Pequeña Guia de Huellas de MAMÍFEROS APN

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Guía de Huellas

Rastros y Señales
Mamíferos de los
de los
Parques Nacionales
Pequeñas Guías de Parques Nacionales
03- Guía de Huellas, Rastros y Señales de Mamíferos de los Parques Nacionales

Textos: Mauricio Rumboll

Colaborador: Mauricio Manzione

Siluetas & Mapeo: Marcelo Canevari

Ilustraciones & Diseño Cristian Blanco

Revisión de Textos Pablo Reggio, Mariana Altamiranda, Patricia Plohn,


Maria Victoria Alonso Casellas, Laura Costa Rojo.

Agradecimientos: a la sección mastozoología del Museo de Ciencias Naturales Bernardino


Rivadavia, en especial a David Flores y Sergio Lucero.

2011 Editorial APN ®


Avda. Santa Fe 690 (C1059ABN)
Buenos Aires - Argentina
Tel: (54-11) 4311-0303/6633
www.parquesnacionales.gov.ar

Rumboll, Mauricio
Guia de huellas, rastros y señales de los mamíferos de los parques nacionales /
Mauricio Rumboll; con colaboración de Mauricio Manzziones y Cristian Blanco.
- 1a. ed. - Buenos Aires : Administración de Parques Nacionales, 2011.
52 p. ; 21x15 cm.
ISBN 978-987-1363-19-3

1. Recursos Naturales. I. Manzziones, Mauricio, colab. II. Blanco, Cristian, colab. III.
Título.
CDD 333.7

Fecha de catalogación: 23/06/2011

Hecho el depósito Ley 11.723


1ra edición - 8.000 ejemplares
Buenos Aires - octubre de 2011

Impreso en Argentina
Printed in Argentina

Reservado todos los derechos

Todas las imágenes son Copyright de sus respectivos autores o editores, formando parte del pre-
sente libro con objetivos didácticos. Están incluidas con el solo fin de enriquecer y prestar un mejor
desarrollo de los diferentes temas tratados.
Prohibida la reproducción total o parcial de la presente obra, sin previa autorización de la
Administración de Parques Nacionales.
L
Introducción
os mamíferos en la Argentina tienden a ser crepusculares o noc-
turnos y en sus andares son cautelosos, discretos, esquivos y
huidizos, lo que los hace algo difíciles de ver. Sin embargo, en
sus actividades diarias dejan rastros notorios en el medio que
habitan: mechones de pelos, bosteos, restos de alimentos, marcas en
troncos, y huellas son algunos de los indicios que delatan su presencia.
Las huellas, por ejemplo, son muy fáciles de detectar en suelos
desnudos de vegetación. Estas marcas que encontramos al caminar
por un área pueden servirnos para identificar los animales que viven
allí. Incluso, también cuentan algo más sobre sus interrelaciones, den-
sidad de la población y uso del ambiente, entre otros aspectos de su
comportamiento.

Este libro es una guía que pretende


ser una simple ayuda para acer-
carnos más a la interesante vida sil-
vestre de los mamíferos medianos y
grandes que se distribuyen dentro
del territorio argentino, en especial
dentro de nuestros parques
nacionales, pero de ninguna ma-
nera un tratado sobre huellas de los
mamíferos nativos de Argentina.

La propuesta sencilla de esta obra


es hacer un aporte a la identificación
de estos animales en una zona visi-
tada, mediante las marcas y restos
de su actividad cotidiana. La pro-
puesta mayor es intentar contribuir
a la conservación de nuestra fauna
a partir de su conocimiento, en este
caso a través de las “pistas” que
los mamíferos dejan en el am-
biente en que se desarrollan.

YAGUARETÉ

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 3


Sobre este libro

E sta obra presenta un total de 91 especies continentales grandes,


medianas y pequeñas que dejan huellas y rastros más o menos
conspicuos. Representan alrededor de un 23 % de los mamíferos
actuales encontrados en Argentina.

Está organizado en tres secciones:

1. Los mamíferos y sus huellas: en la primera sección encontrará


información básica sobre las huellas vistas, algunas consideraciones
generales a tener en cuenta y qué datos nos pueden brindar.

2. Información por especies: en la segunda sección encontrará


ilustradas las huellas promedio de cada especie, o cuando difieren, los
miembros anteriores (manos) y posteriores (patas). Las medidas que
aparecen al lado de las improntas son de una huella típica de adulto.
En algunos casos se ilustran series de huellas que forman rastros,
especialmente para ilustrar algún detalle como el arrastre de la cola.

Además de las huellas en sí, se muestran siluetas de las especies


tratadas, un mapa con su distribución dentro del país y se menciona
brevemente el ambiente que frecuentan los animales, lo que nos ayu-
dará a deducir con más precisión la identificación del animal que dejó el
rastro. Por ejemplo, sería imposible que una huella que encontráramos
en las selvas de Misiones sea de guanaco (por distribución), y en ese
lugar, la de zorro debería ser de un zorro de monte y no de zorro gris o
zorro colorado (por el ambiente).

Cada especie cuenta con un juego de íconos que indican: condición,


ambiente y estatus de conservación que nos aportarán información
complementaria para que la identificación sea lo más certera posible.

3. Técnicas para capturar huellas: en la tercera sección se tratan


algunas técnicas para tomar información útil en el campo, para luego
analizar en detalle y con más calma y, de esta manera, tratar de asegu-
rar una mejor identificación o luego como base de una colección parti-
cular.

4
Los mamíferos y sus huellas

S
egún las huellas que dejan, podemos clasificar a los mamíferos
básicamente en tres tipos diferentes (más algunas pocas excep-
ciones):

– Plantígrados que apoyan la planta del pie completo en el suelo (pata


trasera del yurumí).

– Digitígrados que caminan sobre los dedos mismos y donde además se


marca la almohadilla (gatos, zorros, lobitos de ríos, etcétera).

– Ungulados que marcan las pezuñas (pecaríes, ciervos, tapires, etcétera).

– Hay excepciones donde sólo se marcan las uñas (como algunos


armadillos) y los osos hormigueros que marcan los nudillos o el canto de
las manos.

Los pelos entre los dedos de algunos grupos (por ejemplo en liebres y
conejos) se pueden notar en las huellas, borrando en gran medida la
nitidez de las marcas dejadas por el animal.

b
1-ancho total
5 2-largo total a-almohadilla digital
3-ancho almohadilla b-suela y vaina
plantar de la uña
2
4-largo almohadilla
4 plantar
5- distancia extremo a
3
almohadilla plantar/
dedo medio
1
Ungulígrado
Digitígrado (guanaco)
(gato montes)

2
3
4 D
(delantera)

5
Dedo
exterior
1

T
Dedo
interior
(trasera)
Huella pata izquierda

Plantígrado Plantígrado II
(comadreja overa) (oso melero)

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 5


Rastros

L as huellas dejadas por un ejemplar nunca son idénticas entre sí.


Varían primeramente porque las plantas de las patas o “manos”
son ligeramente diferentes entre individuos y cada uno deja su
impronta propia. También varía el sustrato donde anduvo el animal, sea
barro, arena, pedregullo, hojarasca, greda, todos más o menos secos o
mojados. Las huellas reflejan el tipo de movimiento que realiza el ani-
mal al moverse, por ejemplo al correr, galopar, saltar, caminar, trotar,
girar e incluso las variaciones al acelerar, disminuir la velocidad o fre-
nar.

