A las personas que tienen el don de la intercesi�n les encanta orar.
Preferir�an no hacer ninguna otra cosa.
Los intercesores a menudo viven vidas fuera de lo com�n.
A veces hasta parecen reclusos. Oran durante tres d�as seguidos,
sin comer y casi sin dormir hasta que Dios le dio la confianza de
que la oraci�n hab�a vencido.
Exod 17:12
Daniel 10:2-3
Generalmente a los que tienen el don de intercesi�n les
es dado un tema espec�fico de oraci�n. Algunos orar�n por
un cierto ministerio o ministro. Cada d�a funcionar�n como
�guarda de oraci�n� de la persona que Dios les ha llamado
a vigilar.
Gordon Linsay dijo: �Todo hombre deber�a orar por los
menos una oraci�n violenta por d�a�.
Mateo 11.12: �Desde los d�as de juan el Bautista hasta ahora, el reino
de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan�.
Algunos oran en forma callada en un cuarto de oraci�n;
algunos cantan; algunos son ruidosos.
Es importante orar seg�n Dios te ha mostrado y no pensar
que otros deben hacerlo de la misma manera que t� lo haces.
En la intercesi�n, al principio, muchos oran seg�n un sistema o una
disciplina de oraci�n. Luego, uno se rinde a la direcci�n
del Esp�ritu Santo. �l intercede a trav�s de nosotros.
Otro grupo de intercesores es el de los Intercesores Prof�ticos.
Se levantan temprano cada ma�ana y se presentan delante del
Se�or para averiguar la tarea asignada para el d�a de la fecha.
(Ha no ser que hayan estado levantados toda la noche a causa
de su tarea anterior)
La manera que tienen de iniciar la oraci�n puede variar.
Muchos adoran al Se�or y luego pasan tiempo simplemente
en silencio y escuchando hasta que les viene un nombre o una
escritura o una situaci�n que necesita oraci�n.
Es bueno ser flexible. A veces en mi tiempo de adoraci�n
comienzo a orar por cosas y un par de horas despu�s vuelvo
a la adoraci�n.
He visto que los temas de oraci�n a los que Dios dirige mi atenci�n
diariamente pueden ser los mismos que figuran en mi lista de oraci�n,
como puede que no lo sean.
Para ser un intercesor es necesario ser bastante disciplinado en el
plano emotivo, pues a menudo preferir�a orar por mis propias
inquietudes en lugar de hacerlo por las inquietudes que Dios
me quiere dar.
Si t� tienes el don de intercesi�n ver�s que Dios te revelar�,
de muchas maneras diferentes, por qu� cosa o por qui�n
debes interceder durante el d�a.
En ocasiones veo a alguna persona que me recuerda a alguien
y me doy cuenta que Dios quiere que ore por �l o por ella.
Otras veces veo el nombre de alguien a quien conozco, o un
nombre parecido, y me detengo a buscar la gu�a del Se�or
con respecto a c�mo debo orar por esa persona.
Cada vez que en mis pensamientos se presenta alguna persona
a la que no he visto por muchos a�os, oro por esa persona.
Estoy convencida de que Dios est� alertando a muchos para
que oren de esta manera, pero ellos no reconocen las se�ales.
Si durante el d�a se presenta repetidas veces en mis pensamientos
una persona de la iglesia a la que asisto, he descubierto que �sta
es la forma en que Dios me llama a orar por ella.
Cuando le pregunto c�mo debo orar, trae a mi memoria ciertas
porciones de la Escritura. Por esta raz�n es de fundamental
importancia que los intercesores conozcan las Escrituras,
para que Dios, por medio del Esp�ritu Santo, pueda extraer de
la fuente de agua viva que est� dentro nuestro con el prop�sito
de aportar a la oraci�n.
Al crecer en el don de intercesi�n se aprende a caminar y
hablar conJes�s, permaneciendo constantemente en estado de
alerta para recibir de parte de Dios un mensaje referido a alguna
necesidad importante que pueda tener alguno.
Algunos lo llaman aprender a descansar en Cristo. Por medio
del Esp�ritu Santo tenemos una conexi�n divina al coraz�n de Dios;
Deemos de aprender que: estar siempre de guardia, vigilantes,
nos llevar� a conocer el coraz�n de Dios en intercesi�n.
Dios muchas veces les habla a los intercesores por sue�os. Si es
un sue�o sobre un desastre, necesitamos darnos cuenta de que
se trata de una advertencia y no de una fatalidad. Debemos orar
para disminuir desviar o eliminar el asunto que est� en el coraz�n
de Dios y que desea encargarnos a nosotros interceder por �l.
Dios llama hoy d�a a los que tienen el don de intercesi�n,
para crear una enorme red para la cosecha. La cantidad de
intercesores que se re�ne para orar no tiene precedentes.
La oraci�n por algo se debe hacer hasta que Dios nos diga: Ya est