Consejeria en Salud Familiar.
Consejeria en Salud Familiar.
Consejeria en Salud Familiar.
Como una de las estrategias para lograr los objetivos propuestos con relación a la atención en
salud familiar, el MINSAL ha señalado la Consejería Familiar (CF), como una de las
prestaciones consideradas dentro del Plan de Salud Familiar, definiéndola como “la interacción
entre uno o más miembros del equipo de salud, con uno o más integrantes de la familia, con la
intención de apoyarlos en el desarrollo de sus habilidades y destrezas para que asuman y
compartan la responsabilidad del autocuidado de los integrantes de la familia, del grupo como
tal y del suyo propio”.
La consejería, no es aconsejar o sugerir, sino ayudar al otro a clarificar sus propias ideas, para
tomar decisiones más acertadas, informadamente.
Tipos de consejería.
1. Reflexión sencilla. El consejero simplemente vuelve a repetir lo que dijo el cliente, o refleja
afectivamente. Ejemplo:
Usuario: No puedo dejar de tomar alcohol porque todos mis amigos lo hacen
Consejero: Así que todos sus amigos toman alcohol y por eso usted piensa que no puede dejar
de hacerlo
Usuario: Así es, pero tal vez debería hacer un intento
2. Reflexión ampliada. El consejero exagera lo que dijo el cliente de tal manera que este esté
en desacuerdo. Provoca o amplifica en el paciente una distancia entre su conducta actual y el
futuro deseado. El consejero debe tener cuidado con no burlarse o ser condescendiente con el
usuario. Ejemplo:
Usuario: No puedo dejar de tomar alcohol porque todos mis amigos lo hacen.
Consejero: Así que no pudo dejar de tomar alcohol porque iba a ser tan diferente que sus
amigos no lo iban a poder aceptar
Usuario: Sí, al dejar de beber sería diferente, pero tal vez a ellos no les va a importar,
especialmente si no me pongo a decirles que deben de dejar de beber también.
5. Moverse con la resistencia. Esta técnica puede ser muy efectiva con clientes que rechazan
cualquier idea o sugerencia. La técnica de moverse con la resistencia incluye un elemento
paradójico, que logra con frecuencia, llevar al cliente a tener una perspectiva más balanceada y
menos combativa sobre el problema. Ejemplo:
Usuario: No puedo dejar de beber porque todos mis amigos beben.
Consejero: Y es posible que cuando terminemos discutiendo este asunto, usted decida que
para usted es importante continuar bebiendo. Es posible que por ahora sea muy difícil realizar
un cambio. Usted es el único que puede tomar esa decisión.
Usuario: De acuerdo.
• Aconsejar: en este tipo de respuesta se ofrece algún consejo o pauta a seguir al usuario y se
le da una opinión sobre lo que puede hacer frente a una situación. Por lo general, las
respuestas en forma de consejo, tienden a cerrar la comunicación y cargan la responsabilidad
al orientador
• Juzgar: este tipo de respuesta involucra una reflexión de los valores y opiniones propias del
orientador. Una respuesta que enjuicia, cierra o dificulta la comunicación, porque al evaluar una
conducta, la persona se siente analizada y juzgada
• Atacar: este tipo de respuesta culpabiliza a la persona. El enfoque está en reclamarle algo,
ya sea de su vida personal o de un error cometido u omisión realizada con relación a su
autocuidado o de su familia. Casi siempre, cierra la comunicación
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• Negar: este tipo de respuesta ignora o niega los sentimientos de la persona. Revela la
ansiedad del orientador o/y su incomodidad. Casi siempre cierra la comunicación
• Compadecer: es una respuesta que conlleva en el orientador/a la misma emoción que la del
usuario, sin dar nuevas perspectivas y hace imposible reunir información o transmitirle a la
persona que puede decidir por sí misma
CONSEJERÍA INFORMATIVA.
La utilizamos en salud como guías anticipatorias principalmente en los controles de salud, pero
también en la consulta de morbilidad, en especial con pacientes crónicos, y en la visita
domiciliaria integral. Haciendo uso de las habilidades de un buen consejero ayudamos al
individuo o a la familia al autocuidado de salud, a la promoción de la salud, a reforzar sus
factores protectores y aminorar sus factores de riesgo, preveniendo o disminuyendo futuros
problemas biopsicosociales de salud, incluidas las crisis normativas. Frecuentemente
involucran para el individuo o la familia cambios conductuales. Éstos siguen una serie de
etapas, las que son denominadas:
• Precontemplación
La persona no se plantea la necesidad de cambio, aún cuando esté consciente de que
mantiene una conducta de riesgo, pero no siente necesario el cambio
• Contemplación
Aparece la intención de cambiar y al mismo tiempo el temor y la duda sobre su capacidad de
hacerlo, sobre lo que perdería y el significado de este cambio en su vida
• Determinación
La persona se encuentra decidida a iniciar el cambio a corto plazo, aunque ha valorado las
dificultades que implica y está dispuesto a hacerlo
• Acción
La persona trabaja en la búsqueda de soluciones y toma informadamente y con autonomía
decisiones, llevando a cabo acciones que representan cambio de conductas
CONSEJERÍA EN CRISIS.
Intervención en crisis corresponde al proceso de ayuda dirigida a una persona o familia, con el
objeto de que frente a un suceso traumático la probabilidad de efectos debilitantes se aminore
y la probabilidad de crecimiento se incremente.
Ayudar a la familia a ver cómo funciona respecto a una situación nueva en la vida
diaria.
Ayudar a los miembros de la familia a hablar abiertamente entre ellos de sus
esperanzas y miedos, de sus emociones.
Promover actitudes realistas de cara a la situación nueva y sus consecuencias.
Ayudar a la familia a desarrollar reacciones de afrontamiento y conseguir recursos
externos apropiados.
Ayudar a la familia a cambiar conductas inapropiadas.
Los profesionales capacitados (trabajador(a) social, psicólogo(a), profesional capacitado) de un
Centro de Salud Familiar entonces realizan entonces una intervención frente a un problema
declarado en una familia “sana” de base, como por ejemplo frente a una crisis normativa o no
normativa en que la familia requiere apoyo para lograr un nuevo equilibrio. Estas intervenciones
se realizan en 1 a 3 sesiones, según el problema encontrado y los antecedentes de la familia.
Es importante que sin evaluación y sin diagnóstico es imposible formular un tratamiento.
Bibliografía: