Acentuación

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Períodos del latín (escrito):

• Latín arcaico: desde los primeros testimonios hasta el siglo II a. C. Autores:


Nevio, Livio Andrónico.
• Latín preclásico: desde el siglo II a. C. hasta la primera mitad del siglo I a. C.
Autores: Plauto, Terencio, Catón el Viejo, Catulo, Varrón.
• Latín clásico: perído áureo de las letras clásicas, desde la primera mitad del siglo
I a. C. hasta el año 14 de nuestra era (muerte de Augusto). Autores: Julio César,
Virgilio, Tito Livio, Horacio, Ovidio, Salustio.
• Latín posclásico: desde el año 14 hasta el 200. Etapa barroca. Autores:
Quintiliano, Petronio, Séneca, Marcial, Juvenal, Tácito, Plinio.
• Latín tardío o bajo latín: todos los textos latinos escritos desde el año 200, sobre
todo durante la Edad Media. Autores: los apologetas (Lactancio, Tertuliano), los
padres de la Iglesia (san Agustín, san Jerónimo: la Vulgata, finales del siglo IV),

Isidoro de Sevilla.
El latín vulgar corre paralelo a todas las etapas del latín escrito, es el latín hablado
por la mayor parte del pueblo, que era analfabeta. Su continuación son las lenguas
romances. No hay textos escritos en latín vulgar, pero sus rasgos afloran cada vez más
en el bajo latín de los siglos II y siguientes. Entre los siglos V y VIII hay una etapa oscura
de la que no tenemos testimonios y que denominamos protorromance. En el siglo VIII

Carlomagno encarga a Alquino de York una reforma o depuración del latín que deja al
descubierto el gran hiato que ya había entre el latín clásico y la lengua que se hableaba.
Se toma así conciencia de la existencia de una lengua diferente al latín. En el concilio de
Tours (813) se ordena a los clérigos que prediquen en romance (la misa sigue siendo en
latín). En 842 se escriben los Serrements de Strasbourg en antiguo francés.

Fuentes del latín vulgar


Son de dos tipos:
a) Testimonios escritos en latín a partir de los cuales se pueden rastrear rasgos del
latín vulgar: son muy reveladoras tanto las faltas como las hipercorrecciones que
se cometen. Los textos más importantes son:
–Gramáticas latinas: corrigen los errores de la lengua hablada y dan la norma
culta (clásica). El que más ejemplos nos proporciona es el Appendix Probi, un
«apéndice» a una gramática escrita por Probo (en los siglos IV o V, aunque lo
conservamos en una copia muy posterior) en el que se ofrece un listado de más
de doscientas palabras vulgares corregidas en latín clásico. EJ: vetulus non
veclus, caso de síncopa de u postónica y de t > k por analogía con otras
terminaciones de diminutitivo (p. ej. AURIS  auricula).
–Glosarios: vocabularios de tecnicismos o palabras cultas con sus equivalencias
en términos populares. EJ: Vocabularios de Verrio Flaco, Etimologías de san
Isidoro, Glosas de Reichenau y de Kassel.
–Inscripciones epigráficas: graffitti pompeyanos, lápidas funerarias, tablillas de
conjuros.
–Escritos literarios de estilo descuidado que se aproximan al latín hablado:
Epístolas familiares de Cicerón, comedias de Plauto (sobre todo los diálogos
entre personajes de baja condición), la Cœna Trimalchionis de Petronio.
–Tratados técnicos: veterinaria (Mulomedicina Chironis, segunda mitad del siglo
IV), cocina (De re cocinaria), etc.
–Cartas, formularios, leyes...
–Literatura cristiana: San Agustín («Es preferible que nos reprendan los
gramáticos a que el pueblo no nos entienda.»), versiones de la Biblia (Vetus,
Vulgata).
b) Reconstrucción del latín vulgar a través de la comparación de las lenguas
romances.
EJ: del fr. être, it. essere, esp. ser reconstruimos en latín vulgar *essere.
Para conocer más el latín vulgar también nos sirven los préstamos a lenguas no
romances.
EJ: eusk. bakea < PACE, al. kaiser < CAESARE  sabemos que cuando el vasco y el
alemán toman estas palabras todavía no había comenzado la palatalización
de /k/  [k
] ante palatal. En consecuencia, deducimos que este fenómeno no
es latinovulgar, sino posterior.
El sistema fonológico del latín vulgar

Sistema vocálico

En latín clásico hay un sistema triangular de tres grados de abertura y tres puntos de
articulación (series). Existe una oposición de cantidad que da lugar a cinco fonemas
vocálicos distintos:

PALATALES CENTRALES VELARES


CERRADOS /ĭ/:/ī/ /ŭ/:/ū/
MEDIOS /ĕ/:/ē/ /ŏ/:/ō/
ABIERTOS /ă/:/ā/
La inflexión de la yod
La yod es una semiconsonante [j] o semivocal [
] palatal inexistente en latín
clásico. Su aparición en latín vulgar va a tener dos consecuencias importantísimas:
a) El surgimiento de las consonantes palatales.
b) La inflexión o metafonía de las vocales en determinados contextos.
En el plano vocálico, la yod inflexiona (cierra por metafonía) las vocales en
determinados contextos, es decir, altera su evolución natural. Esta es la evolución
espontánea de las vocales tónicas del LATÍN CLÁSICO al latín vulgar y al castellano:
Ī >e; Ĕ >e>ie; Ā,Ă >a >a; Ŏ >o>ue; Ō,Ū
>i >i; Ĭ,Ē >e
>o  
Ŭ >u >u
Y esta es la evolución de esas vocales condicionada por la yod, que las cierra en un
grado:
Ī >i >i; Ĭ,Ē >e  >i; Ĕ >e>e
 ; Ā,Ă >a >e; Ŏ
>o>o ; Ō,Ū >o  >u; Ŭ >u >u
/ > /i/, /o / > /u/ y la /a/
/ y /o/ no diptongan, /e
Resumiendo: /e
se cierra en /e/; lógicamente, /i/, /u/ no sufren cambios por no poder cerrarse más.

