Chaij Julio - El Judaísmo Según La Biblia

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Jurid CHats EI Judaismo Segun la Biblia Origenes ¥ Fundamentos de la Mentalidad Judia EWSAYD ANALITICO DE LAS MARAACIONES BIBLICAS EDITORIAL JACHA = IL BUENOS AIRES E] judaismo segun la biblia judia Julio Chaij INTRODUCCION Es universalmente sabido que el judio posee un cardcter y una mentalidad que lo diferencia de un modo substancial de los otros hombres. Los fundamentos teologicos y morales de su religion; su filosofia de la vida; sus conceptos sobre el bien y el mal; su criterio sobre lo justo y lo injusto; sus ideas. sobre Dios y la Divina Providencia; en fin, en todas las cosas esenciales que hacen a la conducta y proceder del hombre para con si mismo y para con el préjimo y la sociedad, difiere la comunidad judia, tan pronunciadamente de las restantes agrupaciones humanas, que parece su antipoda. De ahi proviene, sin duda, el notorio antagonismo y la mutua aversion, que se observan, unas veces en forma pasiva, y otras de maneras violentas, entre el judaismo y las demds comunidades humanas. San Pablo, el gran apéstol de la cristiandad, dice de ellos en su Epistola a los Tesalénicos: 1a Cap. 2, Vers, 15: “‘No agradan a Dios, y son enemigos de todos los hombres”. Pero, lo notable y significativo, es que, ese antagonismo y esa mutua aversi6n, no son cuestiones circunstanciales; ni se manifiestan en una determinada época, ni se circunscriben a un determinado pueblo o pats; puesto que la antigua historia de las comunidades hebreas, israelitas, 0 judias o sionistas, que con todos estos nombres se las conocen, dispersas en el mundo, nos las muestra en permanente conjlicto, declarado o encubierto, con todos los demas pueblos, desde la mds remota antigtiedad hasta nuestros dias. Y no es posible atribuir este singular estado de cosas, a la intervencién directa y determinante que tuvo el judaismo en el Martirio, Crucifixién y Muerte de Nuestro Seftor Jesucristo, No; puesto que el conflicto, existe, latente 0 manifiesto, tanto para con los pueblos de la cristiandad, como para con pueblos de otros credos religiosos. Como que tampoco arranca de los comienzos de la era cristiana, sino que se remonta a los mds antiguos tiempos ae ta historia, como se verd a través de este ensayo. Desde ya ofrecemos un ejemplo, por demés ilustrativo, que registra la Biblia, libro sagrado de los judios, en: EXODO: CAP. 1 Vers, 8, “Alzése en Egipto un rey, que no sabia de José y dijo a su pueblo” 9. “Los hijos de Israel forman un pueblo mas numeroso que nosotros”. 10. “Tenemos que obrar astutamente contra él, para IMPEDIR que sigan creciendo y QUE SI SOBREVIENE UNA GUERRA, SE UNA CONTRA NOSOTROS A NUESTROS ENEMIGOS”. Obsérvese que los .temores del Faraén y sus prevenciones, no provenian de la importancia numérica de los israelitas, pues que por muchos que éstos fueran no podrian ser mas numerosos que el pueblo egipcio; los temores pués, Provenian de: “SI SOBREVIENE UNA GUERRA, SE UNAN CONTRA NO- SOTROS A NUESTROS ENEMIGOS”. Razones de sobra tendria el Faraén para expresar tan graves temores, que por otra parte, delatan elocuentemente, la existencia de un abierto conflicto entre su pueblo y los de Israel. Conforme se deduce de tas palabras del Faraon, los israelitas seguian siendo extrafios en Egipto, y se les temia como a enemigos; y eso, después de haber 1 permanecido en las tierras de los Faraones, durante CUATROCIENTOS TREINTA ANOS consecutivos. Durante todo ese largo tiempo, los israelitas, que habian llegado siendo un pequefio grupo que slo alcanzaba a sumar SETENTA personas, vivieron en paz: crecieron en nimero y alcanzaron gran prosperidad econdmica; todo esto al amparo de la fraternal hospitalidad que durante todos estos cuatro largos siglos les brind6 el pueblo egipcio y sus gobernantes. Llegaron SETENTA personas menesterosas en tiempos de José, hijo de Jacob, y salieron de Egipto, cuatrocientos afios después, en tiempos de Moisés, inmensamente ricos y conver- tidos en una muchedumbre de més de DOS MILLONES de almas, Asi lo atesti- guan sus propios relatos véase: EXODO: CAP. 1 Vers, 1 “Estos son los nombres de los hijos de Israel que vinieron a Egipto con Jacob, su padre;.cada uno con su familia: RUBEN, SIMEON, LEVI y JUDA; ISACAR, ZABULON y BENJAMIN; DAN, NEFTELI, GAD y ASER”. (José estaba entonces en Egipto}. 5 “SETENTA eran todas las almas salidas del muslo de Jacob (que vinieron con él a Egipto). 6. “Murié José y murieron sus hermanos y toda aquella generacion.” 