El Soberano Santuario
El Soberano Santuario
El Soberano Santuario
Francisco José Rojas Carvajal, 95º Gran Pontífice, Portavoz del Soberano Gran
Conservador General 95º y último Grado.
Miembros Activos:
Francisco José Rojas Carvajal , Gran Pontífice, Portavoz del Gran Conservador
General 95 º y último Grado, Guardián de las Sagradas Tradiciones, Príncipe de Memphis,
Sublime Comendador de las Tres Legiones de la Orden Condecorado con la Gran Estrella
de Sirius.
Luis Enrique Lugo Rodríguez, Príncipe de Memphis, Gran Inspector General, Sublime
Comendador de la Legión de los Caballeros Eleusios.
Rodrigo Armas Frezza, 95º Patriarca Gran Defensor de los Estatutos de las Reglas de la
Orden.
Enrique de Jesús Marcano León, 95º Patriarca Gran Orador, Consejo para la Defensa.
Francisco José Rojas Carvajal, 95º, Carlos Eduardo Guevara Pérez, 95º Patriarcas
Grandes Jueces.
Debido a la cantidad de información errónea que existe tanto en internet como en
libros de varios autores, hemos creído necesario explicar que es y que no es el Rito de
Memphis.
Los misterios del Rito Masónico de Memphis que en los tiempos primitivos
comprendía sólo siete grados, cuenta hoy con 95 grados reformado por J. E. Marconis de
Negre.; ya que en el estado actual de nuestras costumbres, es imposible que los Ritos
Masónicos sean constituidos de manera que todos sus miembros sin excepción puedan tener
un conocimiento completo de los Secretos Masónicos tal y como deberían ser revelados en
el séptimo grado; se debería para ello restablecer el noviciado y poner para el paso de un
grado a otro los mismos plazos y las mismas precauciones que los antiguos misterios, el
estado social actual se opone a esta marcha regular y racional, la Masonería, ha debido pues
refugiarse en los grados superiores.
El Rito Masónico de Memphis es una Orden que enseña a los Hombres a prestar
homenaje a la Divinidad.
La otra calificación que se requiere de sus Neófitos es honor; y que estime el valor
Masónico, la habilidad y el aprendizaje no importando su condición y distinciones sociales
y personales. Buscando por medio de la comprensión ceremonial la extensión del
conocimiento Masónico, Moral y Justicia, y para reforzar todos esos grandes principios que
distinguen los verdaderos Masones en todas las edades.
Este Rito se basa en los Rituales de la Masonería Simbólica Universal; ellos
explican sus símbolos, desarrollan su filosofía mística, ejemplifican su moralidad, explican
sus leyendas, e identificando su fuente primitiva con los símbolos históricos de la
Masonería; ellos contienen en su simbolismo nada mas las mismas enseñanzas de Cristo,
Mahoma, Buda, de los Brahmanes y los Persas.
El Rito constituye una pirámide cuya base es la Masonería Simbólica Universal, que
ha cubierto el globo y sus acentos intemporales son las Virtudes Masónicas y su vértice es
el Trono de la Verdad Eterna.
Tenemos que mirar a la masonería con una mente abierta porque solamente con esta
forma liberal podemos apreciar la Luz y lo bueno que los Ritos aportan a la Humanidad.
De ahí la necesidad de compilar este trabajo de colocar la orden masónica del Rito
Antiguo y Primitivo de Memphis delante del Mundo Masónico a la Luz de la Verdad y de
la Razón.
Es verdad que la mayoría de los autores Masónicos toman partido de uno u otro Rito
Masónico de que ellos son Miembros o que simpatizan con la Obediencia que los gobierna.
Los que así hacen se olvidan del hecho de que ellos están haciendo el papel de
historiadores, y lo que ellos colocan en registro debe ser solamente la pura y autentica
historia del Rito, sin importar a que Obediencia ellos deben observancia, pero infelizmente
la mayoría de la Literatura Masónica disponible ha sido escrita por individuos que ni
siquiera eran miembros de los Ritos cuyas Historias y Orígenes ellos intentan registrar.
El tiempo es demasiado valioso en el correr diario del siglo XX, para individuos
miembros de la Fraternidad hagan pesquisa en la Antigüedad e Historia de la Masonería.
