Sobre El Nacimiento de Cristo y La Navidad

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Sobre el nacimiento de Cristo

y la Navidad (Parte I)
1. Lucas 1:26-28: El anuncio de la
concepción

Para comenzar este análisis sobre las cosas que la


Biblia dice del nacimiento de Jesucristo vamos a ir al primer
capítulo de Lucas. Ahí, los versos 5:25 nos hablan sobre el
anuncio del nacimiento de Juan el Bautista a Zacarías, su
padre, y que Elisabeth, la madre de Juan, se escondió 5
meses después de la concepción. Luego, en los versículos
siguientes se procede a decirnos qué pasó al sexto mes de
gestación de Juan:

Lucas 1:26-33
“Al sexto mes [sexto mes de la concepción de Juan] el ángel
Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que
se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la
virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba,
dijo: “!Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita
tú entre las mujeres.” Mas ella, cuando le vio, se turbó por
sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces
el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia
delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a
luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y
será llamado Hijo del Altísimo [hijo de Dios]; y el Señor Dios
le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa
de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.”

De acuerdo al pasaje anterior, Gabriel, uno de los dos


arcángeles de Dios (el otro es Miguel) fue enviado a
Nazaret a anunciar a María que iba a ser madre de Jesús.
Aparte de esto, el ángel dijo algo interesante sobre Jesús;
dijo que iba a ser grande y que iba a ser llamado “Hijo del
Altísimo” o sea, Hijo de Dios. También dijo, que Dios le iba a
dar el trono de su padre David. Esta ultima declaración
significa obviamente dos cosas: primero, que Jesús
pertenecía al linaje de David y segundo: que Jesús tenía
derechos legales sobre el trono de David, puesto que era
legalmente sucesor del Rey David. La veracidad de todas
estas declaraciones se aclaran mediante las dos
genealogías de Jesús que vienen en Mateo 1:1-17 y en
Lucas 3:23-38. La primera de estas genealogías se refiere al
supuesto padre de Jesús, José, y demuestra que venía
directamente de la linea regia del Rey David. Por lo cual,
desde el punto de vista legal1 Jesús tenía derechos sobre el
trono de David. Aparte de esta posición legal, y puesto que
Jesús no era en verdad hijo de José, también tenía que
tener una posición física en la casa de David, lo cual tenía a
través de María, su madre. Verdaderamente, la genealogía
de María que viene en Lucas 3:23-38 demuestra que venía
de la casa de David. Por lo cual, tanto física como
legalmente, Jesús era de la casa de David con todos los
derechos sobre su Trono2.
Todas estas cosas, por supuesto no fueron
accidentales. De lo contrario, eran requisitos previos para
el Mesías, puesto que de acuerdo a las profecías del
Antiguo Testamento, que prometían que vendría del linaje
de Abraham (ver Génesis 21:12 y Gálatas 3:16) y del linaje
de David (ver Salmos 132:11 y Hechos 2:29-30). Por lo cual,
puesto que era el Mesías, no podías ser mas que del linaje
de Abraham y de David, y efectivamente lo era. Mateo 1:1
expresa esta verdad muy directamente:

Mateo 1:1
“...Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.”

De este modo, las genealogías de Jesús no son solo


una enumeración histórica, sino consisten en UNA PRUEBA
DE QUE JESÚS ES EL MESÍAS, EL CRISTO, EL PROMETIDO. En
él, Dios no solo cumplió su promesa a Abraham y a David
(Génesis 21:12, Salmos 132:11) sino también Su promesa a
toda la raza humana (Génesis 3:15) que después de la caída
esperó a aquel que rectificaría la situación: al Cristo.

Regresando al anuncio del ángel, María tenía una


pregunta:

Lucas 1:34
“Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no
conozco varón.”

La frase “no conozco varón” demuestra que María


todavía no había tenido relaciones sexuales. La razón es
que en aquel tiempo solo estaba comprometida con José,
porque para poder tener relaciones sexuales con él debían
estar casados. Sin embargo, en comparación con otros
casos, la concepción de este hijo no necesitaría la
contribución de otro humano mas que de María, y la
explicación de abajo que el ángel demuestra aclara que
sería Dios quien se encargaría del resto.

Lucas 1:35-37
“Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá
sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra;
por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado
Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elisabeth, ella también
ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para
ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible
para Dios. [pero el texto en griego dice: “porque con Dios
no hay nada hablado que esté desprovisto de poder (oti
ouk adunatesei para tou theou pan rema)]”

De acuerdo a las explicaciones del ángel, este hijo iba a


ser concebido como resultado de una maravillosa actividad
del Altísimo, o sea, Dios. Por eso, iba ser llamado Hijo de
Dios o Hijo del Altísimo.

Después de que María escuchara las explicaciones,


aceptó lo que el ángel le dijo:

Lucas 1:38
“Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase
conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su
presencia.”

Con la aprobación del plan de María, el ángel partió de


ella3.

2. Mateo 1:18-25: La reacción de José

Estando María comprometida con José y teniendo un


hijo que no era de él puso la situación muy difícil para
María, y la reacción de José es de importancia crucial. Estas
reacciones vienen en Mateo 1:18-25 y van a ser el tema de
ésta sección. Vamos a empezar a leer desde el versículo 18:

Mateo 1:18
“El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada
María su madre con José, antes que se juntasen, se halló
que había concebido del Espíritu Santo.” (versión Reina-
Valera 1960)

En la versión en inglés King James, el versículo inicia


con la palabra “Now” “ahora” y en la versión Reina-Valera
1960 no viene, pero voy a comparar ciertos puntos de la
versión King James con el texto en griego. Como decía, ésta
palabra es la conjunción griega “de” que denota
movimiento de un tema a otro. En este caso, debería ser
traducida como “and” (y) o como “now” (ahora) y hacer
una comparación entre lo que precede y lo que sigue. En
este ultimo caso debería ser traducida como “but” (pero).
De las 2870 veces que aparece esta conjunción, la versión
King James la traduce 1237 veces como “but” (pero), 934
como “and” (y), 166 como “now” (ahora), así como otras
300 veces ni si quiera se traduce (como este preciso caso
del verso en la Reina-Valera). Para saber exactamente
cómo debería ser traducida se debe ver de acuerdo al
contexto de dicho pasaje. En este caso, debería ser
traducida como “but” (pero) porque compara la manera en
que Jesucristo fue concebido, con la manera en que fueron
concebidos aquellos mencionados en las genealogías de
Mateo 1:1-17. Así que, en esta genealogía leemos que
“Abraham engendró a Isaac, Isaac ENGENDRÓ a Jacob....”
Jesucristo no fue engendrado por un padre humano así
como los demás, si no que su padre era Dios, y esta
conjunción lo quiere poner en claro haciendo ésta
comparación.

Habiendo aclarado lo anterior, continuamos en el


mismo pasaje donde aprendemos que antes de que José y
María se “juntasen” o sea, antes de que hayan tenido
relaciones sexuales, María estaba embarazada. Bajo esas
circunstancias, la posición de María estaba muy difícil y
mucho dependía de la reacción de José. En verdad, si por
esa razón, José hubiera decidido “atribuirle faltas que
dieran de qué hablar” (Deuteronomio 22:14) entonces, de
acuerdo a la ley, el castigo para María hubiera sido la
muerte (Deuteronomio 22:13-21). Aun así, en este ultimo
caso, la posición de María y del niño serían muy difíciles,
puesto que la sociedad no podría aceptarla teniendo un
hijo sin tener marido. El versículo 19 nos dice sobre las dos
opciones que José estaba pensando hacer:

Mateo 1:19
“José su marido, como era justo, y no quería infamarla,
quiso dejarla secretamente.”

José se describe como un hombre justo, como alguien


deseoso de cumplir la ley. De las dos opciones que tenía de
acuerdo a la ley, lo que tenía en mente era seguir la
segunda, osea, dejar a María secretamente a través de una
carta de divorcio. Sin embargo, Dios interfirió en este
momento crucial para proteger a María y al mismo tiempo
proteger a Jesús:

Mateo 1:20-21
“Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le
apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas
recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es
engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y
llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de
sus pecados.”

Dios, en su interferencia, informó a José que el hijo de


María era de Él y lo animó a no hacer lo que estaba
planeando. También le dijo el nombre que debía ponerle al
niño. Esta es la segunda vez en que se hace referencia al
nombre del bebé4. Sin embargo, ésta vez la Palabra nos
dice la razón por la cual el niño debía llamarse Jesús y era
porque él iba a salvar al pueblo de sus pecados. En cuanto a
este nombre, se tiene que decir que lo que es único aquí,
no es el nombre mismo, porque este nombre ya se había
empleado antes. De hecho, Josué hijo de Nun (Josué 1:1)
tenía exactamente el mismo nombre que Jesús pero la
traducción en inglés lo hace ver diferente 5. Lo mismo pasa
con el hombre llamado Jose (KJV, NKJV) o Josué (NIV) en
Lucas 3:29. El nombre de este hombre en griego es
“Iesous” exactamente como el nombre de Jesús. Por lo
cual, la importancia de este nombre no estaba en que se
estaría usando por primera vez, por que no era así. Sino
que su importancia estaba en el significado que tiene en
Hebreo: “el Señor (Jehová), traería salvación”. En realidad,
era Jesucristo, quien a través del Señor, Jehová, traería
salvación al pueblo y el que salvaría al pueblo de sus
pecados. Esa es la verdadera importancia del nombre.
Regresando a José y su reacción, los versículos 24 y 25 nos
hablan si la interferencia de Dios cambio su decisión o no:

Mateo 1:24
“Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del
Señor le había mandado, y recibió a su mujer.”

Después de la interferencia de Dios, José decidió no


dejar a María. De ésta maravillosa manera Dios protegió a
María y al niño en esta situación tan crítica. Es así también
como Dios arregló las cosas para que María pudiera tener
el hijo que no era de su Marido dentro de una sociedad
donde cosas como esa serían totalmente inaceptables. Por
supuesto que el rol de María y José aquí son grandiosos;
por ejemplo, su disposición de creer que Dios
verdaderamente les había dicho ésto. Y aunque desde el
punto de vista genealógico ellos eran la pareja perfecta
para ser la familia del Mesías, no hubiera sucedido si
alguno de los dos no hubiera estado dispuesto a creer a
Dios y cooperar con Él. Habiendo visto todo esto, vamos al
verso 25:

Mateo 1:25
“Pero [José] no la [María] conoció HASTA que dio a luz a su
hijo PRIMOGÉNITO; y le puso por nombre JESÚS.”

Aunque este verso no dice muchas cosas sobre el


mismo Jesús, dice mucho sobre María. Así que, aunque
para miles de personas María permaneció virgen toda su
vida, la Palabra de Dios dice aquí que José “no la conoció” o
sea, no tuvo relaciones sexuales con ella, HASTA que nació
Jesús. A partir de ésta declaración, queda claro que “la
conoció”, tuvo sexo con ella, después de que nació Jesús.
Por supuesto que no hay nada fuera de lo normal en ésto:
José y María estaban casados y de acuerdo a la Palabra de
Dios, el sexo es parte del matrimonio (1 de Corintios 7:1-5).

Aparte de éste hecho, otra prueba en contra de la


supuesta virginidad perpetua de María es que se refieren a
Jesús como su PRIMOGÉNITO. Si Jesús era el único hijo de
María, ¿se podría referir a él como PRIMOGÉNITO? Por
supuesto que no, puesto que esa designación asume la
existencia de más de un hijo, entre quienes existe uno
llamado espeíficamente PRIMOGÉNITO. Por lo cual, María,
después de tener a Jesús, tuvo otros hijos como producto
de su matrimonio con José. De hecho, la Biblia no solo nos
dice eso, sino que también dice los nombres de aquellos
hijos. El registro está en Mateo 13:

Mateo 13:54-55
“Y venido [Jesús] a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de
ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De
dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros? ¿No es
éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María,
y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?”

