8 Escuchar - Los Hábitos de Jesús

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E AR

PASA,E GUfA
Vino una mujer de Samaria para sacar agua, y Jesus Ie dijo:
-Dame de beber.
Pues los discipulos habran ida a la ciudad a comprar de comer.
Enlonces la mujer samarilana Ie dijo:
-,Como es que Ill, siendo judfo, me pides de beber ami, siendo yo una
mujer samarilana? -porque los judios no se Iralan can los samarilanos-.
Juan 4:7-9

EI habito de Jesus de escuchar nos Heva a


La gente rara vez
tomar la decision de prestar atencion con recordara su consejo,
los oidos, la mente, los ojos y el cuerpo a pero sf recordara que
10 que otra persona dice, para que se usted la escuchO.
sienta valorada por quien la escucha. -eara Lawrence

Jesus nos mostro como escuchar


Jesus fue un consumado oyente. Y todavia 10 es. Imagine que
aun continua escuchando las oraciones de miHones de personas al-
rededor del mundo las 24 horas de cada dia de cada semana. Jesus
escucho no solo con los oidos: tambien 10 hizo con los ojos, con la
mente y con el cuerpo. Las personas recibian su completa atencion.
Jesus entro en la zona privada de sus interlocutores. AI escucharlas,
hizo que las personas se sintieran valoradas.

Jesus escucho al joven rico


Entonces al mira rio Jesus, Ie amo y Ie dijo:
-Una cosa te falta: Anda, vende todo 10 que tienes y dalo
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70 LOS HABITOS DE JESUS

a los pobres; y tendras tesoro en el cielo. Y Yen; sigueme


(Marcos 10:21).
Jesus mir6 intensamente los ojos de este joven que trataba de
encontrar un atajo hacia la vida eterna. Jesus no 10 desanim6, pero
10 escuch6. EI joven se fue sin alcanzar la salvaci6n, sin embargo,
supo que habia sido escuchado. Cuando las personas se alejen de
nosotros deben sentir que si fueron escuchadas. Puede ser que no
estemos de acuerdo con elias 0 que discrepemos en nuestra manera
de pensar, pero debemos escucharlas.

Jesus escucho a un intelectual


Y habia un hombre de los fariseos que se lIamaba Nicode-
mo, un gobernante de los judios. Este vino a Jesus de noche
y Ie dijo:
-Rabi, sabemos que has venido de Dios como maestro;
porque nadie puede hacer estas seiiales que ttl haces, a me-
nos que Dios este con el.
Respondi6 Jesus y Ie dijo:
-De cierto, de cierto te digo que a menos que uno nazca
de nuevo no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo Ie elijo:
-"C6mo puede nacer un hombre si ya es viejo? "Puede
acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y
nacer?
Respondi6 Jesus:
-De cierto, de cierto te eligo que a menos que uno nazca
de agua y del Espiritu, no puede entrar en el reino
, de Dios.
Lo que ha nacido de la carne, carne es; y 10 que ha nacido
del Espiritu, espiritu es. No te maravilles de que te dije:
"Os es necesario nacer de nuevo". EI viento sopla de donde
quiere, y oyes su sonido; pero no sabes ni de d6nde viene
ni a d6nde va. Asi es todo aquel que ha nacido del Espiritu.
Respondi6 Nicodemo y Ie dijo:
-"C6mo puede suceder eso?
Respondi6 Jesus y Ie dijo:
EL HABITO DE ESCU(tj,jAR 71

-Tu eres el maestro de Israel, LY no sabes esto? De cierto,


de cierto te digo que hablamos de 10 que sabemos; y tes-
tificamos de 10 que hemos visto. Pero no recibis nuestro
testimonio. Si os hable de cosas terrenales y no creeis,
,c6mo creereis si os hablo de las celestiales? Nadie ha
subido al cielo, sino el que descendi6 del cielo, el Hijo del
Hombre. Y como Moises levant6la serpiente en el desierto,
as! es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para
que todo aquel que cree en el tenga vida eterna.
Porque de tal manera am6 Dios al mundo, que ha dado a
su Hijo unigenito, para que todo aquel que en el cree no se
pierda, mas tenga vida eterna Ouan 3:1-16).
Nicodemo vino de noche para hablar
con Jesus, el era un intelectual, pero Lo que la genIe
Jesus no discuti6 con el, simplemente 10 necesita
es un buen oyente.
escuch6, Ie permiti6 expresarse y luego -Mary Lour Casey
comparti6 la verdad. Escuchar nos con-
cede el derecho de com partir con la persona.

Jesus escuch6 a la mujer en el PO%O


Entonces la mujer samaritana Ie dijo:
-,C6mo es que ttl, siendo judio, me pides de beber ami,
siendo yo una mujer samaritana? -Porque los judios no se
tratan con los samaritanos- Ouan 4:7-9).
Jesus escuch6 con amor y cuidado a esta mujer, que habia sido
usada y abusada por los hombres. El haber sido escuchada la llev6
a recibir a Jesus como su salvador personal. EI mundo estara abier-
to al mensaje del Evangelio si nosotros primero escuchamos con
amor sus dolencias.

Jesus escuch6 al hombre en el estanque de Betesda


Despues de esto habia una fiesta de los judios, y Jesus
subi6 a Jerusalen. En Jerusalen, junto a la puerta de las
Ovejas, hay un estanque con cinco p6rticos que en hebreo
se llama Betesda. En ellos yacia una multitud de enfermos,
ciegos, cojos y paraliticos.
72 LOS HABITOS DE JESUS

Se encontraba alii cierlo hombre que habia estado enfermo


durante treinta y ocho anos. Cuando Jesus 10 vio tendido y
supo que ya habia pasado tanto tiempo asi, Ie pregunt6:
-"Quieres ser sano?
Le respondi6 el enfermo:
-Senor, no tengo a nadie que me meta en el estanque
cuando el agua es agitada; y mientras me muevo yo, otro
desciende antes que yo.
Jesus Ie dijo:
- Levantate, toma tu cama yanda.
Yen seguida el hombre fue sanado, tom6 su cama yandu-
yo. Y aquel dia era sabado Guan 5:1-9).
Este hombre habia estado paralitico durante 38 anos; Jesus se
detuvo, 10 escuch6 y 10 san6. Nuestra manera de escuchar puede
traer sanidad a los que han sido heridos por otros.

Jesus eSCllch6 a la mujer sirafenicia


Y levantandose, partio de alii para los territorios de TIro y
de Sidon. Y entr6 en una casa y no queria que nadie 10 su-
piese, pero no pudo esconderse. Mas bien, en seguida oyo
de el una mujer cuya hija tenia un espiritu inmundo, y vino
y cayo a sus pies. La mujer era griega, de nacionalidad siro-
fenicia, y Ie rogaba que echase el demonio fuera de su hija.
rero Jesus Ie dijo:

EL CIEGO QUE ESCAL6


EL MONTE EVEREST
Erik Weihenmayer es ciego. Sin medida, porque supo escuchar. Es-
embargo. 01 25 de mayo del 2001 cuchaba la pequefia campana atada
Ueg6 a la eima del monte Everest, en a la espalda del alpinista que iba de-
Nepal. Oebido a una enfermedad lante de al. De esa manera, podia
degenerativa de los ajos, perdi6 la saber en que direcci6n tenia que ca-
vista cuando tenia 13 aoos, pero minar. Escuchaba con atenci6n la voz
esl0 no 10 detuvo. Erik escal6 la de sus compalieros de equipo, quie-
montana sabiendo que el 90% de los nes podian advertirle: "Caida mortal,
escaladores nunca logra negar a la dos pies a tu derecha". Erik escucha-
cirna; ademas sabia que 165 perso· ba el sonido de su pico at ctavarlo en
nas habian muerto en el intento des· et hieto y asi podia saber d6nde era
de el aoo 1953. Erik 10 logr6, en gran mas segura apoyarse y asi avanzar'.
EL HAslTO DE ESCUCHAR 73

-Deja primero que se sacien los hijos, porque no es bueno


tomar el pan de los hijos y echarlo a los perritos.
Ella respondi6 y Ie dijo:
-5i, Senor; tambien los perritos debajo de la mesa comen
de las migajas de los hijos.
Entonces el Ie dijo:
-Por causa de 10 que has dicho, ve; el demonio ha sa lido
de tu hija.
Y cuando ella se fue a su casa, hall6 a su hija acostada en la
cama y que el demonio habia salido (Marcos 7:24-30).
La hija de esta mujer estaba poseida por un demonio. Jesus se
tom6 tiempo para oirla y echar fuera el demonio que atormentaba
a su pequena hija. Hay muchas personas heridas a nuestro alrede-
dor. Un solo oido atento puede hacer
toda la diferencia. Dios puede colocarlo La pr;mera ob/igacion
a usted en el lugar y en el momento del amor es escuchar.
-Paul Tillich
exacto para escuchar a alguien.

