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Ocularcentrismo

Este artículo analiza cómo el ocularcentrismo se estableció como el paradigma dominante en la modernidad y continúa influyendo en la construcción de ciudades. Luego, utilizando los avances de la antropología sensorial, propone un proyecto multisensorial para habitar la ciudad que facilite interacciones diversas alejadas de las formas normalizadas. Finalmente, concluye que cuestionar la taxonomía sensorial occidental dominante podría permitir experiencias urbanas más inclusivas que valoran todos los sentidos por igual.

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Ocularcentrismo

Este artículo analiza cómo el ocularcentrismo se estableció como el paradigma dominante en la modernidad y continúa influyendo en la construcción de ciudades. Luego, utilizando los avances de la antropología sensorial, propone un proyecto multisensorial para habitar la ciudad que facilite interacciones diversas alejadas de las formas normalizadas. Finalmente, concluye que cuestionar la taxonomía sensorial occidental dominante podría permitir experiencias urbanas más inclusivas que valoran todos los sentidos por igual.

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ARTÍCULOS

Cuadernos de Trabajo Social


ISSN: 0214-0314

http://dx.doi.org/10.5209/cuts.60741

Multicorporalidad frente a ocularcentrismo: de la ciudad ojo-individuo a la ciudad


sensorial-participada
Laura Moya Santander1; José Ángel Bergua Amores2; Marcos Ruiz Pérez3

Recibido: 25 de junio de 2018 / Revisado: 05 de julio de 2018 / Aceptado: 28 de enero de 2019

Resumen. Algunos autores/as, como Jay (1988, 2003, 2007, 2008), Levin (1988, 1993) o Jenks (1995), han investigado
acerca de la influencia del ocularcentrismo en la cultura occidental. Otros/as, como Pallasmaa (2006), han especificado
esta influencia en el ámbito arquitectónico y urbanístico. Finalmente, a partir de la década de los ochenta, la antropología
sensorial cuestionó el visualismo del pensamiento y cultura occidentales, haciendo hincapié en trascender este sesgo
con el fin de conectar con la experiencia cultural de los sujetos no occidentales. Sin embargo, y atendiendo a los
avances en esta última disciplina, las taxonomías de los sentidos en las culturas responden a un orden cultural y social
determinado por la asignación de mayor o menor valor a nuestros sentidos. ¿Y si cuestionamos dicha taxonomía
ocularcéntrica dentro de nuestra propia cultura occidental, valiéndonos de las experiencias de los cuerpos que resisten
a dicha jerarquización?
En este artículo se analiza cómo se gestó el ocularcentrismo en la Modernidad y cómo continúa siendo el principal
paradigma en la construcción de las ciudades. Más tarde, atendiendo al desmontaje de dichas taxonomías de la mano
de la antropología sensorial y utilizando la multiplicidad de tecnologías que en nuestro tiempo permiten la sinestesia
e interdependencia de los sentidos, se presenta un proyecto multisensorial para habitar la ciudad. Este proyecto tiene
por objetivo facilitar a los participantes habitar los espacios urbanos de maneras diversas, alejadas de las formas
normalizadas de interacción.
Palabras clave: ocularcentrismo; ciudad; sentidos; cuerpo; diversidad

[en] Multicorporality against ocular-centrism: from the visual/individual city to the


sensory/participative city
Abstract. Certain authors, such as Jay (1988, 2003, 2007, 2008), Levin (1988, 1993) and Jenks (1995), have investigated
the influence of ocular-centrism in Western culture. Others such as Pallasmaa (2006) have specifically considered this
influence in the architectural and planning context. Finally and since the 1980s, sensory anthropology has questioned
the visualism of Western thought and culture, emphasising a need to transcend this bias in order to connect with the
cultural experience of non-Western subjects. However, and taking into account the advances of the latter field, cultural
taxonomies of the senses follow a cultural and social order that is determined by the assignment of greater or lesser
value to our senses. But we may use the experience of bodies that resist this hierarchical process to question the ocular-
centric taxonomy present in our own Western culture.
This article analyses how ocular-centrism was managed in modernity and how it remains the main paradigm in the
construction of the cities. The paper then presents a multisensorial project for inhabiting cities based on the dismantling
of said taxonomies through sensory anthropology, making use of the range of contemporary technologies that permit
synaesthesia and the interdependence of our senses. The aim of this project is to enable participants to inhabit urban
spaces in diverse ways that differ from the normalised forms of interaction.
Keywords: ocular-centrism; city; senses; body; diversity

Sumario: Introducción. 1. El ojo desencarnado y la supresión de la corporalidad. 2. Ocularcentrismo en la arquitectura


y el planeamiento urbano. 3. Multicorporalidad y sinestesia de los sentidos. 4. Una acción multisensorial en la ciudad.
5. Conclusión. 6. Referencias bibliográficas.

1
Universidad de Zaragoza, España

[email protected]
2
Universidad de Zaragoza, España

[email protected]
3
[email protected]

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128 Moya Santander, L.; Bergua Amores, J. A.; Ruiz Pérez, M. Cuad. trab. soc. 33(1) 2020: 127-140

Cómo citar: Moya Santander, L.; Bergua Amores, J. A.; Ruiz Pérez, M. (2020) Multicorporalidad frente a
ocularcentrismo: de la ciudad ojo-individuo a la ciudad sensorial-participada, en Cuad. trab. soc. 33(1), 127-140.

