Asimetra Cerebral en El Contexto Escolar
Asimetra Cerebral en El Contexto Escolar
Asimetra Cerebral en El Contexto Escolar
Implicaciones
Neuropsicológicas de las Asimetrías Hemisféricas en el Contexto
Escolar
Aspectos conceptuales de las asimetrías Lepore, et al, 1986). Sin embargo, las diferencias
cerebrales funcionales entre el hemisferio izquierdo y el dere-
cho -lejos de estar consolidadas en el momento del
Desde sus orígenes, el estudio de las asimetrías nacimiento- experimentan un desarrollo progresivo
cerebrales constituyó uno de los capítulos más que, muchas veces, finaliza en la adolescencia e
importantes del corpus científico de la neuropsico- incluso en la edad adulta (Annet, 1985).
logía (Ardila & Rosselli, 2007). En numerosas espe-
cies animales se observan diferencias interhemisfé-
ricas (Glick, 1985), aunque solamente en los seres Diferencias interhemisféricas del cerebro
humanos éstas constituyen un rasgo distintivo, en humano
correspondencia con su mayor grado de desarrollo
cerebral y neurocognitivo (Portellano, 1992). Desde Las diferencias anatómicas entre ambos hemisfe-
la antigüedad se intuyó la existencia de posibles rios son mucho menos acusadas y relevantes que las
diferencias entre ambos hemisferios, aunque solo se de tipo funcional. La asimetría neuroanatómica más
empezaron a confirmar en la segunda mitad del siglo frecuente se observa en el plano temporal izquierdo,
XIX, especialmente a partir de la localización de las que suele ser mayor que el homólogo derecho en el
áreas cerebrales que regulaban el lenguaje. 70% de las personas, especialmente en los varones
El estudio de las diferencias hemisféricas fue una con predominio manual diestro (Geschwind &
de las raíces más sólidas que propiciaron el desarro- Levitsky, 1968; Knaus et al., 2005). Las restantes
llo posterior de la neuropsicología como ciencia asimetrías cerebrales se presentan con menor fre-
autónoma. Autores como Dax, Bouillaud y especial- cuencia (Geschwind & Galaburda, 1984; Hellige,
mente Broca y Wernicke, confirmaron el predomi- 1993). En la tabla 1 se pueden consultar las princi-
nio del hemisferio izquierdo para el lenguaje, asen- pales asimetrías anatómicas del cerebro humano.
tando las bases del estudio científico de las asime- Las asimetrías funcionales tienen un valor más
trías cerebrales. En la actualidad, gracias a las apor- específico en nuestra especie y se expresan única-
taciones procedentes de la neurociencia cognitiva y mente en las áreas asociativas del cerebro, hacién-
la neuroimagen funcional –entre otras- se ha avanza- dose patentes en diversos dominios como: atención,
do de manera significativa en el conocimiento de las memoria, lenguaje, percepción y regulación motora
diferencias interhemisféricas en la especie humana. (Bryden, 1982; Portellano & Robles, 1999).
Aunque durante mucho tiempo se mantuvo una con-
cepción estática que postulaba un predominio fun-
cional hemisférico absoluto, hoy se sustenta más Asimetrías cognitivas
una visión dinámica e interactiva entre ambos
hemisferios que concibe las asimetrías cerebrales El hemisferio derecho es dominante en el control
como un fenómeno gradual. Sin embargo quedan de la actividad atencional y sus lesiones afectan más
todavía muchas lagunas sobre el tema, por lo que no intensamente a la respuesta atencional, tanto en
constituye un capítulo cerrado (Hellige, 1993; sujetos normales como en los que presentan daño
Springer & Deutsch, 2001). cerebral adquirido. De manera habitual el Síndrome
La definición de las asimetrías cerebrales es un de Heminegligencia y el Síndrome Confusional cau-
proceso gradual que se consolida de modo progresi- sados por lesiones del hemisferio derecho tienen
vo. En el momento de nacer están presentes las dife- mayor gravedad que las lesiones homólogas del
rencias neuroanatómicas interhemisféricas, que ya hemisferio izquierdo (Portellano, 2005).
son visibles en el cerebro del feto durante el último La asimetría para el lenguaje es una de las más
tercio del embarazo (Benson & Zaidel, 1985; relevantes, ya que en torno al 95% de la población
Predominio anatómico del hemisferio izquierdo Predominio anatómico del hemisferio derecho
– Mayor superficie del territorio que irriga la arteria cerebral media. – Predominio anatómico del lóbulo frontal y especialmente del área
prefrontal.
– Mayor prolongación horizontal de la cisura de Silvio hacia la zona
posterior. – Mayor elevación de la cisura de Silvio en la zona posterior.