La Palabra de Dios nombra a 4 medios hermanos de


Jesús y también habla de un número en plural de medias
hermanas. Por todo lo anterior, es evidente que la
enseñanza que la tradición da, en la que María permanece
virgen toda su vida, no es bíblica y por lo cual debe de ser
rechazada.

3. Lucas 2:1-20: La noche del


nacimiento

Después de haber visto el anuncio de la concepción de


Jesús a María y la reacción de su esposo José, lo siguiente
que vamos a ver es lo que pasó la noche de su nacimiento.
Para empezar vamos a ver el segundo capítulo de Lucas
donde los versículos 1-3 dicen:

Lucas 2:1-3
“Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de
parte de Augusto César, que todo el mundo fuese
empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio
gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados,
cada uno a su ciudad.”

En este pasaje viene mucha información histórica que


puede ayudarnos a ubicar con exactitud el año en el que
Jesús nació. La primera pieza de información se trata de un
registro de “todo el mundo” o sea, de todo el mundo que
estaba bajo el régimen Romano. De acuerdo a los hechos
históricos, este registro sucedió alrededor del año 3 A. C. La
razón por la que la Palabra de Dios se refiere a este censo
como “PRIMERO” es para ayudarnos a no confundirlo con
otros censos que se llevaron a cabo después, alrededor del
año 6/7 D. C. Que Jesús naciera antes del año que se
suponía que había nacido también se indica mediante el
hecho que viene en Mateo 2:1 donde dice que Jesús nació,
siendo Herodes rey de Judea. De nuevo, de acuerdo a las
fuentes históricas, este rey murió entre el año 5 A. C. y 1 A.
C. Por lo cual queda claro, si esta fuente es correcta, que
Jesús nació antes del año 1 A. C. Y si el supuesto año de
registro es también correcto entonces nació alrededor del
año 3 A.C.

De acuerdo al período del año en que Jesús nació es


muy poco probable que haya nacido el 25 de diciembre.
Esto resulta obvio mediante el hecho de que un censo no
se hubiera llevado a cabo en el corazón del invierno, puesto
que las condiciones del clima hubieran hecho que la
transportación de la gente a la ciudad de sus familias 6 fuera
muy complicada. De hecho, en nuestra era donde velocidad
significa transportación, los censos se hacen en períodos
donde el clima no es obstáculo. Obviamente, si esto fuera
hoy verdad, también aplicaría para nuestra era. Por lo cual,
un supuesto nacimiento de Cristo el 25 de diciembre y un
censo de todo el mundo en esas fechas son cosas que no
van juntas. También, el hecho de que el verso 8 hable de
que había pastores con sus rebaños en el campo indica una
vez más que Cristo no pudo haber nacido el 25 de
diciembre puesto que por el clima, un rebano nunca podría
estar en el campo en ese tiempo. Como Adam Clark dice
característicamente:

“Como esos pastores no han llevado sus rebaños a casa, es


un presunto argumento de que Octubre aun no
comenzaba, y eso indica, consecuentemente, que nuestro
Señor no nació el 25 de diciembre, cuando no había
rebaños en el campo.... Por ese simple motivo, se debe
hacer a un lado que el nacimiento ocurrió en diciembre.”
(Cita tomada de R.E. Woodrow: “Babylon Mystery
Religion”, Ralph Woodrow Evangelistic Association Inc.,
1966, impresión 1992 p. 141)

Por todo lo anterior, queda claro que es muy poco


probable que Jesús nació el 25 de diciembre. ¿Porqué
entonces se celebra su nacimiento ese día? Pues porque no
es nada mas que costumbres paganas, que paganos
conversos introdujeron al Cristianismo. Como J. Frazer dice:
“El culto religioso pagano más grande que adoptó la
celebración del 25 de diciembre como festivo en todo el
mundo Romano y Griego fue la celebración pagana de
alabanza al sol Mithraism... Este festival de invierno se
llamaba “la Natividad” - la “Natividad del Sol” (ver J Frazer:
“The Golden Bough”, New York, Macmillan Co., 1935 p 471.
La cita se tomó de R. Woodrow op.cit. p. 143)

Incluso una fuente tan conservadora como la


“Enciclopedia Católica” admite que fue este festival pagano
el que produjo la celebración del nacimiento de Cristo el 25
de diciembre:

“El bien conocido festival solar de Natalis Invicti [La


Natividad del Sol Invicto] celebrado el 25 de diciembre,
alega fuertemente en tener la responsabilidad de nuestra
fecha decembrina” (Ver “The Catholic Encyclopedia”, New
York, Robert Appleton CO., 1911, p.725. Esta cita fue
tomada de R. Woodrow op.cit. p. 143).

Por todo lo anterior7, queda claro que el 25 de


diciembre no es el día del nacimiento de Jesús, sino el día
que los paganos celebraban el nacimiento del sol. Cuando
estos paganos se convirtieron al Cristianismo, trajeron con
ellos sus prácticas paganas. La Iglesia, en vez de tomar una
posición valiente y pelear en contra de esas prácticas,
prefirió “cristianizarlas”. Entonces, el “nacimiento del dios
sol” se cambió al “nacimiento del Hijo de Dios”.
Desafortunadamente, esa es solo una de muchas
prácticas y tradiciones que aun siguen un número
considerable de cristianos. Todo esto no significa que
vamos a actuar en contra de la celebración del nacimiento
de Jesús el 25 de diciembre o empezar a pelear con
nuestras familias al respecto. La fecha en que nació no es lo
importante sino que ¡NACIÓ!. Sin embargo, tenemos que
mantener en mente todas las cosas que probablemente
vemos suceder en éste período y no dejarnos llevar por
tradiciones de hombres. Después de ésta divagación en
cuanto la fecha del nacimiento de Jesucristo es hora de
continuar en Lucas 2. Entonces después de que los versos
1-3 nos dieran algo de información histórica sobre el
registro, los versículos 4-7 nos hablan de lo que José y
María hicieron:

Lucas 2:4-7
“Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a
la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la
casa y familia de David; para ser empadronado con María
su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Y
aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de
su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo
envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no
había lugar para ellos en el mesón.”

El nacimiento de Jesucristo en Belén no fue accidental.


De acuerdo con el Antiguo Testamento (Miqueas 5:2) el
Mesías debería de nacer en Belén. Es verdaderamente
sorprendente la forma en que Dios arregló las cosas para
que fuera posible que la profecía se cumpliera. José y María
no vivían en Belén. De hecho, Belén estaba muy lejos de
Nazareth8 y probablemente la obligación del padrón los
hizo ir hasta allá bajo esas condiciones (María estaba
embarazada). Pero cuando el tiempo correcto se llegó, esta
razón los llevó allá; y ahí nació Jesús y la promesa de Dios
se cumplió. Para cumplir su promesa, Dios no se apoderó
de ellos y se los llevó a Belén, esa no es la manera en que
Dios obra, sino que cuando se está bajo su voluntad, Él
arregla las cosas de tal modo para que se logren como
quiere. Vamos a continuar:

Lucas 2:8-14
“Había pastores en la misma región, que velaban y
guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he
aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del
Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero
el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas
de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha
nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es
CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño
envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y
repentinamente apareció con el ángel una multitud de las
huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a
Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para
con los hombres!”
Los primeros a los que Dios anunció el nacimiento de
Su Hijo fueron esos humildes pastores, y sabes ¿porqué
Dios les dio la noticia a ellos y no a Herodes o a los Fariseos
o a las otras autoridades de ese tiempo? Porque los
pastores CREÍAN en Él, creían que ese bebé era el Mesías,
el Cristo, así como el ángel les dijo. El versículo 20 dice que
“regresaron [del pesebre] glorificando y alabando a Dios
por todas las cosas que habían visto y oído”. Ellos creyeron
lo que Dios les había dicho sobre el niño a través de Su
ángel y fue esa creencia lo que produjo esa alegría.
Herodes, también como el religioso de la época, no creía en
eso. Él persiguió al niño y su venida solo le ocasionó
problemas. Por eso Dios no les hizo el anuncio a ellos.
Incluso hoy en día: Dios está presto para revelar a Su Hijo a
aquellos que tengan un corazón que CREA en Él y en verdad
cada alma que esté hambrienta de la Palabra de Dios será
llenada. Por otro lado, aquellos que son enemigos de la
Palabra, aquellos que la desprecian, no la tendrán; los
anuncios maravillosos de la Palabra no se les harán a ellos y
aunque les fueran hechos, no les serán de utilidad, como
sucedió con los Fariseos. Es por eso que debemos tener
nuestros oídos abiertos para escuchar lo que Dios quiere de
nosotros en vez de hablar la Palabra de Dios al azar tanto a
los “Fariseos” como a los “pastores” por igual. Si tenemos
nuestros oídos abiertos, Dios nos enviará a los “pastores”, a
aquellos que tienen hambre de Él para que sean llenos. Si
no tenemos nuestros oídos abiertos, sino que hacemos las
cosas de Dios basándonos en nuestros cinco sentidos, muy
probablemente vamos a terminar desperdiciando nuestro
valiosísimo tiempo, no solo para nosotros sino también
para Dios, con los “fariseos” que desprecian el alimento de
la Palabra de Dios, mientras que los “pastores” buscan
quién los alimente. Pero vamos a continuar:

Lucas 2:15-20
“Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo,
los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta
Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos
ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y
hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca
del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que
los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas
cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores
glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que
habían oído y visto, como se les había dicho.”

Los pastores le creyeron al ángel y fueron ahí y


encontraron a Jesús envuelto en panales y acostado en el
pesebre tal y como el ángel les dijo. Es precisamente en
este punto, donde la tradición asume que “los sabios”, que
por cierto también asume que eran tres, vinieron. En el
próximo tema veremos si estas tradiciones son correctas o
no.

Anastasios Kioulachoglou

Español: Aleida López de Steinmetz


Versión Bíblica: Reina-Valera 1960
 

Notas al pie

1. De acuerdo a las costumbres del país, la postura de Jesús


en la sociedad dependía de los documentos del hombre
que acreditaban que la persona mencionada suponía ser su
padre, o sea José

2. Para una discusión más extensa sobre cosas pertinentes


a las genealogías de Jesucristo recomendamos al lector
nuestro artículo “Las genealogías de Jesús”

3. Es interesante notar que la Palabra de Dios no dice en


ningún lado que el ángel le dio a María una .... lili o que el
ángel tenía alas o que él o María o alguien más tenían un
círculo en la cabeza. Obviamente, todo eso no es más que
pura imaginación humana.

4. El primero estaba en el anuncio de la concepción a María


(Lucas 1:31)

5. Josué es la versión en Hebreo del Griego “Iesous”. Las


traductores ingleses transcriben el mismo nombre en el
Antiguo Testamento del texto en Hebreo y en el Nuevo
Testamento del texto en Griego. Por eso la diferencia. En el
antiguo texto de la Biblia en Griego (LXX y Nuevo
Testamento) Josué y Jesús es el mismo nombre: Iesous,
Jesús
6. El clima en Palestina no es muy diferente del clima de mi
país, Grecia. Así que, la parte cálida del año es mucho más
larga que en el Norte de Europa, el período de Noviembre a
Marzo no es menos frío con temperaturas que
frecuentemente son bajo cero.