Generalmente, al caminar los mamíferos dejan


todas las huellas separadas (salvo la mayoría de
los ungulados), mientras que al trote simplemente
se alargan los espacios entre huellas y al galope se
muestran series
de las cuatro hue-
llas, bien distan-
ciadas una serie
de otra. Estos ras-
tros son percepti-
bles en terrenos
blandos de me-
dianas a grandes
superficies.
También se da el
caso en algunas
especies que al
andar, las huellas
de las patas se
superponen a las
que recién han
dejado las “manos”
por un “sobrepaso”.

Finalmente, dejan
huellas tanto los
animales jóvenes
como los adultos,
variando así las
dimensiones. En
un rastro dejado
por el pasar de
algún ejemplar,
muchas huellas ni
siquiera se podrán
identificar con
seguridad por ser
borrosas.

6
Referencias de información sobre especies

L as imágenes que se muestran a continuación, y que acompañan según


el caso a cada especie de la presente guía, fueron elaboradas con el fin
de simplificar información clave en cuanto a hábitats y estado de conservación,
para un rápido acceso a dicho conocimiento en campo.

Cartografía
Condición

Nativo: Doméstico: Introducido:


utilizado por el especie foránea
originario hombre como ani- de Argentina que,
de Argentina. mal de cría para con o sin propósi-
aprovechar distin- to, se naturalizó
tos productos o en sectores deter-
simplemente como minados del país.
animal de com-
pañía.

Estatus de conservación

FP A EP
Para la distribución de las es-
pecies (Pág. 39) se utiliza el sec-
tor continental americano del
Fuera de peligro Amenazado En peligro nuevo mapa de la República
Argentina Ley 26.651.

Ambientes

Ambientes Costa de mar Desiertos Estepas


acuáticos

Selvas/ Sierras y
Pastizales
Bosques montañas

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 7


Marsupiales

C omadrejas o zarigüeyas. Las dos primeras zarigüeyas son lentas,


terrestres, arborícolas y a veces hasta acuáticas. Nocturnas, se
refugian en huecos de árboles o cuevas. Ambas tienen manos y patas
con pulgares oponibles y cola prensil con las que se aferran a las
ramas. Esto posibilita sus costumbres arborícolas. Cuando se encuen-
tran seriamente amenazadas, liberan un olor nauseabundo que per-
siste por varias horas en el lugar.

4 cm
Comadreja overa o
picaza
(Didelphis albiventris)
Se ha adaptado a situaciones peri-
urbanas donde se alimenta de los
residuos domiciliarios, por lo cual
su distribución se está expandien-
do. Es principalmente omnívora,
pero puede ser un problema en
gallineros mal cerrados porque
6 cm

T encuentra alimento “fácil” en las


aves de corral.

1,8 cm

Comadreja de
T
orejas negras
(Didelphis aurita)
Es habitante de las sel-
3,5 cm

vas. Se acerca poco a las


viviendas humanas.

8
(Familia Didelphidae)

Comadreja colorada
(Lutreolina crassicauda) D
De color rojizo, prefiere zonas
con pastos, algunos árboles y
lagunas. Generalmente recorre el

2,4 cm
suelo, pero también trepa y
puede nadar y zambullirse.
Durante el día, como otras
zarigüeyas, descansa en huecos T
de árboles grietas o nidos en los
juncales. También construye
madrigueras con ramas y hojas.

Cuica acuática
(Chironectes minimus)
Es una zarigüeya con adaptaciones
especiales para la vida semiacuáti-
ca. Nocturna y solitaria merodea los
ríos y arroyos selváticos en busca
5,5 cm

de alimento. Excelente nadadora


ayudada por sus patas traseras que
presentan grandes membranas
interdigitales. Además, el pelo forma
T una capa impermeable al agua.

Monito de monte (Familia Microbiotheridae)

D
0,8 cm

Monito de monte
(Dromiciops gliroides)
Es un marsupial (como las
zarigüeyas, familia Didelphidae)
pequeño y trepador. Sus deposi-
ciones similares a un rastro de cara-
1,4 cm

col, contienen frutos semidigeridos


con las semillas del quintral. Esta
especie es una de las propagadoras T
de la planta semiparásita.

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 9


Armadillos
N uestros armadillos varían desde el enorme tatú carreta
(Priodontes maximus) con sus 60 kilogramos de peso
hasta el diminuto pichi ciego menor (Clamyphorus truncatus)
de apenas 12 cm de largo y de costumbres casi enteramente
s u b t e r r á n e a s . Va r i a s s o n l a s e s p e c i e s q u e p u e d e n e n c o n t r a r s e
en el campo, principalmente en el norte del país.

Mulita
(Dasypus hybridus)
Habitante típico de pastizales nativos.
3 cm Normalmente no deja impronta de sus
dedos laterales y poco de sus uñas.
Suelen alimentarse de termitas y
hormigas. Para entrar en estos
T hormigueros y termiteros cavan, en la
base, una cueva de boca redonda de
unos 25 cm de diámetro en suelos
arenosos o sueltos.

D
Tatú negro
4,5 cm

(Dasypus novemcinctus)
Se encuentra en selvas,

5,5 cm
bosques de tipo chaque-
ño y sus cercanías.
Mayor que la mulita y de
hábitos alimentarios sim-
ilares, realiza cuevas con
varias bocas de 25 cm de T
diámetro.

D Cueva de peludo Peludo


(entrada) (Chaetophractus villosus)
Además de sus huellas que mar-
can algunos dedos centrales y
4 cm

con poca impresión de uñas, el


mayor indicio de su presencia se
encuentra en sus grandes
cuevas que tienen boca semicir-
3 cm

cular de 30 cm de diámetro.
Tiene el hábito de escarbar y
socavar alrededor de osamentas
T de las que se alimenta.

10
(Familia Dasypodidae)

T
D
Piche llorón
(Chaetophractus vellerosus)
Similar al peludo pero de menor
tamaño. El piche llorón debe su 2,5 cm
nombre a los sonidos que emite
cuando es apresado. También 3 cm
realiza cuevas como el peludo,
pero, como es de esperar, estas
son de un diámetro menor (como
máximo unos 15 cm).
Tatú rabo mole o
D cabasú chaqueño
(Cabassous chacoensis)
T De hábitos cavícolas;
cuando sale de su guarida,
deja sus huellas caracterís-
ticas. De los miembros
delanteros apoya solo las
2,5 cm enormes uñas y la planta
3 cm completa de las traseras.

T
Quirquincho bola
(Tolypeutes matacus)
Como sugiere su nombre, al sentirse ame-
nazado, se enrolla sobre su abdomen D
hasta cerrase y formar una esfera defensi-
va con los escudos del cuerpo. La cabeza
y la cola permanecen como encastrados.
Al desplazarse solo apoya las garras cen- 1,4 cm
trales de las patas delanteras y las uñas de
las traseras.

T
D Tatú carreta
(Priodontes maximus)
El mayor de todos los armadillos
actuales. Es una especie en peligro
real de desaparecer por lo que el
registro de su presencia debe ser
comunicado a la Administración de
Parques Nacionales. Sus cuevas son
enormes: unos 50 cm de diámetro.

