Cuento Vicente

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Uh da Unvissg sConoces el cuento de Vicente y el Tesoro de las Islas Canarias? Pues presta atencién porque ahora mismo lo vas a descubrir. Todo empez6 un dia de otofio en el que Vicente estaba aburrido en ‘su habitacién mirando por la ventana, Llovia a edntaros. A Vicente le encantaba ir al parque y jugar con sus amigos, pero ese dia la dichosa lluvia le habia chafado los planes... De repente, cuando estaba mirando cémo las gotas se deslizaban por el frio cristal, io que un péjaro amarillo se haba posado tiritando en la repisa. Vicente no se lo pensé dos veces, abrié la ventana y dejé que el pobre pdjaro entrase en su habitacién. El péjaro se posé en la mano de Vicente ... jy empe2é a hablar! 2Un péjaro que habla? Vicente sabia que algunos loros repiten palabras, pero jaquel pdjaro no parecia un loro! Vicente se quedé de piedra. —No te asustes, Vicente —le dijo el péjaro—. Soy el canario Chinijo y he venido volando desde Canarias, las islas con el mejor clima del mundo, para invitarte a vivir alli una gran aventura y a descubrir el mejor de los tesoros. ih las Islas Canarias? —dijo Vicente , titubeando—. :¥ cémo voy 4 llegar hasta alli? Yo no tengo alas como ti... y no puedo lar. No te preocupes, Vicente , solo tienes que cerrar los ojos, dar Ny aparecerés en las Islas! eS Vicente estaba muy sorprendido, incluso un poco asustado, pero le *« siete palmadas y. encantaban las aventuras y no tenia nada mejor que hacer, asi que dio siete palmadas y, como por arte de magia... japarecié en las Islas Canarias! a y @ oe x (Vicente no se lo podia creer! Hacia un minuto estaba en su casa viendo cémo lovia... jy ahora estaba en una playa de fina arena blanca, aguas turguesas y cielo azul intenso! De repente, Vicente se dio la welta y vio a una nifia que ondeaba una bandera hecha con un palo y cintas blancas. —2Quién es ella? 2dénde estam Chinijo. Estamos en Fuerteventura, una isla de playas paradisfacas. Ella pregunté Vicente al canario es la Emperatris de los Vientos Alisios y estd aqui para presentarte la primera de las siete pruebas. Cuando hayas superado los siete retos, conseguirds el gran Tesoro de las Islas Canarias. @ Entonces, la Emperatriz de los Vientos Alisios dio un paso al frente y empezé a hablar, con una woe dulce y suave: Vicente , agui tienes la primera de las siete pruebas: tienes que Nenar el aire de colores. —iLlenar el aire de colores? :¥ cémo lo puedo hacer? jEs imposible pintar sobre el aire! Cuando intentas colorear el aire con rotuladores 0 con ceras 0 con Idpices de colores, no se ve nada... —Vicente , con ingenio e imaginacién, todo es posible. —Respondié Ja Emperatriz. Entonces, Vicente empezd a pensar, y a pensar, y a pensar... ¥ mientras pensaba, a lo lejos, vio un pescador que tenfa una cuerda, un grupo de nifios que jugaban con pareos de colores y las ramas de un arbusto. ¥ de repente... jse le ocurrié una brillante idea! & si hacia unas cometas con las ramas, la cuerda y la tela de los pareos? Se acercé a los nifos y les conté su plan, Entonces, todos se pusieron a trabajar en equipo y crearon siete cometas de colores muy vivos. Después, las ataron a una cuerda y dejaron que éstas se elevasen hacia el cielo. ¥ cuando estuvieron muy arriba, se empezaron a mover de un lado a otro, como si bailasen al ritmo de 1a brisa marina, {Parecia que las cometas Nenaban el cielo de colores! Entonces, la Emperatriz de los Vientos Alisios miré a Vicente con una sonrisa y le