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INTRODUCION A LA FILOSOFIA

1° sesión
CONCEPTO DE FILOSOFIA
LA FILOSOFIA: ES EL CONOCIMIENTO DE TODAS
LAS COSAS POR SUS ULTIMAS CAUSAS A LA LUZ
NATURAL DE LA RAZON.

❑ ACTITUDES FILOSOFICAS:
❑ ASOMBRO: ES LA EXPERIENCIA QUE ORIGINA
EL DESEO DE SABER.
❑ EXTRAÑEZA: ES EL IMPACTO DEL ASOMBRO,
NOS CONDUCE A PROBLEMATIZAR LA
REALIDAD.
❑ DUDA: NOS LLEVA A CUESTIONAR, INQUERIR,
ES EL MOTOR DE LA REFLEXION.
❑ REFLEXION: NOS LLEVA A LA COMPRENSION
DE LO EXTRAÑO.
PRINCIPALES REPRESENTANTES
SIGLO VI A.C HASTA LA DECADENCIA DEL IMPERIO ROMANO

Se estima que nació en el 624 Sócrates nació en Atenas en el Platón se cree que Aristóteles nació en el
a.e.c y murió en 548 a.e.c. año 470 a. C. nació entre los años año 384 A.C. en Estagira.
Tales de Mileto fue un Hijo de un cantero (Sofronisco) 428-427 a.C. en Atenas Al morir su padre, fue
filósofo, matemático, y una matrona (Fenáreta), o Egina. Murió en enviado a Atenas para
geómetra, físico y durante su infancia recibió una Atenas sobre el año 347 ingresar en la Academia
educación griega tradicional en a.C. Filósofo griego, de Platón, donde
literatura, música y gimnasia. permanecería unos
veinte años: recibió una
formación superior,.
legislador griego.. Nació en el Antes de dedicarse por Platón fue discípulo de se familiarizó con la
624 a.C y murió en el 546 a.C completo a la filosofía, trabajó Sócrates y maestro de filosofía platónica y
en Mileto, (Turquía). Todo lo como albañil y escultor junto a Aristóteles. Fue, terminó impartiendo él
que vive está constituido por su padre e incluso sirvió como además, el fundador de mismo clases de retórica
agua y hasta la tierra flotaba hoplita contra Esparta durante la escuela filosófica La como profesor
sobre el agua. la guerra del Peloponeso Academia de Atenas.
PRINCIPALES REPRESENTANTES
SIGLO V Y EL SIGLO XV SUSTITUCION DE LA CULTURA CLASICA POR EL TEOCENTRISMO CRISTIANO

San Agustín de Hipona . Juan Escoto Erigena (815- Tomás de Aquino nació en Juan de Fidanza,
(Aurelio Agustino, 354-430 877) 1225 en el castillo de también conocido como
EC) fue el primer filósofo Filósofo medieval; irlandés Roccasecca, cerca de Buenaventura de
importante de la era de origen, vivió en Francia. Aquino, en el seno de una Bagnoregio o
cristiana. Fue el obispo de Basándose en el numerosa y noble familia Buenaventura fue místico
Hippo Regius en Numidia neoplatonismo italiana. Su padre, Landolfo, y teólogo franciscano,
durante los últimos años descendiente a su vez de los obispo de Albano y
del Imperio Romano , condes de Aquino, cardenal italiano que
participó en la elección
del papa Gregorio X
Su obra más famosa, La , fundó su doctrina mística . estaba emparentado con el . Fue discípulo de
ciudad de Dios , describió que se halla expuesta, ante emperador Federico II. Su Alejandro de Hales​ y
lo que él creía que era la todo, en la obra “De la madre, Teodora, era hija de llegó a ser General de la
causa de este declive división de la naturaleza” los condes de Taete y Chieti Orden franciscana
APORTES SIGNIFICATIVOS SIGLO V AC HASTA LA APORTE SIGNIFICATIVOS SIGLO V Y EL SIGLO XV SUSTITUCION
DECADENCIA DEL IMPERIO ROMANO DE LA CULTURA CLASICA POR EL TEOCENTRISMO CRISTIANO

❖ Paso del mito al logos (de la interpretación ❖ Es el periodo histórico de la civilización Occidental
mitológica a la interpretación lógica). comprendido entre el siglo V y el siglo XV.
❖ Aproximación de la teoría de las formas e ideas ❖ Ocurre la sustitución de la cultura clásica por el
(idealismo). teocentrismo cristiano o musulmán.
❖ Primeros pasos del estudio de la ontología del ❖ El argumento, toscamente, es que todo lo que
hombre. existe tiene una causa. Por lo tanto, debe haber
❖ Empleo prematuro de la experimentación. una primera causa sin causa, y esa es Dios.
❖ El aporte de este nuevo conocimiento griego ❖ En lo filosófico, el desarrollo del humanismo y el de
consistió en que el conocimiento y por ende, la la filosofía renacentista, junto con la revolución
concepción del mundo y las realidades obedecen a copernicana, asociada al desarrollo de la nueva
un orden que siguen leyes que pueden ser ciencia es lo que abre la puerta de la modernidad.
descubiertas por la razón.
EDAD MODERNA DEL CONOCIMIENTO EDAD CONTEMPORÁNEA DEL
CONOCIMIENTO
Inicia con el renacimiento y Descartes y culmina con la Inicia con La Revolución Francesa hasta la actualidad (siglo
filosofía Kantiana siglo XVII y XVIII XIX hasta hoy)