– Superficie oculta del área de Broca con mayor extensión. – Mayor desarrollo del giro cingular anterior derecho.
presenta predominio del hemisferio izquierdo para y Kimura. El hemisferio derecho es dominante en el
el lenguaje, si bien hoy se acepta que las diferencias procesamiento de información auditiva no verbal,
interhemisféricas a favor del hemisferio izquierdo mientras que el izquierdo predomina en el de la
no son tan rígidas ni tan estrictas como se postulaba información auditiva verbal, más vinculada al len-
antes de la llegada de la neuroimagen funcional guaje.
(Bradshaw, 1989; Pinel, 2000). La información somestésica se procesa de modo
El hemisferio izquierdo es dominante para los diferenciado por ambos hemisferios. Las áreas de
aprendizajes verbales, mientras que el derecho lo es asociación parietales derechas son más eficientes
para el aprendizaje no verbal. El lóbulo temporal que las homólogas del hemisferio izquierdo para el
izquierdo está más especializado en el registro, procesamiento háptico, la identificación táctil y
archivo y evocación del material verbal, mientras orientación espacial. La resonancia magnética fun-
que el derecho lo está en el procesamiento mnémico cional ha confirmado la superioridad del hemisferio
de material icónico (García et al., 1995). derecho en el reconocimiento esterognósico (Harada
et al., 2004).
En el sistema motor las diferencias interhemisfé-
Asimetrías perceptivo-motoras ricas son menos acusadas que en el procesamiento
perceptivo. No obstante, el hemisferio izquierdo
Las áreas asociativas del sistema visual presentan tiene un papel dominante en la ejecución de los
diferente grado de eficiencia, dependiendo del tipo movimientos que se realizan con cualquiera de las
de material que se tenga que procesar. En términos dos manos (Babiloni et al., 2003).
generales, el lóbulo occipital izquierdo es dominan- Las diferentes asimetrías definen las peculiarida-
te para el reconocimiento visual del material verbal, des de procesamiento de cada uno de los dos hemis-
mientras que el derecho es dominante para el proce- ferios cerebrales. De esta manera el hemisferio
samiento del material visual de contenido no verbal izquierdo, además de ser considerado como el
como caras u objetos. hemisferio verbal, tiene un tipo de procesamiento
Las asimetrías funcionales del sistema auditivo analítico-secuencial, mientras que el derecho, deno-
han sido ampliamente estudiadas mediante las técni- minado habitualmente hemisferio espacial, se carac-
cas de escucha dicótica introducidas por Broadbent teriza por manifestar un tipo de procesamiento intui-
tivo-holístico (Ostrosk & Ardila, 1986). En la tabla Psicología Clínica, la Neuropediatría y la Psicología
2 se presentan las principales diferencias funciona- Educativa (Portellano, 2009). El conocimiento más
les que existen entre ambos hemisferios en la espe- profundo de las relaciones entre las funciones men-
cie humana. tales superiores y el cerebro en desarrollo permite
MOTRICIDAD —Predomina en las funciones motoras simbólicas —Predomina en la actividad motora gruesa
—Predomina en las funciones motoras complejas —Predomina en actividades motoras que no requie-
—Control motor de ambas manos ren control verbal
—Mímica y gestualidad facial
Al igual que sucede en los adultos, la lateraliza- alteraciones permitirá realizar programas de rehabi-
ción de las funciones hemisféricas es un importante litación cognitiva o adaptaciones curriculares de un
capítulo dentro de la neuropsicología infantil. Las modo más eficiente.
asimetrías anatomofuncionales del cerebro del niño Nos vamos a centrar de manera más específica en
son similares a las del adulto, aunque a nivel funcio- dos problemas que frecuentemente se relacionan
nal se acepta que las funciones cognitivas están con las asimetrías cerebrales dentro del contexto
menos lateralizadas. Las diferencias interhemisféri- escolar: los estilos cognitivos y la definición de la
cas están activamente implicadas en muchos proce- lateralidad.
