1 Gozosos Llama de Amor

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Por la Señal de la Santa Cruz…

ORACIONES INICIALES
Abre Señor mis labios, y mi boca proclamará tus alabanzas.
¡Ven oh Dios en mi ayuda! Señor date prisa en socorrerme.

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu
Amor.
Envía Señor tu Espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra.

Oh Dios que has ilustrado los corazones de tus fieles con la Luz del Espíritu Santo, has que
guiados por el mismo Espíritu sepamos reconocer las cosas que son rectas y gozar
siempre de tus divinos consuelos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
En el nombre del Padre…
Adoro las llagas de tu sagrada cabeza con dolor profundo y verdadero, permite que todos
mis pensamientos en este día, sean actos de amor por Ti.

En el nombre del Padre…


Adoro la llaga de tu sagrado hombro con dolor profundo y verdadero permite, que todos los
trabajos, penas y enfermedades en este día, sean actos de amor por Ti.

En el nombre del Padre…


Adoro las llagas de tus sagradas manos con dolor profundo y verdadero, permite que todo
trabajo de mis manos en este día, sea un acto de amor por Ti.

En el nombre del Padre…


Adoro las llagas de tus sagrados pies con dolor profundo y verdadero, permite que todo
cada paso que dé en este día, sea un acto de amor por Ti.

En el nombre del Padre…


Adoro la llaga de tu sagrado costado con dolor profundo y verdadero, permite que cada
latido de mi corazón en este día, sea un acto de amor por Ti.

ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL


San Miguel Arcángel con tu luz ilumínanos.
San Miguel Arcángel con tus alas protégenos.
San Miguel Arcángel con tu espada defiéndenos en la Divina Voluntad.

ACTO DE CONTRICIÓN EN LA DIVINA VOLUNTAD


Dios mío perdóname; yo tuve la osadía de ofenderte y de rebelarme contra Ti, en el mismo
instante en el que Tú me amabas. Me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido, te
ruego, te suplico que me concedas tu amargura, a fin de poder dolerme con ese mismo
dolor con el que Tú te doliste por mis pecados, dolor tan grande e intenso que te hizo sudar
sangre.
Madre Celestial alcánzame de tu Jesús el suspirado perdón. Yo propongo y prometo, del
modo más enérgico y absoluto, nunca más volver a pecar. Amén.

Somos nada, Dios es todo. Padre te amamos.


Continua Divina Voluntad adorando en nosotros y como tu Voluntad multiplica todos los
actos infinitamente así queremos darte la satisfacción como si todos hubieran rezado este
Santo Rosario y darles a todos el fruto de esta oración y pedir para todos la salvación.

Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su
único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de
Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y
sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los
Cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica, la Comunión
de los Santos; el perdón de los pecados, la resurrección de la carne; y la vida eterna.
Amén.

PRIMER MISTERIO GOZOSO


LA ENCARNACIÓN DEL VERBO
Soberana Madre mía, no quiero quedarme sin Ti, uno a tus actos los míos para formar de
ambos uno solo y para pedir junto Contigo la venida del Reino de la Divina Voluntad.
Mientras considero la Concepción del Verbo Eterno, escondo en tu Seno materno mi
continuo te amo y todas mis penas para rendirle un ardiente homenaje al Hijo de Dios; y por
ese mismo desmesurado Amor que lo hizo bajar del Cielo para encerrarse dentro de la
pequeña prisión de tu Seno, ofreciéndole todos sus actos unidos a los míos, le pido que
pronto nos conceda el Reino de su Voluntad Divina.

Padre Nuestro…
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, derrama el efecto de gracia
de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

Gloria al Padre…
Oh Jesús mío perdona nuestros pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a
todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia. Amén.
Jesús te amo a través de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María.

SEGUNDO MISTERIO GOZOSO


LA VISITACIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA A SANTA ISABEL

Quien podría decirte el bien que les hizo mi visita a Santa Isabel, a Juan y a toda su casa,
todos quedaron santificados, llenos de alegría, sintieron un gozo insólito, comprendieron
cosas inauditas y especialmente Juan recibió todas las gracias que le eran necesarias para
prepararse a ser el precursor de mi Hijo. Queridísima hija mía, la Divina Voluntad hace
cosas grandes e inauditas donde sea que Ella Reine, si yo obre tantos prodigios fue porque
Ella tenía su puesto real en Mí, si tú también dejas que la Divina Voluntad reine en tu alma,
también tú te convertirás en la portadora de Jesús a las criaturas y sentirás también la
necesidad irresistible de darlo a las criaturas.
Padre Nuestro…
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, derrama el efecto de gracia
de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

Gloria al Padre…
Oh Jesús mío perdona nuestros pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a
todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia. Amén.
Jesús te amo a través de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María.