René Descartes fue un David Hume ​ fue un Goodman (7 de agosto Martin Heidegger fue un
filósofo y matemático filósofo, historiador, de 1906 – 25 de filósofo alemán. Es
francés, nacido en la economista y ensayista noviembre de 1998) considerado el pensador y el
Haye, Touraine (Francia), escocés. Filosofó estadounidense filósofo más importante del
el 31 de marzo de 1596, Immanuel Kant fue un conocido por sus trabajos siglo XX.​​
John Locke fue un filósofo y científico en mariología, filosofía de Edmund Gustav Albrecht
filósofo y médico inglés, alemán de la Ilustración.​​ la ciencia. Husserl fue un filósofo y
considerado como uno de Fue el primero y más Jürgen Habermas (es un matemático alemán, ​
los más influyentes importante representante filósofo y sociólogo alemán discípulo de Franz Brentano
pensadores del del criticismo y precursor conocido por sus trabajos en y Carl Stumpf, fundador de
empirismo inglés. del idealismo alemán filosofía política, ética y la fenomenología
teoría del derecho,. trascendental
APORTE SIGNIFICATIVO EDAD APORTE SIGNIFICATIVO
MODERNA DEL CONOCIMIENTO CONTEMPORANEA DEL
CONOCIMIENTO
▪ La teoría del conocimiento aparece como ▪ Comienza con la Revolución Francesa
disciplina autónoma. hasta la actualidad (aproximadamente 220
▪ El nuevo rumbo que toma la filosofía en años).
esta época, se debe entre otros factores, al ▪ La ciencia y la cultura experimentan un
rechazo del método Aristotélico y a su extraordinario desarrollo.
lógica formal. ▪ Ocurren transformaciones económicas y
▪ Aparece el método científico como único tecnológicas.
modo de llegar a la verdad. ▪ Gran relevancia a la pluralidad, hacia la
▪ Se habla de la verdad universal y lo que socialización y a la deconstrucción.
interesa es el énfasis en el objeto. ▪ El conocimiento se construye de manera
▪ Aparece la racionalidad como medio único compleja, interdisciplinaria, cualitativa,
para llevar a la razón pura. critica, holonica y fenomenológicamente.
▪ Solo es cierto lo que se puede comprobar ▪ Se incorpora el sujeto cognoscente como
cuantitativamente. elemento importante en la producción de
saberes.
FILOSOFIA DEL DERECHO
SEGUNDA SEMANA
UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA
FACULTAD DE DERECHO
FILOSOFIA DEL DERECHO

Es la rama de la filosofía cuya finalidad es el


conocimiento de la ciencia y fundamento del
fenómeno jurídico.
Termino acuñado en el siglo XVIII
Es el derecho considerado como una disciplina
normativa de la conducta del hombre.
Dentro del derecho surgen las siguientes
cuestiones:
¿Qué es el Derecho General?
¿Cuál es su esencia?
¿Qué persigue el Derecho y cual es su finalidad
independientemente de sus manifestaciones
concretas?
Si el Derecho prescribe ciertas conductas del
hombre en sociedad ¿Por qué obligan sus
prescripciones?
ANTONIO CASO Divide los problemas
Filosóficos en tres grupos

A. Problemas de la Ciencia: Metodología y


Epistemología.
B. Problemas del valor de la existencia: La Libertad.

1. Teoría de la Religión: Filosofía de la Religión.


2. Teoría del Arte: Estética.
3. Teoría de la Conducta: Ética.
Los que estudian los problemas relacionados con el valor
de la existencia se agrupan en disciplinas axiológicas.
AXIOLOGIA GENERAL
a. Ética: Teoría de lo bueno.
b. Estética: Teoría Filosófica de la belleza.
c. Filosofía De La Religión: Doctrina de lo santo.
d. Filosofía Del Derecho: Le interesa que el
Derecho, la verdad autónoma, el conocimiento
ultimo y definitivo.

Axiología Jurídica: Su tarea consiste en descubrir


los valores propios del derecho.
La Filosofía Jurídica: Estudia los valores a cuya
realización debe aspirar el orden jurídico positivo, la
justicia es la finalidad suprema.
FILOSOFIA DEL DERECHO
a. Permite comprender mejor la naturaleza y fines del
Derecho.
b. Las motivaciones sociales que dieron origen a las leyes
Eduardo García Maynas considera que la Filosofía del
derecho debe de estudiar los problemas relacionados con
los procedimientos de interpretación, observancia y
aplicación de las normas del derecho.
La Filosofía del Derecho analiza el fenómeno jurídico desde
un ámbito totalizador y universal enfatizando el aspecto
axiológico.
Entre la Filosofía del Derecho y las diversas ramas jurídicas
como la laboral, penal, civil, familiar Mercantil, fiscal; existe
una relación que es el contenido axiológicos de estas, es
decir, los valores jurídicos promotores de la justicia, la
sociedad jurídica y la igualdad.
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MÉTODO FILOSÓFICO Y MÉTODO


CIENTÍFICO EN XAVIER ZUBIRI

ILDEFONSO MURILLO Recibido: 15/07/2013


Doctor en Filosofía Aceptado: 16/09/2013
Profesor Emérito
Facultad de Filosofía
Universidad Pontificia de Salamanca
Salamanca / España
[email protected]

Resumen: La reflexión sobre el método interesa a Zubiri, sobre todo, como una
mostración de que nuestra inteligencia está en la realidad y de que puede avanzar, en una
“marcha sin término”, por las entrañas, por la profundidad inagotable de lo real existente
y posible. Pues la cuestión clave en la filosofía y en la ciencia según Zubiri es el acceso a la
verdad. Su descripción de la actividad de la inteligencia, lo que llama “intelección”, nos revela
su momento metódico en toda su complejidad. Nuestra investigación atiende especialmente
a su concepción del método científico y del método filosófico dentro de un enfoque realista
del conocimiento. A la vez vemos, desde su voluntad de verdad, que existe una continuidad,
a pesar de las diferencias, entre la ciencia y la filosofía.
Palabras clave: Xavier Zubiri, ciencia, filosofía, inteligencia método.

PHILOSOPHICAL AND SCIENTIFIC METHOD IN XAVIER ZUBIRI


Abstract: The reflection on the method interests Zubiri mainly as a monstration that
our intelligence is in reality and can move in an “endless march” through the bowels, by the
inexhaustible depth of what exists and is possible. So the key issue in the philosophy and
science of Zubiri is access to the truth. His description of the activity of intelligence, what he
calls “insight”, reveals his methodical moment in all its complexity. Our research addresses
especially his conception of scientific method and the philosophical method within a realistic
approach of knowledge. At the same time we see, from their will to truth, that there is con-
tinuity, despite the differences, between science and philosophy.
Keywords: Xavier Zubiri, intelligence, method, philosophy, science.