sos de aprendizaje escolar, especialmente en los
relacionados con lenguaje, lectoescritura o matemá-
ticas (Kouriliski et al., 1971; Reynolds, 1997). Estilos cognitivos y enseñanza
Las alteraciones anatomofuncionales en la asime-
tría cerebral son habituales en muchos casos de fra- Las diferencias existentes entre el cerebro del
caso escolar de origen neurodisfuncional. Desde hombre y el de la mujer se deben a la combinación
hace más de ochenta años se conoce la implicación de diversos factores neurobiológicos en los que la
que tienen los trastornos de lateralización en las acción reguladora de las hormonas sexuales tiene
dificultades específicas de aprendizaje. Durante una gran importancia (Geschwind & Galaburda,
mucho tiempo ha persistido un gran interés hacia los 1987). Aunque los factores biológicos son, inicial-
trastornos de lateralidad infantiles por parte de la mente el origen de las asimetrías interhemisféricas,
comunidad educativa. Anteriormente se asociaban la acción de los factores ambientales puede incre-
las alteraciones en la lateralización con las dificulta- mentar o disminuir la expresividad de las asimetrías
des de aprendizaje escolar, en ocasiones mediante funcionales hemisféricas entre ambos sexos. Del
una relación de causa-efecto. Actualmente persisten mismo modo, existen diferencias cualitativas en el
ciertos prejuicios que consideran los trastornos de modo procesar la información en uno y otro sexo
lateralidad como factor causante de las dificultades que pueden facilitar la utilización preferente de
de aprendizaje. Evidentemente esta creencia es erró- determinados tipos de enseñanza (tabla 3).
nea en la mayoría de las ocasiones, ya que el origen Las niñas desarrollan más precozmente el hemis-
de dichas dificultades depende de la acción combi- ferio izquierdo, mientras que en los niños se produ-
nada de diversos factores genéticos, madurativos, ce una maduración más rápida del hemisferio dere-
neuropatológicos o ambientales. Sin embargo, resul- cho (Hanlon et al., 1999). Los varones suelen pre-
ta innegable que la incidencia de alteraciones en la sentar mayor asimetría que las mujeres en el plano
lateralización es mucho más elevada en patologías temporal izquierdo, mientras que otras estructuras
neuropediátricas que en niños típicos normales. como el cuerpo calloso están más desarrolladas en
De esta manera, se observa una mayor frecuencia las mujeres. Funcionalmente también existen asime-
de problemas de lateralidad y dominancia cerebral trías diferenciadas entre ambos géneros, ya que las
en cuadros muy diferentes entre sí como: deficiencia hembras tienen mayor grado de simetría, utilizando
mental, espectro autista, trastorno específico del len- más activamente ambos hemisferios para el procesa-
guaje, trastorno por déficit de atención con hiperac- miento cognitivo, en comparación con los varones
tividad o sufrimiento perinatal. Por dichas razones, (Benbunan y Portellano, 1995).
la evaluación de la lateralidad debería incluirse Estas diferencias parecen justificar la utilización
siempre en el protocolo del diagnóstico neuropsico- de métodos de enseñanza adaptados a la idiosincra-
lógico, especialmente en el ámbito escolar, lo cual sia de uno u otro sexo. Los estilos cognitivos se han
no siempre sucede. Un conocimiento más profundo definido como modos consistentes que muestran las
de la lateralidad infantil así como de sus posibles personas tanto en sus tareas perceptivas como inte-
HOMBRES MUJERES
FUNCIONES COGNITIVAS —Más localizadas sobre áreas específicas —Más distribuidas en cada hemisferio
de cada hemisferio —Mayor distribución bihemisférica de funciones
RECUPERACIÓN DE —Efectos más devastadores tras sufrir daño —Efectos menos invasivos tras sufrir daño cerebral
LESIONES CEREBRALES cerebral —Mayores posibilidades de recuperación de funciones
—Peor pronóstico y peores posibilidades de —Funcional
recuperación de funciones
lectuales y también el modo general y habitual de estrategia ya que ambos presentan un mayor grado
procesar la información. En relación con los estilos de simetría cerebral.
cognitivos se ha acuñado el término de “hemisferi-
cidad” para referirse al estilo cognitivo predomi-
nante de uno u otro hemisferio (Bogen, 1975). De Lateralidad manual y aprendizaje
esta manera, hay dos estilos cognitivos relacionados
con el predominio funcional de uno u otro hemisfe- La lateralidad es una de las principales manifesta-
rio: el analítico y el sintético-holístico. ciones de la dominancia cerebral, especialmente
El estilo analítico está relacionado con el predo- para al lenguaje. Aunque las asimetrías anatómicas
minio funcional del hemisferio izquierdo y se ya están presentes a partir del nacimiento, no suce-
caracteriza por la tendencia al uso preferente de de lo mismo con la lateralidad, que –al igual que la
estrategias de tipo proposicional para la resolución definición de las restantes asimetrías interhemisféri-
de problemas. Es más frecuente en varones diestros cas- muestra un desarrollo progresivo a través de la
y posiblemente esté relacionado con un mayor infancia. En los primeros meses de vida la dominan-
grado de asimetría cerebral. El estilo sintético- cia manual no está determinada, aunque a partir de
holístico se vincula más estrechamente con el pre- los dos años se empieza a afianzar el predominio
dominio funcional del hemisferio derecho y a la diestro en la mayoría de los niños. Finalmente se
utilización de ambos hemisferios en el procesa- produce la consolidación de la lateralidad al término
miento cognitivo. Las mujeres y los zurdos tien- de la adolescencia (Lenneberg, 1967; Kourilski et
den a emplear más frecuentemente este tipo de al., 1971).
