser un satélite de la
Francia napoleónica y entra en guerra contra Inglaterra y
Portugal.
** 1797. Como consecuencia de la guerra, comienzan a
utilizarse navíos neutrales para el comercio, razón por la
cual aumenta el contrabando en el río de la Plata.
** 1803 estalló nuevamente la guerra entre Francia e
Inglaterra, mientras España permaneció neutral en un
principio, pero un año más tarde, el apresamiento de
cuatro fragatas españolas, la obligaron a declarar la
guerra a Inglaterra.

65
En octubre de 1805, Inglaterra obtiene el triunfo de Trafalgar,
venciendo a las flotas de España y Francia quedando como
única dominadora de los mares.
Poco tiempo después en Austerlitz, Napoleón consigue el
triunfo pasando a tener el predominio sobre el continente
europeo. Finalizaba 1805 cuando Napoleón firmó el decreto
de bloqueo continental, así la situación de la industria inglesa
se hacía crítica, necesitando imperiosamente nuevo
mercados.
El 12 de octubre de 1805 se reunieron, el primer ministro
inglés William Pitt, el primer Lord del Almirantazgo, vizconde
de Melville y el capitán sir Home Popham, la junta dio lugar a
un memorando donde se fijó el plan para la toma de Buenos
Aires.
En enero de 1806 una expedición inglesa ocupó la colonia
holandesa del Cabo de la Buena Esperanza al mando de
David Baird, en la misma participó Sir Home Popham quién
convenció a Baird para que le permitiera concretar su
aventura colonialista en el Río de la Plata.
Con el apoyo de Willam Carr Beresford, conformaron una
expedición de 1500 hombres que tomó la ciudad de Buenos
Aires en Junio de 1806.
Poco tiempo después, en agosto, los españoles y criollos
recuperan Buenos Aires derrotando a los invasores.
En esas jornadas gloriosas participaron los Blandengues de
Buenos Aires, al mando de su jefe, el coronel Antonio
Olavarría y Blandengues de Montevideo al mando de Benito
Chaín.
En febrero de 1807 los Blandengues de Montevideo y Buenos
Aires, participaron en la defensa de Montevideo pero, el 3 de
febrero la plaza cayó en manos de los británicos y muchos
Blandengues de Buenos Aires (más de 200) cayeron
prisioneros y fueron remitidos a Inglaterra juntamente con
Blandengues de Montevideo y Dragones de Buenos Aires.
Posteriormente -en 1808- fueron liberados y remitidos a
España donde fueron incorporados al ejército español,
combatiendo contra las tropas napoleónicas hasta que, unos
pocos, regresaron al Río de la Plata en 1810.

66
Junto con sus compañeros que habían quedado en Buenos
Aires y nuevos hombres que reverdecieron a los viejos
Blandengues, participaron en las luchas por la Independencia
en la Campaña de Belgrano al Paraguay, en el Ejército del
Norte, en el Ejército de los Andes y más tarde, volvieron a
destacarse en las campañas para efectivizar la ocupación de
la Pampa húmeda dejando escrita con tinta indeleble,
formada de coraje y sangre gaucha, la historia del Regimiento
más antiguo de la República Argentina.

67
Los Blandengues, durante la época
Independiente
Capitulo Segundo

- Los Blandengues de Buenos Aires...

Al producirse la Revolución de Mayo, En junio de 1810, el


Cuerpo de Blandengues tenía un primer comandante, uno
segundo, 6 capitanes, 6 tenientes, 6 alféreces, 6 capellanes,
24 sargentos, 6 tambores, 48 cabos, 6 baqueanos y 636
soldados.
Por iniciativa del Tte. Cnel. Olavarría, la Junta autorizó por
decreto del 30 de junio de 1810, la elevación a Regimiento de
Caballería de Línea al cuerpo veterano de Blandengues de la
frontera de Buenos Aires, el cual pasó a denominarse
Regimiento de Caballería de la Patria y el 7 de julio concedió
a Olavarría empleo de coronel de Ejército, del nuevo
Regimiento de Caballería de la Patria .
El uniforme de los Blandengues fue mantenido por esta
nueva unidad, el cual consistía en casacas azules con solapa,
cuello, vueltas, botas y vivos granas. Chaleco y pantalón del
mismo color. Sombrero redondo con escarapela y penacho
encarnado, botas y correas negras.

- En la campaña al Paraguay
La Junta de Mayo encomendó a Manuel Belgrano, iniciar la
campaña militar al Paraguay con la idea de sembrar la
semilla de Libertad en los senderos interiores. Belgrano llego
a San Nicolás el 27 de septiembre, con el fin de reclutar
tropas y organizar el ejército expedicionario.
Un cuerpo de criollos y naturales se conformo con 357
hombres, bien montados pero escasamente armados y con
poca instrucción militar.
Algunos de ellos- sesenta aproximadamente- habían
defendido a Buenos Aires en la Invasiones Inglesas
68
integrando el Regimiento de Blandengues de la Frontera, y
participaron en el combate de Campichuelo ( 19 de diciembre
de 1810) y en las batallas de Paraguarí ( 19 de enero de
1811) y Tacuarí ( 4 de marzo de 1811).

- En la primera campaña al Alto Perú


Pocos días después del 25 de Mayo de 1810, para asegurar
ese primer grito de libertad, la Junta Gubernativa dispuso la
salida de una expedición con destino a las provincias del
interior, comandada por el Coronel de Arribeños, Francisco
Ortiz de Ocampo; como segundo jefe, Antonio Balcarce, y
como representante de la Junta a Hipólito Vieytes.
Estaba integrada por dos compañías de cada uno de los
regimientos de infantería número 1, 2, 3, 4 y 5, aparte de
artilleros, soldados del Fijo, Dragones, Húsares y
Blandengues. La expedición comenzó su marcha el 26 de
junio, llegando en agosto a Córdoba.
Luego del fusilamiento de Liniers en Córdoba, Ortiz de
Ocampo es retirado del mando y el mismo queda en manos de
Antonio González Balcarce, quien con sus tropas continúa
avanzando hacia el norte.

Tupiza (Suipacha)
El General González Balcarce confió a Güemes la misión de
ocupar la ciudad de Tupiza, la que verificó sin resistencia
alguna. Luego Güemes seguiría a Tarija donde formaría una
división de voluntarios que se sumaría a los ya reclutados en
los Valles de Salta y Jujuy.
El grueso de las fuerzas realistas al mando del General Nieto
y José de Córdova había establecido su cuartel general en
Cotagaita, a 400 kilómetros al norte de Jujuy. González
Balcarce avanzó y se situó en Cazón a 3 leguas de las
trincheras enemigas.
Ante la negativa de Córdoba a rendirse, se inició el ataque el
que empezó a las tres de la madrugada del 27 de octubre y
duró hasta las dos de la tarde.

69
Reconociendo luego Balcarce la imposibilidad de penetrar las
trincheras enemigas, dispuso retirarse, lo que efectuó en el
mejor orden. El enemigo no intento perseguirlo puesto que no
contaba con cabalgaduras ni con ánimos. Luego de esta
acción, las fuerzas patriotas continuaron hacia Tarija.
El 7 de noviembre de 1810, Balcarce contaba para enfrentar
a los realistas con una fuerza parecida en número, pero no en
disciplina. Cerca de 100 de sus viejos Blandengues, otros
tantos Pardos y Morenos, 50 Húsares, algunos infantes de
milicias, algunos indios amigos, algún cañoncito....

El entonces Mayor General Balcarce envió a varios indios


para que, mezclados con el enemigo. Propagaran versiones
sobre pugnas internas en las filas del ejército patriota y
comentarios en torno de la falta de armas, municiones y
provisiones que padecían los soldados.
A las once de la mañana, los realistas tomaron posiciones
sobre el río Suipacha: parte de la playa y varias alturas sobre
el flanco izquierdo de las fuerzas de Balcarce.
El jefe patriota había ocultado sus hombres entre los cerros y
quebradas de las vecindades, inclusive gran parte de la
infantería y prácticamente el total de la artillería y después de
un tiempo, decidió adelantar sólo 200 soldados y dos cañones
- vadeando el río- para aproximarse a los realistas y luego
simular una huida precipitada.
El General Córdova- jefe realista- dispuso el ataque con
cuatro piezas de artillería y 800 hombres lanzándose en
persecución de los patriotas que presuntamente huían.
De pronto apareció el grueso de las tropas de Balcarce con la
caballería al frente y la lucha - iniciada en ambas márgenes
del río Suipacha - se trasladó a las proximidades de la
quebrada de Choroya.
De sus recovecos salían en esos momentos centenares de
soldados ansiosos.
A los pocos minutos, desorganizados y sin atender las
instrucciones de sus jefes, los realistas se dispersaron entre
los cerros y senderos.

70
El resultado de la batalla fue el siguiente: 40 realistas
muertos y 150 prisioneros; dos banderas y cuatro cañones
con dos mil cartuchos; tres zurrones con dinero y setenta mil
tiros de fusil quedaron en manos de la Patria como resultado
del primer triunfo de las armas argentinas.
En la acción, los Blandengues y los Húsares, constituyeron la
reserva que realizara la maniobra envolvente, arrollando el
flanco oeste y la retaguardia enemiga, para pasar a una
persecución que se llevó a cabo por espacio de 4 leguas
Por tal razón, el cuerpo ostenta en la actualidad, el escudo
otorgado en aquella oportunidad a los "Vencedores de
Tupiza"...
La denominación de Blandengues de aquellos bravos, se
mantuvo al menos hasta después de Suipacha, así lo
demuestran los documentos de la época: “los ministros de la
Real hacienda de Salta a los de Buenos Aires, avisan haber
entregado al soldado de Blandengues Leonardo
Bustamante, la suma de 12 pesos a buena cuenta de su prest
por el motivo que se expresa, como lo acreditan el pliego de
cargo y receta que acompañan y piden se les avise recibo
ínterin se les remita la certificación debida” (noviembre 17 de
1810)66
“El gobernador de Salta avisa que manda a esta capital a
curarse al blandengue Leonardo Bustamante, en atención a
sus distinguidos servicios y a la dificultad de que allí consiga
su restablecimiento”
(Noviembre 20-1810)
El cuerpo combatió – ya como Dragones Ligeros de la Patria-
en Yuraicoragua, el 6 de junio de 1811 y en el desastre de
Huaqui, a orillas del río Desaguadero, el 20 de junio de 1811.
En esta última acción, el ejército patriota comandado por
Balcarce fue completamente derrotado por las tropas realistas
comandadas por Goyeneche.
En la primera de las acciones mencionadas, una vanguardia
del regimiento (80 hombres) enfrentó a una columna enemiga

66
“Archivo General de la Provincia de Buenos Aires, correspondiente al año 1810”.
Manuel Ricardo
Trelles. Bs. As. 1860
71
de 400 hombres, poniéndolos en dispersión, siendo herido en
la acción, su comandante Toribio Luzuriaga.
Por ello, los Blandengues - oficiales y tropa- se hicieron
acreedores al “Cordón de Yuraicoragua”, distinción conferida
por decreto del 4 de octubre de 1811
El desastre de Huaqui implicó la desaparición del ejército
auxiliar del Perú y la pérdida del Alto Perú, que nunca pudo
ser reconquistado a pesar de las posteriores expediciones de
Belgrano (1814) y Rondeau (1815/16).
Los viejos Blandengues, integrando ya otros cuerpos,
estuvieron con Belgrano en Tucumán, Salta, Vilcapugio y
Ayohuma y con Rondeau en Venta y Media y Sipe-Sipe.

72
- En el Ejército del Norte...
En noviembre de 1810 se formó el Regimiento de Dragones
Ligeros de la Patria formado con los efectivos de Caballería
de la Patria (Blandengues) y los Dragones, cuyo jefe fue
Antonio González Balcarce, haciéndose cargo de la efectiva
de la jefatura el Teniente Coronel Toribio Luzuriaga.
El uniforme era chaqueta azul con cuello y botas grana. El
0pantalón era azul con refuerzo de cuero. Como cubrecabezas
usaban un gorro de suela de parada con manga. Los trompas
usaban el color del vestido que estaba en uso en el
regimiento.
La caballería fué reorganizada según las disposiciones
gubernativas de diciembre de 1811.
Así el gobierno, rehizo a los Dragones Ligeros y los Húsares
de la Patria en los nuevos Dragones de la Patria, organizado
en cuatro escuadrones de tres compañías cada uno, con unas
853 plazas y plana mayor, correspondiéndole al Ejército del
Norte los dos primeros, que estuvieron al mando del teniente
coronel Cornelio Zelaya. 67
Los Dragones de la Patria combatieron en la acción de
Nazareno (entre el 11y el 12 de enero de 1812), paraje
situado en el Alto Perú, en Sansana, a cuatro leguas de
Pumaguasí.
Luego de la derrota de Huaqui, el jefe realista Goyeneche se
dedicó a sofocar la rebelión de Cochabamba
.El nuevo jefe del ejército del Norte. Pueyrredón, auxilió a los
cochabambinos con 800 hombres al mando de Díaz Vélez,
quien atacó a los realistas desde Tupiza y, después de dos
combates librados en Nazareno (Enero y Febrero de 1812),
logró aliviar la presión sobre Cochabamba.
En la primera acción de Nazareno, la vanguardia patriota al
mando de Dorrego sólo perdió tres hombres, en tanto los
españoles sufrieron catorce bajas, dos heridos graves y seis
prisioneros

67
Los otros dos escuadrones participaron en el sitio y toma de Montevideo.
73
En esta acción murieron el Capitán Francisco González
Balcarce y su primo Lucas Balcarce, ambos Blandengues
que habían combatido en Suipacha y Huaqui.
Posteriormente a estas acciones, el gobierno aceptó la
reiterada renuncia presentada por Pueyrredón,
reemplazándolo por Manuel Belgrano (marzo de 1812).
El 3 de septiembre de 1812, los Dragones de la patria se
destacan en el combate de Las Piedras, defendiendo la
retirada estratégica de Belgrano conocida como “éxodo
jujeño”.
Por esta acción el cuerpo se hizo acreedor a la “Medalla del
Río de las Piedras”, conferida por el Gobierno en septiembre
de 1812.
En 1813, después de Salta, la caballería estaba formada
ahora por el Regimiento de Caballería de Línea del Perú,
creado por Belgrano en marzo de 1813, sobre la base de los
viejos Dragones de la Patria, al mando del coronel Diego
Balcarce En abril de 1814 pasaron a llamarse Dragones del
Perú.
Después de Vilcapugio, la caballería patriota quedó reducida
a los restos de los Dragones del Perú, con sólo 195 hombres
al mando de Diego Balcarce y la "división de Cochabamba" de
Cornelio Zelaya, con 479 hombres de ambas armas.
Los Dragones del Perú, marcharon con Belgrano hacia Salta.
Después de Sipe-Sipe los Dragones del Perú se hallaban
disminuidos y el 3 de septiembre de 1816 se fusionaron con
los dos escuadrones de los Dragones de la Patria y formaron
los Dragones de la Nación al mando de Cornelio Zelaya.
Tenía 38 oficiales y jefes, 22 sargentos, 8 trompetas, 31 cabos
y 344 dragones.
Permanecieron éstos en el Ejército del Norte hasta la
sublevación en Arequito, en 1820.
Posteriormente, a la disolución del ejército del norte,
marcharon a Córdoba con Juan Bautista Bustos y
participaron de las guerras civiles argentinas...