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La investigación de la filosofía de Zubiri nos permite descubrir que este filó-


sofo español del siglo XX tenía una clara conciencia de la función del método en
ciencia y en filosofía. Mi artículo se mueve dentro de lo que se suele entender por
“filosofía de la ciencia” y “filosofía de la filosofía”. Zubiri no sólo hace filosofía,
sino que reflexiona sobre lo que es la filosofía, y en conexión con lo que es la filo-
sofía, sin ser científico al estilo de Aristóteles, Descartes o Leibniz, nos dice lo que
es la ciencia. Y en mi proceder he preferido atenerme casi exclusivamente a las
obras de Zubiri, eludiendo en la medida de lo posible sus neologismos.
Ante el hecho de la pluralidad de métodos en lo que llamamos “ciencia” y
“filosofía” a principios del siglo XXI, el título de este artículo puede sorprender.
Lo denomino así con la intención de delimitar los dos ámbitos a los que voy a
referirme, sin pretender negar el hecho histórico de la multiplicidad de métodos
en la ciencia y en la filosofía, que han dado origen a muchas ciencias y filosofías.
Parto de la situación actual de la ciencia y de la filosofía: pluralidad de ciencias y
pluralidad de filosofías.
El tema del método no ocupa mucho espacio en los escritos de Zubiri. No le
dedica ningún tratado independiente. La exposición más amplia que he encon-
trado es la que desarrolla en la tercera parte de su trilogía sobre la inteligencia,
Inteligencia y razón1. También hallamos consideraciones amplias sobre el méto-
do de la ciencia y el método de la filosofía en los primeros capítulos de su libro
Naturaleza, Historia, Dios, publicado en 1942. Quisiera destacar la coincidencia
de fondo que se da entre esas dos obras. La primera (Inteligencia y razón) ana-
liza los presupuestos de los límites y posibilidades de la ciencia y de la filosofía en
relación con la verdad, a los que ya aludía Zubiri, de modo más o menos explícito,
cuarenta años antes. Sería interesante establecer un paralelismo entre algunos
textos de esas dos obras. Ello nos permitiría detectar hasta qué punto los temas y
el enfoque son parecidos.
En 1942 advierte que nuestro pensamiento tiene que conquistar las cosas,
“porque está ya previamente moviéndose en ellas” (NHD 47). Es una manera
de tomar conciencia de que estamos en la realidad, por más que el pensamiento

1 Las obras de Zubiri voy a citarlas por siglas integradas en el mismo cuerpo del artículo. A
continuación pongo las siglas, seguidas de la edición de las obras a que se refieren:
IRA Inteligencia y razón, Madrid, Alianza Editorial / Sociedad de Estudios y Publicaciones,
1983.
IRE Inteligencia sentiente, Madrid, Alianza Editorial / Sociedad de Estudios y Publicacio-
nes, 1981.
NHD Naturaleza, Historia, Dios, Madrid, Alianza Editorial / Sociedad de Estudios y Publica-
ciones, 1987.
PFMO Los problemas fundamentales de la metafísica occidental, Madrid, Alianza Editorial /
Fundación Xavier Zubiri, 1994.

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MÉTODO FILOSÓFICO Y MÉTODO CIENTÍFICO EN XAVIER ZUBIRI 661

actual en la ciencia tienda vertiginosamente a la pérdida de las cosas, debido al


positivismo, pragmatismo e historicismo, las tres grandes desviaciones a que se
halla expuesta la verdad. El camino hacia ese entronque realista se nos describe
en su trilogía sobre la inteligencia o noología.
Su estilo particular de hacer filosofía implica un realismo radical desde 1942
a 1983. Realismo que siempre implica en su punto de partida una relación inme-
diata de nuestra inteligencia con las cosas. Estamos en las cosas, en la realidad.
Bajo sus escritos subyace siempre esta convicción
Con mi trabajo quiero rendir un sencillo homenaje al Profesor Antonio Pintor
Ramos, catedrático honorario de la Universidad Pontificia de Salamanca, que ha
dedicado gran parte de su labor investigadora a contextuar, interpretar y valorar
los textos zubirianos.

1. EL MOMENTO METÓDICO DE LA INTELECCIÓN RACIONAL O CONO-


CIMIENTO

La filosofía de Zubiri quiere llevarnos a la unidad de la inteligencia que es


unidad de la verdad. La noología2 contiene una reflexión descriptiva o analítica
de la inteligencia, del hecho de la intelección. Dentro de esa descripción hay que
integrar el momento metódico de lo que ahí entiende por conocimiento.
La ciencia y la filosofía son dos tipos de conocimiento, fundados en la inte-
lección sentiente. Desde su filosofía de la intelección en cuanto tal se enfrenta con
los temas clásicos de la filosofía del conocimiento: qué es el conocer, en qué con-
siste la razón, cuál es el método del conocimiento. Inteligir las cosas como reales
no significa que sepamos lo que son “en realidad” y “en la realidad”. Su objetivo
es avanzar desde la intelección primordial de las cosas o “intelección sentiente”,
que nos sitúa en la realidad, hacia el conocimiento de lo que las cosas son “en la
realidad”.
Las cosas mismas, desde la impresión primordial de realidad, nos dirigen
hacia su horizonte de intelección en logos y razón. Este es un principio metódico
fundamental: de las cosas sentidas a su intelección o conocimiento. Lo real de-
termina el método del pensar. Su gnoseología se aparta en este punto clave de la
gnoseología subjetivista que se inicia en Descartes y que recorre toda la historia
de la filosofía occidental hasta algunos filósofos hermenéuticos y fenomenólogos

2 Suele llamarse noología a la doctrina de Zubiri sobre la inteligencia, expuesta en Inteligencia


y realidad (obra que se titulaba en su primera edición, simplemente, Inteligencia sentiente), Inteli-
gencia y logos, Inteligencia y razón.