Durante los primeros cursos de la escuela infantil menos de 6 años, ya que a medida que avanza el des-
hay una mayor incidencia de zurdos y ambidextros, arrollo neurobiológico, se van consolidando los engra-
como consecuencia de la falta de definición en la mas sensoriomotores en las áreas neurales regulado-
dominancia cerebral. Sin embargo, a medida que ras de la escritura. En estos casos de zurdera contra-
avanzan los procesos de mielinización de las áreas riada, reentrenar la mano derecha para la escritura
asociativas del cerebro, se produce una disminución generará siempre mayores problemas (Portellano,
en el número de zurdos y ambidextros, en paralelo al 2001).
incremento en la proporción de diestros. Lógicamente Como conclusión, una de las funciones del neuro-
las exigencias escolares condicionan la necesidad de psicólogo dentro del ámbito escolar consiste en eva-
elegir una sola mano para el aprendizaje de la escritu- luar de un modo preciso cual es el grado de definición
ra. En paralelo el propio cerebro va decantando la asi- de la lateralidad del niño, para evitar los trastornos
metría interhemisférica a lo largo de la infancia, lo derivados de una deficiente o inadecuada lateraliza-
cual también facilita la desaparición de casos de inde- ción. La lateralidad no es una función dicotómica que
finición de la lateralidad de un modo espontáneo en la divida a la población en diestros y zurdos en catego-
mayoría de los casos. A los 6 años los niños y niñas rías excluyentes, sino que existe un gradiente progre-
tienen suficientemente definida su lateralidad, lo que sivo entre los diestros completos y los zurdos com-
les permite afrontar con éxito el aprendizaje de la lec- pletos, con diferentes niveles de definición de la late-
tura y la escritura. ralidad en función de la actividad demandada (Harris,
La lateralidad manual no es simplemente una acti- 1997). Por este motivo, es necesario que -junto al estu-
vidad motora, sino que la utilización preferente y con- dio de la lateralidad infantil- se evalúen otros paráme-
tinuada de la mano derecha o la izquierda para realizar tros neurocognitivos, determinando los puntos fuertes
actividades unimanuales, genera y consolida nuevos y débiles, como base para una posible intervención
circuitos sensitivo-motores en las áreas encefálicas cognitiva.
implicadas, especialmente en la escritura. Por esta
razón, salvo excepciones, no se debería modificar la
lateralización manual del niño una vez que éste ha ini- Referencias
ciado el aprendizaje sistemático de la escritura, a la
edad de 6 ó 7 años. Un cambio de mano para la escri- Annet, M. (1985). Left, right, hand and brain: the
tura implica la modificación de las conexiones neura- right shift theory. Erlbaum: Hillsdale.
les previamente establecidas durante el periodo de Ardila, A. y Rosselli, M. (2007). Neuropsicología
aprendizaje de la preescritura, con las correspondien- Clínica. México: El Manual Moderno.
tes e innecesarias molestias que ello acarrea al niño, Aylward, G.P. (1997). Infant and Early Chilhood
incluso en el plano emocional. Si el niño es ambidex- Neuropsychology. New York: Plenum Press.
tro o tiene ligero predominio en el uso de la mano Babiloni, C.; Carducci, F. Del Gratta, F.; Demartin, M;
izquierda para las actividades unimanuales, es reco- R; Fomani, G.L.; Babiloni, F. y Tossini, P.M.
mendable adiestrarle para que utilice su mano dere- (2003). Hemispherical asymmetry in human SMA
cha, especialmente si tiene menos de 5 años, ya que le during voluntary simple unilateral movements. An
provocará menos inconvenientes. fMRI study. Cortex, 39, 293-305.
Cuando exista un predominio funcional nítido de la Benbunan, B. y Portellano, J.A. (1995). Influencia de la
mano izquierda, es mejor respetar y estimular una late- interacción sexo-lateralidad manual en habilidades
ralización zurda. Si, por el contrario, se trata de un verbales y visoespaciales. Psiquis, 18 (8), 323-331.
zurdo contrariado que ha sido entrenado previamente Benson, D. F. y Zaidel, E. (eds.). (1985). The dual
a utilizar su mano derecha para la escritura, solo se brain: hemispheric specialization in humans.
debe cambiar de mano si el niño o la niña tienen Nueva York: Guilford.
