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IESE

Instituto de Estudios Sociales y Económicos


Universidad Mayor de San Simón
Facultad de Ciencias Económicas

BÚSQUEDA

BÚSQUEDA
REVISTA SEMESTRAL AÑO 19 No. 34. SEMESTRE II/2009

“Las ideas de los economistas y de los filósofos políticos, tanto


cuando son correctas como cuando están equivocadas, son mas
poderosas de lo que comúnmente se cree. En realidad el mundo
está gobernado por poco más que esto. Los hombres prácticos
que se creen exentos por completo de cualquier influencia
intelectual, son generalmente esclavos de un economista difunto”

John Maynard Reynes

“La ciencia será siempre una búsqueda, jamás un descubrimiento


real. Es un viaje, nunca una llegada”.

Karl Popper

COCHABAMBA - BOLIVIA
Comité Editorial

Crescencio Alba P.
Nelson Manzano A.
Gustavo Rodríguez O.
Cesar Romero P.
Oscar Zegada C.

BÚSQUEDA
Revista semestral

Autor y Editor: Instituto de Estudios Sociales y Económicos-IESE


Cuidado de Edición: Crescencio Alba Pinto
Cesar Romero Padilla

Depósito legal: 2–1–889–05


ISBN: 99905–77–77–3
Impresores: Talleres Gráficos “KIPUS”
Cochabamba – Bolivia
Impreso en Bolivia
Printed in Bolivia
BÚSQUEDA

Es una revista semestral de Ciencias Sociales y Económicas, publicada


por el Instituto de Estudios Sociales y Económicos – IESE
de la Facultad de Ciencias Económicas – FCE
de la Universidad Mayor de San Simón – UMSS

Los artículos que se publican son de exclusiva responsabilidad


de sus autores y no reflejan necesariamente el pensamiento
de la Universidad Mayor de San Simón

Dentro la línea de apoyo a las investigaciones del Instituto de Estudios Sociales y


Económicos (IESE), el presente número es publicado con el auspicio del proyecto de
Desarrollo Sostenible en el Trópico de Cochabamba, el mismo que se ejecuta en el
IESE y es parte del Programa de Cooperación a la Investigación Científica, Suecia-
UMSS (PCIC), el cual se inserta en el marco de la cooperación internacional entre
la Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional (ASDI/SAREC) y la Universidad
Mayor de San Simón.

Los trabajos de colaboración y solicitudes de canje se deben remitir a:

INSTITUTO DE ESTUDIOS SOCIALES Y ECONOMICOS


Facultad de Ciencias Económicas
Universidad Mayor de San Simón
Teléfono: 591-4-4540204
E-mail: [email protected]
Casilla Nº 4973
Cochabamba Bolivia
UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMÓN
AutoridAdes universitAriAs

Rector Juan Ríos del Prado


Vicerrector Walter López Valenzuela
Director de Investigación Científica y Tecnológica Eduardo Zambrana Montán
Director de Planificación Académica Rafael Aneiva Solíz
Director Administrativo Financiero Orlando Arandia Soriano

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS


AutoridAdes FAcultAtivAs

Decano Alex Torrico Lara


Director Académico Julio Cesar Camacho

directores de cArrerA

Economía Ricardo Azogue


Administración Edmundo Díaz
Contaduría Pública Ramiro Pérez

instituto de estudios sociAles y económicos – iese

Director Crescencio Alba P.

investigadores: Cesar Romero P., Alejandra Saravia L., Fernando Suaznabar C., Mónica
Martínez A., Osman Villazón D., Alvaro Céspdes T., Fernando Salazar O, Nelson Manzano
A., Raúl Delgado B. y Miguelina Leibson Q.

Auxiliares de investigación: Alejandra Ontiveros, Roly Soliz Ch., Hernán Aguilar P.,
Cinthia Pinto C., Mariela Lozada G., Henry Reynaga A.
EDITORIAL

l calentamiento global es resultado de complejas relaciones de variables


E económicas, políticas, tecnológicas, sociales y culturales. A día de hoy,
existe un consenso científico de que el clima global se verá alterado
significativamente en el presente siglo, como resultado del aumento de
concentraciones de gases de invernadero, tales como el dióxido de carbono,
metano, óxidos nitrosos y clorofluorocarbonos (Houghton et al., 1990, 1992). En
este sentido se ha estimado como umbral de un cambio climático peligroso el
aumento del orden de 2ºC de la temperatura con respecto a la era preindustrial. El
ritmo actual de aumento de las temperaturas es de 0,2ºC cada 10 años, por lo que
de seguir así pronto se alcanzará el umbral peligroso (IDH, 2007-2008).
Los países desarrollados, donde vive el 15% de la población mundial, aportan
casi la mitad de las emisiones de dióxido de carbono, por ello son estos países los
que deben asumir el liderazgo, ya que tienen la responsabilidad histórica del
problema del cambio climático. Además, son los que cuentan con los recursos
financieros y tecnología para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Entretanto, son los países en desarrollo y sus pobladores quienes están ya sufriendo
las consecuencias del cambio climático. Fenómenos como la creciente exposición
a sequías, tormentas más intensas, inundaciones, deshielo de glaciares, deshielo
de nevados y crisis alimentarias están frenando los esfuerzos de desarrollo de los
países de pobres.
Para enfrentar el problema del cambio climático se han planteado dos caminos:
i) Un camino es que el mundo necesita con urgencia reducir las emisiones de efecto
invernadero, lo cual supone que los países industrializados deben cumplir con
mayores niveles de reducción de las emisiones y, los países en desarrollo, deben
disponer de incentivos para basar su desarrollo usando fuentes energéticas
renovables y no contaminantes; ii) Otro camino es la adaptación, pues muchos
países, principalmente los en desarrollo y de mayor vulnerabilidad, necesitan

5
cooperación para mejorar su capacidad de adaptación. En este sentido, es necesario
un mayor impulso de nuevas tecnologías que hagan frente al cambio climático, asi
como universalizar el acceso a las energías renovables disponibles y promover la
rápida difusión de la tecnología entre países de bajo desarrollo e industrializados.
De todas maneras, a día de hoy, el Informe de Desarrollo Humano 2007-2008,
sostiene que incluso las medidas de mitigación más exigentes no podrían resultar
en disminución de la temperatura hasta mediados de 2030, ya que las temperaturas
máximas no esperan ser alcanzadas hasta el 2050. Por lo tanto, el mundo entero y
particularmente los paises más pobres deberán convivir durante la primera mitad
del siglo XXI con un cambio climático que ya se siente. Este panorama nos advierte
que cada año de atraso en lograr acuerdos para reducir las emisiones implica más
gases de efecto invernadero que se suman a lo ya acumulado, consolidando con
ello temperaturas más altas en el futuro. Consecuentemente, el no hacer nada
garantiza el avance hacia una mayor acumulación de gases de efecto invernadero
y hacia un colapso ecológico que mermará la capacidad de desarrollo de los países
más pobres.
En este marco, la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio
Climático y los Derechos de la Madre Tierra, a celebrarse en la ciudad de
Cochabamba (Tiquipaya)-Bolivia, entre el 20 y 22 de abril de 2010, toma
relevancia y llama a muchos desafíos, más aún si se tiene como antecedente el
fracaso político de Copenhague y la futura Cumbre a celebrarse en México, a fines
de 2010.

Crescencio Alba P.
Director del IESE

6
ÍNDICE

Elementos Teórico-Metodológicos para Explorar


Políticas Sectoriales Sostenibles en Bolivia ................................................................................................ 9
César Romero Padilla

Breve Descripción y Análisis del Sistema Urbano de Bolivia ...................................................... 43


Nelson T. Manzano

La Planificación Urbana Económica ante los Retos de las Políticas Públicas .................. 69
Pablo Cuba Rojas

¿Qué son las Clases Sociales según Marx? .............................................................................................. 89


Lorgio Orellana Aillón

La Gestión de la Productividad del Trabajo en Industrias Altamente Automatizadas:


El Caso de la Industria Petrolera en Bolivia .......................................................................................... 113
Tania Aillón Gómez

Política Hidroeléctrica en Bolivia y Rentabilidad de la Inversión .......................................... 137


Enrique Gómez

El Consumo de Telefonía Celular desde la Perspectiva del Gasto .......................................... 165


Andrés Milton Coca Carasila

7
ELEMENTOS TEÓRICO-METODOLÓGICOS
PARA EXPLORAR POLÍTICAS SECTORIALES
SOSTENIBLES EN BOLIVIA
César Romero Padilla1

RESUMEN
En el presente documento se plantea una propuesta teórica-metodológica
para explorar el diseño de políticas sectoriales sostenibles en Bolivia,
sobre la base de la integración de los enfoques Cadena Global de
Mercancías (CGM) y Análisis del Ciclo de Vida (ACV), y de la
integración de ambos enfoques con la política sectorial, redefinida y
ubicada metodológicamente en la teoría económica. La propuesta teórico-
metodológica sugiere que sobre la base de la información que proporciona
la integración de los enfoques CGM y ACV en los ámbitos económico,
social y ambiental, se puede recurrir a políticas públicas finalistas,
políticas públicas instrumentales y políticas públicas estructurales
orientadas a mejorar el bienestar del sujeto social involucrado en los
diferentes sectores económicos de Bolivia, lo que le dará el carácter
sostenible a las políticas públicas sectoriales.

1
Economista. Doctor en Ciencias Económicas. Docente-Investigador del Instituto de Estudios Sociales
y Económicos (IESE) de la UMSS. E-mail: [email protected]

9
10
INtRodUccIóN
En el presente documento se aborda la redefinición de política sectorial y su
ubicación metodológica dentro la teoría económica, para explorar políticas públicas
finalistas, políticas públicas instrumentales y políticas públicas estructurales
orientadas al diseño de políticas sectoriales sostenibles. Los enfoques Cadena
Global de Mercancías (GCM) y Análisis del Ciclo de Vida (ACV), y la integración
de ambos enfoques con la política sectorial se constituye en la base teórico-
metodológica para explorar políticas sectoriales sostenibles en beneficio del sujeto
social involucrado en los diferentes sectores económicos, cuya reproducción
multidimensional debe condicionar la selección de las políticas públicas.
Lo anterior porque las políticas públicas aplicadas en Bolivia durante el
intervencionismo de Estado (1952-1985) y el Estado neoliberal (1985-2005), se
han caracterizado normalmente porque solo se dirigieron a algunos segmentos al
interior de los sectores económicos, no promoviendo la interrelación de los
diferentes actores y segmentos de las cadenas, lo que muestra la evidente ausencia
de políticas sectoriales sostenibles en Bolivia.
La ausencia de políticas sectoriales sostenibles permite plantear el siguiente
problema científico: dentro las condiciones actuales de desarrollo, se denota la
ausencia de políticas sectoriales sostenibles en Bolivia, en el que se tome en cuenta
al sujeto social como elemento central del proceso de desarrollo desde sus
condiciones de subdesarrollo y en transformación.
Como respuesta al problema científico se tiene la siguiente hipótesis: es
posible plantear elementos teórico-metodológicos para explorar el diseño de
políticas sectoriales sostenibles en Bolivia sobre la base de la integración de los
enfoques CGM y ACV, y la integración de ambos enfoques con la política sectorial,
en la que se considere al sujeto social como elemento central del proceso de
desarrollo, desde sus condiciones de subdesarrollo.
En este sentido, el objetivo general del presente documento es proponer
elementos teórico-metodológicos para el diseño de una política sectorial sostenible
para el desarrollo del sujeto social involucrado en los diferentes sectores de la
economía boliviana, sobre la base de la integración de los enfoques CGM y ACV,
y la integración de ambos enfoques con la política sectorial.

11
César Romero Padilla

Para dar cumplimiento al anterior objetivo, el documento se ha estructurado


en cuatro partes. En la segunda parte, se aborda las políticas sectoriales dentro la
teoría económica. En la tercera parte se describen los elementos medulares y la
integración metodológica de los enfoques CGM y ACV para explorar políticas
sectoriales sostenibles en Bolivia. Sobre la base de lo anterior, en la última parte,
se realiza la integración de los enfoques CGM y ACV con la política sectorial, la
misma que sintetiza los elementos teórico-metodológicos para explorar políticas
sectoriales sostenibles en Bolivia.

2. LaS poLítIcaS SEctoRIaLES EN La tEoRía EcoNóMIca


En este acápite se intentará realizar una definición y clasificación de la política
sectorial, en un ademán de exhibición de políticas públicas y políticas económicas,
porque en el presente trabajo se exploran elementos teórico-metodológicos para
plantear una propuesta de política sectorial sostenible. En consecuencia, se
realizará la clasificación o ubicación de la política sectorial no por el ejercicio
teórico de ubicarla, sino porque interesa ubicarla para que se comprenda la
propuesta teórico-metodológica de política sectorial sostenible.
En esta perspectiva, se parte señalando que en la teoría económica las políticas
sectoriales, que están orientadas a resolver los problemas económicos, sociales,
ambientales, tecnológicos, etc., de un sector determinado o a impulsar su
expansión, los cambios y ajustes necesarios, forman parte de una política pública
específica, es decir, las políticas sectoriales constituyen respuestas o conjunto de
decisiones desde el Estado frente a situaciones consideradas socialmente como
problemáticas, a fin de dar solución a las mismas en los ámbitos social, económico,
ambiental, tecnológico, etc. Una ilustración al respecto se presenta en el siguiente
gráfico:

12
Elementos Teórico-Metodológicos para explorar Políticas Sectoriales Sostenibles en Bolivia

Gráfico 1
Ubicación metodológica de las políticas sectoriales dentro
las políticas públicas

Fuente: Elaboración propia, en base a Cuadrado (1997).

En la anterior ubicación de la política sectorial, se considera la clasificación


de la política pública según su objeto2. En este sentido, según Salazar (1995), las

2
Existen diferentes clasificaciones sobre políticas públicas. Según el enfoque estructuralista, pueden
clasificarse en hegemónicas, transaccionales y de dominación. Desde la óptica del neomarxismo, se
clasifican en políticas de acumulación y políticas de legitimación. Considerando la finalidad de las
políticas se clasifican en promocionales (ex ante) y compensatorias (ex post). De acuerdo con su
procedencia se clasifican en endógenas y exógenas. De acuerdo a su ámbito de acción y nivel de
competencia se clasifican en internacionales, nacionales, regionales y locales. Según su carácter pueden
ser cuantitativas o cualitativas. Desde un punto de vista didáctico y operativo, pueden ser primarias,
secundarias y terciarias, atendiendo a la mayor o menor relevancia de los fines que persigue.
Considerando las características de los escenarios en los que se diseñan e implementan las políticas, se
clasifican en distributivas, redistributivas, regulatorias o reglamentarias y constitutivas o esenciales,
propuesta que parte del supuesto de que el proceso de las políticas es el resultado de múltiples
interacciones y expectativas de las que participan diversos actores sociales buscando obtener mayores
beneficios y ventajas (Dory y Manzano, 2000; Salazar, 1995).

13
César Romero Padilla

políticas públicas pueden ser específicas (por ejemplo la política agraria o la


política industrial) e instrumentales (por ejemplo la política monetaria o la política
fiscal).
Por otro lado, en la ubicación de la política sectorial está presente la
concepción de que la política económica se refiere a las autoridades en el terreno
económico orientadas a conseguir determinados fines. En esta dirección, se
suscribe lo planteado por Lichtensztejn (1982) respecto a que la política económica
necesariamente debe ser entendida como la formulación de decisiones emanadas
desde y referidas a un poder político constituido, cuya máxima expresión es el
Estado. Consecuentemente, los objetivos económicos de la política económica
están simultánea y estrechamente comprometidos con la preservación o la
protección de la unidad estructural en la que se basan y de las que se desprende
ese poder. De acuerdo con este razonamiento, la política económica al propender
el logro de objetivos económicos, indisolublemente está fijando aquellos precisos
objetivos políticos. En esta perspectiva, se comparte también la definición que
realiza Tinbergen (1961), citado por Fernández, Parejo y Rodríguez (1995),
respecto a que la política económica consiste en la manipulación deliberada de
cierto número de medios con objeto de alcanzar ciertos fines. Asimismo, se
comparte el planteamiento de Meynaud (1955), citado por Cuadrado et al (1997),
en sentido de que la política económica la forma el conjunto de decisiones
gubernamentales en materia económica, tomando la expresión ‘gobierno’ en su
sentido más amplio (diversas autoridades públicas en un país).
De la clasificación sobre las políticas económicas3, para fines del presente
trabajo se adopta las agrupadas según su horizonte temporal (políticas de largo

3
Cuadrado et al (1997) presenta las siguientes clasificaciones de política económica:
a) Políticas de ordenación (ordnungspolitik) y políticas de proceso, según la literatura alemana.
b) Políticas cuantitativas, políticas cualitativas y reformas fundamentales (de reformas), según Tinbergen
(1968).
c) Política(s) macroeconómica(s) y política(s) microeconómica(s), según el nivel de actuación de la
política económica.
d) Políticas a corto plazo o de carácter coyuntural y políticas a largo plazo o de carácter estructural,
según la dimensión u horizonte temporal.
e) Políticas de ordenación, políticas finalistas y políticas específicas (según Solá, citado por Cuadrado
et al, 1997).

14
Elementos Teórico-Metodológicos para explorar Políticas Sectoriales Sostenibles en Bolivia

plazo o estructurales y políticas de corto plazo o coyunturales) y las clasificadas


como políticas finalistas y específicas planteadas por Jane (1974) y Tinbergen
(1968), con los siguientes alcances y ajustes:
a. Las políticas públicas finalistas se definen como aquellas que persiguen unos
fines en los ámbitos económico, social y ambiental a nivel de sector. Dichas
políticas, por un lado, son resultado de políticas coyunturales y estructurales;
por otro, se constituyen en medios (coadyuvan) para lograr diversas políticas
públicas finalistas a nivel de la sociedad (las políticas de ordenación en la
perspectiva de Solá). Como ejemplos de políticas públicas finalistas se tienen
la estructura de propiedad, la estructura productiva, la redistribución de la
renta, la estructura impositiva, la estructura financiera y la regulación
ambiental.
b. Las políticas de largo plazo o de carácter estructural se refieren a la
consecución de objetivos cuyo logro requiere períodos bastante largos
(Cuadrado et al, 1997). En la terminología de Tinbergen (1968), quedarían
incluidas aquí las políticas de reforma4 y las políticas cualitativas5.
c. Las políticas coyunturales se refieren a las políticas públicas instrumentales
(Salazar, 1995) o a lo que Solá, citado por Fernández, Parejo y Rodríguez
(1995), denomina políticas específicas instrumentales, que están constituidas,
entre otras, por la política monetaria, la política fiscal, la política cambiaria y
la política comercial, es decir, estas políticas se identifican con los distintos
bloques de instrumentos monetarios, fiscales, tipo de cambio y comerciales.
Una característica esencial de las políticas instrumentales es su horizontalidad.
Esto significa que la alteración de muchos de los instrumentos disponibles
(tipo de cambio; tipo de redescuento del Banco Central; compraventa de
valores públicos en el mercado abierto; impuestos; regulaciones salariales,
etc.) afecta a todos los sectores productivos, con carácter general, aunque
pueden establecerse diferenciaciones.

4
Que suponen cambios absolutos o parciales de los fundamentos mismos del sistema económico, porque
se pretende afectar las bases esenciales de la organización socioeconómica.
5
Que suponen cambios estructurales en la economía sin afectar a los aspectos esenciales de la
organización socioeconómica, es decir, cambios que afectan a la estructura funcional del sistema.

15
César Romero Padilla

d. Las políticas sectoriales, denominadas por Solá políticas específicas


sectoriales, están constituidas por la política agraria, la política industrial, la
política de transporte, la política comercial, etc. (Fernández, Parejo y
Rodríguez, 1995). Estas políticas se orientan a resolver los problemas
económicos, sociales, ambientales, etc., de un sector productivo determinado
o a impulsar su expansión y los necesarios cambios (Cuadrado et al, 1997).
Considerando que las políticas sectoriales son también políticas públicas
específicas, serían el resultado:
- De un conjunto de políticas instrumentales o coyunturales contempladas
verticalmente, es decir, desde la óptica del sector o de la rama productiva sobre
la que se pretende actuar. Así, una política de apoyo textil, por ejemplo, podría
estar constituida por ventajas crediticias, desgravaciones fiscales o facilidades
tributarias y de amortización de activos, medidas proteccionistas frente a la
competencia exterior, apoyos específicos a la formación laboral, etc., todas
las cuales forman parte de las diferentes familias de políticas instrumentales6.
- De un conjunto de políticas estructurales o de largo plazo contempladas
también verticalmente, es decir, desde la óptica del sector productivo sobre el
que se pretende actuar. Como ejemplos se tienen la intervención estatal en los
mercados; la progresividad fiscal; la distribución de la renta; la defensa de la
competencia; el mejoramiento de estructuras productivas.
- De políticas públicas finalistas en los ámbitos económico, social y ambiental.
Una adecuación del esquema de Solá, que toma en cuenta la clasificación
según la dimensión u horizonte temporal (en la que se incluye la clasificación
realizada por Tinbergen) y que responde al objetivo de la presente investigación,
se ilustra en el siguiente gráfico.

6
Una política sectorial podría incluir, también, algunas acciones específicas ligadas a la propia política
sectorial, como la determinación de mínimos de dimensión empresarial, la concesión de ventajas a la
concentración, los apoyos a la introducción de innovaciones tecnológicas y otras, aunque algunas de
ellas acaban apoyándose –en último término- en medidas fiscales y crediticias (Cuadrado et al, 1997).

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Elementos Teórico-Metodológicos para explorar Políticas Sectoriales Sostenibles en Bolivia

Gráfico 2
Ubicación metodológica de la política sectorial
dentro la política pública

Fuente: Elaboración propia

Es decir, plantear una política sectorial sostenible, implicará definir políticas


públicas finalistas en las dimensiones económica, social y ambiental, las cuales se
lograrán a través de la interacción o retroalimentación en el tiempo de políticas
públicas instrumentales y de políticas públicas estructurales.
Finalmente, se debe señalar que desde la formulación de la Economía del
Bienestar en la ciencia económica, la teoría de las fallas de mercado ha sido vista
como el elemento conceptual para la justificación de la política sectorial. En este
sentido, las políticas públicas con frecuencia son justificadas y evaluadas a la luz
del enfoque de fallas de mercado, según el cual la intervención pública es
practicable exclusivamente cuando no se cumplen los supuestos requeridos por los
teoremas convencionales de la teoría del bienestar. A este respecto, se suscribe con
el planteamiento de Melo (2005), en sentido de que si bien el concepto de fallas
de mercado debe seguir jugando un papel, el mismo debe ser menos protagónico,
aunque de ninguna manera despreciable dentro de la teoría de la política sectorial,
porque no existe una relación de correspondencia entre el tipo de problema práctico

17
César Romero Padilla

que le da sentido y razón de ser a la teoría de las fallas de mercado7 y tipo de


problema práctico que motiva la aparición de las políticas sectoriales8. En este
sentido, se considera que las políticas sectoriales son una respuesta al problema
del desarrollo económico, en tanto que la teoría de las fallas de mercado responde
a una preocupación práctico-social relacionada al problema de lograr una provisión
eficiente de los bienes y servicios en una sociedad de mercado desarrollada.
En esta perspectiva, si bien con la crisis de finales de los setenta y la
consecuente vigencia de los programas de ajuste estructural, los países en vías de
desarrollo como Bolivia, desplazaron los instrumentos de política sectorial de un
carácter selectivo y específico (explícito), hacia un enfoque horizontal (implícito),
sin embargo, ese carácter de corte neutral que dominó en los últimos años ha ido
cediendo a la necesidad de políticas sectoriales, más aún considerando que los
procesos de desarrollo son desiguales y no todos los sectores están al mismo nivel,
por lo que se requiere de propuestas de políticas sectoriales con un marco conceptual
distinto al que comúnmente se ha utilizado en América Latina y en Bolivia. En este
contexto, se plantea la necesidad de nuevos enfoques para el diseño de políticas
sectoriales sostenibles, que consideren, entre otros aspectos, la redistribución
territorial o fragmentación y descentralización progresiva de los procesos de
producción o de cada segmento de la cadena de mercancías, la interdependencia
económica entre países y a nivel mundial, que el acceso a los mercados
internacionales hoy en día se condiciona por el cumplimiento de la reglamentación
ambiental nacional e internacional, el rol determinante del Estado en la definición
de las políticas ambientales, el bienestar del sujeto social como meta de la política
sectorial y como pilar fundamental de la sostenibilidad de la misma.

7
El problema práctico de la teoría de las fallas de mercado tiene que ver con la respuesta al problema de
lograr una provisión eficiente de bienes y servicios en una sociedad de mercado desarrollada. En otras
palabras, es el problema de una provisión equilibrada de bienes – es decir, una provisión de equilibrio,
una en la que se corrija la tendencia espontánea de las economías de mercado a producir cantidades
excesivas de los bienes que generan externalidades negativas y cantidades insuficientes de los bienes que
generan externalidades positivas- lo que le da sentido práctico-social a la teoría de las fallas de mercado.
Está intrínsecamente marcada por la preocupación por el equilibrio del mercado, dada una estructura
productiva y dado un nivel de ingreso, es decir, considerado desde el punto de vista estático.
8
El problema práctico que motiva la aparición de la política sectorial tiene que ver con la respuesta al
problema del desarrollo, el cual se relaciona con el movimiento dinámico de la economía hacia la
obtención de metas sociales de largo plazo, que incluye el crecimiento sostenido del ingreso y el cambio
de la estructura de producción.

18
Elementos Teórico-Metodológicos para explorar Políticas Sectoriales Sostenibles en Bolivia

En este sentido, el planteamiento de políticas sectoriales sostenibles requiere


de una perspectiva que permita establecer la visualización de los procesos
económicos, sociales y ambientales en forma integral. Consecuentemente, los
enfoques CGM y ACV se consideran herramientas apropiadas para explorar
políticas públicas finalistas, instrumentales y estructurales en diferentes
dimensiones orientadas al diseño de políticas sectoriales sostenibles, en la medida
en que ambos enfoques dan la posibilidad de integrar los aspectos económicos,
sociales y ambientales.

3. HERRaMIENtaS paRa ExpLoRaR UNa poLítIca SEctoRIaL


SoStENIbLE
En este acápite se explora la integración de los enfoques CGM y ACV como
herramientas que posibilitan proyectar políticas públicas finalistas, instrumentales
y estructurales en procura de lograr una política sectorial sostenible. En este
sentido, a continuación se exponen los elementos medulares de cada enfoque y,
luego, la integración de ambos.
3.1 La cadena global de mercancías (cGM)
Según Gereffi y Korzeniewicz (1994), una CGM está conformada por un
conjunto de redes, nodos, eslabones o segmentos organizados entre sí, que están
agrupados alrededor de una mercancía o producto, conectando unidades familiares,
empresas y estados, el uno con el otro, dentro la economía mundial. Hopkins y
Wallerstein (1994) sostienen que la cadena de mercancías es una red de procesos
laborales y de producción cuyo resultado final es una mercancía. Para Pelupessy
(2002), una CGM es una red funcionalmente integrada de generación de valor, de
actividades de producción, comercio y servicios internacionales, que van desde la
extracción de materia prima, por fases intermedias hacia un producto final
específico. En esta perspectiva, la CGM posibilita un análisis sistémico que
considera flujos de valor y de material.
En consecuencia, cada CGM está constituida por flujos entre los eslabones,
las relaciones de producción, la dominante organización de la producción y los
sitios geográficos de la operación en cuestión (Chen, 1994). Los eslabones, por un
lado, describen diferentes actividades que se requieren para la fabricación de un

19
César Romero Padilla

producto: abastecimiento de materias primas e insumos intermedios, producción,


comercialización (distribución) y el consumo; es decir, un proceso que va “de la
cuna a la tumba” de un determinado producto o servicio. Por otro lado, los
eslabones reflejan el grado de competitividad e innovación de los agentes
participantes en la CGM.
Cuatro dimensiones clave determinan la estructura y dinámica de las CGMs:
1) una estructura insumo-producto de creación de valor agregado, 2) la dimensión
territorial, 3) la dimensión institucional y sociopolítica, y 4) la fuerza motriz. La
estructura insumo-producto describe los diferentes eslabones de generación de
valor de una cadena (materia prima, manufactura, distribución, mercadeo y
consumo). Específicamente, permite analizar cada eslabón sucesivo a lo largo de
una cadena, la adquisición y organización de entradas (materia prima, productos
semi-terminados), identificar los agentes que se constituyen en la fuerza de trabajo
(su aprovisionamiento), la distribución (vía mercados o traspasos) y el consumo.
El análisis de las cadenas de mercancías muestra cómo la producción, la
distribución y el consumo son formados y estructurados a través de relaciones de
tipo social, que caracterizan las etapas secuenciales de adquisición de materia
prima, manufactura, distribución, mercadeo y consumo; de manera que bajo la
óptica de un análisis matricial dentro del espacio económico mundial es posible
determinar las inequidades en términos de acceso al mercado y a los recursos
(Gereffi, Korzeniewicz M. y Korzeniewicz R., 1994). Desde este punto de vista,
una cadena está conformada por una sucesión de operaciones, una sucesión de
agentes y por lo tanto una sucesión de mercados; lo que implica flujos físicos y
monetarios en toda la cadena.
Finalmente, se debe señalar que las interrelaciones entre eslabones y agentes
son un foco importante de la estructura insumo-producto. Como en una CGM los
vínculos son entre empresas antes que entre países (UNIDO, 2003), debe evaluarse
si entre los agentes, además de flujos de bienes y servicios, existen flujos
adicionales no monetarios (por ejemplo transferencia tecnológica), pues en
ocasiones la relación es puramente comercial; en otros casos, existe propiedad de
un agente sobre otros (por ejemplo en la relación subsidiaria y casa matriz).
La dimensión territorial hace referencia a la extensión territorial de la CGM
y en tal sentido se la analiza desde la ubicación geográfica de los diferentes

20
Elementos Teórico-Metodológicos para explorar Políticas Sectoriales Sostenibles en Bolivia

segmentos. Puede incluir países desarrollados, regiones y localidades bastante


disímiles en términos de escala, desarrollo, poder de mercado, niveles de ingreso,
conocimiento y cultura, debido a que la CGM cruza fronteras de Estados, culturas
y clases de ingresos9. En este alcance geográfico, la CGM se encuentra con factores
no económicos10 y económicos11 particulares de estos ámbitos territoriales.
Según Pelupessy (2002), la dimensión territorial da la posibilidad de
considerar economías de aglomeración, distribución de la renta o del ingreso por
países o áreas específicas, así como diferencias socioculturales y geográficas. Por
su parte, para Bekerman y Cataife (2004) es necesario diferenciar si las cadenas
tienen lugar a nivel nacional o internacional, tener en cuenta qué es lo que define
la distribución espacial de las actividades productivas involucradas y qué es lo que
determina que los productores locales de un país puedan participar en dichos
eslabonamientos. Esto es importante en países periféricos, porque hay casos donde
la existencia de relaciones directas entre las partes (productores nacionales y
empresas transnacionales) sólo se debe a la oportunidad de aprovechar diferencias
en el costo de mano de obra, insumos, estructuras impositivas, financieras, cuotas
de exportación y costos de transporte. En este último caso, las negociaciones
directas se extienden por distintas naciones, según sus ventajas comparativas,
dando lugar a lo que se conoce como CGM. Sin embargo, hay que tomar en cuenta
también que la localización geográfica de actividades económicas no depende sólo
de ventajas comparativas relativas a los factores productivos baratos, sino de la
racionalidad de procesos de creación de valor y de la búsqueda de externalidades
positivas (Pelupessy y Romero, 2004).

9
Esta diversidad puede ser la fuente de externalidades positivas o negativas.
10
Los factores no económicos están relacionados a los valores y percepciones individuales (conjunto de
elementos subjetivos que le permiten a cada individuo tener su propia versión de la realidad y su
entorno); en otras palabras, las diferencias culturales entre lugares o espacios geográficos pueden ser la
causa de variaciones en los patrones de consumo o producción.
11
Los factores económicos se refieren a la existencia de rentas ubicación (sitio) y rentas económicas
(situación). Las primeras están relacionadas a la ubicación geográfica, junto a los costos de producción
(productividad, el acceso a la base de recursos naturales y las economías de escala) y los de transporte
(en función de la distancia entre la empresa donde se da el proceso de transformación, la materia prima
y el mercado). En cambio, la renta ubicación hace referencia a las características particulares del
ambiente (a los factores ambientales).

21
César Romero Padilla

En consecuencia, la ubicación geográfica o territorial es la fuente potencial


de competitividad12 y articulación con los demás procesos en los que se puede
buscar externalidades (Gereffi y Korzeniewcs, 1994). Desde este punto de vista,
el potencial de incluir en el análisis los considerables cambios en el significado de
fronteras territoriales y de producción puede ser, según Pelupessy (2002), uno de
los mayores logros del enfoque de la CGM.
En la dimensión institucional y sociopolítica se analiza la interacción de los
diferentes actores, es decir, si sus roles están definidos o hay sobreposición de
funciones y restricciones en la generación de valor; si el Estado está impulsando
redes de cooperación, afectando la posición económica de los eslabones y si sus
decisiones en la CGM se mueven en pro de la creación de eslabonamientos
positivos que permitan la distribución interna y externa de las rentas. Estas
interacciones complejas entre factores económicos, políticos, socioculturales y
espaciales, se vuelven factores potenciales de la medida, tipo y localización
geográfica de una CGM y sus eslabonamientos regionales, dinamizando o
determinando la competitividad (Meyer-Stamer, 1998; Gibbon, 2000 y 2001; Chen,
1994).
Según Pelupessy (2004), el contexto institucional y sociopolítico puede afectar
la creación y distribución interna o externa de valor y rentas, así como el carácter
de los eslabonamientos dentro la cadena, considerando que la estructura y dinámica
de una CGM se ve afectada, entre otros, por las políticas gubernamentales y los
arreglos institucionales. Por ejemplo, las regulaciones locales pueden determinar
el modo de producción o la naturaleza de la relación entre agentes locales y
globales; las medidas sanitarias y compras estatales son elementos relevantes en
los mercados de lácteos; los subsidios a la producción y exportación de leche y
derivados lácteos, son fuentes importantes de rentas en el comercio internacional
(EE.UU. y la UE). Estas son muestras claras de cómo la generación de rentas en
una CGM no está confinada exclusivamente al mecanismo del mercado.
La dimensión fuerza motriz de la CGM se constituye en la fuerza organizativa
que controla a los factores de producción de mayor valor de la cadena. En este
sentido, cada cadena tiene una fuerza motriz o estructura de gobierno, representada

12
Las características y las condiciones del espacio pueden influir directamente en la competitividad, como
por ejemplo la infraestructura física y financiera.

22
Elementos Teórico-Metodológicos para explorar Políticas Sectoriales Sostenibles en Bolivia

normalmente por una compañía o grupo de compañías de coordinación y


organización principal, que controla (domina) y organiza la cadena, es decir, su
extensión, la naturaleza y el flujo de los recursos dentro la cadena. La(s) empresa(s)
líder(es) o actor(es) normalmente opera(n) y está(n) ubicada(s) en el segmento más
rentable, más protegido (con las barreras de entrada más altas, sean naturales o
creadas) y con menor competencia. Según Kaplinsky y Morris (2001), lo que
distingue a las empresas líderes es su control sobre recursos que generan los
ingresos más rentables de la industria. Para Pelupessy (2004), la estructura de
gobierno es un claro reflejo de la asimetría en la distribución del poder y valor en
la cadena13.
En consecuencia, son estas cuatro dimensiones las que determinan la dinámica
de la cadena desde la cuna hasta la tumba y definen la distribución (desigual) del
excedente entre los actores o eslabones de la cadena. El enfoque analiza las
interacciones entre las estrategias globales de las empresas dominantes (líderes) y
las respuestas de las empresas locales, trabajadores, instituciones y gobiernos. El
resultado facilita la indicación de la ventaja o desventaja de la participación de los
agentes locales en redes de globalización productiva (Pelupessy, 2004).
Finalmente, es importante señalar algunos acercamientos del enfoque CGM
con otras teorías, así como las particularidades que hacen de la CGM un enfoque
que se enmarca dentro las tendencias mundiales actuales y que por ello se constituye
en una herramienta más adecuada. En el primer caso, la integración en el análisis
de la CGM de las fuertes influencias externas y relaciones de poder14, puede ser

13
Gereffi (1994) señala que existen dos tipos distintos de estructuras de gobierno para la CGM, a quienes
por razones de simplicidad se las llama cadenas de mercancías manejadas por el productor (CAMPRO)
y cadenas de mercancías manejadas por el comprador (CAMCO). Estos dos tipos de cadenas muestran
dos sistemas de generación de valor totalmente distintos. Las CAMPRO y las CAMCO están enraizadas
en sectores industriales con diferente intensidad en el uso de factores productivos. Como apuntan
Kaplinsky y Morris (2001), ambos tipos de cadenas son dirigidos por diferentes tipos de capital (industrial
y comercial, respectivamente) y varían en sus competencias centrales y en sus barreras de entrada en el
nivel sectorial. De ahí que la generación de rentas tenga un origen diferente en cada tipo de cadena y que
las implicaciones de desarrollo industrial para los participantes sean de naturaleza diferenciada.
14
Hopkins-Wallerstein (1994) y Gereffi-Korzeniewicz (1994) señalan que los eslabones reflejan grados
de competencia e innovación, respectivamente, de los agentes participantes en una CGM. A partir de lo
anterior se deduce que las relaciones entre los distintos eslabones muestran relaciones de producción
(con fuertes influencias externas), la dominante organización de la producción (relaciones de poder) y
los sitios geográficos de la operación en cuestión (Centro-Periferia).

