Orientacion y Convivencia

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Los valores

Se entiende por valores a ciertas cualidades de los objetos


y/o los sujetos, que se consideran positivas. Estas cualidades
son reconocidos o atribuidos por un grupo social en base a su
comportamiento, sus actitudes o sus propiedades en un ámbito
determinado.

En otro sentido valor, es también la aceptación o rechazo


(es decir, la valoración) que se le da al sujeto u objeto. Por
ejemplo, al decir que un objeto es más valioso que otro.

Ejemplos de valores
 Valores éticos. Justicia, libertad, honestidad.
 Valores morales. Bien, mal, correcto, incorrecto.
 Valores sociales. Respeto, cortesía, seducción.
 Valores religiosos. Salvación, pureza.
 Valores humanos. Vida, libertad, libre elección.

1. Respeto
El respeto es la capacidad de reconocer, apreciar y valorar a
los otros teniendo en cuenta que todos somos válidos.

2. Amor
El amor es uno de los valores fundamentales de la sociedad
porque nos empuja a velar por la felicidad del otro.

3. Libertad
La libertad es un valor que nos ayuda a realizarnos como
personas. Es la facultad y derecho del ser humano para elegir de
manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad.
4. Justicia
La justicia es un valor importante porque busca el equilibrio
entre el propio bien y el de la sociedad.

5. Tolerancia
La tolerancia es el valor que concede dignidad, libertad y
diversidad en una sociedad, asumiendo que todos somos
diferentes. La tolerancia significa que abrazamos opiniones,
estilos de vida y creencias diferentes a las nuestras para
relacionarnos como seres humanos.

6. Equidad
La equidad es tratar a todos por igual, independiente de su
clase social, raza, sexo o religión. La equidad es un valor
fundamental para reforzar el respeto a las características
particulares de cada individuo y dar un sentido más profundo a
la justicia como derecho fundamental.

7. Paz
La paz es un valor que busca formas superiores de
convivencia. Es un ideal que evita la hostilidad y la violencia
que generan conflictos innecesarios. La paz es la base para la
armonía consigo mismo y con los demás para tener una vida
serena y tranquila agradeciendo la existencia.

8. Honestidad
La honestidad es un valor social que genera acciones de
beneficio común y se refleja en la congruencia entre lo que se
piensa y lo que se hace.

9. Responsabilidad
La responsabilidad significa asumir las consecuencias de
nuestros actos y cumplir con nuestros compromisos y
obligaciones ante los demás.

10. Lealtad
La lealtad es un valor que se relaciona con la formación de
carácter. La lealtad es la fidelidad que se tiene en las acciones
y comportamientos individuales y sociales para ser dueños de
la propia voluntad.

Características de los valores


Los valores tienen propiedades comunes que es posible
detallar, tales como:

 Son trascendentes. Le otorgan sentido a la existencia


humana y por ende se tienen como cometidos de la
misma.
 Son abstractos y mentales. No se trata de objetos
concretos y comprobables, sino que interpretaciones
mentales o culturales de cosas y acciones.
 Son individuales y colectivos. Dependiendo del caso,
los valores se manifestarán más o menos colectivamente:
algunos dependerán del modo de pensar de cada quien,
mientras que otros serán bastante universales.
 Son históricos. Es decir, no se originan de golpe, ni por
decisión arbitraria, sino como resultado de un proceso o
un devenir histórico de las sociedades. Además, cada
momento histórico puede tener valores diferentes.
 Son jerárquicos. No todos tienen la misma
predominancia: unos serán más centrales o principales,
mientras que otros son secundarios.

Anti-valores
Se habla a menudo de anti-valores para referirse
a consideraciones totalmente contrarias de los valores
tradicionales de una sociedad en un ámbito determinado. En
ese sentido, se trata de valores inversos, determinados tan
culturalmente como los valores “oficiales”.
Así, si una sociedad es particularmente moralista respecto a la
sexualidad, por ejemplo, le parecerá que su libre práctica es
inmoral y que promoverla equivale a esparcir anti-valores. Su
naturaleza es relativa, ya que siempre depende de a qué
tipo de valor se oponen.

La clasificación de los antivalores viene dada por el ámbito


donde se desarrollan, sea de tipo social, económico, político,
ideológico, estético, laboral, psicológico, religioso y cultural.

Ejemplos de antivalores

A continuación se presenta diferentes ejemplos de los


antivalores más relevantes.