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actuales. En Zubiri no se plantea el problema del “puente”: ¿cómo pasar del sujeto
a las cosas o al mundo? El objeto de la filosofía está latente en las cosas mismas
que aprehende nuestra inteligencia sentiente mediante la sensación.
A eso se debe el que en la introducción a Inteligencia sentiente escriba: “Por
la intelección, estamos instalados ya inamisiblemente en la realidad. El logos y la
razón no necesitan llegar a la realidad sino que nacen de la realidad y están en
ella” (IRE 14). La verdad es que, a pesar de la sofística que nos envuelve, “estamos
instalados modestamente, pero irrefragablemente, en la realidad” (IRE 14-15).
Gracias a la inteligencia sentiente o sentir intelectivo, “el hombre queda inamisi-
blemente retenido en y por la realidad: queda en ella sabiendo de ella” (IRA, 351).
Queda, sin embargo, sabiendo muy poco de lo que es real. Pues la intelección
sentiente con la que captamos las cosas no implica entenderlas en toda la riqueza
de su realidad.
Al principio de su noología responde a los que le criticaron porque comenzó
con un libro sobre la esencia antes de hacer un tratamiento crítico del conoci-
miento, del saber. La noología y la metafísica no han de separarse (cf. PFMO
322-345). Ambas pueden ser consideradas como filosofía primera, según que
atendamos a la inteligencia o a las cosas. No hay prioridad de una sobre otra:
“Para muchos lectores, mi libro Sobre la esencia estaba falto de un fundamento
porque estimaban que saber lo que es la realidad es empresa que no puede lle-
varse a cabo sin un estudio previo acerca de lo que nos sea posible saber […].
Pienso, sin embargo, que esto es inexacto. Ciertamente la investigación sobre la
realidad necesita echar mano de alguna conceptuación de lo que sea saber. Pero
esta necesidad ¿es una anterioridad? No lo creo, porque no es menos cierto que
una investigación acerca de las posibilidades de saber no puede llevarse a cabo, y
de hecho nunca se ha llevado a cabo, si no se apela a alguna conceptuación de la
realidad […]. El saber y la realidad son en su misma raíz estricta y rigurosamente
congéneres. No hay prioridad de lo uno sobre lo otro” (IRE 9-10). Noología y
metafísica están extendidas por toda su obra.
La meditación de Zubiri sobre el momento metódico de la inteligencia intenta
superar los tres riesgos a que se halla expuesta la inteligencia en su esfuerzo por la
verdad: el riesgo del positivismo, el riesgo del pragmatismo y el del historicismo.
Su voluntad de verdad, que aflora ya brillantemente en Naturaleza, Historia,
Dios (cf. NHD 25-156), recibe en la trilogía sobre la inteligencia una justificación
metódica fundamental (cf. IRA 157-317, especialmente 202-257).
Los tres volúmenes de la trilogía sobre la inteligencia, en un ejercicio extraor-
dinario de reflexión analítica, nos ofrecen una superación radical del subjetivismo
y del idealismo, del positivismo, del pragmatismo y del historicismo. El estamos en
las cosas de NHD se convierte en un estamos en la realidad de IRA.

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MÉTODO FILOSÓFICO Y MÉTODO CIENTÍFICO EN XAVIER ZUBIRI 663

Zubiri distingue entre método en el sentido usual del término (métodos físicos,
psicológicos, sociológicos, históricos, etc.) y “modos de intelección metódica, esto
es los modos según los cuales inteligimos “vialmente” lo real, sean cualesquiera
“los métodos” en el sentido usual del vocablo” (IRA 257). Cualquier método po-
dría implicar varios de estos “modos”.
La unidad de estos modos no equivaldría a la unidad de un método, sino algo
más radical y fundamental: la unidad de la experiencia. Cuando decimos que los
hombres tienen mucha o poca experiencia queremos decir que han realizado en
grados distintos la probación física de lo que la realidad es en el fondo.
Al hablar del segundo momento de la estructura del conocer (el método),
Zubiri nos remite más allá de los métodos de las ciencias y la metafísica, hasta
un análisis metódico del conocimiento en general. Nos podemos preguntar si ese
análisis tiene alguna trascendencia a la hora de hacer una filosofía de la ciencia,
una filosofía de la filosofía y una filosofía de la teología.
El último Zubiri, tal como expone su pensamiento en la trilogía sobre la
inteligencia, nos sirve para entender su concepción de los métodos científicos y
filosóficos. Presupuesto de todos los otros métodos es su concepción del momen-
to metódico del conocimiento en general. Ahí encontramos una fundamentación
de su realismo: un realismo abierto. Nuestra inteligencia está abierta a lo real en
todas sus dimensiones y en toda su profundidad desde lo que llama aprehensión
primordial de realidad. Sentimos intelectivamente la realidad y inteligimos sensi-
blemente la realidad.
Hay que construir todo el saber desde ahí: desde esa unidad de lo inteligible
y lo sensible. En su trilogía sobre la inteligencia nos dice cómo poner los métodos
científicos en relación con la realidad, en relación con la verdad, que para él tiene
un presupuesto básico o “forma primaria de la verdad” (la verdad real) y dos mo-
dulaciones de ese presupuesto básico: la verdad en realidad (la verdad lógica) y la
verdad en la realidad (la verdad racional). Tanto los métodos científicos como los
filosóficos han de salvaguardar su conexión con la realidad.
Su objetivo, desde el principio de su trayectoria intelectual es anclar la ciencia
y la metafísica en la realidad. La ciencia y la metafísica son conocimiento. Y no
hay conocimiento que no sea de la realidad, por ser intelección racional (cf. IRA
159-169). La clave de bóveda de la filosofía de Zubiri es la superación del dualis-
mo de sentir e inteligir (presente en Platón y Kant, y de algún modo también en
Leibniz y Aristóteles), defendiendo la unidad formal y estructural del sentir y del
inteligir en la intelección sentiente, de tal manera que la razón misma es sentiente,
en cuanto que nos lleva sentientemente a la realidad profunda.
Su concepción de la inteligencia como inteligencia sentiente y su enraiza-
miento en ella del logos y de la razón le permiten superar la metodología filosófica

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de Leibniz, Hegel y Kant; y mirando más retrospectivamente, la de Parménides,


Platón y Aristóteles (cf. IRA 66-81). El largo y penoso camino de la ciencia y de
la metafísica que nos hace pasar del nivel de la realidad inmediata, captada en la
“impresión de realidad”, hacia niveles más hondos o profundos, se despliega en la
misma inteligencia sentiente, que por su modo de presentación de la realidad “la
pone aquí y ahora en situación de buscar” (PFMO 343).

