Magellano - Manual

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MAGELLANO

Una Batería para la Orientación Universitaria


Guía para la administración e interpretación del reporte computarizado
editado por S. Soresi
CONTENIDO

PRESENTACIÓN ............................................................................................................................. 3
LOS ASPECTOS PSICOLÓGICOS ............................................................................................... 4
I. LOS INTERESES PROFESIONALES Y CULTURALES.......................................................................... 5
II. INTERESES CULTURALES .............................................................................................................. 7
III. LAS ACTITUDES ........................................................................................................................... 8
IV. LA PERSONALIDAD ..................................................................................................................... 9
V. LA MOTIVACIÓN, LAS ESTRATEGIAS Y LOS MÉTODOS DE ESTUDIO ......................................... 11
VI. LAS HABILIDADES DE SOLUCIÓN DE PROBLEMAS.................................................................... 12
El primer factor ......................................................................................................................... 13
El segundo factor....................................................................................................................... 13
El tercer factor........................................................................................................................... 13
LA INFORMACIÓN SOBRE LA SELECCIÓN UNIVERSITARIA Y SOBRE LA
EXPERIENCIA ESCOLAR........................................................................................................... 14
I. La información preliminar .......................................................................................................... 14
II. La información concluyente ...................................................................................................... 14
MODALIDADES DE APLICACIÓN DE LA BATERÍA ........................................................... 15
PREMISA ........................................................................................................................................ 15
INSTRUCCIONES PARA LA ADMINISTRACIÓN................................................................................ 16
ESQUEMA PARA LA ADMINISTRACIÓN DE LA BATERÍA ................................................................ 17
LA CONSTRUCCIÓN DEL PERFIL DE ORIENTACIÓN ...................................................... 18
SUGERENCIAS Y ADVERTENCIAS PARA LA CONFIGURACIÓN DE LAS
ENTREVISTAS DE ORIENTACIÓN .......................................................................................... 19
EJEMPLOS DE LOS PERFILES DE ORIENTACIÓN ............................................................. 23
1. Correspondencia entre las aspiraciones del estudiante y el perfil de orientación. .................. 23
2. No correspondencia entre las aspiraciones del estudiante y el perfil de orientación. ............. 23
3. Perfil de orientación decididamente superior a las aspiraciones del estudiante. .................... 24
4. Estudiantes indecisos ................................................................................................................ 24
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................. 25

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PRESENTACIÓN

En estos últimos años hemos sido testigos del creciente interés en la temática de la orientación
referente a la inscripción en la Universidad. Los motivos que pueden sustentar la necesidad
de proponerle a los estudiantes de escuela media superior una centrada y seria actividad de
orientación son numerosos y apenas discutibles. Pensemos, por ejemplo, en las altas tasas de
abandono precoz de los estudiantes universitarios (de acuerdo con cifras del Centro de
Estudios de Inversión Social – CENSIS- se estima que solamente el 32% de los inscritos a
los cursos universitarios logra graduarse, con tasas que varían del 17,9% en las disciplinas
político-sociales, al 71% en las facultades científicas), así como el número sustancial de
estudiantes que después del primer año se retrasa, o que, después de su inscripción al
pregrado, decide cambiar de programa tan pronto como se da cuenta de que escogió el curso
inadecuado para sus propias aspiraciones, actitudes e intereses.
Al mismo tiempo, son muchos los bachilleres que, teniendo las capacidades, deciden no
emprender una carrera universitaria o a quienes se les dificulta elegir qué rutas de formación
tomar.
Todo esto, más allá de implicar pérdidas económicas significativas (correspondientes
anualmente a centenares de millones), aumenta el sin sabor juvenil a causa de, por un lado,
la demora con la que muchos jóvenes se enfrentan al mundo laboral y por otro, la presencia
de selecciones de carreras y trabajos que no corresponden a las propias competencias.
Considerando la orientación como uno de los componentes fundamentales de la educación y
la instrucción, su sede principal no puede ser otra que el colegio, aquel lugar en el cual,
institucionalmente, nos ocupamos del desarrollo y la maduración de los futuros ciudadanos.
Para lograr que la escuela logre esta tarea es necesario brindarle apoyos adecuados,
considerando – principalmente – las dificultades por esta mayormente manifestadas, al
considerar algunas variables psicológicas que determinan el proceso de selección de carrera.
Sabiendo que una actividad de orientación no puede finalizar con la formulación de consejos
generales, las Organizaciones Especiales, con más de 40 años liderando el campo de la
psicología aplicada en Italia, le dieron vida a un “Proyecto Orientación” che prevé la
propuesta de una batería de pruebas para la orientación universitaria (Magellano) que pueda
evidenciar los factores que, más que otros, pueden facilitar la previsión del éxito
universitario, y que aquí se presenta.
Todo lo anterior, con el fin de facilitar la conciencia necesaria para agilizar un proceso de
decisión autónomo en los estudiantes que se preparan para ingresar a la Universidad.

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LOS ASPECTOS PSICOLÓGICOS

Para facilitar la activación de un proceso decisional autónomo, el estudiante debe encontrarse


en la situación de poder mediar conociendo, al menos, dos tipos de información: el primero,
se refiere a las características del mundo laboral y de la universidad, el segundo, a aspectos
relevantes de su mundo psicológico.
En el diseño de la batería tuvimos en cuenta, por una parte, las contribuciones científicas más
relevantes que la literatura internacional propone con respecto a los procesos cognitivos, por
otra, el tipo de dificultades que se encuentran con más frecuencia nuestros estudiantes.
Todo esto con el fin de precisar aquellas variables que nos puedan permitir sugerir a nuestros
estudiantes de escuela media superior qué aspectos deben considerar antes de decidir a qué
facultad inscribirse.
Tomando como referencia, por ejemplo, una investigación llevada a cabo en 1994 entre los
estudiantes de la Universidad de Padua, pudimos constatar que entre los problemas que
acosan mayormente a los estudiantes, provocando en ellos - a veces - condiciones constantes
de incomodidad, algunos se relacionan con cómo maximizar sus procesos de aprendizaje y
memorización, otros, se relacionan con los procesos de comunicación y relaciones
interpersonales con docentes y colegas, otros se relacionan con las modalidades para
controlar el miedo y la ansiedad principalmente en situaciones de evaluación, y por último
pero no menos importante, otros se enfocan en cómo afrontar esos pequeños grandes
problemas que surgen constantemente en la vida universitaria.
Existen actualmente numerosos estudios que destacan cómo las habilidades que sirven para
establecer buenas relaciones con los otros, para colaborar, para comportarse de una manera
adaptativa, para identificar objetivos personales, para llevar a cabo procedimientos eficaces
para estudiar, para la resolución de problemas y la toma de decisiones, están estrechamente
relacionadas con el éxito escolar y profesional (Wentzel et al., 1991, 1993; Burleson y
Samter, 1992; Chadsey-Rush, 1992; Lignugaris-Kraft et al., 1988; Nota e Soresi, 1998).
Por estas razones la batería prevé algunos instrumentos que tradicionalmente y por lo general
no se utilizan en las encuestas de orientación, pero que, por la calidad de la información que
brindan, no deberían dejarse de lado. El análisis de estas variables requiere de competencias
profesionales de carácter psicológico, difícilmente identificadas dentro del colegio y, por
ello, se requiere la colaboración de psicólogos expertos.
Las dimensiones psicológicas que contribuyen a determinar el proceso de elección, como
mencionábamos, son numerosas: nos refiere a la necesidad de ofrecerle al estudiante una
evaluación de sus intereses profesionales, de sus intereses culturales, de sus capacidades
cognitivas y actitudinales, de algunas dimensiones de su personalidad que pueden tener un

