Conserva C I On Delos Ali Mentos
Conserva C I On Delos Ali Mentos
Conserva C I On Delos Ali Mentos
Mecánicas
Temperatura
Humedad
Agentes Físicos
Aire
Luz
Etc.
Pardeamiento
Agentes Químicos Enranciamiento
Etc.
Enzimáticos
Parásitos
Agentes biológicos Bacterias
Microorganismos Hongos
Levaduras
I- Los agentes físicos suelen actuar durante los procesos de cosecha y los tratamientos
posteriores. En general, por sí mismos, no suelen alterar las características nutricionales
de los alimentos, pero sí su palatabilidad. El hecho más importante es que pueden
significar una vía de entrada a las otras alteraciones. Se destacan:
a- Las mecánicas, como golpes, cortes, en general sin alteraciones graves, pero que
suponen una disminución de la vida útil del alimento.
b- La temperatura, ya que las actividades químicas y enzimáticas doblan su velocidad
cada 10ªC, y por lo tanto aceleran los procesos de descomposición.
Asimismo, encontramos nutrientes especialmente sensibles al calor (algunas vitaminas),
el cual propicia los cambios de estado de emulsiones o mezclas que contengan agua, al
facilitar su desecación.
c- La humedad, facilita el desarrollo de microorganismos
d- El aire, que por contener oxígeno puede alterar algunas proteínas produciendo
cambios de color, facilitando la oxidación, etc.
e- La luz, que afecta e color y a algunas vitaminas.
III- Finalmente, los agentes más importantes alterantes de los alimentos son de origen
biológico, entre los que se pueden diferenciar, los intrínsecos, como las enzimas y los
extrínsecos, como parásitos o microorganismos.
a- Enzimáticos: algunas enzimas sobreviven a los propios organismos, pudiendo incluso
aumentar su actividad. Algunas enzimas cambian la textura de los alimentos
(maduración de frutos o reblandecimiento de carne), pero pueden acabar provocando su
descomposición. El rigor mortis de los animales, por ejemplo, es debido a cambios
enzimáticos ocurridos al faltar la circulación sanguínea y por lo tanto la oxigenación
necesaria para el metabolismo aerobio.
b- Parásitos o competidores naturales, como insectos, roedores y pájaros, que compiten
directamente por la obtención de alimento.
c- Microorganismos: Son sin duda los que producen las transformaciones mas
indeseadas y abundantes. En algunos casos pueden suponer riesgos para la salud de las
personas, siendo las infecciones microbianas el problema más grave de la alimentación
humana, después del hambre y la sobrealimentación. Cabe destacar que, sin embargo, no
todos los efectos son negativos, pues diversos alimentos son producidos total o
parcialmente por ellos: los alimentos fermentados. En algunas ocasiones, los
microorganismos ya se encuentran en el alimento, en otras, son oportunistas que se
encuentran de diversas maneras en el medio que nos rodea (aire, agua, etc.) Entre los
más perjudiciales están las bacterias, tanto por su abundancia como por su elevada tasa
de reproducción.Pueden producir toxinas (Clostridium) o ser infecciosas por ellas
mismas (Salmonella, Listeria). Otro grupo son los mohos, importantes por la producción
de toxinas y por su resistencia a las condiciones más extremas; finalmente, las levaduras,
con las transformaciones rápidas más relevantes desde el punto de vista fermentativo.