La yod no ejerce su influencia indiscriminadamente: hay contextos en que no


inflexiona y vocales que se resisten al cierre, especialmente la /a/. MENÉNDEZ PIDAL
trató de clasificar la yod en cuatro clases según una gradación cronológica en su
persistencia o duración: cuanto más tiempo perviviera sin ser absorbida por la
consonante palatalizada por ella, más fuerza tendría al inflexionar una vocal. RALPH
PENNY sigue otro criterio de clasificación: establece cinco contextos diferentes en que
la yod se comporta de manera distinta, siendo el primero en el que más fuerza tiene y
el quinto en el que menos:
 Yod procedente de:
a) Diptongación de un hiato: [LA.I.CU >lá.ku].
b) Sícopa de consonante: [CANTA(V)I > kantá, GRĔ(G)E >grée >gré].
c) Metátesis de RY, SY, PY: [ARĔA >árja >ára, RIPARĬA >ripára].
d) Vocalización de velar en posición implosiva: [LACTE >láte].
Esta yod es la que inflexiona con más fuerza: afecta a todas las vocales excepto
a /e /. Ejemplos:
 La /a/: LAICU >légo, CANTA(V)I >kan
té, AREA >áira >éra, BASIU >báiso
>béso, SAPIAM >
>sépa, LACTE >láte >léĉe, MATAXA [matáksa]
>matása >madéša.
 La /e/: GRĔGE >grée >gré >gré, MATĔRIA >matéra
>madéra, DĬRĔCTU > deréto >deréĉo, LĔCTU >léto> léĉo,
ĬNTĔGRU >entéro >entéro.
 La /o/: ŎCTO >óto >óĉo, NŎCTE >nóte >nóĉe, CŎXU [kóksu]
>kóso >kóšo.
 La /e  /: STRĬCTU >estréto >estréĉo, CERVĒSĬA

>ŝerbésa >ŝerbéša.
 La /o /: LŬCTA > lóita > lúĉa, MŬLTU > mółto > móu
to >
móto > múĉo, AUSCŬLTAT >askółta >askóu
ta >askóta
> >eskúĉa.
 Yod procedente de labiales + yod (BY, MY, PY) y /tr/ + yod:
Inflexiona todas las vocales menos la /a/:
jo, RABĬA >rá ja.
 La /a/: LABĬU >lá
 La /e/: SŬPĔRBĬA >sobér ja, NĔRVIU >nér jo, PRAEMIU >prémjo.
 La /o/: ŎSTRĬA >óstrja >óstra, NŎVĬU >nó jo, FŎVEA >fóya.
 La /e /: VĬNDĒMĬA > endémja >bendímja, LĬMPĬDU

>lémp
o >límpjo.
 La /o /: RŬBĔU >ró jo >rú jo, PLŬVĬA > pló ja >
 ú ja.
 Yod procedente de dentales o labiales + yod (GY, DY)
Sólo inflexiona /e/ y /o/:
 La /a/: RADĬU >ráyo, FAGĔA >fáya.
 La /e/: SĔDĔAT >sédja >séya >séa, PŬLĔGIU >poléyo >poléo.
 La /o/: PŎDĬU >póyo, HŎDIE >óye >ó.
 La /e /: CŎRRĬGĬA >koréya >koréa, VĬDĔAT > éya
>béa (vea).
 La /o /: no hay ejemplos.

 Yod procedente de LY, C’L y G’L:


Sólo inflexiona /e/ y /o/:
 La /a/: ALĬU >ážo, NOVĀC(Ŭ)LA >na áža, COĀG(Ŭ)LU >kwážo.
 La /e/: SPĔC(Ŭ)LU >espéžo, RĔG(Ŭ)LA >réža.
 La /o/: FŎLĬA >fóža, CŎLLĬ(G)IS >kóllees >kólljes >kóles
>kóžes, ŎC(Ŭ)LU > >óžo.
 La /e /: CĬLĬA >ŝéža, CŌNSĬLĬU >konséžo, APĬC(Ŭ)LA

>a éža, TĒGŬLA >téža.


