Noise Rock y Futurismo

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Francisco Borrego Corulla

Humanitats-UPF

El “noise rock” como heredero del Futurismo

Cuando empezaron a sonar las primeras notas de rock and roll en las radios
norteamericanas y europeas, pocas personas, ni siquiera las entendidas en el nuevo y
joven sonido, fueron capaces de prevenir aquello que ocurre en casi todo lo que tenga
que ver con el mundo del arte y sus ramas; un creciente academicismo estético. Pocos
fueron capaces de ver que las discográficas, el buen gusto y el público conseguirían que
aquellos jóvenes rebeldes que destrozaban guitarras contra el suelo y arruinaban hoteles
se adaptaran a la sociedad de entonces, y vaya si lo hicieron. Además, según los
músicos iban adaptando un tono menos agresivo para con la sociedad (insisto, a petición
de sus discográficas, sus managers y demás y de cara a posibles pérdidas económicas de
no ser así) el sonido del rock and roll se fue homogeneizando y academizando; para
sonar en las radios tenías que ser muy bueno, sí, y además tenías que sonar como los
maestros pioneros. Ante esta problemática se plantaron un puñado de jóvenes con
ansiedad creativa que no pretendían, ni mucho menos, adaptarse a las normas estéticas
que imponían las radios y las principales discográficas (que eran el camino hacia el
éxito comercial). Se comenzaron a dar nuevos rumbos en la música del ambiente
guitarrero; algunos jóvenes optaron por el hard rock y el heavy metal, una evolución
lógica del carácter y del estilo del rock. Otros jóvenes optaron por iniciar la estética
punk, que pretendía ser una respuesta al buen gusto y al academicismo impuesto dentro
del género. Dentro de esta estética punk se dio el noise rock, una corriente musical de lo
más underground que pretendía ser la base de una nueva estética que quedase muy lejos
de lo convencional tanto a nivel intrínsecamente musical como a nivel de mensaje.

Aunque conviene diferenciar al noise rock del noise1, que sí se considera un heredero
del ruidismo futurista al que dio inicio del italiano Luigi Russolo con su manifiesto
titulado L’Arte dei rumori (El arte de los ruidos), intentaré justificar de manera clara por

1
Información en el anexo.
qué, en mi opinión, el noise rock es también un deudor directo del ruidismo del que nos
habló Russolo durante el principio del apogeo vanguardista.

Hay que romper este círculo restringido de sonidos puros y conquistar la variedad
infinita de los sonidos-ruidos. Así pedía Russolo en su manifiesto que los nuevos
músicos ignorasen las convenciones academicistas y se lanzasen a la innovación de la
mano del ruido. A un nivel general, el panorama artístico estaba totalmente lastrado por
las normas que imponían las academias y el “buen gusto” de la tradición (allá donde
fuera y en sus respectivos países). Ya a finales del siglo XIX surge el Impresionismo
como un esfuerzo que rehúye de las convenciones, eso sí, a cambio de renunciar a las
comúnmente anheladas exposiciones en el Salon de Paris. Posteriormente se dará inicio
al Futurismo, como se sabe, que va más allá de lo que fueron las anteriores vanguardias
y reclama la existencia de un arte que además de saltarse las convenciones estéticas
tradicionales se salte las convenciones formales. Así lo harían también los artistas de
otras vanguardias. Los fauvistas y los cubistas sacudieron los cimientos de la pintura.
Los futuristas y los dadaístas hicieron lo propio con el lenguaje literario. Todos los
manifiestos sacrificaban (o aniquilaban brutalmente) la historia del arte que les precedía.
Una historia que ellos veían como un corsé estrangulador del ego artístico y un límite
para el artista que a menudo debía de ceder y traicionar su creatividad para ser valorado
como tal. Tanto es así que, dentro del auge de estas ideas y, concretamente dentro del
imaginario del Futurismo, aparece Luigi Russolo, un músico que no solamente
reclamaba una nueva música, sino que reclamaba unos nuevos mecanismos para
producirla. Se propuso crear instrumentos que hicieran de los ruidos una secuencia
rítmica-musical.2 Este es el germen, en mi opinión, de los grandes cambios y de las
pequeñas revoluciones musicales que irán surgiendo durante el siglo XX. Algo así como
un modelo a seguir para cada músico que quiera hacer algo “diferente”. Cincuenta años
más tarde todavía se podía observar a jóvenes músicos innovando en la escena musical
de una manera parecida. Por ejemplo, en un evento televisivo, un jovencísimo Frank
Zappa realizó una actuación musical (la cual, por suerte, circula por las redes) “armado”
con una bicicleta.3 Zappa, un confeso seguidor y aprendiz de las tendencias musicales
vanguardistas (al igual que otros tantos músicos de la década de los sesenta),

2
Imágenes en el anexo.
3
Imágenes en el anexo.
comenzaba a plantar la semilla de la discordia en el panorama musical: se podían hacer
cosas “diferentes” a las que hacían los rockeros canónicos como Elvis Presley, los
primeros Beatles o los Beach Boys, entre otros. En poco tiempo surgieron muchos
grupos que se apartaron de los cánones, como The Mothers of Invention, Pink Floyd,
The Velvet Underground o The Fall. Incluso muchos de los grupos que se consideraban
canónicos del estilo dieron un vuelco a su sonido para ser diferentes. Podríamos
comprobar esto comparando alguno de los primeros singles de los Beatles con alguna de
sus grabaciones más “psicodélicas”, por ejemplo. En general, los nuevos grupos que
apostaron desde un principio por un sonido alternativo no lograron un reconocimiento
masivo instantáneo, pero mediante una reinterpretación de la psicodelia y una
innovadora estética lograron el ser vistos hoy como grupos “de culto” y convertirse en
una influencia directa para las generaciones venideras. Por ejemplo, en la década de los
setenta, se observa que esta tendencia a lo alternativo comienza a rozar el límite. Este
podría ser el caso de The Fall, por ejemplo, o de The Velvet Underground, grupos que
apostaron por un sonido y unos mecanismos de producción muy diferentes a lo que se
había visto con anterioridad.

Sin ir más lejos y en la línea de estos grupos, nace en la década de los 80 el grupo
estadounidense Sonic Youth, uno de los representantes de la tendencia del noise rock
más reconocidos hoy en día. Para patentar sus raíces con algunos de los pioneros que les
precedían, realizaron versiones de algunos de los grupos “pioneros” que mencionaba
antes, como por ejemplo de The Fall, entre otros. Llevaron el sonido abrasivo y a
menudo cacofónico de aquellos a un nuevo estadio. Además de heredar ese sonido,
Sonic Youth y el resto de grupos que tonteaban con el noise rock innovaron en la
manera de producirlo. Casi como adaptando las palabras del futurista Russolo,
realizaron modificaciones en sus instrumentos de manera que aquello que salía de ellos
era lo más parecido al ruido que podía sonar como música y tener un tono “reconocible”
y “audible” como tal. De hecho, algunas de las innovaciones que llevaron a cabo han
tenido su eco en la música electrónica de los noventa y de principios del nuevo milenio.
Russolo, como hemos indicado anteriormente, dejó patente en su manifiesto que para la
creación de una estética musical era necesario registrar y clasificar la tipología de los
ruidos y a partir de esa clasificación reconocer el tono de cada ruido y crear
instrumentos que lo produjeran. De nuevo se ve un paralelismo en las palabras de
Russolo y en las acciones que llevaron a cabo algunos de los músicos del noise rock en
los noventa porque, a parte de los archiconocidos Sonic Youth (hasta el 2011 daban
conciertos en festivales de música alternativa de renombre), otros grupos como the
Swans o The Dwarves no solo adaptaron la estética del ruidismo creando música que ha
llegado a considerarse muy cacofónica, sino que fueron más allá y adaptaron una línea
violenta y agresiva en su discurso artístico que no dista mucho de algunas de las
proclamas que hicieron los futuristas ochenta años antes.