7 cm

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 11


Osos hormigueros

E
(Familia Myrmecophagidae)

n realidad, de “oso” no tienen nada. Yurumí (especie terrestre) y


tamanduá-í (principalmente arborícola) serían los nombres de ori-
gen guaraní más apropiados. Esta familia es exclusivamente sudame-
ricana y sus miembros se alimentan de insectos sociales (hormigas,
termitas, avispas) a cuyos nidos acceden mediante aperturas cavadas
con sus garras, uñas que también saben usar muy efectivamente en su
defensa. Para esto se posan erguidos en sus patas y cola formando de
este modo un trípode, moviendo los brazos como una peligrosa hoz.

D
19 cm

Oso hormiguero
(Myrmecophaga tridactyla)
El oso hormiguero se
apoya sobre los nudillos
del puño cerrado, dejando
una huella rarísima con las
manos, mientras que sus
patas las plantan firme-
Termitero
mente.
8,5 cm

Marcas
de zarpas

T
8,5 cm

Oso melero
(Tamandua tetradactyla)
El tamanduá también cierra
su puño, pero apoya el
canto exterior de la mano,
dejando notar sus largas
uñas.
T
8 cm
12
Monos

L
(Familia Cebidae)

as tres especies de monos diurnos encontradas en Argentina son


de ambientes boscosos y selváticos de la Región Chaqueña, las
Yungas y la Selva Paranaense. Totalmente adaptados a la vida
arbórea sus manos, pies y cola prensil son fundamentales
en el desplazamiento entre las copas altas.

Mono caí D
(Cebus apella)
Este es el mono más abundante en
las selvas. Pocas veces baja a tie-
rra donde puede dejar sus huellas
típicas, con una manito parecida a
la humana y el pie con pulgar

8,5 cm
oponible. Más frecuente es encon-
trar en el suelo las hojas de los
caraguatá (bromelias epífitas)
arrancadas, mordidas y chupadas
en la base, como un espárrago.
T

Mono carayá o
aullador negro
(Alouatta caraya)
Es uno de los grandes monos de
Argentina junto al aullador rojo. Vive en
grupos sobre los árboles de selvas y
8,5 cm

D bosques de tipo chaqueños del noreste


del país. A veces descienden de los
árboles para trasladarse caminando
sobre el suelo buscando nuevos montes
dentro de sus territorios.

D
Mono carayá o
aullador rojo
(Alouatta guariba)
Muy similar al aullador negro en
aspecto (excepto la coloración) y com-
8,5 cm

portamiento, esta especie, escasa en


nuestro país, se encuentra amenaza-
da. Vive en las selvas altas del este
misionero, principalmente asociado al
pino Paraná, la araucaria del norte.
T

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 13


Zorros, aguará guazú y perro
V arias especies de esta familia habitan el país y todas dejan huellas
similares. Sus cuatro dedos marcan las uñas que no son retrác-
tiles. Lo que varía es el ambiente que frecuentan y el tamaño de sus
huellas. Siendo omnívoros, muchos dejan heces con pelo, plumas,
semillas y restos de insectos. Los perros, dejan huellas similares a las
especies nativas pero más circulares, que se ven a menudo en el
cemento de las veredas en las ciudades y muestran las uñas más grue-
sas y algo romas. Hay regiones del país donde jaurías de perros cima-
rrones viven en estado silvestre. Las huellas de las especies nativas
son más alargadas con las marcas de los dedos más estrechos y ova-
lados y las uñas más delgadas y en punta. Por el ambiente se podrá
deducir de qué especie se trata. Las nativas suelen dejar sus heces en
lugares algo elevados, por ejemplo montículos y terraplenes.

Zorro gris
5-6 cm

(Lycalopex
gymnocercus)
Es de pastizales,
estepas, montes
abiertos y bajos, y
en los desiertos de
todo el país.

Zorro colorado
(Lycalopex. culpaeus)
6-10 cm

Frecuenta bosques
patagónicos, estepa
arbustiva, regiones
montañosas cordille-
ranas y las Sierras
Grandes de Córdoba.
Es el de mayor ta-
maño después del
aguará guazú.

T
14
(Familia Canidae)

Zorro de monte
4,5 cm

(Cerdocyon thous)
Vive principalmente
T en ambientes selváti-
cos y boscosos.

9 cm

Aguará guazú

8,5 cm
(Chrysocyon brachyurus)
Es el zorro de mayor tamaño,
habita los pastizales húme-
dos de tipo chaqueño.
Solitario o en pareja.
T

D
4,3 cm

Zorro vinagre
(Speothos venaticus)
Restringido a la selva
misionera, es el más
4,5 cm

pequeño de nuestros
zorros y el más gre-
gario. Presenta los
dedos 3 y 4 unidos por
T una membrana.

Perro doméstico
(Canis lupus familiaris)
3-10 cm

Presenta una gran varie-


dad de tamaños en sus D
huellas debido a las
diferentes dimensiones
que presenta la especie. T

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 15


Felinos menores
V arias especies de gatos menores dejan huellas similares entre sí,
de forma algo circular con los dedos distribuidos en una suerte de
círculo alrededor de una almohadilla bien definida y cuatro dedos más
bien redondos. Las huellas de las manos son mayores y tienden a
tener los dígitos más separados o abiertos que los de las patas
traseras. Rara vez se notan las uñas, por ser retráctiles. De esta ma-
nera conservan el filo de éstas garras que usan para cazar. Por el am-
biente donde se encuentran dentro de sus variadas distribuciones, se
puede deducir de qué especie probable se trata. Sus heces son
dejadas en partes elevadas (plataformas en árboles, o montículos de
tierra, por ejemplo) solo en la periferia de su territorio.

Gato montes

3,5 cm
(Oncifelis geoffroyi)
Habita en gran parte
del país, excepto en las
selvas y la alta mon-
taña; es el gato más T
abundante.

Margay
3 cm

(Leopardus wiedii)
Presente en las sel-
vas de nuestro país.
Similar al tirica pero
de mayor tamaño
T

D
2,5-3 cm

Tirica
(Leopardus tigrinus)
El más pequeño entre
los gatos selváticos. T

16
(Familia Felidae)

5 cm
Ocelote
(Leopardus pardalis)
Habita selvas y bos-
ques de tipo chaqueño. T

Gato de los
3 cm

pajonales
(Lynchailurus pajeros)
Típico de pastiza-
les y malezales.
T

Yaguarundí D
(Herpailurus yaguarondi)
Se lo encuentra el sur y

3,5 cm
oeste del país, aunque
también frecuenta bos-
ques y selvas.
T

D
2,5-3 cm

T
Gato huiña
(Oncifelis guigna)
Endémico de los bosques
andino-patagónicos, es
muy similar al montés.

D
Gato andino
(Oreailurus jacobita)
Es el más escaso y
desconocido de nuestros
gatos; su distribución se
4 cm

restringe a la zona Alto-


andina. Se alimenta de
roedores, aves y reptiles. T

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 17


Felinos mayores (Familia Felidae)

Puma
(Puma concolor)
De amplia distribución en las améri-
cas, se lo encuentra en casi todos los
ambientes naturales, desde la alta
cordillera hasta las selvas, estepas,
pastizales y desiertos. El tamaño de
8 cm esta especie varía según las
regiones. Los ejemplares de la
Patagonia son muy grandes mientras
que en las selvas son relativamente
T pequeños. En estos ambientes
pueden confundirse sus huellas con
las de ejemplares jóvenes de
yaguareté que también está pre-
sente. Sus heces contienen abun-
dantes pelos y/o plumas, huesitos y
las partes córneas de sus presas.