 La /o /: CŬSCŬLIU >koskóžo, GENŬC(Ŭ)LU >enóžo~inóžo (hinojo).
 Yod procedente de NY y GN:
Sólo inflexiona /e/ y /o /:
 La /a/: ARANĔA >arán
a, TAM MAGNU >tamáno.
 La /e/: ĬNGĔNĬU >enžéno (engeño).
 La /o/: no hay ejemplos.
 La /e /: LĬGNA >léna, SĬGNA >séna.
 La /o /: CŬNĔU >kúno, PŬGNU >púno.
Acentuación del latín clásico
El acento en latín no era libre, sino que su colocación dependía de la cantidad
vocálica de la penúltima sílaba. Esta podía ser:
— Larga: si la vocal que la constituye es larga por naturaleza (los diptongos Æ, Œ y
AU son largos por naturaleza) o si es breve y la sílaba es trabada (larga por
posición). Ej: FORMĪCA, MONĒTA, VENĀTUS, PRÆCŌNEM, SECŪRUS, BALLÆNA, CŒNA,

AURUM, BALLĬSTA, INFĔRNUS, CABĂLLUS, FŎRTIS, PALŬMBA.

— Breve: si la vocal es breve y la sílaba es libre. Ej: LIMPĬDUS, HEDĔRA, PUTEŎLUS,

VULTŬREM, ORPHĂNUM.

Con estas premisas, la regla es la siguiente: si la penúltima sílaba es larga, el


acento recae sobre ella; si es breve, el acento recae en la antepenúltima.
La única excepción a esta regla la constituye el grupo latino “muta cum liquida”, es
decir, consonante + /r/ o /l/ (generalmente se da el caso de oclusiva + /r/). Este grupo
no trababa sílaba: así, si a una vocal breve en la penúltima sílba le siguen una
oclusiva y una líquida, la sílaba no se alarga por posición. Ej: ÁLĂCREM,

CÁTHĔDRAM, TÉNĔBRAS, CÓLŬBRAM, ÍNTĔGRUM.

Acentuación del latín vulgar


El latín vulgar y, en consecuencia, las lenguas romances heredan generalmente el
acento del latín vulgar. Sólo en dos casos puede cambiar de posición, a saber:
a) La excepción “muta cum liquida” no se tiene en cuenta: la vocal breve seguida
de este grupo se comporta igual que seguida de cualquier otra combinación de
consonantes, es decir, se alarga por posición y recibe el acento: ALÁCREM,

CATHÉDRAM, TENÉBRAS, COLÚBRAM, INTÉGRUM.

b) Los hiatos clásicos compuestos de otra vocal + e, i se convierten en diptongo y,


si el acento estaba en una de estas dos vocales, pasa a la más abierta: MULÍĔREM >
muljére, PUTÉŎLUM > putjólu.
La lenición
En los últimos siglos del Imperio y a lo largo de la Alta Edad Media, la Romania
Occidental se vio afectada por una serie interrelacionada de evoluciones
consonánticas, a veces descritas como «debilitamientos» a las que suele aplicar el
término lenición. De hecho, casi todas las consonantes intervocálicas y todas las
geminadas se vieron implicadas en estos cambios, uno de cuyos resultados más
importantes fue la adquisición de nuevos fonemas fricativos sonoros (en español
medieval y en los restantes romances occidentales).
Estas transformaciones debidas a la lenición han sido explicadas de diferentes
maneras. Algunos han visto en ellas la influencia del celta sobre el latín hablado, ya
que en la historia de las lenguas célticas se han documentado claramente
debilitamientos similares de las consonantes intervocálicas: además, se da también
una correspondencia considerable (aunque no total) entre las zonas de población
originariamente celta y las áreas ocupadas por lenguas románicas donde la lenición
ha actuado (Galia, los Alpes, norte de Italia, occidente de España).
Otros autores, como Alarcos, han buscado explicaciones internas en el propio latín:
un aumento de la frecuencia de las geminadas en latín vulgar generó un sistema
consonántico desequilibrado. Esta desequilibrio fue compensado mediante la
simplificación de las geminadas, lo que provocó una reacción en cadena en la que se
produjeron cambios posteriores, como la sonorización de las intervocálicas sordas y
la fricatización y pérdida de las intervocálicas sonoras.
Es cierto que en latín vulgar hubo un considerable incremento de la frecuencia de
las geminadas, como resultado de una serie de asimilaciones que afectaban a ciertos
grupos consonánticos (que evidencian las confusiones gráficas existentes ya en latín)
no se generalizaron en la totalidad de las lenguas románicas. De los casos que a
continuación exponemos, algunos presentan ciertamente una gran extensión
geográfica, pero otros se circunscriben a un área más limitada; no obstante, la
variedad latinovulgar que dio origen al español resultó afectada por todos ellos:
RS > /ss/ EJ: DOSSUM por DORSUM; Appendix Probi: PERSICA NON PESSICA.
PS > /ss/ EJ: ISSE por IPSE.
PT > /tt/ EJ: SETTEMBRES por SEPTEMBRIS.
NF > /ff/ Ej: *IFFANTE por INFANTEM (no atestiguado).
MN > /nn/ Ej: ALUNNUS por ALUMNUS.
MB > /mm/ Ej: *LUMMUS por LUMBUS (no atestiguado en latín vulgar, limitado
al centro y sur de Italia y al centro y este de España).
Sin embargo, el grupo NS se redujo a la consonante simple /s/, como se ve en el
Appendix Probi: ANSA NON ASA, MENSA NON MESA.

