Educar en Pensamiento Crítico
Educar en Pensamiento Crítico
Educar en Pensamiento Crítico
1. LOCALIZAR LAS PARTES DEL RESUMEN A LOS DOS TEXTOS DE RESUMEN ENVIADOS
2. REALIZAR UN RESUMEN AL TEXTO ABAJO PRESENTADO DE 200 PALABRAS
1. PRESENTA EL ASUNTO
2. HABLA DE LA IMPORTANCIA DEL ASUNTO
3. DETERMINA LA PERTINENCIA DEL ASUNTO (justificación del asunto tratado en el texto)
4. ENUNCIA EL PROPÓSITO U OBJETIVO DEL TEXTO
5. DA UNA PANORÁMICA TEÓRICA (AUTORES QUE ABORDARÁ EN EL TEXTO)
6. ENUNCIA 5 A 6 PALABRAS CLAVE QUE SE DESARROLLAN EL TEXTO
2.
Resumen
Este artículo de revisión presenta el estado de la cuestión de las investigaciones
sobre representaciones y prácticas de escritura en el contexto latinoamericano. Se
recogen diez investigaciones sobre representaciones sociales de la escritura y
catorce investigaciones sobre prácticas de escritura, adelantadas en diversos
contextos socioculturales. La información fue recabada de los repositorios Redalyc,
Dialnet y Scielo y de revistas especializadas; solo se tuvieron en cuenta artículos de
investigación que tuvieran explícitamente la estructura introducción, marco
teórico, metodología, resultados y conclusión. Para organizar la información, se
diseñó una matriz analítica de contenido. Esta matriz sirvió para extraer la
información relevante y organizarla en las categorías analíticas definidas a priori:
objetivos, teorías, métodos y resultados. Este documento comprende tres
apartados. Primero, se explica la metodología utilizada para sistematizar la
información de los artículos. Después, se presentan las categorías
analíticas en que se organizó el estado del tema. Y por último, se expone una
discusión sobre las tendencias generales de los trabajos reseñados y se ofrecen
algunas reflexiones sobre alternativas y proyecciones investigativas en el campo de
las representaciones sociales y prácticas de escritura.
Palabras clave: representaciones sociales de escritura, prácticas de escritura,
estado del tema, América Latina.
Estudiantes necesitan preguntar y compartir lo que saben, imaginan e ignoran, así como
aprender a aplicar su conocimiento y sus sentimientos sin temor al ridículo o a que los
Estas características nos permiten afirmar que el pensamiento crítico es un tamiz contra la
información excesiva que circula en el mundo actual y contra un sinnúmero de personas y
organizaciones que buscan persuadirnos. Esto ocurre mediante diversos modos de
publicidad y circulación del conocimiento, los valores y las emociones en los medios,
las redes y los espacios público y privado.
El pensamiento crítico exige analizar toda esa información, valorarla y tomar postura
frente a su veracidad y la calidad de los argumentos que la soportan o, por el contrario,
contradecirla con argumentos coherentes con los hechos, dejando a un lado, en lo posible,
las meras opiniones y el capricho.
Pero no basta con tener habilidades y disposiciones si no tenemos las oportunidades para
desarrollarlas; los roles sociales que desempeñamos son fundamentales para crearlas o
limitarlas. En otras palabras, el desarrollo del pensamiento crítico no es un asunto personal;
exige formas de interacción social que potencien las relaciones intergeneracionales y el
trabajo en equipo.
Pero ¿qué valor podemos dar a los argumentos cuando la interacción entre escuela, familia
y sociedad no enseña a inferir, a sacar conclusiones propias, a diferenciar entre las
opiniones y los hechos; cuando no enseña a pensar autónomamente?
En una sociedad de caudillos extremistas y dogmáticos se necesitan espectadores, borregos
y seguidores, no personas independientes de criterio y capacidad de análisis. Esto significa
que el principal proyecto político de quienes defienden las ideologías de derecha –
hegemónicas en la historia de Colombia– es mantener el sistema educativo como está o
simular que promueven cambios, pero haciendo que las cosas sigan igual. Los resultados
de las pruebas nacionales e internacionales, como Saber o Pisa, sustentan esta
afirmación.
En norte del Cesar, escolares exponen sus vidas para poder estudiar
Colombia, a la cola de los países con mejor nivel de inglés
En época de matrículas, alternativas para pagar la universidad
Se requieren más colegios con título extra: respeto a la igualdad
Por la misma razón, una escuela basada en las ideologías de izquierda tampoco es la salida;
su objetivo es convertir a los estudiantes en seguidores irracionales de sus propios dogmas.
Como ejemplo están los casos de Venezuela, Cuba, Nicaragua, China, Corea del Norte o la
antigua Unión Soviética.
¿Hace cuánto sabemos que el justo medio es el mejor camino para alcanzar el
equilibrio? En un país multiétnico y pluricultural, la negociación y el respeto a los pactos
entre diferentes tendría que ser la mejor estrategia para lograr la convivencia y el
desarrollo, para construir un proyecto de nación como nunca lo hemos tenido.
El rol de los maestros
Si el sistema educativo no es crítico con él mismo, difícilmente podrá formar
pensadores críticos en sus aulas. Por eso son pertinentes las siguientes propuestas para los
maestros:
La primera es conocer las formas de pensamiento que están en la base de los contenidos
conceptuales o procedimentales que enseñan y darles prioridad a las ideas
fundamentales, básicas y generalizables sin perder de vista sus vínculos contextuales. Si los
estudiantes no entienden estas formas de pensamiento, no podrán aprender los contenidos
de sus planes de enseñanza.
Segundo, definir las actividades de enseñanza y aprendizaje de tal manera que los
estudiantes tengan que pensar autónomamente cómo enfrentarlas y resolverlas. En
este sentido es importante promover actividades individuales y colectivas de lectura,
escritura, habla y escucha críticas donde se involucre a todos los estudiantes, especialmente
a los más vulnerables. También, garantizar que los estudiantes entiendan claramente qué
sucederá en todas las clases y cómo ocurrirá esta interacción. En lo posible, mediante
diversas formas de negociación, involucrar a los estudiantes en la definición de los
contenidos, las metodologías, las expectativas de aprendizaje y los estándares que
orientarán el trabajo, así como en las formas de evaluar y calificar que serán utilizadas. En
pocas palabras, construir un contrato didáctico que establezca el ambiente de enseñanza y
aprendizaje con los estudiantes.
Hablar menos para que los estudiantes piensen más. Utilizar muchas preguntas para que
los estudiantes tengan oportunidades de reflexionar y producir su propio pensamiento, ojalá
presionándolos un poco para que vayan más allá de las opiniones y los planteamientos
superficiales. Además, exponer su propio pensamiento y no solo recitar lo que otros
pensaron. Una situación como esta es muy propicia para solicitar y dar ejemplos concretos
que ilustren los contenidos más abstractos y distantes del contexto donde se encuentran.
Solicitar a los estudiantes que resuman con sus propias palabras lo que el maestro o los
compañeros expusieron; que relacionen los contenidos de la clase con sus saberes
previos y sus experiencias personales, que ejemplifiquen, que expliquen individual o
colectivamente lo que deben hacer y cómo lo harán; que pregunten lo que no entienden;
que escriban lo que piensan y que discutan cotidianamente sobre lo que afirman y lo que
niegan hasta, en lo posible, construir un consenso o aceptar pacíficamente el disenso.
Estas son propuestas para que los maestros autónomos las piensen, las evalúen críticamente
y, ojalá, las mejoren, las apliquen en su trabajo diario y las compartan con sus pares. Sin
una excelente interacción social, cognitiva y afectiva entre maestros, estudiantes, familias y
contextos, no podremos construir una educación de alta calidad; y sin ella, no podremos ser
la excelente sociedad que soñamos para todos los colombianos.