Irrespeto
El irrespeto se refiere a la falta de respeto que un individuo
presenta sobre otro, es un antivalor que está acompañado de
una actitud negativa y que afecta a los demás por estar en
contra de las prácticas de la moral y de la ética. El irrespeto es
lo opuesto al respeto.

Deshonestidad
La deshonestidad se refiere a la falta de honestidad e
integridad bajo la que actúa una persona cuando trata sobre las
cosas que le pertenecen a otro individuo. Las personas
deshonestas tienen por costumbre mentir y engañar a los
demás con el propósito de lograr un beneficio. De allí que, a la
persona deshonesta se le considere como mentiroso, poco
fiable y desleal.

Injusticia
La injusticia se refiere a la falta de justicia y de equilibrio en
cuanto a una situación o hecho individual o social. La injusticia
se puede notar en los actos de ilegalidad, corrupción,
negligencia, irrespeto, entre otros. Tras los actos injustos son
muchas las personas que se ven perjudicadas y afectadas por
este antivalor.

Intolerancia
La intolerancia se refleja en las actitudes de terquedad,
obstinación e intransigencia cuando un individuo no respeta a
las personas que tienen una religión, costumbre, opinión,
tendencia política que difiere a la suya. La intolerancia es un
antivalor que se contrapone a la tolerancia y no permite las
relaciones armoniosas en la sociedad.

Egoísmo
El egoísmo es un antivalor que conlleva a una actitud de
excesivo amor por sí mismo, lo que hace que el individuo solo
se preocupe por sus propios intereses y beneficios sin tomar en
cuenta a quienes le rodean. El egoísmo dificulta la convivencia
con otras personas, impide compartir y prestar ayuda al
desprotegido o necesitado.

Arrogancia
Se considera la arrogancia como un antivalor por ser un
sentimiento que genera en los individuos una actitud de
superioridad ante los demás y, por lo que consideran que
deben ser tratados de manera diferente y recibir mayores
privilegios. Las personas arrogantes se caracterizan por ser
prepotentes, altaneros y soberbios.

Odio
El odio es un antivalor que conlleva al resentimiento, rencor e,
incluso, a desear el mal a otra persona. El odio genera en los
individuos actitudes negativas que se contraponen al amor. Se
puede sentir odio hacia un individuo, una situación o cosa.

Envidia
La envidia se refiere a un conjunto de sentimientos que
generan malestar, tristeza o pesar cuando se ve el bien ajeno.
La persona envidiosa desea algo que no posee pero, que sí
tiene otra persona. De allí que se considere la envidia como un
antivalor, porque las personas se basan en las carencias que
tienen para actuar o responder ante una situación.

Enemistad
La enemistad es el antivalor de la amistad y se produce entre
dos o más personas. La enemistad genera falta de convivencia,
individualismo, intolerancia, antipatía, aborrecimiento, rencor,
odio y exclusión.

Desigualdad
La desigualdad como antivalor se refiere a la falta de igualdad
o equidad entre personas o situaciones, por ello, se hace
mención a la desigualdad social, económica, educativa, de
género, entre otros.

Infidelidad
La infidelidad es el antivalor de la fidelidad a una persona,
religión, idea o doctrina. La infidelidad se refiere a la falta de
responsabilidad, compromiso, respeto y constancia que pueden
tener algunos individuos. La infidelidad implica cometer
diversos actos negativos, cuyas repercusiones afectan a
quienes nos rodean.

Irresponsabilidad
La irresponsabilidad es el antivalor de la responsabilidad. Se
refiere a la falta de compromiso y voluntad que pueden tener
las personas ante una obligación o tarea. Asimismo, la
irresponsabilidad demuestra el desinterés que puede tener un
individuo ante otro o una situación.

Pereza
La pereza se refiere a la falta de voluntad para realizar alguna
actividad o tarea. Es un antivalor que se opone a la diligencia y
voluntad de cumplir con las responsabilidades u obligaciones
asignadas.

Guerra
La guerra es un antivalor que se contrapone a la paz. La guerra
genera enfrentamientos armados, intolerancia, enemistad,
agresión y muerte entre aquellos se enfrentan, bien se un
grupo de personas o países.