En la Romania occidental, tras estos cambios —o precisamente a causa de ellos, en


opinión de algunos—, las consonantes intervocálicas experimentaron una serie de
modificaciones interrelacionadas que, en principio, se pueden esquematizar del
siguiente modo:
 Las geminadas se redujeron a consonantes intervocálicas simples: /tt/ > /t/, quizá
porque las geminadas requieren mayor energía articultoria y porque su
frecuencia se había disparado en latín vulgar.
 En consecuencia, las primitivas consonantes sordas intervocálicas se
convirtieron en sonoras para mantener la oposición con las antiguas
geminadas: /t/ > /d/.
 Con el mismo fin de mantener la oposición primigenia las oclusivas sonoras ya
existentes en latín empezaron a realizarse fricativas: /d/ > [đ].
 La reacción en cadena se completó, por fin, cuando, para evitar la indistinción
e,i
con las nuevas fricativas sonoras, la fricativa sonora preexistente (/y/ < G )
desaparece.

Estos procesos no siempre se dan de manera aislada, sino que el resultado de uno
puede verse afectado por otro. La simplificación de las geminadas es coetánea de la
sonorización y acaba más tarde que esta, con lo que la oclusiva sorda resultante no
sufre cambios: SĬCCU > /séko/. Sin embargo, cuando la tendencia sonorizadora
termina, la fricatización de las oclusivas sonoras latinas sigue vigente, y así tenemos
CATĒNA > /kadéna/ > [kađéna]; si una fricativa sonoriza, no sufre cambios posteriores:
CASA > /káza/. La fricativa procedente de una oclusiva sonora latina puede
permanecer inalterada: NŪBE > /núb e/; o bien puede verse afectada por el proceso
de pérdida: REGALE > /reál/.

Efectos de la lenición en la evolución de los fonemas intervocálicos del latín vulgar


al castellano:
1. Oclusivas labiales

/-pp-/ > /-p-/ Ej: CŬPPA > /kópa/


/-p-/ > /-b-/ Ej: CŪPA > /kúba/
/-b-/ > /- -/ Ej: CĬBU > /ŝé o/
(En latín vulgar se habían confundido los fonemas clásicos /b/ - B-, realizado [ ],
y /w/ -V-, dando lugar a la / / del español medieval.)

2. Fricativas labiales

/-f-/ > /-h-/ Ej: DEFĒNSA > /dehésa/


> /- -/ Ej: PROFĒCTU > /pro éĉo/
/- -/ > /- -/ Ej: NŎVU > /nué o/

3. Nasales labiales

/-mm-/ > /-m-/ Ej: FLAMMA > /á


/, LAMBERE > /lamér/
/-m-/ > /-m-/ Ej: RĒMU > /rémo/
Como se ve, la oposición simple/geminada se pierde en español: es el único caso.

4. Oclusivas dentales

/-tt-/ > /-t-/ Ej: GŬTTA > /góta/, RŬPTU > /r
óto/
/-t-/ > /-d-/ =[đ] Ej: CATĒNA > /kadéna/
/-d-/ > Ø Ej: SEDĒRE > /seér/
Como se ve, la oposición latinovulgar /tt/:/t/:/d/ se conserva en español como
/t/:/d/:Ø. Sin embargo, hay palabras como crudo < CRŪDU, nudo < NŪDU que
mantienen la /-d-/, quizá por influencia de la grafía latina. Por otra parte, la oposición
/t/:/d/ se neutraliza en posición implosiva, como muestra la vacilación t, d en las
grafías medievales para palabras como paret/pared, merced/mercet.

5. Fricativas dentoalveolares

/-ss-/ > /-s-/ Ej: ŎSSU > /wéso/, ŬRSU > /óso/, ĬPSOS > /ésos/
/-s-/ > /-z-/ Ej: RŌSA > /róza/, MĒNSES > /mézes/
La oposición latinovulgar /ss/:/s/ pervive en español como /s/:/z/ hasta el siglo XVI,

como muestran las grafías ss / s. Esta oposición se neutralizaba en posición


implosiva (sólo tenemos grafía s), pero se restauraba cuando a una /s/ final le seguía
el alomorfo de plural /-es/. Así tenemos MĒNSE > /mes/ y MĔSSE > /mies/, pero en
plural /mézes/ frente a /miéses/ (también en la grafía: meses, miesses).

6. Africadas dentoalveolares

/-ŝŝ-/ > /-ŝ-/ Ej: *PĔTTIA > /piéŝa/, *POST CŎCCEU > /peskuéŝo/, *RŬPTIARE
> /roŝár/, *ASCIATA > /aŝáda/, CRESCĔRE > /kreŝér/.
/-ŝ-/ > /-z
-/ Ej: MINACIA > /amená
a/, TRĪSTĬTIA >
/tristéa/, LŪCES > /lues/.
La oposición latinovulgar /ŝŝ/:/ŝ/ pervive en español como
/ŝ/:// hasta el siglo XVI, como muestran las grafías ce,i, ç / z.
Como en el caso anterior, se neutraliza en posición final (se escribe z), pero se
restablece ante /-es/: PĬSCE > pez y PACE > paz, pero, en plural, peçes frente a pazes.

7. Fricativa prepalatal

/-yy-/ > /-y-/ Ej: RADIU > /


áyo/, PLAGIA > /pláya/, CŪIU > /kúyo/.
/-y-/ > Ø Ej: REGĪNA > /eína/.
La oposición latinovulgar /yy/:/y/ pervive en español como /y/:Ø, salvo cuando a
/y/ < /yy/ le precede una vocal palatal: en ese caso desaparece por asimilación y se
iguala con el resultado del fonema simple.