Introducción4 productos y espacios (Assaro, 2000), la cre-


ciente importancia del marketing participativo
Lo participativo es un concepto cada vez más (que aprovecha el viejo hábito del boca-a-bo-
presente en las sociedades de este siglo, aunque ca), la inteligencia colectiva que encontramos
realmente su empuje comenzó en las últimas en internet (Rheingold, 2002), el procomún
décadas del siglo pasado. Es el caso de la po- colaborativo (Rifkin, 2014) - tanto el tradicio-
lítica, donde la participación viene insistiendo nal como el actual (Hess y Ostrom, 2011)- ,
en el corazón de las democracias avanzadas, las redes de intercambio de distintas clases de
desde los núcleos de intervención participativa bienes y servicios que funcionan al margen de
(Dienel y Harm, 2001), ideados en Alemania la lógica del capital, etc. Por otro lado, la par-
allá por los 1970, hasta los presupuestos par- ticipación no solo ha disuelto, en cada uno de
ticipativos que Portoalegre comenzó a ensayar los ámbitos mencionados, la distinción jerár-
en los años 1980 (Genro y Souza, 2000), pa- quica entre élites y gentes, sino que las propias
sando por el asambleísmo de los nuevos mo- distinciones funcionales de ámbitos también
vimientos sociales y el reconocimiento en la han saltado por los aires. Es lo que ocurre, por
alta política del derecho a decidir en un amplio ejemplo, cuando confluyen la política, las artes
abanico de asuntos. Igualmente es el caso de la y la investigación (Laister y Lipphardt, 2015).
investigación social, tanto con la Investigación Finalmente, tampoco conviene olvidar que lo
Acción Participativa (o PAI si subrayamos más participativo, no solo es un instrumento cada
todavía la participación) (VV.AA. 1995) o las vez más apetecible en las políticas públicas y
variantes de Análisis Institucional (Hes y Sa- la investigación social, a veces en alianza con
voye, 1988), además de la clásica observación el marketing, el arte, etc., para gestionar más
participante. eficazmente el orden, pues también está pre-
La participación no solo es importante en sente, quizás desde siempre, en un amplio aba-
la investigación, incorpore o no la interven- nico de prácticas resistentes o instituyentes6.
ción, sino que es cada vez más importante en La causa de la gran presencia que ha alcan-
la propia intervención social e, incluso, inelu- zado el hábito participativo en múltiples cam-
dible en alguna de sus modalidades, como la pos bien podría tener que ver con la razón epis-
acción comunitaria5 (Marchioni, Morin y Ála- temológica que desgranara Ibáñez (1985). Por
mo, 2013). Igualmente está presente en cierto un lado, partía del hecho de que la investiga-
arte contemporáneo que, habiendo desborda- ción social forma parte de un estilo de autoins-
do algunas de sus características principales, titución heterónomo o jerárquico por el que las
ha desembocado en el “fin del arte” (Danto, élites políticas y económicas encargan a las
2012). Es lo que ha ocurrido cuando se ha des- élites científicas que produzcan conocimiento
hecho el esquema autor/espectador (Rancière, acerca de las gentes, con la intención de usarlo
2008), se combinan o directamente se olvidan para emprender acciones que también tomarán
los soportes tradicionales e, igualmente, cuan- a las gentes como objeto. Por otro lado, este
do se estimulan respuestas colectivas (Lad- estilo de autoinstitución se caracteriza por el
daga, 2010; Bourriaud, 2006), gran parte de hecho de que acompaña a procesos de incre-
ellas participadas. Tampoco hay que olvidar la mento de complejidad del orden, logrado con
presencia de la participación en el diseño de la liberación de distintos componentes de la

4
Agradecemos al colectivo mundoCRIP todo el tiempo compartido en estos años, los talleres, las sesiones de trabajo, las acciones
¡y las que todavía quedan!
5
Nos referimos al concepto de acción comunitaria tal y como lo plantean Llena y Úcar (2006), entendiéndolo como un tipo de
acción social, de un marco conceptual amplio, polisémico y diversificado que ni es el ámbito de la especialización ni el sujeto/su-
jeto de estudio de una profesión o disciplina concreta de lo social. Es, por lo tanto, la acción comunitaria, un “crisol diversificado
de enfoques, perspectivas y contenidos y (…) un cruce o punto de encuentro de diferentes teorías, prácticas y tradiciones tanto
disciplinares como profesionales” (Llena y Úcar, 2006, p. 19).
6
Un magnífico ejemplo de esto es el “artivismo” del movimiento de los trabajadores sin tierra (MST) brasileño en alianza con
intervenciones artísticas en la línea del arte relacional de Bourriaud (2006). Téngase además en cuenta que el Movimiento de los
trabajadores sin tierra aporta un importante componente místico (Flynn, 2016).

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sociedad, que, sin embargo, las élites políticas, el dominio, después de haber utilizado otros
en alianza con las científicas, intentan contro- medios, en la actualidad, aunque resulte para-
lar y reducir a base de investigación científica dójico, logra efectuarse a base de participación
y decisiones políticas o económicas para que (Demo, 2009; Bergua, 2011). De aquí emerge
el orden no se les vaya de las manos. un escepticismo similar al que el propio Ibáñez
Precisamente las distintas perspectivas de mostró respecto al grupo de discusión (otra
la investigación han ido apareciendo e incre- técnica que prometía lo contrario de lo que ha-
mentando su potencia, a medida que se libe- cía) y al que otros han manifestado respecto a
raban diferentes partes o componentes que, las técnicas antropológicas (Tyler, 1911).
si bien aumentaban la complejidad, también Aunque en este artículo nos adherimos con-
producían un mayor y peligroso montante de vencidos al habitus participativo que late en
incertidumbre, lo cual exigía investigaciones gran parte de la actividad experta contempo-
e intervenciones de las élites cada vez más ránea, también creemos que es necesario tener
sofisticadas para asegurar el (su) orden fren- en cuenta las limitaciones que acabamos de
te a ese riesgo. Así, en un primer momento se exponer, derivadas de los usos que suele reci-
liberaron los individuos (tanto en el ámbito bir y de las epistemologías que fundamentan
político –con el reconocimiento de derechos los ámbitos funcionales que la acogen. Preci-
civiles y políticos- como en el económico – samente, teniendo bien presentes tales límites,
con la liberación de la fuerza de trabajo-), lo emprendimos una modesta investigación-ac-
cual exigió la puesta en marcha de las técni- ción que, incorporando la participación, se
cas encuadradas en la perspectiva distributiva propuso estimular un habitar corporalmente
(cuya técnica emblemática es la encuesta es- diverso. Lo realizamos el año 2016, en Zara-
tadística), acompañadas por intervenciones y goza, formando parte del colectivo Mundo-
decisiones políticas, también centradas en los crip. Parte de la intervención se incluyó en el
individuos. Luego, le tocó el turno a los gru- Trabajo de fin de Grado que uno de nosotros
pos (a nivel político con el reconocimiento de presentó con éxito para obtener su Grado en
derechos colectivos y en el plano económico Ingeniería de Diseño (Ruiz Pérez, 2016) y que
al reconocer la importancia de las relaciones más adelante resumiremos.
grupales, tanto en el ámbito de la producción Dicha intervención se apoyó en dos pila-
como en el del consumo), que necesitaron ser res que desgranaremos en los siguientes epí-
investigados con las técnicas de la perspectiva grafes. Por un lado, desde un punto de vista
estructural (como el grupo de discusión). Más teórico, partimos del carácter multisensorial de
tarde entraron en escena los contextos cultu- la existencia individual y colectiva, esquivado
rales (con el multiculturalismo en la política, y mutilado desde profundos pilares de la civi-
la importancia de los valores o éticas en la lización occidental, que a diario reproducen e
producción y las marcas asociadas a altas cua- intensifican el encierro de los cuerpos en un
lidades espirituales en el consumo), hacia los restringido abanico de sentidos y sensaciones.
que se volcaron las técnicas encuadradas en la Por otro lado, para realizar la vocación multi-
perspectiva contextual (como la observación sensorial de los cuerpos y esquivar el encierro
participante o las historias de vida). Finalmen- al que son condenados algunos de sus sentidos
te, se liberaron subsistemas capaces de cambio y sensaciones, también usamos, en el plano
a base de participación y autopoiesis (en los metodológico, como criterio de intervención,
ámbitos mencionados más arriba) que urgieron el “diseño universal” (Design for All) (Holm,
la intervención de técnicas encuadradas en la 2006), con el que se intenta no la adaptación
perspectiva dialéctica. del sujeto a un entorno, sino al revés. En nues-
Por lo tanto, la participación es hoy el ins- tro caso, utilizamos como instrumento el hac-
trumento que sirve para la investigación y el keo urbano (Urban Hacking) (Di Siena, 2011)
consiguiente control de un modo parecido, cuya finalidad es practicar un “urbanismo de
aunque en un nivel de complejidad muy supe- código abierto” para intervenir en un entor-
rior, a como antaño sirvieron los individuos, no ya dado con la intención de cambiar sus
los grupos y las (sub)culturas. Dicho de otro funciones, significados y propiedades. Todo
modo, la liberación de la participación es el ello, incorporando en varios pasos la partici-
modo como los órdenes sociales contempo- pación, piedra angular del flanco metodoló-
ráneos garantizan su autoinstitución en tér- gico de nuestro experimento, a pesar de sus
minos heterónomos o de dominación. O sea, limitaciones.

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El ojo desencarnado y la supresión de la táctiles de la sensibilidad humana en un grado


corporalidad. incompatible con la traducción de todos los
sentidos, la Galaxia Guttenberg aniquila esa
En nuestra cultura, el predominio matriz de sensaciones imponiendo y triviali-
de la mirada frente al olfato, el gus- zando la visión.
to, el tacto y el oído ha propiciado el Por otro lado, conviene tener en cuenta,
empobrecimiento de las relaciones como explica Jay (2008), que una constelación
corpóreas (Luce Irigaray, 1978). de innovaciones técnicas, estéticas, políticas
y sociales, surgidas a principio de la Era Mo-
Los sentidos son interactivos, no meros re- derna, contribuyeron a producir lo que se ha
ceptores pasivos. Sin embargo, como conse- denominado la “racionalización de la vista”.
cuencia de ciertos procesos de jerarquización, Estas innovaciones asumieron dos formas: la
pueden entrar en conflicto (Howes, 2014). An- extensión del alcance y del poder del sistema
tes de dicha jerarquización, hay una completa ocular y el incremento de la capacidad de pro-
interacción de experiencias, una situación de pagar los resultados de maneras accesibles a
“sinestesia” que McLuhan (1985) interpreta en la vista, según este autor. A este respecto, las
términos de tactilidad. Estamos ante un modo tecnologías de difusión, como la imprenta y
de interacción que nada tiene que ver con el otros instrumentos mecánicos, junto con la ex-
que estimula la segmentación de los sentidos tensión tipográfica del ser humano posibilitada
corporales, pues constantemente se traducen con anterioridad, dieron lugar a una ascenden-
unos a otros y son interdependientes. Sin em- cia del sentido de la vista que tuvo múltiples
bargo, si se introduce una tecnología en una repercusiones. Por ejemplo, apareció la aspira-
cultura que da ascendencia a uno u otro de ción de cuantificar visualmente aquello que no
nuestros sentidos, la interrelación se rompe y era visual, como el movimiento o la energía,
el sentido dominante puede anestesiar al resto. siendo este el principio mismo de conocimien-
Diversas innovaciones tecnológicas han to aplicado. Pero, además, lo que caracterizó
provocado ya importantes cambios en las per- a la imprenta fue su mecanización y repetibi-
cepciones. En concreto, como recuerda McLu- lidad, factores que tuvieron repercusión en la
han (1985), nuestra civilización ha pasado de ordenación de la sociedad. En efecto, el princi-
disponer de una cultura de carácter más bien pio mecánico de la repetibilidad y la uniformi-
táctil a tener otra, basada, no solo en la visión dad visual, inherente a la imprenta, se extendió
sino en una visión reducida y linealizada por hasta incluir muchas formas de organización
la escritura, una vez que ese medio de comu- social, siendo esta apropiación la que condujo
nicación se generalizó después de la imprenta. gradualmente a los modos de la producción y
Dicho de otro modo, el sujeto oral, analfabeto, a las formas de administración de las gentes y
tribal y mítico cuyo mundo es implícito, simul- de las cosas que caracterizan al mundo moder-
táneo y continuo, debido a que experimenta en no (McLuhan, 1985). Es el caso, por ejemplo,
términos sinestésicos, fue sustituido por otro de los sistemas panópticos de vigilancia que
alfabetizado, racional e inscrito en otras tramas analizara Foucault (1985), resultado de un jue-
sociales como consecuencia, entre otros cam- go de miradas unidireccional (pues unos ven a
bios, del ascenso del sentido visual. En defi- otros y éstos no ven a aquellos), cada vez más
nitiva, no es solo que la cultura oral haya sido presente en las calles y edificios de nuestras
encerrada en la palabra escrita para pasar a ser sociedades, que sustituyen al ver-y-ser-vis-
cultura impresa (Pallasmaa, 2006), sino que to que se practica entre las gentes en su vida
el ascenso de la visión y el dominio del resto ordinaria (Bergua, 2002). Esta y otras “aplica-
de sentidos han transformado radicalmente el ciones” del encumbramiento de tan reducida
mundo. concepción de la visión están, pues, en la base
Aunque es cierto que el alfabeto fonético de la producción de los individuos e incluso
ya había reducido la percepción al sentido vi- ciudadanos que pueblan nuestras sociedades
sual, en la edad de oro del manuscrito no fue en la modernidad.
capaz de separar del todo lo visual de lo táctil. Antes de estos cambios el mundo era dis-
Esto solo ocurrió con la producción en masa tinto. Aunque hubiera libros y escritura, la
de letras y textos uniformes y repetibles que lectura se realizaba en voz alta y la literatura
se impulsó con la imprenta (McLuhan, 1985). estaba concebida para que fuera conversada
Si el manuscrito conserva los modos audio- con un auditorio. De hecho, partes de El Qui-

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jote están escritas instruyendo al lector sobre riencias sensoriales, con sus particulares mo-
cómo comunicar con sus oyentes (Chartier, dos de explicar el mundo (Romanyshyn, 1993;
1999, pp. 105 y ss.). La producción a gran es- Jay, 2003; Gómez, 2010).
cala, que trajo consigo la imprenta y la alfa-
betización generalizada de las gentes, propició
una lectura silenciosa e individual que encajó 2. Ocularcentrismo en la arquitectura y el
en la sociedad moderna como la mano en un planeamiento urbano
guante (Romanyshyn, 1993). En efecto, el ra-
dical encumbramiento de este tipo de vista, y Como expresa Pallasmaa (2006), la hegemo-
la consiguiente ruptura de la sinestesia de los nía del ojo es un fenómeno bastante reciente,
sentidos, sacrificó el ámbito de las emociones, pues, como cita el autor, en opinión de Lucien
empobreció las relaciones sociales y encumbró Febvre, en el siglo XVI se tocaba, oía y olía
a un individuo, aislado, racional y afincado en mucho más abundante e intensamente que en
un Yo que no ha cesado de crecer y, al paso, la actualidad, y los sentidos correspondientes
de exigir una desmesurada atención a base del eran más importantes. A partir de entonces, fue
creciente bazar de psicofármacos y psicotera- cuando la vista puso su atención en el mundo
pias que proliferan en nuestros días, segura- de las formas con Kepler (1571-1630) y Desar-
mente porque un sujeto así no es posible que gues de Lyón (1593-1662). Por lo tanto, no fue
pueda sostenerse sin esas ayudas. hasta la Modernidad, cuando el ser humano
Por otro lado, la reducción de la experien- desplegó su mirada en detrimento del resto de
cia a un solo sentido, el visual, como resultado sentidos y comenzó así a mutilar el cuerpo y a
de la tipografía y de la imprenta, dio lugar al encerrarse en un mundo más pequeño, homo-
punto de vista o a la posición fija y monoló- géneo y pobre.
gica que es tan habitual en el lector de textos El ocularcentrismo, término que se ha utili-
tipográficos. Se consideró que, cuanto más zado para englobar a los discursos y prácticas
estrechamente se limitan los datos para razo- en los que la visión goza de total hegemonía,
nar acerca de algo, o estos vienen a través del ha sido el paradigma principal de la cultura
mismo canal sensorial, más capaces somos de occidental moderna y se ha aliado a la mayor
alcanzar la exactitud de nuestro razonamiento, parte de las tecnologías que nuestra época ha
a pesar de que, en realidad, este es mucho más desplegado (Levin, 1993). El ocularcentrismo
restringido en su alcance. Tal énfasis en lo vi- es, según Kavanagh (2004), un paradigma o
sual fue el paso preliminar y necesario para in- una epistemología basada en el uso e imposi-
ventar el espacio unificado y la noción de pers- ción de metáforas visuales u oculares. Ha sido
pectiva que utiliza la ciencia, modo de conocer dominante, entre otros ámbitos, en la arqui-
que acostumbra a leer el mundo a través de un tectura, como refleja la teoría arquitectónica
vasto conjunto de datos relativos a ciertos es- que se levantado desde Leon Battista Alberti,
tándares de medida. Crary (1996) explica este basada en la percepción visual, la armonía y
nuevo punto de vista mediante el ejemplo de la proporción (Pallasmaa, 2006). Por eso, el
la cámara oscura. Este artefacto posicionaba al sentido de la vista es el predominante en los
espectador, en una sala carente de luz, com- escritos de los arquitectos del movimiento mo-
pletamente descorporalizado e independiente derno, como en los Le Corbusier (1999, citado
de la representación. Por lo tanto, la cámara en Pallasmaa, 2006), para quien “yo no existo,
oscura implicó una supresión sistemática de la sino a condición de ver”, o “solo se necesita
subjetividad, dado que el espectador queda en ver claramente para entender”.
suspensión (incorpóreo) y separado del mundo Añade Pallasmaa, que la hegemonía de la
observado. Tanto es así, que si algo se gene- visión ha dado lugar a una arquitectura narci-
ró claramente con la escisión del sentido de la sista y nihilista. Por una parte, la arquitectura
vista, fue la división entre el ojo, único sentido se vuelve narcisista cuando se vuelve un juego
capaz de dar conocimiento, y el resto del cuer- intelectual y artístico de autoexpresión y se se-
po, retirado al plano de lo no medible, de lo no para de las relaciones con otros ámbitos, valo-
mesurable, de lo no real. Fue esta cabeza sin res e incluso juegos de la vida colectiva. Por
cuerpo, reflejo de la escisión de los sentidos, otro lado, la arquitectura nihilista es aquella
la que generó la supresión de la corporalidad que, en lugar de reforzar la experiencia centra-
en la tradición visual dominante en Occidente, da en el cuerpo y la experiencia integrada del
dejando en el limbo una amplia gama de expe- mundo, aísla el cuerpo y hace imposible una

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significación de carácter colectivo, provocan- anónimas e indefinidas potencias instituyentes


do así que la arquitectura se convierta en un que activan las gentes
viaje visual carente de significado. Pero, ade-
más, este paradigma ocularcéntrico también
ha tenido influencia en la planificación urbana. 3. Multicorporalidad y sinestesia de los
Los procesos de planeamiento han favorecido sentidos
al ojo idealizado y descorporizado, siendo los
principios funcionalistas de la zonificación y Me siento a mí mismo en la ciu-
el planeamiento, así como las visiones alta- dad y la ciudad existe a través de mi
mente idealizadas y esquemáticas, reflejos de experiencia encarnada. La ciudad y
esta higiene óptica (idem). Por eso, también, el mi cuerpo se complementan y se de-
predominio de la visión en la arquitectura y el ben uno al otro. Habito en la ciudad
planeamiento urbano ha dado lugar a ciudades y la ciudad habita en mí.
con edificios-imagen que adoptan la estrategia Maurice Merleau-Ponty, 2000.
del marketing y de la publicidad (idem).
Aunque la teoría arquitectónica ha tendido La Postmodernidad, encabalgándose a una lí-
a considerar el espacio como un objeto disocia- nea de fuga ya presente en la propia Moder-
do de un sujeto, el espacio todavía exige que se nidad, se caracteriza por desbordar el imperio
le entienda a partir de las interacciones e inte- de la visión (Hernández, 2007). El modelo de
rrelaciones dinámicas entre los propios sujetos visión estable, fijo, inmóvil y descorporaliza-
y sus otras potencias sensoriales (De Certeau, do de la “cámara oscura”, comenzó a ser cues-
1990). Esto lo acepta en parte cierta arquitec- tionado en discursos filosóficos, científicos
tura que concibe su obra como inseparable de y tecnológicos que dieron importancia a una
la experiencia ampliamente entendida (Pallas- percepción fisiológica e insertada en el cuerpo
maa, 2006), pues no solo produce objetos, sino (idem). Y, pese a que esta atención a lo corpo-
que relaciona, media y proyecta significados. ral, en una primera etapa, puso al cuerpo como
Ya no estamos ante una colección de imáge- objeto de observación científica en el que ver-
nes retinianas aisladas, sino ante experiencias ter su saber-poder, también puso en primer
arquitectónicas significativas, con encuentros plano la subjetividad del observador, cuestio-
e interacciones, que nos permite tener una ex- nando al ojo desencarnado. Así fue como, de la
periencia de nosotros como seres corporales mano de estos planteamientos y de las nuevas
en el mundo. Entiende esta arquitectura que, tecnologías de la postmodernidad, tuvo lugar
cuando uno se acerca a un edificio, su cuerpo la crisis del ocularcentrismo moderno.
se aproxima, se encuentra, se relaciona con él Como expresa Howes (2014), le damos
y se mueve a través de él. El espacio, por lo sentido al mundo, no solo con el lenguaje sino
tanto, es más un espacio vivido que un espa- a través de nuestros sentidos y sus extensio-
cio físico y el espacio vivido se caracteriza por nes. Tradicionalmente, las prolongaciones de
trascender la geometría y la mensurabilidad nuestros sentidos, herramientas y tecnolo-
(idem). Este otro modo de entender el habitar gías7, han sido sistemas cerrados e incapaces
que defiende cierta arquitectura tiene el mérito de interacción, pero en nuestra era electrónica,
de reconciliarse con el habitar cotidiano y es- la instantaneidad y la coexistencia de dichas
pontáneo de las gentes pues es también de esa extensiones, de nuestros sentidos y de dichas
clase. Por lo tanto, esta clase de arquitectura tecnologías, ha requerido una interacción y
permite que lo instituido se reconcilie con las coexistencia de nuestros sentidos corporales y

7
Sobre este asunto, como es de sobra conocido, el debate viene de lejos y es profundo. Según Heidegger (1994, pp. 9-37), quien
representa el punto de vista más pesimista, la técnica, en tanto que poiesis, provoca en la naturaleza, sociedad, psique, etc., un
desocultamiento destinado a suministrar energía o utilidad porque está en el ser del hombre su deseo de desocultar. Sin embargo,
es posible que con su técnica y ciencia el hombre se equivoque con lo no oculto y lo malinterprete, lo cual hará que sea negado un
hacer salir de lo oculto más originario y la exhortación de una verdad más original para que el hombre ingrese en la suprema dig-
nidad de su esencia. Según Mumford (1998, p.66), la equivocación consiste en pensar que “renunciando a una parte considerable
de su humanidad podría alcanzar la divinidad. Más optimista, Simondon (1989, pp. 241-266) dice que el objeto técnico es, ante
todo, resultado de un acto de invención que exige habilidad para usarlo, pericia para repararlo y, en fin, un conocimiento profundo
de su funcionamiento. En su opinión esta “tecnicidad” es una importante dimensión del ser. Finalmente, Sloterdijk opina que hay
una rivalidad no resuelta entre la alotecnia (geométricamente abstracta y destinada a realizar actividades contranaturales -también
contrasociales y contrasubjetivas-) y la homeotecnia (que colabora y coopera en términos de simbiosis con la naturaleza -lo social
y lo subjetivo- (Sloterdijk y Heinrichs, 2004, pp. 136 y 323).

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de estos con sus extensiones tecnológicas. En do a los grupos mayoritarios se les continúa
general, cuando se introduce una tecnología en asociando con unos sentidos “superiores” que
una cultura, se exterioriza un sentido que as- proporcionan unas sensaciones consideradas
ciende y se externaliza en un medio que provo- “neutrales” (Howes, 2014). Esta desigualdad
ca la ruptura de la interacción y del equilibrio se fundamenta en el olvido o simplemente en
de los sentidos. Sin embargo, en nuestra era la ignorancia de que ninguna descripción de
electrónica, puesto que simultáneamente se in- los sentidos puede ser completa sin hacer men-
troducen masivamente nuevas tecnologías, la ción a las diferencias sensoriales en razón del
externalización de los sentidos es tan amplia género, la etnia, la clase y, más importante aún,
y tan múltiple, que estos coexisten en plena las diferencias corporales.
interdependencia. Por lo tanto, si hasta ahora Ahora bien, dado que cada orden no es
las extensiones tecnológicas de los sentidos neutral sino construido culturalmente y que
han reforzado la hegemonía de la vista, con las dicho orden se convierte en un orden político,
nuevas tecnologías el cuerpo ha desplazado a también cabe que se activen, deliberada o es-
la vista de su posición privilegiada y ha pues- pontáneamente, resistencias a dicho orden. Por
to en un primer plano la corporalidad amplia- eso hay desafíos protagonizados por personas
mente entendida, abriéndose así un mundo de o grupos que difieren de estos valores senso-
sentidos interrelacionados. riales (idem). Como explica Classen (citado en
El giro sensorial en la historia y la antro- Howes, 2014), una técnica utilizada a este res-
pología tuvo lugar en la década de 1980. En pecto ha sido la de la asignación de valores po-
esta época, se sucedieron trabajos que ponían sitivos a rasgos que han sido considerados de
en tela de juicio el visualismo del pensamien- manera negativa, como, por ejemplo, el Black
to y la cultura occidental, haciendo hincapié is beautiful, que contradijo los estereotipos de
en la necesidad de trascender este sesgo con los cuerpos africanos como poco atractivos.
el fin de conectar con la experiencia cultural Estos posicionamientos acerca de los marca-
de los sujetos no occidentales (Howes, 2014). dores sensoriales dieron lugar a un cuestiona-
La antropología sensorial mostró cómo la ex- miento del orden sensorial y social.
periencia sensorial está culturalmente ordena- Del mismo modo, las personas que han
da, reconociendo la contingencia histórica de sido discriminadas por su diversidad funcio-
cualquier taxonomía de los sentidos (Howes, nal8, se han reapropiado del término crip o
2014, p. 17). Por eso los hausa de Nigeria dis- “tullido” para subvertirlo y llenarlo de orgullo
tinguen entre gani o “vista” y ji, que incluye a la vez que para cuestionar los paradigmas de
“escuchar, oler, gustar, palpar, entender y el independencia, normalidad y medicalización
sentir emocional. También en India el Brhada- (McRuer, 2006; Shakespeare, 2008; Guzmán
ranyaka Upanishad, sugiere una lista de ocho y Platero, 2014; Taylor, 2017). Dicho cuestio-
sentidos: 1) prana (órgano de respiración, i.e., namiento de la normalidad, pone el énfasis en
la nariz; también “aliento de vida”); 2) el ór- las atribuciones que les han sido otorgadas a
gano del habla; 3) lengua (sabor); 4) ojo (co- los cuerpos que no han entrado dentro de la
lor); 5) oído (sonidos); 6) mana (pensamiento, construcción de lo normal y que han sido cla-
mente, órgano interno); 7) manos (trabajo); y sificados como deficientes o discapacitados.
8) piel (sentido del tacto). De esta última taxo- Haciendo una crítica a dichas categorías y
nomía, cabe destacar la idea de la mente como desmontando su “naturalización”, basada en
un sentido, ya que se encuentra en oposición a la creación de normas o normalidades autojus-
la división entre mente y cuerpo, tan profunda- tificadas en simples mayorías estadísticas que
mente arraigada en occidente. convierten a ciertos cuerpos en deficientes, la
En términos sociológicos y políticos, te- resistencia crip se apoya en sus experiencias
niendo en cuenta las diversas taxonomías de corporales para subvertir dichas atribuciones
los sentidos en las distintas culturas, podemos y poner el énfasis en la posibilidad de vivir
decir que los sentidos son jerarquizados cuan- el cuerpo de maneras diversas. Entre otras co-

8
Se refiere a personas que con diferentes características biofísicas y, dadas las condiciones de entorno, generadas por la sociedad,
deben realizar las mismas tareas o funciones que el resto de la sociedad de manera diferente. Una misma función, una manera
diversa de realizarla. “Este término considera la diferencia de la persona y la falta de respeto de las mayorías, que en sus procesos
constructivos sociales y de entorno, no tiene en cuenta esa diversidad funcional.” (Romañach y Lobato, 2007, p. 325). Dicho
término fue acuñado por el Foro de Vida Independiente, en 2005, y actualmente es utilizado para referirse a la discapacidad en
nuestro entorno.