Berembaum, S.A. (1998). Developmental neuropsy- vian brain anatomy in healthy adults. Brain and
chology. Lawrence: Erlbaum Association. language, 97, 219-232.
Bogen, J.E. (1975). The other side of the brain. VII Kourilski, R.; Hecaen, H.; Grapin, P. & Martinet, P.
Some educational aspects of hemispheric specia- (1971). Mano derecha y mano izquierda. Buenos
lization. UCLA Educator, 17, 24-32. Aires: Proteo.
Bradshaw, J.L. (1989). Hemispheric specialization Lenneberg, E.H. (1967). Biological foundations of
and psychological function. New York: John Wiley. language. New York: Willey.
Bryden, M.P. (1982). Laterality: functional asimmetry León, I. & Portellano, J.A. (1999). Depresión Infantil.
in the intact brain. Nueva York: Academic. Su relación con la lateralidad y la asimetría de las
García; L.M.; Portellano, J.A.; Martínez; R.; funciones cognitivas. Archivos de Neurobiología,
Zahonero, C.; Pascual, C. (1995). Memoria y late- 62(1), 35-48.
ralidad. Memoria Verbal y espacial en sujetos die- Lepore, F.; Ptito, M. y Jaspers, H.H. (1986). Two
stros y zurdos. Archivos de Neurobiología. 58 (4), hemispheres-One brain. Nueva York: Alan R. Liss.
377-389. Manga, D. & Fournier, C. (1997). Neuropsicología
Geschwind, N. y Levitsky (1968). Human Brai: Left- Clínica Infantil. Estudio de casos en edad escolar.
right asymmetries in temporal speech region. Universitas: Madrid.
Science, 161, 186-187. Ostrosky, F. & Ardila, A. (1986). Hemisferio derecho
Geschwind, N. y Galaburda A. M. (1984). Cerebral y conducta. México: Trillas.
dominance: the biological foundations. Cambrid- Pinel, P.J. (2000). Biopsicología. Madrid: Prentice
ge: Harvard University Press Hall.
Geschwind, N. y Galaburda A. M. (1987). Cerebral Portellano, J.A. (1992) Introducción al Estudio de las
lateralization: biological mechanisms, associations Asimetrías Cerebrales. Madrid: CEPE.
and pathology. Cambridge: The MIT Press. Portellano, J.A. & Robles, J.I. (1999). Lateralidad y
Glick, S.D. (1985). Cerebral lateralization in nonhu- funciones cognitivas. Estudio de su interacción.
mans species. Nueva York: Academic Press. Clínica y Salud, VIII, 9 (3): 549-562.
Hanlon, H.; Thatcher, R.; Cline, M. (1999). Gender Portellano, J.A. (Coord.) (2003). Neuropsicología
differences in the development of EEG coherence Infantil. Madrid: Fundación MAPFRE.
in normal children. Developmental Neuropsycho- Portellano, J.A. (2009). Presente y futuro de la
logy, 16, 1479-506. Neuropsicología. Conferencia dictada en el II
Harada, T.; Saito, D.N.; Kashikura, K.; Sato, T. Congreso Nacional de Psicología de Colombia
Yonekura, Y.; Honda, M. y Sadato, N. (2004). (COLPSIC) y I Congreso Internacional de la
Asymmetrical neural substrate of tactile discrimi- Asociación Colombiana de Psicología (ASCOFAP-
nation in humans: a functional magnetic resonance SI). Medellín, Colombia.
imaging study. Journal of Neuroscience, 24, 7524- Reynolds C.R. (1997). Handbook of Clinical Child
7530. Neuropsychology. New York: Plenum Press
Harris, A.J. (1997). Test de Dominancia Lateral. Corporation.
Madrid: Tea Ediciones. Springer, S.P. & Deutsch, G. (2001). Cerebro
Hellige, J.B. (1993). Hemispheric Asymmetry: Izquierdo. Cerebro derecho. Barcelona: Ariel
What´s right and what´s left. Cambridge: Harvard Neurociencia.
University Press. Teeter, P.A. (1997). Child Neuropsychology:
Knaus, T.A.; Bollich, A.M.; Corey, D.M.; Lemen, Assessment and Interventions for Neurodevelop-
L.C. & Foundas, A.L. (2006). Variability in perisyl- ment. New Jersey: Allyn & Bacon.
Manuscrito recibido: 21/10/2009
Revisión recibida: 28/11/2009
Manuscrito aceptado: 31/11/2009