La Salvación de Mi Familia Está Garantizada

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LA SALVACIÓN DE MI FAMILIA ESTÁ GARANTIZADA

Hechos 16: 31 Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.

Esta semana creeremos, oraremos y planificaremos para la salvación de todos


nuestros familiares: padres, hijos, nietos, abuelos, tíos, sobrinos y primos.

Toda nuestra familia está incluida en la promesa de la salvación de Dios, y a


nosotros nos corresponde creerlo y trabajarlo.

I. Desde el principio Dios demostró su amor e intención de redimir a las


familias completas.

Dios no se deleita solo en trabajar con individuos, sino que sus diseños eternos son
generacionales. Cuando Dios te salvo es porque su intensión es salvar a toda tu
familia.

Cuando leemos la biblia, vemos presentándose continuamente como el Dios de


Abraham, Isaac y Jacob, para dejarnos claro que en el reino de Dios sus planes no
terminan con nosotros únicamente, sino que su plan es generaciones.

Génesis 18:18,19 (NVI) Es un hecho que Abraham se convertirá en una nación


grande y poderosa, y en el serán bendecidas todas las familias de la tierra. Yo lo he
elegido para que instruya a sus hijos y a su familia, a fin de que se mantengan en
el camino del Señor y pongan en práctica lo que es justo y recto. Así el Señor
cumplirá lo que le ha prometido.

Esa misma asignación dada al patriarca Abraham está sobre cada uno de nosotros,
y en la prontitud que tengamos con nuestra familia, garantizamos que Dios
cumplirá sus promesas en nosotros.

II. Nuestra consagración personal es clave para la salvación de los demás.

Salmos 34: 9 Teman al Señor, ustedes sus Santos, pues nada falta a los que le
temen.

Las grandes promesas en las escrituras son para quienes temen al Señor. Quienes
temen al Señor no tienen que temer a nada más sobre esta tierra. Los que lo
conocen pero no lo temen, han caído en una de las tragedias humanas más
grandes, y eso traerá también tropiezos a la salvación de sus familiares.

Comprometerse a ser siervos de Cristo y luego vivir para nosotros mismos y no


para él y los demás, sería una trágica tontería. Conocer la verdad y
comprometernos a vivir según ella, y luego no hacerlo, es la definición de un
hipócrita, una persona que se convierte en tropiezo para la salvación de su familia.

Predicar con el ejemplo es uno de los más importantes recursos que se nos ha
otorgado
1 Pedro 2:1 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y
todas las detracciones,

1 Pedro 3:1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para
que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la
conducta de sus esposas, 2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa.

Un hombre de Dios dijo: “Predica con tu ejemplo en todo tiempo, y sólo cuando sea
necesario, usa palabras"

III. Si vas a ver la salvación de tu familia debes mantenerte firme en el


creer por ellos

Hebreos 6: 12 No sean perezosos; más bien, imiten a quienes por su fe y paciencia


heredan las promesas.

No puedes divorciar tu fe de la paciencia para ver el cumplimiento de lo prometido.


No puedes desesperarte, ni presionar, ni discutirle a tu gente para que crean.

Orar con expectativa de fe, es lo que determinara la respuesta.Recuerda que, si tu


creíste primero, eres la primicia: “lo primero y lo mejor”, entonces Dios te puso al
frente para trabajar por la salvación de los demás.

Determínate a ser un instrumento de Dios para tu familia, de ninguna manera un


tropiezo que atrase la salvación de tus seres queridos.

¿Qué acciones debemos emprender?

1. Ahora mismo tómate de la mano con tu familia, ora por todos aquellos familiares
a quienes deseas ver salvos.

2. Mantén en tu devocional diario la oración por ellos con fe y paciencia.

3. Invítalos a tu altar familiar, compárteles nuestras trasmisiones los jueves y los


domingo para que escuchen la palabra y se despierte su fe.

Declaren todos: Padre celestiales confesamos esta noche que nos ponemos de
acuerdo contigo y tu palabra, que toda nuestra casa y toda nuestra familia
conocerá la salvación del Señor, declaramos la gracia del Padre corriendo como ríos
y alcanzando a toda nuestra familia. Padre Santo, Dios todopoderoso, te rogamos
hoy que hagas real en este tiempo, la salvación de nuestros padres, hijos, abuelos,
hermanos, tíos, sobrinos y primos. Que todos sean alcanzados por el brazo de tu
poder para salvación.En el nombre de Jesús, sálvalos para siempre, que te sirvan y
te amen en el Reino, que se rindan a ti como siervos obedientes y que conozcan tu
protección y tu recompensa en esta tierra. Amén

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