Así siendo y para que esta colección valiosa de información no sea para siempre
perdida, la presente publicación se ha hecho imprimir para beneficio de los Obreros del
Rito.
Todo esto era tangible y satisfactorio a las masas, pero en toda esta aparente escena
teatral existía un sentido interior, conocido solamente por los Iniciados.
Para ellos estas cosas eran apenas alegorías y símbolos, convenientes lecciones de
moralidad y filosofía demasiado avanzadas para que las mentes populares comprendiesen,
pues es mucho más fácil ciegamente acreditar de que se busca la razón que entenderla.
¿Puede alguien concebir como plausible que los grandes intelectos de Grecia y
Roma, los sabios, los estadistas, y los poetas de estos países realmente acreditaban la
existencia personal de las divinidades en sus mitologías?
Para el pueblo común ellos eran realmente Dioses y Diosas; pero para al iniciado
ellos eran solamente varios tipos de pasiones, cualidades y estaciones. Ayudados por esta
edad de razón y entendimiento, nosotros solamente podemos admirar y respetar la pura y
primitiva filosofía, la precisión de sus instrucciones.
Ellos nos revelaron una Religión consonante con las leyes de la naturaleza,
inculcando una simple doctrina en verdad, y benefícienle a través de su Universalidad.
Ellos, tal como nosotros, prestaron adoración a la verdad; ellos propagaron esta
adoración sin suntuosidad. Sus doctrinas eran simples, y los liberaban de toda la especie de
superstición.
Ellos adoraban al Dios Eterno, creador de todos los mundos que guardaban su
trabajo y causaba la reproducción a germinar de la destrucción.
Pero esa doctrina no se perdió y se arrastro hacia Persia, y fue recibida por
Zoroastro, cultivada por los Magos, y alterada como todas las cosas en este mundo; fue
traída de regreso a su simplicidad primitiva por un segundo Zoroastro.
Seguidos por una multitud de sus compatriotas, Osiris vino de las montañas de
Etiopía, y por una conquista gloriosa subyugo el Egipto barbárico a sus leyes, dándole el
precioso regalo de la civilización. Estos benefactores de la raza humana pensaron que era
imposible administrar la pura Luz a naciones poco cultivadas; ellos entonces disfrazaron la
verdad bajo emblemas que la multitud tomo literalmente, y que tenía sus adoradores en los
Templos de Sais, de Tebas, de Heliopolis, y en la magnificente Memphis.
Los Misterios de Memphis fueron instituidos en todas las partes, hacia sí mismo en
las planicies heladas de Scythia. Cada ciudad en Egipto tenía su propio símbolo peculiar.
El sagrado fuego de los Misterios hoy Masónicos ahí ardió durante miles de años
sin ningún intento culpable de reducirlo o de extinguirlo, y los archivos del Templo Místico
permanecieron entre las crianzas de Memphis, de Orfeo, Homero, Pitágoras, Thales,
Virgilio, Hipócrates, Sócrates, Platón y un vasto número de otros filósofos de Grecia, esa
hija intelectual de Egipto.
Durante el tiempo que en los márgenes del Nilo los augustos depositarios de estas
tradiciones las velaron de los ojos de sus contemporáneos y solamente las revelaron a un
número pequeño de aquellos en quien ellos consideraban dignos de la iniciación, otros
adeptos, en el interior de África, juntaron colonias de bárbaros, y pulieron sus maneras,
propagaron ciencia; de facto, fundaron nuestros Sagrados Misterios en las arenas ardientes
de Nubia y de Etiopía. Zoroastro fundo la escuela de los Magos en la Persia y Media. Esta
sublime institución se extendió de las planicies de Memphis hasta el Palacio del Sabio
David.
Desde el día en que Salomón inspirado construyo ese Templo A la Gloria del
Sublime Arquitecto del Universo, del Nilo hasta Jordania, la ciencia de los Misterios estiró
sus beneficiosos rayos; el pueblo unido se regocijaba en la dulzura de la más cordial
Fraternidad; el fuego sagrado que lució en la Caldea, su antorcha pacifica ilumino todo
Judea, de facto la Paz gobernó sobre todo el Oriente, cuando los infamios Cambyses, ya
manchados con crimen llevaron la espada y el fuego a Egipto e hicieron de él un teatro de
muerte y devastación.