8. Oclusivas velares

/-kk-/ > /-k-/ Ej: SĬCCU > /séko/


/-k-/ > /-g-/=[g] Ej: SECŪRU > /segúro/
/-g-/ > Ø Ej: LEGALE > /leál/
El fonema latinovulgar /g/ pervive en algunos casos: LEGUMINE > legumbre, PLAGA >
llaga, NAVIGARE > navegar, por influencia del latín escrito. Cuando /k/ se escribe QU

no palataliza seguida de /e, i/, pues lo impide la semiconsonante [w], sino que
sonoriza: AQUA > /água/, SEQUERE > /segír/.
9. /n/, /l/, /r/
/-nn-/ > /-n-/ Ej: PANNU > /páno/, DAMNU > /dáno/.
/-n-/ > /-n-/ Ej: BŎNU > /buéno/.
/-ll-/ > /--/ Ej: GALLU > /gáo/.
/-l-/ > /-l-/ Ej: MALU > /málo/
/-rr-/ > /-r-/ Ej: TŬRRE > /
/

/-r-/ > /-r-/ Ej: PĬRA > /péra/


Estos cambios no son en rigor de lenición, ya que no hay simplificación de
geminadas en sus simples correposndientes ni sonorización de sordas intervocálicas,
entre otras cosas porque los fonemas en cuestión no son oclusivas sordas ni fricativas
sonoras. Las geminadas /nn/ y /ll/ se simplificaron en una consonante palatal, /rr/ en
una vibrante múltiple, quizá porque de haberse simplificado en /n/, /l/, /r/ se habrían
confundido con los fonemas simples preexistentes.
Cuando /n/, /l/ y // quedan en posición
implosiva por la síncopa o apócope de una vocal, se neutralizan con /n/, /l/ y /r/
respectivamente: IOHANNE > Juan, PĔLLE > piel, CARRICARE > cargar.

La yod y el wau, antes o después de la consonante, no suelen impedir la lenición,


pero hay algunos casos en que sí se produce, sobre todo con -P-: SAPIAM > /sépa/, SAPUI
> /sópe/. Pero CAUSA > /kóza/, ĔQUA > /yégua/.

Consonante + /r, l/

La lenición no se produce exclusivamente en posición intervocálica. Algunas


consonantes también se debilitan cuando van seguidas de /r, l/, ya sean grupos
primarios, ya procedan de síncopa (excepto T’L, C’L, G’L, cuyo primer elemento
vocaliza en []). Así, tenemos:
/-pr-/ > /-br-/ Ej: CAPRA > /kábra/
/-pl-/ > /-bl-/ Ej: DŬPLU > /dóblo/ ‘doble’
/-fr-/ > /-br-/ Ej: AFRĬCO > /ábrego/
/-tr-/ > /-dr-/ Ej:PATRE > /pádre/
/-dr-/ > /-dr-/ Ej: QUADRU > /kuádro/
> /-r-/ Ej: QUADRAGINTA > /kuar(a)énta/
/-kr-/ > /-gr-/ Ej: SŎCRU > /suégro/
/-gr-/ > /-gr-/ Ej: NĬGRU > /négro/
> /-r-/ Ej: PĬGRĬTĬA > /peréa/
La serie de fricativas sonoras del español medieval

Como resultado de los procesos de lenición que afectan al latín vulgar, nos
encontramos en español medieval con una serie de fonemas fricativos sonoros que no
existían en la lengua clásica. Estos fonemas son:

Fonema esp. med. Origen latino Ejemplo


/b/ intervocálica -B- CABALLU >
[  /ka álo/
/ /
/w/ intervocálica -V- CLAVE
[ ] > /lá e/
/s/ intervocálica -S- CASA > /káza/
/z/
/-ns-/ MENSA > /méza/
/l/+[j] MULIERE > /mužér/
/k’l/ SPEC(U)LU > /espéž
/ž/
/g’l/ REG(U)LA
> /réž
/i-/ + vocal IUGU > /yúgo/
/-i-/ MAIORES > /mayóres/
/g-/ + /e, i/ GY PSU > /yéso/
/y/
/g/ + [j] EXAGIU > /ensáyo/
/d/ + [j] PODIU > /póyo/
/e -/ < Ĕ- HĔDERA > /yédra/
Evolución del sistema consonántico
El latín clásico contaba con doce consonantes:
Labiales Dentoalveolares Velares
Oclusivas sordas /p/ /t/ /k/
Oclusivas sonoras /b/ /d/ /g/
Fricativas sordas /f/ /s/
Nasales /m/ /n/
Laterales /l/
Vibrantes /r/

Además, la mayoría de ellas podían aparecer en forma simple o geminada, con lo que
el número de fonemas consonánticos aumenta.
Estas consonantes han pasado al español, pero se les han sumado algunos fonemas
nuevos creados a lo largo de su evolución:
a) Por un lado, se crea un orden palatal, a la vez que se incrementa el orden
dentoalveolar con la inserción en él de dos nuevos fonemas africados: /ŝ/ y
.
b) Por otro lado, se forma una serie de consonantes fricativas sonoras como correlato
de las fricativas sordas preexistentes.

