Ag LA CASA NUEVA

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NOTA: DISCURSO LEÍDO POR EL INGENIERO MANUEL JOSÉ DELGADO BEJARANO, PROMOCIÓN

G-60, EL 5 DE JUNIO DEL 2007 CON OCASIÓN DEL 47 ANIVERSARIO DE LA INAUGURACIÓN


DE NUESTRO LOCAL INSTITUCIONAL.

LA CASA NUEVA

Hoy estamos de fiesta, tenemos nueva casa,


y hay que celebrarlo como Dios manda.
Hay de todo, comida, trago, alegría, mucha gente.
Y la casa, la casa nueva, nuestra casa,
fruto de tantos años llenos de penas blancas.
Primero los discursos, ..... etc., etc.

La estrofa de la canción que acabamos de escuchar, nos recuerda los


momentos que se viven cuando estrenamos la casa nueva, la casa propia, el
hogar permanente, aquello porque todos los hombres luchan
denodadamente por tener, su casa, su castillo, su hogar, su reino si
queremos simbolizar el gran valor que ello significa.

La ocasión que nos reúne esta noche, es recordar la gesta de la casa nueva
lograda por pro-hombres de la Guadalupanidad que no cesaron en su
empeño para que la Antorcha de Peruanidad que enarbola nuestra institución
tenga un lugar permanente donde flamear y encender los espíritus.

Y es tanta la importancia de contar con una casa propia, que los fundadores
de la Asociacion Guadalupana se trazaron como acción prioritaria y
fundamental, apenas fundada la Asociacion, la adquisición de un local
propio, y en la primera Junta Directiva que presidió nuestro hermano
Francisco Tudela y Varela se incluyó una Comisión Pro-Local. Recordemos
esa Primera Junta Directiva conformada por el Dr. Francisco Tudela y Varela
(G-1895) como primer Presidente de la Asociacion Guadalupana, como
primer Vice Presidente el Dr. José Gálvez Barrenechea; segundo Vice
Presidente el Dr. Carlos Enrique Paz Soldán; Tesorero el Sr. Santiago Acuña;
Secretario General el Periodista Eduardo Lizárraga, Secretario de Actas el Dr.
Andrés Echevarría Maúrtua y Presidente de la Comisión Pro-Local el Ing.
Alejandro Bertello Bollati, insigne propulsor de la Guadalupanidad y a quien
jamás dejaremos de rendirle nuestro tributo de gratitud y admiración.
Y así como los hombres tienen muchas veces un largo y laborioso trajinar
antes de lograr su casa propia, nuestra institución también tuvo su
peregrinaje antes de llegar a este nuestro segundo hogar celeste, segundo
no por ser menos que nuestro querido Colegio Guadalupe el primer hogar
celeste de todos los guadalupanos, sino porque es aquí donde nos mudamos
y refugiamos luego de pasar por las aulas celestes para seguir
engrandeciendo la mística y el fervor guadalupanos. Esta es ahora nuestra
casa.

La Primera sede de la AG se abrió al público el 1 de diciembre de 1942.


Estaba ubicada en el edificio Hidalgo de la Plaza San Martín Nº 138 Of. 205, y
ante la necesidad de contar con mejores servicios para los asociados, el 3 de
abril de 1943, se trasladó a la calle Belén Nº 1074, local al que asistió el
señor Presidente Constitucional de la República Dr. Manuel Prado el 12 de
noviembre de 1944, para inaugurar el Salón de los Héroes Guadalupanos,
ocasión en la que obsequió el cuadro de su hermano, el héroe nacional
Coronel Leoncio Prado Gutiérrez. Ya para esa fecha presidía la Asociacion
Guadalupana el notable jurista Don Ezequiel F. Muñoz quien fuera elegido
para reemplazar a Don Francisco Tudela y Varela el 14 de noviembre de 1942
y que dirigiera los destinos de la Asociacion hasta 1961 en que por motivos
de salud dejara el cargo a su Vice Presidente Don Alejandro Bertello,
falleciendo en agosto de ese mismo año.

