Noah and The Great Flood Spanish PDA
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presenta
Noé y el
Gran
Diluvio
Escrito por: E. Duncan Hughes
contándole
a la gente acerca
de Dios. Nadie
escuchó.
Noé tenía mucha fe. Él le creyó a
Dios aunque nunca había llovido. De
pronto, el arca estaba
lista para llenar con
provisiones.
Ahora venían los animales. Dios
trajo siete de algunas especies y dos
de otras.
Pájaros grandes y pequeños, bestias
chiquitas y altas se dirigían hacia
el arca.
Quizás la gente insultaba a Noé
mientras que cargaba a los
animales. Ellos no dejaron
de pecar contra Dios.
No pidieron permiso
para
entrar al arca.
Finalmente
todos los
animales y
pájaros
estaban abordo.
“Sube al arca,”
invitó Dios a Noé.
“Tú y tu familia.”
Noé, su
esposa, sus
tres hijos,
y las
esposas de
ellos entraron al
arca. Luego, ¡Dios
cerró la puerta!
Después
vino la lluvia.
Un chaparrón
enorme mojó la
tierra por cuarenta
días y cuarenta noches.
Agua llenó las
ciudades y los pueblos.
Cuando dejó de llover,
hasta las montañas
estaban bajo agua. Todo
lo que respiraba aire
había muerto.
Mientras que el agua
subía, el arca flotaba
encima. Por ahí era
oscuro adentro, tal
vez el arca se movía
mucho y tal vez daba
miedo. Pero el arca
protegió a Noé del
diluvio.
Luego de cinco meses de
inundación, Dios mandó
un viento secador.
Lentamente, el arca
vino a
parar
alto en
las montañas de Ararat.
Noé se quedó adentro
cuarenta días más
mientras el agua iba
bajando.
Noé mandó un cuervo y una paloma
por la ventana abierta del arca.
Como no encontró un lugar seco en
donde descansar, la paloma volvió a
Noé.
Una semana más
tarde, Noé probó
de nuevo.
La paloma volvió
con una oja de
oliva en el pico.
La semana siguiente,
Noé supo que la
tierra estaba seca
porque la paloma no volvió.
Dios le dijo a Noé que era tiempo
de irse del arca. Juntos,
Noé y su familia
descargaron los
animales.
¡Cuán agradecido se habrá sentido
Noé! Construyó un altar y adoró
a Dios quien le había salvado
a él y a su familia del
terrible diluvio.
Dios le dió
a Noé una
promesa
maravillosa.
Nunca más
mandaría un
diluvio para
juzgar el pecado
humano.
Dios dio
un gran
recuerdo de
su promesa.
El arcoiris
era la señal de
su promesa.
Noé y su familia encontraron
nuevos lugares donde vivir.
Con el paso del tiempo,
sus descendientes
re-popularon
la tierra entera.
Todas las
naciones del
mundo vinieron
de Noé y sus
hijos.
“Noé y el Gran Diluvio”
se encuentra en
Génesis 6-10