dijo: —iVicente , lo has conseguido! Con imaginacién y trabajo en equipo has superado la primera prueba. Felicidades. Ahora, cierra los ojos, da siete palmadas y podrds pasar al segundo reto. Vicente , orgulloso y expectante, hizo lo gue la Emperatriz de los Vientos Alisios le habia pedido, jEstaba ansioso por conocer la siguiente prueba! Vicente abrié los ojos. Ahora estaba en el bosque mds frondoso que habja visto jamds. Una auténtica selva, donde incluso los troncos y las raices de los drboles estaban cubiertos de un musgo verde intenso. ¥ habia una fina niebla que le daba a este incretble araje un aire todavia més mégico. jParecia que estaban en la época de los dinosaurios! Bienvenido a La Gomera, Vicente —dijo el canario Chinijo—. Estamos en el Parque Nacional de Garajonay, uno de los bosques de laurisilva mas impresionantes del mundo. ¥ él es el Duende del Bosque Encantado, que te ha traido hasta agui para presentarte la segunda pruebo. {Un duende? No lo veo... —iAqui estoy! —dijo el duendecillo, mientras bajaba de la rama de un drbol dando una voltereta en el aire. Vicente se quedé boguiabierto. Ahi va el segundo reto: “Adivina, adivinanza... Hay quien bebe por la boca, que es la forma de beber, pero sé de alguien que bebe solamente por los pies. :Quién es?”, @Beber por los pies? Vicente munca se habia encontrado frente a una adivinanza tan complicada... Estaba completamente perdido. Todos los animales que el conocia bebian por la boca... :Quién beberia por los pies? Estuvo un buen rato déndole weltas. ¥ por mds que pensaba, no se le ocurria nada. Nada de nada. Estaba completamente en blanco, Entonces, desolado, se senté en el regazo de un drbol, junto a las raices. ¥ de repente... jAjé! —i¥a lo sé! —grité Vicente entusiasmado—. Las personas beben por la boca, pero los drboles beben por las raices, que son “sus pies”. Asi que la respuesta es: jel drbol! Ya que el drbol bebe solamente por las rafces, es decir... ipor los pies? —iAcertaste! Muy bien, Vicente . Has demostrado que eres un nifio muy listo! Acabas de superar la segunda prueba. Ahora, ya sabes: cierra los ajos, da siete palmadas y... ja por la tercera! Cuando Vicente abrié los ojos, vio que estaba frente a un gran charco de aguas turguesas: era una incretble “piscina natural”. Dentro, el agua estaba completamente en calma, mientras un poco mds alld, en el mar abierto, las olas salpicaban contra las rocas. —{Sabes dénde estds? —pregunté Chinjjo, —No tengo ni la mds remota idea —contesté Vicente alucinado, mientras contemplaba este pequeio paraiso de rocas y agua. Estamos en la isla de El Hierro. Un lugar increfble para practicar submarinismo. ¥ agut quiero presentarte al Mago de las Aguas Ocednicas. Entonces, un niio salié de las profundidades del agua, con una 2 estrella de mar colgada del cuello, —{Estds preparado para la tercera prueba? —dijo con una sonrisa - picara el Mago de las Aguas Ocednicas—. Te he preparado un reto dificil y complicado a la vez: aguf tendrds que convertirte en pez. —sConvertirme en pez? sCémo lo voy a hacer? Vicente , ya sabes que con ingenio e imaginacién, todo es posible. Vicente no tenia ni idea de por dénde empezar. No tenfa aletas, no tenia escamas, no tenia cola. :Cémo iba a convertirse en pez? De repente, el canario Chinjjo vio a lo lejos algo que brillaba. Cuando se acereé, vio que era el cristal de una mdscara de esnérquel. La cogié con el pico y, aunque le pesaba mucho y casi j se le cayé, consiguié levarsela volando a su amigo. . Vicente , ;ves estas gafas? No son gatas normales, son gatas de ° esnérquel, para ver debajo del mar. ¥ este tubo, no es un tubo $. cualquiera, te permite respirar sin sacar la cabeza del agua, of {Qué dices! ;Unas gafas y un tubo para ver y respirar debajo del : agua? Sin pensdrselo dos veces, Vicente se puso la mascara de esnérquel y se zambullé, jLa temperatura del agua era perfecta! Vicente estaba alucinado viendo aquel paisaje submarina: la Hora y Ja fauna marina de aquel lugar era realmente increible. El agua estaba completamente cristalina y Vicente disfrutaba descubriendo peces de todos las colores y formas. Vio peces trompeta, meros, medregales, chopas... jineluso una tortuga marina! Era tan sorprendente todo lo que vera, que Vicente se olvidé de que tenia un reto por cumplir. Se sentia feliz y relajado nadando entre U 1s peces, sintiéndose uno mds entre ellos. ‘Al cabo de un rato, cuando Vicente salié del agua, el Mago le regunté: —{Cémo estds, Vicente ? ;Cémo te has senti —Como pez en el agua —respondié Vicente con una gran sonrisa. Entonces, el Mago de las Aguas Ocednicas le devolvié la sonrisa y Je dijo unas palabras que hicieron todavia més feliz a Vicente : (Prueba superada! Vicente cerré los ojos. Dio siete palmadas y... ja por la cuarta prueba! oe * Ahora Vicente estaba en lo alto de una gran montaiia. A sus pies vela un mar de nubes que se movia lentamente. Por encima, un sol radiante le sonreia. Nunca habia visto nada igual. Parecia realmente un océano de algodén. —(Verdad que es bonito?—dijo una nifia que estaba de pie sobre una gran roca, con una capa de estrellas. Soy el Hada del Cielo Claro y te presento la siguiente prueba: quiero que me acerques la estrella mds brillante del frmamento. Si lo consigues, superards el reto. Vicente no sabia qué decir. El Hada del Cielo Claro era preciosa, pero un poco “caprichosa”. jLo que pedia era imposible! sémo podia traerle una estrella? bg —Me encantaria poderte regalar una estrella, pero... no sé c6mo hacerlo, —Ya lo sabes, Vicente : con ingenio e imaginacién todo es posible —dijo ella con picardia. ¥ de repente, desaparecié. Vicente se sentia perdido, Podia pintar una estrella, si. Pero suponta gue con aguello no superaria la prueba. Con una bengala, podria parecer que tenia una estrella en la mano. Pero las bengalas solo duraban un minuto... Vicente pensaba y pensaba, Le daba weltas y mds weltas. Hasta que Chinijo le dijo: —Acompéitame hasta donde yo sé. Tal vee allf podrén ayudarnos... oe * Chinjjo volando y Vicente andando, fueron hasta el Observatorio del Roque de los Muchachos, un lugar en la isla de La Palma donde vienen astrénomos de todo el mundo para observar el frmamento. Cuando Negaron, ya habia oscurecido, ¥ como cada noche, el cielo estaba salpicado con miles de estrellas preciosas. —{Qué es eso, Chinijo? —dijo Vicente seftalando un gran tubo que apuntaba hacia al cielo. —Es un telescopio. Mira por este agujero y td mismo descubrirds para qué sirve. Al mirar, Vicente se quedé alucinado. ;Parecta que podia tocar las estrellas! ¥ moviendo el telescopio, apunté hacia la estrella mds brillante de todas. j¥a lo tenia! Con un telescopio... jpodria acercarle la estrella mds brillante al Hada del Cielo Claro y superar la prueba! Pero, ccémo le acercaria el telescopio a ella? Y mientras lo pensaba, de repente, el Hada aparecié alli »~ misteriosamente, * —{Me buscabas, Vicente ? —Asf es. Aqui tienes el regalo gue me habjas pedido: te he x ‘acercado la estrella més brillante del frmamento. Solo