2. ANÁLISIS DE LOS MÉTODOS CIENTÍFICO Y FILOSÓFICO

La lectura de la trilogía de Zubiri sobre la inteligencia, especialmente de su


tercera parte, Inteligencia y razón, nos posibilita un análisis crítico de los métodos
de las ciencias y de la filosofía, permitiéndonos acceder a las bases gnoseológicas
de un realismo rigurosamente fundamentado en los tres momentos intelectivos: la
aprehensión primordial de realidad, el logos y la razón. De esta manera Zubiri nos
lleva a una comprensión radical de los métodos de las ciencias y de la filosofía. El
modo científico de saber y el modo filosófico o metafísico de saber son dos modos
de estar en la realidad a los que llegamos por distintos caminos o métodos.
¿Qué hacemos cuando filosofamos y cuando conocemos científicamente una
cosa? ¿Cómo concibe Zubiri el método de la ciencia y el de la filosofía? En el
fondo se pregunta qué es la ciencia y qué es la filosofía. Y en la respuesta a esas
preguntas la perspectiva metodológica es una clave indispensable.
Veamos más en concreto lo que acontece con los métodos científicos. Si el
hombre de hoy entra dentro de sí mismo, descubre que posee “unos métodos
para conocer, que dan espléndidos resultados, como jamás los hubo en otra épo-
ca de la historia” (NHD 34-35). Pero la ciencia, entendida en el sentido de la cien-
cia moderna, de las ciencias empíricas o positivas, ha provocado una aguda crisis
en nuestra situación intelectual, de modo que el intelectual de hoy está confuso,
desorientado y descontento consigo mismo. Además los métodos han dejado de
ser lo que su nombre indica, vías que conducen a la verdad, para convertirse en
una simple técnica de ideas o de hechos, es decir, en una especie de meta-técnica.
El hombre actual, perdido en el conjunto de métodos y de resultados ingentes, de
muchas verdades, abandonado a la eficacia de sus métodos, está como dormido
para la verdad.
El plano científico estaría determinado por el conocimiento de lo que se
llaman los “hechos”. Y esta radical positivización de la ciencia actuaría como un
principio nivelador. La interpretación positivista de la realidad, que hoy domina
en gran parte nuestra situación intelectual, ha llevado al hombre europeo y está
llevando en gran parte al hombre que habita otros continentes “a apoyar buena

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MÉTODO FILOSÓFICO Y MÉTODO CIENTÍFICO EN XAVIER ZUBIRI 665

parte de su vida en la inteligencia científica”, que implica el carácter disperso y


nivelador del saber (NHD 44).
Claro que aquí Zubiri, en 1942, nos sorprende con una aguda observación:
“Pero no se repara en que tal vez no todos los objetos sean susceptibles de igual
positivización. Y, en tal caso, si ese su “estar ahí” no fuera igual para toda suer-
te de objetos, la positivización no sería niveladora, y las ciencias, aun las más
positivas, tendrían en su propio objeto integral un principio de subordinación
jerárquica” (NHD 31). De alguna manera aparece insinuada ahí la dimensión de
profundidad hacia la que apunta todo lo real. En Inteligencia y Razón Zubiri ana-
liza detalladamente esta dimensión (cf. IRA 43-67).
Al tomar conciencia de que las ciencias positivas están determinando su si-
tuación intelectual, con graves perjuicios para un adecuado conocimiento de las
cosas, expone un modo de superar esa situación. En cierto modo, toda su noolo-
gía y su metafísica responden a esa necesidad de superar la crisis intelectual que
ha provocado un absolutización del método de las ciencias positivas.
¿Se inspira Zubiri en la metodología científica a la hora de concebir y practi-
car su metodología filosófica? Como acabo de insinuar, el método científico y el
filosófico son distintos, y complementarios. La filosofía nos permite resituar los
contenidos de las ciencias en su perspectiva trascendental. Critica las pretensiones
de Kant, Hegel y Husserl de convertir la filosofía en ciencia estricta.
Nos interesa descubrir lo que caracteriza al método filosófico respecto del
método científico. ¿En qué difieren el objeto de la ciencia y de la filosofía? Esa dife-
rencia le lleva a Zubiri a distinguir entre el método de la ciencia y el de la filosofía.
Parece resumir su posición sosteniendo que el conocimiento científico es talitativo
mientras que el conocimiento filosófico es trascendental. Lo cual supondría una
metodología radicalmente distinta. El método científico sería directo, nos llevaría
directamente a las cosas. El método filosófico, en cambio, sería de tipo reflexi-
vo, exigiría la reflexión. El acto por el que se hace presente su objeto no es una
aprehensión o una intuición, sino una reflexión: “Una reflexión que no descubre,
por tanto, un nuevo objeto entre los demás, sino una nueva dimensión de todo
objeto, cualquiera que sea. No es un acto que enriquezca nuestro conocimiento de
lo que las cosas son. No hay que esperar de la filosofía que nos cuente, por ejem-
plo, de las fuerzas físicas, de los organismos o de los triángulos, nada que fuera
inaccesible para la matemática, la física o la biología. Nos enriquece simplemente
llevándonos a otro tipo de conocimiento” (NHD149).
El objeto de la filosofía se conquista mediante la reflexión (NHD 146-151).
La peculiaridad de los objetos filosóficos se fue perfilando mejor a medida que se
fueron desarrollando distintas ciencias concretas. Éstas parten de unos objetos que
les están dados previamente, mientras que la filosofía no tendría objeto previo. Su