7. Para más evidencia se le recomienda al lector el


excelente trabajo de Ralph Woodrow op. Cit

8. De acuerdo al mapa son 108 km. De distancia

Sobre el nacimiento de Cristo


y la Navidad (Parte II)
Terminando el artículo principal del tema anterior,
prometo que continuaremos en este tema examinando
algunas otras cosas pertinentes al nacimiento de Jesucristo.
De los registros relativos que dejamos sin examinar, Lucas
2:21-38 habla sobre la circuncisión de Cristo y la visita al
templo, mientras que Mateo 2 refiere a la visita de los
Magos y la huida a Egipto. Aquí, y por razones de espacio,
vamos a concentrar nuestra atención en Mateo 2,
dejándole al lector el estudiar por sí mismo los registros
referentes a la circuncisión y la visita al templo.

1. Mateo 2: La visita de “los sabios” y la


huida a Egipto.
El hecho de que no hayamos discutido la visita de “los
sabios” junto con la visita de los pastores en la noche del
nacimiento, pudo haber preocupado a algunos lectores,
puesto que la tradición enseña que estas dos visitas
sucedieron simultáneamente. Bueno, ya hemos leído en el
tema anterior los registros de Lucas sobre la visita de los
pastores, y como hemos visto, no hay referencia presente
de “los sabios”. Para saber si “los sabios” en realidad
visitaron a Jesús, así como otras cosas pertinentes a su
visita, iremos a Mateo 2 donde empezaremos del verso 1:

Mateo 2:1
“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey
Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,”

De acuerdo con el pasaje anterior, los sabios no


llegaron a Jerusalén, sino hasta después de que Jesús había
nacido. Como llegaron a Jerusalén después del nacimiento
de Jesús, y puesto que se quedaron ahí el tiempo necesario
para los eventos de los versículos 2-9 sucedieran (llegaron a
Jerusalén y empezaron a buscar al niño; Herodes estaba
turbado por lo que “los sabios” dijeron, y llamaron al sumo
sacerdote y a los escribas para preguntarles dónde iba a
nacer el Mesías; Herodes llamó a “los sabios” en secreto,
persuadiéndolos para que le dijeran a que hora había
aparecido la estrella; Herodes envió a “los sabios” a Belén),
es evidente que no pudieron de ninguna manera estar en
Belén la noche del nacimiento junto con los pastores así
como la tradición enseña. Por lo cual, no podemos decir
por el momento cuanto tiempo después del nacimiento la
visita de los magos sucedió, lo que sí podemos decir es que
ciertamente no se llevó a cabo la noche del nacimiento.
Después, tendremos la oportunidad de hablar más al
respecto.

En cuanto a la visita de “los sabios” y su identidad la


palabra alternativa “Magos” parece ser más apropiada
debido a que es una transcripción del plural de la palabra
griega usada en Mateo 2:1, la palabra “magos”. De acuerdo
al significado de ésta palabra, se usa primero para
caracterizar a un miembro de la casta de sacerdotes y
hombres sabios de entre los Medes, Persas y Babilonios,
cuyo aprendizaje era meramente astronomía y
encantamiento1. La LXX usa esta palabra con este
significado en el libro de Daniel (ver Daniel 1:20, 2:2, 10, 27,
4:7, 5:7, 11). Entonces, cuando por ejemplo Daniel 5:11
dice que Daniel fue hecho “jefe de los magos [LXX:
“magoi”: plural de “magos”] significa que fue hecho jefe de
la casta de los eruditos. Aparte de este significado, la
palabra “magos” también se usa con el significado de
hechicero (Hechos 13:6, 8 y Hechos 8:9). En cuanto a
nuestro presente caso, es evidente que los Magos que
vinieron a visitar a Jesús pertenecían a la categoría de
eruditos. Esto se demuestra en hechos siguientes:

i) Vinieron “del oriente” o sea, del lugar donde la casta de


los eruditos vivía.
ii) Eran observadores regulares del cielo, lo cual significa
que tenían educación y habilidades astronómicas.

iii) Venían buscando al Mesías (ver nuestros comentarios


en Mateo 2:3-4). Un hechicero, como Elimas por ejemplo
(Hechos 13:6-11), quien, como dice la Escritura, era “hijo
del diablo” (Hechos 13:11) nunca hubiera hecho eso.

iv) Eran receptivos y obedientes al Espíritu de Dios (ver


Mateo 2:12). Dios nunca se habría comunicado con ellos si
hubieran sido hechiceros o sea, operadores de espíritus
malignos.

Habiendo aclarado la identidad de los Magos podemos


continuar:

Mateo 2:1-2
“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey
Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,
diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido?
Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a
adorarle.” [griego: “proskyneo”: “hacerle homenaje2”].

Los Magos viniendo de Jerusalén empezaron buscando


al Rey de los Judíos. Dijeron que habían visto su estrella en
el oriente y venían a hacerle homenaje. Sin embargo, la
noticia del nacimiento de este rey no puso nada contento a
Herodes. Mateo 2:3-4 dice:

Mateo 2:3-4
“Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con
él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los
escribas del pueblo, les preguntó [“siguió preguntando” (el
imperfecto se usa en griego] dónde había de nacer el
Cristo.”

El hecho de que Herodes empezó a buscar el lugar


donde iba a nacer el Mesías, demuestra que los Magos no
estaban buscando a un rey ordinario de los judíos. En lugar
de eso, estaban consientes de que la estrella que vieron
anunciaba el nacimiento de EL rey de los judíos, o sea, el
Cristo. Debido a él habían venido del oriente.

Mateo 2:5-6
“Ellos [el sumo sacerdote y los escribas del pueblo] le
dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el
profeta3: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más
pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un
guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.”