74
- En el ejército de los Andes...
Los Blandengues del Fuerte San Carlos, que custodiaban la
frontera sur de Mendoza participaron en la gesta libertadora
de Chile encabezada por José de San Martín. Les cupo el
honor de cruzar la cordillera de los Andes formando parte de
una pequeña expedición, por el paso del Portillo (al sur de
Mendoza).
El Jefe de la expedición fue el Capitán de Caballería José
León Lemos. El objetivo que el Libertador le encomendó fue el
de distraer la atención de las fuerzas enemigas
reconcentradas en la Capital y hacer creer que por ese Paso
seguían otras fuerzas enemigas, para así dispersar a los
realistas en la custodia de posibles pasos de invasión.
La expedición debería partir del Fuerte de San Carlos a fines
de 1816. Contaba con los siguientes efectivos: 25
Blandengues reforzados – en noviembre de 1816- con 30
milicianos. 68
El Capitán Lemos recibió la orden en septiembre de 1816 de
marchar con el efectivo que constituía la guarnición y se
estableciera en el Valle de Los Chacayes; en noviembre se
inicia el tráfico entre Mendoza y Santiago.
No se ha podido conocer el día exacto en que la Expedición
cruzó la cordillera. La primera comunicación recibida por el
Intendente de Cuyo (7 de Febrero), informaba que ese mismo
día había tratado de sorprender a la Guardia de San Gabriel y
que fracasó en su intento a causa de un temporal.
Luego Lemos acampó en Los Piuquenes y posteriormente se
unió a San Martín, continuando la campaña en Chile con el
resto de las fuerzas sanmartinianas. 69

68
Lemos, con este pequeño contingente debía invadir por el camino del Portillo.
Sus instrucciones le prevenían "proporcionar las marchas en términos que el 4 de
febrero antes de romper el día, quede sorprendida la guardia de San Gabriel, en el
camino del portillo", y era su objeto "hacer entender al enemigo que todo el ejército
marcha por el Portillo". Salvado este paso, practicó el cruce de la cordillera por el
boquete de Piuquenes; las malas condiciones del tiempo le impidieron copar las
fuerzas enemigas, cual era su propósito y así ésta pudo escapar..
69
Julio Olmos Zacate. Las seis Rutas Sanmartinianas. Bs. As 1978. I. N.
Sanmartiniano (2° ed.) Pág. 6,7-12.
75
- En la Provincia de Buenos Aires...
A raíz de los sucesos de Mayo de 1810, la frontera de Buenos
Aires quedó despojada de la seguridad que otorgaban los
Blandengues, ya que su transformación en regimiento de
Caballería de la Patria y su participación en las distintas
campañas militares, lo alejaron de su misión original; ya no
eran un regimiento fundador y poblador, sino un regimiento
de línea.
Los fortines y Guardias, fueron ocupados por milicianos.
En el mes de junio de 1810, el Coronel Olavarría – como jefe
de la frontera- informaba que los indios cometían
depredaciones en la frontera de salto por falta de los
Blandengues.
Por ello, la Junta Provisional le informaba que a la brevedad,
pondría “remedio restablecido que sea en sus respectivos
fuertes el cuerpo de Blandengues del cargo de V.M.”.
Más, aquellos Blandengues no volvieron a la frontera ya que
su destino marchó hacia Paraguay o hacia el Alto Perú. Es
más, las armas, cañones y municiones que estaban
destinados en los fortines, fueron requisados por el gobierno
para abastecer a la expedición que Belgrano estaba armando
para concurrir al Paraguay.
Por razones de enfermedad, Olavarría – que estaba destinado
con el regimiento de Caballería de la Patria- a participar en la
expedición al Paraguay, renunció a la Comandancia de
Fronteras en julio de 1810.
En 1810, el Coronel Pedro Andrés García70, en el informe de
su Expedición a Salinas Grandes expresaba:

70
Nació en Caranceja (España) en 1758. Se incorporó en 1776 a las fuerzas de
Cevallos, primer virrey del Río de la Plata y capitán de una expedición a la Colonia
del Sacramento. Allí alcanzó García el grado de Alférez de Ingenieros. En 1780
revistó como Capitán Graduado de milicias regladas de Infantería, en 1783 como
Teniente del Regimiento de Infantería de Buenos Aires y en 1787 como Capitán de
esa unidad. En 1807, durante la invasión inglesa, al mando del Tercio de
Cántabros obtuvo la rendición de los ingleses que habían tomado el convento de
Santo Domingo. Por decreto del 13 de junio de 1809, ascendió a Coronel.
76
“... Esta frontera principal y fuerte de su Guardia, situado en
un bajo, y a la orilla oriental del río llamado de Luján, está
detallado en un bañado o terreno pantanoso, que ha podido
afirmarse algo con el frecuente piso; pero los dos baluartes o
terraplenes que ha tenido, no pueden defender la población
que le rodea por el este, sin destruirla, y por los demás rumbos
tampoco se puede ofender al enemigo, sino a muy corta
distancia.
En el día no se ven más que ruinas, así en los fosos y
estacadas como en los baluartes y edificios, de adobe crudo y
techos de paja casi inservibles, especialmente las cuadras de
la tropa, y todo está igualmente ruinoso; debiendo al actual
Comandante algunos reparos en las habitaciones principales,
para poderse alojar trabajosamente en ellas.
La capilla, que sirve de iglesia a la población, está igualmente
ruinosa, parte ya rendida al suelo, parte apuntalada, y el resto
sirve, esperando su total destrucción si no se repara...”
Algunos viejos Blandengues y algunos Dragones de la
Frontera reforzaron a los milicianos, estos últimos, poco
afectos al servicio de las armas.
Reiteraba Pedro Andrés García, a principios de 1816 que “
...La nulidad absoluta de las que llamamos guardias, es tan
notoria a todos, que nadie deja de conocer, que ya no les ha
quedado más que el nombre de que lo fueron, pues ellas no
tienen dotación de tropa, armas ni trincheras. ..”

El 9 de junio de 1810 la Primera Junta le otorgó el mando del Regimiento 4 de


Infantería y lo comisionó para investigar el estado de las fortificaciones de la
frontera con el indio. El 9 de septiembre, fue designado comandante de la
expedición que anualmente se dirigía a las Salinas Grandes. García logró anudar
una buena relación con algunas parcialidades indígenas. El 26 de noviembre de
1811, presentó al Triunvirato una memoria acerca de ese viaje. En marzo de
1816, propuso al Directorio un plan de fronteras con el acento en procedimientos
para pacificar y civilizar a los indios.
El 15 de julio de 1819, remitió desde Luján un informe sobre la necesidad de
establecer una guardia en la Laguna de Palantelén. En 1821, el gobierno le
encomendó el mando de una comisión científica que debería considerar las
posibilidades de adelantar la línea de frontera. El 6 de marzo de 1822, García
partió hacia el sur de Buenos Aires y, pudo confirmar los tratados de paz con
algunos jefes pampas y huilliches. Murió en Buenos Aires el 21 de abril de 1833.
77
- Disolución del Regimiento de Caballería de la
Patria
El 30 de diciembre de 1811, el Triunvirato ordena que el
Regimiento de Caballería de la Patria retorne a su función
original de custodia de la Frontera de Buenos Aires mas, en
los primeros días de enero de 1812, el regimiento fue enviado
a Rosario para sostener las baterías que se estaban
construyendo en las barrancas del Paraná para protección de
las costas (a la postre, serían las baterías “Libertad” e
“Independencia”).
La tropa marchaba al mando del Capitán Diego González
Balcarce, pero en el trayecto se produjo la deserción de gran
parte de la misma. A fines de ese mes de enero de 1812, el
Gobierno decretó la suspensión de todos los oficiales que
comandaban el Regimiento (incluido Balcarce) y la disolución
del cuerpo.
Luego de un sumario, el 8 de abril de 1812, se rehabilitó para
el servicio a Balcarce y todos los oficiales del regimiento, pero
el mismo no fue recompuesto.
Sin embargo, no es de descartar que algunos viejos
Blandengues hubieran participado de la gloriosa jornada del
27 de febrero de 1812 en las barrancas del Paraná y las
baterías “Libertad e Independencia” ya que en oficio del 8 de
febrero de ese año fechado en Rosario, Belgrano informa al
Triunvirato que “ aquí se halla el regimiento de Caballería
de la Patria y en atención a su poca fuerza, solo he ordenado
que continúe dando la guardia a la pólvora y envíe al salir y
ponerse el sol, dos partidas que hayan de celar la costa hasta
el arroyo Frías, dos leguas al sur, en que hay un buen puerto
de desembarco,...”71

71
Pucci, Julia Marta "Manuel Belgrano. Cartas y otros escritos" Edit. Santiago.
Santiago de Chile, 1994. Fuente documental en AGN sala X,3-10-3.Ejército
Auxiliar del Perú (enero-junio)
78
- Nuevamente Pedro Andrés García
En marzo de 1816, el Coronel Pedro Andrés García propone al
gobierno volver al esquema original de los blandengues
pobladores y fundadores ya que “De este modo se borrará la
inhumana memoria que aún conservan, del modo con que se
arrastró y arrojó en los campos a aquellos que se llevaron
violentamente a poblar las antiguas guardias; porque además
de haberles faltado en darles terrenos en propiedad para sus
labranzas, fueron sacrificados muchos a manos de los infieles,
y los que aún se conservan, si no son feudales o reconocen
pensión, son arrojados con sus familias y haciendas de los
terrenos, que han bañado con su sangre para defenderlos...
La misma desgraciada suerte han corrido los soldados
blandengues, que fueron destinados a aquellas guardias,
porque es cosa demasiado cierta y averiguada, que en falta de
las propiedades que arraigan a los hombres y familias, en
cuanto termina la ocupación que les da su subsistencia, vagan
por las campañas con la misma facilidad que lo hacen los
árabes o los pampas. Esta experiencia tiene menguada
sobremanera nuestra campaña, y es la razón porque el
soldado debe ser al mismo tiempo vecino y propietario, con
documento fehaciente, para que pueda él y sus descendientes
quedar a cubierto de la codicia de los pudientes. ”
Y luego exponía un plan para el avance de las fronteras
hasta el Río Colorado, siguiendo el modelo de los viejos
Blandengues: “...debiendo establecerse un fuerte y población
al pie de la primera sierra, que sirviendo además de apoyo
como primer punto del camino militar, fuese almacén de víveres
al siguiente para la continuación de esta obra; y entre tanto
completar el número de las cuatro compañías que habían de
formar la fuerza detallada, ponerse en disciplina conveniente,
y provisión de caballos de sus propiedades, con todo lo demás
concerniente a imponer el respeto necesario, y sucesivamente
deprimir, si fuese necesario, su animosidad hasta fijarse en la
confluencia del Río Colorado. Formada esta línea militar y de
defensa con las cuatro compañías veteranas de a 125
79
hombres, fuerza suficiente a poner respeto a este enemigo, se
conseguiría con seguridad (habiendo vigilancia) situar otras
tantas poblaciones, que a favor de la bondad de sus terrenos y
de la exportación de sus frutos, que puede hacerse por
diferentes puntos, bien presto alternarían con las subalternas
de primer orden, y les aventajarían por los ramos particulares
a ellas mismas que les harían progresar....”

80
- Otra vez los Blandengues
En las cercanías de la actual ciudad de General Juan
Madariaga, se habían instalado, en tierras adquiridas a los
indios: Don Julián Martínez de Carmona con "Los Talas" y
Don Francisco Ramón Mejía con "Miraflores", cerca de la
laguna Kakel Huincul y Don Ramón Lara, capitán de milicias
y ganadero.
Los estancieros con apoyo financiero de Ramos Mejía y
Martínez de Carmona, encomiendan a Lara la organización de
una guardia. Este junta alrededor de cincuenta gauchos que
se acantonan en uno de los puestos de la Estancia
"Miraflores".
Por Decreto del Gobierno del 15 de febrero de 1816, la
guardia de Kakel Huincul (que era la compañía de milicias
destacada al sur del Salado a órdenes del capitán Ramón
Lara) es convertida en "Compañía Veterana de Blandengues
de Frontera" que luego es oficializada como Regimiento de
Caballería de Blandengues de Frontera, por decreto del 6 de
diciembre de 1816.
Según el decreto, el regimiento era de la “clase de caballería
ligera” debía contar con "cuatro escuadrones de a dos
compañías, teniendo además - un escuadrón- dos piezas
volantes de a dos servidas por el personal del mismo cuerpo
bajo la dirección de un oficial de artillería".
El total de efectivos del regimiento debería ascender a 1023
hombres. Su armamento consistiría en carabina, una
pistola, sable y canana con 21 cartuchos, sin más carga que
la correa de ésta que habría de servir también de cinturón o
porta- espada. 72
La misión asignada era la misma que en 1752: la custodia de
la frontera con el indio en la provincia de Buenos Aires pero,
el artículo 21 del Decreto de creación establecía que “Cada
uno de estos escuadrones formará un pueblo”73.

72
Raone, Juan Mario. "Fortines del desierto". Edit. Lito, Bs. As. 1969
73
Pedro de Angelis, comentaba en diciembre de 1838, respecto de este plan del
Coronel García “Este método sería tanto más acertado entre nosotros, cuanto que
tenemos que cubrir una inmensa extensión territorial, escaseando los recursos
81
El uniforme asignado, también fue el mismo, aunque en
enero de 1817 sufrió alguna modificación: se le incorporó una
gorra de suela con escudo para usar en uniforme de parada,
mientras que el sombrero persistiría para el servicio de
campaña.
Para julio de 1817, el regimiento contaba solo con 18 oficiales
y 242 individuos de tropa y en vez de avanzar sobre la
frontera hasta la sierra de Tandil, fue destinado a la custodia
del depósito de prisioneros realistas en Las Bruscas 74 y de
los fuertes de Kaquel Huincul 75 y Chascomús.
En 1818 los Blandengues de Lara tuvieron un encuentro con
los indios del cacique Negro, que abandonaban Mar Chiquita
con un importante arreo.
50 Blandengues y 200 milicianos del partido del Tordillo,
persiguieron a los indios hasta la Sierra de la Tinta,
recuperando gran parte de los animales maloneados.
El mismo año, un decreto del Director Supremo Pueyrredón,
autoriza al capitán Ramón Lara a fundar la ciudad de
Dolores.
Luego, su tropa fue destinada a reforzar la división del
coronel Hortiguera que marchó a Santa Fé a luchar contra los
caudillos, en la expedición de Juan José Viamonte y los
Blandengues de las Bruscas fueron reemplazados por un
cuerpo de negros libertos de Buenos Aires, lo que ocasionó
serios problemas con los naturales del lugar ya que se

para alimentar los cuadros del ejército, mientras que sobran arbitrios para fundar
nuevas poblaciones en los puntos más vulnerables de la campaña, dotándolas con
las tierras de propiedad pública. De este modo se convertirían en campos fértiles
los vastos desiertos que nos circundan, y se libraría el erario del peso intolerable
de las milicias, que desde algunos años gravitan sobre las rentas ordinarias de la
provincia a la par de los cuerpos de línea. Volveríamos a la institución de los
blandengues, por donde hemos empezado, y que eran lo que son ahora los
soldados agricultores de las colonias rusas, y los habitantes de los distritos
militares de Hungría y Transilvania. ”
74
O Santa Elena como la denominó el Directorio a partir de octubre de 1817. En
este lugar se hallaban prisioneros españoles provenientes de Montevideo,
realistas del interior del país y prisioneros realistas de la Batalla de Maipú. El
“depósito” estaba ubicado a unos 3 kms. al N.N.O. de la actual ciudad de Dolores.
75
“Kaquel huincul”. Caquel o Cacùl, significa atravesada/o, y Huincul, cerro,
lomada, loma, también empleado para el término espinazo. Se debería leer como
lomas atravesadas
82
oponían al retiro de los Blandengues, por considerarlos
garantes del cumplimiento de los pactos firmados con “el
blanco”.
En 1819, es nombrado el Brigadier Cornelio Saavedra como
delegado Directorial para mejorar las defensas de la frontera.
En esta función, Saavedra propone una nueva reorganización
de los Blandengues a cuyo fin debía crearse el “cuerpo con
ocho compañías destinadas a los fortines de Chascomús,
Ranchos, Monte, Luján, Salto, Rojas, Mercedes y Melincué por
ser las zonas pobladas más amenazadas de ala campaña.
Los núcleos de esas compañías serían dados por el
escuadrón de Blandengues de guarnición en Santa
Elena”76
En abril de 1819 el Directorio aprobó el proyecto de Saavedra
respecto de la recreación de los Blandengues y en septiembre
de ese año se reestructura la organización militar de la
frontera, en 3 regiones militares: la n° 1 a cargo del Gral.
Juan Ramón Balcarce, la n° 2 a cargo del Brigadier Martín
Rodríguez, y la n° 3 a cargo del Coronel Gregorio Perdriel,
ordenándose a Balcarce “levantar a todo esfuerzo el regimiento
de Blandengues y elevarlo al máximo de su fuerza con la
brevedad posible.”77
Las contingencias políticas internas y la caída del Directorio
el 1 de febrero de 1820, luego de la Batalla de Cepeda,
impidieron la formalización de estos planes.
El 12 de abril de 1820, el coronel Manuel Vicente Pagola es
nombrado jefe del regimiento de Blandengues, que participa
bajo sus órdenes en la campaña que el general Soler
emprendió contra el caudillo López, el chileno Carrera y el
Gral. Alvear.
Las tropas de Buenos Aires son derrotadas en la batalla de la
Cañada de la Cruz el 28 de junio. En esta acción, los
Blandengues y los “Colorados” constituyeron el ala derecha
del ejército porteño.78