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666 ILDEFONSO MURILLO

misión sería revelar el problematismo último de la realidad, un objeto evanescen-


te, que se desvanecería fuera de la actitud filosófica.
A través de un análisis de la concepción zubiriana del método científico y
filosófico podemos penetrar a fondo en la concepción zubiriana de la ciencia y de
la filosofía. En esa obra (NHD) se pregunta por nuestro modo de proceder cuando
hacemos ciencia y cuando hacemos filosofía. La articulación de la ciencia y la
filosofía sería muy peculiar, en cuanto que la filosofía aludiría a la dimensión tras-
cendental de todo lo talitativo. ¿Nunca tendría la filosofía un contenido talitativo?
¿No sería un contenido talitativo la teología filosófica?
La peculiaridad metodológica de la noología es la reflexión. En cierto sentido
podemos decir que la noología analiza la intelección en su dimensión subjetiva
(nóesis) y objetiva (nóema), aunque Zubiri, por lo expuesto anteriormente, rechaza
el idealismo fenomenológico de Husserl. Conviene recordar aquí lo publicado por
Antonio Pintor Ramos sobre el modo de proceder de Zubiri en su filosofía a partir
de la fenomenología husserliana: cómo en un “riguroso proceso de radicalización
creciente [...], fue haciendo estallar desde dentro las distintas figuras que iba asu-
miendo y, así, posibilitaba y exigía el paso a niveles más radicales hasta descansar
finalmente en la “realidad” y desde allí desplegar su filosofía madura”3.
Zubiri no menosprecia, en ciencia y en metafísica, el procedimiento de los
conceptos abstractos cuya eficacia no puede negarse, pero son las cosas las que
dan o quitan la razón al hombre. En nuestras investigaciones de lo profundo o
de lo último hay que atender a su raíz incuestionable y necesaria: “La inteligencia
no va hacia las cosas porque se proponga buscarlas; es al revés: la inteligencia se
propone buscar precisamente porque está llevada por la realidad en el modo del
“hacia” […]. Es el modo de presentación de la realidad lo que inexorablemente
lleva consigo el que la inteligencia no solamente aprehenda el contenido de lo que
está inmediatamente dado, sino que va a lo que está presente en forma de reali-
dad y “hacia” lo que hay en el fondo de toda esa realidad” (PFMO 343).
Una parte importante de la metodología filosófica de Zubiri es el diálogo
con otros filósofos. La filosofía, más que la ciencia, se halla montada sobre una
tradición. Expresamente critica el adanismo en filosofía: “No se trata de que cada
cual haya de comenzar en cero o inventar un sistema propio. Todo lo contrario.
Precisamente por tratarse de un saber radical y último, la filosofía se halla mon-
tada, más que otro saber alguno, sobre una tradición” (NHD, 52). Reconoce su
deuda con la historia de la metafísica (cf. PFMO 323, 345). No creo que interpre-
ten correctamente a Zubiri los que piensan que Zubiri en sus principales obras, al
construir su propia teoría, prescinde en gran parte de la tradición filosófica.

3 Antonio PINTOR-RAMOS, Génesis y formación de la filosofía de Zubiri, Salamanca, Uni-


versidad Pontificia, 3ª ed. 1996, pp. 119-120.

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MÉTODO FILOSÓFICO Y MÉTODO CIENTÍFICO EN XAVIER ZUBIRI 667

3. MÉTODO Y VERDAD

Diego Gracia Guillén en el breve título de una obra publicada tres años des-
pués de la muerte dee Zubiri expresa bien el afán que le movió en sus investiga-
ciones: la voluntad de verdad4. Punto de partida del conocimiento científico y
filosófico es la realidad, porque “el hombre queda inamisiblemente retenido en y
por la realidad: queda en ella sabiendo de ella” (IRA 351). Por esto, el principal
objetivo de las ciencias y la filosofía es la verdad. La ciencia y la filosofía son dos
hechos o acontecimientos históricos, los cuales tienen que ver con la verdad. Nos
interesa el método en cuanto camino hacia el encuentro con la verdad.
Y la primera condición de la verdad es atenerse a las cosas mismas. El intento
de posibilitar y llevar a cabo con éxito tal condición está presente en toda la tra-
yectoria intelectual de Zubiri Tanto el método científico como el filosófico han de
conducirnos a la verdad. En Zubiri no cabe una reducción tecnológica de la ciencia
o una reducción pragmática de la filosofía.
Su enfoque del método en las ciencias y en la filosofía nos conduce a un
realismo de las ciencias y de las filosofías. Ante las cosas que se nos presentan,
en una situación concreta, el hombre esboza un modo de acercarse a las cosas e
interrogarlas (método). Entonces las cosas dan la respuesta en que se constituye el
acuerdo con ellas: la verdad (cf. NHD 37-49).
En un artículo publicado en Cruz y Raya (septiembre de 1935) escribe: “El
sentir, como realidad, es la patencia “real” de algo. En su virtud podemos decir
que el sentir es ser de veras, esto es, el sentir es la primaria realidad de la verdad.
Es posible que no todo lo que el hombre sienta sea realidad independientemente
de su sentir. Pero la ilusión y la irrealidad sólo pueden darse precisamente porque
todo sentir es real y nos hace patente la realidad; la ilusión consistirá en tomar
por real una cosa que no lo es. Dicho en términos más precisos: la realidad de
la verdad nos manifiesta realmente la verdad de una realidad sentida en nuestro
sentir” (NHD 75). El sentir es la primaria realidad de la verdad, porque todo lo que
viene después, hasta la ilusión y la irrealidad, han de depender de ella.
Su voluntad de verdad le lleva apoyarse en la primera intelección: la aprehen-
sión primordial de realidad; de modo que la intelección lógica o campal, la de las co-
sas sensibles en su relación de unas con otras, y la intelección racional, la intelección
de algo en su realidad profunda, en cuanto fundamento, serían modalizaciones de
esa primera intelección. Se trata de recuperar en ciencia y en filosofía el aprecio de
la verdad, el acuerdo con las cosas, más allá de cualquier positivismo, pragmatismo
e historicismo, los tres riesgos que acechan a nuestra inteligencia en su intento de