Los Misterios si no protegidos por ellos eran al menos tolerados. Ellos permitieron a
los Patriarcas esconder el depósito de nuestras doctrinas en las márgenes del Nilo y en las
grutas de la Palestina.
Durante todo el periodo de la Edad Media que abarca muchos siglos los Misterios
no dieron muchas señales exteriores de actividad, pero brotaron nuevamente con vitalidad
después las Cruzadas, que ha influenciado en el desarrollo de la Luz y del Bienestar Social.
De ahí el facto del Rito de Memphis en ser considerado como el verdadero Árbol
Masónico y todos los otros sistemas, sean ellos cual fuesen tiene conciencia de que son
solamente pequeñas ramas de nuestra institución a que se debe rendir respeto por sus
Misterios de la más vasta antigüedad.
Entre el conocimiento de la Ciencia Humana y el de la Doctrina Divina existen
grados Simbólicos que tenían que ser pasados.
Del primero se pasaba al segundo sin intermediario; pero una vez llegado al
segundo grado largas preparaciones eran necesarias, este era el objeto a ser considerado por
otros tres grados; el primero concluía y completaba los Misterios menores, los otros dos
abrían los Misterios mayores.
La división general incluía las preparaciones, los viajes y los símbolos, y las
investigaciones. Las preparaciones eran divididas en dos clases; la primera tenía un título
simbólico, la palabra "Sabiduría", y para su objeto la Moralidad.
Los Patriarcas de Memphis calificados en las ciencias ocultas que ellos enseñaban
en este grado y que llamaban fuego regenerador. Esta ciencia que un Ilustre Filosofo llamo
una partícula partida de una gran palmera - un rayo del poder Adamico, destinada a
confinar la razón humana y tornarla humilde delante de Dios - un fenómeno perteneciente a
la profecía - esta ciencia, principio de la vida de todos los seres orgánicos, era parte de las
enseñanzas del séptimo grado.
El conocimiento de este fluido magnético es el trabajo más precioso de la
Providencia; es la llave Misteriosa que abre a la inteligencia ciega por las ilusiones, el
mundo de la Luz y Verdad y junta el finito con el infinito; es la cadena dorada tantas veces
entonada por los poetas; la base de la filosofía oculta que Demócrates, Pitágoras, Platón y
Appolonius vinieron a buscar de los Hierophantes de Egipto, invisible a los ojos de los
sentidos la visión del alma es necesaria por su estudio.
LINDEROS HISTÓRICOS
Fragmentos de Antiguos estatutos
"SEC. 7- Cualquier miembro del Antiguo y Primitivo Rito de Memphis que sea
expulsado de una Logia de Maestros Masones de la cual el haga parte, será declarado
Irradiado de todos los cuerpos de los cuales el pueda ser miembro, pertenecientes al
Antiguo y Primitivo Rito de Memphis".
"SEC. 8- Cualquier miembro del Antiguo y Primitivo Rito de Memphis que sea
suspendido de su Logia por conducta No Masónica, será de igual forma suspendido de
todos los cuerpos de nuestro Rito hasta que sea regularmente reinstalado por acción de su
Logia o de la Gran Logia habiendo jurisdicción en este caso".
Sus miembros se pueden afiliar con otro Rito Masónico sin ser excluidos del propio.
La Caridad y Devoción Masónica son los deberes de los hermanos quien sea que
fuere convicto de haber tenido proyectos o actos para menospreciar el Rito, o atacar el
honor de un Hermano podrá, por sus propias acciones ser traído delante del Comité de
Inquisidores y como penalidad máxima expulsado de la Orden ".
"Mis Hermanos, que todas las bendiciones de nuestro Rito sean vuestras ahora y
para siempre. Recuerda esto: Nunca condenes sin escuchar. Examina, Reflexiona, y
Tolera".
"Será permisible y aceptable para los oficiales de los cuerpos subordinados, que
deben fidelidad al Soberano Santuario, recibir como visitantes en los cuerpos bajo su
autoridad a los Francmasones regulares de los otros Ritos que serán recibidos en el grado
que corresponde a los de su propio Rito (Instrucciones especiales y permisos, tendrán que
ser primero obtenidas del Soberano Santuario)".
"Muy Ilustre Soberano Gran Conservador General: Vuestro cargo es la más alta
dignidad Masónica en el mundo. Yo os presento con el Libro de las Leyes Sagradas, que es
vuestra guía en la Masonería. El Mallete en vuestras manos es un vasto poder pues con él
en vuestras manos vos tendréis que decidir cuestiones en el Soberano Santuario que afectan
a nuestro Antiguo y Primitivo Rito, no solamente en este, pero en cada estado sobre este
vasto Continente. Yo doy esta Carta Patente para vuestro cuidado; guardadla tan
sagradamente como vuestra Vida y Honor, pues es la única Patente legítima emanada de un
cuerpo Masónico autorizado a conferir los más altos Grados Masónicos jamás practicados.
Por virtud de esta Carta Patente y vuestro alto cargo vos debéis ser reconocido como la
fuente de autoridad gobernante del Antiguo y Primitivo Rito de Memphis en el Continente
de Sur América".
Los Grados con idéntico Ritual y la misma equivalencia entre el Rito de Memphis y
los Ritos de York o Emulación; Rito Antiguo y Aceptado y Rito Escocés Rectificado, son
los siguientes:
El Capitulo del Real Arco, Ultimo Grado del Rito de York, es el Grado 13 del Rito
de Memphis.
PRIMERA SERIE
La Primera Serie incluye del primero al decimoctavo grado; los grados 1 al 3 son
trabajados en las Logias Azules; los grados 4 al 18 son trabajados en los Capítulos Rosa
Cruces. Enseñan la moralidad, dan la explicación de los símbolos, dispone los novicios a la
pesquisa filosófica, y los hace comprender la primera parte de la Tradición.
SEGUNDA SERIE
TERCERA SERIE
La tercera serie comprende del Grado 44 al grado 90, y son trabajados en el Sublime
Consejo, que hace conocida completamente la restante porción de la Tradición del
Rito.
SOBERANO SANTUARIO
91 Grado- Gran Defensor de la Orden, Soberano Príncipe de Memphis, Jefe del Gobierno
de la Orden, Ritual
92 Grado- Príncipe de Memphis, Gran Catequista de la Orden, Ritual
93 Grado- Príncipe de Memphis, Grande Regulador General de la Orden, Ritual
94 Grado- Príncipe de Memphis, Gran Administrador de la Orden, Ritual
95 Grado- Príncipe Patriarca, Gran Conservador General de la Orden, Soberano Príncipe de
los Jefes del Santuario de Memphis, Gran y Poderoso Soberano Imperial de la Orden,
Ritual
MAXIMAS GENERALES
1. Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced
vosotros con ellos.
2. Todas las cosas que no queráis que los hombres hagan con vosotros, así también no las
hagáis vosotros con ellos.
3. La Masonería tiene un solo fin, el hacer el bien; una sola bandera, es la de la humanidad;
una sola corona, es para la Virtud.
7. Amad lo bueno, apoyad a los débiles, huid de los malva-dos, pero no odiéis a nadie.
11. Siempre damos demasiado tarde, cuando esperamos a que se nos pida.
12. El hombre debe ser fiel a los principios de la naturaleza y al ejercicio benévolo de éstos
hacia los demás.
13. El hombre más perfecto es el que sea más útil a sus hermanos.
17. Cultivad la ciencia para hacer provechosa la razón; estableced el amor por la
humanidad para salvarla de los estragos del extravío y la maldad.
19. No permitamos que ninguno de nuestros días se nos escurra sin haber aumentado el
tesoro de nuestros conocimientos y de nuestras virtudes.
20. La ociosidad estorba toda empresa, el trabajo lo hace todo fácil.
22. El reposo es sueño solo para aquéllos que trabajan, ese placer no lo sienten aquéllos que
abusan de él.
27. No deberíamos avergonzarnos jamás de reconocer nuestras faltas, pues ello es sólo
admitir que somos más sabios hoy que ayer.
28. Antes de que uno se exponga al peligro es apropiado prever y temerlo, pero al estar
puesto en peligro es más necesario despreciarlo.
29. Escuchad la voz de la conciencia, evitad altercados, cuidaos contra insultos, tened
siempre la razón de vuestra parte.
31. Si el orden reina entre la raza humana es una prueba de que la razón y la virtud están
fuertes.