El sumo sacerdote y los escribas del pueblo estaban en


lo correcto al decir que Belén iba a ser el lugar donde iba a
nacer el Mesías. A través de la información de la Escritura,
Herodes estaba perfectamente consiente de que el Mesías
ya había nacido en Belén, solo unos cuantos kilómetros de
su palacio. Sin embargo, el hecho de que Herodes tuviera
ese conocimiento de la Escritura no significa que también
haría buen uso de ella. De hecho, veremos que usó este
conocimiento en sus esfuerzos para encontrar y matar al
Mesías, porque su pervertido y turbio corazón pensó que
este niño era... una amenaza para su trono. Aunque el caso
de Herodes parece un tanto extremo en su resultado;
demuestra claramente que el conocimiento mental de la
Escritura no es suficiente para producir un buen resultado.
Y eso es porque un buen resultado requiere la existencia de
un corazón suficientemente blando para creer
honestamente y practicar el conocimiento. En otras
palabras, para que la Palabra produzca buen fruto, el
conocimiento MENTAL de la Escritura (“Yo simplemente
conozco la Escritura”) debe ser transformado en
conocimiento del CORAZÓN (“Después de que conozco la
Escritura, la pongo en mi corazón, en la parte más profunda
de mi ser, mediante la renovación de mi mente”) (Romanos
12:1-2, Efesios 4:17-24, Colosenses 3:1-17)).

Sin hacer lo anterior, puede que me sepa todos los


pasajes que dicen, por ejemplo, que debo tener amor, pero
puede ser que en realidad ¡no ame! Puede que enseñe a
otros que no deben ser envidiosos y yo mismo ¡tengo
envidia!. Puede ser que hable para el ÚNICO cuerpo de
Cristo pero cuando se trata de aplicar puede que considere
solo ciertas denominaciones como “el cuerpo” pero a
¡todos los demás cristianos como inferiores a mí! Podemos
encontrar muchos ejemplos más como este. No importa
cuanto sepamos de la Escritura, si no está en nuestros
corazones, no es más que solo conocimiento mental. Este
conocimiento aun necesita ser transformado en
conocimiento del CORAZÓN para que pueda producir fruto.
Después de esta divagación vamos a regresar al tema
principal de este artículo. Después de que Herodes supiera
dónde había nacido Jesús, llamó a los Magos en secreto
indagando para que le dijeran en que momento aparecería
la estrella:

Mateo 2:7
“Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos,
indagó de ellos diligentemente [en griego: “akriboo” que
significa indagar exáctamente] el tiempo de la aparición de
la estrella;

La razón por la que Herodes indagó exactamente en


que momento aparecería la estrella, era porque quería, a
través de esa información, determinar la edad de Jesús.
Mas adelante veremos cómo usó esa información.

Mateo 2:8
“y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con
diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo
saber, para que yo también vaya y le adore.”

Herodes envió a los Magos a Belén y les dijo que


regresaran a él a decirle el resultado de la búsqueda para
que, como había dicho, él también fuera y le rindiera
homenaje. Sin embargo, pronto veremos que estaba
mintiendo y lo que en realidad quería era saber dónde
estaba el niño para matarlo. Después de esta conversación
con Herodes, los Magos partieron a Belén:
Mateo 2:9-10
“Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella
que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta
que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al
ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.”

Cuando dice que la estrella “ se detuvo sobre donde


estaba el niño”, no significa que la estrella estaba a 1 metro
del techo del lugar donde Jesús estaba. Lo que significa, es
que se detuvo en el cielo, sobre el área donde Jesús estaba,
o sea, en Belén. También, la Biblia no indica que esta
estrella era extremadamente grande o brillante. De hecho,
no hay señal de que alguien más la haya visto y puesto
atención aparte de los Magos. La importancia de ésta
estrella era obviamente no su brillo o magnitud sino su
significado que era que Jesús, el Mesías, había nacido.

Mateo 2:11
“Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y
postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le
ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.”

Hay muchas cosas en este pasaje que vale la pena


mencionar. Primero que nada, de acuerdo ala Escritura, los
Magos no encontraron a Jesús en un pesebre sino en UNA
CASA, o sea, en un lugar donde él, María y José vivían
regular y propiamente. Obviamente, esa no fue la noche
del nacimiento sino “después de que ya había nacido”
(Mateo 2:1). Lo que podemos concluir de todo esto, es que
después del nacimiento de Jesús, José y María se
establecieron en una casa en Belén.

También, algo más que hay que señalar, es que la


Palabra nos dice que los Magos trajeron tres tipos de
regalos: oro, incienso y mirra, en ningún lado dice que eran
tres Magos. Lo que la Biblia dice es solo el plural (los sabios)
lo cual indica obviamente que eran más de uno. ¿Cuántos
más? No podemos saber, puesto que la Biblia no lo dice. Lo
más probable, es que hayan sido más de dos o tres, porque
viajes tan largos generalmente son organizados en grandes
caravanas por razones de seguridad.

Después de que visitaron a Jesús, los Magos estaban


listos para regresar a su país. Sin embargo, le habían
prometido a Herodes que regresarían a decirle el resultado
de la búsqueda. Entonces Herodes, teniendo la información
de los Magos, inmediatamente enviaría a su ejercito a
matar al niño. PERO en este momento crucial Dios
interfirió:

Mateo 2:12
“Pero siendo avisados por revelación en sueños que no
volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro
camino.”

Dios interfirió y les dijo a los Magos que no regresaran


con Herodes sino que se fueran por otro camino. Además,
sabiendo lo que Herodes quería hacer al darse cuenta que
los Magos lo engañaron, Dios advirtió a José:
Mateo 2:13
“Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor
apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y
a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo
te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño
para matarlo.”