Los sistemas de conservación de los alimentos son aquellos que evitan que las
alteraciones antes mencionadas puedan llegar a producirse. Se expondrán de forma
sintética los tratamientos más generales:
Refrigeración
Frío Congelamiento
Escaldado
Calor Pasteurización
Esterilización
Deshidratación
Modificación de la
Liofilización
cantidad de agua Concentración
Métodos químicos Modifican las propiedades Adición de sales Salazón
sensoriales Curado
Componentes del humo Ahumado
Acidificación Encurtido
Escabeches
Marinada
Adición de azúcar Glaseado
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Grajeado
Fermentación Alcoholica
Acética
Butírica
No modifican las Conservantes químicos
propiedades sensoriales
Nuevas tecnologías Radiaciones Ionizantes
No Ionizantes
altas presiones
campos eléctricos
Campos magnéticos
I-Frío: El frío produce una disminución de la velocidad de todos los procesos químicos,
metabólicos y de crecimiento de microorganismos. Por lo tanto, un descenso de la
temperatura produce un retraso de los cambios en los alimentos durante el
almacenamiento que será tanto mayor cuanto más baja sea la temperatura. Es necesario
destacar que aún a baja temperatura, hay microorganismos que son capaces de
sobrevivir, por lo cual es importante no interrumpir la cadena de frío.
La refrigeración es una técnica de conservación a corto plazo basada en las
propiedades del frío para impedir la acción de ciertas enzimas y el desarrollo de
microbios. Aquí el alimento se conservará en temperaturas próximas a los 0 grados
centígrados, pero no por debajo.
La congelación permite la conservación a largo plazo y consiste en convertir el
agua de los alimentos en hielo con gran rapidez y en almacenarlo a temperaturas muy
bajas (18 grados bajo cero o inferiores).
II-Calor: El efecto del calor se basa en la desnaturalización de proteínas, lo que produce
una desactivación de las enzimas, y por lo tanto, la desaparición de los efectos de sus
actividades, incluida la paralización y eliminación de los microorganismos. Se puede
considerar como uno de los primeros sistemas de conservación de alimentos. Aparte de
la cocción y el horneado, que pueden considerarse más bien como sistemas preparativos,
las técnicas que utilizan el calor para la conservación son el escaldamiento, la
pasteurización y la esterilización, todas ellas muy recientes. Es un sistema seguro, pero
destructor desde el punto de vista nutricional.
Escaldado. Es un método que se suele aplicar a las frutas y verduras antes de
someterlas a otros procesos de conservación como el enlatado, el congelado, etc. Se usa
agua o vapor durante pocos minutos a una temperatura de 95-100ºC.
Pasteurización. Este método recibe el nombre en honor al químico francés Louis
Pauteur que fue quien, entre otra cosas, desarrolló el proceso de pasteurización para
eliminar los microorganismos dañinos de la leche.
Produce una destrucción de los microorganismos dañinos que se encuentren en el
alimento. Generalmente se hace de dos formas diferentes: Se usan temperaturas bajas
(60-65ºC) durante bastante tiempo (3-4 horas) o bien se usan altas temperaturas (75-
90ºC) durante poco tiempo (2-5 minutos).
Esterilización. Se usa cuando es necesario conservar el alimento durante períodos
más prolongados. Recibe también el nombre de "appertización" en recuerdo al pastelero
francés Appert, que fue quien primero lo utilizó. Se realiza con alimentos previamente
introducidos en recipientes cerrados, que se calientan en un aparato llamado autoclave a
temperaturas superiores a los 100ºC o se somete al alimento a temperaturas de 120ºC de
calor húmedo y a grandes presiones. Suele disminuir la calidad del alimento en cuanto a
sabor, olor y apariencia (propiedades sensoriales).
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En el caso de alimentos líquidos, se utiliza un procedimiento especial de esterilización,
denominado UTH que consiste en aplicar temperaturas de 135-150ºC durante 4-15
segundos.
Se pueden dividir en dos grandes grupos, los métodos que sólo conservan y los que
además de conservar, modifican las propiedades sensoriales del alimento.
1) Métodos que no modifican las propiedades sensoriales
Conservantes químicos, sustancias con actividad antiséptica.