23
César Romero Padilla

considerada como la revaloración de una parte importante del razonamiento


tradicional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
sobre la dependencia, lo que hace que exista un acercamiento entre la teoría de la
dependencia y la CGM (Pelupessy, 2002). En el segundo caso, en las teorías
tradicionales se realizan las siguientes consideraciones: 1) las teorías tradicionales
consideran como actores en los mercados internacionales países o entidades que se
comportan como tal, mientras que la mayoría de los verdaderos actores de comercio
internacional son firmas o empresas; 2) han puesto escasa atención al desarrollo
progresivo de la división del trabajo (sobre la empresa como unidad que organiza
la producción); 3) las mercancías comercializadas son básicamente consideradas
como productos finales comprados por el consumidor directo, mientras que los
países en desarrollo en su mayoría exportan materias primas y productos
intermedios, que después de las ventas en el mercado mundial van a ser procesados,
comercializados y reelaborados por diferentes categorías de productores y
comerciantes; 4) relacionado a lo anterior, no explican la ubicación geográfica
específica de los productores y comercializadores; 5) el comercio indirecto, los
procesos intra industriales y los tratos especiales (negociados) no son considerados;
6) aspectos organizativos e institucionales de oferta y demanda asociados con modos
alternativos de intercambio tampoco son incluidos en el análisis; 7) otros problemas
poco analizados son las imperfecciones de mercado (economías de escala, asimetría,
costos de transacción, externalidades) (Dunning, 1997).
3.2 El análisis del ciclo de vida (acV)
Hasta ahora han sido abordados solamente los aspectos económicos y sociales
en el análisis de la CGM; sin embargo, este enfoque permite incluir también
externalidades negativas como los impactos ambientales. En este sentido, para
analizar los impactos ambientales de procesos nacionales e internacionales de
producción y comercio se ha desarrollado el enfoque ACV.
Según la Sociedad de Química y Toxicología Ambiental (SETAC), “el ACV
es un proceso objetivo para evaluar las cargas ambientales asociadas a un producto,
proceso o actividad, identificando y cuantificando el uso de materia, energía, los
vertidos al entorno; para determinar el impacto que ese uso de recursos y esos
vertidos producen en el medio ambiente, y para evaluar y llevar a la práctica
estrategias de mejora ambiental”. El estudio incluye el ciclo completo del producto,

24
Elementos Teórico-Metodológicos para explorar Políticas Sectoriales Sostenibles en Bolivia

proceso o actividad, considerando las etapas de extracción y procesado de materias


primas, producción, transporte y distribución; uso, reutilización y mantenimiento,
y reciclado y disposición del residuo (Fullana y Puig, 1997).
El ACV también se define como una técnica que permite evaluar de manera
objetiva las cargas asociadas a un producto, proceso o actividad, identificando y
describiendo, cuantitativa o cualitativamente, los insumos (energía, materiales)
requeridos para encarar la actividad y los productos o emisiones (desechos y
contaminantes) liberados al ambiente, durante el ciclo de vida completo del
producto (Heijungs et al, 1992; Fullana y Puig, 1997; Mattsson, 1999).
El análisis sistémico del ACV permite identificar los impactos ambientales en
cada eslabón de la CGM, logrando obtener un perfil ambiental del producto o
mercancía, que a la postre sirve de referencia para orientar las acciones de
mejoramiento. Desde este punto de vista, el ACV se constituye en un instrumento
útil para el desarrollo de políticas sectoriales sostenibles, porque permite incorporar
el elemento ambiental en la CGM. Esto es más relevante si se considera que el
ACV sirve de referencia en los sistemas de ecoetiquetado y/o certificación,
ecoinstrumentos “voluntarios” de gestión ambiental en la empresa que son exigidos
en los países industrializados y semi-industrializados, con los cuales los países no
industrializados (como Bolivia) normalmente establecen relaciones comerciales.
Según Heijungs et al (1992), el ACV está estructurado por cinco componentes:
1) definición de la meta, 2) análisis de inventario, 3) clasificación, 4) evaluación,
y 5) análisis de mejoramiento. La definición de la meta sirve de marco para el
análisis de los impactos ambientales, en la medida que incluye la definición exacta
del tema a tratar, así como el alcance y profundidad del estudio. Comprende tres
etapas, a saber: determinación de la aplicación (¿para qué se aplicará el ACV?),
determinación de la profundidad del estudio y definición del sujeto de estudio. En
este último deben realizarse las definiciones del grupo de producto, del producto
o productos, de la representatividad espacial, de la representatividad temporal y
de la unidad funcional (UF).
La UF describe la función principal realizada por un producto e indica cuánto
de esta función es considerada. La UF debe ser definida de forma clara, con el
requisito de que los productos seleccionados deben ser cubiertos por la definición

25
César Romero Padilla

y que la UF sea compatible con la naturaleza de la aplicación (Heijungs et al, 1992).


Por tanto, la UF es esencial en el análisis del ACV, porque todos los impactos
ambientales se cuantifican por cantidad de UF/producto final.
El análisis de inventario trata fundamentalmente de un balance de materia y
energía del sistema15. Comprende la recopilación de los datos y la realización de
los cálculos adecuados para cuantificar las entradas y salidas del sistema estudiado.
Las entradas son las materias primas (incluidas las fuentes de energía) y las salidas
son las emisiones al aire, al agua y el suelo. Estos flujos materiales y energéticos
que son flujos unitarios16, deben ir o proceder de la naturaleza; en caso contrario,
debe especificarse que su origen o destino es la tecnosfera (economía).
La clasificación puede definirse como una cuantificación de las intervenciones
ambientales de un sistema del producto (Heijungs, 1992). En esta etapa, las
intervenciones físicas y ambientales son proyectadas hacia los impactos
ambientales potenciales en cuatro subetapas, a saber: la selección de los tipos de
problema (exclusivamente problemas ambientales), la definición de los factores
de clasificación (cálculo de los impactos ambientales), la creación del perfil
ambiental (cuantificación de los impactos ambientales y representación cualitativa
de las intervenciones ambientales) y la normalización de las cuentas de efecto17 o
de los efectos18.
En la etapa de evaluación se realiza el análisis del perfil ambiental de un
producto o productos. Los impactos ambientales potenciales de los productos
pueden ser evaluados sobre la base de los perfiles ambientales diseñados en la
etapa de clasificación; además, la evaluación también se encarga de la validez de

15
El ciclo de vida de un producto, que incluye todos los procesos para el funcionamiento del producto
“de la cuna a la tumba”, se denomina sistema del producto. Este afecta el ambiente a lo largo del sistema
compuesto por todos los procesos, los que forman el sistema ambiental (Heijungs et al 1992).
16
Esto es así porque el análisis de inventario está basado en la UF del producto definido en la etapa
definición de la meta y en la selección de productos que proporciona esta función.
17
La “cuenta de efecto” es el resultado de la multiplicación de los contaminantes por UF por los factores
de equivalencia correspondientes para cada contaminante.
18
Debe obtenerse un índice, pues el objetivo es convertir el perfil ambiental en una cuenta, porque el
orden de magnitud y unidades de varias cuentas de efecto difieren, por lo cual se hace difícil interpretar
las cuentas de efecto ambiental sin una normalización.

26
Elementos Teórico-Metodológicos para explorar Políticas Sectoriales Sostenibles en Bolivia

los perfiles ambientales. En este sentido, las magnitudes relativas de las cuentas
de efecto son un elemento importante.
Finalmente, el análisis de mejoramiento está orientado a encontrar puntos
iniciales para mejorar el o los productos estudiados en base a la información
obtenida en las etapas definición de la meta, análisis de inventario, clasificación y
evaluación.
En el presente documento la aplicación del ACV no se reduce al ámbito
empresarial, sino que se explora una aplicación ampliada a nivel sectorial, por lo
que el análisis de mejoramiento comprenderá políticas públicas ambientales para
mejorar el proceso productivo a nivel sectorial, en el marco del uso del ACV
ambiental a nivel de estrategias de políticas.
De esta manera, el ACV se constituye en una herramienta que no sólo permite
mejorar el proceso productivo a nivel de las empresas, sino que también
proporciona información para explorar políticas ambientales a nivel sectorial,
constituyéndose en un instrumento que permite tomar medidas para mitigar
impactos ambientales negativos a lo largo de la cadena.
Otras herramientas de gestión ambiental no tienen ni los alcances ni los usos
que se han planteado para el ACV. Así, por citar algunos ejemplos, el estudio de
impacto ambiental (EIA), cuyo objeto es el proyecto, analiza sólo los impactos
ambientales de inversiones o plantas en localizaciones específicas, teniendo en
cuenta posibles alternativas; sólo se aplica para la toma de decisiones de
actividades públicas o para conceder permisos a algunas actividades privadas. El
análisis de riesgos ambientales (ARA), cuyo objeto es la instalación, analiza
posibles accidentes de una instalación, calculando su probabilidad y estimando su
magnitud y efectos, entre otros aspectos, sobre el ambiente; estima las pérdidas
ocasionadas y propone las acciones de prevención y protección a tomar. La
auditoría ambiental (AA), cuyo objeto es la empresa o instalación, analiza también,
como el EIA y el ARA, actividades económicas individuales, aunque no sobre
proyectos ni instalaciones, sino generalmente sobre empresas; se trata de comparar
la situación ambiental actual o pasada con un estándar o norma interna o externa,
que puede ser obligatoria o voluntaria. Finalmente, el análisis de la intensidad de
recursos por unidad de servicio (AIRUS), cuyo objeto es el producto o servicio, si

27
César Romero Padilla

bien evalúa la cantidad de materia o energía que se usa en un sistema de producción


de un determinado producto o servicio a lo largo de su ciclo de vida, sin embargo
no diferencia entre distintos tipos de material, sino que los suma (Fullana y Puig,
1997).
3.3 Integración de los enfoques cGM y acV
Se parte de recordar que con la CGM se busca crear valor y aprovechar
externalidades positivas. Sin embargo, cada actividad productiva genera también
externalidades negativas, entre ellas los impactos ambientales que están presentes
a lo largo de toda la cadena. Por lo tanto, se puede decir que cada actividad
productiva que genera valor (efecto deliberamente buscado) también genera su
impacto ambiental (efecto no buscado). Para cuantificar y dimensionar ambos tipos
de efectos se utiliza la UF, que debe ser la misma tanto en la CGM como en el
ACV (Pelupessy, 2004). La UF permite cuantificar de modo ponderado para cada
actividad productiva su capacidad generadora de valor (económico) y de efectos
ambientales (valores no económicos).
La delimitación del sistema tiene que ser precisa e igual en ambos casos (qué
proceso incluir y qué otros no). Los dos enfoques deben ser completos en la
identificación de actores y segmentos: en la CGM y el ACV debe definirse que el
análisis va desde la explotación de materias primas, el procesamiento, la
comercialización, hasta el consumidor y desecho finales.
Metodológicamente, según Pelupessy (2004), la integración de la CGM con
el ACV se presenta en cada dimensión de la estructura de la CGM. En la dimensión
de estructura insumo-producto de creación de valor agregado, cada segmento de
la CGM tiene su valor creado e impacto ambiental, extendido desde la materia
prima hasta el consumo y desecho final, ya sea por el uso de recursos naturales
(no) renovables, o por la descarga de residuos y contaminantes al ambiente.
En la dimensión de ubicación geográfica de los segmentos de la cadena, la
proliferación de la CGM ha integrado muchos países, regiones y localidades en
los extendidos procesos de producción, lo que ha incrementado el grado de
industrialización de muchos países en desarrollo con los consiguientes impactos
ambientales. En este sentido, la localización de las actividades económicas
implicaría también la distribución en el espacio de los impactos ambientales, cuya

28
Elementos Teórico-Metodológicos para explorar Políticas Sectoriales Sostenibles en Bolivia

eliminación o reducción puede afectar de una manera desproporcionada la


competitividad de los eslabones en la cadena y por ende de sus respectivos países.
En la dimensión institucional, si bien es cierto que la dinámica de la
generación y distribución de valor está en primera instancia definida por el
funcionamiento de las redes de las unidades productivas y sus mercados
(imperfectos), sin embargo las políticas públicas y otras intervenciones pueden
afectar esta dinámica, haciendo aparecer o desaparecer cadenas enteras en algunos
casos. De igual manera, podría funcionar la regulación ambiental en muchos países,
considerando que los impactos ambientales en ciertos segmentos pueden evitar el
establecimiento de determinadas cadenas en ciertos lugares. Por tanto, existiría
una clara interacción entre la generación de externalidades negativas con la
creación y distribución de valor.
En la dimensión fuerza motriz, se considera que la naturaleza de la estructura
de control de una CGM (CAMPRO o CAMCO) influye en la ubicación y control
de los impactos ambientales. En las CAMPRO, la concentración de las fases
productivas en un segmento podría reproducirse a nivel de los impactos
ambientales. Así, la descentralización productiva podría implicar el traslado de
fases contaminantes a localidades o países de escaso desarrollo, baja densidad
poblacional e inadecuado control ambiental (Pelupessy, 2002). En las CAMCO se
presenta un divorcio entre la capacidad de creación de valor y las fases de
generación de impactos ambientales.
En consecuencia, la combinación de la CGM con el ACV da la posibilidad de
integrar los aspectos económicos, sociales y ambientales, los que se consideran
importantes para proyectar políticas públicas finalistas, instrumentales y
estructurales en esas dimensiones, con la perspectiva de explorar el diseño de
políticas sectoriales sostenibles.
En algunos trabajos estudiados en América Latina, la aplicación del enfoque
CGM se ha sesgado a la dimensión económica. En unos casos, se han identificado
los actores principales por segmento, la estructura insumo-producto, la ubicación
geográfica y la fuerza motriz, sobre cuya base se han estudiado las vinculaciones
existentes entre cadenas nacionales e internacionales, y los respectivos efectos en
la competitividad sectorial (Chávez, 2000; Hernández, 2000; Hidalgo, 2001; Parada,

29
César Romero Padilla

2004) o en el empleo estacional a causa de los movimientos migratorios (Sánchez,


2004). En otros casos, la CGM se ha utilizado para abordar encadenamientos
productivos, ya sea a nivel de impactos sobre el desarrollo de países periféricos
(Bekerman y Cataife, 2004) o para analizar procesos de integración regional como
el Mercado Común del Sur, MERCOSUR (Bekerman y Rodríguez, 2004).
Por su parte, la mayoría de los estudios del ACV no han estado integrados al
enfoque de la CGM, sino que se ha utilizado como herramienta estricta de gestión
empresarial. En este sentido, se ha aplicado el ACV, entre otros, a industrias
dedicadas a la fabricación de cemento en México (Espinoza, 2005), de bebidas
gaseosas en México (Gonzáles, 2005), de metales en Alemania (Harald, 2005), de
azúcar de caña en Cuba (Contreras, 2005), a la fabricación de biodiesel de aceite
de palma en Costa Rica (Musmnni, 2005), a actividades de extracción de oro en
Perú (Valdivia, 2005), a la generación de electricidad en China (Xianghua, 2005).
También el ACV se ha aplicado a envases de latas de aluminio, vidrio y PET para
bebidas carbonatadas en México (Zerquera, 2005). Otras aplicaciones del ACV se
han hecho a nivel social en la industria de embalaje de Brasil, en procura de
identificar el empleo, la renta, la inversión en trabajadores y en trabajos sociales
(Ugaya, 2005). Las anteriores aplicaciones, se caracterizan por el uso del ACV
como una herramienta para mejorar la competitividad ambiental a nivel empresarial
e industrial. Son pioneras y de carácter exploratorio algunas aplicaciones de la
CGM y del ACV (Pelupessy, 1998 y 2004; Díaz, 2003), que si bien abordan los
elementos económicos y ambientales, no se orientan al diseño de políticas
sectoriales sostenibles.
En el caso particular de Bolivia, la primera aplicación de una CGM y ACV,
de forma totalmente separada, se realizó en el sector cafetalero de los Yungas del
departamento de La Paz, para plantear estrategias económicas y ambientales
alternativas a nivel sectorial (van Assouw, 1998). Otras aplicaciones de la CGM y
ACV, se han desarrollado de manera exploratoria en productos como la leche a
nivel sectorial de Cochabamba (Romero, 2002) y en leche y derivados lácteos en
Cochabamba, Santa Cruz y La Paz de Bolivia (Romero, 2005, 2006 y 2007).
Similar a algunas aplicaciones exploratorias que se han realizado en otros países
de Latinoamérica, los resultados de los estudios abordan las dimensiones
económica y ambiental en el marco de la estructura metodológica de los enfoques

30
Elementos Teórico-Metodológicos para explorar Políticas Sectoriales Sostenibles en Bolivia

CGM y ACV, sin embargo, tampoco se han direccionado hacia el diseño de


políticas sectoriales sostenibles.
En este contexto, se plantea recurrir a la integración de los enfoques CGM y
ACV en los diferentes sectores de la economía boliviana, para evaluar de manera
rigurosa las políticas públicas pretéritas (en las dimensiones económica, social y
ambiental) y para abordar la problemática económica, social y ambiental, en el
marco de las estructuras metodológicas de los anteriores enfoques, sobre cuya base
se pueden proyectar políticas públicas finalistas, instrumentales y estructurales
para explorar el diseño de políticas sectoriales sostenibles.

4. INtEGRacIóN dE LoS ENfoqUES cGM y acV coN La poLítIca


SEctoRIaL: pRopUESta tEóRIco-MEtodoLóGIca paRa
ExpLoRaR UNa poLítIca SEctoRIaL SoStENIbLE
Sobre la base de la redefinición y ubicación metodológica de la política
sectorial en la teoría económica, así como de la integración de los enfoques CGM
y ACV, en el Gráfico 3 se presenta la integración metodológica de los enfoques
CGM y ACV con la política sectorial, la cual contiene los elementos teórico-
metodológicos para explorar el diseño de políticas sectoriales sostenibles.
La propuesta teórico-metodológica implica que sobre la base de la información
proporcionada por la integración de los enfoques CGM y ACV en los ámbitos
económico, social y ambiental, se podrá recurrir a políticas públicas finalistas,
instrumentales y estructurales orientadas a mejorar el bienestar del sujeto social
involucrado en diferentes sectores económicos, lo que le dará el carácter sostenible
a la política sectorial. Es decir, con base a la integración de los enfoques CGM y
ACV se puede abordar, por un lado, la identificación rigurosa de políticas públicas
pretéritas que se han orientado a los diferentes sectores de la economía boliviana,
por ejemplo, durante el intervencionismo de Estado y el Estado neoliberal; por
otro lado, se puede realizar la adecuación metodológica a la realidad de los sectores
económicos de los elementos medulares de los enfoques CGM y ACV, para abordar
sus problemáticas económicas, sociales y ambientales.

31
César Romero Padilla

Gráfico 3
Integración de los enfoques cGM y acV con la política sectorial

Fuente: Elaboración propia

La anterior propuesta teórico-metodológica para explorar políticas sectoriales


sostenibles, le asigna un nuevo rol al Estado, cuyos principios o bases, en función
del objetivo del presente documento, tienen que ver con los siguientes aspectos19:
• El carácter esencial del Estado es que exprese un nuevo poder que surge de
sectores marginados y excluídos históricamente (mancomunidades
campesinas, economías comunales indígenas y campesinas, trabajadores del
campo, organizaciones de pequeños productores) y que refleje sus
correspondientes intereses.

19
En el nuevo rol del Estado, como se podrá advertir, se comparte muchos roles del Estado que se plantean
en el Plan Nacional de Desarrollo: Bolivia Digna, Soberana, Productiva y Democrática para Vivir Bien
(2006).

32
Elementos Teórico-Metodológicos para explorar Políticas Sectoriales Sostenibles en Bolivia

• Un Estado comprometido con el bienestar colectivo, subordinando el interés


individual a los intereses sociales, mediante el rediseño de instituciones que
respondan a este compromiso.
• Un Estado promotor y protagonista del desarrollo nacional, mediante su activa
participación en la producción y el comercio de sectores estratégicos que
garanticen la acumulación interna, al mismo tiempo que proteja y aliente la
innovación y la expansión de la producción en el resto de los sectores
productivos, en los cuales los pequeños productores son los mayores
generadores de empleo e ingresos y requieren del apoyo estatal para modificar
su productividad e introducirse ventajosamente en los mercados internos y
externos, a fin de que el empleo e ingresos sean estables y dignos. En otras
palabras, un Estado cuya función de acumulación (interna) y legitimación esté
identificada con los pequeños productores y con los pequeños empresarios,
sectores económicos excluidos históricamente.
• Un Estado que controla el excedente económico de sectores estratégicos
(hidrocarburos, minería, electricidad, entre otros) y que crea mecanismos y
canales de transferencia de recursos económicos hacia sectores generadores
de empleo e ingresos (sector agropecuario, sector industrial manufacturero,
entre otros). Dichos canales (marco institucional), por un lado, deben
garantizar la transferencia transparente de recursos económicos; por otro,
garantizar el buen uso de los recursos económicos en los sectores receptores.
• Un Estado democrático, que: 1) tiene una estructura de poder que permite que
los sectores marginados y excluidos históricamente estén presentes en las
decisiones de políticas públicas (incluidas su gestión) y en las decisiones del
Estado en su conjunto; 2) establece mecanismos para la democratización de
la propiedad, que le permitan al Estado y a la sociedad participar activamente
en la economía, generar riqueza y acceder a nuevos mercados y a los flujos
económicos restringidos y controlados por los grupos de poder acostumbrados
al usufructo del patrimonio estatal; 3) establece mecanismos para favorecer
una distribución más democrática del ingreso, la tierra y de la riqueza en
general; 4) establece canales para el acceso abierto al conocimiento, a los
servicios estatales, sociales y productivos.

33
César Romero Padilla

• Un Estado comprometido con el uso sostenible de los recursos naturales y el


cuidado del ambiente, que por lo tanto juegue un rol importante en la
definición de políticas ambientales.
Consecuentemente, los anteriores elementos teórico-metodológicos (que
implica también una adecuación de la integración de los enfoques CGM y ACV a
la realidad de los sectores económicos de Bolivia), se constituyen en la novedad
científica del presente trabajo de investigación. Estas bases teórico-metodológicas
para explorar una política sectorial sostenible se diferencian de las que
comúnmente se han utilizado en América Latina y en Bolivia.

5. coNSIdERacIoNES fINaLES
En el presente documento se ha abordado la política sectorial dentro la teoría
económica para identificar políticas públicas finalistas, políticas públicas
instrumentales y políticas públicas estructurales, orientadas al diseño de políticas
sectoriales sostenibles. En este proceso, la exposición de los elementos medulares
de los enfoques CGM y ACV, y su respectiva integración, se han constituido en la
base para la exploración de elementos teórico-metodológicos para el planteamiento
de políticas públicas finalistas, políticas públicas instrumentales y políticas públicas
estructurales, en los ámbitos económico, social y ambiental, dirigidos a diferentes
sectores de la economía boliviana, donde el bienestar del sujeto social es el objetivo
final. Por tanto, el que las políticas públicas, por un lado, abarquen las dimensiones
económica, social y ambiental; por otro, que se los esboce en función al bienestar
del sujeto social, le puede dar un carácter sostenible a las políticas públicas
sectoriales.
Los elementos teórico-metodológicos para explorar políticas sectoriales
sostenibles en los diferentes sectores económicos de nuestro país, suponen una
nueva concepción del Estado, cuyas bases sean: un poder originado en sectores
marginados y excluidos históricamente; el bienestar colectivo; ser protagonista del
desarrollo; controlar el excedente económico y transferir a sectores generadores
de empleo e ingresos; la democratización de la estructura de poder, de la propiedad,
el ingreso, la tierra y la riqueza en general; el compromiso con el uso sostenible
de recursos naturales y el cuidado del ambiente.

34
Elementos Teórico-Metodológicos para explorar Políticas Sectoriales Sostenibles en Bolivia

Finalmente, sobre la definición y ubicación metodológica de la política


sectorial dentro la teoría económica, en tanto que ello responde, por un lado, al
estado del arte sobre políticas públicas y políticas económicas; por otro, a la
necesidad de resolver problemas económicos, sociales y ambientales de sectores
económicos específicos buscando mejorar el bienestar del sujeto social, se
recomienda socializar e internalizar la redefinición y ubicación metodológica de
la política sectorial planteada en el presente documento en instancias públicas y
sobre todo a nivel de los hacedores y tomadores de decisiones de políticas públicas.
De esta manera, por un lado, se podrá promover la necesaria vinculación de la
Academia (Universidades) con el Estado en beneficio de la Sociedad; por otro
lado, se considerará la pertinencia de la integración de los enfoques CGM-ACV y
la integración de éstos con la política sectorial, como soporte teórico-metodológico
para la exploración de políticas públicas sectoriales sostenibles.

35
César Romero Padilla

REfERENcIaS bIbLIoGRÁfIcaS

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42
BREVE DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DEL
SISTEMA URBANO DE BOLIVIA
Nelson T. Manzano*

RESUMEN
El presente artículo tiene como objetivo describir y analizar brevemente
algunos de los principales rasgos del sistema urbano de Bolivia,
proponiendo una clasificación a partir de la utilización de un conjunto de
categorías poblacionales más o menos consensuadas en los ámbitos
académico e institucional, proceso que se complementa con la aplicación
de ciertos modelos y herramientas de análisis urbano donde resaltan los
índices de primacía y la relación rango-tamaño, pero además, el diseño
de una propuesta de caracterización locacional y funcional del sistema
urbano.

Palabras clave: Urbanización, Sistema Urbano, Primacía Urbana.

*
Economista. Doctor en Estudios Urbanos y Ambientales por El Colegio de México (COLMEX) y
docente-investigador del Instituto de Estudios Sociales y Económicos (IESE) de la UMSS.

43
44
INtRodUccIóN
El proceso de urbanización de los países latinoamericanos se caracterizó -por
lo menos hasta finales de la década de los setenta- por su ritmo acelerado y aunque
estuvo asociado a múltiples factores, resalta su relación con dos principales
fenómenos a) la concentración de las actividades económico-productivas,
inicialmente propiciada por la aplicación de modelos de desarrollo basados en la
ampliación del mercado interno (industrialización por sustitución de
importaciones); y b) la modernización de las relaciones capitalistas en el campo y
la disolución parcial de las economías agrarias tradicionales, que a su turno
influenciaron en los procesos de éxodo rural y reforzamiento de la concentración
urbana (Ledo, 1999 y Pinto da Cunha, 2002). En este contexto, a pesar de la
evidente desaceleración del crecimiento demográfico de América Latina durante
el último cuarto siglo, su población urbana continúo creciendo a tasas superiores
al promedio mundial, hasta llegar a representar 78% de la población total en 2005
(es decir una población urbana de aproximadamente 430 millones de habitantes).
Esta tendencia se verifica a partir de datos del periodo 1980-2005 donde el
componente urbano de América Latina se incrementó del 65 al 78%,
manteniéndola como la región más urbanizada del mundo (CEPAL, 2005 y
Bárcena, 2001).
En el caso de Bolivia, aún cuando tiene uno de los más bajos niveles de
urbanización de América Latina, es interesante observar que en lo que va del último
cuarto siglo (1980-2005) la proporción de su población urbana (constituido por los
centros poblados con más de 2,000 habitantes) se incrementó en veintidós puntos
porcentuales, del 44.5% al 66.5%, dinamismo que puede comprobarse con datos
del quinquenio 2000-2005, que demuestra que su crecimiento urbano fue
visiblemente superior al promedio de América Latina, razón por la cual se convierte
en uno de los países con mayor crecimiento urbano de la región (CEPAL, 2005).
En este marco, el presente artículo intenta describir y analizar las características
esenciales del proceso de urbanización de Bolivia para el periodo 1950-2001,
haciendo hincapié en las tendencias de cambio demográfico y las lógicas de
distribución espacial (locacional) y funcional, que dan como resultado la
conformación del sistema urbano nacional.

45
Nelson T. Manzano

1. EL SIStEMa URbaNo NacIoNaL


Según el Instituto Nacional de Estadística, la población urbana de Bolivia en
1950 fue de 1,925,840 habitantes, que se incrementó para el 2001 a 5,165,882
habitantes, aumentando su participación en el ámbito nacional de 41.7 al 62.4%. El
denominado sistema urbano nacional está conformado por el conjunto de centros
poblados con más de de 2,000 habitantes, definición urbana establecida para efectos
de planificación por el Instituto Nacional de Estadística1. La citada dimensión urbana,
es una cifra que no tiene en sí un justificativo teórico y se basa fundamentalmente en
la necesidad de adoptar un parámetro o criterio cuantitativo que permita medir, analizar
y comparar el componente urbano tanto en el contexto nacional como internacional.
Tal cual se muestra en el cuadro No 1, el 2001 las diez mayores ciudades de
Bolivia o más propiamente las diez mayores urbes (considerando como un solo
ente urbano a cada una de las tres áreas metropolitanas: La Paz, Cochabamba y
Santa Cruz), fueron por orden de importancia: La Paz, Santa Cruz de la Sierra,
Cochabamba, Oruro, Sucre, Tarija, Potosí, Montero, Trinidad y Yacuiba, las siete
primeras, capitales de los departamentos del mismo nombre, una de ellas (Trinidad)
capital del departamento del Beni y dos de ellas (Montero y Yacuiba) que no son
capitales de departamento.

1
Instituto Nacional de Estadística, Bolivia: Distribución de la población, La Paz, INE, 2003.

46
Breve descripción y análisis del Sistema Urbano de Bolivia

2. cRItERIoS paRa catEGoRIZacIóN URbaNa


A la fecha no existe en Bolivia una clasificación oficial de ciudades según
tamaño poblacional. No obstante, existen algunas propuestas de clasificación
elaboradas por instituciones gubernamentales tales como el Viceministerio de
Desarrollo Urbano y Vivienda (VDUV, 1998), el Ministerio de Desarrollo
Sostenible y Planificación (MDSP, 2002a), el Consejo de Población para el
Desarrollo Sostenible (CODEPO, 2002) y el Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD, 2004a), donde se establecen determinados rangos
poblacionales para efectos de análisis. No obstante, las citadas propuestas de
clasificación urbana se caracterizan porque en general utilizan cuatro principales
categorías de ciudades: ciudades mayores, ciudades intermedias, ciudades menores
y centros urbanos pequeños.
Aunque, al igual que en el caso de la dimensión urbana, en ninguna de estas
propuestas se establecen claramente los criterios asumidos y se caracterizan porque
conciben a las ciudades mayores (también denominadas ciudades principales)
como aquellos centros urbanos cuya población está por encima de los 50,000
habitantes (VDHV, 1998 y PNUD, 2004a) y 100,000 habitantes (MDSP, 2002a y
CONAPO, 2002); por su parte, las ciudades intermedias (también denominadas
ciudades secundarias) son aquellas que tienen una población que fluctúa entre los
10,000 y 100,000 habitantes (PNUD, 2004a), entre 20,000 y 50,000 habitantes
(VDHV, 1998), entre 50,000 y 100,000 habitantes (MDSPa, 2002) y entre 20,000
y 100,000 habitantes (CONAPO, 2002). En lo que respecta a las ciudades menores
las citadas propuestas las enmarcan en general en el rango de los 10,000 y 50,000
habitantes y finalmente los centros poblados pequeños, son concebidos como
aquellos centros urbanos con poblaciones de entre 2,000 y 10,000 habitantes.
Lamentablemente en ninguna de estas clasificaciones toma en cuenta la categoría
metropolitana, debido a la no existencia de una medición comúnmente aceptada
para esta categoría.
En este marco, aún cuando es evidente la heterogeneidad de clasificaciones
urbanas, se pueden observar ciertas coincidencias, entre las que sobresale el hecho
de que todas ellas asumen el criterio de definir a las ciudades mayores o principales
como aquellas que tienen más de 50,000 habitantes. También coinciden en el
criterio de definir a las ciudades pequeñas en un rango de 2,000 a 5,000 habitantes.

47
Nelson T. Manzano

Sin embargo, las dimensiones de las ciudades intermedias y menores -como


normalmente ocurre en la mayoría de los países- son las que incorporan los
mayores disensos, razón por la cual las citadas propuestas de clasificación urbana
las localizan en un rango amplio que fluctúa entre los 5,000 a 100,000 habitantes
(cuadro No 2).
El rango poblacional correspondiente a los centros urbanos intermedios es el
más variable en el contexto internacional debido a que normalmente se los define
en relación a la población nacional (es decir, en tanto medida relativa)2, razón por
la cual en países con elevada población está normalmente constituida por ciudades
con más de 50,000 e incluso más de 100,000 habitantes3, en tanto que en países
con poblaciones pequeñas -como es el caso de Bolivia- normalmente está por
debajo de los 50,000 habitantes.
No obstante, dada la necesidad de contar con una clasificación única para
efectos de la presente investigación, es necesario elaborar una categorización
urbana propia que permita rescatar las principales coincidencias de las anteriores
propuestas pero además sea funcional con los objetivos de la presente
investigación, es decir que introduzca la categoría metropolitana. Para este efecto
se plantea la siguiente clasificación urbana según tamaño poblacional:

Categoría Rango poblacional


Metrópolis > de 500,000 de habs.
Ciudades Grandes 100,001 a 500,000 habs.
Ciudades Intermedias 20,001 a 100,000 habs.
Ciudades Pequeñas 2,001 a 20,000 habs.

2
Ver al respecto el estudio realizado por Ruíz (2005) donde se muestra las notables diferencias que
existen en la definición del rango poblacional de las ciudades intermedias en el ámbito internacional,
que fluctúa en un rango amplio de 12,000 a 750,000 habitantes. En China por ejemplo las ciudades
intermedias son aquellas que tienen entre 250,000 a 750,000 habitantes, en tanto que en Guatemala este
rango es de 12,000 a 50,000 habitantes.
3
Ver al respecto Pinto da Cunha (2002), Rodríguez y Villa (1998) y CEPAL (1997). Para el caso de
México ver Ruíz (2006), Garza (2005a) y Unikel et al (1976) y donde se define como centro urbano a
las poblaciones de más de 15,000 habitantes.

48
Breve descripción y análisis del Sistema Urbano de Bolivia

49
Nelson T. Manzano

En esta propuesta, la primera categoría incorpora la posibilidad de analizar el


comportamiento demográfico de los ámbitos metropolitanos4 (también
denominados como conurbaciones)5 y la segunda el comportamiento de las
restantes ciudades capitales de departamento. Por su parte la categoría de ciudades
intermedias es un delimitación demográfica útil para el análisis de aquellos centros
poblados que aunque no son capitales de departamento son núcleos receptivos de
importantes procesos de dinámica subregional y finalmente la categoría de
ciudades pequeñas permitiría el análisis de ciudades o centros urbanos cuyos
procesos de dinamismo son estrictamente de carácter local.

3. EL SIStEMa JERaRqUIZado dE cIUdadES


Si suponemos que un conglomerado urbano de más de medio millón de
habitantes es considerado en Bolivia como una metrópolis, según información del
INE en 1976 existía una sola metrópoli (la ciudad de La Paz)6, aunque hasta 1992
ya se habían consolidado tres metrópolis: las correspondientes a las ciudades de
La Paz, Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba, que dada la población de las
subsiguientes ciudades, se espera que se mantengan por mucho tiempo como las
únicas metrópolis de Bolivia. Por su parte, en lo que corresponde a la categoría de
ciudades grandes se observa que su número casi no varió entre 1976 y 2001 pues
aumentaron de 3 a 4 y estuvieron conformadas este último año por cuatro de las
seis restantes capitales de departamento no metropolitanas (Oruro, Sucre, Tarija y
Potosí)7. En lo que corresponde a las ciudades intermedias que para 2001 fueron
11, se aprecia que están conformadas principalmente por ciudades localizadas en
la región oriental (6 ciudades) dos de las cuales son capitales de departamento

4
Aunque a la fecha no hay consenso en Bolivia respecto a la definición de este tipo de ámbitos urbanos,
los escasos estudios sobre este tema coinciden en establecer que actualmente existen tres centros urbanos
de estas características, que son: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra (Blanes, 2006 y
Benavides, 2006).
5
Una institución que aplica este criterio es el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ver al respecto
(INE, 2003a) donde se hace referencia a las conurbaciones de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz de la
Sierra.
6
Conurbación La Paz-El Alto.
7
Las nueve capitales de departamento son las ciudades de La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí, Tarija
(capitales de los departamentos del mismo nombre) y Santa Cruz de la Sierra, Sucre, Trinidad y Cobija
(capitales de los departamentos de Santa Cruz, Chuquisaca, Beni y Pando, respectivamente).

50
Breve descripción y análisis del Sistema Urbano de Bolivia

(Trinidad y Cobija), finalmente las ciudades pequeñas muestran una gama amplia
donde sin embargo se aprecia como rasgo distintivo su visible incremento, pues
aumentaron de 50 a 120 entre 1976 y 2001.
En términos de cambios de posición en la lista jerarquizada de ciudades
(periodo 1976-2001) se concluye que los principales movimientos tienen relación
con ciudades de las categorías medias y pequeñas, pues las ciudades metropolitanas
prácticamente no cambiaron su posición desde 1992 (manteniendo el orden de
jerarquía La Paz, Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba, respectivamente) y en
las grandes ciudades tan solo la ciudad de Tarija mejoró su posición en detrimento
de la ciudad de Potosí.
En el Cuadro No 3 se presentan los datos agrupados de desempeño de estas
categorías poblacionales donde se observa el acelerado proceso de urbanización
que registró la población boliviana entre 1976 y 2001 pues su grado de
urbanización aumento en aproximadamente veinte puntos porcentuales, del 42 al
62%, proceso que se verifica con los también altos niveles de tasas de urbanización,
que para los periodos 1976-1992 y 1992-2001 tuvieron un valor de 1.00 y 0.52
respectivamente. En este marco, se observa que la distribución de la población
según la categorización propuesta muestra que las metrópolis (con poblaciones
mayores a los 500,000 habitantes) pertenecía solo una ciudad en 1976 número que
aumentó a tres para el 2001. En términos poblacionales esta categoría fue con
mucho la de mayor dinamismo debido a que prácticamente duplicó su participación
respecto a la población urbana total del 33 al 66% entre 1976 y 2001 con un
incremento absoluto que 635,238 a 3,442,368 habitantes.
Respecto a la categoría de ciudades grandes (aquellas con poblaciones de entre
100,000 y 500,000 habitantes) se observa que fueron las de menor dinamismo pues
entre 1976 y 2001 disminuyeron su participación en el total urbano del 32 al 13%
aumentando levemente su población absoluta de 625,957 a 663,855 y su número
de ciudades de tres a cuatro. En una situación diferente se encuentran las ciudades
intermedias y pequeñas que fueron conjuntamente las metrópolis las categorías
urbanas de mayor dinamismo, pues aun cuando entre 1976 y 2001 disminuyeron
su participación en el total de la población urbana del 13 al 9% y del 21 al 12%
respectivamente, incrementaron notoriamente sus poblaciones absolutas de
259,337 a 459,252 en el primer caso y de 405,308 a 627,313 en el segundo.