32. Los consejos de la vejez, como el sol de invierno, iluminan sin calentar.
34. Aquéllos que tengan la mentalidad, tienen un gusto por grandes cosas y una pasión por
lo pequeño.
35. No aduléis a vuestro hermano, es traición; si vuestro hermano os adulare cuidaos de que
no os corrompa.
36. La adulación es un abismo creado por el vicio, para que la virtud caiga dentro de él.
37. No despreciéis a nadie, pues a los vicios que comúnmente tenemos, aquellos que
depreciemos, frecuentemente agregamos el peor de todos, el orgullo de nuestra creencia
mejor.
38. La codicia vive en medio de la sociedad como un gusano destructivo en el corazón de
una flor, a la cual consume y provoca la muerte.
39. El extravío y el sufrimiento son los dos senderos por los cuales el hombre debe pasar
para llegar a la felicidad.
40. La justicia es la única providencia de las naciones, es el diapasón de todas las virtudes.
41. Un hombre desprovisto de conciencia a veces tendrá éxito, pero llega un día en que sus
faltas se conviertan en su ruina.
42. Regocijaos en la justicia, pero contendáis acaloradamente contra la iniquidad; sufrid sin
queja.
43. Hablad sobriamente con los grandes, prudentemente con vuestros iguales, sinceramente
con vuestros amigos, dulcemente con los pequeños, tiernamente a los pobres.
46. Hay una palabra que puede servir como regla durante toda la vida, es “Reciprocidad”.
50. Gobernar con equidad se asemeja a la estrella polar, que está fija mientras todas las
demás le giran alrededor.
51. Un buen hombre mira la raíz; si ésa está bien todo lo demás fluye de ella. La raíz es
piedad filial; el fruto, amor fraternal.
52. Amemos la justicia para nosotros mismos así como para otros.
53. La vida de un hombre depende de sus virtudes; si un hombre malo vive es por buena
suerte.
54. El hombre bueno siempre está sereno y contento, el malo siempre con miedo.
55. Las riquezas y el prez adquiridos por injusticia son como una nube fugaz.
56. Con comida tosca y agua de beber, con el suelo para cama y el brazo doblado para
almohada, se puede disfrutar la felicidad.
57. El cielo penetra nuestros corazones como la luz en una cámara oscura; debemos
conformarnos a eso como dos instrumentos afinados al mismo tono, debemos unirnos a él
como dos tabletas que formen sólo una; debemos tomar sus dones en el momento en que
sus manos abran para otorgar.
58. Las pasiones irregulares cierran la puerta de nuestras almas contra Dios.
59. No seáis prontos a juzgar a vuestros Hermanos, sea cual fuere su falta.
60. Sed justos hacia vuestros amigos como hacia vuestros enemigos, hacia todos los
hombres, hacia todo lo que respire.
61. Meditad sobre el hecho de que en el camino desigual de la vida a menudo se halla la
firmeza más varonil al exponerse a las pruebas más rudas, y superarlas es aquello en que
consiste la virtud.
62. La utilidad de la virtud es tan manifiesta que los malvados la practican a veces por
interés pecuniario.
63. La Masonería es orden y verdad en todas las cosas; es el aborrecimiento de todo vicio,
su adoración es al S:. A:. D:. U:. sus misterios, la luz de la razón; sus preceptos, la caridad.
64. Perdonad a vuestro enemigo; vengaos sólo con beneficios. Esta generosidad os
procurará el placer más puro, y os convertiréis en la viva imagen de la Divinidad; acordaos
de que es el más bello triunfo el de la razón sobre el instinto; olvidar ofensas pero jamás
beneficios.
65. Sed obedientes a las leyes de vuestro país, pues la ley lo requiere; mas asegurad y
conservad vuestros derechos con-tra las pretensiones que os pudieren privar de ellos.
67. El S:. A:. D:. U:. sólo exige de vosotros la cuenta de vuestras propias obras y no os hace
responsables de los errores o la debilidad de otros hombres, vuestros iguales y, como
vosotros, los objetos de predilección y amor divino.
68. Un Masón debe de respetar toda adoración, tolerar toda opinión, fraternizar con todo
hombre, socorrer a todo infortunado, y la regla de todos sus instintos debe de ser los buenos
pensamientos y el hablar y hacer el bien.