tienes que mirar por agut, El Hada estuvo un buen rato mirando por el telescopio. Luego, miré ee a Vicente con una dulce sonrisa y pronuncié las tan esperadas palabras: jprueba superada! Vicente cerré los ajos. Dio las siete palmadas y.. {De repente aparecié a lomos de un camello! ‘Ahora, volvia a ser de dia. Vicente estaba encima de su gran joroba y Chinijo sobre el hombro del nifio. —¥ ahora, :dénde estamos? —En el Pargue Nacional de Timanfayo, también conocido como “Montaitas del Fuego” por su naturaleza volednica. ¥ aqui nos espera el Guardidn de los Volcanes. —respondié Chinijo. Cabalgaron un buen rato hasta que el camello se paré a pocos metros de un misterioso agujero. Vicente bajé del animal para acercarse al hoyo cuando, de golpe.. jun gran chorro de vapor salié de la abertura! Y del géiser, como por arte de magia, aparecié el Guardidn de los Volcanes. —Vicente , como imaginards, estoy aqui para presentarte la quinta prueba: solo te pido la luna. Entonces el géiser volvié a expulsar vapor de agua y, tal y como vino, el Guardién desaparecié. gla luna? Con las otras pruebas habia aprendido que con ingenio e imaginacién todo era posible. El Hada del Cielo Claro ya le habia pedido que le trajera una estrella y ahora el Guardidn de los Voleanes le pedia la luna... :Cémo lo haria? Chinjo vio que Vicente estaba un poco perdido, Asf que le sugirié que volviese a subir sobre el camello y que se dejase llevar. Vicente cabalgé durante horas y mds horas. ¥ mientras paseaba por aguellos paisajes volednicos “con la cabeza en Ia luna” Y munca mejor dicho), descubrié “crdteres”, montes gue le recordaban a las fotos que habia visto de los astronautas. Y entonces se dio cuenta: jestar en Lanzarote era como estar en Ja luna! Volvié galopando hasta el géiser donde vivia el Guardian de los Voleanes. ¥ cuando este salié, le dijo con una sonrisa picara: ingenio e imaginacién, en Ia luna yo estoy!” El Guardidn de los Volcanes estaba realmente sorprendido del giro que le habia dado Vicente a la prueba, Realmente el paisaje de Lanzarote se parecia mucho al de la luna. Asi que no pudo hacer otra cosa que decir.. jprueba superadal Después de las siete palmadas, Vicente y Chinjjo aparecieron frente a una nidia que tenia dos impresionantes leones marinos a cada lado. —~dinde estamos? :Quién eres?—pregunté Vicente . —En Gran Canaria. ¥ yo soy la Reina de todos los Seres Vives. ¥ ‘aqui estoy para presentarte Ia penditima prueba: ni mds ni menos que ir hasta los gigantes. Vicente abrié los ojos de par en par. zGigantes? {Siempre le habfan dicho que los gigantes no existfan! Y si existfan... cdénde estarian? Y si supiese dénde estaban... jmiedo le dara enfrentarse a ellos! Sabfa que con ingenio e imaginacién todo era posible, asi que empez6 a pensar. Pero Chinjjo, que también era muy listo, le dio una pista: jsabfas que aqui en Gran Canaria hay barcos que te evan a ver ballenas? —¥ las ballenas son... jlos gigantes del océano! —dijo Vicente entusiasmado. Vicente y Chinijo fueron hasta el Puerto de Mogan. ¥ alli encontraron a un marinero que les Nevé encantado mar adentro. Estuvieron horas y horas intentando ver ballenas. Pero nada de nada. ¥ mds horas y horas. ¥ nade. ¥ cuando Vicente y Chinijo ya estaban desesperados y cansados y tenfan ganas de volver, a lo lejos vieron... jun chorro de agua! iGigante a la vista! —grité Vicente , mientras veia una gran ballena. Vieron una, dos y tres ballenas. Inmensas. Preciosas. jGigantes! Y justo en aguel momento se les volvié a aparecer