Introduccion La Revolucion de La Pildora

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TEMAS DE LA ARGENTINA KARINA FELITTI

colección dirigida por


JUAN SURIANO LA REVOLUCIÓN
DE LA PÍLDORA

Sexualidad y política en los sesenta


Felitti, Karina
La revolución de la píldora : sexualidad y
política en sesenta . - 1a ed. - Buenos Aires :
Edhasa, 2012.
224 p. ; 19x13.5 cm.

ISBN 978-987-628-165-2
Índice
1. Comportamiento Sexual. I. Título
CDD 306.7

Introducción .................................................................................... 9

Capítulo 1. Un país vacío en un mundo sobrepoblado................... 19


La “explosión demográfica”...................................................... 29
Miradas del centro y la periferia............................................... 35
Natalidad en la Argentina de los sesenta ................................ 41
Una política nacional de población ......................................... 48
Realización de cubierta: Eduardo Ruiz
Diseño de interior: Juan Balaguer y Cristina Cermeño Capítulo 2. Una decisión privada en las políticas públicas............. 61
La modernización autoritaria .................................................. 64
Primera edición: mayo de 2012
La planificación familiar al banquillo ...................................... 71
La Argentina en las conferencias internacionales .................... 79
© Karina Felitti, 2012
© Edhasa, 2012
Capítulo 3. Innovaciones anticonceptivas y debates médicos......... 89
Córdoba 744 2º C, Buenos Aires Avda. Diagonal, 519-521. 08029 Barcelona
[email protected] E-mail: [email protected] Entre la geopolítica y la liberación femenina .......................... 90
http://www.edhasa.com.ar http://www.edhasa.com Las píldoras llegan a Buenos Aires............................................ 101
Discusiones científicas, enfoques políticos ............................. 103
La anticoncepción como solución al aborto ............................ 107
ISBN: 978-987-628-165-2
Capítulo 4. Experiencias pioneras de planificación familiar........... 123
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita
de los titulares del Copyright bajo las sanciones establecidas en El trabajo con sectores populares y sus dilemas ....................... 125
las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio
o procedimiento, comprendidos la reprografía
La Asociación Argentina de Protección Familiar ...................... 131
y el tratamiento informático y la distribución de ejemplares El Centro Villa Mitre ................................................................ 139
de ella mediante alquiler o préstamo público.
Impactos de las disposiciones restrictivas................................. 145
Impreso por Elías Porter & Cia. S.R.L.

Impreso en Argentina Capítulo 5. El mundo católico ante la paternidad responsable ...... 153
Humanae Vitae: un anuncio esperado y sorpresivo .................. 163

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8 LA REVOLUCIÓN DE LA PÍLDORA

Divinas coincidencias ............................................................... 167


Revisiones posteriores ............................................................... 178
Del dicho al hecho.................................................................... 181 Introducción

Una revolución para no concluir..................................................... 189


Nota de la autora ............................................................................. 199
Fuentes y Bibliografía....................................................................... 205 A partir de la segunda posguerra, como consecuencia del soste-
I. Fuentes................................................................................... 205 nido aumento de la tasa de natalidad en algunas regiones y de
Entrevistas (por fecha) ............................................................. 210 una importante disminución de la mortalidad posibilitada por
Publicaciones periódicas ........................................................... 211 los adelantos técnicos y científicos de la comunicación y el
Historietas................................................................................. 212 transporte, las mejoras en la salud pública y los cambios en la
Películas .................................................................................... 213 nutrición y la dieta, la población mundial comenzó a crecer de
Páginas web............................................................................... 213 manera extraordinaria. Esta situación se convirtió muy pronto
II. Bibliografía ........................................................................... 214 en un tema de debate y preocupación por el temor que generaba
el agotamiento de los recursos existentes y un deterioro ambien-
tal que comprometería cualquier plan de desarrollo futuro. Estas
advertencias afectaban a los Estados Unidos y a otros países de-
sarrollados que temían por el colapso de sus sistemas de seguri-
dad social y la radicalización de sus sectores marginados, pero
tomaban características más dramáticas cuando se referían al
Tercer Mundo. Los procesos de descolonización y la creciente in-
fluencia del bloque socialista hacían pensar que los bajos índices
de desarrollo social y económico multiplicados por la “explosión
demográfica”, terminarían por desestabilizar la economía capi-
talista y el sistema de valores e ideales de la cultura occidental.
Al mismo tiempo, una buena parte de la población occiden-
tal cambiaba sus pautas de conducta y generaba mecanismos de
regulación demográfica como respuesta a nuevos escenarios so-
ciales y culturales que hacían emerger otros valores, creencias y
deseos para la vida privada y la intimidad. En gran parte de
Europa y en los Estados Unidos comenzaban a evidenciarse una
serie de cambios en las relaciones de género y los modelos fami-
liares, especialmente en las zonas urbanas y entre los estratos so-
ciales medios y altos. El incremento de la soltería, el retraso en
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10 LA REVOLUCIÓN DE LA PÍLDORA KARINA FELITTI 11