Ezequiel F. Muñoz estudió primaria y secundaria en Guadalupe, dedicó los


mejores años de su vida al servicio a la Patria como Ministro de Estado,
Presidente de la Corte Suprema de la República, notable Catedrático
Universitario y Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Lima.

Luego de varios años de laboriosas y tenaces gestiones, Ezequiel Muñoz


logró que el Estado adjudicara en propiedad a la Asociación Guadalupana un
terreno de dos mil metros cuadrados, ubicado en el distrito de Lima, en la
Av. Alfonso Ugarte esquina con el Jr. Quilca, para la construcción de su local
institucional.

Las Cámaras de Diputados y Senadores, en expeditiva gestión de los


parlamentarios guadalupanos, elevaron al Ejecutivo para su promulgación la
ley 10284 en 1944. La ley fue observada por el Ejecutivo –que ya estaba de
salida- el 27 de diciembre de 1944. Trascendió que el “veto” se debió a que
el terreno irrogaba alto costo al Estado.
Al asumir el gobierno constitucional el Dr. José Luis Bustamante y Rivero y el
encumbramiento al nuevo régimen de connotadas personalidades
guadalupanas, como el Dr. Jorge Basadre, Ministro de Educación; el Dr. Oscar
Trelles Montes, Ministro de Salud; el Dr. Luis Bedoya Reyes, que con un
encomiable trabajo de orientación ciudadana a través del semanario
“Jornada”, fue nombrado Secretario de Prensa de la Presidencia de la
República y Director General de Informaciones y el hecho que el doctor
Fernando León de Vivero, presidiera la Cámara de Diputados y el Dr. José
Gálvez Barrenechea Presidiera la Cámara de Senadores, el destino de la ley
sería otro.

El Dr. Basadre propuso en el consejo de Ministros retirar las observaciones y


promulgar la ley. La iniciativa fue apoyada por el Dr. Trelles siendo aprobada
por unanimidad por el Gabinete. La ley fue promulgada el 13 de noviembre
de 1945 un día antes del aniversario del Colegio. La guadalupanidad no
podía tener mejor homenaje.

Es necesario recordar con gratitud a los parlamentarios guadalupanos del


primer gobierno del Dr. Manuel Prado que con su iniciativa y eficaces
gestiones, contribuyeron a la dación de la referida ley. En la Cámara de
Diputados el periodista Miguel Angel Urquieta, el autor de la célebre prosa
“La G de trazo firme, rotundo, varonil, preside nuestra vida institucional. Es
un círculo que puede crecer y ampliarse indefinidamente y constituye una
fuerza cívica de acción afirmativa en servicio del Perú y en servicio de
América. No es un círculo cerrado. Está abierto a todos los hombres de bien
que tengan fervor nacional y emoción americana”; asimismo, los diputados
Ing. Manuel B. Llosa y los doctores Augusto Peñaloza, Gerardo Balbuena, José
V. Manchego, Oscar Medelius Gorriti, Leopoldo García, Leonardo Hidalgo
Reyes, Miguel A. Morán, Clodomiro Chávez, Buenaventura Burga Hurtado y
Nilo Lambruschini. En la Cámara de Senadores, su presidente Ernesto Diez
Canseco y el Dr. Rómulo Jordán Cánepa.

Igualmente, los guadalupanos recordamos con especial gratitud, al Patricio


José Luis Bustamante y Rivero, quien respaldó a tan distinguidos
colaboradores que supieron cumplir con su Alma Mater y con ello,
aseguraron la vigencia de la Asociación Guadalupana en su singular misión
de peruanidad y difusión de la cultura y fraternidad nacional.
El 30 de junio de 1946 Ezequiel F. Muñoz, hizo entrega al Ing. Alejandro
Bertello Bollati, presidente de la Comisión Pro local, la escritura del terreno
cedido, notariada por el Dr. García Rada e inscrita en los RR.PP. con su plano
y copia literal del dominio.