2) Métodos que modifican las propiedades sensoriales
a- Adición de sales: Salazón, Curado. La salazón es uno de los métodos más
antiguos utilizados por el ser humano para la conservación de carnes y pescados. El
alimento se somete a los efectos del cloruro de sodio, que acciona sobre el sabor, las
propiedades del tejido a conservar y los microorganismos; si su uso se combina con
perdida de agua, el método se denomina curado.
b- Empleo de componentes del humo: Ahumado. Es uno de los primeros métodos
de conservación, practicado principalmente por los pueblos nórdicos. En un principio se
limitó a carnes y pescados, pero en la actualidad se extendió su uso a quesos, embutidos,
etc..El humo utilizado se obtiene por combustión lenta e incompleta de maderas duras
(castaños, hayas) y a veces se combina con plantas aromáticas como tomillo o laurel. La
sustancias generadas, tienen acción bactericida, antifúngica y cambios sobre el flavor y
color del alimento ahumado. Fenoles, acido fórmico y acético, melanoidinas y productos
de rección de Maillard, son algunas de las sustancias que intervienen en este complejo
proceso, que aún no se ha explicado perfectamente.
c- Acidificación por uso de ácidos orgánicos: Encurtidos, escabeches, marinados
y adobos. Se denomina Encurtido a los alimentos que han sido sumergidos durante
algún tiempo en una disolución de vinagre (ácido acético) y sal con el objeto de poder
extender su conservación. La característica que permite la conservación es el medio
ácido del vinagre que posee un pH menor que 4.6 y es suficiente para matar la mayor
parte de las necrobacterias. Permite conservar los alimentos durante meses. Se suele
añadir a la marinada hierbas y sustancias antimicrobianas, tales como la mostaza, el ajo o
la canela. El Adobo es un aliño, salsa o caldo que sirve para condimentar o para
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conservar carnes, aves, pescados y otros alimentos. Está compuesta de los siguientes
ingredientes: aceite, vinagre (o vino) ajo, sal, algunas hierbas aromáticas y condimentos.
Ejemplos de adobos son el escabeche y la marinada. El escabeche consiste básicamente
en el precocinado mediante un caldo de vinagre, aceite frito, vino, laurel y pimienta en
grano y la posterior conservación dentro de esa mezcla. La Marinada es una técnica de
cocina mediante la cual se pone un alimento en remojo de un líquido aromático durante
un tiempo determinado (desde un día hasta varias semanas), con el objeto de que tras
este tiempo sea más tierno o que llegue a estar más aromatizado.
d- Adición de azúcar: Glaseado, grageado. Método que consiste en el
recubrimiento del alimento a conservar, de una fina película de azúcar (glaseado) o de
otras sustancias (grageado).
e- Métodos biológicos: Fermentaciones: Los alimentos fermentados son
aquellos cuyo procesamiento involucra el crecimiento y actividad de microorganismos
como mohos, bacterias o levaduras. La fermentación es un proceso catabólico de
oxidación incompleta, totalmente anaeróbico, siendo el producto final un compuesto
orgánico. Estos productos finales son los que caracterizan los diversos tipos de
fermentaciones. Tipos de fermentaciones: Fermentación acética (vinagre), Fermentación
alcohólica (cerveza), Fermentación butírica (indeseable de la manteca), Fermentación de
la glicerina (cosméticos, jarabes), Fermentación láctica (yogurt), Fermentación pútrida
(indeseable de proteínas).
A pesar de que los problemas de conservación de los alimentos son inherentes a éstos,
las técnicas de conservación como tales aparecen en forma reciente en la historia. El
empleo controlado del fuego (introducido tal vez más de un millón de años antes del
presente, que se abrevia 1 MAP), permitió su utilización en el tratamiento de los
alimentos, pero su uso se relaciona más con el aumento de digestibilidad que con su
conservación, pudiéndose considerar ésta como un efecto secundario. El uso directo del
fuego sobre los alimentos produce tres acciones protectoras: debidas al calor, a la
evaporación de agua y al ahumado.