76
Raone, Juan.”Fortines del desierto” Bs As 1969
77
Raone, Juan. Ídem anterior
78
Yaben Jacinto R. “Biografías argentinas y sudamericanas”. T. III
83
En septiembre de 1820, estalla en Buenos Aires una
revolución contra el gobernador Martín Rodríguez,
encabezada por el Coronel Manuel Pagola. Entre las fuerzas
que cuentan los revolucionarios a su favor, está el regimiento
de Blandengues.
Juan Manuel de Rosas y sus “Colorados” intervienen en la
revolución a favor del gobernador y los revolucionarios son
derrotados el 5 de octubre de 1820.
Asentado el gobierno de Martín Rodríguez, y como represalia
por haber participado en la revolución, el cuerpo de
Blandengues fue nuevamente disuelto por decreto del 1 de
noviembre de 1820 y sus restos fueron incorporados al
cuerpo de Húsares de Buenos Aires y al de los Húsares del
Orden.79
El 3 de diciembre de 1.820, una horda de indios al mando
del cacique Llanquetruz, acompañado por las fuerzas
militares comandadas por el caudillo chileno José Miguel
Carreras prácticamente destruyen el pueblo de Salto,
matando, cautivando niños y mujeres y cometiendo las más
terribles atrocidades .
Dos mil lanzas capitaneadas por Llanquetruz y Carreras
fueron responsables de que 300 personas fueran sacrificadas,
el pueblo de Salto destruido y sus inmediaciones
desvastadas. Dicho malón, se había organizado en las orillas
de la laguna "El Chañar" cuarenta y ocho horas antes, y
luego de haber arrasado otras poblaciones a partir del 27 de
noviembre como Lobos, Chascomús y Rojas
El parte elevado al gobierno por el jefe interino de Fronteras,
Cnel. Manuel Correa a cargo de la Guardia de Luján,
expresaba: “ El comandante del fuerte de Areco D. Hipólito
Delgado en oficio datado hoy me dice lo que sigue.- Acaban de
llegar a este punto el cura del Salto D. Manuel Cabral, D. Blas
Represo, D. Andrés Macaruci, D. Diego Barruti, D. Pedro
Canoso, y otros varios, que es imponderable cuanto han
presenciado en la escena horrorosa de la entrada de los indios
79
Según el decreto de Martín Rodríguez, “El Regimiento de Dragones de línea y
cuerpo de Blandengues de esta frontera, queda extinguido. Sus individuos, de
sargento inclusive, que se hallen en esta capital, serán incorporados desde hoy, al
cuerpo de Húsares de Buenos Aires.”
84
al Salto, cuyo caudillo es D. José Miguel Carrera, y varios
oficiales chilenos con alguna gente, con los cuales han hablado
todos estos vecinos, que en la torre se han escapado. Han
llevado sobre trescientas almas de mugeres, criaturas & c.
Sacándolas de la Iglesia, robando todos los vasos sagrados,
sin respetar el copon con las formas consagradas, ni dejarles
como pitar un cigarro en todo el pueblo, incendiando muchas
casas, y luego se retiraron tomando el camino de la guardia
de Rojas; pero ya se dice que anoche han vuelto a entrar al
Salto...”.
Los "Escritos Históricos" de Pueyrredón aportan: "... La
guarnición capituló a condición de que se dejara salva la vida
en el campanario y en el fuerte y habiendo cesado toda
resistencia, comenzó la escena de la disolución; el degüello y el
saqueo, el incendio, los crímenes contra el pudor perpetrados
en la calle pública, las abominaciones mas sacrílegas en el
templo....”
En la defensa contra estos ataques, estuvieron presentes
hombres que habían pertenecido o pertenecían aún a los
Blandengues, muchos de cuyos cadáveres fueron inhumados
recién 8 de septiembre de 1821 cuando se sepultaron – en la
capilla de Salto - conjuntamente cincuenta y seis víctimas de
los indios, incluido el comandante del fortín de Lobos, don
José Pellegrin.
El gobernador Martín Rodríguez, partió el 15 de diciembre de
1820, desde Buenos Aires con 1.600 hombres, para
escarmentar a indios que habían atacado Salto, pero el
resultado de esta expedición fue negativo.
En el año 1821 se crea la Compañía de Blandengues
Veteranos del Cuerpo de Hacendados, con la misma
jurisdicción que la guardia de Kakel Huincul y el 20 de abril
de 1822, con los efectivos de Húsares del Orden y todas las
plazas de carabineros de caballería de Campaña, vuelve a
crearse el Regimiento de Blandengues, con asiento en la
Guardia del Monte para prestar el servicio de custodia de la

85
frontera, bajo el mando del Coronel Domingo Soriano
Arevalo.80
El uniforme mantuvo las características generales del de los
viejos Blandengues: chaqueta azul con vivos colorados,
chaleco colorado y pantalón azul, sombrero redondo con
penacho rojo o encarnado.
El cuerpo participó en la expedición fundadora del fuerte
Independencia81 dirigidos por el Coronel Domingo Arévalo, el
Comandante Mariano Miller y el Mayor Mariano García.
Tenía 2 abanderados un capellán, 6 Capitanes, 10 tenientes
primero, 5 alféreces y 519 individuos de Tropa
En esta expedición, murieron el Teniente Coronel Mariano
Miller (Blandengue), el Sargento Mayor Juan Valerio
Bulevsky82, los capitanes Lucas Bott83 y Lorenzo Ferrer
(Blandengues), el teniente Julián Montes, el porta estandarte
Mariano Alvendin (Blandengue) y dos cornetas (Blandengues)
víctimas de una trampa tendida por los aborígenes, al
simular que pretendían parlamentar, ofreciéndose los
nombrados como rehenes hasta que se concretara el
parlamento.
A la vista de todo el ejército expedicionario, los rehenes
fueron muertos por la indiada “a bola y lanza” en un lugar
cercano a la Sierra de la Tinta (a 12 Km. de Tandil) en la
laguna que se conoce actualmente como “de la perfidia”.
En la expedición al desierto de 1823/24 - compuesta de
2400 hombres - organizada por el gobernador Martín
Rodríguez, y comandada por el General José Rondeau, el
regimiento participó con 330 hombres que salieron de la

80
Domingo Soriano de Arévalo. Militar argentino (1783-1834). Participó en las
luchas por la Independencia a las órdenes de Belgrano en el Ejército del Norte.
Posteriormente en la lucha de fronteras a cargo del regimiento de Blandengues y
en las distintas campañas contra los indios.
81
Fuerte Independencia: actualmente ciudad de Tandil. La plana mayor de la
expedición estaba integrada por, José Rondeau, Gral. en jefe, el mayor Juan
Valerio Bulevsky, los ingenieros teniente coronel Ambrosio Crámer, el teniente
coronel Juan José Salses y el capitán José María de los Reyes.
82
Participó en los ejércitos de Napoleón y en 1818 ingresó al Ejército de los Andes.
Dado de baja a raíz de la “conspiración de los franceses”.
83
Guerrero de la independencia, participó en la campaña libertadora a Chile
integrando los Granaderos a Caballo.
86
Guardia del Monte y 200 hombres más que se unieron a la
columna principal de la expedición84, que partieron de la
guardia de Kakel Huincul al mando del teniente coronel
Miguel Caxaraville.85

84
Según el coronel Manuel A Pueyrredón, la expedición estaba formada por los
Húsares de Buenos Aires (al mando de Federico Rauch), los Húsares Dragones
de Anacleto Medina y Morel, las Milicias de Caballería de los coroneles Sayós e
Inarra, los Colorados de las Conchas de José María Videla, el batallón n°1 del
coronel Correa, Milicias de infantería montada y el Regimiento de Blandengues. En
las notas a esa Memoria, A.J. Carranza aclara que la fuerza se componía por los
Húsares de Buenos Aires, los Blandengues, la caballería patricia, el escuadrón de
Colorados, los voluntarios de la campaña y el batallón de cazadores de infantería.
85
Miguel Caxaraville, guerrero de la independencia que realizó las campañas
libertadoras sanmartinianas en el Regimiento de Granaderos a Caballo.
87
- 25 de Mayo y Blanca Grande

En enero de 1825, los Blandengues al mando del coronel


Mariano Ibarrola, se enfrentaron a un malón en Los Campos
de Belseru; en los primeros días de abril de 1825 en la
Laguna de Gómez y luego en las lagunas del Saladillo,
derrotaron a un poderoso malón de 1500 indios, que
regresaba con hacienda robada, recuperando todo el ganado
que arreaban los indios.
A mediados de ese 1825, el gobernador Gregorio de Las
Heras, dada la posibilidad de una guerra con Brasil, buscó la
mediación pacifista de Juan Manuel de Rosas
encomendándole un tratado de paz y limitación de
"fronteras".
Rosas, que hablaba las lenguas indígenas y era respetado y
estimado por los caciques, consiguió reunirlos en diciembre
en un gran "parlamento" junto a la laguna del Guanaco.
Tuvo un notable triunfo diplomático pues los indios
reconocieron la soberanía Argentina, juraron la bandera azul
y blanca y se comprometieron a cesar en sus malones y
rechazar una posible invasión brasileña, a cambio de una
ayuda anual de azúcar, alcohol y carne de yegua que les
pasaría el gobierno.
Quedó señalada la nueva "frontera": de Bahía Blanca a la
laguna del Potroso (Junín), pasando por el volcán (cercanías
de Balcarce), Tandil y Cruz de Guerra (25 de Mayo).
Se ganó, por lo tanto, toda la extensión entre la vieja línea y
la Sierra, abriéndose posibilidades de llegar a Bahía Blanca.
Por decreto del 10 de julio de 1826, el regimiento para a ser el
número 6 de la Caballería de Línea manteniendo las
características del uniforme: chaqueta azul con vivos granas
en el contorno, cuello azul con vivos granas, chaleco grana y
un gorro azul con vivos granas.
Su asiento estaba en Chascomús y seguía comandado por el
coronel Domingo Arévalo.

88
El decreto establecía que: "Los Regimientos de Caballería
denominados hasta ahora Húsares, Blandengues y Coraceros,
formarán los números 5, 6 y 7 en el orden en que van
señalados"
Un decreto de Rivadavia del 27 de septiembre de 1826,
dispuso que a la brevedad se establecieran tres puntos
fortificados en la frontera: Blanca -Blanca Grande en el
partido de Olavarría, - Cruz de Guerra – en el actual partido
de 25 de Mayo- y del Potroso – actual partido de Junín.
Se nombró comandante de la expedición – para la fundación
del Cruz de Guerra- al Sargento Mayor agregado al
regimiento 6 de Caballería de Línea don Julián Perdriel, de la
Guardia de Lobos.
La expedición partió- integrada por 86 Blandengues del 6
de caballería de línea, con 5 oficiales, 100 milicianos del 2
de Caballería con 4 oficiales y 5 artilleros, acompañando al
agrimensor francés Narciso Parchappe, desde Las Saladas -
actual partido de Suipacha- y procede a la fundación del
fuerte 25 de Mayo, en la Laguna Cruz de Guerra.
Este fuerte se mantuvo con dotación de Blandengues hasta
enero de 1829 en que prácticamente fue abandonado,
refundado en 1831 y comandado por el mayor de
Blandengues Mariano Espinoza.
En 1835 el lugar es abandonado y la tropa es trasladada a la
laguna de las Mulitas, formando allí un cantón, núcleo
fundacional de la ciudad de 25 de Mayo.
Mientras tanto, en cumplimiento de las mismas órdenes, el
Coronel Mariano García partió de San Miguel del Monte en
febrero de 1828, acompañado por una parte del Regimiento
6 de Caballería, una compañía del Regimiento 3 y una del
Regimiento 1 a fin de proceder a la fundación del fuerte de
Blanca Grande.
En poco tiempo se construyó un reducto rectangular con
espaldas a la laguna de Blanca Grande y un zanjado
alrededor con capacidad para más de 1200 hombres.
Quedó allí en guarnición, una dotación de más de 80
Blandengues del 6 hasta fines de 1829, en que el fuerte fué
desalojado por orden del gobierno provincial. El epicentro del
sistema de defensa en la zona, se desplazaría unos 50
89
kilómetros hacia el este con la fundación del Cantón de
Tapalqué, en 1831.

90
- En las guerras civiles y las campañas al Desierto

El regimiento actuó en las campañas al desierto comandadas


por el coronel Federico Rauch: el 25 de octubre de 1826:
Rauch partió con 800 hombres desde Toldos Viejos (50
kilómetros al suroeste de Dolores) entre los cuales se
hallaban los Blandengues del 6, para escarmentar a los
indios autores de malones recientes.
En una semana la tropa llegó a destino y derrotó a la tribu
del cacique Mulato matándole 200 indios y rescató 16.000
cabezas de ganado maloneadas por los aborígenes.
En Noviembre de 1826 se inició otra campaña con 1.200
hombres de los Regimientos de Caballería de Línea 5, 7 y los
Blandengues del 6, y tuvo el mismo objetivo que la anterior.
Rauch se instaló en las cercanías de Tapalqué esperando que
pasara un malón de indios chilenos.
Rauch recibió autorización del gobierno para pactar con
indios amigos ubicados cerca de bahía Blanca, tehuelches
comandados por el cacique Negro y los pampas de Catriel.
Unidas ambas fuerzas, la expedición de Rauch alcanzó a
1700 hombres por lo que los enemigos se desbandaron.
Lanzado el ejército en persecución de los fugitivos, el 3 de
enero del 1827 le dió alcance cerca de la laguna Epecuén y se
trabó un combate salvaje de ambas partes.
En una extensión de 6 leguas, quedaron los cadáveres de los
indios hasta que la tropa debió suspender la persecución por
falta de caballos.
Regresando hacia la Sierra de la Ventana, encontró
acampadas a las tribus de los caciques rebeldes Nequelepe y
Patraqua por lo que las atacó.
Los indios se defendieron bravamente y fueron retrocediendo
hacia la cima de la Sierra combatiendo hasta que no quedó
ninguno en pié: los soldados habían entrado a la sierra
cuerpo a cuerpo, cuchillo en mano. (7 de enero de 1827).
La campaña terminó a fin de enero de 1827, con el objetivo
logrado.

91
Ambas campañas contribuyeron a que se estableciera la
frontera desde Melincué, por Junín, 25 de Mayo y
Tapalqué, hasta Cabo Corrientes, tal como se había
planeado en 1825.
A fines de 1828 el regimiento de Blandengues fué disuelto y
parte de sus plazas pasaron a engrosar el Regimiento de
Coraceros del coronel Anacleto Medina.
Sin embargo, las memorias del coronel Prudencio Arnold
destacan que los Blandengues subsistían en 1829 ya que
describe su participación en el combate de las Vizcacheras,
donde perdiera la vida el coronel Federico Rauch (28 de
marzo de 1829)
Cuenta Arnold que el mencionado combate se desarrolló
entre fuerzas unitarias y federales, las unitarias comandadas
por Rauch, compuestas de alrededor de 600 hombres, y las
federales con más o menos la misma cantidad de efectivos.
En su libro "Un soldado argentino", detalla que "en tales
circunstancias el enemigo se avistó. Sin tiempo que perder,
formamos nuestra línea de combate de la manera siguiente: los
escuadrones Sosa y Lorea formaron nuestra ala derecha,
llevando de flanqueadores a los indios de Nicasio; los
escuadrones Miranda y Blandengues 86el ala izquierda y
como flanqueadores a los indios de Mariano; el escuadrón
González y milicianos de la Guardia del Monte al centro, donde
yo formé".
Rotas las hostilidades, Rauch arrolló el centro de los
federales y se empeñó a fondo – según el relato de su
adversario- sin percibir que sus dos alas eran derrotadas.
Se distrajo y pronto se vio rodeado de efectivos a los que
supuso suyos.: "cuando estuvo dentro de nosotros, reconoció
que eran sus enemigos apercibiéndose recién del peligro que lo
rodeaba. Trató de escapar defendiéndose con bizarría; pero los
perseguidores le salieron al encuentro, cada vez en mayor
número, deslizándose por los pajonales, hasta que el cabo de
Blandengues, Manuel Andrada le boleó el caballo y el indio
Nicasio lo ultimó... Así acabó su existencia el coronel Rauch,

86
80 Blandengues de la guarnición de Blanca Grande. (“laguna Blanca”)
92
víctima de su propia torpeza militar". A raíz de su acción,
Andrada fue ascendido a alférez.
A cargo del coronel Mariano García, el Regimiento 6 participa
en la batalla de Puente de Márquez (abril de 1829) donde
Lavalle es derrotado por las fuerzas Federales de Rosas y
López, a favor de éstos últimos.
En abril de 1830, un escuadrón de Blandengues integra una
división con el regimiento 4 de milicias, el número 5 de línea
(Húsares) y un contingente de 600 milicianos santafesinos
que, al mando del Coronel Angel Pacheco, derrota a los indios
en la “Campaña al Salado” (10 de abril) Por este hecho se
otorgó a oficiales y tropa, una medalla recordatoria 87
El 17 de enero de 1832, sobre la base del regimiento 2 de
Caballería se crea nuevamente el Regimiento de
Blandengues con guarnición en Bahía Blanca. El uniforme
consistió en chaqueta azul con cuello y vivos colorados,
chiripá de paño grana y gorro de manga.
Ese mismo año se le encomendó una expedición punitiva
contra el cacique Huaquen –por haber quebrantado sus
acuerdos con el gobierno, “por asesino y ladrón”.
El cacique mencionado tenía sus toldos en el Arroyo del
Gualicho.
Huaquen fue alcanzado en la Cabeza del Zorro y murió junto
con varios de sus lanceros, se le aprisionaron 70 hombres y
se les arrebató toda la caballada.
El 2 de abril de 1833, el regimiento participó en el combate de
Tapalqué y formó parte de las tropas en la campaña al
desierto comandada por Rosas.
Al concluir la misma, el Restaurador sugiere al Gobierno de la
Provincia guarnecer los fuertes Argentino 88 y Carmen de
Patagones con Blandengues (300 y 200 respectivamente)

87
El decreto respectivo que lleva fecha del 23 de julio del mismo año, acordaba
una medalla de oro, con una palma y un laurel, para el comandante. En el medio la
inscripción:” A los vencedores sobre el Salado el 10 de abril de 1830. ” Los
jefes y oficiales usarían la misma, de plata. Los sargentos, cabos y tropa, en el
brazo izquierdo, un escudo de metal amarillo con igual diseño
88
En realidad Rosas se refería a la “Fortaleza Argentina” (Bahía Blanca) ya que el
fuerte argentino fue fundado posteriormente y se encuentra en el actual partido de
Torquinst.
93
además de dejar más soldados en Federación (Junín) 25 de
Mayo, Tapalqué y Azul.
El decreto respectivo rezaba, en sus artículos: “4.- El
regimiento de Blandengues será puesto sobre el pie de
organización y fuerza que está determinado para los de
caballería en servicio activo; y en su uniforme será, con las
modificaciones que el gobierno estime dictar, el que
usaban los antiguos Blandengues.
5.- El nuevo cuerpo de Blandengues será considerado
como guarnición permanente en la Guardia Argentina en
Bahía Blanca, y no podrá ser empleado en otro servicio a
otros puntos distintos sino en ocasión de urgencia extrema; en
cuyo caso se consultará que su separación eventual no deje
indefenso el territorio cuya seguridad y protección es su
principal objeto.
6.- En cada una de las compañías del nuevo cuerpo se
considerarán como plazas efectivas dos baqueanos que
gozarán del sueldo de sargentos y servirán para dirigir la
partidas exploradoras o destacamentos que se destinen a la
campaña.
7.- Los individuos de todas las clases del nuevo regimiento,
serán considerados como pobladores de la Guardia Argentina
y optarán en consecuencia a las consideraciones y auxilio que
el Gobierno otorgue a éstos, siempre que reúnan la precisa
condición de casados y que se comprometan a
avecindarse en el territorio de ella, aun después de
concluído el tiempo de su empeño…”
Con fecha 24 de diciembre de 1833 el gobierno aprueba la
finalización de la campaña, el licenciamiento de las tropas y
las recomendaciones de Rosas en cuanto a los fuertes
mencionados.
Como consecuencia, luego de disponer el envío de los
Blandengues a Bahía Blanca y Patagones, dispuso que se
reuniese “…de las fuerzas del ejército, todo hombre que
voluntariamente quisiese engancharse para continuar el
servicio en el Regimiento de Blandengues…”. 300 voluntarios
más, pasaron a reforzar el Regimiento y pasaron a las
dotaciones de los fortines sugeridos por Rosas.