I. EL NACIMIENTO DEL ORDEN PALATAL

La reestructuración del sistema está motivada por un cierto número de cambios


individuales, que son:

 Consonantización de /i/

Cuando en latín la /i/ inicial de palabra estaba seguida de otra vocal, formaba
sílaba con ella, es decir, se realizaba [j]; así, IANUARIUS se pronunciaría
[januárius]. En latín hablado, esta realización semiconsonántica constituía ya
un fonema consonántico realizado seguramente [y] (fricativo mediopalatal
sonoro).
 En castellano: el fonema /y-/ se mantiene, por lo general, en sílaba tónica y se
pierde en sílaba átona. Ante vocal velar, cambia a veces a /ž/.
EJ: IACET > 
]
IANUARIU > *yenéro > enéro]
IAIŪNU > *yayúno > ayúno]
IŪSTU >  > ž]
IŪDICĒS > 
> ž]
El fonema /i/ en posición intervocálica también se consonantizó, pero en este
caso en la geminada [yy] (como sabemos por los testimonios directos de los
gramáticos latinos y por su grafía, la i longa, de doble altura).
 En castellano: esta [yy] latinovulgar se redujo en la Romania occidental a
causa de la lenición y da lugar en esp. med. al fonema /y/, escrito y o, más
tarde, i.
EJ: MAIU > máyyo > máyo]
MAIŌRE > mayyóre > mayór]
Ahora bien, cuando, en los orígenes del español, una vocal palatal precedía a
la /y/, ésta se perdía por asimilación.
EJ: PĒIŌRE > peyyóre > peyóre > peór]

 Evoluciones palatales de consonante + [j]

1. TY-KY
La primera fase de la palatalización de estas combinaciones (hacia el siglo I

d.C.) originó: TY > [ŝ], KY > [ĉ]. Esta oposición se mantiene en la mayoría de los
romances.
 En castellano: [ŝ] y [ĉ] se confundieron en [ŝ]. El nuevo fonema /ŝ/ se
mantiene tras consonante, pero en posición intervocálica se ve sometido a la
lenición y sonoriza en //.
EJ: MARTĬU > [márŝo], CALCĔA > [kálŝa]
PŬTĔU > pó ŝo > ], ĒRĪCĬU > eríĉo > eríŝo >
 ]
Hay algunas excepciones: determinadas palabras patrimoniales presentan un
sonido sordo (grafía ç) atestiguado durante toda la Edad Media. Se piensa en
una posible forma con consonante geminada como origen de estas palabras,
pero no se sabe a ciencia cierta.
EJ: PLATĔA > [pláŝa], POTIŎNĬA > [po(n)ŝóna], CAPĬTĬA > [kabéŝa]
Las geminadas /tt/ (incluida la procedente de la asimilación de /pt/) y /kk/ también
son palatalizadas por la yod, dando lugar a la africada dentoalvolar sorda geminada
[ŝŝ]. Este mismo resultado alcanzan los grupos /pt/, /st/ y /sk/ seguidos de [j].
 En castellano: La geminada se simplifica por efecto de la lenición y en
español medieval queda como /ŝ/.
EJ: MATTIĀNA > maŝŝána > maŝána] (luego manzana).
BRACCHĬU > bráŝŝo > bráŝo]
*CAPTIĀRE > kaŝŝáre > kaŝár]
*DIRECTIĀRE > dereŝŝáre > (a)dereŝár]
ASCIOLA > aŝŝla > aŝwéla]
ŪSTIU > úŝŝo > úŝo]
Los fonemas /ŝ/ y  del esp. med. Se representaban
gráficamente así:
/ŝ/: se escribe c ante e, i y ç ante cualquier vocal (raro con e, i). EJ: lança,
fuerça.
: se escribe siempre z. EJ: pozo, erizo.

A partir de la segunda mitad del s. XVI, las africadas dentoalveolares sufren


cambios:
— Pérdida del momento oclusivo (desafricación): resultan dos sonidos
fricativos dentales (dorsales-coronales), [
.
— Ensordecimiento norteño: los dos fonemas se neutralizan a favor del sordo:
~> 
— Interdentalización: se adelanta el punto de articulación para mantener la
diferencia con /s/ (fricativa apicoalveolar sorda): >
EJ: FŎRTIA >
 >ŝ>ŝ>
>
CORTĬCĔA >   >  ŝ >
 >  >
 > 
Junto a la evolución patrimonial de estos sonidos hay que tener en cuenta los
cultismos introducidos directamente del latín. En estas palabras también hay
palatalización de la consonante (que siempre resulta sorda), pero la yod se
conserva.
EJ: IŪSTĬTĬA > žustíŝja], escrito justicia, frente a la evolución patrimonial
[ž, escrito justeza.

2. LY
El fonema latino /l/ seguido de [j] pasó a palatal lateral [] ya
en latín vulgar, y persistió en casi todas las áreas romances sin embargo, en
castellano preliterario, esta [] se modificó en [ž] fricativa
prepaltal sonora. Esta evolución desde una articulación lateral a una central,
acompañada de rehilamiento, puede ser la necesidad de mantener una oposición
entre las palabras que originariamente presentaban LY y aquéllas que contenían LL,

ya que esta última se estaba transformando en el área castellana en


[].
El fonema /ž/ se representa con g o gi delante de vocal palatal y con i o j con el
resto.
EJ: ALĬU > ájo > áo > ážo] ajo
FŎLĬA > flja > fa > fóža] foja
MULIĔRE > ... > mužér] mugier o muger
Los cultismos mantienen la yod sin que la /l/ se palatalice:
EJ: CONCĬLĬU > konŝílio], frente al patrimonial [konŝéžo].

