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Escrito por Agustín Laje y Nicolás Márquez y publicado en el 2016 Es un must para
entender el trasfondo histórico-filosófico del feminismo radical y el homosexualismo,
elevados en los últimos tiempos a la categoría de “religión de Estado.
Agustín Laje analiza el feminismo radical como uno de los avatares del postmarxismo.
A la altura de los años 60, el feminismo razonable se había quedado ya sin nada que
reivindicar en Occidente, una vez alcanzados sus objetivos, sin embargo, también el
marxismo había perdido a su sujeto revolucionario clásico.
La primera ola del feminismo Dado que el feminismo no puede ser abordado como
una ideología unívoca, sus diversas expresiones suelen ser diferenciadas a través de
“olas” que se van sucediendo unas a otras a través de la historia, y que llevan consigo
importantes cambios políticoteóricos respecto de sus predecesoras.
Los orígenes de lo que podemos llamar la “primera ola” feminista han de encontrarse
en los tiempos del Renacimiento (Siglos XV y XVI), como período detransición entre la
Edad Media y la Edad Moderna. Mujeres de gran inteligencia comienzan a reclamar el
derecho a recibir educación de manera equitativa a la recibida por los hombres, y
empiezan a notar y a hacer notar el papel socialmente relegado que juega la mujer.
Este primer feminismo luchará, en términos generales, por el acceso a la ciudadanía
por parte de la mujer: el derecho a la participación política y el derecho a acceder a la
educación. Por ello, Voltaire postula la igualdad de mujeres y hombres, y llama a las
primeras “el bello sexo”. Diderot les dice a las mujeres “Os compadezco” y denuncia
que a lo largo de la historia “han sido tratadas como imbéciles”. Montesquieu
determina que la mujer tiene todo lo que se necesita para poder tomar parte en la vida
política.
Suele tomarse como obra fundacional de la primera ola feminista al libro Vindicación
de los derechos de la mujer, de la inglesa Mary Wollstonecraft, centrado en la
igualdad de inteligencia entre hombres y mujeres y en una reivindicación de la
educación femenina. Quien recogerá el legado de Wollstonecraft será John Stuart
Mill. Su libro La sujeción de la mujer, publicado en 1869.
Mill hace concreto hincapié en la desigualdad ante la ley entre hombres y mujeres,
criticando especialmente el régimen marital de su época, el cual concedía derechos
legales sobre los hijos solamente al padre.
Por ello la primera ola del feminismo, de carácter liberal, también conocida como
“sufragismo”, se caracterizó fundamentalmente por el acento puesto en la igualdad
ante la ley, reivindicando derechos cívicos y políticos ara el sexo femenino lo cual,
lejos de representar un mal social, fue un gran aporte a favor de la Justicia.
Muchos estudios sobre feminismo suelen dar un salto desde la ola sufragista, sin
embargo, directamente a la ola contemporánea llamada segunda ola que tiene su
punto de arranque desde 1968 año del mayo francés ubicándolo como la segunda ola
del feminismo en razón de que su ataque a la propiedad privada y del capitalismo
serán elementos que se trasladarán, más tarde al feminismo de nuestros tiempos
como parte central de su discurso. El feminismo de hoy caracterizada por protesta y
destrucción de la propiedad privada es marxista.
Pero el verdadero punto de arranque del feminismo marxista lo dará, descartando de
raíz el método utópico, no otro que Friedrich Engels la forma más antigua de
matrimonio es el llamado “matrimonio por grupos”, en el cual cada hombre tenía
muchas mujeres, y supuestamente cada mujer muchos hombres.
Este aparente sistema de comunismo primitivo mantendría, como vemos, un régimen
matriarcal. A Engels no se le ocurre pensar en cuestiones tan elementales como la
diferencia física existente entre hombres y mujeres, y lo que ello ha significado para la
dominación de los primeros sobre las segundas en épocas pasadas donde, como es
conocido, el poder estaba íntimamente ligado a la fuerza física.
Por ejemplo, la figura de Aleksandra Kollontay, fue una de las feministas soviéticas
más reconocidas. Uno de sus escritos más famosos es El comunismo y la familia,
publicado en 1921, Kollontay entiende que el deber del comunismo no consiste en
devolver a la mujer a su hogar, sino en despojarla de las obligaciones domésticas, la
feminista soviética fue quien, propugnó la desaparición de la familia y la asunción de
sus funciones por el Estado totalitario. En una palabra, la realización del feminismo
marxista es la destrucción de la familia y su reemplazo por el Estado totalitario y por el
partido.
Fidel Castro, China tras la revolución de Mao Tse Tung, los homosexuales eran
condenados no sólo a penas de prisión y castración, sino a pena de muerte.
El escritor homosexual Reinaldo Arenas, brutalmente encerrado y torturado durante
años por el castrismo. Reinaldo Arenas padeció encierro y tortura hasta 1980, año
en que pudo recuperar su libertad al permitírsele emigrar hacia los Estados Unidos,
país donde finalmente el sufriente escritor pasó sus últimos días. Padeciendo el virus
del SIDA, murió en 1990.
La “ideología del género” actualmente está hoy siendo apoyada por tantos voceros,
frecuentemente pertenecientes al mundo de la farándula, del deporte o del
periodismo panelístico. Es por ello que hace tiempo vienen erradicando la
denominación binaria “hombre-mujer” y en sentido contrario, multiplicaron sus
consignas con la sigla “GLBT”, uno de los principales triunfos filológicos conseguidos
por la maquinaria propagandística del género.