69. Laborad para hacer mejores a los hombres, disipar la oscuridad de la ignorancia,
generar todas las virtudes que contribuyan a la instrucción de, o el amor por, la humanidad.
70. Aprended a amaros y a socorreros unos a otros y a lograr vuestro sublime destino; os
convertiréis en los amados del cielo y las bendiciones de vuestros hermanos reposarán
sobre vosotros, y caminaréis sobre la tierra como los benefactores de la humanidad. Dios,
que os ha creado seres libres e inteligentes capaces de la virtud, os ha hecho los árbitros de
vuestro propio
72. Escuchad la voz de la razón que os exclama: todos los hombres son iguales, todos son
miembros de la misma familia, sed tolerantes, justos, buenos y seréis felices.
75. Sabed que vuestra felicidad es inseparable de la de vuestros prójimos; haced a ellos
como quisierais que ellos os hicieran; que vuestra devoción a la humanidad implique, de ser
necesario, aun el sacrificio de vuestra vida.
76. La ley moral es universal; que se grabe su texto sagrado sobre los corazones de los
hombres; quienquiera que la transgrediere sin falta será castigado.
77. El hombre justo, fuerte en su conciencia aprobadora, está más allá del alcance de la
desgracia y la persecución; su confianza está en la justicia del Ser Supremo.
78. Los malvados sufren un castigo sin cesar, no hay aguas leteas que pueden extinguir los
fuegos del remordimiento.
79. No olvidéis que vuestra alma es inmaterial, y no puede, por ende, perecer como lo hace
el cuerpo, que se disuelve en los elementos componentes; cuidaos de mancharla con vicios.
80. Recordad incesantemente que vuestra felicidad es de vuestra propia creación; y que
vuestro lugar está al frente de los seres creados.
81. Procurad en las maravillas visibles del universo un conocimiento del S:. A:. D:. U:. y
Sus perfecciones; sed siempre dóciles a la voz de la naturaleza, que es la de la razón y la
conciencia.
82. Practicad la virtud y huid del vicio; actuad de manera que siempre estéis satisfechos con
vosotros mismos.
83. Amad a vuestros semejantes; sed útiles a ellos hasta donde esté a vuestro alcance; no
busquéis vuestro propio interés, sino el bienestar de todos.
87. Cuanto más necesitemos la indulgencia, tanto más hace falta extender sobre las faltas de
nuestros semejantes el velo benévolo que despojaría la comprensión de la ingratitud y la
malignidad.
88. La calumnia indica pequeñez de espíritu o negrura de corazón; surge de los celos, la
envidia, la avaricia, o alguna pasión de esa naturaleza; es una prueba de ignorancia o
malicia. La calumnia involuntaria es una necedad; la calumnia con reflexión demuestra
negrura de corazón; lo que diga el calumniador, lo desea; eso es tonto o malvado.
89. Si sois perseguidos, no os venguéis; existe sólo dos tipos de enemigos, el ignorante y el
malvado; procurad mejorar aquél e instruir éste; la persuasión tiene más éxito que la
violencia.
90. Nuestros verdaderos enemigos están dentro de nosotros. Saquemos de raíz de nuestro
corazón la ambición, la avaricia, y los celos, y preestableceremos aquel orden y armonía
que debería reinar en la sociedad; todos los hombres son hermanos.
91. La unión, cuando es perfecta, satisface todos los anhelos y simplifica los deseos; prevé
las promesas de la imaginación y sostiene todo bien; es la fortuna hecha constante.
92. No olvidéis que debemos ayuda constante a los infortunados; visitadlos en vuestros
momentos de ocio en sus moradas, donde la miseria trae gemidos y lágrimas; llevad ahí los
recursos de vuestra inteligencia y las superfluidades de vuestra condición social; en la
distribución de vuestros beneficios, recibiréis el homenaje más honorable que pueda tener
el hombre; al dedicaros a la beneficencia, seguiréis la ley, toda la ley.
93. La conciencia es el don más precioso que Dios ha dado al hombre; nos instruye en los
vicios que debemos de evitar, y las virtudes que debemos de practicar; es un juez continuo
y severo, de cuyos arrestos ningún mortal puede eximirse.
94. Dios hizo de la conciencia un amigo para el cual la adulación es un extraño; añade a
nuestra experiencia, y debemos de consultar con ella antes de cada acción.