D
Yaguareté
(Panthera onca)
El mayor felino de América Central y
10 cm

del Sur, en nuestro país está hoy


restringido a pocos rincones del norte,
especialmente en ambientes de selva
y monte tupido donde su pelaje man-
chado hace juego con los puntos de
luz y sombra que penetran la ve-
getación hasta el piso de la selva. Es
sumamente difícil de ver por su
timidez, sus costumbres nocturnas y la
densidad de la vegetación donde vive,
pero sus pisadas son frecuentes en
lugares donde se lo encuentra, espe-
cialmente en las áreas protegidas, ya
que realiza largas recorridas en su te-
rritorio de caza. No teme al barro
donde deja las huellas más visibles.
T

18
Zorrinos

T
(Familia Mustelidae)

odas las especies de zorrino dejan huellas similares en las cuales


se notan las marcas de las uñas largas y curvas de sus manos;
éstas las usan para cavar pocitos cónicos en busca de algún manjar
subterráneo como la suculenta larva de un cascarudo. Son los rastros
característicos de la actividad, generalmente nocturna, de estos ani-
males, señal de la presencia de zorrinos. Por la distribución se puede
deducir de cuál especie se trata. Otra señal inconfundible de la presen-
cia de zorrinos es el fuerte, penetrante e irritante olor que despiden
como defensa cuando están amenazados, aroma que persiste en el
ambiente por horas y hasta días.

3 cm
Zorrino común
(Conepatus chinga)
Propio de pastizales,
estepas y áreas desér-
ticas. Desde el río
Negro hacía el norte
de nuestro país.
4 cm

D
3 cm

Zorrino
patagónico
(Conepatus
humboldtii)
Vive en estepas
y bosques abier-
tos. Desde el río
4 cm

Negro hacia el
sur argentino.
T

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 19


Lobitos de río
S
(Familia Mustelidae)

i bien estos graciosos animales pasan gran parte de su tiempo en


el agua, cuando salen a descansar, comer a sus presas o jugar,
pasan por orillas y costas que a menudo son barrosas, y es allí que
dejan sus inconfundibles huellas en las cuales a veces se notan las
membranas natatorias entre sus dedos.

6,5 cm
Lobito de río
(Lontra longicaudis)
Sus heces contienen
huesos, escamas de
7 cm

pescado y restos de
almejas de río.

Cueva corte
transversal
Respiradero
en raices
Concheros
de lobito

Entrada
subacuática

D
6 cm

Hullín
(Lontra provocax)
Vive en la región andino-
patagónica. Sus fecas
contienen restos de con-
T chilla molida de bivalvos y
“cáscaras” (exoesqueleto)
de cangrejo.

20
Hurones y visón

Á
(Familia Mustelidae)

giles,veloces y escurridizos.
D

5,8 cm
Hurón mayor

7 cm
(Eira barbara)
Este feroz predador de sel-
vas y bosques tupidos,
caza en todos los estratos
aprovechando su increíble
agilidad de trepador. Hasta T
baja de los árboles corrien-
do por los troncos verti-
cales cabeza abajo. Suele Hurón común
andar a menudo en pareja (Galictis cuja)
para cazar, las presas de Petiso, largo y ágil,
mayores tamaño, como encarnizado y feroz bus-
cavida que a menudo
4,6 cm

por ejemplo las corzuelas.


A éstas las cansa persi- anda en pequeños gru-
guiéndolas tenazmente por pos. Frecuenta toda
horas. suerte de ambientes
desde estepa y desierto
D hasta bosques y selva.
Suele usar cuevas aje-
nas para reposar y refu-
giarse, y a menudo se lo
encuentra en vizcache-
D ras donde depreda
sobre los residentes. En
sus actividades es tanto
diurno como nocturno.
Huroncito
(Lyncodon
patagonicus)
El más pequeño de 2,5 cm
Argentina. Es princi-
palmente nocturno y
tiene una distribución
D Visón
muy amplia aunque se
(Mustela vison)
sabe poco de él. Se lo
A lo largo de ríos, arroyos y las
ha visto entrar en las
costas de lagos, este nocivo
tuqueras y las trillas
carnívoro introducido es te-
4 cm

del cuís chico, segura-


rrestre y acuático. Está en fran-
mente para alimentar-
ca expansión y su efecto sobre
se de sus construc-
la fauna de esos ambientes,
tores. Vive en las este-
sean mamíferos o aves, es
pas sureñas y am-
6,5 cm

devastador. Sus huellas mues-


bientes del monte.
tran cuatro dedos en todas las
extremidades, a veces cinco
en terrenos blandos.
T

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 21


Coatí y osito lavador
C
(Familia Procyonidae)
arnívoros con antifaz y cola anillada.

D Coatí
(Nasua nasua)
Tropas de este animal gracioso, te-
6 cm

rrestre y trepador, frecuentan las sel-


vas y bosques del norte argentino;
están formadas por las hembras con
sus crías; mientras que los machos se
mantienen solitarios hasta que entra
una de estas tropas en su territorio.
Sus huellas se encuentran en todos
los tamaños. Es totalmente omnívoro.
En Cataratas del Iguazú es muy
común buscando comida entre la
basura, con riesgo a contraer enfer-
medades. Hasta aprendió a perseguir
8 cm

a la gente, hurgando en bolsos en


busca de galletitas. Por ello se
recomienda ser cuidadosos con los
envoltorios en los paseos y no alimen-
T tar a estos simpáticos animales.

Aguará popé
(Procyon cancrivorus)
5 cm

También conocido como osito


lavador o mayuato, este mapache
sudamericano es como un zorro cor-
pulento, pero sus pisadas nada
tienen que ver con la de los cánidos. D
Con sus dedos largos y ágiles mani-
pulan su comida en la orilla del agua,
donde generalmente la atraparon
(como cangrejos y ranas). Casi siem-
pre cerca del agua, suelen dejar sus
características e inconfundibles hue-
8 cm

llas en el barro de la orilla, en campos


anegados, arrozales y cañaverales.
Las manos marcadas en el suelo
semejan a las humanas. En huellas
de manos y pies son notables los
cinco dedos de esta especie. T

22
Artiodáctilos

E sta clasificación incluye a los pecaríes, ciervos, guanacos,


vacas, cabras, ovejas y sus parientes cercanos. Se los
agrupa bajo este nombre porque comparten una característica
particular: el número par de sus dedos con pezuñas córneas.
Generalmente apoyan en el suelo las pezuñas de los dígitos III y
IV separados por una hendidura, y ocasionalmente las de II y V
(los laterales) en terrenos blandos. Al apurar el tranco las
pezuñas se abren en “V”.

Cerdos del viejo mundo (Familia Suidae)

Nido de jabalí
Montículos corte transversal
vegetal

Jabatos
Colchón de
material vegetal

D
Jabalí (Sus scrofa) -
Chancho cimarrón
(Sus scrofa domestica)
Probablemente en pocas generaciones
el chancho asilvestrado retome la forma
del jabalí ya que de esta especie se
originó y con ella es interfértil. Ambos
son exóticos y problemáticos, se
encuentran en diversos ambientes
9 cm

desde los cangrejales hasta palmares y


montes de caldén, vegetación achapa-
rrada y malezales. Entre las evidencias
de su presencia están las hocicadas,
verdaderas aradas del terreno, en
busca de bulbos y raíces. Las huellas
de extremidades delanteras suelen ser
mayores que las posteriores. Las
pezuñas laterales solamente se marcan
en terrenos blandos.

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 23


Cerdos americanos

T
(Familia Tayassuidae)

res especies de cerdos son nativas de América del Sur. Se los puede
identificar por el tamaño de sus huellas y su distribución.

4 cm
Pecarí de collar

3,5 cm
(Pecari tajacu)
El menor de los
pecaríes se mueve
en tropas pequeñas.
T

D
4 cm

Pecarí quimilero
(Catagonus wagneri)
Se desplaza en piaras.
3,5 cm

Es endémico del Chaco


Seco. Utilizan zonas de
T defecación comuni-
taria. .

D
Pecarí labiado
(Tayassu pecari)
4,5-5 cm

Forma tropas grandes, a veces de


decenas de individuos. El de collar es
de mayor adaptabilidad en la elección
de sus ambientes, desde selvas hasta
desiertos, el labiado, en cambio, es de
selvas y bosques. Dejan las clásicas
huellas de ungulados destacándose
3,5-5 cm

las pezuñas. En suelos duros caminan


en punta de pie sin marcar la parte
posterior de la pezuña.
T

24
Camélidos nativos

D
(Familia Camelidae)

os especies silvestres de los “camellos” sudamericanos son sepa-


rables por su distribución salvo donde se superponen en la Puna.
También se notará una diferencia en el tamaño de las huellas, pero hay
que poner cuidado con los ejemplares jóvenes. Caminan sobre almo-
hadillas que no dañan el suelo ni la vegetación que pisan. En la punta
de los dedos tienen una pequeña pezuña que se marca en terrenos
blandos. Otra indicación de su presencia son los bosteaderos comu-
nales de hasta dos metros de diámetro donde todos los miembros de
la tropilla dejan sus heces.

D
Vicuña
(Vicugna vicugna)
Adaptada a las planicies
altoandinas, es menor
que el guanaco. En
9 cm invierno se la encuentra
en zonas más bajas.

D
Guanaco
(Lama guanicoe)
El mamífero sudameri-
cano de mayor alzada.
Se lo encuentra en Alpaca
12 cm

ambientes de estepas,
(Lama pacos)
pastizales y el monte.
De aspecto similar a
la llama, aunque más
petisa, es la otra
especie domesticada
de camélido sudame-
ricano. Vive en el alti-
plano en zonas frías y
húmedas.

Llama
(Lama glama) D
Emparentada con el gua- D
naco, ha sido domestica-
9 cm

da desde hace miles de


9 cm

años en la región altoan-


dina que fue parte del
imperio Inca. Habita
zonas secas y áridas.

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 25


Ciervos nativos
T odos los ciervos son tímidos y huidizos y por ende difíciles
d e v e r, p e r o d e j a n s u s h u e l l a s a l a n d a r. E n a l g u n a s
especies, en terrenos blandos, se suelen marcar las pezuñas
de los dígitos externos (2 y 5).

D
Corzuela parda
(Mazama gouazoupira)
Como todas las corzuelas o
guazunchos es de tamaño
3 cm

pequeño. Esta es la especie


de mayor distribución en los
montes del centro norte y
noreste de la Argentina.

3,5 cm
Corzuela roja
(Mazama americana)
Es de selvas densas
y secundarias en el
norte del país.

Corzuela
enena
2 cm

(Mazama nana)
Selvática, exclu-
siva de Misiones.

D
Ciervo de los pantanos
(Blastoceros dichotomus)
Está muy bien adaptado a am-
bientes de esteros, islas y baña-
dos. Las pezuñas pueden sepa-
8 cm

rarse notablemente y entre ellas


presenta una membrana interdi-
gital, ambas adaptaciones son
útiles en los terrenos anegadizos.

26
(Familia Cervidae)

Venado de las pampas


(Ozotoceros bezoarticus)
Presente en pastizales del centro y
noreste del país. Otrora muy común
y de amplia distribución en la
Argentina (según cronistas y via-
3,5- 4 cm
jeros), hoy sobrevive solamente en
pequeñas poblaciones fragmentadas
de las provincias de Buenos Aires,
Santa Fe, Corrientes y San Luis.

D Taruca
(Hippocamelus anticensis)
En Argentina es propia de los
cerros del noroeste, en pasti-
zales y estepas de altura con
terrenos escarpados y que-
bradas. Es muy similar al
huemul, su pariente sureño.
4 cm

D
Huemul
(Hippocamelus bisulcus)
De mayor tamaño que la
taruca, vive en laderas
boscosas y escarpadas de
los Andes patagónicos.

4 cm

D Pudú
(Pudu puda)
El más pequeño de la familia
se encuentra en el soto-
bosque y cañaverales de los
bosques andino-patagónicos
2,5 cm desde Chubut hasta Neuquén.

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 27


Ciervos exóticos
L
(Familia Cervidae)
os ciervos introducidos presentan una distribución
dispersa y puntual. Las huellas se podrán identificar
por el ambiente, la distribución y el tamaño.

D D
Ciervo
colorado
(Cervus elaphus)
Originario de Eu-
rasia, norte de Áfri-
ca y América del
6 cm Norte, se adaptó a
vivir en ciertas
hembra
8-10 cm regiones del país
como el bosque
macho
andino patagónico,
el ecotono con la
estepa y calde-
nales.
D
Ciervo
dama
(Dama dama)
Es originario
de las tierras 6-8 cm
cercanas al Ciervo axis
Mediterráneo (Cervus axis )
en Europa y Es originario de
Asia Menor. Sri Lanka, India y
Se lo encuen- Nepal. Vive en
tra en pastiza- grandes grupos.
les, sabanas, D En pastizales,
sierras y bos- espinales y se-
ques. rranías.
4 cm

Antílope de la India (Familia Bovidae)

Antílope negro
o de la India
(Antilope cervicapra)
4 cm

Introducido de Asia, se lo encuentra en


grupos de entre 5 a 50 individuos.
Excelente corredor y saltador. Se lo puede
hallar en algunas regiones del Espinal y
pastizales.

28
Vaca, cabra y oveja

E
(Familia Bovidae)

l ganado de pezuñas pares ha sido introducido en tierras argentinas


desde la primera fundación de Buenos Aires. Hoy día es
muy frecuente encontrarlos en casi todos los establecimien-
tos rurales del país.
Vaca
D (Bos taurus)
El gran recurso ganadero del
país está difundido por casi todos
los ambientes. Hay zonas donde
estos animales se han asilvestra-
do. Este ganado cimarrón, sin
8-11 cm

control, se convierte en proble-


mático al impactar sobre la vege-
tación nativa y el suelo de las
áreas naturales, además de lle-
gar a ser peligrosos para quien
visita zonas remotas, como por
ejemplo en el Parque Nacional
Los Glaciares. Su presencia se
detecta por huellas y bosteos.