7. “Los hijos de Israel habian crecido y se habian multiplicado, Hegando @ ser muy numerosos y muy poderosos; y llenaban aquella tierra, EXODO: CAP. 12 Vers. 37“Partieron los hijos de Israel de Ramases para Sucot en ntimero de SEISCIENTOS MIL INFANTES, SIN CONTAR LOS NINOS Y LAS MUJERES”. 38 “Subia ademés con ellos gran muchedumbre de toda suerte de gentes, y muchas ovejas y bueyes y gran mimero de animales,” (El comentarista del texto biblico, aprecia en DOS MILLONES y MEDIO el niimero de los israelitas que salieron de Egipto con Moisés. Véase “Introduccién al Exodo” en la Biblia; traduccién Nacar-Columba; 4a. Edicisn, Madrid). 40“La estancia de los hijos de Israel en Egipto, dur6 CUATROCIENTOS TREINTA ANOS”. Habian llegado pues a Egipto en la mds extrema pobreza, huyendo del hambre que azotaba al pais de su anterior residencia, la SIRIA-PALESTINA y eran un pequefio grupo, tan solo SETENTA PERSONAS. En este estado de indigencia numérica y econémica en que legaron, veamos la acogida que recibieron de los egipcios. Vers. 5“EI Fara6n dijo a José: “Tu padre y tus hermanos han venido a ti”. 6“Tienes a tu disposicién toda la tierra de Egipto; establece a tu padre y a tus hermanos en las mejores tierras; que habiten en las tierras de Gozen. Y si sabes que hay entre ellos hombres capaces, hazlos mayorales de mis ganados”. En este ambiente de generosidad y benevolencia fueron recibidos en Egipto los indigentes israelitas y en ese mismo ambiente deben haber vivido durante 8 todo el largo tiempo de su estancia en ese pais; pues, de lo contrario, no se explicaria que hayan podido permanecer mas de cuatro siglos consecutivos, duran- te los cuales alcanzaron el alto grado de prosperidad y crecimiento que nos describe el relato biblico. Sin embargo, dieron la espalda al benigno pais del Nilo y a sus habitantes y salieron subrepticiamente, no sin antes cometer contra la poblacién, las atrocidades que se describen en el capitulo correspondiente a MOISES en esta misma obra. Estos sucesos acontecieron hace, aproximadamente, 3600 afos; por consiguiente, podemos afirmar que esta cuestion, es decir, el antagonismo y la aversién ma- nifiesta de los israelitas hacia los demas pueblos, no es nueva ni reciente puesto que arranca desde que existen los judios en el mundo, Pero, lo mds sorprendente y sugestivo, es que desde aquellos remotos tiempos de los Faraones, y ain antes, los hijos de Israel siguen manteniendo esa extrafia mentalidad, ese extrafio modo de ser, que los hizo conservarse extranjeros en medio de un pueblo que los trat6 tan cordialmente en el transcurso de todo ese prolongado tie :po de CUATROCIENTOS TREINTA ANOS consecutivos. Tiempo que consideramos mds que suficiente para haber producido inevitablemente la fusién total del elemento extranjero con el nativo; fenémeno éste que se habria producido inevitablemente, de haberse tratado de otras gentes y no de éstas tan refractarias y adversas, cual demuestran ser en todo tiempo y lugar los israelitas. Esa conducta, esa mentalidad, ese modo de ser, tan propio y caracteristico del judio, que desde tiempos inmemoriales viene transmitiéndose, de generacién en generacion, entre las comunidades judaicas, con misteriosa cuadn Sorprendente tenacidad, debe tener sin duda alguna, sus origenes y sus fundamentos. Para hallarlos e identificarios, hemos emprendido este ensayo, que esperamos sea util y nos ayude a comprender mejor las razones de la extrafia idiosincracia de estos congéneres, y nos ofrezca a la vez explicaciones a los complejos y arduos problemas, que de continuo vienen creando a los pueblos del mundo, Nos ha impulsado a emprender esta no facil empresa, un breve trabajo inédito del escritor sirio Don Youseff Elydd radicado en la Argentina, pero que, viajero impenitente, ha visitado y conocido de cerca casi todos los paises del Medio Oriente y de América, Fruto de sus peregrinaciones, este escritor ha dado a publi- cidad algunas obras de valioso contenido informativo: Los Arabes, asf los vi y Las Comunidades Arabes en América; y otra de cardcter polémico sobre la cuestién de Palestina, titulada: Estos perdieron Palestina. En esa su obra inédita que titula: “Los judios en el mundo”, su autor, hurgando en los textos biblicos, expone y comenta un ntimero de episodios, protagonizadas todos por los mds encumbrados arquetipos del judaismo, precisamente, los que éste tiene consagrados como autores de su existencia fisica y espiritual y como simbolos y guias de su diario vivir religioso y social, es decir: sus Patriarcas, sus Profetas, sus Santos, sus Proceres. En ese breve trabajo inédito, su autor, nos ofrece algunos ejemplos de la conducta del judaismo para con el préjimo, Esas acciones, esas prédicas, esos episodios, expuestos por el escritor Don Youseff Elydd, mds otras que hemos agregado de nuestra Propia cosecha, seran objeto en este ensayo, de un amplio y minucioso examen, cuva tnica finalidad, no es otra que la de hallar, como dejamos dicho, los origenes 'y los fundamentos de esa singular cudn obsecuente mentalidad Judaica. 