Dadas las dificultades del financiamiento para la construcción del local, la


asamblea del 23 de octubre de 1953, autorizó solicitar al Supremo Gobierno
la dación de una ley que permita vender el terreno para comprar un local.
Así, se logró la promulgación de la ley 12072 del 26 de febrero de 1954, que
autorizó enajenar todo o parte del terreno para invertir el producto en la
adquisición o construcción de la sede social.

Correspondió al Ing. Alejandro Bertello Bollatti y a la Comisión que presidía y


era integrada por Manuel E. Illich, Alberto Cavenago, el Ing. Armando Bueno
Ortiz y complementada por el Ing. Raúl Caballero Díaz, las diversas gestiones
para la compra del local, las que concluyeron el 27 de abril de 1954, con la
adquisición a la familia del Dr. Ernesto de la Jara, del hermoso edificio de
Arquitectura Republicana de estilo francés de la década de 1930, con una
superficie de 1400 m2, ubicado en la esquina de la Av. Alfonso Ugarte y la
prolongación de la Av. España, iniciándose su remodelación y adecuación a
las necesidades institucionales.

Desde 1954 hasta el 5 de junio de 1960, fecha en que se abrieran


definitivamente las puertas de este local, la Comisión Pro-Local asume la
administración del nuevo local adquirido hasta que se culmine su arreglo,
decoración, adquisición y donación de los muebles necesarios para su
correcto funcionamiento, labor que vio sus frutos en mayo y junio de 1960.

El local, nuestra casa, gracias a las remodelaciones realizadas en esos seis


años, cuenta con todo lo necesario para sus asociados e invitados: biblioteca,
salas de juegos y de reuniones, patio sevillano de contornos moriscos; pileta
ornamental con azulejos adornada con una bella escultura en peltré,
auditorio, comedores, amplio jardín, salas para el Consejo Directivo, las
Promociones, el Comité de Damas; oficinas administrativas; amplia cocina;
cafetería con vistosa decoración; bar y mobiliario especial; destacándose dos
artísticas “arañas” francesas de cristal cortado con decenas de focos, estilo
María Teresa y con más de cien años de permanencia en el país, ubicadas en
los salones de recepción y de los Héroes Guadalupanos.
El costo del local, incluyendo los trabajos de remodelación y adecuación
ascendió a la suma de cinco millones de soles de oro que fue cubierto con la
venta del terreno y un préstamo de un millón ciento ochentaitres mil
doscientos sesenta y nueve soles de oro, proporcionado por el señor
Alejandro Bertello Bollatti a través del Banco Comercial de su propiedad.

En honor a la gratitud que nos merece su ejemplar memoria, considero un


deber referir que a los pocos días del lamentable fallecimiento de Don
Alejandro Bertello acaecido el 22 de marzo de 1966, su viuda Doña Antonieta
Másperi de Bertello y sus hijos Alejandro, José, Humberto, Luis y la Señorita
Ana Rosa Bertello Másperi, herederos legales de Alejandro Bertello Bollati, en
un gesto de altruismo, digno de su egregia memoria y haciendo honor a la
voluntad de Don Alejandro, manifestaron su voluntad de donar a la
Asociación Guadalupana el saldo por pagar del préstamo que Don Alejandro
facilitara para la compra del local.

En respuesta a tan noble y generoso gesto que comprometía la gratitud de


todos los guadalupanos, el 4 de junio de 1966, en una actuación similar a la
actual por el 6to. Aniversario de la inauguración del local, se entregaron
Placas de Honor y las credenciales de Socio Honorario Vitalicio a los señores
Alejandro, José, Humberto y Luis Bertello Másperi en medio de una gran
ovación de la concurrencia. Los hijos se abrazaron fuertemente y con
lágrimas no cesaban de agradecer el homenaje al pro hombre de la
guadalupanidad. Alejandro Bertello Jr. expresó el agradecimiento de su
familia y entregó una minuta firmada por los herederos con la expresa
voluntad de efectuar la donación a la AG.