TERCER MISTERIO GOZOSO


EL NACIMIENTO DE JESÚS

Tiernísimo Niño mío, quiero que al abrir tus ojos a la luz del día te veas rodeado por la
multitud de tus obras y que cada una de ellas te diga junto conmigo: te amo, te bendigo, te
doy gracias, te adoro; con ellos quiero imprimir mi primer beso sobre tus labios infantiles.
Recién nacido apenas Tú te refugiaste rápidamente en los brazos de tu Madre Celestial y
Ella te estrecho a su Seno, te besó, te calentó, te nutrió con su leche materna y te calmo el
llanto, quiero ponerme entre los brazos de tu Madre y sobre su mismo beso quiero poner el
mío quiero hacer correr mi te amo en su leche virginal para poderte nutrir con mi amor, todo
lo que Ella te hizo quiero hacerlo también yo, mi amado Niño mira, yo no estoy sola traigo
junto conmigo todo, te traigo el Sol para calentarte y para secarte las lágrimas a todas tus
obras, tu gimes y sollozas porque no te sientes amado pero con mi te amo quiero cantarte
una canción de cuna que te concilie el sueño, así me resultará más fácil pedirte cuando te
despiertes el Reino de tu Fiat Divino.

Padre Nuestro…
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, derrama el efecto de gracia
de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

Gloria al Padre…
Oh Jesús mío perdona nuestros pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a
todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia. Amén.
Jesús te amo a través de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María.
CUARTO MISTERIO GOZOSO
LA PRESENTACIÓN DE JESÚS AL TEMPLO

Llegando al Templo nos postramos y adoramos a la Majestad Suprema y luego pusimos a


mi Pequeño Jesús en los brazos del Sacerdote que era Simeón quien lo ofreció al Padre
Eterno por la salvación de todos y mientras lo ofrecía inspirado por Dios, reconoció al Verbo
Divino y exultando por el gozo inmenso adoro y le dio las gracias a mi querido Niño.
Después del ofrecimiento tomo la actitud de profeta y predijo todos mis dolores ¡oh! como el
Fiat Supremo dolorosamente me hizo sentir en mi Corazón Materno con voz solemne la
fatal tragedia de todas las penas que mi Divino Hijo debía sufrir. Cada palabra era una
espada afilada que me traspasaba, pero lo que más me traspaso el Corazón fue el oír que
este Celestial Infante habría sido no solo la salvación, sino también la ruina de muchos y el
blanco de las contradicciones que pena, que dolor; si la Divina Voluntad no me hubiera
sostenido habría muerto al instante de puro dolor, en cambio me dio Vida y así comenzó a
formar en Mí, el Reino de los dolores en el Reino de su misma Divina Voluntad.

Padre Nuestro…
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, derrama el efecto de gracia
de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

Gloria al Padre…
Oh Jesús mío perdona nuestros pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a
todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia. Amén.
Jesús te amo a través de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María.

QUINTO MISTERIO GOZOSO


JESÚS PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO

Dulce Jesús te sigo a la edad de doce años cuando te le perdiste a tu Madre en el Templo
causándole tan grande dolor, hago correr mi te amo en la consternación de tu Madre y en
tu angustiosa perdida para pedirte que la voluntad humana se pierda y que se decidan las
criaturas a vivir constantemente solo de Voluntad Divina. Finalmente pongo mi te amo en la
alegría que los dos probaron al encontrarse nuevamente para suplicarte ¡oh Jesús mío! que
hagas que del mismo modo las criaturas te procuren la purísima alegría y el gozo inefable
que brota del dichoso Reino de tu Fiat Divino.
Padre Nuestro…
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, derrama el efecto de gracia
de tu Llama de Amor sobre toda la humanidad, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

Gloria al Padre…
Oh Jesús mío perdona nuestros pecados líbranos del fuego del infierno, lleva al Cielo a
todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia. Amén.
Jesús te amo a través de la Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María.

Dios te Salve…

LETANÍAS LAURETANAS

Señor, ten piedad de nosotros.


Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.

Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Padre celestial que eres Dios EXTIENDE TU REINO
Hijo Redentor del mundo que eres Dios
Espíritu Santo que eres Dios
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios,

Santa María,
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Jesucristo,
Madre de la Divina Gracia,
Madre purísima,
Madre castísima, RUEGA
Madre Virgen,
POR
Madre Inmaculada,
Madre amable, EL REINO
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Redentor,
Madre de la Iglesia,
Virgen prudentísima,
Virgen venerable, RUEGA
Virgen laudable,
Virgen potente POR
Virgen clemente,
EL REINO
Virgen misericordiosa,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso precioso de la gracia,
Vaso digno de honor,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos, RUEGA
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles, POR
Reina de los Patriarcas, EL REINO
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de los Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin la mancha original,
Reina asunta al Cielo,
Reina del Santo Rosario,
Reina de la paz,
Reina y Madre de los sacerdotes,
Reina y Madre de la Divina Voluntad.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,


perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
ten piedad de nosotros.

OREMOS
Infunde Señor en nuestras almas, el Don de tu Divina Voluntad para que los que hemos
conocido el anuncio del Reino de la Divina Voluntad en virtud de la Encarnación, Vida,
Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, podamos vivir la plenitud de su
Resurrección en tu Divina Voluntad sobre la tierra como en el Cielo.
Él es Dios y vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

ORACIÓN FINAL
Jesús:
que nuestros pies vayan juntos,
que nuestras manos recojan unidas,
que nuestros corazones latan al unísono,
que nuestro interior sienta lo mismo,
que el pensamiento de nuestras mentes sea uno,
que nuestros oídos escuchen juntos en el silencio,
que nuestras miradas se compenetren profundamente, fundiéndose la una en la otra,
y que nuestros labios supliquen juntos al Eterno Padre, para alcanzar misericordia para
toda la humanidad. Amén.

En el nombre del Padre…

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