Observa cómo Dios protegió a Jesús maravillosamente


de la amenaza de Herodes, y al mismo tiempo, de aquel
que estaba actuando detrás de él, osea el diablo. Primero le
dijo a los Magos que no regresaran con Herodes, lo cual era
necesario, puesto que Belén estaba a tan solo 6 millas de
Jerusalén y así, si la Magos hubieran ido con Herodes, José
y María no hubieran tenido tiempo de abandonar Belén.
Entonces, después que estuviera seguro de que los Magos
no regresarían a Herodes, le dijo a José que se llevara a
María y a Jesús a Egipto. Entonces, cuando Herodes
percibió que los Magos no regresaban a él, Jesús ya estaba
lejos de su amenaza. En verdad, que maravilloso, sabio y
protector Dios es Él. Si volteamos a Él, ÉL siempre sabe
como hacer un camino para nosotros. No hay situación de
la cual Dios no pueda salvarnos. Como Romanos 8:35,37
dice “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación,
o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro,
o espada? Antes, en todas estas cosas somos más que
vencedores por medio de aquel que nos amó.” Se requería
que José, María y el niño huyeran a otro país para evitar la
amenaza del diablo. Ciertamente sería mucho mejor si no
hubiera habido amenaza alguna y se hubieran quedado en
su casa y no hubieran tenido que pasar por los apuros de la
mudanza a Egipto. No obstante, la verdad es que hay un
enemigo y consecuentemente también hay una amenaza.
En vez de discutir sobre este hecho o ignorarlo, tenemos
que reconocerlo y pelear contra el enemigo usando la
armadura de Dios (Efesios 6:10-17) y seguir las
instrucciones dadas en la Biblia y con el Espíritu Santo. Eso
fue lo que José escogió hacer:

Mateo 2:14-15
“Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y
se fue a Egipto, y estuvo allá hasta la muerte de Herodes;
para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del
profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.”

José escogió obedecer. Esto significaba que tenían que


pasar por los apuros de la mudanza para irse a otro país en
un lapso muy corto de tiempo. Sin embargo, ¿qué hubiera
pasado si no hubiera escogido obedecer? Herodes hubiera
enviado su ejercito a Belén para atrapar a José, María y
Jesús, lo cual los hubiera puesto en una situación muy
difícil. Yo en lo personal creo, que si José o los Magos
hubieran desobedecido a Dios, como quiera Él hubiera
encontrado una manera de salvar a Jesús. No obstante, lo
cierto es que toda la situación se hubiera puesto mucho
más complicada y difícil. Seguramente es mucho mejor
evitar la trampa desde el principio, que caer en ella y luego
tener que escapar.
El registro anterior no es el único donde encontramos
a José haciendo lo que Dios le dijo. Mateo 1.20-24, 2:20-21,
2:22 son todos los registros que demuestran que era un
hombre lleno de fe, listo para hacer inmediatamente
cualquier cosa que Dios le pidiera. No fue una coincidencia
que María, la madre de Jesús, se casara con él, ni fue algo
que pasó solo por las razones genealógicas examinadas en
el tema anterior. Además de estas razones, José era el
MEJOR hombre para el cuidado y crianza de Jesús.

Después de esta divagación sobre José regresemos a


nuestro tema. Entonces, después de haber sido instruido
por Dios, José, María y Jesús partieron a Egipto.

Ahora, cuando Herodes vio que fue engañado por los


Magos reaccionó muy violentamente:

Mateo 2:16-18
“Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos,
se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores
de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores,
conforme al tiempo que había inquirido de los magos.
Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta
Jeremías, cuando dijo: Voz fue oída en Ramá, Grande
lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, Y
no quiso ser consolada, porque perecieron.”

Es importante notar aquí que de acuerdo al pasaje


anterior, Herodes puso la edad límite de dos años para
abajo “conforme al tiempo que había inquirido de los
magos”. Como podemos acordarnos del verso 7, Herodes
había inquirido exactamente de los Magos en qué tiempo
aparecería la estrella y de ese modo supo la edad de Jesús.
Así que, si Jesús hubiera nacido cuando “su estrella”
apareció en el oriente, se puede concluir que cuando los
Magos lo visitaron y sucedió la masacre de Belén,
ciertamente él no tenía más de dos años y no menos de
eso4.

En algún momento, después de la masacre de Belén,


Herodes murió y Dios le dijo a José que regresara a Israel:

Mateo 2:19-22
“Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del
Señor apareció en sueños a José en Egipto, diciendo:
Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de
Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte
del niño. Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su
madre, y vino a tierra de Israel. Pero oyendo que Arquelao
reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor
de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la
región de Galilea, y vino y habitó en la ciudad que se llama
Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los
profetas, que habría de ser llamado nazareno.”

Dios le dijo a José que regresara a Israel, tomó a María


y a Jesús y volvieron a su país. En un principio, determinó
que iría y se asentaría con su familia en Judea.
Probablemente, habrá planeado vivir de nuevo en Belén, el
lugar donde vivían después del nacimiento de Jesús y del
cual huyeron hacia Egipto. Sin embargo, cuando supo que
el hijo de Herodes era rey de Judea, le dio miedo ir para
allá, y siendo avisado por Dios decidió ir hacia el norte,
Galilea. Finalmente, se establecieron en Nazaret, la ciudad
donde él y María vivían antes de ir a Belén (Lucas 2:4-5).

Mateo 2:235
“y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que
se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría
de ser llamado nazareno.”

De todo lo anterior, es evidente que después de que


Jesús naciera en Belén, José y su familia se quedaron ahí
hasta la visita de los Magos, muchos meses después del
nacimiento. Abandonaron Belén casi inmediatamente
después de la partida de los Magos, y fueron a Egipto para
evadir los planes malignos de Herodes. Cuando Herodes
murió, se mudaron a Israel. Su propósito inicial era el de
establecerse en Judea de nuevo, pero después de ser
advertidos por Dios, se fueron a Galilea y finalmente
vivieron en Nazaret.

2. Lucas 2:39

Como se aclaró anteriormente, María, José y Jesús se


establecieron en Nazaret después de haber vivido primero
en Egipto, lo cual sucedió cuando Jesús tenía no menos
mucho menos de dos años. Teniendo esto en mente, es
momento de ver lo que dice Lucas 2:39:
Lucas 2:39
“Después de haber cumplido [en griego: “teleo”, o sea,
“terminar”] con todo lo prescrito en la ley del Señor,
volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.”