3. NY
Los elementos del grupo /n/ + [j] sufrieron una asimilación recíproca durante la
etapa latinovulgar, de la cual resulta el sonido [
], que continúa en esp. med.
como //. Para representar este nuevo fonema palatal se adoptaron diferntes
soluciones para cada zona de la Romania: en fr. gn, en port. nh, en cat. ny y en
esp. nn o su contracción ñ, que es la que usamos hoy.
EJ: ARANĔA > aránja > aráa] araña
SENIŌRE > senjó re > seór(e)] señor

4. DY-GY
En latín vulgar, los fonemas /d/ y /g/ seguidos de [j] palatalizan en todas partes
y probablemente se confunden en la geminada [yy]; de este modo convergen con
los resultados de la intervocálica -I-.
 En castellano: la geminada [yy] se simplifica en el fonema /y/, que se pierde
si va precedido de vocal palatal. En castellano medieval se escribía y, y
también i en la última etapa de la Edad Media y en los primeros tiempos del
español moderno.
E J: PŎDĬU > pdjo > pó yyo > póyo]
FAGĔA > fágja > fáyya > fáya]
SĔDĔAM > sdja > sé yya > séya > séa]
CORRĬGĬA > korré gja > korré yya > koréya >
koréa]
Asimismo, si la DY iba precedida de consonante o wau, el resultado del
proceso de palatalización en español medieval fue la africada /ŝ/:
E J: VĬRĬDĬA >  é rdja >  érŝa]
VERECŬNDĬA >  erekó ndja >  eregónŝa >  ergwénŝa]
GAUDĬU > gádjo > gáŝo > ... > góŝo]

5. BY-MY
Las labiales B, V (que se confunden ya en lat. vulg. en posición intervocálica) y
M no sufren cambios seguidas de [j], salvo contados casos en que BY palataliza
en /y/:
E J: RŬBĔU > ró  jo > rú jo]
> ró  jo > róyo]
NŎVĬU > nó jo]
PRAEMĬU > prémjo]
HABĔAM > á ja > áya]

6. VELARES IMPLOSIVAS (-X-, -CT-, - LT-, -CL-, -GL-, -GN-)


U

Las consonantes velares en posición implosiva se fricatizaron y después se


transformaron en []. Esta yod ejerce un efecto esimilador sobre la consonante
siguiente que da lugar a nuevos fonemas palatales.
• El grupo /ks/ (X) evoluciona a [s] y da lugar al fonema /š/.
E J: MATAXA > matása > madéša > mađéša]
• El grupo /kt/ > [t] > /ĉ/
E J: NŎCTE > nóte > nóĉe]
STRĬCTU > estréto > estréĉo]
Si la [] < -C estaba precedida de una /i/, se ve absorbida por ella y no
palataliza la /t/, que por otro lato tampoco sonoriza.
E J: FRĪCTU > fríto]
El grupo /lt/ precedido de /u/ da el mismo resultado que /kt/, ya que en latín
vulgar la /l/ era frecuentemente velar en posición implosiva, característica que
se acentuaba tras una vocal velar. El alófono velar de /l/ se comportaba
entonces como otras velares en posición final de sílaba: [łt] > [t] > /ĉ/.
E J: MŬLTU > móto > múĉo]
CŬLTĔLLU > kotéllo > kuĉjéo >
kuĉío]
• Los grupos /kl/ y /gl/ (generalmente procedentes de síncopa) evolucionan a
[], que da el fonema //. Confluye así con el resultado
de LY, y como él evolucionará a /ž/.
E J: ŎC(Ŭ)LU > ólo > óo > óžo]
TĔG(Ŭ)LA > téla > téa > téža]
El grupo -T’L- se convierte en latín vulgar en /kl/, así que evoluciona de la
misma manera.
E J: VĔT(Ŭ)LU >  éklu >  élo >  jéo >
bjéžo]
• El grupo /gn/ > [] > //.
E J: LĬGNA > léna > léa]

Cuando los grupos estudiados están en posición implosiva (final de palabra o


de sílaba tras síncopa), el resultado palatal se evita y a veces se mantiene la
[].
E J: FRAXĬNU > fráseno > frésno > frésno]
PĔCTINE > pét’ne > péne]
VŬLTURE >  ót’re > bwítre]
PĬGNORA > pén’ra > péndra > péndra > prénda]

 Palatalización de velares iniciales de sílaba

1. PALATALIZACIÓN DE /k/
El fonema latino /k/ tuvo siempre dos alófonos: [k] ante /a/ y vocales velares;
[] ante vocales palatales. En latín vulgar la asimilación prosigue y se agudiza,
de modo que aquella variante palatalizada se convierte en una auténtica palatal [ĉ],
que posteriormente dará [ŝ] en algunas áreas (incluida España). El proceso se
completa con la fonologización de esas variantes: /k/:/ŝ/.
/k/ < Ka,o,u, QU
/ŝ/ < TY, KY, Ke,i
Cuando el nuevo fonema /ŝ/ se encuentra en posición intervocálica se ve sujeto
a lenición y sonoriza en //.
E J: CĬRCA > é rka > ŝérka]
CAELU >é > ŝjélo]
FACĔRE > 
VICĪNU > beíno]
Los grupos /kk/ y /sk/ seguidos de vocal palatal evolucionaron a la geminada
[ŝŝ] que se simplificó tras la lenición en el fonema /ŝ/.
E J: FLACCĬDU > láŝjo]
PĬSCES > péŝes]