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sas, esto implica que si el modo mayoritario tar más sensorial. Para ello, en primer lugar,
de habitar la ciudad, encontrarse con un edi- caracterizaremos la intervención realizada en
ficio y relacionarse con él, tiene que ver con relación con la acción comunitaria que propo-
sujetos reducidos a ojos, a su vez reducidos ne “mundoCRIP”, poniendo el énfasis en la
por la modernidad, por lo que tales sujetos es- importancia de la participación que ha caracte-
tán totalmente descorporalizados y carecen de rizado este proceso. En segundo lugar, explica-
interacción sensorial, es posible descubrir y/o remos la importancia que tiene intervenir para
provocara la aparición sujetos que, con sus ex- la comunidad, en general, en todo proceso co-
periencias encarnadas, muestren otros modos munitario y en relación a los objetivos de esta
de habitar la ciudad y despierten así sus cuali- intervención y de “mundoCRIP”, en particular.
dades multisensoriales. Y, por último, describiremos la metodología y
ejecución de la intervención realizada a partir
del Trabajo de Fin de Grado en Ingeniería de
4. Una acción multisensorial en la ciudad Diseño Industrial de Marcos Ruiz Pérez.
Como explican Llena y Úcar (2016), una
En la acción comunitaria, el papel del Trabajo acción comunitaria es aquella acción social
Social es facilitar la participación, generando que tiene lugar en el marco de una comunidad y
dinámicas colectivas que permitan ir constru- que se distingue por ser interdisciplinar e inter-
yendo una cultura cívica del espacio colectivo profesional. El grupo “mundoCRIP”, así como
(Camps, 2000). Y en este papel, las trabaja- las acciones que ha desarrollado, se caracteri-
doras sociales, como explica Navarro (2000), zan por aunar la participación e implicación de
nunca han de acercarse al modelo “egológi- personas de distintas disciplinas y profesiones,
co” de intervención, en el que la relación es como sucede en esta acción, en cuya iniciativa
jerárquica sujeto-objeto, sino que han de con- se involucran profesiones y disciplinas como
vertirse en dispositivo de emancipación, me- la Ingeniería de diseño industrial, el Trabajo
diante una relación horizontal sujeto-sujeto Social, el Arte o la Sociología, entre otras. Así
que es recíproca y que hace a sus participantes mismo, la acción comunitaria, como su propio
interdependientes en la transformación. Así, nombre indica, hace referencia al contexto de
en la acción comunitaria, es imprescindible la comunidad, en el que la intervención se re-
comprender el Trabajo Social no como un fin fiere a la “dinamización de relaciones sociales
en sí mismo, sino como un medio (García y de cooperación entre los miembros de un de-
Rendueles, 2017), que no abogue por la in- terminado ámbito de convivencia en la ciudad”
tervención social jerárquica que viene de la (Carmona y Rebollo, 2009, p.7). En nuestro
ingeniería social, sino por una investigación caso, aunque la intervención que describimos
participativa que tenga compromiso con la a continuación se sitúa en un lugar concreto
praxis; es decir: que sea herramienta de acción de la ciudad por las características físicas del
para transformar esas realidades (Fals Borda, espacio, el proceso participativo que tiene lu-
1993). A partir de estos compromisos nace, en gar en “mundoCRIP”, aúna la dinamización de
2015, el grupo de investigación-acción “mun- las relaciones entre personas de la ciudad de
doCRIP”, con la intención de llevar a cabo Zaragoza, no acotando la participación a los
acciones comunitarias a partir de la investiga- miembros de uno u otro barrio o espacio de la
ción participativa que hace posible indagar en ciudad, pero sí buscando la mayor diversidad
las perspectivas que tienen los diversos suje- corporal que habita la ciudad.
tos, según sus experiencias en la ciudad, y que Como ya mencionamos al inicio de este ar-
construyen conocimiento. tículo, la participación es eje central y estraté-
El colectivo “mundoCRIP”, formado por gico de la acción comunitaria y, por lo tanto, de
cuerpos diversos del ámbito artístico, asocia- la metodología de dicho proceso. Según expli-
tivo y universitario, ha llevado a cabo varias can Marchioni, Morín y Álamo (2013), dicha
acciones para impulsar un habitar multicorpo- participación en estos procesos se sistematiza
ral en la ciudad de Zaragoza. De entre ellas, a partir de la teoría de los tres círculos, deno-
en esta ocasión expondremos brevemente la minados “núcleo”, “colaboradores parciales” e
investigación-acción que este colectivo, gra- “informativo”. El grupo “mundoCRIP” se ini-
cias al Trabajo de Fin de Grado de Marcos cia a comienzos de 2015 mediante reuniones
Ruiz Pérez (2016), realizó en la ciudad de periódicas de entre seis y ocho asistentes que
Zaragoza, con la intención de avivar un habi- constituirían el grupo “núcleo”, o al que deno-

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minamos en su momento “grupo motor”9. Este Como explican Marchioni, Morín y Álamo
grupo, que compondría el primer círculo según (2013), la acción comunitaria es una propuesta
esta teoría, se compone de aquellas personas interesante y necesaria para cualquier territo-
que toman la iniciativa de poner en marcha el rio o comunidad que no necesariamente ha de
proceso, garantizando el trabajo inicial. Entre encontrarse en una situación crítica o de nece-
mediados y finales de 2015, se decide invitar sidad. O lo que es lo mismo, como dicen estos
a participar a más gente, apareciendo así nue- autores, la acción comunitaria es necesaria y
vos miembros en el círculo 110 (personas que realizable también para la población en gene-
se incorporan al “grupo motor” o “núcleo”), y ral, haciendo posible el papel activo de la ciu-
creándose los círculos 2 y 3, grupo de “cola- dadanía. Por ello, si bien en esta acción aten-
boradores parciales” e “informativo”, respec- demos en el proceso de investigación a ciertos
tivamente. Así, el “grupo motor”, lo comple- sujetos, cuyas experiencias en la ciudad esca-
mentan, a partir de finales de 2015, un grupo samente son tenidas en cuenta (personas con
de “colaboradores parciales”11 que participan diversidad funcional), la ejecución de dicha
en las sesiones y talleres, que se desarrollan acción se planifica, organiza y realiza teniendo
una vez al mes hasta mediados de 2016, y que en cuenta el interés que puede suscitar para la
se compone de aquellas personas que, com- población en general, dado que la finalidad de
partiendo los objetivos e intereses del “grupo la intervención realizada se dirige a cualquier
motor” o “núcleo”, participan en el proceso habitante de la ciudad de Zaragoza que desee
de manera provisional o discontinua; es decir, probar dicho experimento. Con ello, precisa-
acudiendo a algunas (muchas o pocas) de las mente, damos cabida a lo que este experimen-
sesiones y los talleres que se llevan a cabo en to participativo puede suponer en la diversidad
este periodo.12 Mientras que el grupo “infor- funcional. Un giro ontológico14 que alberga la
mativo” lo componen aquellos miembros que, misma y que no se refiere a la tradicional po-
no pudiendo o no queriendo participar del pro- sición asistencialista de intervenir para apor-
ceso, reciben la información del mismo con tar/adaptar a la diversidad funcional, sino, al
la premisa de que las situaciones cambian y contrario, aportar a la población en general, di-
pueden querer unirse a una participación ac- versas maneras de habitar la ciudad desde las
tiva en el proceso. El proceso de participación perspectivas que “otros” cuerpos tienen en los
mediante reuniones y talleres se desarrolla espacios que habitan. Y de esta manera, con la
hasta mediados de 2016 y, como todo proceso apertura que supone atender a “otras” perspec-
de participación es dinámico, tal dinamismo tivas de habitar la ciudad, facilitar contar con
también se ve reflejado en las situaciones de ellas a la hora de construir ciudad. Por lo tanto,
las personas que forman este proceso, dándose la intervención que aquí se describe se encuen-
incorporaciones y abandonos en cada uno de tra en sincronía con los propósitos de “mundo-
los círculos13. CRIP”, entendiendo que de lo que se trata es