El hecho de que este verso venga tan solo después de


los registros de la visita al Templo (Lucas 2:21-38), cuarenta
y un días después del parto 6, puede confundir a algunos. La
razón es, porque si tomamos lo que dice en Lucas,
aisladamente de lo que dice en Mateo, podemos concluir
que José, María y Jesús volvieron a Nazaret
inmediatamente después de la visita al templo (cuarenta y
un días después del parto), mientras que Mateo dice que
volvieron ahí después de haber vuelto de Egipto (muchos
meses después del parto). Sin embargo, una conclusión así
no puede ser correcta puesto que viola un principio
fundamental del estudio de la Biblia. De acuerdo a este
principio: para llegar a conclusiones correctas, TODAS las
referencias sobre el mismo evento deben tomarse en
cuenta. Por eso, en vez de tomar a Lucas separado de
Mateo, tenemos que ponerlos JUNTOS. Si lo hacemos de
ese modo, veremos que Mateo 2 no puede ser mas que
entre la visita al templo (Lucas 2:21-38) y el regreso a
Nazaret (Lucas 2:39).

Habiendo dado Dios analíticamente el cumplimiento


de varias profecías en Mateo, y habiendo dado también
analíticamente el cumplimiento de los requisitos legales
necesarios en Lucas, resume todos estos logros en Lucas
2:39 diciendo qué sucedió después de que José, María y
Jesús cumplieran todo, o sea, “CUANDO HAYAN CUMPLIDO
[TERMINADO] TODO LO PRESCRITO EN LA LEY DEL SEÑOR”.
“Todo lo prescrito de acuerdo a la ley del Señor 7”, se
incluye tanto los requisitos legales (Lucas 2:21-38) y por
supuesto, las varias profecías, el cumplimiento de las cuales
viene en Mateo (Mateo 2:15, 2:17, 2:23). Lucas 2:39 no
dice lo que pasó inmediatamente después de la visita al
templo, pero sí todo lo que pasó después de que TODO lo
prescrito en la Palabra de Dios sobre esta parte de la vida
de Jesucristo fuera cumplido. Después de que TODO lo
prescrito fuera cumplido, Jesús, José y María, sin lugar a
dudas, regresaron a Nazaret (Lucas 2:39, Mateo 2:23)

3. Conclusión

Luego de todo lo anterior, ahora estamos en la


posición de resumir los eventos correspondientes al
nacimiento de Jesús:

1. Jesús nació en Belén de Judea (Mateo 2:1)

2. En la noche del nacimiento, fue visitado por los


pastores (Lucas 2:8-18). Luego del nacimiento, la familia
continuó en Belén y se mudaron a una casa.

3. Jesús fue circuncidado al octavo día de su


nacimiento (Lucas 2:21)

4. Jesús fue presentado al Señor en el templo,


cuarenta y un días después del nacimiento. Ahí, los
requerimientos legales para la purificación de María
también fueron cumplidos.

5. Los Magos vinieron a Jerusalén después de “haber


visto la estrella en el oriente” (Mateo 2:2). En Jerusalén, se
encontraron con Herodes quien inquirió exactamente el
tiempo en que la estrella aparecería (Mateo 2:7). A partir
de esto, determinó la edad del niño, la cual usó después
para definir la edad límite para los niños que había
ordenado matar (Mateo 2:16). Puesto que esta edad era
menores de dos años, se puede concluir que cuando los
Magos visitaron a Jesús, no tenía más de dos años, ni
menos que eso.

6. Dios advierte a José para que huya a Egipto (Mateo


2:!3). La profecía de Oseas 11:1 se cumplió.

7. Herodes mata a todos los niños menores de dos


años del distrito de Belén (Mateo 2:16). La profecía de
Jeremías 31:15 se cumplió.

8. Herodes muere, y José, María y Jesús habiendo


cumplido todo lo prescrito en la ley del Señor en este
período de la vida de Jesús, regresaron a Nazaret (Mateo
2:23 y Lucas 2:39).

Anastasios Kioulachoglou

Español: Aleida López de Steinmetz


Versión Bíblica: Reina-Valera 1960

 
Notas al pie

1. Ver: E.W. Bullinger: “A Critical Lexicon and Concordance


to the English and Greek New Testament”, Zondervan
Publishing House, MI 49530, USA, p.887., D. Dimitrakou:
“The Great Lexicon of the Greek Language”, Domi
Publisher, Athens, 1965, p. 4,428. y J.M. Freeman:
“Manners and Costums of the Bible”, Logos International,
1972, pp. 330-332.

2. Una definición formal de esta palabra es “ hacer


reverencia u homenaje a alguien, mediante poniéndose de
rodillas o postrándose ante él” (ver: E.W.Bullinger, op.cit.,
p.903). En la LXX se usa 172 veces de las cuales 148 es una
traducción de la palabra Hebrea “shachah” que significa
“inclinarse” (Young´s Concordance to the Bible, p. 1074) y
once veces es una traducción de la palabra “segad” que
también significa “inclinarse, hacer reverencia” (Young´s
Concordance to the Bible, p. 1074) .

3. El pasaje citado es de Miqueas 5:2 .

4. De otro modo, se hubiera escogido una edad limite


distinta. .

5. Para más discusión sobre este verso ver el artículo:


“Hablado vs Escrito” después en este tema .
6. Lucas 2:22 dice que la visita al templo ocurrió cuando los
días de la purificación de María se completaron. Puesto que
de acuerdo a la ley (Levíticos 12:1-5), los días de la
purificación para una mujer que dio a luz a un varón eran
cuarenta, por lo cual podemos concluir que la visita al
templo sucedió cuarenta y un días después del parto .

7. La frase “la ley del Señor” no significa única y


necesariamente la ley de Moisés. Aparte de la ley de
Moisés, la palabra “ley” se usa también generalmente
refiriéndose a las Escrituras del Antiguo Testamento. Esto
se indica mediante el uso de la frase en Juan 10:34 y 15:25
donde se le llama a los Salmos “ley” así como en 1 de
Corintios 14:21 donde a Isaías también se le llama “ley”. Es
con este significado más general con el que la palabra se
usa en Lucas 2:39. .

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