Esclavitud
La esclavitud es un antivalor que toma a los individuos como
objetos y propiedad que son adquiridos a través de una compra
y que son puestos a realizar trabajos forzosos de manera
obligatoria y sin respetar ningún tipo de derecho o ley. La
esclavitud va en contra de la libertad.

Traición
La traición es el antivalor de la lealtad y el respeto que puede
suceder en diversas situaciones. La traición demuestra la falta
de compromiso y deslealtad hacia otro individuo. La traición
genera tristeza, dolor y defraude hacia quien la recibe.

Características de los antivalores


El común denominador entonces de los antivalores asignados
a objetos y personas es su carácter negativo (malo por
definición), innecesario o indeseable.

Los antivalores son la antítesis de los valores morales y


éticos. Lo que viene al caso para recordar que la ética se
ocupa de la razón y la moral define el comportamiento que
estructura la vida humana. En su sentido etimológico, ética y
moral guardan el mismo significado: “Moral”, tiene su origen en
“mos”; y “ética,” proviene de la palabra griega “ethos”, que
definen hábito o costumbre.

En resumen, podemos decir que los antivalores son


atributos o cualidades negativas, malas y desestabilizadoras
de la vida en comunidad. A cada antivalor se le opone un
valor. Los antivalores logran lo opuesto de lo que socialmente
logran los valores.

Características de los antivalores


– Los antivalores son cualidades al igual que los valores,
solo que estos son negativos y condenados por la sociedad.
Es decir, son la contraparte a los valores.

– Son componentes morales.


– Son considerados innecesarios y rechazados por la
sociedad, por lo que se establecen leyes, normas y penas
para combatirlos.

– Pueden ser propios de personas, pero también de otros


seres vivos y objetos.

– Cada sociedad o cultura puede darle más importancia a


un antivalor que a otro. Por ejemplo, la impuntualidad es
peor vista en los países anglosajones que los latinos.

– Existen culturas en las que puede predominar un tipo


de antivalor y que incluso no esté mal vista. Por
ejemplo, en Nigeria las personas homosexuales
pueden ser encarceladas o condenadas a muerte. En
este caso, la nación hace una defensa de un antivalor.
Jerarquía de los valores

Para Scheler, los valores mantienen una relación jerárquica a priori. La


superioridad de un valor sobre otro, es captada por medio del preferir, que es
un acto especial de conocimiento. Preferir no es juzgar; el juicio axiológico
descansa en un preferir que le antecede. Por otra parte, no hay que confundir
"preferir" con "elegir". El "elegir" es una tendencia que supone ya el
conocimiento de la superioridad del valor. El "preferir", en cambio, se realiza
sin ningún tender, elegir ni querer. Cuando decimos "prefiero la rosa al
clavel", no pensamos en una elección. La elección tiene lugar entre acciones,
mientras que el preferir se refiere a bienes y valores. La elección, entonces,
supone el elemento empírico, mientras que el preferir supone un elemento
apriorístico. Así, todos preferimos la salud aunque en ocasiones elegimos
acciones incongruentes con tal preferencia (fumamos, bebemos, etc.).

Scheler destaca cinco criterios para determinar una jerarquía axiológica :

1. Durabilidad del valor. Siempre se ha preferido, observa Scheler, los


bienes duraderos a los pasajeros y cambiantes. Sin embargo, no hay que
confundir la durabilidad del valor con la durabilidad de los bienes, y menos
aún, de los depositarios. Así una "fea" estatua de mármol, no puede ser
superior a una "bella" creación en madera. Y la corta vida de un genio, no
cambia el valor de la misma.

Así, según Scheler, los valores más inferiores de todos, son los valores
esencialmente 'fugaces'; los valores superiores a todos, son, al mismo tiempo,
valores eternos.

2. Divisibilidad. La altura de un valor es tanto mayor cuanto menos divisible


sea el valor. A diferencia de los valores de lo agradable sensible, en donde la
magnitud del valor se mide por la magnitud del bien o del depositario, ( por
ejemplo, un trozo de tela fina, o una porción de un alimento exquisito, valen
aproximadamente el doble que la mitad del mismo trozo o una media
porción), los valores que suponen el gozo estético, o los valores espirituales,
no suponen el mismo comportamiento. Así, la mitad de una obra de arte, no
corresponde a la mitad de su valor total.