la edad de matrimonio, la postergación del primer parto y la re- el desarrollo de nuevas tecnologías anticonceptivas. De este
ducción del número total de hijos –gracias a la planificación fa- modo, se intentaba dar respuesta a la agenda que planteaba la
miliar y sus dispositivos tecnológicos–, así como la expansión de “explosión demográfica” y al mismo tiempo, a las demandas de
las uniones consensuales y de los nacimientos extramatrimonia- las parejas –y especialmente de las mujeres– con respecto a la re-
les, el alza de los divorcios y la diversificación de las estructuras gulación de la natalidad. La aparición de la píldora anticoncep-
familiares, fueron algunos ejemplos de este proceso conocido tiva en el mercado norteamericano en mayo de 1960 y su rápida
como la segunda transición demográfica.1 diseminación por el resto del mundo debe situarse en este com-
Por el contrario, en la mayor parte del denominado Tercer plejo escenario. En una época en la que cobraron visibilidad nue-
Mundo la situación demográfica era diferente. De ahí que para vos modelos de relación entre varones y mujeres, cambios en las
los organismos internacionales y los países centrales el problema configuraciones y vínculos familiares y pautas más abiertas en
no fuera tanto el crecimiento de la población como dato global términos de moral sexual, la píldora pudo ser interpretada como
sino quiénes eran concretamente los que más se reproducían. En un símbolo de la liberación sexual femenina o como una nueva
los análisis de este fenómeno el aumento de la natalidad se aso- herramienta del imperialismo, es decir, como una respuesta a las
ció con la perpetuación de la pobreza, la desnutrición, el analfa- demandas del feminismo y de las mujeres que deseaban contro-
betismo y la inestabilidad política. Como nadie podía admitir lar su fecundidad con un método propio y de esa manera desvin-
que la solución fuera retornar a los altos índices de mortalidad cular el coito de la reproducción, o una contestación directa al
del pasado, la planificación familiar comenzó a pensarse como problema de la “explosión demográfica” y su amenaza al sistema
la alternativa más rápida y efectiva para revertir esta tendencia capitalista.
que auguraba un futuro sombrío. Tal como se afirmaba en el re- Mientras el boom de la población se volvía una obsesión en
conocido foro de la American Assembly: el mundo desarrollado, en la Argentina lo que inquietaba era la
situación inversa: la sostenida caída de la natalidad. Esta preo-
Una reducción de la fecundidad haría que el proceso de cupación no era nueva, desde los inicios de su historia como na-
modernización fuera más rápido y seguro, aceleraría el ción moderna el estigma de ser un “país vacío” acompañó a dis-
aumento del ingreso, suministraría más rápidamente la tintas generaciones de políticos, médicos, militantes católicos, y
posibilidad de una ocupación productiva a todos los especialmente a las mujeres, quienes tuvieron que hacer frente a
adultos que necesitan trabajo, haría más fácil el logro de diversas normativas que les recordaron el deber de perpetuar la
una educación universal y tendría el efecto obvio e inme- “raza” y cumplir con su rol de madres amorosas y esposas abne-
diato de proporcionar a las mujeres de los países de bajo gadas como prenda de ciudadanía.3 Para la segunda posguerra la
ingreso algún alivio en la constante sucesión de embara- cantidad de habitantes se volvió un factor geopolítico de primer
zos, partos y cuidado de los hijos.2 orden, aunque en una ecuación opuesta al diagnóstico de los or-
ganismos internacionales y de las agencias de ayuda económica
La confianza puesta en la planificación familiar motivó el surgi- estadounidenses. No se trataba de disminuir la población para
miento de organismos abocados a este tema y elevó el interés en alcanzar mejores niveles de desarrollo sino de aumentarla y de
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ese modo, potenciar el crecimiento económico y defender la so- Este escenario hizo que de manera contraria a lo que acon-