51
Nelson T. Manzano

52
Breve descripción y análisis del Sistema Urbano de Bolivia

Por ello, sus contracciones en términos relativos no son resultado de una falta de
dinamismo sino que se deben a la cada vez mayor participación demográfica de las
metrópolis y las ciudades grandes en el total de la población urbana. Las tasas anuales
de crecimiento de las metrópolis, las ciudades grandes, las intermedias y las pequeñas
para el periodo 1976-2001 fueron 6.73, 0.24, 2.29 y 1.75%, respectivamente, lo que
confirma el magnífico desempeño en términos demográficos que tuvieron los
ámbitos metropolitanos seguidos por las ciudades intermedias aunque con niveles
bastante menores. Por su parte, las tasas de crecimiento anual de las ciudades grandes
y pequeñas estuvieron muy por debajo de los promedios nacional y urbano para el
mismo periodo8 (2.34 y 3.95%, respectivamente).
El Mapa No 1 presenta la distribución espacial del sistema urbano para el 2001
de acuerdo a la clasificación adoptada en el que se aprecia la existencia de una
relativamente buena cobertura urbana en el contexto nacional principalmente en
los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, cuyas ciudades capital
conforman el eje urbano principal. También se observa que las ciudades capitales
de departamento mantienen su importancia histórica, principalmente las localizadas
en el occidente del país. Se evidencia paralelamente la existencia de una interesante
dinámica poblacional de centros urbanos intermedios y pequeños localizados
principalmente en los departamentos de Potosí, Tarija, Santa Cruz y el Beni. Las
zonas menos pobladas son, como era de esperar, las tierras bajas de selva tropical
(gran parte de los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando) y el altiplano (gran
parte de los departamentos de Potosí y Oruro). Finalmente es clara la emergencia
de un conjunto importante de centros urbanos pequeños e intermedios en las franjas
fronterizas, principalmente aquellas que colindan con las repúblicas de Brasil y
Argentina.
Respecto a la preponderancia urbana, la confección del denominado Índice
de Primacía Urbana, IPU (Cuadro No 4 y Gráfico No 1) permite observar que los
niveles de primacía de la ciudad principal (ciudad de La Paz) disminuyó en forma
continua desde 1950. Para este efecto se analizó la importancia de la población de
la citada metrópoli respecto a la población de la segunda ciudad, respecto a la suma
de las dos siguientes, de las tres siguientes y respecto a la población urbana.

8
No obstante, es importante no perder de vista que en el caso de las ciudades grandes su bajo desempeño
dinámico está directamente influenciado por su continua transformación a metrópolis.

53
Nelson T. Manzano

54
Breve descripción y análisis del Sistema Urbano de Bolivia

Los resultados mostraron que el IPU disminuyó en todos los casos para el periodo
1976-2001, pero principalmente en el primero, es decir, la población de la ciudad
de La Paz respecto a la población de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, cuyo
índice disminuyó de 2.37 a 1.23 (48% de contracción relativa).

55
Nelson T. Manzano

La primacía urbana de la ciudad de La Paz respecto a las dos siguientes


ciudades (Santa Cruz y Cochabamba) registró también una contracción durante el
periodo 1976-2001 aunque en magnitud menor, pues disminuyó de 1.51 a 0.78 (41%
de contracción relativa), tendencia que se verifica para el caso del IPU de la ciudad
de La Paz respecto a las tres ciudades siguientes. El único índice de primacía que
se mantuvo más o menos constante fue el referido a la relación de la población de
la ciudad de La Paz con la población urbana (de 0.33 en 1976 a 1.28 el 2001). Esto
anterior muestra la existencia de una tendencia marcada hacia el equilibrio urbano
entre las dos principales ámbitos metropolitanos de Bolivia (las ciudades de La Paz
y Santa Cruz de la Sierra) seguidos muy de cerca por la ciudad de Cochabamba,
aspecto que en ausencia de otros centros urbanos con población similar, permite
vislumbrar la consolidación del actual sistema urbano tri-polar (polinuclear) para
los próximos años, con índices de primacía muy cercanos a -19.
Finalmente en el Cuadro No 5 con base en los datos del sistema urbano de los
periodos 1976, 1992 y 2001 se presenta un ejercicio de aplicación de la regla
Rango-Tamaño para efectos de verificar la relación que existe entre el tamaño
poblacional y su jerarquía (lugar o posición que le corresponde en sistema urbano).
Al respecto se puede observar que la relación entre estas dos variables dista mucho
de comportarse tal cual lo describe la famosa Ley de Zipf10 que supone la existencia
de un coeficiente β (pendiente de la función lineal entre los niveles poblacionales
y sus respectivos rangos) muy próximo a -1 (pendiente negativa). En el citado
ejercicio se calcula el valor de este coeficiente para el sistema urbano nacional
durante los periodos 1976, 1992 y 2001, dando como resultado valores β de -1.27,
-1.36 y -1.30 respectivamente11, con una desviación típica bastante pequeña.
El hecho de que los coeficientes β sean superiores a la unidad (en términos
absolutos) puede deberse a varias razones, pero principalmente es resultado de la
alta preponderancia de las metrópolis en la estructura demográfica nacional, pues

9
Una descripción y análisis de las primacías urbanas de América Latina ver Pinto da Cunha (2002) donde
se evidencia que Bolivia tiene uno de los menores Indices de Primacía de América Latina.
10
La propuesta de (Zipf, 1949), ajustada en términos logarítmicos se presenta como: Log Pi = Log A – β
Log Ri, donde Pi es la población de la ciudad i, β es la pendiente de la función y Ri es el rango de la
ciudad i.
11
Para el caso de México, Ruiz (2005) calcula para los años 1940, 1970 y 2000, que los valores del
coeficiente β son -1.049, -1.105 y -1.192, respectivamente.

56
Breve descripción y análisis del Sistema Urbano de Bolivia

incorporan poblaciones visiblemente mayores que las correspondientes a sus


jerarquías (posiciones situadas por encima de la línea de 45º que representa un
coeficiente β = -1), tal cual se aprecia en el Gráfico No 2, donde se expone la relación
Rango-Tamaño para el sistema urbano nacional del 2001. Las ciudades grandes,
por su parte, tienen poblaciones que coinciden en promedio con sus jerarquías. No
obstante, las ciudades intermedias y las pequeñas registran en su gran mayoría
poblaciones menores a sus correspondientes jerarquías, lo que se refleja en sus
posiciones situadas casi todas, por debajo de la línea de referencia de 45º.

57
Nelson T. Manzano

El análisis de la regla Rango-Tamaño permite observar que si bien no existe


una alta primacía de la metrópolis principal, en conjunto la población de las
ciudades metropolitanas muestra una tendencia marcada de preponderancia
respecto a las demás categorías urbanas, fenómeno que alcanza su mayor valor
para 1992 (β = -1.36), debido a las notoriamente altas tasas de crecimiento
metropolitano registrado entre 1976 y 1992, y disminuye para el 2001 (β = -1.30)
conforme a la presencia de una moderación en el crecimiento demográfico
metropolitano (cuadro No 6), pero también de las denominadas ciudades
intermedias, que durante el periodo 1976-1992 registraron sus mayores
desempeños demográficos del último medio siglo.

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Breve descripción y análisis del Sistema Urbano de Bolivia

4. caRactERíStIcaS LocacIoNaLES y fUNcIoNaLES dEL


SIStEMa URbaNo
La distribución espacial del sistema de ciudades y sus pesos demográficos
pueden ser analizados a partir de las características locacionales y funcionales
que tienen, asociadas a su vez a condicionamientos de carácter histórico (por
ejemplo la elección de un lugar como capital político-administrativa de cierto
nivel de gobierno), pero también a la dotación de recursos naturales de un
determinado entorno espacial12 así como la presencia y calidad de la
infraestructura vial. Para efectos de aplicar estos criterios de clasificación, se
hace uso de la propuesta elaborada por Laserna (2005) y Laserna et al (2000)
donde se agrupa a las ciudades en cinco categorías: ciudades metropolitanas,
ciudades capitales de departamento o centros político-administrativos sub-
nacionales, ciudades de ampliación del mercado interno o centros económicos
sub-regionales, ciudades de frontera (conformada por los centros urbanos
emplazados en zonas limítrofes con países vecinos cuya principal actividad es
la comercial) y ciudades de enclave (conformada por aquellos centros urbanos
localizados en zonas de especial dotación de yacimientos mineros e
hidrocarburíferos, que por lo mismo condicionan su especialización en
actividades de extracción para exportación.
En el Cuadro No 7 se describen los resultados de la aplicación de la citada
categorización al sistema nacional de ciudades del 2001 -extraídos de Manzano
(2010)- donde junto a las citadas tres ciudades metropolitanas (La Paz, Cochabamba
y Santa Cruz de la Sierra) con una población de 3,442,368 habs., aparecen seis
ciudades capitales de departamento con una población de 760,215 habs., 118
ciudades de ampliación del mercado interno en las que viven 693,171 personas13,
siete ciudades localizadas en zonas fronterizas con una población de 240,452 habs.14
y finalmente cuatro ciudades de enclave con una población de 56,582 habs.15.

12
Para un interesante análisis sobre los condicionamientos geográficos del desarrollo ver Morales (2000)
y Urquiola et al. (1999).
13
A esta categoría pertenecen por ejemplo las ciudades de Montero, Uyuni, Patacamaya, Rurrenabaque
y Punata.
14
A esta categoría pertenecen por ejemplo las ciudades de Yacuiba, Riberalta, Puerto Suárez, Villazón y
Bermejo.
15
A esta categoría pertenecen las ciudades de Camiri, Huanuni, Siglo XX y Uncía.

59
Nelson T. Manzano

El Mapa No 2 muestra, no obstante, que más allá de la importancia


demográfica de las metrópolis de Bolivia, resalta el hecho de que aún cuando es
extendida presencia de ciudades pequeñas que viven de actividades ligadas al
desarrollo de los mercados internos, la gran mayoría de ellas están localizadas en
los alrededores de las citadas tres metrópolis, fenómeno que muestra la notable
influencia que tienen los ámbitos metropolitanos en la localización y dinámica de
los demás centros urbanos del contexto regional.

a MaNERa dE coNcLUSIóN
El presente artículo estuvo enfocado a describir y analizar brevemente algunos
de los principales rasgos del sistema urbano de Bolivia, proponiendo una
clasificación a partir de la utilización de un conjunto de categorías poblacionales
más o menos consensuadas en los ámbitos académico e institucional, proceso que
se complementa con la aplicación de ciertos modelos y herramientas de análisis
urbano donde resaltan los índices de primacía y la relación rango-tamaño, pero
además el diseño de una propuesta de caracterización locacional y funcional del
sistema urbano. Sin embargo, por su naturaleza, la investigación adquiere un
evidente carácter exploratorio, por lo que debe ser necesariamente complementada
con nuevos estudios, que indaguen sobre la validez de sus resultados, pero sobre
todo, aporten con la aplicación de más afinados modelos analíticos que utilicen
información -que se espera, sea también- más actualizada.

60
Breve descripción y análisis del Sistema Urbano de Bolivia

61
Nelson T. Manzano

bIbLIoGRafía coNSULtada
Bárcena, A. (2001), “Evolución de la urbanización en América Latina y el Caribe en la década
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Nelson T. Manzano
aNExo EStadIStIco

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LA PLANIFICACIÓN URBANA ECONÓMICA
ANTE LOS RETOS DE LAS POLÍTICAS
PÚBLICAS: EL CASO DEL MUNICIPIO DE COCHABAMBA
L. Pablo Cuba Rojas1

RESUMEN:
Cochabamba es el escenario donde se sintetizan gran parte de los procesos
políticos, sociales y económicos del país, no solo por su ubicación en el
centro geográfico y de las comunicaciones de Bolivia sino también por ser
el espacio donde concurren e interactúan las diversidades de la nación
Boliviana.
A partir de ese hecho, la gestión municipal del Cercado desde los años
90 estuvo orientada por un modelo de gestión estructurado para edificar
liderazgos de tipo político y electoral, sobre la base de la construcción de
‘obras estrella’ de gran impacto urbano (y electoral) que movilizaban la
aceptación ciudadana por una valoración ilusoria de progreso y
modernización de la ciudad.
En este artículo revisaremos los factores que han complejizado o han
profundizado estas relaciones desde la teoría del valor y cuadros de
mando, y las potencialidades para “suscribir” el cambio en el ámbito
municipal.
Palabras Clave: Gestión municipal, Políticas públicas, Gobernabilidad

1
Economista, Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Mayor de San Simón
e Investigador Asociado del Instituto de Estudios Sociales y Económicos (IESE) Bolivia Teléfono 591-
4-4542261, e-mail: [email protected]

69
70
INtRodUccIóN
Este artículo resume los resultados de un estudio, que se realizó entre julio
2008 y abril 2009, para diseñar el Plan Estratégico Institucional del Municipio de
Cochabamba con apoyo del Servicio de Cooperación Holandesa (SNV) y donde
se buscó establecer una valoración sobre los énfasis que se están imprimiendo en
la gestión municipal desde la perspectiva de los ‘Procesos Sustantivos’ es decir
aquellos que generan el ‘valor’ de la gestión municipal de cara a la sociedad civil
y los factores internos y externos que se constituyen en barreras, debilidades o
impulsores y fortalezas de la gestión.
Los procesos de gestión sustantivos, representan el encadenamiento de acciones
y procesos que ‘funcionando’ de manera secuencial y sistémica, generan la ‘propuesta
de valor‘ para la sociedad civil, aproximando la gestión al cumplimiento de la visión,
misión y mandatos establecidos para el Gobierno Municipal.
Los objetivos específicos del estudio fueron:
1) Identificar los procesos sustantivos que son centro de atención de la gestión
institucional y una valoración de cuanto contribuyen a la misión que tiene la
alcaldía como mandato.
2) Identificar ‘la imagen’ objetivo que se busca con la gestión institucional, vista
desde cuatro perspectivas: (i) La perspectiva de la sociedad y sus demandas,
(ii) la perspectiva económica financiera de la institución, (iii) la perspectiva
de los procesos internos de funcionamiento y (iv) las condiciones de
conocimientos, tecnología y desarrollo institucional.
3) Identificar los factores internos, que por una parte ‘impiden, son debilidades
o son barrera’ para lograr el desempeño de la gestión en las cuatro perspectivas
señaladas y los factores internos que ‘impulsan, son fortalezas o promueven’
el desempeño de la gestión.
4) Identificar los factores externos, que por una parte ‘impiden, son amenazas o
son barrera’ para lograr el desempeño de la gestión en las cuatro perspectivas
señaladas y los factores externos que ‘impulsan, son oportunidades o
promueven’ el desempeño de la gestión en esas cuatro perspectivas.

71
Pablo Cuba Rojas

Es así, que las diferencias y la diversidad social al interior del municipio,


configuran los problemas de la ciudad, que tienen que ver con la presencia de los
‘nuevos actores sociales que se contrastan con el sistema de poder ‘tradicional
citadino’ de Cochabamba. Es justamente en ésta nueva constelación de fuerzas, en
la que radica la complejidad de la gestión y de la gobernabilidad municipal.
Algunos de los aspectos centrales del estudio se intentan sintetizar en los
siguientes puntos, con la finalidad de que sean útiles para la reflexión académica
y el diseño de políticas públicas.

2. SItUacIóN dE coNtExto EN EL ENtoRNo dE La GEStIóN


MUNIcIpaL
La caracterización del contexto de la gestión municipal –del entorno- que se
ha realizado, hace énfasis en los aspectos que tienen una connotación más bien
política que técnica. Así se enfatizan los aspectos sociales y paradigmáticos antes
que los aspectos objetivos como podrían ser los aspectos urbanísticos, físicos
naturales, los espaciales, los productivos, entre otros.
Esto se debe a que justamente es necesario obtener y mantener el enfoque
‘estratégico’ en la lectura del contexto, que está principalmente movilizado por
‘factores políticos’ presentes en los imaginarios de los actores del desarrollo
municipal, con mucha mayor preponderancia que los factores objetivos.
En 2004 el informe de desarrollo humano del PNUD, señalaba que el
municipio de Cochabamba tenía el Índice de Desarrollo Humano más alto del país.
Este primer aspecto, denotó por una parte los avances que el municipio había
logrado en términos de la inversión pública proveniente de las entidades locales
de desarrollo (Prefectura y Alcaldía) pero también implicaba, el reto de mantener
los niveles de calidad de vida que se expresaban en dicho indicador. Mas tarde
para el 2006, según la misma fuente (PNUD2) el mal estado de la infraestructura
educativa, la falta de programas de salud, la inexistencia de un plan habitacional y
las denuncias de corrupción fueron las principales causas para que el municipio
de Cercado haya perdido su privilegiado primer lugar en el índice de desarrollo

2
Informe sobre Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD)
de 2006.

72
La Planificación Urbana Económica ante los retos de las Políticas Públicas

humano, tras ocho años de haberlo sostenido y liderado entre los 327 municipios
del país3.
Otro aspecto importante se refiere al de la migración. Según datos del Consejo
de Población para el Desarrollo Sostenible (CODEPO; 2004), la provincia Cercado
de Cochabamba, recibe un total de 41.572 habitantes por año mayoritariamente de
otras provincias. Según informa el estudio el mayor flujo migratorio es de la
provincia Murillo de La Paz (20% del total), le sigue Cercado del departamento
de Oruro, Andrés Ibáñez de Santa Cruz y Tomás Frías de Potosí. Por otra parte, la
provincia expulsa alrededor de 44.308 personas que se van principalmente a la
provincia de Andrés Ibáñez de Santa Cruz, a la provincia Murillo de La Paz y a la
provincia Quillacollo de Cochabamba.
Los dos aspectos señalados, dan una clara muestra de que la dinámica
demográfica poblacional en el Municipio de Cercado, por una parte está altamente
influenciada por la presión que se genera sobre las ‘condiciones de vida’ de las
familias (servicios básicos, vivienda, uso del suelo, ocupación del territorio) a partir
de la ‘alta movilidad’ poblacional de los habitantes (inmigrante y emigrantes). Por
otra parte, está altamente ligada a las ‘expectativas’ cambiantes de la población
que conlleva valores y visiones diversas del bienestar y el desarrollo4.

3. SItUacIóN actUaL EN La GEStIóN poLítIca y EStRatÉGIca


dEL dESaRRoLLo MUNIcIpaL
En la actualidad, desde la perspectiva del ‘Valor’ que aporta la gestión
municipal al Desarrollo del Cercado –la gestión del desarrollo-, la imagen del
desempeño de la Alcaldía presenta los siguientes rasgos5:

3
Fuente: periódico Los Tiempos; abril de 2007.
4
La Cumbre Social de las Organizaciones Sociales de la zona sur de la ciudad de Cochabamba, realizada
el 17 de noviembre de 2007, ha hecho eco de sus voces sobre la marginación y exclusión en que viven
cerca del 50 % de habitantes de todo el Municipio de Cercado. Los temas analizados han sido; la falta
de programación de obras en la zona sur (servicios básicos), la falta de participación en la elaboración
del Plan de Desarrollo Municipal (PDM) y análisis de la situación nacional, que refleja un estancamiento
en la Asamblea Constituyente debido a que desde las organizaciones sociales se han bajado la guardia.
En ese escenario es importante la incorporación masiva de las organizaciones sociales en la vida política
para decidir sobre la situación del país. BOL PRESS; http://www.bolpress.com/art.
5
Ver también los Resultados del Estudio sobre el Plan Estratégico Institucional (2008)

73
Pablo Cuba Rojas

Factores negativos o debilidades.


• Énfasis en un ‘liderazgo transaccional’; con proyectos dispersos resultado de
un estilo de gestión tradicional, que responde a ‘condescendencias políticas’
con sus contrapartes -sociedad civil y actores de poder- y que se expresa en
medidas normativas y proyectos dispersos que no muestran consistencia con
una ‘ideología del desarrollo’.
• Un liderazgo con baja capacidad de planificación; la imagen de la gestión
refleja la falta de planificación estratégica, la improvisación en las decisiones,
acciones y falta de anticipación que se expresa en muchas obras dispersas; en
escuelas y postas sin proyectos y pocos proyectos sin plan marco, que no
responden a políticas concretas.
• Una gestión conflictiva en lo político; con déficit en participación de la
comunidad y alineación con el legislativo municipal –Concejo-, que se
constituye en barrera para las decisiones de mediano plazo en cuanto a las
acciones del desarrollo de municipio.
• Un liderazgo gobernado por la invasión del territorio municipal; donde la
‘legitimidad’ de las demandas se sobrepone a la institucionalidad y ‘legalidad’
y se ve rebasada por los procesos de presión e invasión ‘de nuevos grupos de
poder’ presentes en el territorio municipal.
Factores positivos o fortalezas.
• Un claro enfoque en el desarrollo humano, que se traduce en la orientación
que ha impreso la Alcaldía en temas como el enfoque de género, generacional
y atención a personas con capacidades diferentes.
• Otro factor positivo desde la óptica del desarrollo municipal enfocado como
orientación hacia la participación y la democratización de las relaciones entre
la gestión pública y la sociedad civil, corresponde al proceso de
descentralización y desconcentración de la gestión municipal hacia las
Comunas.

74
La Planificación Urbana Económica ante los retos de las Políticas Públicas

4. SItUacIóN actUaL EN La GEStIóN adMINIStRatIVa y


opERatIVa dE La aLcaLdía
4.1 desde la perspectiva de la ciudadanía y la opinión pública
Como balance general, se puede apreciar que la gestión administrativa y
operativa se presenta como una gestión poco orientada estratégicamente. Se ha
enfatizado una actitud abierta de respuesta ‘sin control’ para atender las demandas
de la sociedad civil. Este hecho que es bueno de inicio, en su aplicación no
necesariamente acertado, lleva a pretender administrar un estado ‘poco
administrable’ de demandas comprometidas, altas expectativas con la población y
hacia el interior de la HAMC y un trabajo desordenado que requiere de altos
esfuerzos administrativos y técnicos, atomizados y concentrados en ‘lo
administrativo’ pero sin la necesaria orientación hacia ‘lo estratégico’.
factores negativos o debilidades.
• Debilidades en la participación vecinal ‘formal e institucionalizada’ de la
gestión municipal, con una estructura ‘institucional’ que no ha concluido y
definido claramente sus roles y funciones y que diluyen responsabilidades que
generan problemas en la administración.
• Concentración hacia el cumplimiento de propuestas electorales, desviando
elementos estratégicos de planteamiento municipal genérico y orientado a
resultados de largo plazo.
• Insatisfacción con la rapidez en la ejecución de obras.
• Deficiencia respecto a la claridad de los roles que deben tener las unidades
municipales y las empresas descentralizadas.
• Baja calidad de los servicios municipales (trámites, patentes, licencias, etc.),
en aspectos de acceso, burocracia, transparencia y rasgos de corrupción.
• Insatisfacción y confusión con la información sobre la gestión municipal, sus
acciones, proyectos y resultados, que refuerza una imagen de ‘poca
transparencia’ para el control social.

75
Pablo Cuba Rojas

factores positivos o fortalezas.


• Confianza de la población hacia la atención de necesidades a partir de las
empresas descentralizadas de la propia estructura municipal (Ejemplo:
PROMAN y Obras Públicas)
• La existencia de buenas relaciones de cooperación, dialogó y concertación con
organizaciones del gobierno y la sociedad civil como son; la Brigada
Parlamentaria, el Gobierno Central, la Central Obrera Departamental COD,
CADEPIA, algunas OTB´s, con el sector Artesanal, con la FAM-Bolivia,
AMDECO, SEDUCA, PLANE y las Universidades.
4.2 desde la perspectiva de los procesos Internos Institucionales
Como balance general sobre la consistencia de la gestión desde la perspectiva
de los procesos internos, se puede apreciar que los ciclos de las iniciativas,
proyectos, programas se desenvuelven en una alta complejidad administrativa y
técnica, dificultando la gestión eficiente y eficaz. Así los procesos de planificación
son complejos y atomizados, los procesos de monitoreo y seguimiento a los
proyectos son incompletos y dispersos y, finalmente los procesos de evaluación y
aprendizaje de la gestión son prácticamente inexistentes o se desarrollan de manera
asistemática. De tal forma, la gestión esta complejizada por su dispersión y
variados factores de corte, que impiden hacer un ciclo de gestión continuo y
ordenado que permita el aprendizaje y la mejora continua, de la gestión.
factores Negativos o debilidades.
• La gestión presenta poca sistematización de los procesos de levantamiento de
demandas de la sociedad civil y la población, que genera una alta dispersión y
desorden en los procesos de planificación del desempeño.
• Se tiene limitada capacidad y velocidad para formalizar proyectos de manera
adecuada y bajo la normativa existente –como respuesta a las demandas
atendidas-, para ser consideradas en los planes de gestión municipal (POAs y
presupuestos).
• En los procesos del ciclo de Proyectos de Inversión Municipal; excesiva
lentitud en los procesos de licitación y contratación de servicios (obras y otras),

76
La Planificación Urbana Económica ante los retos de las Políticas Públicas

debido a la complejidad burocrática y posiblemente a la insuficiente capacidad


instalada técnica y administrativa.
• En los procesos del ciclo de Servicios Recurrentes; está como un factor crítico
presente, la preocupante situación financiera de las Empresas Descentralizadas
(EMSA-EMABRA), que impide la ejecución y culminación ‘a tiempo y con
calidad’ de los principales servicios del Gobierno Municipal para la población.
• En los procesos del ciclo de Servicios de Trámites, administrativos y Técnicos,
esté presente y de manera general un condición con poca o incipiente
‘orientación hacia el ciudadano’. La infraestructura y capacidades instaladas
para atender trámites de la ciudadanía es incipiente, dificulta el acceso del
contribuyente y es limitada en cobertura. Esta presente una intrincada ‘trama
burocrática’ que ocasiona costos transaccionales altos para el ciudadano que
requiere los servicios municipales y, la capacidad de recursos humanos
municipales que atienden a la ciudadanía, es limitada y sin capacidad para
ofrecer un servicio ‘de calidez y calidad’.
factores positivos o fortalezas.
• Desde la perspectiva de los procesos internos, la iniciativa por la descentralización
y desconcentración, se constituye en un factor altamente positivo. Con mucha
claridad la ‘iniciativa’ ha permitido a la Alcaldía una creciente mejora en su
capacidad y velocidad para la inversión en el desarrollo. No obstante, esta
iniciativa requiere aún de esfuerzos para su culminación y consolidación.
4.3 desde la perspectiva del aprendizaje y crecimiento Institucional
El balance general de la situación con respecto al clima y ambiente laboral
del sistema social de la institución (Recursos Humanos, herramientas y condiciones
de trabajo), muestra que mientras existe un ‘grupo’ altamente motivado y orientado
hacia la mejora y la producción de la Alcaldía, hay otro ‘grupo’ que se encuentra
trabajando en condiciones de desmotivación o de acción reactiva y muchas veces
guiada por intereses desfavorables al éxito de la gestión municipal. Estas
‘asimetrías’ dan lugar a un clima de trabajo enrarecido que devalúa el potencial
del capital y el talento humano presente en la organización y por el contrario abre
espacios para los comportamientos divergentes con los objetivos institucionales.

77
Pablo Cuba Rojas

factores negativos o debilidades.


• Un déficit está presente en la gestión de los recursos humanos al interior de la
entidad. Se observa un clima laboral ‘enrarecido’ de desconfianza que limita
la pro-actividad y el compromiso con la gestión pública de parte de los
funcionarios, debido a condiciones presentes como la ‘forma’ de contratación
de personal, el escaso seguimiento y fortalecimiento a capacidades técnicas,
la ausencia de sistemas de incentivo y una fuerte influencia, lógica y natural,
de exigencia de parte de los sindicatos.
• En dicho marco de las relaciones internas institucionales, la relación con los
sindicatos se torna como ‘antagónica’ a la gestión municipal y por lo tanto
‘confabula’ contra las acciones de mejora que se pudiesen encarar desde la
gestión.
• Las agrupaciones laborales y sindicatos municipales generan problemas de
relacionamiento técnico operativo con la estructura municipal y las unidades
de descentralización, influenciadas sobre todo hacia orientaciones más
políticas que técnicas.
• Las capacidades del recurso humano propias para un proceso de
descentralización eficiente es aún débil y pone en riesgo o genera rezagos en
un proceso efectivo de desconcentración (Ejemplo: la realización de
inversiones municipales desde las comunas).
factores positivos o fortalezas.
• Un grupo humano, dentro del equipo de la Alcaldía, altamente comprometido
con la institucionalización, el enfoque de desarrollo humano como óptica
integral del desarrollo del Cercado, con un compromiso y voluntad concreta
en consolidar el proceso de descentralización y desconcentración de la gestión
municipal.
• Espacios de coordinación y comunicación al interior de la Alcaldía y con las
Comunas, que permiten el dialogo, el consenso y el aprendizaje para mejorar
la gestión tales como: la socialización de resultados de la ejecución física y
presupuestaria POAS y proyectos, sesiones ordinarias del Concejo Municipal
(Sesiones Públicas), los Talleres Distritales de Planificación Participativa y

78
La Planificación Urbana Económica ante los retos de las Políticas Públicas

Socializaciones, los espacios de rendición de cuentas sobre la ejecución del


POA por Distrito con Comité de Vigilancia y ciudadanía.
4.4 desde la perspectiva financiera Institucional
Un balance general de la perspectiva financiera de la Alcaldía, muestra una
situación estable y con proyecciones a la mejora en tres aspectos críticos: La
recuperación paulatina de la capacidad de endeudamiento y apalancamiento de
recursos, la capacidad de inversión en el desarrollo del municipio y la liquidez para
acelerar los procesos de ‘la producción’ institucional. Sin embargo, la gestión
financiera también tropieza con obstáculos, del mismo proceso, como el servicio
a la deuda, la imposibilidad de ‘conducir’ la inversión en el desarrollo y la situación
financiera deficitaria de las empresas descentralizadas, que son las ejecutoras de
las principales obras de la producción de la Alcaldía.
factores negativos o debilidades.
• La situación transitoria de ‘sobre endeudamiento o de incapacidad de
endeudamiento’ y los problemas para la generación de recursos propios,
presenta situaciones derivadas de iliquidez para la inversión municipal y por
ende para la culminación de obras, iniciativas y proyectos, que sean visibles
‘favorablemente’ por la ciudadanía. Sin duda, este ámbito de la gestión, es
fundamental y debería ser considerado como uno de los imperativos
estratégicos, para movilizar el desempeño de la entidad y la mejora continua
en la imagen de la HAMC.
• Como parte de la problemática de la gestión financiera municipal, está presente
la situación financiera de las Empresas Descentralizadas, que constituyen
actualmente un ‘óbice’ para el desempeño de la Alcaldía, debido a que cada
vez con mayor evidencia, estas empresas se tornan más incapaces de completar
‘servicios y obras’ para la población y para atender efectivamente las demandas
de la sociedad civil.
• El lo que hace a los procesos de gestión económica y financiera de la Alcaldía
que apoyan a los procesos sustantivos que conforman la cadena del valor están
debilidades en cuanto a: Presupuesto insuficiente para los nuevos proyectos o
‘proyectos emergentes’, Ausencia de compatibilidad entre presupuesto y POA,

79
Pablo Cuba Rojas

Trabas burocráticas en proceso de contratación (programación de operaciones),


Para Servicios Recurrentes son reiterativos los recursos asignados con demora,
y son lentos los procesos de cancelación debido a problemas operativos
(documentación incompleta, iliquidez o otros aspectos burocráticos).

5. potENcIaLIdadES paRa GENERaR EL caMbIo


En el marco de los factores descritos se pueden también ubicar
potencialidades, que son guía para un cambio acorde a la realidad del municipio y
que puede generar un cambio fundamental de la gestión municipal:
• Superar las acciones dispersas: La potencialidad reside en reconstruir una
estrategia política que tenga como referencia la misma realidad, sobre una
correcta lectura de las demandas y propuestas del desarrollo de la comuna
Cochabambina6. Así es posible resolver la creciente atomización de las
acciones y que no tienen coordinación entre el nivel ejecutivo, legislativo y la
sociedad; se trata entonces de articular las demandas sociales, las estrategias
en propuestas globales, se trata de abandonar posiblemente acciones
coyunturales. Se requiere desarrollar nuevos mecanismos institucionales
capaces de conciliar la participación ciudadana en función de las estrategias
de mediano y largo plazo del municipio.
• construcción de nuevas relaciones Estado-sociedad: Se trata de contar con
nuevos sujetos sociales y políticos, que no deben quedar silenciados en sus
derechos y obligaciones. La construcción de una nueva relación pasa por
reinterpretar al “movimiento social”, a los movimientos sociales auténticos
que responden a una estrategia global de transformación de la sociedad y no a
particularismos y espontaneísmos, entonces la política global debiera ser que
la tarea de los movimientos sociales sea precisamente apoyar la
descentralización, porque allí radica el monopolio del poder. Este paso
trascendental -de la descentralización- de manejo del poder, es parte de la
trasformación social como un requisito para una acción consciente. Entonces
el reto por desarrollar, está en crear desde la política del poder local, el espacio
para que se recreen y desarrollen otros poderes sub locales, por la vía de la
descentralización.

80
La Planificación Urbana Económica ante los retos de las Políticas Públicas

• Espacio para recrear las estrategias de sobrevivencia y desarrollo local:


En un marco de descentralización y reinterpretación de las relaciones estado-
sociedad civil, está la potencialidad para recrear una ‘tercera opción’ en los
patrones de desarrollo. De cierta manera la sociedad Cochabambina se ha
desprendido de un imaginario único preexistente, como efecto de acelerados
procesos económicos, demográficos, políticos y culturales, dando lugar al
desafío de desarrollar una nueva ingeniería urbana en la que se tome en cuenta
los dispersos intereses y visiones de ‘ciudad’.
Cada zona adquiere un comportamiento socio-económico y cultural,
conformando así un mosaico de agrupaciones humanas con intereses diversos.
Los de las comunidades de mineros “relocalizados”, de comunidades rurales
y de masas de migrantes con sus estrategias de sobrevivencia y, los intereses
de las comunidades de vecinos con visiones de ciudad occidental y
cosmopolita.
Este es el complejo sujeto de la reinterpretación y recreación, que demanda la
trasformación del municipio y la sociedad, del sistema económico de la ciudad
y de hacer política. De tal forma la gestión del municipio requiere de un nuevo
enfoque, probablemente ya no el que pretendía establecer un orden urbano
único relacionado con un patrón de desarrollo homogeneizante, sino más bien
el enfoque para hacer que convivan y se reproduzcan diversos intereses
ciudadanos en un solo ‘modo’ de lograr la transformación de la sociedad.
• Superar el centralismo municipal a través de las comunas: Nuevamente
en el marco de los procesos de desconcentración, pareciera el momento para
cambiar la lógica centralista, parece correcta y acertada la posición de
descentralizar y desconcentrar el municipio a través de las comunas. En ese
sentido es necesario desarrollar la auto-administración de los servicios y

6
Por eso nos parece pertinente la tesis de Hinkelammert sobre el realismo o pragmatismo de lo político,
campo en el que habría que actuar: “no será posible una política realista a no ser que ella sea concebida
con la conciencia de que sociedades concebidas en su perfección no son sino conceptos trascendentales
a la luz de los cuales se puede actuar, pero hacia los cuales no se puede progresar. Por lo tanto, el
problema político no puede consistir en la realización de tales sociedades perfectas, sino tan sólo en la
solución de los muchos problemas concretos del momento” (JL Coraggio, p. 7); Ponencia presentada
en el Seminario sobre “Desarrollo local, democracia y ciudadanía”, Centro de Participación Popular
(CPP), 3-6 de julio de 1996, Montevideo, Uruguay.

81
Pablo Cuba Rojas

procesos municipales, porque es el camino a la autodeterminación del


desarrollo. Ahora, es bueno subrayar que la autonomía política se hace
abstracta sin un control de la economía, iniciar un proceso de este tipo
permitirá la construcción de una ciudad con poder para auto regularse.
• Soberanía popular con autonomía: Como potencialidad también se presenta
la oportunidad para la autonomía, entendida como afirmación práctica de la
soberanía popular, en el sentido de efectivo autogobierno a nivel local, que no
puede reducirse a la descentralización ni a la participación de la población en
el control y eventual autogestión de servicios públicos.
Partiendo de la relatividad de los modelos o soluciones locales para el
problema de la democracia y el desarrollo, se debe contemplar también la
problemática de la administración social de la crisis sin eludirlo y/o confinarlo.
En cambió como instrumento táctico, estará el diseño de la gestión municipal
desde las Comunas, para hacer a la mínima expresión de Estado y Sociedad,
responsables de su destino en base a sus propios problemas y potencialidades,
lo cual implica dos elementos:
a) Reconocer a nuevos actores y nuevos liderazgos; Cochabamba cuenta con
la emergencia de nuevos actores político sociales, por lo tanto requiere de
nuevos liderazgos para superar el viejo sistema político. El ciudadano plantea
su derecho a ser actor en la construcción de su ciudad, demanda de nuevas
formas de gestión de gobierno local, se interesa por el manejo de la cosa
pública.
En dicho sentido, es necesario superar la dicotomía entre “legalidad y
legitimidad” de las organizaciones e instituciones y tomar en cuenta –con un
sentido pragmático- que existen nuevos actores para su participación en los
procesos de decisión, gestión y control de la administración municipal, en
órganos de consulta o más directamente involucrados en la autogestión de los
servicios. No hacerlo. conlleva la posibilidad de que se forme un
corporativismo estrecho, un agrupación ciudadana con caudillos y dirigencias
que viven de la prebenda y el conflicto o el de prestarse para fines políticos
de exhumadas organizaciones político partidarias, ello traería fácilmente la
desmovilización de las bases, la corrupción, etc.