94
Con motivo de la expedición conjunta preparado por el
gobernador de la provincia de Buenos Aires al río Colorado, a
fin de batir a los indios de la Pampa en 1833, también se dio
un decreto de fecha 6 de mayo de 1834, concediendo una
medalla a los participantes.89
En ese mismo año, las tropas de Bahía Blanca (incluídos los
Blandengues de ésa) y las del cacique Venancio Coñuepan,
participan en una acción contra los indios de Calfucurá que
habían asesinado al cacique Rondeau y varios de sus indios.
“En dos corridas hasta la travesía, obligaron a Calfucurá a
huir con sus indios por el camino de Chalileo…sus hombres
rezagados fueron degollados por los perseguidores”90
En octubre de 1834, nuevamente parten las tropas de Bahía
Blanca (300 Blandengues incluídos) y los indios de Venancio
Coñuepan, tropas de Tapalqué y 25 de Mayo contra los
ranqueles de Yanquetruz y los indios de Calfucurá.
La expedición no alcanzó sus fines aunque recuperó 45
cautivos y algunos miles de animales.
En noviembre de 1835, el regimiento participó en una
expedición ordenada por Rosas contra el temido Cacique
Yanquetruz y las tolderías ranquelinas.
El jefe de Fuerte Argentino y el 2° comandante de
Blandengues con asiento en él- coronel Juan Zelarrayán-
reciben la orden de formar la expedición con 500 hombres de
tropa y 300 indios auxiliares de los caciques Venancio y
Melinguer.
Luego de una larga marcha y varios encuentros, regresaron al
fuerte Argentino con 300 indios prisioneros.
Ante una invasión del cacique Cañuquir desde el sur, las
tropas de Bahía Blanca (incluídos los Blandengues)
reforzados por indios amigos, atacaron a los invasores y los
derrotaron. La cabeza del cacique quedó clavada en una pica

89
Esta medalla de honor, llevaba como inscripción: “La Provincia de Buenos
Aires al patriotismo y al valor.” El Comandante de la expedición llevaba medalla
de oro, los jefes y oficiales de plata, y de sargento a soldado, de latón. Aparte de la
inscripción, la medalla lucía un sol radiante orlado de palma y laurel. Se usaba
sobre el pecho, pendiente de una cinta federal.
90
Parte del comandante Zelarrayán, 2° jefe del Regim iento de Blandengues, al
gobernador Rosas, citado por Schoo Lastra en “El indio del desierto”
95
para escarmiento, junto con 650 indios de los suyos,
mientras que se hicieron 600 prisioneros.91
El 25 de 1837, participó en la heroica defensa de Bahía
Blanca cuyo fuerte sufrió un severo ataque de los indios: en
la madrugada de ese día unos 1600 indios de lanza al mando
de los caciques Alón, Melinguer y Milalco atacaron al Fuerte
Argentino, protector y origen de la ciudad de Bahía Blanca,
con el objetivo de apoderarse del mismo.
El Comandante Martiniano Rodríguez, con un escuadrón de
Blandengues y otro de Dragones, más alguna infantería
miliciana y una pieza de artillería, resistió el ataque.
Después de un combate sin cuartel y de varias horas, los
salvajes fueron completamente derrotados y dispersados.
El cuerpo se mantuvo hasta 1852 en la frontera sur, formó
con las fuerzas de Rosas en Caseros, contra el ejército
Grande de Urquiza y luego pasó a depender del Estado de
Buenos Aires.
Por decreto de noviembre de 1853, el regimiento es
transformado en el Regimiento 1 de Caballería de línea
para proteger la Frontera Centro, y su uniforme fue el de
chaqueta y camiseta azul, gorro de paño grana, pantalón y
chiripá azules. Su armamento consistía en carabina, sable y
lanza
En 1855 al mando de los Teniente Coroneles Mariano Salas y
Liborio Muslera formó en el ejército de operaciones que, a
órdenes del Coronel Bartolomé Mitre hizo la expedición a la
Pampa contra las indiadas de Calfucurá, Catriel y Cachul.
Asistió a la batalla de Sierra Chica (30 de mayo de 1855) y al
combate de Tapalqué.
Formó en la División que a órdenes del coronel Emilio Mitre
hizo la nueva campaña contra los indios en el año de 1856,
asistiendo a los combates de Los Huesos y de Chapaleufú; e
hizo la Campaña a las Salinas Grandes en el año siguiente,
asistiendo al combate de La Cañada de los Leones contra la
indiada de Coliqueo (Octubre de 1857) en las inmediaciones
de Melincué, a las órdenes del coronel Emilio Mitre.

91
Parte del comandante de Blandengues Martiniano Rodríguez a Rosas, publicado
en el n° 3944 de la Gaceta Mercantil.
96
- Los tiempos modernos

Los Blandengues de Buenos Aires


Durante la época de la Organización Nacional, formó parte de
las fuerzas de la Confederación Argentina, que al mando de
Urquiza se enfrentaban a Buenos Aires, combatiendo en las
batallas de Cepeda y Pavón.
Por decreto del 15 de enero de 1863 del Presidente Mitre, se
procedió a su reorganización sobre la base del escuadrón de
Caballería de Línea que cubría la frontera norte de Santa Fe.
En marzo de 1864 el cuerpo siguió guarneciendo el cantón de
San Pedro con un escuadrón destacado en el cantón Campos
de Álvarez. En mayo de 1865 todo el Regimiento se concentro
en Cayastacito.
En septiembre de 1874, se incorporó al Ejército del norte que
a órdenes del General Julio Argentino Roca operó en las
provincias de Cuyo contra las fuerzas de la Revolución de
Mitre, comandadas por el general José Miguel Arredondo,
interviniendo en la batalla de Santa Rosa el 7 de diciembre de
1874.
En septiembre de 1878, el Regimiento se trasladó hacia
Buenos Aires para intervenir en los preparativos previos y en
el avance de la línea militar al río Negro en 1879. Participó de
esta expedición, formando parte de la segunda división
comandada por el Coronel Nicolás Levalle
Ya en la capital del país intervino en los sucesos que tuvieran
lugar en junio de 1880, estableciendo su campamento en
Chacarita y otros puntos de la ciudad, quedando asentado en
la Capital Federal a partir de 1882.
En marzo de 1883, el coronel Benjamín Victorica, Ministro de
Guerra y Marina, ordena al Gobernador del Chaco, coronel
Francisco Bosch, la realización de la campaña del Chaco
Austral, cuyos objetivos eran los de “practicar
reconocimientos en el interior del territorio, buscando los
97
puntos más apropiados para situar destacamentos de
ocupación militar y de protección a las colonias y obrajes
establecidos en las márgenes del Paraná”.
La campaña se realizó en tres frentes:
Una fuerzo expedicionaria al mando del coronel Manuel
Obligado se internó en el Chaco partiendo de Reconquista,
entre cuyas fuerzas se encontraba el regimiento 6 de
Caballería.
El coronel Bosch dirigió las tropas que partieron de
Resistencia el día 15 de abril de 1883 y expedicionaron
durante cuarenta y dos días de marchas y combates con los
indios.
La última de las grandes expediciones de ese año 1883, fue
encabezada por el teniente coronel Rudecindo Ibaseta, entre
el 2 de junio y el 1° de septiembre, quien se internó en
territorio formoseño desde Salta, practicando reconocimientos
de las costas del río Bermejo.
A partir de 1884 se pone en ejecución un plan elaborado y
conducido personalmente por el Ministerio de Guerra, coronel
Victorica, tendiente a ocupar militarmente el Chaco y
asegurar definitivamente su incorporación a la jurisdicción
nacional.
El objetivo de la expedición era construir la “línea militar del
Bermejo”, que consistiría en una línea de fortines a ambos
lados del citado río, con lo cual se posibilitará reconocer el
desierto e incorporar al Chaco argentino al dominio efectivo
de la Nación.
Intervienen esta expedición el Regimiento 12 de Caballería
desde el norte de Santa Fe; el Regimiento 9 de Infantería,
desde Resistencia; el Regimiento 10 de Caballería, con asiento
en Salta, que debía penetrar en Formosa, combatiendo a los
indios al norte del Bermejo; los Regimientos 7 de Infantería y
6 de Caballería, con sede en Formosa y a las órdenes del
coronel Fotheringham, Gobernador del Chaco, debían
desplazarse hacia el Este, reconocer el terreno y proteger a
una expedición fluvial que debía llegar desde Bolivia, bajando
el Pilcomayo.
En lo que respecta a Formosa, el coronel Fotheringham
cumplió en 67 días la campaña ordenada; durante la misma
98
tuvo varios combates con los aborígenes, hizo muertos y
prisioneros y dejó fundados fortines “Coronel Villa”, “Coronel
Freire y “Comandante Ipola”.
El balance de la campaña de 1884 fue sumamente
satisfactorio para los objetivos del Gobierno, dice el informe
oficial:
La expedición fluvial reconoció los canales y pasajes difíciles
de Bermejo. Se arrebataron 5.000 leguas cuadradas a los
aborígenes y se incorporó a muchos de ellos a la vida
sedentaria y de trabajo. Se elevó a trece el número de fortines
que resguardaban la seguridad de los colonizadores.
Desde 1891 y hasta 1895 el regimiento 6 guarneció
sucesivamente Santa Fe, San Roque, Bella Vista, Resistencia,
Monte Caseros, Barra Concepción, Paso de los Libres, y Santo
Tomé.
En 1897 integró la” División Centro”, con base en Río Cuarto,
conjuntamente con los primeros batallones de los
Regimientos 5, 7 y 9 de Infantería de Línea y los Regimientos
3 y 4 de Artillería a Caballo.
En 1899 marchó hacia Reconquista, Fortín Chilcas y Fortín
Tostado, integrando la “División de Caballería del Chaco”.
El 1 de septiembre de 1899 el general Lorenzo Vintter inició
una campaña militar en el Chaco austral al mando de 1.700
hombres de la División de Operaciones del Chaco, formada
por un batallón de infantería, cinco regimientos de caballería
y un regimiento de artillería. Se produjeron varios combates y
la línea de frontera fue establecida en el río Pilcomayo.
Se crearon puestos militares avanzados comunicados por
telégrafo y un camino. La campaña concluyó con la
ocupación militar efectiva del Chaco argentino, que se realizó
con escasa resistencia indígena.
En 1907 el presidente Figueroa Alcorta dictó un decreto
creando la División de Caballería del Chaco, que fue
incorporada a la III región con los regimientos 5, 6, 7 y 9, y a
la que se le asignó la misión de realizar la ocupación de los
territorios de Chaco y Formosa mediante el avance progresivo
de una línea de fortines hacia el norte, es decir hacia los ríos
Bermejo y Pilcomayo.

99
Con esto se trataba de ir acrecentando el espacio sobre el
indio y consolidar tanto las zonas ocupadas como la región
fronteriza con el Paraguay.
A esta división se le fijó además la tarea de ejercer funciones
policiales y asegurar el orden en las poblaciones ya fundadas,
aunque en la práctica sus integrantes desempeñaron también
numerosos trabajos netamente civiles.
En 1911, la División se convirtió en Fuerza de Operaciones
en el Chaco, que se integró con los Regimientos 5, 6,7 y 9,
este último fue desplazado desde Formosa a la localidad de
Comandante Fontana.
En diciembre de 1914, por decreto del Presidente Victorino de
la Plaza, se disolvió la Fuerza de operaciones en el Chaco y
sus tareas fueron asumidas por el Regimiento 9 de Caballería
de Línea.
Luego de sucesivos destinos y guarniciones, el 1 de junio de
1914 se estableció en Concordia (donde permanece) y en
1964 recupera la denominación de Regimiento de
Blandengues.
En 1969 es transformado en Regimiento de Caballería de
Tiradores Blindados y en 1979 en Regimiento de Caballería
de Tanques.
En 1992 se instala en los cuarteles del Regimiento 6, la
Escuela de Caballería que hasta esa fecha tuvo asiento en
Campo de Mayo, por lo que el Regimiento pasó a denominarse
Regimiento 6 de Caballería Escuela “Blandengues”.

100
- Los Blandengues de Santa Fe...

Una compañía de 100 Blandengues de Santa Fé participó en


la expedición comandada por Manuel Belgrano al Paraguay,
surgiendo de allí la figura de quien luego sería el indiscutible
caudillo santafesino Estanislao López.
La expedición al Paraguay que realizó el Gral. Manuel
Belgrano también se llevó sesenta de los setenta y ocho
Blandengues que integraban el fuerte de Sunchales y dos de
los cuatro cañones.
Una incursión de indios se encargó de desmantelar el fuerte
por completo y destruir el pueblo.
Belgrano explica en sus memorias que: “ La Junta puso las
miras en mí, para mandarme con la expedición auxiliadora,
como representante y general en jefe de ella... me enfermé a
principios de septiembre; apuran la circunstancias y
convaleciente, me hacen salir, destinando 200 hombres de la
guarnición de Buenos Aires, de los cuerpos de granaderos,
arribeños y pardos, poniendo a mi disposición el regimiento
que se creaba de Caballería de la Patria, con el pie de los
Blandengues de la Frontera, y asimismo la compañía de
Blandengues de Santa Fe y las milicias del Paraná, con
cuatro cañones de a cuatro y respectivas municiones.
Salí para San Nicolás de los Arroyos, en donde se hallaba el
expresado cuerpo de Caballería de la Patria, y sólo encontré en
él sesenta hombres, de los que se decían veteranos, y el resto,
hasta cien hombres, que se habían sacado de las compañías
de milicias de aquellos partidos, eran unos verdaderos reclutas
vestidos de soldados. Sus jefes eran el coronel don Nicolás
Olavarría y el sargento mayor don Nicolás Machain.
Dispuse que marchase a Santa Fe para pasar a La Bajada,
para donde habían marchado las tropas de Buenos Aires, al
mando de don Juan Ramón Balcarce, mientras yo iba a la
dicha ciudad para ver la compañía de blandengues, que se
componía de cuarenta veteranos y sesenta reclutas. ” 92