la Reina de todos los Seres Vivos para decirles que podian pasar... final! ja la prueba 4 0 ad D = Después de las siete palmadas, Vicente aparecié en medio de un impresionante paisaje volednico. —Estds en Tenerife. ¥ yo soy el Genio de la Montaia Mdgica — dijo un nitio gue Nevaba un gran libro bajo el braz0. Vicente , solo te falta la prueba final. Hasta ahora, has demostrado tu ingenio. ;Ahora, tienes que demostrar que td también eres un genio! {Un genio? Vicente no era ningiin genio. jEra un nitio normal y corriente! —Tienes que responder correctamente a tres preguntas. iEstds preparado? Vicente no se sentia muy preparado, pero asintié con la cabeza. ;cudles son las islas con el mejor clima del mundo? —jEsta me lo sé! Son las Islas Canarias. —Muy bien —dijo el genio. —Ahi va la segunda pregunta: zgué tipo de pdjaro es Chinijo? —Esta también es Fécil: jun canario! —La prime —iRespuesta correcta! —afirmé el genio. ¥ Chinijo aplaudié contento, moviendo sus alas. —¥ ahora... la gran pregunta final: Zeémo se llama el voledn que ves ahi al fondo, gue es, ni mds ni menos, que la montafa mds alta de Espaia? Vicente no tenia ni la mds remota idea. ;Cémo lo podia saber? Se derrumbé: jera imposible saberla! Pero entonces, Chinijo, dijo la frase mdgica: “Abracadabra, que Vicente sepa la palabra”. Y de repente, milagrosamente, de la boca de Vicente salié la respuesta; —jEl Teide! El Genio sonrié, al26 el dedo pulgar y dijo... jprueba superada! TenaRD dle las fala Y cuando pronuncié estas palabras, de repente, aparecieron ante Vicente ... jtodos los seres fantdsticos! Estaban todos. Absolutamente todos: la Emperatri2 de los Vientos Alisios, el Duende del Bosque Encantado, el Mago de las Aguas Ocednicas, el Hada del Cielo Claro, el Guardidn de los Volcanes, la Reina de todos los Seres Vivos y el Genio de la Montafia Magica. Entonces, el Genio de la Montaiia Magica dio un paso al frente y le entregé a Vicente el tan esperado cofre: jel tesoro de las Islas Canarias! Y cuando Vicente lo abrié... una sonrisa se dibyjé en su cara, éSabes qué habia dentro del cofre? {Ni mds ni menos que un espejo! Sf, st. solo un espejo. Ni oro, ni joyas, ni monedas: solo el rostro de Vicente , con una sonrisa de oreja a oreja. Entonces el Genio hablé: —Vicente , el Tesoro de las Islas Canarias eres ti. Td y tu alegria, tu entusiasmo, tus ganas de vivir nuevas aventuras y de aprender. Ti y lo bien que te lo has pasado en estas islas tan especiales. Vicente se sentia muy feliz. Pero sabia que la aventura habia Negado al final y... ya tenia ganas de volver a casa. Y justo en aquel momento, el canario Chinijo le dijo: Vicente , no me gustan las despedidas.... pero ha llegado la hora de regresar. Solo quiero que sepas que me ha encantado acompaitarte en este viaje tan apasionante. {EI tiempo pasé volando! Espero que welvas pronto para volver a realizar este maravilloso viaje, la préxima vez iremos también a La Graciosa, la més pequelia de las Islas Canarias. El canorio alzé el welo y Vicente hizo lo que tenia que hacer: dar siete palmadas. a a Vicente abrié los ojos y vio que volvia a estar en su habitacién. Miré por la ventana y vio que ya no llovia. Habia salido el sol. ¥ en el cielo, habia un espectacular arcotris de siete colores: como las siete Islas, los siete personajes mégicos, los siete retos y las siete aventuras que nunca jamds podrd olvidar. ¥ colorin, colorado... jesta gran aventura ha terminado! cTe ha gustado? a —

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