82
La Planificación Urbana Económica ante los retos de las Políticas Públicas

b) Debe buscarse la participación directa de la población en la competencia


electoral para la designación de listas propias de candidatos a cargos
municipales, esta es una buena oportunidad por ejemplo en el caso de la
elección para la administración de las sub-alcaldías de las comunas. Podríamos
de ésta manera conjurar los peligros del clientelismo, la cooptación, el
populismo y otros vicios del mal ejercicio político.
• Reorientar la ocupación del espacio urbano el “cuello de botella” de la
ciudad: El equipamiento de la ciudad y el consumo, son hechos inseparables
en el desarrollo de una ciudad, es más, las características de una sociedad fijan
la organización del espacio, haciendo de él, el centro directo de la economía
y la sociedad, además del lugar privilegiado de una administración. Así los
hábitos y criterios de consumo de los habitantes y estantes en la ciudad de
Cochabamba definen el carácter de la ciudad. Como se aprecia abunda en el
centro de la ciudad oficinas bancarias, agencias de viajes, hoteles, restaurantes,
Boutique’s, Snack’s al paso, cafés, peluquerías y otros servicios. Esta
nuclearización del equipamiento hoy expresa nuevamente el carácter
monocéntrico de la ciudad, como también la nuclearización de las formas de
vida social. Se complementa a lo anterior, la pobreza, la falta de empleo, la
migración; repercutiendo ostensiblemente en la configuración de la ciudad.
Así, “los dueños de la ciudad” son una gran masa de comerciantes,
transportistas y consumidores. El centro ya no cumple una función
informativa, simbólica y de esparcimiento; esta se suma ahora a responder a
funciones económicas principalmente. De ciudad jardín hemos pasado a una
ciudad mercado. En este contexto, estos pequeños mercaderes a la par que
comienzan a recapturar las principales calles a los alrededores de los mercados
y calles céntricas de la ciudad en una densidad urbana de aproximadamente
150 personas por arteria, proceden a auto generarse pequeños mercadillos en
las calles de mayores flujos peatonales o de demanda.
A partir de esta situación el problema del uso del espacio comercial y la
presencia de los ambulantes tiene una doble direccionalidad y exige formulas
de tratamiento diferenciadas. La primera podría estar dedicada a conocer y
resolver los conflictos sociales que porta los ambulantes, y la segunda,
orientada a evaluar el carácter propietario de esa nueva infraestructura

83
Pablo Cuba Rojas

comercial. Posiblemente, el reinterpretar el uso de los espacios públicos, como


un uso privado –como propietarios- de los bienes públicos como son las
aceras, parques y plazas, determine un diferente sentido de responsabilidad
concurrente al bien común.
• La recuperación de la ciudad: Las razones económico sociales originarias
de esta situación de ocupación del espacio urbano, no han desaparecido, sino
que se agravan mucho más, la ocupación del núcleo central se convierte en
un problema, de allí que se requiere la convergencia de instituciones como las
Cámaras de Turismo y Comercio, los medios de comunicación, la policía, las
autoridades gubernamentales, los pequeños comerciantes, los transportistas,
para dar una solución a la pérdida del atractivo de la ciudad del valle.
La actividad agropecuaria de la región hicieron de Cochabamba una “agro
ciudad”, que aunque se cuenta con industria no se ha modificado este carácter,
es más se ha dinamizado aún más por articularse aquí la demanda de otras
regiones. Así mismo, el contrabando es otro factor que ha empujado a miles
de comerciantes a ocupar las calles7.
No obstante todo lo negativo que podamos hallar con la ocupación de la ciudad
por los comerciantes, no hay que ver al comercio ambulatorio como la mera
ocupación de la esquina o la plaza para la autogeneración de un empleo, la
estructura de un régimen legal paralelo al oficial, como el fortalecimiento de
algunos lazos con sus gremios para en cierta fecha pasar a tener un local
personal y reconocido. Por el contrario actualmente hay que ver en el una
actividad que expresa de alguna manera la relación de la economía con el
carácter urbanístico de la ciudad presente y de la ciudad futura, y por lo tanto,
las formas que va adoptando todo ello en una urbe de marcado contenido
mercantil. En ese contexto veamos también al vendedor ambulante como un

7
El mapa de la informalidad está ubicado en los mercados 25 de Mayo, Calatayud y la “Cancha”,
principalmente ésta última. Estos ámbitos aparentemente autónomas en su especialización comercial,
sólidamente se corresponde entre si y con la zona donde se hallan establecidas. Cada uno de estos espacios
tiene su propia lógica mercantil, su nivel de especialización, su particular población ofertante o
demandante, montos y formas de circulación del capital comercial y de las mercancías, su peculiar
adhesión al destino general de la ciudad, de problemática ecológica con su entorno más inmediato. Sus
propias graduaciones del deterioro del suelo, congestión vehicular, fricción peatonal, normatividad y
consentimiento edil, y finalmente, su soporte infraestructural propio (depósitos, sistemas de carguío, etc.)

84
La Planificación Urbana Económica ante los retos de las Políticas Públicas

activo elemento generador y dinamizante de la transformación estructural de


la ciudad.
Así podría ser posible canalizar el poder que tiene el capital comercial
diseminado entre ellos, recuperar su capacidad para generar mercados, su
inversión de fuerza de trabajo, los créditos y avales municipales para en forma
conjunta poder descentralizar las actividades comerciales hacia las zonas
periféricas, hacia las comunas. Lo cual contribuirá a contener el flujo de
demanda que diariamente acosa el área central. Ello permitiría también
desconcentrar el flujo vehicular, crear servicios para los comerciantes, crear
áreas de esparcimiento comunal, captar recursos propios para el desarrollo
comunal. etc.
• Reintroducir a ‘las políticas de inversión pública municipal” como
necesidad cívica: Un elemento final, para enfocar tanto la ocupación del
espacio urbano y la recuperación de la ciudad como el desarrollo humano a
través de la inversión municipal, se refiere a la alineación que debe existir con
la acción cívica de la sociedad civil. Hay innumerables experiencias en las
que la visión compartida de que el bienestar de una comunidad –económico y
social- a largo plazo es profundamente afectado por las prácticas con las cuales
se toman decisiones cívicas en cuanto a su desempeño económico. Entonces,
las cualidades de esa vida pública y de la capacidad que resulta para tomar
decisiones –de la sociedad civil- vienen a ser parte del haber económico con
que cuenta la comunidad. Dicho simplemente, la comunidad en sí es un activo
económico, capaz de recibir inversión y de desarrollarse.

coNcLUSIoNES
En base a los resultados del proceso estratégico institucional que se ha
realizado sobre la gestión municipal del Cercado se pueden derivar algunas
conclusiones:
- La clave de la aceptación de las políticas radicará en sentir de que estas son
reflejo de las prioridades vistas por los gobernados y no sólo vistas por el estado o
por expertos. Las políticas municipales son producto de un proceso de consulta y
que por ende reflejan el orden de prioridades de la población, lo que mostraría una

85
Pablo Cuba Rojas

actitud conducente al deber cívico y el aporte ciudadano a la vida pública sin el


cual esas políticas -aún las mejores diseñadas- están condenadas a fracasar.
- Sociológicamente el espacio urbano no se forma ni se delimita solo, es
producto de una función productiva o social de los seres humanos, en concordancia
con ello es que se levantan las estructuras necesarias y luego, se definen los roles
de cada ámbito. Es justamente lo que está ocurriendo con prósperos barrios o
sectores marcados inclusive por cultura y origen migratorio.
- Para la institucionalidad, la libertad de expresión y asociación, la confianza
y la responsabilidad política constituyen cierta maquinaria institucional para
coordinar intereses dispersos. En este marco, paradójicamente si hay frecuentes
cambios en los liderazgos institucionales, no es problema si provienen de la
práctica democrática, solo ella puede asegurarnos compromisos de largo plazo.
Esto es lo que interesa, por ende la necesidad de institucionalizar las demandas a
través de membrecías claras y reconocidas por el municipio.
- Así el reto no pasa por edificar un sistema de mando, sino un sistema de
acuerdos, que clarifique la distribución del poder pero también de la
responsabilidad, entendiendo que la administración edil centralizada se distingue
de la descentralizada no por el manejo de los recursos sino por el poder en la toma
de decisiones y por tanto en la obligación de rendir cuentas.

86
La Planificación Urbana Económica ante los retos de las Políticas Públicas

bIbLIoGRafIa
Coraggio, José Luís (1996) “Desarrollo local, democracia y ciudadanía”, Montevideo, CPP.
GTZ (2009) “Planificación Institucional”, La Paz: PADEP
Montaño Gary, Cuba Pablo, Mendoza Domingo, et.al.(2008) “Plan Estratégico
Institucional”, Cochabamba, H.A.M.C.
PNUD (2006) “Informe sobre el Desarrollo Humano”, La Paz.
CEDIB (2005-2008) “Los temas del gobierno municipal de Cercado de Cochabamba vistos
por la prensa” (Dossier de periódicos y semanarios)

87
88
¿QUé SON LAS CLASES SOCIALES
SEGÚN MARX? *
Lorgio Orellana Aillón1

Resumen
¿Dónde se ubica el concepto de clase social dentro del cuerpo analítico de
Marx? Según Lenin, en el proceso de producción social ¿Cómo se define este
proceso? Es el conjunto de relaciones sociales donde se desarrolla el proceso
de trabajo. Aqui, las clases sociales se determinan a partir de relaciones de:
a) Explotación del trabajo, y b) Control y posesión de las condiciones objetivas
de la producción.

Palabras Clave: Clases sociales, explotación, relaciones sociales, capitalismo,


proceso de producción social.

*
Este artículo fue redactado cuando el autor fue investigador del CEDLA, como parte de su trabajo de
apoyo a la elaboración del Marco Teórico del Plan Trienal de Investigación 2007-2009.
1
Sociólogo y Economista. Docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UMSS e investigador
del IESE. Candidato a Doctor de Sociología en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de
Paris - Francia.

89
90
INtRodUccIóN
La conocida formulación teórica de que las clases son grandes grupos de
personas situadas en el proceso de producción social, usualmente fue entendida
como la relación de las personas con los medios de producción. La formulación
restringida de esta proposición en términos de propiedad, realizada en los manuales
y textos introductorios al materialismo histórico, respondía a un afán didáctico en
transmitir uno de los aspectos esenciales del concepto. Dada la complejidad de
introducir en el materialismo histórico a trabajadores y otras categorías sociales
provenientes de los sectores menos favorecidos de la sociedad, la simplificación y
“vulgarización” de dicha concepción, era un hecho comprensible, aunque no
necesariamente justificable.
A esta cuestión debe relacionarse el hecho de que la “versión oficial” del
marxismo, presentada por la Academia de Ciencias de la URSS, sustituyó el
enfoque dialéctico de la realidad, por una perspectiva lógica y formal (Marcuse
1969), codificando los conceptos y las categorías del materialismo histórico a
través de claves momificadas, que alejaban la teoría del propósito original del
método dialéctico; cuya ambición principal, paradójicamente, había sido pensar la
realidad de modo concreto (Adorno 1990).
El destino del concepto marxista de clase social refleja a cabalidad estas
mutaciones ideológicas transcurridas en el seno del estalinismo. La complejidad
del concepto sociológico original, dinámico y dialéctico, cuyo punto de partida
eran procesos y relaciones sociales de producción, se redujo a una concepción
formalista, superficial, de poca utilidad y rigor analítico para el estudio de las clases
sociales.
En nuestro medio académico, esta pauperización teórica indujo a que ciertos
entendidos en la materia, sostuvieran que el concepto basado en la noción de proceso
de producción era “la definición caricaturesca sobre las clases” (García 2001: 59).
La simplificación operada en los manuales fue, por cierto, una caricatura del concepto
de proceso de producción de El Capital; pero si dicho concepto fue usualmente
caricaturizado, no significa que haya sido una caricatura en sí mismo. La crítica-
crítica no lo entendió así. Decidió botar el agua sucia olvidando que la wawa todavía
se encontraba dentro de la bañera. Optó por su propio concepto de clase partiendo

91
Lorgio Orellana Aillón

de las nociones de relaciones de fuerza y proceso de trabajo, sobre cuyos infortunios


no hablaremos aquí – lo hemos hecho en otra parte (Orellana 2003).
Pensamos que estos antecedentes justifican una reconsideración del tema. Con
tal motivo, nuestro objetivo es identificar y analizar el lugar donde la clase social
se sitúa al interior del cuerpo analítico de Marx. Para ello revisaremos algunos
textos clásicos, cuya re-lectura ilumina ciertos trechos de penumbra que aún hoy
ensombrecen esta clásica problemática de las ciencias sociales. Utilizaremos El
Capital intentando ilustrar una concepción más bien general de las clases sociales.
Lo que buscaremos en la obra de Marx no es dilucidar a las clases sociales en el
capitalismo, sino las clases sociales en general, a partir de la guía que nos
proporciona su autor.
“Lo que he de investigar en esta obra [escribe Marx] es el modo de producción
capitalista y las relaciones de producción e intercambio a él correspondientes”
(Marx 1985 a: 6). Dentro de este ámbito de estudio, la hipótesis que guiará nuestra
búsqueda y nuestro análisis es la proposición de que las clases se definen por la
posición de las personas en el proceso de producción social.

1. cLaSES SocIaLES y pRocESo dE pRodUccIóN (I)


El primer abordaje al tema de las clases sociales en El Capital, acontece
cuando Marx recomienda abandonar la ruidosa esfera de la circulación, para
sumergirse en “la oculta sede de la producción”. Mientras su análisis discurrió en
la esfera del intercambio de las mercancías, Marx utilizó las categorías de
“poseedor de la fuerza de trabajo” y “poseedor de dinero”, para referirse a las
personas que concurrieron al mercado de fuerza de trabajo. En esa superficie,
accesible a los ojos de todos, la esfera de la circulación se presentaba como: “[u]n
verdadero Edén de los derechos humanos innatos. Lo que allí imperaba era la
libertad, la igualdad, la propiedad y Bentham”.
La desmitificación de aquella realidad aparente, donde relaciones de
desigualdad, de despojo y sojuzgamiento entre los hombres, se presentaban como
relaciones entre propietarios libres e iguales, resulta de un cambio en el mismo
objeto de estudio. Es en la esfera de la producción, donde se modifica la perspectiva
sobre las personas que concurrieron al mercado de fuerza de trabajo:

92
¿Qué Son Las Clases Sociales Según Marx?

“Al dejar atrás esa esfera de la circulación simple o del intercambio de


mercancías, en la cual el librecambista vulgaris abreva las ideas, los conceptos y
la medida con que juzga la sociedad del capital y del asalariado, se transforma en
cierta medida, según parece, la fisonomía de nuestras dramatis personae
[personajes]. El otrora poseedor de dinero abre la marcha como capitalista; el
poseedor de fuerza de trabajo lo sigue como su obrero; el uno, significativamente,
sonríe con ínfulas y avanza impetuoso; el otro lo hace con recelo, reluctante, como
el que ha llevado al mercado su propio pellejo y no puede esperar sino una cosa:
que se lo curtan” (Marx 1985 a: 214).
Mientras el análisis discurrió en la esfera de la circulación, Marx utilizó las
categorías de “poseedor de dinero” y “vendedor de fuerza de trabajo”, es decir,
utilizó las categorías simples del intercambio mercantil. Al abandonar la ruidosa
esfera de la circulación e ingresar en la oculta sede de la producción, es que “el
otrora poseedor de dinero abre la marcha como capitalista” y “el poseedor de fuerza
de trabajo lo sigue como su obrero”. Si en la esfera de la circulación ambas
categorías de personas se representaban como propietarios, compradores y
vendedores jurídicamente libres e iguales; en la esfera de la producción abren la
marcha como personas radicalmente desiguales, como capitalistas y obreros, es
decir, como clases sociales.
La desmitificación de la ideología liberal clásica que se alimenta de las
imágenes producidas en la superficie del intercambio mercantil – esta suerte de
“armonía preestablecida de las cosas” - se opera mediante un cambio del objeto
de estudio y de las categorías con las cuales se piensa “la sociedad del capital y
del asalariado”. El nuevo ámbito de análisis es la esfera de la producción y el
concepto con el que se piensa a los sujetos de la producción es el concepto de clase
social. ¿Cómo define Marx este nuevo objeto de estudio?

2. pRocESo dE tRabaJo y pRocESo dE pRodUccIóN


El punto de partida del enfoque de Marx son: “individuos que producen en
sociedad, o sea la producción de los individuos socialmente determinada” (Marx
2000: 282). Las robinsonadas de la economía política clásica, como la idea de que
un individuo produzca aislado, fuera de la sociedad, son para Marx tan absurdas
como la idea de un desarrollo del lenguaje sin individuos que vivan juntos y hablen

93
Lorgio Orellana Aillón

entre sí. Por definición, la producción es un acto social. En la medida que las
personas producen su existencia de modo social, producen sus vidas dentro de
determinadas relaciones sociales, relaciones sociales de producción:
“En la producción social de su existencia, los hombres establecen
determinadas relaciones, necesarias e independientes de su voluntad, relaciones
de producción que corresponden a un determinado estadio evolutivo de las fuerzas
productivas materiales. La totalidad de esas relaciones de producción constituye
la estructura económica de la sociedad […]” (Marx 2000: 4).
Las personas producen su existencia dentro de determinadas relaciones
sociales de producción, relaciones que no escogen deliberadamente, sino que
existen independientemente de su albedrío: producen sus vidas dentro de relaciones
sociales objetivas, que existen independientemente de la consciencia y la voluntad
individuales; un conjunto de condiciones de producción dadas: un determinado
desarrollo de las capacidades físicas y mentales y un determinado nivel de
desarrollo de la técnica y de los instrumentos de trabajo; es decir, un estadio
evolutivo de las fuerzas productivas materiales, cuyo desarrollo alcanzado
condiciona el tipo de relaciones sociales de producción que establecen las personas.
La categoría de fuerzas productivas proviene de un proceso de abstracción
que le permite a Marx fijar en el pensamiento los elementos de la producción
comunes a todas las épocas históricas, facilitándole, al mismo tiempo, visualizar
sus diferencias esenciales: “Las determinaciones que valen para la producción en
general son precisamente las que deben ser separadas, a fin de que no se olvide la
diferencia esencial por atender sólo a la unidad, la cual se desprende ya del hecho
de que el sujeto, la humanidad, y el objeto, la naturaleza, son los mismos” (Marx
2000: 284).
Los elementos de la producción comunes a todas las épocas históricas, es
decir, las determinaciones que valen para la producción en general son
precisamente la fuerza de trabajo, el medio de trabajo y el objeto de trabajo,
componentes transhistóricos de la producción, comunes a todas las etapas
históricas de la producción. Sin ellos “[n]o podría concebirse ninguna producción”
(Marx 2000: 284).

94
¿Qué Son Las Clases Sociales Según Marx?

Independientemente de la forma social bajo la cual existan (es decir,


independientemente del tipo de relaciones de producción), la fuerza de trabajo, el
objeto de trabajo y el medio de trabajo en movimiento son el proceso de trabajo
mismo: “el uso de la fuerza de trabajo es el trabajo mismo. El comprador de la
fuerza de trabajo la consume haciendo trabajar a su vendedor. Con ello este último
llega a ser acto [efectivamente] lo que antes era sólo potentia [potencialmente]:
fuerza de trabajo que se pone en movimiento a sí misma […] ” (Marx 1985a: 215).
La diferencia entre las fuerzas productivas y el proceso laboral es la actividad,
el proceso. Desde la perspectiva del proceso de trabajo, lo que interesa no es el
conjunto de capacidades físicas y mentales que existen en la humanidad, en la
corporeidad de la persona, sino esta capacidad de trabajo en acto. Lo que aquí
interesa es el proceso de trabajo. Si en el concepto de estructura social las fuerzas
productivas se conciben como potencia, en el concepto de proceso de trabajo las
fuerzas productivas se conciben como movimiento – “fuerza de trabajo que se pone
en movimiento a sí misma”. Es en este sentido que Marx define el proceso de
trabajo como “una actividad orientada a un fin” (Marx 1985a: 223).
No obstante su dinamismo, la generalidad del concepto de proceso de trabajo
- “eterna condición natural de la vida humana […] común […] a todas las formas
de sociedad.” (Marx 1985a: 223)- no permite dar cuenta de las relaciones sociales
bajo las cuales se despliega la actividad laboral – de ahí que sea equivocado intentar
definir a las clases sociales a partir de dicha categoría (Orellana 2003: 74-80).
“Del mismo modo que por el sabor del trigo no sabemos quién lo ha cultivado,
ese proceso [el de trabajo] no nos revela bajo qué condiciones transcurre, si bajo
el látigo brutal del capataz de esclavos o bajo la mirada ansiosa del capitalista, si
lo ha ejecutado Cincinato cultivando un par de iugera [yugadas] o el salvaje que
voltea una bestia de una pedrada.” (Marx 1985a: 223).
Al abandonar el nivel de abstracción de la categoría proceso de trabajo y
aterrizar en el proceso concreto de la producción, el análisis inevitablemente debe
considerar el tipo de sociedad dentro de la cual se produce. “Cuando se habla de
producción, [escribe Marx] se está hablando siempre de producción de un estadio
determinado del desarrollo social, de la producción de individuos en sociedad”
(Marx 1985: 284). Mediante el análisis, un recurso del pensamiento, Marx pudo

95
Lorgio Orellana Aillón

identificar la categoría de proceso de trabajo – común a todas las formas de


sociedad. Una vez identificadas las determinaciones que corresponden a la
producción en general, común a todas las formas de producción, Marx puede ahora
prestar atención a sus diferencias esenciales: las relaciones sociales dentro de las
cuales discurre el proceso de trabajo (“el látigo brutal del capataz de esclavos”, “la
mirada ansiosa del capitalista”).
Al abandonar el nivel de abstracción que correspondía a la categoría de
proceso laboral y sumergirse en la forma social concreta que asume la producción
en un momento determinado, Marx utiliza la categoría de proceso de producción:
“en cuanto unidad del proceso laboral y del proceso de valorización es proceso
de producción capitalista, forma capitalista de la producción de mercancías.”
(Marx 1985a: 239). Así, en el caso analisado en El Capital, las relaciones sociales
de producción dentro de las cuales discurre el proceso de trabajo, son las
capitalistas. La unidad inmediata entre proceso de trabajo y proceso de valorización
(forma capitalista de explotación del trabajo) define el proceso de producción
capitalista propiamente dicho:
“[E]l proceso de producción es la unidad inmediata entre el proceso de trabajo
y el proceso de valorización, tal como su resultado inmediato, la mercancía, es la
unidad inmediata entre el valor de uso y el valor de cambio. Pero el proceso de
trabajo no es más que un medio del proceso de valorización, proceso que, a su vez,
en cuanto tal es esencialmente producción de plusvalía, esto es, proceso de
objetivación de trabajo impago. De esta suerte se halla determinado
específicamente el carácter global del proceso de producción.” (Marx 1985a: 21
énfasis del original).
Si Marx define la estructura social como el conjunto de relaciones sociales
de producción que corresponden a un determinado estadio del desarrollo de las
fuerzas productivas, el proceso de producción es el conjunto de relaciones sociales
bajo las cuales se desarrolla el proceso de trabajo (es decir, las fuerzas productivas
se ponen en movimiento). Allende las cosas se pensaban como estructura, aquí se
piensan como proceso, como actividad y movimiento. Mientras que las fuerzas
productivas son componentes de la estructura social, el proceso de trabajo es
componente del proceso de producción.

96
¿Qué Son Las Clases Sociales Según Marx?

Si las clases se definen a partir de la posición de las personas en el proceso de


producción, debemos convenir en que estas se definen, en primera instancia, a
partir de una relación social y un proceso (de producción), de una actividad
orientada a un fin y un movimiento permanente (el trabajo). Como puede
evidenciarse, el concepto de proceso de producción nos conduce hacia una
definición dialéctico-relacional y procesual de las clases sociales, más que hacia
una definición formalista o estructuralista.
Primera proposición: el proceso de producción es el tipo de relaciones
sociales bajo las cuales se desarrolla el proceso de trabajo.
Una vez definido el proceso de producción en su sentido más general, ahora
debemos especificar el lugar de cada una de sus determinaciones; básicamente, de
las relaciones sociales de producción y del proceso de trabajo. Las relaciones
sociales de producción son la forma del proceso de producción: “Las relaciones
de producción burguesas son la última forma antagónica del proceso social de la
producción […]” (Marx 2000: 4, énfasis nuestro). Las relaciones de producción
son la forma social que asume el proceso de trabajo: “El capitalista, pues, hace
que el obrero produzca un valor de uso especial, un artículo determinado. La
producción de valores de uso, o bienes, no modifica su naturaleza general por el
hecho de efectuarse para el capitalista y bajo su fiscalización. De ahí que en un
comienzo debamos investigar el proceso de trabajo prescindiendo de la forma
social determinada que asuma” (Marx 1985a: 215). Las relaciones de producción
son formas de desarrollo de las fuerzas productivas:
“En un estadio determinado de su desarrollo, las fuerzas productivas
materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción
existentes […] dentro de las cuales se habían estado moviendo hasta ese momento.
Esas relaciones se transforman de formas de desarrollo de las fuerzas productivas
en ataduras de las mismas […]” (Marx 2000: 4, énfasis nuestro).
El concepto de forma no debe confundirse con la forma exterior de un proceso.
Hegel solía usar el concepto de forma para referirse a la estructura interna del
fenómeno: “la forma es el contenido y, en su carácter más desarrollado, es la ley
del fenómeno” (G.W.F. Hegel. citado por Sereni 1978 en Luporini y Sereni 1978).

97
Lorgio Orellana Aillón

Marx tiene una concepción similar. Dentro de su marco analítico, la forma


social de la producción, es decir las relaciones sociales de producción, establecen
la diferenciación esencial entre las diversas formaciones económico-sociales: “Es
sólo la forma en que se expolia ese plustrabajo al productor directo, al trabajador,
lo que distingue las formaciones económico-sociales, por ejemplo la sociedad
esclavista de la que se funda en el trabajo asalariado.” (Marx 1985b: 261). De igual
modo, la transformación directa de esclavos y siervos de la gleba en asalariados
es, para Marx, un cambio en la forma del sofuzgamiento del trabajador (Marx
1986: 951). En síntesis, las relaciones sociales son la forma social que asume el
proceso de producción.
Por su parte, el proceso de trabajo (las fuerzas productivas materiales que se
mueven), asumen una determinada forma social, es decir, son el contenido material
del proceso de producción. La metáfora sobre las relaciones sociales que utiliza Marx
en el siguiente pasaje, es la corteza del tronco de un árbol; metáfora que permite
deducir que las fuerzas productivas en movimiento (el proceso de trabajo) pueden
asociarse con la pulpa, es decir, el contenido:
“El monopolio ejercido por el capital se convierte en traba del modo de
producción que ha florecido con el y bajo él. La concentración de los medios de
producción y la socialización del trabajo alcanzan un punto en que son
incompatibles con su corteza capitalista. Se la hace saltar. Suena la hora postrera
de la propiedad privada capitalista.” (Marx 1986: 953).
El proceso de trabajo, como parte constitutiva de un proceso de producción
determinado – ya no como abstracción que posibilita identificar los rasgos comunes
de la producción en distintas épocas históricas – es el contenido material de la
producción. Como indica Marx en el Prólogo, las fuerzas productivas materiales
son parte de la totalidad de las relaciones sociales de producción. En otro pasaje
Marx escribe: “La tecnología pone al descubierto el comportamiento activo del
hombre con respecto a la naturaleza, el proceso de producción inmediato de su
existencia, y con esto, a sí mismo, sus relaciones sociales de vida […]” (Marx
1985: 453).
Segunda proposición: la dialéctica entre fuerzas productivas y relaciones
sociales de producción debe entenderse como una unidad entre la forma social y
el contenido material del proceso de producción.

98
¿Qué Son Las Clases Sociales Según Marx?

3. cLaSES SocIaLES y pRocESo dE pRodUccIóN (II)


Hasta aquí hemos definido el proceso de producción como el conjunto de
relaciones sociales de producción bajo las cuales se desenvuelve el proceso
laboral. A su vez, hemos visto que las relaciones de producción constituyen la
forma del proceso de producción y el proceso laboral es el contenido material del
proceso de producción. ¿Cómo se definen las clases sociales al interior de este
proceso? Marx indica:
“La forma económica específica en que se le extrae el plustrabajo impago al
productor directo determina la relación de dominación y servidumbre, tal como
ésta surge directamente de la propia producción y a su vez reacciona en forma
determinante sobre ella. Pero en esto se funda la configuración de la entidad
comunitaria económica, emanada de las propias relaciones de producción […]. En
todos los casos es la relación directa entre los propietarios de las condiciones de
producción y los productores directos – relación ésta cuya forma eventual siempre
corresponde naturalmente a determinada fase de desarrollo del modo de trabajo y,
por ende, a su fuerza productiva social- donde encontraremos el secreto más íntimo
de la estructura social.” (Marx 1984: 1007).
O sea, las clases sociales – las relaciones de dominación y servidumbre- surgen
“directamente de la propia producción”, emanan “de las propias relaciones de
producción”. Al interior de la producción, lo que determina la relación de clases
es “la forma económica específica en que se le extrae el plustrabajo impago al
productor directo”; ella fundamenta “la configuración de la entidad comunitaria
económica”.
El concepto de la forma en que se explota al productor directo está relacionado
con el concepto de la forma del proceso de producción es decir, con las relaciones
sociales de producción. Volvamos a citar la referencia donde Marx identifica la
diferencia esencial entre las diversas formaciones económico-sociales: “Es sólo la
forma en que se expolia ese plustrabajo al productor directo, al trabajador, lo que
distingue las formaciones económico-sociales, por ejemplo la sociedad esclavista
de la que se funda en el trabajo asalariado. (Marx 1985 b: 261). O sea, las relaciones
de explotación definen esencialmente las relaciones sociales de producción. Así,
Marx define la transición entre las relaciones feudales de producción y las

99
Lorgio Orellana Aillón

relaciones capitalistas de producción como un cambio en la forma del


sojuzgamiento: “transformación de la explotación feudal en explotación capitalista”
(Marx 1986: 894).
Como ha puesto en evidencia De Ste. Croix (1988), el concepto de clases
sociales en Marx está íntimamente asociado con el concepto de explotación: las
clases sociales se definen dentro de determinadas relaciones económico-sociales
de explotación; es decir, de apropiación del producto del trabajo ajeno. La forma
clase deriva de la forma económica específica en que se explota al productor
directo, relación social de producción en donde el proceso de producción se escinde
entre explotadores y explotados, es decir, en clases sociales.
Tercera proposición: Las clases sociales son grandes grupos de personas que
se ubican en polos opuestos de relaciones económicas de explotación, es decir, de
apropiación del producto del trabajo ajeno.
La siguiente proposición de la definición marxista sobre las clases sociales es
igualmente de suma importancia: “En todos los casos es la relación directa entre
los propietarios de las condiciones de producción y los productores directos […]
donde encontraremos el secreto más íntimo de la estructura social”. O sea, las
relaciones sociales de producción dentro de las cuales se definen las clases sociales,
son también relaciones de propiedad de los hombres con los medios de producción:
relación entre los propietarios de los medios de producción y los productores
directos.
El concepto de “propiedad sobre los medios de producción” – en otras
ocasiones Marx dice “condiciones objetivas de producción” - tiene un uso bastante
difundido en la obra de Marx; concepto que, sin embargo, al ser empleado en El
Capital, trasciende la mera connotación legal: Marx no se refiere a una relación
jurídica de las personas con los medios de producción, sino a una relación
básicamente material. En este sentido, De Saint Croix ha propuesto concebir el
concepto de relación con los medios de producción a partir de dos nociones que
subrayan la materialidad de dicha relación: posesión y control de las condiciones
objetivas de la producción, que suelen expresarse bajo la forma legal de la
propiedad, pero cuyo significado, como dijimos, trasciende la connotación jurídica.

100
¿Qué Son Las Clases Sociales Según Marx?

Es, también, importante observar que el concepto de “condiciones objetivas


de la producción” tiene un carácter más general que el de “medios de producción”,
posibilitando introducir un conjunto de “objetos” que no son, en sentido estricto,
medios de producción, no obstante ser condiciones objetivas que sí configuran una
condición de clase específica. Así, por ejemplo, en el capitalismo el dinero y las
mercancías, existentes como capital dinerario y capital mercantil, configuran la
condición de clase de la burguesía comercial y financiera, respectivamente, pese a
que no son, en sentido estricto, medios de producción.
Consideraciones similares podrían extenderse al agua, la biodiversidad y otras
condiciones naturales que no son, en sentido estricto medios de producción, aunque
en determinadas circunstancias, su posesión y su control podrían formar parte de
la estructuración de las clases sociales. En consecuencia, pensamos que es más
pertinente el nivel de generalidad del concepto de condiciones objetivas de la
producción en la definición de las clases sociales.
Cuarta proposición: La relación de las personas con las condiciones objetivas
de la producción (donde cuenta los medios de producción), deben de entenderse
como relaciones de poseción y control sobre las mismas.

4. coNdIcIoNES obJEtIVaS dE pRodUccIóN y RELacIoNES dE


ExpLotacIóN
La relación de las personas con las condiciones objetivas de producción no
puede abstraerse del conjunto de las relaciones sociales de producción (de
explotación); es decir, que la naturaleza de las condiciones objetivas de producción
están determinadas por la función económica específica que ellas cumplen al
interior del proceso de producción social. La indicación de Marx es bastante precisa
al respecto, pues sitúa a las fuerzas productivas dentro del conjunto de las
relaciones sociales de producción. Volvamos a citar el famoso pasaje del Prólogo
a la Contribución: “relaciones de producción que corresponden a un determinado
estadio evolutivo de las fuerzas productivas materiales. La totalidad de esas
relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad […]”
Así, la propia cualidad de los medios de producción está determinada por las
relaciones sociales de producción. Es por ello que los medios de producción son

101
Lorgio Orellana Aillón

indicadores de las relaciones sociales bajo las cuales se desarrolla el trabajo;


precisamente por la naturaleza eminentemente social de su empleo:
“En el caso de la producción papelera es posible, en general, estudiar
provechosa y detalladamente la diferencia que existe entre diferentes modos de
producción basados en medios de producción diferentes, así como el nexo entre
esas relaciones sociales de producción y esos modos de producción: la antigua
elaboración alemana de papel, en efecto, nos proporciona un ejemplo de
producción artesanal; la de Holanda en el siglo XVII y Francia en el XVIII, una
muestra de la manufactura propiamente dicha; la Inglaterra moderna, un modelo
de fabricación automática en ese ramo, y además en China y en la India subsisten
dos formas diferentes paleoasiáticas diferentes de la misma industria.” (Marx
1985b: 465).
Concebir la relación de las personas con los medios de producción abstrayendo
de las relaciones de explotación dentro de las cuales estos medios se emplean, es
abstraer de la forma social que asume el proceso laboral en un momento dado;
significa sustituir el análisis de los procesos y las relaciones sociales de producción,
por una categoría formalista que ha abandonado lo esencial del enfoque de Marx:
la dialéctica.
Las clases sociales derivan de una relación económica de explotación, ellas
tienen existencia en la medida en que constituyen uno de los polos de esa relación
(como explotadores o explotados). En este sentido, el análisis de la relación con
las condiciones objetivas de la producción es pertinente en la medida que ellas
posibilitan a las clases económicamente dominantes, la apropiación del producto
del trabajo ajeno.
La posesión y el control sobre las condiciones objetivas de la producción
determinan una relación de clases pues son medios y objetos de trabajo al servicio
de la apropiación del producto del trabajo ajeno (Orellana 2003). El concepto
marxista de relación con las condiciones objetivas de la producción, no puede
concebirse entonces al margen del concepto de relaciones económicas de
explotación.
Quinta proposición: la cualidad de los medios de producción y su relación
con las personas respecto de la identificación de las clases, están determinados

102
¿Qué Son Las Clases Sociales Según Marx?

por las relaciones de explotación imperantes. Es sólo a partir de la función de los


medios de producción dentro de las relaciones de explotación existentes donde
puede identificarse el papel que éstos cumplen en la determinación de las clases
sociales. Los medios de producción son medios del explotador, es decir, configuran
la condición clasista del explotador, en la medida que a través de ellos éste se
apropia del producto del trabajo ajeno.
Primera Síntesis. Las clases se definen por la posición de las personas en el
proceso de producción. El proceso de producción es el conjunto de las relaciones
sociales bajo las cuales se desarrolla el proceso de trabajo. Las relaciones sociales
de producción son la forma del proceso de producción y el proceso de trabajo es
el contenido material del proceso de producción. Las clases sociales están
determinadas por la forma en que se expolia el plustrabajo al productor directo,
es decir, la relación de explotación entre quienes poseen y controlan las
condiciones objetivas de la producción y los productores directos.

5. cLaSES SocIaLES y pRocESo dE pRodUccIóN capItaLISta


A partir de estos criterios, ¿cuál es el secreto más íntimo de la estructura
capitalista de clases? En su sentido más general, dentro del modo de producción
capitalista las clases se definen por la posición de las personas en el proceso de
producción capitalista y, de modo más específico, por la forma en que se expolia
el plustrabajo al productor directo dentro de ese proceso:
“[E]l proceso de trabajo se convierte en el instrumento del proceso de
valorización, del proceso de autovalorización del capital: de la creación de
plusvalía. El proceso de trabajo se subsume en el capital (es su propio proceso) y
el capitalista se ubica en él como dirigente, conductor; para éste es al mismo
tiempo, de manera directa, un proceso de explotación de trabajo ajeno. Es esto lo
que denomino subsunción formal del trabajo en el capital. Es la forma general de
todo proceso capitalista de producción […] (Marx, 1985c: 54)
La burguesía y el proletariado se definen por su posición al interior del proceso
de producción capitalista – unidad inmediata de proceso de trabajo y proceso de
valorización y, por tanto, proceso de extracción directa de plusvalía. Es a partir de
esta particular forma de explotación, de subsunción inmediata del proceso laboral

103
Lorgio Orellana Aillón

bajo el dominio del capital, que se determina a las clases sociales en el capitalismo.
Esta forma específica se llama subsunción formal del trabajo en el capital.
Usualmente se ha utilizado el concepto de subsunción formal del trabajo en
el capital de modo restringido: para analizar la subsunción inmediata de procesos
laborales provenientes de modos de producción anteriores bajo el dominio directo
del capital. Otras veces se ha utilizado el concepto de modo incorrecto: para
analizar la subsunción de procesos laborales pre-capitalistas bajo el dominio
indirecto del capital. En realidad la subsunción formal, nos dice Marx, “es la forma
general de todo proceso capitalista de producción” (y el proceso de producción
capitalista, como sabemos, es unidad inmediata entre proceso de trabajo y proceso
de valorización, es decir, proceso directo de extracción de plusproducto). En
consecuencia, la subsunción formal es la forma general en que se expolia el
plustrabajo al productor directo en el capitalismo, la forma que establece una
diferencia esencial entre la formación económico-social capitalista y las
formaciones anteriores:
“En la subsunción formal del trabajo en el capital, la coerción que apunta a la
producción de plustrabajo […] recibe únicamente una forma distinta de la que
tenía en los modos de producción anteriores […].
Cuando la relación de hegemonía y subordinación reemplaza a la esclavitud, la
servidumbre, el vasallaje, las formas patriarcales, etc. de la subordinación, tan sólo
se opera una mudanza en su forma. La forma se vuelve más libre porque es ahora
de naturaleza meramente material, formalmente voluntaria, puramente económica
(Marx 1985c: 64, énfasis del original).
La compra-venta de fuerza de trabajo es la forma que asumen las relaciones
de hegemonía y subordinación en el capitalismo. Mientras que en modos de
producción anteriores la coerción que apunta a la extracción de plusvalor estaba
apoyada por la fuerza compulsiva del Estado y la desigualdad se hallaba sancionada
legalmente, en el capitalismo la subordinación del trabajo bajo la dirección del
capital adquiere una forma formalmente voluntaria: el trabajador, que a diferencia
de los esclavos o los siervos es dueño de sí mismo, vende su capacidad de trabajo
por un determinado monto de dinero. Es puramente económica, pues mientras que
en modos de producción anteriores existía una instancia política (el Estado) que
mediaba la exacción del trabajador por parte del amo o el señor feudal, en el

104
¿Qué Son Las Clases Sociales Según Marx?

capitalismo la explotación se desarrolla por la vía de la extracción de plusproducto


en el mismo proceso de producción, sin la intervención de instancia política alguna.
Sexta proposición: La subsunción formal del trabajo en el capital es la forma
general en que se extrae plustrabajo al productor directo dentro del proceso de
producción capitalista, esta relación determina el secreto más íntimo de la
estructura de clases dentro del capitalismo.