92
Belgrano Manuel “Autobiografía”
101
Una parte de los viejos blandengues, fue destinada por
Belgrano para prevenir problemas originados por los caudillos
locales.
Explica entonces el creador de nuestra Bandera que:”Para
asegurar en el partido de la revolución el Arroyo de la China y
demás pueblos de la costa occidental del Uruguay, nombré
comandante de aquella orilla al doctor don José Miguel Díaz
Vélez, y lo mandé auxiliado con una compañía de la mejor
tropa de caballería de la Patria, que mandaba el capitán
don Diego González Balcarce.”93
Belgrano continuó su marcha hacia el norte y cuenta en su
“Autobiografía que: “Había principiado la deserción,
particularmente en los de caballería de la patria, y habiendo
yo mismo encontrado dos, los hice prender con mi escolta, y
conducirlos hasta el punto de Curuzú Cuatiá, donde luego que
se reunió el ejército los mandé pasar por las armas con todas
las formalidades de estilo y fue bastante para que ninguno se
desertase. “
Luego del combate de Campichuelo, cuenta Belgrano “Di mis
disposiciones para el paso de caballadas, boyadas, ganado y
carretas, dejando una compañía de caballería de la patria en
Candelaria, para esta atención y custodia de las
municiones...”.
Luego, estos forzados blandengues bonaerenses y
santafesinos, participaron en las gloriosas pero sangrientas
jornadas de Paraguari y Tacuarí.
Mientras la Patria defendía su incipiente autonomía, la
relativa tranquilidad que se gozaba en las poblaciones y
reducciones fronterizas del Paraná y del Salado, en virtud de
las medidas defensivas adoptadas por las autoridades del
Virreinato y por la labor pacificadora de los religiosos
misioneros , se vio bruscamente alterada por la nueva
situación planteada ante el retiro de tropas fronterizas para
las luchas por la independencia, y no estuvo en las
posibilidades del Gobierno de Buenos Aires atender con
93
Estos Blandengues recibieron orden - el 30 de diciembre de 1811- de retornar a
sus destinos en la frontera de Buenos Aires pero una contraorden de los primeros
días de enero de 1812, originó la masiva deserción de los hombres y la posterior
disolución del regimiento.
102
prontitud y eficacia la defensa de un territorio tan vasto y
habitado por tribus guerreras.
Los aborígenes chaqueños, especialmente los tobas y
mocovíes del interior del territorio, no tardaron en advertir el
debilitamiento del escudo defensivo que hasta entonces los
había contenido y reanudaron sus asaltos a las poblaciones
fronterizas y a las reducciones de aborígenes sometidos, con
su lamentable saldo de pérdida de vidas, robos de hacienda y
destrucción de propiedades.
Lenta, pero seguramente, las tribus chaqueñas comienzan, a
partir de 1811, a recuperar el territorio del cual el blanco los
había despojado.
En ese año de 1811 un episodio lamentable agravó las
relacionen la frontera: el Teniente de Gobernador de Santa
Fe, Manuel Ruiz, resolvió reorganizar una compañía de
Blandengues para reemplazar a los que había retirado
Belgrano con destino a la expedición al Paraguay.
Puso al frente de ella un Capitán López quien .en un acto
criminal pasó a cuchillo a un grupo de mocovíes de la
Reducción de San Javier, sin motivo aparente, pues éstos se
mantenían en paz con las autoridades.
Más tarde fueron creadas por lo menos, dos compañías más;
una de ellas en 1813. Para su instrucción, el entonces
coronel José de San Martín, designó a un oficial de
Granaderos a Caballo, Nicasio Ramallo.
El teniente Gobernador Luciano Montes de Oca, comisionó al
barón Eduardo Holmberg (coronel de ingenieros) la
construcción de dos baterías: una en Punta Gorda y otra en
Chacarita94. A sus órdenes se encontraban el capitán Mariano
Necochea, el teniente Nicasio Ramallo y 50 granaderos.
Cuando a San Martín lo designan al ejército del Note
reemplazando a Belgrano, ordena a Holmberg que envíe
urgente a Necochea a Tucumán con los granaderos, dejando
solamente a Ramallo para que instruyan a los Blandengues
de la Guarnición: “Con la posible celeridad, haga VS marchar
con destino a Tucumán al capitán Mariano Necochea y a todos

94
En la confluencia de la laguna Guadalupe y el riacho Santa Fé.
103
los granaderos de su mando, con la prevención de que debe
permanecer el espacio de un mes en esa ciudad, el teniente
que tiene a sus ordenes con el objeto de instruir a los
blandengues de la guarnición...diciembre 4 de 1813.... San
Martín” 95
El 2 de marzo de 1816 la primera compañía de Blandengues
de Santa Fé comandada por el teniente Estanislao López, se
sublevaba contra las tropas de Buenos Aires que invadieron
la provincia al mando de Viamonte.
Los jefes del movimiento, Mariano Vera, Cosme Maciel y
Javier Avalos levantaban mientras tanto las milicias de
Coronda y atacaban también a las tropas porteñas que
invadían Santa Fé.
El día 5 el Cabildo preparaba las milicias de defensa. Las
fuerzas de Buenos Aires destacadas en San Nicolás, al mando
de Eustaquio Díaz Vélez, no pudieron acercarse a Santa Fe en
defensa de Viamonte y éste debió capitular
En "Apuntes para la historia de Santa Fe", de Dn. Urbano de
Iriondo, cuenta que durante el mes de julio de 1816 se creó el
cuerpo de " Dragones de la Independencia", que
reemplazaron los servicios que cumplían los Blandengues,
tomando de éste las características del uniforme: Sombrero de
paño negro de copa cilíndrica similar al modelo chistera, ala
angosta con una cinta punzó en la base del cilindro con caída
sobre el lado izquierdo. Chaquetilla azul, tipo levita con cuello
militar, pechera de doble hilera de botones dorados, borde de
la chaquetilla y puños color rojo. Camisa y pantalones de
montar del mismo tono. Cinto negro con hebilla entera de
bronce. Botas granaderas de caña alta. Sable de Caballería y
lanza, espuela con alza prima de cuero crudo...96
Estos Dragones, son el antecedente más remoto de la Policía
de Santa Fé, continuadora de los Blandengues de la frontera.

95
AGN, Guerra, 1813. SVC 10.Al. Nº 5. Cinco días mas tarde, Holmberg
respondía “...por la mañana del 10 que rige, saldrá de este punto con destino a
Tucumán, el capitán Mariano Necochea con los granaderos a su mando,
quedándose en este punto el teniente don Nicasio Ramallo para cumplir con lo que
manda VE en su oficio del 4 del corriente, que acabo de recibir...Santa Fe, 9 de
diciembre de 1813. Eduardo Holmberg...” ( ídem anterior)
96
Versión del historiador santafesino F. Cervera.
104
- Los Blandengues de Montevideo

... No corrieron mejor suerte. Como consecuencia de no haber


operado nunca como cuerpo en su conjunto sino como
secciones aisladas, se dividen cuando se produce el grito
libertario de 1810.
El 15 de febrero de 1811, el Capitán de Blandengues de la
3ra. Compañía, José Gervasio de Artigas, que había sido
destinado con parte de su cuerpo a custodiar de posibles
ataques patriotas al puerto de Colonia, tomó partido por la
Revolución y con los hombres a su orden cruzó el Río
Uruguay, se estableció en Nogoyá ( Entre Ríos ) y se puso a la
orden de la Junta de Gobierno porteña. Con él marchó el
teniente de Blandengues, Rafael Hortiguera.
Esta decisión fue imitada por otro capitán del Regimiento -
que abandonó a las autoridades realistas, pasándose al
bando patriota: José Rondeau.
Al amanecer del 28 de febrero de 1811, al tomar conocimiento
de la actitud de Artigas y Rondeau, un grupo de sublevados
orientales (más de 100 personas) comandados por el Capitán
Venancio Benavídez y Pedro José Viera, se reunieron a orillas
del arroyo Asensio y proclamaron el final del gobierno español
en la Banda oriental.
En esa oportunidad se juntaron muchos grupos de paisanos
armados con sables, carabinas, trabucos y lanzas de tacuara
propuestos a combatir a las tropas opresoras de los
españoles.
Una carta enviada por Biera o Viera al oficial del Cuerpo de
Blandengues Justo Correa en Mercedes dice: "Mi alférez
Correa: ya no me es posible de ningún modo contener la gente,
y a fin de evitar desorden, que causa muchos males o daños,
he determinado aproximarme esta noche a ese pueblo y
atacarlo mañana lo que aviso a usted para que así lo haga
entender a todos los partidarios nuestros que usted tenga en
esa; y no ofresiéndose otra cosa ruego a Dios guarde su vida

105
muchos años. Coquimbo y Febrero 24 de 1811. De usted su
servidor.- Pedro Biera. -- Sor. Dn, Justo Correa".
Esta carta demuestra que la presión de la voluntad del
paisanaje ya no se podía contener y sus líderes decidieron
que ese era el momento de iniciar la insurrección.
Luego se dirigieron a Mercedes e incorporaron al Capitán de
Blandengues Ramón Fernández, con 200 hombres.
La columna avanzó sobre Soriano y allí pidieron ayuda a
Manuel Belgrano y al Teniente Coronel de Blandengues
(nombrado por la Primera Junta) José Gervasio de Artigas,
que se encontraba acampado en Nogoyá (Entre Ríos) con 150
hombres.
A raíz de las disidencias entre el gobierno de Buenos Aires y
Artigas, durante la campaña del primer sitio de Montevideo,
el regimiento de Blandengues con un total de 600 hombres,
comandado por el teniente coronel Ventura Vázquez Feijoo,
abandonó el campamento artiguista y pasó a depender del
gobierno de Buenos Aires.
De allí en más, las distintas compañías del cuerpo oriental
fueron tomando partido por la Revolución o por el Cabildo de
Montevideo, de acuerdo a la fidelidad de sus jefes a la Corona
y terminaron enfrentándose.
El capítulo final de esta lucha lo desarrollaron en la toma de
Montevideo, en 1814, cuando se rinden los últimos
defensores de la plaza - ante las tropas patriotas comandadas
por el General Carlos M de Alvear- entre los que se contaban
muchos viejos Blandengues.97
“El 23 de junio de 1814, al entrar en Montevideo las tropas de
Alvear, hallaron entre los defensores a un grupo de hombres
con uniformes en andrajos, que hacían saltar sus armas en
pedazos contra las piedras grises de la ciudadela. Eran los
últimos Blandengues de Montevideo.
Al lado del comandante Ramírez de Arellano, estaban los
Capitanes Bartolomé Riesgo, Juan Agustín Pagola y Carlos
Maciel - el jefe y tres oficiales fundadores del cuerpo. Junto a
ellos se apiñaban cincuenta y siete hombres.

97
www.artigas.org.uy/hm_blandengues
106
Eran los sobrevivientes de la bizarra unidad que había
contado ochocientos soldados en sus filas. Al llegar frente a
aquel puñado de valientes los oficiales de Alvear alzaron sus
espadas. Fue el homenaje de los vencedores a los gloriosos
vencidos”
Luego, la rebelión de Artigas contra el gobierno porteño,
transformó a los viejos Blandengues junto con charrúas y
guaraníes, en el ejército oriental que combatió contra la
hegemonía porteña y la invasión portuguesa, hasta su casi
total exterminio en la masacre de Tacuarembó (1820).

- Los tiempos modernos...


Luego de la independencia uruguaya, por decreto del general
José Rondeau , se transforma al Regimiento 9 de caballería
de línea, en el Regimiento 1 de Caballería de la República
Oriental del Uruguay y en 1830, se denomina “Escuadrón de
Caballería 1”.
En 1858 el escuadrón recibe el nombre de “Dragones
Orientales” y en 1859 se crea un escuadrón para la escolta
presidencial. En 1869 el escuadrón de Dragones y el de la
Escolta se fusionan pasando a denominarse “Escuadrón
Escolta del Presidente de la República.”
En 1872, pasa a denominarse Escuadrón Escolta de
Gobierno n° 1. Mas tarde, con la fusión de los escuadrones
n°1 y n° 2 de Caballería, se crea el Regimiento 1 de Caballería
de línea, que se disuelve en 1879.
En octubre de 1880 se vuelve a crear el Regimiento 1 de
Caballería, cumpliendo misiones de protección de frontera en
Arapey y en 1907 toma asiento en la ciudad de Montevideo
pasando a denominarse “Regimiento de Caballería n° 1”
recibiendo el nombre – nuevamente- de “Escolta”.
El 25 de agosto de 1910, por Decreto Presidencial se
establece que desde esa fecha, el Regimiento Escolta 1° de
Caballería, se denominará “Regimiento Blandengues de
Artigas” 1° de Caballería.

107
ANEXO. I

ALGUNOS HOMBRES QUE CONFORMARON LOS


CUERPOS DE BLANDENGUES

En los Blandengues de Buenos Aires y Santa Fé

** Comandante Francisco González Balcarce (1745-1793)


nació en Barcelona. Llegó a Buenos Aires como oficial de
caballería en 1765, contrajo matrimonio con María Victoria
Martínez Fontes, porteña. Acompañó a Vértiz en la expedición
de 1773 y en la captura de la Colonia del Sacramento en
1777. Asignado a los Blandengues, fue nombrado
comandante de la frontera con el indio en 1784, murió en la
expedición a Salinas Grandes- Presa de una súbita
enfermedad en la laguna Cabeza del Buey (actual partido de
Bolívar) fue trasladado con urgencia a la guardia de Luján
pero murió en la laguna del Junco (hoy laguna La Verde)
entre los partidos de Bolívar y 25 de Mayo. Sus hijos todos
nacidos en Buenos Aires y fueron descollantes militares en
las Invasiones Inglesas y las guerras de la Independencia.

** General Antonio González Balcarce (1774-1819),


comenzó su carrera militar en los Blandengues, bajo las
órdenes de su padre. Defendiendo Montevideo contra los
británicos (1807) fue capturado y llevado a Inglaterra como
prisionero. Liberado, luchó contra las fuerzas de Napoleón en
España. Retornó a Buenos Aires después de la revolución de
mayo, y fue puesto a cargo del ejército revolucionario enviado
a Córdoba y al Alto Perú.
En Suipacha el 7 de noviembre de 1810, obtuvo la primera
victoria argentina sobre las fuerzas realistas, fue derrotado
más tarde, Volvió a Buenos Aires y ocupó varios cargos
públicos y militares, llegando a ser director supremo y jefe del
Estado Mayor. Destinado al ejército de los andes, sirvió como
segundo comandante a las órdenes de San Martín, combatió
en varios enfrentamientos en Chile, incluyendo Cancha
108
Rayada y Maipú, antes de que su enfermedad lo obligara a
regresar a Buenos Aires, donde murió poco después de haber
sido designado nuevamente jefe del Estado Mayor.

** Coronel Diego González Balcarce (1784-1816), también


sirvió en Blandengues, combatió contra los británicos en
Montevideo, fue capturado y enviado a Inglaterra, luchó en
España contra los franceses. Durante su regreso a Buenos
Aires tuvo lugar la revolución de Mayo. Acompañó al ejército
de Belgrano al Paraguay, y luego al norte. Permaneció en el
ejército del norte bajo las órdenes de San Martín y Rondeau.
Participó en las batallas de Tucumán, Salta, Vilcapugio,
Ayohuma y Sipe-Sipe. Obtuvo el rango de coronel antes de
que la enfermedad y la muerte lo sorprendieran en Tucumán.

** Capitán Francisco González Balcarce (1778-1812). Se


unió al ejército en 1808, acompañó al primer ejército patriota
al Alto Perú, combatió en Suipacha y en la derrota de Huaqui.
Muerto en el primer combate de Nazareno el 11/12 de enero
de 1812.

** Capitán José Patricio González Balcarce (1779-1807).


Como varios de sus hermanos sirvieron bajo las órdenes de
su padre en la frontera, combatió a los ingleses en Buenos
Aires en 1806. Murió en Montevideo en la segunda invasión
inglesa, durante la acción (1807), en la cual sus hermanos
Antonio, Diego, y Marcos fueron tomados prisioneros.

** General Juan Ramón González Balcarce (1773-1836).


Se unió a los Blandengues bajo las órdenes de su padre, en la
frontera de Luján (1789). Fue transferido a la comandancia
de Tucumán, e internó a los prisioneros ingleses en
1806.Retorno con las tropas para asistir a Santiago de Liniers
en la defensa de Buenos Aires contra la segunda invasión
inglesa en 1807. Fue uno de los oficiales que se opuso al
gobierno de Cisneros en la Revolución de Mayo. Acompañó a
Castelli a Córdoba para suprimir la contrarrevolución, tuvo
responsabilidad en la ejecución de los jefes sublevados, se
unió al ejército de Belgrano en el norte, en la batalla de
109
Tucumán, representó a Tucumán en la Asamblea del año
XIII.
Se lo designó para el control de los caudillos en las provincias
del litoral. Segundo comandante en la derrota, por López y
Ramírez, de Cepeda, se distinguió por salvar sus fuerzas casi
intactas durante la retirada. En 1820 reemplazó por corto
tiempo a Sarratea como gobernador de Buenos Aires. Sirvió
como ministro de Guerra y Marina bajo el gobierno de
Dorrego, fue enviado al Brasil para concertar la paz.
Desempeñó el mismo ministerio durante el gobierno de
Rosas. Electo gobernador de Buenos Aires en 1832, fue
depuesto por los seguidores de Rosas. Murió en Concepción
del Uruguay.

** General Marcos González Balcarce (1777-1832).


Comenzó su carrera militar bajo las órdenes de su padre. Con
Sobremonte hizo la campaña contra los portugueses en
Misiones, combatió a los ingleses en la primera invasión.
Capturado en Montevideo en la segunda (1807), fue enviado a
Inglaterra. Luchó por corto tiempo en España contra las
fuerzas napoleónicas, retornando a Buenos Aires a tiempo
para participar entusiastamente de la Revolución de Mayo.
Se lo envió a Chile y luego a Mendoza como gobernador de
Cuyo, siendo sucedido por San Martín en 1814. Sirvió
brevemente como secretario de Guerra de Álvarez Thomas,
más tarde luchó y fue derrotado por Ramírez en Entre Ríos.
Retirado del servicio militar por un tiempo, retornó para
conducir refuerzos y abastecimientos contra los caudillos
litorales.
Fue capturado en Santa Fe en 1819, más tarde ocupó varios
cargos oficiales generalmente ministeriales, en los gobiernos
de Las Heras, Rivadavia Vicente López y Rosas, hasta su
muerte en 1832.