beranía nacional. Muchos creían que una Argentina “despobla- tecía en otros países, en donde los propios gobiernos o los movi-
da” en un mundo cada vez más superpoblado sería una “presa mientos de mujeres apoyaban los programas de planificación fa-
fácil” para los países necesitados de recursos naturales y excedi- miliar y la difusión de anticonceptivos entre la población, en la
dos de habitantes. Estas ideas hicieron que desde el Estado no se Argentina el impulso a estas iniciativas surgió del campo médi-
asumieran acciones específicas a favor de la planificación fami- co. Frente al problema de salud pública que ocasionaban los
liar, al principio sin apoyar los programas que iban surgiendo abortos clandestinos, producto de la ilegalidad de su práctica, y
desde la sociedad civil y manteniendo un discurso fuertemente en algunos casos, ante un incipiente compromiso en la promo-
natalista y a partir de 1974, con medidas concretas que obstacu- ción del derecho de las parejas, y especialmente de las mujeres, a
lizaban la libre decisión de las parejas sobre su fecundidad. decidir sobre su fecundidad, muchos/as profesionales asumieron
A su vez, como ocurría en otros lugares del mundo, en Bue- la planificación familiar como tarea ineludible. Lo mismo suce-
nos Aires se hicieron cada vez más visibles los cambios cultura- dió con otras personas que desde la acción social o incluso la mi-
les que auspiciaban transformaciones en los roles y relaciones de litancia religiosa, comprendían las múltiples dificultades que
género, los modelos familiares y las consideraciones y compor- ocasionaba un embarazo no buscado.
tamientos en el terreno de las sexualidades. Este proceso que Este libro propone analizar las primeras experiencias de pla-
había comenzado a esbozarse en los últimos años del peronismo, nificación familiar en la Argentina y los debates que generó la di-
a mediados de los cincuenta, tuvo sus particularidades. A dife- fusión de la píldora anticonceptiva en los años sesenta, identifi-
rencia de lo que sucedía en los Estados Unidos, Francia e Ingla- cando las tensiones entre las consideraciones geopolíticas del
terra, que en los sesenta contaban con un movimiento feminista control de la natalidad y su formulación como derecho humano.
de fuerte presencia pública, incluso en los ámbitos universita- En este sentido, los debates sobre los modernos métodos anti-
rios, en la Argentina las primeras organizaciones feministas se conceptivos y las primeras experiencias de planificación familiar
formaron recién a comienzos de la década de 1970. La “nueva iz- se asientan en las discusiones de la segunda posguerra sobre la
quierda” tampoco asumió las demandas por la liberación sexual “explosión demográfica” y sus vinculaciones con las teorías del
como propias. Para muchas agrupaciones –especialmente aque- desarrollo económico, la defensa que hicieron de su soberanía
llas que se fueron volcando a la lucha armada– la igualdad entre los países latinoamericanos y la emergencia de alternativas polí-
varones y mujeres iba a ser consecuencia directa del proceso de ticas que confrontaban con el sistema capitalista y planteaban
transformación radical que se perseguía y no una cuestión por la un nuevo modelo de sociedad. Al mismo tiempo, se consideran
que se debía luchar específicamente. Por otra parte, la “moral re- las significativas transformaciones que introdujo el Concilio
volucionaria” era estricta, ya fuera por motivos de seguridad o Vaticano II en la Iglesia católica y el modo en que las cuestiones
porque se pensaba que la “revolución sexual” era una distracción de género, reproducción y sexualidad se incluyeron en las dispu-
burguesa, y el control de la natalidad tampoco era bien visto ya tas entre sus representantes más favorables a los cambios dentro
que los hijos constituían la retaguardia de la revolución y daban de la institución y los más reacios a ellos. Del mismo modo, los
motivos para la lucha.4 discursos y experiencias de regulación de la natalidad se vincu-
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lan con la emergencia de un nuevo modelo de familia –de menor fueron objeto de indagación de muchos contemporáneos. A su