6. cLaSES SocIaLES y EL pRocESo GLobaL dE La pRodUccIóN


SocIaL
El análisis desarrollado hasta aquí nos sitúa únicamente en el proceso de
producción inmediato - “la relación directa entre los propietarios de las condiciones
de producción y los productores directos”. En las sociedades de clases, el proceso
de producción inmediato es, esencialmente, una relación de explotación directa:
“El proceso de trabajo se subsume en el capital (es su propio proceso) y el
capitalista se ubica en él como dirigente, conductor; para éste es al mismo tiempo,
de manera directa, un proceso de explotación de trabajo ajeno.” (Marx 1985c: 54,
énfasis del original). Esta relación permite desentrañar “el secreto más íntimo de
la estructura social”, es decir, identificar a las clases fundamentales de la sociedad,
colocadas dentro de relaciones directas de explotación (Amos-esclavos, señores
feudales-siervos, capitalistas obreros). Pero no permite desentrañar la estructura
social en su conjunto. Para ello, requerimos transitar analíticamente, del proceso
de producción inmediato al proceso global de la producción social.
En el estudio de la estructura social capitalista, Marx conceptualiza esta nueva
dimensión como el “proceso global de la producción capitalista”. Es en el ciclo de
reproducción del capital, es decir, en la articulación dialéctica entre producción,
distribución y consumo, donde se ubican diversas categorías socioeconómicas,
relacionadas de modo inmediato y mediato al proceso de producción inmediato.
Mientras en el proceso de producción inmediato, las clases están determinadas
por la subsunción directa, inmediata del trabajo bajo el dominio del capital; en el
proceso global de la producción capitalista surgen nuevas categorías
socioeconómicas determinadas por la subsunción general del trabajo bajo el
dominio del capital. Así, en el ciclo de reproducción del capital mercantil y del

105
Lorgio Orellana Aillón

capital dinerario, respectivamente, se encuentran fracciones de clase como la


burguesía comercial y la burguesía financiera, que si bien no subordinan
directamente el trabajo del obrero, lo subsumen de modo mediato, indirecto. Estas
fracciones de clase ciertamente no controlan ni poseen directamente medios de
producción, pero controlan ciertas condiciones objetivas de la producción, como
los medios de pago (el capital dinerario) y, por medio de ellos, controlan
indirectamente los medios de producción. En síntesis, puede afirmarse que estas
fracciones de clase subsumen de modo mediato, indirecto, el proceso laboral.
Al enfocar el proceso de producción y reproducción social en su conjunto,
podemos identificar una diversidad de categorías económicas que, aunque no se
colocan objetivamente en el proceso de producción inmediato, son explotados o
son explotadores, es decir, son productores directos o apropiadores del producto
del trabajo ajeno, mediante una diversidad de mecanismos indirectos de
explotación. Esta perspectiva confirma la apreciación de De Ste. Croix en el sentido
de que las clases se hallan determinadas no únicamente a partir de relaciones
directas de explotación, sino también a partir de relaciones indirectas de
explotación:
“La explotación puede ser directa e individual, como, por ejemplo, en el caso
de los asalariados, esclavos, siervos, coloni, arrendatarios o deudores por parte de
determinados patronos, amos, terratenientes o prestamistas, o bien puede ser
indirecta y colectiva, como es el caso de los impuestos, las levas militares, los
trabajos forzados y otras prestaciones que se impongan únicamente o de manera
desproporcionada a una determinada clase (o clases) por parte de un estado
dominado por una clase superior” (De Ste. Croix 1988: 61).
En el caso del proceso global de la producción capitalista, las vías indirectas
de la explotación se encuentran precisamente en la esfera del intercambio de
mercancías y en el mercado de dinero, cuyo control por parte del capital, posibilita
la expoliación del productor directo por medio de innumerables mecanismos. Es
el caso de la explotación del trabajo campesino por el capital (Bartra 1979) mediada
por el mercado de bienes, de dinero y de trabajo, a través del mecanismo del
intercambio desigual. Es el caso de los pequeños productores que emergen de las
entidades comunitarias, y que son explotados por el capital comercial:

106
¿Qué Son Las Clases Sociales Según Marx?

“En los primeros estadíos de la sociedad capitalista, el comercio domina a la


industria […] El comercio repercutirá a su vez, naturalmente en mayor o menor
grado sobre las entidades comunitarias entre las cuales se desarrolla; someterá cada
vez más la producción al valor de cambio, al hacer que los disfrutes y la
subsistencia dependan más de la venta que del uso directo del producto. De ese
modo disuelve las antiguas relaciones. Hace aumentar la circulación de dinero. No
sólo se apodera ya del excedente de la producción, sino que paulatinamente va
royendo a la propia producción, haciendo que ramos íntegros de la misma
dependan de él.” (Marx 1989: 422)2
Es decir, a la vez que las antiguas relaciones son disueltas, la burguesía
comercial pone bajo su dominio a estos productores directos, en virtud del
monopolio que ella ejerce sobre el capital comercial. La subsunción de estos
procesos laborales bajo el dominio del capital comercial, nos dice Marx, cambia
la naturaleza de las relaciones sociales de donde dichos procesos laborales
emergieron; surge una nueva configuración de clases.
No obstante encontrarse fuera del proceso de producción inmediato, de igual
modo la condición económico-social de estas categorías se halla determinada por
los dos rasgos esenciales que definen a una condición de clase: en virtud de la
posición objetiva que ocupan dentro de determinadas relaciones de explotación
(como explotadores o explotados) y de su posición en relación a los medios y las
condiciones objetivas de la producción. Su especificidad es que ambos polos se
hallan relacionados de modo indirecto, por ejemplo, a través del intercambio
mercantil.
No obstante esa especificidad, las relaciones de explotación y las relaciones
de control y posesión sobre las condiciones objetivas de la producción, son los
componentes estructurales esenciales de las clases sociales y constituyen una
unidad: es decir, los medios de producción y las condiciones objetivas de la
producción (por ejemplo el capital mercantil) definen a una condición de clase
puesto que son medios de la apropiación del producto del trabajo ajeno; y, a la
inversa, la explotación es posible en la medida en que una clase particular de
personas, en virtud de que posee y controla las condiciones objetivas de la

2
Agradezco esta referencia a Pablo Pobeda.

107
Lorgio Orellana Aillón

producción, puede expoliar el trabajo de otra clase de personas: los productores


directos. La clase social aparece, por tanto, a partir de esta relación social de
explotación, mediada por los medios y las condiciones de producción que permiten
esta apropiación del producto del trabajo ajeno; proceso que puede tener un carácter
mediato o inmediato.
Las clases, concebidas al interior del proceso global de la producción social,
se sitúan dentro de un complejo y denso entramado de relaciones de explotación
(directas o indirectas), de posesión y el control (directo o indirecto) sobre las
condiciones objetivas de la producción.
Desde esta nueva perspectiva, que se concentra en el proceso global de la
producción social, la diferencia básica entre las clases económicamente dominantes
y las clases económicamente dominadas es que mientras las primeras pueden
relacionarse de modo directo o indirecto con el proceso de producción inmediato,
los explotados siempre son productores directos, constituyen el factor subjetivo
de la producción; en consecuencia, si bien pueden ser mediata o inmediatamente
explotados, siempre tienen una vinculación inmediata con el proceso de
producción: son trabajadores.
Séptima proposición: el proceso global de la producción social al interior del
cual se determinan las clases sociales, es proceso de explotación mediata o
inmediata del trabajo del productor directo en virtud de la posesión y el control
directo o indirecto de las clases explotadoras sobre las condiciones objetivas de
la producción.

7. EL caSo dE La pEqUEña bURGUESía: UNa apLIcacIóN dEL


ENfoqUE GENERaL
La concepción dialéctica que concibe la relación de las personas con los medios
de producción dentro de determinadas relaciones de explotación, modifica ciertas
caracterizaciones habitualmente realizadas sobre las clases sociales. Por ejemplo,
desde una perspectiva rigurosa de economía política marxista, decir que una categoría
de personas corresponde a la pequeña burguesía por su condición de pequeña
propietaria es incorrecto: antes habrá de identificarse la función de los medios de
producción y el lugar del productor directo dentro de determinadas relaciones de

108
¿Qué Son Las Clases Sociales Según Marx?

explotación. Asi mismo, debe de identificarse el lugar del proceso laboral dentro del
cual se despliega la actividad del productor directo en el contexto del proceso global
de la producción social. Así, cabrá preguntarse si es correcta la usual caracterización
del pequeño productor parcelario, explotado por el capital, como pequeño burgués,
en la medida que no sólo su trabajo sino también sus medios de producción son
subordinados a la lógica de acumulación del capital por la vía del mercado.
Partiendo de un análisis dialéctico (es decir procesual y relacional), la
categoría de pequeña burguesía parece ajustarse a otro grupo económico-social.
Veamos, por ejemplo, la diferencia entre el propietario de una tienda, el mediano
empresario propietario de un pequeño taller o de un restaurante, de quienes
dependen un puñado de empleados; y el pequeño productor campesino o el
artesano autónomo e independiente. En el primer caso se trata de un pequeño
patrono que explota a un puñado de trabajadores, es decir, que se apropia de parte
del producto generado por estos. Por el contrario, el campesino o el artesano son
clases explotadas por el capital a través del intercambio desigual en el mercado
(Bartra 1979).
Como los obreros, esas categorías económicas son explotadas. La diferencia
fundamental se encuentra en que mientras el obrero es explotado de modo directo,
estas categorías son subsumidas a través del mercado de productos o de dinero, es
decir, de modo indirecto. En su condición de clase explotada, el pequeño productor
parcelario, por ejemplo, está más cerca del obrero que de la pequeña burguesía.
Dentro de la misma categoría de los trabajadores autónomos expoliados por
el capital, se pueden contar a los artesanos o “microempresarios” subsumidos por
el capital comercial, usurario y bancario.
Véase que el criterio básico que utilizamos para diferenciar al campesino y al
artesano, del pequeño burgués, es el lugar que tienen dentro de determinadas
relaciones de explotación. Si nos atuviéramos al criterio abstracto de la posesión,
desligada de las relaciones de explotación, probablemente caeríamos en la ilusión
de asimilar al pequeño patrono con el pequeño productor campesino. Pero puesto
que partimos de una perspectiva más bien dialéctica (es decir, de relaciones
sociales), podemos constatar que se trata de dos clases sociales no sólo diferentes,
sino hasta opuestas: unos son explotadores y otros explotados.

109
Lorgio Orellana Aillón

La clave para distinguir ambas clases sociales es identificar el lugar de su


proceso laboral dentro de las relaciones de explotación imperantes y las relaciones
de posesión y control sobre los medios de producción. Mientras la constatación de
que el pequeño productor parcelario no controla las condiciones objetivas de su
producción está en el hecho de que no se apropia de plusproducto; el pequeño
patrono si controla un determinado volumen de estas condiciones (medios de
producción, mercancías, dinero), hecho verificable a partir de la apropiación de
plusproducto del que goza esta clase social.
Esas condiciones de existencia asemejan al pequeño burgués con el burgués:
ambos son explotadores pues controlan un determinado volumen de condiciones
objetivas de la producción, que les permite apropiarse del producto generado por
el trabajo ajeno. El pequeño burgués, para retomar una expresión de Marx (1985a:
224), es un capitalista in spe (un aspirante a capitalista).
No obstante sus semejanzas, la burguesía y la pequeña burguesía son
igualmente clases sociales distintas. El pequeño burgués se diferencia del burgués
no sólo por el volumen inferior de condiciones objetivas de la producción que tiene
bajo su dominio y por la escala inferior de su producción, sino también porque el
pequeño burgués no se ha escindido completamente de las tareas de la producción,
para colocarse de modo exclusivo en la posición de mando y dirección del proceso
productivo, como sucede con el burgués. El pequeño burgués es un productor
directo, un trabajador. Contradictoriamente, es a la vez un pequeño patrono. Esta
es la categoría económica que de modo más cabal se sitúa “entre la burguesía y el
proletariado”.
La pequeña burguesía puede encontrarse en la minería cooperativizada, en la
mediana industria; suele surgir también como producto de una cierta diferenciación
campesina y manufacturera en el agro y en las urbes, respectivamente; así como
en el comercio (rescatistas, comerciantes transportistas, etc.). Es una categoría que
ha logrado diferenciarse económica y socialmente del conjunto de productores
directos, no obstante el encontrarse a veces confundida con ellos, debido a sus
evidentes similitudes. El esfuerzo de la perspectiva de clase será penetrar estas
formas aparentes e indagar el rol que cumplen las distintas categorías económicas
al interior de determinadas relaciones de apropiación del producto del trabajo ajeno.

110
¿Qué Son Las Clases Sociales Según Marx?

Mientras que categorías sociales como la pequeña burguesía son categorías


económicamente dominantes, pues las condiciones de producción que poseen les
permiten apropiarse de parte del producto generado por su propio trabajo y por el
trabajo ajeno; los pequeños productores autónomos, en la medida en que el proceso
laboral donde se desenvuelven es subsumido de modo general por el capital, sus
medios y condiciones de producción funcionan igualmente como medios de
producción del capital.
En resumen, una categoría económico-social como la pequeña burguesía o
como los pequeños productores autónomos, deben dilucidarse a partir de su
posición en el proceso global de la producción: como explotadores o explotados;
como sujetos que poseen y controlan las condiciones objetivas de la producción,
o se hallan imposibilitados de hacerlo.

111
Lorgio Orellana Aillón

bIbLIoGRafía cItada
Adorno, Théodor (1990), Dialéctica negativa, Madrid, Taurus.
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Orellana Aillon Lorgio (2003), La clase obrera. Su determinación económico
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112
LA GESTION DE LA PRODUCTIVIDAD DEL
TRABAJO EN INDUSTRIAS ALTAMENTE
AUTOMATIZADAS: EL CASO DE LA INDUSTRIA
PETROLERA EN BOLIVIA
Tania Aillón Gómez1

RESUMEN:
Este artículo reflexiona desde la perspectiva de la Economía Política
marxista, las fuentes de la productividad del trabajo en la era de la
automatización. El análisis se concentra en la industria petrolera en
Bolivia, uno de los sectores productivos que introduce a mayor escala, el
proceso de reestructuración productiva, basado en la innovación
tecnología de los medios de producción y en las transformaciones
organizacionales de la fuerza de trabajo.

Palabras Clave: Automatización, productividad, estrategia organizacional,


Gestión de la fuerza de trabajo, subjetividad.

1
Economista y Socióloga. Mgr. En Ciencias Sociales y doctorante en Sociologíaía por la Universidad
de Nanterre, Paris X - Francia. Miembro del grupo de investigación de Sociologíaía del Trabajo:
Llank’aymanta (Cochabamba-Bolivia) e investigadora asociada del Instituto de Estudios Sociales y
Económicos de la UMSS- Cochabamba.

113
INtRodUccIoN.-
En todas las formas que asume la organización capitalista del trabajo, aunque
de distinta manera, se hace evidente la relación entre las estrategias de organización
del trabajo, la productividad y la valorización del capital. Con la profundización
de la automatización, la ganancia de productividad, cada vez mas, se asienta en
procesos de integración del trabajo, a través del trabajo en grupo, la polivalencia
y la implicación subjetiva de los obreros con los objetivos de la empresa. La
satisfacción de estas demandas, exige una fuerza de trabajo integrada a la empresa,
tanto en términos económicos como sociales; de igual manera, se requieren
métodos de gestion de la fuerza de trabajo que faciliten estos procesos de
integración en los que se asienta la productividad del trabajo.
En el marco de estas transformaciones, que son uno de los resultado del
proceso de reestructuracion productiva, este articulo analiza ciertas estrategias
organizacionales, que los managers del sector petrolero en Bolivia, aplican para
incrementar la productividad del trabajo. La perspectiva epistemológica con la que
se reflexiona el material empírico, es el de la economía política marxista; que en
oposición a la economía neoclásica, plantea que la productividad del trabajo es el
resultado (medible, observable,etc.) de determinadas relaciones sociales
(Kosic:1993). Esta perspectiva rompe con la concepción y tradición neoclasica de
la ciencia económica, para la cual la acción económica se desarrolla en un espacio
abstracto(Bhashar: 1988), sin tomar en cuenta el contexto social en el que se
desenvuelven las acciones de los individuos2. Asi, nuestra perspectiva se separa
de la visión del homo economicus, para señalar que el análisis de los hechos
económicos, debe partir de actores históricamente determinados y abordar las
prácticas económicas como hechos sociales totales; es decir, considerando las
condiciones concretas en las que operan los individuos(Bourdieu:2001).
En consecuencia, se plantea que la productividad del trabajo, bajo relaciones
sociales de produccion capitalistas, es el resultado de relaciones de explotación,

2
En efecto, la economía neoclásica supone que el sujeto actúa racionalmente, es decir, que dispone de
un conjunto estable de preferencias y elige aquella línea de acción que maximiza sus propios beneficios.
Basada en la teoría del homo economicus, regida por las leyes del cálculo interesado y la competencia
por maximizar las ganancias individuales y en la teoría de la “acción racional”, abstrae a los individuos
de las condiciones históricas concretas en las que desenvuelven sus actividades económicas.

115
Tania Aillón Gómez

hegemonía y subordinación (Marx: 1985), desde esta perspectiva, las estrategias


de organización del trabajo son otras tantas de las estrategias de los managers, para
reproducir; de una parte, las relaciones de poder entre capital y trabajo (Marglin:
1973) y de otra, para obtener la mayor productividad de la fuerza de trabajo
implicada, de manera directa, en el proceso productivo. En este artículo se analizan
estrategias de incremento de la productividad del trabajo; aplicadas en la empresa
CHACO, cuyos managers basan la gestión de la productividad del trabajo, en
estrategias organizacionales de inspiración japonesa.

2. oRGaNIZacIoN dEL tRabaJo y pRodUctIVIdad EN La ERa


dE La aUtoMatIZacIoN
El concepto de capacidades tecnológicas, si bien no se limita exclusivamente
al plano técnico; sin embargo; no puede ser establecido, sin la consideración de las
características de las estructuras materiales (máquinas y herramientas) que son un
componente fundamental de un proceso producción; de la misma manera, es
importante establecer la relación entre estos cambios de la estructura material en la
que se asienta una tecnología y las transformaciones en la dimensión organizacional
del trabajo. En ruptura con el determinismo tecnológico, partimos de la visión de
que en el sostén material (herramientas, máquinas) de la tecnología, se materializa
en determinadas relaciones sociales, para imponer y otorgarle al trabajo humano
una cierta forma; esto da lugar a una amplia autonomía de las estrategias de
organización del trabajo, respecto a la evolución del desarrollo técnico; es decir, del
sostén material del proceso productivo (maquinas, herramientas, etc.), a las que
Marx denomina, condiciones objetivas de la producción (Marx:1985); es decir que
en consonancia con la visión de que las practicas económicas son hechos sociales,
las técnicas productivas asentadas en ciertas condiciones objetivas de producción
(maquinaria y herramientas), son apuestas sociales y políticas que representan, en
alguna medida3, los fines económicos y políticos de quienes conciben sus
condiciones de aplicación, dentro de un determinado contexto productivo.

3
Esto es asi por que la dimensión técnica de la realidad tiene sus própias especificidades (sus propias
leyes), que no pueden ser manipuladas a discreción de los intereses de determinada clase social, pues
presentan sus propias resistencias, que tienen que ver con su naturaleza física. A esto se debe agregar
condisiones sociales como el estado de la correlación de fuerzas el la patronal y el de los trabajadores,
también relativisan el manejo discrecional de la técnica, por parte de aquélla.

116
La gestión de la productividad del trabajo en industrias altamente automatizadas

En el contexto de la reestructuración productiva, la voluntad de liberar a la


producción del control de la mano de obra directa; a través de la automatización,
ha generado la integración creciente de los sistemas productivos y el incremento
de su complejidad. Las características de los sistemas automatizados producen las
condiciones favorables a la perturbación del proceso, en el que el subproducto es
el incidente aleatorio, que puede bloquear todo el sistema de producción (Zarifian:
1995, de Terssac: 1992; Veltz:1993). Debido a que los parámetros del sistema
automatizado son cada vez más numerosos y complejos, y se producen a intervalos
de tiempo más cortos, el problema fundamental al que se enfrenta el trabajo
humano es el evento (la posibilidad de paros intempestivos del sistema) (Zariffian:
1992; Wolf: 2000; De Terssac:1992). El evento es ante todo un subproducto del
sistema técnico, que se convierte en un residuo que compromete el funcionamiento
eficaz de los sistemas automatizados.
De lo que se trata, en un contexto de profundización de la automatización de
los procesos productivos, es de identificar, cuáles son las demandas que se imponen
a la organización del trabajo, para incrementar la productividad. La automatización,
al crear como subproducto el evento, rompe con la lógica en la que se asienta la
productividad del trabajo en etapas previas; es decir, con la lógica aditiva de tareas
separadas, cuya eficiencia se funda en la extrema especialización del obrero en
tareas específicas, resultado de una continua repetición. El evento demanda la
integración del trabajo o sea, transformaciones profundas en la división y
organización del trabajo: trabajo en grupo, cualificación colectiva; movilidad de
obreros entre distintos puestos de trabajo, reducción jerárquica, desarrollo de
intercambios horizontales, mayor autonomía en la toma de decisiones4 (prácticas
que flexibilizan la división técnica del trabajo) (Kern y Schuman: 1989;
Durand:2004; Zariffian: 1992; Veltz: 1993; Aballéa: 1993; Wolf: 2000; Porceni
Alaniz:2000, Aillon: 2009); en consecuencia, nuevas competencias y saberes a la
fuerza de trabajo (Zariffian; 1992; De Terssac: 1992; Wolf: 2000).
Dentro de este contexto, si bien las operaciones elementales, basadas en la
concepción taylorista de división del trabajo, persisten, éstas se encuentran en

4
Aspecto que para autores como De Terssac (1992) y Vatin (1987) es una condición fundamental de la
eficiencia en los procesos productivos.

117
Tania Aillón Gómez

proceso de absorción por el sistema informático; marcando el paso como menciona


Zariffian(1992), de una productividad de elementos a una productividad de sistema.
En este contexto productivo, la capacidad del operador o del equipo de trabajo,
de organizarse, para absorber los imprevistos que producen los sistemas
automatizados, es una cualidad esencial y una condición fundamental de la eficacia
productiva; de esta manera, de más en más, la noción de misión reemplaza la
noción de tareas programables definidas en su contenido. y la aproximación entre
tareas de producción y de mantenimiento, se convierte en una tendencia que facilita
las intervenciones más rápidas, para evitar los paros del sistema productivo

3. La GEStIoN dE La pRodUctIVIdad dEL tRabaJo ENtRE LoS


obRERoS dE ELItE EN La EMpRESa cHaco.-
Con la finalidad de adaptar las condiciones de la empresa pública a las
demandas de la compañías petroleras, el Estado boliviano, en los años noventa(en
el contexto del proceso de reestructuración productiva), pone en marcha el
licenciamiento masivo de los asalariados de YPFB5. Así, en el curso de tres años(de
1996 a 1999), entre el 60% y 80 % (de acuerdo a informes de las empresas
petroleras) de los asalariados del sector petrolero son despedidos; no hay duda, de
que se trata de uno de los despidos más significativos en el país, luego de la
relocalización de los trabajadores mineros. Estos licenciamientos se ponen en
marcha, de forma paralela a la aplicación de programas de formación permanente
de los asalariados que se quedan en las empresas petroleras. La participación de
los asalariados en programas de formación intensiva se convirtió en obligatoria,
para mejorar la imagen del trabajador frente a la patronal.
A la vez, se inicia un proceso de reorganización productiva que; por una parte,
realiza transformaciones organizacionales y por otra parte, moderniza las
condiciones materiales de producción (maquinaria y equipo). En CHACO, en el
caso de campo « Carrasco », que desde su instalación, a fines de los ochenta,
contaba con una planta automatizada en base a un sistema de control analógico

5
Este proceso se realiza selectivamente; en principio, los dirigentes sindicales y activistas políticos son
licenciados, lo mismo que los trabajadores que no son aptos a los procesos de racionalización del trabajo,
como los trabajadores mayores y aquellos conocidos por su falta de disciplina, a los ojos de la patronal.

118
La gestión de la productividad del trabajo en industrias altamente automatizadas

“DCS FOXBORO”, la modernización consiste en pasar al sistema automatizado


« DCS Delta V »6 ; se trata de un sistema que permite aumentar la capacidad de
información con dispositivos lógicos informáticos de última generación, con los
que es posible apreciar las características de transmisión de la información e
identificar si esta es correcta o no; es posible también, la conducción de menús
interactivos y la interpretación simplificada de la información. Esta tecnología
puede asimilarse como correspondiente a la segunda y tercera etapa de la
automatización, en sus fases avanzadas (De Terssac: 1992; Coriat: 1991).
El sistema “DCS Delta V” permite no sólo la regulación automática de los
parámetros del proceso; sino que a la vez, transforma la sala de control, en el lugar
privilegiado de conducción del proceso, con la introducción del comando por
ordenador. El ordenador toma a su cargo el tratamiento de la información, la
modificación de los valores de las variables, la dirección del proceso y la elección
de puntos de consigna. Como menciona De Terssac (1992), se trata de la utilización
de programas dirigidos a optimizar la repartición de tareas, entre el ser humano y
el dispositivo técnico, basado en un modelo de distribución de tareas, considerado
optimo; a la vez, es posible visualizar en el ecran, vistas parciales del proceso de
transformación, en las cuales aparecen los instrumentos de medición, indicando
los datos instantáneos de los parámetros. Este sistema de control es también, un
importante instrumento de toma de decisiones, en base a logiciales como el
« INFOPROD » con el que es posible conocer, de forma cotidiana, la producción
de cada uno de los fluidos, con suma precisión, como la producción por cada pozo
petrolero. Esta información aporta consistencia a la producción y precisa la
existencia de problemas en cada pozo petrolero en producción, porque permite
visualizar la caída de la producción en cada uno de los mismos.

6
El sistema « DCS Delta V » se compone de tres controladores de procesos ; a través de este sistema, la
comunicación se realiza por fibra óptica , loss instrumentos de control se estandarizacion bajo el
sistema« Hart » y el riesgo de un bloqueo total de la planta se ve reducido, porque se trata de un sistema
de control repartido en seis dispositivos de memoria, que preservan la integridad del sistema global, en
caso de surgir problemas en un sector de la planta; se trata de un sistema integral en materia de
seguridad, lo que mejora el nivel de disponibilidad del proceso y la continuidad de las operaciones de
producción.

119
Tania Aillón Gómez

3.1 La búsqueda de productividad del trabajo a través de útiles de


inspiración japonesa.-
La base técnica del proceso de trabajo en la empresa CHACO está formada
por un complejo de estructuras (tubos, depósitos, canalizaciones, etc.), que
sostienen el movimiento continuo del producto, que se desplaza, de una fase de
transformación a otra. Debido a que la transformación del producto se asienta en
una reacción química en cadena, cada fase requiere de ciertas condiciones de
temperatura, presión, grados de energía, etc., que excluyen toda intervención
manual. Estos procesos son conducidos y guiados a distancia; mediante el consumo
masivo de aparatos electrónicos de control, de comando, etc. (arriba descritos en
sus especificidades tecnológicas). Esta base técnica requiere por la misma
naturaleza de los insumos y productos que elabora, de modalidades específicas de
organización y gestión de la fuerza de trabajo7. Generalmente, en este tipo de
industria, el trabajo es percibido como gestión, en la que, la vigilancia de un
pequeño grupo de de obreros; de una parte del proceso, asegura el flujo del
producto y una serie de transformaciones (Linardt: 1978). En este caso, es más
apropiado hablar de misión que de tarea (De Terssac: 1992) (Aillon:2009).
Para identificar la estrategia organizacional de la fuerza de trabajo en CHACO,
nos hemos concentrado en la etapa de explotación y producción de hidrocarburos;
dentro de la cual, se distinguen dos actividades situadas en el corazón del proceso
productivo de esta industria: la de guía y vigilancia del proceso y el mantenimiento
de los equipos. A estas dos actividades se dedica el núcleo duro de obreros,
constituido por los operadores de planta (dedicados a la guía y vigilancia del
proceso) y por los técnicos especializados en el mantenimiento de equipos. Este
pequeño grupo8 está apoyado por otro mucho mayor, de trabajadores auxiliares,
que realizan los trabajos de desarmado y limpieza de equipos, plomería,
instalaciones, electricidad, etc. Nuestro análisis se concentra en el grupo de obreros
del núcleo duro, quienes garantizan el flujo continuo del proceso y forman la
columna vertebral de la organización del trabajo en este tipo de industrias.

7
En el caso de la industria de procesos, la relación entre puesto de trabajo y tarea no existe; y resulta
extremadamente difícil, para un colectivo de trabajadores, establecer una relación exacta; entre su
trabajo y una producción determinada;
8
En CHACO este grupo de operadores y técnicos de mantenimiento está formado por 8 obreros.

120
La gestión de la productividad del trabajo en industrias altamente automatizadas

La estrategia organizacional que CHACO aplica para la movilización y


control de esta fuerza de trabajo, se asienta en la generación de bases materiales,
que faciliten su implicación (Vatin: 1987) con los objetivos de la compañía;
mediante la firma de contratos por tiempo indefinido, acceso a todos los beneficios
sociales y condiciones confortables de vida en los campamentos. Un abanico de
dispositivos de inspiración japonesa moviliza al núcleo duro de obreros, uno de
ellos es el TPM (Manejo Total de la Producción).9 que incita a la participación de
los obreros con su iniciativa y creatividad y los motiva a que transparenten sus
conocimientos y experiencias, mediante la formación de “grupos autónomos”.
En la medida en que la automatización , como dejamos dicho, supone el paso
de una productividad de elementos a una productividad de sistema, la capacidad
del operador o del equipo de trabajo de organizarse, en base a su movilización
permanente, para absorber los imprevistos que producen los sistemas
automatizados, es una cualidad esencial y una condición fundamental de la eficacia
productiva. Los grupos obreros en CHACO, tienen como una práctica permanente,
la discusión de las causas de los problemas del proceso productivo, las
posibilidades del surgimiento de eventos y las alternativas para controlarlos. Estos
grupos de discusión, se convierten en un espacio de integración del trabajo de
operaciones (guía del proceso) con el de mantenimiento de equipos y del trabajo
de concepción con el de ejecución, en una dinámica de desarrollo de competencias
colectivas (Motmolin: 1997)10. Esta dinámica tiene efectos positivos sobre los
requerimientos, para el funcionamiento eficiente del proceso; en términos de los
propios obreros, el TPM es considerado como una herramienta de transmisión de
experiencias, mediante una comunicación fluida; un operador precisaba:”
[A]prendemos unos de otros...”. Esta comunicación desarrolla una sinergia entre

9
Instrumento de gestión de la fuerza de trabajo, que coordina el trabajo de operadores de planta y técnicos
de mantenimiento; para enfrentar; de forma eficiente, la posibilidad del evento; mediante la capacitación
de los operadores, por los técnicos de mantenimiento, en tareas básicas de mantenimiento y técnicas de
diagnostico, en el seno de grupos autónomos.
10
La observación de varias reuniones de los grupos autónomos, nos mostró que las tareas de diagnóstico
de una determinada anomalía en el equipo, producen propuestas de solución que provienen de la
reflexión colectiva, de operadores y de técnicos de mantenimiento; en este espacio, cada uno aporta
con sus conocimientos y experiencias, identificando problemas; a través de procesos cognitivos, que
forman síntesis de experiencias(“lluvia de ideas”, “¿por qué, por qué?”, “espina de pescado”, etc.), de
saberes; desde el diagnostico hasta la propuesta de solución y su aplicación.

121
Tania Aillón Gómez

mantenimiento y operaciones, que hace más eficiente el desempeño laboral. Otro


operador de planta se refería a una experiencia de trabajo:
«[L]a otra vez con Gustavo [el instrumentista] no podíamos subir
temperaturas del sistema NAPCO (sistema de deshidratación), Gustavo probaba
con el enriquecimiento de mezcla, no daba..., regulaba el termostato, nada....,
sacamos el censor electrónico de temperatura, por si esté des calibrado y no había
respuesta..... La identificación del problema nació de ambos, yo creo que, como
yo estoy más en contacto con el equipo, conozco mejor las líneas; entonces, vi que
la línea de alivio del tanque, comunicaba con la línea de gas combustible, que
tenía una válvula. Una vez identificado el problema, cerramos ese rato la válvula
y, la llama y la temperatura subieron. Como ve..., ese grado de complementación
es el resultado del TPM, porque antes el operador le decía al instrumentista o
mecánico: ‘ tu problema hermano......., revisa el equipo, no sube la temperatura...’;
no se dedicaba tiempo a identificar el problema de manera conjunta; siendo que
tú.... , como operador..., eres el que más conoce el equipo, las líneas, tu estás todos
los días ahí; entonces..., el TPM ayudó mucho, a generar una inteligencia
colectiva, generó una cultura de trabajo, que hace más fluido el proceso...”.
Como el evento aumenta la necesidad de una respuesta inmediata, CHACO
implementa la practica de la rotación de puestos, así, todos los miembros del equipo
de operadores, pueden suplirse unos a otros, en situaciones de emergencia o de
ausencia de alguno de ellos. Esta finalidad de la rotación se ve facilitada, por la
creación de competencias colectivas que se producen en los espacios de
integración, que se forman a partir de la puesta en marcha del TPM; en la medida
en que, en el marco de la automatización, la integración del trabado permite la
economía de tiempo, en la que se basa la obtención de la ganancia patronal. Debido
a que la eficacia productiva resulta; sobre todo, de la mayor o menor capacidad de
coordinar los flujos de producción y de circulación, en industrias de proceso, como
la petrolera, estas tareas de coordinación son imposibles de encerrarse en un plan
rígido; solo una coordinación y cooperación flexible puede hacer frente al evento
y/o a su prevención (Zariffian: 1995;Veltz:1993). En este sentido, el TPM se
desarrolla como un espacio de flexibilización de la división técnica de trabajo,
dentro del grupo de operadores, hasta el punto en que todos pueden cumplir las
funciones de todos, con la excepción de la función del operador de sala, que sólo

122
La gestión de la productividad del trabajo en industrias altamente automatizadas

es suplida, temporalmente, por el operador de pozos11. Esta integración de tareas,


como fuente de eficiencia y productividad del trabajo, que requieren los procesos
automatizados, es reconocida por un manager de CHACO :
“ [...A]qui lo que requerimos, es el especialista generalista, yo como
mecánico, tengo un área de expertis, un área que es mi área clave; pero además,
conozco de manera general o a nivel de aplicación básica, otros temas
relacionados; aunque mi especialidad sea esta...”; “ [...L]o que yo les repito a
nuestra gente es que ya no son mecánicos, ni electricistas, ni instrumentistas, ahora
son gente que hace mantenimiento y mantenimiento implica algunas cosas más...”.
De otra parte en CHACO, el trabajo de concepción de proyectos es realizado
por equipos de ingenieros especializados, que no trabajan en la planta; por esto,
muchas veces sus diseños no responden a las exigencias técnicas de las condiciones
reales de trabajo, situación que acarrea interferencias a la buena marcha del
proceso. El TPM funciona como un dispositivo que permite a los operadores y
técnicos de mantenimiento, proponer a los ingenieros, soluciones, para adecuar los
equipos a los requerimientos concretos de la producción12. De esta forma, la
tendencia a la integración del trabajo, parece superar el espacio de producción y
llegar hasta la concepción del proyecto. Un manager decía al respecto:
« [U]na de las demandas de los operadores es que ellos sean consultados
antes de que se presenten los problemas. En la primera parte del proyecto no
participan mucho, pero intervienen a nivel de la ingeniería básica, en la ingeniería
de detalle, para ver el grado de operabilidad del proyecto, para identificar cuáles
son los cuellos de botella: que pasa con el grado de presurización, las válvulas de

11
En este espacio de trabajo, es posible hablar de un proceso de disolución de la división técnica del
trabajo, como resultado de la práctica continua de la rotación. Durante el trabajo de terreno, solía ver
al operador de GLP realizando las tareas del operador de pozos o al operador de pozos realizando tareas
del operador de sala, o al operador de planta realizando tareas del operador de pozos o; en algún
momento, al operador de laboratorio cumpliendo tareas del operador de pozos; estos cambios se
producían en cualquiera de los turnos, o en cualquier momento de un turno de forma permanente.
12
A nivel de la ingeniería de detalle, los operadores analizan la capacidad de las instalaciones, en relación
a los volúmenes de producto que va a ser transformado, el número de separadores necesarios, las
dimensiones de los equipos, los puntos de medida, las válvulas reguladoras, el grado de apertura de las
válvulas, para dejar pasar cierta cantidad de hidrocarburos, etc.

123
Tania Aillón Gómez

alivio, la definición de puntos de transferencia y de control, toda la ingeniería de


detalle, depende mucho de los operadores y técnicos de mantenimiento...”.
El TPM como dispositivo organizacional de la fuerza de trabajo, funciona
mediante la introyección de valores, para constituir un tipo de obrero, que responda
a las demandas de productividad de los sistemas automatizados (Gramsci: 1984;
Wolf: 2000); en el caso de CHACO, Un manager de define el TPM como:
“[U]na filosofía del trabajo, que consiste en que tú te involucres en el negocio,
que tú aportes, que te preguntes sobre el impacto que tienes en el negocio; cuando
la empresa pierde o cuando la empresa gana; en este sentido, nosotros usamos
herramientas; digamos que; de alguna manera, traduzcan esa filosofía del
compromiso y el involucramiento de la gente, para los resultados del negocio...”.
La finalidad es lograr que el obrero desarrolle un “sentimiento de
pertenencia” en relación a los equipos de la planta, como menciona un manager ,
se trata de que el obrero piense: “[V]oy a trabajar para cuidar este compresor,
para que mantenga su estado original, como si fuera mío...; ese es el concepto...”.
Esta búsqueda de implicación se sustenta “trayéndola a tierra” a través de una
política de bonos por logros de metas y objetivos anuales13. Es necesario, en
términos de un manager especialista en recursos humanos: [S]i tú quieres el
compromiso de los empleados...; si tú quieres que cada uno aporte con su granito
de arena..., si tú quieres el involucramiento de la gente, como algo que ellos sientan
que su compromiso realmente tiene un efecto...., es solamente en base a
resultados....”14.
Para lograr la implicación de los obreros, los managers introducen un abanico
de dispositivos organizacionales que consigan interiorizar ciertos principios del
TPM, cómo: “ [E]l hombre es el causante de las fallas de los equipos”; “si el

13
Se ha establecido un bono de producción, al que llaman OTIMSHA, que es un bono en equipo. Todos
los años se establecen metas en todas las áreas: bajar índices de accidentabilidad, bajar el número de
días perdidos por incidentes, etc., de acuerdo al porcentaje del logro de los objetivos estratégicos
establecidos, se define el monto de este bono.
14
Se trata de encontrar los medios más adecuados, para que los obreros compartan los objetivos de la
compañía; éstos son principalmente económicos y son transmitidos a través de contenidos técnicos.
Los objetivos estratégicos generales se traducen en micro objetivos, para que sean ejecutados por estos
grupos autónomos Durand (2004).

124
La gestión de la productividad del trabajo en industrias altamente automatizadas

raciocinio y las actitudes del hombre cambian, es posible llegar a que la falla del
equipo sea cero”, si se cambia el raciocinio de: ‘el equipo es algo que falla’ a ‘no
permitiremos que el equipo falle”, “así es posible llegar a falla cero”; en este
marco se inscribe la premisa del TPM: “[M]ejorar a nuestra gente para que
nuestra gente mejore los equipos y procesos....”.
La otra demanda para aumentar la productividad de la fuerza de trabajo, dentro
de los procesos productivos automatizados, es la autonomía de los obreros, para
tomar decisiones inmediatas, con miras a responder al evento. El TPM es un útil
de gestión que coadyuva a generar un importante margen de autonomía, porque
contribuye a desarrollar las competencias que se requieren. Mediante este útil de
gestión, los obreros incentivan su iniciativa, su creatividad, su pro actividad. Un
operador mencionaba: [C]on el TPM hemos aprendido a organizarnos a
disciplinarnos; hemos mejorado nuestra capacidad de análisis, hemos aprendido
el respeto a la ideas de los demás, nos ha ayuda a estandarizar las rutinas de
trabajo, mediante una metodología para arreglar problemas...”.
La demanda de las capacidad intelectuales, que debe poner en funcionamiento
el obrero, para prevenir y responder al evento, es precisada por los
managers: “[...A]hora mantenimiento implica hacer una evaluación de sus tareas,
cuando haces mantenimiento, ¿por qué lo haces? Cuando tienes una falla, tienes
que analizar por qué ha fallado, y usas algunas herramientas de calidad, para
determinar cual es la causa de la falla”. Un supervisor precisaba: “[.E]l operador
tiene que ser una persona que se anticipe a los hechos, tiene que saber la relación
entre un cambio de parámetros y sus posibles efectos. La persona con los sistemas
automatizados, debe ser más coactiva, con mayor capacidad de razonamiento,
porque las respuestas son inmediatas...”
El desarrollo de estas competencias intelectuales, en situación de trabajo, se
traduce en un espacio más amplio de toma de decisiones, para operadores y
técnicos de mantenimiento; es decir, de mayor autonomía. Un manager de
mantenimiento refería: “[A]hora la gente toma parte de las decisiones, antes sólo
recibía órdenes: ‘hay que hacer esto ‘, ahora ellos analizan junto con algún
especialista, con el opinan, con toda la experiencia que tienen y ellos mismos
llegan a las conclusiones, ya no es sólo una mano de obra, ahora es mano de obra,
más cabeza, análisis, cabeza.....”.

125
Tania Aillón Gómez

El TPM, se combina con otro útil organizacional, la evaluación por


competencia; que fundamentalmente, cumple un rol movilizador de la fuerza de
trabajo, aspecto al que nos referiremos a continuación.
3.2. La evaluación por competencias como fuente de productividad del
trabajo.-
La introducción de la evaluación de la fuerza de trabajo, en base al criterio de
competencias, es otra de las características de la estrategia organizacional, que se
pone en marcha, en el curso de la reestructuración productiva. La evaluación por
competencias puede definirse como la evaluación de la inteligencia práctica de los
obreros, que se traduce en la toma de iniciativa y de responsabilidad, en distintas
situaciones de trabajo, a las que se ve enfrentado, recurriendo a conocimientos,
habilidades y experiencias adquiridas. En el caso de CHACO, la evaluación por
competencias tiene el nombre de Gestión del Desempeño (GD2); que
administrativamente consiste en un formulario en el que se definen a nivel
individual, los objetivos anuales de cada obrero, en relación a su crecimiento
profesional ajustado a las demandas de la planta. En este formulario se especifican
los indicadores que medirán el logro de los objetivos. El GD2 es un útil de
evaluación. Un operador de sala precisaba: “[...L]a compañía va a evaluar y, en
función de aquello, va a dar una retribución económica o verbal....., es una
herramienta obligatoria, para una evaluación de la Compañía...”. Esta evaluación;
al mismo tiempo, tiene un efecto movilizador de la fuerza de trabajo
(compensación o castigo), toda vez que permite visualizar; individualmente, la
performance anual del obrero (Boltansky y Chiappelo: 1999).
La individualización de las competencias, de las gratificaciones y de las
sanciones, ejerce el efecto de hacer a cada individuo el solo responsable de sus
logros y fallas (Boltansky y Chiappelo: 1999) y; en consecuencia, el solo
responsable de su nivel salarial, que dentro de este sistema, está en relación con el
grado de implicación del obrero con los fines de la compañía. La mejor
remuneración distingue, no tanto las competencias de la fuerza de trabajo, sino el
compromiso, como menciona un manager:
“[…S]e trata de dar una mejor remuneración; para distinguir justamente
eso..., el compromiso”; según el mismo manager, se premia: “[....A] las personas

126
La gestión de la productividad del trabajo en industrias altamente automatizadas

que se preocupan de la mejora continua, que se preocupan de la eficiencia...,


porque hay formas y formas de operar una planta y mantenerla ocho o doce horas
con sus condiciones; sin importarles si les salió bien o les salió mal o más o menos.
Mediante algún “cedazo”., catalogamos a la gente; digamos, sabemos quienes se
preocupan y a lo que tendemos es a que todos trabajen con esa pro actividad....”.
Además, la formación del obrero, (que integra las metas anuales establecidas
en el GD2) debe ajustarse, de forma continua, a las demandas de la compañía. Los
objetivos anuales que se proponen los obreros, deben tomar como criterio principal,
los problemas que presenta el proceso de producción en la planta; como decía un
operador de sala: “[S]e busca que cada problema tenga su dueño....”; se reparten
y personalizan equipos, para que cada obrero defina objetivos, para solucionar los
problemas que se presentan o para elevar la eficiencia productiva de la planta; según
un operador de planta : “[L]os objetivos deben estar dirigidos a optimizar el
proceso, al crecimiento operativo. Los conocimientos y experiencias que uno se fija
en sus objetivos de capacitación, tienen que ser algo concreto, el crecimiento de la
persona debe de estar en relación a aportar más a la empresa.....”.
Si la mejora de las competencias de los ejecutantes, se convierte en la
condición de una mayor eficacia del sistema de producción, esta mejora de las
competencias es promovida por los managers, en la medida en que aumente la
posibilidad de alcanzar los objetivos de la producción (De Terssac: 1992. El trabajo
creativo debe adaptarse a la demanda del trabajo muerto (Marx: 1985; Wolf: 2000);
puesto que toda capacidad que no se adapta a este requerimiento, pasa a ser
considerada como irracional y contraproducente (De Gaulejac: 2005).

4. EL IMpacto dE La EStRatEGIa oRGaNIZacIoNaL EN La


pRodUctIVIdad dEL tRabaJo
Dentro de las empresas altamente automatizadas como CHACO, la
performance depende, de la disponibilidad de máquinas, es decir, de su fiabilidad,
que es directamente el resultado de la calidad del mantenimiento correctivo y
preventivo; pero también y principalmente, de la capacidad de los operadores para
reaccionar en forma rápida y adecuada a los eventos, para reducir y anticiparse a
los disfuncionamientos del sistema técnico; disfuncionamientos, que como dejamos
establecido, se amplifican por el grado de complejidad que producen la integración

127
Tania Aillón Gómez

de los sistemas automatizados (Zariffian: 1995). En este contexto, la productividad


significa producir con el menor número de paros. Los nuevos equipos técnicos son
dos o tres veces más caros que los equipos clásicos; además la obsolescencia
tecnológica, es más rápida y pone en peligro la inversión en equipos. En
consecuencia, existe un gran interés, por parte de la patronal, en amortizar sus
costos, lo más rápidamente posible y acelerar la rotación del capital constante, ya
sea mediante un aumento de su rendimiento o con el incremento de las horas en
las cuales este equipo es utilizado. Se trata de hacer trabajar la maquinaria el mayor
tiempo posible(Zariffian: 1995). Desde esta perspectiva, la empresa CHACO
(apoyada en estrategias de gestión de la fuerza de trabajo, arriba analizadas) ha
conseguido mejorar los principales indicadores de productividad y rendimiento de
las plantas petroleras en las que opera.
El impacto sobre la productividad de dispositivos de gestión de la fuerza de
trabajo como el TPM y el GD2, finalmente, se traduce en indicadores cuantificables
de confiabilidad y disponibilidad de los equipos. En el caso de “Carrasco”, el
índice de disponibilidad de equipo alcanza al 98,5%(TMEF)(la relación entre
cantidad de dias de trabajo y número de paros de la planta) y un índice de
confiabilidad del 99% (TMPDR)(la relación entre la cantidad de horas de
reparación y el numero de paros). Indicadores muy altos, que son el resultado de
la aplicación del TPM como herramienta de gestión.
Estas innovaciones en la gestión de la fuerza de trabajo explican también, el
significativo aumento de la productividad del trabajo de 11. 212 barriles de
petróleo, que se producían por persona empleada en 1998 a 12.724 barriles de
petróleo en el año 2002, 14.665 en el año 2004 y 13. 971, 29, para el año 2005
(Datos de Oficina del Delegado Presidencial, para la revisión y mejora de la
Capitalización, año 2003).

128
La gestión de la productividad del trabajo en industrias altamente automatizadas

Fuente: CHACO, Memoria anual 2004.

Elaboración nuestra con datos de la Oficina del delegado presidencial para la revisión y mejora de la
capitalización y de las memorias anuales CHACO 2004 y 2005.

129
Tania Aillón Gómez

Elaboración nuestra con datos de la Oficina del delegado presidencial para la revisión y mejora de la
capitalización y de las memorias anuales CHACO 2004 y 2005.

5. coNSIdERacIoNES fINaLES.-
Inicialmente planteamos la necesidad de la patronal, en la era de la
automatización, de asentar sus ganancias de productividad en la integración de los
trabajos de concepción y ejecución y en el desarrollo de la autonomía del
trabajador. En el caso de CHACO, el método de reducción de costos y de aumento
de la productividad del trabajo va por la vía de hacer más eficiente la fuerza de
trabajo del núcleo duro de obreros, para esto, se da a estos asalariados, buenas
condiciones laborales y se aplica útiles de gestión como el TP, útil que permite
sacar a luz, los conocimientos retenidos por los obreros, para ponerlos al servicio
del proceso de trabajo. Por otra parte, el TPM incentiva la producción de
competencias colectivas 15, con efectos positivos sobre la marcha del proceso.

15
La estrategia de racionalización productiva, que permite el surgimiento de la noción de competencia,
se encuentra en consonancia con una de las tendencias del capitalismo, apuntadas por Marx (1985),
que a medida que el capitalismo se extiende y acumula, tiende a reducir sus costos en fuerza de trabajo.
La lógica de la competencia, que está en la base de los útiles de movilización y control, que implementa
CHACO, se dirige a reducir la inversión en fuerza de trabajo, por el camino de aumentar su
productividad.

130
La gestión de la productividad del trabajo en industrias altamente automatizadas

Competencias que a la patronal no le significan ningún costo adicional (pues la


retribución salarial se calcula individualmente), pero que sí le permiten contar con
una fuente virtuosa de extracción de trabajo potenciado, para valorizar sus
inversiones.
Las practicas de integración del trabajo en CHACO, ponen en evidencia su
potencialidad, para mejorar las performances productivas, como hemos podido
evidenciar, en términos de los indicadores de gestión técnica del equipo. Se trata
de la constatación empírica de que en el marco de la automatización creciente de
los procesos productivos, la más alta productividad del trabajo coincide con su
integración y con la disminución de los limites en la división técnica del trabajo,
bajo diferentes formas(rotación de puestos, discusiones colectivas y horizontales,
etc.). Es una tendencia a la integración de trabajo, que lejos de consistir en un
retorno al trabajo artesanal, constituye una nueva etapa de socialización de trabajo.
Desde este punto de vista, cada dispositivo de integración del trabajo, como la
polivalencia, la rotación de puesto etc., juegan un papel importante como técnicas
de homogeneización de la gestión de la fuerza de trabajo.
Así, el estudio de caso de CHACO, parece confirmar las tesis de autores
clásicos, que manifestaron que la gran industria obliga a la sociedad, bajo pena de
muerte, a reemplazar al individuo parcelado en sus potencialidades, por un
individuo integral, que adecua sus diferentes habilidades y capacidades a los
diversos requerimientos del trabajo integral (Marx:1985) o que el progreso técnico,
por su dialéctica interna, tiende a restituir en las maquinas automatizadas, una
nueva forma de unidad del trabajo, facilitando la conversión del obrero, que había
sido convertido en objeto, en sujeto del proceso productivo (Friedman:1964 ). Al
mismo tiempo, el caso de CHACO nos muestra que la técnica en tanto que hecho
físico, no está totalmente sumisa a las relaciones de dominación subordinación que
caracterizan a la producción capitalista, puesto que abre recodos de crecimiento
profesional, para los obreros. Sin embargo, es importante precisar, que en el marco
de relaciones capitalistas de producción estos espacio son controlados,
racionalizados y limitados, a los objetivos y requerimientos de la empresa, como
se pudo observar. Aspiraciones subjetivas, como la necesidad de sentirse alguien
en el trabajo, de ser reconocido, son subsumidos a las necesidades de valorización
de la compañía, a través de un conjunto de útiles de gestión como el GD2, se trata,

131
Tania Aillón Gómez

sin duda, de la colonización de la subjetividad obrera por el capital. Todo esto


muestra lo contradictorio de un proceso, en el que, por una lado, para aumentar la
productividad a la patronal, no le queda sino abrir espacio de integración del
trabajo, pero a la vez, para mantener el control y la subordinación de la fuerza de
trabajo, estos espacios deben de restringirse, convirtiéndose asi, en freno al
desarrollo pleno de las fuerzas productivas del trabajo. Aquí, se muestra a nivel
micro, la contradicción señalada por el materialismo histórico, entre las
potencialidades de desarrollo de la productividad del trabajo y las relaciones
sociales de producción, que las constriñen.
Antes de terminar, es también bueno referirse a que , si bien la aplicación de
dispositivos organizacionales, para elevar la productividad de trabajo, responde a
la conducta racional de los managers, los resultados de esta aplicación racional, se
dan en un contexto, que nada tiene que ver con el “homo economicus” abstracto;
sino más bien, con obreros de carne y hueso, que sienten, piensan y valoran,
pudiendo reaccionar sobre la intencionalidad de los managers de distinta manera,
de acuerdo a los contenidos de su subjetividad y a las condiciones objetivas en que
desempeñan su trabajo. Esta es una pequeña muestra, de que la ciencia económica,
para poder explicar los procesos reales de hombres situados en la historia, debe
salir de la estrecha caja en la que fue encerrada por la hegemonía del pensamiento
neoclásico.

132
La gestión de la productividad del trabajo en industrias altamente automatizadas

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Tania Aillón Gómez

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135
136
POLÍTICA HIDROELéCTRICA EN BOLIVIA
Y RENTABILIDAD DE LA INVERSIÓN*
Enrique Gómez1

RESUMEN
En el esquema de regulación del sector eléctrico boliviano se supone que
la generación de electricidad se rige por condiciones de Competencia
Perfecta, con tarifas establecidas a Costo Marginal.
El artículo muestra que la política social del gobierno de bajar los precios
de la electricidad al consumidor final y el precio máximo de 1,30
US$/MPC para el gas natural empleado en la generación de electricidad
actúan deprimiendo los precios de la electricidad que se paga a las
empresas generadoras, por debajo del nivel de equilibrio de mercado y
perjudican su sostenibilidad financiera, especialmente de los generadores
hidroeléctricos.
El Plan de Expansión del sector eléctrico, prevé la construcción de los
proyectos hidroeléctricos de Misicuni, Fase 2; San José, Fase 1; Tangara
y Vilcara; Río Unduavi ; y Rositas; a los que se agrega el proyecto
geotérmico de Laguna Colorada. Dichos proyectos requerirán de una
inversión media de 220 millones de dólares por año. Sin embargo, la
ejecución de dichos proyectos no es financieramente sostenible con las
tarifas eléctricas vigentes.
Palabras Clave: Hidroelectricidad, Rentabilidad, Gas Natural, Tarifas
eléctricas, Inversión

* Este artículo, se ha elaborado a partir de un estudio realizado para el Centro de Estudios para el
Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA)
1
Ingeniero. PhD Economía, Profesor Universitario

137
138
INtRodUccIóN
En el esquema institucional vigente en el sector eléctrico boliviano, la
producción de electricidad está segmentada verticalmente en tres actividades:
generación, transmisión y distribución. Todas las empresas participantes son
reguladas por la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Electricidad (antes
Superintendencia de Electricidad).
Por su naturaleza de monopolios naturales, la distribución y la transmisión de
electricidad son reguladas otorgándoles una rentabilidad garantizada. En cambio,
para la generación de electricidad, se supone la existencia de condiciones de
Competencia Perfecta. Por esta razón, la generación de electricidad busca
responder a los mecanismos de mercado, estableciendo tarifas a Costo Marginal
para la potencia y la energía entregadas.
Debido al tipo de regulación, los precios con los que se remunera al
Distribuidor y al Transportador son relativamente estables. En cambio, los precios
pagados en el mercado eléctrico de generación tenderán a oscilar: mayores precios
cuando la demanda crece en relación a la oferta; menores precios cuando la
demanda es inferior a la oferta; precios estables si la demanda y la oferta crecen
en la misma proporción.
La teoría económica sostiene que en condiciones de Competencia Perfecta, el
Costo Marginal es igual al Costo Medio. Por lo tanto, la empresa que es
remunerada a precios iguales al Costo Marginal cubre todos sus costos de
producción, incluyendo un retorno “decente” a los recursos de inversión.
En consecuencia, si efectivamente los precios reflejan el Costo Marginal y si
existen condiciones de competencia perfecta, las empresas generadoras de
electricidad deberían tener ingresos que cubran todos sus costos de producción,
incluyendo una correcta remuneración a la inversión ejecutada.
En otras palabras, en condiciones de relativo equilibrio entre la demanda y la
oferta, los ingresos percibidos por las empresas generadoras deberían permitirles
un retorno razonable a su inversión, del orden de 10 a 12% por año. Rentabilidades
superiores constituirían una atracción fuerte a nuevas inversiones y corregirían
eventuales déficits de oferta. Asimismo, rentabilidades inferiores enviarán señales
negativas al potencial inversionista, manteniendo congelada la oferta.

139
Enrique Gómez

2. GENERacIóN dE ELEctRIcIdad EN ELSIStEMa INtERco-


NEctado NacIoNaL (SIN)
2.1. Unidades Existentes
El sistema de generación de electricidad en el Sistema Interconectado Nacional
(SIN) está conformado por un conjunto de empresas tanto termoeléctricas como
hidroeléctricas distribuidas geográficamente, cuyas principales características se
resumen a continuación:

AGENTE CENTRAL CAPACIDAD EFECTIVA (MW)

tERMoELEctRIcaS
GUARACACHI TOTAL 371,37
BULO-BULO BULO-BULO 89,64
V. HERMOSO TOTAL 186,09
COBEE KENKO 18,62
GUABIRA GUABIRA 21
TOTAL TERMOELÉCTRICAS 686,72

HIdRoELEctRIcaS

COBEE ZONGO 188,4


MIGUILLAS 20,9
CORANI CORANI 149,88
HIDRO. BOLIVIANA TAKESI 90,35
RIO ELÉCTRICO YURA 19,05
SYNERGIA KANATA 7,6
SDB QUEHATA 1,96
TOTAL HIDROELÉCTRICAS 478,14

Fuente: INFORME DE LA PROGRAMACION DE MEDIANO PLAZO; PERIODO NOVIEMBRE 2009


– OCTUBRE 2013. CNDC Septiembre 15, 2009.

En este análisis se ha incluido a las empresas Guaracachi, Bulo-Bulo, Valle


Hermoso, Corani, Hidroeléctrica Boliviana, y Synergia. Se excluye a SDB ya que
inició su actividad como agente del mercado en el año 2008. No se incluyó la
empresa COBEE por operar bajo un régimen de regulación particular que le
garantiza una rentabilidad, hasta el año 2008. La empresa Guabirá es un
autoproductor y utiliza materia vegetal como combustible, se trata de un caso

140
Política Hidroeléctrica en Bolivia y Rentabilidad de la Inversión

atípico por lo cual ha sido también excluida. La empresa Río Eléctrico es operada
por la empresa Valle Hermoso, que la toma en cuenta en sus Estados Financieros.
La capacidad efectiva total alcanza a 1.165 MW; la capacidad efectiva de las
empresas generadoras incluidas en este análisis es de 916 MW, que representan el
79% del total.
2.2. Unidades de Generación a Ser Instaladas
El Plan de Expansión 2010-2020 elaborado por el Comité Nacional de
Despacho de Carga identifica como centrales de generación cuya ejecución está
comprometida en los próximos años, a las siguientes:
GENERadoRES coMpRoMEtIdoS EN LoS pRóxIMoS añoS
fEcHa aGENtE cENtRaL MW
01-Dic-09 ENDE Termoeléctrica Entre Ríos 26,1
01-Ene-10 ENDE Termoeléctrica Entre Ríos 26,1
01-Feb-10 ENDE Termoeléctrica Entre Ríos 26,1
01-Mar-10 ENDE Termoeléctrica Entre Ríos 26,1
01-May-10 GUARACACHI Ciclo combinado 82,0
01-Jun-13 MISICUNI Hidroeléctrica, primera Fase 80,0

No se dispone de información respecto a la inversión requerida para la Fase1


del proyecto Misicuni, la misma se estima en 110 millones de US$, actualizados
al año de puesta en marcha a una tasa anual de 10%. Por lo tanto, equivalen a un
costo de 1.375 US$ por KW de potencia. Se estima que el costo de inversión de
las unidades termoeléctricas de Entre Ríos es de 90 millones de US$, a lo cual
corresponde un costo medio de 862 US$/kW. No se dispone de información
respecto al costo de inversión en el ciclo combinado a ser instalado en Guaracachi.
El mismo Plan de Expansión, para satisfacer el crecimiento proyectado de la
demanda de electricidad hasta el año 2020, prevé la ejecución de proyectos
adicionales de generación y transmisión de electricidad, entre los que se destacan
los siguientes:

141
Enrique Gómez

pRINcIpaLES pRoyEctoS dE GENERacIóN REqUERIdoS


fEcHa dE INVERSIóN INVERSIóN potENcIa
LocaLIZacIóN cENtRaL
INGRESo (millones US$)* (US$/kW) (MW)

Tarija Térmica a gas, LM6000PC Jun-11 25,22 741 34,02


Tarija Térmica a gas, LM6000PC Jun-11 25,22 741 34,02
Santa Cruz Guabirá y Yane, Biomasa Jun-12 N.D. 39,00
Potosí Geotermal, Laguna Colorada Ene-14 358,82 3.588 100,00
Cochabamba Hidroeléctrica Misicuni, Fase 2 Ene-14 102,29 2.557 40,00
Cochabamba Hidroeléctrica San José, Fase 1 Ene-14 101,86 1.468 69,40
La Paz Hidroeléctrica Tangara y Vilcara Ene-15 357,18 2.135 167,30
La Paz Hidroeléctricas río Unduavi Dic-15 65,41 1.454 45,00
Santa Cruz Térmica a gas, LM6000PC Jun-16 25,22 650 38,80
La Paz Térmica a gas, LM6000PC Dic-16 25,22 886 28,45
Santa Cruz Hidroeléctrica Rositas Ene-18 1.231,18 3.078 400,00
La Paz Térmica a gas, LM6000PC May-20 25,22 886 28,45
TOTAL 2.342,84
* La Inversión incluye costos financieros de 10% por año.

El monto total de inversión previsto, expresado en dólares americanos


constantes del año 2009, para los proyectos identificados en el cuadro anterior
asciende a 2 342 millones de dólares; si se añade la primera fase del proyecto
Misicuni (110 millones de dólares) y las cuatro turbinas a gas natural de Entre Ríos
(90 millones de dólares), la inversión total se eleva a 2.543 millones de dólares y
se prevé su ejecución en un plazo de 10 años.
En otras palabras, se requiere invertir aproximadamente 250 millones de
dólares por año en proyectos de generación de electricidad para satisfacer la
demanda prevista. Este monto no incluye las inversiones en el sistema de
transmisión de electricidad ni tampoco las inversiones en la red de gasoductos.

3. EqUILIbRIo dEMaNda / ofERta


3.1. funcionamiento del Mercado
Como se explicó en la introducción, para la generación de electricidad, se
supone la existencia de condiciones de Competencia Perfecta. Por esta razón, la

142
Política Hidroeléctrica en Bolivia y Rentabilidad de la Inversión

generación de electricidad busca


responder a los mecanismos de
mercado, estableciendo tarifas a
Costo Marginal para la potencia y la
energía entregadas.
En condiciones de equilibrio
perfecta, las empresas generadoras
deberían tener ingresos que cubran
todos sus costos de producción,
incluyendo una correcta remunera-
ción a la inversión ejecutada.
Desajustes o variaciones de la
oferta o de la demanda producirán
desequilibrio. Un incremento de la
demanda incrementará el precio de
equilibrio a P1; a su vez esta
elevación del precio incentivará la
ejecución de inversiones adicio-
nales para expandir la oferta, puesto
que los productores percibirán la
oportunidad de lograr mayores
ganancias al colocar su producto a
un precio mayor.
El precio final de equilibrio
podría retornar a su valor inicial P0,
si no existen limitaciones en el
suministro como es el caso de las
centrales de generación térmica
cuyos componentes principales son los equipos importados del mercado
internacional y el gas natural producido en Bolivia. En el caso de los equipos
importados, su producción se realiza en el mercado internacional respecto al cual
la demanda de Bolivia es de dimensión insignificante y por lo tanto no elevará sus
precios. En el caso del gas natural, su precio en Bolivia está controlado y no puede

143
Enrique Gómez

ser superior a 1,30 US$ por millar de pie cúbico (US$/MPC). Además, aun en la
eventualidad de no existir un control del precio, el mismo dependerá del precio de
exportación de gas natural a los países vecinos, Argentina y Brasil y nuevamente,
se puede decir que la demanda interna de Bolivia es de dimensión insignificante
y por lo tanto no elevará sus precios.
Lo mismo no es aplicable al caso de las centrales hidroeléctricas. Es razonable
suponer que las opciones de generación de hidroelectricidad más económicas (de
menor costo) ya han sido explotadas. Las que a la fecha todavía no han sido
aprovechadas son aquellas que por su dimensión, ubicación o características físicas
son menos atractivas.1 Por lo tanto, los incrementos de demanda, en el largo y
mediano plazo tenderán a resultar en precios de equilibrio final cada vez más altos.
En conclusión, en condiciones de relativo equilibrio entre la demanda y la
oferta, los ingresos percibidos por las empresas generadoras deberían permitirles
un retorno razonable a su inversión, del orden de 12% por año. Incrementos de
demanda deben resultar en incrementos del precio de la potencia y energía
eléctricas. Estos incrementos pueden ser temporales para eventualmente retornar
al precio inicial de equilibrio o pueden, en el largo plazo, resultar en precios de
equilibrio cada vez mayores.
3.2. Resultados obtenidos en el mercado eléctrico boliviano
Para examinar el balance entre oferta y demanda de potencia en el Sistema
Interconectado Nacional, para el periodo Enero 2001 – Diciembre 2009, se han
utilizado cifras mensuales de demanda obtenidas de los Anuarios Estadísticos de
la Superintendencia de Electricidad.2
La capacidad bruta disponible y las capacidades indisponibles han sido
obtenidas del Comité Nacional de Despacho de Carga. Lamentablemente no se
cuenta con datos de potencia no disponible para el período Enero 2001 - Diciembre

1
Obviamente, este comentario no elimina totalmente la posibilidad de “descubrir” alguna opción muy
atractiva de aprovechamiento de energía hidráulica previamente no utilizada. Pero esta sería la
excepción, no la regla.
2
Sección “Transacciones en el Mercado Mayorista”; Cuadro de Potencias Máximas Registradas a nivel
de bornes de generación, es decir, incluyendo las pérdidas de transmisión.

144
Política Hidroeléctrica en Bolivia y Rentabilidad de la Inversión

2003. Para este periodo se estimó una indisponibilidad media de 7% de la


capacidad bruta.
Es difícil establecer a priori qué porcentaje de reserva es adecuado para la
operación de un sistema de generación de electricidad. El nivel de reserva requerido
para lograr el nivel de confiabilidad y seguridad de servicio deseadas dependerá
del tamaño de las unidades generadoras y de su confiabilidad, de la dispersión
geográfica de los centros de demanda y oferta y de las características del sistema
de transmisión que los conecta entre si.
Para simplificar el análisis se estima que una reserva del orden del 10% de la
demanda es adecuada en el sistema eléctrico boliviano, denominado Sistema
Interconectado Nacional (SIN).
El gráfico a continuación muestra los resultados obtenidos para el periodo
Enero 2001 – Diciembre 2009.

145
Enrique Gómez

El gráfico muestra, a partir del año 2003, una clara tendencia a disminuir el
margen de reserva. Asimismo, se verifica que los márgenes de reserva están por
encima del 20% hasta el año 2006. A partir del año 2006, se reduce gradualmente
la reserva alcanzando niveles inferiores al 10% en el año 2009.
Esta misma tendencia hacia menores márgenes de reserva se evidencia al
calcular la reserva promedio correspondiente a cada año:
Sistema Interconectado Nacional - Margen de Reserva anual promedio
año Reserva promedio
2001 25,4%
2002 30,9%
2003 30,8%
2004 27,7%
2005 25,3%
2006 17,3%
2007 15,7%
2008 16,2%
2009 11,1%

Como se explicó en la sección 3.1, los desplazamientos simultáneos y


continuos de la demanda y de la oferta deben resultar en fluctuaciones del precio
de equilibrio que tendientes a incentivar nuevas inversiones otorgando
rentabilidades más altas cuando existen déficits de oferta o rentabilidades menores
cuando la oferta es excesiva.
Dado que la reserva evoluciona a niveles críticos inferiores al 10% deseable,
un correcto funcionamiento de los mecanismos de mercado debió elevar las tarifas
percibidas por las empresas generadoras y por lo tanto sus ganancias, lo cual
debería reflejarse en mayores rentabilidades, para incentivar la ejecución de nuevas

146
Política Hidroeléctrica en Bolivia y Rentabilidad de la Inversión

inversiones. La sección siguiente examina este tema para verificar si existió o no


existió esta tendencia hacia precios más altos y por ende hacia rentabilidades
mayores del sector de generación de electricidad.

4. pREcIoS dE La ELEctRIcIdad
En el mercado eléctrico se hace distinción entre la energía entregada, que se
expresa en megawatios-hora (MWh) y la potencia o capacidad instantánea de
generación, que se expresa en kilowatios (kW). Para simplificar esta presentación
se examinan únicamente los precios monómicos, los cuales son simplemente
resultado de dividir el valor monetario total de la electricidad (energía y potencia)
generada, por los MWh entregados.
En el gráfico a continuación se presentan los precios monómicos
correspondientes al Sistema Interconectado Nacional para el periodo Noviembre
1999 a Octubre 2009. Las cifras expresadas en US$ por MWh han sido obtenidas
de la Memoria Anual 2008 del CNDC. Se ha utilizado el tipo de cambio promedio
de cada periodo para convertir esas cifras a Bs por MWh. De acuerdo con el Indice
de Precios al Consumidor elaborado por el INE, base 2007, se ha calculado el
precio monómico expresado en Bs constantes del año 2007. Para expresar estos
precios en Dólares constantes se ha utilizado el IPC de los Estados Unidos (CPI),
cuya base está en los años 1982-84.

147
pREcIo MoNóMIco dE La ELEctRIcIdad EN EL SIN

148
Enrique Gómez

Nov99-Abr00
May00-Oct-00
Nov00-Abr01
May01-Oct-01
Nov01-Abr02
May02-Oct-02
Nov02-Abr03
May03-Oct-03
Nov03-Abr04
May04-Oct-04
Nov04-Abr05
May05-Oct-05
Nov05-Abr06
May06-Oct-06
Nov06-Abr07
May07-Oct-07
Nov07-Abr08
May08-Oct-08
Nov08-Abr09
May09-Oct-09

Precio
monómico 39,4 40,3 34,9 32,4 34,9 33,4 30,9 30,1 26,7 27,3 28 34,1 32,7 36,4 35,3 34,8 33,4 36,2 33,9 39,1
(US$/MWh)
Tipo de cambio
6,05 6,23 6,42 6,66 6,93 7,23 7,51 7,69 7,84 7,97 8,07 8,09 8,07 8,06 8,02 7,88 7,59 7,24 7,07 7,07
promedio
Precio
monómico 238 251 224 216 242 241 232 231 209 218 226 276 264 293 283 274 253 262 240 276
(Bs/MWh)
IPC 72,6 75,0 75,8 75,3 75,6 76,2 77,4 79,0 80,7 82,3 84,5 86,6 88,5 90,5 93,3 98,5 107 113 115 115
Precio
monómico Bs
328 334 296 287 320 317 300 293 259 265 267 318 298 324 303 278 238 231 208 239
constantes del
año 2007

CPI 170 173 176 178 179 181 182 184 187 190 193 197 201 202 205 208 213 217 215 215
Precio
monómico
US$ constantes
23,2 23,3 19,8 18,2 19,5 18,5 16,9 16,3 14,3 14,4 14,5 17,3 16,3 18,0 17,2 16,7 15,7 16,7 15,8 18,2
del año 82-84

Fuentes: Memoria Anual 2008 CNDC y Estadísticas del INE. Los datos del CPI fueron obtenidos de www.bls.gov/cpi/#tables; “Table
Containing History of CPI-U U.S.”
Política Hidroeléctrica en Bolivia y Rentabilidad de la Inversión

4.1. precios Monómicos Reales


Como se explicó el el punto anterior, para eliminar el efecto inflacionario se
utilizó el Indice de Precios al Consumidor publicado por el Instituto Nacional de
Estadística (INE) y el “Consumer Price Index” publicado por el “Bureau of Labor
Statistics” de los Estados Unidos.
El gráfico a continuación muestra la evolución de los precios monómicos
percibidos por las empresas generadoras en el mercado eléctrico boliviano, expresados
en Bs constantes del año 2007 y en Dólares Americanos de los años 82-84.

Al examinar los precios reales expresados en US$ se verifica que existió una
tendencia descendente desde el año 2000 hasta el año 2004, de valores del orden
de 23 US$/MWh a 15 US$/MWh. A partir del año 2004 los precios se elevan

149
Enrique Gómez

ligeramente y se mantienen en torno a 17 US$/MWh. Este resultado es un


indicador de un funcionamiento correcto del mercado eléctrico en el periodo 2000
– 2004 cuando los elevados niveles de reserva ocasionaron un descenso en los
precios; sin embargo, a partir del año 2004 el mercado eléctrico operó en forma
deficiente ya que debió elevar la tarifa real en un periodo en el que la oferta se
hace gradualmente insuficiente.
Cuando se expresa la tarifa en Bs. constantes del año 2007 el resultado es
similar, si bien muestra un repunte de precios en los años 2004, 2005 y 2006,
elevando el precio de 260 a 320 Bs/MWh, a partir del año 2006 la tarifa percibida
por las empresas generadoras desciende de 320 a menos de 220 Bs/MWh.
Nuevamente, esta evolución constituye una señal de funcionamiento deficiente del
mercado eléctrico.
Si los incrementos de precio no se dieron o fueron insuficientes, su impacto
se debería percibir en una caida de las rentabilidades percibidas por las empresas
generadoras. Este punto es objeto de análisis a continuación.