** Coronel Antonio de Olavarría. (¿…?/1813) Nacido en


Orozco (Pcia. De Vizcaya) Vino al Río de la Plata con la
famosa expedición del primer Virrey, Pedro de Cevallos, en
1777, participando en la toma de la isla de Santa Catalina
(sede de la actual ciudad de Florianópolis, capital del estado
110
brasileño que tomo su nombre de dicha isla) y en la Colonia
del Sacramento (Actual ciudad uruguaya de Colonia).
En 1779 fue promovido a alférez del cuerpo de Caballería
Blandengues de la Frontera de Buenos Aires, teniente en
1781, recibió los despachos de capitán en 1787, siempre en el
mismo cuerpo del que fue nombrado 2º comandante en 1799,
alcanzó el grado de teniente coronel el 24 de marzo de 1802.
El 5 de octubre fue reconocido teniente coronel del ejército,
ascendiendo a coronel graduado en 1803.
Además de múltiples acciones contra los indios, luchó en
Quilmes y en la chacra de Perdriel contra los ingleses
invasores en 1806. Cuando conducía prisionero al general
ingles Beresford, lo libero de buena fe, por una supuesta
orden de Liniers que le comunicó su propio cuñado Saturnino
Rodríguez Peña, quedando preso y encausado hasta
comprobarse su inocencia.
El 19 de julio de 1810 recibió los despachos de coronel
efectivo y por una grave enfermedad, no pudo participar de la
expedición de Belgrano al Paraguay. Al poco tiempo de recibir
de la Asamblea del año XIII, la carta de ciudadanía, murió en
Buenos Aires el 5 de agosto de 1813. De su matrimonio con
Juana Gertrudis Rodríguez Peña nacieron los futuros
soldados de la Independencia; Coronel José Valentín, capitán
Rafael y teniente Nicolás de Olavarría.

** Capitán Rafael de Olavarría. (1795/1827) Nació en


Chascomús. En 1807 ingresó a Blandengues de Buenos Aires
como cadete. El 30 de junio nombrado Alférez de la 3ra.
Compañía. Concurrió al Alto Perú combatiendo en Cotagaita,
Suipacha y Huaqui. Con Belgrano estuvo en Tucumán, Salta,
Vilcapugio y Ayohuma, ascendido a Capitán. Con Rondeau
estuvo en Venta y Media y Sipe-Sipe. Reincorporado al
ejército durante la guerra con el Brasil.

** Coronel Esteban Hernández. Nació en Buenos Aires.


Ingresó como Cadete de Blandengues de la Frontera de
Buenos Aires, en la 5ta. Compañía, en mayo de 1788. En
1791 ascendió a Alférez de la 4° compañía y a teniente de la
1° compañía en 1799. En 1806 ascendido a capitán de la 1°
111
compañía. Participó en la Reconquista de Buenos Aires (1806)
en la defensa de Montevideo (1807) donde fue hecho
prisionero de los ingleses y consiguió escapar. Puesto a las
órdenes de Liniers, combatió en la defensa de Buenos Aires
(1807). En la primera expedición al Alto Perú al mando de
Ocampo y luego Balcarce, fue promovido a Teniente coronel
de los “Dragones del Perú” (conformado con parte de los
viejos blandengues) alcanzando el mando de este regimiento
luego del desastre de Huaqui (1811) Ascendido a coronel en
1819, participó en la batalla de Cepeda (1820). En 1821 fue
jefe del regimiento 6 de caballería de Campaña. Participó en
la guerra con el Brasil, en las batallas de Ituzaingó y
Camacuá como 1° ayudante de Campo del General Alvear.

** Capitán Jorge Pacheco. (1761/1833) Nació en Buenos


Aires. Alférez de Blandengues de Buenos Aires en 1781,
Teniente en 1790. En 1799 capitán de Blandengues de
Montevideo. En 1801 fundó el pueblo de Belén. Participó en
la Reconquista de Buenos Aires (1806) y en la defensa (1807)
contra los ingleses. Se retiró del servicio en 1809. Falleció en
Buenos Aires.

** Coronel José Valentín de Olavarría Siendo casi un niño


ingresó de cadete en el cuerpo de Blandengues y en 1815
paso a formar parte de la unidad que se integró pocos años
más tarde al Ejército de los Andes comandado por José de
San Martín, intervino en todas las batallas por la
independencia chilena, Chacabuco en febrero de 1817,
Cancha Rayada en Marzo de 1818 y Maipú en abril de 1818.
Pasó luego a realizar la campaña del Perú y al renunciar San
Martín, se unió a Simón Bolívar continuando la lucha por la
independencia del Perú. Fue transferido a un escuadrón de
Granaderos a Caballos, interviniendo en la batalla de Junín
en agosto de 1824 y Ayacucho en diciembre de 1824,
Luchó luego en la guerra Argentino-Brasileña interviniendo
en la batalla de Ituzaingó y en 1826 se unió a las tropas
unitarias de Juan Galo Lavalle que combatían a los federales.
Tras la derrota de estos últimos en 1829, emigró a la Banda
Oriental, donde hubo de enfrentarse al uruguayo Manuel
112
Oribe antes de engrosar las filas de José Fructuoso Rivera y
combatir del lado de éste en la llamada Guerra Grande. Había
casado en Montevideo con Doña Gertrudis Rodríguez, natural
del Uruguay.-

** Capitán Isidro Félix de Quesada (1779/...) Nació en


Buenos Aires. Ingresó como cadete a Blandengues de
Buenos Aires en 1793. Pasó ascendido a Alférez de
Blandengues de Montevideo en 1797 y a teniente del mismo
cuerpo en abril de 1803. El 20 de abril de 1811, a raíz del
Grito de Asencio, se pasó a las fuerzas libertadoras al mando
de Manuel Artigas y Baltasar Vargas. El último registro que
se tiene es que fue ascendido a capitán de la 7ma. Compañía
del Regimiento Caballería de la Patria (Blandengues de la
frontera reconvertidos a partir de 1811)

** Coronel Juan Francisco Olmos, nativo de San Nicolás. A


los 20 años ingresó en clase de soldado a los Blandengues de
la Frontera, con destino en la Guardia de Kakel Huincul, en
Las Bruscas (campo de prisioneros realistas). Con los
Blandengues hizo una entrada hasta El Tordillo. En
noviembre de 1823 participó en la batalla en que
Blandengues, milicianos y escuadrones de Entre Ríos,
derrotaron y mataron al cacique Ancalifú. Permaneció en
Kakel hasta 1824 en que participó en la campaña al desierto
de Martín Rodríguez con los Voluntarios de Caballería.
Participó en la expedición fundadora de Tandil. Estuvo en
Bahía Blanca a las órdenes del mayor Francisco Sosa y más
tarde del comandante Martiniano Rodríguez. En 1833
participó en la campaña al desierto comandada por Rosas y
en 1835, comandante de Milicias de Chascomús. En 1839
comandaba el regimiento 6 de Milicias de campaña y
participó en la revolución de los “Libres del sud”, luego en las
guerras civiles argentinas.

** General Gervasio Espinosa. (1786-1866) Nació en Bs. As.


E ingresó a Blandengues como cadete, en la 6ta. Compañía
con asiento en fortín Ranchos. Luego de 1810 continuó en el
cuerpo de Dragones de la Patria, realizando toda la campaña
113
de la banda Oriental hasta la caída de Montevideo en
1814.Luego en las campañas al Alto Perú y más tarde en las
guerras de Bs. As. Contra el Litoral. Luego de la guerra del
Brasil, estuvo entre los que defendieron a Dorrego en el
combate de Navarro (1829). Participó en las contiendas civiles
en el bando federal, y la campaña al desierto en la época de
Rosas. Debió emigrar a Montevideo durante el segundo
gobierno de Rosas pero en 1839 retornó y se puso a las
órdenes de éste para combatir a los unitarios aliados con
franceses. Ascendido a general. Luego de Caseros participó en
la defensa de Buenos Aires contra la Confederación y llegó a
Comandante General de Armas de Buenos Aires.
**Capitán Lorenzo Ferrer. Se inició en los “Húsares de la
Unión” como portaestandarte, en enero de 1817. Ascendido a
Alférez en agosto de ese año. Teniente 2° en julio de 1818 y
teniente 1° en octubre del mismo año. Tomó parte en la
campaña a Santa Fé y el 3 de junio de 1820 pasó al
Regimiento de Blandengues. El 11 de octubre de 1820, al
disolverse los Blandengues, pasó como capitán al regimiento
de “Húsares del Orden”. En agosto de 1822 vuelve a
denominarse a este regimiento como Blandengues y Ferrer
fue asignado a la guardia de Chascomús. Participó en la
campaña de Martín Rodríguez y muere en la laguna “La
perfidia” víctima de una trampa tendida por los indígenas.
(Enero 1824)

** Coronel Rafael Hortiguera. (1773/1838).Nació en


Buenos Aires. Sentó plaza como Cadete en Blandengues de
Buenos Aires en junio de 1790, promovido a Alférez en mayo
de 1799. Ascendido a Teniente en marzo de 1806, participó
de la reconquista de Buenos Aires contra los ingleses y en la
heroica defensa de Montevideo en 1807. Prisionero, fue
enviado a Inglaterra y combatió contra los franceses en
España. Destinado a los Blandengues de Montevideo como
Teniente de la 3ra. Compañía con asiento en Colonia, junto
con su jefe el capitán José Artigas, pasó a las filas patriotas
en 1811. Participó en la campaña de la Banda Oriental
ascendiendo a teniente coronel en abril de 1814.Asistió a la
caída de Montevideo en manos patriotas.
114
Participó en 1818, en las campañas de Buenos Aires contra
los caudillos del litoral argentino, ascendido ya a Coronel.
Participó en la batalla de Cepeda (1 de febrero de 1820) y
luego en las campañas al Desierto del Gobernador Martín
Rodríguez. Luchó luego en la guerra con el Brasil por la
independencia de la Banda Oriental. Dado de baja en 1834.
Murió en Buenos Aires.

** General Benito José Martínez. (1782/1856) Nació en


Montevideo. Sentó plaza como Cadete de los Blandengues de
Santa Fé en 1796, ascendido a Alférez en abril de 1804. En
febrero de 1808 fue ascendido a teniente Coronel de
Caballería, afectado a los Blandengues de Santa Fé.
Producida la Revolución de Mayo, se incorporó a las fuerzas
patriotas como capitán del Batallón de Artillería Volante,
participando en la campaña a la Banda Oriental y primer sitio
de Montevideo. Incorporado al ejército Auxiliar del Perú en
1812 participó en la acción de Nazareno, luego a las órdenes
de Belgrano y ascendido a Sargento Mayor, en Tucumán,
Salta, Vilcapugio y Ayohuma.
Ascendido a Teniente coronel, participó con Rondeau en la
derrota de Sipe-Sipe. Teniente Gobernador de la Rioja
mientras San Martín preparó el Ejército de los Andes, y fue
uno de sus más eficaces colaboradores. Nuevamente a
órdenes de Belgrano, participó en las campañas de 1819
contra Santa Fé. Jefe del Batallón de Infantería de Buenos
Aires en 1821 con el grado de Coronel. Nombrado Coronel
Mayor, participó en la guerra contra el Brasil. Ascendió a
General y en 1834 fue dado de baja, posteriormente debió
emigrar a Montevideo aunque regresó a Bs. As.- en 1840,
falleciendo en esa ciudad en 1856.

** Coronel Felipe Santiago Videla. (1778/1843) Nació en


Mendoza. Sentó plaza en los Blandengues en 1792. Participó
en las invasiones inglesas. En 1816 capitán en el regimiento
3 de Caballería de Campaña. Realizó toda su campaña en la
frontera contra el indio, participando en la expedición al
desierto de Rosas (1833). Ascendido a Coronel del regimiento
2 de caballería de campaña. Murió en la villa de Luján
115
** Coronel Bruno Vázquez (1782/1828) Nació en Buenos
Aires. Ingresó al cuerpo de Blandengues de Santa Fé donde
ocupó la plaza de sargento. El la guerra de la independencia
participó en la batalla de las Piedras bajo órdenes del coronel
Ventura Vázquez. Luchó en el segundo sitio de Montevideo y
posteriormente pasó al ejército del Alto Perú. En 1822 fue v
comandante militar de Luján y en enero de 1823 pasó como
capitán de la 2da. Compañía del regimiento de Blandengues
de Buenos Aires.
Ascendido a comandante de escuadrón en 1824, realizó la
campaña al desierto de Martín Rodríguez y fue designado
comandante militar de Tandil. Falleció en el fuerte
Independencia (Tandil).

** Capitán Teodoro Abad. Nacido en Pamplona, sirvió en el


regimiento de Dragones de Sagunto desde 1765.Embarcó con
la expedición de Cevallos Al Río de la Plata. Ingresó a los
Blandengues como sargento en 1779, ascendido a Alférez en
1783 y a Teniente en 1793.Ascendido a Capitán de la 3°
compañía, participó en las jornadas de la Reconquista en
1806 y la defensa de Montevideo en 1807. Prisionero de los
ingleses retornó a Buenos Aires a fines de 1808. Se hizo cargo
nuevamente de la 3° compañía con guarnición en la Guardia
de Luján.

** Brigadier Estanislao López (1786-1838) Nació en Santa


Fe. Tomó parte en la reconquista de Buenos Aires (1806)
contra los británicos. Con 100 Blandengues de Santa Fe al
mando de Belgrano realizó la campaña al Paraguay (1810), y
fue capturado por los realistas. Estuvo prisionero en
Montevideo pero escapó para intervenir en otra acción
patriótica. Hizo su primera aparición destacada en la historia
conduciendo a sus hombres en la revuelta contra Buenos
Aires (1816), luchó en la campaña que obligó a rendirse al
ejército de observación de Buenos Aires a las órdenes del
general Juan José Viamonte.

116
Luego de una victoriosa expedición contra los indios en el
Norte, López retornó a la capital de Santa Fe para asumir el
gobierno y separar la provincia del control de Buenos Aires.
Hasta su muerte acaecida 20 años después, gobernó Santa
Fe gozando de consenso popular.
Se alió con el entrerriano Francisco Ramírez y el 1 de febrero
de 1820, en la batalla de Cepeda, derrotaron a las fuerzas de
Buenos Aires comandadas por Rondeau. Tocó así su fin el
gobierno del Directorio.
En 1821 López se negó a conceder a Ramírez permiso para
cruzar Santa Fe con el objeto de luchar contra Bustos en
Córdoba y se declararon la guerra. En la lucha que sobrevino,
Ramírez fue muerto por una partida de soldados de López.
Fue honrado por la legislatura de Santa Fe (1822) con el
rango de brigadier general Libró una exitosa campaña contra
los belicosos indios ranqueles (1823). Protegió a Rosas
cuando huyo de la derrota infligida a Dorrego en Navarro
(1828) y promovió la representación nacional de los
gobernadores de provincia contra el gobierno de facto de
Lavalle.

** Sargento Mayor Julián Perdriel. Nacido en Buenos


Aires. Inició su carrera militar en Granaderos a caballo y
participó del combate de San Lorenzo (febrero de 1813)
Ascendido a teniente a fines de 1813, participó con
Granaderos del segundo sitio de Montevideo. En 1815,
Capitán del Cuerpo de Guardias de Caballería y en 1817,
capitán del Regimiento de Húsares. En enero de 1819
comandó la 1° compañía del tercer escuadrón de Granaderos
a Caballo y en enero de 1824, se lo designó como capitán del
Regimiento de Blandengues de la Frontera, participando en la
campaña de Martín Rodríguez. En 1826 ascendió a Sargento
mayor y participó en la guerra contra el Brasil. Terminada la
guerra fue agregado al regimiento 6 de Línea (Blandengues)
con asiento en Lobos, siendo destacado al fortín “Cruz de
Guerra” (partido de 25 de Mayo). En diciembre de 1828 (luego
el golpe de Lavalle) pasó a retiro.

117
**Coronel Mariano García. (1792/1836) Ingresó como
cadete a los Dragones Ligeros de la Patria, en enero de
1813.Ascendido a Alférez en 1814. Participó en la batalla de
Salta, Vilcapugio y Ayohuma, Puesto del Marqués, v Venta y
Media y Sipe Sipe, actuando a las órdenes de Belgrano
(primero) San Martín y Rondeau (posteriormente) en el
Ejército del Norte. Ascendido a Teniente de Dragones en 1815
y a capitán de Húsares en 1816. Combatió a las órdenes de
Lamadrid y Belgrano en Santa Fé, hasta 1820 .En ese año es
incorporado a los Húsares del Orden en Buenos Aires y en
1822 es nombrado Sargento Mayor del Regimiento de
Blandengues de la Frontera, ascendiendo a Teniente en 1823.
Participó en las campañas al desierto de Martín Rodríguez
(1823 y 1824), en la campaña de Rauch (1826 / 1827).
Fundó el fuerte Laguna Blanca (actual Blanca Grande),
ascendiendo a Coronel. Ejerció la comandancia del Fuerte
Federación (Junín) entre 1833 y 1835.

