Ensayo

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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

“FRANCISCO DE MIRANDA”
ÁREA: CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN EN ENFERMERIA

PROCESO E LA COMUNICACIÓN

NORMAS DEL BUEN HABLANTE Y BUEN OYENTE

EN EL AREA DE ENFERMERIA

Bachiller: Ana Sánchez

C.I. N° V-

SANTA ANA DE CORO, OCTUBRE 2021


INTRODUCCION

La comunicación es una de las más importantes conductas que el ser humano


efectúa diariamente, además de ser utilizada para diferentes propósitos, situaciones y
formas, merece un estudio sistemático sobre todo en aquellas personas que trabajan
utilizando las habilidades sociales como lo son los profesionales de la salud, quienes
previamente debieron formarse desde la etapa estudiantil con principios éticos y valores
que le permitan poder interactuar asertivamente con pacientes y/o usuarios, además de
favorecer la escucha activa con el paciente y el desarrollo mutuo.

Por otro lado la educación superior es responsable de la formación de profesionales


competentes capaces de crear conocimiento y de proponer nuevas formas de análisis,
herramientas y relaciones de trabajo en todas las áreas. Es en síntesis un servicio público
que tiene una función social estratégica y que por tanto debe ser prestado con la mayor
calidad posible. Así mismo la educación en salud específicamente en la profesión de
enfermería debe hacer posible la construcción permanente de conocimiento científico,
ampliación de posibilidades de desarrollo y enriquecimiento constante de la capacidad del
enfermero (a) para comprenderse a sí mismo y a su entorno.

Es sumamente importante también mencionar que en todo proceso de la


comunicación están inmersas las normas del buen oyente y buen hablante ya que se debe
saber escuchar para poder responder de manera precisa sin afectar la línea comunicacional
entre la enfermera y el paciente o con sus familiares para respuestas oportunas son de vital
importancia así como saber escuchar de manera empática para conectarse con la situación a
atender.

Es por esta razones anteriormente expuestas que en el presente ensayo se desglosan


la comunicación y normas del buen oyente y buen hablante como parte de la labor del
profesional en enfermería además de argumentar su importancia y base para la función de
estos profesionales de la salud que también son pieza clave en cada caso y la solución del
mismo.
La comunicación forma parte de la historia del hombre en la sociedad y es fruto de
la interacción social. Se trata de una relación entre emisor y receptor, entre signos,
significados y códigos. En términos generales, la comunicación es un medio de conexión o
de unión que tenemos las personas para transmitir o intercambiar mensajes. Es decir, que
cada vez que nos comunicamos con nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo,
socios, clientes, etc., lo que hacemos es establecer una conexión con ellos con el fin de dar,
recibir o intercambiar ideas, información o algún significado.

Según Chiavenato (2006), comunicación es "el intercambio de información entre


personas. Significa volver común un mensaje o una información. Constituye uno de los
procesos fundamentales de la experiencia humana y la organización social" De acuerdo a
esto a comunicación es el proceso mediante el cual el emisor y el receptor establecen una
conexión en un momento y espacio determinados para transmitir, intercambiar o compartir
ideas, información o significados que son comprensibles para ambos.

Así mismo en la comunicación se presentan estilos los cuales permiten que esta se
dé efectivamente ateniendo a la situación y a que no existan barreras que la impidan, entre
las que se podría destacar los tres patrones de comunicación que resultan al fusionar los
elementos verbales de la comunicación, los elementos no verbales y los elementos para
verbales que determinan la forma en la que se intercambian la información e interactuan
con los demás.

En función de la situación, se utiliza un estilo de comunicación u otro. No obstante,


en cada persona siempre predomina un estilo del mismo. Existen tres tipos de estilos de
comunicación: agresivo, pasivo o inhibido y asertivo. En función del estilo utilizado,
provocara en la otra persona una serie de reacciones y expectativas con respecto a la
conversación. Algunos estilos de comunicación van a facilitar las interacciones sociales o,
por el contrario, van a dificultar los intercambios comunicativos. Por ello, es importante
reconocer cada estilo de comunicación y entrenar aquel que aporta mayores habilidades
sociales y comunicativas.
En este sentido se hace necesario hablar de las normas del buen oyente y buen
hablante es algo que se ha enseñado de manera repetida casi desde que se tiene uso de
conciencia las mismas ayudan a poder tener una comunicación efectiva, sin problemas y a
mejorar el desenvolvimiento a la hora de transmitir un mensaje ante las demás personas.

Es importante pensar la idea que se quiere emitir antes de argumentarla, para no


cometer ninguna equivocación. Es decir, pensar muy bien el tema que se está hablando o
discutiendo, para que no se pierda la coherencia acerca de lo que se habla. Otro de los
aspectos a mencionar está el mirar a la persona con quien se está hablando, no interrumpir
la misma, escuchar con atención, usar un tono de voz adecuado y hablar de manera pausada
para que el receptor pueda comprender lo que se le está diciendo.