2. PALATALIZACIÓN DE /g/
El fonema velar sonoro /g/ disponía también de variantes palatales cuando iba
seguida por cualquier vocal palatal. Estos alófonos acentuaron su carácter palatal
en la última época del latín hasta convertirse en la fricativa palatal sonora [y]. Así
pues, los alófonos de /g/ se fonologizaron: [g] > /g/, [g] > /y/.
 En castellano: el fonema /y/ se mantiene en posición inicial de palabra, donde
confluye con el resultado de I-.
E J: GĔMMA > yéma]
GYPSU > yéso]
IACET > yáe]

A pesar de ello sufre bastantes alteraciones:


a) En sílaba átona , el grupo /ye/ se sustituye por /e/ por analogía con el modelo
«sílaba tónica = /yé/ ~ sílaba átona = /e/» procedente de la diptongación (ej:
ĔQUA > /yégua/~/eguál/ < AEQUĀLE).
E J: GERMANU > *yermáno > ermáno]
IANUARIU > *yenéro > enéro]
GELARE > *yeláre > elár], pero GĔLU > yélo]
b) Ocasionalmente, /y-/ se pierde por disimilación con otra /y/.
EJ: IAIŪNU > *yayúno > ayúno]
c) Ante vocal velar, /y-/ cambia a veces en /ž/.
EJ: IŪSTU > *yústo > žústo]
e,i
En posición intervocálica, el resultado de G no confluye con el de -I- (la
geminada /yy/), sino que da un fonema simple /y/ que se pierde por efecto de la
lenición:
E J: DĬGĬTU > *déyeđo > déđo]
FRĪGĬDU > *fríyeđo > frío]
SAGĬTTA > *sayétta > saéta]
Precedida de consonante, /g/ + vocal palatal suele evolucionar
a //, salvo si la consonante que la precede es /n/: en ese caso,
junto al resultado //, aparece //.
E J: ARGILLA > aría]
GĬNGĪVA > enía]
RINGĔRE > reír]

 Evolución de las geminadas

En español, uno de los efectos del proceso de lenición fue la palatalización de las
geminadas latinas /ll/ y /nn/, así como el paso a vibrante múltiple de /rr/. En
efecto, las líquidas no pudieron sufrir el mismo proceso de lenición que el resto de
las consonantes (TT > t, T > d, D > đ), ya que las simples /l/, /n/, /r/ no sufrieron
cambios y, de haberse simplificado las geminadas, ambos resultados habrían
confluido. Así pues, la simplificación de /ll/, /nn/ y /rr/ se vio acompañada de
cambios adicionales.

• La geminada -LL- palataliza en //.


EJ: GALLU > gáo]
• La geminada -NN- palataliza en //.
EJ: ANNU > áo]
• La geminada -RR- se convierte en /
/.
EJ: TŬRRE > tóe]
Pero, además, también la R- pasa a ser //, siguiendo una coherencia «/r/
en posición fortis > // ~ /r/ en posición lenis > /r/» que no siguen las otras
geminadas. Sí ocurre así en port., donde /l-/, /ll/ > /l/ ~ /-l-/ > Ø; y en cat.,
donde /l-/, /ll/ > // ~ /l/ > /l/.
Los cambios en las geminadas no se producen si quedan en posición implosiva;
en ese caso, se neutralizan con los fonemas simples.
EJ: JOHANNE > žwán]
PĔLLE > pjél]
CARRICĀRE > kargár]

 Palatalización por yod secundaria

Las palatalizaciones más tardías son las producidas por una yod surgida en
romance por la diptongación de la /é/ latinovulgar. Es el caso del verbo llevar,
del lat. LĔVĀRE, en el que la [j] procedente de la diptongación de la /é/ palataliza
la /l/ y luego se extiende a las formas en que la /e/ no es tónica.

Forma latina Primer resultado Regularización



LĔVĀRE le ár
e ár
 
LĔVO
é o é o
 
LĔVAS
é as é ás
LĔVAT  
é a é a

LĔVĀMUS le ámos
e ámos

LĔVATIS le áđes
e á
 
LĔVANT
é an é an
Correspondencia entre los signos de la AFI y los de la RFE.

Consonantes

Descripción AFI RFE


FRICATIVA (APROXIMANTE) BILABIAL
 

SONORA
Fricativa (aproximante) dento-
 đ
interdental sonora
Fricativa (aproximante) velar sonora  g
Fricativa palatal sonora 
(
) y
Fricativa prepalatal sorda  š
Fricativa prepalatal sonora  ž
Africada prepalatal sorda  ĉ
Africada palatal sonora  ŷ
Africada dentoalveolar sorda  ŝ
Africada dentoalveolar sorda
 ŝŝ
geminada
Africada dentoalveolar sonora  

Lateral palatal 

Lateral velar  ł
Nasal palatal  

Nasal labiodental  

Sonido palatalizado  k

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