D
5 cm

Oveja
Cabra (Ovis orientalis)
(Capra hircus) Domesticada y ya sin
Suelen ser muy destructivos posibilidad de sobre-
en los ambientes donde se vivir en estado sil-
los cría, al ramonear y pastar vestre, la oveja tiene
libremente. Como prosperan distribución en grandes
con mínimos recursos, se las extensiones del país,
encuentra en zonas mar- siempre al cuidado del
ginales y frágiles, donde la hombre quien ha errad-
flora es sensible y se D icado sus posibles
defiende con espinas, mal preda-dores en defensa
sabor o toxinas, aunque poco de estos lanares. La
les sirven estas defensas cría es extensiva en
ante los chivos. Alrededor de áreas más favorables
los ranchos y aguadas queda pero intensiva (con
poco y el suelo está desnudo pastores y encierro
nocturno) en las mar-
5,5 cm

donde el pisoteo es testimo-


nio del paso de centenares ginales. La sobrecarga
de cabras. Las huellas son en ambien-tes de veg-
algo redondeadas en la etación frágil ha llegado
punta y el rastro en línea a desertificar grandes
estrecha. No deja en su ras- extensiones del paisaje.
tros sobrepaso.

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 29


Perisodáctilos
E n este grupo se incluyen a los tapires, caballos, rino-
cerontes, y sus parientes cercanos. La característica com-
partida que tienen es un número impar de sus dedos en sus
patas con pezuña córnea.

Tapir (Familia Tapiridae)

Tapir (Tapirus terrestris)


19 cm

El mayor mamífero terrestre de


Sudamérica, el tapir (o anta) pesa
hasta 300 kg por lo que deja huellas
bien marcadas en los ambientes que
frecuenta: las cercanías de arroyos,
ríos y lagunas en las selvas y montes
del norte argentino. Las huellas de tres
dedos son similares para las manos y
las patas aunque a veces, en barro
blando, se nota un cuarto dedo de la
T mano que está ubicada más arriba y
del lado interno que los otros dedos.

Caballos (Familia Equidae)


D
Caballo
(Equus ferus)
Fueron traídos
en el siglo XVI,
11 cm

de Europa, y al escapar,
poblaron las pampas con
tropillas numerosísimas.
Pasaron a ser de gran uti-
lidad tanto para los pue-
blos originarios como para Con herradura
los colonizadores de ori-
gen europeo. Con el tiem-
po mucho de nuestro fol- D
klore telúrico gira alrededor
del caballo. En algunos Burro (Equus africanus)
parques nacionales (como
Introducido de África y Asia Menor, es la
el PN Los Glaciares) hay
especie con el cual el caballo se cruza
tropillas que nunca han
para producir la fuertísima e híbrida (pero
6-8 cm

conocido el freno ni la cin-


estéril) mula. Existe en estado asilvestra-
cha. Sus rastros no mues-
do en desiertos y regiones marginales
tran herradura.
pero sus huellas son fácilmente diferen-
ciables por su tamaño y forma.

30
Roedores
E s un grupo muy diverso de animales de hábitos terrestres,
aunque incluye especies arborícolas y palustres. Integra
desde los pequeños ratones hasta el carpincho (el roedor más
grande del mundo). En esta obra sólo se presentan aquellas
especies que dejan huellas reconocibles.

Ardillas
C
(Familia Sciuridae)
omo son arborícolas sólo dejan pisadas cuando corren entre
un árbol y otro, donde generalmente hay poco suelo descu-
bierto, sin el tapiz de hojarasca. Más sencillo es encontrar las
cáscaras duras de las semillas roídas.

Fruto del pindó


Ardilla gris roído por ardilla gris
3,5 cm
(Sciurus aestuans)
Habita la selva misionera.
Los coquitos de la palmera
pindó, roídos por esta
D Nuez roída por
especie, son las semillas ardilla roja
más frecuentes de hallar.

Ardilla roja
(Sciurus ignitus)
T Vive en las Yungas en el
noroeste argentino. Los
restos de semillas halla-
dos en el suelo general-
D mente son del nogal
yungueño.
4 cm

Ardilla de panza roja T


(Callosciurus erythraeus)
Originaria del sudeste asiático, fue intro-
ducida en la localidad de Jáuregui 4 cm
(provincia de Buenos Aires) a finales de
la década de 1960. En esa región se
acostumbró a consumir las semillas de
árboles exóticos. Construye nidos glo-
bosos con fibras y ramas entrecruzadas.
D Nido de
ardilla panza roja

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 31


Cuises y maras
C inco especies de estos “chanchitos de la India” silvestres se
encuentran en la Argentina. Tímidos y huidizos se refugian
en pastizales, rameríos y cuevas de donde salen a poca distan-
cia para alimentarse de la vegetación. Además de sus huellas,
túneles en galería y trillas entre los pastos, sus características
heces demuestran su presencia en el ambiente.

T
Cuis grande
(Cavia aperea)

2,5 cm
Se lo encuentra en
pastizales húmedos.

D
1,5 cm

T Cuis chico
(Microcavia
australis)
Presente en
zonas más áridas.

Cuis andino
(Microcavia
D
shiptonii)
Se refugia en pas-
1,5 cm

tizales y mato-
rrales altoandinos
en el noroeste.
T

32
(Familia Cavidae)

D T

Cuis mediano
(Galea musteloides)
Vive entre pastos
secos y al pie de se-
rranías.
1,5-2 cm

D
Cuis serrano
(Cavia tschudii)
2 cm

Habita pastizales en
ambientes rocosos
húmedos en el
noroeste (yungas).
T

Mara
(Dolichotis patagonum)
Gran roedor de espacios
abiertos esteparios y de
bosques ralos, necesita
observar un amplio territorio
D
contra sus posibles depreda-
6,7 cm

dores. Varias parejas usan


una madriguera comunal
donde alojan a sus crías,
acudiendo los adultos de vez
en cuando para darles de
mamar. En salitrales y otros T
ambiente de suelos blandos
dejan sus reconocibles hue-
llas y sus heces, indicadores
ambos de su presencia.

Conejo de
los palos
(Pediolagus salinicola)
Es una especie chaque-
3 cm

ña muy similar a la mara,


pero más pequeña, de
los montes del centro
T D norte del país.

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 33


Vizcacha (Familia Chinchillidae)

D
4,5 cm

Vizcacha (Lagostomus maximus)


Antaño sumamente abundante en la
mayor parte del país, hoy este gran roedor
de hábitos gregarios sólo se encuentra en
zonas marginales o donde los campos son
enormes. Se los ha combatido como plaga
ya que come el pasto que está reservado
Vizcachera
corte transversal para el ganado, y por su carne. Las pobla-
ciones están cada vez más aisladas y

6 cm
junto a otros problemas la especie se
restringe peligrosamente. Más que por sus
características huellas, se reconoce la
presencia de esta especie por las vizca-
cheras de múltiples bocas de las cuales se
alejan solo unos pocos metros. General-
mente en las vizcacheras se ven acumula-
ciones de ramas, huesos y otros objetos
T
Cámaras
dejados por sus ocupantes.

Coendúes
D
(Familia Erethizontidae)
e hábitos arborícolas y nocturnos, son ágiles trepadores
que utilizan sus patas y su cola prensil. Los pelos de su
dorso están modificados en espinas defensivas. Como todos los
roedores se alimenta de plantas. Sus huellas quedan marcadas
en el suelo de las selvas cuando pasan de un árbol a otro.

D D
Coendú
4 cm

grande
(Coendu
prehensilis)
3 cm

En el extremo
noroeste de
Coendú nuestro país,
chico probablemen-
(Sphigguris T te también en
spinosus) Misiones.
5,5 cm

En la selva
misionera.
4 cm

Más pequeño
que el ante-
rior.
T
34
Agutíes
R
(Familia Dasiproctidae)

oedores selváticos que deambulan por el suelo de las sel-


vas en busca de los frutos y semillas de los cuales se ali-
menta. Por la tupida vegetación de su ambiente son difíciles de
v e r, p e r o e n s e n d e r o s y p i c a d a s s e p u e d e n e n c o n t r a r s u s h u e l l a s
de cuatro dedos en las manos y tres en las patas.
En Argentina hay dos especies.

D
Agutí rojizo

4 cm
(Dasyprocta punctata)
Propio de las yungas
en el noroeste argenti-
no. También se lo
encuentra en sabanas T
y áreas cultivadas.

D
T
Agutí bayo
(Dasyprocta
azarae)
3-4 cm Es el agutí de la
selva misionera.

Paca (Familia Cuniculidae)

Paca
(Cuniculus paca)
Gran roedor de las sel-
vas que es frecuente en
las costas de ríos y
arroyos donde tiene su
6 cm

cueva. La paca nunca


se encuentra lejos del
agua y en esas costas
barrosas las huellas son
T
fáciles de encontrar.

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 35


Roedores acuáticos
A unque de diferentes orígenes y familias, presentan adapta-
ciones a la vida anfibia.

Carpincho (Familia Hydrochaeridae)

Carpincho
(Hydrochaeris
hydrochaeris)
El mayor roedor del mundo,
esta especie gregaria y
acuática vive en las orillas
de cuerpos de agua, en los
cuales se refugia en caso

5 cm
de peligro. En las costas
deja sus huellas de cuatro
dedos en la mano, tres en
las patas y sus heces ca-
racterísticas. T

Coipo (Familia Myocastoridae)

Coipo
(Myocastor coypus)
Similar a una rata grande y acuática
(aunque no guardan relación direc-
ta) de enormes patas posteriores
con membranas interdigitales con
las que se impulsan en el agua.
12 cm

Éstas se notan a veces en las


pisadas que deja en la costa, como
también un surco que deja la cola
ya que muchas veces la arrastra al
caminar. Otra indicación de su pre-
sencia son los montículos o balsas D
de vegetación flotante donde suele
salir a descansar, secarse y acicalar
su pelaje tan apreciado para la T
peletería.

36
Castor (Familia Castoridae)
Distintos corte de
castor en troncos

Castor
(Castor canadensis)
No hace falta encontrar
D pisadas para determinar la
presencia de este gran roe-
dor exótico. Basta con ver
sus obras hídricas (repre-
sas) que construye con los
árboles caídos, talados por

14 cm
ellos a diente, y los tocones
resultantes. Sus enormes
patas traseras están dota-
Castorera das de membranas natato-
corte transversal
Dique rias entre los dedos, sus
manos tienen cinco dedos
hábiles para manipular las
T ramas y su comida.

Nido
Entrada subacuática
Sector de
secado

Rata acuática (Familia Muridae)

Rata almizclera
(Ondatra zibethica)
Introducida en Tierra del Fuego,
esta especie acuática es menor
que la especie anterior. No tala
4,5 cm

los árboles ni construye repre-


sas. Vive a menudo en el
mismo ambiente con el castor.
Sus refugios son enormes pilas
de pasto y ramitas en aguas
playas o en la costa, y cuevas
en la orilla de cuerpos de agua.
T

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 37


Tuco-tucos (Familia Ctenomiidae)

(promedio)
Tuco-tuco (Ctenomys spp.)
Muchas son las especies de tuco-tucos del

2 cm
país. Viven en zonas de tierras arenosas y
sueltas, donde cavan galerías subter-
ráneas. Casi nunca salen a la superficie, y
por consiguiente sus rastros son escasos
pero pueden observarse fácilmente los
montículos de tierra que producen al cavar,

(promedio)
y el hecho de que en las tuqueras es fre-
cuente hundirse un poco al caminar. Sus
comunicaciones las realizan con sonoros

3 cm
llamados onomatopéyicos que son refleja-
dos en sus nombres comunes: tunduco, Tuquera T
cururo y oculto (este con doble sentido). (entrada)

Conejos y liebre (Familia Leporidae)

D T

Tapetí
(Sylvilagus brasiliensis)
El único conejo silvestre de
Argentina es propio de las sel- 4 cm
vas. Tímido y poco visto, salvo D
de noche cuando sale a la orilla
de los caminos. Por tener
extremidades peludas, las
almohadillas de los dígitos se
4 cm

marcan poco. Sus huellas son


muy parecidas a las del conejo Conejo
y la liebre, pero por su ambiente (Oryctolagus
y distribución se lo puede identi- T cuniculus)
ficar sin confusión. Se ha establecido en
algunos puntos de las
provincias de Tierra del
T Fuego, Santa Cruz,
Neuquén y Mendoza,
desde donde se
Liebre
expande de manera
(Lepus europaeus)
alarmante. Su presen-
6,5 cm

Se distribuye en
cia es detectada por
casi todo el país,
sus madrigueras.
es de lugares
abiertos. No con-
struye madrigueras
como el conejo.

D
38
Distribución

Didelphis albiventris Didelphis aurita Lutreolina crassicaudata Chironectes minimus Dromiciops gliroides

Dasypus hybridus Dasypus novemcinctus Chaetophractus villosus Cabassous chacoensis Tolypeutes matacus

Priodontes maximus Myrmecophaga tridactyla Tamandua tetradactyla Cebus apella Alouatta caraya

Alouatta guariba Lycalopex gymnocercus Lycalopex culpaeus Cerdocyon thous Chrysocyon brachyurus

Speothos venaticus Oncifelis geoffroyi Leopardus wiedii Leopardus tigrinus Leopardus pardalis

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 39


Lynchailurus pajeros Herpailurus yaguarondi Oncifelis guigna Oreailurus jacobita Puma concolor

Panthera onca Lontra longicaudis Lontra provocax Conepatus chinga Conepatus humboldtii

Eira barbara Galictis cuja Lyncodon patagonicus Mustela vison Nasua nasua

Procyon cancrivorus Sus scrofa Pecari tajacu Tayassu pecari Catagonus wagneri

Lama guanicoe Vicugna vicugna Mazama gouazoupira Mazama americana Mazama nana

40
Blastoceros dichotomus Ozotoceros bezoarticus Hippocamelus anticensis Hippocamelus bisulcus Pudu puda

Cervus elaphus Dama dama Axis axis Antilope cervicapra Tapirus terrestris

Sciurus aestuans Sciurus ignitus Callosciurus erythraeus Cavia aperea Microcavia australis

Microcavia shiptonii Galea musteloides Cavia tschudii Dolichotis patagonum Pediolagus salinicola

Lagostomus maximus Coendu prehensilis Sphigguris spinosus Dasyprocta punctata Dasyprocta azarae

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 41


Cuniculus paca Hydrochaeris hydrochaeris Myocastor coypus Castor canadensis Ondatra zibethica

actual

original

Ctenomys spp. Sylvilagus brasiliensis Oryctolagus cuniculus Lepus europaeus

Bosteos

Vaca Jabalí
Tapir

Hullín Aguará guazú


Yaguareté

Guanaco Carpincho

42
Técnicas para capturar huellas

C
omo se mencionó al inicio de este trabajo las huellas nos proporcionan
mucha información sobre quiénes las dejaron. Lo primero que nos dice es
que existe en ese lugar, su tamaño, forma de desplazamiento; si se trata
de un adulto o juvenil, si trotaba, marchaba lentamente o era perseguido, si tenía
crías, etc.
Existen algunas técnicas para tomar información de estos rastros que incluso
pueden complementarse para generar datos integrales. Cuanto más sea la infor-
mación recavada, mejores oportunidades tendremos de identificar y comprender
las especies buscadas.