tamaño, relaciones más democráticas entre los miembros de la vez, por su condición de capital del país y sus características de-
pareja y entre padres e hijos y expectativas crecientes de progre- mográficas, sociales y culturales, fue la ciudad que el Centro
so material y de consumo–; un mayor protagonismo de las mu- Latinoamericano de Demografía (CELADE) eligió para sus in-
jeres en el campo educativo, laboral y político, junto a los recla- vestigaciones comparativas en América Latina. Los resultados de
mos de autonomía que esos nuevos lugares auspiciaban; y pautas estas encuestas permiten presentar información estadística rele-
más flexibles en el terreno de la moral sexual que habilitaban vante que se combina con otras fuentes cualitativas que analiza
comportamientos –como las relaciones sexuales prematrimonia- este libro: informes y normativas oficiales, declaraciones de las
les– que demandaban también prácticas anticonceptivas eficien- Naciones Unidas, estudios académicos, documentos eclesiásti-
tes. Así se establece una relación, no unívoca pero sí relevante, cos, ensayos, manuales, notas de prensa, programas televisivos,
entre la “revolución sexual” y la “revolución anticonceptiva”, al películas y entrevistas. Estas últimas fueron una herramienta
tiempo que ambas son también puestas en vinculación con la imprescindible para reponer la información faltante y cotejar la
idea de “revolución social y política” que caracteriza a este pe- que surgía de los otros registros. Todas ellas fueron de carácter
ríodo y que terminó recibiendo una respuesta implacable por abierto, a personas que otras evidencias me revelaban como po-
parte del terrorismo de Estado en los años setenta. sibles “informantes clave” por su papel protagónico en algunos
En este recorrido se presentan dos momentos claves. El pri- de los campos de indagación que aquí planteo.
mero es el año 1968, en el que tienen lugar la declaración de las La historia de la anticoncepción nos muestra que desde hace
Naciones Unidas que postula a la planificación familiar como muchísimos siglos la humanidad ha procurado contrarrestar el
un derecho humano (Conferencia de Derechos Humanos de potencial reproductivo del acto sexual recurriendo a diversos
Teherán) y el anuncio de la encíclica Humanae Vitae, documen- medios y estrategias. Estas prácticas y los discursos que las ro-
to del Papa Pablo VI que confirma la prohibición de todos los dean están relacionados con la estructura económica, política,
métodos y prácticas de regulación de la natalidad con excepción social y cultural de cada época y lugar, con el modelo de familia
de la abstinencia sexual. El otro año crucial es 1974, cuando por que se tiene por deseable, las creencias religiosas vigentes, la po-
primera vez en su historia, el Estado argentino impuso medidas sición social de las mujeres y la disponibilidad de conocimientos y
restrictivas sobre la venta de anticonceptivos y prohibió las acti- medios para controlar la natalidad. Las diferencias de clase, nivel
vidades de planificación familiar en las dependencias públicas educativo, etnicidad, nacionalidad, creencias religiosas, edad, pro-
por medio de un decreto (n.º 659/74), que permaneció vigente fesión, género y sexualidad hacen que las posibilidades de elección
hasta diciembre de 1986. varíen según cada caso. De ahí que decisiones y prácticas que pa-
El escenario principal de análisis es Buenos Aires, histórica- recieran restringidas a la intimidad terminen situándose en el es-
mente la puerta de entrada de las novedades mundiales y refe- cenario de lo público y respondan a mandatos que exceden la vo-
rencia clave para pensar la transición demográfica, dado el peso luntad individual. Cuando un gobierno se propone estimular
numérico de su población en las estimaciones globales. Los cam- ciertos nacimientos, impedir otros o establecer un número ideal
bios sociales y culturales adquirieron allí una dimensión única y de hijos/as por familia, ya sea por razones económicas, políticas,
16 LA REVOLUCIÓN DE LA PÍLDORA KARINA FELITTI 17

eugenésicas o religiosas, la tensión entre el derecho a la regula- materia de anticoncepción aunque evita dar cuenta del debate
ción de la natalidad que posee cada persona y las prerrogativas previo, la crisis que causó su documento y las posibilidades de
que asumen los estados en materia de población se hacen mani- contestación que desde allí en adelante se habilitaron. Estos
fiestas. Ya sean pronatalistas o fiscalizadores de la fecundidad, de años de ambigüedades y restricciones dejaron marcas negativas
manera explícita o implícita, los gobiernos despliegan medidas que aun persisten, pero también vieron surgir acciones compro-
que inciden de manera significativa sobre la ciudadanía, y co- metidas con lo que entonces se denominaba planificación fami-
bran especial magnitud en los cuerpos femeninos, en las condi- liar y que con el tiempo fue ampliándose para dar cuenta de los
ciones de autodeterminación sexual y reproductiva de las muje- derechos sexuales y reproductivos de todas las personas, más allá
res, volviéndolas objeto de políticas nacionales e internacionales de su situación de emparejamiento, género, clase, etnia y edad.
que no siempre coinciden con sus deseos y aspiraciones.5 De ahí que visibilizar esta historia en un contexto en que las po-
Este libro busca reconstruir y analizar los distintos discursos líticas de sexualidad y reproducción cobran protagonismo, como
que operaron sobre la regulación de la natalidad en los años se- demostró la aprobación del matrimonio entre personas del
senta, desde una pluralidad de voces y experiencias. Sus páginas mismo sexo en julio de 2010, la media sanción de una ley de
están tramadas en el rigor científico de la investigación histórica identidad de género y el debate legislativo sobre la despenaliza-
y vivenciada políticamente desde mi lugar como mujer, feminis- ción y legalización del aborto pendiente para 2012 quiera ser
ta y madre. Por un lado se trata de dar a conocer un tema esca- también un aporte desde la academia al activismo político, en pos
samente explorado por la historiografía, con el propósito de vol- de lograr un orden de género más justo, en la historiografía y en
ver sobre la década de 1960 desde un enfoque que ilumina la vida cotidiana, basado en un paradigma de igualdad de dere-
aspectos menos transitados de la política, la sociedad y la cultura chos que respete y valore las diferencias de todas las personas.
argentina de entonces.6 A su vez, este trabajo propone contribuir
al debate actual sobre los derechos reproductivos, presentando
una historia que permita conocer cómo fue que se tramaron ar- Notas
gumentos y creencias que hicieron y hacen difícil la implemen-
1 Montserrat Solsona, “La segunda transición demográfica desde la perspec-
tación de las leyes y programas vigentes a nivel nacional y han
tiva de género”, en Montserrat Solsona (ed.), Desigualdades de género en los viejos
demorado hasta ahora los debates por la legalización y despena-
y los nuevos hogares. Aportaciones al Seminario Gender Inequity in Old and New
lización del aborto. Cuando algunos grupos antiderechos sexuales Household, Madrid, Instituto de la Mujer, Ministerio de Trabajo y Asuntos
y reproductivos –autodenominados Pro-vida– acusan a las actua- Sociales, 1996, pp. 16-47.
2 Ansley J. Coale, “La población y el desarrollo económico”, en The American
les políticas de Estado de estar siendo funcionales al imperialismo
y al control neomalthusiano y algunos legisladores argumentan Assembly, El dilema de la población mundial, Buenos Aires, Troquel, 1967 [1963],
p. 103.
lo mismo en el Congreso nacional, se está volviendo a esos años 3 Karina Felitti, “Entre el deber y el derecho: maternidad y política en la

en los cuales las relaciones entre lo personal y lo político se hicie- Argentina del siglo XX”, en Karina Felitti (coord.) Madre no hay una sola.
ron evidentes. Lo mismo sucede cuando la jerarquía de la Iglesia Experiencias de maternidad en la Argentina, Buenos Aires, CICCUS, 2011.
4 Karina Felitti, “Poner el cuerpo: género y sexualidad en la política revolu-
católica refiere a la prohibición que asentó Pablo VI en 1968 en
cionaria de Argentina en la década de 1970”, en Avital H. Bloch (ed.), Political
18 LA REVOLUCIÓN DE LA PÍLDORA CAPÍTULO 1

and Social Movements During the Sixties and Seventies in the Americas and Europe,
Universidad de Colima, México, 2011, pp. 69-93.
5
Ruth Dixon-Mueller, Population Policy & Women’s Rights. Transforming Un país vacío en un mundo sobrepoblado
Reproductive Choice, Westport Conn, Praeger, 1993; Elizabeth Jelin, “Mujer, gé-
nero y derechos humanos”, en Elizabeth Jelin y Eric Hershberg, Construyendo la
democracia: Derechos humanos, ciudadanía y sociedad en America Latina, Caracas,
Nueva Sociedad, 2006.
6
Este ha sido también el sentido de la obra colectiva que publicamos junto Entre 1890 y 1930 Argentina completó una importante etapa de
con Isabella Cosse y Valeria Manzano, Los sesenta de otra manera. Vida cotidiana, su proceso de transición demográfica, con una baja notable de la
género y sexualidades en la Argentina, Buenos Aires, Prometeo, 2010; y las investi- mortalidad y de los nacimientos que traducía el pasaje de un ré-
gaciones propias de estas colegas: Isabella Cosse, Pareja, sexualidad y familia en los
gimen de fecundidad natural a uno de fecundidad dirigida. En la
años sesenta, Buenos Aires, Siglo XXI, 2010; y Valeria Manzano, The Making of
Youth in Argentina: Culture, Politics and Sexuality (1956-1976), tesis doctoral, década de 1930 la tasa de natalidad descendió de la barrera de
Bloomington, Indiana University, 2009, (inédita). 30 nacimientos por cada mil habitantes, dato usualmente con-
siderado como una señal inequívoca de que la población imple-
mentaba medidas que regulaban la fecundidad. Si en 1895, en la
ciudad de Buenos Aires, una mujer tenía en promedio cinco
hijos al finalizar su vida fértil, en 1936 la mayoría tenía uno o
dos. El mayor descenso en los índices de natalidad se registró
entre 1914 y 1947 y a partir de entonces, sólo hubo dos momen-
tos de repunte. El primero ocurrió entre 1945 y 1955 y fue co-
nocido como el baby boom de la posguerra, que tradujo las fluc-
tuaciones del momento de la nupcialidad y de la fecundidad,
tanto de la población nativa como del importante flujo extran-
jero que había vuelto a recibir el país durante 1947-1954. Entre
1970 y 1980 se produjo el otro repunte momentáneo, atribuido
a la llegada a la edad de matrimonio y de nacimiento del primer
hijo de las generaciones relativamente más numerosas del baby
boom.1
Hasta la década de 1930, la incidencia de la población ex-
tranjera en esta baja fue notable. Entre 1870 y 1915 llegaron al
país más de siete millones de inmigrantes provenientes en su
mayoría del continente europeo. De manera paradójica, ellos
aceleraron el crecimiento de la población de un modo inédito y,
al mismo tiempo, sentaron las bases para la transición demográ-
fica, al trasladar aquí los patrones reproductivos de Europa

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