9 Antes de entrar en el andlisis, consideramos necesario insistir en destacar que los protagonistas de los acontecimientos que haremos desfilar en este ensayo, son entre los judios, de modo particular, el objeto de la maxima devocion religiosa; puesto que esos personajes, tienen para ellos, la inmensa significacién que para la cristiandad representa la Divina Personalidad de JESUS y sus més preclaros Discipulos. Tienen para ellos, el inmenso significado que para el islamismo represen- ta la Sacra Personalidad del Profeta MAHOMA y los cuatro grandes Califas del Islam, Representan para los judios lo que Buda y Confucio para los pueblos ama- rillos; y lo que representan ZOROASTRO y BRAHMA para los pueblos Iranicos e Hindues. Son nada menos que YAVE o JEHOVA, el “dios” de Israel; ABRAHAM, el gran Patriarca de los hebreos; MOISES, el legislador y dilecto parlamentario de Yavé; JACOB, llamado ISRAEL, el patriarca eponimo de los pueblos israelitas; JUDA, fundador y nuimen de la més prominente de las doce tribus de Israel. JOSE, hijo de Jacob, el ministro de los Faraones; JOSUE, el conquistador; DAVID, el semidies de los judios; SALOMON, “el sabio” rey de Juda; Y otros de igual o parecida jerarquia. Estos son los personajes cuyas prédicas, caricter y conducta, someteremos @ nuestro examen para hallar una explicacién a esa mentalidad tan caracteristica de sus descendientes y prosélitos; puesto que ellos fueron los fundadores de su religién; los arquetipos de su idiosincracia; los mimenes, los héroes, los santos de su devoci6n, el propio “dios” de los israelitas; es decir, los que, sin duda alguna, crearon a su imagen y semejanza, con la prédica y el ejemplo, la conformacién mental de sus acolitos, los hijos de Israel, Y, bien sabida es, cudn grande es la influencia de los arquetipos en la estructura y conformacion temperamental de los pueblos! Agréguese a esto, que el judaismo, constituye, dentro de la pluralidad de los pueblos, una secta fosil, que profesa dogmas y doctrinas estdticas, inamovibles, de una religién que ha permanecido invariable, petrificada, tal como la concibieron Sus antiguos fundadores, hasta nuestros dias y comprenderemos de inmediato, que los actuales israelitas, son los directos sucesores y los consecuentes depositarios de la singular idiosincrasia que caracterizé la vida de sus antiguos prohombres y arquetipos, ya que el judaismo, como secta fosilizada, no ha sabido, no ha podido, o no ha querido asimilar las posteriores doctrinas religiosas y filosoficas, que han creado y promovido en el mundo, los grandes reformadores divinos y humanos. Con estos antecedentes, dejamos seftalados los objetivos de este libro; y estaremos ademds, en las mejores condiciones de descubrir y comprender, en sus Propias fuentes, a través de nuestro andlisis, los origenes y fundamentos de este intrigante fendmeno que es la conformacién mental y temperamental del judatsmo en el mundo, DEL METODO EMPLEADO EN ESTE ENSAYO Para evitar dudas sobre la veracidad, autenticidad e imparcialidad de los testimo- nio y fuentes de informacion, que han servido a este ensayo, nos hemos constrefii- do a someter a nuestro estudio, unica y exclusivamente, episodios registrados en la BIBLIA, libro sagrado del judaismo e inexplicablemente, también asi considerado 10 por Ja cristiandad en estos ultimos tiempos, Nos referimos al ANTIGUO TESTA- MENTO, y no a los Santos EVANGELIOS, que éstos si, son verdaderamente Santos por la pureza de su contenido y por las Divinas Ensefianzas del Redentor. Y hemos desechado, exprofeso, muchisimos otros testimonios de alto valor documental, de los que abundan profusamente en la historia universal. Para llevar al extremo nuestra fidelidad a los textos biblicos, reproducimos, en toda la extension necesaria, cada uno de los episodios examinados, con la consi- guiente cita del Libro, Capitulo y Namero de Versiculo: Luego entramos a analizar en detalle, cada uno de los versiculos utiles a nuestro estudio. De este modo, trataremos de dejar suficientemente documentadas, las con- clusiones que se obtengan en cada caso. Los textos se han tomado de la Sagrada Biblia; traduccién de Nacar-Columba; edicién de la Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1951, bajo los auspicios de la Universidad Pontificia de Salamanca. Hechas las aclaraciones, entramos en el tema con el més sano propésito de observar, en todo momento, la estricta objetividad que requieren las obras de esta naturaleza y con la firme conviccidn de ser Utiles y leales al lector, como lo somos con nuestra propia conciencia. PRIMERA PARTE CAPITULO PRIMERO JACOB Y SU FAMILIA I DINA Y LOS SIQUEMITAS Empezamos por examinar un singular episoaio, protagonizado: por Jacob y sus hijos, por una parte, y los principes de Siquem por la otra. Pero, primero haremos la presentacion de los personajes. JACOB, conocido también con el nombre de JSRAEL, titulo que le impuso el propio YAVE, dios de los judios, y que significa vencedor del dios IZ, es el padre y patriarca de las celebérrimas doce tribus de Israel, Ilamadas asi por el apodo de su epdnimo patriarca, Este engendré doce hijos, cada uno de los cuales es el fundador de una de las tribus, a la que lego su nombre. A modo de ejemplo diremos que la tribu de Juda proviene de Juda, el hijo de Jacob y asi sucesivamente; formandose de este modo las concebidas doce tribus que en la antigtiedad forma- ban el pueblo de Israel. Hecha la presentacién del personaje, con las caracteristicas de la alta jerarquia que reviste su personalidad entre los mas prominentes arquetipos del judaismo, no creemos necesario abundar en detalles sobre la profunda influencia que el mismo ha tenido en la formacién moral y temperamental de sus acélitos. DINA, principal promotora del presente suceso, era hija de Jacob. i SIQUEM, hoy llamada Nablus, es una ciudad de Samaria, region de la Siria- Palestina, 1a cual mucho tiempo antes de la llegada de los israelitas a ese pais estaba habitado por los sirios-cananeos y sus congéneres los sirios-filisteos. JAMOR fue un rey de esa region y SIQUEM, su hijo y principe heredero. Pasamos a. transcribir los versiculos correspondientes a este episodio para luego entrar en su anilisis. GENESIS. CAPITULO 33: Vers, 18“‘Llegd JACOB en paz a la ciudad de Siquem, en tierra de Cannan, de vuelta de Fadén Aram y acampo frente ala ciudad”. ; 19“Compré a los hijos de JAMOR, padre de Siquem, el trozo de tierra donde habia “asentado sus tiendas por cien “quesitas” (moneda de la 9 - . , 7 20“Y alzé alli un altar que lamé “Elohe Israel” (o sea el dios de Israel)”. GENESIS, CAPITULO 34: Vers. 1 “Sali DINA, la hija que habia parido Lia a Jacob, para ver a las hijas de aquella tierra”. 2“Y viéndola Siquem, hijo de Jamor, ‘jeveo, principe de aquella tierra, la cogié, se acosté con ella y la violé”. 3“De tal modo se prendé de Dina, la hija de Jacob, que la amé y la hablo tiernamente”’. 4“Y dijo Siquem a Jamor, su padre: ““Témame a esa joven por mujer”. S“Supo Jacob que Dina, su hija, habta sido violada; pero como sus hijos estaban en el campo con el ganado, se callé hasta su vuelta”. 6 “Jamor, padre de Siquem, salié para hablar con Jacob”. 7“Cuando de vuelta del campo, lo oyergn los hijos de Jacob, se llenaron de ira y de furor, por el ultraje hecho a Israel, acosténdose con la hija de Jacob, cosa que no debia hacerse”. 8 “Jamor les hablé diciendo: “Siquem, mi hijo esté prendado de’ vuestra hija, dédsela, os ruego, por mujer”. . 9 “Haced alianza con nosotros; dadnos vuestras hijas y tomad las nuestras vara vosotros y habitad con nosotros y SEAMOS UN SOLO PUEBLO”. 10 “La tierra estara a yuestra disposicion, para que habitéis en ella, la recorrdis y tengiis propiedades en ella”. 11“Siquem, por su parte, dijo al padre y a los hermanos de Dina: “Halle yo gracia a vuestros ojos y os daré lo que piddis”. 12 “Acrecentad mucho la dote-y las dadivas. Cuanto me piddis os lo daré; pero dadme a Dina por mujer”. 13 “Los hijos de Jacob respondieron a Siquem y a su padre, DOLOSA- MENTE, por el estupro de Dina, su hermana y les dijeron: “No podemos 14 hacer esto de dar a nuestra hermana a un incircunciso, porque esto seria Para nosotros una afrenta”, 15“Sélo podriamos venir a ello con esta condicién: que sedis como nosotros y SE CIRCUNCIDEN TODOS VUESTROS VARONES”. 16“Entonces os dariamos nuestras hijas y tomariamos las vuestras, y ha- bitariamos juntos y seriamos un solo pueblo” 17“Pero si no consentis en circuncidaros, cogeremos a nuestra hija y nos iremos”. : 12 18 “Estas palabras agradaron a Jamor y a Siquem, hijo de Jamor”’. 19“EI joven no dio largas al asunto por lo enamorado que estaba de la hija de Jacob, y por ser el de més respeto en Ia casa de su padre”. 20“Fueron, pues Jamor y Siquem, su hijo, a la ciudad y hablaron a los hombres de su ciudad diciendo: 21 “Estos hombres (los israelitas) son gente de paz entre nosotros; que se establezcan en esta tierra y la recorran; la tierra es a ambas manos espacio- sa -ara ellos. Tomaremos por mujeres a sus hijas y les daremos a ellos lay nuestras”. 22 “Pero solo consienten en habitar con nosotros y ser con nosotros un solo pueblo, si se circuncisa entre nosotros todo varon, como lo estan ellos”. 23 “Sus ganados, sus bienes y todas sus bestias. ;No seran asi nuestras? 24“Escucharon a Jamor y a Siquem todos cuantos salian por las puertas de la ciudad (es decir: todos los que habitaban en ella) y TODO VA- RON FUE CIRCUNCIDADO’. 25“Al tercer dia, cuando estaban con los dolores, dos de los hijos de Jacob, SIMEON Y LEVI, hermanos de Dina, penetraron sin peligro en la ciudad, espada en mano, y mataron a todos los varones”. 26“Pasaron a filo de la espada a Jamor y a Siquem, su hijo, y sacando a Dina de la casa de Siquem, salieron”. 27“Los hijos de Jacob se arrojaron sobre los muertos, y saquearon la ciudad, por haber sido deshonrada su hermana”’. 28 “Llevaronse sus ovejas, sus bueyes, sus asnos, cuanto habia en la ciudad y cuanto habia en los campos”. 29 “Todos los bienes, todos los nifios, todas las mujeres, los cautivaron y se los Hevaron y robaron todo cuanto habia en las casas”. 30“Dijo Jacob a Simeén y a Levi: “Habéis perturbado mi vida, haciéndome adioso a los habitantes de esta tierra, a cananeos y fereceos, Yo tengo poca gente. Ellos se reunirdn contra mt y me mataran, destruyéndome a mi y a mi casa”. 31 “Ellos le respondieron: “¢Y habia de ser tratada nuestra hermana como una prostituta?’” Analicemos este terrorifico episodio de la historia del pueblo “‘elegido”. Es, en nuestro concepto, uno de los hechos mas perversos que registra la historia de las maldades humanas. Ningin pueblo en la tierra registra en sus anales un hecho més atroz que este, cometido por la familia patriarcal del pueblo israelita. Jacob, o sea Israel, después de haberle jugado una mala pasada a su tio Labén, (hermano de la madre y padre de dos de las principales mujeres de Jacob: Lia y Raquel), usurpandole bienes y ganados, pese a la fraternal hospitalidad que Laban le brindara cuando Jacob huyera de la justa ira de su hermano Esai (Véase el episodio de la Biblia; Gen. Cap. 30 y 31); decide Jacob alejarse de Laban, y luego de buscar la reconciliacién con su hermano Esai pues debia establecerse en sus proximidades, llega por fin a Samaria, y acampa frente a la ciudad de Siquem, en tiertas de la Siria-Cananea. . Alli encuentra buena y pacifica acogida, de las gentes dei lugar, pues dice el relato: 13 GENESIS; Cap. 33; Vers, 19“Compré a los hijos de Jamor, padre de Siquem, el trozo de tierra donde habia asentado sus tiendas por cien “quesitas.” Vers, 20“Y alzé alli un altar que llamé “Elohe Israel”. Como se ve, Jacob, fue recibido en paz y amistad, con toda su gente, sus bienes y sus ganados; obteniendo tierras suficientes para acampar confortable- mente en sus tiendas, con los suyos, y hasta les fue permitido, sin el menor tropiezo, levantar un altar a su “dios”, todo lo cual demuestra, no sdlo la generosa hospi- talidad del pueblo de aquel lugar, sino también la existencia. de una amplia libertad de cultos en sus dominios. Hemos querido destacar en forma especial, la benevolente acogida que hallaron los israelitas en Siquem, por el violento contraste que ofrece la posterior actitud de éstos para con la bondadosa poblacién de la Siria-Cananea. Luego de establecerse los israelitas con sus tiendas y altares, “SALE DINA, LA HIJA DE JACOB, PARA VER A LAS HIJAS DE AQUELLA TIERRA” (Vers. 1). Por las circunstancias dadas en aquéllos tiempos y lugares, no es posible conside- tar como “normal” la salida de Dina, hija de Jacob; como tampoco es posible creer que su Unico objeto fuera “el de ver a las hijas de aquella tierra”, como reza el versiculo; y ello por las razones siguientes. PRIMERO: Porque los que conocen los usos y costumbres habituales de las gentes de aquellos tiempos y lugares, que en gran parte perduran en muchas de aquellas regiones, aun en nuestros dias, no pueden explicarse que una mujer se per- mita o se le permita transitar, pasear o viajar, sola, lejos de sus lares, sin adecuada escolta, capaz de acudir en su defensa en un momento dado; tan luego, en aquellas épocas y comarcas, permanentemente expuestas a las correrias, pillajes y depradaciones de los némades, cuyos recursos de vida eran estos, en su mayor parte. Y es menos concebible atin, tratandose de una mujer joven y ndbil, de principal fa- milia y de condicién libre, es decir, no esclava. Y no podemos pensar que las precauciones fueran innecesarias, por la proximidad de la ciudad de Siquem; puesto, que las mismas ciudades, se hallaban, de continuo, expuestas a las algaradas y pillajes de los nomades, a pesar de sus fortificaciones. De alli, precisamente, proviene la raz6n de las murallas, y fortificaciones, y otros tipos de defensas que caracterizaban a las ciudades de la antigiiedad, y que se hicieron intensivas en la Edad Media. SEGUNDO: Porque, si la “salida” de Dina, tenia realmente por “tinico” objeto el de “ver a las hijas de aquella tierra”, como dice el versiculo, ello constituye, virtualmente, UNA VISITA DE CORTESIA, que emprende, por primera vez, una Joven principal a las “hijas de aquella tierra”. Esto configura todo un acontecimien- to social, que por la alta calidad y condicién de la visitante, debia estar rodeado de un verdadero atuendo protocolar. Obsérvese que Dina, era hija legitima de Jacob, obtenida de su unién con Lia, mujer de condicién libre y de su misma estirpe. JACOB era, a su vez, el Patriarca del pueblo hebreo, el que del apodo impuesto por YA VE a Jacob, tomé el nombre de Israel. Agréguese a esto, que el PATRIARCA, en la antigtiedad, revestfa el cardcter yla Jerarquia de un verdadero monarca absolutista, puesto que era duefio y sefior de vidas y bienes, dentro de su grey; y se comprenderd que Dina poseia la condi- 14 cién de una princesa que hacia su primera “‘salida” para visitar a sus pares, las hijas de la vecina ciudad. Consideradas en este sentido, las circunstancias que debian haber rodeado la “salida” de DINA; y no es posible verlas de otro modo, porque, a pesar de que en aquellos tiempos, la vida se desarrollaba en el marco de sencillez que nosotros acostumbramos llamar “patriarcal”, la diferencia de clase, era empero, sumamente pronunciada, no obstante que todos procedian de un mismo tronco genético. La diferencia era tan grande entre la casa patriarcal y los siibditos (no hablamos de los esclavos) que éstos se consideraban como simples “objetos” de propiedad del “sefior”. De ahi, que en los pasajes biblicos vemos a los subditos, aun los parientes ms cercanos, dirigirse al patriarca empleando el calificativo de “mi sefior” o “mi duefio”; y eso, no por exceso de halago o de respeto, sino, porque asi loim- ponia el protocolo y la diferenciacion jerarquica y de clase. TERCERO: Es muy importante tener presente, para penetrar en Ja verdad de estos sucesos, que en aquellos tiempos, la mujer “soltera” era facilmente vulnera- ble a las pretensiones del que la deseara; y no asi 1a mujer casada que estaba fuertemente amparada por leyes y costumbres de observancia religiosa, celosamente respetadas por todas las esferas de 1a poblacién; en cambio, la “soltera ’ se hallaba expuesta a que ld tomara y la poseyera el primero que asi lo deseara. Obsérvese lo que dice el rey ABIMALEK a ISAAC: GENESIS; CAP. 26 Vers, 9 “Llamé Abimalek a Isaac y le dijo: “De cierto que es tu mujer. Porque pues dices: ES MI HERMANA?”. 10“Y dijéle Abimalek: “Cémo nos has hecho esto? HUBIERA PODIDO ALGUNO TOMAR A TU MUJER (creyendo que es soltera), y hubieras arrojado sobre nosotros UN DELITO (traténdose de una mujer casada). 1i “Dio pues Abimalek, una orden a todo el pueblo, diciendo: “et que toque a este hombre o a su mujer, morira”. Tratandose de una mujer soltera, no se le habria asignado tanta importancia, pues como dice Abimalek: “Hubiera podido alguno tomarla”. Lo mismo sucedié al Faraén con Abraham y Sara, véase: GENESIS: CAP. 12 Vers, 18“Y llamando el Faraon a Abraham le dijo: “Por qué me hiciste esto? Porqué no me diste a saber que era tu mujer? 19 “Porqué dijiste: ES MI HERMANA?, dando lugar a que la tomase yo por mujer? Ahora, ahi, pues, tienes a tu mujer; tomala y vete, Y véase este otro episodio del mismo Abraham con el rey Abimalek, referente a un problema idéntico a los anteriores; en un caso reincidente de Abraham: GENESIS: CAP. 20 Vers, 2 “Abraham, decia de Sara, su mujer: “ES MI HERMANA”, y Abimalek, rey de Guerar, mand6é tomar a Sara”. Vers, 3 “Pero, vino Dios a Abimalek, en suefos y le dijo: “Mira que vas a morir, por la mujer que has tomado, PUES TIENE MARIDO”. 4 “Abimalek que no se habia acercado a ella, respondid: “Seftor, matards 15 asi al inocente? No me ha dicho él: ES MI HERMANA? Y no me ha dicho ella: ES MI HERMANO?. 5 “Con pureza de corazon y con manos inocentes hice yo esto” (creyendo que era soltera). 8 “Por la maftana, llamé Abimalek a su pueblo y les conté todo esto. Y fueron presa de gran terror”. Por los antecedentes ofrecidos, podemos saber que la violacion de una mujer “casada”, era asunto de la mayor gravedad, atin para monarcas absolutistas, como lo eran los de aquellos tiempos. En cuanto a la mujer soltera, no presentaba esos visos de gravedad, pues, que al decir de Abimalek: “PODIA SER TOMADA POR ALGUNO”. Estos problemas no podian ser ignorados por los israelitas, maxime que éstos ya tenian la experiencia de lo sucedido con sus antepasados inmediatos, (Isaac y Abraham, el padre y el abuelo de Jacob), en este mismo pais y entre esta misma gente. Considerando, pues, repetimos, las circunstancias de protocolo y seguridad que debieron haber rodeado la “salida” de Dina; y habiéndose prescindido de las mismas, nos permitimos dudar que esa “salida” haya tenido el solo obj»to de “conocer a las hijas de aquella tierra”. Todo esto nos inclina a pensar, més bien que el objeto era otro, y no el confesa- do en ci relato biblico, CUARTO: Las desmedidas exigencias de los hermanos de Dina, completamente desorbitadas en relacién al hecho, también sefialan anomalias que dan lugar a las sospechas sobre la “casualidad” del mismo, y sirven de apoyo a las dudas surgidas de los anteriores razonamientos. Es sabido, que en todos los tiempos y en todos los pueblos, la maxima reparacién que se exige en casos de esta naturaleza, es el matrimonio; o cuando alguno de los actores, se rehusa a formalizarlo, se exije al culposo alguna otra forma suficiente de desagravio. Esto, naturalmente, cuando el caso se produce entre personas de iguales o parecidas condiciones sociales, que es el caso nuestro. En este caso, el supuesto “culposo”, era nada menos que el principe heredero de un reino. Y el principe se avino buenamente, y a su propio pedido, a reparar con el matn- monio la falta cometida en la persona de Dina. Y atin fueron mucho mis lejos, el principe y su familia y toda su poblacién en su deseo de reparar el mal. Pues, que legaron a aceptar las desorbitadas condiciones que jes exigieron los hermanos de la joven; condiciones estas, que los de Siquem, cumplieron religiosa- mente. Pero los israelitas respondieron a esta magnifica predisposicion de los sirios-cananeos, con el exterminio total de la poblacién. Es que los israelitas’ abrigaban el DOLO en sus tratativas, como lo dice textual- mente el versiculo respectivo, véase: Vers. 13“Los hijos de Jacob respondieron DOLOSAMENTE a Siquem y a su padre por el estupro de Dina y les dijeron: 14 “No podemos ‘hacer esto de dar a nuestra hermana a un incircunciso” 15 “Solo podriamos venir a ello con esta condicién: “QUE SEAIS COMO NOSOTROS Y QUE SE CIRCUNCIDEN TODOS VUESTROS VA- RONES”. ° 16“Entonces os dariamos nuestras hijas y tomariamos las vuestras, y habitariamos juntos y seriamos UN SOLO PUEBLO” 16 Por lo que vemos, los israelitas, para aceptar las reparaciones ofrecidas por el noble principe, impusieron condiciones, conceptuadas entre ellos, de caracter religioso. Los principes de Siquem y toda ta poblacién aceptaron sin reparos las duras condiciones y las ejecutaron puntualmente, circuncidando a todos sus varones, tal como lo hacian con los suyos los mismos israelitas. Admitiendo que ios de Israel, impusieron esta condicién impulsados por un extremado escripulo religioso, lo légico es creer que debieron quedar sumamente satisfechos de haber llevado a cabo una obra religiosa proselitista de alto mérito, cual es la de conquistar para sus cultos, costumbres y tradiciones, a todo un pueblo, con sus stibditos. Pero la realidad no fue esa, como tampoco fue real el propésito proselitista; ya que infringiendo alevosamente el solemne pacto, concertado con premeditado DOLO por parte de los israelitas, acometieron éstos a traicién contra los ingenuos siquemitas, consumando en ellos la horriblematanza, cuando impotentes, se hallaban presa de los dolores, a consecuencia de una ope- racion quirirgica no usual ni acostumbrada entre ellos. Es que las intenciones de los israelitas eran muy otras; y la dura ‘condicién impuesta, no fue mds que una simulacién, una celada, minuciosamente preparada para posibilitar el sa- queo, previo exterminio de la confiada poblacién. Fue un DOLO como fo dice expresamente el texto biblico: Vers, 13 “Los hijos de Jacob, respondieron a Siquem y a su padre, DOLOSA- MENTE”. Este solo versiculo, con abstraccién de todo otro considerando, justifica plena mente nuestras dudas sobre los verdaderos objetivos de la “salida” de Dina hacia las infelices victimas de 1a perfidia israeli. Por consiguiente, todas las circunstancias