**Coronel Felipe López. En enero de 1808 ingresa como


soldado distinguido en el Regimiento de Infantería Ligera del
Río de la Plata. En abril de 1814 es subteniente 2° del Tercio
de “Cívicos de Buenos Aires, ascendido a subteniente 1° en
1815. Pasó a Granaderos de Infantería en 1817, ascendiendo
a Teniente 2° en 1818. Realizó la campaña a Santa Fé con las
fuerzas directoriales en 1819, ascendiendo a teniente 1° en
1819. En 1821 pasó como Ayudante mayor al Regimiento
“Húsares de Buenos Aires”. Participó en varias campañas
contra los indios en 1821 a las órdenes del coronel
Hortiguera. Pasó al regimiento de Blandengues en 1822 y
participó en las campañas de Martín Rodríguez de 1823 y
1824, ascendiendo a capitán de Blandengues en ese año.
Luchó en las guerras civiles en el bando unitario, a las
órdenes de los generales Lavalle y Paz. Regresó al país luego
de la batalla de Caseros, ascendiendo a coronel en 1852.
Participó en la guerra entre Buenos Aires y la Confederación y
falleció en 1858 en Luján, siendo jefe del regimiento 8 de
caballería de campaña.-

118
** Teniente Coronel Miguel Caxaraville (o Cajaraville)
Nacido en Buenos Aires en 1794. Uno de los “chisperos” de la
Revolución de Mayo junto con French y Berutti. Ingresó al
glorioso Regimiento de Granaderos a Caballo en 1813. Integró
las expediciones al Alto Perú y Chile, combatiendo en
Chacabuco, el sur de Chile, Cancha Rayada y Maipú.
Regresó al país .Dado de baja por las reformas rivadavianas,
se incorporó al ejército de la provincia de Buenos Aires y en
1824 fue asignado al Regimiento de Blandengues de la
frontera, comandando la Guardia de Kakel Huincul.
Producida la revolución de Lavalle en diciembre de 1828,
tomó partido por los unitarios y, tras la caída de Lavalle
emigró al Uruguay .Regresó al país después de la batalla de
Caseros y falleció en 1852, poco tiempo después de la citada
batalla.

Teniente Coronel Benito de Olazábal. (1805/1855) Ingresó


como alférez 2° en el Regimiento de Blandengues en 1825,
ascendido a Alférez 1° en 1826. Pasó al regimiento 16 de
Caballería y participó en las acciones de la guerra con el
Brasil. Teniente 2° en 1827, ascendido a teniente 1° en 1828.
El 14 de mayo de ese año fue ascendido a Ayudante Mayor
del regimiento 1° de caballería. Ascendido a Capitán en 1829.
En 1833 fué promovido a teniente Coronel. Dado de baja por
Rosas en 1835, emigró a Entre Ríos.

** Teniente Coronel Teodoro Martínez. (1810/1871).Se


inició en 1821 en el Fijo de Buenos Aires. Como soldado
distinguido ingresó a los Blandengues en 1824, participando
en la campaña al desierto de Martín Rodríguez. En 1825
participó en varios encuentros contra los indios. En 1826
pasó a la guarnición de los Blandengues en Lobos. Ascendido
a portaestandarte en 1827. En agosto de 1828 fue de los
fundadores y pobladores de Laguna Blanca (Blanca Grande).
En el regimiento 2 de Caballería participó en varias acciones
de la guerra con el Brasil. Estuvo en varias acciones de la
guerra civil, en las tropas del General Paz. Ascendido a
Teniente 1° en 1831, pasó a prestar servicios en la guardia de
Salto, luego en Pergamino, Rojas y Junín. Participó en la
119
campaña al desierto de 1833 y ascendió a capitán en 1834.
Entre 1835 y 1839 sostuvo distintos combates contra los
indígenas en laguna Melincué, laguna de Galván, laguna de
Los Gatos y Mar Chiquita. Sostuvo varios combates contra los
unitarios y participó en la batalla de Caseros, en el bando
federal ya ascendido a sargento Mayor.
Participó en distintas acciones de la Guerra contra el
Paraguay, ascendiendo a Teniente Coronel en 1867.

** Coronel Juan Estanislao de Elías. Nacido en Charcas en


1802. Se inició en las armas como cadete de los Húsares de
la Unión. Promovido a Portaestandarte en 1818 y Alférez en
octubre del mismo año. En mayo de 1820 fue designado 2°
teniente del Regimiento de Blandengues, bajo el mando de
Domingo Soriano Arévalo. En octubre de 1820 pasó a revistar
como Ayudante Mayor de los Húsares de Buenos Aires,
ascendido a capitán en 1823. A las órdenes del coronel
Saubidet y luego del coronel Rauch, combatió contra los
indígenas en distintas campañas. Ascendido a Sargento
Mayor, pasó a integrar el ejército que combatió contra el
Brasil en 1826. Luego del golpe del 1° de diciembre de 1828
tomó partido por los unitarios y emigró a Montevideo.
Participó en las contiendas civiles del lado de Lavalle y luego
de la muerte de éste, emigró a Bolivia. Regresó al país
después de Caseros y murió en Tucumán en 1870.

**Coronel Patricio French. Nació en Buenos Aires en 1803.


Inició su carrera como Alférez de la 2° compañía del
Regimiento 6 de caballería de línea (Blandengues) en febrero
de 1827. Ascendido a Alférez 1° en diciembre de ese año,
Teniente 2° en febrero de 1828 y Teniente 1° en diciembre del
mismo año.
Combatió en distintos enfrentamientos contra los indígenas
de la frontera a las órdenes del coronel Rauch y participó en
el combate de las Vizcacheras. En el ejército del General Paz
se batió en las batallas de San Roque, Oncativo y la Tablada,
ascendido por el general Paz a Capitán de Caballería. A las
órdenes del Gral. Lamadrid combatió en la Ciudadela de
Tucumán y ante la derrota de los unitarios, emigró a Bolivia.
120
Se unió a las tropas de Lavalle combatiendo con éste en
Faimallá. A la muerte de Lavalle, emigró nuevamente a
Bolivia. Regresó al país después de la Batalla de Caseros y
falleció en Tucumán, en 1883.

** Teniente Coronel Mariano Miller y Alagon. Nacido en


Buenos Aires. En 1804 fue nombrado Alférez en los Dragones
de Buenos Aires, participó en las invasiones inglesas de 1806
y 1807. Prisonero de los ingleses, fue remitido a Londres y
luego combatió en la guerra de la independencia española
contra los franceses. Permaneció en España hasta 1815, en
que retornó a Buenos Aires. En 1816 fue agregado a los
Húsares de la Unión como Capitán y en 1817 al regimiento 3
de caballería de Campaña, ejerciendo la comandancia militar
de la Guardia de Lujan.
En 1820 ascendió a Sargento Mayor en los Húsares del
Orden, cuerpo que en 1822 sirve de base para la refundación
de los Blandengues de la Frontera. En noviembre de 1822
ocupa el cargo de 2° Jefe de Blandengues y forma parte de las
expediciones organizadas por Martín Rodríguez en 1823 y
1824. Murió asesinado- junto con otros compañeros del
cuerpo- por los aborígenes en las cercanías de Tandil
(Laguna de la perfidia) el 31 de enero de 1824.

* Capitán Lucas Bott. Nació en Buenos Aires. En 1813


ingresó a Granaderos a Caballo, cuerpo con el que asistió a la
campaña libertadora de Chile (Chacabuco, Cancha rayada y
Maipú) ascendido a capitán graduado. Obtuvo su licencia y
separación del servicio en 1819. En junio de 1821 ingresó
como Ayudante Mayor en el regimiento “Húsares del Orden”
(luego Blandengues de la frontera). Ascendido a Capitán de
Blandengues en 1823, participó en las campañas al desierto
organizadas por el gobernador Martín Rodríguez, siendo
asesinado el 31 de enero de 1824 por los aborígenes en las
cercanías de Tandil (laguna De la Perfidia) junto a otros
compañeros del regimiento de Blandengues.

* Coronel Francisco Clavero Nacido en Buenos Aires. En


1813 se incorpora a Granaderos a Caballo y fue su bautismo
121
de fuego en San Lorenzo. Participó en la campaña a Chile,
siendo ascendido a Cabo. Se batió en Talcahuano, Cancha
Rayada y Maipú, y con la presilla de sargento participa en la
campaña al Perú, para volver de allí convertido en oficial de
caballería.
En 1826, capitán de milicias rurales combatió a los indios en
la frontera de Buenos Aires. Combatió contra los unitarios en
1828, y asiste a la capitulación de Lavalle, en Cañuelas.
En diciembre de 1829 Rosas nombra a Clavero ayudante
mayor, con el grado de capitán de línea (enero de 1830). En
abril de 1831 es jefe de compañía en el regimiento de
Patricios Libertos a Caballo, escolta del gobernador. En 1833
como jefe de compañía de Blandengues, acompaña a Rosas
en le campaña del desierto. Terminada esta en 1834, queda
asignado a Bahía Blanca, con el grado de Mayor.
El 3 de febrero (de 1852), toma parte en la batalla de Caseros,
en el regimiento Escolta que Rosas a órdenes del Coronel
Pedro Díaz.
Derrotado Rosas, Clavero fué destinado a los Dragones del
Sud con asiento en Chascomús. En 1856 les asignado en
San Rafael (Mendoza), como segundo jefe del 3 de caballería,
como teniente coronel. En 1861 acompaña al gobernador de
San Luis, Juan Saá, en su misión a San Juan con el
regimiento 3 de caballería, participando en la batalla de “La
rinconada del Pocito”.
El 17 de setiembre de 1862, Clavero toma parte como
coronel en la batalla de Pavón formando parte del ejército de
la Confederación
En 1861 emigra a Chile, perseguido por los liberales porteños
En mayo de 1863 el general Peñaloza se alzó contra los
porteños y Clavero cruza los andes para ponerse a sus
órdenes.
Prisionero luego de la derrota del Chacho, fue condenado a
muerte pero Mitre no se atrevió a fusilarlo. Clavero quedó en
el Hospital de Hombres de la capital, pendiente siempre su
condena a muerte, la que acaeció en 1867.

Además, de la obra “BUENOS AIRES PATRIOTS OF THE


AMERICAN REVOLUTION”, de Granville Hough, Ph.D.,
122
pudimos extraer la siguiente lista de Blandengues de Buenos
Aires, y su año de revista:

Manuel Marin Sargento 1799


Juan Márquez. Sargento 1799
Andrés Martínez. Capitán 1795
Agustín Medina. Sargento 1798
Agustín Murillo. Sargento 1798
Fernando Navarro. Capitán 1787
Nicolás Noriega. Sargento 1798
Juan Ramón Palacios. Sargento 1800
Agustín Peralto. Sargento 1798
Juan Antonio Pérez. Sargento 1798
Pedro Pérez. Sargento 1798
Clemente Poveda. Sargento 1798
Rodriguez Peña, Juan de Dios cadete 1799
Rodriguez Peña, Nicolas cadete 1798
Rubio, Tomas sargento 1792
Ruiz, Jose sargento 1798
Tejedor, Miguel capitan 1798
Toledo, Bartolomé teniente 1787
De la Torre, José capitan 1798
De Torres, José sargento 1787
Zaldivar Juan sargento 1799

Y de los Blandengues de Santa Fé:

de la Rosa Arriola, Juan sargento 1797


Santa Cruz, Juan alferez 1795
Tijera, Juan Vicente sargento 1787
Zapata, Luis alferez 1787

123
En los Blandengues de Montevideo

** Manuel Correa, (1790/1850) nacido en de Maldonado,


ingresó como cadete de Blandengues de Montevideo en 1804.
Combatió contra los ingleses en Maldonado (1806) y defensa
de Montevideo (1807) y pasó a Buenos Aires. Edecán de
Belgrano en la campaña al Paraguay. Participó en el sitio y
caída de Montevideo, contra los realistas. Luchó en la guerra
contra el Brasil y luego de la caída del gobierno de Lavalle,
emigró a Montevideo en 1829. Siguió su carrera en Uruguay
hasta llegar al grado de General, Jefe del estado Mayor
General y Capitán del Puerto de Montevideo. Falleció en
1850.

** Román Rosendo Fernández. (1782/158) Nacido en


Montevideo. Se inició a los 15 años como cadete en
Blandengues. Alférez de la 4ta. Compañía en 1803. Participó
en la resistencia al desembarco inglés en Maldonado (1806),
la defensa de Montevideo y Defensa de Buenos Aires (1807)
contra los ingleses. Como Capitán de Blandengues participó
en la batalla de Las Piedras, a las órdenes de Artigas.
Posteriormente pasó al regimiento de Patricios de Bs. As. Y
luchó en el sitio y liberación de Montevideo (1814). Asistió a
la campaña del Alto Perú y en 1816 designado 2do.
Comandante Gral. De Fronteras de Bs. As. En 1828 participó
en la guerra contra el Brasil. Ascendido a coronel en 1832,
fue dado de baja por Rosas en 1835.
En 1839 pasó a servir en el ejército Oriental con el grado de
Coronel, asistiendo al sitio de Montevideo como jefe del Detall
del Estado Mayor General del Ejército de la Capital. Falleció
en Montevideo.

** Julián Francisco Sayós. (1778/1817) Nacido en Buenos


Aires, se inició en el regimiento de Dragones de Buenos Aires.
En 1806 se incorporó a Blandengues, destacado en
Maldonado. Participó en los sitios y liberación de Montevideo
de 1811 a 1814 en el regimiento de Patricios 2. Ayudante de
124
la plaza de Montevideo hasta 1815, pasó a desempeñarse
como Sargento Mayor del Regimiento 3 de Caballería de Línea
de Bs. As. Comandante militar de Río Negro con asiento en
Carmen de Patagones, murió asesinado en una sublevación
de prisioneros en Carmen de Patagones.

** José Ignacio Warnes. (1771-1816). Nació en Buenos


Aires. Se incorporó a los Blandengues como cadete; luchó
contra las invasiones inglesas; se sumó a la causa patriótica
de la Revolución de Mayo. Acompañó la expedición de
Belgrano al Paraguay, en donde fue capturado y enviado
como prisionero a Montevideo; recobrada la libertad, fue
nombrado teniente coronel y asignado al ejército del Norte,
comandado por Belgrano.
Intervino en las batallas de Tucumán, Salta, Vilcapugio y
Ayohuma.
Belgrano lo promovió al grado de Coronel y le asignó la tarea
de reorganizar las fuerzas en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia)
para renovar el ataque contra los realistas; bajo el mando del
general Arenales, derrotó a los realistas en la batalla de
Florida y tomó posesión de la ciudad de Santa Cruz.
Excelente organizador e instructor, creó cuerpos militares
efectivos con hombres de diferentes razas, ocupaciones y
armas; con estas nuevas fuerzas estuvo de nuevo en
condiciones d conservar el área para los patriotas hasta que,
a fines de 1816, una nueva fuerza realista atacó a Warnes en
la llanura de Parí; atrapado bajo su caballo caído, lo mataron
y su cabeza fue cortada para ser exhibida en la plaza de
Santa Cruz, en donde luego se levantó un monumento en su
memoria.

** Gregorio Manuel Mons. (1773/1840) Nació en Santiago


(Galicia). A los trece años se inició como soldado del
Regimiento de Infantería de Buenos Aires, ascendido a
Sargento 1ro. De los Blandengues e Montevideo en
1797.Participó en la expedición del Yaguarón y la reconquista
de la Fortaleza del Cerro Largo en 1801. En 1807 asistió a la
defensa de Montevideo y terminó prisionero de los ingleses.
Remitido a Inglaterra con sus compañeros, al ser liberado,
125
formó parte del Batallón Buenos Aires que combatió en
España contra las fuerzas de Napoleón en Río Seco, fuente de
San Esteban, Tamamés y Medina del Campo, siendo
ascendido a Alférez.
Regresó al Río de la Plata y participó activamente en las filas
patriotas combatiendo junto a Artigas en Las Piedras y primer
sitio de Montevideo. Ascendido a Teniente en 1811 en el
regimiento de Dragones de la Patria. Asistió al segundo sitio
de Montevideo hasta su caída en manos patriotas. Ascendido
a capitán en 1814.
Asistió a la batalla de Cepeda (1-2-1820). Participó en la
guerra con el Brasil y más tarde comandó el regimiento 3 de
Milicias de Campaña, participando en la frontera, en la lucha
contra el indio. Jefe de la Guardia de Lobos en 1833, fue
dado de baja en 1834. Como Coronel se incorporó a las
fuerzas de Lavalle y luego de la derrota de éste en Quebracho
Herrado, fue degollado por orden del caudillo oriental Manuel
Oribe.

** Juan Zeballos. (1780/1848) Nació en Maldonado. En


1791 se incorporó como cadete al regimiento de Blandengues.
Sargento segundo en 1806. Se halló en la defensa de
Montevideo contra los ingleses y en la defensa de Bs. As.
(1807). A las órdenes de Balcarce intervino en la primera
campaña al alto Perú participando en las batallas de
Suipacha y Desaguadero. Con Belgrano estuvo en la batalla
de Tucumán.
Teniente graduado de artillería en 1813, ayudante mayor en
1818 y capitán del Batallón de Artillería de Bs. As. En 1821.
Participó en la campaña al desierto de Martín Rodríguez
(1823/1824) participó en la guerra con el Brasil por la
liberación de la Banda Oriental. Ascendido a Teniente
Coronel. Murió en Buenos Aires.

** Manuel Vicente Pagola. (1781/1841) Nació en Canelones.


Sentó plaza como soldado distinguido en Blandengues de
Montevideo, en 1800. Ascendido a cabo en mayo del mismo
año. Participó en contra los invasores ingleses en los
combates del Buceo y el Cardal (1807) y soportó con sus
126
pares, el asedio de Montevideo hasta su caída en febrero de
1807.
Durante la época independiente, participó en la batalla de Las
Piedras, y el primer sitio de Montevideo contra los realistas.
Participó en el segundo sitio a Montevideo, ya dependiendo
del gobierno de Buenos Aires. Participó en la campaña al Alto
Perú con Rondeau, y en las acciones de Venta y Media y Sipe-
Sipe. Luego en las campañas contra los artiguistas en el
Litoral y en la batalla de Cepeda. Con el grado de coronel, fue
designado jefe del regimiento de Blandengues de la Frontera
de Bs. As en 1820. Se retiró del servicio en 1822 y pasó a
residir en la Banda Oriental. Jefe de Policía de Montevideo
en 1828 y diputado en la Asamblea Constituyente que aprobó
la Constitución uruguaya. Murió en Buenos Aires.