Volviendo a Mayo de 1960, ya todo estaba listo para abrir las puertas de la
Casa Nueva y celebrar.

Y esos grandes hombres que nos dieron la alegría de la casa nueva, merecían
cantar fuerte y sonoro lo que escuchamos en la canción al inicio de este
discurso:

Hoy estamos de fiesta, tenemos nueva casa,


y hay que celebrarlo como Dios manda.
Hay de todo, comida, trago, alegría, mucha gente.
Y la casa, la casa nueva, nuestra casa,
fruto de tantos años llenos de penas blancas. ......
Y efectivamente hubo de todo en la semana previa a la inauguración oficial y
el mismo día de la inauguración. El 30 de mayo de 1960 se dio inicio a una
serie de festejos que culminaron brillantemente en un día como hoy 5 de
junio. Durante una semana los corazones guadalupanos palpitaron de
henchida emoción. Esa semana la programación que se había organizado,
mantuvo latente el espíritu majestuoso de los guadalupanos así como la
mística que nos caracteriza. Cada día se celebraban los distintos valores
guadalupanos, así es como el 31 de mayo se celebró el día de la Solidaridad
Guadalupana con una charla del Dr. Abraham Guzmán Figueroa, el 1 de junio
se celebró el Día del Maestro Guadalupano con una conferencia del Ing.
Armando Bueno Ortiz. El Dr. Carlos Enrique Paz Soldán habló sobre el Día del
Ex-alumno Guadalupano el 2 de junio y el día 3 se realiza el Día del
Recuerdo con una romería al cementerio de Lima y una visita a la Cripta de lo
Héroes para rendir homenaje a los ilustres guadalupanos desaparecidos
estando los discursos a cargo del Dr. Manuel Sánchez Palacios y del Gral.
Cesar Pando Egúsquiza, para luego celebrar el Día de la Asociacion
Guadalupana a través de eminentes disertaciones de los Drs. Lucas Barton y
Francisco Villa García a través de las ondas de Radio Panamericana.

El sábado 4 se llevó a cabo la procesión de la Virgen Guadalupana recitando


en un pasaje de la misma el Dr. Juan Eduardo Edwards Ugaz la “Plegaria a la
Virgen”, y por la noche tuvo lugar el “Gran Show Guadalupano” durante dos
horas pletóricas de alegría a través del Canal 4 de TV, programa conducido
por los hermanos Daniel Muñoz de Baratta, Cesar Chavarry Neyra y Juan Sedó
y al mismo tiempo se iluminaba el Local de la Asociacion Guadalupana y se
gozaba de fuegos artificiales y una gran retreta brindada por la Banda del
Colegio, ocasión que me trae gratísimos recuerdos al estar presente por ser
integrante de esa Banda de Música dirigida por el Profesor Eusebio Orellana.

El domingo 5 de junio se realizó el Gran Desfile Cívico Guadalupano en el


Campo de Marte, lugar de grandes jornadas de los guadalupanos, y en donde
desde muy tempranas horas se había congregado una gran multitud para ver
desfilar a las promociones guadalupanas de todas las épocas, entre las que
destacaba la promoción G-1898 que presidía el Dr. Ezequiel F. Muñoz a la
sazón Presidente de la Asociación Guadalupana y que veía cumplido el sueño
de la Casa propia.
Luego del izamiento del Pabellón Nacional y la bendición del Estandarte de la
Asociacion Guadalupana, los guadalupanos juramentaron lealtad a su Alma
Mater y a la Asociación Guadalupana y se prosiguió con una Misa de
campaña celebrada por Monseñor Pedro Villar Córdova y una hermosa
homilía de Fray Francisco Javier Ampuero G-33. Concluida la ceremonia se
entonó gallardamente la Marcha Guadalupana dirigida por su autor Don
Severino Sedó, presente en las celebraciones.

Se distinguen entre quienes entonan la Marcha Guadalupana al


Profesor Severino Sedó, autor de la Marcha, quien está a la izquierda
de Don Pedro Coronado Arrascue Director del Colegio.