4 Diego GRACIA, Voluntad de verdad, Barcelona, Labor, 1986.

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acceder a las cosas. No me canso de insistir en la perspectiva realista en que se mue-


ve Zubiri. Su punto de partida, lo mismo en filosofía que en ciencia es la realidad.
Estamos en las cosas. El método científico y filosófico no han de quedarse
en meras ideas, sino que han de llevarnos a las cosas entendidas “en realidad de
verdad”: “La cosa misma: ésta es la cuestión […]. “En realidad de verdad” es como
las cosas tienen que ser entendidas” (NHD 74). A las tres condiciones de la verdad
a las que Zubiri alude en 1942 y que siguen estando presentes en 1983 (que las
cosas estén propuestas a la inteligencia, cierto modo de interrogarnos por ellas o
método de interrogación y la estructura total de la situación de la inteligencia huma-
na, desde donde nace el sistema de preguntas) les es constitutiva “una primaria e
inamisible unidad entre el pensamiento y las cosas” (NHD 47-48). En una situación
concreta, esbozamos un modo de acercarnos a las cosas e interrogarlas, y enton-
ces éstas dan la respuesta en que se constituye la verdad o el acuerdo con ellas.
Y, a continuación nos previene Zubiri de los tres riesgos que acechan a nues-
tra inteligencia en su esfuerzo por la verdad: el positivismo, el pragmatismo y el
historicismo. Su análisis sigue siendo hoy válido en nuestra situación intelectual:
“La verdad es expresión de lo que hay en las cosas; y entendidas éstas como me-
ros datos empíricos, se desliza suavemente hacia el positivismo. La verdad no se
conquista sino en un modo de interrogar a la realidad; y entendido este interroga-
torio como una necesidad humana de manejar con éxito el curso de los hechos,
se deriva hacia el pragmatismo. La verdad no existe sino desde una situación
determinada; entendida ésta como un estado objetivo del espíritu, se sumerge en
el historicismo. Tres desviaciones que no son independientes” (NHD 44).
En el sentir escuchamos la “voz de las cosas” (NHD 79). En el sentir, el lo-
gos del hombre se convierte en el “portavoz de las cosas”. En una reformulación
radical del realismo aristotélico, contra el racionalismo moderno y contra todo
tipo de idealismo y platonismo, Zubiri asienta cada vez más firmemente sus pies
sobre la tierra de lo real sentido. Es la realidad lo que gobierna su actualización
intelectiva a nivel de ciencia y de filosofía. En un discurso pronunciado con motivo
de la entrega del Premio Ramón y Cajal a la Investigación, afirma: “En la investi-
gación vamos de la mano de la realidad verdadera, estamos arrastrados por ella,
y este arrastre es justo el movimiento de la investigación”5. La filosofía de Zubiri
es sistemática porque la realidad misma es sistemática o, mejor, respectiva. La
transcendentalidad en Zubiri no consiste en algo que es común a muchas cosas,
la comunidad conceptual o conceptiva, sino en algo comunicativo, es decir en la
abertura real de todas las cosas entre sí o, en palabras de Zubiri, en una “comuni-
cación extensiva respectiva”. Las cosas llegan a ser lo que son como realidades en
una respectividad, a la que Zubiri llama mundo.

5 Diario Ya, 19 de octubre de 1982.

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El que Zubiri tenga indudable conciencia de su instalación en la realidad no le


hace creer que la conoce perfectamente. Nuestro conocimiento es problemático,
histórico y siempre abierto a un horizonte de profundidad infinita. La situación
histórica influye en el conocimiento científico y metafísico, de modo que la verdad
que alcanzamos con nuestros métodos es histórica aunque sin dejar de ser verdad.
No cae en las redes de un historicismo relativista.
Nos podemos dejar embaucar por las palabras y los intereses, por el discurso
y la propaganda, por la gran oleada de sofística que nos envuelve. Zubiri piensa
que debemos escapar de la cárcel de las palabras, para llegar a las cosas. Los tres
volúmenes sobre la inteligencia, su noología, son un intento de afirmar nuestros
pies en el suelo firme de lo real, de conducirnos a la verdad en ciencia y en filo-
sofía.
Para superar la sofística, expresada en el discurso y la propaganda, hemos
de luchar por sumergirnos en las profundidades de la realidad en la que estamos
instalados por nuestra inteligencia sentiente: “Por esto es necesario hoy más que
nunca llevar a cabo el esfuerzo de sumergirnos en lo real en que ya estamos, para
arrancar con rigor a su realidad aunque no sean sino algunas pobres esquirlas de
su intrínseca inteligibilidad” (IRE 15). En Inteligencia y razón, donde nos habla
del método, nos indica cómo arrancar esas pobres esquirlas.
Es interesante reparar en la modestia de Zubiri. No piensa que podamos
llegar a un conocimiento pleno de lo real, pero estamos en la realidad y podemos
avanzar en su conocimiento. Zubiri nos muestra que nuestra inteligencia está en
lo real y el modo de avanzar en el conocimiento de la realidad. Debemos ser
conscientes, por la naturaleza del conocimiento, de la intelección racional, en
que interviene el elemento libertad, de que nuestras teorías científicas y filosófi-
cas son siempre provisionales. La dimensión metódica de la intelección sentiente
implica una presencia del sujeto, de los intereses subjetivos o sociales, pero esto
no impide el acceso a la verdad de las cosas. El realismo de Zubiri no niega los
condicionamientos de la inteligencia en su marcha por las entrañas de la realidad
en que estamos situados.
Zubiri tiene una clara conciencia de los límites y posibilidades del método
científico y filosófico. Precisamente por fidelidad a las cosas, nos anima a introdu-
cir la historia en la idea misma del ser, como Aristóteles introdujo en ella la idea
del movimiento (NHD 1987, 387). Y no olvidemos que en el Zubiri de la trilogía
sobre la inteligencia sentiente la realidad es previa al ser. La verdad científica y
filosófica, consiguientemente, en tanto verdad racional, es una verdad de índole
lógico-histórica que incluye en sí la verdad real, pues cada forma de verdad presu-
pone formalmente las formas anteriores (Cf. IRA, 317).
Sale al paso de un malentendido. El rigor lógico y lingüístico no implica una
verdad más rica, pues la lógica y la gramática no son camino de verdad. Una cosa

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es el lenguaje de la filosofía, que debe ser lógicamente riguroso, y otra cosa el


método de la filosofía. Método es vía de acceso a las cosas, a la realidad. Y la lógi-
ca, en cuanto meramente formal, no es vía de acceso a la realidad. Sin embargo
hemos de esforzarnos por articular la palabra, de modo preciso, con la realidad
que se nos impone al darse.