Jesus escucho a los ninos


Y Ie presentaban ninos para que los tocase, pero los disci-
pulos los reprendieron. Al verlo, Jesus se indign6 y les dijo:
"Dejad a los nifios venir ami, y no les impidais; porque de
los tales es el reino de Dios. De cierto os digo que cualquie-
ra que no reciba el reino de Di05 como un nino, jamas en-
tran; en el" . Entonces tomandolos en los brazos, puso las
manos sobre ellos y los bendijo (Marcos 10:13-16).
Jesus no despidi6 a los ninos. Todo 10 contra rio: los escuch6, se
tom6 el tiempo para oir 10 que ellos estaban diciendo. Los ninos son
muy apreciados por Jesus. Nosotros debemos tomamos tiempo
para escuchar 10 que sus pequenos cora zones estan tratando de ex-
presar. Esto los hara sentirse apreciados y, sin duda, nosotros tam-
bien aprenderemos mucho.

iCualeS son los enemigos del habito de escuchar?


1. Ocupaciones: "No tengo tiempo para escuchar".
74 lOS HABITOS DE JESUS

2. Distracciones: "LEse es mi telefono celular? ... Me pregunto


que estaran hablando en aquel grupo".
3. Falta de interes: "Simplemente no me in teresa 10 que esta
persona esta diciendo".
4. Orgullo: "jPrefiero hablar de mW'.

Formese el habito de escuchar


1. Cuando est< con alguien, brindele a esa persona toda 511
atencion.
Haga que la persona sienta que ella es 10 mas importante para
usted. Este es el factor "usted sf me importa".
2. Abandone todo 10 qlle esttl a 511 alrededor para escllcllar.
Este es un olvido planificado. Usted decide dejar todo 10 que
esta a su alrededor para brindarle toda su atenci6n a esa persona.
La gente necesita aprender a respetar su interes.
3. Mire directamente a los ojos de la persona.
Se sorprendera del poder que tiene el mirar directamente a los
oios de la persona cuando se trata de escucharla . Los oios son las
ventanas al alma.
4. No desvie la mirada como si eshlviera preocupado por otra cosa.
Haga un contacto oio a oio. En ese momento, 10 unico que
cuenta es la persona con la que esta hablando.
5. Observe las expresiones faciales, el tono de la voz y el len-
guaje corporal.
Usted puede aprender mucho de una persona por las senales no
verbales que emite. De hecho, usted puede aprender aun mas que
por sus palabras. Ponga cuidadosa atenci6n.

YO S6LO NECESITO
QUE USTED ME ESCUCHE
En un estudio que se lIev6 a cabo Su respuesta, invariablemente prece-
en San Francisco, California, se Ie dida de tristeza y lagrimas, fue una-
pregunt6 a un grupe de ninos adoles- nime: que yo mas necesitaba era
centes que pracbcaban la prostitu- a alguien que me escuchara. Alguien
ci6n : "(.Hay algo que ustedes necesi- que se interesara 10 suficiente como
tan, perc que no pueden conseguir?". para escucharme"2.
EL HABITO DE ESCUC HAR 75

6. Olvidese del telefono por un momento.


Cuando escucha a otra persona, aleje cualquier cosa que pueda
distraerlo. Los telt?fonos parecen ser los mejores elementos de dis-
tracci6n que van contra un buen dialogo. Recuerde que bien vivia-
mos cuando no teniamos teltHonos celulares. Cuando alguien nos
esta hablando, para evitar llamadas que nos perturben, apaguelo.
Durante un rato, podremos sobrevivir sin el telefono celular, ·tal
como 10 haciamos anos atras.
7. Ponga su cuerpo en una posicion que diga; "Estoy escuchando".
EI lenguaje de su cuerpo indica el grado de atenci6n puesto en
la otra persona; y la otra persona se dara cuenta de ello.
B. No piense en 10 que va a responder a 10 que la persona esttl
diciendo.
Usted dejara de escuchar a la otra persona si 10 hace asi. Debe-
mos dar prioridad a la necesidad de la otra persona de ser escucha-
da, y relegar nuestro deseo de hablar.
9. Haga preguntas que sirvan para aclarar y orientar la
conversacion.
No permita que la conversaci6n sea demasiado amplia. Inter-
venga para mantener el tema 0 volver al asunto principal.
10. No juzgue 0 presuponga 10 que la persona Ie va a decir antes
de que 10 diga.
Permita que la persona tenga la libertad de decir 10 que desea
decir. No escuche con la actitud: "Yo ya se 10 que me va a decir, por
eso Ie voy a responder adecuadamente". Esta es una forma de pre-
juicio: el prejuicio de 10 que la otra persona din!. Esto no 5610 pon-
dn' en riesgo la oportunidad de captar el asunto principal, sino que
adem"s podr.. conducir a la persona una situaci6n vergonzosa.
11. Escuche 10 que no se dice.
Peter Drucker dijo: "La cosa mas importante en la comunicaci6n
es escuchar 10 que no se ha dicho"'.
Lo que no se ha dicho puede decir mucho acerca de las necesi-
dades y las actitudes de la persona que habla. Esto es escuchar con
un tercer aido.

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