Y así como se ha pretendido con éxito la adulación a toda manifestación cultural
emparentada con la homosexualidad, de manera inversamente proporcional se
buscó satanizar a todo aquel que cuestione dicho paradigma, imponiéndole al
circunstancial contradictor la etiqueta pseudocientífica de “homofóbico”
La polémica más encendida de la agenda homosexual en los últimos tiempos, se dio
en torno a la imposición del denominado “matrimonio igualitario”
Los ideólogos homosexualistas sostienen con frecuencia que el matrimonio
heterosexual no se vería afectado por la aparición del “matrimonio homosexual”,
puesto que éste podría coexistir apaciblemente con aquél. Los principios generales
del sentido común: somos iguales ante la ley, pero no mediante la ley. Que a
condiciones iguales todos tenemos los mismos derechos, pero un homosexual, al
igual que un ciego, no porta condiciones iguales sino infortunadamente desiguales,
por ende, merecen un trato digno pero apartado de la regla general. El Estado debe
ser abstencionista y limitarse sólo a garantizar a los homosexuales su legítimo
derecho a vivir su intimidad carnal como les plazca, pero no el derecho a que se les
otorguen privilegios ajenos a la naturaleza de la actividad venérea que ellos mismos
decidieron tener.
Las parejas homosexuales argumentan que “ellos tienen tanto derecho a disfrutar de
la paternidad como cualquier otro matrimonio” y, por ende, exigen que se les otorgue
una porción de niños en adopción.
La adopción es una institución que existe para acoger a un niño que ha sido privado
de su familia, y por ende se pretende darle a la criatura un ámbito lo más adecuado
posible para su desarrollo, cosa que difícilmente podría ocurrir en el caso de ser éste
adoptado por “matrimonios” sodomíticos, los cuales son frecuentemente formados
en una atmósfera artificial y surrealista los homosexuales suelen tener amigos y
contactos pertenecientes a su propio clan, ante lo cual el niño crecería y se educaría
un entorno inadecuado.
En la adopción sodomítica al niño no solo se lo priva de una madre o un padre, sino
que además es lanzado a una aventura experimental en donde corre riesgo no sólo
su integridad psicológica sino física, al ser forzado a convivir en un círculo tan
propenso a enfermedades venéreas o patologías propias de ese ambiente. A lo
dicho, debemos añadir el hecho de que un menor educado en una “familia”
homosexual tiene mayor propensión a repetir ese patrón de conducta en
comparación con un menor educado en una familia heterosexual.
El aborto es la muerte del concebido. Esta muerte puede ocurrir por causas
naturales o por interferencia externa. Nadie le niega a la mujer el derecho a
disponer de su cuerpo, pero una cosa es disponer de “su cuerpo” y otra distinta es
disponer del cuerpo de un tercero. Y tan independiente es el cuerpo del niño
respecto del de la madre, que ni siquiera forma parte del cuerpo de la progenitora,
sino que sus órganos los ha generado el hijo desde su etapa de cigoto porque le
son necesarios para sus primeras fases de desarrollo y los abandona al nacer.
De los grupos feministas y las organizaciones que dicen defender los Derechos
Humanos acaban abrevando en argumentaciones de tipo sentimental que según
lamentan sus acongojados cronistas. En conclusión, el aborto se seguirá dando así
existan códigos que lo abalen, por ende, se debe legalizar para evitar el riesgo de
la salud de las madres, debido a que se exponen a lugares clandestinos
arriesgando también sus vidas.
Los seres humanos venimos al mundo equipados con ciertas condiciones y
tendencias naturales, por lo tanto, acatarlas es prudente y violarlas conlleva un
precio, el sujeto homosexual tenga todo el derecho de vivir su intimidad de esa
manera, aunque la misma sea tan ajena a lo que la naturaleza indica, se deduce
que su sexualidad es objetivamente desordenada, la relación homosexual es por
definición intrascendente y su práctica se reduce al presunto placer que dicen
sentir. Sin embargo, la gente homosexual corre un porcentaje elevado de contraer
enfermedades como el sida (VIH);. Los hombre gays y otros hombres que tienen
sexo con hombres son 19 veces más propensos a vivir con VIH que la población
general, y las mujeres transgénero son 49 veces más propensas a vivir con VIH
que otros adultos en edad reproductiva.
Encontramos que la homosexualidad es una conducta autodestructiva de manera
directa, porque todo aquel que incurre en ella se expone a situaciones de altísimo
riesgo y al acecho de enfermedades múltiples. la ideología de género no sólo es
perniciosa y peligrosa por el hecho de esconder tras de sí un modernizado
propósito comunizante, sino porque, además, el instrumento usado para su
embozada imposición política es objetivamente
dañino para quienes son incentivados a practicarlo,
más allá de que, huelga repetir hasta el hartazgo,
no negamos el derecho a que cada uno viva su
intimidad como le plazca, en tanto y en cuanto en el
uso de esa potestad no se lesionen derechos de
terceros.
El libro se divide en 7 capítulos, escritos por Agustín
Laje y Nicolas Márquez, que nos invita a reflexionar
sobre ciertos puntos, de la ideología de género,
como se ve en este resumen.
UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTO TORIBIO DE
MOGROVEJO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO