Louis Charbonneau Lassay - Bestiário de Cristo

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CAPÍTULO PRIMERO

NACIMIENTO Y FORMACIÓN DE LA SIMBOLOGÍA


Y DE LA EMBLEMÁTICA EN LA IGLESIA
E omo veremos, el uso de los símbolos, de los emblemas mágicos o religiosos, empezó
al agruparse las primeras familias humanas, las primeras tribus, y este uso, perpetua-
do hasta nuestros días, durará mientras haya hombres sobre la tierra.
Con toda evidencia, estos ideogramas sólo pueden comprenderse mediante el conoci-
miento de las épocas y los medios humanos que los crearon, conociendo cuáles eran, en aque-
llas lejanas épocas y en aquellos tiempos, las ideas referentes a la Divinidad omnipotente, al
Hombre, y al destino de su ser. De modo que, para comprender el verdadero sentido de los
símbolos, emblemas y atributos consagrados a Cristo por la sociedad cristiana, hay que estudiar
el pensamiento de ésta en todas sus formas y razonar comoella: los teoremas matemáticos no
se explican con las reglas de la pintura, ni los fenómenos botánicos con los principios de la he-
ráldica, ni las maravillas de las leyes de la astronomía con los preceptos del arte culinario.
Para explicar exactamentela simbología cristiana, pues, hay que hacer comoel maestro
Émile Mále para la arqueología cristiana en general: impregnarse del pensamiento dela Iglesia
y hablar comocreyente.
He aquí, pues,lo que la Iglesia cristiana y católica nos dice de su fundador:
Cristo está vivo.
Jesús, el Cristo que murió por todos nosotros, cuyo cuerpo fue crucificado en el monte
Gólgota, está vivo.
Su cuerpo carnal desgarrado, completamentevacío de su sangre, reposó verdaderamente
muerto enel fondodel sepulcro y, sin embargo, naturaleza divina y naturaleza humana, per-
sona única, Cristo ha permanecido vivo.
Y si su carne, nacida de la mujer bendita entre todas las mujeres, conoció la muerte, Él,
porotra parte, nunca tuvo nacimiento ni muerte; y la muerte que destruye no lo alcanzará:
Él es el Eterno.Él es principio y fermento inmortal de toda vida, señor absoluto de la vida y
de la muerte, y por eso su cuerpo, que había muerto, recobró la vida, cuando Él lo quiso, en
la clara mañana del tercer día.
Cristo vive.
Vive con una vida deslumbrante más allá de las inmensidades y, en la tierra, con una vida
misteriosa y velada con las apariencias materiales de las especies transubstanciadas de su
Eucaristía. Nuestros ojos carnales no pueden verlo, pues no han sido creados para percibirlo,
pero las almas que lo buscan lo encuentran a cada paso, lo reconocen y participan de su vida;
pues Él vive en aquellos que son de Él, que piensan y actúan conforme a su Espíritu.
Éstos, a su vez, lo hacen vivir de otra manera en el culto que le rinden, en las virtudes de

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sus almas, fruto de extraños combates, en las obras de sus inteligencias, fruto de laboriosos Ésta se aplicaba sobre todo a algunos artículos del Credo y a los sacramentos, particu- X
es-
fuerzos. Vive incluso mediante aquellos que se alejan de él y, rechazando su ley,
lo combaten y larmente el bautismo y la eucaristía: ¿no había a el must mismo «no dar a los
se convierten así en agentes del mal, Y ese gran muerto vivo ocupa entre nosotros un
lugar más los niños» «no echar perlas delante de los puercos»? e
importante que los más grandes de los vivos quepasan,corriendo de la cuna
a la tumba. A pe los sr cristianos de los primeros siglos que hablan de esta regla de dis-
Cristo vive porsiempre jamás,
creción: Tertuliano, Teodoreto, San Cirilo de Jerusalén, San Cirilo de Alejandría, San Basilio,
Eso es lo que dice la Iglesia,
San Juan Crisóstomo,etc. El Tratado de laJerarquía, atribuido a San Dionisio Areopagita, y
Y todos los símbolos, los emblemas y los atributos que el fervorde los siglos
cristianos quees indiscutiblemente de los primeros tiempos, la precisa de este modo:
consagró a ese Cristo bendito no expresan sino esa vida de Ser Eterno en su doble
naturaleza «...Cuidad, por encima de todo, de no revelar el secreto de los misterios sagrados, y no
de Dios y Hombre, de Creador, de Redentor, de Iluminador, de Purificador,
de Doctor y de permiráis que la luz profana penetre en él indiscretamente; vigiladbien los alrededores. Lo
Guía de las almas; su vida sacramental en el altar; su vida mística en las
almas; su acción en
y único que ha de ser evidente es vuestro respeto los misterios del Dios oculto; todo lo demás
desde las que le están consagradas, y también en aquellas que, rebeladas, combaten
su espíri- es un secreto inviolable. Pertenece exclusivamente a los santos, no a todos, levantar un extre-
tu, pues tarde o temprano lo acabarán encontrando, según hayan sido
sus obras, en forma mi- model velo que cubre las cosas santas...»
sericordiosa o como implacable justiciero.
Y leemos también, unas páginas más adelante: . paz
Eso es lo que expresa de maneras muy distintas la Simbología cristiana.
« Nuestros santísimos fundadores, al admitirnos en la contemplación de losmisteriossa-
CuandoJesús apareció como apóstol en Judea y Galilea, fueron muchos
los que lo acla- grados, no buscaban que todos los espectadores penetrasenmás allá de la superficie; y para im-
maron como lo hizo Simón Pedro en el camino de Cesarea: «Tú eres el Cristo,
hijo de Dios pedírselo cargaronla celebración con tantas ceremonias simbólicas, lo que hace que aquello
vivo». Y muchos de ellos, tan pronto como hubo abandonado la
tierra, fueron perseguidos y que es uno,ensí indivisible, sólo se entrega poco a poco, como porpartes y con una infinita
muertos porla fe que albergaban y a la que no quisieron renunciar, sabiendo
que Él estaba ieda de detalles. : al
vivo y recordando que había dicho: «El que cree en mí, aunque muera, vivirá».
A embargo, eso no es únicamente a causa de la multitud profana, que ni siquiera
Muypronto esta fe y la doctrina que Él había dejado a los suyos se extendieron
de na- debe vislumbrar la cobertura que recubre las cosas santas, sino también a causade la imper-
ción en nación, de Jerusalén hasta Roma, entonces testa coronada del
mundo. fección de nuestros sentidos y de nuestra propia mente, que tiene necesidadde signos y de me-
Se había fundado la Iglesia cristiana. dios materialespara elevarse a la comprensión de lo inmaterialy de lo sublime.»
Pero, puesto que traía al mundo dogmas inauditos, ideas nuevas y deberes
inesperados, Esta última observación es de una exactitud psicológica absoluta: precisamente para re-
una moral austera que refrenaba todas las bajas pasiones, un código de disciplin
a interior que mediar esa imperfección de nuestra naturaleza y satisfacer esa necesidad, todas la religiones
reglamentaba hasta los más secretos deseos del corazón y condenaba sus concupiscencias,
los con misterios han respondido a la obligación de crearse series de símbolos y emblemas cu-
siervos del mal y simples incomprensivos se unieron para aniquilarla, Millones
de fieles, du- biertos por una estricta disciplina de discreción; así quedaban garantizados los misterios de
rante trescientos años, fueron sometidos a suplicio como los peores malhecho
res, y el culto a Eleusis, de Delfos, de Éfeso, y otros; así se hizo en los cultos de Mitray en los colegios órfi-
Jesucristo sólo pudo conservarse en los lugares retirados misteriosos en
los que se escondieron cos. Todos han conocido, incluso en ausencia de persecución,la disciplina jerárquica y miste-
los cristianos para poder adorarlo juntos.
riosa que Pitágoras justificaba con estas palabras: «No es bueno divulgarlo todo a todos». Y los
En Roma buscaron asilo en el oscuro dédalo de canteras subterráneas
cuyas galerías se historiadores antiguos de estos cultos y de ¡stos misterios tuvieron en mente este precepto con
entrecruzan en complicadas redes bajo los distintos barrios de la ciudad, y que
se convirtieron unafidelidad que bien podemos lamentar”. y
a un tiempo en necrópolis para los fieles y en los primeros templos del
culto proscrito. Lo que hicieron dema primeros pontífices, pues, fuetan sólo adaptar al pensamiento
Fue para ellos un asilo seguro, incluso en épocas de persecución, pues la ley romana
más cristiano unas medidas de protección que otros habían practicado antes en otros lugares,
respetada daba a los cementerios una protección inviolable. Pero en las propias
aquellasgalerías inmensas, no estuvieron a salvo de los elementos mediocres o
sombras de Entre los símbolos y los emblemas, los unos dependende la palabra, mientras que los
malos que nin- otros eran propios de las artes figurativas. Los primeros consistían en denominaciones, locu-
guna colectividad algo numerosa puede mantener totalmente alejados:
los traidores siempre ciones o frases alegóricas y convencionales. Los segundos eran representaciones pintadas, gra
han existido. Por eso los cristianos vieron pronto tergiversada su doctrina,
deformados sus badas, esculpidas o modeladas de figuras, objetos o signos especiales dotados de sentido
dogmas, y se alzaron falsamente contra ellos acusaciones abominables, de ahí la necesida
d de preciso. Todo emblema posee así unoo variossignificados que les son propios, pero cada uno
iniciar únicamente poco a poco a los neófitos en la totalidad del
conocimiento de los dogmas de estos. puede resultar modificado o ampliado por las circunstancias de medio, de agrupa-
y en la comprensión delos ritos cristianos; y para aquellos que así fuesen
admitidos progresi-
vamente a la completa posesión de la doctrina, hubo que establecer una obligaci
ón de discre- 1. C£ LEcoRNu,“La mystique dela Mess”, en Revue de Monde Cathligu1866, T. XIV, n* 115, p. 226.
ción, que fue denominada la «disciplina del secreto».
2. CÉ P Biaroor, Esplication du symbolisme des terescuits grecques 3 destinationfunérire, p. 54.

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lento o de época que afecten a su empleo: de ahí la asombrosa riqueza de pensamie
nto que trina,
i y además entre uno y otro,a deciril verdad, no hay límites Á precisos,
sos, pues es cie
jerto que en
se oculta bajo la enigmática apariencia de estos signos ideográficos,
su origen la escritura fue en todas partes ideográfica, es decir, esencialmente simbólica.'»
Y esta lengua figurada, surgida en las santas catacumbas bajo la indecisa y misterios
a luz
de las lámparas benditas y en una atmósfera de heroísmo que emanaba dela sangre
de los már- Casi todos los emblemas consagrados a la persona del redentor del mundo,según las con-
tires que allí yacían, esta lengua ajena a toda palabra pero que habla y que se entiende
con los diciones en que se empleaban, representaban unas veces a Cristo y otras veces al fiel cristiano,
ojos, adquirió enseguida tal magnificencia de expresión y tal fuerza comunicadora
de vida que Para la fe viva de aquella época ferviente, el cristiano era verdaderamente «otro Cristo»;
abría a los espíritus de los iniciados unos senderos arrebatadores para acercarse
a Dios. Los em- Christianus alter Christus, repetían, citando a unode ellos todos los maestros de la doctrina; ¿no
blemas cristianos, todavía más que los emblemas religiosos de Egipto, tuvieron
en su plenitud había escrito San Pablo: «Ya no soy yo quien vive; es Cristo quien vive en ms? «Nos hemos con-
sesa fuerza inexplicable que da la inteligencia de las cosas divinas'».
vertido en Cristo —dijo luego San Agustín-, Él esla cabeza y nosotros los miembros; el hombre
Dios, Criso Jesús, a Iglesia, toda la sublimidad de la teología, toda la divina poesía de total: Él y nosotros», « Christusfacti sumus, si enim caput ill, mos membra;totus homo, ile et mor.
la mística y, 2 veces, toda la elevada belleza del ascetismo se expresaron ante
los ojos del ini- los mismos emblemas, que representaban así al Salvador y al cristiano, fueron también
ciado en relieves llenos de fuerza, con las apariencias a menudo sencillísimas
de estos emble- a veces emblemas de Satán, considerado ya, en palabras de Tertuliano, el «mono de Dios» y
mas: peces, águilas, ibis, fénices, cisnes, leones, ciervos, corderos, grifos,
abejas, gusanos, cruces, anclas, embarcaciones, vasijas, ruedas, panes,
serpientes, hidras, maldito a título de Anticristo. Así ocurrió con el pescado,el león, el águila, la garza y muchos
uvas, árboles, flores y otros. Sin duda la fantasía decorativa o las ideas personales de piedad intervinieron a menu-
frutos, y mil otros seres y cosas.
do,y hacen a veces difícilmente reconocibles las verdaderas intenciones delos artistas; sin em-
¿Es que todo animal, toda planta, todo astro, todo objeto y todo signo represen
tado en bargo puede tenerse por regla segura que había una disciplina real y fija de la simbología
el arte de las catacumbas o de los Primeros santuarios de Europa, Africa y
Asia durante el pri- cristiana y que, gracias a ella, los emblemas fueron parte integrante del catecismodela inicia-
mer milenio de nuestra era tenía sentido emblemático...? No es eso: la fantasía,
la simple pre- ción religiosa durante los primeros siglos de la Iglesia. , : -
ocupación decorativa, los gustos locales, las cosas cotidianas de la vida
profana tuvieron En Roma, el fervorconrespecto a los santos emblemas se relajó después que Constantino
también una parte grande en las obras de los artistas cristianos. De modo
que no hay que exa- diese la paz a la Iglesia a comienzos del siglo IV; pero desde esta misma época y durante los
gerar; pero sólo con atenerse a lo que salta a la vista, es inevitable darse cuenta
de la profun- siglos que siguieron, fueron empleados con gran fervor en las Galias, Gran Bretaña e Irlanda,
da unión de vida mental que los emblemas mantuvieron entre la
inteligencia del cristiano e incluso en Oriente, Al propio tiempo,a partir de los primeros emperadores cristianos, a par-
cultivado y el Cristo eterno, dador y garante de esperanzas eternas.
tir de la conversión de los primeros pueblos bárbaros, los emblemas del Salvador conquista-
Dehecho, en el lenguaje corriente, las dos palabras símbolo y emblema suelen
ser sinóni- ron un ámbito nuevo, el del arte monetario. Y es que, en efecto, ofrecían para este campo de
mos; sin embargo parece queel término emblema es más satisfactorio
queel de símbolo, cuan- la numismática cristiana una heráldica perfectamente acabada, que permitía incluir en los es-
do se trata de signos ideográficos dotados de sentido misterioso y representados
por mediación trechos círculos de las monedas muchosentido y mucho Sa defe. Es ahí donde se ma-
de las artes humanas o tomados del natural.
nifestará en primer lugar la afirmación de la soberanía social Cristo. -
¿Qué es, pues, realmente un emblema, religioso o no,sino el signo visible,
revelador —para los que lo conocen— de cosas naturales, sobrenaturales consagrado y Más Sud los ar emblemas penetrarán todo el arte y el código de la heráldica de esa
o ideales que no se rica esencia que llevan dentro. En Francia, todo el arte de la sociedad de los Capesos se inspi-
ven?
rará en ellos: «Para el Medievo, dice Gevaert, el universo entero era un símbolo». «Sabía que,
El sabio orientlista René Guénon da del símbolo, y por cllo también del emblema , la en la tierra, todoes signo, todo es imagen, que lo visible tan sólo vale por lo que recubre de
definición más completa, que citamos a continuación: «El nombre “símbolo
”, en su acepción invisible; el Medievo, que por consiguiente no se dejaba engañar, como hacemos Osotros, por
más general, puede aplicarse a toda expresión formal de una doctrina, expresió
n tanto verbal las apariencias, estudió muy de cerca esta ciencia (la Emblemática) e hizo deella la provee-
como figurada: la palabra no puede tener otra función ni otra razón de ser que
simbolizar la dora y la sierva de la mística*» Esta admirable época dela vida humana creó incluso emble-
idea, o sea dar de ella, en la medida de lo posible, una representación
sensible, por lo demás mas nuevos, y dotó de interpretaciones nuevas y felices a algunos de los que le venían del viejo
puramente analógica. Así entendido, el simbolismo, que noes sino el
empleo de formas o mundo,igual que desconoció otros que no comprendió o que no se adaptaban a su tipo de
imágenes constituidas como signos de ideas o de cosas suprasensibles
y del cual el lenguaje es piedad, sobre todo los que se habían desarrolladolejos de las regiones occidentales.
un simple caso particular, es evidentemente natural en el espíritu
humano, o sea necesario y
espontáneo. También hay, en un sentido más restringido, un simbolismo
buscado, reflexiona-
do, que cristaliza en cierto modo en las representaciones figurativas las enseñanz 1. R. GUÉNON,Introduction 4 l'¿tude des doctrines hindowes, VI, p. 117.
as de la doc- 2. San AGUSTÍN, Truc. ¿nJoannes, XXI, 8-9.
L. Véase A. MORET, Mpstbres égiptiens, p. 5. 3. GEVAERT, LHéraldigue, p. 37.
4. Hursuans, La Cathédrale, edit. Cies, T. 1, p. 297.
Pero si, por este hecho y por otras muchas causas, la memoria de los hombres
dejó caer
en el olvido signos simbólicos muy antiguos, ninguno de ellos murió sin
embargo por esa
caída; y cuando una manolos levanta y presenta con claridad sus sentidos olvidad
os, se mues-
tran llenos de savia para ofrecer a las almas un alimento “que a veces parece
haberse enriqueci-
do de valor condensándose en el silencio de los siglos, como les sucede
a esos viejos elixires a CAPÍTULO SEGUNDO
ca largos años de reposo en la sombra de nuestras bodegas han dotado
de incomparable

Al tratar de agrupar en las páginas que siguen los emblemas antiguos que
LAS FUENTES
sagrados especialmente a la persona del Cristo Jesús, no cometol
hacer obra de especial erudición ni arte: no serán más que simple
han sido con-
a temeridad de pretender DE LA EMBLEMAÁTICA
CRISTIANA
vulgarización, apoyada tan
sólo con suficiente documentación para autorizar el fondo. Por eso, en
buena pane de estos
emblem as, me he visto obligado a resumir lo que fueron para el pensam
iento humano antes
de su adopción por la simbología cristiana.
1. LAS RELIGIONES PRECRISTIANAS
N o hay ninguna duda de quelos primeros cristianos, en todos los países donde pu-
diesen estar, adaptaron a su culto antiguos emblemas religiosos locales, muchos de
los cuales fueron consagradospor ellos a la representación del Salvador. En Romay
Grecia, porejemplo,el delfín, al águila, el león, el grifo, la paloma la cigiicña; en Egipto el
ibis, el fénix, la palmera, la rana, etc. En todo el Occidente, tal vez sobre todo en la Galia,
donde tanta fuerza tenía el culto de manantiales y fuentes, nuestros antepasados vieron con
innegable satisfacción que sus hermanos de Roma,al interpretar los Libros sagrados, hacían
bajar del montículo en el que triunfaba el Cristo Cordero cuatro ríos en los que vieron su ima-
gen comoPurificador viviente del mundo,operandoa través de los cuatro canales de los có-
digos evangélicos de su doctrina. Y luego, por todas partes dondeel sol y las estrellas ya eran
símbolos de la gloria de los dioses, los mismos astros se convirtieron en las más resplande-
cientes de sus imágenes convencionales.
Tenemos mil prucbas de que esta asignación a la persona del Salvador de antiguos em-
blemas, entonces todavía utilizados por los vecinos paganos para sus ídolos, no desagradó a los
primeros maestros del pensamiento cristiano y fue gozosamente practicada porlos artistas que
en ellos se inspiraban. Lo mismo ocurrió, por lo demás, con cierto número de ceremonias,
ritos antiguos que entraron en la liturgia primitiva de la Iglesia: había explicaciones claras y
precisas que puntualizaban las cosas, y desaparecía todo inconveniente.

II. LOS LIBROS SAGRADOS DE LOS DOS TESTAMENTOS


os pasajes de los Libros delAntiguo Testamento referentes a la «Gran Promesa» de un fu-
q turo redentor fueron valiosamente destacados y posteriormente interpretados median-
te imágenes o signos; todas las cosas citadas en las grandes profecías se representaron
con significados nuevos: el Arbol de la Vida que crecía en el centro del Edén, el arca de Noé,
la fuente que brotaba del costado dela roca al ser tocada por la vara de Moisés, y la propia
vara, la nube luminosa y protectora, la tau que se marcó en la frente de los hebreos,la ser-

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piente de bronce erigida en cl desierto infestado de áspides, la vara crecida en los flancos de crifa en 494, se fue volviendo tan inaceptable a medida que pasabade muno en mano,que en.
Jesé, la nube que hizo venir de lejos el formidable profeta Elías de Tesbí, el rocío matinal que 1118 fue objeto de condena formal por parte del papa Gehsio II. : >
fecunda la tierra, etc.: otros tantos emblemas de Cristo Jesús. El Comentario del Physiologus que se creía obra de San Epifanio, en d siglo 1V, tene vein-
En los cuatro Evangelios, todo aquello con lo que el propio Jesús se comparó, o que está viséis capítulos dedicados exclusivamente a los animales. En la Edad Media secompusicrenobras
relacionado con los principales episodios de su vida: el Cordero de Dios, la vid, la puerta de del mismogénero, en verso o en prosa, con el nombre de Bestiarias, o Volucrarioscuando tuba
la morada eterna, la lámpara que alumbra a los hombres en medio de la oscuridad, la perla, ban únicamente del simbolismode los pájaros. Para las plantas había Fonarios, y haba Lepidario:
la levadura, el grano de mostaza, la semilla esparcida, imagen de su palabra, la gallina que que trataban del simbolismo y las propiedades miríficas de las piedras preciosas y los minerdos,
se
cubre a sus polluelos, la uva, la espiga y el pan, la cruz que tras haber sido el lugar de su muer- como el De Gemmis, que escribió en el siglo XI Marbodio, obispo de Rennes, en cua or:
te se convirtió en trofeo de su triunfo, y la lanza que abrió al mundo la fuente misma de la rata de las doce piedras preciosas del Apocalipsis y de otres cuarenta y nueve minerales,
sangre redentora. En tiempos, según parece”de la dinastía carolingia de Francia, de finales del siglo vu
AL Apocalipsis de San Juan debemos el Cordero inmolado,el libro siete veces sellado, aX, apareció otro libro singular, La Clave, inexactamente atribuido 4 San Melitón, obispo de
el caballo, la espada que brotaba de los labios de Aquel que reinaba en medio de los Sardes, muerto hacia el año 190. Bastante análogo en ciertos aspectos a algunas variantes del
cielos. os mís-
Phyrilogus, esta obra es una especie de enumeración concisa de los diversos significadsnom-
Otros emblemas, surgidos de los escritos de los demás apóstoles y de los primeros doc- cicos o emblemáticos que hay que atribuir a los hombres, los animales, las plantas,lo
tores de la fe se añadieron a los primeros. bres, etc., y cómo unos y otros pueden representar, según las circunstancias,a Dios, la
Trinidad, Cristo, la Virgen, el fiel, el demonio, los misterios de la fe, las vircudes, los insin-
ros o los vicios de los hombres, etc. o y
III. LOS LIBROS DE LOS ANTIGUOS NATURALISTAS
¿Hay que crees, como asegura Huysmans siguiendo a Dom Pitra!, que este libro del pseu-
C omo no encontraban todavía suficientemente rico el tesoro de imágenes sagradas, los do-Melitón llegó a ser muy popular en la Edad Media? Lo que es indiscutible es que lo co-
primeros simbolistas cristianos se giraron hacia las fuentes profanas para pedirles nocían los letrados de la época y que, a través de ellos, inspiró el artesimbólico. .
libros
apoyo. Durante los reinados de la tercera dinastía francesa, fueron bastante numerosos los
Poraquellos tiempos, los cristianos letrados de Romay Grecia leían los libros de auto- que nacieron en Francia compuestos a base del viejo Physiologus y de la Clave; cada autor aña-
res ya entonces célebres, particularmente los de los primeros naturalistas, Aristóteles, Plinio, día cosas de su cosecha, así como las interpretaciones que en su época se daban más corrien-
Dioscórides y Eliano. Todos los conocimientos que entonces se tenían o se creía tener sobre temente de los diversos emblemas: los más conocidos de estos Bestiarios fueron el de Philippe
los seres vivos, las plantas y los minerales, se encontraban reunidos en estas obras, en las que de Thaon o de Thaiin, que en el siglo XII, tras haber escrito El Libro de las Criaturas, versifi
a los animales, las plantas, las piedras y los metales se les atribuían cualidades, perfecciones, có su Bestiario; el de Gervais, que fue contemporáneo de Philippe de Thaon; el del clérigo
a los
poderes extraños, instintos inimaginables y dones maravillosos. En aquel revoltijo de verda- Guillaume de Normandie, que nos da a conocer los sentidos simbólicos quese daban
des e ilusiones, los autores de la Simbología cristiana encontraron a manos llenas lecciones animales en la época en que se compusieron los primeros tratados de heráldica y del cual en
de alta moral, alegorías ingeniosas entre Cristo, el cristiano y los aspectos de los distintos ani- 1852 el profesor C. Hippeau publicó un texto excelente, y finalmente el de Pierre le Picard.
males y de las cosas naturales, reflexiones eminentemente anagógicas, o sea adecuadas para Haciéndose eco de estos autores, otros escritores de la misma época, en escritos más genera-
Jean
conducir los pensamientos del hombre hacia Dios. También sacaron deellas nuevos tipos les, dieron acogida en buena parte de su obra al simbolismo de los animales y de las cosas:
emblemáticos apropiados para resumir en sí los grandes temas de la vida espiritual del cris- Jchan d'Avranch es, Honorius d'Aucun, Hugues de Saint-Vict or,
Beleth, Barthélemy de Glanville,
tiano y para representar a Cristo en alguna de sus perfecciones o en alguna de sus distintas Oderic Viral, Vincent de Beauvais, Tomás de Cantimpré, Alberto Magno y Brunerto Lacini tam-
funciones. bién aceptaron los temas más aventurados del Physiologus y de la Clave. Hubieran podido apoyat-
Unlibro que se remonta a los primeros tiemposcristianos, el Physiologus, añadió ade- se en la autoridad de San Agustín, el cual, tras haber contado que, según el Physiologus, el águila
más, a los elementos sacados delos antiguos naturalistas, imágenes tomadas de los grandes rompe contra la roca la punta del pico que se ha hecho demasiado largo, añade prudentemente:
escritores de Grecia y Oriente, y de las fábulas y mitos de aquí y de allá. Esta obra gozó de «Lo importante para nosotros es meditar el significado de un hecho, no discutir su autenticidad'».
gran favor de punta a punta de la cristiandad sobre todo durante los cuatro o cinco siglos
que siguieron a la paz de Constantino, y fue considerable el número de copias más o menos
modificadas que circularon, hasta el punto de que ya no sabemos cómofue exactamente el 1. Conciles, T. IV, p. 1260.
2. CE. E Maz, Lartréligienz du XIII" silcle en France, p. 47.
texto primitivo, 3. HUYsMaNs, La Carhédrale, Édit. Crés (1920), T. Il, p.299.
Unaversión de aquel Physiologus, la que se atribuyó a San Ambrosio, ya declarada apó- 4. San Austin, II' Coment. de los Salmos. CIL.

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Estos diversos escritos fueron verdaderamente los breviarios de los artistas de entonces, y híbridos con cabezas y miembros, ¿ menudo en número anormal, tomados de todas las varic-
concordaban tan bien con el espíritu de la época que Richard de Fournival logró un gran éxito dades posibles de seres vivos, son todavía, para los mejor informados de nosotros, lo mismo
cuandoescribió, siguiendo su modelo, el Bestiario de Amor. que las vocales del alfabero musical que inventaron para uso propio, es decir: un jeroglífico in-
descifrable. Sin embargo, por completamente impenetrables que resulten, essos jeroglíficosex-
IV. LOS GNÓSTICOS presaban ideas, pues no se ve por qué razón habrían de imponerse unos hombres el largo,
delicado y dispendioso trabajo que es el fino grabado de miles de piedras preciosas con el
unto a las fuentes de inspiración de que acabamos de hablar, conviene tener muy en único e irónico objeto de engañar a sus contemporáneos o a sus sucesores en este mundo.
Cuenta algunos agentes que modificaron a veces las formas de la emblemática primitiva, Pero otras piedras grabadas porellos llevan signos conocidos, emblemas recibidos y adop-
inventaron interpretaciones nuevas e incluso dieron origen a emblemas inusitados hasta tados en su tiempoporla Iglesia; algunos llevan inscripciones enigmáticas y otras que son muy
entonces. En primera fila de tales influencias hay que situar a la gnosis. claras. Y entre los emblemas que se encuentran en ellas y las aclamaciones que en ellas se pue-
Conocemos a los gnósticos sobre todo porlos primeros escritores cristianos que tuvieron den leer, hay algunas que representan a Cristo o se aplican a él. ¡Pero a qué Cristo! Algunosde
que combatir sus doctrinas cuandose convirtieron en un peligro religioso demasiado amena- los maestros gnósticos únicamentelo disfrazaron, otros lo deformaron,lo transformaron hasta
zador; pero qué fueron en los inicios su primera teología y su primera espiritualidad es algo tal punto que su humanidad se convirtió en un inconsistente fantasma, una fantasmagoría in-
quese nos escapa totalmente. definible, y su divinidad se convirtió en una entidad espiritual más o menos asimilable a los
Su herejía, que desde el siglo 1 se injertó directamente en la enseñanza apostólica, partió eones de su Pleroma. Del Salvador, del Legislador que nos pintan los Evangelios, no quedó más
probablemente de concepciones perfectamente ortodoxas y muy elevadas, que enseguida se que una personalidad fantástica y borrosa que sólo el nombre tenía en común con el Mesías
alteraron y degeneraron en tales ilusiones que el entendimiento se queda estupefacto. A la som- prometido al mundo y que vivió en la came de Jesús, hijo de Dios, muerto en la cruz.
bra de su hermetismo de su oscurísimo simbolismo,los gnósticos se convirtieron rápidamente Eso no quita que el gnosticismofuese uno de los acontecimientos capitales de la juven-
en el grupo menos homogéneo y más extravagante que jamás hubo en el mundocristiano; aca- tud dela Iglesia, y que su literatura, su epigrafía y su emblemática tuviesen repercusión en al
baron siendo, o meros ascetas inconscientes y enloquecidamente exagerados los unos, o bien, gunos artistas ortodoxos y que sus obras conservasen reflejos de él. Otras herejías de fechas
por el contrario, peligrosísimos depravados, locos obscenos y malhechores,los otros. posteriores tomaron prestadas muchas cosas del dualismo, del pesimismo, del digamos la pa-
Lo poco que subsiste de sus más antiguas manifestaciones lleva a admitir que obedecían Labra, charlatanismo' de la gnosis; y el arte hermético y las ciencias ocultas de los siglos que
al comienzo a muyardientes, pero también muy presuntuosas aspiraciones a un conocimien- siguieron bebieron —y a menudo incongruentemente— de su simbolismo,
to de Dios más perfecto y más íntimo que el que Él da al ser humano por mediación de la te- En el gran Dictionnaire d'Archéologie chrétienne et de Liturgie”, que dirigen los eruditos
ología, de la mística y de la espiritualidad cristiana como las entiende la Iglesia. Esta gnoss, dom Cabroly dom Leclercg, los benedictinos franceses de Farborough acaban de condensar
que situaba sobre todo su actividad intelectual en el campo del mundo invisible, se imaginó admirablemente lo que actualmente se conoce de la doctrina y de las locuras gnósticas.
fantasías delirantes y creó entidades abstractas, los eones, a los que generosamente dotó de una
vida quimérica y una jerarquía imaginaria,la cual correspondía, decían, a distintos grados de
poder sobre el mundoy los hombres. V. LAS CIENCIAS HERMÉTICAS Y LOS ESTUDIOS MEDIEVALES
Los primeros jefes de las escuelas gnósticas apelaban a las teorías de Simón de Guitón, el a kábala hebraica, las fórmulas rituales de las prácticas demoníacas o supersiciosas, las
samaritano conocido con el nombre de Simón el Mago. Su doctrina se repartió en un gran E ciencias astrológicas y adivinatorias, la alquimia narural o más o menos mezclada con
número de escuelas distintas, que llegaron a ser, según dicen, unas sesenta; las principales fue- la magia, incluso con la hechicería, forman un conjunto vulgarmente designado con la
ron la de Menandro en Samaria, la de Saturnil en Antioquía, la de Basílides en Alejandría de denominación, a fin de cuentas mal definida, de hermetismo,o sea de ciencias secretas por-
Egipto, la de Valentín también en Egipto y en Roma; y luego, en otros lugares, las de que tan sólo han sido comunicadas a muy rarosiniciados.
Marción, Heracleón, Ptolomeo, Cerdón, Carpocarpoy su hijo Epífanes, etc. El gusto innato porlo misterioso, sobre todo por lo misterioso reservado a una élite res-
Aquellos pobres iluminados nos dejaron como testimonio de sus quiméricas ilusiones, sringida, será siempre uno de los sentimientos humanos más indestructibles. Parte, por un
junto con algunos otros documentosde arte, una cantidad muy considerable de piedras se- lado, de la naturaleza misma del hombre, venido de Dios a través de los misterios de una
mipreciosas, adornadas con grabados de emblemas muydiversos. La mayoría de estos ideo- creación continua de la que no conoce todas las invisibles maravillas, del alma humana que
gramas son para nosotros absolutamente incomprensibles, lo cual no quiere decir, como han conserva, si puede decirse así, el reflejo de su país de origen; por otro lado, el acceso a los
afirmado algunos, que estas extrañas composiciones no tuviesen ningún sentido para sus pro-
pios autores. Esas líneas desconcertantes mezcladas con personajes grotescos y monstruosos, 1. Véase A. Purca, «Les Ennéades de Plorin»,cn Journal des Savanss, nov-déc. 1924.
con astrossingulares, con plantas de todas las especies o sin especie determinada,esos cuerpos 2. Paris, Lesouzey er Ané, en curso de publicación.

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conocimientos ocultos a la mayoría de los hombres halaga, en una de sus flaquezas más que- obtenía en los fuegos de los aranores, queno eran para ellos más que una imagen, y lo que
ridas, a ciertas mentes satisfechas de sentirse con ello, en cierto modo, por encima del vulgo. transmutaban no eran metales,
Poreso en todas las épocas y en todos los lugares, entre los sabios de la antigua Caldea, de todos se imponía la discreción en unz ¿poca en la que la sospecha de magia o brujería
Egipto y de Grecia, y actualmente entre los más rudos salvajes, para guardar el misterio de podía conducir al más inocente a las peores aventuras, y nadie se salvaba de ella, ni siquiera
pa reservados se han creado palabras, fórmulas enigmáticas, signos y gestos los papas, puesto que, de 1033 a 1044, no se detuvo ante la augusta majestad de Benito IX,
sil a quien el pueblo de Roma y algunos clérigos y prelados ignorantes acusaron de brujería y de
Las civilizaciones en las que nació y creció la Iglesia tenían desde hacía siglos sus emble- magia porque se dedicaba a la práctica de la alquimia en su palacio de Letrán, así comoa es-
mas herméticos; ella misma, como hemosvisto, se vio obligada a formarse series de emblemas tudios de astronomía, de noche, en las ruinas del Coliseo.
y de términos reservados, y a establecer entre sus miembros una severa disciplina de discre- En nuestro país de Francia, con los grandes estudios religiosos, sobre todo del siglo XI
ción. Con la paz de Constantino, estos emblemas cristianos pasaron a ser dominio de todos, y del XIII, durante aquel admirable período espiritual que sin embargo nos dejó de su genio
pero más tarde, algunos grupos místicos o intelectuales les dieron significados que ampliaron práctico tan maravillosas obras de construcción, se consideraba que todo el universo creado
o modificaron el sentido primitivo convertido en vulgar; es lo que hicieron los gnósticos in- era tan sólo el espejo del mundo invisible.
cluso antes dela liberación constantiniana; y posteriormente tuvieron imitadores. En ningún tiempo ni pueblo del mundo como en la Francia de la época fue Cristo el
Luego, durante la Edad Media, algunos sabios cristianos, clérigos e incluso santos com- Cristo vivo; y con toda razón llevaban las monedas de oro de nuestros reyes la aclamación
prendieron que, de la manera más lícita del mundo, podían entregarse al estudio de todo triunfal: Xhristus vincit, Xhristus regnat, Xristus imperat, «Cristo vence, Cristo reina, Cristo
aquello que, en las ciencias entonces reservadas, por ejemplo en la alquimia, concernía a la na- gobierna»,
turaleza y las propiedades de las plantas, de los minerales sólidos o líquidos; en la astrología, Con Él reinó la mística, que se apoderó de todo para elevarlo hacia Él, lo regía todo
de las posibles influencias del estado de la atmósfera, de las evoluciones y las conjunciones de según su ley, lo hizo vivir por todas partes mediante el símbolo y el emblema. Toda ciencia se
los astros en las fecundaciones, las concepciones y los partos, la germinación de los animales estudiaba únicamente a través del prisma de los rayos luminosos que venían de Él: léase en las
y las plantas y las influencias que estos fenómenos puedenejercer en los temperamentos de obras de Émile Mále, por ejemplo, de qué modose entendía entonces el simbolismo de los
estos mismosseres vivos. números. Era una verdadera lengua llena de misterios espirituales que entonces revelaron a
Con independencia de cuál fuese la parte inconscientemente concedida a la ilusión en todos los libros de los más eminentes doctores de la época, desde Rabano Mauro a Durandde
este campo del estudio, no dejaba de ser de un orden absolutamente natural; pero es com- Mende, pasando portodoslos autores espirituales de aquella época,
prensible, sin embargo, que los maestros de las escuelas episcopales o monásticas, o los estu- Y distamos mixcho de saberlo todo de las manifestaciones intelectuales del pensamiento
diosos que trabajaban junto a ellos en el mismo camino, noiniciasen en sus conocimientos piadoso de la Edad Media. Incluso a nuestros contemporáneos más entendidos en su arqueo-
más que a discípulos discretos y de buen juicio, pues no les resultaba entonces fácil a todos el logía, su emblemática religiosa y profana, su heráldica eclesiástica y nobiliaria, plebeya y cor-
discernir la línea de demarcación entre lo que la Iglesia permitía y lo que prohibía en este porativa, se les presentan cada día signos medievales que son para nosotros enigmas. Algunos
campo.En astronomía, por ejemplo,si bien los caldeos, los egipcios y probablemente los drui- dicen, según los casos: se trata de marcas de los obreros, marcas profesionales, muebles herál-
das de las Galias habían llevado esta ciencia a un grado que llena de asombro a nuestros sa- dicos, signos de reconocimiento o de propiedad, motivos decorativos. Y de hecho estos ideo-
bios actuales”, los magos, adivinos y hechiceros de todos los países habían hecho de ella, de la gramas pueden ser todo eso, pero siendo eso, que es su razón de ser común y exterior, su
astrología y la brujería, una mezclaincreíble; y es el caso de recordar que ciertos colegios gnós- exoterismo, pueden tener, y casi siempre tienen, un significado oculto, que es su esoterismo, su
ticos se ocuparon muyactivamente de la alquimia naciente. Tal vez en este campo de estudios sentido subyacente, antaño reservado a un número limitado de informados. Había escuelas «ge-
es donde su huella se conservó visible durante más tiempo tras su desaparición definitiva. En neralmente muy cerradas, más o menos poco conocidas» por este motivo,y que además no eran
el siglo X, los alquimistas griegos todavía se servían de emblemas que venían de ellos: el escuelas filosóficas, cuyas doctrinas se expresaban tan sólo bajo el velo de ciertos símbolos que
Ouroboros gnóstico, por ejemplo”. debían de resultar muy oscuros a quienes no tenían la clave de ellos;y esa clave no se daba más
¿Hay querecordar aquí que los alquimistas corrientes de la Edad Media no eran los ver- que a los adherentes que habían aceptado ciertos compromisos, y cuya discreción había sido
daderos alquimistas? Éstos, más misteriosos, dejaban a los primeros, a los que denominaban suficientemente contrastada, al propio tiempo que se habían asegurado de su capacidad inte-
desdeñosamente «sopladores», con sus alambiques, sus retortas, sus crisoles, sus fuelles y sus lectual. Este caso, que indica manifiestamente que tiene que tratarse de doctrinas bastante pro-
mezclas; ellos se ocupaban en los más elevados estudios metafísicos, su piedra filosofal no se fundas para ser totalmente ajenas a la mentalidad común,parece haber sido frecuente sobre
todo en la Edad Media, y es una de las razones por las que, cuando se habla de la intelectuali-
1. Véase Abbé MOREUX, La science mystrieuse des Pharaons, passim. dad de aquella época, hay que hacer siempre reservas sobre lo que podía haber fuera de lo que
2. Véanse los estudios de MARCELUN BERTHELOT sobre los alquimistas griegos. nosotros conocemos de manera segura; es evidente en este caso que, comoen el del esoterismo

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griego, han debido de perderse muchas cosas porque nunca se enseñaron más que oralmente, llos primeros maestros del pensamiento cristiano, y por último de los Bestiarios de la Edad "
lo cual es también «la explicación de la pérdida prácticamente total de la doctrina druídica. Media y obras similares. Fueron difundidos en las artes por los clérigos, los monjes, los dec-
Entre las escuelas a las que acabamos de aludir, podemos mencionar comoejemplo los alqui- tos y los pensadores de aquella época; pero al lado de estos sabios, y sintiendo para con Criso
mistas, cuya doctrina era sobre todo de orden cosmológico, pero, por otra parte, la cosmología la misma necesidad de verlo en todas partes, la gente humilde del campo,al mirar a su ale-
tiene que basarse siempre en un conjunto más o menos extenso de conceptos metafísicos. dedor en los bosques, en los prados, en los campos, en los huertos y jardines, escogieron em-
Podríamos decir que los símbolos contenidos en los escritos alquimistas constituyen aquí el exo- blemas para una simbología crística muy suya: veían el Redentorniño en la rosa de colo; rcsa
terismo, mientras que su interpretación reservada constituía el esoterismo'». suave, teñido de su sangre en la rosa rojo oscuro; la primera golondrina llegada con el buen
Tendré ocasión de citar varias veces en esta obra a uno de estos grupos secretos de la Edad tiempo era para ellos el emblema de su resurrección, y también la mariposa; el asno gris mar-
Media que se ha conservado hasta nuestros días, L'Estoile Internelle, que posee archivos anti- cado con una cruz blanca dorsal evocaba su camino hacia el Calvario, cargado con el instru-
quísimos, particularmente una colección de símbolos que dara de finales del siglo XV; me ha mento de su propio suplicio; había sabrosas leyendas que relacionaban la becada, el jilguero y
sido facilitado excepcionalmente porel propio grupo, para el presente trabajo, tras la publica- el petirrojo con su crucifixión, y el erizo de mar fósil y algunos conglomerados minerales con
ción devarios capítulos en la antigua revista Regnabir su Eucaristía, que además es Él mismo, etc...
Esta aportación del elemento popular puede ayudar a menudoa explicar ciertos detalles
simbólicos de las obras de arte religioso, sobre todo en aquellas que son posteriores al gran
VI. LOS PRIMEROS GRANDES VIAJEROS
ciclo medieval: a fin de cuentas, el «folklore» campesino, cuyas raíces se remontan a veces
uando los peregrinos a los Santos Lugares y los cruzadosvolvían a Occidente tras su asombrosamentelejos en la distancia de los tiempos, no sólo presta un gran servicio a la sim-
estancia en el Oriente próximo y Egipto, sus relatos,así como las obras de arte y los bología religiosa, y hay muchas ramas profanas del saber humano que encuentran en él una
productos comerciales (los tejidos, por ejemplo) que trafan, ejercieron gran influen- valiosa ayuda.
cia en las artes religiosas y civiles de nuestras tierras occidentales.
Lo mismo ocurrió con los grandes viajeros que durante la segunda parte de la Edad He aquí, pues,las fuentes principales de donde nos ha venido la Emblemática crístia,
Media se internaron en la lejana Asia hasta Mongolia, hasta la China, o que descendieron magnífica diadema conla que la fe cristiana coronó la frente de su Señox, y que constituye in-
hacia el Ecuador africano. Fue el caso de Marco Polo, que escribió en lengua francesa, en discutiblemente uno de los homenajes más fervientes que ha recibido jamás.
1298; fue el caso del monje armenio Jehan Haiton, príncipe de Gorikos de Cilicia,el cual,
tras haber visitado la China, vino a describirla a un apacible monasterio de Poitiers, donde
murió hacia 1307; y también de Oderico de Pardemone,fraile menor, y del gentilhombre an-
glonormando sir John Mandeville, etc...
Muchos animales, árboles o frutos, minerales y seres fantásticos que pueblan sus relatos
fueron adoptados porlos simbolistas de Occidente para representar los dones de Dios y al pro-
pio Cristo. Gracias a ellos, por ejemplo, fue conocido entre nosotros el árbol del pan,y aquel
otro árbol al que se le hace una incisión en el tronco de la herida sale vino, emblema com-
pletamente natural, para nuestros padres, del Redentor izado sobre el tronco del árbol crucial
y que, herido en el costado porla lanza, vertió su sangre por nosotros.

VIL LAS TRADICIONES POPULARES


H asta hoy, los historiadores no han tenido casi en cuenta una fuente en la que no he
dudado en apoyarme:las creencias ingenua, las observancias superfuas, incluso las
supersticiones, las costumbres familiares del simple pueblo de nuestro campo.
Casi todos los emblemas consagrados en el gran arte cristiano han salido, como hemos
visto, de las religiones antiquísimas, de los escritos de los naturalistas precristianos o de aque-

1. René GUENON, Introduction gónérale 3 ltude des docirines Hindoues <. IX, p. 147.

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según el sentido que personifique, está depic, lleva la cruz o el estandarte triunfal y su san-
gre mana de su pecho y cae en una copa colocada a sus pies, o bien, echado en el suelo, es
la víctima inmolada, o incluso está sobre el libro de los misterios quecierran lossiete sellos
divinos.
CAPÍTULO TERCERO Con el correr del tiempo, cada siglo que pasaba imprimía a las formas de los emblemas
cristianos la elegancia o la barbarie de su arte, pero lo esencial, la característica delsigno per-
LA EMBLEMATICA manecía igual: los cuatro animales de la visión de Ezequiel y de San Juan, el Hombre, el
León, el Toro y el Aguila, por ejemplo, conlas alas extendidas o dispuestas a alzar el vuelo,

CRISTIANA Y LAS con sus aureolas de llamas. y sus posturas quiméricas, se prestaban muy bien a las fantasías
de los artistas, y sin embargo,tanto en las esculturas bárbaras de la Francia merovingia como

ARTES EN LOS en los iconos bizantinos, en los tímpanos de nuestras iglesias románicas o en nuestras cate-
drales ojivales, tanto en el pincel del miniaturista que pintó en el siglo XII el Apocalipsis de

SIGLOS PASADOS Saint-Sever, como, en el siglo XV, en el pincel de Jean Fouquet, o en las obras de los maes-
tros vitraleros quehicieron pasar porel fuego los vitrales de Vincennes, oímos, sin una nota
discordante, que el Hombre, y el Águila y el Buey y el León nos dicen las mismas palabras
de éxtasis y vemos que nos hacen los mismosgestos divinos. Según la época, los colores serán
1 PERPETUACIÓN DE LAS FORMAS ANTIGUAS más suaves o más fuertes, sus movimientos serán más agitados o más tranquilos, pero su im-
EN LA EMBLEMÁTICA CRISTIANA pronta en el espíritu de los místicos sigue siendo inmutablemente lo que fue, lo que es y lo
( E uandola joven Iglesia cristiana se construyó para su lenguaje misterioso una prime- que siempre será.
ra serie de figuras emblemáticas, tomó muchas, como hemos visto, de las religiones Y otro tanto puededecirse de la mayoría de los emblemas, sobre todo' de aquellos bajo
anteriores a su propia existencia y conservó, casi siempre aplicándolos a sus dogmas, cuyacorteza nuestros padres ocultaron a Cristo Jesús.
los sentidos alegóricos que tenían desde su creación. Tampoco modificó notablemente sus
formas aceptadas y a menudo convencionales; por eso estas imágenes de objetos, de seres
imaginarios o reales, se presentaban en las obras de los primeros artistas cristianos exacta- II. FJEZA DE LAS REGLAS EN EL EMPLEO DE LOS EMBLEMAS
mente comolos vemos en las decoraciones de los templos, de los baños, de los anfiteatros y D esde finales del siglo XII, la Heráldica señorial, el Blasón profano, se había conver-
otros edificios mayores del Lacio o de las provincias romanas: el delfín-Cristo de las cata- tido en una delas creaciones mejor codificadas que la mente humana realizó en el
cumbas seguía siendo el de los mosaicos palaciales y el de las fuentes que brotaban en las pla- medievo. A mediados del siglo XIII, la Heráldica poseía su lengua propia, dotada de
zas y jardines de la Roma cesárea; y el delfin-fiel no se distinguía en nada de aquellos que, precisión perfecta y provista de reglas absolutamente fijadas; tenía su arte particular, que sigue
en los frisos esculpidos, nadan siguiendo a la imagen llena de gracia de Afrodita; el ancla con- siendo de los más prestigiosos del mundo,regido también por un código muy firme, y este
servó la forma que tenía en los templos de Neptuno Poseidón o en las proas de los trirremes arte, en el marco infranqueable que se le concedió, encontró espacio, sin embargo, para crea-
en el circo azul del puerto de Ostia; el centauro y el grifo, el hipocampo y el hipogrifo si- ciones asombrosamente variadas y verdaderamentedeliciosas.
guieron siendo como los habían hecho los artistas de Grecia y Roma. Toda conversión de Repitamos que esta Heráldica, desde su nacimiento, estuvo penetrada y conquistada por
estos emblemas se centró en la idea; el cuerpo del emblema siguió siendo el mismo,y sólo la Emblemática cristiana, y que esa toma de posesión se había producido particularmente a
cambió su alma. través de la decoración monetaria durante la alta Edad Media. Esta deuda de adopción la pagó
Sin embargo, por el mero hecho de que no eran imágenes de historia natural ni simples la heráldica a la Simbología cristiana dando nuevos aspectos a muchos emblemas antiguos y
representaciones de objetos corrientes, sino puros ideogramas, sino símbolos de ideas y cosas contribuyendo a mantener en uso algunos otros quesin ella habrían caído en desuso; y tam-
divinas o espirituales y que precisamente por ello estaban consagrados por el rayo de sol di- bién conservando para nosotros elsecreto de numerosas interpretaciones que únicamente en-
vino, los emblemas se fijaron con gran rapidez, cristalizaron en actitudes o aspectos muy hie- tendemos bien gracias a ella, de modo que alguien ha podido decir, muy juiciosamente, que
ráticos. El águila, por ejemplo, ya se representaba únicamente con las alas desplegadas, o quien estudia la Emblemática cristiana del medievo, sobre todo en Occidente, tan sólo la pe-
noblemente erguida en un reposo de unaaltivez completamenteregia; el león está echado en netrará imperfectamente si no está familiarizado con el arte y la mentalidad de la antigua he-
actitud deesfinge, o bien camina de perfil; más tarde, en la heráldica medieval, recibió el ráldica eclesiástica, nobiliaria y corporativa. Y esta proposición puede invertirse realmente,
nombre de «rampante», es decir, alzandolas patas delanteras como para luchar; el cordero, dada la íntimay viva compenetración entre la Simbología cristianay la Heráldica.

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Poreso en aquellos tiempos, cuando la Teología y la Heráldica regían las artes sagradas lentemente Émile Mále, es el orgullo; el hombre se basta a sí mismo, y aspira a ser ur
y profanas, los emblemas cristianos, los de las Virtudes y los Vicios, así comolos del Padre, el Dios»'.
Hijo y el Espíritu, y los atributos característicos de los santos, no se empleaban indiscrimina- De este orgullo lleno de ilusiones nacieron a la vez el glacial protestantismo y, en el arte
damente, como ocurriría a menudo más tarde: la disciplina emblemática fue efectivamente católico, la invasión de una fría luz de neopaganismo que hizo eclipsar entonces casi toda L
respetada y conservada. cálida belleza que habían hecho germinar, sobre todo en Francia, quince siglos de pura lu;
Los emblemas, en efecto, sobre todo los correspondientes a las Personas divinas, no caída del sol divino.
deben considerarse arbitrarios, «se apoyan —escribía juiciosamenteel siglo pasado el profesor «El simbolismo que había sido el alma misma del arte en el siglo XIII, dice también
Hippeau- en los textos sagrados, fueron consagrados por el uso que de ellos hicieron los Émile Mále, esa hermosa idea de que la realidad no es más que apariencia, que el ritmo, el
Padres de la Iglesia. Fielmente transmitidos porla tradición, constituyeron una especie de or- número y la armonía son las grandes leyes del universo,todo ese mundo de pensamientos en
todoxia artística que no permite considerarlos únicamente el producto de la imaginación y del el que vivían los viejos teólogos y los viejos artistas parece ya cerrado... Se percibe que los an-
capricho», tiguos símbolos se desecan y mueren». Y veremos al estudiar aquí tan sólo los emblemas re-
En efecto, las cosas de Dios tienen que participar un poco de su carácter eterno: cuando feridos a la persona de Jesucristo, la suma inapreciable de ideas nutricias, y la fuerza que d
el arte ha llegado a engastar en las formas de un emblemauna ¡dea precisa, por ejemplo, de conjunto de la Emblemática oftecía alas almas en una sociedad que vivía espiritualmente de
unadelas perfecciones o uno de los aspectos del Salvador, o bien la excelencia de una virtud, ella,
/ la fea evocación de un vicio capital —cosas inmutables en sí mismas-, estas formas del em- Por aquella época, en su convento de Ávila, Santa Teresa afirmaba que Satán, hablándo-
blemaque consagraron sucesivamente la inspiración que le vino de Dios al primero que la en- le a ella, se había definido así: «Soy la Frialdad misma». Y el arte religioso sintió pasar la sorm-
contró o la escogió, y el uso que les dio la Iglesia, estas formas del emblema,digo, en lo que bra gélida de las alas de Satán.
tienen de esencial, ya no deben cambiar. Notodos los emblemas, por supuesto, murieron por la mordedura de aquel helado or-
La Edad Media lo entendió admirablemente, y poreso, mientras duró, la «ortodoxia ar- gullo intelectual, pero fueron muchos, sin embargo,los que desaparecieron de las fórmulas hz-
tística» fue unarealidad. bituales del arte. Y sobre todo, los verdaderos sentidos de los emblemas fueron relegados al
olvido; la arbitrariedad recibió rienda suelta en el empleo que se hizo de ellos, y las alegorías
vinculadas a algunos cambiaron totalmente: así, el pelícano, el antiguo símbolo del Cristo-
III. EL PERJUICIO CAUSADO A LA EMBLEMÁTICA CRISTIANA
Purificador que lava con su sangre las faltas de sus hijos y les devuelve así la vida de la gracia,
PORELESPÍRITU DEL RENACIMIENTO se convirtió para todos casi únicamente en emblema eucarístico, porque la ignorancia vio en-
a Edad Media practicó y glorificó la cultura intensiva de la espiritualidad, y para ella tonces en su gesto de ablución sangrienta y purificadora, un gesto de alimentación: el gesto
toda la belleza sólo era belleza vista bajo la luz divina; las cosas sólo tenían valor efec- del buitre en la fábula del antiguo Egipto. Y el pelícano no fue el único que recibió este tipo
tivo en la medida en que favorecían la ascensión del alma; todo su arte es una irradia- de malos tratos.
ción de alma tomada del fuego divino,y hubiera hecho suyas, para echarlas en el tesoro de las Los emblemas sufrieron también lamentables atentados en la manera en que fueron re-
más profundas y felices palabras humanas, las palabras de Léon Daudet: «El hombre vale tan presentados entonces,sobre todo los que no habían salido de la iconografía emblemática de la
sólo en el reflejo de Dios». Grecia o la Roma antiguas. El aire grandioso, prestigioso y muyhierático de que los había do-
Pero llegó el Renacimiento, que fue un deplorable retroceso del Espíritu. El hombre tado el arte medieval, ya no era apreciado en lo quevalía, y los animales:emblemáticos, por
abandonóentonces la etérea atmósfera de Dios para bajar a respirar la atmósfera humana; se ejemplo, perdieron su carácter completamenteidealista para acercarse a las formas anatómicas
alejó de las «Fuentes de Vida» que pintaban los últimos artistas del medievo para beber en las del animal natural.
pilas de columna antigua talladas por cinceles neopaganos y llenas de una filosofía puramen- Hacia la misma época, por otra parte, la Heráldica sufrió la misma prueba: numerosos
te humana: RAISON PARTOVT se escribió entonces sobre el pórtico de una mansión de sujetos, «muebles de blasón» como se dice en la terminología consagrada, perdieron su senti-
aquel entonces en la ciudad de Poitiers, no lejos de la célebre Universidad donde sapientísi- do esotérico, o sea los elevados significados espirituales con los que los habían enriquecido la
mos doctores enseñaban al gusto de la época. mística y la hermética cristianas, y ya sólo conservaron fáciles significados exotéricos e insípi-
el arte, reflejo directo de una mentalidad que ya no estaba impregnada de la elevada dos, sin alcance fecundo y que no ocultan ninguna profundidad, ningún secreto: el león ya
espiritualidad y la mística del cristianismo, ya tan sólo pudo ser la glorificación de la belleza sólo era la imagen de la fuerza el valor, cl cordero la de la mansedumbre, la serpiente la de
material; y de ese arte así tomado de los paganismos muertos, «el principio oculto, dice exce-
1. E MALE, Lare regia de lafin du Moyenváge en France, p. 481.
1. HirrEau, Le Bestiaire divin de Guillaume, clere de Normandie, p. 34 (nota). 2. Ibid, p. 491.

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L La prudencia, el fénix la de la inmortalidad, el buey la de la paciencia en el trabajo,la rosa la
de la belleza, etc... y quedó en el olvido que, al principio, su función fue a menudo represen-
tar a Cristo y sus dones en el escudo bendito del caballero.
Otros emblemas como la pantera, la cigiteña, la corneja, etc. pasaron a no entenderse ya
en absoluto. Y cuando los ángeles del Paraíso, los hermosos ángeles etéreos y radiantes de los
bizantinos y de los escultores de Reims, de Fra Angélico y de Jehan Fouquet se convirtieron
en nuestras iglesias del Renacimiento en amorcillos moflerudos y nalgudos, las cabras, los ma-
chos cabríos, las palomas y los cisnes y los gallos dejaron de representar alegóricamente al
Salvador en sus más atractivos aspectos para pasar a representar tan sólo alegorías de orden ab-
solutamente sensual, y de un sensualismo totalmente inferior.
Los estudios de arqueología y de arte sagrado quese han realizado en el último siglo,
desde Caumont y Didron hasta nuestrosdías, han devuelto a la Emblemátic, para la die de SEGUNDA PARTE
LOS CUATRO«ANIMALES» DE LAS VISIONES
los eruditos y los místicos instruidos, una parte de la alta estima que le es debida. Pero mere-
oaa
los artistas, entre los cuales hay algunos que la emplean sin ningún discernimiento, y luego al DE EZEQUIEL Y DE SAN JUAN
menos porel conjunto del clero y de la élite cristiana; porque, si el artista deposita en sus
obras, mediante el uso excelentemente adecuado de emblemas,focos de luz vivificante y de
sustanciales reservas de alimento espiritual, hace falta además que las almas estén abiertas a las
reconfortantes claridades de esos focos y a la recepción de esos inmateriales alimentos para que
las virtudes que de ellos emanan puedan obrar en ellas y sostenerlas en el camino, a menudo
tan áspero, que conduce a Dios.
Y
CAPÍTULO CUARTO

LOS CUATRO ANIMALES DEL TETRAMORFOS:


EL HOMBRE,EL LEÓN,EL TORO Y EL ÁGUILA

E n la serie de seres vivos de que se apoderó desde su nacimiento el Simbolismo cristia-


no para formar la corona misteriosa de Cristo, un grupo de cuatro animales se impo-
ne de entrada a la atención por el gran lugar que ha ocupado y que ocupará siempre
en las artes sagradas y en la literatura mística. Los vemos representados unas veces diferencia-
dosunos de otros y otras veces reunidos, soldados en la forma de un único ser, extraño y des-
concertante para los que ignoran la emblemática católica.
Estos animales celestiales son los que el profeta bíblico Ezequiel, a finales del siglo VII
antes de nuestra era, y el evangelista San Juan, en los primeros años de la Iglesia, vieron agi-
tarse en visiones de las que nos dejaron extraordinarios y turbadores relatos: Ezequiel los nom-
bra por este orden: el Hombre, el León, el Toro y el Aguila; San Juan los clasifica así: el León,
el Toro, el Hombre y el Aguila. Constituyen lo que el arte sagrado ha denominado el
Tetramorfos, que quiere decir el «Cuatro formas».

Escuchemosahora la formidable voz del profeta de Yahweh:


1 - 1. - «Estabayo entre los cautivos junto al río Kebar, se abrieron las aguas y vi visiones de
Dis

1V. - Y vi, y he aquí que unviento de tormentase levantó por septentrión, y vino una gran
nube y con ella una masa de fuego que resplandecía, mientras que en medio de ella apa-
recía como un núcleo de metal en fusión.
V. - Y enel centro de aquel fuego vi cuatro seres vivos, y he aquí que porsu aspecto repre-
sentaban la imagen de un Hombre.
VI.- Cada unode ellos tenía cuatro caras, y cada uno de ellos cuatroalas.
VII.- Sus pies eran rectos, y la planta de sus pies parecía la de un pie de un ternero y brilla-
ban comobronce bruñido.
VIII. - Por debajo de las alas salían manos de hombre, y cada uno de ellos tenía cuatro caras
y cada unocuatro alas.
IX. - Sus alas estaban unidas una con otra; no se volvían al caminar; cada uno marchaba de-
rechoante sí.
X. - El semblante de sus caras era una cara de Hombre por delante, luego una cara de León, a la de-
recha de los cuatro, una cara de Zoro a la izquierda de los cuatro, y una cara de Aguila detrás,
XI. - Sus caras y sus alas estaban desplegadas hacia lo alto; estaban unidos uno a otro por dos
de sus alas y se cubrían el cuerpo con las otras dos.

33
XII. - Cada uno marchaba derecho ante sí; allí donde los hacía ir el Espíritu, allí iban ellos;
no se volvían al trasladarse,
XIII. - El aspecto de estos seres era como debrasas incandescentes; una visión de fuego corría
entre los animales, y del esplendor de aquel brasero salían relámpagos.
XIV. - Y los Seres vivientes corrían en todos los sentidos y parecían ser el rayo...»' CAPÍTULO QUINTO

EL LEÓN
Y más adelante:
X, IX. - «Y vi, y he aquícuatro ruedas junto a Querubines, una rueda junto a cada querubín,
y el aspecto de estas ruedas era como el de la piedra de Tarsis...
XIV. - Cada uno de los Querubines tenía cuatro caras: la cara del primero
era la cara de Querubín; la cara del segundo era una cara de Hombre; EL LEÓNMARINO YEL MANTÍCORA
la del tercero una cara de Toro; la del cuarto una cara de Águila,
XV. - Y levantáronse los Querubines; era el Ser viviente que había visto 1 Rey. He aquí al Rey; el primero de esos cuatro reyes que el Eterno hizo aparecer ante
junto al río Kebar...»' als los deslumbrados ojos de Ezequiel junto al río Kebar', y que reconoció San Juan en su
Aquíla cara del Querubín sustituye a la del león, por eso algunos pig 1. La Rueda deslumbrante visión de Patmos, cuando estaban cantando delante del trono del
artistas del medievo, al representar estas ruedas tetramórficas, sus- tetramórfica de la Cordero dominador agitando sus alas de fuego: el León, terrible rey de las fieras, el Toro, rey
tituyeron en ella el rostro desconocido del Querubín por el del Biblia de Loddes, en de las víctimas, el Águila, rey de los aires, y el Hombre, rey del mundo.
Icón: es el caso de un soberbio manuscrito de Toumay, que es del cxogi,Més¿fon Pero ese León de los profetas de Israel, por soberano quefuese, era tan sólo un siervo, y
siglo XI, (Fig. D) Crét, p.212). poreso, de concierto con el Hombre, el Águila y el Toro, aclamaba, en trances de amor y de
adoración, a Aquel que ocupaba el trono, ora Cordero, ora León, que Juan vio sentarse en la
Escuchemos ahora a San Juan: sede divina para abrir el Libro siete veces sellado*,
IV - II. - ... Fui arrebatado en espíritu; y he aquí que había un trono puesto en el cielo, y en
el trono había unosentado...
VI, - Frente al trono hay como un marde vidrio parecido al cristal; y delante del trono y al- IL. EL LEÓN EN LA SIMBOLOGÍA DE LOS CULTOS PRECRISTIANOS
rededor del trono, cuatro animales llenos de ojos delante y detrás. Irededor de esta religión de Israel sobre la que planeaban
VII. - El primeranimal se parece a un León, el segundo a un 7oro joven,el tercero tiene como las formidables voces de los profetas y los reflejos de sus
el rostro de Hombre y el cuarto se parece a un Águila que vuela. turbadoras visiones, muchos siglos antes de que Juan hu-
VIIL- Estos cuatro animales tienen seis alas cada uno; están cubiertos de ojos todoalrededor biese apoyado la frente sobre el corazón del Mesías y que el
y enel interior, y no cesan de decir noche y día: «Santo, santo, santo es el Señor, Dios Espíritu hubiese descendido en él, los paganismos de Europa, de
Todopoderoso, queera, que es y que viene...»”. África y de Asia habían adoptado la imagen del León para repre-
Tanto en San Juan como en Ezequiel, estos cuatro Animales, o más exactamente estos cuatro sentar, tal como ellos los imaginaban, los distintos atributos de la
«seres animados» son el compendio de la Creación, pues son las más nobles de las criaturas. Divinidad,
Babelon ha señalado muy juiciosamente que a cada uno de estos cuatro animales atribu- Entre los egipcios, la diosa Sekhet llevaba noblemente una
yeronlos asirios contemporáneos de Ezequiel uno de los cuatro elementos de que se compo- testa de león' (Fig. 1); entre los ammoniras, el sol era adorado con
nen sus kerubes”. el nombre de Camos, el León-sol, y el regio animal, como vere-
Vamos a ver que el Hombre, el León, el Toro y el Aguila fueron tomados para represen- mos más adelante, tenía en Siria carácter divino. Desde hace mi-
tar simbólicamente a Cristo y que las artes cristianas los pusieron a su alrededor para repre- lenios, el Tíbet adora a las Ka-gro-Mha, diosas de cabeza de leona, Fig. 1.- Sekéhet, la diosa de
sentar en ellos a los cuatro evangelistas que nos transmitieron su historia y su doctrina. cabeza de león. Tumba
comola Sekhet de Egipto, divinamente hermosas, que danzan de Seti l, en Tebas.
desnudas sobre los cadáveres de los hombres y animales vencidos”.
1. EzeQuieL, Profecía, 1, 1-XIV. 1. EzequiEL, Profecta, l, 10.
2. Ezequiel, Op. cit, X. IX, XIV, XV. 2. Véase San JUAN, Apocalipsis V, 8 y VI, 56.
3. San JUAN, Apocalipsis 1. 3. C£ pe SauLeY, Compre rendus de l'Académie ds Inscriprions, Décembre 1864.
4. BAsELON, Manuel dArchéologie Orientale,p. 106. 4. Cf. MarQues-RivIBRE, A lombre des monastires vibét.ns. Édit. Artinger, p. 158.

34 35
Entre los griegos, cuatro leones se llevaban en impresionante galope, o tiraban con paso Fuerza y valor, lo que explica, además dela influencia mitraica,
majestuoso,del carro de Cibeles, la Madre de los Dioses, la «Buena Diosa», imagen ilusoría, su adopción como insignia por parte delas legiones de Roma.
pero imagena fin de cuentas, de la bondad divina que da al hombre todos los bienes que pro- Justicia, porque los antiguos decían que el león sólo ataca a su
duce la tierra. presa cuando se ve impelido por unanecesidad acuciante de comida
En Persia, el león era uno de los animales sa- y que, incluso en tal caso, nunca se arroja sobre el adversario caído al
grados del culto de Mitra. Las fiestas de este dios se suelo antes del combate. Contuban también que el león sabía mos-
denominaban «Leónticas», y, a menudo,en las es- trarse agradecido por los favores recibidos, hasta el punto de que los
culturas que nos muestran a Mitra sacrificando al humanos podían recibir de él útiles lecciones de gratitud justa. .e mv rpg de
Toro, bajo el animal inmolado están echados el La Edad Media no rompió los lanos que antes de su adveni- (Caos suo),
Icón y la serpiente. Los iniciados del IVo Orden, en miento relacionabanel león con la idea de justicia. Desde Italia hasta
los misterios mitraicos, se llamaban «leones», y el el Loira, la jurisdicciones eclesiásticas solían tener su sede en los pórticos delas iglesias, entre
propio Mitra, el «Sol invencible», parece haber sido leones de piedra que enmarcaban el portal, y asílos juicios se celebraban, según una conoci-
personificado a veces por un dios leontocéfalo, es da expresión,inter leones et coram populo, entre leones y ante el pueblo reunido. Todavía puede
decir, con cabeza de león sobre cuerpo humano. verse uno de estos pórticos de justicia, con sus leones mutilados porel tiempo, en el gran por-
Todavía hoy, el León heráldico del Estado persa tal de la iglesia de Santa Radegunda de Poitiers". Los leones figuran también en el umbral de
Fig. UI. - El león heráldico de Persia. CÉ. Magasn que esgrime una espada, lleva sobre el lomoel sol varias iglesias antiguas de Roma, en San Lorenzo extramuros, en los Doce Apóstoles, en San
Pirtoresque.T. XXVII, 1860, p.120.
resplandeciente (Fig, 11). Lorenzo in Lucina y en San Saba,
Enla antigua Asiria, el dios del valor guerrero estaba representado por un leocentauro La concepción que relaciona el león con la virtud de justicia, dentro de la Simbología
con tiara provisto de cuatro patas cristiana, se apoyaba en la descripción que hace la Biblia del trono de justicia de Salomón,
de león y de dos brazos humanos hecho de marfil y. oro, y que descansaba sobre seis gradas guardadas por
(Fig. TD. Y entre nosotros, el doce leones magníficos”.
«León de Belfort», de Bartholdi, Digamos sin embargo que, pese a todas las antiguas ficciones que
¿no es acaso una de las glorificacio- ponían al león en un pedestal de suficiente relieve, su fortunaen la sim-
nes más llenas de fuerza del valor bología de Cristo fue menos brillante que otras, por ejemplo la del pez,
militar? Sar del cordero, del pelícano, del ibis y del águila. Añadamos que la numis-
Fig,nbmilaide
V.-El leónLsenla. O ; y
mática antigua,fiel reflejo de los paganismos de la época, en las mone-
Fue sin duda este mismo sim-
bolismo,así comoel culto mitraico, ejércitos púnicos de. das de los soberanos y de las ciudades, lo muestra también menos a
muyen auge en las-legiones roma- Par =Ey'y. Menudo que el ciervo,el toro, el caballo, el carnero, el pez y el pájaro,
omism, T. Séx. 4, a ; y
nas de Oriente, el que hizo que xvi (1903). pl.1, que más tarde también se convertirían en emblemas deJesucristo en el
muchas de ellas adoptasen la ima- n* 209. arte y la literatura sagradas (Fig. V).
gen del león como insignia militar:
la IV2 legión, Flavia; la VIP, IL EL LEÓN, EMBLEMA DE LA RESURRECCIÓN
Claudia; la 1X2, Augusta; la XIII, Tres 7 PARE pil El Y DEL CRISTO RESUCITADO
Gemina; la XVI", Flavia, y la XXI, >
Gemina, llevaban el león como Fe !L-El dios asirio del valor guerrero.- Bajorrelieve de Ninive. n su excelente obra sobre El arte religioso del siglo X111 en Francia *, Émile Mále, al ex-
E Masco Británico. plicar la presencia del Icón emblemático en un vitral de Bourges que lo muestra cerca
signo distintivo.
Por otra parte, el león presta sus garras a la esfinge y su cuerpoal grifo, dando a estos de la tumba de Jesús resucitado, refiere también la tradición en virtud de la cual el
mitos, al propio tiempo que una parte de su naturaleza, también una parte de las cualidades
relacionadas con él: realeza, fuerza, vigilancia,valor y justicia. 1. Véase Ch. DE CHERGÉ,Guide du Voyageur 2 Poitiers, pp.47 146 y Er. EXGUN, Architecture romane, p. 115,
Realeza y fuerza; y por eso sin duda en sus monedas, Alejandro Magno, y después de él 2. Cf. CiampIn1, Verera Monumenta, , c. 1
Maximiliano-Hércules, Probo, Galieno y otros soberanosse cubrieron con un casco de piel de 3. 1" Libro de los Reyes (Vulgaca UIT"libro) X, 18-21
cabeza de león (Fig. IV). 4, E, MALE, Op. cit, p. 29

36 37
| león, en el arte cristiano, se convirtió en emblema de Jesucristo en cuanto Hombre-Dios re- ..: Quand lafemelefrone ...Cuando la leona pare
sucitado, y también en cuanto autor y principio de nuestra futura resurrección: «Todo el Le foon chiet a terre mort; Su cría cac a tierra, muerta;
mundo, dice Mále, admitía en la Edad Media quela leona De vivre naura ¡a confort, Para vivir no tendrá fuera
paríaleones que parectan nacidos muertos. Durante tres días, Tusque li pere, au ere sior Hasta que el padre, en el tercer día,
Le soul et leche par amor; Le da calor con su aliento, y lo
los cachorros no daban ninguna señal de vida, pero al tercer lame por amor;
día volvía el león y les daba vida con su aliento.» (Fig. VI). En tel maniere le respire, Detal manera lo reanima.
Los autores de los Bestiarios de la Edad Media tomaron Neporreit aveir autre mire. Ningún otro médico podría hacer
sin duda esta ficción de Aristóteles y Plinio el Viejo, si bien nada. (Fig, VII)"
Plutarco, mejor informadode las cosas y los seres de Oriente, Autresi fu de Ihesu-Crist: Así ocurrió con Jesucristo
había escrito que los cachorros, por el contrario, vienen al Lumanité quepor norprist, Fig. VIL. - La resurrección La humanidad que por nosotros tomó
mundo con los ojos muyabiertos; y que por esta razón, en Quepor l'amor de nos vesti, del cachorro deleón.- Y que por amor de nosotros revistió
ciertos pueblos de su época, el león estaba consagrado al Sol'; Paine et travailpor nos sentis Bestiario dl Arsenal, Sintió sus penas y su trabajo
lo que explica su presencia junto a Mitra, Sol invictws. Sa deité ne senti rien s. XIII; C£ Ch. CAHIER, Pero su divinidad no sintió nada.
Fig, VI. - El león reanimando al hi creez i ferez bien. Mélanges Archéologiques. Creedlo así y haréis bien.
cachorro.- Detalle de unvitral de la Cuvier y los naturalistas modernos confirman la opi- Quand Deifu mis el monument, TP PXIGA Cuando Dios fue puesto en la tumba
catedral de Le Mans, silo XII nión de Plutarco, pero es un hecho quelos autores y los ar- Tis iorz fa tant solemet, Tres días tan sólo estuvo allí,
tistas del medievo trabajaban de acuerdo con la opinión El au sier torle respira Y al tercer día lo reanimó
contraria apoyándose en la autoridad, muy menor en este campo, de Orígenes” y del Lipere, qui le suscita Su Padre, quelo reivificó
Physiologus. En aquel mundo completamenteidealista, que trataba de monumentalizar cada Auesi commeli lion Igual que el león
Respire son petitfoon”. reanima a su pequeña cri.
verdad a través de los símbolos, el auge de la ficción de los cachorros de león nacidos muer-
tosy vivificadosal tercer día por su padre fue enorme; contó con el favor de San Epifanio, de La costumbre que antes del cristianismose tenía en la Licia, en Frigia y en muchas otras re-
San Anselmo, de San Yves de Chartres, de San Brunonde Asti, de San Isidoro, de Adamantius
giones, de colocar la imagen del león sobre las tumbas de los reyes o de los héroes ilustres, ¿no ten-
y de todos los fisiólogos”. «La muerte aparente del pequeño león representaba la estancia de
dría origen, al menos en parte, en la fuerza ficticia de resurrección quelos antiguos atribuían al
Jesucristo en el sepulcro, y su nacimiento era como una imagen de la resurrección”.»
león? En el arte antiguo, su imagen suele acompañar a menudo la palmera, que antes de nues-
La imagenera incluso doble, pues en ella podía verse también a Cristo que, habiendo sufi tra era y en todoel viejo mundo, más aún que emblema del desierto, era emblema de resurrección.
do, se convirtió en «el primero de la resurrección de los muertos'» y que es según San Pablo el prin-
cipio, la prenday el autor de nuestra resurrección. Así Cristo mismo resucitará a sus hijos.
Citemos aquí los versos de Abailard: III. EL LEÓN, EMBLEMA BÍBLICO DE LA MUERTE DE JESUCRISTO
Ueleonis catulus ¡empre en busca de pasajes de la Biblia adecuados para simbolizar a Jesucristo de algu-
Resurrexit Dominus S na forma, los místicos de la Edad Media encontraron una imagenprofética de su sacri-
Quem rugitus patribus ficio en la muerte del león que Sansón venció en los viñiedos de Timná.
Die tertio Releamosel texto sagrado:
Suscitat vivificus «Bajó Sansón con su padre y su madre a Timná. Cuando llegaron a los viñiedos de
Teste physica. Timná, he aquí que les salió al paso un león joven rugiendo. Apoderóse de Sansón el Espíricu
de Yahweh;y sin tener nada a mano, Sansón destrozó al león como quien mata un cabrito...
Y escuchemos luego a Guillermo de Normandía, que escribió su Bestiario divino a co-
mienzosdel siglo XIII", y que creo poder traducir comosigue:
»Tiempo después, habiendo acudido de nuevo a Timná, se desvió para ver el cadáver del
león, y he aquí quehabía un enjambre de abejas y miel en el cuerpodel león. Cogióla con sus
1. PLUTARCO, Los problemas en el banquete, L. IV, c.5. manosy siguió andando y comiendo...
2. ORIGENES, Homilía XXVII, c. 49
3. Cf. HuYsMANS, La Carhédrale, Édit. Crés. 1920. T. Il,p. 220. 1. C£. Bestiario de la Biblioteca del Arsenal. Miniarura reproducida por el P. Ch. CamtEn en Mélanges Archéologiques.
4. E. Má1E, Op. cir, Ibid. TIpl. XIX A.
5. Actos de los Apóstoles, XXVI, 23. 2. GUILLERMO DE NORMANDÍA, El Bestiario divino. La naturaleza del León. Édit. Hippcau, pp. 194-196.
6. Hacia 1208. 3. Libro de los Jueces, XIV, 5-9. Trad. Crampon, La Sainte Bible, p. 260.

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Los comentaristas de las Escrituras, especialmente en tiempos de los Capetos, meditan- Hay un león de piedra, de arte sirio y de época siriorromana, magníficamente cto
do esta escena consideraron a Sansón la imagen alegórica de la humanidad que da muerte que acusa bien este carácter de pecho fuerte y parte posterior hecha de «delgada manera»' que
al
Cristo-Redentor: así como el león de Timná murió a manos de Sansón, Cristo murió a manos
hicieron suyo los simbolistas cristianos de antaño para representar alegóricamente las dos na-
de los hombres; así como encontró Sansón un alimento reconfortante en las fauces del
león turalezas de Jesuciisto (Fig. VIII).
muerto,el género humanoencontró la salvación en la muerte del Redentor.
Muy a menudo el arte cristiano de antaño se ha complacido en representar aquella lucha
del campeón de Israel y la fiera, dándole el sentido que acabo de exponer: «¡Oh león! Sansón V. EL LEÓN, EMBLEMA DE LA CIENCIA DE JESUCRISTO
hace comparar tu muerte con la de Cristo» nos dice el gran esmalte del retablo 1 primer Poysiologus —ese libro escrito a comienzos del cristianismo y que tuvo luego tan-
de
Klosterneuburg, ejecutado por Nicolás de Verdun en 1181". Vemos en él al héroe, separand E as variantes, y de dondesalieron nuestros «Bestiarios» de la Edad Media- refiere a pro-
o
hasta desgarrarlas las dos mandíbulas de la fiera, cuyos músculos saltan con violencia; y todo pósito del león una particularidad que Eliano? y muchos otros autores romanos le
altededor de este cuadro, leemos estas palabras: «Samson cum leone, — Vir gerit ste tuam atribuyen:la de darse cuenta de que se acercan los cazadores; por eso, decían ingenuamente, cuan-
leo
mortis XPe (Christe) figura, do sabe que éstos andan tras él, borra las huellas de sus pasos azotando la arena conel rabo”.
DeGuillermo de Normadía, en el capítulo ya citado:
IV. EL LEÓN, EMBLEMA DELAS DOS NATURALEZAS DE JESUCRISTO De mude loinz sent en la montaigne De muylejos huele en la montaña
Loudor del vencor qui chace El olor del montero que caza;
E a unión hipostática en Jesucristo de la naturaleza divina De sa cone covre sa ace Con la cola cubre (borra) su huella
y la naturaleza humana ha sido tema de numerosas imá- Quíil ne sache trouver níateindre Para que no sepa hallarlo y esperarlo
genes alegóricas, y la encontramos en muchos otros Las convers ou il deit remaindre En los refugios adonde se retira.
emblemas, El león es ciertamente el emblema en el que menos Hemosvisto además que el león, en contra de todas las apariencias, sabe que sus cacho-
ostensiblemente diferenciadas están las dos hipóstasis, la divina rros noestán muertos desde antes de nacer, y que conoce el secreto de reanimarlos.
y la humana. Según Plinio, también sabe cuándo se viola la fidelidad que le es debida, y Jean
Los antiguos estaban de acuerdo en afirmar que todas las Vauquelin traduce así al viejo naturalista romano: «El león, por su olor y sentimiento conoce
Cualidades activas del león están localizadas en su parte delan- cuandola leonaha faltado a la fidelidad en compañía del leopardo, y la castiga porello muy
tera, en la cabeza, el cuello, el pecho y las zarpas delanteras; la gravemente'», He aquí textualmente lo que dice Plinio: «El león reconoce por el olor el adul-
parte trasera, para ellos, tan sólo tenía función de sostén, de terio cometido porla leona con el pardo, y se venga con violencia; por eso la leona, tras esa
Fig, VIIL - León sirio esculpido. punto de apoyo terrestre. falta, se lava en el río o sigue al león únicamente desde lejos”».
espaapo Poreso, en sentido figurado, y apoyándose en San Ireneo”, Así pues, en las fábulas muy antiguas, como Cristo en las realidades del pasado, del pre-
TXKVII (1898), p. 304. Pedro Valeriano escribirá hablando del león: Anterioribus parti- sente y del futuro, el león es aquel a quien no se puede engañar, porquesabe.
quen a bus coeletia refert, posterioribus terram. Y aquí el león emblemá-
tico coincide con las concepciones alegóricas que se han atribuido a los centauro
s y los grifos. VI. EL LEÓN, EMBLEMA DE LA VIGILANCIA DE CRISTO
Partiendo de este dato, hicieron de la parte delantera del león el emblemade la natura-
leza divina de Cristo, y de la parte posterior del animal, la imagen de su humanidad. vieja creencia, acreditada también por los antiguos autores latinos, que muestra al
En su Bestiaire, Felipe de Taun, el primogénito de Guillermo de Normandía, nos expo- L león durmiendo en el desierto, de día o de noche, con los ojos bien abiertos, no podía
ne que, en el emblemadel león: resultar indiferente a los primeros simbolistas cristianos. ¿Qué les importaba a ellos que
Force de Deité los hechos alegados fuesen reales o no? ¿no nos dice San Agustín, comentando una particula-
La fuerza de la divinidad (de J.C.)
Demis piz car; Reside en su amplio pecho; ridad bastante extraña atribuida al águila, «lo importante es considerar el significado de un
Le trait quil a deere, En su parte posterior, hecho, y no discutir su autenticidad»?
De mult gredle manere Hecha de delgada manera
Demustre Humanité Reside la humanidad 1. CER DussauD, Vapage en Sjrie, Revue archéologique, 3Sésic, T. XXVII (1896), p. 304,
Quíil out oddeieé Que tiene con la divinidad. 2. ELiaNo, Historia delos Animales, Lib. M, cap. 30.
3. Cf. el obispo TeoBALDO,siglo XIIL. Zipsialogu, Cap.de Leone
1. C£ E. MOLuNIER, LÉmailrie, p. 115. 4. J. VAUQUEUN,Propriré des anima. Según BERGER DE XIVREY, Tradition téatlogiques p.SÁ.
2. San IRENEO, Hieroghyphicorum, L. VI, c.27. 5. Puno, Hisoria natural, VII, XVI.
6. San AGUSTIN, Comentario del Salmo, CH, embl. V”.

40 41
Así fue comoel idealismo cristiano de antaño consideraba siemprey en todo el símbolo Ahora bien -añade luego— comprended qué significa:
y no la cosa; el espíricu que vivifica, y no la letra que seca. Así pues, en el sueño del león de
ojos perpetuamente abiertos, vio la imagen del Cristo atento que todo lo ve y que guarda del Quand ces lionfut en croiz mis Cuando ese león fue puesto cn la cruz
mal nuestras almas, cuandoéstas lo quieren, como pastorvigilante, como Buen Pastor. Par les leves, ses anemis, Porlos judíos sus enemigos,
Qui lejugitrent a granttor, Quelo juzgaron con gran iniquidad
Pero nuestros intérpretes del medievo fueron más allá: si el cristiano,según la célebre ex- Su humanidad sufrió la muerte
presión, es otro Cristo, con mayor razón lo serán los pontífices y los sacerdotes. Por eso,refi- Luemanité soffit mort
Quand lespérit de corsrendi, Cuando rindió el alma de su cuerpo
riéndose a éstos, añadieron al león, emblema de la justicia esculpido en el umbral de las En la saincte croiz sendormi; Y en la cruz se durmió;
iglesias, otro sentido que, en sus Poesías Latinas, Alciato expresa elegantementede este modo; Si que la deicé veilla. Pero su divinidad velaba.

Est leo, sed custos, oculis qui dormit apertis; Y elviejo poeta está aquí de acuerdo con San Hilario y San Agustín, que en la manera
Templorum ideirco ponitur antefores, de dormir del león ven una alusión a la naturaleza divina del Señor, que no se extingue en el
sepulcro, mientras que su humanidad sufre una muertereal.
«Es un león, pero también un guardián, porque
duerme con los ojos abiertos; por eso lo ponen ante la VIL EL LEÓN, EMBLEMA DIRECTO DE LA PERSONA
puerta de los templos.» DE JESUCRISTO
Por eso San Carlos Borromeo,recogiendo en el siglo
XVI la Simbología de los antiguos Padres, en el IV con- He aquí el Rey de reyes:
cilio provincial de Milán que presidía, dio el consejo de
adornar las iglesias con la figura del león para recordar a Le lion sencf El Icónsignifica
Lefil saincte Marie; El Hijo de Santa María
los que tienen cura de las almas la vigilancia necesaria, Reiz est tute gens Rey de todos los pueblos
Extremo Orientecoincide aquí con el medievo occi- Sans nl redutement' Sin ninguna duda posible"
dental y cristiano: ¿desde quéépoca perdida en el lejano
pasadolos leones de granito, recogidos y feroces, guardan | os comentaristas de los Libros sagrados están de acuerdo en considerar que se aplica a
como en Angkor Vat en compañía delos terribles drago- Jesucristolo que concierne a Judá en la profecía de Jacob a sus hijos: «Judá es como un
nes el umbral de los templos de la India? (Fig. 1X). Para cachorro de león; mi hijo subede la presa, ha doblado las rodillas y se ha echado como
los simbolistas de Asia, como para los de Occidente, los un león, como una leona; ¿quién se atreverá, pues, a hacerlo levantar?% '
FigIX. - Unode deAngkor
os leones del templo. eones y los dragones>nunca cierran los ojos; decían con San Ambrosio, por su parte, toma en el Deuteronomio,y con la figura del león, otra ima-
gen de Cristo. En él dice Moisés delos hijo del patriarca Gad: «Gad fuecolmado de bendicio-
Var. z
nuestro Brunetto Latini: «Toda clase de leones tienen los
ojos abiertos mientras duermen». nes; está echado como un león y ha cogido el brazo y la cabeza de su presa...» Y el santo obispo
Guillermo de Normandía, en su Bestiario, destaca también este carácter emblemático del de Milán considera que esas palabras hacen de la wibu de Gad una excelente imagen del
león vigilante, y da la interpretación siguiente: Salvador, vencedor de Satán, y que, satisfecho de su obra terrena, reposa en el triunfo del cielo.
Pero el principal texto, esta vez formal, que asimila a Cristo con el león nos lo propor-
Quer quansl dor, li il vel,
Endormant a les euz overz,
Cuandoel Icón duerme, su ojo vel,
Al dormirsus ojosestán abiertos ciona la visión de San Juan descrita en su Apocalipsis: En el trono rodeado por un arcoiris
alas
Et clrs et luisana eapers Y claros,brillantes y atentos. «comouna visión de esmeralda» y ante el cual estaban inclinados los cuatro animales de
palpitante de llamas los veinticuatro ancianos coronado s de oro, he aquí que apareció el
juz-
Libro misterioso, cerrado con siete sellos. Y el Apóstol lloraba porque en el cielo nadie era
gado digno de romperlossellos del Libro. Pero he aquí que uno de los ancianos le dijo: «No
llores;ahí está el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, que con su victoria ha obtenido

1. Bestiario anglonormando de Philippe de Taun,siglo XII.


ALCIATO,Emb. V. 2. Génesis XUX, 9.
MaRTIGNY, Dictionaire des Antiquités chrériennes,p. 369. 3. Deuteronomio, XXXIII, 20.
. Brunero LATINI, Li liuresdow Tresor, Lib. l, CLXXVL. glo XII 4. Cf. San AMBROSIO, De benedict. Par. C. VIII

4 43
-

ar a dudas; es el poder de Cristo, pues:


abrir el Libro, y levantarlos sellos... Entonces vi: y en medio del trono y de los cuatro ani- Estas fórmulas de conjuro no dejan ningúnlug n seas» g
males, y en medio de los ancianos, un cordero de pie y como inmolado, con siete cuernos y . (Y al de otras potencias malignas: «¡Seas quie
Judá, el que se opone al de Satán
siete ojos que son los siete espíritus de Dios...» + textoal ave infernal.) Y también es muyunaproba -
Heaquí, pues, el Cristo vencedor mostrado como cordero, porque es «dulce y humilde blemente Él quien aparece en el centro de lám-
estas
de corazón», como Él mismo dijo, y como león porque posee, en su plenitud,la fuerza divi- para cristiana de Cartago, reproducidajunto a
Xx). Y lo
na y victoriosa, líneas conforme al padre Delature' (Fig.
-Fron t de
León y cordero al mismo tiempo,así lo aclamarán la iconografía y la emblemática de mismo ocurre en el campanario de Saint
dos
todas las épocas cristianas: Périgueux, donde la presencia de un Ieón entre
í-
El misal del siglo XVdela antigua abadía benedictina de Nouaillé, cerca de Poitiers, sa- filas de grifos es muy posible que represente jerogl
.
luda así a la Virgen fecunda, en la Prosa de la Anunciación: ficamente el descenso de Jesús a los Infiernos”
Tu parvi et magni
El Libro de Kells, uno de los más notables do-
Leonio et Agni cumentos paleográficos de Irlanda, contiene una mi- Fig, X.- Lámpara cristiana de Cartago (6. 1-0)
san
Salvatoris Xpisti niatura en la que el León-Cristo e enel ,
su
tro motivos que son muy explícitos sobre
Templum extitisti. de San Lucas $ San Juan; arriba, enaa
des divina: ajo el Toro y el Águila
«Tú fuiste el templo del Cristo-Salvador, León y Cordero, tan pequeño y tan grande.» el miniacurista ha a a los”.
alado de San Mateo y del León de San Marcos, sad E de ere
Y mástardeescribirá San Francisco de Sales: central, pues, es realmente Cristo en medio de lsp
«Es verdad quelas abejas místicas hacen su miel más excelente en las heridas de este León a de
de la tribu de Judá degollado, despedazadoy desgarrado en el montedel Calvario, y los hijos haberlo. El viejo portal románico de la iglesi
con un
de la Cruz se glorifican en su admirable problema que el mundono entiende.»? Petros-Guirec, en Bretaña, está adornado
¡Ecce vicit Leo de tribuJuda!¡He aquíel león de Judá! Esta exclamación será una de las pa- grupo de factura tosca querepresenta la Trinidad;
el Hijo
labras sagradas más repetidas en el simbolismoy el hermetismocristianos; y la fe, la confianza el Padre está representado por un anciano,
delos pueblos en la virtudde las palabras santas, le conferirán incluso una fuerza de protección por un león y el Espíritu Santo por una paloma
especial al emplearla como unaespecie de fórmula de exorcismoo de talismán piadoso. ig. XI).
dor
Así encontramos un amuleto, probablemente de origen gnóstico y por consiguiente rea- pe El Ll también es el jeroglífico del Salva
comb ate con la ser-
lizado durante los primerossiglos del cristianismo, que representa la lechuza, o más exacta- cuando nos es mostrado en
mente el búho, tomado en esta circunstancia como imagencierta de Satán, alrededor del cual
se despliega la palabra Dominus, rodeadade siete estrellas, y la siguiente inscripción: «Bici te
leo de tribu Juda radis David» (sic). Y en el reverso estas palabras: «Jesu Xpistus ligavit te bratius
Dei, et sigillus Salomonix abis notturna non babas ad anima pura est super quis vis sis» (sic), que
hay que traducir:

«Te ha vencido el Icón de la tribu de Judá, el vástago de David. Jesucristo, el brazo de Dios, te ha
atado, y elsello de Salomón. ¡Ave nocturna! ¡que nunca puedas llegaral alma pura, ni a dominar sobre ella,
seas quien seas»?
fico.
Encontramos también un clavo mágico de la misma época que lleva estas palabras: Fig. XL. - El León Cristo en el Libro de Kells. Fig. XIL - Esculturade Perros-Guire, de un cliché fotográ
Vicit Leo de tribu Juda + radix David. Solomon + Davidfliws Jesse”.
A, lr
. San JUAN,Apocalipsis, V, 5, de UArscbrétien, arm. 1890,p. 137. ¡o Annales Archologiques juillraoúr 1854, 25.
San Francisco DE SALES, Thairé de [Amour de Dieu. Edición de 1617, p.1078. 7 E De Vesna, Des influe nce byzan tins
Cf. Dom LECLERCO,Dictionnaire d'Archéologie chrétienne. Y. 1, vol. Í, col. 1467. p. 493.
3. Revue de l'Are chrérien,ano. 1883,icado
Ibid. T. 1, voL.1, col. 1837. 4. Documento amablemente comun por elSr. Genty.

45
44
piente, el dragón o algún otro animal de mala fama, como por ejemplo el león que cita j lel culto de Mitra, el Sol invictus, Entre los griegos,la melena del Icón, en las repre-
Martigny, que tiene entre las zarpas un puerco espín!, o en otras partes un monstruo huma- eat del sol con cara de Ión, era un emblemade la irradiación solar. En vasijas, joyas
no, Es el ererno combate de Cristo contra el infierno; esta interpretación se impone demasia- y objetos artísticos de toda clase salidos delas manos de los artistas griegos, suele aparecer E
do porsí misma para que haga falta insistir, el cisne y otros emblemas solares, doble atributo que explica a veces la imagen parecida a a
Heaquí por qué, sobre todo antes del siglo XIII, los artistas cristianos solían rodear la de Apolo". En las puertas del recinto de la ciudad de Micenas, dos grandes leones pd
cabeza del león, igual que la de Jesucristo, con un nimbo crucífero?.. Didron cita dos ejem- pireo, columna en cuya cúspide ardía el fuego sagrado”. Y entre los egipcios, el león lel cielo
plos' también vemos nimbado de este modo el León, junto al Cordero, en la Biblia de Carlos estaba cubierto de una guarnición de estrellas comosi fuesen un largo manto (Fig. XV).
el Calvo, del siglo XI. Herederosde estas tradiciones seculares que relacionaban, que emparentaban casi, el Sol
con el león, los hermetistas del medievo representaban a veces el león con el símbolo astroló-
VIII. EL LEÓN, EMBLEMA DEL VERBO DIVINO gico del Sol provisto de una cola de león' (Fig, XVI.
Igunos escritores místicos, de modo completamente natural, han visto en el
rugido del
A Icón la imagen de la poderosa palabra de Cristo, del Verbo-Doctor y de su
incompa-
rable fuerza de expansión: en efecto, la formidable voz que resuena en las inmensas
extensiones de los desiertos puede servir de imagen para representar la voz que ha ido
más allá
de las nebulosas hasta los extremos infinitos de los espacios para ordenar el movimie
nto, el Fig. XV. - El León del cielo. Tumba del faraón Seti L, en Tebas. Cf. Fig. XVI. - El signo hermético del León en la
orden y la vida. Lestaure, "Les Hypogées royaux de Thebes”, Ann. du Musée Edad Media.
Oseas había predicho esa voz sin igual: «Irán en pos de Yahweh; Él rugirá comoun león, Guimet. T. IX, (1886), pl. 00€. ,
cuando ello oigan surugido, sus hijos, temblorosos, vendrán de Occidente”. Y Joel, por su Por unasimple transposición que solían practicar, los simbolistas cristianos, por E
parte: «De Sión, rugirá Yahweho. guiente, clasificaron el león solar con el águila pirófora ye cordero, con el propio Sol, ae
Mas tarde, la liturgia latina se servirá de los mismos términos al hablar del Salvador
: De fuego, la lámpara, el cirio, para convertirlo también en imagen alegórica de la benditaps la-
Sion rugiet, et de Jerusalem dabit vocem suam. «Rugirá de en medio de Sión, y de Jerusalé
n su bra, fuente universal de la luz y la verdad que son únicamente una cosa”, Y esta pen se
voz resonará, hizo pronto, aunquela presencia del león no sea muy abundante en el arte cristiano de los
Transmitida de siglo en siglo, esta frase resuena todavía diariamente en el mundo primeros siglos de la Iglesia.
me-
diante la enseñanza de la Iglesia que baja de los púlpitoscristianos, Tal vez por eso, al menos
en nuestras regiones occidentales, los púlpitos suelen ser sostenidos por leones;
en Chasscignes, cerca de Loudun (Vienne), y en esta misma Sd IX. EL LEÓN Y EL AMOR
Población, en la iglesia de Martray; estos púlpitos, que datan == asi todos los antiguos cultos de Grecia o del Oriente Próximo hicieron del león uno
del siglo XV y del siguiente, hechos en forma de copadepie- Fig. XIV.- El de los símbolos del amor, sin duda a causa de la vehemencia que pone en sus rela-
S. dra, tienen el pie apoyado sobre leones sentados, León y el sol, ciones con la Icona y el ardor con el que la llama en las cálidas noches de los desier-
Fig XII. «El sol y También la irradiación que emana de los astros o de al- Eno tos. Y comoya era símbolo de fuerza y de valor”,los artistas de la Grecia antigua, nutridos 7
«l León en una Una otra luz producida porla industria humana, se ha toma- dd E Homeroy de los aedos, y que sabían que para cumplir los grandes actos de heroísmo, igu
moneda giga de. do siempre por emblema de la irradiación del divino Logos, aloroma na. que para hacer una obra de arte hermosa, hace falta sobre todo amar mucho, pusieron la ima-
Mileto, C£ M. e z
Corurano nMan, ,
Jl Verbo de Dios. Pues bien, al león, desde mucho antes de Colección
onaG. gen del león al servicio del Amor. de
dh grsque, Muestra cra, siempre se lo ha relacionadocon elSol y con la Mungsa En Frig, la diosa Cibeles, cuyo caroarrastran cuatro oneser a gran enamorada de Aris,
p.119,fg. 33. Luz (Fig. XIII y XIV). Hemosvisto su papel en las concep- (Vienno). como en otras partes Afrodita lo era de Adonis, en cuyo templo, en Elimais, criaban leones vivos”.
1. MAKTIGNY,Dictionnaire des Anriquirés chrétienmes, p. 369, 2 col. . CE Grorz, in Dictionnaire des Antiquiés, por Sagio v. Gorgones p.1617.
2. C£ Mr CROSNIER, Iconograpbiecbrérienne,p.67. z y Ch Lenomaar Ancenmes df de Mans de Chinon, in Mélanges arhélogigues T. Ip. 18.
3. DIDRON, Iconographie hrésienne,p.349. 3. CE G. BoucnEr, Cosmogonie humaine,p. 40. ¿
4. Oseas, Profcta, lil, 16, 4. Cf LErEsURE, Les pare rode Tie in Annals de Mud GúnesTX so)e at]
5. Joel, Profecía, UI, 16. glo XII siglo posteriores, la fuerza fue personficada por un caballero quellevab un león en
6. Bréviaivepitevin (of del 1% Dom. de Adviento 2* An. de Vísperas). pl EiAideba p. 303, y E. MáLz, Lavt reliienx due XIIsiéle en France, p.148, fig, 66.
6. CE Enano, Historia de los Animales, XM, 33.

46 47
Por eso cuentan también gravemente, en las mismas regiones, que Atalanta e Hipomenes Y así el Icón se convirtió en el emblema de lossufrimientos que a todos nos asaltan,igual
fueron metamorfoscadosen leona y en león, porque se habían amado en el templo de Cibeles. quelas fieras asaltan a sus víctimas; del mismo modo que por otra parte las legítimas satisfac-
EnSiria, el regio animal fue consagrado a la gran diosa del Amor y de la fecundidad ciones fueron representadas por los cabritos, alegres y pacíficos.
Atagartis', y al culto de Ishtar en Caldea. Y tanto en Roma como en Grecia, en tiempos del Este temasimbólico, puramente ideal y literario, y que las artes no emplearon, todavía
Imperio, los amuletos eróticos recibían a veces la forma del cuerpo del león”. estaba en auge el siglo pasado, y el P. Pinamonti, entre otros, lo aplicó felizmente a los márti-
Estas tradiciones y estas prácticas, antiguas ya, no parece haberlas empleado el primer arte res y los santos en una obrita que fue muyapreciada en los ambientes religiosos deItalia y
cristiano de aquellos mismos países para representar el amorde Cristo, al que sin embargo se Francia".
consagraron emblemas violentos, por ejemplo el fuego, y más inmediatamente realistas.
Sin embargo, encontramos a veces la imagen del león asociada a símbolos de la XI. EL LEÓN MÍSTICO EN LA HERÁLDICA NOBILIARIA
Eucaristía, que en la teología católica es antes que nada una obra de amor; a veces incluso el
propioleón se presenta como emblemaeucarístico: «¿Cómo —dice el P Louis Delattre, el sabio Cr E as armas imperiales y tradicionales de los Negus, so-
excavador de Cartago cómo no reconocer en la representación del león un símbolo eucarís- beranos de Etiopía y Abisinia, tienen un escudo «de
tico, cuando lo vemosen una de nuestras lámparas, rodeado de cachorros que corren cada uno argén cargado de un león rampante de gules, que
hacia una hoja de parra? tiene la diestra un crucifijo». Hay dos flagelos en aspa
en
»Aquílos cachorros de león, como en los pisciculi, alrededor del ICTUS, representan a los detrás del escudo, que está coronado porla coronade es-
fieles dotados de la fuerza divina obtenida en el sacramento de la Eucaristía. Es el pensamiento pinas del Salvador. La divisa que acompaña a este blasón
de San Juan Crisóstomo cuando dice: «Salgamos del banquete sagrado como leones que res- de los negus es explícita: «Ecce vicit Leo de tribu Judo».
piran la llama y convertidos en terribles para el demonio». Proclama, pues, que el león del escudoes el León dela
En otras lámparas cristianas de los cinco primeros siglos, encontradas también en tribu de Judá, o sea Cristo, y este
Cartago, vemosel león rodeado de palomas o de corazones, símbolos de amor”. león levanta la cruz cargada con la
Le
Pero el león no sólo es un esposo apasionado,sino que también se imponea la atención Fig. XVIL. - El León de Etiopía,según divina víctima (Fig. XVII): es,
por el ardor del amor vigilante que siente por sus cachorros. Desde que el hombre de los pues, el símbolo que muestra la
un escudo de armas del siglo XVII.
países tórridos se hizo cazador, sabe que nunca es tan terrible el león, ni más audaz, que cuan- divina realidad.
do defiende a sus crías, y que entonces luchahasta la muerte para salvarlas, Estos escudos de armas soberanosexplican que, en la larga hoja
Así que el león, el Redentor, dio su vida por la salvación de sus hijos: ¿no será ésta la azul de una admirable cimitarra abisinia, al comienzo de un largo mo- Fig. XVIIL. - El «León de
razón de ser de la imagen del león en algunas obras de arte antiguas, junto a la cruz u otros tivo decorativo de oro, veamos por unladoel altivo perfil del negus latribu de Judá» grabado
instrumentosde la Pasión? Menelik coronado de la tiaa soberana y, por el otro, el «León dela Dhboiadewa
tribu de Judá» que lleva en la frente la mismatiara y en la espalda un Colección del autor.
estandarte parecido al del Agnus Dei triunfante (Fig. XVIID.
X. EL LEÓN COMO REPRESENTACIÓN DE LAS PRUEBAS DE LA VIDA En el sello del antiguoras Tafari, que ocupaba ayer el trono de Abisinia, se presenta el
os místicos de antaño, en su ardiente deseo de emblemas, de símbolos, de términos de mismo león en la misma forma que en la cimitarra antes citada (Fig. XIX). |
d: comparación y de alegorías creado en ellos por la intensidad de su vida espiritual, ex- El león de los antiguos reyes de Armenia también tenía la cruz, aun-
primieron realmente a fondo las Escrituras para sacar de ellas todo cuanto podía apli- que parece que era en alusión a la historia de la dinastía de los León de
carse a los más diversos estados anímicos. Armenia, larga lucha contra el islamismo porla defensa de la Cruz.
Así, al querer hablar de la manera alerta y elevada con la que los santos han acogido y so- Igual interpretación tiene el león del escudo de armas del cardenal
portado las pruebas y tribulaciones de la existencia, aplicaron a estos héroes de la fe y delas virtu- E Pasqua, de Génova, 1565, que sujeta la cruz con el brazo izquierdo,
des cristianas lo que el Edesástico dice de David: «Jugó con los lcones comosi fuesen cabritos». Ego E> mientas que el derecho sc alza en defensa, con odas las zarpas ala vista
del ras Tafar. (Fig. XXVD.
1. CR Fr, CUMONT, L'iglefunénaire ds Syrien, in Revue de UHistire des Religions. 1910, p. 148 (nota).
2. H. ROUX, Herculanum ct Pompei, T. VII, p. 203 y PL. 50.
3. L DeLarrRE,Symbules cucharistiques de Carthage, p. 57. 1. J. P. PINAMONTI, S.). La Croix rendue légore. Traducción francesa. Le Mans, de Gallienne, 1841, p. 87.
4. Ibid, p.58. 2. San JUAN, Apocalipi V, 5.
5. Eclesiástico, XIV, 3. 3. La CoLomatts, La Science héroique. Edición de 1669, p.248, n* 16.

48 49
Pero el león sentado del escudo de la ciudad de Arles-en-Provence por parte de la ficra hambrienta, cuando en realidad estas imágenes son ilustración del
lleva en su bandera, en su «lábaro», su nombre:la cifra de Cristo, la X y la texto de San Pedro: «El diablo, vuestro enemigo, como león que ruge, trata de devoraros».
P superpuestas! (Fig. XX). Esos ciervos, esas ciervas, esas gacelas son las almas humanas, y la Iglesia latina reza por
En suexcelente obra, el viejo heraldista Vulson de La Colombiére re- ellas en su liturgía para que no sean víctimas de su agresor: ... libera eas de ore leonis, ne ab-
produce sin indicación de posesión un misterioso escudo que lleva una cruz sorbeat eas tartarus.... «Libralas, Señor, de las fauces del león, y que no las engulla el tárta-
formadaporcuatro patas delanteras de león cuya unión en el punto crucial ver ro infernal...'».
forma la letra crística, X?. Fig, XX. - El león Los comentaristas de los Libros sagrados reconocen explícitamente la imagen del demo-
Y J. Roman cita el sello de un caballero francés de la época de los "ldio
deáro- nio en el león vencido por el joven David!:el célebre relicario del abad Bégon, del tesoro de
Capetos en el que el León combate al Dragón, rodeadoporla significativa la antigua abadía de Conques-en-Rouergue, del siglo XI, conocido por «Linterna de San
divisa: Leo pugnas cum Dracone”. Es una vez más la lucha eternaentre Cristo y Satán, de la Vicente», representa este combate de David contra el león, y en la inscripción mutilada que
quehe hablado más arriba. rodea la imagen se lee todavía: sic moster David Satana superavit. De modo que es realmente
Así como,en las insignias de las legiones romanas, el león simbolizabala fuerza y gloria «nuestro» David-Salvador, el nuevo David con la apariencia del antiguo quien abate a Satán,
militar, el mismosentidotenía en los miles de escudos nobiliarios del medievo en los queestá el león maldito.
representado;pero también,así como se ha podido decir con suficientes elementos de credi- En su papel infernal, el león suele ser emblema de una de las «res concupiscencias» a las
bilidad que el terrible rey de los desiertos enfebrecidos por elsol, para las legiones ya de re- ¡ue el ascetismo cristianoatribuye la perdición delas almas: «Concupiscencia de la camer, de
greso de Oriente representaba al propio tiempo el dios Mitra, el «Sol Invencible», así también donde viene la Lujuria, la Gula y la Pereza; «Concupiscencia de los ojos», de dondeviene nue-
es seguro, pese a que hoy no podemos reconocer cuáles -puesto que no conocemos las razo- camente la Lujuria, la Avarica y la Envidia, y «Concupiscencia del Orgullo de la Vida»,de
nes que motivaron su elección, que muchos leones de los escudos de armas feudales, en el donde viene el Orgullo y la Ira. En estas tres filiaciones
pensamiento de quienes los adoptaron o recibieron, tuvieron que representar, además de sus de los pecados capitales, cl León representa el Orgullo
significados profanos de fuerza, nobleza y valor, el León divino que tan intensamenteexalta la de la Vida.
literatura litúrgica y mística de aquella época feudal. A veces tambiénes el «demoniode la Herejía». He
Y tal vez a causa deesta idea sobrenatural superpuesta a las otras, el león heráldico,lla- aquí un ejemplo formal: en recuerdo del ardiente com-
mado «león rampante», cuya actitud fue fijada en la época en la quese escribían los Bestiarios bate que Joscelin de Parthenay, arzobispo de Burdeos en
místicos, se representa alzado sobre las patas traseras, con la parte delantera alzada hacia el el siglo XI, mantuvo contra el hereje Berenger, adversa-
cielo, al ser la parte trasera «sede de su humanidad», y la delantera, «sede de su fuerza de dei- rio de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía”, sus
dad», para hablar comoel Bestiario de Ph.de Taun, antes citado”. sobrinos, los señores de Parthenay, en Poitou, tomaron
el nombre de Parthenay-l'Archevéque y representaron
en sus sellos a su tío cabalgando un león, emblema de
XII. EL LEÓN, EMBLEMA DE SATÁN, DE LOS VICIOS Y DE LA HEREJÍA
La herejía vencida, al que cierra la boca”: así lo vemos en
león comparte con numerosos animales —que también son emblemas auténticos de dl sello de Hugues-'Archevéque, señor de Parthenay de Fig. XXL- Sello del caballero Hugues
E Jesucristo- el mal papel de servir igualmente de imagen alegórica del anticristo, de 1182 a 1218 (Fig. XXI). TArchevéque, sr. de Parthenay;s. XII
Satán, Noobstante, en algunas obras de arte medievales
Desde los albores de la Iglesia, el león tuvo bastante a menudoesta indeseable significa- en las que el león aparece pisoteando a otro animal, no hay que ver en él la imagen de Satán,
ción a causa de las palabras de San Pedro: «Sed sobrios, hermanos míos, y velad; pues el dia- sino la del cristiano vencedor de los cultos idólatras. Así hay que interpretarlo, por ejemplo,
blo, vuestro adversario, como león queruge, trata de devoraras”.» en una escultura de la catedral húngara de Gyulafehervar que los alumnos húngaros del ar-
A menudo,en escenas del arte cristiano antiguo en las que un león persigue ciervos, quitecto francés Villars de Honnecourtrestauraron en el siglo XIp.
tímidas ciervas o inocentes gacelas, el vulgo no ve más que la persecución trivial de la presa

1. Cf. J. MEURGEX,La place des décorations dans ls armoires des villes de France, . 1, grabado. Paris 1924. 1. Breviario romano (Oficio de Difuntos, Ofert. de la Misa)
2. La COLOMBIERE, op. cit, p. 235. 2. Libro de los Reyes. C. XVII, 34ss
3. J. ROMAN, Manuel de Sgillographiefrangaiz, 1912, p. 154. 3. Cf B. LeonIN,La gátine hístorique et monumentale pp. 325-333, etc.
4. Véase más arriba, UI. 4. Ibid,p.93, ig, 37.
5. San PEDRO, 1* Epístola, C.V, 8. 5. CE Er. MOELLER, Les Monuments de lArchitecture hongrose, p.10.

s0 51
XIIL. LOS LEONES FABULOSOS, ANTÍTESIS DEL LEÓN MÍSTICO; EL MANTÍCORA
EL LEÓN MARINO, EL MANTÍCORA En cambio,el Mantícora es una especie de leocentauro que el medievo consideró verda-
EL LEÓN MARINO dera antítesis del león crístico que resucita a sus cachorros,pues es un devastadorinexorable.
Su nacimiento en el mundo de las ficciones se remonta muyatrás, pues Eliano, que vivió en
suinsaciable deseo de maravillas, nuestros padres crearon leones imposibles que ocu- el siglo III, dice que Cresias asegura que existe en Asia un animal muy poderoso que se pare-
paron un lugar en la serie de monstruos más o menossimbólicos y que, casi siempre ce a un gran león y que tiene tres hileras de dientes; lo llaman,dice, Marticoras, o Manticoras,
tomados en mal sentido, se utilizaron a menudo como evocadores del señorde los in- o sea el que devora a los hombres".
fiernos. finales del siglo XIII, Brunetto Latini, el maestro de Dante, descri-
Unadelas más antiguas representacionescristianas del león bía así al fabuloso animal: «La Mantícora es una bestia de este país (la
marinofigura en el sarcófago de Teodoto en Cividale, Italia, que India), que tiene cara de hombre y color de sangre, y ojos amarillos, cuer-
data de la primera mitad del siglo VIIL. El animal aparece allí po de-león y cola de escorpión, y corre tan veloz que ningún animal se le
uniendo en sí las principales especies de animales: es cuadrúpe- escapa. Pero más que ningún otro alimento, le gusta la carne de hombre”».
do porla cabeza y las patas delanteras de león,es pez porlas ale- Y Rabelais completa este retrato terrorífico diciéndonos que «Las
Fig, XXI. - El León marino en 5 reptil por la cola y ave por las alas (Fig. XXI). En el Mantícoras son bestias bien extrañas: tienen el cuerpo como un león, el
el sarcófago de Cividale (siglo monumento en el que se encuentra, su imagen está esculpida a FigXXV.-El pelo rojo, la cara y las orejas como un hombre, tres hileras de dientes, que
vii, cada lado de una especie de árbol mantícora enla encajan unos con otros como cuando metemos los dedos de una mano
de la vida en una actitud que re- columna de
SouvignyCE
: 2. -
“Nte los de la otra: en la cola tienen un aguijón con el que pican, como
cuerda los tejidos orientales de tiempos de los sasánidas". Es po- ME, Op. cie. hacen losescorpiones, y tienen la voz muy melodiosa'».
sible que, porfeliz excepción, esta representación signifique aquí La célebre columna de los monstruos, en el priorato de Souvigny en
quetodo el reino animal extrae su vida del Arbol de la Vida. Boutbonnais, que es del siglo XII, contiene la imagen del infernal Icocentauro con su nom-
En las artes del medievo, y particularmente en la heráldica, bre: MANICORA!(Fig. XXV).
la imagen del león de los mares es más simple, más decorativa y
menossimpática que la de la tumbade Cividale”; presenta úni-
camente la parte delantera del león soldadaal cuerpo pisciforme

Fig, XXIIL - El León marino en


el escudo de los Hof. de
Alemania. Cf. La COLOMBIERE,
Opcit, p. 260.

(Fig. XXIID. En el siglo XVI, el


grabador de las obras de
Ambroise Paré lo convierte sim-
plemente en un cuadrúpedo cu- Figo XXVI. El león del escudo de armas familiar
bierto de escamas, un monstruo del cardenal Pasca, 1565. C£. Vulson DE LA
que es una «bestia extraña», COLOMBIERE, 9p. ct, p. 249.
A pero que no tiene significado
Fig. XXIV. - El León marino según la obra de Ambroisc Paré,siglo XVI simbólico? (Fig. XXIV).
1 ELANO, De natura animaliuo
1. Véase Dom H. LECLERCO, Dicrionnaire d'Archéologie chrétienne. Fasc. LXXV, col. 1800. 2. Brunetto LATINI, Si Liors d'0u tréor. L. 1, CXCV.
2. Véase Vulson DE La COLOMBIERE, La Science Héroique, p. 264, n.* 89. 3. RaseLass, Pantagruel, Édition Le Duchar, 1782. T. V, p. 191.
3. Ambroise PARE, OEores, Liv. XXV, Des monstres,p. 1052. 4. C£ Émile Mate, Lar religicuz du XI!" sitcle en France, p. 324, fig.189.

52 53
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SEXTA PARTE

LOS ANIMALES FABULOSOS


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CAPÍTULO CUARENTA Y CINCO

EL PEGASO
EL PEGASO EMBLEMÁTICO

n su forma real, aunque dotada de grandes alas porla imaginación del hombre, el ca-
ballo que gracias a esas alas se eleva porlos aires es una da las creaciones más elegan-
tes delas artes figurativas.
Muchos siglos antes de la era cristiana, ya se representabael caballo alado en los sellos ci-
líndricos de los babilónicos, y a veces, en las artes de la parte de Asia que habitaban sus al-
rededores, lo representaban con rostro humano”.
Los artistas medos y persas conocieron los caballos alados mucho antes de la creación del
mitoclásico del caballo Pegaso, y los caracterizaron por una especie de banda perlada que les
atraviesa transversalmente las alas”. Tal vez por su influencia, el caballo alado atravesó Asia y
su imagen apareció en la China desde épocas muy antiguas”.
Y en el campo literario, la Biblia habla de los caballos de fuego que alzaron el vuelo ca-
minodel cielo tirando del carro en llamas en que se encontrabael eremita del Carmelo, el po-
deroso profeta Elías Tesbita!,
También en Europa los más antiguos artistas se sintieron atraídos porla gracia de la si-
lueta del caballo aéreo, y los poetas griegos construyeron basándose en ella la leyenda de
Pegaso (Fig. D). Y los acuñadores de todas las regiones de influencia helenística cincelaron su
imagen en las monedas de numerosas ciudades: Corinto (Fig. II), Terma, Tauromeion (Fig.
ID), Lampsaca y muchas otras”. Los latinos los imitaron, y también los galos, sobre todo los
remis, los ambianis y los valiocasos.
Entre los escandinavos, el nombre de Falke (halcón) dado al caballo del héroe Thedrek,
hace pensar que era un caballo alado”,
Hay que señalar que los antiguoscreían queexistían realmente caballos alados, que de-
cían que eran originarios del país al que atribuían también los hipogrifos y los grifos, Etiopía.
Según Plinio, estos caballos etfopes no sólo tenían alas, sino también cuernos como los

1. C£ DetarorTE, “Catalogue des cylindres orientaux”, Anales du Musée Guimet (1909), p.72 y pl. VIL, n* 16.
2. Cf Em. Guimer, Les Portraits d'Antinoé, p.6.
3. Véase el caballo alado de la época Ming en el Musco Jacquemarr, en París
4. 11 Reyes (£*de la Vulg,), Il, 11.
5. En las monedas del Emporium de la Tarraconensc, la cabeza de caballo alado está formada por un pequeño persona-
je humano recogido sobre sí mismo.
6. CF. A. DE GUBERNATIS, Mbologie zoologigue, Ed. Durand-Laurier, T. 1, p. 361.

331
toros'; lo cual hizo que Jehan de Cubalos descri-
biera así y los presentara como sujetos que causa-
ban espanto en los demás animales”;
Pero escuchemosa los poetas: nacido de la
sangre de Medusa que hizo brotar la espada de
* %* Perseo, Pegaso golpeó con el pie, al nacer, el mon-
Fig. II.El Pegaso en te Parnaso e hizo brotar así la fuente de Hipocre- Fig, IL.-El Pegaso en
moneda corinti, me, en la que se sumergían las musas para en- moneda de Tauromcion.
contrar la inspiración y la belleza. Cuando Perseo
quiso liberar a Andrómeda, montó a Pegaso, que
con vuelo rápido lo condujo al lugar dondela tenía cautiva un monstruo marino”. También
Belerofonte tomóa Pegaso en los prados de Hipocreme,lo montóy, gracias a él, pudo ven-
cer a la terrible Quimera y triunfar sobre los sólimos, las amazonas y los licios. Entonces,
cegado porel orgullo, el triunfador quiso escalar los cielos, pero Pegaso, en pleno vuelo, de-
rribó a su jinete, que cayó lamentablementea la tierra; luego, a fuerza de alas, el hermoso
animal se elevó hasta el cielo, donde quedó en el grupo de estrellas que lleva su nombre
(Fig. D
Debido a las victorias de Perseo y Belerefonte sobre monstruosy bárbaros temibles, este
mito, espléndido ensí, se prestaba bien a ciertas alegorías que los simbolistas de los primeros
siglos, sobre todo en Grecia, podían verse tentadosde aplicar a Jesucristo y al cristiano, su fiel;
pero el derribo del presuntuoso Belerofonte, por otra parte, hacía muy difícil tal adaptación,
y los místicos que lo intentaron no presentaron nada satisfactorio; compararon conel Pegaso
clásico a Aquel que mantieneal alma cristiana en sus luchas y la hace vencedora, y la caída de
Belerofonte la compararon con las de algunas almas que, habiendo sentido orgullo a causa de
su santidad, cayeron de repente muy bajo, abandonadas a sí mismas ante la tentación por
Aquel que hasta aquel momentolas había sostenido.
Si el arte y las letras antiguas permitieron quelos artistas hiciesen entrar a Pegaso en la
fauna emblemática delSalvador fue más bien considerando a Pegaso como montura de Apolo-
Febo,dios de la pura luz y de la pura belleza, fue convirtiéndolo a menudo en imagen misma
de Apolo-Conservator”, ¿No es Cristo el único principio verdadero de belleza perdurable? ¿No
es el creador mismodel sol y de todos los esplendores naturales? Por eso desde los primeros +
siglos cristianos vemosen la propia Roma al «dios Sol convertirse en Cristo que se eleva de la
tierra al cielo con el resplandor del sol%».
Y Pegaso tuvo un lugar en las téseras de marfil del cristianismo romano, en las lámparas
cristianas de Cartago"(Fig. IV) y otros lugares, hacia el siglo III o el IV como muytarde; lo
Fig. L- Belerofonte montado en Pegaso combatiendo la
Quimera. Grupo en plata cincelada por Fanniere, 1878.
1. C£ Punto, Historia Natura L. VII, XXX.
2. J. pe Cuna, Hortus Sanitas Part. 2, CXIV. Ed.de 1491 y de 1539. Véase en el capítulo del Toro la ilustración del
Horts sanitatis
3. Para el mito de Perseo, véase Mario MEUNIER, La légende dorée des deu et des Héros, pp. 278-290.
4. CE Rene, “Le Lion mithriarque, insigne des égions romaines”, Revue de l'Hisire des Religion, 1903, p. 45.
5. Dom H. LECLERCO, Manueld'Archtologiechrérienne, T. 1, p. 579.
6. CE. Revue archtologigue, 3' sérc, T. IV (1889), p. 385.

332 333
representaron, solo, en el centro de un medallón circular en las ca-
tacumbas de Roma!; lo pintaron en las criptas de las catacumbas
palestinas”, y en la necrópolis
cristiana de Antínoe de Egipto,
había un tejido sasánida de CAPÍTULO CUARENTA SEIS
seda, adornada con el Pegaso,
queservía de sudario al cuerpo
de un inhumado”, ¿Era un azar
esta elección?
EL HIPOGRIFO
Con sentido ciertamente EL HIPOGRIFO EMBLEMÁTICO
cristiano, el arte de la Edad
Fig. 1V- El Pegaso en una Media hizo entrar el Pegaso en E n un capítulo anterior, he hablado de un caballo maravilloso, de filiación apocalíptica,
cristiana de Fig VoEl Pegaso en los frescos
el arte eclesiástico y monástico: románicos de Saint-Savin (Vienne) s. XIL. queentró por una puerta trasera en la emblemática general del Salvador": por la forma
aparece en los frescos románi- equina de su cuerpo, porsus alas y por su cabeza de águila, este animal de visión está

La aa
cos de la antigua abadía de Saint-Savin (Vienne)(Fig. V). absolutamente emparentado con el Hipogrifo de los antiguos, el caballo grifo.
Como mínimo, ¿acaso las almas que se elevan con todas sus fuerzas hacia lo divino no Este caballo aquilino aparece en pleno galope en un antiquísimo marfil griego descu-
encuentran su emblema en ese Pegaso que con un golpe de corva se levanta y con un impul- bierto en Esparta”, y su imagen adorna algunas monedas griegas”. La vemos también en las
so levanta el vuelo...? monedas de Pixtilos, jefe de los galos carnutos (Fig, 1), y en los reversos de otra moneda gala
El Islam en sus extrañas imaginaciones creó también dos caballos alados que se supone hallada en Vendée! (Fig, 11). Lo hemosvisto em-
que llevaron a dos humanosa la región celestial: bistiendo a un animal maldito, y su vuelo llena el
Dios, dicen los musulmanes, creó ex profeso para nuestro primer padre Adán un caballo disco de una lámpara romana hallada en Poitou*
de ámbar y almizcle puro al quedio el nombre de caballo Mamún. Lo dotó dedos alas de pie- (Fig. ID.
dras preciosas y le dio la vida. Montado sobre este caballo alado, y conducido por el arcángel
Gabriel, dicen que Adán visitó en vida el cielo de los Angeles, y que allí aprendió la aclama-
ción que para los musulmanes es la más excelente de las oraciones: «Dios es grande, y contie-
ne en sí todas las grandezas imaginables»,
El otro caballo alado del Islam es Burag, la yegua gris plateada con la que cuentan que
(
realizó Mahomael célebre «viaje nocturno» de la Meca a Jerusalén, y deallí al cielo”.
Buraqserá, dicen los doctores del Islam, el primer cuadrúpedo queresucite Dios el últi-
modía. Los ángeles pondrán sobre ella una silla de rubíes deslumbrantes; le pondrán en la
Fig IL.El Hipogrfo en un fragmento de lámpara
omana. — Musée des Grandes-Écoles(Sociéé des
boca un bocado de esmeralda purísima, y la conducirán así a la tumbadel Profeta. Dios re- Antiquaires de POuest)en Pokters.
sucitará entonces a Mahoma,el cual, tras haber conversado conlos ángeles, montará en Buraq
y ascenderá así a los cielos”. Tanto en tiempos de la supremacía grecorromana como en épocas posteriores, el hipo-
grifo unía simbólicamente los caracteres del águila y el caballo, y en la simbología cristiana re-
presentaba, como su hermanoel grifo, «el animal de doble naturaleza» de Dante, del que se
hablará largamente más adelante, las dos naturalezas, la divina y la humana, unidas hipostáti-
camente en la única Persona de Cristo: comoen el caso del grifo, las patas de cuadrúpedo te-
1. Dom GUERANGER, Sainte Cácile er la Sociéé romaine aux depremiessizles, UN, pp.51 y 576.
2. Dom H. LEcLERCO, Manuel d'Archéologe chréñenne, T. 1, p. 123.
3. E Guier, “Symboleasiatique des nécropoles d'Antino£", Annales du Muste Guimer, 1903, p. 25. 1. CÉ cap. XXVIL, El Caballo, 1V.
4. Véase A. DE CAUMONT, Abécédairearchtologique p. 172. 2, Véase Salomon REINACH, Répetore de la Staruajr grecque er romaine, T. IV, p. 444,0% 3.
5. C£ EcuaLe Murn, Religion ou théologe des Taro, . 1, p. 16. 3. Por ejemplo un hermoso bronce de la colección Alotte dela Fuye (Catalogue, p. 25, n? 368 y Pl. VID.
6. CE Savary, La Vie de Mahomer,p. 20. 4. Colección E Parenteau. — PARENTEAU,L'Odpsée de la Bécase en Gaude,p.6 y pl. m4.
7. Cf. Ecratie Muen, Op. cit, T. 1, XXVII y XXVIIL,pp.173-181. 5. Société des Antiquaires de 'Ouest. Musée des Grandes-ÉcolesPoitiers (virinas galorromanas).

334 335
rrestre del hipogrifo repre-
sentaban la Humanidad de
Cristo, y el pecho, la cabeza y
las alas del águilx ena Emble-
made su Divinidad. CAPÍTULO CUARENTAY SIETE
Reproduzco junto a estas

EL LICORNIO
líneas una representación ro-
mánica del hipogrifo que figu-
ra en un capitel del siglo XII de
la antigua capilla del priorato
benedictino de Nueil-sur-Dive, 1. EL LICORNIO ANTES DE LA ERA CRISTIANA
cerca de Loudun (Vienne) E n la simbología general, y luego en las artes, las letras y las prácticas de la Edad Media,
(Fig. IV). hay pocos animales reales o fabulosos que hayan tenido comoel licornio el favor tanto
He encontrado algunas de los místicos comode los simbolistas, los artistas e incluso de los médicos, los magos
otras representaciones del hi- y los brujos de toda clase.
pogrifo ejecutadas en la misma Ese extrañocrédito y esa excesiva consideración sólo pudieron crecer sobre raíces singu-
LCL época; hay que señalar, sin em- larmenteantiguas; por eso no hay que sorprenderse de encontrar la representación del licor-
Fig, IVe Hipogrifo en escultura del siglo XL. - Priorao de BasNueiben- Dargo, que en el arte cristiano nio en las artes de las más antiguas naciones civilizadas. Lo
Berric (Vienne). de la Edad Media son mucho hevisto en piezas de arte caldeo, sobre todo un sello cilín-
más raras que las del grifo, el drico de piedra fina grabada, publicado por Soldi'; vemos en
licornio o el Pegaso. él dos licornios alados que se yerguen, como los «soportes»
Pero es perfectamente erróneo tepetir con algunos de nuestros enciclopedistas modernos de los escudos de armas medievales, a cada lado del Arbol sa-
que el hipogrifo es una creación del poeta italiano Bojardo', gobernador de Reggio en el siglo grado (Fig. 1).
XV, más tarde popularizada por el Orlando Furioso de Ariosto. Tal vez con igual antigiiedad, el arte sagrado de la
Chinarepresentaba un animal fabuloso, del tipo del ciervo, Mg
que mostraba un solo cuerno en la frente; el machose lla- Fig1.- El Licomio en un sello
maba Ki, y la hembra, Lin, y el nombre de la especie era babilónico. Según SoLDLOp.cit
Kilin, La aparición de un kilin en la China constituía una
alegría nacional, pues decían que sólo se producía duranteel reinado de un soberano perfec-
tamentejusto y agradable al cielo, y anunciaba que se abría para la nación una época de pros-
peridad” .
Todavía hoy. se pretende en aquel país que a los niños los traen los licornios desde el
cielo; la imagen de esos amables mensajeros es un amuleto familiar muy usado”, Este licornio
chino, sin embargo, no siempre tiene la gracia y la elegancia de su hermano occidental, como
Fig, V- El Hipogrifo en una tapicerta demuestra el monstruo sin atractivo queel jesuita H. Doré reprodujo fielmente”.
de la reina Matilde. Bayeux,siglo XI. Cuatrocientos años antes de nuestra era, el griego Ctesias, médico del rey de Persia
Artajerjes, preconizaba, comoveremos más adelante, las pseudo propiedades médicas del cuer-

1. E. SoLpI,“Cylindres babyloniens”, Revue archéologique, 2* série, T. XXXVII, (1874), PL. XIV, n9 2.


2. Cf. C DE HARLEN, “La Lampe de la Salle obscure (Traité de morale taoiste)”, Revue de l'Histoire des Religions, 1893,
p.295.
3. C£ H. DOR£, S.J, Recherches surles supersitions en Chine, 1* Part, T.L pp.2 y 4.
1. BojaRDO, Orlando enamorado (obra inacabada). — 1494. 4. Jbid,, Par. 1, T.U, vol. 1V,p.486, fig. 209.

336 337
no de los licornios'; Filostrato lo imitó”; y entre los latinos, Eliano*y Plinio! propagaron y am- Se supuso que el licornio no podía ser capturado por ningún montéro, pero que una
pliaron las ilusiones que Cresias había recogidoentre los persas y los medos. mujer pura, virgen de mente, de corazón y de cuerpo era una atracción irresistible para él, y
He aquí la descripción fantástica que Plinio nos da del licornio: «Es un animal intrata- era la única que podía capturarlo. Una vez que el animal la había descubierto, decían que se
ble, que se parece al caballo por el cuerpo, al ciervo porla cabeza, al elefante por los pies y al arrodillaba ante ella, apoyaba la cabeza
jabalí por la cola; tiene un mugido grave, y un solo cuerno negro que se eleva dos codos por en su seno y la acariciaba dulcemente,
encima de la frente. Dicen que este animal no puede capturarse vivo». Era el instante en el que el cazador, trai-
En la Biblia y los escritores judíos, el licornio —el unicornio— no parece representar para doramente escondido justo al lado, se
todos los autores un solo y mismo animal: Moisés y David, por ejemplo,le acercaba y le daba al licornio el golpe
conceden a veces varios cuernos, y los traductores europeos han aumentado mortal, o bien le pasaba la traba que lo
todavía más la confusión; así San Jerónimo, en la Vulgata, habla del unicor- dejaba cautivo (Fig. II y 1V).
nio... «Salva me ex ore leonis, et a cornibus unicornium humilitatem meam *», Un bestiario medieval citado por a !
mientras que Crampon traduce literalmente del hebreo: «Sálvame (Señor) de A. de Caumontrelata así la leyenda del Fig. UUL.- La muente del Licornio. Escultura de la atedal de
la boca del león, apártame de los cuernos del búfalo”». Según otros pasajes licornio:
Esrasburgo, siglo XIL
de los escritos judaicos, los autores asimilaron el licornio con el onagro de la «Hay un animal que en griego lla-
India, con variedades imposibles de encontrar de hemión, de ciervo y de man monóceros; es en latín el unicornio. El Phisiologus dice de su naturaleza que es muy bello
Fig. L- Elorix cebra, y sobre todo con el orix', Eso es lo que hizo el imaginero que en el de cuerpo,si bien no es un animal muy grande. Tiene cuerpo de caballo y pies de olifante, y
dibujado como siglo XII esculpió la columna de los monstruos en el monasterio de testa de ciervo, y vozalta y clara, y cola retorcida comoel cerdo, y en medio de la frente un
oe Souvigny, en Aller (Fi. 1D. Podía, por otra parte, basarse enla autoridad cuerno que tiene de largo III
monstruos de. de Tertuliano, para quien el licornio es el orix monéceros de los antiguos. pies... y ese animal no puede
Souvignyssiglo XIL. La característica más esencial del licornio es la forma equina de su cuer- capturarse de ningún modo si
po su largo cuernorecto que apunta hacia delante, y a menudo acanalado no es por medio de una virgen
en barrena. Los artistas de la segunda parte del medievo, y más particularmente los heraldistas, bien adornada. Los monteros
lo proveyeron a menudo de una barbita de chivo que sus predecesores no le atribuyeron. ponenallí a una virgen mezqui-
Contrariamente al licornio, el orix suele llevar en el arte medieval un cuerno curvado hacia atrás. na bien engalanada y la dejan
Quienes buscaron en una variedad de onagros el prototipo del fabuloso licornio se basa- allí sentada en una silla, sola en
ban en lo escrito en el siglo II por Filostrato, que en su vida de Apolonio de Tiana dice que el bosque. Tan pronto comola
en los marjales del río Fasis hay asnos salvajes que tienen un cuerno en la frente con el que lu- ve el unicornio, viene y la mez-
chanentre sí furiosamente como toros'”.
Fig. IVLa muerte del Licorio. - Manuscrito inglés del siglo XIV. quina le ofrece su regazo. Y el
(Colección Ft. DoucH). animal dobla las patas ante la
11. LA ANTIGUA LEYENDA DEL LICORNIO mezquina,y simplemente apoya
cierto es que, pese a la elegancia de las formas que se atribuían al licornio, en casi la cabeza en su regazo y así se queda dormido. Acuden entonces los monteros que lo captu-
todos los pueblos de antes de nuestra era estaba considerado un animal indomable y ran de inmediato y (lo matan o) lo llevan al palacio real'».
muytemible, El Libro IX del Roman d'Alexandre * nos dice también del licornio: «Este animal es tan
fuerte que no puede ser capturado por la virtud de los monteros, sino mediante sutileza,
CTESIAS,Indica, c. XXV. Cuando quieren capturarlo, mandan llevar a una doncella al lugar adonde saben que acude el
FILOSTRATO,Lib, IV, €. 1.
ELIANO, Historia de los Animales, Lib. IV, c. 52,
animal a pacery descansar. Si el licornio la ve y es doncella, va a acostarse en su regazo sin ha-
Punio, Historia Natural, Lib. VII, XXXI. cerle ningún mal y allí se queda dormido. Acuden entonces los monteros, que lo matan en el
San GERONIMO,Valgasa — Salmo JU, 22, regazo de la doncella. Y si no es doncella, el licornio no busca acostarse, sino que mata a la
C. CRAMPON,La Sainte Bible. - Salmo XXIl, 22 (del texto hebreo), p. 684.
Cf. C. Hirpzau,Le Bestiaire divin de Guillaume, clere de Normandie, p. 127. muchacha corrompida y no virgen...».
Véase más arriba, XXVIII, fig. L.
Cf. TERTULIANO, Contra los fudios, X. - Traducción de Genoude, T, lil, p. 32.
C£. FILosTRATO, Vida de los Sofistas, L. M1, 1. 1. A. DE CAUMONT, “Bestiire (Rapport sur une excursion 4 Souvigny]", Bullrin monsonenta), T. XXI,1856, p. 385.
2. Traicé des Prpriéez des Bests.
aa pena

338 339
Encontramos las mismas fantasías en el siglo XV, en la pluma de Brunetto Latini!, La defensa de narval, llamada cuerno de licorio, del antiguo tesoro de la abadía de Saint
En casi todos los bestiarios de Occidente, lo que se hace es darle el Denis, de la que acabamosde hablar, se encuentra hoy en el museo de Cluny, en París. Parece
golpe mortal al pobre y confiado animal”; el que acabamos de citar está ser un largo cirio pascual retorcido, de cera pálida (Fig. X).
de acuerdoconel Bestiario Armenio publicado por Ch. Cahier para darle Todas estas imaginaciones y toda esta farmacopea tuvieron auge sobre todo en Europa
al licornio una suerte menos rigurosa. Es la propia mujer la que le pasa entre el siglo XII y el XVI, pues hubo que esperar a la escuela de Ambroise Paré para ver poner
el lazo de servidumbre y lo lleva, cautivo,al palacio del rey” (Fig. V). seriamente en duda las virtudes miríficas del cuernode licornio'.
También se crearon extrañas fantasías respecto de las asombrosas Pero la imaginación de los hombres había atribuido al licornio ficciones maravillosas y
p virtudes del cuerno de licornio. Se superaronlas imaginaciones que repi- propiedades sin par durante demasiado tiempo y con demasiada abundancia para que no ca-
Fig Vela de *S Ctesias: como él se consideró que la absorción de limadura de cuerno yesen en su impronta los místicos y los poetas. «Se comprenden fácilmente, dice el erudito
Liceo porparedela. Je licomio, o su simple aplicación a las heridas, era un remedio insupe- profesor Hippeau, los motivos que hicieron frecuente su empleo en la iconografía cristiana»;
virgen desleal. Escultura de rable contra los venenos de los más peligrosos reptiles, contra la rabia, y por otra parte, agrega: «Bestiarios Divinos o Bestiarios de Amor, se hubjeran cuidado mucho
3 EaES de no adornar con su presencia sus relatos”.»
. Cf. peaDEsiglo contra la peste, la epilepsia, la gangrena, etc... los recipientes tallados en
> e
az esta defensa preservaban de múltiples males y hacían ineficaces los peo- Los primeros, tras el antiguo Physiologus, consagraron el noble animal a la emblemática
d'Iconographie chrtiienne, res venenos, por eso a menudo los encontramos mencionados,ricamen- de nuestro SeñorJesucristo, y los segundos lo compararon con ese otro señor doloroso,el hu-
TL p 195. PL IX 092. ce ormados en los inventarios de reyes y príncipes: milde y pobre corazón del hombre.
Del Inventario de los duques de Borgoña, en el siglo XV:
«Un aguamanil de licornio guarnecido de oro y con varias piedras pequeñas alrededor... III. EL SENTIDO CRÍSTICO DEL LICORNIO EMBLEMÁTICO
«Un cubilete de licornio guarnecido de oro... ara los autores de los antiguos Bestiarios, la antigua leyenda del licornio, de la mujer
«Un aguamanil, todo de licornio, guarnecido de oro, esmaltado de C pares de pensa- virgen y el cazador fue un tema eminentemente apropiado para representar la
mientos debajo, con las armas de Borgoña...»S Encarnación y,el sucrifido redentor del Hijo de Dios.
Enel Inventario del emperador Carlos Quinto, también se mencionaban dos cubileres de El licornio, pues, se convirtió en imagen emblemática de Jesús, que mediante su naci-
licornio, ricamente montados y decorados con diamantes y piedras preciosas. Y todos esos in- miento corporal descendió en el seno de la humanidad, representada por la mujer virgen de la
ventarios comprenden un gran número derecipientes diversos de los que se dice que contie- leyenda, y el cazador era la imagen del pucblo judío, que traicioneramente dio muerte al
nen fragmentos de defensa de licornio”, Salvador”. Esa es la exposición de Honorio de Autun, muerto en 1140, que además, como nu-
De hecho,esta rareza, esta panacea casi universal, era tan sólo la defensa barrenada de un merosos autores de la Edad Media, ve una doble imagen de la Humanidad y de la Virgen María
cetáceo de la familia de los delfines, el Narval monóceros, que vive en los mares de Europa y en la Mujer pura de la leyenda*, Otros señalan la complicidad de esta última y el cazadory des-
Asia; lo cual explica que casi todas las representaciones del licornio llevan cuernos «que son re- tacan este papel de la humanidad que causa con traición la muerte de su Salvador. Del tema an-
torcidos y en forma de tornillo, comoes el caso del de Saint Denis, que consideramos que es tiguo, cada unode esos viejos simbolistas saca lo mejor que puede «el maná de edificación» la
el mayor de los que se,han visto. No hay hombre, por alto que sea, que notenga dificultad en alabanza de Cristo Redentor. Escuchemos a Guillermo de Normandía:
alcanzar a tocar la punta, pues tiene siete pies largos de alto», nos dice el docto Jehan Belon'. «lhésus-Cris, nostre Sauveor Jesucristo nuestro Salvador
La Colombitre? nos da su tamañopreciso: seis pies y medio y una pulgada (2 m. 20). Aunque Cese lUnicome espirtel, Es el Licornio espiriual,

e AN
Qui la Vis pis ol, Que ela Vigenhizosa monada,
se redujese a esas amables dimensiones, hubiese sido un apéndice bien molesto para un cua- estan ignit; E tan dignidad;
drúpedo del tamaño del ciervo. Así vemos sin sorpresa que la empuñadura de la espada del em- Pas quei au munde saparut; Mediante la cual se manifestó al mundo;
perador Maximiliano de Austria, llamada «la espada de Licornio» es de defensa de narval'”. Son peuple mic nel quenue Su pueblo no lo reconoció *
1. Brunetto LATINI, Li Livres dom Trésor, L. 1, P. V, CCL. Des Jeves cinceis l'espitrent Los judíos, en vez de ello, lo espiaron
2. Véase la magnífica escultura del portal gótico de la catedral de Lyon. “an qui le pristente lieent, Y finalmentelo prendiezon y lo aaron,
3. C£ Ch. Caen, Nouweaux Mélanges archéologiques, 1874, p. 132. Devant Pilatre le mentrent, Ante Pilatos lo l evaron,
4. Inventaire des Ducs de Bourgogne, n* 2359.
Exilec 2 more le dampnéreno. Y en seguida a muerte lo condenaron.
5. Ibid, n* 2361. 1. Cf. Ambroise PARE, (Epres, ed. del siglo XVILLibro XXI (“Des Venins”),pp.792 a 797.
6. Ibid, n* 5292. 2. C. HiprEAU,Le Bestiaire divin de Guillaume, clerc de Normandie, p. 128.
7. C£ Léon DE LABORDE, Glosairefrangais du Mojen-áge, pp. 359 a 365. 3. CE Émile Maz£, LiArt religiena du XII? siecle en France, p. 56.
8. J. BELON, Observations de plusienrs singularités et choses memorables... (1555). 4. Cf. HONORIO DE AUTUN, Sermo de Nativit. et de Annonciar.
9. Vulson DE LA COLOMBIERE, La Science héroique, p. 275 (1669). 5. Alusión al pasaje del Evangelio de San Juan (1, 10-11): «El mundo fue hecho por él, y el mundo no lo conoció; vino
10, C£. Gazerre des Beaux-Arw1875,p. 215. 2 su casa, y los suyos nolo recibieron».

340 341
El Bestiario medieval citado por de Caumont prosigue así el pasaje que he reproducido nexión del licornio la virgen un alcance muydistinto de los que le dan las interpretaciones
más arriba, en el que se cuenta la leyenda del licornio: habituales', Es posible, en efecto, que algunos maestros del medievo hayan llevado hasta ese
«Enseguida así nuestro Señor Jesucristo descendió en la Virgen doncella María, Y por la puntoel simbolismo del licornio, pero desde luego les estaba reservado únicamente a muy
carne que revistió por nosotros, lo prendieron los judíos y lo llevaron ante Pilatos, y lo pre- pocos el alcanzar esa profundidad de interpretación.
sentaron a Herodes y fue crucificado en la santa Cruz... Él mismo dice en el Salmo: mi cuer-
no es así ensalzado comoel unicornio'»
IV. EL LICORNIO, EMBLEMA DE LA PUREZA DE CRISTO
Comose ve, en estos dos textos antiguos el licornio es el emblemadel Salvador; la don-
cella es la imagen de María, de la que Robert de Boron, continuador de Chrestien de Troyes a antigua ficción lo quiere así; el licornio no es atraído más que por la mujer virgen, y
en el siglo XII, había dicho ya que Jesucristo, al descender a la tierra, «tomó sombra» en ella Í no se confía más que a ella sola. Hemos visto que el T+aicté des Propriétez des Bestes ase-
por amorpor nosotros”;y los cazadores representan el pueblo judío, gura que si el licornio es engañado sobre la integridad de la mujer percibida de lejos y
San Juan Crisóstomo, en los últimos años del siglo IV, formuló otro tema simbólico que al acercarse lo decepciona, mata implacablemente a la falsa virgen.
según el cual «los licornios son los justos, y por encima de todos Jesucristo, que combate con- Este privilegio, atribuido al licornio, de representar la pureza parece venirle del antiquí-
tra sus adversarios con su Cruz como con un cuerno; este cuerno es aquel en el que descansa simo Oriente, pues entre los antiguos persas «simbolizaba los animales puros»
nuestra confianza», «Nosólo, agrega Dom Leclercg, el licornio es el simbolo dela pureza, sino que también
Huelga decir que al ficticio cuerno del licornio se le atribuyen todas las características es un emblema de Cristo, puro entre los puros”.» Lo cual explica que un cartuchoitaliano del
simbólicas que anteriormente se han expuesto al hablar del cuerno frontal de los animales'; siglo XV que lleva la cifra del Salvador, IHS,esté sostenido por dos licornios coronados,
contodo, el tema de San Juan Crisóstomonolo tuvieron en cuenta los simbolistas de la Edad En la misma época, en los «Triunfos» místicos, unos licornios tiran del carro de la
Media. Una delas principales características simbólicas así atribuidas al Cuerno emblemático Castidad'. Más antiguamente, a causa de sus lazos con la idea de virginidad, algunos autores
fue elde representar la fuerza divina: la simbología cristiana del medievo reservó el cuerno del sagrados como San Buenaventura en el siglo XIII hicieron que el licornio simbolizase la
licornio para simbolizar la fuerza, el poder generoso del Salvador, en cuya boca se pusie- Virgen, madre del Salvador, la «Toda Santa» de los bizantinos”.
ron, dirigidas a su Padre, las palabras de David: Et exaltabitur sicut unicornis cornu meum,
«Exaltarás mi cuerno (mi fuerza) comoel del unicornio»,
Evoquemosigualmente aquí otro aspecto del simbolismo crístico y marial del licornio:
V. EL ÁNGEL MONTEROEN EL SIMBOLISMO CRÍSTICO
en Parnassus, boletín del «College Art Association of America», E.-C, Marquand hace obser-
DEL LICORNIO
var con gran razón que en los tapices llamados «del Licornio», del siglo XV, siempre hay un n el último período de la Edad Media, la representación simbólica de la Encarnación
árbol central, que se asimila al Arbol de la Vida, cuya significación «axial» concuerda con la de Cristo mediante la leyenda del licornio conoció una variante que nos ha sido con-
del cuerno único!, servada por unos interesantísimos documentos artísticos. .
En realidad, en los motivos artísticos relacionados con el licornio, la presencia de ese Leemos en una obra inglesa esta cita francesa: «Comose sabe, en el siglo XVI (y más an-
árbol central es mucho más antigua que los tapices del siglo XV. Lo encontramos, por ejem- tiguamente) el misterio de la Encarnación solía representarse con una alegoría concebida como
plo, en la escultura de Estrasburgo representada más arriba (Fig. III) y en muchas otras. sigue: un licornio quese refugia en el seno de una virgen pura, cuatro lebreles que lo acosan
Cuando el árbol es único, en las obras de arte que pertenecen a la simbología cristiana, posee con rápida carrera, un montero alado que toca la trompeta. La ciencia de la zoología mística
la mayoría de las veces ese significado de eje del mundo que es uno de los aspectos de Cristo; de la época ayuda a encontrar la explicación: el fabuloso animal cuyo único cuerno no hería
es siempre el caso cuando se trata del «Arbolcrucial» cuyo tronco o cuyas ramas evocan la más que para purgar de todo veneno el lugar del cuerpo que había tocado representaba a
forma de la cruz, como lo encontramos 2 menudoen el arte de las catacumbas de Roma. Jesucristo, médico y salvador de las almas, Se daba a los cuatro lebreles los nombres de
Por otra parte, a propósito del citado artículo de Parnassus, René Guénon hace observar Misericordia, Veritas, Justitia y Pax, las cuatro razones que impulsaron al Verbo eterno a salir
que, si se evoca a este respecto el Jam redit et Virgo de Virgilio, puede vislumbrarse en la co- de su reposo; pero comoera precisamente mediante la Virgen María como había querido des-

1, C£ De CAUMONT, Bulletin monumental, T. XXI (1816), p. 385. 1. René GUENON, Études Tradiionnell, dic. 1938, p. 464.
2. Cf. Philéas LesesGue, Marie de France. Six Lais d'amour, p.33. 2. Cf. Creuzen, Religions de 'Antiquiré Traducción de Guigniaut,TL, p.340.
3. San JUAN CRISÓSTOMO, ln Psabm. XCI. Ed. Montfaucon, T. VII,p. 778. 3. Dom H. LectEco, Dicrionnaire d'Archéologie chrétienne, fase. XCIV-XCV.
4. Véase más arriba, capítulo XXIX. 4. Véase Franc. FILELSO, PETRARCA. Francesco CANZONIERE; Canzoniere, Ed. Codega, 1493; — y Prince D'ESSUNG,en
5. Davio,Salmos, XCI, 11(Vulgata). Livres dfigures vénitiennes, Y. L.
6. Parnassus, oct. 1938, 5. San BUENAVENTURA, Sermo IV, In Nativiate, Domini. — HONORIO DE AUTUN,Sermo de Nativit. et de Annoncia

342 343
cender entre los hombres y ponerse en poder de ellos, creyeron que no podían hacer nada Ober-Lahnstein', y unas notables sabanillas de Tournay”; unaviñeta alemana de 1505 que repro-
mejor que elegir en la fábula el hecho de una doncella que era la única que podíaservir de duce el jesuita Ch. Cahier llevan representaciones de la misma persecución angélica del licornio,
trampaal licornio atrayéndolo porel encantoy el perfume desu seno virginal queella le ofre-
cía; finalmente, el ángel Gabriel que colabora en el misterio era muyreconocible en los rasgos VI. EL SIMBOLISMO PROFANO DEL LICORNIO
del montero alado quelanza los lebreles y hace sonar la trompeta...'».
arios estudiosos cristianos, y más particularmente Hippeau”, han preferido no silen-
Á ) ciar el significado moral, pero del todo humano que los Bestiarios de Amor, con-
temporáneos de los Bestiarios divinos, atribuían a la antigua leyenda del licornio
entregadoa los cazadores por la doncella,
Quisieron ver en él el emblema del hombre que, prendado de amor leal por una mujer,
tiene fe en ella, se confía a ella, y se ve defraudado y traicionado por ella. Richard de Four-
nival, entre otros, en su Bestiario de Amorenel siglo XIP, y Teobaldo, conde de Champaña
y rey de Navarra, que vio florecer la juventud de San Luis rey, nos dicen, en un lenguaje de
un patetismo impresionante, ese cruel desastre del amor humano.
Teobaldo de Champaña, dolorosamente_tocado por haber visto derrumbarse las espe-
ranzas que se le habían dado, canta su sufrimiento en estos términos:
«Comoel unicornio soy,
Quese pierde deslumbrado
Cuandoa la doncella va mirando,
Detan prendado queestá de su amiga;
Pasmado yace en su regazo
Entonces lo maran traición...
Y a mí me han hecho unacosa parecida
Amor y mi Dama, porver;
¡Micorazón ya no puede recuperarse...»
Por otra parte, la piedad de la Edad Media nunca fue despiadada con estas quejas del co-
razón «afligido porla gran angustia»; nuestros santos de hoy en día no son los primeros en in-
clinarse, para curar sus grietas, sobre la pobrearcilla con la que Dios nos ha formado.
Fig. VL.- La persecución del Licornio por parte de un ángel montero. - Disco de cobre de comienzosdel siglo XVI. Durante toda la Edad Media, «nuestros cancioneros y nuestros romanceros a menudo
compararon ellicornio con el caballero domado por el Amor y por la Dama».
Los nombres de los sabuesos místicos varían; son a veces la misericordia y el amor de
Cristo por los hombres, su espíritu de justicia y de obediencia, con respecto a su Padre, y en VII. EL LICORNIO EN LA HERÁLDICA NOBILIARIA
una estampa de la Biblioteca Nacional de París, ejecutada en 1440, los perros llevan los si- E 1 licornio fue unade las figuras favoritas delarte heráldico de la Edad Media: lo vemos
guientes nombres: Castitas, Veritas, Humilitas ?. En un medallón de cobre del siglo XVI, re- entonces coronando numerosas cimeras de casco, figurando en muchos escuditos y sir-
producido por Cloquet, los perros no van acompañados de sus nombres (Fig. VD). viendo de «soporte» todavía a muchos más. Aparece en banderas, en sellos, en el ca-
El conde Grimouard de Saint-Laurent cita el cuadro de la antigua cofradía de Amiens que
representa también al arcángel montero y sus perros”. Un bellísimo bordado de Saint- Martin de 1. Revue de LAre chrérien, 1888, fase. pl. IL.
2. CE. L. Cioquer, Element d'conographie chrérenne, p. 352,
3. Ch, Canin, Caractórisiques des Saints, p. 45.
4. C. Hirezau, Le Bestiaire divin de Guillaume, clere de Normandie, p. 128.
1. A descriptive catalogue ofearlyprinos in she Briich Museum, p. 127. 5. C£ Paulin Pasas, “Notice sur la vic etles ouvrages de Robert de Foumival", Bibliot/2que de [Ecole des Chartres, TU, p.32.
2. Bibliotheque Nationale de Paris. - Caralogue de lExposition du Mojen-áge, 1926, p.93, 09 130. 6. Thibault de CHAMPAGNE, Pobsies du roj de Navarre,T. 1, p.70.
3. GRIMOUARD DE SAINT-LAURENT, Guide de lArt Chréren, T. MI, p. 148. 7. J. Btouer y P. HAZARD,Histoire e la Liróraturefrangais ¡lsirte, Pet. 1. Ed. Larousse, p. 44.

344 345
balleresco decorado de los torneos y en el de las «cortes de Amor»en los «Palinods» o «Puys» La noble familia Cassard, en el Delfinado, un miembro de la cua! fue cardenal enel siglo
de las grandes regiones francesas, Artois, Normandía y otras. XVI, lleva azur con licornio pasante de plata ' (Fig. VII).
En estas diversas aplicaciones, siempre significaba el fiel apego a la pureza de vida, el huir
del vicio, y también la atracción por las cosas bellas y delicadas, Este últimosignificado se basa VII. EL RINOCERONTE, ANTÍTESIS DEL LICORNIO
en que los antiguos pretendían que al licornio «únicamente le gustaban los buenos olores'».
Reconozcamosque en verdad, durante aquellos siglos del medievo, los Bestiarios fueron AE ras haber sido tal vez el prototipo natural del licornio en la realidad, el rinoceronte se
unade las fuentes en las que el arte heráldico tomaba muy a menudo sus inspiraciones; recor- convirtió en su antítesis en la emblemática cristiana. Es el rinoceronte lo que parece
demos, por otra parte, que estos libros se encontraban entonces en todos los castillos, las describir Job con el nombre de Behemoth, el monstruo maligno, hermano de
abadías, las universidades; que los Leviatán, que vive de hierba comoel toro, quelleva ante sí
escritores religiosos, los predicadores su espada y vive oculto «en los lotos de las ciénagas y bajo
y los maestros artesanos los citaban los sauces de los torrentes”»(Fig. IX).
cotidianamente, y que numerosas Al contrario que el licornio, que decían que buscaba
corporaciones de artesanos se ins- los perfumes y las cosas puras, el rinocerontese revuelca en
piraban en sus obras decorativas; la turba fétida y el cieno corrupto de las tierras pantanosas:
consideremos finalmente que estos significa man-
libros presentaban al licornio como chaallí dondeel
unodelos emblemas del Salvador, y licornio signifi.
veremos que era imposible queal- ca pureza. Su
gunos caballeros y prelados no lo cuerno se inter-
empleasen a menudo en este senti- pretó como uno
do en sus escudos de armas. de los emblemas a
Las armas de los Duval de CASSAD » del demoniodel ;
Mondrainville son «de plata con la 8
Orgullo?.
LE
Fig. IX- El rinoceronte, bronce añriguo de Novo-
“Tekerask (tamaño rea). CE CH DE INAS,
cabeza delicornio de gules, con jefe Fig. VIL-El Licorio e el escudo de igamos “Origines de Forftrere doisonnée”,
de sinople cargado de tres crucetas los Cassard (Delfinado).Siglo XV. no obstante en Ren. de lrch.chrés, T.XXV,p. 427.
de oro. Divisa: EN VIDA SALVADO su favor que al-
(Fig. VID”. Vemos en ellas, pues, gunos místicos antiguos lo consideraron imagen de la fuerza de la cólera de Diosa causa de
encima del protomeo dellicornio la espantosa vehemencia desus irritaciones. |
Fig VIL- Armas de los DUVAL, Seignenr de Mondrainvil, siglo XVI. una cruceta entre otras dos cruce-
tas, evocación de las tres cruces del j
Calvario del mismotipo que la del escudo de los barones de Uriage, en el que hay tres T (tau)
sobre el Buey-Cristo”; y la divisa expresa, para más allá de la vida una esperanza de salvación
que nopuede realizarse más que mediante el mérito de la Sangre redentora ofrecida sobre el Fig. X.- El «cuemo de licomios de los antiguos; en realidad era una defensa de narval.
Según un grabado de la primera mitad del siglo XIX.
Calvario.
El licornio de los Duval es «de gules», o sea rojo sobre campo de plata; el rojo es el color
heráldico de las víctimas sangrientas.
El escudo dela familia de Chabannelleva «de gules con licornio deplata». Es su color co-
rriente en los escudos de armas y en las representaciones de su leyenda.
1. C£ Valson DE La COLOMBIERE, La Science hérvique, (1669), p. 276.
1. Valson DE LA COLOMBIER, La Science hérotque, (1669), p. 275.
2. Cf. Bulletin monumental, T. XII (1846), p. 117.
3. C£ Vulson De La COLOMBIERE, Op. cit p. 294 pl. p. 297, n* 169.
j 2. Libro deJob, L. X, 15-24.
z sda e Glosa del Mss. 501.6829 de la Bibliotheque Nationale de Paris, Revue de lArt chrétien,
4. C£ CLOQUET, Elements d'Iconograpbie chrétienne,p. 336.

346 347
CAPÍTULO CUARENTA Y OCHO CAPÍTULO CUARENTA YNUEVE

EL PIRASOIPI EL CANFUR
LICORNIO DE CUERNO DOBLE EL CANFUR O LICORNIO ANFIBIO
A Igunas traducciones antiguas más o menosliterales de ciertos textos bíblicos atribu- 1 propio Ambroise Paré, que tan buena acogida dio a la fauna imaginaria, reproduce,
yen al unicornio varios cuernos. Así, en la Vulgata, el Salmo XXI (XXIdel texto he- también siguiendo a Thévet, la fabulosa imagen del licornio anfibio que parece ser que
breo'), versículo 22, se expresa así: liberame de ore leonis, et a CORNIBUS unicornium vivía en Etiopía. Parece que lo llamaban Chanfur o Canfur en la isla Moluca...
humilitatem meam, «líbrame (Señor) de la boca del león,y preserva mi debilidad de los cuer- «Este animal es del tamaño deuna cierva y tiene un cuernoen la frente; tiene dos patas
nos del unicornio». Este es el texto de la traducción de San comolas de una oca, que le sirven para nadar, y las otras dos patas delanteras como las de un
Jerónimoal griego a partir del original hebreo y pasado luego ciervo o una cierva... Algunos están persuadidos de que es una especie de licornio, y que su
al latín;la liturgia latina lo hizo entrar en el oficio del domin- cuerno es muy rico y excelente contra los venenos'».
go de Ramos, ¿Noparece queeste licornio anfibio desciende por vía directa de aquellos asnos salvajes
Ante este enunciado, que contiene una contradicción, y cornudos que, en la imaginación de los antiguosde los que Filostrato se hace eco con agra-
nuestros antiguos simbolistas quedaron primero desconcerta- do, habitaban los cenagales y atravesaban el río Fasis? El cuerno de estos onagros, tomado pte-
dos, y luego salieron alegremente del apuro imaginando una ventivamente y como remedio,sigue diciendo Filostrato, es eficaz contra todo tipo de
variedad de licornio, tan privilegiado como el otro, y cuya enfermedades”,
frente se suponía armada de una defensa que, desde la base, se Contrariamente al león marino, al dragón marino y al toro marino, que en el simbolis-
bifurcaba en dos largas puntas gemelas. mode la Europa medieval son «animales del infierno», el licornio marinoy el licornio anfibio
Comosi fuese un ser real, y apoyándose en las palabras noson objeto de ningún anatema: son seres ficticios, apacibles y dulces, que llevan un reme-
ue de los viajeros de su siglo, que pretendían habervisto «en país dio supremo contra el veneno de los reptiles. a
Fig. 1» La cabeza del Pirsoipi. Cf. extraño» ese singular animal que denominaban Pirasoipi, el Ambroise Paré termina lo que dice del Canfur con estas palabras: «Por el renombre de
Ambroise PAR£,Op. ci ilustre Ambroise Paré habla de él con toda seriedad, atribu- las virtudes que se atribuyen al licornio, todos se complacen en darle el nombre de licornio».
yéndole por patria «Arabia, en las cercanías del Mar Rojo». Le ¡Feliz Canfur!
reconoce a su cuerno doble las mismas propiedades que al del licornio corriente: los salvajes, En las artes figurativas, sin embargo, se lo distingue del licornio por los dos pies pal==
dice, se sirven de ese cuerno «cuandoson heridos o mordidos por animales que llevan vene- meadosposteriores y por su cabeza, que nada tiene de caballo (Fig. 1); pero en la emblemáti-
no; los ponen en el agua porespacio de seis o siete horas y luego hacen beber esa agua al pa- ca, su simbolismoes el mismo que el del licornio corriente.
ciente”,
Dadel pirasoipi una imagen, de la que sólo reproduzco la cabeza, y que está tomada del
viajero André Thévet!. ¡Puede descansar tranquilo!(Fig. D.
En unapalabra: el simbolismodel pirasoipi es el mismo que el del licornio corriente; lo
único que hace es poner a este último de acuerdo con la traducción latina del Salmo XXI.

1. C, CRAMPON, La Sainte Bibl, p.683.


2. Breviario romano (Oficio del Domingo de Ramos. Introito de la Misa).
3. Ambroise PARE, CEuores Lib. XI, c. LVI, Des Venins etpicqueures ds beses venimenss, p. 302. 1. Ambroise PARÉ,CEnores, Lib. XXI, cap. LVI, Des Venins epicqueures des bestes venimenses.
4. André THEVET, Coomogonie du Levans(1554). 2. FILOSTRATO, Vida de los Sofitas.— Apolonio de Tiana, L.Ul, 1.

348 349
CAPÍTULO CINCUENTA

EL CENTAURO
1. EL CENTAURO ENTRE LOS ANTIGUOS
egún la mayoría de los autores, parece ser que el ser fabuloso compuesto de busto de
hombre y cuerpo de caballo nació en la imaginación de los poetas y en las manos de los
artistas de la Grecia antigua, que lo hacen originario de los montes de Tesalia. Los cen-
tauros, decían los antiguos, constituían todo un pueblo que vivía allí entre los macizos de
Pelión y Osa, dondese supone quelos exterminaron los lapitas, enemigos suyos'.
El centauro representado en la tabla egipcia de basalto del Museo de Bolonia, sin em-
bargo, permite preguntarse si este mito no lo tomó Grecia del arte, más antiguo, de Egipto.
Independientemente dela fábula griega que establece una nación de centauros al pie del
montePelión, parece cierto que, tomado aisladamente, el centauro fue entre los antiguos un
símbolo que ponía al servicio del hombre,ser inteligente, las
principales cualidades de las que es emblema el caballo, sobre
todo la fuerza y la celeridad. Esta concepción se ha visto
reforzada por las piezas de arte
etrusco que nose contentan con
mostrarnos hipocentauros, sino
que nos presentan también cen-
taurosciervo”, todavía más rápi-
dos que los primeros, y centau-
ros perro”, imágenes, según se
cree, del siervo diligente y entre-
Fig. 1 Centauto-Ciervo. — Bronce gado (Fig. 1 y ID. Fi, IL- Centauro-perro.
Fig. 1.- El Canfur, Véase Ambroise PARE, Op. ci etrusco. Los bronces de este arte Bronce etrusco.
etrusco suelen representar el ex-
trañomito del centauro con un cuerpo de hombre completo y no tan sólo un busto, pero con
cuartos traseros de cuadrúpedo. Tal es el caso del centauro ciervo y-del centauro perro que
acabo de indicar. Los propios griegos adoptaron a veces esta singularidad, comose ve en el cé-
lebre cofrecillo de Cípselo.

1. HOMERO, Odisea, XVI. = Ilíada y HL. — ViRG1uO, Eneida, VIH, 293. — OVIDIO, Metamorfosis, XV.
2. C£. Salomon REINACH, Répertire de la Statuaire gecque et romaine, T. 1, vol Il, p. 692.
3. Ibid, T. UI, p. 285, n0 4.

350
centauro aparece también en su forma corriente en sus monedas, por ejemplo en las del Hombre Dios, a causa de un texto del Génesis: «Dios creó al hombre a su imagen; a ima-
de sucolonia la Tarraconense!.En los estáteros de oro de los galos del Poitou (los picto- gen de Dios lo creó'»; y la parte animal del centauro, su Cuerpo de caballo, representó la
nes),dlcentauro se convirtió en el caballo androcéfalo en el que el elemento humano queda Humanidad de Cristo, a causa de las cuatro patas que lo unen a la tierra, a la tierra que es el
reducido únicamente a la cabeza humana; parece simboli- reino del hombre, y de donde vieneel alimento de su cuerpo (Fig. V).
zar la actividad inteligente de la nación, y tal vez también El centauro Quirón— A la depreciación casi general a que se vio sometido el mito del cen-
una concepción druídica más elevada, y su parte de caba- tauro, hubo con todo una excepción en favor del más célebre de los centauros griegos, Quirón,
llo conservaba sin duda el carácter de animal de luz que La mitología lo puso aparte y porencimade todos los demás; hizo de él un ser de rectitud e
hemos reconocido en el simbolismo del caballo”, pues en inteligencia, de sabiduría y bondad.
et estas monedas el caballo androcéfalo es el reverso de la ca- Hijo, en la ficción griega, de Cronos y Fílira, hermano del dios supremo del Olimpo,
Ei, Il y IVEsso de oro dear eza de Belenos, el dios de la Luz (Fig, 111 IV). Zeus, fue amigo de Apolo Febo, y consejero suyo, escribía en el siglo II de nuestra era el apo-
pros CIA Si blend conce sibcliaba ca el mala antiguo logista San Justino”; y amigo también de Heracles, de Asclepio y de Jasón. Se convirtió en pre-
las preciosas cualidades de actividad, de celeridad y de ceptor, maestro respetado y amado de Aquiles, de los Dióscuros, de Palamedes y de Teseo; por
fuerza puestas al servicio de la inteligencia consciente del hombre, la mayoría de las veces sig- último, a élacudirá el divino Dionisos para aprender la ciencia sagrada.
nificaba sobre todo esas mismas cualidades al servicio de las bajas pasiones humanas, del or- La escuela de Pitágoras hizo gran caso de estas cualidades de educador atribuidas al cen-
gullo representado por la cabeza del hombre, de la lujuria representada por su busto, de la tauro Quirón; además sacó deellas oportunos ejemplos y sanas
Jecciones; por eso vemos sin sorpresa al Maestro y a uno de sus
concupiscencia representada por sus manos. Y en varios paganismos,los centauros fueron con-
siderados genios, «daimones» secundarios del mundo inferior; sólo uno, Quirón,su rey, pudo más ilustres discípulos representados en la suntuosa decoración de
escapar, como veremos más adelante, de tan poco estimable reputación. la basílica pitagórica de la Puerta Mayor de Roma”.
Píndaro nos asegura queal salir, con veinte años, de las manos
Finalmente, sobre todo en las concepciones griegas, los centauros tuvieron entre los an- de este maestro incomparable, sus alumnos
tiguos otros significados más elevados: en los monumentos de uso funerario, por ejemplo, so- podían asegurar que nunca habían hecho
lían aparecer como montura de Psique; y en otros lugares se elevan por encimade las nubes,
un acto ni dicho una palabra que fuesen re-
llevando almas hacia la morada de los Justos'.
Por el mero hecho deeste papel secundario de psicagogo, de conductor de almas huma-
$ prensibles!, Píndaro escribía alrededor de
quinientos años antes de nuestra era,
nas hacia las regiones divinas y dichosas, el centauro podía aspirar a ocupar un lugar de im- Dicen algunos que a veces Quirón
portancia entre la fauna emblemática del Salvador de los hombres desde el momento de fig. VI.- El Centauro Quirón
ue tuvo a su cuidado a Eros, el pequeño
formación dela simbología cristiana. malcriado... (Fig. pe Ñ abe
Fig. V- El es
Ala Favorecido con dotes maravillosas, EY
II. EL CENTAURO EN LA SIMBOLOGÍA CRISTIANA; "Tiida Coccoe diendo E fala; eepulplligElpc70l
EL CENTAURO QUIRÓN quien enseñó a los hombres los secretos
medicinales de las plantas, quien devolvió la vista al ciego Fénix, hijo de Amyntor, y resucitó al
causa sin duda de la mala consideración que pesaba sobre él, el centauro quedó ex-
monarca tesalio Peleo. Quirón, nacido inmortal, quiso finalmente morir. Homero hace su elogio
cluido casi completamente del arte cristiano del primer milenio. Sin embargo, du-
diciéndonos que «fue el único justo entre los titanes» y explica con ello el culto del que fue ob-
rante los primeros siglos del segundo milenio, algunos contemplativos se detuvieron
jeto el buen centauro entre los magnesios de Tesalia.
ante la doble naturaleza del centauro, compuesto de dos partes que tomadas aisladamente
Así se justifican las bellas obras del arte pagano que lo glorifican, como la bella pintura
están consideradas con simpatía por parte de la emblemática cristiana, para buscar en ellas,
comoen la figura completa de los demás mitos híbridos, una imagenalegórica de la doble na- dela villa Item de Pompeya, que lo representa enseñandoa Dionisosel ritual divino, y el cé-
turaleza del Salvador. Cada una deestas dos partes, la humana y la equina, fueron: elevadas
porellos en un grado enel sentido de que la parte humanadel mito representó la Divinidad L. Génesis, 1, 27.
2. San JUsTINO, Apolog. pro Christian. — De Monarch. VI
3. Cf J. Carcomno, La Basilique Pythagoricienne de la Porse-Majeure, Y, 126.
1. CÉ A. DE BARTHÉLEMY, Numismatique ancienne. Album, pl. VIIn* 262, 4. C£ PINDARO, Pytb., traducción de Puech. T. Il, p.45.
2. L CHARSONNEAU-LASSAY,“Le Cheval", Regnabis, T. XIV, n* 9, févricr 1928, p.145. 5. PROPERCIO,L. Il, c. I, 60.
3. Cf M. Lecornrre-DuroNT, Esa sur les monnaies du Poitox,p. 6. 6. HOMERO, llíada, XI.
4. CE. P BiarooT, Explicaton du ymbolisme des terres cuites grecques d destinasionfunéraie,p. 43.
353
352
lebre fresco de Herculano en el que lo vemos con la lira de siete cuerdas, enseñandoal joven ¿Y cómo malinterpretar también ese hipocentauro al que hace invulnerable su escudo, y
Aquiles el arte dela melodía, que en la muralla de la catedral de Estrasburgo lucha espada en mano contra el centauro dra-
También en su caso, el arte cristiano del primer milenio hizo excepción a su rigor para gonado que lo ataca con su lanza? (Fig. VII).
con los centauros, Unagran bandeja de bronce del Museo del Cairo, del siglo VI de nuestra
era, está adornado convarias escenas en las que se ve a Tetis confiar a Quirón al joven Aquiles,
y más allá vemos a este último ejercitarse bajo la vigilancia de su maestro. Este bello objeto III. EL CENTAURO Y LA CENTAURA, IMAGENES DEL MAL Y DE SATÁN
pertenece a un país y a una época en la que, dice Dom Leclercq,«los fieles no le hacían ascos Los malos caracteres atribuidos al centauro por la Antigtiedad lo convirtieron en un em-
a las leyendas antaño rechazadas y que se habían vuelto inofensivas'». blema completamente natural de las malas pasiones y de Satán, su animador. Orígenes, en el
Tal vez esta opinión del erudito benedictino explica también la presencia, en una lám- siglo IL, comparaba el hombre vicioso con el centauro por la misma concepción que hizo del
para de Cartago, de ese carnero centauro que lleva la cruz y en el que es bien difícil no reco- caballo y de la yegua emblemas dela lujuria*. San Basilio, en el siglo IV, hacía de el una ima-
nocer una imagen emblemática de Jesucristo”. gen del demonio; y la vida copta de San Pablo el ermitaño cuenta que Sarán se apareció en el
Más tarde, los místicos de la Edad Media no miraron mal a Quirón comoa los demás desierto a San Antonio «en la forma del hipocentauro, medio hombre y medio caballo”».
centauros, Al buen centauro, médico incomparable que inventa los remedios más eficaces, de- Enel mismo aspecto de imagen satánica, Giorto pintó el centauro en el fresco de Asís
vuelve la vista a los ciegos y resucita a un muerto, no podían no relacionarlo con Aquel de en el que representó el triunfo de San Francisco sobre las pasiones y sobre el infierno. Una
quien una antigua inscripción cristiana de Siria, puesta en el camino de las Cruzadas, decía miniatura de un manuscrito de la Biblioteca Nacional de París,el Roman de Fauvel *, nos
que «Él és el médico que cura todos los males»; con Aquel que «pasó porla tierra haciendo muestra en forma de centauro y de centaura a Adán y Eva degradados ,
el bien» y que deca de sí mismo, en apoyo de su obra: Mirad: «los ciegos ven, loscojos ca- de su dignidad primera, tras el pecado, y «convertidos en bestias”».
minan recto, los leprosos son curados, los muertos, resucitados...£». Reproduzco junto a estas líneas un croquis somero de esta miniatura
Los monjes, que en el silencio de los claustros se nutrían de los escritos de los antiguos que (Fig. VID.
nos conservaron, conocíarf los libros de Homero, de Píndaro, de Ptolomeo, de Eurípides, de La «centicora» o la «centaurela», comola llamaban según sus dis-
e Propercio y de Platón, que repiten los elogios a Quirón; co- tintas fechas de existencia nuestrosviejos autores de tiempos de los ca-
nocían los escritos de San Justino, y gracias a ellos se acordó petos directos, era imagen de la mujer que, por excesiva curiosidad,
su época de Quirón: unos vieron en él la figura casi proféti- acaba olvidando lo que debe a su dignidad; y creo que hay que relacio-
ca del Cristo curador, los otros se detuvieron sobre todo ante nar esta idea con el recuerdo de Ociroe, la hija que, según Ovidio”, una
el pedagogo incomparable, comoel condestable de Francia ninfa tuvo de Quirón, y que «fue demasiado curiosa de saber las cosas Y,
Gaucher de Chastillon, que adoptó para su emblema perso- futuras quelos dioses se han reservado”», y que, como castigo, perdió la
val la imagen de Quirón, con la divisa Regis tulafuuri, mitad de la perfecta belleza femenina que había heredado de su madre Fig.E
VIIL.- Adán y Eva
Fig. VIL- El Hipocentauroluchando
contra el Dracocentauro dela catedral porque“había recibido la misión de educar al joven fey Juan y se convirtió, como su padre, en una hipocentaura. beriotda id
de Estrasburgo, siglo XI. el Bueno, a quien al menos supo dar una elevadísimaidea del La «centaurela», como la yegua de cara de mujer de nuestros es miniatura medieval.
espíritu, el coraje y la lealtad caballerescos. Siglo XIV. cultores románicos delsiglo XII”, representó también a la mujer volup-
Por la misma época, la medicina cónsagraba a Quirón una eficaz planta, la «centaurez», tuosa en general, y más particularmente a la seductora. En el simbolismo del amor profano y
cuyo jugo, mezclado según los viejos grimorios herméticos con la sangre de una abubilla, y honesto, es la que atrae deslealmente y luego defrauda las esperanzas; sus manos de mujer
puesto en el aceite de una lámpara, procura visiones e inspiraciones maravillosas”, hacen llamadas de amor, y sus patas de yegua rechazan y rompen irremediablemente. En este
¿Es también un reflejo de la antigua ficción griega de Quirón elevando las almas de sus último aspecto, comparte el triste simbolismo de la virgen seductora, también pérfida, que
discípulos lo que hizo que en el arte de estas tierras el buen centauro fisese la montura de
Psique, símbolo del alma humana”? 1.:C£.C. Casen, “Du Bestiaire”, Novoeasor mélanges archtologiques, 1874; p. 156. -
2. Véase L. CHARBONNEAU-LASS, en Regnabit,T. XIV, n* 9, p.151, y en esta misma úbra, más ariba, capítulo XVII,
1. C£ Dom H. LEcLERCO, Dictionnaire d'Archéoogiechrérenne, Y. U, vol. I, col. 3.251. viIL,
2. Véase más arriba el capítulo XVII, fig, X. E L Aueianea, “Histoire de Monastbes de la Basse-Égypee”, Annales du Mute Guimes, T. XXV, (1894), p.4.
3. Armenian Arch. ep. to Syria, 1201. 4. Bibliothéque Narionale de Paris, n* 267-6812. o
4. San MATEO, Evangelio, XI, 5. 5, Véase también E D'AYZAC, “Zoologic symbolique er monumental”, Revue de lArtchrésen, T.XI (1867), p. 314
5. Cf. Valson DE LA COLOMBIÉRE, La Science héroique, XLIV, p. 511. 6. OVIDIO, MetamorfosisLI, 10.
6. CÉ Du ROURE DE PAUUN y C. DE GASSICOURT, LHermbrique dans Are héraldiquep. 89. 7. Ibid, traducción de RAYNOUMD, Les Métamorphoses d'Ovide, ed. de 1670, p. 119.
7. CE P Buaroor, Esplicaion du smbolisme des terres cuitesgrecques 3 destination fnéraire,p. 62. 8, Véase más ariba, capítulo XXVIL, fig. VI.

354 355
atrae a ella al licornio y lo entrega a los cazadores. Según San Basilio, el Physiologus griego tiene
razón al unir las centauras y las sirenas fascinadoras y engañosas' (Fig. IX y X).
Eco genial, aunque algo tardío, del simbolismo medieval en Italia, Dante pone en su in-
fierno a todos los centauros, incluido Quirón”. No hace falta añadir que, en su inmortal obra
maestra, los mitos simbólicos de los que hablael poeta no pretende interpretarlos siempre en
perfecta concordancia con las opiniones tradicionales admitidas en su tiempo. CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO

EL CENTAURO
SAGITARIO
I. LOS DIOSES SAGITARIOS
n el extraño entrelazarse de los cultos que antes de nuestra era cubrían las naciones de
E la Gentilidad desde Persépolis y las partes orientales del actual Afganistán hasta la
Galia, hasta Erin, la actual y católica Irlanda, un himno universal clamaba al cielo con
el mismo ardor de reconocimiento y de amorde todas las almas hermosas porel foco divi-
Fig. IX.- La Centaura. Escultura dela basílica de
Saint-Denis (friso de las Vírgenes necias),siglo Fig. X.- La Centaura de la abadía de Vézclay, no del que desciende la tierra la Luz... luz solar de los días, luz lunar y estelar de las no-
XIL - Cf. Revue de l'Art chrérien, T. X1, 1867. siglo XIL. ches, luz del fuego terrestre, y también, en las inteligencias, luces espirituales y fuentes del
Conocimiento.
Losdioses de luz, que siempre fueron al mismo tiempo dioses de amory de belleza, han
IV. LOS SILENOS sido siempre los más amadosy los mejorservidos. Y todos, o casi todos, fueron representados
os mitólogos oponena veces, o reúnen, en un simbolismo bastante complejo a los cen- por la figura del arquero quelanza una flecha o por la del hoplita que arroja hábilmente un
E tauros y los silenos de Anatolia de los que habla Pausanias”, malos genios caballares y venablo.
parientes muy cercanos de los centauros. Al dios Arquero lo vemos en los más antiguos monumentos de Caldea. En unsello dela
Denaturaleza mortal, decían, los silenos se sostenían en este mundo sobre dos patas de colección del duque de Luynes, Marduk, el dios babilónico combate, según Delaporte', al
caballo; sus peludas orejas, su poblada cola y sus cascos eran los del caballo. monstruo Tiannat; esta lucha, en los orígenes del mundo,dice la mitología babilónica, ase-
En los últimos siglos precristianos, los silenos de Anatolia fueron confundidos en Grecia guró el triunfo de los dioses buenossobre las potencias de desorden.
con los demonios macho cabrío del Peloponeso sintetizados en la figura del gran dios Sileno, Otrosello de la misma colección muestra al dios
risueño y abotargado, montado en un asno o en un-odre, coronado de pámpanos y copa en Oannes que con una flecha de su arco apunta a un
mano. Relacionado primero con el culto de Dionisos, Sileno fue más tarde el exotérico em- león erguido”
blemadela baja embriaguez. Entre los asiton 2d di08 SU ePpreseniado en
El simbolismocristiano no hizo entrar a los silenos en su fauna emblemática; sin em- la Ruedasolar, con el arco en la mano?(Fig. D).
bargo, en el arte románico de Occidente, algunas figuras parecen estar morfológicamente em- Los persas representaban al dios Ormuz con la
parentadas con ellos, como los personajes de los grabados IX y X. ese es el motivo que me figura de un arquero, a veces ecueste (Fig, I), y en las
ha hechoincluir aquí esta simple mención a lossilenos. monedas de los reyes aqueménidas lleva la corona en
la cabeza. Fig1.- El Arquero divino, io solar sr
En la India, Káma, hijo de una virgen y del Sol, DeL, Op.
1. Émile MALE, LArtreligiene du XIP sil en France, p. 335. — L. CLOQUET, Élements dTronographie cbrétienn,p. 348.
2. DANTE, La divina Comedia. - Infierno, canto XIl. 1. CÉ L, DELArORTE,“Les cylindres orientaux dela collection de Luynes", Aréthuse, XI, 1926, p.97 (08 3.15).
3. PAUSANIAS, La Eldg, 11, 24. 2. Ibid, m0 322.
3. LavarT, Monumens, 1*séric, pl. 21.

356
357
cuyo mito se remonta II. EL CENTAURO SAGITARIO EN LA SIMBOLOGÍA CRISTIANA
como mínimo al siglo
os romanos, siguiendo a los griegos, mantuvieron para el centauro sagitario el sentido
TV antes de nuestra era,
ph de emblema de Apolo asimilado a Sol, y sebemos que en la propia Roma,en tiempos
cuando creció se con-
de Constantino,Jesucristo sustituyó a este dios en los dos de sus aspectos que podían
virió en un poderoso concordar conel dogma cristiano, y el arte se puso a menudoal servicio de aquella feliz sus-
arquero!
En Grecia, el
titución, Mediante ese juego, el sagitario y el centaurosagitario entraron en la serie de em-
blemas personales de Cristo: ¿acaso los Libros sagrados, cuyos textos cantaba diariamente la
Apolo Febo tenía por
atributo el arco además
Iglesia, no presentaban frecuentemente al Señor en la figura de un lanzadorde saetas?
«Tensó su arco, dice Jeremías, y me puso como blanco para sus flechas. Hizo entrar en
de la lira, El texto de un
himno encontrado en
mis riñones los hijos desu aljaba'»
un templo de Delfos «Arqueo para mí a Judá como unarco, dice el Señor por boca de Zacarías, y en el arco
pongo a Efraím. Aparecerá Yahveh, partirá su flecha como el relámpago'.»
canta así la lucha de
De David, estos textos que los comentaristas aplicaron al Cristo combatiente.
Febo Apolo contra el
«Tensa su arco, y lanza al blanco sus flechas mortales, sus flechas ardientes”.»
dragón: «Dios cuya lira «Lanzó sus flechas y dispersó a sus adversarios; fulminó sus rayos y confundió a sus ene-
es de oro, hijo de Zeus migos'»
el Grande, diré como
«Sus flechas son agudas terribles; y pueblos cayeron a sus pies'.»
conquistaste el trípode
Es este Jesucristo vencedor que triunfa sobre sus enemigos y los de la Iglesia el que siempre
profético guardado por
el dragón cuando con fue reconocido en la enigmática imagen del centauro sagitario o del arquero”, Y ese simbolismo
está autorizado por el Apocalipsis, que dice del divino caballero llevado por el caballo blanco: «El
tus flechas pusiste en
que lo montaba tenía un arco; le dieron una coro-
fuga al monstruo de re-
pliegues tortuosos”...» na, y partió como vencedor para vence?»
Los artistas de la
Una miniatura francesa del siglo XII, repro-
ducida por J. Corbelet en L'Art Chrétien, no repre-
Fig. I1.- El arquero ecuestre de Persia, C£. E SARRE, L/Art de la Perse ancienne. Grecia antigua, pues, senta a Jehovah,dios de los combates, sino a Cristo
representaron en forma
nimbado con su cruz sujetandolas dos armas que A iS
$ de dos arqueros a Apo-
lo y a su gemela Artemis porque les estaban consagrados el Soly la Luna, y estos astros lan-
dice el Apocalipsisque son suyas, la espada y el arco Moca a
zan rayos a la tierra comoflechas luminosas”, Lor con sus flechas (Fig. III). Más antiguamente, hacia wn anillo de oro
El arco, que el simbolismo antiguo puso así en manos de los dioses de la luz,es el jero-
Fig, IL El Cristo armado. finales del siglo IV, una cristiana de Vermand procedente de
glífico de la fuerza, y la flechaes el de la rapidez. A causa de este simbolismo, y porque el cuer- o tine) llemba en el dedo un soberbio anillo de Mpioroo.
po de caballo del centauro es igualmente emblema de la fuerza rápida, y también porque los oro que conservó en la tumba; el monograma de
fabulosos centauros de la Tesalia, decía la fábula, eran particularmente hábiles en el tiro con Cristo, X y P superpuestas, que decora el engaste está formado por un haz de flechas que recuer-
arco, desde muy prontolos griegos convirtieron al centauro sagitario en imagen emblemática dan que el Salvadores el divino arquero que lanza sus saetas a todos los horizontes'* (Fig. IV).
de Apolo Febobajo la advocación particular de Apolo Conservator', Más adelante examinaremosel simbolismo particular del Arco y de la Flecha,
Entre nosotros, el Belenosgalo, dios de todas las luces, estaba considerado, comoel dios
Sol de Cerdeña, en forma de arquero”. JEREMÍAS, Lamentaciones, UI, 12-13.
Sua” ep

ZACARÍAS,Profecta, IX, 13-14.


Davio, Salmo VII, 14.
1. D.SANTIVES, Le masacre des Innocents, p. 30. — FRAZER, Folélore in the old Tstamens, 1, 451. 1btd., Salmo, XVII (Vulg. XVID), 15,
2. Traducción de Reinach y Eichral. Tbíd., Salmo XXV (Valgata XXIV), 15.
3. Cf. CorNuTUS, Traité de la niature des dieux, XXXI. Cf. Auge, Histoire e thtorie du Symbolisme religienz, T. UI, p. 464.
4. CÉ REEL, Revue de [histoire des Religions (1903), p. 45. San JUAN, Apocalipsis, VI, 2.
5. Cf.A. J. REINACcH, /tanos et lInventio scuri, VII. . M. DELOCHE, Les anneau des premiers sizes du Moyen-áge, p. 150, n* CXXIX.

358 359
. Los
L dioses arqueros suelen ser la mayoría de las veces seres
inmóvil les en 1: i - San Francisco de Sales, con su estilo tan sabroso,presenta al Salvador comotirador de
minaciones de sus empíreos de los que parten las flechas de
luz con las que Dll arco y caballero perfectos.
pacio. En el simbolismo cristiano, por
el contrario, los sagitarios, humanos o «El gran salmista, nos dice, hace este ruego al Salvador, como con una exclamación de
Centauirescos, siempre son perseguido- gozo y de presagio de victoria, ¡Oh Señor! por tu belleza y tus favores, tensa tu arco, camina
res de almas. A menudo son el propio felizmente y monta a caballo; como si quisiera decir que con las flechas de su santo amordis-
Cristo que combate el mal y sus agen- paradas a los corazones huma-
tes, o que se apodera de las almas. Su- nos, se hacía dueño de los
cede con ellos lo mismo que con los hombres, para manejarlos a su
cazadores: el ser al que apuntan y el gusto como un caballo bien
medio en el que se mueven son casi los domado. ¡Oh, señor! eres el
únicos elementos que permiten saber Caballero Regio que dirige con
«a quéespíritu» pertenecen, ambas manos los espíritus de
Las artes de la Edad Media suelen tus fieles amantes, los lanzas
presentarnos imágenes de centauros sa- a veces a toda brida, y corren
gitarios. Cuando los vemos dirigir sus flechas contra un monst con todas sus fuerzas a las em-
ruo de mala fama, como ocu. presas queles inspiras. Y luego,
en unaescultura del claustro de Saint Sernin, en Toulou
se, en el que la flecha busca la fee cuandote parece bien, los de-
de una harpía (Fig, V), podemos ver en él al Arquero divino,
encarnado en la tierra en su doble tienes en medio de su carrera,
naturaleza divina y humana, y combatiendoa Satán y sus agente
s infernales. Si, por el contra- en lo más intenso del galope».
rio, la flecha amenaza a un animal inofensivo Fig VIIL.El diablo sagitario. Tanto si el sagitario divi pg, Lasiga de SinAubin
- como un ciervo (Fig. VI), un corzo, un gamo o Ane francés del siglo XIL. De A.
DE CAUMONT, Op.cit no atraviesa con sus flechas a de Angers, siglo XII.
un ave no rapaz (Fig. VID), es entonces el divino sus enemigos y construyeasí su
perseguidor de las almas que, para su felicidad triunfo, como si hace llover con sus flechas la vida en la tierra o lanza sus dardos de amor al
definitiva, quiere apoderarse de ellas aunque sea corazón de aquellos a los que ama, sus flechas, en expresión de Dante, se dirigen «siempre a
Y por el doloroso dardo del sufrimiento.
un fin de gozo celestial?;; y estas palabras, para quien quiere explorarlas, unen una profundi-
Fig VL- Escultura de Paizede-Chatel (Nivemai). Pero cuando, bípedo o cuadrúpedo, el
rio dirige su arco y su flecha hacia el cielo, essagita-
Siglo XIL. dadinfinita y una elevación sin límites.
siem-
pre emblemade Satán. Lo re
con un cuerpo repulsivo, un rostro horrible y como si estuviese II. EL SAGITARIO Y LA VIDA
formado de dista(Fi,VID.
y Son igualmente inquietantes, y no pueden tomarse
en buen sentido,los centaniós H emosvisto anteriormente que Jesucristo, con infinitamente mucha más razón que
sagitarios o no, que presen- :
tan particularidades cuyo ; todoslos mitos de los paganismos antiguos que no eran más que símbolos, fue in-
ex-
ceso exagera todavía más su vocadopor la Iglesia como creador y como único Dios verdadero de la luz pura y
Carácter monstruoso; como verdadera; pues bien, la luz natural y su calor son en la tierra factores de vida. Por otra parte,
la sagitaria del claustro de entre los antiguosgriegos, había un simbolismo querelacionaba el arco con la idea de vida,
Saint-Aubin de Angers, del porque la palabra bios, que en su lengua significa «vida» cuando el acento tónico está situado
siglo XII, que lleva un busto en la letra ¡ (bios), toma el sentido de «arco» cuando lo lleva en la letra o (biós)?; y luego, ade-
femenino sobre un cuerpo más, los rayos de sol los comparaban a flechas de oro lanzadas por el astro a la tierra y que le
de cuadrúpedo masculino! daban a ésta el calor fecundantey formadorde vida. El Cristo sagitario, pues, fue considera-
(Fig. IX).
-
Fig. VIL.- El Centauro sagrario. Escultura francesa del siglo XI.
1, Frangois DE SALES, Evesque de Geneve, Traicté de l'Amour de Dieu. Edición de 1617, L. VIL, p. 735.
1. Véase A. DE CAUMONT, Abdcédair ou rudimentdAreholgic, Edición de 1851, 2. DANTE, La Divina Comedia, Paraíso, capítulo 1.
p.162 , 3. Frangois DE SALES, Evesque de Gentve, Traicté de 'Amour de Dieu. Edición de 1617, L. VIL, p. 735,

360 361
de noviembre (Fig. XIV). he
do propulsor de la vida, de la vida que él mismocrea y con la que anima a vena parte de su tema anual y corresponde aal mes constelación de Sagitar io,
todas las criaturas vivientes, Los antiguosastrólogos decían que la i influencia astral de esta sos
los afectos de numero
El hermetismo medieval, por lo demás, mantuvo este sentido del sagita- entre otros efectos, tenía el de alzar hacia Dios los pensamientosy
material e inferior hacia las re-
rio como símbolo de Jesús, y el del arco, su arma, de acuerdo en este último mortales: de modo que conducía los espíritus desde el plano
ario, Argos se hacía eco de este
punto con la Cábala judía, que hace de la letra hebrea caf (Fig. X), el ideogra- giones superiores en las quereina el Etseno. Hablando deSagit ho de que es el nove-
hecl o
Fig. X- La made la Fuerza impulsiva! porquela letra tiene forma de arco. Pues bien,la dato astrológico al decir: «...otros, porel contrario, basándose en el
del temaastrológico, casa de tenden-
letra hebraica— expansión de la fuerza, la fuerza en acción, no es más que la plena manifesta- no signo del zodíaco, correspondiente a la novenacasa
humana que se separa con
«Cab. ción de la vida... Y Jesús dijo de sí mismo que Él es la Vida. También es la ciasreligiosas, han querido ve 1 en él el símbolo de la inteligencia
una ascensión mental y es-
Fuerza en su plenitud, la Omnipotencia actuante, esfuerzo de la materia y se evade de ella”. . Se trata precisamente de
el carácter de psicagogo, del que
piritual, y Sagitario, que la promueve, toma precis amente
IV. EL SAGITARIO EN LA ASTROLOGÍA conduce el alma a Dios. o, el
Ahora bien, p: ara la astrología de la Edad Media, penetrada de espíritu cristian
ólo una pa- Psicagogo por excelenc cia que inspira a todos los demás es
Jesús, hijo de María, cuyo índice
todos los bólidos y los me-
labra sobre omnipotente hace evol lucionar regularmente los astros y ordenaa
el sentido del teoros unositinerarios de los que no pueden apartarse.
sagitario en la as-
trología medieval Fig. XIL.- La constelación de
SAGITARIO.
porque concuerda

+
en cierto modo
conel del centauro
psicagogo del que
hemos hablado en
el capítulo ante- Fig. XIIL.El signo astronómico
rior" (Fig, XI). de Sagitario
La constela-
ción de Sagitario
(Fig XID, cuyo
signo convencional Fig. XV. Otro cenauro-sagtario astronómico, dl GransKalendrer des Bergen.
es la flecha (Fig.
XI, rige el IX
mes del año astro-
nómico que empie-
za el primer día de
primavera; gobier-
na, pues, lo que la Fig. XIV.- El jeroglífico
astrología denomi- astronómico del mes de
Fig. XL-Elsileno sagitario.Obra italiana. De As, noviembre, del Grant Kalendhier
“Parlano gli Asc”, La Domenica del Corriere, no 19, MA «la NOVENA Casa», des Bergier, Ed. de N. Le Rouge,
maggio, 1931, p.13. que enmarca la no- Troyes, 1480.

1. DANTE, La Divina Comedia, Paraíso, capítulo L.


2. El Centauro, 1.
3. Formada de una cruz cuya asta leva un dardo. 1. Arcos, en Le Voile d'his, T. XXXVI, n* 135, p. 138.

362 363
En el siglo V antes de nuestra era, el griego Ctesias, médico del rey
de Persia Artajerjes, creía en la existencia, sin duda lejos de él, de grifos
que describe como pájaros cuadrúpedos del tamaño de un lobo y cuer-
po cubierto de plumas negras en la espalda y rojas en el pecho',
CAPÍTULO CINCUENTA YDOS Nuestra Edad Media occidental diría más tarde que los grifos vi-
vían realmente en la India, y los macrobianos de ese país, dice Honorio

EL GRIFO de Autun, están en guerra perpetua conellos”: por eso en uno de los ca-
piteles de Saint-Lazare de Autun aparece uno de esos macrobianos que,
montado sobre un grifo, lo golpea con su maza”.
El arte antiguo de la India, antes y al comienzo de nuestra era co-
I. EL MITO DEL GRIFO
noció ciertamente el grifo y se sirvió de su imagen(, pero nada demuestra que asirios y cal-
on el hipogrifo y el centauro hemos abordado los animales deos hubiesen ido a buscarlo a la India. Algunos eruditos actuales piensan que Oriente tomó
fabulosos y «biformes»,
comodice Dante, los animales híbridos venidos del fondo el mito del grifo de la más antigua Grecia, y que llegó a Asia
; de los tiemposy que pa-
saron a representar la naturaleza y la excelencia del Cristo a través del arte chipriota, que se supone que lo había recibi-
cristiana, pero ésta se
divino para la simbología
detuvo y se centró con especial complacencia en el do a su vez del arte micénico”, Sir Arthur Evans nos asegura
grifo.
Algunos eruditos han creído quelos grifos nacieron en que este tipo de animal híbrido, por lo que a Grecia se refie-
el pensamiento de los maestros de
aquella Asiria cuyos artistas fueron, durante los veinte re, se remonta como mínimoal siglo XVI antes de Cristo”,
siglos que antecedieron a nuestra era, tan
prestigiosos animalistas,
o bien en Caldea, en algún lugar cercano a Babilonia. En Creta, en el redescubierto palacio del rey Minos, en E
efectivamente al grifo en el arte antiguo de aquellas region Encontramos
es. Lo reproduzco junto a estas lf- ;nosos, a cada lado del trono hay grandes grifos que descan- Fig. IV-El grifo en mediodelas
eas según un sello cilíndrico babilónico de piedra fina po en medio de azucenas, la for emblemática de los sobera- Htc. ploda Minósez
grabada en el que lo vemos alzarse con-
tra el emblema del Arbol de la Vida sobre él que hay el Globo nos cretenses”(Fig. IV). !
alado aaca al animal por des con una espada defl curvado!solar(Fig.y laD.media Luna; un genio El suelo de Grecia nos ha dado, por ejemploen las excavaciones de Schliemann en Micenas,
Unaantiquísima escultura caldea nos muestra a dos grifos grifos de metal de aire muyarcaico" (Fig. V). Y
que acosan a una gacela; tie-
nen el aspecto, ya fijado, que desde entonces conse
rvará el vemos al grifo en bellas monedas griegas, por
grifo hasta nuestros días (Fig. I). ejemplo las de Abdera”, Cersonesa y Teas",
Plinio describe los «griphis» con su habi-
cual riqueza de alusiones, y dice que son origi
narios del país de los escitas, o sea de la Rusia
L£EL septentrional", mientras que Esquilo los sitúa
Fig. V- Grfo debronce, Arte micénico. en tierras de los etfopes”?, Sus opiniones son
FigL El grifo en un sello cilíndrico Según Sehliemann. muyparecidas.
babilónico. Según L. De 1a Portr,
Op. cit
CTESIAS,Indica, XIL. - HERODOTO, NI, 102. - ELtano, Historia de los Animales, 1V, 27.
El dintel del portal del palacio real de Senaquerib HONORIO DE AUTUN, De imago mundi, l, cap. XI.
decorado con dos grifos
, del siglo VII antes de Cristo, estaba CE. Émile Mate, Are religius du XIP sicle en France, p.326.
que bebían de una jarra que había entre los dos”.
Los persas también Véase, en el Museo Guimet de París, la sala Lénarr.
conocieron, en unaépoca todavía más lejana, el Véase René DUSSAUD, “Le sarcophage peint de Hagia Triada”, Revue de lHistoire des Religions, 1908, p. 370.
mito del grifo: doy aquí la bellísima cabeza
de este animal encontrada a orillas del Arax, en A. EVANS, Académie des Inscriptions, séance du 25 septembre 1925.
Persépolis (Fig. 1D! Cf. G. GLorz, La civiission égtenne,p. 143, fig. 20, yJean CHARBONNEAUX, LrtEgten, passm.
y, den L- Detarontre,“Cplindies orient Amals de Muste Gime 1909. "SCHLIEMANN, Myednes,p.257.
2. Cf Gustave Le BON, Lespremieres Civilia”,
arion fig. 308, p.596. 88, pl. VI, no 114 C£.J. DE FovILE, Revue mumismatique, 1911, p.293
10. CE L, MENARD, Histoire des Grecs,T. L pp.199 y 269.
3. C£ Peanor y Chez, Histoire de [Arg T.U, p. 148, 11. Punto, Historia Natural, VII, 2.- XXXII, 4-21.
6. Según Ch. DE Lava, “Ls rigines de V'Orfbrerie lisonnée”, Reme de lAr 12. ESQUILO, Prometeo encadenado, 803.
bréen, Y. XXXL, p.34.

364 365
IL EL GUARDIÁN DE LAS TUMBAS Y EL EMBLEMA DE APOLO Una moneda antigua de Esmirna lleva en el anverso una cabeza de Apolo coronado de
laurel, y en el reverso un grifo hembra echado, conla pata puesta sobre la rueda solar',
1 grifo y toda aquella legión de animales monstruosos representados en el arte orien-
Los estudios realizados a finales del siglo pasado en el templo de Apolo de Dídima nos
«E tal no eran meros derroches imaginativos, dice juiciosamente Dom Leclerog, sino
han mostrado varias veces al grifo puesto en relación con este dios. Un capitel de este monu-
quetenían un significado simbólico: era un emblema y tenía carácter religioso!.»
mento muestra dos bellísimos grifos puestos a cada lado del Arbol sagrado”.
Nada más cierto, pero no sabemos qué variados sentidos le atribuyó el Oriente antiguo: el
En otros lugares, el grifo lleva a Apolo comoen triunfo, o le sirve de tarima tras la vic-
sello cilíndrico babilónico reproducido más arriba nos lo muestra como ser maligno, como el
toria sobre Marsias”.
Satán, el adversario del Arbol de la Vida; pero ¿quién dirá qué celestial licor, qué divino soma
El grifo aparece también en algunas lámparas antiguas'; una de ellas, de procedencia poite-
de apoteosis bebían en la jarra sagrada los grifos del palacio de Senaquerib?
vina, lo representa en pleno vuelo. Un ornamentogriego, procedente también de una lámpara,
Porotra parte, los grifos que protegenel trono de los potentados cretenses, en Cnosos,
'nos muestra al doble animal posando las garras sobre la rueda solar”. Filostrato, por lo demás, nos
no puedenhaberrecibido más que una interpretación feliz: misterio de la diversidad de las re-
asegura que el grifo, que dice que es originario de Asia, es el animal sagrado de Helios”,
giones y de los conceptos religiosos y simbólicos de sus habitantes. Sea como fuere, en la época
Debidoa esta consagración a Apolo, dios de la luz y la belleza, el grifo representó entre
de las primeras civilizaciones, los gri-
los antiguos la Inspiración poética que se arrebata al espíritu lejos de las vulgaridades de este
fos reunían en sí, las más de las veces, mundo,igual que el busto alado del águila, en el grifo, eleva los pesados cuartos traseros de
algunos de los sentidos emblemáti-
león”. Por eso, a veces, la imagen del grifo ya no la vemosen el zócalo de las imágenes del dios,
cos atribuidos al león y al águila, de
cuyas naturalezas participan, reyes de
sino en su propia lira”, a
Falta sabersi ese carácter de animal de luz no lo tomaron
la tierra y de los aires a la vez.
los griegos de las ficciones orientales: el grifo bebe la llama
En Grecia y Roma, el papel
en la copa de los pireos, en el arte arcaico de Persia y Asiria.
simbólico más conocido que las ideas Según algunos antiguós, dice el erudito Schliemann, los pue-
religiosas atribuyeron al grifo fue
blos de la India consideraban que los grifos estaban engancha-
hacer de él el guardián de las tum-
dos al carro del Sol”,
bas”, Una parte de un sarcófago Nosólo por la pura luz y por la poesía relacionaron los » Ss
galorromano, del siglo II o II, de
griegos el grifo con su Febo Apolo; también lo consideraban el o
inspiración griega, hallado en Vertou
guardián vigilante e invencible de los tesoros de este dios, nos
(Loire-Inférieure)”, nos muestra una
dice Herodoto. Y, concepto más elevado, lo consideraban «guardián, también, de los caminos
de las más magníficas imágenes del de salvación'%; y siempre en este sentido se encuentran en el arte y la literatura antiguos” los
grifo funerario (Fig. VI). Lo vemos adversarios de los grifos: las hormigas colosales de que habla Cresias, el ejército montado de
también en dos sarcófagos cristianos gigantes arimaspos de ojo único de que nos habla Esquilo, y las serpientes que les opone el
de Arles, en Provenza', en otro de arte religioso de los griegos y de los romanos” (Fig. VID).
Fig. VI.- El Grifo funerario de Vercon(sigloI-II) Nimes y en otros lugares”, etc...
Otra concepción hizo del grifo,
entre los griegos, un animal de luz. 1. A. DE BARTHÉLEMY, Album de Numismatique ancienne, n0 286.
2. Véase O. Raver, “Le Temple d'Apollon Didymbéen” en Gazeste des Beauz-Ari T. XIV, juilet 1876, p.61 y septem-
Es la causa por la que a veces está sentadoa los pies de las estatuas de Apolo, comose ve en bre 1876, p. 243.
la bella estatuilla de bronce de Dresde”. Dos grifos flanqueaban también la estatua de Apolo 3. Cf Salomon REINACH, Répertoire de la Statuairegrecque e romaine, T. 1, p. 22,
en el templo de Delos”, 4. Cf Ant, RicH, Op. cit, p. 305,
5."Collectión Société des Antiquaires de P'Orient, Musée des Grandes Écoles, Poitiers.
6. C£ Salomon REINACH, Repertire de la Stasuairegrecque et romaine, T. 1, vol.Il, p.696, 1? 6.
1. Dom H, LectEROO, Dicilonnaire d'Archéologie cbrétenne es de Liturgi, T. VI, ol. 1, col. 1822. 7. FILOSTRATO, Vida de Apolo, 11, 4-8.
2, CÉ A. RicH, Dictionnaire des Antiquitésgrecques et romaines, traducción de Chéruel, p. 304. 8. Cf, Héron DE ViLLEFOSSE,“La Starue colossale d'Apollon ass, trouvéc 4 Entrains (Nitvre)”, Revue archtologique, 2*
3. Marrez, Verso, p. 6. séri, T.X00U, 1876, p. 37.
. CE Ed. Le BLANT, Etude sur les Sarcophages chréties de la ville d'Arles, p. 3, 0% 6 y p. 68,n* 67. 9. CÉ SCHLIEMANN, Mycénes, p. 257.
AS

. CÉ Ed, Le BLANT, Les Sarcophages hrétiens de la Gaule, p. 109,n0 123. 10. Cf J. CARCOPINO, La Basiliquepythagoricienne de la Porte-Majeure, pp. 38 y 299.
. CE. Salomon REINACH,Repertoie de la Statuairegrecque et romaine, T. U, vol: Lp. 104, n93. 11. J. Carcorino, Jbld, gr. XIX, pp. 304-305.
CE. DecueLerre, “Le culte du Soleil aux temps préhistorique”, Revue archéologíque, 4" sérc, T. XIV, 1909, p. 388. 12. C£Salomon REINACH, Répertoire de la Statuairegrecque et romaine, T. IV, p. 443, n* 1 y 4.

366 367
TIL EL GRIFO EN EL ARTE CRISTIANO PRIMITIVO proceder menos del arte de las catacumbas que del arte antiguo'». Cree que los godos, en sus
odría parecer que el grifo, poseedor de esa gran fortuna de simbolismotan elevado, hu- migraciones, nos trajeron el tipo de grifo que bebe en la jarra sin enseñarnos qué sentido se le
p biera debido ser adoptado porla emblemática cristiana desde su primera época. Pero asribuía en su país de origen”, Me parece que el sabio benedictino tiene toda la razón. Pero tal
nofue así: el grifo se encuentra ausente de la fauna representada en el arte pictórico de vez es menos seguro que los monogramas del Salvador que adornan estas hebillas no fuesen gra-
las catacumbas, y sólo en su mal aspecto parece aparecer en algunas lámparas cristianas del bados con posterioridad a su fabricación; es perfectamente posible que cristianizasen el con-
siglo IV o V. junto de la joya a partir de un momento sin porello dar sentido cristiano al animal que en ella
Estas lámparas, dice Dom Leclercg, «forman una especie de barca cerrada cuya popa ter- aparece representado. No obstante, reconozco que el grifo marcado con la cifra de Cristo da un
mina con una cabeza de grifo que tiene en la boca una manzana. Sobre su cráneo hay planta- poco que pensar, puesto que hay una leyenda, de la que hablaremos más adelante, que cuenta
da una cruz, y hay una paloma posada en esa cruz en forma de crismón '». que el rey Clodoveo vio en sueños a dos santos en la forma de dos grifos, lo cual concuerda con
Se conoce, efectivamente, una lámpara así modelada, pero en las otras cuatro que repro- la explicación que Dom Leclercg da de un mármolreproducido más adelante.
duce con ésta el Dicrionnaire d'Archéologie chrétienne et de Liturgie no se ve ningún delfín ni
paloma.
La explicación generalmente recibida de la primera es que «la barquilla es la Iglesia, el
IV. EL GRIFO CONDUCTORDE LAS ALMAS AL CIELO
delfín es el Salvador, que da el pan eucarístico; el grifo es Satán que tiene la manzana del pe- ( y on la Edad Media, el simbolismo crístico del grifo se precisa y se afirma innegable-
cado y sobre el cual triunfa la cruz con el monograma”». Esta explicación está perfectamente mente: en esa época, los monjes cultos sacaron del olvido la antigua leyenda de los
fundamentada, añade Dom Leclercg, y hacía falta todo el mal humor del padre Garucci para grifos que tiraban del carro de Alejandro,y los artistas esculpieron aquella escena en
rechazarla”, Pero con Garucei hay algunos arqueólogos que discuten que esta interpretación los claustros y en el decorado de piedra de las grandes iglesias.
sea inapelable, pues el glóbulo que tiene el grifo se ve en otros lugares entre los labios del del- Heaquí, traducida de un viejo texto francés de entonces, esa ficción de la ascensión de
fín y del pez, sin que en esos casos se imponga la idea de la manzana del Edén. Por otra parte, Alejandro:
en casi todas las lámparas de este tipo está ausente el delfín, y por eso no existe antítesis entre Los soldados del gran rey Alejandro pasan por un país extraño y desierto llamado Sixta.
la Eucarisría y el fruto seductor, sin que por ello el aspecto de la cabeza del grifo se haya cam- En esa tierra habitan aves horrorosas y gigantescas que se llaman grifos. El Rey hace que en-
biado. Señalemos también que es seguro que, muy poco después de esa época, el grifo fue ganchen varias a una cabina de madera y cuero verde que había mandado construir expresa-
puesto en relaciones honorables con la Eucaristía. mente y en la cual se aposenta. Alza entonces, fuera de esa cabina, un trozo de carne atada a
La artesanía, o si se prefiere, el arte longobardo primero, y más tarde, hacia el siglo VI, la punta de una lanza. Y enseguida emprendenel vuelo los grifos arrastrando a Alejandro en
el de los burgundos, derivados ambos de la artesanía goda de la cuenca del mar Negro, di- la dirección en la que apunta su lanza. Sube así hasta el cielo de fuego. El excesivo calor lo
fundieron entre nosotros una joya bárbara corriente en nuestras provincias francesas del Este: obliga finalmente a descender, lo cual hace bajandola lanza”.
es una hebilla de cinturón que lleva un Según otros autores antiguos que han prevalecido, Alejandro capturó dos grifos; habiéndolos
grifo que bebe en una copa; a veces, sea hecho ayunar durante tres días, los ató a los dos lados de su tronoy alzó hacia el cielo, por enci-
delante del animal (placa de Testona) ma de sus cabezas, dos largas lanzas que tenían en la punta carne asada; los grifos, hambrientos,
(Fig. VIID, sea en el propio animal alzaron el vuelo para alcanzar aquella presa y estuvieron subiendo durante siete días, arrastrando a
(placas de Chálons-sur-Saóne y de Jo- Alejandro hasta la morada de Dios. Hubiera traspasadoel umbral si no le hubiese dicho un ángel:
ches') aparece grabado el monograma Oh Rey, ¿por qué querer conocer las cosas del cielo cuando todavía ignoras las de la tierra? El rey
de Cristo. Dom Leclercg cree que la comprendió su presunción, bajó las lanzas y los grifos lo devolvieron a nuestro globo”.
jarra a la que se acercan dos grifos, en La Persia antigua atribuía una empresa igualmente presuntuosa al rey keanida Kai Kaus,
los sarcófagos cristianos de Ares y aque- queporsu parte se sirvió de águilas gigantes cuyo vuelo lo arrastró; sólo Dios sabe dónde, pues
Fig. VIIL- Hebilla de cinturón de Testona. Época bárbara. lla en la que bebe el animal de las hebi- ya nadie lo volvió a ver.
Siglo VI, llas de cinturón burgundas «parecen
1. Dom H. LECLERCO, Dictionnaire d'Archéologie chrétienne,T. VI,vol. I, col. 1817.
1. Dom H. LECLERCO, Dictionnaire d'Archtologie chréienne, fac. LXXXIV, col. 1199. 2. Ibid, col. 1818 y 1832.
2. Dom H. LecLERCO, Op. cit fasc. LXIL, col. 1826. 3. C£ Lamaexr LE Cors y Alexandre DE BERNAY,Li Romans d'Alizandhs, siglo XIL. ,
3. Garucaa,Sroria dell'arteris., 1872, T. VI,pl. 470. 4. CE E. Tazaor, Esasur la gende dAlexandre le Granddans le romanfungais du XII"sil, p.160 — y también Émile
4. Según J. De Bavt,Industie longobarde, pl. VII. Mat, LA religieus du XIT"si2le en France, p. 271.
5. Cf. Sam Namen, Ed. Molh., T. Il, p.45.
368
369
La ascensión de Alejandro se representó en el siglo XII, sobre todo en Italia en las cate- por eso el
los monstruosante el avance ascendente de las almas quese lo piden, y sin duda
drales de Otranto, de San Marcos de Venecia' y de Borgo San Donnino, La vemos también se representaba a veces inmovilizando bajo sus vigorosas
grifo, que en esto es su emblema, pa
en Basilea (Fig. IX), en Friburgo, en Urcel”, y garras al dragón,símbolo de Satán', o bien, según un
en Francia en varias ciudades, sobre todo en tema antiguo, deteniendo a la serpiente en su avance;
Mans y en Thouars, en el Poitou. Repro- la serpiente, otra imagen alegórica del Espíritu del
duzco junto a estas líneas un capitel inédito Mal.
procedente de la iglesia de Saint-Médard de Émile Mále da la siguiente explicación de las re-
Thouars* (Fig. X). presentaciones medievales de la leyenda de Alejandro:
Al representar así al grifo elevando al «Alejandro, dice, es el orgullo humano,es la ciencia
cielo a Alejandro, el arte del medievo quería que quiere arrancar 2 Dios sus secretos. El hombre
convertir a Alejandro, pese al fracaso de su sube, entra con audacia en la región de los misterios,
audaz empresa, en imagen del alma arrebata- pero es una región sin límites, y es preciso que final-
da hacia Dios porel animal leoaquilino; y se mentese detenga ante nuevos misterios».
mostrabaasí, por lo demás, perfectamente de Es muy posible, en efecto, que en la Edad
Fig. IX- La ascensión de Alejandro Magno. De un capitel acuerdo con el arte y las ideas antiguas: en el Media algunas mentes tradujesen de este modo la le-
del siglo XII. Basilea. centro de un techode estuco pintadode la vía yenda de Alejandro y los grifos,peto la interpreta-
Latina de Roma, una figura velada, que sólo ción, antes expuesta, que hace del grifo uno de los
puede ser el alma de un difunto, es elevada al cielo por un grifo psicagogo* (Fig. XI). animales emblemáticos que elevan las almas hacia
Fig. XL. El Grifo psicagogo dela Vía Lacina
de Roma.
Enel antiguo Egipto, el grifo, llamado Sefer, se transformaba y se identificaba con las Dios como Cristo mismo las ha elevado de otro
ofrendas quemadas de los sacrificios y, por medio de sus humos, llevabaal cielo las almas de modo, es igualmente buena,si no todavía mejor, en
los muertos para los que habían sido ofrecidas”. el espíritu de la simbología cristiana, pues concuerda perfectamente con los papeles de psi-
Tal como hemosdicho, sobre todo en lo que concierne a la emblemática del águila, cagogo que los mismos datos precristianos atribuyen al águila, al halcón, a la pantera, al ca-
la mística cristiana de la Edad ballo Pegaso, etc.
Media veía en todos los anima-
les psicagogos, es decir, los que
en el simbolismo pagano lleva- V. EL GRIFO, EMBLEMA DE LAS DOS NATURALEZAS
Y DE LA DOBLE REALEZA DE CRISTO
ban las almasalcielo, otros tan-
tos emblemas de Jesucristo, A 1 reunir en sí las dos naturalezas,la del águila y la del león, el grifo es uno de los más
Salvador de nuestras almas que, satisfactorios emblemas de la doble naturaleza de Cristo. «Aguila, Christus.... Leo,
tras haber hecho posible su Christus», dice la Llave de San Melitón”; el busto de águila representa en esta circuns-
salvación mediante la efusión tancia la Divinidad del Salvador, y el cuerpo de león, que toca la tierra, representa su
de su sangre, eleva desde aquí Humanidad; si la Edad Media relacionó alegóricamente la Persona de Jesús con el grifo fue
abajo nuestros espíritus hacia sobre todo poreste simbolismo”. ; .
las regiones celestiales. Es ade- Dante, con los místicos de su época, aceptó el simbolismo crístico del grifo. Así descri-
más, mejor que los grifos de be al «animal de doble naturaleza»,la «bestia biforme» cuyas «alas se extendían más allá de
Apolo, «el buen guardián del Fig. X- La Ascensión de Alejandro. Capitel del Museo de Thouars. De un 3 donde alcanzaba la vista»: en la parte del cuerpo de ese grifo que tenía forma de águila,los
caminode la salvación»: aleja a cliché forográfico. Dupitier, en Thouars (Deux-Sévres). miembros eran de oro, en la otra, eran blancos mezclados de púrpura”. Y el sublime poeta sa-
luda así al hermoso animal, que arrastra por los espacios el carro simbólico: «¡Bendito seas, oh
1. BARBIER DE MONTAULT, 7haité dIconographie chrétienne, T. 11, p. 80 y pl. XXIV.
2, C£.G. DE R£cY, L'Évolution omementale, p.258. 1. Cf Auser, Histoire e shéorie de Symbolisme reina, Y. IV, p. 447.
3. En el Musée du Syndicar d'Initiative de Thouars (D. G) 2. C£ Dom Prrxa, en Spicileg. Sole.
4. C£ Fr, CUMONT, “L'Aigle funéraire des Syriens". Fig. 22, Revue de l'Histire des Relzions, T. XIl, 1910, p.154. 3. C£ Bansier DE MONTALT, Thaité dIconograpbie chrétienne, T. 1, p. 131.
5. Cf. LerEBURE, La verru du Sacrificefunéraire, Y. 4. DANTE, La divina Comedia, Purgatorio, Canto XXIX.

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Grifol, tú que contu pico no desgarras ese árbol de dulce sabor' desde que el cuerpo huma- La idea medieval se apoyaba en una consideración digna de atención: para ella, el cuer-
no,ilícitamente alimentado de sus frutos, fue entregadoa los tormentos”,» po de cuadrúpedoterrestre y leoninodel grifo es la Materia, y la fuerza rectora de la materia,
Losalquimistas, que adoptaron el grifo como emblemadel «hermafrodita químico; azu- la cabeza de águila, es el Espíritu; ¿no es acaso el águila, en la simbología profana, el emble-
fre y mercurio», reconocen que «los comentaristas católicos quisieron ver en la doble natura- ma del genio?... En «el animal de doble naturaleza»es el cuerpo terreno el que lleva y sirve al
leza delgrifo el símbolo de Jesucristo, Dios y Hombre» (Fig. XI). órgano del pensamiento, de la meditación y de la con-
remplación; así, el Espíricu domina, dirige la fuerza ma-
terial; es «la primacía de lo espiritual sobre lo material»,
tan ensalzada por el espíritu medieval; es la sabiduría
cristiana que viene totalmente de Cristo, que es su
principio y su todo.
Porotra parte, puesto queel 4guila y el león son
animales fuertes, y puesto que en consecuencia nada
puede detener al grifo en su poderoso vuelo o en su
irresistible impulso, los simbolistas hermetistas hicieron
de él el emblemade la fuerza del Señor(Fig. XIID. ueL
De acuerdo con este tema poco conocido, encon- Fe E El cs tun Levítico de la
«ramosel hermoso anillo de Marin Pixian, del siglo XV, PP HrdgueMarionale de Pai. Sigo XI
que lleva el nombre de su dueño y sus armas: un grifo
que lleva en el pico una cruz y que lleva también este texto de San Lucas: Jesus autem transiens
per medium illorum ibas, «Pasando Jesús por en medio de ellos (sus enemigos que querían de-
Fig. XIL.- El grifo en el artesonado de las sillas del coro de la catedral de Poitiers. Siglo XIII. tenerlo para despeñarlo de lo alto del monte de Nazaret), se fue'»,
Se sabe que la Edad Mediaatribuía un podertalismánico a este texto evangélico, lo cual
explica que lo encontremos en el bello camafeo del rey Carlos V, en Chartres, y en algunas
El grifo, por su cuerpo leoaquilino, también es emblema de dos de los cuatro elementos, monedas de Brabante*.
el aire y la tierra, y precisamente por ello también lo es de las dos realezas de Cristo, sobera- Irresistible era también, decían, el curso de la flecha lanzada por un arco hecho conlas
nodel cielo y de la Tierra. grandes plumas del grifo. «Y plumas de sus alas (del grifo) han hecho arcos duros y fuertes
Enefecto, tanto el águila comoel león son reyes: sus dos coronas, la aérea y la terrestre, para tirar flechas y saetas», dice Jehan de Cuba, citando a Jehan de Mandeville”. --
pasan simbólicamente de la cabeza del grifo a la frente de Aquel a quien representa, el En razón precisamente de este carácter de emblema dela fuerza invencible de Cristo y
Soberano absoluto de la tierra y de los mundos que pueblan el cielo infinito, de talismán preservador que de ella procede, la credulidad de aquella época buscó lo que con-
sideraba que eran «huevos de grifo», sin pararse a pensar que la parte del animal que normal-
VI. EL EMBLEMA DE LA SABIDURÍA Y DE LA FUERZA DE CRISTO mente debería llevar los órganos de la maternidad pertenece a un cuadrúpedo, y no a un
ovíparo. No obstante este detalle, los grandes los hicieron montar ricamenteen forma de copas
l bello animal de luz de los antiguos también fue considerado por ellos unode losem- quese consideraba, igual que los recipientes de falso cuerno de licornio, que hacían particu-
E blemas de la sabiduría, que es la supremaclaridad del espíritu; y también poreste lado larmente saludables los brebajes que en ellas se vertían.
es adecuado para representar a Aquel que es la sabiduría increada. Y también por este Sin buscar a qué grandes aves exóticas podían pertenecer tales huevos, digamostan sólo
conceptofigura en el escudo que lleva la Sabiduría personificada en el portal septentrional de que fueron particularmente apreciados del siglo XII al XVI, sobre todo en Inglaterra, donde
la catedral de Chartres, del siglo XIII”, los denominaban «gryspeshey”.
1. El árbol de la ciencia del bien y del mal. Cf. Fr. HAYWARD, LAjgle e la crois dans la divine Comédi. 1. San Lucas, Evangelio, IV, 30.
2. Dante, Purgatorio, Canto KXXII. 2. Cf. Catalogue de lExposition du Moyenváge 3 la Biblioebique Narionale de Paris, 1926, p. 122,n* 204 pp.116, n*
3. Docteur PROBST-BIRASEN,“Allusion A V'Alchimic ex l'Astrologie de la divine Comédic”, Le Vile dis T. XXIV, 169 y 137, n0 338,
114, juin 1929, p.409. 3. Jehan DE CUBA, Hortus Sanitai, (du Grifn), 1491.
4. Barsier DE MONTAULT, Traté d'conograpbie chrétienne,T. Up.193. 4. L DE LABORDE, Glasairefangais du Mojen-áge, p.335.
372 373
Los inventarios de los príncipes no los olvidan, VIII. EL GRIFO, IMAGEN EMBLEMÁTICA DE LOS SANTOS
Del Inventario del Tesoro de Eduardo III de Inglaterra, de 1338: «Item, Huevo de grifo o fue por la razón misma de su doble naturaleza, porquelos santos son águilas por la ele-
con guarnición de plata, con pie y tapa».
vada región en la que generalmente han vivido sus pensamientos y sus afectos, y leones
El Inventario del duque de Anjou, de 1360, menciona ocho. El de Enrique IV de por el coraje moral del que han dado prueba durante su vida, en la lucha incesante del
Inglaterra señala una«rica copa hecha de un gripesei».
El Testamento de lord William Gascoigne, de 1419, cita: «ciphus vocatus a grejpsey» etc... Bien contra el Mal, dentro de ellos y a su alrededor. ¿No podría decirse
también de casi todos ellos que, para los que han vividoa su alrededor,
han sido siempre guardianes «en el camino de la salvación»? (Fig. XV).
VII EL GRIFO Y LA PIEDRA DE ESMERALDA Nos cuenta la tradición que, en el año 590, encontrándose Clo-
doveo en Moissac, quiso fundar allí una iglesia en la que los monjes
as ilusiones de los antiguosestablecieron como guardianes de los tesoros a los dragones
celebrasen el servicio divino. Durante la noche que siguió a la formu-
E y los grifos; escogieron particularmente a estos últimos como custodios de la más bella
Lciónde su intención, el rey vio en sueños a dos grifos que tenían pie-
y más preciada delas piedras preciosas de color, la esmeralda, que la Edad Media, en
dras en el pico y las transportaban a un valle próximo. Y Clodoveo
Francia, llamaba smaralde,
mandó construir en aquel lugar unaiglesia y una abadía!, Pues bien,
En elsiglo XII, el obispo Marbodio de Rennes dice en su poema: «El grifo guarda la
Esmeralda, y para conquistarla es preciso que el Sármata combata al terrible animal',» aquellos dos grifos representaban a los dos monjes que se convirtieron
en los dos primeros abades de Moissac, San Amandoy San Ausberto”,
finales del siglo XV, Jehan de Cubadecía a su vez que las esmeraldas más bellas son las
«que son halladas y tomadas de los nidos de los dice la leyenda hagiológica.
En una pila cristiana de mármol blanco hallada en Charenton-
grifos, que guardan esta piedra con gran cruel-
sur-Cher (Cher), una de las caras representa a Daniel en el foso de los
> AN
5 O Na 4
0) dad”». Y su editor de 1539, Ph, Le Noir, acom-
A ESYA pañabaeste texto con un ingenuo grabadoen el leones, y la otra a dos grifos que llegan corriendo a cada lado de una
jarra o pila de fuente de la que sale un chorro de agua. «A fin de situar
quese ve al grifo llegandoa su nido —¡un nido
de ave!- en el quesus crías reposan sobre la es- más claramente la escena, dice Dom Leclercq, se ha cuidado de repre-
sentar en los dos extremos dos árboles sobre los que hay posadas unas Fig, XV.- El Grifo
meralda... (Fig. XIV).
palomas”, de modo quelo que se ha querido representar es el paraíso. combatiendo al Mal
La simbologíacristiana de la Edad Media
adoptó la antigua ficción de la esmeralda y el
La idea es bien conocida, pero hasta entonces en los bordes de la jarra ppp
grifo. De las concepciones que le añadió sabe- se habían representado palomas, comoenel fresco de los cinque samti Colección del autor.
delas catacumbas, y la introducción de los grifos es una innovación,
mos tan sólo que, así comoal rubí se le atribu-
yó el simbolismo de la sangre física del corazón
que además parece haber sido poco apreciada'» (Fig. XVI).
y de las venas de Jesús, a la esmeralda se le atri-
buyó el simbolismo de esa misma sangre reden-
tora considerada en la Eucaristía, porque,
DY decían, la copa en la que Jesús consagró el vino
vel durante la cena, diciendo sobre ella: «Esta es mi
Fig. XIV.- El Grifo, su nido, sus crías y la Esmeralda, Sangre», estaba hecha de una enorme esmeralda
Ali a Edición de callada. Es el Santo Grial de los cantos épicos de
E nuestros abuelos, hecho, dice el romance dela
Tabla Redonda, de una esmeralda caída de la frente de Lucifer el día de su rebelión, es la Santa Fig. XVÍ.- Los Grifos delparaíso. Dela pila de mármol de Charenton-sur-Cher,
Época de la decadencia romana (siglos IV-VD.
Copade Génova, indiscutiblementeantigua, pero hecha de pasta de vidrio verde, tomada por
esmeralda durante largo tiempo.
1. CE Bulletin archéologique, T. ML, p. 130.
2. C£ Barsten DE MONTAULT,“Les Portes de bronze de Bénevent”, Revue de l'Artchréien, 1883, p. 51
1. MARBODIO,Lapidario, VIL 3. C£ Ed. Le BLANT, Les Sarcophages de la Gaue, pl. XV.
2. Jehan DE Cusa, Horrussanitats. Paris, Vérard, 1491, 11 Part. IV" des Pieres, C. VIIL 4. Dom H. LECLERCO, Dictionnaire d'Archéologie chréienne, fase. LXI-LXII,col. 1814.

374 375
Es posible, pero eso no quita el hecho de que pone a los grifos en el papel de emblema ser el caso, sobre todo, enlas representaciones que lo muestran con cuartos traseros de dragón
de las almas santas que participan de las delicias del cielo. terminados en unacola de saurio.
En el mismo espíritu, los decoradores que hacia el siglo IX o X adornaron la antigua ca- Seguramente debido a este carácter satánico en la emblemática, se había colgado antaño,
tedral bizantina de Arenas pusieron en su fachada dos grifos que se alimentan de los frutos del en la Sainte-Chapelle de París, a modode trofeo y comosi se tratase de una pata de grifo, la
Arbol de la Vida. Ahora bien, ese árbol y sus de algún gran carnicero; decían que un caballero que había vencido al monstruo en combate
frutos están reservados a los santos, según el singular la había puesto como exvoto en la capilla real".
texto inspirado que la Iglesia hizo suyo: «A
aquel que venza, le daré los frutos del Arbol
X. EL GRIFO EN LA HERÁLDICA
de la Vida que crece en el paraíso de mi
Dios'» (Fig. XVII). Señalemos que aquí el T odos los heraldistas reconocen que el grifo, muy noble en sus dos naturalezas, la aérea
Arbol sagrado parece ser un joven ciprés y la terrestre, representa a menudoa Jesucristo en los blasones”. Es el caso, sobre todo,
plantado en una jarra ornamental; y el ciprés cuando sirve de «armas parlantes» a grandes familias:
es el árbol simbólico de la inmortalidad, de la los Griffa del reino de Nápoles y los Griffen de Silesia”, los
perennidad, de la paternidad, de la eterna Griffon de Saintonge y Poitou”, por ejemplo. Cuando una fi-
vida en Dios. gura heráldica hace así función de
ec Debemos volver aquí a la escena de los «armas parlantes», está siempre carga-
ES - ifos que beben de una misteriosa copa, da del sentido más noble que se le
e a CariLado soplo de pueda atribuir, y que entonces con-
pueblo cristiano de la Francia del medievo. tribuye al lustre del nombre familiar
Sin duda, de acuerdo con Dom Leclercq, quese refería a la época merovingia, conel je- del poseedor.
suita Ch. Cahier”, con Émile Mále”, hay que reconocer que los grifos que beben de la copa Enotros casos, el grifo significa
son un tema decorativo directamente inspirado en motivosreligiosos orientales ajenos al cris- la alianza de la rapidez y la vigilancia a
tianismo. Para ser más precisos todavía, digamos que fue, en el siglo XII, la copia que el ro- Fig. XVIIL.. El Grifo con la fuerza y el valor. En el siglo
mánico francés hizo de un motivo decorativo que los cruzados los viajeros importaron del místico en el sello de un XV, la Orden caballeresca del Grifo, Fig XIX.El Grifo dragonado,
Alto Líbanoy de la Siria septentrional. pros de Port de Piles, en. en Aragón, hizo de él su emblema de *mblema heráldico de Sarán. De un
De hecho,es la copa del pireo mazdeo en la que bebían pájaros, leones, grifos y drago-
Touraine, siglo XIIL. escudo de armas del siglo XVIL.
la Fuerza mayor”. En otros lugares,
nes; aparecía en los tejidos bordados, en las joyas, en las vajillas de metal que tan abundante- especialmente en los escudos de armas de las ciudades, el grifo recobra su antiguo sentido de
mentese importaban de Oriente en aquella época; pero en el arte religioso, en los capiteles, guardián incorruptible,
en los modillones de nuestras iglesias románicas, por ejemplo, el pueblo de entonces, que todo Pero en la heráldica y la sigilografía religiosas del medievo, cuandoel grifo aparece solo
lo interpretaba de acuerdo con los pensamientos de su fe, al mirar los grifos, las águilas leo- hay que considerarlo, en principio, como imagen de Jesucristo, Dios y Hombre. Así hay que
nadas que beben enel cáliz, sólo podía ver las almas santas que piden al sacramento de la san- interpretar el grifo «pasante y azorante» del sello de un prior de Port de Piles, en Touraine, en
ge eucarística de Cristo la gracia necesaria enla vida terrena. el siglo XIV (Fig. XVIID.
El «Grifo dragonado»de la heráldica que se oponeal «Grifo leonado»corriente y termi-
na enreptil, representa siempre un abominable enemigo vencido, enemigo vivo o enemigo
IX. EL GRIFO, EMBLEMA DE SATÁN
moral como la felonía, la traición, en una palabra: el Mal (Fig. XIX).
n la iconografía emblemática de la Edad Media, el grifo, temible por su pico de rapaz
y sus zarpas de gran carnicero, representó a menudo a Sarán; los tres Bestiarios estu- 1. C£ BerGeR DE XIVREY, Tradition téraologigue,p. 484.
diados por el padre Cahier' hablan de él incluso exclusivamenteen este sentido. Parece.
2. CADET DE GASSICOUKT y DU ROURE DE PAUUIN, L'Hermétiome dans [Are héraldigue,p. 109. — O'KELIY DE GALWAY,
Dicronnaire dela Science ds Blason,p.281.
3. Cf Vulson DE 1A COLOMBIERE, La Science hérsique, p.270.
1. San JUAN,Apocalipsis 1, 7. 4. R. Peri, Armorialpoitevin, p. 71,2" col.
2. Ch. Care, "Bas-relicfs mystércux”, Nouveau Mélanges archéologiques, 1876, p.178. 5. Vulson DE LA COLOMBIRE, Op. cit p. 271.
3. Émile MALE,LAr ebgisoe du XII" si2le en France, p. 67. 6. CE J. VILLANUEVA, “But primitif, et insigne de VOrdre du Griffon”, Visge Literario, T. XVIII,pp. 185, 194, y 907.
4. Ch. CAHIER, Mélangs archéologique, Y. 1 y UN. 7. Musée des Grandes Écoles de Poitiers De la Société des Anviquaires de 'Ouest.

376 37
nocido de los seres híbridos compuestos de dos cuerpos de especies naturales distintas. En
Egipto, está formado de un busto humano casi siempre masculino y cuerpo de león, En
Grecia, aparece las más de las veces con busto de mujer. En el arte micénico' y en el arte etrus-
co* (Fig. 1 y 11), su cuerpo de animal es a veces tan delgado que evoca especies menos robus-
CAPÍTULO CINCUENTA Y TRES tas y más rápidas que la del león, algunos incluso parecen tener patas y cola de lebrel; en otros
lugares, los miembrosposteriores son de toro.
EL ESFINGE Según Plinio el Viejo, Pomponio Mela habla de las esfinges comosi fuesen animales
raros, pero reales, que viven en algún lugar de los montes de aquella Etiopía que para los an-
Y LA ESFINGE tiguosera patria de una fauna horrífica, Unoy otro los describen como animales de pelo os-
curo, provistos de mamas de mujer en el estómago".

1. EL MITO ANTIGUO DEL ESFINGE II. LOS ESFINGES ENTRE LOS PUEBLOS PRECRISTIANOS
1 Esfinge. ¿Hay en toda la fauna real o fabulosa que el mundoantiguo eligió para sim- n Egipto, los sentidos que se dabana los esfinges eran numerosos: en el aspecto mas-
E bolizar a la Divinidad, mal conocida por él, imagen más prestigiosa? Bajo el cielo egip- E culino de su busto humano,representaba a Hormas-Khuri, el «Señor de los dos hori-
cio, tantosi aparece en largas teorías comoa lo largo de la avenida real de los Esfinges zontes», concepción que lo relacionaba con Anubis y tal vez con Amón Ra, entidades
queva de Luxor a Karnak, o bien, solitario y magnífico, permanece estirado antela pirámide simbólicas que tienen que ver con la idea del curso diario del sol, imagen de la vida humana.
de Kefrén, con los grandes ojos inmutablementefijados en la línea en la que, al fondo, muy
lejos, el rubio desierto de arena consuma con el eterno desierto azul de los cielos su eterno
beso, el Esfinge se afirma como símbolo, excelente sobre todos, en el que el antiguo Egipto
supo condensar más majestuosamente la misteriosa grandeza de
su genio religioso.
Partido, según parece, de
ese país en el queel cincel del
hombre supo, más que en
ningún otro lugar, revestirlo
de hierática belleza, dio el ro-
deo de la mitad de la cuenca
mediterránea subiendo por
Fenicia y Asiria para reinar en
Asia Menor, Grecia, Sicilia,
Fig. L- Esinge en placa de oro,
encontrada en Chipre;ate micénico, Iralia y la Galia, tras haber Ae
Según ]. NAUL. conquistado entre las aguas Martita, Op. ct
Chipre, Rodas y Creta. Lo en-
contramosen todas partes, pero en aspectos variados, y puesto en actitudes diversas: sentado,
acostado, de pie, o bien elevándose en un elegante vuelo hacia el sol, del que fue uno de los
emblemas. A
En Egipto, el esfinge es de una antigiledad mucho más remota que las pirámides!, que Fig, IL- Esfinge egipcio. De un dibujo perteneciente al Abbé Leroux, deán de Airvault (Deux-Sévre).1914.
fueron erigidas en el curso del tercer milenio antes de la era cristiana”. El esfinge es el más co-
1. Dr]. Nauz,“Une plaque d'or mycénienne”, Revue archéologigue, 3" séric, T. XXX, 1897, p. 333.
2. Véase]. MAxTMA, ManueldArchtologie errusque et romaine, p. 73,fig, 32,y J. NAIRE, Revue archéologigue, 3 séric, T.
1, MaspERO, "Les secrets des Pyramides de Memphis”, La Liberrá, 14 mai 1893. XXX, 1897, p. 333.
2, Cf. Alex MORE, Myatres Égppriens (Cronología preliminar). 3. Punto, Historia Natural, L. VII, XXXI. — Pomponio MELA, Descripción de la Tierra, Lib. U, e. IX,

378 379
En el orden religioso,el esfinge era el emblema de la soberanía, la sabiduría y la fuerza La esfinge femenina de Aonia «tenía tres formas, dice
divinas consideradas en el marco de la majestad impasible y del reposo inviolable, Representa Ausonio, ave, león y muchacha; ave por las alas, león por las
siempre a un dios o un rey (Fig. III), lo cual viene a ser lo mismo, pues el faraón es la ema- patas y muchacha por el rostro'».
nación, la encarnación terrena del dios Ra-Sol', Por eso el esfinge estaba considerado una di- En Fenicia, ciertos esfinges llevan la tiara de los dioses
vinidad solar y uno de las símbolos de la abundancia”, y en este doble aspecto favoreció su y los pontífices, que son sus mandatarios en la tierra; y este
culto el faraón Tutmés TIP, tocado parece inspirado en el arte de sus vecinos asirios*
(Fig. V).
En Caria, Licia, lsauria, Cilicia, Chipre y Creta, los es-
finges también tienen tocados variados, a veces coronados por
lumas”, o tal vez más realmente una llama, de lo cual vere-
mos más adelante un ejemplo seguro. Los esfinges cretenses
son de los dos sexos humanos. En los frescos de Cnosos los
hay pintados de blanco sobre fondo azul, y a menudo los pe- e
queños esfinges de terracota de ambos sexos que se encuen- aaa
tran en esta isla están representados a punto desaltar!, Revue achtologigue, 2 she,
En Grecia, las figuras de esfinges son sobre todo femeni- T.X (1864), p. 215,
nas, de acuerdo con la fábula de Edipo; siempre con alas co-
locadas sobre bustos humanos, como se ve en las monedas de Quío* (Fig. VI).
En la Galia, las monedas galas de antes de nuestra era nos muestran que los esfinges
de ambos sexos también tuvieron su papel emblemático entre los druidas, que fueronlos
grandes inspiradores de nuestras primeras acuñaciones nacionales. Vemosla esfinge de múl-
tiples mamas en un cuarto de estátero de oro de las marcas de Bretaña y del Poitou y la
estatuilla galorromana
de piedra de la misma
Los esfinges más célebres de Egipto son el que vigila ante la gran pirámide de Kefrén, esfinge de mamas nu-
cerca del Cairo, y los que en la Nubiainferior guardan el hemispeos de Sebua, y cuya eleva- merosas fue encontra-
da y serena majestad tan bien supo reflejar el pincel de Berchere* (Fig. IV). Son tipos perfec- da en Nantes, en los
tosde esfinge egipcio, cimientos de la Tour
En el ordende las ideas filosóficas, y en la herencia que nos han dejadolos libros hermé- du Trépicdó.
ticos de los egipcios, inspirados, según decían, por el dios Thot (el Verbo tres veces grande, Hay otras mone-
«Hermes Trismegisto»), el esfinge era el emblema dela Unidad, de la Verdady de lo Absoluto”, das recogidas en otros
Ensu aspecto femeninocon busto de mujer, la esfinge representará a veces a la diosa Isis, lugares del territorio
madre de Horus. Y este último fue representado porel hierosfinge de cabeza de halcón,igual galo que también lle-
que el dios supremo Amónfue representado por el criosfinge o esfinge carnero. Bajo el cetro Fig. VL- El Esfinge de Astarté en oro. CÉ MASRERO, Histoire ancienne despeuples de. VAM el esfinge o su
de los faraones, estas ideas cruzaron el mar y encontramossus imágenes en Fenicia, Chipre y POrientclasique. hembra”.
Creta.
1
1. CÉ E. DE ROUGÉ, Notice sommaire des Monuments égyptiens exposks au Louvre, p. 34. — Ph. VigEY, La Religion de l'an- 2. Guill. Rev, “Note sur un bronze phénicien”, Revue archéologigue, 2 séric, T.X, 1864, p. 215.
28

cienne Égypte, pp. 90 y 142. — Alex, MORET, Mysteres ¿gypriens, p. 285, etc... 3. CÉ Evans, Prebistrie Tomb, p. 64.
2. Cf. M. Puucne, Histoire du Ciel T. 1, p. 50. 4. CE. G. KARO, Antiquités crtiss, PL L. XXIX.
3. Ph, Vigex, Op. cit. p. 179, 5. Véase J. BABELON, Revue mumismasique, 2 série, T. XVI (1912), PL. IL, n* 8 y ibid, T. XV, p.60,pl.L, 101.
4. Véase H. Camas y A. Lertvee, La vallée du Nil y Magasin pittoresque, T. XXXII, 1865, p.40 (grab). 6, Véase E PARENTEAU, LOdjsé de la bécase en Guule, p. 6 y Pl.n"3y7.
5. CE. PapUs, Traité élémentaire des Sciences occultes, p. 186. 7. CÉ por ejemplo A. DE BARTHÉLEMO, Album de mumismatique ancienne, p.11 y pl. m9 373.

380 381
Tebas de Egipto, que no tenían con ella más que una semejanza morfológica". Fuera de eso,
III. LOS SECRETOS DE LAS ESFINGES
sólo las unía una cosa, y es que el esfinge egipcio, emblema de la sabiduría divina y poseedor
AL odo el mundo conocela fábula griega de Edipoy la esfinge: en Tebas, en Beocia, cerca de todos los misterios del mundovisible y del invisible, también tenía su secreto -comola es-
del monte Citeron, había un monstruo hembra, la esfinge cuyo nombre griego finge griega tenía su enigma-, secreto de suprema sabiduría para la conducta de la vida hu-
sphigx puede significar el que (o la que) sujeta entre las garras», sphigxis- que plan- mana resumido en estas palabras que constituyen toda la sustancia de la sabiduría antigua, y
reaba un enigma a los que pasaban y desgarraba hasta la muerte a los que no podían resolver- que más tarde fueron aplicadas a Jesucristo: SABER. ATREVERSE. QUERER. CALLAR.
lo. Grecia entera estaba desolada. Edipo, hijo desco-
nocido del rey Layo, pasó
porel Citeron y se encontró TV. EL ESFINGE, EMBLEMA DE LA RESURRECCIÓN
a la terrible esfinge, que le Lemblema de la vida. - De todos los
presentó este enigma: ¿Cuál E misterios que ocuparon la mente de
es el animal que por la ma- los antiguos, el que siempre ocupó
fana anda a cuatro patas, a el primerlugar es el enigma que rodea el
mediodía a dos y porla tarde punto de partida, el principio y el juego
a tres? (Fig. VID). Edipo, ins- de eclosión de la vida. Todo huevo, todo
pirado por Minerva Atenea, grano, llevan en sí un germen que, en con-
diosa de la sabiduría', res- diciones favorables, produce un ser seme-
Fig VII- Edipo y la Esfinge
pondió enseguida que se tra- Piedra jante al ser productor del huevo o del
angua grabada. CÉ L.
Fig. VIL.- Edipo la Esfinge, de una jarra taba del hombre, que EN SU Meénaro, Hisuire des Gres grano. Y por ese don de vida deparado a
pintada.
il infancia, mañana de su vida, T.Lp.115. todo ser viviente, más que ningún otro
se arrastra sobre sus cuatro don,sintieron los pueblos más antiguos un Figs IX- Criosfinge chipriota o fenicio. Terracora de la
miembros; que camina sobre sus dos pies.en la plenitud de su fuerza y que, al atardecer de su vivo y sincero agradecimiento al Dios crea- colección del autor.
vida, necesita un bastón para ayudar a sus dos piemas. Tras haber confundido a la esfinge, dor, al que concebían como podían.
Edipo desenvainó la espada y la mató, liberando con ello a los tebanos, que lo elevaron al Entre los egipcios, la esfinge se relacionó conel simbolismo de esta preocupación de los
trono(Fig. VII). sabios por el misterio de la vida. ¿Noera unode los
Algunos autores modernos, filósofos, retóricos, historiadores y ocultistas de todotipo, emblemas del sol fecundante, y noera la esfinge la
con ayuda de disertaciones interminables y farragosas, han querido buscar pensamientos ad- imagen de Isis, madre de Horus? El esfinge carnero
mirables y fantasiosos en el mito de la esfinge de Edipo y hacer decir a ese pobre animal su representaba a Amón «consideradola potencia que
secreto. Dehecho, les ha dejado decir todo cuanto han querido. Algunos han podido exponer pone y mantienela vida de la creación”» (Fig. 1X).
de este modo concepciones metafísicas elevadas”, pero conviene no negarles el título de pater- La escultura sagrada ponía una esfinge a cada lado
nidad de tan hermosas ideas. del Arbolde la Vida, como en las estelas grecochi-
Esa esfinge abominable que algunos mitólogos decían que había nacido de Tifón y priotas de Athienau, en las que los capiteles están
uidna en las soledades de Etiopía”,y ga de las uñas E ganchudas» |
pla, y q que Sófocles llama «la virgen adornados de un pie de loto entero, emblemade fe-
fue consideradasiempre y en todas partes un monstruo maléfico,pariente bastante próximo cundidad, que hace las veces de Arbol de la Vida y
de la siniestra diosa chipriora Cher. Más tarde, cuando Alejandro de Macedonia hubo con- que está sostenido por dos esfinges allí colocadas,
quistado Menfis hacia el 323 de nuestra era y fundó Alejandría, el viejo Egipto se helenizó; dice el egiptólogo Colonna-Ceccaldi, «para simbo-
los griegos instalados en la nueva ciudad y en el Delta asimilaron su mala esfinge de Tebas de lizar la doble idea de fecundación y la concepción*»
Beocia con los grandes leones de rostro de hombre o de mujer que había en Menfis y en la , Fig. X.- Capitel egipciochipriota de Arhienau. (Fig. X).

1. Una jarra lecia representa a Atenca inspirandoasí a Edipo; Véase Revue archtologique, 3 séric, T. X (1887), p.91. 1. C£ M. Ba£aL, “Le Mythe ¿ipsfoma archtologique, séri, T. VIII, 1863, pp.193-214.
2, Por ejemplo Fr. WarzaI, Le Myehe du Sphinx, 1910. 2. Ph Virex, Religion de l'ancienne Egypte, p.182,
3. Cf Grasser-Dorcer, “Cypris et Paphos", Gazetre des Beasx-Are, T. XXV, 1868,p. 340. 3. G, COLONNA-CECCALDI,“Un Sarcophage d'Auhienau”, Revue archéologique, . XXIX, 1875, p.23.
4. SOrOCLES, CEdipus rex, v. 1.199

382 383
En el arte egeo, en la época micénica, se ven también los esfinges a cada lado del pie del esta región se las prestó, y nos los muestra llevados por su vuelo hacia el astro resplandeciente,
Arbol de la Vida', y-lo mismo se ha observado en Curio* y muchos otros lugares. En la yugular de un casco griego de la antigua colección Campana,el esfinge frigio se eleva para
En Grecia, algunas monedas de Quío muestran una tras otra la esfinge y el Anfora* (Fig. alzar el vuelo hacia la luz celestial' (Fig. XII).
XI y XI. Esto recuerda que, para el mundo antiguo, la mujer En sus célebres excavaciones de Micenas, Schlie-
y era «la Jarra de la Vida», y que el ánfora era en particular uno, mann encontró esfinges en las tumbas de los príncipes”,
4 de los emblemas de la mujer fecundada. Una piedra fina gra, ye sabe la devota costumbre que tuvo el mundo anti-
bada representa la esfinge fecunda acompañada de una expre- guo, y quelos primeros siglos cristianos conservaron, de
o “ri sión griega, probablemente en dialecto beocio, referida a la ner a la sombra de los sepulcros los simbolos antiguos
Monedas griegas deED
Quío. multiplicidad de los gérmenes de vida que ficticiamente lleva: de la luz solar, convertidos luego en símbolos de Jesu-
en sí. cristo, luz eterna de los vivos y los muertos.
EnEgipto, el carácter del esfinge como emblema del principio de vida era tan formal- «Es la luz astral, dice Eliphas Lévy, lo que repre-
mente preciso que ha resistido el desgaste de lossiglos: todavía hoy, de acuerdo con unavieja, sentan esas gigantescas esfinges con cuerpo de león y
costumbre multimilenaria, nos dice Marierte-bey, hay mujeres estériles que se van a dormir o. cabeza de mago'». No digo que no,pero digamos más
a descansar a la sombra o en los brazos de los esfinges de la avenida de Serapeum con el ob; bien que para los antiguos pontífices del gran Egipto se
jeto de hacerse fecundas', trataba de la luz divina, en lo quepara ellos fue su más
Parece que, en la Galia, los druidas, que no relacionaban la esfinge de múltiples mamas divino concepto.
con la esfinge beocia de Edipo, sino con el esfinge egipcio, hicieron de ella uno de los emble- Y luego,dirijamos la vista a la otra punta dela tie-
mas referentes a la vida, el de la maternidad fecunda. rra y encontraremosla esfinge —¡encuentro inesperado!
El emblema de la resurrección. - Para el Egipto de los tiempos antiguos, la vida terrena| en la arqueología de las tierras de los indios aymarás del Fig, XIIL- Casco griego de la antigua
del hombre no era más que una preexistencia, Se consideraba que Nut, la madre de Osiris, Perú; y también allí dirigía sus grandes ojos de piedra al ein Caña
paría a una vida nueva constantemente a los muertos de cada día ; el lecho mortuorio «es la benéfico curso del sol' (Fig. XIV).
cunadel difunto». Pese a la deformación que contrajo a lo largo de sus peregrinaciones por el Antiguo
Unaviñeta del Libro de los Muertos, editado por Naville, representa las fases del renaci- Continente, el esfinge conservó hasta en Romasu carácter de jeroglífico de la luz, el es-
miento postmortuorio del ser humano.En esta transformación intervienen esfinges, y uno de finge que aparece en los frescos antiguos de la casa
ellos, acostado en un lecho, personifica a Harmachis, el Sol levante, el divino símbolo de la deLivia, en el Palatino, que decora la parte supe-
resurrección”. rior de una cornisa, lleva en la cabeza una diade-
Enel caso del Gran Esfinge de la pirámide de Kefrén, en Gizé, A. Moret es absoluta- maen cuya cúspide hay una llamaparecida a la de
mente categórico: este esfinge expresa para el rey Kefrén el mismo símbolo de la resurrección”, una lámpara”,
Es inútil insistir y añadir aquí más documentos, En Grecia, si bien el esfinge macho siguió
siendo el símbolo de la luz, la esfinge hembra, por
el contrario, era tenebrosa. Los-atenienses, que la
V. EL ESFINGEY LA LUZ
suponían hija de Cécrope, le daban el sobrenombre
cabamosde ver que, entre los egipcios, el esfinge era una divinidad solar”, sin que los : de Agraulis, que quiere decir: «la noctámbula”».
esfinges de Egipto, no obstante, hayan tenido alas, al menos anteriormente al período p Bréal, a mediadosdel siglo pasado, había subraya-
helenístico. El mundode las riberas septentrionales del Mediterráneo y de las islas de Fig, XIV- Esfinge peruano precolombino, do ya el carácter tenebroso de la adversaria de
según ORBIGNY, Op. cit Edipo, y hacía de este último el campeón e incluso
CE G. GLoz, La civiliation géenne, L. M, p. 278.
PUR po

CÉ Penzor y CHimez, Histoie de lArg TUI, p.552.


C£ Lots MEnaRD, Histoire des Grecs T. lp. 199. 1.-C£ “Collection Campana", Magasin pítoreque, T, XXXI, 1863,p.28.Grab.
MarErTE, Le Serapeum, p.30. 2. SCHLIEMANN, Mycdnes, pp. 43, 263, etc
Alexandre MORET, Mpstres fgytiens, p. 56,nota. 3. E. Levy, Histoire de la Magic, p.61.
Véase Navi, Le Livre des Mons, Pl. CLVIL,y texto, p.186. 4. Vésse A. D'ORBIGNY,LHomme américain,L.1. CE. Magasin pitoresque, T. XXVI, 1858,p.33 Pl. IL.
Alexandre MORET, Op. cit. p.58, nota. 5. CE $. BLONDEL, “La Perspective dansles Beaux-Ares de l'Antiquité”, Gazerr des Beasoc-Arts T. XVII, 2 P, p.33.
C£ Ph. Virex, Op. cit p. 179, nota. 6. CE Grasser-DORCET, “Cypris er Paphos”, Gazerte des Beaux-Arts, T. XXV, 1868, p. 340.

384 385
la imagen alegórica del sol'. El arte egeo, en un sello de piedra fina graba- - dente horror a fin de demostrar en qué espantoso grado de obscenidad había caído el senti-
da, presenta la esfinge que abre para alzar el vuelo unas alas recortadas de ¡miento religioso en Egipto'», porque no saben extraer la idea elevada y pura de la escoria rea-
escotaduras curvilíneas que hacen pensar en las alas membranosas de los lista y tosca del símbolo, y ver las cosas con el espíritu y los ojos de la época que las vio crear.
murciélagos* (Fig. XV). Bien pudiera ser, pues, que fuese una de las dos gnosis alejandrinas la que convirtiese pri-
cer
De modo que, con excepción a veces de lo que los poneen relación mero el esfinge en uno de los emblemas de Jesucristo; y el Didascaleo no podía decir nada en
Fig. XV.- La Esfi
con el misterio de la vida, conviene separar el esfinge y la esfinge: los ca- contra aunque la idea viniese de la gnosis por él combatida: los antiguos sentidosatribuidos
es capa racteres simbólicos de uno y de la otra suelen ser opuestos las más de las 2 al esfinge se prestaban demasiado bien a esa adaptación. ¿No es también Jesús «el Señor de los
de Zacco. veces, Ya veremos que la emblemática de antañosólo ha retenidoel esfinge Dos Horizontes», del Oriente que desde los primeros tiempos representó su nacimiento, y del
para enriquecer con él su ramillete de homenajes a nuestro Señor Jesucristo.* Occidente, que simbolizó su muerte? Él es el Dios tanto de la luz creciente como del reino de
las sombras. Es, en la realidad, y mucho más ampliamente que el esfinge en la ficción, la
VI. EL ESFINGE, EMBLEMA DE JESUCRISTO Soberanía, la Fuerza omnipotente y la Sabiduría divina; él las posee en toda plenitud, en la
más majestuosa impasibilidad, en el más inalterable reposo, en la más intangible serenidad.
egún dice Eusebio”, desde el principio del cristianismo, en Alejandría, existió una escue- También como la esfinge, Cristo es el sol divinoy la fuente misma de la sobreabundan-
la importante para la instrucción de los catecúmenos y la formación de los clérigos. En cia. También es, no ya la imagen alegórica de la Unidad, la Verdad y lo Absoluto,sino lo
el siglo III,esta institución, que llamaban Didascaleo, se encontrabaen su apogeo. Se es- Absoluto mismo, en la Unidad y en la Verdad.
forzó con éxito en hacer concordar con el cristianismo todo cuanto en las ideas religiosas ante- Comoel esfinge de Egipto, es detentor y poseedorde los secretos eternos, y como él, más
riores podía armonizar con su dogma, su moral y su espíritu: la vieja teoría egipcia del Verbo: sabiamentetodavía, dio a los hombres la doctrina perfecta y la regla de la segura sabiduría para
creador', la tesis, más reciente, del Logos, del Verbo divino,intermediario entre Dios y el hom- la conducta de su vida y la salvación de su alma.
bre, predicada porFilón y los filósofos helenistas, el Espíritu divino que insufla en las almas la Los siglos que siguieron mantuvieron las relaciones primeras entre los sentidos emble-
vida espiritual, la inmortalidad del alma, etc...; luego, a la gnosis descabellada y engañosa de máticos del esfinge de Egipto y el Salvador. Los místicos, e incluso algunas escuelas herméti-
Basilio y de Valentín, trató de oponer «una gnosis ortodoxa estrictamente razonable”». cas, aplicaron a la vida misma de Jesús el precepto del esfinge: «Saber, Atreverse, Querer,
de los viejos símbolos egipcios, los que eran susceptibles de concordar con la nueva re- Callar». Cuando un hombre rige su vida por estos cuatro verbos observados de una manera
ligión se aplicaron a Cristo, a los misterios cristianos o al alma fiel: el escarabajo sagrado,el ibis, complementaria, los unos con arreglo a los otros, recibe el máximo de fuerzas que es capaz de
el halcón, la rana, el icneumon,la palmera, el loto, etc. Gayet, a quien debemos las instructi- utilizar, Entonces han de considerarse comosigue;
vas excavaciones de las necrópolis cristianas de Akmin y Antínoe, habla a menudodela in- — Saber, Atreverse, Querer, Callar.
fluencia indiscutible de la-antigua religión faraónica en el espíritu religioso de los primeros 4) Saber atreverse, saber querer, saber callar;
monjes egipcios”. E. Amélineau”, uno de Jos mejores egiptólogos del siglo pasado, y tal vez el b) Atreverse a saber, atreverse a querer, atreverse a callar;
que mejor comprendióel espíritu de los primeros tiempos cristianos en Egipto, nos asegura que 4) Querer saber, querer atreverse, querer callar;
incluso en el siglo V, los dioses Osiris, Anubis, Amón y Horus* no.habían perdido todavía su d) Callar el propio saber, callar los objetos de su audacia, callar su voluntad.
popularidad entre los monjes cristianos. En las obras de polémica, tan vivas en Alejandría,
todos los ataques se dirigían al politeísmo grecorromano,ni uno contra los antiguos dioses del los maestroscristianos consideraron que ningún hombre en la tierra ha realizado más
país, considerados expresiones de verdades mal conocidas pero reales. Uno de los más dulces, plenamente que el Hombre-Dios el precepto del esfinge, del que no tenía ninguna necesidad.
de los más dignos y santos entre los grandes monjes de los monasterios egipcios, no se rubori- Dijeron, en substancia:
zaba de llamarse Pacomio,y la Iglesia lo venera con este nombre, que es el del diositifálico,
símbolo ingenuo y realista de la vida, «que nuestros apologistas modernos citan con compla- Saber. — Jesús poseyó el Saber. Conocía al Padre y al Espíritu, con los cuales es una
misma cosa. Fuente de todas las luces, luego de todo saber, en la tierra llevaba en sí la pleni-
1. Véase M. Br£aL, “Le Mythe d'CEdipe”, Revue archtologique, 2" séric, T. VIII, 1863, tud de la ciencia divina, que es la de los principios y las causas, de lo Universal y lo Relativo,
2. Cf. G. Giorz, La Civilisarion égéenne, L. IV, p. 394, fig, 73.
3. Eusesto, Historia ecleidorca, L, V, C. X. Nada de cuanto concierne al mundo y los seres invisibles, el mundo visible y el fondo de la
. Véase A. MORET, Mysties égypriens. La Mystire du Verbe Créateur, U, pp. 105, ss. naturaleza humana,le está oculto. Es el Omnisciente. Él dio al hombre la regla infalible de la
sama

|.Véase Dom H. LecLERCO, Dictionnaire diArchéologie cbrétienne, Y. IV, VOL. ll, sol, 2.407-2.410. sabiduría mostrándole el Camino, por medio de la Verdad, con vistas a la Vida eterna, pues
. CE Gaver, Coins d'Égypre ignorés.
Véase E. AMELINEAU, Glographie de lÉgypte a lépoque copre y Mémoires de la Mision du Caire.
. Para las asimilaciones de Cristo a Anubis y a Horus, véase A. BOULANGER, Orpbée, pp.147-148. 1. E AMEUINEAU, Les Moines égyptiens. — Vie de Scbmoudi,p.12.

386 387
él mismo es «el Camino, la Verdad y la Vida», y él conoce los misterios del Camino, de la y el don de la vida a aquel a quien constantemente invoca con el título de «Autorde la vida»
Verdad y de la Vida en todas sus manifestaciones, en todos sus estados. yal cual proclama «vida nuestra». Jesu, auctor vitae, Jesu, vita nostra.
En el Egipto antiguo,dice Le Cour, «la palabra Cristo significa el poseedor del secreto!y Por eso no ha de sorprender el ver irradiar en el Catholicon, la iglesia catedral de Atenas,
un gran bajorrelieve en el que el Arbol de la Vida se alza entre dos
Atreverse, — El Cristo Jesús supo atreverse, y su audacia fue grande: se atrevió a acercar la esfinges como en los tiempos paganos en el antiguo Egipto y
Materia al Espíritu, se atrevió a unir los dos términos más opuestos, puede decirse, Dios, el en Creta? (Fig. XVI). El catholicon ateniense lo construyeron en
tres veces santo, y el hombre pecador, restableciendo así las relaciones primeras entre el ciemposde las Cruzadas los duques franceses de Atenas' incluso si
Creador y la criatura racional pero caída. Durante su misión terrena, y durante su Pasión, se el bajorrelieve de los esfinges fuese una antigua obra de arte paga-
atrevió a desafiar, por nuestra redención, el más temible peligro que tuvo que temer como; no, lo cual ignoro, su empleo en ese lugar no dejaría por ello de
hombre, el odio del sacerdocio judío y el poder del gobernador romano.Se atrevió, por últi- sesultar significaivo.
mo, a amarnos hasta la consumación del suplicio redentor. Jesús dijo también: «Yo soy la luz que alumbra a todo hom-
bre queviene a este mundo»; y el esfinge, dios solar de la luz in-
Querer. — Supo querer, y toda su voluntad se dirigió a la misión que venía a cumplir. tensa y pura del desierto egipcio, convenía tan bien comocualquier
Quiso como Diosy como hombre; y cuando en las angustias de su agonía, tembló su volun= otro emblema para representarlo en alegoría. Me parece dificil. deta vida, Escaso del
tad humanaante la prueba, la sostuvo ligándola fuertemente a la voluntad de su Padre, que pues, pensar que los primeros simbolistas cristianos de Alejandría, Catholicon de Arenas.
era al propio tiempo su propia voluntad divina, puesto que él y su Padre son uno sólo?: «Padre, que hicieron suyoslos antiguos emblemas egipcioscitados más ari-
hágase tu voluntad”», ba, no fuesen los primeros en relacionar a Cristo, luz del mundo,y el esfinge, antiguo símbo-
lá delSol, dios de su país
Callar. — Jesús supo*rallar cuando le pareció bien, y su silencio fue a menudo para él un
escudocontra las voluntades adversas. Calló durante la primera y más larga parte de su vida,
que a causa de ese silencio llaman su «vida oculta». Calló en el desierto, ante el Adversario,
VIL EL CUERPO DEL ESFINGE TETRAMORPFOS,
que lo quería sondear y a quien no dio más que la replica de las Escrituras, pero nada quevi- *
EMBLEMA DECRISTO
niese de él. Se envolvió en silencio ante las preguntas intempestivas de sus discípulos, cu- ( ! omoel grifo, y comoel centauro, el esfinge fue la imagen de la unión, en el único
briendo incluso con el velo del enigmaalgunas verdades que dejaba para el Espíricu Santo el Ser que las ha poseído, de la naturaleza divinay la naturaleza humana,y de su doble
cuidado de hacerles comprender después de su desaparición. Subrayó el valor del silencio pre- soberanía sobre el mundoespiritual y el mundo material.
cisando que nos pedirán cuentas de las palabras inútiles. Más tarde, ante aquellos de quien de- Enelesfinge, igual que en el centauro, el busto humano,debido al alma que lo anima,
pendía la suerte de su vida,los príncipes del sacerdocio Pilatos, se encerró en un silencio casi creada segúnel Génesis a imagen de Dios”, representa la divinidad del Salvador; y.el cuerpo
completo, no por dulce resignación, comosuele decir una piedad mal informada, sino por la de cuadrúpedo representa su humanidad, pegada a la tierra, comola nuestra , durante su vida
firme voluntad de no responder a jueces que no podían juzgarlo. Casi no abandonó aquel mu- terrena. Todo cuanto he dicho a propósito del simbolismo del centauro sobre esta unión de
tismo; sólo para asegurar que vendrá un día a juzgar él mismo la tierra, para afirmar su rea- las dos naturalezas de Cristo vale también para el esfinge.
leza? y para proclamar quees el Hijo del Dios viviente”, Pero hay más: algunos esfinges tienen busto de hombre, alas de águila, patas delanteras de león
¿Noes ese el silencio del cual dice un moderno que «formaparte del sacrificio”»? patas traseras de toro; en ese esfinge se detuvieron con especial complacencia los místicos cristia-
El carácter que, prestado al esfinge, lo ponía en contacto con el misterio de la vida no nos, pues evoca a los cuatro animales sagrados de la visión de Ezequiel? y la de San Juaní, traspasa-
podía en modo alguno prohibirle entrar en la serie de emblemas de Jesucristo, muy al contra- dos luego a los cuatro Evangelistas. Al hablar del Tetramorfos hemosvisto que, en la emblemática
rio, porque, más que los cultos anteriores, y de manera más espiritualmente elevada, el cristia- cristiana, el conjunto de esos cuatro animales reunidos fue uno delos grandes y misteriosos emble-
nismo, tanto en su antiguoarte sagrado comoen su liturgia, proclamósu gran agradecimiento mas.del Señor, y que condensaba en él todos los sentidos particulares de cada uno de los animales
1. Paul Le COUR, Atlanni, n9 10 y no 21, p.2.
2. San JUAN, Evangelio, XVI, 23. 1. Letantas del santo Nombre dees.
3. San MATEO,Evangelio, XXVI, 42. 2. Véase el grabado de Freeman, Magasinpitoresque,T. XXIX, p.265.
4. San MATEO, Evangelio, XXVI, 64. 3. CE BucHoN, Recherhes sur la principautéframpaize d'Achaie
5. Ibid, XXVU, 12. 4, MoIsts Génesis 1, 26.
6. San Lucas, Evangelio, XXII,70.- San JUAN, Evangelio, XVII, 37. 5. EzequieL, Proficia, , 10 y X, 14.
7. Conde DE CHABROL, Poule Renowveaw, VI, 65. 6. San JUAN, Apocalipsis 1V, 69.

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separados. El esfinge así compuesto por una parte de cada unode ellos, pues, es un verdadero te-
tramorfos. Los ocultistas de hoy, por mucho que disten en su mayoría de los hermetistas de anta-
o, lo también reconocen: «La esfinge muestra al cristiano =dice uno de ellos=. ángel, el águila,
el león y el toro». Y Schuré nos dice que se ve toda la evolución animal en la parte humana y la
bovina, y la naturaleza divina en las alas del águila*, El águila, a decir verdad, ha representado la na- CAPÍTULO CINCUENTA Y CUATRO
turaleza divina en algunos temas de la iconografía y la emblemática cristiana en el caso del grifo,
por ejemplo, pero en el caso del esfinge es el busto humano el que la representa.
Estos sentidos de jeroglífico de las dos naturalezas de Cristo y de variante del terramor-
fos cuando lleva los cuatro caracteres necesarios bastarían ya sobradamente para justificar su
EL DRAGÓN
entrada en la fauna sagrada del Salvador. Por el contrario, en el arte de las catacumbas, la es-
finge de rostro de mujerpersonifica la Roma idólatra y depravada”,
1. EL «BUEN DRAGÓN»Y LA SANGRE DE DRAGÓN
1 dragón de los naturalistas contemporáneos, draco fimbriatus, no es más que un pe-
VIII. LOS CORAZONES DEL ESFINGE Y DEL HOMBRE E queño saurio cuyo tamaño no supera los treinta y cinco centímetros de longitud;vive
a doble naturaleza del Esfinge implica ficticiamente la presencia en-él de dos corazones en las costas asiáticas y en las islas de Malasia, Sumatra, Java, Borneo y basCélebes. Unas
dl. distintos: el de su busto de hombre y el de su cuerpo de animal. Es «el animal de dos * membranas flotantes, soldadas a los costados, le :
corazones». sirven de paracaídas cuando se lanza al vacio
La misma observación parecería deber imponerse en el caso del centauro, pero no creo desde lo alto de los árboles o delas rocas, pero
quelos pensadores del antiguo simbolismocristiano lo hayan tenido nunca en cuenta. no tiene alas y portanto no vuela (Fig. D).
Para ellos, con el primero de los dos corazones del esfinge, el corazón del busto humano, No vamos a ocuparnos aquí de este ser
tiene quever todo cuantoes propio del elemento espiritual y de las funciones elevadas del alma pequeño e inocente.
humana. Conese corazón tienen que verpara ellos la inteligencia, la voluntad y todas las faculta- Leyendo los escritos de los más antiguos
des y sentimientos nobles; y al decirlo están de acuerdo con los pueblos antiguos, los asirios y sobre maestros de la doctrina cristiana, Orígenes,
todo losegipcios, que nositúan la sede del alma y de la razón en el cerebro, sino en el corazón. Arnobio, San Jerónimo y San Agustín, parece
claro que el primer milenio no prestó atención Fig. 1- El Dragón de las costas meridionales de
Con el segundo corazón del esfinge tiene que ver todo cuanto conciernea la vida física Indochina.
del hombre y sus apetitos inferiores, lícitos o culpables, sus bienes terrenales, sus preocupa- más que a un solo dragón maldito por las
ciones corrientes. Escrituras hebraicas y el Apocalipsis de San Juan', animal fabuloso que parece haber nacido,
Por eso se comparó conel primer corazónal cristiano espiritual cuyos pensamientos ha- mucho antes del rey David, de una ampliación exagerada del cocodrilo.
bitan las zonas superiores del ámbito religioso, que hace prevalecer en su vida las preocupa- Sólo más tarde, durante la Edad Media, se representó a la hidra del Nilo como si fuese
ciones elevadas de orden sobrenatural sobre el aspecto prosaico de la vida material. un verdadero dragón pequeño, a veces alado”, Pero en la misma época, en medios imaginati-
Con el segundo corazón se comparó al cristiano prosaico, sensual y materialista que vos y particulares, nació la creencia en la existencia de otro tipo de dragón benéfico, diferen-
arrastra su vida como una carga de plomoy no alza nunca la frente más arriba del seto de su te de la hidra del Nilo. Había antiguos recuerdos clásicos que apoyaban aquella ilusión: ¿no
campo, de su mesa o de su cofre de monedas. habían hablado los antiguos de genios dragontinos propicios a los mortales? y dice Suetonio
La superioridad del primer corazón,sostenido porel busto del hombre y las alas del águi- que el dragón es «de esencia divina», Divinus Draco. Este agatodaimontenía que haber vivi-
la, sobre el segundo, mantenidoabajo porel cuerpo y las patas del cuadrúpedo,es, en un te- do, huelga decirlo, bajo los ardientes cielos de Etiopía y en las tierras que baña el Océano
rrenoen el que debe reinar absolutamente, la primacía de lo Espiritual sobre lo Material, que Indico, el mar Eritreo del mundo antiguo.
convierte al fiel en otra cosa que un simple cristiano vulgar; pues esa primacía efectuada en él “Combatidos incesantemente por los «malos dragones», los «buenos dragones», según de-
abre a su alma el acceso a las zonas superiores en las que recibe más de cerca el affujo, más cían, sucumbían a veces bajo los terribles dientes y garras de sus adversarios; pero entonces su
abundante, de la gracia divina. sangre caía sobre la caliente arena del desierto o sobre las ardientes rocas de las montañas, ad-
quiría un aspecto resinoso de color púrpura oscuro y se convertía en uno de los más precia-
1. Nocselángel sino el hombre, proviso deals como los otros tres animales; los texos de Ezequiel y San Juan son categórico.
2. PArUS, Traté dlémentaire de Science cculte, p. 187.
3. C£ ScHuR£, LÉvolurion divine. Du Sphinx au Christ, p. 33. 1. Cf. Dom H.LECLERCO, Dictionnaire d'Archtologicbrétienne, T. UV, col. 1.537 s.
4. C£ Davis, Les Ántiquits chrériennes rapportées a la Capella-Greco du Cimeriere de Prscill, p. 51. 2. Véase en el capítulo CV, La Hidra delNil, fig, UI, IV y Y.

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dos remedios conocidos por el hombre, la sangre de drago, que curaba tan bien comoel díc- Plinio, por su parte, atribuye a la sangre del basilisco, el gallo dragonado, unavirtud má-
tamo y mejor que todos los demás medicamentos,las heridas a menudo espantosas que las jca que lo aproxima mucho a la «sangre de drago»'. Fue, nos dice, «maravillosamente cele-
armas causaban a los caballeros y las mordeduras de los animales salvajes cuando éstos se lan- brada por los magos; cuaja como la pez, cuyo mismo color tiene; disuelta, se vuelve más roja
zaban desesperadamente sobre losintrépidos cazadores', ¿Podía una sangre que hacía tan ma- el cinabrio. Los magos le atribuyen además el poder de hacer que el hombre tenga éxito
ravillosas curaciones brotar del corazón de un animal maldito? Algunos no quisieron creerlo, “gon los poderes en las peticiones, con los dioses en la oraciones; decurar las enfermedades y
ir los maleficios. Algunos la llaman sangre de Saturno”.
sobre la roca del Calvario y porla cual fue curada de su herida original la humanidad. Este A propósito de las ideas de la Edad Media referentes al dragón, agreguemos también que
atrevimiento no excede a las audacias acostumbradas en los Bestíarios de la época, “dl estudio atento de la heráldica nobiliaria de esa época? y de sus prolongaciones permite ad-
A decir verdad, este simbolismo, como tantos otros, no parece haber traspasado los lí- misir que el arte del blasón no siempre consideró el dragón en mal sentido, sino que repre-
mites del círculo de alquimistas, galenos y botica- = séntaba a veces la Vigilancia, y también el Ardor, pues decían que «se comportaba en el
rios, cuyos cenáculos o corporaciones, sobre todo combate como un torrente impetuoso que desciende de las montañas»,y que de su pecho salía
hasta el Renacimiento, eran más que discretos con un aliento tan ardiente que «inflamaba los aires»*. Por eso ha sido posible creer, sin demasia-
sus secretos y tradiciones profesionales. do temor a equivocarse, que en los escudos de las Caritar de Condorcet (de oro con dragón vo-
Sólo a comienzos del siglo XVII fue revelado lante, armado y lampasado de sable, con bordura de gules) el dragón representa el ardor de la
el misterio de la verdadera naturaleza de la sangre caridad, caritas, que es amor y que deriva su grado de amordel grado de su ardor. ¿No invo-
de drago por parte del científico andaluz Nicolás ca la Iglesia al corazón de Jesús de este modo: Fornax ardens caritatis, «Horno ardiente de ca-
Monardes*. Y he aquí lo que unade las grandes re= ridad!»
vistas médicas francesas escribía recientementeal
respecto de este remedio que nuestros abuelos apre-
ciaban tanto: a
IL EL DRAGÓNY EL VERBO DIVINO
«... El nombre de sangre de drago no se le dio* ay otra idea referente al dragón que parece haber nacido en pleno paganismo extre-
a causa de su color rojo, sino porque los antiguos H 'moriental; es la que relaciona este animal fabuloso con el Verbo divino, igual que en
pensaban que provenía de la sangre seca del dra- el paganismoegipcio se relacionaba el ibis con el «Verbo creador». Las antiguas cris-
gón, animal fabuloso en el que creían (Fig. 11). La tiandades deSiria, de la Alta Armenia y de los centros nestorianos más orientales probable-
Fig IL- El Dragón. Del Horn Sanitat. Edición verdad es que Dioscórides rechaza esta idea, aun- mente la conocieron,pues las relaciones entre el Oriente Próximo y el Extremo Oriente, en el
de 1491. que sin decir de dónde procedela sustancia. Fue el primer milenio de nuestra era, eran mucho más frecuentes de lo que se suele imaginar”, por
médico español Nicolás Monardes el primero que lo demás, era una idea que existía en el Jurasán, Afganistán y el Panyab.
indicó su origen vegetal. Asegura que el árbol que da esta resina lleva el nombre de drago a Todavía en nuestros días, el dragón es para el lamaísmoy el budismo indotibetano el em-
causa de la huella de este animal que la naturaleza confiere a su fruto. Pero es mucho más ve- blema de la Vida y el Verbo divino, de la palabra conservadora de la vida en la tierra”. «El dra-
rosímil que el fabuloso nombre de la resina hizo que se lo diesen al árbol que la proporciona- gón, dice René Guénon, el antiguo símbolo extremoriental del Verbo, tan sólo despierta ideas
ba, que los antiguos no conocían *.» “diabólicas” en la mente de los modernos occidentales».
La observación es muy juiciosa, y la sangre de drago que los antiguos recogían procedía, En Birmania y las regiones del valle del Río Azul que la rodean,el dragón es representa-
sin que ellos lo supiesen, de los frutos desecados de distintas palmeras de las riberas del golfo do, como creador, echando por la boca el mar de las aguas primitivas que contienen el Pez,
Pérsico y de la cuenca del mar Eritreo, del Indostán y de Indochina, especialmente del fruto emblema de la vida en el mundo.Y sin duda, por este papel de su boca, se relaciona con la
del Calamus draco. La sangre de drago la produce generalmente el Dracoema draco de las Palabra del Dios creador.
Canarias y las Azores, y el Pterocarpus draco, de las Indias Occidentales y de América del Sur,
conocidos por Nicolás Monardes. 1. Véase el capítulo XC, El Gall; y Puno, Historia Nañural, L. XXXII, cap. VI.
2. Puno, Historia Natural, XXIX, 19.
3. C£. Vulson DE LA CoLOMBIERE, La Science hérvique edición de 1669,p.320.
1. Encl siglo pasado, la sangre de drago entraba rodavía en la composición de diversas pildoras y ungúientos eficaces con- 4, CE ALsErTO MAGNO,siglo XII, Los Animals, Libro XXXV.
ura las hemorragiasasí como en el agua hemostáca de Tisserand y en el polvo escarótico de Dubois. 5. Texto oficial de las Letanías del Sagrado Corazón.
2. N. MONARDES, De las cosas que se traen de las Indias occidentales 6. Cf. J.-B. CHañor, Histoire de Mar-Jabalaba [II, patriarche des Nestoriens, Paris, Paris, 1895.
3. Asculape, 2 sésic, T. XVI, 00 3, mars 1926, p. 102. — Véase MATTHIOLUS,Comment. sur Dioscoride, Lib. V, 7. CE J. Manquis-RiviBRE, A lombre des Monasteres thibérains, p. 125.
cap. LXIX. 8. René GUENON,“Seth”, Le Voile d'is, T. XXXVI, 1931, n* 142,p. 594.

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En Annam,el dragón es emblema de poder,y representa además la persona del empez léficos: entre ellos, dice Henri Doré, se produce una inextricable confusión. El mayor de
dor(Fig. 111). También es el guardián de los tesoros ocultos'. A dos «es el animal misterioso, sobrenaturalizado, el reptil espíritu más particularmente desig-
Agreguemos que, tanto en estas regiones como en la India y el Tíbet, el dragón suel lo en los libros chinos como el Dragón porexcelencia».
considerarse un ser psicagogo,pues sobre sus alas o sus hombros sonalz Ese dragón, según dicen, aparece
dos y llevados hacia el Compasivo las almas de los asceras después de en las ocasiones muy importantes y
muerte de los cuerpos a los que animaban en la tierra. Así emigró de es particularmente el reinado del
mundo hacia la inmensidad dichosa la santa alma de Milarepa, e cn Fu Hi (4477-4363 antes de
Es históricamente seguro que los antiguos apóstoles del crisianisog 7 risto), que a menudohizo intervenir
en la China no anatematizaron la imagen del dragón local, pues en la ci supuestas y personales apariciones de
pide de la estela cristiana levantada en Kin-chan-se en 1625 hay sobre este dragón como medio de influencia
cruz una especie de cúpula coronal sostenida por dos dragones”. y de gobierno! (Fig, 1V).
Todoslos pueblos del globo que han tenido fe en una divinidad sy Los letrados religiosos de la China
prema,creadora dela tierra y de los mundos, así comode la vida que => dividieron los dragones secundarios en
en estos mundos, han adorado la palabra omnipotente que ha gritado po cuatro familias: 1.- Los dragones que
el espacio las leyes que rigen la gravitación de esos astros y los gérmene suben a los cielos; 2.- los dragones espí-
de vida que en ellos se han desarrollado. Ya fuese entre los pontífices dí =fitus; 3.- los dragones terrestres, que no
FigHL.La cruz del Egipto el Verbo creador; entre los griegos, el Logos; entre los druidas dí pueden subir a los cielos; y 4.- los dra-
Dragón de Annam, los galos, la boca de Ogmios; entre los lamas y gurús del Tíbet, entre lo gones subterráneos, que guardan los te-
condecoración bonzos de Indochina y de la China,la Voz de Dios o la Palabra incread soros ocultos y las materias valiosas que
¿macoaaramita.— «] Verbo divino, aunque mal conocido, mal servido y deformadoa ul hay bajo tierra.
Cf. DaquiN y tranza, no deja porello de ser el Verbo de Dios que «era en el principig) La imagen del gran dragón es en
Baxoies, Ordres de. sin el cual ningunacosa fue creada, y es la vida misma y la luz de lo$ la China comoel emblemade la noble- cb
chevalerie autorisés en hombres».
France, p. 66. % za soberana y del poder divino. Por eso Fig. IV. El gran Dragón sagrado de la China, protectoro delos
Y para el cristiano, todo homenaje y toda adoración dirigidos ¿13 la bordan en la túnica y en el manto del soberanos del Imperio. Según H. DORE, Op.ct
Verbo divino, aunque venga de los más obstinados paganos, sube hacia Cristo, Palabra etera emperador, y suele servir de montura a
na del Padre, lo mismo que todo cuerpo, lanzadoal espacio, se va a su pesar hacia su cen: los dioses y las diosas. Su culto tiene que ver sobre todo con la dicha del soberano y de su pue-
real, blo. El culto de los dragones secundarios es una liturgia extremadamente densa cuyas princi-
pales ceremonias se practican para obtenerlluvia o
buen tiempo,así como buenas cosechas de cereales y
III. EL DRAGÓN EN LAS CONCEPCIONES RELIGIOSAS CHINAS *
de frutos, para lo cual se celebra cada año la tradi-
os buenos chinos ven un poco por todas partes la imagen sagrada del dragón, en las li cional «Ceremonia de los Brotes» (Fig. V); a este
nas quese entrelazan en los troncos de los árboles desmedrados, en la espuma que bor- culto pertenecen también las impetraciones para la
botea bajo las cascadas, en las nubes que se estiran y deshacen empujadas porel vientó prosperidad del ganadoy la consecución de todos los
en la bruma quesale por la mañanade los estanques en los que florecen los lotos, en el vaho bienes materiales”.
quesale en invierno de las narices de los caballos, en el fia de los incendios, en el del Los felices inmortales, entre otros alimentos ce-
piras fúnebres, en el vapor de la olla o del cuenco de arroz... lestiales, reciben en el reino del más allá hígados de
Entre esos innumerables dragones, unos son genios Ma y Otrossonseres temibles y
Fig. V- La imagen taismánica del «Dragón de dragón y tuétano de fénix...”,
los Brotes en la China. Según A. DORE, Op.
cit, Par, L, T.1 vol. I, p. 200, fig, 136. En todo cuantorefiere Doré sobre las tradicio-

1. CÉ-H, GOURDON, Conference surles reigionsindigónes en Indo-Chine, Paris, 14 avril 1932.


2. Vésse Dom H. LecLEncO, Dictionnaire dArchtologiechrérienne, Y. IN vol. 1, col. 1353-1385, fig. 2.802. 1. CE H, DORÉ, Op. cit, 1* Par, T. Il,vol. 1V, pp.449 y 461.
3. C£San Juan, Evangelio, L 2. Ibid, 1* Part, T. Jl, p. 200.
4. Véase H. Dor, Recherches sur les supersiions en Chin, passim. 3. Ibid, 11* Part, T. IX, p. 491.

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nes dragontinas de la China, no se encuentra nada que ponga clar Por eso en un cenáculo intelectual de París, muy independiente, este tema simbólico se
mente al dragón en relación con el Verbo creador y conservadordell E formuladoasí: el dragón de los antiguos centros iniciáticos es una imagen de Jesucristo,
vida, Bien es verdad que no habla más que accidentalmente de las alt sólo dándole muerte pudo abordar la humanidad caída el umbral de la vida eterna. Así como
cuestiones de la teología china, y se refiere sobre todo a simples sy dragón guardián defiende la entrada del camino de dicha con garras y dientes, así Cristo,
persticiones de aquel país. Con todo, dice que «el dragón es el prinoj
'con su doctrina y moral tan severas, con sus rigurosos mandamientos, hace difícil acceder a la
Lar pio de actividad del Yin, o en otros términos, es el Yang del Yin ', orada dela dichasin fin, cuyo estrecho sendero, que sólo los valerosos pueden abordar, él
, Es sabido que el Am Doungo Tai Ki del Asia central y de la Chi 1o ha trazado y construido. Ese es el reino de los cielos que sólo los violentos consiguen,
Fe E2% contienelos dos principios cósmicos,el masculino y el femenino, Ya el Evangelio. Sólo la efusión de la sangre del dragón permitió a Sigfrido acercarse al pá-
comprende dos y Yin, elementos complementarios y necesarios para toda existen , atravesar el brasero, despertar a la virgen; sólo la efusión dela sangre de Cristo permite
elementos: el Yang,
elemento luminoso,
para toda actividad,
.
para toda vida latente o manifestada en el unive P US hombre abordar la dichosa vidacelestial, sacando provecho de los tesoros de redención, de
cio y masculino, y el. SO entero (Fig, VI), = santificación, de resurrección y de glorificación que sólo Él podía dar.
Yin, elemento oscuro, Sin lugar a dudas pueden establecerse paralelismos entre este cont Todoello se imagina sin duda con la mayorrectitud deespíritu; hay que señalar, no obs-
pasivoy femenino. cepto y la teología crstiana del Espíriru creadory fecundador del mundo) tante, que al menos un punto requiere una observación. Y es que en todas las ficciones poé-
inten de la Palabra creadora y conservadora de la Vida, del Verbo divino? ticas de la Antigiiedad, el dragón defiende a ultranza su vida, y que enel Calvario el sacrificio
¿Cuál es el sentido exacto del Am Duongen el escudo episcopal de Jesús fue voluntario; el primero cede a la fuerza, el segundo se ofrece por amor.
de Monseñor Gustave Mutel, Vicario apostólico de Corea en 1850? No puedo suponer qui E
tansólo se trate del emblemaheráldico de Corea, sin más...?.
V. EL DRAGÓN, EMBLEMA DE SATÁN
IV. EL «DRAGÓN DEL UMBRAL» E l el pensamientocorriente de la masa de cristianos de hoy en día, el dragón represen-
ta el espíritu del Mal, Satán, rey de los infiernos, y no representa más que eso (Fig.
esta exposición de ideas antiquísimas referidas al dragón, añadamos por simple men: VID). Por lo demás, esta opinión, demasiado exclusiva en
A 'n un temasimbólico reciente que por lo demás no presenta hasta el final toda l4 comparación conla simbología antigua y general, concuerda con
exactitud deseable, la de los Bestiarios de la Edad Media, y se basa en los textos es-
Es sabido quelas ficciones más antiguas suelen mostrar al dragón guardando celosamen: criturarios, sobre todo en los que conciernen al dragón idolátri-
te tesoros inmensos en cavernas inaccesibles o bien en cumbres rodeadas de precipicios a las $ co de los babilonios que Daniel hizo perecer” (Fig. VID, y los
quesólo se puede llegar por un peligroso sendero lleno de dificultades. En otras leyendas, el dragones del Apocalipsis de San Juan:
dragón defiende la entrada de paraísos incomparables en los que se ofrece el más valiosoy frás «Otrosigno apareció también en el cielo, dice San Juan; de _ EeL
gil de los tesoros, la dicha. Para saborcarla, o para poseer las riquezas de tan fantásticos dep pronto se vio aparecer un gran dragón rojo que tenía siete cabe- Fig. VIL- El Dragóninfernal y
sitos, el hombre debe dar muerte al monstruo que los guarda; así Hércules tuvo que combatir! zas y diez cuernos, y sobre las cabezas llevaba siete diademas; con alado. De un manuscrito del
y vencer al dragón que guardaba el jardín de las Hespérides, en cuyos bosquecillos había mans * la cola arrastraba el tercio de las estrellas del cielo, y las arrojó siglo XIV. C£ Carálogo J. Baer,
zanas de oro que daban la felicidad. La lanza, o la espada, roja de sangre del guardián de eso sobre la tierra. Se alzó luego el dragón ante la mujer que iba a Fem, 1912.00 487%,
lugares era asíla llave que permitía entrar en ellos. parir, para devorar a su hijo en cuanto lo hubiese echado al
Desde hace muchossiglos hasta nuestros días, las agrupaciones de base iniciática h: mundo...» Y San Juan agrega queese gran dragón, esa «serpiente antigua» es aquel «que es lla-
tenido en su simbolismola ficción del dragón defensor, y su título de «guardián del uml madoel diablo y Satán'».
ha pasado a su vocabulario. «Esotéricamente, el mito dragontino significa la lucha delini Prosiguiendoel relato apocalíptico, volvemos a encontrara la espantosa bestia, también
do contra el “dragón del umbral”»'. De modo,pues, que es la muerte ficticia de ese dragón escarlata y «cubierta de nombresde blasfemia» con sus siete cabezas y-sus diez cuernos. Ya no
guardián lo que permite acceder al sanctasanctórum de la agrupación y participar en la vida y? combate a la mujer bendita entre todas las mujeres, sino que lleva sobre el lomo a otra mujer,
los conocimientos de los grandes iniciados. suntuosamentevestida y engalanada, que lleva en la manola copa desbordantede las iniqui-
1. 16íd, 1% Part, TI, vol.IV, p.452. 1, Véase Guillaume DE NORMANDIE, Le Bestíare divin, XXV, De Dragon.
2. Hay que destacar que el Gran Dragón contiene en sus repliegues la Llama, imagen de la vida. 2. Libro de Daniel, XIV, 22-27.
3. C£ SAINTSAUD, Armorialdes Pratfrangas, p. 264. 3. San JUAN,Apocalipsis, XII, 3-5.
4. A. Rocuien, La légende de la Tarasque, p.14. 4. Ibid, XIL, 9.

M—-
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dades, las abominaciones y las infamias perpez E Ba de león», que Mistral describió conforme a las tradiciones provenzales', y que llamaban
tradas sobre la tierra. Y su nombre es «Babilonia tal vez del griego tarasso, «espantar»), sumió en el terror toda la ribera del Ródano,
la Grande»(Fig. IX). pa E des Aviñón hasta el mar. Santa Marta fue sola al en-
De acuerdo con estos textos, los artistas cuentro del animal y lo llevó prisionero a Tarascón,atado
antiguos hicieron que el dragón, incluso fuera tan sólo con su frágil cinturón. Es imagen del paganismo
de las espantosas visiones del relato de Sar vencido en aquella
Juan, simbolizase a Satán el anticristo, señor de región por los pri-
todo mal que alza sobre él las siete cabezas de meros apóstoles de
los pecados capitales, el mal espíritu que im: la fe cristiana.
pulsa a cometer el «pecado contra el Espíritu En el siglo 1V,
Santo» del que en el Libro sagrado se dice que Santa Radegunda,
«no tiene perdón ni en este mundo ni en el la cautiva de san-
Otro», y gre real que había
Los artistas de antaño nos presentan tam- desposado. Clotario
bién a esta bestia monstruosa comoseñora sobés3 pero cuyo matrimo-
rana de todos los agentes del mal en la tierra; nio fue anulado,
vengan de donde vengan, y sean los que sean,' fundó en Poitiers
Poreso en unavidriera antigua de Saint-Nizier un monasterio en
de Troyes es adorada por un rey, un obispo,un el que pasó el resto
monje y una mujer; desde lo alto de su cielo, de su vida con sus Fig. X- La gran Babilonia del Apocabpsi:
Fig, DCLa Bestia desiete cabezas del compañeras en la Miniatura de la Edad Medi, de BARBIER
Fig. VIIL.- Daniel envenenando al dragón de Dios, vestido como un papa,se inclina armado Apocalipsis — De una vidriera del siglo XV DE MONTAULT, Tratédconographie
Babilonia. - De un Speculum Humanae salvatonis, con una hoz para cortar de un tajo la horrible: en Saint Niziede Troyes. práctica de todas las ebrérienne,T.M, p. 183 y pl. XXIX, 0 314.
mss.inglés desiglo XIV. Véase Joseph Baer, cosecha de las siete cabezas del monstruo. Y la * virtudes. Pues bien,
Carálogo, 1912,p. 300, Pl. LVI.
escenalleva este comentario: sucedió que un dragón alado enorme fue a establecerse
en un subterráneo, entonces ya antiguo, que daba al mo-
«Aquísale de la mar un animal horrible, nasterio. Y aquel monstruo devoraba a las religiosas
Monstruosiete veces cabezudo y provisto de diez cuernos, demasiado imprudentes que se acercaban a su guarida.
Quecruzandolos confines de grandísimas blasfemias, Radegunda lo castigó por ello: cuando se preparaba a
Del dragón ha recibido poder para hacer el mal”» (Fig. X). emprender el vuelo para huir de ella, la santa lo fulminó
sólo con una señal de la cruz. La tradición poitevina ha
Pero en oposición con la soberanía de la bestia dragontina sobre los seres humanos per- $) llamado a aquel dragón ela Grand'goule».
vertidos y perversores, muchas leyendas hagiográficas nos representan, con el aspecto de un * Antaño,en las viejas ciudades en las que se contaban
Fig. XL- San Miguel derribandoal
dragón, al Espíritu del Mal vencido por santos y santas. Son primero los dos caballeros del leyendas semejantes, se llevaban en las procesiones solem- Dragón. El Arcángel, no vestido de
cielo, San Miguel (Fig. XI) y San Jorge, completamente equipados y armados, y montados * nes las imágenes de los dragones vencidos. Enel siglo XV, «caballero, sino de hombre armado de las
sobre caballos de guerra; luego, gran número de bienaventurados que nollevan más arma que * el buen rey Renato de Anjou reguló en personael cere- milicias concejiesnotiene armas
ofensivas.
Ml Cobre grabado del sigloed
XIII.
la fuerza de sus virtudes, la cual les atrae una parte de la fuerza divina, Así, San Andrés de Aix- monial de la procesión en la que se llevaba la imagen de
en-Provence, San Víctor en Marsella, San Armentario en Draguignan, Santa Marta en la Tarasque, en Tarascón”. AIconograpbiecbrrenn, T. Mp. 16, PL.
Tarascón, Santa Radegundaen Poitiers y tantos otros. _ Esas imágenes de dragones, que venían inmediata- XX,n*213.
Todoel mundo conoce la leyenda tarasconesa: un animal monstruoso, enormesaurio «de E
1, MisTRAL, Mireille, canto XL. a Pue
Provence, T. IV, 1840.
1. 1bíd, XVI, 4,5. — Véase también XX, 24. 2. Cf. PosrE, “Recherches historiques surles fétes dela Tarasque”, Mémoires de. PAcadómie d'Aix en
2. Vidriera del siglo XVIL — Rovciuer, La légende de la Tarasque,p.7.

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mente después de la cruz, simbolizaban a Satán vencido siguiendo a su vencedor,igual ql Elenó a Juan Huss y Gerónimo de Praga'. En esa
en los triunfos de los césares victoriosos, los jefes enemigos, domados y condenados, con: , sin embargo, no podía tratarse de otra
manosatadas, seguían el carro del triunfador. - que de una reorganización de la Orden,
La imagen procesional de la Grand'goule de Poitiers está actualmente en el Museo de es existía ya en 1397" (Fig. XIID.
ciudad (Fig. XID. j E y el mismosentido tiene en la insignia de la
E orden de los Caballeros de San Miguel, fundadael
iso el rey Luis XI de Francia en 1460, y en
Ue la Orden de los Caballeros de San Jorge de
"Hungría y Bohemia, fundada por Federico II
Eon 1470, y en el de la Orden de San Jorge de
E Baviera, fundada porel elector Carlos Alberto en
1729. En todas esas joyas, San Miguel o San
Fig. XIV-La insgniadel collar dela Orden de San
Jorge de Baviera.
Jorge pisan, ellos mismos o su caballo, el dragón
<aránico y hunden en su boca la punta de la lanza
XIV).
E Unarelación: en la sala de Bauit, del Museo del Louvre, no deja de resultar asombroso
ver una bellísima escultura egipciorromana que representa al dios Horus, montadoy vestido
con la lanza al co-
7 de legionario romano, que aplasta con los pies de su montura y atraviesa
2 codrilo tifónico, una de las representaciones egipcias del mal.
Fig. XIL.El Dragón de Santa Radegunda, llamado la Grand'Goule,
Antaño en la abadía de Sainte Croix, hoy se encuentra en el Muséede l'Hotel de Vile dePoitiers.
Madera esculpida.Siglo XVIL.

Dice Eusebio que el emperador Constantinotenía en cuenta tanto la imagen del dragón
comola de Satán cuandose hizo representar de pie y atravesando con su lanza un dragónexi
zado, emblema del paganismo vencido".
En un pensamientoparecido,los imagineros de la Edad Media pusieronbajoel talón dé
la Virgen María tanto una serpiente como un dragón vencido, en eco a las palabras de la mál
dición: «La Mujer te aplastará la cabeza, y tú la herirás en el talón... 3

VI. EL DRAGÓNY LAS ORDENES


Fig, XV.Uno delos dragones dela tapicería dela reina Mailde,
en Bayeux; siglo XI.
DE CABALLERÍA
l dragón tiene el mismo sentido diabólico
en el motivo heráldico del gran collar de la
A-4 Orden del Dragón invertido, fundada, se ha FigXI. Insigiad a Orden del Dragón
dicho a menudo,porel emperador Segismundo en invertidoJoya de oro del siglo XVII. Véase
1418, después del concilio de Constanza que con- FAviN,Op.ci 3

1. C£ Eusealo, Histor. eceles 1. Véase FAVIN, Thélore dhonneur e de chevalerc.


2. Génesis, UI, 15. 2. C£ Jusrimant, Letres sur lEncxlopédie

400
401
CAPÍTULO CINCUENTA Y CINCO

EL FÉNIX
1, EL PROTOTIPO NATURAL DEL FÉNIX
D e nuevohay que volverse hacia el misterioso y profético Egipto para buscar la razón
de la presencia del fénix en la serie de emblemas personales de Jesucristo; no porque
sea posible pensar que este emblemahaya nacido en la cuenca del Nilo, sino por-
ue allí se creó la singular fábula que hace
de ¿elpájaro más fabuloso que haya crea-
do la imaginación humana.
Parece, en efecto, que la antigua Asia
: conocía ya el fénix muchoantes que Egip-
to: el más antiguo arte chino nos muestra
¿25 un fénix asociado a menudo a la flor de ne-
= Jumbio o bien a la de loto, cuyo simbolis-
mo comparte o completa, Envuelto porsus
largas plumas caudales como el centro de
unarosa porsus pétalos (Fig. D), su imagen
es desde los tiempos más antiguos untalis-
mán venerado".
En el arte asirio, contemporáneo de la
hermosa época egipcia, hay un ave sagrada Fig,1. El Fénix «de buen augurio» entr los chinos.
«ue gia o antecdo OlMed
por el galope de sus caballos, igual que en
el arte egipcio el halcón acompañael carro de los faraones; y esa ave tutelar de los asirios se
parece mucho más al fénix que al halcón.
El avildn talk6n,4 buice; el bis y la golondrina que encontrámos'én el arte ll
gioso de Egipto son pájaros que nacen y viven en aquel país; el fénix no correspondea nin-
gún tiporeal de la fauna egipcia, por eso su identificación hizo dudar a muchos científicos del
siglo pasado, E. de Rougé ve en él «unaespecie de garza”», y Champollion-Figeac lo llama«un
avefría provista de copetes”». Su nombreegipcio de Bennu implica la idea de color brillante

1. CÉ G. DEC, “Vue genérale de l'Art chinois”, Gazete ds Beau-Ara, 2 P, T, Y, 1872, p. 116.


2. E. de RouGt, Notice des Monuments du Louvre, 1860, p. 85.
3. CHAMPOLLION-FiGEAC, LÉgppte ancienne,p. 259.

405
que los griegos interpretaron con foinix, «el purpurado», de foinikes, «color púrpura»; foimj * grinación el crecimiento de la vegetación primaveral, y su imagen, como la del dragón,par-
queel helenista Planche traduce por «pájaro de fuego'». E ticipa en los ritos solemnes de la «Ceremonia de los Brotes'» (Fig. II).
Ninguna zancuda correspondea esta indicación de color, ni siquiera el flamenco rosa, e Se considera queel fénix, protector de los emperado-
el que algunos han pensado. Poreso, tras haber consideradovarias representaciones del fén; E res, se aparece a algún santo o a algún grande del Imperio
que se parecen a la del obelisco del Cairo (Fig. 1D), la mayoría de lg E en las épocas de prosperidad, y también cuandoel cielo
egiprólogos se han unido a la opinión de Cuvier, queve enel fa bendice especialmente a sus hijos de la China; en las épo-
sán dorado de Asia el prototipo natural del fénix: el considerabl| $ cas malas, se aísla en felices soledades, lejos de las orillas
papel de esta ave en las artes emblemáticas de Asia, sobre todo de “del mar de la China y del mar Azul. Cuentan las leyendas
China, autoriza esta opinión, En la China, el Kin-Ky(la gallina d * chinas que se manifestó de manera particularmente efecti-
oro) y el faisán Fu-wu aparecen esculpidos, bordados, cincelado va durante los felices reinados de los emperadores Huang
1d pintados o dibujados por todas partes, con diversos sentidos siem; Ti (2697 antes de Cristo), Chao Hao (2597 a 2514 antes
Fig IL- El Fénicenun pre favorables" de Cristo) y Yao, hacia 2351”...
intDIDiO a V. Davin haescrito, conformea lo que acabo de decir, largí Dicen queen el cielo, las almas santas, son alimenta-
y eruditas páginas que llevan también a la conclusión del estrech das con manjares divinos entre los que hay hígados de dra-
parentesco del fabuloso fénix de Egipto y el faisán doradoreal. Est góny tuétanos de fénix, que los mantienen inmortales en Fig UIL- La imagen ralismánica del
Fénix para la ceremonia china de los
últimopájaro, por lo demás, tan sólo fue conocido en Roma en tiempos de los primerosem una dicha sin par, Brotes. CÉ. H. DORÉ, Op.ct
peradores, y sus representaciones en el arte cristiano son muy raras; no obstante, Dor
Leclercg, a quien convienereferirse siempre porlo queatañe al arte primitivo del cristianis
III. EL FÉNIX ENTRE LOS ANTIGUOS EGIPCIOS
mo,da la representación de un mosaico de Furni en el que aparece el gallo del faisán junto4
su hembra?. 1 pájaro que nos ocupa en este capítulo, al que los griegos llamaron Phenix, se llamaba
Bennu entre los egipcios, nombre que refleja una idea de esplendor y que parece relacio-
narse, dice el egiprólogo Lefébure, con el nombre asirio b4nu, que significa «brillante»,
II. EL FÉNIX EN LA CHINA En la religión egipcia, el bennu, al quelos jeroglíficos nos muestran conel especto conven-
arece ser que en el «Celeste Imperio», el fabuloso fénix también es el faisán cional de zancuda coronada de copete (Fig. IV), estaba relacionado con los cultos conjuntos de
Enute las trescientas sesenta especies de aves conocidas porlos antiguos chinos, el Osiris y de Ra. Era, nos dice Ph. Virey, «el símbolo de las apariciones periódicas, de las salidas del
fénix, el Fong Huang, el que ostenta la realeza. Fong significa macho, y Huang, hembra Sol, es decir —digámoslo enseguida— que era un emblemade las resurrecciones de Osiris'».
Losfénix nacen, según cuentan,en el Reino de los Sabios, al Oriente de la China, probabl Las imágenes del bennu, por lo general, están todas relacionadas con el sol, ya sea en la
mente en algunaisla imaginaria, tumbade Osiris en Abidos, en Anteópolis o en Captos, e incluso en Edfú. En Captos, igual
El fénix tan sólo comeel fruto de una variedad de bambú, y tan sólo bebe el agua más? que en Anteópolis, el bennu, que tiene en el pecho dos brazos humanos, los tiende hacia la
pura. Todas las aves del cielo le hacen la corte cuando aparece, y si se da el caso de que cante] estrella Sathis (nuestro Sirio), cuya aparición en el cielo precedea la salida del sol”.
todos los gallos del mundo le responden. Su canto es una armonía de cinco notas, Tiene sei? En un texto hallado en el cofrecillo funerario de una reina de Egipto de la decimoprime-
pies de alto y su plumaje se componede cinco colores muy vivos”. ra dinastía, Osiris le confía al bennusu secreto de las cosas de la eternidad. En el Ritual de los
Cuentan que esta divina especie de pájaro nació del Sol o del Fuego, Hijo de la Ll. Muertos, tan interesante con sus nociones de Purgatorio e Infierno, Osiris dice también: «Yo soy
salido por su mediación del Yang, el gran principio activo, el fénix ejerce una influencia pres el Bennu, ese Grande que está en An (Heliópolis); yo soy la ley de la existencia y de los seres»
ponderante en la concepción y el nacimiento de los niños, y es él quien, con el licornio, tr ds (nacimiento, muerte y resurrección”). Encontramos muy antiguamente esta identificación de
Osiris y el pájaro que le está consagrado, aunque parece que sólo tardíamente, en el último mi-

1. J. PLANCHE, Dictionnairegrecfrangais, 1.198, col. 3. 1. bid; [* Par,vol. IL, p. 200.


2. Cf César CANTU, Hisvire univesele, T. p.318. z 2. Ibid, Lp.
3. FURMI,actualmente Henchir el Mstadin. CÉ Dom H. LecteRcO, Dictionnaire dArchologie chréñenne, T. V, vol Ar Part,, T. IX, p. 491.
col. 1.080. P Vires, Relgon de 'ancienne Épte, . 145,
4. CE H, Dos£, Recherches sur les superstiions en Chine, Y* Part, T. 1, vol. IV, pp. 442 s. 5. Cf. Davis, “La Capella Greca”,Revue de [Art chréien, 2" séric, T.X, 1879,p. 379.
5. Ibid, 1 Part, T.L, pp.2y4. Jbíd., Op. cit: p.384.
6. Ibid,

406 407
lenio antes de Cristo, el bennu fue honrado en el templo de Heliópolis con una leyenda a. Plinio, que dice que escribe a partir de las informaciones del sabio y erudito Manilio, habla
pia exclusivamente de él; sin duda la debía a que el sacerdocio helio; E así del fénix: «Nadie lo ha visto nunca comer. Está consagradoal sol en Arabia, y vive quinien-
litano deseaba ocultar con enigmas que resultasen indescifrables para os años; llegado a la vejez, se construye un nido con ramitas de canela y de incienso,lo llena de
sacerdotes menfitas y tebanos el descubrimiento astronómico que h perfumes, y muere encima. De sus huesos y su médula nace un gusano que se convierte en
hecho del «período sothíaco» y del «ciclo circular'». Nunca vivía, nuevo fénix. Éste empieza por celebrar unos dignos funerales: lleva el nido entero a Panchayé,
dicha leyenda, más de un bennuen la tierra. Cuando sentía qu en la Ciudad del Sol, y lo pone en el altar. Este mismo Manilio dice que la revolución del gran
cumplir quinientos años, levantaba el vuelo, pasaba primero por se hace con el Fénix, y que entonces vuelven las mismas señales de las estaciones y de los as-
hasta llegar a Heliópolis, donde los sacerdotes habían sido adverti Esta renovación se produce en la mitad del día en que el sol entra en Aries».
su llegada porel ciclo; el bennu se construía sobre el altar del templo Algo más tarde, también Tácito, al hablar del fénix, aportará la prueba de que el miste-
hoguera hecha de preciadas plantas aromáticas de Arabia que eran il sio con el que habían cubierto los sacerdotes heliopolitanos su descubrimiento astronómico
do adas porlos rayos del sol, y sobre la cual se consumía; pero de sus. => del «período sothíaco» y el «ciclo circular» estaba ya desvelado en su época.
Es Pátial nizas nacía enseguida un pequeño gusano que antes de terminar el di Pomponio Mela, por su parte, se expresa así: «El fénix siempre está solo, pues no tiene
de los Muertos. se convertía en un nuevo bennu lleno devigor (Fig. IV). ni madre, Tras haber vivido quinientosaños, se tiende sobre una hoguera que él mismo
ha levantado apilando plantas aromáticas y se deja consumir. Luego, al solidificarse la parte
uida de sus miembros descompuestos, se engendra a sí mismo y renace de nuevo. Cuando
IV. EL FÉNIX ENTRE LOS GRIEGOS Y LOS ROMANOS ha adquirido suficiente vigor, lleva sus antiguos huesos envueltos en mirra a una ciudad de
linio*, Plutarco? y Ausonio' pretenden que Hesíodo, que según Herodotovivía en tiem Egipto denominada Ciudad del Sol, los deposita en un santuario y los consagra con memo-
p pos de Homero mientras que otros lo hacen contemporáneo de Salomón,fue el pri sables funerales'».
mero que en los países clásicos habló de la leyenda del bennu egipcio, al que los griego Por último, en el siglo IV de nuestra era, cuando Nonose dirige al astro espléndido en
dieron el nombre de Foinix, fénix. a su Himno alSol, el poeta griego de Egipto le dice: «En tus embalsamados altares, esa sabia ave
«Si este pájaro, dice Herodoto, se parece al retrato que dan de él, sus alas son parcial: milenaria que es el fénix trae llenas de ramas olorosas sus garras de curvadas uñas. Te trae así
mente doradas y parcialmente rojas, y porla forma de su cuerpo se parece al águila.» “el final y el comienzo de unavida que saca de sí mismo?.»
El año mismode la célebre batalla de las Termópilas, el 480 antes de nuestra era, Herodoto Nonoescribía estas líneas antes de su conversión al cristianismo, pero en ellas se expresa
visitó Egipto; nos dice textualmente en sus recuerdos de viaje, por lo demás bastante confusos: el pensamiento, contenido también en el pasaje de Pomponio Mela antes citado, de que el
«Partiendo de Arabia, (el fénix) lleva al templo del Sol a su padre envuelto en mirra y lo enti fénix saca de sí mismo,y no de otra fuente, su renacimiento a una nueva vida. Es eso sobre
rra en el templo del Sol. La cosa sucede así: pone un huevo de mirra del peso que puede llevar todo lo que hará que la simbología cristiana escoja al fabuloso pájaro como uno de los más
tara entonces de levantarlo, y tras esa prueba, deja el huevo en el suelo, hace en él un agujero perfectos emblemas de Cristo resucitado. ,
mete dentro a su padre y llena de mirra el lugar hueco donde lo ha metido: el peso del padre Añadamos que Herodoto pretendía que una de las más preciadas gomas perfumadas, el
el de la materia quitada. Unavez así dispuesto, lo lleva a Egipto, al templo del Sol». cinamomofabuloso, cien veces más preciado que el producido por el arbusto de igual nom-
Comose ve, la memoria de Herodotose tomaba bastantes libertades con el tema heli bre, procede únicamente del nido del fénix. Ahora bien, no podía concebirse que el único
politano. Plinio, en su Historia Natural, y Ovidio, que escribió sus Metamorfosis en tien fénix que vivía en la tierra tuviese más que un solo nido, el que se construía con maderas aro-
de Cristo, fueron más exactos, máticas para dejarse consumir en él porlas llamas. El cinamomo de Herodoto, pues, debió de
El huevo del que habla Herodoto hizo que, en varios relatos de la leyenda del féni; ser la quintaesencia de la combustión común de las plantas aromáticas y el propio fénix.
huevo ocupase el papel del gusano del relato egipcio”; ya veremos que la simbología cri Digamosenseguida que Plinio, que tan buena acogida solía prestar a las ficciones maravillo-
noaceptó esa sustitución, sas, protesta contra el relato de Herodoto y le devuelve al arbusto de Asia todos sus derechos”.
Mejor o peor expuesta por los autores que acabamosde citar y por otros, la leyenda del
1. Ibid, Op. it, p. 388, en cuanto al período sothíaco como medida de la vida del Fénix. Véase DAUSSON, Cours fénix pasó enseguida a ser conocida en todo el vasto Imperio. La simbología cristiana lo en-
tudes historiques, T. UN, pp. 255. 3 = Contró portodas partes cuando lo convirtió en uno de sus principales emblemas de la resu-
2. Puio, Historia Natural, L. VII,c. 48. $
3. PLUTARCO, De oracaloraon defcin
4. Ausoso, Ejdill XVIIL. 1, POMPONIO MELA, Descripción de la tierra, Lib. 1Il, c. VIIL.
5. HERODOTO, Euterpe, LXXIIL. 2. NORMOS, Himno al Sol. Las Dionisiacas, Traducción de Mario Meunier, p. 89.
6. CÉpor ejemplo, Les asares de M. Gyrano-Bergerac, T.1,p. 114. 3. Véase Puinio,Historia Natural, Lib. XI, XLIL.

408 409
rrección y del divino Resucitado: hasta las monedas de los emperadores se encargaron del os cuarenta y cuatro, de suerte que el mismo cuerpo y la misma alma que antaño esta-
var la imagen del fénix hasta el último rincon de las provincias más alejadas, reunidos en el hombre vuelven a reunirse un día!».
Victor Magnien añade respecto de este texto: «Eso significa que los herejes de los que
bla San Agustín habían adoptado la doctrina griega de la palingenesia, y que por consi-
V. EL DOGMA DELA RESURRECCIÓN A COMIENZOS
DEL CRISTIANISMO jente los griegos creían en la reunión futura, en la misma persona, del alma y el cuerpo que
formado un hombre. Ahora bien, los griegos de los que los herejes habían tomado su
a vida del hombre es breve. A menudo es presa de las severidades inmerecidas na son los sectarios de los misterios, y sobre todo de los misterios de Eleusis”».
L suerte; a menudo también lo es de la maldad de los hombres. Los pensadores ya Nohace falta decir que no fue por esa doctrina misma porlo que fueron tachados de he-
teólogos del antiguo Egipto sacaron de ello la conclusión de que la Divinidad, p: 'ejía los genetliacos, sino sin duda a causa de la forma en que explicaban la restauración post-
justa con el ser humano,tenía que resucitarlo a fin de que, en cuerpo y alma, sea E“ inortuoria del ser humano y a causa de las particularidades de que la rodeaban.
tratado conformea las leyes imprescriptibles de la justicia integral en una vida en la 1 Volviéndonos ahora hacia Israel, escuchemos primero a sus poetas inspirados hablar de
vicisitudes no lo puedan alcanzar, Ja fugacidad humana: «Toda carne se va como la hierba que se marchita y se seca'». «¡Los mor-
Incluso sin la aportación más o:-menos imprecisa de una revelación primitiva hecha:44 ales se van en polvo; florece la hierba, pasa la mañana y cae la flor!'», Oímos además, por en-
raza, podían razonar así. Esa fe muy real en una restauración del ser humano después de Egima de sus voces, resonar una voz estremecida: es Job, que en el doloroso desastre de su carne
muerte la proclamaron los egipcios mediante símbolos seguros del fénix, de la rana, de lo :purulenta se alza de su estiércol para gritar su esperanza: «¡Sé que mi Redentor vive y que se
boles de hoja caduca y otros, emblemas todos ellos que la religión cristiana creyó conver > alzará sobre la tierra; sé que de mi esqueleto nuevamente recubierto con mi carne y con mi
aceptar deellos para representar la Persona de nuestro SeñorJesucristo resucitado. Y es que; «piel veré a Dios!¡Yo mismo lo veré! ¡sé que mis propios ojos lo verán, y en la certidumbre de
su emblemática, todo ideograma de la idea de resurrección se aplica en primer lugar a aquel = esta espera se consumen mis riñones en mi!»
quien dijo San Pablo que «es el principio de la vida y el Primogénito de entre los muertos 5.» En otro lugar, por lo demás, David e Isaías proclaman también la vida futura de los ca-
Esta necesidad intelectual de la convicción en la resurrección se constata entre los:egÍ dáveres en el pleno vigor de una vida nueva”; y todavía más elocuente que todos ellos, Ezequiel
cios más antiguamente que en los demás pueblos, pero no fue exclusiva de su nación: ¿noi «supocantar el éxtasis en el que, ante sus ojos, los huesos descarnados que cubrían una llanu-
presiona verlo manifestarse, hacia el siglo VIL antes de nuestra era, entre los pueblos de «ra inmensa recobraban súbitamente su carne viva y sana, y el énfasis de sus voces para cantar
cuenca mediterránea conla aparición de dioses míticos, todos los cuales sufren hasta la m el poder y la bondad del Dios de Israel
te una «pasión» más o menos característica para resucitar a continuación a la plenitud de Pese a esta antigua esperanza, en el momento de la primera difusión de la doctrina cris-
vida? Así ocurre en el caso de Osiris, Adonis, Artis, Zagreo, el dios órfico de Tracia, Sabaz tiana, el espíricu pagano de Roma era hostil a los dogmas de la resurrección de los cuerpos, y
el dios solar de Frigia”, Tammuz, el dios de las costas sirias cuya muerte lloraban las muje ¿bajo su influencia, si bien los primeros cristianos aceptaron como una derogación de todas las
de Israel hasta el umbral del tabernáculo de Yahveh”, etc. leyes generales la divinidad y la resurrección del cuerpo físico del Salvador, muchos de ellos
De manera más precisa, los sabios de Grecia expresaron su convicción y su creencia permanecieron dubitativos, o incluso escépticos, ante la posibilidad de la restauración de su
La «palingenesia»,es decir, en la regeneración postmortuoria del hombre en un estado más pe propia carne destruida por la muerte, aunque aceptando, por supuesto, la idea de la vida fu-
fecto. tura cierta de su ser por la inmortalidad de su alma,
Hacia el año 568 de nuestra era, Teognis de Megara escribía en este mismo sentid Se formularon objeciones capciosas que resultaría demasiado largo exponer aquí, y du-
«Largo tiempo quedaré tendido sobre la tierra, como una muda piedra, habiendo p raronlargo tiempo, puesto que preocuparon a San Juan Crisóstomo”, San Gregorio de Tours"
do mi alma...» e incluso, en el siglo XI, al obispo Jonás de Orleans",
«Eso es que cree, dice Victor Magnien, que el alma perdida será recuperada algún
1. San AGusTÍN,Civitase Dei, XXIl, 28.
quela recuperará el cuerpo'» 2. Victor MAGNIEN,Op. ci lo. ci.
San Agustín reconoce categóricamente que los griegos antiguos creían en la palingen: 3. Isatas, Profecía, XL, 6.
«Algunos genetliacos, dice, han escrito que en el renacimiento de los hombres hay lo que l 4. Dav1D, Salmo XC, (LXXXIX de la Vulgata).
5. Libro deJob, XIX, 25,26.
griegos llamaban palingenesia. Dicen que se culmina en un número de años igual a 6. Por ejemplo ISALAS, Profcia, XXVI, 19.
7. EzequieL, Profica, XXVII, 2-14.
1. Cf. San Pasto, Epárola alos Colosenses , 18. 8. Véase Dom H. LECLERCO, Dicsionnaire d'Archtologie chrétienne, T. 1, vol. 1, voz Ad Sanctos.
2. CE Comte G. D'ALMELA, De quelques problemes relaii aux mostres d'Eeusis Ml, part. L. 9. San Juan CrisóstOMO, Homel. IV en Epistolae 1 ad Corinsbios.
3. Cf Ezequien,Profecta, VII, 14, 15. 10. San GREGORIO DE TOURS, Historia de los francos, X, 13.
4. Victor MaGniEN, Les Mysees d'Flusis, p. 66. 11. Jonás DE ORLEANS, De institur. laic. L. III, c. XVI.

410 411
Y sin embargo, los monumentos primitivos del arte cristiano, incluso del arte popul primeros siglos, creyendo unos ingenuamente a los naturalistas de su tiempo,recibiendo los
más sencillo, están caracterizados por una idea-madre común quereflejan como una marca di s, la mayoría, la leyenda con sabias reservas, sacando todos del ave prodigiosa el mismo ar-
familia; es una idea de esperanza, de liberación y de inmortalidad... Y sin embargolos pontf ¿ gumento en favor dela resurrección de la carne, y haciendo de él la imagen del divino Resucitado.
fices de los primero siglos reperían incansablemente a los fieles que la resurrección de su prg Es San Clemente, uno de los primeros sucesores de San Pedro en la sede de Roma, quien
pio cuerpo estaba garantizada porla del Redentor, de quien había dicho Isaías, conforme al hacia el año 79 escribe a la Iglesia de Corinto: «Mirad ese prodigio paradójico que se produce
fuerte expresión de la Vulgata, que «empujó a la muerte al precipicio para siempre», praecj E en las regiones de Oriente, en Arabia; hay un pájaro llamado Fénix, único en su especie y que
rabit mortem in sempiternum. Les repetían, con San Pedro: «Dios nos ha regenerado en la vik quinientos años...» y cuenta el papa la leyenda al modode Plinio, Ovidio y otros autores
esperanza con la resurrección de Jesús'»; les reperían sobre todo el categórico texto de Sa tinos, y luego concluye: «¿Juzgaremos que es algo grande y asombroso que el Artesano del uni-
Pablo: «Si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación es vana, y vana también vuestra fej obre la resurrección de todos aquellos que lo han servido santamente con la confianza de
nosotros somos falsos testimonios ante Dios, puesto que contrariamente a la verdad habrem fe valerosa, cuando nos muestra incluso por un pájaro la magnificencia de su promesa?!»
dado fe de que él ha resucitado a Cristo, mientras que no lo habrá resucitado si es verdad Las Constituciones Apostólicas, cuya redacción data del siglo 111, pero cuyo fondo parece
los muertos no resucitan. Porquesi los muertos no resucitan, Cristo no ha resucitado, Y remontarse a tiempos de los Apóstoles”, cuentan la leyenda heliopolitana y concluyen: «Así
Cristo no ha resucitado, vuestra fe es vana y todavía estáis en pecado, y por consiguiente tam pues, si la resurrección es demostrada por un ave sin razón, ¿por qué nos atacan (nuestros ad-
bién están perdidos los que se han dormido en Cristo. Si no tenemos esperanza más que p í versarios) cuando confesamos que Aquel cuyo poder ha llevado a ser lo que no era también
esta vida tan sólo, somos los más desdichados de todos los hombres, Pero Cristo ha resucita2 puede llevar la disolución a una completa reorganización?».
dode entre los muertos, y es primicias de aquellos que se han dormido; porque, puesto quí E Entre220 y 250, un obispo del Africa del Norte, Commodiano,se expresabaasí: «Al re-
la muerte vino por un hombre, también por un hombre viene la resurrección de los mi * nacer de la muerte, el pájaro fénix nos prueba que después de lo que ha de llegar podemos
Y así como mueren todos en Adán, así también todos serán vivificados en Cristo”.» nacer, Es eso sobre todo lo: que nos invita a creer que vendrá para los difuntos el momento de
A este dogma,tan claramente afirmado por la nueva fe, le hacían falta emblemas figuras vivir de nuevo».
dos que hablasen a los ojos de todos; los pontífices y los maestros de la emblemática naciera Por su parte, San Cipriano: «El ave de Oriente que llaman fénix manifiesto que nace
te escogieron en primer lugar, para tan glorioso papel, el antiguo fénix de Egipto, y luego,ya y renace sin compañera, siempre está solo, y siempre, naciendo y renaciendo, se sustituye a sí
en segundo plano, todos los demás emblemas de la idea de resurrección adoptados entre los? mismo,
pueblos antiguos de la gentilidad. 7 Y Lactancio; «Que el fénix pueda nacer, lo desea antes de morir, Es para sí mismo tanto
su padre comosu heredero, es a sí mismo su nodriza, y siempre es su pequeñuelo alimenta-

E
do. Él es él mismo y noes el mismo, porque él es él y no es él. Obtiene la vida eterna porel
VI. EL FÉNIX EN EL ARTE CRISTIANO favor de la muerte”».
s bastante dificil dererminar la importancia técnica y numérica de los préstamos del Más explícito en cuanto al sentido simbólico, nos dice Tertuliano: «Si la renovación del
arte catacumbal que el gnosticismotomódel arte egipcio'», escribía hace unos añ universo representa imperfectamente la resurrección;si la creación no prueba nada semejante
Dom Henri Leclercq. Nada más cierto; pero en lo que se refiere al simbolismo, porque cada una de sus producciones termina más bien que morir, lo que recupera es la forma
gnosticismono es la única vía por la que pasaron los emblemas egipcios para llegar al arte cris más bien que la vida, pues bien, he aquí un testimonio completoe irrecusable de nuestra es-
tiano. El canónigo Davin dice del fénix que los gnósticos lo aceptaron”, pero que los cristia- peranza. Se trata, en efecto, de un ser animado,sujeto a la vida y a la muerte. Me refiero a ese
nos no tenían necesidad del ejemplo de los gnósticos, después de lo que había escrito Plinio; $ Pájaro propio del Oriente, célebre porque no hay otro igual, fenomenal porque él es su pro-
para hacerlo entrar en la emblemática del Señor. Se imponía. Poreso el Physiologus, desde pia posteridad; que preparando voluntariamente sus propios funerales, se renueva en su pro-
primer momento, le abrió sus páginas”, 7 pía muerte; heredero y sucesor de sí mismo, nuevo fénix donde no hay ninguno más; que
Siempre el último de su especie en la tierra, el fénix que renacía de sus cenizas bajo el ardor sigue siendo él mismo pese a que ha dejadode existir, siempre semejante aunque distinto.
de los rayos del sol y en el abrasamiento perfumadode las plantas aromáticas,tenía que ser una; ¿Qué testimonio más explícito y categórico puede haber para nuestra. causa? ¿o qué otro sen-
de las más hermosas joyas de la corona emblemática de Cristo. Por eso lo cantaron los Padres de
1. ISAÍAS, Profeca, XXV, 8. 1. San CLEMENTE DE ROMA, Epistolae ad Corinthios, XXIV, 6.
2. San PEDRO, /* Epístola, 1, 3. 2. CE DAvIN, Op. cit, Ree de lArt chréren, 2 séri, T.1X, 1879, p.70.
3. San PABLO, 14 Epúsola a los Corintios, XV, 14-23. 3. Consiuciones apostólica, Lib. V,c. VIL, in Patrologiegrecque, TL, col. 844.
4. Dom H. LEcLERCO, Manuel d'Archéologie hrétienne, T. , p. 179. 4. COMMODIANO, /n Carmen icum advers. Judeos es Gentes.
5. V. DAVIN,Les anpiquités bréiennes rapporttesd la Capella Greca. Edición de 1879, p. 92. 5. San CIPRLANO, Exposición del Símbolo delosApóxles
6. GRIMOUARD DE SAINT-LAURENT, Guide de l'Art chrétien,, T. l, p.55. 6. CE LacraNciO.Cit. CÉ BARDENHEWER, Les Pares de lÉglise,p.376.

412 413
tido podría tener esta enseñanza? Dios mismo lo ha declarado en la Escritura: “Se renovar que le decía a Marta ante la tumba de Lázaro: «Yo soy la resurrección y la vida; yo soy el
comoel fénix”; es decir: se levantará de la muerte y de la tumba, para que creas que la . verdadero fénix».
tancia del cuerpo puede recobrarse, incluso de las llamas, El Señor afirmó que “valemos Bosioaplica al fénix posadoen la palmera (Fig. VI, VII y VIID las palabras del Cantar
que muchos pájaros”. Si no valemos también más que el fénix, la ventaja es mediocte'». 3 :- de los Cantares: Ascendam in palmam et apprehendam fructus ejus: «He dicho: subiré a la pal-
Orígenes* enel siglo III, y luego, en el siglo IV, San Cirilo de Jerusalén”, San Gregori E mera, y cogeré sus frutos.
Nacianceno”, San Ambrosio”, San Epifanio” y muchos otros escribieron en el mismosentidg
Empleadode este modo por los doctores de la fe, ¿cómo no iba a encontrarse el fénix;
el arte cristiano? De hecho, lo encontramos en él frecuentemente, bien como emblema: dé
dogma, bien como imagen simbólica de Cristo. Y en uno y otro papel, conserva el antiguo:e
píritu del bennuegipcio, que representaba las reapariciones del sol muerto duranite la noche
las resurrecciones de Osiris, y finalmente la idea de una revivificación del ser humanodes
truido por la muerte en la nochedela tumba,
A menudo,cuandorepresenta al Salvador, el pájaro fénix se representa posado en la p
merafénix: así lo vemos, emblemasituado cerca de la imagen natural, en un fondo de copé!
de las catacumbas que reproduce Boldertif
(Fig. V), y que se encuentra pintado tambi: “ñe vL-
to
en el oratorio de Santa Felicitas”; aparece: el cslzada del Fénix
la misma postura en los mosaicos de Santa? obre la palmera, en
Práxedes? y de San Juan de Letrán en Roma) . un sarcófago Fig. VIL- El Cristo Fénix sobre la palmera:
“aniguo de Verona. Oratorio de Santa Práxedes en Roma,siglo V o VÍ.
A este respecto, señala Martigny que
«cuando se representa a San Pablo en algú
monumento antiguo, aparece siempreel féni El mismo autor ha publicado el dibujo de un sarcófago cristiano de los primeros siglos
sobre la palmera detrás de este Apóstol'%,* que muestra al fénix sobre la palmera, tocado con unaalta mitra en la que se ve el Anbp,la
quefue el principal heraldo de Cristo resuci»$ «Llave de la Vida» de los antiguos egipcios, la «Cruz de la Vida» de los primeros cristianos de
tado. Davin describe así esta peculiaridad al $ Egipto' (Fig. DO.
hablar del fondo de copa antes mencionado; El Fénix representa también directamente a Cristo cuando, como enel baptisterio de San
«Detrás de San Pablo se eleva una palmera; Juan in Fonte de Nápoles, del siglo V, aparece de pie sobre el montículo en el que suele haber
en medio de donde surgen las palmas, hay d el Cordero de Dios!
pie un fénix nimbado. Cristo, vuelto hacia? En un sello de plomodel diácono Siricio, de la época de las catacumbas, vemos al fénix
él y señalándolo con un amplio gesto. de la junto a la inscripción: + FENDE, que todo el mundoestá de acuerdo en leer Xristos-Phoenix;
Fig, Ve El Cristo Fénix en un fondo de copa de las mano,le dice manifiestamente a Pablo, pre: en la cabeza lleva un nimbo irradiado que recuerda lo que nos decía de él Claudiano: «Una
Catacumbas de Roma. CÉ GRIMOUARD DE SAINT-
LAURENT, Op.ct dicador por excelencia de la resurrección, lo gloria de fuego ciñe su cabeza”». (Fig. X y fig. VID).
May a menudo, el Fénix leva la palma de los triunfadores porque ha vencido a la muer-
te, o bien, como la paloma,lleva la ramade la paz.«Es Cristo diciendo a los cristianos: la paz
TERTULANO, De la resrreccion de la carne, XII, traducción de Genoude, T. 1, p. 452. sea CON VOSOtros'»,
Eu a o

ORfGENES, Contra Celsum, Lib. 1V, 98.


San CiRiLO, Cateches, XVIII,8.
San GREGORIO NACIANCENO, Carm. 111 ad Virgin. 1. DAviN, Op. cit, Revue de l'Are chréren, 2: séric T. XI, 1879, p.88.
San AMBROSIO, /n Palm. CXVIIL, Expostio 13. - Hexameron, L. V, 79-80,ec. 2. Basto, De triunphanti Cruce, edición de 1617, p. 625.
San EPIFANIO, Ancoratas, LXXOXIV. 3. CÉ GRIMOUARD DE SAINT-LAURENT, Guide de lArt chréien, TU, p. 69 b.
BOLDETTI, ai sopra ¡ cimeteri. - Roma 1720 — p. 187 — GRIMOUARD DE SAINTLAURENT, Guide de LAR 4. C£ Barauen De MONTAULT, “Note sur «les mosaiques chrétiennes de 'talic», par Eugene Muntz”, Revue de lAri
chrétien, cbrkien, separaa,p. 6.
e ¿trtlg cbrétienne, T. V, Vol. , col. 1284. 5. Cf 08 Ross, Roma sotter.T. N,p. 314.
9. C£ Ciameis, Veer monumen:, 11. XVI. 6. CLAUDIANO, .
10. MARTIGNY, Dictionnaire des Antiquitéschrétiennes, . 534, 2* col. 7. DaviN, Op.

414 415
Lo mismoque el águila y el halcón, el fénix está intimamenteligado a la idea delsol, d E ya conservóel carácter de emblema dela Persona de Cristo resucitado y Señor de todos los ci-
la luz, y frecuentemente lo vemos representadoen las lámparas cristianas de la época rom: = los, cuya cadena compone la infinita duración de los tiempos.
(Fig. XD. La emblemática de la Iglesia vio sobre todo en el maravilloso pájaro, por vía de la resu-
sreción,el emblema de la transformación de Cristo y del cristiano del paso de su estado te-
reno y pasajero al estado inmutable, más allá de la muerte.
VII. EL FÉNIX, EMBLEMA DE ETERNIDAD También las ciencias herméticas lo consideraron particularmente la imagen de las reno-
or el hecho mismo de que,ficticiamente, el fénix renacía de su propia destrucción y 54 vaciones sucesivas e ininterrumpidas que forman un estado de permanencia sin fin.
p prolongabaasí indefinidamente, fue considerado porlos cristianos, como lo fue antes A veces, los alquimistas, desde la Edad
de ellos, uno de los emblemas dela Eternidad, de la perpetuidad cíclica. Eso es lo qué ES Media hasta nuestros días, han puesto el fénix
significa en las monedas y medallas de los emperadores de Roma nocristianos. 2 en el signo alquímico del azufre, que es un
Una moneda de Augusto lleva: AETERNITAS. AVG. — FEL. TEMP. REPARATIO, triángulo de cuya base cuelga una cruz.
(Eternidad de Augusto. — Feliz renovación de los tiempos) y el fénix sobre la inscripción, Oswald Wirth escribe al respecto: «El
fuego filosófico es mantenido por el azufre
rojo de los sabios, cuya imagen es el fénix re-
naciendo constantemente de sus cenizas. Si ese
pájaro fabuloso de plumaje escarlata estaba
consagrado al Sol, es que reproduceel princi-
pio de la fijeza individual....».
so Como veremos, algunos iniciados ponían
Fig. X- Plomosigilario del diácono Siricio. a veces sus miras más arriba.
Reproduzco junto a estas líneas una de
Aparece también en una medalla de la estas representaciones del fénix en el jeroglt-
emperatriz Faustina conla leyenda AETER- fico alquímico. del azufre (Fig. XII). Pintada
NITAS”, y en otra de Antonino, con sentido Fig. XL- El Fénix sobre la sobre madera y bastante deteriorada, pero muy
análogo”. En una moneda de oro de Trajano, palmera. Lámpara de dara todavía en su composición, esta obra
Fig. IX-- El Fénix sobre el fénix está en la mano del emperador, y al
Cartago. Siglo IV-V. es del siglo XVIII: sobre un fondo pardo, el
la Palenera con la mitra lado leemos: SAEC, AVR. (Siglo de Oro), es- triángulo de oro del azufre está delimitado por
marcada con la Llave de una faja roja, y la imagen escarlata del fénix
la Vida. pecie de aspiración a una edad de oro eterna. Las monedas de Constan
tino presentan al emperador ofreciendo a Roma personificada el globo de llena todo el triángulo; el Uroboros, la serpien-
Fig. XIL- El Fénix divino en el signo alquímico del
la tierra con el fénix encima”, «símbolo de la era nueva de Cristo; y lo encontramos también te curvada en círculo que se muerde la cola, azuéte. Pintura sobre madera del siglo XVII,
en las de sus sucesores Constancio y Constante, en paralelo con el Lábaro de Cristo”. enmarca como un nimbo una aureola azul ce- procedente de París, Colección del auror.
La superposición de carácter de emblema de Cristo y del de emblemadela Eternidad; leste sobre la que se recorta la cabeza del pája-
no podía sino complacer a los que reconocían en el Salvador resucitado el principio y el fin ro, Este añadido del uroboros no es una simple adición inútil: «explicita» el carácter del Fénix
de todo, el verdadero Diosde la Eternidad. en cuanto imagende la perpetuidad mediante la renovación continua de los ciclos.
Enlas obras de arte de la Edad Media,el fénix entre las llamas de su perfumada hoguez, Pero a fin de cuentas, en el pensamiento del autor de esta pintura hermética, ¿quién se
ocultatras las apariencias del ave misteriosa? Encimade la cúspide del triángulo alquímico,
1. CE DeLATTRE, “Lampes de Carthage”, Revue de l'Arr chrérin, 1890. Dom H. LECLERCO, Dictionnaire d'Archdologió nos lo dicen las cuátro letras hebraicas del tetragrama sagrado:
chrétienne, fasc. LXXXIV, col. 1.140.
2. Borrar, T.1,p. 107. YOD HE VAU HE
3. ZoEca, Numism. AEgypr. imper, Tab. XI. EL SEÑOR
4. CEA. DE BARTHELEMY, Niomismat. ancien. 0% 101, p. 10 y pl. 1IL
5. Dom BANDURI, Munismat. imper. romanorum, T. Il, 217.
6. Davin, Op. cit
7. BANDURI, Op. cit, p.368, 377 y23. 1. Oswald Wirch, Le Symbolime hermérique, p. 98.

416 417
Pero ¿qué viene a hacer bajo el fénix el signo alquímico del azufre? También está allí p El Bestiario armenio, publicado por Charles Cahier',refiere poco más o menos como
glorificar al Redentorresucitado en la apoteosis de una innegable gloria. La confirmació; illermo el Normando la leyenda del fénix, Uno y otro, como Honorio de Autun? y como
la ha dado M.Alvart, que conoce maravillosamente bien todo cuanto atañe a la antigua, ¡cent de Beauvais”, se basan sobre todo en que el pájaro emblemático resucitaba como
quimia. El azufre «exaltado» de los alquimistas, me dice, o sea el azufre llevado porel fis sto exactamente tres días después de su muerte (Fig. XIII).
su máximode irradiación,era para ellos uno de los símbolos de Cristo resucitado, y glorif
do tras haber pasado porel fuego de la prueba suprema, por el crisol del sufrimiento duran
su Pasión. A
Así, estos dos símbolos análogos, el Fénix y el Azufre exaltado,reciben uno del otro
precisión y una fuerza más grandes: el autor de mi vieja pintura lo sabía,

VIIL. EL FÉNIX EN EL SIMBOLISMO LITERARIO DE LA EDAD MED


os escritores de la Edad Media explicaron lo mejor que pudieron al pueblo cri:
des imagendela combustión y renacimiento del fénix. Los Bestiarios de la época romái
ca cantaron sus alabanzas, El de Guillermo de Normandía, del siglo XII, refiere 4
modoy sin demasiadas trabas la antigua leyenda de Heliópolis, y concluye así; +3
«Eg cet isel poez entendre En este pájaro podéis entender a e ind : ..
Nostre Seignor, qui vout descendre A Nuestro Señor, que quiso descender ; Fig XIIL- El Fénix en su nido, Miniatura de Fig, XV.- El Fénix en el altar de Heliópolis,
Cajus por nostre sauvement; Hasta la tierra por nuestra salvación; » un Bestiario medieval. CÉ CaxuER, Op.cit Del Libro de las Maravillas, siglo XIV.
De boenes odors finement De buenos y finos olores
Fut charchié, quand en tere vin, Fue cargado cuando vino la tierra 3
Por les prisons qui enfer tinc. Para los cautivos que tieneel infierno (bajo sui
En Pautel de la Croix sacrée En el alar de la cruz sagrada
Qui tantest douce er aorée Que es tan dulce y tan hermosa,
Fr sacrifi cesoiscaus, Fue sacrificado ese divino pájaro
Qui, 2u ter jorresort nouveaus. Queal tercer dí revivió de nuevo.
Mes plusors ne veulent pas crerre Mas algunos no quieren creer
Que la chose fust ii veire Que así fuese realmente;
Si.ont grand torr, ce mlest avis, Macho se equivocan a mi entender,
Quand P'oisel qui a nom fenix Cuando el pájaro que laman fénix
Se démet etse mortefc, Se renuncia y se deja morir
Et au ticrz jor reprentsa vie, Luego,al tercer día recobra la vida,
Molt est ccirre plus lezier Mucho más fácil es creerlo
De Da De Dios....

Enla relación entre el antiguo fénix y Jesucristo, los místicos de la Edad Media tam
señalaron el paralelo de que el primero nacesin pasar por las exigencias de las leyes cori
de la reproducción. «Este pájaro es todos los días sin par», dice Guillermo de Normand
puesto que nace de las cenizas parernas; y añade Guillermo: «Que ne mesfrs un seul
ble», que no hay nunca más de uno a la vez en la tierra. Fig. XIV.- El Fénix escultura de las
Así viene Jesús a este mundo,decían los simbolistas de entonces, sin paternidad t sillas de coro de la catedral de Poitiers,
Siglo XIIL.
real, y nunca ha habido en la tierra, entre los hombres, un hombre comoél: él es el Féi
la humanidad, él es el Único, el sin par.
1, Ch. Caruer, en Nouveau mélanges arhéologiques 1874, p.
2. Honorio DE AUTUN, Spec ces = De Pascal Dei. 125.
1. Guillaume DE NORMANDIE, Le Bestiire divin — de Fenice, Edición de Hippcau, 1852, p. 216. £ 3. Vincent DE BEAUVAS, Specul majusy Miroir bsorial

418 419
aquí, como ejem ES Algunos han querido ver el fénix en el pájaro que figura enel escudo que lleva la estara
El fénix así modelado tuvo su lugar en el gran arte del medievo: citaré
de Poitiers
plo entre los más hermosos, la soberbia escultura de las sillas de coro de la catedral “de la Justicia en los bajorrelieves de la catedral de Amiens', Habría que concluir entonces que ex-
Aparece tambié n en el gran friso de los animale s simbóli
que son delsiglo XIII' (Fig. XIV). presa el pensamiento dequela justicia conduce al cristiano a la inmortalidad bienaventurada.
cos de la catedral de Estrasbu rgo”. El fénix también fue uno de los emblemas de la Pureza de conciencia, y a veces, en el
el relato de
Sir John Mandeville, caballero inglés delsiglo XIV que escribió en francés E medievo y porextensión, también de la Castidad.
al ador:
viajes a Oriente, cuenta al modo de Plinio la leyenda del fénix egipcio. Su relato inspiró Untextojeroglífico egipcio de la liturgia funeraria pone en boca del difunto, en presen-
al pája
nista del Libro de las Maravillas, del que reproduzco aquí una miniarura? que muestra tia de Osiris, juez de los muertos: «¡Soy puro, soy puro, soy puro! mi pureza es la del Bennu,
ro sagradoen el altar de Heliópolis (Fig. XV). el Grande queestá en Suten Klenen (Heracleópolis)%,
A mediadosdel siglo siguiente, Jehan de Cubá «Fue, dice E. Van Drival, el emblema de los espl-
busca en San Ambrosio la clave del misterio simbóli ritus puros, exentos de las mancillas terrenas*.»
co del fénix: Esta antigua concepción egipcia atravesó el tiem-
«Ambrosio, en el V? libro. — El fénix, a po y la encontramos de nuevo en las ideas de la Edad
advierte y conoce estar en el final de su vida, se hag Media: según Huysmans,la imagen del Fénix que se ve
vn reposadero de incienso y mirra,y de otros olores en las esculturas de la catedral de Chartres es el atribu-
y cuando termina el tiempo completo de su vid NA IN (0 NS to de la castidad femenina”, Una medalla acuñada a fi-
entra en él y muere. Del humor de su carne nace y se? nales del siglo XV en honorde Julia Astalia lleva en el
desarrolla un gusano, que crece poco 2 poco,y por SL4W) 7 y
reverso un fénix rodeado por las llamas de las plantas
sucesión de tiempo establecido, viste las alas, y así e Y aromáticas, y con este epígrafe: Exemplum unicum for-
reparado en especie y en forma de gran pájaro. Así gd etpudicirae (Fig. XVID. Y la hermana de San
pues, este pájaro nos enseña el ejemplo de creer en la: Fig, XVIL..
X El Fénix, emblemaa de fuerza y de 'rancisco de Paula, Martodilde, tenía por lema herál-
resurrección, pues él sin ejemplo ni percepción de pra: nela Files dl ico: De oro, con el Fénis sobre una lips encendida”.
Fig. XVL.El Fénix en las llamas; del Horts razón repara en sí los adornos y noblezas de la resu- Hay que reconocer el mismosignificadode atri-
Sanitaris de Jhan de Cuba. Edición de Philippe rrección”» (Fig. XVI).
Le Noir, 1539. buto de la castidad en los fénices del rosetón de la catedral de París y de las esculturas dela
de Amiens”.
Así comoel Extremo Oriente asocia el fénix protector de los nacimientos humanos con
IX. EL FÉNIX, EMBLEMA DE DIVERSAS VIRTUDES el loto, que es la flor de la vida, así también el arte occidental lo asocia a veces con el nenú-
a
n la heráldica francesa, el fénixfue y sigue siendo uno de los emblemas dela Esperanz far, sobre todo con el nymphea blanco, que es uno de los emblemas vegetales de la castidad
za más se-
en cuanto sentimiento humano tanto comovirtud teologal; de la Esperan y de la virginidad porque con las plantas liliáceas se hacían antaño (y se hacen todavía) re-
el
gura y más confiada; es entonces el ser humano que aspira a una esperanza elevada: medios anafrodisiacos”. El grabado que adjuntamos representa al fénix en una corona de
: de fafás Hondoeécio in ¡palado en madera del siglo XI de la ancigua colección W.
escudo delos Tabart, antigua estirpe de magistrados en Loudun desdeelsiglo XV, llevaba
diestra
azur con fénix azorante, y mirando un sol también de oro radiante y moviente en Jefe y a Mitchell, hoy en el British Museum' (Fig. XVIID.
:
del escudo; la divisa era: ¡Espero mi Sol!” El simbolismo del nenúfar como emblema dela castidad no es nuevo, puesto que la
Algunas otras familia, los Malet de Lusart, los Baudy,, llevan las mismas armas con y,
Antigiiedad consagró esta planta a las ninfas, y Plinio habla de ella como remedio que favo-
idénticos significados. Tal vez sea este también el sentido del fénix en la familia de Gafforn rece la continencia: « Venerem in totum adimit nynphea *».
que dio un obispo la iglesia de Ajaccio en el siglo XIX”.
1. CÉ GRIMOUARD DE SAINT-LAURENT, Guide de 'Art chrétien, T. 1 , p. 45.
CE. Véase E. Mantaro, Les sculprures de la Cathédrale de Poiies,?. 1. XXXIV y p.139. - Risuel desMoris, cap. 83. ti
CE Émile Mate, Lave religieus du XIII" szole en France, p.58.
PUNA A

), CÉ. VAN DRIVAL, Grammaire cor be des langues bibliques, 2* Part. XVL.
Del Magasin pirsorsque, T. XXVII,1859, p.341. 4, C£ HUYSMANS, La Cathédrale, a 265.Edit. Có
Jeban DE Cuña, Horus Saniais Edición francesa de Ph.IATANTLe Noir, 1539. Par 1. Des Ojuand— XLVII de Fei 5. Vulson DE LA COLOMBIERE, La Science héroique, 1669,p.363 y PL. n? 72.
En su sello de correspondencia delsiglo XVII,apar ece MON SOLEIL. 6. CE Émile MaLz, Lar religieu du XIII" siele en France, p. 147 y 143, fig. 58.
CÉ. Grand Album d'Armoiries, pl. VI. 7. CE.L, CLoQuez, Elements d'lonographie chrérienne, p. 369.
CE R. PEnEr, Armorialpoitevin.p.16 8. Casalogue ofearly German and Flemish woodcuts, British Museum. Vol. L, p. 130, PL. UI.
Véase Armorialdes Cardinaux, Archeviques et Évéques contemporains de France, p. 35 y PI. IV. 9. PLINIO, Historia Natural, XXVI, 10.