5. RENtabILIdadES REGIStRadaS
Para emitir una opinión respecto a la evolución de las rentabilidades percibidas
por las empresas generadoras de electricidad en el SIN, se examinó los Estados
Financieros de las empresas eléctricas generadoras: Valle Hermoso, Guaracachi,
Corani, Hidroeléctrica Boliviana, Bulo – Bulo y Kanata. El período de análisis es
desde el año 2000 hasta el año 2008. Sin embargo en algunos casos no ha sido
posible acceder a la información correspondiente para los primeros años.
Estados financieros disponibles
Empresa período
Valle Hermoso 2000 – 2008
Kanata 2000 – 2008
Guaracachi 2001 – 2008
Hidroeléctrica Boliviana 2001 – 2008
Corani 2000 – 2008
Bulo – Bulo 2001 – 2008

150
Política Hidroeléctrica en Bolivia y Rentabilidad de la Inversión

Se examinó la rentabilidad a los Activos Totales (Return on Assets, ROA).


Las rentabilidades percibidas muestran rangos de variación notables en las
empresas Valle Hermoso, Hidroeléctrica Boliviana y Bulo-Bulo. Estas bruscas
variaciones de la rentabilidad no pueden ser explicadas por cambios en los precios
de venta de la electricidad ni tampoco por variaciones en los costos de producción.
En el caso de la empresa Valle Hermoso, la baja rentabilidad del año 2001 es
resultado de un ajuste contable: se disminuyó el patrimonio en 16 millones de
dólares debido a que las 4 turbinas a gas natural dejaron de operar en la planta de
Valle Hermoso.
Hidroeléctrica Boliviana registró una elevada rentabilidad el año 2007 gracias
a ingresos provenientes de la venta de Certificados de Carbono con un valor de 10
millones de Bolivianos y el ajuste por inflación de 66 millones de Bolivianos, que
a partir del año 2007 se efectúa utilizando como índice de re expresión la Unidad
de Fomento a la Vivienda (UFV) en vez de la cotización oficial del dólar
americano. El año 2008, su ajuste por inflación fue también elevado, de 70,8
millones de Bolivianos, aunque su impacto fue amortiguado por un gasto
extraordinario de 71,6 millones de Bolivianos correspondientes a la amortización
de gastos por emisión de bonos. Finalmente, el año 2005 Hidroeléctrica Boliviana
redujo significativamente sus gastos financieros, en comparación con los años
2004 y 2006, lo cual explica su rentabilidad relativamente más favorable.
La empresa Bulo-Bulo registró rentabilidades relativamente bajas en todo el
periodo, excepto por los años 2008 y 2006. Los resultados más favorables del año
2008 se originan en el rubro “otros ingresos” por un monto de 49 millones de Bs,
provenientes principalmente del ajuste por inflación de 27 millones (a UFV´s) y
la “diferencia de cambio” de 16 millones de Bs. Los resultados del año 2006 son
también relativamente positivos gracias a ingresos extraordinarios por cobro de un
seguro por un monto de 8,7 millones de Bolivianos.

151
Enrique Gómez

Rentabilidad de activos totales de las Empresas Generadoras


año 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
Valle Hermoso 2,77% -24,83% -1,68% 2,32% 1,13% 3,40% 4,84% 6,12% 4,04%
Synergia 0,47% 0,32% 0,97% 1,18% 1,09% 1,09% 2,33% 4,41% 2,01%
Guaracachi N.D. 1,99% 3,43% -0,96% 2,61% 6,20% 5,70% 5,37% 4,49%
Hidroeléctrica Boliviana N.D. -0,16% -3,54% -5,72% -6,22% 0,14% -3,79% 6,28% 3,02%
Corani 5,92% 3,96% 3,37% 2,55% 1,62% 4,02% 4,85% 4,59% 5,35%
Bulo-Bulo N.D. -0,22% 0,61% 1,28% -2,34% -2,17% 2,09% -0,39% 4,30%

Si se excluye los casos arriba citados, causados por eventos particulares que
afectaron los resultados financieros, se puede afirmar que las rentabilidades se
mantuvieron en un rango entre 0 y 10% durante todo el periodo.

Para aclarar el análisis se recurrió a la rentabilidad del promedio ponderado de


todas las empresas, con los resultados que se presentan en los siguientes gráficos3:

3
La rentabilidad promedio fue calculada sumando la utilidad de todas las empresas y dividiendo por el
valor del activo total.

152
Política Hidroeléctrica en Bolivia y Rentabilidad de la Inversión

Se verifica una tendencia hacia rentabilidades más altas que se inicia el año
2004. Este resultado ratifica la impresión inicial de una operación correcta del
mercado eléctrico que ante una amenaza de insuficiente oferta procura atraer
nuevas inversiones elevando el precio y por ende la rentabilidad.
Sin embargo, a pesar de registrar rentabilidades más altas, las mismas son
insuficientes para atraer nuevas inversiones ya que permanecen en valores
inferiores al 10% anual, y por debajo del 5% anual si se considera la rentabilidad
media, ratificando lo indicado en la sección 4.1 en sentido que estos incrementos
de precio y de rentabilidad fueron insuficientes para atraer nuevas inversiones.
En consecuencia se evidencia que el mercado eléctrico intenta operar
correctamente elevando las rentabilidades pero no logra el ajuste necesario para
elevar los precios reales y elevar las rentabilidades a niveles suficientes como para
inducir la ejecución de nuevas inversiones.

153
Enrique Gómez

6. REMUNERacIóN pERcIbIda E INVERSIóN coRRESpoNdIENtE


Un modo alternativo de examinar el grado de atracción de nuevas inversiones
para la generación hidroeléctrica es partir de los ingresos percibidos de acuerdo
con las tarifas de energía y potencia vigentes. Luego, deducir de estos ingresos el
costo de operación, mantenimiento, y administración para determinar el ingreso
disponible como retorno a la inversión. En este análisis se excluyen los costos
financieros, otros gastos y otros ingresos.
Las tarifas vigentes que perciben los generadores varían según el nodo. Una
tarifa relativamente alta es la que percibe la empresa Kanata, que es de 59,266 Bs
por kW, cada mes, y 152,006 Bs por MWh. Estas mismas tarifas, sin impuestos
IVA, son de 51,56 Bs por kW, cada mes, y 132,25 Bs por MWh4.
Suponiendo una central hidroeléctrica de 1 MW de potencia y un factor de
planta de 30% (que corresponde aproximadamente a Kanata) se obtienen ingresos
anuales de 347.540 Bs por energía y 618.737 Bs por concepto de potencia,
arrojando un ingreso total de 966.277 Bs por año.
Este monto anual de 966.277 Bs. mantenido permanentemente correspondería
a una inversión de 8.052.312 Bs suponiendo una rentabilidad o interés anual de
12%. Con un tipo de cambio de 7,07 Bs por US$, esta inversión equivale a 1.139
US$ por kW de potencia.
En otras palabras, si una central hidroeléctrica no tuviese ningún costo de
operación, mantenimiento, administración, depreciación, ni tampoco pagase
impuestos a las utilidades de empresas, y tuviese un factor de planta de 30%, estaría
en condiciones de pagar una inversión de hasta 1.139 US$ por kW para obtener
una rentabilidad de 12% por año.
Si la empresa hidroeléctrica tiene costos de operación, mantenimiento,
administración equivalentes al 50% del ingreso, la inversión que podría cubrirse
ascendería a sólo 569 US$ por kW.
No es razonable suponer que exista una empresa sin los mencionados costos.
De acuerdo con los Estados Financieros de las empresas eléctricas generadoras

4
Tarifas vigentes a octubre del año 2009. Transacciones Económicas Octubre 2009. CNDC.

154
Política Hidroeléctrica en Bolivia y Rentabilidad de la Inversión

correspondientes a los años 2000 - 2008, los costos de operación, mantenimiento,


depreciación y administración, excluyendo costos financieros, IUE, y otros gastos,
equivalen a un porcentaje de los ingresos por venta de electricidad que está en un
rango entre un mínimo de 48% (Corani, año 2000) y valores que sobrepasan el
100% y por lo tanto significan pérdidas en lugar de utilidades.
Como es de esperar, los costos ocupan porcentajes mayores en el caso de las
empresas termoeléctricas cuya inversión inicial es relativamente menor, pero cuyos
costos operativos incluyen la compra de combustible.
(costo de ventas+costos operativos)/Ingreso total
Empresa 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
Valle Hermoso 101% 113% 102% 82% 102% 86% 83% 81% 96%
Synergia 64% 60% 50% 54% 63% 58% 54% 58% 71%
Guaracachi N.D. 85% 85% 94% 79% 76% 86% 85% 94%
Hidroeléctrica Boliviana N.D. 315% 100% 93% 94% 88% 120% 74% 69%
Corani 48% 56% 49% 52% 66% 53% 51% 60% 67%
Bulo-Bulo N.D. 65% 72% 74% 89% 86% 79% 79% 117%

Por otra parte, cada empresa hidroeléctrica tiene un factor de planta distinto.
A mayor factor de planta mayor será la energía generada por kW disponible y
mayor será la inversión que puede pagarse por kW. En efecto, si bien la empresa
Kanata tiene un factor de planta del orden de 30%, Hidroeléctrica Boliviana tiene
un factor de planta entre 30 y 40% aproximadamente, y Corani tiene un factor de
planta del orden de 66%. En consecuencia, es necesario tomar en cuenta este factor
para calcular la inversión que podría financiarse con las tarifas eléctricas vigentes
a nivel de generación.
Es necesario responde a dos interrogantes. Primero, qué sucede si la empresa
eléctrica tiene costos de operación, mantenimiento, depreciación y administración
distintos al 50% de sus ingresos por venta de electricidad. En segundo lugar, cuál
será el impacto si la empresa tiene un factor de planta distinto al 30%.
Para responder a estas dos interrogantes se realizó un análisis de sensibilidad
suponiendo que la empresa tiene costos de operación, mantenimiento, depreciación

155
Enrique Gómez

y administración equivalentes a un rango entre 40% y 75% de sus ingresos; además


si tiene un factor de planta entre 30% y 85%.
INVERSIóN RENtabLE poR KW dE potENcIa
(US$/kW) Kananta

Gastos como porcentaje del ingreso


40% 45% 50% 55% 60% 65% 70% 75%
30% 683 626 569 513 456 399 342 285
H. Boliviana
35% 724 664 604 543 483 423 362 302
40% 765 702 638 574 510 446 383 319
factor de planta

45% 806 739 672 605 538 470 403 336


50% 847 777 706 635 565 494 424 353
Corani
55% 888 814 740 666 592 518 444 370
60% 929 852 774 697 619 542 465 387
65% 970 889 808 728 647 566 485 404
70% 1.011 927 843 758 674 590 506 421
75% 1.052 964 877 789 701 614 526 438
80% 1.093 1.002 911 820 729 638 547 455
85% 1.134 1.039 945 850 756 661 567 472

Los resultados se presentan en el cuadro anterior que muestra un valor máximo


de inversión de 1.134 US$ por kW para una central hidroeléctrica que posee un
factor de planta de 85% y cubre todos sus costos operativos con sólo el 40% de
sus ingresos; valor mínimo de 285 US$ por kW cuando el factor de planta es de
sólo 30% y sus costos operativos cubren el 75% de sus ingresos.
En valores intermedios (resaltados) pueden aproximadamente ubicarse las
centrales eléctricas de Kanata (factor de planta 30%, costos 50% del ingreso);
Corani (factor de planta 65%, costos 65% del ingreso); e Hidroeléctrica Boliviana
(factor de planta 40%, costos 70%).

156
Política Hidroeléctrica en Bolivia y Rentabilidad de la Inversión

En conclusión, se verifica que con los precios vigentes en el mercado eléctrico,


las más importantes centrales hidroeléctricas de Bolivia no están en condiciones
de financiar costos de inversión superiores a los 600 US$ por kW, si quieren tener
rentabilidades del orden de 12% por año.

7. NUEVaS cENtRaLES HIdRoELÉctRIcaS


De acuerdo con el Plan de Expansión del Sistema Interconectado Nacional
2010 – 2020, la central hidroeléctrica de Misicuni, Fase 2, debería entrar en
operación el año 2014. La central San José, Fase 1 el año 2014; las centrales de
Tangara y Vilcara el año 2015, las centrales en el río Unduavi el año 2015, y la
central Rositas, el año 2018. A éstas se añade la central geotérmica de Laguna
Colorada que al utilizar también una fuente energética renovable puede recibir el
mismo tratamiento que las centrales hidroeléctricas. El cuadro a continuación
resume sus principales características económicas.

Inversión potencia Inversión factor de


central
(000 US$) (MW) (US$/kW) planta
Misicuni, fase 2 102.290 40 2.557 66%
Laguna Colorada 358.818 100 3.588 93%
San José, Fase 1 101.860 69,4 1.468 74%
Tangara y Vilcara 357.180 167,3 2.135 60%
Río Unduavi 65.410 45 1.454 54%
Rositas 1.231.180 400 3.078 70%
Fuente: Plan de Expansión del SIN 2010-2020

Por ejemplo, el proyecto San José, fase 1, que tiene una potencia firme de 69,4
MW y un factor de planta del orden de 74% tiene una inversión inicial de 101,9
millones de US$, que equivale a 1.468 US$ por kW instalado.

157
Enrique Gómez

INVERSIóN RENtabLE poR KW dE potENcIa

Gastos como porcentaje del ingreso


0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35%
35% 1.207 1.147 1.086 1.026 966 905 845 785
40% 1.275 1.212 1.148 1.084 1.020 957 893 829
45% 1.344 1.277 1.209 1.142 1.075 1.008 941 873
Río
factor de planta

50% 1.412 1.341 1.271 1.200 1.130 1.059 988 918 Unduavi
55% 1.480 1.406 1.332 1.258 1.184 1.110 1.036 962
60% 1.549 1.471 1.394 1.316 1.239 1.161 1.084 1.007
65% 1.617 1.536 1.455 1.374 1.293 1.213 1.132 1.051
70% 1.685 1.601 1.517 1.432 1.348 1.264 1.180 1.095 San José
Fase 1
75% 1.753 1.666 1.578 1.490 1.403 1.315 1.227 1.140
80% 1.822 1.731 1.640 1.548 1.457 1.366 1.275 1.184
85% 1.890 1.795 1.701 1.606 1.512 1.417 1.323 1.228
90% 1.958 1.860 1.762 1.664 1.567 1.469 1.371 1.273

Para que el proyecto San José, Fase 1 tenga una rentabilidad del orden de 12%
por año, sería necesario que opere a costos equivalentes a menos del 20% de sus
ingresos. Como se explicó en la sección 6, los costos operativos de las centrales
hidroeléctricas registran un rango de valores cuyo límite mínimo es de 49% del
ingreso. Ciertamente es imposible reducirlos por debajo del 20% del ingreso total.
Los proyectos hidroeléctricos sobre el río Unduavi, con un factor de planta de
54% e inversión estimada en 1.454 US$/kW, requerirían reducir sus costos
operativos aun más, por debajo del 5% del ingreso total, lo cual es altamente
improbable.
Los otros proyectos: Misicuni Fase 2, Laguna Colorada, Tangara y Vilcara, y
Rositas requieren inversiones superiores al máximo calculado de 1.958 US$ por
kW, que corresponden a un proyecto con factor de planta de 90% y costos
operativos cero. Es evidente que estos proyectos no serían rentables bajo ninguna
de las hipótesis consideradas.

158
Política Hidroeléctrica en Bolivia y Rentabilidad de la Inversión

En conclusión, las tarifas eléctricas vigentes en el mercado mayorista invalidan


la ejecución de todos los proyectos hidroeléctricos cuya ejecución está prevista en
los próximos años de acuerdo con las recomendaciones del Plan de Expansión
2010-2020.
Sin embargo, el mismo Plan de Expansión muestra la factibilidad económica
de ejecutar dichas inversiones si se consideran precios del gas natural superiores
al máximo actualmente permitido de 1,30 US$ por millar de pies cúbicos. A
continuación se analiza la hipótesis de precios del gas natural superiores a 1,30
US$/MPC.
7.1. precios del Gas Natural
Actualmente rige un límite máximo para el precio del gas natural utilizado
para la generación de electricidad, de 1,30 US$. Dicho límite fue establecido por
el Decreto Supremo 26037 de Diciembre de 2000, cuya aplicación se inició en
enero del año 2001.
Una elevación del precio del gas natural por Precios Proyectados del gas
encima de 1,30 elevará los precios de la energía Natural
eléctrica en el mercado mayorista. Para Año US$/MMBTU
2009 4,20
simplificar el análisis se supone que el precio de
2010 5,11
la energía eléctrica es directamente proporcional 2011 5,48
al precio del gas natural. 2012 5,60
2013 5,74
El Plan de Expansión proporciona una
2014 5,92
estimación de los precios internacionales 2015 6,16
referenciales de exportación del gas natural a 2016 6,38
partir de los precios del gas natural en Estados 2017 6,60
Unidos, proyectados por la “Energy Information 2018 6,82
Administration” (“Henry Hub Spot Price – Precio 2019 7,12
HB -, www.eia.doe.gov), expresados en dólares 2020 7,47
americanos del año 2007.
Dado que 1 pie cúbico equivale aproximadamente a 1.000 BTU, estos precios
corresponden también a US$ por millar de pies cúbicos.

159
Enrique Gómez

A continuación se examina el precio del gas natural que requeriría cada


proyecto hidroeléctrico para ser rentable, suponiendo en todos los casos la hipótesis
más favorable que supone costos operativos equivalentes al 50% de sus ingresos.
El proyecto Misicuni, Fase 2 con un factor de planta de 66% y una inversión
de 2.557 US$ por kW, sería rentable si la tarifa de energía se multiplica por 5.
Esto se lograría aproximadamente elevando el precio del gas natural de 1,3 a 6,5
US$ por MPC, es decir aproximarlo a los valores vigentes en el comercio
internacional a partir del año 2017, manteniendo al mismo tiempo sus gastos
operativos por debajo del 50% del ingreso.
INVERSIóN RENtabLE poR KW dE potENcIa
coN coStoS opERatIVoS aL 50% dEL INGRESo
factor de incremento del precio del gas natural
569 1,00 1,50 2,00 2,50 3,00 3,50 4,00 4,50 5,00 5,50
50% 706 877 1.047 1.218 1.389 1.559 1.730 1.901 2.071 2.242
55% 740 928 1.116 1.303 1.491 1.679 1.867 2.054 2.242 2.430
60% 774 979 1.184 1.389 1.594 1.798 2.003 2.208 2.413 2.618
65%
factor de planta

808 1.030 1.252 1.474 1.696 1.918 2.140 2.362 2.584 2.805
70% 843 1.082 1.320 1.559 1.798 2.037 2.276 2.515 2.754 2.993
75% 877 1.133 1.389 1.645 1.901 2.157 2.413 2.669 2.925 3.181
80% 911 1.184 1.457 1.730 2.003 2.276 2.549 2.823 3.096 3.369
85% 945 1.235 1.525 1.815 2.106 2.396 2.686 2.976 3.266 3.556
90% 979 1.286 1.594 1.901 2.208 2.515 2.823 3.130 3.437 3.744
95% 1.013 1.338 1.662 1.986 2.310 2.635 2.959 3.283 3.608 3.932
100% 1.047 1.389 1.730 2.071 2.413 2.754 3.096 3.437 3.778 4.120

San José, Río Tangara Misicuni, L.


Rositas
fase 1 Undavi y Vilca fase 2 Colorada

160
Política Hidroeléctrica en Bolivia y Rentabilidad de la Inversión

El proyecto geotérmico de Laguna Colorada, con un factor de planta de 93%


e inversión equivalente a 3.588 US$/kW requeriría también multiplicar por 5 el
precio del gas natural.
Para que el proyecto San José, Fase 1, cuyo factor de planta es de 74%, sea
rentable bastaría con elevar la tarifa de energía multiplicándola por 2,0, es decir
aproximadamente incrementar el precio del gas natural de 1,3 a 2,6 US$ por MPC,
puesto que su inversión ha sido estimada en 1.468 US$/kW.
Los proyectos hidroeléctricos de Tangara y Vilcara ubicados en el
departamento de La Paz, con una inversión de 2.135 US$/kW y factor de planta
de 60% requerirían multiplicar por 4,5 el precio de la energía, para que su inversión
sea rentable al 12% anual.
Los proyectos hidroeléctricos sobre el río Unduavi, también ubicados en el
departamento de La Paz, con un factor de planta de 54% e inversión de 1.454
US$/kW, necesitarían elevar el precio de la energía multiplicándolo por 3.
Finalmente, el proyecto hidroeléctrico de Rositas, situado sobre el río Grande,
con un factor de planta de 70% e inversión de 3.078 US$/kW requeriría que el
precio de la energía se multiplique aproximadamente por 5,5 para ser rentable.
cENtRaLES HIdRoELÉctRIcaS fUtURaS y aJUStE dEL pREcIo dEL
GaS NatURaL REqUERIdo

Inversión Potencia Inversión Factor de Factor precio Precio gas


Central
(000 US$) (MW) (US$/kW) planta energía (US$/MPC)

Misicuni, fase 2 102.290 40 2.557 66% 5,0 6,5

Laguna Colorada 358.818 100 3.588 93% 5,0 6,5

San José, Fase 1 101.860 69,4 1.468 74% 2,0 2,6

Tangara y Vilcara 357.180 167,3 2.135 60% 4,5 5,8

Río Unduavi 65.410 45 1.454 54% 3,0 3,9

Rositas 1.231.180 400 3.078 70% 5,5 7,1

161
Enrique Gómez

8. coNcLUSIoNES
De acuerdo con la teoría económica, las tarifas percibidas por las empresas
generadoras de electricidad, por concepto de producción de energía y potencia
deben incentivar nuevas inversiones cuando el sistema eléctrico se aproxima a
condiciones de insuficiente oferta, como es actualmente el caso del SIN en Bolivia.
Estas señales de mercado deben producirse con suficiente tiempo tomando en
cuenta los lapsos de tiempo que se requieren para diseñar nuevos emprendimientos,
obtener financiamientos y ejecutar obras hidroeléctricas.
Los niveles de rentabilidad registrados por las empresas generadoras de hidro-
electricidad en Bolivia han sido marcadamente insuficientes en el período
examinado, que corresponde a los años 2000 - 2008. La consecuencia inmediata
es que no existen perspectivas de construcción de nuevas centrales hidroeléctricas
a ser ejecutadas por el sector privado.
Las centrales hidroeléctricas previstas a ser construidas en los próximos años
requerirían de tarifas eléctricas en el mercado mayorista más altas o de alguna
forma de subvención, para su ejecución.
• El proyecto Misicuni, Fase 2 sería rentable si la tarifa de energía se multiplica
por 5. Esto se lograría aproximadamente elevando el precio del gas natural de
1,3 a 6,5 US$ por MPC, es decir aproximarlo a los valores vigentes en el
comercio internacional, manteniendo al mismo tiempo sus gastos operativos
por debajo del 50% del ingreso.
• El proyecto geotérmico de Laguna Colorada, requeriría de una elevación igual
del precio del gas natural.
• Para que el proyecto San José, Fase 1, sea rentable bastaría con elevar la tarifa
de energía multiplicándola por 2,0, es decir aproximadamente incrementar el
precio del gas natural de 1,3 a 2,6 US$ por MPC.
• Los proyectos hidroeléctricos de Tangara y Vilcara requerirían multiplicar por
4,5 el precio de la energía, equivalente a un precio del gas natural de 5,8
US$/MPC.

162
Política Hidroeléctrica en Bolivia y Rentabilidad de la Inversión

• Los proyectos hidroeléctricos sobre el río Unduavi, necesitarían elevar el


precio de la energía multiplicándolo por 3, es decir un precio de 3,9 US$/MPC
para el gas natural.
• Finalmente, el proyecto hidroeléctrico de Rositas, requeriría que el precio de
la energía se multiplique aproximadamente por 5,5 para ser rentable, elevando
el precio del gas natural aproximadamente a 7,1 US$/MPC.
Estos ajustes del precio del gas natural no están en contradicción con las
previsiones de precio del gas natural que podría obtener Bolivia exportando a los
países vecinos, especialmente tomando en cuenta que algunos están recurriendo a
la importación de gas criogénico transportado por mar, cuyo costo es relativamente
alto y podría estar por encima de los niveles calculados para hacer financieramente
factible cada proyecto hidroeléctrico, los cuales varían entre 2,6 y 7,1 US$/MPC.

163
Enrique Gómez

REfERENcIaS bIbLIoGRÁfIcaS:
“Plan de Expansión del Sistema Interconectado Nacional 2010 – 2020”. Ministerio
de Hidrocarburos y Energía (MHE) - Comité Nacional de Despacho de Carga
(CNDC). Noviembre 2009.
“Anuario Estadístico 2007” Superintendencia de Electricidad.
“Memoria Anual 2008”. CNDC.
“Transacciones Económicas Octubre 2009”. CNDC.
“INFORME DE LA PROGRAMACION DE MEDIANO PLAZO; PERIODO
NOVIEMBRE 2009 – OCTUBRE 2013”. CNDC. Septiembre 15, 2009
“Estadísticas Económicas: Indice de Precios al Consumidor”. Sitio WEB
http://www.ine.gov.bo/
“Table Containing History of CPI-U U.S.” Sitio WEB www.bls.gov/cpi/#tables;

164
“EL CONSUMO DE TELEFONÍA CELULAR
DESDE LA PERSPECTIVA DEL GASTO”
Andrés Milton Coca Carasila*

RESUMEN
La complejidad del comportamiento del consumidor, ha merecido
que los estudiosos se esfuercen en extremo para comprenderlo, un
verdadero misterio que en el siglo XXI queda como tema pendiente en la
agenda. Ha sido objeto de estudio por muchos investigadores, dando
origen a una serie de teorías, que han tratado de dilucidar los factores
determinantes del consumo, las teorías del psicoanálisis, la economía, el
aprendizaje y la socio-psicología, entre otras.
Con esta investigación se pretende abordar el comportamiento
particular del consumidor de los servicios de telefonía celular,
específicamente, se estudia el consumo de dichos servicios, desde la
perspectiva del gasto. Se someten a análisis variables de tipo social,
demográficas, económicas y variables de tipo comportamental, entre las
que se incluye el tipo se servicio utilizado, la marca contratada y la
cantidad de aparatos telefónicos que dispone el usuario. Para dicho
efecto se recurren a las técnicas de análisis multivariado como son el
análisis de correspondencias y el análisis CHAID.
Palabras clave: consumo, gasto, telefonía celular, Chaid.

* Doctor en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Sevilla, España. Coordinador


del Programa de Doctorado en Ciencias Económicas de la Facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad Mayor de San Simón. Cochabamba, Bolivia. e-mail: [email protected].

165
166
INTRODUCCIÓN
Las decisiones de consumo y uso de los bienes y servicios, por parte de los
consumidores, constituyen un tema de vital importancia para las empresas
competidoras del mercado al que atienden dichos bienes y servicios. Asimismo,
marca un inusitado interés para el marketing por las pistas que proporcionan para
el diseño de estrategias más eficaces ya que las decisiones se materializan en el
consumo y adquisición de los bienes y servicios. Una vía es estudiar el consumo a
través del gasto que realizan las personas, el quiénes gastan y cómo gastan es un
excelente punto de partida para comprender mejor el comportamiento del ser
humano. Algunos estudios hablan de un comportamiento irracional al momento de
comprar, pero por mucho tiempo nuestros estudiosos siempre hablaron del
comportamiento de compra “racional” del consumidor, al final racionalidad e
irracionalidad parecen ir de la mano, ya que ésta condición depende de muchos
factores. Tradicionalmente, desde la perspectiva de la teoría racional-económica, el
consumo tiene una relación directa con los ingresos, es decir, se sostiene que el
consumidor elige sus satisfactores alternativos buscando la mejor relación calidad-
precio, una satisfacción máxima. Sin embargo, esta teoría resulta estática y no
considera cómo se forman las percepciones y preferencias respecto a un
determinado satisfactor, ni cómo estas cambian en función de la experiencia ni las
acciones comunicacionales que los oferentes del mercado despliegan, aunque desde
luego la teoría se cumple cuando se habla de promociones y ofertas especiales pero
no así, como se verá en el caso de la industria de la telefonía móvil, el máximo
representante de ésta teoría es Marshal (Rivera, Arellano, Molero & Martínez, 2000).
Las fuerzas motivacionales internas, tampoco son suficientes para interpretar
el comportamiento de compra de los consumidores, ya que lo que compra un
consumidor depende, más allá de sus necesidades profundas, de la naturaleza de
los productos y servicios disponibles en su ambiente y de la manera como él los
percibe. De alguna manera el mecanismo perceptual regula la relación entre la
persona y el mundo que le rodea, y además considerando que todo conocimiento
es necesariamente adquirido a través de las percepciones, en consecuencia afecta
al comportamiento de compra (Dubois, 2004).
La investigación tiene el objetivo de estudiar el comportamiento del
consumidor desde una perspectiva mixta, considerando el gasto como punto de

167
Andrés Milton Coca Carasila

partida para comprender el consumo de los servicios de telefonía celular, derivando


en los factores que explicarían un mayor o menor gasto, es decir el consumo de
los señalados servicios. Para dicho efecto, se plantea un breve resumen del sector
en el que se desarrolla el estudio, su respectivo marco teórico, la metodología que
se utiliza, el análisis de los datos y las conclusiones a las que se arriba.

2. MaRco coNtExtUaL
En términos generales, el sector de los servicios en los últimos años, ha jugado
un papel incomparable en desarrollo de los países. En el informe del Banco
Mundial (The World Bank, 2001) se afirma que este sector es el de mayor
crecimiento en la economía global, y que el intercambio e inversión externa directa
en servicios se ha incrementado más rápidamente que la de bienes en la última
década. A nivel global, en la actualidad, los servicios abarcan la mayor parte de
las economías. Imaginemos lo siguiente, encender la luz, escuchar el radio, hablar
por teléfono, viajar en autobús, recibir una pizza en el domicilio, enviar una carta,
cortarse el cabello, extender un cheque, rentar un video, enviar la ropa a la
tintorería, comer una hamburguesa, visitar un hipermercado, etc. son ejemplos de
servicios y la lista puede ser interminable, mostrando la importancia del sector. En
México, como no podía de ser de otra manera, la importancia de los servicios en
la economía también se hace evidente, ya que este sector ocupa a más de la mitad
de la fuerza de trabajo y genera más del 70 por ciento de los ingresos totales del
país (Coll-Hurtado & Cordoba, 2006).
Dentro de este sector, como una de las más dinámicas, se desenvuelven las
telecomunicaciones y particularmente activa, la telefonía celular o telefonía móvil.
Es muy evidente que en las últimas décadas, las TICs1 han transformado el mundo,
su potencial para reducir la pobreza y fomentar el crecimiento de los países en
desarrollo se ha incrementado. Investigaciones en los años sesentas y setentas
mostraron cómo las telecomunicaciones fortalecen la economía, la producción y la
distribución, la prestación de servicios públicos, y la administración gubernamental.
Los países en desarrollo representaban más del 60 por ciento de las líneas telefónicas
del mundo (fijos y móviles) en el 2005, frente a menos del 20 por ciento en 1980.

1
TICs = Tecnologías de la Información y las Comunicaciones

168
“El consumo de telefonía celular desde la perspectiva del gasto”

Durante este período, la población aumentó en la mitad y el PIB real aumentó a más
del doble en estos países, mientras que el número de usuarios de teléfonos aumentó
28 veces. La mayor parte del crecimiento reciente ha consistido en teléfonos
móviles, que en la actualidad superan a los fijos. En general, los teléfonos móviles
tienen un fuerte impacto en los países en desarrollo para la sustitución de las
conexiones fijas, el aumento de la movilidad, la reducción de los costos, la
ampliación de las redes comerciales, y la facilidad para la búsqueda de empleo, son
algunos de sus beneficios. Con los servicios de prepago, tarjetas o fichas, las familias
pobres han podido beneficiarse del acceso telefónico. Estos servicios llegan a
muchas pequeñas ciudades y poblados, para el 2005 en la mitad de los hogares del
mundo había teléfonos. Entre las regiones en desarrollo la tasa de suscripción
telefónica es más alta en Europa y Asia Central, donde entre el 2000 y 2004 es más
del doble, véase la Figura Nº 1. Sin embargo, el crecimiento fue más alto en el África
Subsahariana, con la triplicación de la tasa, aunque todavía con un bajo nivel de
103 suscriptores por cada mil personas (The World Bank, 2006).
Figura Nº 1
Abonados en telefonía fija y móvil 2000 y 2004
(por cada mil personas)

FUENTE: The World Bank (2006, p. 6).

169
Andrés Milton Coca Carasila

Por su parte, en México, la telefonía móvil también experimentó un


crecimiento altamente acelerado, superando en gran medida al crecimiento de la
telefonía fija. Así el número de minutos cursados en las redes de los concesionarios,
al 2006, presentó un aumento de 26 por ciento con relación al tercer trimestre de
2005, aunque es una de las cifras más bajas de los últimos años, no deja de ser
importante. Por otro lado, el número de usuarios al cierre del 2006 registró 57,016
millones, lo que significa un incremento de 21 por ciento respecto al 2005. Con
este valor, la teledensidad en telefonía móvil se ubica en aproximadamente 54,1
líneas por cada 100 habitantes, para diciembre del 2006, incrementándose hasta
58,6 para junio del 2007 ( Cofetel, 2007), véase las Figuras 2a y 2b.
Figura Nº 2
Evolución de la telefonía móvil

170
“El consumo de telefonía celular desde la perspectiva del gasto”

FUENTE: Cofetel (2007).

3. MaRco tEóRIco
La Real Academia Española define el gasto como la acción de gastar, el que
viene del latín vast re, devastar, emplear el dinero en algo (RAE, 2008). Desde el
punto de vista de la macroeconomía, podemos hablar del gasto público y el gasto
fiscal. Los primeros, definidos como los gastos hechos por el gobierno y sus
dependencias, identificados como distinto del gasto que realizan los particulares y
las empresas; en otras palabras, pueden comprenderse como los desembolsos que
realiza el gobierno central, las administraciones locales y regionales, las agencias
o institutos autónomos y eventualmente las empresas o corporaciones de propiedad
estatal. En general, el gasto público forma parte de la demanda agregada total y
como tal se considera a la hora de calcular las cuentas nacionales (Sabino, 1991).
Así, de manera similar, se entiende por gasto al sacrificio económico para la
adquisición de un bien o servicio, derivado de la operación normal de una
organización, y que no se espera que pueda generar ingresos en el futuro, este

171
Andrés Milton Coca Carasila

constituye el enfoque contable. Sin embargo, cubriendo ambos enfoques el gasto


implica los desembolsos que hay que realizar para adquirir una mercancía o un
servicio, en los negocios, en la vida particular o en la administración pública; todo
cuanto representa dispendio o se consume económicamente, aunque sea con fines
reproductivos, entra en la consideración de gastos (Serra, 2005). Nótese que en
este trabajo hablamos del gasto de las personas, el gasto particular en la adquisición
de los servicios de telefonía celular.
Por su parte, complementariamente a lo anterior, el consumo puede entenderse
como el acto o proceso de obtener utilidad de una mercancía o servicio. En general,
el término, sirve para indicar el proceso de adquisición de bienes y servicios, así
como también la cantidad que se gasta de cada uno de ellos (Sabino, 1991). El
consumo no implica necesariamente el agotamiento o destrucción física de la
mercancía consumida, tampoco tiene por qué ser un proceso simplemente tangible.
En otras palabras, el consumo no es más que el gasto en bienes y servicios para la
satisfacción de las necesidades y es esta la perspectiva que nos interesa para los
propósitos del estudio. En macroeconomía, se habla del gasto total, como aquel
realizado por los consumidores de bienes y servicios en un periodo dado, incluye
todos los bienes de consumo comprados en el período, aunque muchos de ellos
duran períodos más largos, por ejemplo los muebles, la ropa, los automóviles, etc.
No incluye la compra de vivienda, que se considera gasto de inversión. En esta
línea, John Maynard Keynes fue el primero en realizar un intento formal para
desarrollar un modelo de consumo presente basado en el ingreso familiar (Larraín
& Sachs, 2002, p. 412, Rossetti, 2002). Específicamente, se puede señalar que la
medida correcta del consumo es la suma de los gastos (Larraín & Sachs, 2002 p.
414). He aquí la importancia de tratar ambos conceptos de manera alterna, ya que
el consumo de telefonía celular genera el gasto en dicho servicio.
Desde una óptica mucho más operativa, el marketing ha establecido ciertos
mecanismos para comprender mejor el comportamiento del consumidor. Analizar
y estudiar las motivaciones no siempre fueron suficientes, era y es preciso derivar
en el comportamiento mismo del consumidor, ya que se ha convertido en un
imperativo el “comprender para vender”. Así Kotler y Keller (2008), puntualizan
“para que el marketing de las empresas tenga éxito debe conectar plenamente con
los consumidores”, este conocimiento garantiza que se comercialicen los productos
adecuados en el mercado meta. El comportamiento del consumidor constituye un

172
“El consumo de telefonía celular desde la perspectiva del gasto”

nuevo campo de estudio relativamente reciente desde mediados de los años sesentas,
ya que no tuvo un cuerpo de conocimiento propio, así los teóricos del marketing
adoptaron conceptos desarrollados en otras disciplina científicas como la psicología,
sociología, psicología social, antropología y la economía; quienes sentaron las bases
para esta nueva disciplina del marketing (Schiffman & Kanuk, 2007).
El comportamiento del consumidor se puede definir como las actividades que
las personas efectúan al obtener, consumir y disponer de productos y servicios. De
manera sintética también se puede definir como el campo de estudio que se enfoca
en las actividades del consumidor. Hasta hace poco tiempo atrás el estudio del
comportamiento del consumidor se restringía al estudio del comportamiento del
comprador, es decir a determinar el “por qué compran las personas”; recientemente
se concentra en el análisis del consumo, es decir por qué y de qué manera
consumen las personas, incluyendo el por qué y de qué manera compran
(Blackwell, Miniard & Engel, 2006). Éste constituye el núcleo de nuestro soporte
teórico para abordar la investigación, ya que nuestro objetivo es estudiar el
consumo del servicio de telefonía móvil desde la perspectiva del gasto.
No es desconocido, que en la actualidad, vivimos la era del consumidor, los
diferentes tipos de organizaciones incluyendo los negocios de todo tipo, reconocen
la importancia de conocer y comprender cada vez más y mejor al consumidor.
Esencialmente, en las empresas, el análisis del comportamiento del consumidor
ayuda a comprender cómo satisfacer al cliente e impactar de manera directa en los
ingresos y los beneficios. Por consiguiente, cabe remarcar que las estrategias
mercadológicas considerarán los factores que influyen en el comportamiento del
consumidor. Un modelo simple, señala que existen dos factores fundamentales que
influyen en la elección del consumidor: los factores propios del consumidor
individual (necesidades, percepciones de la marca, aspectos demográficos, estilos
de vida y la personalidad entre otros) y por otro lado el entorno de compra del
consumidor (cultura, subculturas y los grupos de influencia, entre otros). Así el
consumidor toma las decisiones considerando ambos elementos de influencias a
través de un circuito de retroalimentación (Assael, 2004).
Si bien el modelo señalado, es el que se ha generalizado, existen otras
variaciones como el modelo de los determinantes situacionales sobre el
comportamiento del consumidor, que describe el comportamiento como una función

173
Andrés Milton Coca Carasila

de las mismas fuerzas básicas del modelo anterior, sólo que el ambiente se presenta
a través de situaciones determinadas de consumo, de compra o comunicación, cuyas
estrategias de marketing se sintetizan en el producto que se consume, una amplia
explicación sobre el modelo lo encontramos en el trabajo de Belk (1975).
Un modelo simple del proceso de toma de decisiones del consumidor, contiene
tres etapas vinculadas íntimamente: los inputs, el proceso y los outputs. En la etapa
de los inputs, se encuentran las influencias externas, a la toma de decisión del
consumidor, que comprenden los esfuerzos de marketing de las empresas y el entorno
sociocultural. En la etapa del proceso, de la toma de decisiones del consumidor, se
encuentran el reconocimiento de una necesidad, la búsqueda antes de la compra, y
la evaluación de alternativas, por un lado, y por otro, tenemos como parte de esta
segunda etapa, los aspectos psicológicos y la experiencia; estos son los llamados
factores internos del comportamiento que influyen en la decisión. En la etapa de
output, de comportamiento posterior a la decisión, se encuentra la compra
propiamente dicha y la evaluación posterior a la compra (Schiffman & Kanuk, 2007).
Por otra parte, una clasificación habitual del mercado es realizarlo a través del
destino o uso, de los bienes y servicios adquiridos; así se divide en el mercado de
consumidores y el mercado de los negocios (Stanton, Etzel & Walker, 2007).
Considerando esta división, nuestro estudio se concentra en el primero de los
mercados, es decir el mercado de los consumidores finales, básicamente, teniendo
en cuenta su naturaleza dinámica que se refleja en su distribución geográfica y sus
características demográficas.

4. ELEMENtoS MEtodoLóGIcoS
En este punto, se esbozan los criterios metodológicos considerados para
desarrollar la investigación. Cómo es de rigor, se presentan el problema de
investigación, los objetivos, el tipo de investigación, las características de la muestra
y se justifica el tipo de análisis realizado con la información obtenida a través de
una encuesta.
Como se señaló, el sector de las telecomunicaciones y particularmente el de
la telefonía celular, constituye uno de los sectores más importantes y dinámicos
de las economías de los países, cuya importancia se traduce en las oportunidades
de realizar investigaciones en diferentes niveles y desde diferentes perspectivas.

174
“El consumo de telefonía celular desde la perspectiva del gasto”

En este trabajo, el autor, aborda una perspectiva de marketing, adoptando la


imperiosa necesidad que los ejecutivos tienen respecto de conocer el
comportamiento del consumidor para el diseño de sus estrategias. Sin embargo, el
enfoque, la forma en la que se aborda la investigación es a través del “reflejo” del
consumo, traducido en el gasto monetario de los consumidores. A partir de la
determinación del gasto en el servicio de telefonía celular, se pretende comprender
las características y particularidades del consumidor y su consumo específico del
servicio de telefonía celular. Para operacionalizar la investigación, por consiguiente,
se plantearon las siguientes interrogantes ¿cuál es el volumen medio de servicios
de telefonía celular que la gente consume?, ¿cómo, éste se relaciona con el perfil
de los consumidores?, ¿son los factores demográficos, culturales, sociales o
económicos los que determinan los volúmenes de consumo de los usuarios?. En
general ¿cuáles son los segmentos de mercado con mayor gasto en telefonía celular
y cuáles son las características que las diferencian del resto de los usuarios? y
complementariamente ¿cuáles son las variables de comportamiento del usuario de
telefonía celular que mejor contribuyen a explicar el consumo de telefonía celular?.
Entonces, planteadas las interrogantes de la investigación, corresponde señalar
que el objetivo general del estudio es analizar el consumo de los servicios de
telefonía celular de la población del municipio de Acapulco de Juárez a través de
sus patrones de gasto. Desprendiéndose de éste, también se pretende determinar:
el gasto promedio por consumo de servicios de telefonía celular, la distribución
del gasto de familias por compañía proveedora del servicio, los tipos de servicio
de mayor consumo y el uso que se le da a la telefonía celular.
Esta investigación, si bien puede catalogarse de tipo causal considerando la
finalidad que se persigue, es decir que se pretende establecer las causas del gasto
en telefonía celular; no deja de ser exploratoria, en principio y fuertemente
descriptiva posteriormente. Exploratoria porque se examina un tema poco
estudiado y existían algunas dudas sobre su concepción como tema de
investigación. Descriptiva, sin duda con mayor amplitud, porque se busca
especificar las características o factores que determinan el gasto en telefonía celular,
descubriendo la asociación de variables. Desde la perspectiva de los métodos de
recolección de los datos, la investigación se cataloga como de “monitoreo”, ya que
en base a sus resultados se pretende evaluar el desempeño, asimismo de las

175
Andrés Milton Coca Carasila

diferentes marcas que brindan los servicios de telefonía celular. Desde una
dimensión temporal, se define la investigación como transversal (Cross-sectional),
dado que el estudio se realiza por una sola vez en el tiempo. Considerando el
entorno en el que se desarrolló el trabajo, no es una investigación de laboratorio o
simulación, sino de contexto establecido, ya que las investigación en su conjunto
se desarrolla en un determinado territorio y sector de los servicios. Finalmente
considerando el ámbito de aplicación - amplitud y profundidad - del estudio, este
cae dentro del estudio de caso. Una amplia explicación de estos diseños de
investigación los encontramos en Cooper y Schindler (2006).
Con relación al tipo de muestreo que se realiza, para tomar un parte de la
población y desarrollar la investigación, se aplicó un muestreo no aleatorio que
considera el criterio básico que “a menor tamaño de la muestra, mayor será el error,
y que a mayor tamaño de la muestra, menor será el error resultante” (Kerlinger &
Lee, 2002). Asimismo, se consideró el criterio básico que recomiendan las técnicas
de análisis CHAID (Chi-squared Automatic Interaction Detection), sobre el tamaño
de muestra que debe alcanzar a una cifra alrededor de mil objetos observados (Levy
& Varela, 2005); técnica que se explica líneas adelante. El muestreo no aleatorio
elegido fue el denominado “muestreo de bola de nieve”, técnica en la que un grupo
inicial de encuestados es seleccionado de forma aleatoria; los encuestados
subsecuentes se seleccionan con base en referencias proporcionadas por los
encuestados iniciales (Malhotra, 2007), hasta cubrir el tamaño definido
inicialmente, en nuestro caso el propósito fue trabajar con la información de 1000
personas encuestadas, que en los hechos se tradujo exactamente en 1045.
Como el lector lo podrá percibir con facilidad, en el siguiente punto, el análisis
completo de toda la información generada por 1045 encuestas no es posible
traducirla en su totalidad, en este documento. Sin embargo, se rescata lo más
relevante de la información y se la aprovecha al máximo; esto considerando que
se realizó un análisis univariado, bivariado y multivariado. Así, dentro de lo más
rescatable del análisis multivariado se encuentran la aplicación de las técnicas del
análisis de correspondencias simples y el CHAID. La primera, siendo una técnica
de interdependencia y de composición (Hair, Anderson, Tatham & Black, 2007),
nos permitió estructurar mapas perceptuales considerando pares de dimensiones,
visualizando de esta manera las relaciones de las variables y sus categorías de

176
“El consumo de telefonía celular desde la perspectiva del gasto”

forma clara. La segunda es una técnica catalogada para el análisis de dependencia


entre una variable dependiente y varias independientes, siendo ambas variables
nominales u ordinales, tiene la capacidad de establecer diferencias en la
distribución de las respuestas de la variable dependiente sobre la base de las
características de las variables independientes. El CHAID, tiene la capacidad de
estructurar más de dos grupos en cada subdivisión, efectúa tabulaciones cruzadas
con las variables independientes, calculando el estadístico chi cuadrado eligiendo
el nivel más alto de significancia (Santesmases, 2005). En esta investigación la
técnica nos ayuda a establecer las variables de mayor efecto sobre el gasto,
conformando grupos por nivel gasto entre otros elementos.

5. RESULtadoS dE La INVEStIGacIóN
En el análisis de los resultados del estudio, como es habitual, se procedió con
los análisis de rigor, univariados, bivariados y multivariados, de los cuales se
rescatan las reflexiones más sobresalientes, se presentan algunos cuadros-resumen
de importancia (dejando algunos fuera, por consideraciones de extensión), y se
profundiza en la parte determinante de los factores que explican el consumo de
telefonía celular en la población de Acapulco de Juárez, esto significa la aplicación
e interpretación del CHAID.
5.1. Las variables.
El estudio consideró 15 variables: la variable Gasto, como variable a explicar,
descrita como el monto monetario mensual gastado en los servicios de telefonía
celular, variable que originalmente fue de tipo métrica, transformada luego a
ordinal con propósitos de una mejor interpretación. El resto de las variables
constituyeron las predictoras o explicativas de la variable gasto, cuyo detalle se
puede apreciar en el Cuadro 1. La información correspondiente provino de 1045
personas, tal como se expreso en el apartado metodológico, recurriendo a un
cuestionario que permitió realizar una encuesta de tipo personal. Se tuvo particular
cuidado a momento de relevar la información de las variables denominadas
“delicadas”, entre las cuales se encontraba la variable ingresos, con esa intención
su formulación se la realizó al finalizar el cuestionario, presentada con respuestas
de selección simple y cerrada.

177
Andrés Milton Coca Carasila

5.2. Análisis univariado.


Un análisis univariado y la tabulación de frecuencias, absolutas y relativas,
permitió una visión panorámica de cada una de las variables sometidas a estudio.
Así, la variable de interés, a explicar, tiene un comportamiento muy particular en su
condición métrica, La persona, de la muestra estudiada, que menos gasta en servicios
de telefonía celular alcanza a 20 pesos mensuales y la que alcanza un máximo gasta
hasta 5000 pesos, pero estas cifras se comprenden mejor cuando encontramos que
el promedio de los encuestados gasta un monto de 369 pesos, entonces podremos
afirmar que la gente normalmente, de forma mensual, destina alrededor de 300 pesos
a sus gastos por servicios de telefonía celular, desde luego este análisis simple no es
suficiente pero, nos da una idea muy práctica. Este análisis se complementa con la
información de la variable transformada a ordinal, donde vemos que alrededor del
65% de las personas gastan 300 o menos en servicios de telefonía celular y hasta un
89 % 600 pesos o menos, mayores detalles véase en el Cuadro 2.
Cuadro Nº 1
Las variables del estudio
Variable Descripción Tipo Escala
Gasto Monto mensual gastado en telefonía celular A explicar Métrica
Género Género del usuario Predictora Nominal
Edad Edad del usuario Predictora Or.dinal
Escolaridad Nivel de estudios o escolaridad del usuario Predictora Ordinal
Escuela Tipo de institución en la que estudió o estudia. Predictora Nominal
Ocupación Situación laboral del usuario Predictora Nominal
Estrato Social Estrato o clase social a la que pertenece el usuario Predictora Ordinal
Estado Civil Estado civil actual del usuario Predictora Nominal
Empresa Empresa contratada para proveer el servicio al usuario Predictora Nominal
Servicio Tipo de servicio del usuario Predictora Nominal
Cantidad Cantidad de celulares del usuario Predictora Ordinal
Uso Uso del servicio celular Predictora Nominal
Costo Conocimiento del costo del servicio Predictora Nominal
Fijo Disponibilidad del teléfono fijo Predictora Nominal
Ingresos Ingresos mensuales que el usuario percibe Predictora Ordinal
Fuente: Elaboración propia con base en la encuesta (2008)

Si intentamos rescatar la información simplificada del resto de las variables,


catalogadas como ordinales o nominales, las frecuencias presentadas de cada una

178
“El consumo de telefonía celular desde la perspectiva del gasto”

de ellas en el Cuadro 2, nos ayuda y nos permiten comprender mejor a la muestra.


A modo de ejemplo si nos detenemos en la variable “Empresa”, es decir la empresa
proveedora del servicio de telefonía celular, encontramos algo que de alguna manera
ya lo sabíamos, como líder indiscutible aparece Telecel con su elevada participación
de un 73,3%; pero algo que llama la atención es que un 24% de los encuestados
tienen dos celulares y que alrededor del 20% las personas no utilizan el celular para
hacer llamadas locales, sino para otros propósitos incluidas las llamadas de larga
distancia, algunos pagos por otros servicios o productos, el envío de mensajes, etc.
Así, los detalles del resto de las variables predictoras, en su frecuencia relativas las
encontramos en el Cuadro 2, las que dejamos al lector para su reflexión.
Cuadro Nº 2
Frecuencias relativas de cada variable estudiada
Muestra de 1045 personas
Variable Porcentajes de la muestra Variable Porcentajes de la muestra

- Primaria o menos: 3.4 % - Alta: 2.1%


- Secundaria: 7.9 % - Media alta: 10.8 %
Estrato
Escolaridad: - Preparatoria: 24.0 % - Media: 58.8 %
Social:
- Licenciatura: 56.9 % - Media baja: 23.1 %
- Posgrado: 7.7 % - Baja: 5.2 %

- Femenino: 54.3 % - Si: 68 %


Género:
- Masculino: 45.7 % Costo: - No: 32 %

- Soltero: 55.3 % - Iusacel: 4.4 %


- Casado: 36.6 % - Unefón: 12.4 %
- Divorciado: 4.1 % Empresa: - Telcel: 73.3 %
Estado Civil:
- Viudo: 1.0 % - Movistar: 8.1 %
- Concubinato: 3.0 % - Nextel: 1.6 %

- Empleado/funcionario: 47.8%
- Profesional: 10.0% - menos de 12 años: 0.6 %
- Empresario/emprendedor: 7.0% - 12 a 17 años: 6.1 %
- Estudiante: 28.7% - 18 a 24 años: 32.2 %
Ocupación: Edad:
- Jubilado(a): 0.7% - 25 a 35 años: 36.1 %
- Desempleado: 1.2% - 36 a 55 años: 22.3 %
- Ama de casa: 3.3% - Más de 55 años: 2.7 %
- Otro: 1.4%

179
Andrés Milton Coca Carasila

- Un celular: 70.6 %
- Si: 76.7 %
Cantidad: - Dos celulares: 24.1 % Fijo
- No: 23.3 %
- Tres o más: 5.3 %

- Llamadas locales: 79.4 %


- Prepago (fichas/ tarjetas): 85.3%
- Llamadas nacionales: 9.4 %
Servicio: - Pospago (renta): 9.1% Uso:
- Llamadas internacionales: 1.2 %
- Ambos: 5.6%
- Recibir llamadas: 10.0 %

- Menos de 3000: 39.8 % - Menos de 100: 17.7 %


- 3000 a 5999: 31.0 % - 101 a 300: 46.9 %
Ingresos*: - 6000 a 11999: 19.2 % Gasto*: - 301 a 600: 24.3 %
- 12000 a 24000: 8.4 % - 601 a 900: 4.8 %
- Más de 24.000: 1.5 % - Más de 900: 6.3 %

* Variables recogidas en pesos mexicanos.


Fuente: Elaboración propia con base en la encuesta (2008)

5.3. Análisis bivariado.


El análisis CHAID, que explicaremos en adelante, genera todas las tablas de
contingencia posibles, de las cuales rescatamos las de mayor importancia y relevancia
de acuerdo con los objetivos del estudio, siendo que todos los cruces tiene un nivel
de significancia aceptable. Así, en el Cuadro 3, cruzamos la variable “gastos” en
servicios de telefonía celular y la variable “tipo de servicio” que dispone el usuario,
donde rechazamos la hipótesis nula de independencia entre las variables, por el menor
grado de significancia que se presenta, lo que incrementa la probabilidad de relación
entre las mismas, las cifras nos muestras que existe una clara lógica en los datos, ya
que 52% de los usuarios de prepago se concentran en los que gastan entre 101 y 300
pesos al mes; asimismo, vemos que el 34% de usuarios de postpago se concentran
en los que gastan entre 301 y 600 pesos al mes; finalmente el 36% de los usuarios
que combinan ambas formas de acceso a los servicios de telefonía celular se
concentran el rango mayor de los usuarios, que gastan más de 900 pesos al mes.

180
“El consumo de telefonía celular desde la perspectiva del gasto”

Cuadro Nº 3
Gastos explicados por el tipo de servicio
Total Muestra Servicio
Gastos
Frecuencia % Prepago % Postpago % Ambos %

Más de 900 66 6,32 23 2,58 22 23,16 21 36,21


601 a 900 50 4,78 22 2,47 16 16,84 12 20,69
301 a 600 254 24,31 206 23,09 32 33,68 16 27,59
101 a 300 490 46,89 463 51,91 20 21,05 7 12,07
Menos de 100 185 17,70 178 19,96 5 5,26 2 3,45
TOTALES 1045 100 892 100,00 95 100,00 58 100,00

Chi-cuadrado de Pearson con 8 gl = 269,054 (p = 0,000)


Fuente: Elaboración propia con base en la encuesta (2008)

De similar manera, en el Cuadro 4, cruzamos la variable gastos en servicios


de telefonía celular y la variable cantidad de celulares que dispone el usuario, donde
también rechazamos la hipótesis nula de independencia entre las variables, por el
menor grado de significancia que muestra, lo que incrementa la probabilidad de
relación entre las variables en cuestión; si revisamos los datos encontramos que
existe un comportamiento lógico, así el 52% de los usuarios que tiene un solo
aparato telefónico se concentran en los que gastan entre 101 y 300 pesos, los que
disponen de dos dispositivos se distribuyen casi equilibradamente en los que gastan
entre 101 y 600 pesos; dese luego los que más gastan, explican su gasto por la
cantidad de celulares que disponen, así se confirma que los que tiene tres o más
aparatos se encuentren en los rango mayores, cuyos detalles de observación saltan
a la vista observado el Cuadro 4.

181
Andrés Milton Coca Carasila

Cuadro Nº 4
Gastos explicados por la cantidad de celulares

Total Muestra Cantidad de Celulares Disponibles


Gastos
Frecuencia % Uno % Dos % Tres + %
Más de 900 66 6,32 17 2,3 32 12,7 17 30,9
601 a 900 50 4,78 23 3,1 21 8,3 6 10,9
301 a 600 254 24,31 146 19,8 89 35,3 19 34,5
101 a 300 490 46,89 386 52,3 94 37,4 10 18,2
Menos de 100 185 17,70 166 22,5 16 6,3 3 5,5
TOTALES 1045 100 738 100 252 100 55 100

Chi-cuadrado de Pearson con 8 gl = 175,923 (p = 0,000)


Fuente: Elaboración propia con base en la encuesta (2008)

Por el valor del Chi cuadrado, podemos aseverar que la segunda variable de
alta influencia en la variable a explicar son los ingresos de las personas, véase el
Cuadro 5, aspecto que confirmaremos en el análisis multivariado, sin embargo al
igual que en los otros rechazamos la hipótesis nula de independencia entre las
variables. En este caso la relación entre las variables parece absolutamente directa,
ya que a mayor ingreso mayor gasto en los servicios de telefonía celular, esto
parece extensible al tipo de celular que utilizan los usuarios, análisis que no encaja
en el presente estudio, que sin embargo no deja de ser tentativo para su estudio.

182
“El consumo de telefonía celular desde la perspectiva del gasto”

Cuadro Nº 5
Gastos explicados por los ingresos
Total Muestra Ingreso mensual en Pesos Mexicanos
Gastos 3000 6000 12000
Menos de Más de
Frecuencia % - - -
3000 5999 11999 24000 24000
10 13 18 18 7
Más de 900 66 6,32
2,4% 4,0% 9,0% 20,5% 43,8%
9 12 17 9 3
601 a 900 50 4,78
2,2% 3,7% 8,5% 10,2% 18,8%
67 69 78 37 3
301 a 600 254 24,31
16,1% 21,3% 38,8% 42,10% 18,7%
218 175 74 20 3
101 a 300 490 46,89
52,4% 54,0% 36,8% 22,7% 187%
112 55 14 4 0
Menos de 100 185 17,70
26,9% 17,0% 7,0% 4,5% 0%
416 324 201 88 16
TOTALES 1045 100
100% 100% 100% 100% 100%
Chi-cuadrado de Pearson con 8 gl = 213,287 (p = 0,000)
Fuente: Elaboración propia con base en la encuesta (2008)

5.4. Análisis multivariado.


La interpretación lógica, la interpretación univariada y bivariada, no siempre
son suficientes para tratar temas complejos, sobre todo cuando hablamos del
comportamiento del consumidor, cuyas reacciones definitivas pueden salirse de
los esquemas planteados y definidos como regulares. Es prudente, en consecuencia,
recurrir a técnicas un tanto más complejas para verificar, desmenuzar y extraer
conclusiones que se aproximen con mayor contundencia a la realidad. Es en esta
línea que a continuación sometemos la información a un análisis de
correspondencias y a un análisis CHAID.
El análisis de correspondencias (AC) es un método de análisis que representa
gráficamente tablas de datos, constituyéndose en la generalización de un diagrama
de dispersión (Grenacre, 2008), su principal ventaja radica en el principio
geométrico de representación simultánea de individuos y variables en un mismo

183
Andrés Milton Coca Carasila

espacio, incluyendo su capacidad para tratar datos cualitativos (Levy & Varela,
2005). En general, el análisis de correspondencias proporciona las herramientas
para analizar la asociación entre las filas y columnas de una tabla de contingencias,
con la idea de desarrollar índices simples que muestren la relación de las variables
(Härdle & Simar, 2007). Así, para complementar el análisis de tablas de
contingencia del anterior apartado, a continuación la aplicación del análisis de
correspondencias a las mismas variables tratadas.
En la Figura 3, encontramos la representación gráfica del AC de las variables
gasto en telefonía celular y tipo de servicio del usuario, se elabora el mismo,
considerando los valores que inicialmente arroja el AC, los valores propios, la
inercia y la proporción de la inercia, que señalan la suficiencia para operar con las
dos dimensiones, que proporciona el procesamiento del SPSS 17, ya que explican
el 99 por ciento de toda la información, con un nivel de significancia de cero, es
decir que por ser menor que 0,01, se rechaza la hipótesis nula de independencia
entre las dos variables, tal como ya lo habíamos visto en el Cuadro 3. En la Figura
3, podemos ver claramente como oponen los usuarios de consumo alto (más de
900 peso al mes) y los de consumo bajo (300 o menos pesos al mes), además la
proximidad asociativa de cada uno de ellos con el servicio de prepago y ambos
(prepago y postpago), ratificándose así nuestros primeros análisis sobre esta
variables.
Similar circunstancia encontramos cuando trabajamos con las variables gasto
en telefonía celular e ingreso de los usuarios encuestados, cuyos valores nos
muestran la correspondiente suficiencia para operar con dos dimensiones, ya que
explican el 97 por ciento de toda la información, de las cuatro dimensiones que
proporciona el procesamiento del SPSS 17, con un nivel de significancia de cero,
rechazando la hipótesis nula de independencia entre las dos variables, tal como ya
lo habíamos visto en el Cuadro 5. En la Figura 4 se observa, de forma muy notoria
la oposición de los ingresos altos versus los bajos, asociados estos a los altos gastos
en consumo y los bajos gastos en consumo de servicios de telefonía celular
respectivos. Ratificándose así nuestros análisis preliminares.

184
“El consumo de telefonía celular desde la perspectiva del gasto”

Figura Nº 3
Mapa Perceptual
Gasto en telefonía celular y tipo de servicio del usuario

*Información procesada con el SPSS 17


Fuente: Elaboración propia con base en la encuesta (2008)

185
Andrés Milton Coca Carasila

Figura Nº 4
Mapa Perceptual
Gasto en telefonía celular e ingresos del usuario

*Información procesada con el SPSS 17


Fuente: Elaboración propia con base en la encuesta (2008)

Un comportamiento claramente parecido a los descritos, observamos en las


variables gasto en telefonía celular y cantidad de celulares que disponen los usuarios,
donde los valores muestran la suficiencia necesaria para operar con dos dimensiones,
ya que explican el 100 por ciento de la información, procesada con el SPSS 17, con
un nivel de significancia de cero y 8 grados de libertad, rechazando la hipótesis nula
de independencia entre las dos variables, tal como ya se vio (Cuadro 4). La Figura

186
“El consumo de telefonía celular desde la perspectiva del gasto”

5 nos muestra la correspondiente relación de las categorías de las variables en


cuestión, señalando, particularmente la proximidad entre la disponibilidad de un
celular y el gasto entre 101 y 300 pesos mensuales en servicios de telefonía celular;
considerando asimismo la oposición clara respecto de los niveles de alto consumo
y elevada cantidad de celulares, 3 o más.
Figura Nº 5
Mapa Perceptual
Gasto en telefonía celular y cantidad de celulares del usuario

*Información procesada con el SPSS 17


Fuente: Elaboración propia con base en la encuesta (2008)

187
Andrés Milton Coca Carasila

Los análisis desarrollados hasta ahora, no presentan de forman contundente e


íntegra los factores que determinan el gasto en telefonía celular considerando todas
las variables al mismo tiempo, cuya información se recolectó, entre las que se
encuentran las variables socio-demográficas y comportamentales (véase el Cuadro
1), por esta razón acudimos al análisis CHAID. Esta técnica además, nos permitió
trabajar con la variable dependiente en su forma ordinal y estructurar grupos
considerando las variables de mayor influencia en la variable a explicar.
Justificamos su elección asimismo, porque las posibles variables explicativas son
varias (14 en total) y se tiene un número elevado de observaciones (1045
encuestados), tal como recomiendan Smith y Albaum (2005). Se procesa el árbol
CHAID, presentados en la Figura 6, considerando los siguientes aspectos de
partida: Una variable dependiente y 14 independientes, se establece una
profundidad máxima de 3 niveles del árbol, el mínimo de casos en un nodo final
de 100 y un mínimo de casos en un nodo parental de 50. Los resultados
proporcionados por el CHAID con el SPSS 17, excluyó 11 variables independientes
para estructurar el árbol, quedando 3 variables (tipo de servicio, ingresos y cantidad
de celulares que dispone el usuario de telefonía celular) como las de mayor
influencia en la variable dependiente. El árbol se estructuró en 14 nodos, de los
cuáles 8 constituyen los nodos finales, véase la Figura 6. Las tablas de riesgo y
clasificación del modelo, que evalúan su bondad y funcionamiento, nos señalan
que: la estimación de riesgo (0,476) que las categorías estimadas del modelo es
errónea en un 47% de los casos; asimismo la tabla de clasificación nos señala que
se clasifica de forma correcta al 52% de los usuarios, sin embargo, esta misma
tabla nos revela que el 91% de los usuarios de la categoría que gasta entre 101 a
300 pesos en servicios de telefonía celular, está correctamente clasificado.

188
“El consumo de telefonía celular desde la perspectiva del gasto”

Diagrama de Árbol Gasto


en Telefonía Celular
Figura Nº 6

189
Andrés Milton Coca Carasila

En consecuencia, a partir del árbol generado podemos precisar los siguientes


aspectos relevantes: la variable que mayor discriminación genera en la variable
dependiente es el “tipo de servicio” que contrata el usuario, con un valor Chi
cuadrado de 256 y un nivel de significancia de cero, esta discriminación genera
dos grupos o nodos separando a los del servicio de prepago por un lado y por otro
los del servicio de pospago incluyendo a los que utilizan ambos servicios. La
siguiente variable que discrimina de forma evidente son los ingresos de los
usuarios, seguido de la variable cantidad de celulares que posee el usuario (véase
los valores Chi cuadrado respectivos en la Figura 6). Así, como resultado del
proceso, se estructuran los 8 nodos finales con sus características particulares, las
que comentamos como sigue:
– Nodo 8. Usuarios de telefonía con un celular, con ingresos iguales o menores
a 3000 pesos, todos usuarios de prepago y en su mayoría (hasta un 87%) gastan
300 o menos pesos al mes en su servicios, constituyen el 30% de los usuarios.
– Nodo 9. Usuarios de telefonía con dos o más celulares, con ingresos iguales o
menores a 3000 pesos, todos usuarios de prepago y en su mayoría (hasta un
86%) gastan entre 101 a 600 pesos al mes en sus servicios, constituyen el 8%
de los usuarios.
– Nodo 10. Usuarios de telefonía con un celular, con ingresos iguales o menores
a 5999 pesos, todos usuarios de prepago y en su mayoría (hasta un 82%) gastan
300 o menos pesos al mes en su servicios, constituyen el 21% de los usuarios.
– Nodo 11. Usuarios de telefonía con dos o más celulares, con ingresos iguales
o menores a 5999 pesos, todos usuarios de prepago y en su mayoría (hasta un
84%) gastan entre 101 a 600 pesos al mes en su servicios, constituyen el 7%
de los usuarios.
– Nodo 12. Usuarios de telefonía con un celular, ingresos superiores o iguales
a 6000 pesos, todos usuarios de prepago y en su mayoría (hasta un 86%) gastan
entre 101 y 600 pesos al mes en sus servicios, constituyen el 13,5% de los
usuarios.
– Nodo 13. Usuarios de telefonía con dos o más celulares, con ingresos iguales
o mayores a 6000 pesos, todos usuarios de prepago y en su mayoría (hasta un

190
“El consumo de telefonía celular desde la perspectiva del gasto”

73%) gastan entre 101 a 600 pesos al mes en sus servicios, constituyen el 6,8%
de los usuarios.
– Nodo 6. Usuarios de telefonía con un celular, todos usuarios de pospago y en
su mayoría (hasta un 81%) gastan entre 101 y 900 pesos al mes en su servicios,
constituyen el 6,9% de los usuarios.
– Nodo 7. Usuarios de telefonía con dos o más celulares, todos usuarios de
pospago y en su mayoría (hasta un 89%) gastan 301 o más pesos al mes en su
servicios, constituyen el 7,8% de los usuarios.
Finalmente, consideramos de gran interés hacer notar que el Nodo 8 y 10
constituyen los de mayor relevancia ya que en su conjunto reúnen a un poco más
de la mitad de los usuarios encuestados. Luego entonces podemos señalar que el
diseño de las estrategias para aprovechar mejor el gasto de los usuarios debe
realizarse considerando las características señaladas de los respectivos Nodos. En
su defecto un excelente segmento de mercado puede encontrarse en el Nodo 7,
cuyos usuarios si bien no son voluminosos en cuanto a número su gasto es bastante
atractivo, ya que son los que tiene más aparatos celulares y desde luego con el
mayor consumo de servicios.

6. coNcLUSIoNES
Como es bien sabido entre los investigadores, siempre existe algo que se queda
fuera de lo que uno quisiera presentar, en esa línea la riqueza de la información
obtenida aun puede explotarse con mayor detalle, sin embargo en este caso nos
restringiremos a responder a los objetivos de la investigación planteados y en
función de ello se presentan las siguientes conclusiones:
– Queda claramente establecido que las variables demográficas y sociales no
influyen sustancialmente en la determinación del gasto en los servicios de
telefonía celular de los usuarios del municipio de Acapulco de Juárez. Esta
conclusión parece tener sus explicaciones lógicas, ya que es muy usual
encontrar a la gente por las calles con un celular de precio “alto”, que incluyen
funcionalidades complementarias como reproductor de música, cámara
fotográfica y otros, cuando esta gente apenas obtiene sus ingresos para el
sustento diario. También es explicable porque el celular ha pasado a ser un

191
Andrés Milton Coca Carasila

bien “necesario” ya que gracias a él, el ser humano ha logrado ingresar en un


sistema de comunicaciones que le ha permitido mejor sus condiciones de vida,
se ha constituido, en muchos casos una herramienta de trabajo. Por tanto, las
variables directamente relacionadas con el gasto, o que mejor influyen en él
son las denominadas comportamentales, es decir aquellas relacionadas con el
comportamiento del consumidor y su desempeño en la adquisición y uso del
servicio en cuestión.
– El gasto promedio (369 pesos mensuales), en los servicios de telefonía celular
por parte de la población de Acapulco, revela entre otras cosas que no existe
una discriminación clara entre la gente de clase alta y clase baja, es decir que
aún siendo la gente de recursos escasos, cada vez más, accede e incrementa
su consumo de este servicio tan particular.
– La investigación y los datos obtenidos ratifican que la mayor participación de
mercado la tiene Telcel, el 73% muestra que a pesar de tener una oferta
bastante atractiva, el usuario prefiere a la empresa del consorcio Telmex.
– Se plantea como algo muy interesante que el usuario, hasta principios del
2008, utilizaba el celular como un servicio de comunicación estrictamente
local, en la actualidad las cosas parecen haber cambiado radicalmente ya que
en México ha empezado la fiebre del comercio a través del móvil, creciendo
de manera acelerada la comunicación de larga distancia nacional e
internacional, aunque por el momento puede presentarse ciertos niveles de
cautela en el consumo por la crisis coyuntural.
Si bien presentamos algunas conclusiones, no podemos dejar de plantear
algunas nuevas líneas de investigación siguiendo la misma ruta. Utilizando la
misma base de datos es posible explorar aun más en las variables
sociodemográficas para encontrar perfiles del usuario postpago o prepago, en su
caso realizar varias pruebas con las variables disponibles. Por otro lado, realizar
estudios comparativos con otros municipios puede arrojar interesantes reflexiones
y desde luego proporcionará mayores elementos para el diseño de las estrategias
mercadológicas a las empresas y marcas participantes.

192
“El consumo de telefonía celular desde la perspectiva del gasto”

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194
196
RELACIONES INSTITUCIONALES DEL IESE

Presentación y defensa de la tesis doctoral Política Sectorial Sostenible para


la Cadena de Lácteos de la Agroindustria de Cochabamba – Bolivia por parte del
Docente-Investigador Cesar Romero Padilla, en la Facultad de Ciencias
Económicas de la Universidad de La Hababa, Julio 2009.
Presentación y defensa de la tesis doctoral: Estructura Económica y
Competitividad Metropolitana en Bolivia, por parte del Docente-Investigador
Nelson Manzano Anzaldo, en la Universidad Colegio de México, septiembre 2009.
Participación de Crescencio Alba, Director del IESE, en la XXIII Asamblea
General Ordinaria de CLACSO y V Conferencia Latinoamericana y Caribeña de
Ciencias Sociales. Sede Cochabamba –Bolivia, octubre/ 2009.
Participación del Director del IESE, Crescencio Alba, como Coordinador de
la Mesa Redonda: Repensar América Latina, V Conferencia Latinoamericana y
Caribeña de Ciencias Sociales CLACSO. Sede Cochabamba –Bolivia, octubre/
2009.
Participación del Dr. Cesar Romero en el Segundo Encuentro de Economistas
de Bolivia, con la ponencia Elementos teórico-metodológicos para explorar una
política sectorial sostenible en el sector lácteo de Cochabamba, desarrollado en la
ciudad de La Paz, octubre 2009.
Participación de la Mgr. Alejandra Saravia en el Segundo Encuentro de
Economistas de Bolivia, con la ponencia: América Latina y El Caribe: Efectos de
equidad e institucionalidad en la curva ambiental de Kuznets, desarrollado en la
ciudad de La Paz, octubre 2009.
Participación de Adan Rúa con un resumen de su tesis:- Valoración económica
de los recursos naturales y políticas de gestión y manejo de la laguna Alalay, en el
Segundo Encuentro de Economistas de Bolivia, desarrollado en la ciudad de La
Paz, octubre 2009.

197
Participación de Juan Carlos Vargas, con un resumen de su tesis La cadena
productiva del palmito del trópico de Cochabamba: modelo de simulación
dinámica, en el Segundo Encuentro de Economistas de Bolivia, desarrollado en la
ciudad de La Paz, octubre 2009.
Apoyo en la Organización del 2do. Encuentro Internacional de Saberes y
Haceres de los Pobladores Rurales Andinos. Cochabamba- Bolivia, octubre 2009.
Apoyo y respaldo institucional a la formación permanente e Investigación
aplicada (senior, semisenior y junior) de docentes e investigadores en concursos
de carácter internacional, cuya relación es la siguiente:
Rowena Gabriela Canedo Vásquez; Curso de formación a distancia: Políticas
Públicas y Derechos Indígenas en América Latina. CLACSO.
Concurso: Derecho a la Educación, Políticas Publicas y Ciudadanía. Programa
de Becas FLACSO-Asdi. Postulante seleccionado, Daniel Tirado Ramírez
Las relaciones institucionales, en muchos casos, tiene su base en convenios
con unidades de la UMSS y con instituciones nacionales y regionales. A nivel
internacional, IESE es miembro de CLACSO y de la red ALFA , y es parte
componente del convenio suscrito entre la Universidad Mayor de San Simón y la
Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM), así como de la Carta de
Entendimiento firmada entre la Universidad Mayor de San Simón y el Centro
Internacional de la Papa (Lima-Perú)
Finalmente es de destacar la presentación semanal del programa televisivo
“Desarrollo y Producción”, en Canal 11, Televisión Universitaria, bajo la
coordinación conjunta del IESE, PROMEC, Posgrado Facultativo y Taller de
Titulación de Economía. Es de destacar las siguientes emisiones: Sistema de
Pensiones, Economía Boliviana y Perspectivas, Responsabilidad Social y
Emprendimientos, Planificación y Ordenamiento Territorial, El Largo Camino de
Misicuni, Crisis Mundial, Economía Boliviana 2008 (Fundación Milenio),
Mercados Internacionales, Sistema Universitario y Universidades Indígenas, El
Agua y Desarrollo Rural, Documental Día de la Ética y Medio Ambiente,
Economía Providencial.

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La presente edición se terminó
de imprimir el mes de mayo de 2010
en Talleres Gráficos “KIPUS”
c. Hamiraya 127 • Telf./Fax.: 591- 4 - 4582716 / 4237448

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