4. CONCLUSIÓN. CONTINUIDAD ENTRE CIENCIA Y FILOSOFÍA. ¿CÓMO


SUPERAR LA CRISIS INTELECTUAL DE NUESTRO TIEMPO?

En este artículo he querido exprimir algunas de las mejores aportaciones de


Zubiri a la filosofía de la ciencia y a la filosofía de la filosofía. Y reconozco que
sólo he esbozado lo que podría ser una investigación más amplia, recorriendo sus
principales escritos o inéditos publicados. Pero, sin duda, esta breve meditación
sobre el método, en la línea de Zubiri, nos puede hacer tomar conciencia de lo que
es la ciencia y la filosofía en el momento actual, de cómo se relacionan, de cómo
habría que valorar sus objetos y objetivos, y puede también ayudarnos a superar la
crisis intelectual de nuestro tiempo, que tan lúcidamente supo diagnosticar Zubiri.
La ciencia y la metafísica hay que entenderlas en relación con su noología.
Lo cual implica establecer una continuidad entre la ciencia y la filosofía. Se daría
también, por tanto, una continuidad entre los métodos de la ciencia y de la filo-
sofía. Pretende conciliar la más alta teoría metafísica con las aportaciones que la
investigación científica ofrece. Entre la perspectiva talitativa, en que se mueven
las ciencias, y la perspectiva trascendental, que investiga la metafísica, no habría
ruptura sino continuidad. La realidad que conocen las ciencias, que ha de inscri-
birse necesariamente en la inteligencia sentiente, está abierta hacia el horizonte
metafísico de una profundidad sin límites (cf. IRA 168-169). Su noología es el
presupuesto de su concepción realista tanto de la ciencia como de la metafísica.
Presupuesto que caracteriza su posición gnoseológica frente a las concepcio-
nes actuales de los métodos de la ciencia y de la filosofía, tal como se presentan en
las filosofías actuales de la ciencia y de la filosofía, las cuales, salvo raras excepcio-
nes prestan poca atención al tema de la verdad. Algunos filósofos sitúan la verdad
al nivel exclusivo de los hechos empíricos en sentido positivista o la proyectan
como una idea reguladora, inalcanzable.
Los extraordinarios logros de la ciencia llenan a Zubiri de una gran admira-
ción. Pero su filosofía está lejos de cualquier reduccionismo cientista. Su concep-
ción de la práctica del método en ciencia y en filosofía implica una crítica radical de
la concepción analítica de la ciencia, que no tiene en cuenta la situación histórica
y que atribuye excesivo relieve al análisis lógico, de la concepción fenomenológica
y hermenéutica, que parecen perder el contacto con las cosas, con la realidad,

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y de las concepciones dialécticas, de orientación marxista, que supervaloran las


condiciones económicas y sociales.
Es cierto que no puede prescindirse del sujeto. Los objetos de la ciencia y
de la filosofía no son construidos, son las cosas, la realidad, pero los caminos de
acceso a ellos son elegidos por nosotros en una determinada situación histórica.
Reconoce los límites humanos. Suscribe, convencido, las siguientes palabras de
San Agustín: “Busquemos como quienes van a encontrar y encontremos como
quienes aún han de buscar, pues cuando el hombre ha terminado algo, entonces
es cuando empieza” (De Trinitate, IX, c. 1). Sabemos y sabremos siempre muy
poco sobre lo real.
Su noología propicia la recuperación de una interpretación y orientación rea-
listas de la ciencia y la filosofía, superando la crisis intelectual que nos describe en
el ensayo “Nuestra situación intelectual” de su libro Naturaleza, Historia, Dios.
Su diagnóstico de la situación intelectual en 1942 apunta a un síntoma gravísimo:
la ciencia y la filosofía han dejado der ser “el despliegue de una inteligencia po-
seída por la verdad” (cf. NHD 37-49). Intenta recuperar la unidad de inteligencia
y realidad, superar el pesimismo respecto de las posibilidades de la inteligen-
cia humana. Noología y metafísica están extendidas por toda su obra, publicada
e inédita, desde Naturaleza, Historia, Dios (1942) hasta Inteligencia y razón
(1983). En un texto de 1940 hallamos una afirmación rotunda: “El problema de
la filosofía no es sino el problema mismo de la inteligencia” (NHD 143).
Jesús Conill, en un breve artículo, apunta a esta solución que Zubiri aporta al
fracaso de la modernidad y a la crisis vital que ha provocado: “el estudio noológico
de los hechos concernientes a la estructura formal del inteligir”6. Su análisis de
los hechos noológicos, los tres momentos de la intelección sentiente (aprehensión
primordial de realidad, logos y razón), hace frente a los idealismos, incluido el
idealismo fenomenológico, que escamotean la realidad. De este modo su noología
puede entenderse como una Filosofía Primera, que justifica un nuevo acceso al
orden metafísico y fundamenta, a la vez, una concepción realista de las ciencias
naturales y de las ciencias humanas.
Limitación de la razón no significa debilidad de la razón. Una filosofía sin
complejos criticistas nos muestra el camino hacia las cosas, hacia la realidad. En
este sentido, la filosofía de Zubiri nos puede ayudar a superar la crisis de nues-
tra situación intelectual, donde predominan las actitudes positivistas, historicistas
y pragmatistas, subjetivistas o relativistas, respecto a la verdad. Limitados por
numerosos condicionamientos, estamos a pesar de todo en la realidad y podemos
avanzar en su conocimiento cada vez más profundo.

6 Jesús CONILL, “Relevancia y aportación filosófica de Zubiri”, Dialogo Filosófico, 25 (1993) 85.

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