420 421
CAPÍTULO CINCUENTA SEIS

EL AVE DEL PARAÍSO


1 EL AVE DEL PARAÍSO EN LA REALIDAD Y EN LA FICCIÓN
a familia de las aves del paraíso se compone de unarica variedad de especies. La que
ha entradoen la leyenda y la emblemática de Europavive sobre todo en la región de
73 Singapur, el continente asiático, y la isla de Java; es el «Ave del Paraíso de esmeralda» a
que la ornitología ha conservado el nombre que recibió de los autores de leyendas del me-
dievo: Paradisea apoda, pues en aquella época se admitía queeste pájaro maravilloso no tenía
paras ni pies (Fig. )).
Pese a lo que asegura en este sentido el grave
“Ambrose Paré, lo cierto es que las aves del paraíso
n pájaros ligeros de vuelo muy rápido, y que al
igual que las golondrinas tienen patas, también como
“ellas se posan poco y sólo en la cúspide de grandes
árboles en los que, gracias a su color verde, desapare-
cen entre el follaje. Del tamaño de nuestro tordo CU 1El Ave deParto ada,per pis
ropeo, son de una rara belleza, con su cola soberbia De una viñeta del siglo XVIIL.
y más clara que el cuerpo, hecha de largas plumas
brillantes y de filamentos más oscuros. z
Noparece que los antiguos hayan conocido estos pájaros'; pero desde finales del siglo
'XII,se cree, y sobre todo despues de los largosviajes al Asia central por parte de Marco Polo,
del hermano Hayton,príncipe de Armenia, de Mandeville y otros viajeros de la Edad Media,
la leyenda europea se ocupó de las aves del paraíso. El Magasin Pittoresque ha resumido como
sigue las ficciones más conocidas que entonces se les atribuyeron:
«Se imaginó que, salidos del Paraíso terrenal, ningún otro lugar era digno de detenerlas
+ un momento y que sólo reposaban bajo las sombras del Edén; incluso se dijo que no tenían
pies, error que se había cometido ya con algunas especies del género golondrina. La existencia
de un pájaro sin pies no tenía sentido más que para un vuelo perpetuo, por eso el ave del pa-
ralso volaba incluso cuando dormía, y, cosa todavía más admirable, la hembra ponía los hue-
vos env el aire, los incubaba en vuelo, excepto algunos momentos en los que se suspendía de la
rama de un árbol por medio delos largos filamentos que constituyen uno de los ornamentos
de su plumaje. En cuantoa los alimentos propios de los pájaro así constituidos, eran aéreos y

1. C£ Burron, Histoire naturelle, edición de 1769, T. XXIX,p. 218.

423
tenían queserlo: eran vapores, rocíos todo lo más. Unos seres tan misteriosos no podían éj llama ave de parafso, o Apis Indica... El macho de esta ave tiene una cavidad en la espalda,
recer de propiedades maravillosas: el hombre que fuese lo bastante afortunado de poseer Ja que la hembra pone sus huevos, y los incuba, y no se sustentan de más viandas que del
solo ejemplar de este género y de conservarlo conla veneración que se merecen los objetos bélo del cielo que les sirve de brebaje y de alimento. si visitas el interior de este pájaro,lo
grados, obtenía los favores del cielo,alejaba o curaba las enfermedades. Los convirtieron en ó relleno y repleto de grasa continua, de las cuales cosas puedo hablar con seguridad,
tiches, en amuletos! ». es he visto dos que no tenían ningún pie, lo cual contradice lo que tiene escrito Aristóteles
En su Hortus Sanitatis, escrito a finales del siglo XV, Jehan de Cuba, generalmente $ e que no hay ningún pájaro que no tenga pies'».
acogedorpara conlas fábulas referidas a los demás animales, no tiene en cuenta en absol -Algunos otros autores de la misma época repiten las mismas fantasías...
La quese atribuía todavía entonces al ave del paraíso; y en la edición que Ph. Le Noir hizo,
su libro en 1539,el xilógrafo encargadode ilustrarla ha representado dicho pájaro con roby
tas paras (Fig. 1D).
II. EL AVE DEL PARAÍSO, EMBLEMA DE LA FUERZA INTERIOR
«...Las aves del paraíso, dice Jehan de Cuba, son así llamadas, pero no porque sean d Y ESPIRITUAL
Paraíso, sino porque son de tan gran belleza 1 más antiguo documento artístico
gloria que dicen que en ellas no falta ning E en el que se ha querido ver al ave
color del mundo,y son del tamañode las oca del paraíso —una escultura de fina-
tienen la voz tan dulce y bondadosa que pued les del siglo XII o del XIII- lo represen-
despertar y excitar en el hombrela devoción y] ta únicamente con cabeza y alas, un poco
gozo. Y cuandoeste pájaro es capturado y atadí como los angelotes del arte del Renaci-
gimey se lamenta y no cesa de lamentarse mien miento, formatotalmente aérea en verdad”
tras no lo desaten y lo dejen en libertad”. (Fig. IV).
El texto y el grabado del Hortus Sanitaf Y sin embargo, al menos a finales de la
porlo demás, no impidieron que poco desp Edad Media, se le atribuyó otra singularidad
el ilustre Ambrose Paré escribiese gravemente todavía más asombrosa que las demás, No
Fig. 11.- El Ave del Paraíso, del Horrus Sanitaris de «Jerónimo Cardan, en sus libros de la surilez4f conozco ningún bestiario en el que se hable
Jehan de Cuba ; edición de 1539. dice que en las islas Molucas se encuentra en lá de ella, pero sin embargo se ha conservado
tierra o en el mar un pájaro muerto denomina en la heráldica francesa y en un simbolismo
do Manucodiata, que en lengua Índica significa pájaro de Dios, al cual no se ve nunca viyo
Vive muyalto en el aire, con el cuerpo el pico parecido a la golondrina, pero adornadodi
plumas diversas: las que tiene en la cabeza son parecidas al oro puro, y las de la garganta, a la
de un pato:la cola y las alas son parecidas a las de una pavareal. No tiene ningúnpie, y sil
sorprendealgún cansancio, o bien quiere dormir, se cuelga de un árbol con sus plumas, lás
cuales engancha en alguna rama. Vuela con una maravillosa rapidez y no se alimenta más q!
de aire y de rocío. El macho tiene una cavidad en el lomo, en la que la hembra incuba los hué? ——
vos. Yo he visto uno enesta villa (París), que dieron al difunto Rey Carlos noveno: y cambié Fi, 1IL.- El Ave del Paraíso, de la obra de Boaistuzu-Launay,
> 1564. La primera edición de las obras de Ambroise Paré
tengo uno en migabinete que me dieron porgran excelencia?». e cispoo sli Fig. IVAves del dla dis
En sucuriosolibro de las Historias Prodigrosas, escrito en 1564, P. Boaistuau-Launaydig == race una escultura románicogótica.
que el ave del paraíso «no vive más que de rocío, y si no tiene ningún pie, lo que va en cong
tra del testimonio de Aristóteles, que escribe que ningún pájaro carece de pies... Gesnero, el pococonocido; nos asegura que nosólo las aves del paraíso no tienen patas ni pies, sino que
su historia latina de las aves, escribe lo quesigue: Este pájaro, cuya figura ves aquí (Figs.I) 28: tampoco tienen alas, y que se propulsan porsí solas en el aire pese a la materia y a su peso, y
7 ello por el mero ardor de su voluntad, por la mera fuerza interior y espiritual que un grupo ca-
1. “Oiscaux de Paradis”, Magasin pittoreque, T. l,n 29, 1833, p. 225.
2. J. Ds Cuña Hortus Sanizari, Edición francesa de Ph.Le Noix, 1539. Part, Il, des Ojseauds, 2. 1. P BONSTUAU-LAUNAY, Histoivesprodigieuses edición de 1564, pp.158-161.
3. Ambroise PARE, de Laval, CExore, libro XXV, des Monstes, p. 1070. 2, CÉ. Dierionnaireraisonné d'Architecture, de Bulletin monumental 1877, p. 697.

424 425
balleresco, bastante cerrado, sigue considerando todavía el don de gracia de una particular Por un simbolismo idéntico y más perfecto todavía se relaciona el ave del paraíso con
'monía de armamento e investidura que se supone que es una especie de octavo sacramento, ;, la emblemática de Cristo. Recordemoslo que las antiguas colecciones de leyendas decían de
SÉ bien que hay buenos eruditos que rechazan a veces estos elementos de informació) ' este pájaro, y particularmente que, en su existencia constantementeaérea, lleva sobre su es-
sobre el pasado que noestán respaldados portextos formales;ni están siempre equivocadospj palda a la hembray su nidada; así mismo sostiene también Cristo por encima dela tierra a
tienen siempre razón. Por lo que se refiere a las aves del paraíso, son los tradicionistas quien 2 su esposa la Iglesia y a sus hijos. Así mantenida por él en las serenas alturas, las potencias in-
tienen razón cuando dicen que esas aves magníficas fueron feriores, dii inferni, «las puertas del Infierno», no pueden prevalecer contra ella: es la prome-
consideradas antaño ápodas y ápteras, o sea desprovistas de da hecb.— '%póstol Pedro en los campos de Cesaréa: «Ti eres felz, Simón, hijo de Juan...
pies y alas: las imágenes del ave Tú eres Y o, y sobre esta piedra edificaré miIglesia y las puertas del infierno no prevale-
del paraíso que da la antigua > cerán contr. ella...
heráldica medieval, y las que los En elesoterismo medieval del que he hablado más arriba, se hizo espontáneamente otra
artistas del Renacimiento hereda- ¿relación entre el pájaro áptero que privado de alas se lanza al espacio mediante su propio
ron de ella, la representan ápoda poder, sin el medio del mecanismo físico necesario a los demás volátiles, y Cristo resucitado
y áptera, y otro tanto han hecho elevándose al cielo por la mera virtud de su Divinidad”, Más adelante veremos que en la alon-
los heraldistas posteriores. Así la dra que a fuerza de alas se alza del surco hacia el cielo ha encontrado el folklore de Francia
vemos en las obras de Ambroi- una imagen del Salvador y su ascensión: los místicos de la Edad Media pensaron que el ave
se Paré!, de Boaistuau (Fig. II), del paraíso, ignorado por la simple gente campesina, era todavía más que la alondra un em-
de Gasner de Zurich y de La Co- blemasatisfactorio para representar la elevación triunfal del Salvador hacia los cielos, debida
Fig. VeEl Ave del Paraíso lombitre? (Fig. V), en el álbum “al solo poder de la naturaleza divina escondida en la envoltura material de su cuerpo.
heráldica, de la Colombitre, La heráldico de Bénard (Fig. VI) y Dictionnaire du Blason disigido
Science htroique, 1669, p. 372. en el cuaderno de L'Estoile Inter- Bénard. Siglo XVIIL,
nelle (Fig. VID. IV. EL AVE DEL PARAÍSO, EMBLEMA DEL ESPÍRITU SANTO
La ausencia de las alas en estas imágenes, pese al silencio de las obras a este respec Puesto que la fabulosa ave del paraíso era la
to, se explica únicamente por la reproducción de un modelo típico creado por la simbo: voladora perpetua e incansable, se tomó también
logía, del que hemoshablado antes, y que presenta a este pájaro como emblemadel don? como emblema del divino Paracleto que fecundó
divino de unareserva poderosa y concentrada de fuerza espiritual en el alma delcristiano con su presencia las aguas primeras cuando elcielo
deélite. y la tierra fermentaban en un indescriptible caos de
fuego, truenos,aguas y vapores, bajola diestra om-
TIL. EL AVE DEL PARAÍSO, nipotente del Creador, cuando la luz no existía
EMBLEMA DE NUESTRO SEÑORJESUCRISTO todavía: Spiritus Dei ferebatur super aquas, dice
la Valgara”, «El Espíritu de Dios se movía sobre UL LD
A,d
¡esto que la relacionaron de diversos modos con la simbología divina, nuestros abue las aguas», dice literalmente el texto hebreo de la
p los del medievo designaron a menudo al ave del paraíso con los nombres de «Ave divis Biblia? (Fig. VID.
Fig. VIL.- El Ave del Paraíso, «Espiritu de Dios»
na», «Ave de Dios» y «Pájaro Dios'», La relacionaron más particularmente con la
sobre el caos primitivo. Cuademode ZEsmile
Sin duda la paloma, su emblema corriente, Internell, finales del siglo XV.
emblemática del Redentor y con la del Espíritu Santo, Ñ no es más adecuado quela fabulosa ave del paraf-
Cuando estudiemos el simbolismo crístico del Delfin reproduciremos una escultura des so, con su movimiento infatigable, para representar esta presencia agitada del Espíritu de Dios
los primeros tiemposcristianos en la que el pez, emblemaseguro de Cristo, lleva en su loma] delParacleto, planeando sobre las aguas en tinieblas que cubrían el abismo.
una barca que es la imagen de su Iglesia. La conduceasí, sin peligros que temer para ella, haci
el «puerto de la salvación».
1. Véase San MATEO, Evangeli, XVI, 17-20.
1. Ambroise PAR£, Op. cit p.1071. 2. CÉ Actos de los Apóstoles 1,9 y 10.
2. Valson DE LA COLOMBIERE, La Science hérique, p. 372, n0 374 y p. 374. Paris 1669. 3. CL. Archivos de L'EstoileInternell, mss., siglo XV.
3. Ambroise PARE, Op. ci, lc. cit 4. Génesis 1,2.
4. BuFsoN, Histoire naturell, edición de 1769, vol. XXIV, p. 213. 5. Traducción de Crampon, La Sainte Bibl, p. 1.

426 427
y lo que es reproche más grave, algunos autores antiguos acusan a la abubilla de ali-
Oi A DEL CONTEMPLATI , ,arse de suciedad y de excrementos, y el Grand Kalendrier des Bergiers se hace eco de esa
n la simbología corriente y exotérica de la Edad Media, el ave del paraíso, consi [pación en sus Dichos de los Pájaros.
E unser exclusivamenteaérco, representaba de modo natural al santo, cuyo corazón.
«La abubilla:
siempre muy por encima del amora las cosas terrenas, al piadoso contemplativo
Comer no quiero sino suciedad
espíricu permanece constantemente en las elevadas regiones de lo divino”.
Pues como chinche me comporto;
Desprovista de todo medio corriente de propulsión,la legendaria ave delp:
Aunque tenga este aspecto.
bastante adecuada para representar lo que los místicos orientales denominan «la vía diré
Belleza sin bondad no vale nada'».
expresión que se refiere a las realizaciones espirituales obtenidas por medio de la medita;
intensa y en ausencia de todo coadyuvante comolos ritos y las prácticas, fuera de todas + Así estigmatizada, la abubilla representó el alma que se arrastra en las suciedades morales,
obras prescritas por sus leyes religiosas corrientes. alimenta de ellas y se convierte así en la esclava de Sarán, el «dueño de los bajos fondos».
El ave del paraíso, escribía La Colombitre en el siglo XVII,es el símbolo del ves Un Bestiario escrito hacia 1275 llegó a atribuir a la sangre de la abubilla una propiedad
cristiano que no aspira más que al cielo y que toma por divisa la misma que se da esté ingular e infernal, a saber, que si un hombre se untaba el cuerpo con esta sangre,
jaro: Nihil mihi terra, o bien fastigias mescit*.
«Cuandose durmiera
es la ocasión de recordar el pensamiento de San Paulino de Nola: «Cuando germina
nosotros, la semilla de la palabra divina nos transforma en aves”». Diablos acudirían
que estrangularlo querrían”.

LA ABUBILLA Los simbolistas de la Antigiiedad hicieron de la abubilla uno de los em-


"blemas de la hipocresía y de disimulación porque, nos dice Plinio citando a
VI. LA ABUBILLA, ANTÍTESIS EMBLEMÁTICA DEL AVE DEL PARAÍSÉ “Esquilo, «cambia a menudo, no sólo de plumaje, sino también de forma», lo
que sin duda es excesivo.
ave inmunda. — Hemosvisto que los autores de la Edad Media hicieron del ave di Se pretendía también que la abubilla podía ocultarse completamente a la
paraíso un ser completamente aéreo: si hemosde creerlos, dice Buffon, este pájaro «nt vista de todos los seres vivos, y de ahí que a finales de la Edad Media se cre-
vta más quedo de do, todavía que «en el nido de la abubilla hay una hierba de varios colores
¿Noera naturalísimo que se le opusiese la abubilla, el ave que, pese a su indiscutible bi que hace invisible al hombre cuando la lleva encima'»,
lleza, siempre fue considerado el más sucio del mundo? Aunquelos hay más sucios, como él
pato doméstico, por ejemplo.
Los naturalistas antiguos, Aristóteles, Eliano, Plinio, ya habían destacado que la abubi VII. LA ABUBILLA, EMBLEMA DE LA PIEDAD FILIAL ee]
Fig. VIIL- El
hace el nido de lodo y porquerías, de modo que sus polluelos nacen en medio de la sus igamos, para rehabilitar un poco a la abubilla, que la simbología de «Cucufa», cerro
«La abubilla es un pájaro despreciable: D los antiguos, seguida en ello por la del cristianismo, hizo de este pá- hierático de la
jaro, junto con la cigiieña, uno de los emblemas de la Piedad filial. iconografía
Su nido noes cortés ni sano
Y si hemosdecreer a Horus-Apoloy Eliano, precisamenteen este senti- egipcia, con la
Pues está hecho de barro y suciedades», cabeza de la
do de símbolo de la gratitud filial pusieron los egipcios la imagen de la abu- Abubilla
dice Guillermo de Normandía en su Bestiario *. billa, el cucupha, en los cetros sagrados” (Fig. VID.
Esta severa apreciación está absolutamente de acuerdo con lo quedice San Isidoro, Desdelos primeros tiempos cristianos, el Physiologus aceptó el mismo tema emblemáti-
llama a la abubilla avis spurcissima, «el ave inmunda»; y San Cirilo y San Jerónimoescribis o, y haciéndose eco de ello, Guillermo de Normandía, en el siglo XIII, mostraba en su
en el mismo sentido”, Bestiario a las crías de la abubilla ayudando a sus padres cuando, en sus últimos años, ya no
1. CF. C. HiprEaU, “Histoire narurelle légendaire au Moyen-áge”, Revue de 'Art chréren, . V, 1861, p.186. 1, Lagrant Kalendhier des Bergiers, 1480, E XL.
2. Vulson DE LA COLOMBIERE, La Science héroique, p. 372.
3. San Pauuino De NoLa, 1V* Panegírio de San Féli, obispo de Nola. 2. The Bestiary edición de Th. WRIGHT,p. 120.
4, BUON, Histoire naturell, T. XXÍV, p. 215. 3. Puno, Historia Narural, Libro X, 44.
4. ElLibro el Gran Albero, el cual tata de las maravillas del mundo, edición del siglo XVI.
5. Guillaume DE NORMANDIE, Le Bevtiaie divin, X, De la Huppe. 5. EuANO, Historia delos Animales, L. X, cap. XVI.
6. C. HireEAu,Le Bestiaire diin de Guillaume, clre de Normandie, p. 108, nota.

428 429
puedenvolar ni ver claramente. Les quitan, dice, las plumas
dan calor dulcemente y los incuban como ellos mismos habían h
en su juventud; así les devuelven «bondad por bondad». Y sig
hermosa exposición de los deberes de los hijos para con los pad
Cuando en la heráldica occidental la abubilla no hace la CAPÍTULO CINCUENTA SIETE
de «armas parlantes», como ocurre por ejemplo en las armas

EL CARADRIO
Huppaud, conviene entonces concederle casi siempre la funcii
Fig. IX-- De plara con emblemade la Piedad filial (Fig. IX).
abubilla de gules puesta No tenemosporqué seguir en todo a los viejos autores de
sobre terraza de sinople, pos de los capetos en sus fantasías, que los llevaron a atribuir a la (CHORLITO REAL)
Armas indeterminadas,
comunicación de A.
ba el singular
$
poder de ver a través
4
de los cuerpos
.
opacos
DoLaau; Madera de. Conocer ciertos secretos que le permiten romperel cristal más ]. EL CARADRIO-CHORLITO REAL EN LA NATURALEZA
Cené (Vende). las piedras más duras”. Estas ilusiones no tienen ninguna relación 8
el tematratado en estas páginas. egún Buffon y Cuvier, el caradrio de los antiguos y de los simbolistas cristianos de an-
taño no es otro que el Charadrius Pluvialis de los naturalistas, el chorlito real de nues-
tras tierras occidentales, principal tipo de una familia de volátiles que comprende
Eparticularmente, también en Europa, el Charadrius hiaticula y el Charadrius morinellus. Hay
E tras variedades en el Senegal, en América y en las Islas.
2 Los autores de la Edad Media llaman también al ave legendaria: Charadrion, Charadios,
¡Kaladrius, Kladrius, Caladrio, y más a menudo todavía, en francés primitivo, Caladre, e in-
luso calendre. Y este último nombre dio pie a que varios autores modernos como el conde
rimouard de Saint-Laurent', L. Cloquet y.el buen heraldista Gévaerd lo hayan confundido
con la alondra, que en varias lenguas regionales de Francia recibe el nombre de «calandre»”
Igual queel fénix y el ave del paraíso, el caradrio no es más que un pájaro real y de es-
Fig. X.- El Ave del Paraíso. Motivo heráldico u ornamental de Angers.
pecie todavía existente, pero que se volvió completamente fabuloso al cargarlo nuestros abue-
Comunicación de Adolphe Dolbeau. los con tantos poderes extraordinarios y de cualidades tan maravillosas comoficticias.
Algunos modernos, con Tychsen, han querido ver en el caradrio una cacatúa poetizada”,
porque decían que era completamente blanco; otros, con Grimouard de Saint-Laurent, han tra-
tado de buscar su origen entre las rapaces nocturnas porque dicen los Bestiarios que se aparece
37 alos enfermos durante la noche y algunas imágenes suyas medievales lo representan con cuer-
nos en la cabeza* (Fig. 1). Aristóteles y los naruralistas griegos y latinos estuvieron más inspi
+ dos al reconocer en él al chorlito real, puesto que Buffon y Cuvier son de su misma opinión,
Aristóteles llama al charadrios «pájaro de los barrancos» y dice que es vulgar de color y de

si bien le gustan los barrancos y los prados bajos, no es un pájaro feo; y si bien durantela noche
Jusca gusanos e insectos”, no es raro encontrar durante el día nutridas bandadas de chorlitos reales.

1. GRIMOUARD DE SAINT-LAURENT, Guide de l'Art chrérien, T. 1, p. 286.


2: L. CLoQUET, Elements d'Ionograpbie chrérienne, p. 306.
3. Gevaerr, LHéraldique, p. 56.
4. C£ C, HirpEAU, Le Bestiaire divin de Guillaume, clerc de Normandie, - Introduction, p. 30.
. GRIMOUARD DE SAINT-LAURENT, Guide de l'Ars chrésien, T. IL, p. 287.
1. Guillaume de Normandie, Op.cit, lc.cit 6. C£ ARISTÓTELES, Historia de los Animales, L, IX, cap. XII,2.
2. C£ Boca, Hieroznicon, T., p.347. 7, C£ Barthélemy SAINT-HILAIRE, Traducción francesa de la Historia de los Animales de Aristóteles,

430 431
La principal singularidad del chorlito real es que durante el veranotiene el plumaje simple mirada, lo cual repitieron después de ellos el Pbysiologus, San Epifanio y, más tarde,
pletamente diferente de su plumaje de invierno: en inviernotiene la cabeza y el lomo b idas'.
jos, estriados de negro y amarillo, el buche gris y el vientre blanco; en pleno vuelo, y Y aquella invención tan completamente imaginaria se la tomaronen serio en el siglo XIII
incent de Beauvais y los autores de los últimos Bestiarios.
Otra ilusión, también tomada de Eliano, la resume así Honorio de Autun, que escribía
Eon la primera mitad delsiglo XIII:

Fig, IL- El Caradrio abandonaal enfermo.


Iluminación de un Bestiario del Arsenal,
siglo XII. C£ CAriER, Mélanges archéolog Fig. IIL.- El Caradrio cura a un enfermo.Vidriera de la
TI, pl. XIX, E Catedral de Lyon(siglo XII.

«Hay un pájaro llamado charadrius que permite adivinar si un enfermo escapará o no de


Fig. 1.- El Caradrio, de un bordado en lamédel siglo XIII.

la muerte, Hay que ponerlo cerca del enfermo;si el enfermotiene que morir, el pájaro apar-
desde abajo, parece completamente blanco, En verano no cambia el lomo, pero la parte cala cabeza (Fig, 11)si tiene que vivir, el pájaro fia la mirada en ély, con el pico abierto, ab-
rior de la cabeza, el cuello, el buchey el vientre son negros'. No conozco ningún simbol sorbe la enfermedad (Fig, II). Levanta entonces el vuelo entrelos rayos de sol, y el mal que
antiguo que haya sacado partido de esta sugestiva metamorfosis, haabsorbido sale de él como un sudor. En cuanto al enfermo, se cura”.»
»El charadrius blanco es Cristo, nacido de una Virgen. Se acercó a un enfermo cuando
II. EL CARADRIO EN LA SIMBOLOGÍA DE LA EDAD MEDIA su Padre lo envió a salvar la humanidad. Apartó la mirada de los judíos y los dejó en la muer-
te, pero miró hacia nosotros y se llevó nuestra enfermedad a la cruz. Un sudor de sangre brotó
S ¡el caradrio chorlito real entró en la fauna emblemática de Cristo no es porqueperte: de él, y luego subió junto a su Padre con nuestra sangre y nostrajo a todos la salvación?»
nezca a un grupo de pequeñas zancudas vermivoras, sino a causa de las valiosas virtade Unoscincuenta años más tarde, Guillermo de Normandía decía a su vez, en su lengua-
con que la dotó la imaginación de los antiguos, unade las cuales, si hemosdecreer 4 je de los tiempos heroicos:
Aristóreles y Eliano, le concedía el privilegio de poder curar al hombre de la ictericia on na?
1. Véase J.-8B.S. Tarif.Album de la Manuficture d'Armes es Cles de Saint-Étienne, m0 58, hermosa lámina y texto. 1. SUIDAS, Lexic. voz Jterus
2. Véase ARISTÓTELES,Historia delos Animales 2. Esta escena se encuentra representada simplemente en losvitales de la Catedral de Lyon y en la de Bourges.
3. HONORIO DE AUTUN, Speculum Ecclesias, raducción de Émile MALE, LArs religicue du XIII" si2ele en France,
3. ELsANo, De animalibns, XVII,13. pp. 57, 58.

432 433
Quo hm tn gtmai Cuando el hombre está en enfermedad, Y otros, trasponiendo la escena del Caradrio al terreno espiritual, también establecieron
Que len deispeire Cunt essedese ]
Don st cil sel Este pájaro traen > eN paralelo entre el pájaro de la mirada salvadora y el Salvador en la cruz, con la mirada
Pa té de ooaiorada (cl * ta hacia el Ladrón arrepentido cuya almarecibe así el don de la vida eternamente feliz,
ass de ce malage, Y volver de esa indisposición, tras que el otro ladrón sigue destinado a la suerte merecida que lo esperaba.
La li torne le vis El pájaro vuelve hacia él la mirada
Sem
Er trait 4 sei Penfirmité; Y atrae a sí la enfermedad; Otros más, como San Epifanio" y Ponce de León”, vieron en el caradrio el emblema com-
A A
se torne d'autre Pájaco mira otra pletamente natural de la presciencia de Cristo, que conoce los destinos de las almas, como el
Ene favela mp pri ii arado el delos cuerpos.
Oe onque eos di Pues bie, ss cupar dig Apoyándose también en las ilusiones de los antiguos, numerosos autores de la Edad
Que cest blanc Lo que ese pájaro blan
II senefic, sanz error, resenta, sin error, E Media relacionan el caradrio con el Salvador por la propiedad que a este pájaro maravilloso se
Thesu-Crist, notre Sauveor. A Jesucristo, nuestro Salvador. le suponede dar a los hombres la clara visión de las cosas curando radicalmente las enferme-
sl dades de los ojos; igualmente, dicen los místicos, Cristo abre los ojos de las almas.
Cst nostre Sauweor Ihésus! Es muestro Salvador de Un manuscrito medieval de Ruán incluso pretende que la manducación del pulmón del
*- charadrius es un remedio maravilloso y soberano contra las «oscuridades» de los ojos*, mien-
su vez, otro Bestiario del siglo XIII, de la biblioteca parisiense del Arsenal, se expresa tras que Philippe de Thaun, seguido por el De Naturis rerum que cita Vincent de Beauvais,
«Caladres porte la semblance de nostre Seignor El caradrio se parece a nuestro Señor Jesucristo, qu pretende que esta curación se obtiene por medio de un ungiiento hecho con la médula del
Ihésu Crist, qu est blans es nulle noieré 1'4.en lui, Cil es blanco y no tiene en sí ninguna mancha. Aquel ó Eur del pájaro Y mejor todavía -o peor, el Bestiario armenio del siglo XIII cuya traduc-
quisfs que peine qu buche nle as dí so comaióningún E len no se halló
"e fu trouvé, vint de ses sains cies 4 Penferme pople vino ción ha sido publicada por el sabio jesuita Ch. Cahier, pretende irreverentemente queel pre-
iuis. [torne d'els sa face pour la mécréance et torna ses ciado ungiiento no es otra cosa que el excremento del buen charadrius'. ¡Qué pensarían los
ex A nos Gens et osta totes nos enfermetés et nos pé- hermosos chorlitos reales que buscan larvas en las praderas a la suave luz de los claros de luna
chiés quane il fu levé en croiss? sos,gens, y os qió
dades y nuestros pecados cuando o en el esplendor de las mañanas soleadas' si pudiesen enterarse!
Estas fábulas tuvieron el mismo auge durante los siglos quesiguieron,y hasta el siglo XVI.
Encontramos el mismo tema en Hugo de San Vico? yen finales del siglo XIV, Brunetto Latini escribía: «Caradrio es un pájaro todo blanco, y
Vincent de Beauvais”. su pulmón cura de las oscuridades de los ojos, del cual nos manda la Biblia que no comamos.
De modo completamente natural, se hizo un paralelo en el $ Y su naturaleza es que, cuando ve a un hombre desahuciado que debe morir de esa enferme-
pensamiento de los místicos entre este Pájaro-Cristo que curaba las dad, aparta la cara y no lo mira; pero a aquel que no va a morir es seguro que lo mirará sin
enfermedades del cuerpo y del alma con unasola mirada de bondad apartar la mirada.
y ese otro emblema de Cristo en la cruz, la Serpiente de bronce que »Y dicen algunos que por su mirada recibe en sí todas las enfermedades, se las lleva al
Moisés, por orden del Señor, hizo levantar en el desierto, frente a la aire bien arriba, allí donde se hace el fuego, que consume todas las enfermedades”.»
tierra de Edom,y que curabade la ardiente picadura de las serpien- En su Hortus Sanitatis, impreso en francés por Vérard en 1491 y reimpreso por Ph. Le
tes a todo aquel quela mirase* (Fig. 1V). ; Noir en 1539, Jehan de Cuba se expresa así al resumir el Physiologus y el Livre de la Nature des
Escuchemos al respecto a Guillermo de Normandía: Choses: á
Fig. IV. El Caradrio, de una
miniatura de un Bestiaire Aussi comme Moyses aveir Así como Moisés había «Caladrius es un pájaro que es todo blanco (dice Physiologus), y ninguna parte hay en él
divin de Guillermo de Drecié le serpentel déser, que sea negra, cuyo excremento interior cura y quita la oscuridad de los ojos... Y cuandoel
Normandía, finales delsiglo Ausi coveneit en apert hombre está enfermo de muerte, incontinente que este pájaro lo ve, aparta de él la cara, y si
XIIL De Revue de lAre Le fz de fame esre essaucié
ebrétien, jan. 1901, p. 33. Et en la sainte croiz drecié”. no está enfermo de muerte, aparta la cara hacia él y toma todas sus enfermedades y las cura,
y es curado el enfermo.
1. Guillaume DE NORMANDIE, Le Besiare dvin, Mss. Biblisheque Nationale de Paris fonds frangís 00 7.268' A'—J
Le Bestaire dvin de Guillaume, clre de Normandie, c. V (de Caladrio), edición de HirrrAu,p. 205. L
2. Bestiive de lArsenal, de Ch. CAHIER en Mélanges archéologiques, T. N, p. 129. 2
3. HUGO DESAN VICTOR, Instituriones monasticar, T. 1, 430. 3. Rouen, según C. HiPPEAU Op. cit,, p. 91.
4. Vincent DE BEAUVAIS, Speculum naturale, L. XVI, e. 123. 4. YC. Carr, en Nowveaux Mélanges archéologiques, 1874, p. 121.
2

5. Molsés, Libro de los Números, XXI, 6-9. 5. Este detalle, por contrapartida, parece inspirado en el accidente que le ocurrió al viejo Tobías. Libro de Tobía, 1, 11.
6. Guillaume DE NORMANDIE, Le Bestaie din. Véase de Caladrio, edición de Hippea, p. 207. 6 Brunerto LATINI, LiLivres dou Trésor, L. 1, c. LVL.

434 435
«Del Libro de la Naturaleza de las Cosas. — Caladrius es un pájaro blanco que, si es ley desde hace varios milenios, éste ha sido unode los ideogramas del poder'. El arte cristiano y
do para curar el mal, toma y amasa en sí todas las enfermedades del enfermo,y volando ep Jos textoslitúrgicos de los ritos latino y griego han consagrado el uso de esta antigua imagen
aire las quema allí y se va. La parte inferior de su muslo quita de los ojos la oscuridad y terj E artística y literaria de la idea de poder. Pues bien, en el caso del Caradrio como emblema
brosidad'.» á de Jesucristo sólo podemos encontrar perfectamente oportunas estas dos evocaciones de la
Por encima deestas ingenuidades de los doctos de antaño, y a través de estas mismas E Serpiente de bronce que curaba a los hombres y la idea de poder divinamente benéfico.
genuidades, aparece una vez más un hechoindiscutible: la preocupación constante en ellos E Las imágenes del Caradrio son bastante numerosas en las obras de arte de la Edad Media.
encontrar en larguísimas series de seres y de cosas la imagen emblemática del Cristo benéfig E Lo vemosenla decoración de los libros manuscritos y en la ornamentación escultórica de las
y por eso, tanto si se consideraba queasistía y curaba al enfermo en el estado general de $ E catedrales románicas y góticas: así la encontramosen la fachada de Notre-Dame de París, y
salud, comosi tan sólo le devolvía el uso de la visión clara, habían convertido al caradrio: hay un magnífico capitel de la nave central de Notre-Damede Reims (Fig. VIII) que repre-
«unode los emblemas del Amor...”», del amor compasivo del corazón de Jesucristo, j senta al benéfico pájaro aspirando misericordiosamentela enfermedad de un hombre acosta-
do anteél.
Hacia la misma época, y a causa de sus dos naturalezas, de pájaro y de reptil, el caradrio
IL. EL CARADRIO EN EL ARTE Y LA HERMÉTICA
= serelacionó en el hermetismo con tres de los cuatro elementos,el aire, el fuego y la tierra; el
DE LA EDAD MEDIA aire, en el que sus alas lo llevan hasta «la región del fuego», el gran purificador que «quemalas
odas las imágenes medievales que representan al Charadrius : enfermedades de los hombres, conlas que se carga», y la tierra, habitada porlos reptiles, de la
muestran un pájaro extraño cuya cola se prolonga a menudo de cual siempre han sido uno de los símbolos.
manera inquietante, parecida a la de los reptiles (Fig. III, IV,
VI, VII, VII, y cuya cabeza también está adornada a menudo con un!
par de cuernos(Fig. 1, II, IV, V, VID
LEL
y s Es muyprobable que el carácter serpentiforme de la cola del cars)
Fig V- El Caradrio, drig sea una alusión al paralelismoquese hizo entre el y la Serpiente del
de un documento
medieval: DeL. bronce, y que los cuernos sean el emble-
Coquer, “Essai sur ma de su grandísimo poder,
ro
itectonique”,
Al estudiar
-
el simbolismo del cuer-
Revue de l'Ars cbrétien, 100, hemos visto que en todas las emble-
1901, p. 398. máticas sagradas de los cultos antiguos, y

Fig. IX- El pájaro Caradrio en la tapicería de Bayeus, siglo XI.

eL

Fig VIL- El Caradrio, q


de una iluminación Fig VIIL- El Caradrioy el
Fig. VL- Caradrio del eso del siglo XIII; de marginal de una enfermo; detalle de un capitel de
un grabado en madera de P Lissac. En]. página manuscrita de la nave central de la caredal de
GeRsAIx, Pour Genre p. 64. siglo XIV. Reims.
3. En África, en la región del Senegal, Guinea y Sudán, los negros veneran una efigic de pájaro, llamada el pájaro Sinson,
1. Jehan DE CuBa, Horrus Sanitaris, 11* Part., 11, Les Oyseaubx, c. XXI. Traducción de Ph. Le Noix, 1539. «cuyos cuernos contienen
paa amuletos y polvos mágicos.Este pájaro, como los preciados poderes arríbuidos a sus cuernos, es
2. C£ Barsier DE MONTAULT,Traté dconographie hrétenne,T. 1 p. 129. completamente imaginario. Cf. J. G. LEMOINE, Masques nágres de la Mision Labouret.

436 437
Además, la Edad Media atribuía a la salamandra el poder de trabajar distintas materias
en medio de los braseros ardientes y de comunicarles así cualidades únicas y de
una eficacia
incomparable. Por eso leemosen el célebre Parsival: «Esta cora había sido trabajad
a en medio
¿de las llamas por salamandras, serpientes ingeniosas...»!
CAPÍTULO CIENTO TRECE Se trata aquí de una cota de armadura, de mallas o de placas de acero,
«El Emperadorde la India -dice el autor de Propriétez des Bestes- hizo recoger salaman
-
LA SALAMANDRA dras en gran número y tomarcien pieles de estas pequeñas alimañas, y mandó hacer vestidos
para vestirse y protegerse contra el fuego cuando va a la batalla»?, Aquí se confund
salamandra con el tejido de amianto, como en el siguiente texto: «El papa Alejandr
e la piel de
o —dice
Vincent de Beauvais- tenía una túnica hecha de lana de salamandra, quees de un blanco
pá-
lido, y que echaban al fuego para limpiarla».
I. LA SALAMANDRA EN LAS CREENCIAS ANTIGUAS Enel siglo XVI, el grave Ambroise Paré, tan a menudo ingenuo,había perdidosin em-
as salamandras son reptiles anfibios cuya forma se parece a la de los lagartos. Pueden bargo la fe en la invulnerabilidad de la salamandra, y lo explica así: «Dice Marehioli que,
ha-
color negro, rojo, amarillo claro, amarillo naranja y violeta. Pese a su mala fama, son biendo sido arrojada en medio de una gran llama, de repente (la salamandra) es consumida:
males inofensivos y que se hacen útiles al destruir gran cantidad de larvas e insectos no j es gran locura creer queel fuego no puede consumirla y quevive de él, como el camaleó
n del
aire”.

E
simbología es la Salamandra maculaza, corriente en Europa, que alcanza unos veinte centímé?? II. LA SALAMANDRA EN LA SIMBOLOGÍA CRISTIANA
tros de longitud. El cuerpo de este reptil está cubierto de pequeñas protuberancias bulbo sas
hd
animal m do sufre, segregan abundante flema de un bl y L a antigua simbología cristiana hizo de la salamandra la an-
ie e RR títesis del grifo; en este último animal, cuya doble natura-
rante un corto instante su combustión. ] leza aprecia Dante, el busto y las alas de águila elevan
Pocos animales hay en los que los naturalistas griegos y romanos hayan reunido tantas hacia el cielo la parte terrestre y leonina; en la salamandra, porel
creencias ilusorias y ficciones como en la salamandra:Plinio cuenta seriamente que «es tan fría contrario, la parte trasera pisciforme, que podría llevar al animal
queapaga el fuego por contacto, comoharía el hielo. La flema que saca porla boca, añade, a la superficie de los manantiales y de las claras fuentes, suele verse
haría caer todoslos pelos del cuerpo humano que tocase»'. + : 3 arrastrada la mayoría de las veces por la parte delantera de saurio
Aristóteles, y sobre todo Eliano”, exageraron todavía más las propiedades maravillosas de hacia los lodos nauseabundos y los limos fétidos en los que pulu-
la salamandra. Misal , 3 la toda una masa de larvas impuras y de gusanos repugnante,
Siguiéndolos, los autores de los Bestiarios y otras obras simbólicas medievales contaron Fuera de este aspecto desfavorable, la simbología únicamente le ha
queel inofensivo animal envenenaba mortalmenteel agua de los pozos y fuentes en los que dado a la salamandra papeles hontosos.
se sumergía; corrompía incluso los frutos de los árboles a los que subía ; otros agregaban in- E Apoyándose en las ficciones antiguas, nuestros padres hicie-
cluso que su simple presencia hacía quese alterasen algunos líquidos alimentarios, que noera 3 ron a menudo de la salamandra el emblema del fuego, del
ni macho ni hembra”, o que era las dos cosas a la vez, etc. «Espíritu del fuego»: el Fuego personificado en el zócalo de una Fig 1. El fuego personificado
finales del siglo XIII, pese a la opinión contraria de Alberto Magno, todavía se creía 1. cruz del siglo XII, en el Musco de Saint-Omer, tiene en la mano To
que la salamandra no tenía nada que temer del fuego; así lo afirmaba Brunetto Latini: «Ys la salamandra emblemática” (Fig. ). Los alquimistas hicieron de (PEA silo XIL Maso
sabed que la salamandra vive en medio de la llama del fuego sin dolor ni perjuicio de su cuer-3 ella el símbolo de la obra de calcinación* (Fig. 1D), y según los de Saint-Omer.
po, sino queextingue el fuego por su naturaleza», 3
1. Wolfram von Escuimzaci, Panival, XV. Traducción de Tonnclat. Ed. Montaigne, Para, T. IL, p. 278.
1. Puno, Historia Natural, Libro X, LXXXVI. 2. CEE DEMIS, Le Monde enchantá, p. 116.
3. Vincent DE BEAUVAS, Speculurn natural, XVII, 2.
4. De Ambroise Part, FEwvre, Livre XXI, Deslibroveníns
2. EL1ano,Historia de los Animales, libro Il, 31.
3. Cf. Guillaume DE NORMANDIE, Le Bestiaire divin, XXXII. De la Salamandre.
3. Cf Mons. BARBIER DE MONTAULT, Thirdcon
6. L. CuoQuET, Elements dTconographie cbrtrienne,ographie chrécienne, Y. 1, p.122 y l. VII, no 86.
4. CÉVincent DE BEAUVASS,Speculum naturale, libro XX y XLIIL
5. Brunetto LATINI, Li livres dow Trésor, L. 1, CXLVI. p. 353.

814 815
neoocultistas, eso es supuestamentelo que Enel siglo XII, la salamandra representó al «hombre bueno», el casto, el santo cuya vir-
representa esotéricamente en el portal del RULE impone al vicio y lo aleja de d:
Juicio en la catedral de París, en el aspec-
to esotérico dela Justicia (Fig. ID. q «El hombre bueno de buenavida,
La Edad Media,dice Cloquet, perso=* quetan leal fe tiene,
nificaba a veces el fuego por medio del Queextingue, todo a su alrededor
salamandra: «Ella era el rey de este elez El fuego y ardor de la lujuria...»,
mento y, a causa de su realeza, imagen def
dice Guillermo de Normandía'.
Partiendo de la mismaidea de prodigiosa incombustibilidad, el mismo autor hace de tan
de la Justicia: eso, decían las leyendas antiz
favorecido reptil la imagen de losres jóvenes hebreos que salieron indemnes del horno!
guas, era porque la salamandra, que podía «Enel fuego metieron a Ananías,
vivir en medio de las llamas, mantenía el$ Misael y Azarías
buen fuego y apagaba el malo. Eso es lo en nada fueron dañados en él,
que, aconsejado según dicen por Artusi Porque en buena vida se habían mantenido...%»
Goutfficr, duque de Roannais, y de Ra-
belais, hizo expresar Francisco 1 a la sala- Basándose en todas estas ficciones y en cómolas habían usadolos autores de tiempos de
FigIL.La Salamandra doblada en Uroboros, de un mandra emblemática al rodearla dela divi- los capetos, la mística de finales de la Edad Mediaaplicó a Jesucristo y a María, su madre, al-
manuscrito griego de alquimia n* 2.327 de la Bibliothéque
Nationale de Paris. Siglo X. sa: Nutrisco et extinguo, «alimento(el bue gunos aspectos de ese simbolismo:
fuego) y extingo (el malo)»' (Fig. IV). ¿No fue al mismo tiempoel fuego de la salamandra unodelos atributos del Salvador,
Así el juez, imparcial y de perfecta integridad, debe sostener al inocente y castigar al cule dice a propósito de la salamandra Mons. Barbier de Montault, de Cristo, que dijo: Jgnem veni
pable. : 4 mittere in terram... «He venido a prender fuego a la tierra, y qué puedodesear sino ver que se
También a la castidad y a la virginidad se les atribuyó la salamandra como emblema,
porque abrasa»”? Ya hemos visto más arriba que el iconógrafo Cloquer afirmaba que la Edad Media,
que se inflaman en torno a ellas sin que las quemen. Por eso la a causa de que la salamandra es reina del fuego,la convirtió en imagen de Jesús.
pasan en medio de las pasiones
vemosen la decoración delas catedrales como atributo de estas virtudes; si bien en ciertos casos di si en la fábula la salamandra mantiene el buen fuego y hace que se apagueel malo,la
estado de las esculturas ha hecho justicia distributiva de Cristo, que trata a cada cual según sus obras, exaltará a los justos hasta
dudar entre ella y el fénix, es inf- la eterna luz y rechazará a los malhechoresa las tinieblas del abismo.
nitamente probable quesea ella la Si los tres jóvenes hebreossalieron vivos y gozosos del horno babilónico, también Cristo,
que hay que reconocer”. que descendió a los braserosinfernales, los atravesó victoriosamente, Y aquí, la salamandra se
une con la Hidra del Nilo para interpretar simbólicamente el descendit ad inferos del «Símbolo
de los Apóstoles». ¿Acaso no lo había profetizado además Isaías en estas palabras, adoptadas
por los simbolistas de la Edad Media”: Si tramsierisper ignem, non combureris, famma non exu-
ret te, «Cuando atravieses el fuego, no arderás, ni te abrasará la llama»
Atributo de la virginidad que pasa a través de las más ardientes seducciones de este
mundo como la muestra una miniatura del siglo XVI de la Biblioteca Nacional de París”, la

Fig, lUL.- La Salamandra 1. Guillaume DE NORMANDIE, Le Besiaire divin,loc. ct


en las llamas. Portal del 2, Véase Libro de Daniel, cap. XI, 1-97.
Juicio en Notre-Dame de Fig. IV.- La Salamandra heráldica de Francisco 1; ornamentación dela 3. Guillaume DE NORMANDEE,Le Bestiare divin, Op. ci, loc. cit
París. Siglo XIII ventana del casillo de Azay-le-Rideau,en Turena,Siglo XVI. 4. San Lucas, Evangelio, XII, 49.
5. CÉ C. Hiprza, Le Bestiaire divin de Guillaume, cler de Normandic, Observations, p. 176.
1. CÉ Henri CLOUZzOT, en Bullesin de la Société des Antiquaires de France, año 1908, p.
19. 6. ISatAS, Profcía, XLIIL,2.
2. Cf. E. MaLz, Lare réligieux du XIII" silcle en France, p. 147.
7. Véase BARBIER DE MONTAUIT, 0p. cit T. II, p. 220.

816 817
la Iglesia *
y ta mb ié n a su madre, a quien
lv ad or , aro y Pe-
ma nd ra re pr es en ta en este sentido al: Sa s a la cara a sus enemigos este desafío cl h
sala a Jesú
a»: por algo lanzab CAPÍTULO CIENTO CA
TORCE
llama la «Inmaculad sotros me convencerá de pecado...» reino del
or io : «¿ Qu ié n de vo Hi jo y la Ma dr e at ravesaron él humano
re nt en las llamas, el
Como la salamandra mbra de la menor mancha.
pecado sin contra
er ni la so LA RANA
L DICA NOBILIARIA
DRÁ EN LA HERÁ EL SAPO
1. LA SALAMAN mo de los te ma
stica de :
s de la simbología mí de la]
nudo eco fi de lí si e la Pureza,
encia heráldica, a me la salamandra el carácter de emblemad emás, tambiéx; RANA PARDA
laEdad Media, ma
ntuvo 4 ner, Ad
as palabras pueden te las llamas, donde nin- 1. LA RANA VERDE; LA
ep ci on es qu e est que asombrará a mu-
las ac
Integridad en odas en la a versidad» porque se mantiene en lleresca supo guar- 7 ild e cri atu ra de Dios cuyo nombre,
ia a rana... He aqu í otr a hum que el respetuoso pensa-
hizo expresar «l a co ns ta nc
nemente. La sala
mandra caba er en medio de los animales de
con el simbolismo personal
le er impu descortesí a, de les ver apa rec
te puede permanec ta de honradez, de du chos occidenta siglos cristianos relacionó
gún otro ser vivien ón, de in ju st ic ia , def al
reso aparece en miento de los primeros -
esté tan explícita
s ataques de traici har un escudo. Po poc os hay cuyo sentido crístico
darse de todos lo qu e pu ed e ma nc
un brasero de Nuestro SeñorJesucristo . Y sin emb arg o, que puedan glo-
Muy pocos hay, sobre todo, anidad.
llo
cobardía, en una pa
labra, de todo aque e co n la sa la mandra de plata en nto s ant igu os, y
lemandri de Sien a: de sa bl
salamandra de plat a coronada mente afirmado por los doc ume
ogía general de la hum
el escudito de los Sa belor de Eranche-Comté: de sable con con la salamandra de gules de un pas ado tan ant igu o en La historia de la simbol Se llevaron los favores de la em-
oro síarse dos variedades de rana que
3, y en el de los Ja Piertes de Brécourt: de En el Mundo Antiguo hu
bo esculenta de Linneo );
de gules* y de los Des de tres crucetas de sinoples, 2 y 1 (Fig. V)
.
ver de de las zonas húmedas (Rana
ar el sol. Es la que hace oÍr,
da dae s la ran a
smo, ac om pa ña blemática: la más conoci del agua más que para tom
en un brasero de lo mi casi nosale
es esencialmente acuática y idos atardeceres, esos extraños gritos que Aristófanes,
para los
de los cál
en la deliciosa hora he, kex, hoax, ko".
con la con oci da onomatopeya: «Brz, he, en los bosques y
griego s, con sig nó
que s (Ra na tem por aria de Linneo), corriente
La rana parda de los bos YA NO vuelve a
febrero, para la puesta, y
ra en el agua más que en su parienta acuática, el
breñales de Francia, no ent ter ios a en sus costumbres que
de buen augurio; compartía
ame nte . Má s mis
ella más que muy rar la consideraba un animalito a,
tradicionismo popular de
antaño cilla; una y Otr
Eur opa , la hil a vir idi s, las simpatías de la gente sen pocos lugares
con la rana de zarzal de rana parda se acerca a
sig o un poq uito de felicidad, Como la un feliz presagio,
dec ían , tra ían con
reg ion es rur ale s se con sid eraba que encontrársela era icos de que se
habitados, en muchas ella sobre todose atribu
yeron los sentidos simból
por lo que no la mataban.A
manda emblem),u dóo de místicos de antaño.
Fig, Ve La Sala na (Ir ala no sirvieron los pensadoresy
dr is de Sie
LesSaleman nificados exorricos s
de cayos sig pasblidad en las EHIS TÓRICOS
Simboliza la im Siglo XVI. RA NA EM BL EM ÁT IC A EN LOS TIEMPOS PR
pruebas. II. LA los de los más an-
cub ier to mu ch as veces huesos de rana con
os prehistoriad ore s ha n des cia tenga ningún
no s. Las má s de las vec es no parece que Su presen es así, puesto
tiguos seres hu ma mpre
ono cib le, por eje mpl o en el Maz d'Azil'. Pero no sie
significado rec
P- 276.
. 1. ARISTÓFANES, Las Ranas. 235. LAnthropologie, 1895,
1. Ibid, ap. cis. p.nge133
lio , VUIL46. nce héroique, p. 381 y 383- 2. Véase Pierre, en Bulle tin de la Socitr é d'Ant bropo logie de Paris, 1895, p.
2, San Jua n, Eva , La Se
3, Cf. VD ie du Blaso,IEREdicigido por Bérard, 1772, p.158.
E La Co Lo MB
4, Dicsionna , oc. cita 'y Album. VI fig, 388- 819
5, Ibid, Op.ct
818 333

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