Aunque entre el manifiesto vanguardista de Russolo y el apogeo del noise rock


transcurre casi un siglo queda patente que, de forma premeditada o no, estas corrientes
musicales comparten bastantes elementos estéticos y teóricos. La única pregunta que
queda por hacerse es por qué triunfa en los años noventa la estética del ruidismo. Y es
que en general la música alternativa tuvo su apogeo durante la década de los noventa e
incluso muchos de los puristas del género afirman que ese periodo fue el de su mejor
calidad. Cuestión de opiniones. Por lo que refiere al Futurismo, sabemos (está patente
en manifiestos como el de Marinetti) que nace en un contexto de crisis y que reclama la
velocidad y la violencia, una combinación de los instintos más animales del ser humano
y de la más estricta y salvaje industrialización urbana como solución lógica a estas
crisis. Por otro lado y para desgracia nuestra los músicos de los noventa no escribían
manifiestos donde poner sus ideales al alcance del público, pero siempre se puede echar
un ojo a la cronología para hacerse una idea del porqué de algunas cosas. Los años
noventa se caracterizaron en Occidente por la llegada al gobierno de las fuerzas
conservadoras. Ante ellas es bastante común que la juventud (y en especial, la juventud
con tendencias artísticas) adapte, en consonancia a los conservadurismos, una posición
de tipo subversiva o alternativa/independiente. Es una teoría, pero podría explicar el
porqué de ese apogeo de lo alternativo en aquellos años. Incluso la mayoría de las
agrupaciones del postpunk inglés vivieron su época dorada durante el gobierno de la
Dama de Hierro, Margaret Thatcher. Aunque muchos de los futuristas vieron realizados
sus deseos con la Primera Guerra Mundial y la llegada del fascismo al poder, es difícil
determinar a ciencia cierta hasta qué punto sus proclamas artísticas querían hacerse un
hueco en el ideario político de entonces. Del mismo modo, resulta aún más inconcebible
que los músicos alternativos de los noventa y esencialmente los músicos del noise rock
intentasen que el estilo de sus canciones y las letras que les escribían a estas fueran algo
más que un mensaje artístico que “hiciera pensar” al oyente.

Para terminar, creo que de manera breve pero bastante exacta se pueden encontrar
características comunes entre el Futurismo y el noise rock. Probablemente también se
pudieran encontrar entre cualquier movimiento de vanguardia y cualquier manifestación
artística que le sea posterior. El porqué es evidente: las vanguardias artísticas hicieron
una especie de tabula rasa dentro de lo que era la tradición en el arte occidental y al
hacer esto se convirtieron a ellas mismas en el epicentro de un nuevo camino. Entre el
Futurismo y el noise rock podemos encontrar un sinfín de puntos en común que se
podrían condensar en el hecho de que ambos parten de un contexto artístico/tradicional
y político que les hace plantearse no solamente el arte que hacen sino cómo lo hacen. Y
dentro de estos planteamientos surge la tendencia de crear nuevos sonidos mediante
nuevas maneras de concebir la música no son otra cosa que un acto de rebeldía ante el
academicismo musical. Un acto de rebeldía que para nuestra cultura tiene sus orígenes,
sin lugar a duda, en las vanguardias artísticas y su desafío a lo convencional.
Bibliografía y webgrafía

BLUSH, S., New York Rock, from the Rise of The Velvet Underground to the Fall of
CBGB, St Martin’s Press, 2016.

MOLAS, J. y RIU, X., Manifestos d’Avantguarda: antologia a cura de Joaquim Molas;


traducció de Xavier Riu, Barcelona, Edicions 62, 1995.

https://www.elsaltodiario.com/musica/la-estetica-del-noise-rock-ruido-y-asco-en-el-cent
ro
ANEXO

1. Noise: Noise —en español: ruido—, también conocido como ruidismo, es una


categoría de música que se caracteriza por el uso expresivo del ruido dentro de
un contexto musical. Este tipo de música tiende a cuestionar la distinción que se
hace en las prácticas musicales convencionales entre el sonido musical y no
musical. La música noise incluye una amplia gama de estilos musicales y
prácticas creativas basadas en sonidos, que cuentan con el ruido como un
aspecto primordial. Pueden incluir ruido generado acústicamente o
electrónicamente, e instrumentos musicales tradicionales y no convencionales.
También puede incorporar el sonido en directo de máquinas, técnicas vocales no
musicales, medios de audio físicamente manipulados, grabaciones de
sonido procesadas, grabación de campo, ruido generado por
computadora, proceso estocástico y otras señales electrónicas producidas al azar
como la saturación, acople, ruido estático, silbidos y zumbidos. También puede
haber énfasis en altos niveles de volumen y largas piezas continuas. De manera
más general la música noise puede contener aspectos como la
improvisación, técnicas extendidas, cacofonía y la indeterminación, y en muchos
casos el uso convencional de la melodía, la armonía, el ritmo y el pulso se suele
prescindir.

2. Luigi Russolo y un acompañante colocan en un taller los entonarumori ideados


y creados por el primero para materializar sus escritos sobre música y futurismo.
3. Un jovencísimo Frank Zappa hace acto de presencia en la televisión para hacer
música a partir de las diferentes partes de una bicicleta. Frank Zappa reconoció
siempre la influencia de las vanguardias musicales en sus creaciones a lo largo
de su dilatada carrera.

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