Inmediatamente todos los ex-alumnos se dirigieron a la pista principal para


buscar su ubicación y ordenar el desplazamiento de desfile y para ello, mi
promoción volvió a estar presente como alumnos del plantel que egresaban
ese año, portando los carteles que identificaban a las diferentes promociones
participantes. Se calcula que en el desfile participaron más de quince mil
guadalupanos. Una vez organizadas las promociones se dio inicio al gran
desfile bajo las notas marciales de la Banda de la Guardia Republicana y la
Banda del Colegio Guadalupe, alcanzando el desfile ribetes de gran brillantez
y majestuosidad. Como integrante de esa Banda de Música del Colegio ese
año, me parece estar viendo nuevamente esa gran demostración de espíritu
guadalupano de tantas generaciones y que nos ha servido de motivación
todos estos años para estar al servicio de la guadalupanidad en esta casa.

El desfile fue encabezado por la plana de profesores y autoridades del plantel


seguidos por las promociones en orden de antigüedad, destacando a la
cabeza del desfile, el ex-alumno más antiguo que desfiló, el Dr. Arturo
Vaccaro Córdova, G-1896, luego siguieron las delegaciones de las distintas
Escuelas de Oficiales e Institutos Armados y de colegios invitados, cerrando
el desfile en forma imponente, los batallones de alumnos que estudiaban ese
año en Guadalupe. Cabe mencionar el entusiasmo y emoción del público
asistente que colmaban las calles, estallando en vivas y aplausos al paso de
las generaciones de gallardos guadalupanos.

En horas de la tarde de ese domingo 5, se realizó la inauguración del local,


con la presencia del Sr. Presidente de la República, el Dr. Manuel Prado
Ugarteche, del Primado de la Iglesia del Perú Monseñor Juan Landazuri
Ricketts quien tuvo a su cargo la bendición del local; de miembros del
Parlamento, autoridades del Gobierno, de guadalupanos de todas las épocas
y alumnos del Colegio. Hicieron uso de la palabra en esa ocasión el Dr.
Ezequiel Muñoz, Presidente de la AG, el Ing. Alejandro Bertello Bollatti,
Vicepresidente de la Asociación Guadalupana quien hizo entrega de Medallas
de Oro al Sr. Presidente de la República y a distintos hermanos guadalupanos
que habían colaborado en esa gesta y en forma póstuma a Don Alberto
Cavenago. También hizo uso de la palabra el Sr. Javier Shaw Escribens y a
nombre de la Asociacion Guadalupana en vibrante discurso el Dr. Enrique
Gamarra Hernández resaltó con emocionadas palabras el tesonero esfuerzo
de los hermanos guadalupanos que hicieron realidad este hogar tan ansiado.
El Dr. Manuel Prado Ugarteche, Presidente de la República, tuvo a su cargo el
discurso final recordando a su hermano guadalupano, el héroe Leoncio Prado
en cuyo homenaje se había develado su busto esa misma tarde en la
plazoleta que lleva su nombre.
Y como es tradicional en todas nuestras jornadas, al acorde de las marciales
notas de la Marcha Guadalupana se dio por concluida esta solemne
ceremonia y la magna Semana que por muchos años aun vive en nuestro
recuerdo y gratitud.

Gloria a todos los grandes hombres que hicieron posible:


¡La Casa Nueva!

Muchas gracias.

MANUEL DELGADO BEJARANO - Promoción G-60

Nota Extra:

En otro singular gesto de generosidad, con fecha 6 de septiembre de 1966 la


Sra. Antonieta Másperi de Bertello se dirigió al Sr. E. V. Oldershausen,
Director Gerente del Banco Comercial, solicitándole se sirva disponer cargar
la suma de treinta mil ciento cuarenta y tres soles oro a su cuenta corriente
personal, para cancelar el saldo deudor que registraba en el Banco el Comité
de Damas de la AG por un crédito otorgado con la fianza de Don Alejandro.

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