** Sebastián Pizarro. (1771/1811) Nació en Montevideo. Se


incorporó a Blandengues, ascendido a Teniente en 1797. En
noviembre del mismo año pasó al Regimiento de infantería de
Buenos Aires.
Participó en la defensa de Montevideo contra los ingleses
(1807) prisionero de estos fue remitido a la Colonia del Cabo y
regresado a Maldonado al finalizar la guerra entre España e
Inglaterra. Al disolverse el regimiento, fue dado de baja.
Murió en Buenos Aires.

** Lino Ramírez de Arellano. (1795/1819) Nació en


Montevideo. Ingresó a los Blandengues de Montevideo en
1809, ascendiendo a Alférez en septiembre de 1810. Se halló
en la defensa de Montevideo contra el asedio patriota,
fugando de la plaza en 1811 y pasándose a las filas patriotas.
Como teniente de caballería sentó plaza en el Regimiento de
Granaderos a Caballo. Asistió a las campañas del Ejército del
Norte y luego, en el ejército de los Andes. Con San Martín
participó en la gesta libertadora de Chile (Chacabuco,
Campaña al sur de Chile, Cancha Rayada y Maipú).
Ascendido a Capitán, regresó a Buenos Aires en 1818 y
falleció muy joven en ésa, en 1819.

127
**General José Rondeau (1773-1844), natural de Buenos
Aires. Se inicio en la carrera de las armas como cadete del
Regimiento de Infantería de Buenos Aires en 1793. Alférez del
Regimiento de Blandengues de Montevideo (Septiembre de
1797). Ascendido a teniente de Blandengues en 1803 y a
capitán en 1806. Durante las invasiones inglesas estuvo en la
Montevideo, y cayó prisionero de los invasores. Con casi
cincuenta oficiales criollos y españoles, se lo condujo a
Inglaterra. Pasó a prestar servicios en España, luchando
contra los franceses. Con la promoción de capitán efectivo se
le destinó a Buenos Aires.
En Montevideo (agosto de 1810) adhirió a la causa patriota;
se le dio de alta con el grado de teniente coronel (8 de marzo
de 1811); fue nombrado jefe de las fuerzas patriotas que
actuaban en la Banda Oriental. Estuvo en el combate Las
Piedras. Inició el sitio a la plaza de Montevideo, que se
mantuvo hasta octubre de 1811. El 24 de mayo de 1811
ascendió a coronel. Inició el segundo sitio de Montevideo (20
de octubre de 1812). Ascendido a general del ejército de las
Provincias Unidas sobre Montevideo.
General en jefe del ejército del Alto Perú (junio de 1814) en
reemplazo de San Martín. En abril de 1815 sus tropas
batieron a los realistas en Puesto del Marqués; sufrieron un
descalabro en Venta y Media. Y nuevamente en Sipe-Sipe.
Por renuncia de Pueyrredón se desempeño como Director
Supremo (9 de junio de 1819 - 11 de febrero de 1820) cargo
que renuncio después de la victoria de Ramírez y López en
Cepeda. Se le designo jefe del ejército contra los indios del
sur (enero de 1824). Por renuncia del general Martín
Rodríguez se le confió el mandato del Ejército de Observación
en la Banda Oriental (enero de 1826). Terminada la guerra
con el Brasil fue electo gobernador y capitán general
provisorio de la República Oriental del Uruguay (diciembre de
1828 - abril de 1830). Presidente del Consejo de Estado del
Uruguay (1842). Falleció el 18 de noviembre de 1844 en
Montevideo.

** José Gervasio Artigas Nació en Montevideo, el 19 de


junio de 1764. En 1797 ingresó al regimiento de Blandengues
128
de Montevideo 98_ y, como integrante del mismo mantuvo el
orden en las fronteras rurales e intervino decididamente en
las invasiones inglesas, primero en la Reconquista de Buenos
Aires (1806) y la Defensa de Montevideo (1807) Producida la
Revolución de Mayo, se plegó a la misma a contra las
autoridades españolas.
Participó en las luchas por la reconquista de la Banda
Oriental hasta la caída de Montevideo en 1814. Luego
defendió su territorio contra las invasiones de los
portugueses.
En1815 formó la Liga de los Pueblos libres para oponerse a
los intentos de hegemonía porteña y a sus planes
monárquicos, con las provincias de Santa Fé y Entre Ríos.
Abandonado a su suerte por la burguesía montevideana,
debió enfrentar graves ataques de los portugueses que lo
derrotaron definitivamente en Tacuarembó (1820). Mientras
sus caudillos López y Ramírez derrotaban a las fuerzas
porteñas en Cepeda (febrero de 1820) y posteriormente firman
el Tratado de Pilar, dejando fuera del mismo a Artigas.
Enfrentado con el caudillo entrerriano Francisco Ramírez, es
derrotado por éste y debe emigrar al exilio en Paraguay,
donde muere en 1850.

Además, de la obra “BUENOS AIRES PATRIOTS OF THE


AMERICAN REVOLUTION”, de Granville Hough, Ph.D.,
pudimos extraer la siguiente lista de Blandengues de
Montevideo, y su año de revista:

Carlos Maciel. capitán 1798


Juan Pedro Maciel. Teniente 1798
Miguel Marin. capitán 1798
Rafael Francisco Marin Teniente 1798

98
Era hijo de Martin Artigas, que era uno de los pocos militares españoles que
dialogaba con los indios y era respetado por ellos, a tal punto que José Gervasio
vivía con ellos y había tenido un hijo indio. Pero era requerido por la justicia
española por "matrero y contrabandista". Un español apodado Farruco, en marzo
de 1797 convence a José Gervasio, hijo de su amigo Martin Artigas, para que
ingrese al Cuerpo de Blandengues y éste hace su ingreso en el Fortín del gallego
Farruco, en el lugar conocido como Capilla de Farruco.
129
José del Pilar Mars. Cadete 1798
Ignacio Martínez. Teniente 1798
José Mechero. Sargento 1798
Alejandro Medrano. Alférez 1798
Nadal Mengual. Sargento 1798
José Miraval. Sargento 1798
Juan Agustín Pagola. capitán 1798
Gregorio Patiño. Alférez 1798
Francisco Pazos. Sargento 1798
José Pérez. Alférez 1798
Antonio Pinilla. Sargento 1798
Ramirez, Juan sargento 1798
Riesgo, Bartolome capitan 1798
Rio, Francisco Ventura alferez 1798
Rivero, Pedro sargento 1798
Rodriguez, Juan sargento 1798
Saavedra, Andrés sargento 1798
Sierra, Pedro Matias sargento 1798
Suarez, Francisco Vicente sargento 1798
Vazquez, Ramon Vicente sargento 1798
Victorica, José Manuel cadete 1798

130
Decreto de creación de los “Blandengues de
la Nueva Frontera”
“Buenos Aires, 17 de agosto de 1832.

Considerando el Gobierno, que para arribar á una seguridad


estable, cual demanda el interes bien sentido de la importante
obra de la nueva linea de frontera, nada es mas conducente que
el proporcionar á la guarnicion, encargada de su defensa y
proteccion, una investidura analoga al grande objeto á que es
destinada. Teniendo al mismo tiempo en consideracion la
conveniencia de hacer participes á los individuos que la
compongan de un interés positivo por la propiedad. Siendo á este
fin de conocida utilidad el restablecimiento del meritorio cuerpo de
Blandengues, que rindió servicios muy recomendables y
distinguidos en la defensa y conservacion de la primera linca de
frontera, que aun hoy se recuerdan con entusiasmo ; y
ultimamente uniendose á las filas del ejército restaurador; ha
acordado y decreta,

Art. 1." Queda extinguido el regimiento número a de caballeria de


linea, y sus restos servirán de plantel para la formacion de otro,
que será denominado Blandengues de la nueva frontera.
2. El coronel que mandaba el regimiento núm. 2. de caballeria de
linea, será incorporado á la plana mayor activa del ejército,
entretanto se le destina segun sus conocidas aptitudes y
servicios.
3. Los oficiales del extinguido regimiento entrarán á servir en el de
nueva creacion, siempre que reunieren las calidades necesarias al
efecto.
4. El regimiento de Blandengues será puesto sobre el pie de
organizacion y fuerza que está determinado para los de
caballeria en servicio activo: tendrá el sueldo y goces declarados
á estos; y su uniforme será, con las modificaciones que el
Gobierno estime dictar, el que usaban los antiguos Blandengues.
5. El nuevo cuerpo de Blandengues será considerado como
guarnicion permanente de la Guardia Argentina en Bahia Blanca;
y no podrá ser empleado en otro servicio á puntos distantes, sino
en ocasiones de urgencia extrema ; en cuyo caso se consultará

131
que su separacion eventual no deje imdefenso el territorio, cuya
seguridad y proteccion es su principal objeto.
6. En cada una de las compañias del nuevo cuerpo se
considerarán como plazas efectivas dos baqueanos que gozarán
el sueldo de sargentos, y servirán para dirigir y guiar las
partidas exploradoras, u destacamentos que se destinen á la
campaña.
7. Los individuos de todas las clases del nuevo regimiento serán
considerados como pobladores de la Guardia Argentina; y
optaran en consecuencia á las consideraciones y auxilios que el
Gobierno; otorgue a estos, siempre que reunan la precisa
condicion de casados, y que se comprometan á avecindarse en el
territorio de ella, aun despues de concluido el tiempo de su
empeño.
8. El Ministro, Secretario de Guerra y Marina, queda encargado
de la ejecucion de este decreto,comunicarlo á quienes corresponda
y mandarlo publicar.

ROSAS.
Juan Ramon Balcarce.”

132
BREVE CRONOLOGIA DE LA ACTUACION DE LOS
BLANDENGUES DE BUENOS AIRES, desde su creación
hasta la Organización Nacional.

PARTIDO
Año Nombre anterior ACTUAL Hecho
Instalación de la compañía
1752 Guardia de Luján Mercedes "La Valerosa"
Instalación de la compañía
1752 Guardia del Salto Salto "Invencible"
Guardia del Instalación de la compañía
1752 Zanjón Cañuelas "Atrevida"
Guardia de San Construcción de fuerte e
1767 Lorenzo Navarro instalación de Blandengues
Sierra de la
1770 Ventana Torquinst Expedición
Guardia del Construcción de fuerte e
1771 Zanjón Cañuelas instalación de Blandengues
1772 Sierra del Vulcan Balcarce Expedición
1775 Palantelén 25 de Mayo Expedición
1775 Laguna Blanca Olavarria Combate
Construcción de fuerte e
1775 Barragán Ensenada instalación de Blandengues
Construcción de fuerte e
1777 Guardia de Rojas Rojas instalación de Blandengues
San Antonio de
1779 San Claudio Areco Expedición
1779 Cabeza del Buey Bolívar Concentración para combate
Construcción de fuerte e
1779 San Juan Bautista Chascomús instalacion de Blandengues
Construcción de fuerte e
1779 San Pedro Lobos instalacion de Blandengues
Construcción de fuerte e
1779 Guardia del Monte Monte instalacion de Blandengues
San Antonio de Construcción de fuerte e
1780 San Claudio Areco instalacion de Blandengues
Construcción de fuerte e
1780 Fortin Ranchos Gral. Paz instalacion de Blandengues
Fortin de las Construcción de fuerte e
1781 Mercedes Colon instalacion de Blandengues

133
1790 Cabeza del Buey Bolívar Firma de tratado de paz
1793 Cabeza del Buey Bolívar Herido Francisco Balcarce
1793 Laguna del Unco 25 de Mayo Muere Francisco Balcarce
1806 Perdriel San Martín Combate contra los ingleses
Cdad. de Bs.
1806 Reconquista As. Combates contra los ingleses
1807 Defensa Montevideo Combates contra los ingleses
Autónoma de
1807 Defensa Bs. As. Combates contra los ingleses
Combates contra los
1808/1810 G.D.I. España franceses
Los Blandengues se
transforman en Caballería de
1810 la Patria
Curuzú Cuatiá- Mandisoví
( fundaciones)
Expedición al Campichuelo- Tacuarí-
1810 Paraguay Paraguarí (combates)
Expedición al Alto
1810 Perú Tupiza (Suipacha) - Huaqui
Ejército de Creación de la Bandera
1811/1812 Belgrano Rosario Nacional
Se disuelven los
1812 Blandengues
Guardia de Kakel Se vuelven a crear los
1816 Huincul Gral. Madariaga Blandengues
Se instala deposito de
prisioneros españoles
1817 Las Bruscas Dolores custodiado por Blandengues
Fundación de la actual
1818 Dolores Dolores ciudad de Dolores
Campaña contra
1820 Alvear y Carreras Combate
Revolución de Pagola. Se
disuelven los Blandengues.
Incorporados a los Húsares
1820 de Buenos Aires
Guardia de Kakel Se vuelven a crear los
1822 Huincul Dolores Blandengues

134
Fuerte
1823 Independencia Tandil Expedición fundadora
1824 Sierra de la Tinta Tandil Combate
1825 Laguna de Gómez Junín Combate contra malón
Laguna del
1825 Saladillo Saladillo Combate contra malón
Por decreto de Rivadavia se
Creación del 6 de transforma en Regimiento 6
1826 línea de caballería de Línea
Fuerte Cruz de Construcción de fuerte e
1826 Guerra 25 de Mayo instalacion de Blandengues
Construcción de fuerte e
1826 Laguna Blanca Olavarria instalacion de Blandengues
Campaña de
1826 Rauch Tapalqué Combates
Campaña de
1827 Rauch Carhué Combates
Campaña de
1827 Rauch Torquinst Combates
Parte del 6 es incorporado a
Revolución los Coraceros de Anacleto
1828 unitaria Medina
Muerte de Rauch. Los
Blandengues de Blanca
Combate de las Grande luchan en el bando
1829 Vizcacheras Gral. Madariaga federal
Un escuadrón integra la
división Pacheco que derrota
Campaña del a los aborígenes en el Río
1830 Salado Varios Salado
Integran la división
Campaña al comandada por Rosas que
1833 Desierto (Rosas) Varios llega al Río Negro
Designados en guarnición y
Fortaleza como habitantes de Bahía
1833 Argentina Bahía Blanca Blanca
Combate en Bahía Contra las huestes de
1833 Blanca Bahía Blanca Calfucurá
Carmen de
1833 Patagones Patagones Designados en guarnición
Expedición Contra las huestes de
1834 punitiva Bahía Blanca Calfucurá

135
Construcción de fuerte e
1835 Fortin Mulitas 25 de Mayo instalacion de Blandengues
Expedición Contra las huestes de
1835 punitiva Varios Yanquetruz
Contra las huestes de
Expedición Cañiuquir. Muerte del
1836 punitiva Bahía Blanca cacique mencionado
Contra las huestes de los
defensa de Bahía caciques Alon, Medlinguer y
1837 Blanca Bahía Blanca Milalco
En el ejército de Mitre,
Batalla de Sierra contra Calfucurá, Catriel y
1855 Chica Olavarria Cachul
Campaña de Combate de los Huesos y
1856 Emilio Mitre Tandil Capaleoufú
Campaña a las A las órdenes de Emilio
1857 Salinas Grandes Varios Mitre

136
BIBLIOGRAFIA
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Sánchez de Thompson, ” Recuerdos de Buenos Aires
Mariquita Virreynal” Historia Social.
Universidad de Buenos Aires. Fac.
Filosofía y Letras. Bs As 1968

Documentación consultada: Archivo General del Ejército


Argentino legajos:
5537 (General Antonio González Balcarce): 5582 (General
Francisco González Balcarce): 5627(General Marcos González
Balcarce): 9147 (Coronel Antonio de Olavarría):9152 (Capitán
Rafael de Olavarría): 9150 (Coronel José Valentín de Olavarría):
10462 (Mayor Isidro Félix de Quesada: 4257 (General de Brigada
Gervasio Espinosa):6110 (Coronel Rafael Hortiguera): 7639 y 7640
(General Benito José Martínez):13658 (Coronel Felipe Santiago
Videla):13395 (Teniente Coronel Bruno Vázquez): 2626 (Coronel
Felipe Santiago Cardoso: 14114 (Teniente Coronel Juan Zeballos):
5909 (Capitán Manuel Gutiérrez):14164 (Teniente Coronel Juan
Zufriategui): 8292 (Coronel Gregorio Mons): 11502 (General de
Brigada José Rondeau);10498 (General Nicolàs de la
Quintana),;7722 y 7723 (Capitán Manuel Martínez)

Nuestro agradecimiento a las páginas Web de


Municipalidades de: Lobos, Cañuelas, Mercedes, Salto, Luján,
Navarro, Monte, La Matanza, Magdalena, San Pedro y Junín.
Provincias de Santa Fé, Entre Ríos, Mendoza y Chaco.
Y además del: Ministerio de Defensa de la Nación (Arg.) y Ejército
Argentino, Ejército de la República Oriental del Uruguay y Policía
de Montevideo
Y también a:
 Archivo General del Ejército Argentino
 Biblioteca del Círculo Militar (Argentina)
 Eduardo Márquez Llano, presidente del Centro de Estudios
Históricos de Bolívar (Argentina)

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