9
El impulso de este proyecto y que, por lo tanto, forman en su inicio el “grupo motor”, viene de la mano de docentes e investiga-
dores de las áreas de Trabajo Social y Servicios Sociales y de Sociología de la Universidad de Zaragoza, así como de una artista,
experta creativa, los cuales inician este proceso mediante reuniones mensuales, que comienzan en febrero de 2015, y que tienen
por finalidad discutir y reflexionar acerca de paradigmas de diversidad funcional, creatividad, arte como herramienta de transfor-
mación social, participación, urbanismo, etc.
10
Algunas de las personas invitadas a colaborar se muestran muy interesadas en el proyecto “mundoCRIP”, por lo que deciden
implicarse en mayor grado y pasan a formar parte del grupo motor o “núcleo”. Es el caso de personas relacionadas con el ámbito
asociativo, el artístico, el activismo, la arquitectura o la ingeniería de diseño industrial, que junto con el grupo motor inicial, se
reúnen cada quince días, entre diciembre de 2015 y junio de 2016, para elaborar los contenidos se las sesiones mensuales con el
grupo de “colaboradores”.
11
Este grupo se inicia con la asistencia de 20 personas de los ámbitos asociativo, artístico, universitario, económico y político-admi-
nistrativo. Sin embargo, estos dos últimos ámbitos quedan escasamente representados en las sesiones participativas, puesto que su
afluencia a las mismas es menor, por lo que pasan a formar parte del grupo “informativo”. Pese a que la afluencia de los miembros
del grupo de “colaboradores parciales” varía de una sesión a otra, esta suele rondar las 12-18 personas.
12
Las sesiones y talleres que tienen lugar mensualmente, entre diciembre de 2015 y junio de 2016, pueden consultarse en el siguien-
te blog: http://mundocrip.blogspot.com/
13
Para conocer con más detalle el proceso participativo que tuvo lugar dentro de “mundoCrip” atendiendo a la sistematización de
la práctica en Trabajo Social, léase Gargallo (2016).
14
Nos referimos al “giro ontológico” entendiéndolo como una herramienta metodológica que no somete al “otro” a los marcos de
referencia del pensamiento moderno occidental, aceptando las ontologías propias de este “otro”, con la finalidad de producir co-
nocimiento (Henare, Holbraad y Wastell, (2007, citado en Grados, 2015). Es decir, buscando conocer la perspectiva de ese “otro”
o, como diría Pink (2009, citado en Grados, 2015), su “cosmopercepción”.

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de poner encima de la mesa las diversas per- Así, el trabajo de fin de grado también uti-
cepciones que tienen los sujetos de la ciudad lizó, teniendo en cuenta esa experiencia selec-
y de su habitar, no reproduciendo categoriza- cionada, la metodología Journey Mapping con
ciones dicotómicas como “capacitado”-“disca- la cual exploramos todas las posibilidades que
pacitado”, sino, más bien, desarrollando pro- nos ofrecía la ciudad.
cesos de investigación-acción que cuestionen Esta metodología, permite que la persona
estos conceptos mediante las perspectivas de se ponga en el lugar de los vecinos, desde dis-
sujetos con diversas condiciones corporales y tintos puntos de la ciudad, y que experimente
mentales15. qué se siente al caminar y pararse por parques,
Para esta acción, partimos de una muestra plazas y calles. Con esta metodología y con
de carácter estructural (De Lucas, 1995, pp. el objetivo de llamar la atención y convocar
109 y ss.), que constaba de seis colaboradores a la participación, seleccionamos una zona de
que formaban parte del grupo “mundoCRIP” gran afluencia de personas situada en el Casco
y que cruzaban representación de varias va- Viejo de Zaragoza. Igualmente elegimos una
riables: distintos tipos de diversidad funcio- zona colindante, más reducida y con abundan-
nal (auditiva, visual, intelectual, mental y fí- tes estructuras sólidas que facilitasen el juego
sico-orgánica), grado de diversidad funcional de sonoridades.
(alta, media, baja), si es adquirida o congénita, Finalmente, la intervención también utilizó
edad, género y distrito (distinguiendo 6 zonas de un modo participado la técnica Storyboard
de la ciudad en total). A esta muestra, aplica- (Ruiz Pérez, 2016, p.18). Puesto que nuestra
mos el Cultural Probes (Ruiz Pérez, 2016, p. idea de intervención era dinamizarla a base de
16), en el que la creatividad es la herramienta retroalimentación, decidimos complementar
principal que permite conocer las actividades la acción con la reacción que produce en los
cotidianas de las personas en contextos reales. protagonistas y en el entorno la exposición de
En concreto, el participante se convierte en viñetas, dibujos o narraciones que retratan y
reportero de su actividad diaria y elabora un desarrollan los resultados o efectos de la esti-
diario centrándose en un objetivo determina- mulación y de las posteriores respuestas.
do. Los participantes, preferiblemente median- La culminación de todos estos pasos fue la
te vídeo pero también con mensajes de texto, construcción de un prototipo. Se trata de un
audio o dibujos (según fuese accesible para dispositivo que, mediante ultrasonidos, detec-
cada persona), exponen una escena en la que ta la posición del usuario al rebotar la señal en
muestran con un pos-it aquello que les pare- un obstáculo. Una vez registrada la señal, esos
ce positivo o negativo en su interacción con el datos se usan para convertir en una señal acús-
entorno urbano16. De entre estas ideas selec- tica la distancia restante hasta el obstáculo.
cionamos de modo participado una, intentando Para ello, el dispositivo emplea sonidos cortos
cumplir nuestro objetivo principal: hacer de y agudos con una frecuencia concreta. Cuanto
Zaragoza una ciudad más habitable en térmi- más cerca se encuentre el usuario del obstácu-
nos multicorporales. En concreto se decidió lo, más alta será esa frecuencia, de forma que
prestar atención a un sujeto con diversidad vi- el usuario obtiene así la posibilidad de contro-
sual, que decía “escuchar las paredes”. Se re- lar su distancia hasta el mismo
fería al hecho de escuchar el sonido que rebota El principal objetivo del prototipo es mate-
en las paredes y que, de esta forma, le permite rializar, de un modo participado y en diferen-
orientarse, saber dónde acaba la calle o notar tes pasos, el deseo de invitar a los habitantes
dónde hay garajes o huecos en las paredes. Por de Zaragoza, en principio a quienes estaban
lo tanto, mediante este método descubrimos, cierto día y hora en el lugar elegido -pero la
entre otras, esta experiencia corporal. A partir idea es ampliar espacial y temporalmente la
de ahí, de lo que se trata es de discutir la inter- invitación- a relacionarse con el espacio de
vención más adecuada y desarrollarla. una manera distinta a como lo hacen habitual-

15
Por primera vez en este texto se hace referencia a la dicotomía cuerpo-mente con la intención de visibilizar que no solo nos esta-
mos refiriendo a las condiciones corporales, si no que se albergan estos mismos planteamientos también para las diversas condi-
ciones mentales. No obstante, simplemente se hace referencia a esta dicotomía para aclarar lo dicho, puesto que, nos referimos a
lo “corporal”, en el sentido de que son nuestros cuerpos los que habitan los espacios y no hay en ellos una división entre cuerpo,
percepción y emoción (Escribano, 2012).
16
Los seis colaboradores tuvieron tres días para enviar al menos tres escenas en las que contasen dichas experiencias en interacción
con el entorno urbano.

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mente, activando otras funciones corporales y, práctica, ha tenido como criterio fundamental
sobre todo, otra organización de las distintas la percepción, proporción y armonía visual.
funciones. Teniendo en cuenta que, como se Por su parte, el planeamiento urbano ha parti-
explicó anteriormente, la arquitectura y el pla- do también de ese ojo desencarnado para dis-
neamiento urbano, han privilegiado al ojo des- poner los usos y funciones de la ciudad.
corporeizado, desligado del resto de sentidos Sin embargo, la arquitectura y la ciudad,
corporales, esta intervención intentó desvincu- no son simple ni realmente una colección de
lar el habitar de la ciudad de una percepción imágenes o lugares por los que transitar aten-
únicamente visual y desatar así una sinestesia diendo únicamente a la percepción visual. Lo
de los sentidos. En concreto, se prestó atención que distingue a la arquitectura de otras artes
al sonido (el que desprende el dispositivo y el es la posibilidad de interactuar, por lo que la
propio del entorno), pero también al tacto (de reacción corporal es un aspecto inseparable de
los obstáculos del recorrido) y al olfato (del la experiencia arquitectónica. En efecto, cuan-
ambiente, característico de dichas calles del do uno se acerca a un edificio, su cuerpo se
Casco Viejo). Pero es que, además, las perso- aproxima, se encuentra, se relaciona con él y
nas que participaron, confesaron sentirse en- se mueve a través de él. El espacio, por lo tan-
tusiasmadas al encontrar más formas de rela- to, es un espacio vivido más que un espacio
cionarse con el entorno (Ruíz Pérez, 2016). En para ser visto.
fin, que alejarse de las formas normalizadas de Ahora bien, ¿cuáles son las consecuencias
relación es una forma de placer o de diversión. de que la visión haya sido desplazada por otra
clase de tecnologías como ocurre en la actua-
lidad? Si hasta ahora las herramientas y tecno-
5. Conclusiones logías modernas y postmodernas han sido pro-
longaciones que han reproducido la hegemonía
La interacción de los sentidos y su externali- de sistemas cerrados, incapaces de interacción,
zación en forma de tecnologías nos posibilitan en la actualidad, gracias a las tecnologías de la
la relación con el entorno, dando significado a información, se ha estimulado una interacción
este y a nosotros dentro del mismo, pero cuan- y coexistencia de nuestros sentidos corporales
do se da ascendencia a uno de nuestros senti- entre sí y de todos ellos con sus extensiones
dos, la sinestesia y la interdependencia entre tecnológicas.
ellos, se rompe y esto puede servir de anestési- Por otro lado, que la experiencia sensorial
co a los demás sentidos. esté cultural y socialmente jerarquizada, que-
En la Modernidad, las innovaciones tecno- dando ocultado o en estado latente el carácter
lógicas como la imprenta, de carácter repetible construido (y, por lo tanto, contingente) de
y uniforme, favorecieron el predominio del tal o cual jerarquía, implica también el hecho
sentido visual y la ruptura de la sinestésica. de que los grupos mayoritarios son asociados
Más tarde, con la incorporación de las tecnolo- a unos sentidos “superiores” y que, una vez
gías modernas que han seguido priorizando lo borrado el carácter contingente de esa supe-
visual se ha producido una división entre el ojo rioridad, tales sensaciones sean consideradas
(descorporeizado y objetivo, único capaz de “neutrales”.
dar conocimiento) y el resto de sentidos corpo- Afortunadamente, puesto que cada orden
rales y subjetivos. Todo este complejo tecno- social es construido, es lógico que haya re-
lógico, aunque en alianza con otras influencias sistencias no solo espontáneas o no del todo
socioculturales, también ha estimulado el ais- conscientes, sino también con una voluntad de
lamiento del individuo moderno, ya que la vis- cambio deliberada. En concreto, existen desa-
ta nos separa del mundo, mientras que el resto fíos protagonizados por personas o grupos que
de sentidos nos acerca a él. difieren de los valores sensoriales convertidos
El ocularcentrismo resultante, plenamente en hegemónicos. Se ha utilizado una técnica de
instalado en la modernidad y postmodernidad, resistencia: la de asignar valores positivos a los
se caracteriza por ser un paradigma o episte- rasgos tradicionalmente considerados como
mología en el que la visión, que goza de total negativos. En este sentido, la reapropiación de
hegemonía, se ha vuelto dominante en múlti- la palabra crip (“tullido”, “tarado”, etc.) por
ples ámbitos. Entre otros, la arquitectura y el unas personas discriminadas por su diversidad
planeamiento urbano. Efectivamente, la arqui- funcional, ha subvertido la jerarquía haciendo
tectura, tanto en su vertiente teórica como en la que esa posición subalterna se llene de orgullo.

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Esta resignificación ha dado lugar a distintas bida al giro ontológico desde las perspectivas
clases de cuestionamiento del orden. de sujetos con diversas condiciones corporales
Si vivimos en una época que cada vez más (en este caso concreto, sensoriales), las cuales
decididamente trata de desmontar bastantes producen conocimiento y que transformamos
de los presupuestos fundacionales de la Mo- en acción, con la intención de cuestionar los
dernidad, ¿cómo no desmontar las categorías planteamientos dicotómicos tan arraigados en
estancas y las normas que definen de un modo nuestra cultura occidental.
tan estrecho la salud? y ¿cómo no discutir las La acción comunitaria, lleva en su génesis,
interacciones de nuestros sentidos y de estos transformar la sociedad en la que vivimos. A
con las distintas tecnologías? menudo, la acción social se enfoca hacia in-
En este artículo, hemos resumido como tervenciones jerárquicas y asistenciales para
ejemplo de ello un original e innovador pro- resolver necesidades de aquellos que han sido
yecto de Trabajo Fin de Grado que, mediante clasificados como “esos”, “otros”, “discapa-
el uso de las tecnologías como formas de ex- citados”. Sin embargo, en la acción social, no
ternalización de nuestros sentidos, nos permite se suele atender al carácter más estructural
la interacción e interdependencia de nuestros de estas relaciones de poder y que derivan,
sentidos. Dicho proyecto tuvo por objetivo entre otras cuestiones, de las dicotomías que
facilitar, de un modo participado y en varias clasifican a ese “otro” y que niegan sus ex-
fases, que las personas intervinientes en la periencias y perspectivas. Precisamente, es a
acción tuvieran la posibilidad de experimen- partir de la investigación participativa inicia-
tar cómo nuestros sentidos, externalizados en da en “mundoCRIP”, la que ha hecho posible
formas de tecnologías, nos permiten habitar atender a estas perspectivas, que producen
los espacios de maneras diversas, y cómo se conocimiento, y el cual se convierte en he-
genera una amplia gama de experiencias de rramienta de acción en la praxis de la acción
los cuerpos en el entorno. Con ello, damos ca- comunitaria.

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