La mayor necesidad de conservación de alimentos se produce con el desarrollo de la
agricultura hace unos 10.000 años (10 kAP). La producción de excedentes deriva de la
producción estacional característica de los cultivos, que implica la necesidad de
conservarlos. A pesar de que algunos sirvieron como moneda de intercambio comercial,
y por lo tanto de eliminación de excedentes, la perentoriedad de los alimentos era un
factor limitante.
Es evidente que en esas primeras épocas la conservación era escasa y su utilización
estaba condicionada por el clima. Así, en climas fríos, los inviernos eran épocas de
escasez y por lo tanto era difícil incluso alimentar al ganado. Por ello, la llegada de los
primeros fríos, suponía también la eliminación de parte de ese ganado, lo que servía de
sustento. El rigor invernal, tenía también sus ventajas en la conservación de los
alimentos: facilitaba su congelación y su mantenimiento a bajas temperaturas durante
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meses. Probablemente el hombre primitivo observó que la carne de los animales
sacrificados se mantenía en buenas condiciones para su consumo durante más tiempo si
se mantenían en cuevas. Al mismo tiempo, el hombre, sin saberlo, utilizaba otros
agentes, distintos al frío, para prolongar la vida útil de su caza. A medida que la carne se
enfriaba, se secaba la superficie de la misma (se reducía la actividad del agua), lo que
retrasaba el desarrollo de los microorganismos. Por otra parte, al enfriarse la carne,
progresaba la glicólisis post mortem que proporcionaba a la carne una mayor resistencia
a la alteración. Finalmente, el metabolismo del músculo causaba una caída del potencial
de oxidación-reducción restringiendo el crecimiento microbiano a los anaerobios en el
interior de los tejidos.
No se sabe cuando el hombre descubrió que la eliminación parcial de agua aumentaba la
vida útil de los alimentos pero ya la Biblia menciona a las uvas e higos secos. Sin lugar a
dudas el sol fue el primer procedimiento de desecación. Sin embargo, en la Biblia
también existen referencias acerca del "maíz tostado" lo que sugiere un procedimiento de
desecación distinto al de exposición al sol. Desde los primeros tiempos, el hombre
descubrió que se podía prevenir la alteración de los alimentos mediante el secado si se
trataban con sal. La adición de sal a las carnes reducía la actividad del agua y, por lo
tanto, si se combinaba con la eliminación de agua durante la desecación al sol, se
modificaba la flora, evitándose el crecimiento de las pseudomonas, miles de años antes
que Leeuwenhoek (siglo XII) diera los primeros pasos que conducirían, más tarde, a la
identificación de aquellas bacterias. El secado y la salazón del pescado quedaron
recogidos en los jeroglíficos egipcios y las carnes saladas y ahumadas ya existían 3.000
años A.P. Antes incluso de los registros históricos encontrados, el hombre
probablemente utilizaba el secado, ahumado, salado y encurtido como medios de
conservación, a menudo en forma combinada.
Los métodos de eliminación total del agua (deshidratación de los alimentos) también se
utilizan desde hace años. Hace más de 3.000 años que los incas de Perú elaboraban
patatas y verduras secas aplicando los principios de la liofilización; proceso que
actualmente se considera como una sofisticada tecnología. Las verduras se congelaban
durante la noche y después se aplastaban para que exudaran los jugos. Esta operación se
repetía con el fin de obtener unas finas capas que posteriormente se secaban al sol. Este
proceso se realizaba en las montañas, a alturas superiores a los 3.000 metros y, por ello,
la desecación se realizaba a presiones atmosféricas reducidas. De forma similar, las
tribus indias de los Sioux y Cree de América del Norte elaboraban un producto
denominado pemmican cortando carne de búfalo en tiras y golpeándola después;
posteriormente la secaban al sol y la mezclaban con ácido procedente de los zumos de
moras (o frutas similares) y nueces. Finalmente, las sumergían en grasa. El uso de los
ácidos procedentes de las frutas no se utilizaba, sólo como un método de conservación
(acidificación), sino en combinación con la desecación.