Los valores espirituales son indiferentes al número de personas que participan


de su goce, mientras que el goce de lo agradable sensible, exige el
fraccionamiento de los bienes correspondientes. De ahí que los bienes
materiales separen a las personas -al establecerse conflictos de intereses sobre
su posesión- mientras que los bienes espirituales unen a los hombres en una
posesión común.
3. La fundación constituye el tercer criterio para jerarquizar los valores. Si un
valor A, funda a un valor B, el valor A será más alto. Esto significa que para
que se dé el valor B, se requiere la previa existencia del valor A. Así, lo
agradable se apoya o se funda en lo vital.

Todos los valores se fundan, desde luego, en los valores supremos que son,
para Scheler, los religiosos. Al sostener esta tesis vuelve Scheler a un
monismo axiológico semejante al medieval que el desarrollo de la cultura
moderna parecía haber superado.

4. La profundidad de la satisfacción es el cuarto criterio. Según este criterio,


el valor más alto, produce una satisfacción más profunda. Scheler aclara los
conceptos de "profundidad" y "satisfacción". La satisfacción no debe ser
confundida con el placer, si bien éste puede ser una consecuencia de la
satisfacción. Esta última se refiere a una vivencia de cumplimiento que se da
cuando se cumple una intención hacia un valor mediante la aparición de éste.
La satisfacción tampoco está necesariamente ligada a una tendencia; el más
puro caso de satisfacción ocurre en el tranquilo percibir sentimental y en la
posesión de un bien positivamente valioso.

El concepto de profundidad se refiere al 'grado' de satisfacción. Se dice que la


satisfacción al percibir un valor es más profunda que otra, cuando su
existencia se muestra independiente del percibir del otro valor. De aquí que
sólo cuando nos sentimos satisfechos en los planos profundos de nuestra vida
gozamos las alegrías superficiales.

5. La relatividad. La relatividad se refiere al ser de los valores mismos.


Existen valores que son 'relativos' a un individuo como es el caso del valor de
lo agradable, que es "relativo" a un ser dotado de sentimiento sensible.

Ahora bien, el hecho de que un valor sea "relativo", no lo convierte en


"subjetivo". Un objeto corpóreo que se presenta en la alucinación es "relativo"
al individuo, mas no es subjetivo en el sentido que lo es un sentimiento.
También hay valores "absolutos" que existen para un puro sentir,
independiente de la sensibilidad, como es el caso del preferir y el amar. Los
valores morales pertenecen a esta última clase.

Un valor es tanto más alto cuanto menos relativo es; el valor más alto de todos
es el valor absoluto.

Aplicando los cinco criterios, Scheler establece una tabla jerárquica de valores
que es como sigue:
 A. En el nivel más bajo, están los valores de "lo agradable" y "lo
desagradable" a los que corresponden los estados afectivos del placer y
el dolor sensibles.
 B. En segundo término, están los valores vitales, que representan una
modalidad axiológica independiente e irreductible a lo agradable y lo
desagradable.
 C. El reino de los valores espirituales constituye la tercera modalidad
axiológica. Ante ellos deben sacrificarse tanto los valores vitales como
los de lo agradable.

Entre los valores espirituales, podemos distinguir;

o a) Los valores de lo bello y de lo feo y los demás valores


puramente estéticos;
o b) Los valores de lo justo y de lo injusto que son
independientes de cualquier legislación creada por una sociedad,
por lo que no hay que confundirlos con "lo recto" y lo "no recto"
del orden legal;
o c) Los valores del "conocimiento puro de la verdad", tal
como pretende realizarlos la filosofía, en contraposición con la
ciencia positiva que aspira al conocimiento con el fin de dominar
a la naturaleza.

 D. Por encima de los valores espirituales está la última modalidad de


los valores, la de lo santo y lo profano. Como los valores en general
son independientes de los bienes y de todas las formas históricas, se
comprende que Scheler reclame para los valores religiosos completa
independencia frente a lo que ha valido como santo a lo largo de la
historia. Los estados correspondientes a los valores religiosos son los
de éxtasis y desesperación, que miden la proximidad o el alejamiento
de lo santo.

Para terminar esta exposición , hemos de enfatizar que la relación jerárquica


de valores -que va de lo agradable a lo santo, pasando por lo vital y lo
espiritual- es apriorística y precede, por lo tanto, a cualquier relación entre
los bienes. Cuando aplicamos esta jerarquía a los bienes, lo que en realidad
hacemos es aplicarla a los valores que están presentes en tales bienes.

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