Sin duda alguna que una de las claves de la enfermería pasa por tener una buena
comunicación con los pacientes y el resto de sus compañeros, puesto que se trata de un
componente básico y fundamental dentro de esta profesión. El personal sanitario debe saber
escuchar para luego poder entender al enfermo, por lo que obtener una comunicación
óptima supone mejorar la calidad de vida y satisfacción tanto de los pacientes como de sus
familiares.

Desde los inicios, la enfermería sabe que uno de los aspectos más importantes a la
hora de atender a un individuo, sano o enfermo, es la comunicación, ya que les permite
establecer interacciones y relaciones terapéuticas encaminadas a una mejora en la salud,
aunque en determinadas ocasiones no se consiga crear un binomio como el esperado.

Características tales como la empatía, la escucha activa o el respeto a la dignidad del


individuo, por mencionar algunas, deben realizarse teniendo como fin el hecho de
conseguir una comunicación eficaz y una relación terapéutica satisfactoria. Todo ello
genera un cambio a la hora de cuidar y humanizar todo el proceso asistencial, mejorando
visiblemente la relación enfermera-paciente. Bien es sabido que estos profesiones requieren
de un desarrollo muy específico, basado en una serie de conocimientos y habilidades que
son la base del resto de especialidades, las cuales deben desarrollarse gracias a una buena
formación teórico-práctica. Algo fundamental para convertirse en una enfermera de calidad.
En la primera hay el reconocimiento de las enfermeras de que la comunicación y el
diálogo son fundamentales para desarrollar una acción de cuidado y establecer la relación
enfermera-paciente, en todos los momentos tiene que haber comunicación, no sólo a la hora
de prestar el cuidado, sino antes incluso cuando el paciente está internado para interactuar
con él por eso la comunicación tiene que ser clara, tiene que ser precisa, tiene que ser
directa y verdadera cuando la gente va a interactuar con ese paciente.

La comunicación en sus aspectos verbales y no verbales es uno de los instrumentos


básicos de la práctica de enfermería así como la destreza, la habilidad manual, el
conocimiento científico, la observación, la creatividad, entre otros, pues permiten a la
enfermera interactuar, relacionarse e implementar el cuidado de enfermería. La
comunicación posibilita a delimitar las metas de intervención y cumplir los objetivos de la
enfermería como la oferta de ayuda. Y para ello, de acuerdo a Travelbee (1979) “la
enfermera debe dar énfasis a la habilidad de comunicarse y mantener una comunicación
significativa. Así, la habilidad para comunicarse con otros seres humanos, de entender y ser
entendido constituye una capacidad interpersonal esencial”

Uno de los espacios más impactantes es el área de emergencia, clima de tensión en


donde se necesita precisión y estar atentos a todo, se caracteriza por ser área destinada a la
estabilización de pacientes críticos, semicríticos y aquellos que precisan de observación. La
dinámica de funcionamiento asociada a la alta demanda y alegación de falta de tiempo de
los profesionales dirigen la comunicación enfermera-paciente a la objetividad, en la medida
en que su atención está centrada en las quejas clínicas, en las necesidades humanas básicas
y en la prestación del cuidado instrumental.

Este escenario, sumado a las características de los profesionales y a la propia


atención de emergencia, acciones rápidas y precisas, conjuntamente con la vivencia del
sufrimiento de pacientes y familiares tiende a generar una comunicación del enfermero de
forma impersonal y mecanizada, limitando al profesional al cumplimiento de su papel
instrumental Esto muestra que en diversos momentos el cuidado en la unidad de
emergencia posee características mucho más técnicas que expresivas. De acuerdo a
(Travelbee 1979). La objetividad en la comunicación puede ser definida como la capacidad
de la enfermera en observar lo que realmente está aconteciendo con el paciente, sin dejarse
influenciar por sentimientos subjetivos, situación en la cual asume una posición imparcial.

Por ello, cuando se alarga el periodo de hospitalización o cuando cesa la situación


de urgencia, la enfermera dirige su atención a cuestiones que van más allá de la objetividad,
de lo biológico. Ella ejerce una comunicación valorando la dimensión afectiva e
implementa el cuidado expresivo. Así como el trabajo de emergencia hay menos
comunicación de paciente enfermera debido a la dinámica que es tan rápida también debe
ser precisa sin embargo poner en practica todo lo antes expuesto sobre las normas del buen
oyente y buen hablante son necesarias en este caso, saber escuchar para pensar bien lo que
va a responder son clave en el éxito de la situación, además dar información correcta
permite la afluencia de las cosas y saber expresarse con tono de voz adecuado proporciona
en el paciente y sus familiares que son tomados en cuenta y atendidos lo que genera con
ambiente menos hostil y da paso a la calma y tener control de toda la situación.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Travelbee J. (1979) Intervención en enfermería psiquiátrica: el proceso de la


relación de persona a persona. Colombia: Organización Mundial de la Salud;
Chiavenato I. (2006) Introducción a la Teoría General de la Administración»,
Séptima Edición, de, McGraw-Hill Interamericana.
https://www.enfermeria21.com/diario-dicen/la-comunicacion-pieza-fundamental-
para-la-enfermeria-DDIMPORT-036608/

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