En climas más cálidos, en cambio, el problema y su solución eran inversos. El invierno
no suponía una época de escasez puesto que se contaba con alimentos frescos durante
todo el año, aunque en ocasiones, y debido a las elevadas temperaturas, éstos se
deterioraban antes de poder ser consumidos. Esta claro que la alternativa, la utilización
del frío, no era fácil ni estaba al alcance, por lo que se utilizaban los sistemas de secado,
salado, etc., pero muy especialmente las fermentaciones (leches fermentadas, verduras,
etc.) y la acidificación (encurtidos) como mecanismos para evitar los microorganismos
perjudiciales.
Uno de los primeros cultivos agrícolas fue el de los cereales. Su utilización agrícola y su
producción significaban el inicio de los sistemas de conservación a gran escala y su
transformación posterior. Dichos procesos caracterizaban a las sociedades que en aquel
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momento se convierten en dominantes y favorecieron el desarrollo de las primeras
ciudades (en Mesopotamia y Egipto, entre 7000 y 4000 A.P.) El almacenamiento de
cereales en silos cerrados para su conservación en seco y con una atmósfera en la que el
oxígeno se reducirá pronto al consumirlo la respiración de los granos, significa el primer
antecedente de las atmósferas controladas como sistemas de almacenamiento. Su
posterior manipulación y fermentación para producir pan o cerveza significa tanto un
aumento de digestibilidad de los cereales como su conversión en productos más sanos y
duraderos. La aplicación de un método racional para la conservación de granos de
cereales, se encentra documentado por primera vez en la Biblia, donde se relata como un
faraón de Egipto ordena a su intendente José que almacene un quinto de cada cosecha
para compensar la escasez propia de los tiempos de sequía
Si bien los babilonios y los egipcios sentaron las bases de la conservación de alimentos
de forma conciente y voluntaria, su posterior y mayor desarrollo se debe a los romanos.
No se pretende aquí despreciar el aporte de otras civilizaciones de Oriente Medio, o la
griega o la cretense, pero puede seguirse a través del tiempo a la sociedad romana para
estudiarse la evolución de los métodos de conservación de los alimentos. De hecho, no
puede decirse que los romanos inventaron métodos de conservación de alimentos, pero sí
que sistematizaron en gran medida el desarrollo agrícola, la transformación y la
conservación de los alimentos. Se popularizaron y extendieron en esa época, métodos
que se utilizarían por mas de 1000 años.
Los tratamientos químicos se utilizaron de forma habitual en los pescados y las verduras.
En general, las verduras se conservaban en salmueras o en mezclas de agua, miel y
vinagre, en cantidades mas a menos variables según fuera el tipo de verdura que se
quiere conservar. No obstante el mayor uso de los tratamientos químicos se hizo con los
pescados. Lo más habitual fue el desarrollo de criaderos, a partir de accidentes naturales
costeros, que permitían la retención de agua salada y la disponibilidad de pescado fresco
a medida que era requerido para su consumo. Para los peces que no podían ser criados en
esta forma, se utilizaban otras metodologías de conservación; las más comunes eran las
salmueras (conservados en el mismo agua de mar evaporada parcialmente) y salazones
(conservados en sal). El secado al sol, también era un método utilizado.
Estos métodos, que se generaban en la mayoría los casos, por prueba y error, producían
alimentos de características y vida útil variable y el conocimiento de dichos métodos se
transmitía de padres a hijos, por tradición oral, lo que permitía el aprendizaje de un
oficio e inclusión en determinada clase social.
4. La conservación moderna
Tras el imperio romano y hasta el siglo XVII, los avances en la conservación de los
alimentos fueron muy limitados y casi siempre ligados a secretos familiares y cocinas
domésticas. Generalmente la pérdida de características sensoriales y nutritivas de los
alimentos iba ligada a dichas técnicas. No obstante hay una serie de avances científicos
que condicionaron en gran medida el avance de la tecnología de los alimentos.