95. No entristezcáis el corazón de una persona pobre que ya esté agobiada de pesar y no
aplacéis el alivio a aquéllos que sufran.
96. Nada es tan doloroso como pedir un servicio, y nada tan agradable como anticipar uno.
97. La amistad generalmente es sólo un vil comercio, en el cual cada persona espera recibir
intereses usurarios sobre sus avances.
98. La humanidad se parece a un niño que viene al mundo de noche; al pasar por la
oscuridad llega a la luz.
101. Si nuestro único deseo es ser feliz, eso pronto se logra; pero si deseamos ser más
felices que los demás, eso es muy difícil, pues vemos a los demás más felices de lo que
realmente son.
103. Hacen falta grandes recursos de espíritu y corazón para amar la sinceridad cuando
hiere, y practicarla cuando ofende; pocas personas tienen suficiente firmeza para decir la
verdad cuando puedan sufrir por ella.
104. Toda persona ha considerado la verdad siempre más sublime, es la virtud más sencilla
y natural, y sin embargo la más difícil.
105. No exijáis más condición para admisión entre nosotros que la probidad y el
conocimiento; recibid e instruid a todo hombre honesto, sea cual fuere su creencia, país, o
leyes, nuestros dogmas son, simplemente, Dios y la virtud.
106. Purificad vuestro corazón, difundid en el mundo la palabra de la vida; instruid a los
ignorantes; aliviad a los que sufran; enseñad a los hermanos profanos a odiar el vicio, el
orgullo, y todas las pasiones perversas, y a amar ardientemente la virtud.
107. Dejad que vuestra voz resuene en defensa de los inocentes y los infortunados, en
contra de la opresión, para que lleve consuelo y paz a los corazones de vuestros semejantes
y terror a las almas de los malvados.
109. Una disposición perversa es la enfermedad del alma, pero la injusticia y la impiedad
son su muerte.
110. Es imposible que pueda ser libre el que sea esclavo de sus pasiones.
113. La amistad de un solo hombre sabio es mejor que la de todos los tontos.
114. Los hombres fraudulentos, y tales son sólo aparentemente buenos, hacen todo en
palabras y nada en hechos.
115. Es la misma cosa el alimentar una serpiente que beneficiar a un hombre depravado,
pues la gratitud no se encuentra en ninguno.
116. El que ame los bienes del alma amará las cosas aún más divinas; pero el que ame los
bienes de su habitación pasajera amará las cosas humanas.
117. Considerad tanto la alabanza como el reproche de personas tontas como ridículo, y la
vida entera de un hombre ignorante como una ignominia.
119. Sed vigilantes con respecto a vuestra parte intelectual, pues el sueño en esto tiene una
afinidad con la muerte.
120. Estimad más eminentemente como vuestros amigos a aquéllos que ayuden a vuestra
alma en vez de vuestro cuerpo.
121. Haced juicio de un hombre mejor por sus hechos que por sus discursos, pues muchos
viven mal y hablan bien.
122. Haced aquello que consideréis digno y honesto, aunque no ganéis ninguna gloria de
ello, pues la multitud no sabe juzgar las acciones dignas.
123. Es un hombre sabio y amado por la divinidad el que labora por el bien del alma, tanto
como otros laboran por el bienestar del cuerpo.
124. La fortaleza del alma es la temperancia, pues es la luz de uno desprovisto de pasiones;
pero es mucho mejor morir que ensombrecer el alma a través de la intemperancia del
cuerpo.
125. Es imposible que la misma persona pueda ser amante del placer, amante del cuerpo,
amante de riquezas y amante de la divinidad.
126. Las nubes frecuentemente ocultan el sol, pero las pasiones frecuentemente obstruyen
los poderes del razonamiento.
129. Cuando la virtud es el objeto de la emulación, el vicio por necesidad debe perecer.
130. Escoged mejor dejar a vuestros hijos bien instruidos que ricos, pues las esperanzas de
los cultos son mejores que las riquezas de los ignorantes.
131. En cada banquete recordad que hay dos huéspedes a ser agasajados, el cuerpo y el
alma; y que lo que le deis al cuerpo pronto pierdes, pero lo que le deis al alma se queda
para siempre.
132. No es inútil procurar la riqueza, pero procurarla por injusticia es la más perniciosa de
las cosas.