Para el interesado en formar una colección de huellas hay varias técnicas


disponibles, de diferente complejidad.

P
El uso de libretas de campo
ara muchas personas es difícil recordar la información hallada en el campo, sim-
plemente nuestra memoria es falible. Sin embargo, un recurso muy útil es el uso
de libretas de campo, donde podemos volcar datos imprescindibles que estarán
resguardados por largo tiempo desde el hallazgo. Incluso pueden ser material de
consulta en el futuro.

Pero ¿Qué anotamos en nuestra libreta de


campo?
Aquí van algunas ideas:

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 43


S
Molde de huellas

e pueden tomar calcos con yeso que nos dan un molde de la pisada que
luego se puede usar para hacer una impronta, tal cual aparece en el
suelo.

A continuación presentamos los pasos


de esta actividad sencilla.

1. Encontrar una huella y limpiarla cuida-


dosamente antes de realizar la muestra.
Para ello retirar cualquier hoja, rama o
piedra de los alrededores y en el interior de
la huella.

2. Efectuar un aro de cartón o papel plásti-


co (tipo filminas, acetatos, radiografías) de
2.5 a 5 cm de alto y diámetro mayor a la
huella. Sujetarlo con un clip o cinta adhesi-
va. Colocar el aro en la huella, cuidando
que quede centrada, y enterrarlo unos
milímetros en el suelo.

3. Según el tamaño de la huella,


verter más o menos una taza de
yeso en un recipiente. Mezclar y
gradualmente incorporar agua y
seguir mezclando. Repetir la
operación hasta obtener una
pasta homogénea, sin grumos.
Es ideal que la mezcla tenga
una consistencia media. Si es
muy espesa seguramente no
tomará bien los detalles de la
muestra. Si es muy ligera tar-
dará mucho en secarse y se
corre el riesgo de que se parta al
levantarla.

44
4. Verter la mezcla dentro del aro
y esperar que fragüe. Puede ser
conveniente colocar un fragmento
de malla de alambre fino (tipo
alambre tejido) antes de verter
toda la mezcla, para darle más
rigidez al molde (a modo de sánd-
wich). En esta etapa se puede
aprovechar para realizar otras
muestras. Para ello, hay que
recordar marcar el lugar donde
dejó el material. Incluso puede
marcar el yeso todavía fresco con
su nombre, fecha o el nombre del
animal.

5. Una vez seco el yeso, retirar el


dispositivo completo con mucho
cuidado y luego desprender el aro de
la impronta de yeso.

6. Terminado el proceso, puede


limpiarse el yeso del lado impronta-
do con un cepillo suave.

Nota: Si lo desea, podrá colorear la huella en el molde con una pintura


de color claro para que se siga apreciando el volumen del calco.
El producto terminado podrá usarse como sello para reproducir la
huella original.

Pequeñas Guías de Parques Nacionales 45


T
Uso de acetatos (filminas)

ambién su puede hacer una “copia” de huellas en dos dimensiones.


Utilizando el recurso del acetato o filminas sobre las cuales se calca la
huella con lapicera indeleble, simplemente apoyando la hoja encima de
la huella y dibujando su contorno.

Q
Fotografías

uizás la forma más fácil de llevarse una huella es mediante este sistema
pero conviene siempre, poner cerca de ella un elemento que nos
muestre comparativamente su tamaño en una escala aproximada. Por
ejemplo una regla o algún elemento estandarizado como un cortaplumas,una
moneda, un lápiz, etc.

Aguará popé

Aguará guazú

Corzuela

Tapir

Yaguareté
Fotos archivo APN

Pecarí Oso hormiguero


Glosario
Alzada: medida de la altura en la cruz (a la Híbrido: es un individuo animal o vegetal
altura de la columna en las patas anteriores). cuyos progenitores pertenecen a distintas
especies. Por ejemplo la cruza del burro y
Artrópodos: grupo de animales con la yegua da por resultado la mula, que es
exoesqueleto y mandíbulas, patas, estéril, por eso no se reproduce.
abdomen, pinzas y segmentos del cuerpo
articulados. A veces acuáticos, terrestres Impronta: en esta obra, huella.
o en ambos que incluye, por ejemplo
arañas, escorpiones, cangrejos, escaraba- Nativo: originario o establecido natural-
jos, tucuras, alguaciles, etc. mente (sin intervención humana).

Asilvestrado/cimarrón: animales domés- Pezuñas: conjunto de los dedos cubiertos


ticos escapados que se tornan salvajes. cada uno de ellos por uñas desarrolladas
de los animales ungulados (artiodáctilos y
Bromélias: hierbas y arbustos terrestres perisodáctilos).
o epífitos de las regiones tropicales y tem-
pladas, de hojas en rosetas y estructuras Piara: manada de cerdos.
de las flores coloridas. Por ejemplo: clave-
les del aire, caraguatáes, ananaes de Pilosidades: pelos.
monte, ananaes o piñas, etc.
Rastro: patrón de disposición de huellas,
Caldenales: bosque de caldén, árbol típi- con sentido y dirección. Además, otras
co de la región del Espinal presente en marcas dejadas por un animal como fecas,
parte de las provincias de San Luís, La pelos, etc.
Pampa y Córdoba.
Romas: sin punta.
Conspicuo: visible, llamativo. Lo contrario
de críptico. Selvas secundarias: selva modificada. Es
la selva que se genera, luego de la tala de
Ecotono: zona de transición entre ambi- árboles de selvas prístinas en un muy buen
entes diferentes. Por ejemplo, entre estado de conservación.
Bosque Andinopatagónico y Estepa.
Silvestre: criado naturalmente, sin inter-
Endémico: exclusivo, sólo presente en vención humana directa.
determinada zona o región.
Sobrepaso: rastro de huellas en la que
Epífitas (plantas): que viven sobre otras una se solapa sobre otra previamente mar-
plantas, generalmente árboles, sin alimen- cada en el terreno. Por ejemplo, la pata de
tarse de ellas, sino simplemente utilizán- un animal al galope que pisa el sitio previ-
dolas como apoyo. amente pisado por la mano.

Exóticos: aplicado a las especies de plan- Sotobosque: el conjunto de hierbas y


tas y animales que no son originarios de arbustos que se desarrollan cerca del
una región natural determinada pero se suelo y bajo los árboles en una selva o
pueden encontrar en ella habiendo sido bosque.
introducidos adrede o por accidente.
Tuquera: cuevas y galerías de los tuco
Feca/heces: excremento. tucos.

Garras: son uñas curvadas, fuertes y filosas Vizcacheras: madriguera de las viz-
como las de los felinos y aves rapaces. cachas.

Gregario: que vive en grupos como ma-


nadas, rebaños, jaurías, piaras, etc.

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