El primer intento directo del hombre de crear intencionadamente un nuevo
procedimiento de conservación de los alimentos lo realizó Nicholas Appert quien
inventó el enlatado hace más de siglo y medio en 1810 y ningún otro libro sobre el
tratamiento térmico de los alimentos apareció en los siguientes 70 años. Por otra parte,
la ciencia se desentendió del proceso y no se ocupó de su estudio hasta transcurridos 85
años de la publicación del libro de Appert, aunque se envasaron y consumieron en ese
espacio de tiempo millones de partidas de alimentos.
La evolución de los procesos térmicos dependió principalmente, del desarrollo del
equipo y, en segundo lugar, del conocimiento de los mecanismos biológicos implicados.
Alrededor de 1860 Isaac Solomon, un conservero de Baltimore, modificó la tecnología
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añadiendo cloruro cálcico al agua de cocción lo que elevó el punto de ebullición a 115
°C con el consiguiente aumento en la velocidad de producción e incrementándose al
tiempo, como ahora sabemos, la eficacia bactericida del proceso. En 1874, A. K.
Shriver patentó la olla a presión (o autoclave) que revolucionó la industria del
enlatado. Más tarde, en 1910, Peter Durand patentó en el Reino Unido un proceso que
seguía, en esencia, el procedimiento de Appert excepto en lo el envase que era de
metal.
Durante el siglo siguiente al invento de Shriver, la evolución de los procesos térmicos
ha introducido en la tecnología el envasado aséptico, la esterilización hidrostática y la
alta temperatura durante un tiempo corto. Estos y otros avances fueron, en principio,
mejoras de la ingeniería dirigida hacia un calentamiento más eficaz del producto
enlatado.
De esta forma concomitante a los avances de la ingeniería se introdujeron
modificaciones al combinar el tratamiento térmico con otros procedimientos de
conservación, como la eliminación de agua. Gail Borden obtuvo una patente de leche
condensada, un proceso que combina un tratamiento térmico menos intenso que el de la
esterilización con una baja actividad del agua, con lo que se logra un producto estable.
Los tratamientos térmicos medios se utilizan también en la fabricación de una
diversidad de alimentos enlatados muy ácidos en los que el crecimiento de los
microorganismos está inhibido por el bajo pH.
La estabilidad de las carnes curadas enlatadas se debe al efecto de las sales del curado y
al tratamiento térmico que sin ser completamente letal para las formas esporuladas, les
produce lesiones que no les permiten proliferar en el medio proporcionado por las sales
del curado. Esta combinación de agentes permite la consecución de carnes curadas
estables utilizando un tratamiento térmico de una intensidad equivalente a 1/25 de la
necesaria para la destrucción del Clostridium botulinum. Un tratamiento térmico más
suave aún, denominado pasterización, proporciona una carne curada enlatada que tiene
una vida útil indefinida si se mantiene en refrigeración.
En resumen, a través de la historia de la humanidad, la manipulación de los alimentos
ha evolucionado empíricamente. Casi sin excepción, los procedimientos basados en la
combinación de diversos métodos de conservación se han empleado mucho antes de que
el hombre conociera las bases para la comprensión de los mecanismos implicados en los
mismos. Es interesante también apuntar que el primer intento directo para crear un
nuevo procedimiento de conservación, el enlatado, ha sufrido menos innovaciones que
otros muchos desarrollados, a través del tiempo, por pruebas empíricas.
BIBLIOGRAFÍA
Ciencia Bromatológica. José Bello Gutiérrez. Publicado por Ediciones Díaz de Santos,
2000
Dra. Paula Juliarena - Dr. Roberto Gratton
UNICEN
Knowledge, Attitude and Practices (KAP) Conocimientos, actitudes y prácticas