133. La Divinidad no tiene en la tierra sitio más aliado a Su naturaleza que un alma pura y
santa.
136. Son muy queridos por la Divinidad sólo aquéllos que son hostiles a la injusticia.
138. Es igualmente peligroso darle una espada a un loco que poder a un depravado.
139. Es lo mismo anclar un bote por un ancla débil que poner la esperanza sobre una
persona depravada.
140. No es prudente despreciar aquellas cosas de las cuales tendremos necesidad después
de la disolución del cuerpo.
141. Como los misterios menores serán entregados antes que los mayores, así también debe
preceder la disciplina a la filosofía.
142. El hombre sabio cuyo aprecio entre los hombres era muy limitado mientras estaba
vivo tendrá renombre después de muerto.
143. Es lo mismo beber un veneno mortal de una copa dorada que seguir el consejo de un
amigo poco juicioso.
144. No olvidéis que los errores y la ignorancia son crímenes cuando son el resultado de la
indiferencia a la verdad; temblad si una indolencia perezosa ha deshonrado vuestra vida, o
si el vicio ha mancillado vuestro corazón y arruinado vuestros días.
145. No olvidéis que todo lo que piensa tiene inteligencia, todo lo que siente tiene
sentimiento, todo lo que ama tiene derecho de ser amado, todo lo que sufre tiene el derecho
a la compasión; no falta ningún peldaño en la escalera mística de la creación, se eleva por
un ascenso gradual desde la bestia hasta el hombre.
146. No juzguéis a la ligera las acciones de los hombres; alabad poco y culpad aún menos;
es cosa del S:. A:. D:. U:. sondear el corazón y valorar la labor que Él ha hecho.
148. Si las distinciones mundanas se adhieren a vosotros, iros; ellas no se encuentran aquí.
149. El que en vista de ganar piense en la justicia, que en el peligro olvide la vida, que
recuerde un viejo acuerdo, tal se puede considerar un hombre.
150. Si tenéis miedo de ser ilustrados sobre vuestras faltas, no vengáis entre nosotros.
151. Meditad sobre el hecho de que es necesario dejar de ser hombre para entrar en el
camino que conduce al Santuario de la Masonería; es la sombra de la Divinidad; para
acercarse ahí es necesario elevaros a Dios.
152. Si el arrepentimiento sincero no da la inocencia, trae el perdón a las faltas más graves.
153. Mantened vuestra alma en tal estado de pureza que esté digna en cualquier momento
de aparecer ante el S:. A:. D:. U:.
154. Hombre frágil, durante la vida sois el esclavo de la necesidad, y el juguete de eventos;
pero consolaos, pues la muerte os espera, y en su seno hay reposo.
155. El hombre nace para sufrir, es la ley de su ser; sus alegrías son un préstamo a pagarse
con usura; bajo esta ley de felicidad todos nacen. Duerma sobre púrpura o sobre tela de
saco, su destino es conocer la desgracia. Su saludo a la vida es un grito de dolor.
156. No hay vacío en la naturaleza, en todas partes está poblada; no hay verdadera muerte
en la naturaleza, todo está vivo.
157. La muerte no existe para el sabio; es sólo un fantasma que la ignorancia y la debilidad
de la multitud han hecho horrible; lo que llamamos la muerte es sólo un cambio de estado.
158. No hay un mundo invisible, sino sólo diferentes grados de perfección en los órganos
del cuerpo. El cuerpo es la gran representación, y el sobre temporal del alma, que puede
recibir por sí misma, sin la intervención de los órganos del cuerpo, por medio de su
sensibilidad y lucidez, las cosas espirituales y corpóreas que existan en el universo.
159. Si el S:.A:.D:.U:. os ha dado un hijo, agradecedle, mas temblad por el depósito que ha
confiado a vuestro cuidado. Que a tal niño le sea dada la viva imagen de la divinidad. Que,
hasta los diez años de edad, os tema; hasta los veinte, os ame; para que, aun hasta la muerte,
os respete. Hasta los diez años de edad, sed su amo; hasta los veinte años de edad, su padre;
hasta la muerte, su amigo. Luchad por enseñarle buenos principios en lugar de finos
modales, para que os deba una comprensión ilustrada y honrada, no una elegancia frívola, y
se haga un hombre honesto en vez de uno capaz.