Sistema de Riego 2

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RIEGO POR SURCOS

Consideraciones de diseño

Ing. Julio C. Chávez


Cárdenas
Ica, setiembre del 2014.
El riego por surcos es aconsejable para cultivos sensibles al exceso de humedad en el
pie de los tallos y para aquellos otros que se cultivan en hileras, tales como maíz,
patata, girasol, algodón, remolacha, etc.

En surcos largos con desagüe libre la lámina infiltrada disminuye progresivamente


desde la cabecera hasta la cola. Además es muy probable que se produzcan pérdidas
por escorrentía al final de los surcos, por lo que se recomienda la reutilización de esta
agua utilizando alguna técnica de recorte de caudal.

En términos generales se suele empezar el riego con caudales relativamente grandes, y


se termina con caudales pequeños, con lo cual se logra un avance rápido (y en
consecuencia, una mayor uniformidad en la distribución) y se reduce la escorrentía al
final de los surcos.
El riego suele realizarse en dos operaciones: mojado del surco y riego propiamente
dicho.

El mojado se hará lo más rápidamente posible, para que la diferencia de agua infiltrada
en los extremos del surco sea lo menor posible, y ello requiere que se aporte el mayor
caudal posible sin producir erosión del suelo.

Cuando el agua llega al final del surco empieza el riego propiamente dicho, haciendo
modificación del caudal de acuerdo con la intensidad de absorción del suelo. Hay que
tener en cuenta que la velocidad de infiltración disminuye con rapidez cuando el suelo
se va saturando de agua y, por consiguiente, en esta segunda etapa el agua discurre
más en los primeros tramos y se infiltra más en los últimos.

En el diseño de riego por surcos se han de combinar todos los condicionantes que
intervienen en la infiltración (forma, anchura, pendiente y longitud del surco y caudal
preciso) para que la distribución del agua sea lo más uniforme posible.
Sección de los surcos
La sección transversal del surco ha de ser suficientemente amplia para conducir el
caudal necesario.
La forma más corriente es la sección en "V" abierta, con una altura que varía, sobre
todo, con el tipo de cultivo: para cultivos en una sola fila por surco y marco reducido se
suele dar una altura de 20 cm, mientras que en cultivos a mayor marco, con una o dos
filas de plantas por surco, se puede llegar hasta una altura de 80 cm (figura 8.21).
En suelos arcillosos, con baja velocidad de infiltración, se puede aumentar el perímetro
mojado haciendo los surcos en forma de "U", con una anchura del fondeo de 20-40 cm
en hortalizas y hasta 60 cm en frutales. En estos suelos, los surcos de sección en "U"
tienen la ventaja sobre los de sección en "V" de que el perímetro mojado varía poco
con la altura del agua y, por tanto, la infiltración es más uniforme.
55 – 10 veces
d

Figura 8.21. Dimensiones del surco. a) Suelo arenoso, b) Suelo arcilloso


Separación de los surcos
La distancia entre el eje de los surcos depende de los siguientes factores: tipo de
suelo, tipo de cultivo y maquinaria que se pretende utilizar.
El objetivo principal al determinar la separación de los surcos es asegurar que el
movimiento lateral de agua entre dos surcos consecutivos moje la totalidad de la
zona radical de la planta, antes de que alcance profundidades superiores a las
previstas en el riego y existan pérdidas de agua por percolación profunda.
El movimiento horizontal y vertical del agua en el suelo depende,
fundamentalmente, de su textura (figura .8.22)
• En suelos arenosos el agua penetra más en profundidad que lateralmente. En estos suelos la
separación máxima de los surcos será de 50 cm.

• En los suelos de textura media se produce una infiltración compensada en sentido vertical y en
sentido horizontal. Los surcos pueden tener una separación de 50 a 100 cm.

• En suelos arcillosos, el agua penetra con más rapidez en sentido horizontal que en sentido vertical,
con lo cual los surcos pueden tener una separación de hasta 1,50 m.

Figura 8.22. Humedecimiento. a) Suelo arenoso; b) Suelo franco; c) Suelo arcilloso


Si la separación entre surcos es mayor que las No obstante, aunque la separación entre surcos
recomendaciones establecidas anteriormente no se sea correcta si se usan caudales inadecuados
conseguirá un humedecimiento adecuado como se bien pequeños o bien elevados, el
puede apreciar en la figura 8.23. humedecimiento que se consigue puede ser
insuficiente o excesivo (figura 8.24).

Figura 8.23.a) Humedecimiento ideal; b) Separación entre surcos excesiva Figura 8.24. a) Caudal pequeño; b) Caudal excesivo

Algunas veces, en la práctica, no es posible acomodar la separación de los surcos a la textura del suelo, ya
que es preciso tener en cuenta el cultivo y la maquinaria.
Pendiente de los surcos
La uniformidad de riego se consigue, aparte de otras consideraciones, cuando los surcos
tienen la misma pendiente en toda su longitud, pues en caso contrario se originan zonas
con falta de agua y otras con exceso, pudiendo llegar a encharcamientos y
desbordamientos de agua de un surco a otro. Además, en la zonas de mayor pendiente
se puede originar erosión.
La velocidad del agua en el surco está en razón directa con el caudal y con la pendiente, y
en razón inversa de la rugosidad del surco.
Al aumentar la pendiente de los surcos aumenta la velocidad del agua y existe más
peligro de erosión.
Son más erosionables los suelos arenosos que los arcillosos.
La pendiente óptima está comprendida entre 0,2 y 0,5 %, pudiendo llegar hasta un
máximo del 2 %.
Longitud de los surcos.
La longitud de los surcos viene condicionada por los siguientes factores:
• Economía: a medida que disminuye la longitud de los surcos aumentan las necesidades de mano de
obra y los costes de la instalación.
• Textura del suelo: en suelos de textura arenosa hay que limitar la longitud de los surcos, para evitar la
larga permanencia del agua en los primeros tramos del surco, con las consiguientes pérdidas por
percolación profunda.
• Cultivo: las plantas de raíces profundas necesitan mayor dosis de riego que las de raíces someras o
menos profundas; por tanto, en las primeras se puede aumentar la longitud de los surcos, con el fin de
incrementar la permanencia del agua en los mismos.
A la vista de estas consideraciones habrá que buscar un equilibrio entre las
consecuencias que se derivan de los surcos largos (más económicos) o cortos
(mayor eficiencia de riego).
Con pendientes suaves (inferiores al 0,3 %) la longitud del surco puede al aumentar a
medida que aumenta la pendiente, pero a partir de esa cifra es preciso disminuir la
longitud del surco a medida que aumenta la pendiente, ya que debe reducirse el
caudal de agua para evitar la erosión.
Caudal de riego
El caudal de cada surco se debe ajustar a la longitud y pendiente del mismo y a la
naturaleza del suelo. A mayor caudal corresponde un avance más rápido del agua en el
surco.
Por lo general, el mayor aprovechamiento del riego se consigue cuando el mojado del
surco se hace con el avance más rápido posible, y ello requiere utilizar el máximo
caudal que no cause erosión (caudal máximo no erosivo).
Una vez que el agua ha llego al extremo del surco se reduce el caudal de forma que
satisfaga únicamente los requerimientos de la velocidad de infiltración, y se mantiene
hasta el final del riego (caudal permanente).
En surcos largos el caudal máximo no erosivo se calcula con la fórmula:

Q max= caudal máximo no erosivo expresado en l/


s
P = pendiente del surco expresada en porcentaje
(%)
Los valores obtenidos con esta fórmula son adecuados para suelos de textura media y
con pendiente superior al 0,15 %.
En suelos arcillosos se puede aumentar el caudal, y en los arenosos habrá que
disminuirlo.
El caudal permanente se calcula de acuerdo con la velocidad media de infiltración en el
surco. Los valores de la velocidad de infiltración para distintos tipos de suelo aparecen
en la tabla 8.1.
El tiempo de riego será el necesario para suministrar la dosis de riego.
Si esta dosis de riego se suministra con el caudal permanente se tiene seguridad de
que las plantas del final del surco disponen de la cantidad necesaria de agua, pero
seguramente habrá una percolación profunda importante en los primeros tramos
cuando el surco es demasiado largo.
Para conocer con mayor exactitud la cantidad de agua que aportan en cada tramo el
caudal máximo y el caudal permanente se recurre a ensayos en el propio campo.
Tabla 8.1. Velocidad de infiltración según el tipo de suelo
Ensayos para determinación de caudales y longitudes de surco.
Estos ensayos se realizan sobre surcos de pendiente conocida y uniforme y con una humedad del suelo
cercana al punto de marchitamiento. Los resultados sólo serán válidos para suelos que presenten
condiciones análogas.

Determinación del caudal máximo no erosivo.

Para determinar el caudal máximo no erosivo se preparan varios surcos y se deja fluir el agua aplicando
caudales distintos.
Durante los cinco primeros minutos del paso del agua por cualquier punto del surco se produce alguna
erosión y el agua pasa oscura; pero pasado ese tiempo no se deben producir cortes verticales en los
caballones del surco y el agua debe correr limpia.
Después de terminar la aplicación del agua se comprueba si al final de lo surcos se ha producido algún
acúmulo de tierra arrastrada.
Determinación de la velocidad de infiltración.
Para determinar la infiltración en los surcos se toma un tramo de surco (por ejemplo, 40 m) y se alimenta
con un caudal constante.
Se afora el agua al final del terreno, con diversos intervalos de tiempo, hasta comprobar que el caudal se
hace constante.
La diferencia entre el caudal de entrada (QE) y el de salida (QS) es la infiltración del agua en el surco, que
se mide en mm de altura de agua por hora (mm/h), teniendo en cuenta que 1 l/m2 = 1 mm.
La velocidad de infiltración será:

Donde: QE = caudal de entrada, QS = caudal de


salida
L = longitud del surco y a = anchura del
surco.
Normalmente la velocidad de infiltración se puede expresar como la cantidad de agua infiltrada en la unidad de
tiempo por metro de longitud de surco.
El tiempo de riego será el cociente entre la cantidad de agua capaz de almacenar el suelo para una profundidad
determinada y la velocidad de infiltración. [Ti (h) = Lb (mm)/Vi (mm/h]
Se estima que el tiempo de mojado, también llamado tiempo de avance, que es el tiempo que tarda el agua desde
la cabecera hasta el final del surco, ha de ser una cuarta parte del tiempo de riego.
Determinación de la longitud del surco.
En un surco se colocan estacas distanciadas 20 m y se aplica el caudal máximo no erosivo, anotando las
horas en que el agua entra en el surco y va llegando sucesivamente a las estacas. Se obtiene la curva de
avance del frente líquido y se representa gráficamente.

Como el tiempo de mojado o de avance ha de ser 1/4 del tiempo de riego, gráficamente podemos obtener
la longitud óptima del surco.
En la práctica de riego se llama unidad de riego al número de surcos que se abastecen de una toma y que
se riegan de una sola vez. Habitualmente se comprende 4 a 10 surcos.
Una forma práctica de realizar el riego consiste en mojar sucesivamente varias unidades de riego y
después proceder al riego propiamente dicho de esas unidades.
El número de surcos que forman una unidad de riego:

El número de unidades de riego comprendidas en una tanda de riego:


En muchos lugares no efectúan el riego en dos operaciones (mojado y riego propiamente dicho)
, sino en una sola.

En estos casos se utiliza un caudal superior al caudal permanente, pero inferior al caudal
máximo no erosivo.

El regador distribuye el agua entre los surcos que componen la unidad de riego y corta el flujo
de agua a esa unidad cuando falta por regar 1/4 ó 1/5 de la longitud del surco, comprobando
que el agua que discurre después de cortar el flujo de agua es suficiente para regar la totalidad
del surco.

En otras ocasiones, cuando el agua llega a los 3/4 de longitud del surco se reduce el caudal a
la mitad y se mantiene ese caudal hasta que el regador experimentado estime oportuno.

Para regular caudales y tiempo conviene hacer unas calicatas en el primer riego, con la
finalidad de comprobar la infiltración a lo largo del surco.

Se puede aprovechar el sobrante de agua de los surcos dejando que retroceda hasta los
surcos secos próximos, o bien llevándolo a un canal de desagüe de forma que se pueda utilizar
en parcelas situadas aguas abajo.
Cuando la pendiente es muy reducida y los surcos muy cortos se utiliza un caudal elevado para llenarlos
con rapidez.
Posteriormente se corta el flujo de agua y se deja que el agua contenida en los surcos se infiltre.

Cuando la pendiente supera el 0,5 % y el suelo tiene una permeabilidad reducida, los surcos cortos se
trazan siguiendo las curvas de nivel y se enlaza el final de cada uno de ellos con el principio del siguiente.
De esta forma el agua tiene que hacer un recorrido en zig - zag, con lo que se reduce su velocidad y
aumenta la infiltración a través de los surcos.

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