que hemos examinado, nos llevan a la conclusion de que todo lo sucedido, no fue otra cosa que unaconfabulacién tramada y ejecutada con la complicidad de DINA, 1a cual fue usada por su familia como sefiuelo al modo inveterado del judaismo, para hacer caer en la tentacién , al desprevenido principe, y obtener con la traicién, lo que a la postre obtu- vieron: la matanza, el robo y el saqueo. QUINTO: Hemos dicho en el ultimo parrafo del considerando anterior, que, segin todas las probabilidades contempladas, DINA, la hija de Jacob, “fue usada por su familia como SENUELO, al modo inveterado del judaismo, para hacer caer en Ja tentacién al desprevenido principe”. En efecto; podemos afirmar, lo que no es un’ secreto para nadie, por ser de pablico conocimiento, que los judios, o los hebreos, o los israelitas, o los sionistas, (que como dejamos dicho y repetimos, con todos estos nombres se les conoce), tienen por costumbre inveterada, heredada de sus mayores, algunos de cuyos ejemplos hemos adelantado ya como los casos de Abraham e Isaac en las cortes de Abimalek y del Faraén, y que examinamos con mayor extensién en los capitulos correspondientes a estos dos grandes patriarcas del judaismo, tienen los judios, repetimos, por costumbre inveterada, heredada de sus mayores el usar de los encantos femeninos de sus mujeres, como medios propicios y eficaces, para obtener bienes y lograr propésitos que les fueran vedados o imposi- bles de alcanzar por otros medios mds honestos y normales. El judaismo ha venido aplicando, consecuentemente, en su milenario deambular por los pueblos del mundo, estas excecrables costumbres de sus lejanos antepasados en todos los drdenes del diario vivir: para lucrar en el comercio; para triunfar en la politica; para alcanzar posiciones pablicas; para introducirse en circulos sociales; 17 en fin, en todas las cuestiones que ambicionen sus apetitos, y que por medios normales les fueran inaccesibles, alli usan del incentivo de la atraccién femenina, sin el menor asomo de escripulos éticos o religiosos. “Si nuestros santos patraircas las usaron, hallando gracia y proteccién a los ojos de su “dios” Yavé, jqué mal habria en que las usdramos nosotros, sus fieles ¥ consecuentes seguidores? ”. Asi piensan los israelitas de todos los tiempos, y en verdad, no les falta logica en este razonamiento, si nos atenemos al criterio que sobre moral y religiosidad, ellos heredaron de sus antiguos arquetipos. Este conocidisimo y manifiesto aspecto de la mentalidad judia, es otra de las Tazones, muy poderosas, por cierto, que se agrega a las ya expuestas, para reafirmar nuestra idea de que la supuesta “violacién” de D/NA, no fue otra cosa que una estratagema, cuidadosamente preparada por los hijos de Israel, buenos conocedores, por experiencia, de lof acendrados escripulos religiosos y morales de las gentes que poblaban las diferentes regiones de la Siria-Palestina. CONDUCTA DE LOS PRINCIPES DE SIQUEN Razones que la inspiraron En violento contraste con la perversa conducta observada por los israelitas en este episodio; vemos destacarse nitidamente la nobleza, generosidad e ilimitada predisposicién de los principes de Siquem, por reparar el dafio que creian haber causado a la joven hija de Jacob. Tanto el Rey Jamor, como el principe, su hijo, se presentan humildemente Ilenos de sinceridad y buena fe ante la familia damnificada, para ofrecerles no sdlo ilimitadas reparaciones, mas también el mas amplio espiritu de amor y confraterni- dad. Véase esto: GENESIS: CAP, 34 Vers. 3“De tal modo se prendé (Siquem) de Dina, la hija de Jacob, que la amé y la habl6 TIERNAMENTE”. 4“Y dijo Siquem a Jamor, su padre: “Tomame a esa joven por mujer”. 6 “Jamor, padre de Siquem, salié para hablar con Jacob”. 8 “Jamor les hablé diciendo: “Siquem, mi hijo, esté prendado de vuestra hija, dédsela, os ruego, por mujer”, 9“Haced alianza con nosotros; dadnos vuestras hijas y tomad las nuestras para vosotros y habitad con nosotros y SEAMOS UN SOLO PUEBLO”. 10“La tierra estard a vuestra disposicion, para que habitéis en ella, la reco- rrais y tengdis en ella propiedades”’. 11 “Siquem, por su parte, dijo al padre y a los hermanos de Dina: “Halle yo &racia a vuestros ojos y os daré lo que me pidais”. 12 “Acrecentad mucho la dote y las dadivas. Cuanto me piddis os lo daré; pero dadme a Dina por mujer”. Examinemos las causas que pudieron inspirar la conducta conciliadora de los sequemitas. PRIMERO: EL TEMOR. Estos nobles principes, padre e hijo, rogaban y ofrecfan humildemente las 18

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