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peso significativo en las actividades de estudio y en la carrera profesional, de su capacidad
de afrontar situaciones problemáticas y de organizar en modo eficaz sus propias actividades
de estudio.
Por esto, la batería se encuentra dividida en cinco pruebas.

I. LOS INTERESES PROFESIONALES Y CULTURALES

La primera prueba, se le pide al estudiante expresar el nivel de agrado frente a una serie
numerosa de actividades y profesiones, busca precisar el sector profesional hacia el cual el
evaluado piensa estar inclinado. Las profesiones que se les presentan conllevan un estudio
de mínimo dos años de carrera. Los sectores profesionales son catorce (145 ítems).
1. Ecológico: Quien aspira a desarrollarse profesionalmente en este campo está
interesado en llevar a cabo actividades de contacto directo con la naturaleza y es muy
sensible frente a la conservación del medio ambiente; las profesiones que
generalmente satisfacen este tipo de interés están relacionadas con actividades
agrícolas, subacuáticas, forestales, de medición y control de las tasas de
contaminación ambiental, etc.
2. Educativo-pedagógico: Quien aspira a desarrollar actividades profesionales en este
campo está interesado generalmente en enseñar y es muy sensible frente a los niños
y los jóvenes; junto a las actividades tradicionales de enseñanza, este tipo de interés
está presente en quienes desean coordinar servicios para la infancia (jardines, centros
para menores) y para la juventud (Centros de información para jóvenes, centros
recreativos, etc.).
3. Humanista-Literario: Quien aspira de desempeñarse en estos campos muestra un
gran interés por la cultura humanista. Las profesiones que generalmente satisfacen
este tipo de interés tienen que ver con las actividades de enseñanza a jóvenes y
adultos; con menor frecuencia este tipo de interés puede concretizarse en actividades
de coordinación de bibliotecas y centros culturales, periodismo y de consultoría en
casas editoriales.
4. Científico-Natural: Quién aspira a desempeñarse en este campo busca aplicar el
método científico; las profesiones que generalmente satisfacen este tipo de interés
tienen que ver con la biología, la física, y la química-farmacéutica.
5. Lingüístico-Turístico: Quien está interesado en desarrollarse en este campo está
ampliamente interesado en las lenguas extranjeras y en profesiones que le permitan
una relación más o menos constante con países de culturas diversas; junto a la
tradicional actividad del intérprete y traductor, quien posee este tipo de interés
profesional puede dedicarse a la educación, a trabajar en agencias de viaje o centros
turísticos.
6. Sanitario: Quien aspira a desempeñarse en este campo está generalmente interesado
en aplicar el método científico para el cuidado y asistencia de los enfermos; el
desarrollo de la investigación y el análisis en este ámbito permite, a las personas que

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no privilegian una relación constante con las situaciones de ayuda, la satisfacción de
este tipo de interés.
7. Técnico-Mecánico: Quien aspira a desempeñar profesiones en este ámbito está muy
interesado en el trabajo con carros y a intervenir en ellos; se trata de profesiones que
se desarrollan, en la gran mayoría de los casos, en laboratorios y empresas que rara
vez favorecen las interacciones sociales.
8. Técnico-Científico: Quien aspira a desempeñar profesiones en este campo está muy
interesado en trabajar en sectores que requieren sistematización y rigor científico; se
trata de actividades que requieren realismo, capacidades de observación y de análisis
como aquellas del matemático, del físico y del ingeniero.
9. Artístico: Quien aspira a desempeñar profesiones en este campo está generalmente
interesado en expresar su creatividad en el campo de la música, de las letras y de las
artes figurativas; junto a aquellas tradicionales como las del arquitecto y el músico,
quien posee este tipo de interés puede dedicarse a actividades variadas: la enseñanza,
la publicidad, los muebles, la colaboración en revistas especializadas etc.
10. Socio-asistenciales: Este tipo de interés describe la actividad laboral de quienes están
interesados en asistir a personas que tienen algún tipo de dificultad (acianos, adictos
a sustancias, extranjeros, enfermos mentales, etc.). Pueden aspirar a tener cargos
directivos en servicios sociales públicos y privados, encuestas para la detección de
situaciones de penuria y en la organización de los servicios socio-asistenciales.
11. Psicológico: Quien aspira a desenvolverse en este ámbito está generalmente
interesado en establecer relaciones con otros, basadas en la disponibilidad; junto al
trabajo tradicional del psicólogo, quien tiene este tipo de intereses puede involucrarse
en actividades de investigación sobre procesos cognitivos y no cognitivos, de gestión
del personal en una gran empresa, ocuparse de relaciones públicas, etc.
12. Económico-comercial: Este tipo de interés profesional describe la actividad laboral
de quienes están interesados en la gestión de actividades económico-comerciales;
indica que la persona es propensa a ocupar roles directivos en haciendas públicas y
privadas, que tiene interés por realizar investigaciones de mercado, que le puede
interesar controlar procesos de productivos y a desempeñar profesiones como
aquellas del comerciante y el consultor fiscal.
13. Económico-administrativo: Quien aspira a profesiones en este ámbito está
generalmente interesado en desempeñar actividades de elaboración y organización de
datos e informaciones relevantes desde un punto de vista económico-administrativo.
Se trata de profesiones que requieren generalmente meticulosidad y eficiencia como,
por ejemplo, establecer los precios de vente de algunos productos, detectar, calcular
y controlar los costos en una empresa entre otros.
14. Jurídico-social: Quien aspira a profesiones en este ámbito está generalmente
interesado en desempeñar actividades que tengan que ver con la jurisprudencia en
todos los sectores en que esta pueda ser aplicada: derecho penal, civil, privado,
internacional, laboral, etc. Quien posee tal tipo de interés es propenso a profesiones
de abogado, magistrado, notario o a la carrera diplomática.

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En el ámbito de una actividad profesional se pueden identificar niveles y tipos de actividad
notablemente diferentes entre ellos (aquel que desea emprender estudios de medicina, por
ejemplo, podría estar interesado en desempeñarse en campo, con estrecho contacto con las
personas que requieren su intervención, o trabajar en un centro de investigación): no es
suficiente identificar el interés profesional, sino que también es oportuno precisar el tipo y
nivel.
Por esto la prueba también proporciona la indicación del tipo de interés que la persona puede
nutrir dentro de las profesiones.
1. Operativo-relacional: Más allá de la elección de profesión, lo que le interesa a los
que tienen este tipo de propensión es sobre todo poder desempeñar una actividad que
lo lleve constantemente a tener contacto con otros. En estos casos, los componentes
específicos de las funciones tendrían un rol secundario frente al deseo de desempeñar
una actividad laboral en la cual la relación con los otros sea constante; profesiones
como las del profesor, el abogado, el médico, el psicólogo y todas aquellas que
implican trabajo en equipo o coordinación de grupos de personas tienen que ver con
esta clase de interés.
2. Operativo con uso de maquinaria: Más allá de la profesión escogida, lo que le
interesa a quién tiene este tipo de inclinación es principalmente poder manejar
objetos, reparar y probar maquinaria, trabajar en laboratorios y en “oficina”; en estos
casos lo que se considera fundamental es lidiar con problemas “concretos”
reduciendo al mínimo las ocasiones en las que podría resultar necesaria la mediación
interpersonal; profesiones como las del ingeniero y del informático implican, por
ejemplo, intereses de tipo “operativo con uso de maquinaria”.
3. Investigativo y de investigación: Más allá de la profesión elegida, lo que le interesa
a quien tiene este tipo de inclinación es principalmente poder desempeñar actividades
que requieren capacidades de observación, de formulación de hipótesis, de
conducción de investigaciones en diferentes campos del saber; las actividades
investigativas podrían tener por objeto sectores profesionales muy diversos, desde
aquellos ecológicos hasta aquellos marcadamente económico administrativos.
4. Operativo-natural: Este tipo de interés se encuentra en profesiones que se
desarrollan a campo abierto en contacto con la naturaleza, opuestas a actividades que
requieren constantes relaciones interpersonales y trabajos sedentarios; profesiones
como aquellas del biólogo, del experto en ciencias forestales, el agrónomo etc.
conllevan este tipo de interés.

II. INTERESES CULTURALES

Con la segunda prueba se evidencian los intereses culturales del estudiante que no
necesariamente deben coincidir con aquellos profesionales. Considerando también la
flexibilidad y movilidad que el mundo laboral está pidiendo, y que en el futuro pedirá con
mayor insistencia, se considera oportuno identificarlos antes del inicio de la Universidad.

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Conociéndolos, será posible sugerirle al estudiante que continúe cultivándolos y teniéndolos
presentes para una posible elección de especialización, dentro de su pregrado y de exámenes
complementarios. Poder contar con algún interés, que se pueda satisfacer quizás en
actividades extralaborales, buscará en cualquier caso mejorar la calidad de vida.
Los intereses culturales (35 parejas de ítems) tenidos en cuenta son aquellos de tipo:
- Científico-natural
- Humanista-literario
- Psicológico-social
- Técnico-científico
- Sanitario
- Artístico
- Económico- comercial

III. LAS ACTITUDES

Dado que una evaluación actitudinal no se propone medir la capacidad de aprendizaje, y


menos el potencial e inteligencia “innata”, lo propuesto con la tercera prueba se basa, por un
lado, en las indicaciones de la investigación factorial de la inteligencia (Spearman, Thurstone,
Vernon y Catell) y, por otro en las contribuciones más recientes que la psicología cognitiva
produjo en materia de estilos cognitivos.
Se considera importante, de hecho, poder ofrecer al estudiante la estimación de un factor G
– Inteligencia general – entendido esencialmente como la capacidad de pensar y razonar
independientemente de las características del material que debe afrontar, sea de los factores
específicos (Spearman) y habilidades primarias (Thurstone) que estarían presentes en todos
nosotros de forma más o menos marcada (razonamiento abstracto, actitud verbal, numérica,
espacial mecánica).
Se trata, como se puede fácilmente intuir, de un tipo de análisis particularmente útil en
orientación ya que provee la posibilidad de evaluar, por un lado, la capacidad de una persona
para afrontar situaciones problemáticas nuevas e imprevistas que no son analógicas con
aquellas previamente presentadas o propuestas por la experiencia escolar, y por otro, las
habilidades específicas, las actitudes, las capacidades o las habilidades que, como es
evidente, se desarrollarían prevalentemente mediante el ejercicio de una interacción
productiva con el ambiente.
Si tradicionalmente, el problema de la selección escolar-profesional podía ser afrontado con
facilidad, considerando de manera linear la relación entre perfil actitudinal y selección
escolar-profesional, los nuevos contenidos profesionales y la movilidad que caracterizará
cada vez más el mundo laboral requieren y requerirán mayor versatilidad, fluidez, capacidad
para afrontar situaciones para las cuales el recurso académico no será siempre suficiente.
Aquí en seguida se describen sintéticamente los factores actitudinales evaluados (100 ítems)

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1. G = Factor General: indica la capacidad general de pensar y razonar más allá de las
características de los problemas presentados; se trata entonces de una habilidad
“transversal”, global y general. Un puntaje elevado en esta dimensión indica que la
persona, desde un punto de vista intelectual, posee una buena capacidad cognitiva
que le permitirá afirmarse y afrontar problemas independientemente de la ruta
formativa experimentada.
2. V = Competencia Verbal: Es un factor específico que indica la capacidad y
familiaridad con las que se tratan los estímulos verbales; se trata de una habilidad que
se considera importante generalmente para afrontar estudios de corte humanista y
para ejercer profesiones en las que las relaciones verbales con otros son de relevancia
consistente.
3. R = Razonamiento: Es un factor que indica la capacidad y la familiaridad con la
que se afrontan los estímulos abstractos logrando entender las semejanzas, las
diferencias realizando inferencias y analogías; se trata de una actitud que se considera
importante generalmente para los estudios de tipo científico y para ejercer profesiones
en las que la capacidad de interpretar la realidad puede ser importante, al menos
aquella de saberla observar y describir.
4. N = Competencia Numérica: Es un factor específico que indica la capacidad y
familiaridad con que se tratan los estímulos numéricos y matemáticos; se trata de una
actitud que se considera importante para afrontar estudios de tipo científico y para
ejercer profesiones en las que la capacidad de interpretar y describir la realidad en
términos cuantitativos es particularmente importante.
5. S = Competencia Espacial: Es un factor específico que indica la capacidad y
familiaridad con las que se afrontan situaciones que requieren captar las relaciones
espaciales que caracterizan una serie de estímulos o que están presentes en un
problema; se trata de una capacidad generalmente considerada importante para
afrontar planes de estudio como, por ejemplo, aquellos de arquitectura e ingeniería, y
para ejercer profesiones que se caracterizan por las capacidades de proyectar las
relaciones espaciales entre varios elementos.
6. M – Competencia Mecánica: Es un factor específico que indica la capacidad y la
familiaridad con la que se afrontan problemas que requieren de habilidades de
“manipulación” o de “transformación” de objetos y situaciones, con miras a entregar
un producto final prestablecido; se trata de una competencia que se considera
generalmente importante para afrontar estudios que requieren, entre otras,
capacidades de manuales para manifestar en ambientes de laboratorio y para ejercer
profesiones que tienen su campo de acción justamente en proyectar y transformar
“carros” y “materiales”.

IV. LA PERSONALIDAD

Los procesos de toma de decisiones y el éxito en la selección escolar y profesional están


influenciados por factores de personalidad.

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La cuarta prueba de la batería se propone, desde este punto de vista, no indagar en aspectos
que tengan relevancia desde un punto de vista clínico, sino en aquellas dimensiones que,
correlacionadas con otros indicadores, contribuyen para determinar los estilos cognitivos y
las preferencias de las personas. Estas indicaciones, aunadas con aquellas actitudinales y
motivacionales, contribuyen notablemente a determinar previsiones en el campo de la
orientación.
Un instrumento que posee estas características, por su amplio espectro de uso en el campo
de la orientación en la cultura anglosajona y en algunas pruebas italianas, es el Myer-Briggs
Type Indicator (MBTI®), utilizado en esta batería en la forma G con 94 ítems. Esta prueba
permite precisar, como se especificará más adelante, cuatro dimensiones fundamentales de
la personalidad: Extroversión-Intraversión, Sensación-Intuición, Pensamiento-Sentimiento y
Juicio-Percepción.
1. EI = Extroversión-Intraversión: Este factor nos informa la tendencia del sujeto a
orientar su atención al mundo externo o interno, hacia las cosas y las personas que
los rodean o hacia el mundo de “los conceptos y las ideas”. En la orientación es
posible diferenciar, por ejemplo, personas que prefieren la concentración frente a la
acción, participar incluso en proyectos complejos y a largo plazo más que desarrollar
tareas estándar y a corto plazo, trabajo solitario frente a trabajo en equipo, etc.
2. SN = Sensación-Intuición: En el intentar comprender y resolver los problemas que
debemos afrontar, se puede recurrir a la percepción a través de los sentidos o la
intuición; en el caso de la intuición, la persona prefiere confiar en sus propios
procesos cognitivos alimentando una cierta desconfianza frente a sus propios
“receptores sensoriales”. En la orientación es entonces posible diferenciar personas
que prefieren afrontar problemas nuevos que problemas usuales, participar en tareas
originales más que en actividades de rutina, afrontar con paciencia situaciones
complejas siguiendo su intuición más que buscar sostén en detalles de rutina.
3. TF = Pensamiento-Sentimiento: Este factor evidencia la postura que prefiere la
persona frente a afrontar y juzgar la realidad: puede confiar en sus pensamientos o en
sus sentimientos. En la orientación nos podemos encontrar con, por ejemplo, personas
que tienden a tomar decisiones de forma racional sin dejarse involucrar de los
aspectos emotivos y con otras que prefieren, por el contrario, el valor de la armonía,
el acuerdo y la aceptación de los otros.
4. JP = Juicio-Percepción: Esta dimensión tiene por objetivo evidenciar si la persona,
en su relación con la realidad externa, confía principalmente en un proceso basado en
el juicio o en la percepción. En la orientación es posible encontrar, por ejemplo,
personas que tienen un mejor desempeño cuando se les permite planear su propio
trabajo, o personas que son excelentes, por el contrario, adaptándose a situaciones
cambiantes, o que pueden tomar decisiones inmediatas u otras que prefieren
postergarlas. Se identifican así también a los estudiantes que son capaces de
emprender un trabajo con información superficial y aquellos que requieren, por el
contrario, información detallada para empezar cualquier trabajo, etc.

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Los tipos que el MBTI permite identificar y las combinaciones que se pueden realizar son
dieciséis y tienen, como se puede intuir con facilidad, un peso relevante a la hora de orientar.

V. LA MOTIVACIÓN, LAS ESTRATEGIAS Y LOS MÉTODOS DE ESTUDIO

EL éxito en la carrera universitaria, además de estar determinado por las variables


psicológicas discutidas hasta aquí, depende también de la motivación con la que el estudiante
se prepara para frecuentar la universidad y de las modalidades con las que él mismo afronta
el estudio de las diversas disciplinas. Un proyecto de orientación que desea contribuir al
proceso de elección, sugiriendo simultáneamente los aspectos que ameritarían
profundizaciones e inversiones particulares por parte del interesado y de sus docentes, así
como la información que se pueda recolectar del método de estudio preferido y llevado a
cabo por el estudiante.
En la preparación de una herramienta especial enfocada en este tipo de investigación, se
recurrió a trabajos anteriores y a las contribuciones de la literatura internacional que se
ocuparon de la motivación escolar, del método de estudio y de las estrategias de aprendizaje
(Meazzini e Soresi, 1991). De manera más específica, nos inspiramos en el Learning and
Study Strategy Inventory (LASSI) de Weinstein y Palmer aportando una serie de
modificaciones para volverlo, por una parte, mucho más adaptado a la vida universitaria
italiana e insertando, por otra parte, algunas dimensiones que no se habían previsto en la
versión original, bien sea porque no caracterizan la vida universitaria americana o porque no
encajábamos en el “modelo de estudio” en el que se inspiraron los autores del LASSI.
La inserción de este instrumento en la batería para la orientación se debe al hecho de que
permite efectuar previsiones realistas del éxito académico y permite también indicarle al
estudiante cuáles estrategias de estudio suele utilizar y cuáles resultarán útiles al afrontar el
programa de estudio universitario al que le gustaría o al que sería oportuno que se inscribiera.
Las “dimensiones” indagadas en esta quinta prueba son 10 (85 ítems) Junto con algunas
informaciones referentes al cómo y dónde prefiere estudiar la persona, los datos que se
pueden recoger con este instrumento se relacionan con los siguientes sectores:
1. GTS = Preferencias en la gestión del tiempo de estudio: los ítems propuestos
recogen información sobre las modalidades que el estudiante prefiere ejecutar con
respecto a la organización y la planificación de sus actividades de estudio.
2. CAN = Control de la ansiedad y del miedo para exámenes escritos y orales: Los
ítems propuestos permiten precisar el grado de preocupación y de involucramiento
emotivo que el estudiante alimenta al enfrentarse a un examen escrito u oral y cómo
esto influye en su desempeño.
3. MOT = Motivación frente al estudio: La subprueba se propone medir el nivel de
motivación para frecuentar la universidad, la tendencia a estudiar constantemente y
la disciplina frente a las propias actividades de estudio. Junto con lo anterior es

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posible estimar la cantidad de esfuerzo que el estudiante está dispuesto a invertir en
su éxito académico.
4. AIN = Análisis y elaboración de información: los ítems presentados se proponen
investigar las modalidades de elaboración de información que el estudiante prefiere
ejecutar, como hacer alusión a información visual y auditiva, la vinculación de
información nueva con información que ya se poseía, el aprovechamiento de la
comprensión de lo escuchado o estudiado y la reelaboración personal de lo que se le
propone.
5. STR = Estrategias de estudio: los ítems previstos consideran la tendencia llevar a
cabo distintas estrategias de maximización del estudio, durante todo su proceso,
recurriendo a gráficos, mapas, relaciones, asociaciones, mediaciones, etc.
6. AUT = Procedimientos de autocontrol de la eficacia del estudio: los ítems recogen
información sobre las modalidades utilizadas por el estudiante para autocontrolar su
preparación frente a los exámenes y parciales.
7. APP = Modalidad de toma de apuntes: la subprueba permite precisar las
modalidades que el estudiante utiliza para obtener, por la frecuencia de las clases, la
máxima ventaja posible recurriendo a modos personalizados de toma de apuntes y
seguimiento de instrucciones.
8. SIP = Selección de las ideas principales: esta subprueba se propone indagar la
capacidad de identificar ideas claves y puntos críticos de lo que estudia y de
identificar los puntos relevantes de lo que se trata durante las clases.
9. AVS = Actitud frente al colegio: esta subprueba permite evaluar la actitud del
estudiante frente al colegio y la asistencia a la universidad, cuán importante considera
el suceso académico y lo que se le enseña.
10. CON = Concentración: los ítems propuestos indagan las habilidades del estudiante
de concentrarse en la tarea, de prestar atención a lo que se dice y hace en clase, y su
capacidad para no dejarse distraer por elementos poco relevantes para el éxito
académico.

VI. LAS HABILIDADES DE SOLUCIÓN DE PROBLEMAS

La vida universitaria y laboral requiere una capacidad consistente de analizar y afrontar


situaciones problemáticas con frecuencia imprevistas.
Un buen predictor de éxito está representado por las habilidades que posee una persona para
afrontar, propiamente, situaciones difíciles.
Para evaluar esta habilidad se encontró útil recurrir a un instrumento específico como el
Problem Solving Inventory (PSI) de P.P. Heppner en la versión adaptada para Italia por S.
Soresi y M. Mirandola.
El instrumento, articulado en 35 ítems, permite el análisis de tres factores que se consideran
generalmente importantes para precisar cómo las personas evalúan su propio proceso de
solución de problemas. El análisis de las respuestas dadas, entre otras cosas, permite

12
identificar simultáneamente las variables cognitivas, afectivas y comportamentales que se
activan al enfrentar situaciones difíciles.
El primer factor (Problem Solving Confidence) provee una evaluación del nivel de
autoestima que la persona tiene frente a sus propias capacidades para afrontar situaciones
problemáticas. Se trata de un índice de seguridad, de confianza que, con frecuencia, aún
medido de manera individual, es un buen predictor de éxito.
El segundo factor (Approach Avoidance Style) representa la tendencia general de la persona
para afrontar o evitar las actividades de solución de problemas.
El tercer factor (Personal Control) Permite una estimación del nivel con el que una persona
considera poder mantener bajo control sus propias emociones y comportamientos en
presencia de situaciones difíciles como aquellas en las cuales es necesario activar
procedimientos resolutivos.
Agregado a estas tres escalas, se puede obtener una puntuación total como índice general de
la autoevaluación que la persona ofrece con respecto a su propia capacidad de afrontar
problemas.

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LA INFORMACIÓN SOBRE LA SELECCIÓN
UNIVERSITARIA Y SOBRE LA EXPERIENCIA ESCOLAR

La serie de cinco pruebas de la batería está antecedida por una página de Información
preliminar y seguida por Información concluyente.

I. La información preliminar

Esta ficha se divide en dos partes.


En la primera parte (las primeras dos preguntas) se invita al estudiante a declarar lo que le
gustaría hacer al finalizar la formación escolar superior y hacia qué facultad se inclina. La
información que se recolecta se incluye en el reporte computarizado y están en la base de
análisis posteriores. Permiten evidenciar la correspondencia o no, entre deseos y aspiraciones
explícitas y las indicaciones emergentes de las pruebas incluidas en el proyecto Magellano.
En la segunda parte, por el contrario, se invita al estudiante a reflexionar sobre su desempeño
escolar. La información que se recolecta no se incluye en el reporte computarizado; esa puede
resultar, en conjunto con otras, particularmente útiles en las “entrevistas” con los
participantes, cuando acceden a una evaluación más personalizada.

II. La información concluyente

Como en la segunda parte de la ficha anterior, las preguntas de este módulo final están
relacionadas con la experiencia escolar del estudiante y también, sucintamente, sus intereses
extraescolares. También en este caso, los resultados son útiles en caso de una “entrevista” y
no se incluyen en el reporte computarizado.

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MODALIDADES DE APLICACIÓN DE LA BATERÍA

PREMISA

La batería Magellano se les propone solamente a los estudiantes que declararon su acuerdo
con este tipo de evaluación. Como posee una finalidad netamente de orientación se considera
que esta puede brindar indicaciones útiles y realizables sólo ante la presencia, por parte del
directamente interesado, de una “motivación intrínseca” que se refleje en las variables que
tienen un rol relevante en este proceso de toma de decisiones. Se considera por tanto
inadecuado el uso de estos instrumentos para finalidades de selección, es incorrecto hacerlo
sin haber informado a la persona preventiva y claramente sobre los objetivos que se persiguen
y sin haber conseguido el consentimiento y colaboración de esta.
Los resultados de las pruebas, en cada caso, se deben considerar “privados”, protegidos por
el secreto profesional y comunicados de forma escrita, únicamente a los directamente
interesados.
En lo que concierne a la aplicación de la batería, aún si prever modalidades particularmente
complejas, tratándose de evaluaciones psicológicas es necesario que las realice un psicólogo.
Todo esto debido a que, durante la fase de aplicación de la batería, pero sobre todo en el
momento de la “propuesta” de los perfiles de orientación, puede ser necesario realizar
aclaraciones que requieren competencias profesionales específicas.
La batería se le propone a un curso completo luego de una breve presentación de algunas
problemáticas asociadas a la selección universitaria y a las características de la prueba. Como
el número excesivo de ítems omitidos a lo largo de una misma prueba puede impedir la
evaluación de un determinado factor, está previsto, en el caso de que un estudiante omita la
respuesta de más de dos ítems aferentes a la misma escala, que la prueba sea invalidada, con
la consecuencia de que el perfil final no lo tendrá en cuenta (esta prueba de invalidez no se
aplica en la prueba actitudinal). Es por tanto oportuno que el psicólogo, al presentar la batería,
invite cordialmente a los estudiantes a responder a todas las preguntas. El orden de
presentación de las pruebas no puede ser alterado.
Como se mencionaba, las modalidades de aplicación de la batería son simples: cada prueba
está precedida por claras instrucciones para facilitar la producción de las respuestas. La
prueba actitudinal tiene un tiempo prestablecido (50 minutos); para las restantes se debe dejar
a los estudiantes el tiempo que consideren necesario para completar seriamente y con
tranquilidad lo que se les solicita.

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INSTRUCCIONES PARA LA ADMINISTRACIÓN

El librillo de Magellano no requiere hojas de respuesta. Se predispuso en modo tal que el


estudiante pueda responder ágilmente a los ítems señalando sus elecciones sobre el dosier
mismo.
El librillo se paginó de tal forma que permite el análisis de las respuestas proporcionadas a
través de los modernos sistemas de lectura óptica. Este hecho exquisitamente técnico, facilita
una mayor velocidad en el procesamiento de la información (y, por ende, una reducción en
el tiempo de espera de los resultados – quince días es el tiempo máximo necesario que puede
transcurrir desde la recepción del libreto por parte del Servicio de Scoring O.S. hasta la
comunicación del “perfil de orientación” al estudiante), requiere que el llenado del librillo
por parte del estudiante siga reglas muy precisas, para evitar posibles malos entendidos entre
las respuestas dadas y la consiguiente producción de un reporte que no se adhiera - o que se
adhiera solo en parte – frente a lo expresado por el sujeto. Tales reglas – esencialmente de
correcto procedimiento a la hora de señalar la casilla de respuesta – se indican dentro del
librillo.
El psicólogo que esté presente en la administración deberá, entonces, antes de cualquier
operación, y después de haber distribuido los librillos, invitar a los estudiantes a leer con
atención las Instrucciones generales para el llenado, y asegurarse de que todos las hayan
comprendido bien.
Como se trata de una prueba de orientación, es oportuno darle al sujeto la posibilidad de
corregir una respuesta ya dada, se recomienda enfáticamente asegurarse que todos los
estudiantes involucrados en la prueba cuenten no sólo con el librillo sino también con un
lápiz No. 2 y un borrador. Con este propósito es oportuno que el psicólogo tenga consigo un
stock de lápices y borradores de reserva (por lo menos diez… ¡Nunca se sabe!). Para que el
borrado sea eficiente (desde el punto de vista de la lectura óptica) debe ser total y no debe
quedar señal alguna de la marca errada, para no correr el riesgo de una mala interpretación
de las respuestas por parte de los lectores ópticos. Aunque se permite borrar, es oportuno
recomendarle al estudiante de recurrir a ello lo menos posible (¡es mejor pensar durante un
tiempo un poco más prolongado una respuesta y dar una respuesta definitiva, que cambiar de
idea y rayar el libreto!).
La segunda acción que se debe emprender es invitar a los estudiantes a llenar la información
personal que se encuentra en la última página del librillo (adjuntos hay un par de ejemplos-
límites).
Concluidas estas operaciones, se pasa a la administración de la batería como tal, comenzando
con la información preliminar (página 1 del librillo) y finalizando con la información
concluyente (página 19a). Como las pruebas psicológicas en su totalidad comprenden cerca
de 400 ítems, puede ser oportuno dividir la administración de la batería en dos momentos

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(puede ser en días distintos). Le aconsejamos al psicólogo administrar en el primer momento,
las tres primeras pruebas (intereses profesionales: pág. 1b; intereses culturales: pág. 4b;
actitudes: pág. 5a) y en el segundo, las pruebas restantes (personalidad: pág. 14a; motivación-
método de estudio: pág. 16a; capacidad de solución de problemas: pág. 18a). El psicólogo
debe entonces tener presente que para la tercera prueba (es decir, para la prueba actitudinal)
hay un tiempo previsto de 50 minutos: así que se administra con ayuda de un cronómetro,
asegurándose que, en el curso de la ejecución de las demás pruebas, el estudiante no vuelva
atrás.
Una vez concluida la administración de la batería, se deben retirar todos los librillos y se
debe disponer su entrega a las oficinas de O.S. para la elaboración de resultados.

ESQUEMA PARA LA ADMINISTRACIÓN DE LA BATERÍA

Aquí en seguida se sintetiza en pocos puntos el camino ideal a seguir para una gestión
eficiente de la administración de la batería Magellano:
1. Predisposición del salón o aula donde se llevará a cabo la administración;
2. Presentación de la batería;
3. Distribución a los estudiantes de librillo, lápiz y borrador;
4. Apertura del librillo y lectura de las instrucciones generales para el llenado;
5. Llenado de la información personal;
6. Administración de las pruebas;
7. Retiro de los librillos;
8. Restitución de los librillos a O.S.

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LA CONSTRUCCIÓN DEL PERFIL DE ORIENTACIÓN

El análisis computarizado de las respuestas proporcionadas por los estudiantes se concluye


con la construcción de un perfil que permitirá considerar, en términos de probabilidad, los
niveles de éxito que se pueden prever con la decisión de afrontar un cierto programa
universitario. Los comentarios que acompañan la presentación de los datos enlistan las
dificultades que el estudiante deberá afrontar a lo largo de su formación, sugiriendo
simultáneamente, las estrategias que deberá activar para reducir el riesgo de fracaso. De
considerarse necesarios y oportunos, se proponen también profundizaciones.
Como se notará considerando los ejemplos adjuntos, se trata de una especia de ayuda
“personalizada” que finaliza con la oferta de una oportunidad de reflexión para estimular un
proceso de elección profesional realista y autónomo.
La elaboración computarizada de los resultados recogidos por medio de Megellano permite
la construcción de dos tipos de perfiles de orientación.
1. El primero es aquel que llamamos perfil interindividual que, previendo una
comparación entre los resultados del sujeto que toma la prueba y los desempeños
promedio que presentan quienes se aferran con buenas probabilidades de éxito a
frecuentar la universidad, puede ser interpretado en términos de probabilidad de éxito.
Entre más se acercan las características de los estudiantes que tomaron la prueba a las
de la muestra utilizada para estandarizarla, será más fácil poder prever su triunfo
académico.
2. El segundo, de tipo intraindividual, se utiliza en presencia de situaciones de “riesgo”
por las cuales, considerando el objetivo orientativo de la evaluación, se comparan
entre sí las características del sujeto, precisando “las preferencias” de la persona para
identificar sus “fortalezas” y “debilidades”. Todo esto se traduce en una serie de
consejos y recomendaciones que sería oportuno tener presentes para efectuar la
selección universitaria, a fin de reducir la probabilidad de aparición de situaciones de
conflicto y de recorridos académicos que puedan resultar particularmente difíciles
para el sujeto.
Tanto el perfil interindividual como el intraindividual derivan de operaciones de
estandarización de las respuestas utilizando las “normas” que se precisan frente a la
experimentación de las pruebas. De todos modos, se previó una modalidad de “archivo” de
los datos que permite mantener constantemente actualizadas las normas de referencia.

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SUGERENCIAS Y ADVERTENCIAS PARA LA
CONFIGURACIÓN DE LAS ENTREVISTAS DE
ORIENTACIÓN

El proyecto Magellano se inserta dentro de una concepción de la actividad de orientación


entendida esencialmente en términos de contribución a los procesos de elección de los
estudiantes, teniendo por objetivo aumentar la información que el participante tiene sobre sí
mismo. Como se ha podido reafirmar en otros momentos retomando algunas consideraciones
de Carli, Padovani y Trentini (1992) “este aumento de información a tiende a incrementar
los grados de libertad del proceso de elección individual y a volver más probable un
resultado óptimo de la elección misma. El examen psicométrico, así como todas las
intervenciones de la acción orientadora, resulta eficaz si los resultados son comunicados y
comprendidos por el sujeto examinado, enriqueciendo las variables que constituyen los
criterios sobre los que se realiza la elección” (pág. 29).
No se trata por tanto de una actividad de “colocación” universitaria, ni - mucho menos - de
una oferta de consejo que el estudiante debe seguir obligatoriamente. Por lo anterior, los
“informes de orientación” que se envían a los estudiantes que decidieron recurrir a este tipo
de apoyo, después de haber aclarado el significado de las variables consideradas, se limitan
en la mayoría de los casos, a describir la información que éstas pueden proporcionar. Nuestra
tarea, en otras palabras, es aquella de brindar información; si esta se utiliza y en qué medida
depende, obviamente, del directamente interesado. Aún evitando, en la medida de lo posible,
utilizar términos psicológicos, puede resultar necesario, desde este punto de vista, aclarar, en
el momento de la entrevista individual, el conjunto de las actividades cumplidas y el
significado de estas.
Las situaciones que pueden requerir mayor atención del psicólogo dentro del contexto de la
“entrevista” son las siguientes:
1. Estudiantes que, a pesar de poseer requisitos psico-actitudinales consistentes, desean
emprender programas de formación universitaria menos demandantes que los que
podrían llevar a cabo exitosamente.
2. Estudiantes que desean emprender programas universitarios muy demandantes aún
sabiendo que tendrán numerosas dificultades que superar.
3. Estudiantes que presentan preferencias actitudinales no respaldadas por intereses
profesionales ni culturales que se ajusten a ellos y viceversa.
4. Estudiantes indecisos que, a pesar de la información contenida en el informe de
orientación, permanecen en un estado de incertidumbre frente a la elección a tomar.

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En la conducción de estas “entrevistas” se sugiere, dado que se trata de una consultoría
dirigida a la orientación, utilizar técnicas “no directivas” (cfr. Rogers, 1961; Kinget, 1970;
Cannel y Kahn, 1963; Pedrabissi, Soresi e Trotta, 1988) evitando asumir actitudes
evaluadoras y marcadamente interpretativas que, además de no facilitar la comunicación,
serían un obstáculo para la activación de procesos de decisión autónomos. Desde un punto
de vista técnico se trata de utilizar de manera sistemática las “respuestas reflejas”, como se
definen en la “terapia centrada en el cliente”, ya que el objetivo aquí no es aquel de
“interrogar o reasegurar, explorar o interpretar sino aquel de participar de la experiencia
(…) naturalmente sigue que sus respuestas deben incorporarse al pensamiento del estudiante
de nuestro caso hasta retomarlo y volvérselo a presentar bajo una forma equivalente o, por
lo menos, que él pueda reconocer como suya.” (Kinget, 1970, pág. 297).
Se trata en otros términos de reasumir, parafrasear, subrayar lo que el estudiante-cliente
comunica sin caer en consideraciones evaluativas o interpretativas.
Las respuestas reflejas de las que se habla pueden adquirir la forma de verdaderas
“reiteraciones”, de “reflexión sobre el sentimiento” y de “dilucidación”.
a. La reiteración se refiere al contenido manifiesto de la comunicación (lo que el
estudiante dice, en nuestro caso) y consiste en una sencilla “repetición” de lo que este
acaba de decir. Generalmente es breve y se limita a resumir el punto de vista del
estudiante o a enfatizar algunos aspectos destacados. La reiteración se utiliza sobre
todo frente a “material descriptivo” y se propone facilitar la continuación de la
exposición.
b. La reflexión sobre el sentimiento. Mientras en el caso anterior se limita a tomar nota
de las consideraciones que el estudiante propone, en este caso se propone poner en
evidencia las actitudes, los estados de ánimo, los sentimientos inherentes a sus
palabras sin, obviamente, imponerle este tipo de análisis. Se trata, en otras palabras,
de “iluminar el fondo de la comunicación” con el fin de permitirle a la persona
considerar eventualmente, el efecto que tiene en ella lo que está discutiendo.
c. La dilucidación se utiliza generalmente cuando se considera oportuno subrayar y
destacar la presencia de elementos que, sin ser directa y explícitamente propuestos
por el estudiante, pueden ser deducidos de manera racional por lo que éste ha venido
diciendo.
En la conducción de las entrevistas de orientación es oportuno recurrir principalmente a la
reiteración. Si es necesario se podrán proponer dilucidaciones y, solo excepcionalmente,
reflexiones sobre el sentimiento ya que estas últimas pueden activar dinámicas psicológicas
que generalmente requieren tiempos de elaboración prolongados y contextos distintos al de
la orientación.
Si estas sugerencias valen para las situaciones reportadas arriba, otras se tienen presentes
considerando situaciones específicas.
1. En el caso de estudiantes que tienen aspiraciones inferiores a su habilidad es
oportuno ser muy explícitos, resaltar el hecho de que sus resultados parecen buenos

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comparándolos con aquellos de otros estudiantes que aspiran a programas
universitarios particularmente demandantes llamando la atención sobre el éxito
escolar que el estudiante ha registrado dentro de su formación escolar (se trata de
información que se puede deducir de la parte final de las pruebas incluidas en el
proyecto Magellano).
2. La situación opuesta es aquella de estudiantes a los que se les transmitió un cierto
perfil “intraindividual”, sobre todo por un factor G que se encuentra por debajo de
la media. Es oportuno entonces recordar que todos aquellos estudiantes que han
terminado con su escuela media superior se han declarado idóneos para asistir a la
universidad. No es tarea del psicólogo, en particular si es experto en orientación,
desaconsejar la inscripción. En estos casos es preferible limitarse a recordar que se
trata de decisiones importantes que implicarán sacrificios y esfuerzos prolongados.
También es oportuno destacar, considerando el recorrido escolar del estudiante, los
intereses culturales y extraescolares que lo caracterizan, detenerse y analizar
conjuntamente sus puntos fuertes y débiles haciendo énfasis en los aspectos
motivacionales, sus características de persistencia y de perseverancia, las estrategias
y el método de estudio que utiliza o que sería oportuno que utilizara.
3. Estudiantes que presentan preferencias actitudinales no respaldadas por intereses
profesionales ni culturales que se ajusten a ellos y viceversa. El perfil actitudinal
permite efectuar previsiones de éxito: no en vano las evaluaciones actitudinales se
suelen validar correlacionándolas con las evaluaciones que se obtienen en las
diferentes disciplinas escolares. La satisfacción en el estudio y en la actividad laboral
también se ve influida por el nivel de agrado frente a aquello que es nuestro objeto de
estudio. Se trata en este caso, de evidenciar eventuales conflictos entre actitudes e
intereses subrayando el hecho que, al menos en el nivel extraprofesional, la
satisfacción de estos últimos permitirá experimentar una mejor calidad de vida.
También en este caso, obviamente, es el directamente interesado quien está llamado
a decidir.
4. Estudiantes indecisos que, a pesar de la información contenida en el informe de
orientación, permanecen en un estado de incertidumbre frente a la elección a tomar.
Se trata de las situaciones más difíciles y que requieren que el experto en orientación
utilice todas sus competencias profesionales. Las situaciones de indecisión con
respecto a la selección de programas universitarios pueden, obviamente, evidenciar
problemas de otra naturaleza y requerir intervenciones diferentes a las que se pueden
realizar en el contexto de la orientación. Son estas las situaciones que, aparentemente,
requieren más consejos y opiniones: a estas situaciones, sin embargo, es oportuno
responde reexaminando en conjunto con el estudiante lo que surgió de la evaluación
ayudando a anticipar, en presencia de distintas alternativas, ventajas y desventajas. A
nuestro parecer, es importante en estos contextos, evitar sugerir soluciones y
consejos… Lo que se necesita es apoyo para realizar un análisis en el que se
privilegien sobre los “preconceptos” y “prejuicios”, los datos reales. Se trata de
situaciones que generalmente “estimulan” al psicólogo a utilizar respuestas de

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“reflexión sobre el sentimiento”, pero por lo ya resaltado, sería oportuno evitarlas
recurriendo con fuerza a la reiteración y la dilucidación.

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EJEMPLOS DE LOS PERFILES DE ORIENTACIÓN

En el transcurso de la experimentación con la batería, más allá de haber constatado que cada
estudiante es “un caso aparte” y que los procesos de análisis que se llevan a cabo no permiten
encontrarse con dos perfiles de orientación exactamente iguales, se pueden encontrar con
cierta frecuencia estudiantes que, en lo concerniente al consejo de orientación, plantean
algunos tipos de toma de decisiones.

1. Correspondencia entre las aspiraciones del estudiante y el perfil de orientación.

El estudiante puede haber expresado el deseo de inscribirse en una facultad que requiere
habilidades actitudinales, intereses, estrategias de estudio, características de personalidad y
capacidades de afrontar situaciones difíciles que posee en gran manera. Se trata, obviamente,
de la situación más simple ya que no emergerían situaciones de conflicto. Como resultará
evidente considerando Las Relaciones de Orientación para la Elección Universitaria del caso
no. 1y del no. 5, aquí adjuntos como ejemplos, la evaluación efectuada se limita a confirmar
y reforzar la aspiración manifestada.

2. No correspondencia entre las aspiraciones del estudiante y el perfil de orientación.

El estudiante puede haber expresado el deseo de inscribirse en una facultad que requiere
habilidades actitudinales, intereses, estrategias de estudio, características de personalidad y
capacidades de afrontar situaciones difíciles que posee parcialmente. Se trata, obviamente,
de una situación más difícil que la anterior ya que los intereses profesionales y culturales
manifiestos, y/o el perfil psico-actitudinal, y/o las características de personalidad, y/o los
hábitos de estudio y las estrategias de afrontamiento de situaciones difíciles, podrían sugerir
elecciones más oportunas que las que el estudiante desearía emprender. Como resultará
evidente considerando Las Relaciones de Orientación para la Elección Universitaria de los
casos no. 2 y 3, aquí adjuntos como ejemplos, la indagación se vierte sobre todo en la
presentación y el comentario del perfil intraindividual del estudiante. De esta manera,

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poniendo en evidencia sus “fortalezas” y “debilidades”, se sugiere la necesidad de considerar
otras posibilidades de selección.

3. Perfil de orientación decididamente superior a las aspiraciones del estudiante.

Las habilidades actitudinales, los intereses, las estrategias de estudio, las características de
personalidad y las estrategias de afrontamiento de situaciones difíciles que el estudiante
posee, le permitirían afrontar programas universitarios más desafiantes de lo que él mismo
prevé. En este caso, enfatizando los datos que resultan evidentes en su perfil interindividual,
mientras se afirma que no se reconocen contraindicaciones con respecto a la selección llevada
a cabo por el estudiante, se sugerirá, como resultará evidente considerando Las Relaciones
de Orientación para la Elección Universitaria del caso n. 4, considerar otras posibilidades.

4. Estudiantes indecisos

Se trata de estudiantes que, junto con los estudiantes que formulan deseos decididamente
inferiores a sus propias posibilidades (véase situación3), generalmente obtienen beneficios
consistentes del análisis de los resultados de la batería. En estos casos, con el fin de agilizar
los procesos autónomos de elección, nos limitamos a poner en evidencia el perfil emergente,
sugiriendo algunas estrategias para superar la vergüenza de la elección. En caso de mayor
complejidad se sugiere recurrir, para una entrevista más personalizada, al experto de
orientación que propuso la batería en clase (véase caso no. 6).

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BIBLIOGRAFÍA

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