Ejercicio Terapéutico

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UNIVERSIDAD NACIONAL TORIBIO RODRÍGUEZ

DE MENDOZA DE AMAZONAS

FACULTAD DE EDUCACIÓN CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

EJERCICIO DE CORTE DE LAZOS


QUE ATAN

Docente : Cynthia Meryl Gil Cruz

Alumna : Naysseth Yadhira Castro Camán

CICLO : IX

Chachapoyas – Amazonas
2021
Ejercicio de Corte de lazos que Atan
¿Para qué sirve?
Se usa para llevar a la persona a una relación íntima con su propio espacio y territorio antes
para cortar los lazos energéticos que lo mantienen unido a sus padres (y a las personas que
lo criaron, en caso de que no hayan sido sus progenitores). Esto no sólo libera de una
dependencia malsana, sino también de la programación, a menudo negativa, hecha por los
padres, la que puede haber seguido activa en un profundo nivel inconsciente.
Esta técnica se utiliza para cortar con patrones kármicos, como patrones de conducta. No sólo
se utiliza para purificar los lazos que nos atan a nuestros padres, si no a las parejas, o
semejantes.
Instrucciones:
Ponte cómodo, relájate y cierra los ojos. Cubre tus ojos con una bufanda o chal liviano para
que puedas percibir con más claridad cualquier tipo de imágenes que puedan aparecer en tu
mente.
Ahora imagina un lugar en el que te sientas cómodo (una arboleda sombreada, la cima de una
montaña, a los pies de un árbol, en una hamaca, el interior de una caverna, tu propia
habitación, etc.) Elige si quieres que sea de día o de noche y visualiza el sol o la luna en el
cielo o en el techo, según el caso. Visualiza un rayo de luz solar o lunar que cae sobre ti y
dirígelo hacia los dedos de los pies.
Deja que caiga sobre ellos y suéltalos tanto como te sea posible, ordenándoles que se abran
para recibir la luz que te relaja, te sana, te purifica y te da energía. Siente la luz como una
corriente tibia y sedante que poco a poco va llenando toda la planta de los pies y va subiendo
por tus piernas, por todo tu tronco, por los brazos, por el cuello y por la cabeza.
Comienza a sentir que la luz penetra en cada hueso, cada músculo, cada nervio y cada célula,
relajando, sanando, purificando y re-energizando allí donde haga falta.
Ahora respira profunda y lentamente tres veces, inhalando más luz y desechando cualquier
tensión que pudiera quedar. Si por cualquier razón sintieras que se van acumulando tensiones
en cualquier parte de tu cuerpo durante lo que vas a visualizar a continuación, ten en cuenta
que pueden indicar una condición psicosomática relacionada con lo que estés
experimentando en el momento. Es frecuente que con solo ver la conexión entre lo que ocurre
con tu cuerpo y lo que estés experimentando internamente en tu imaginación, se logre hacer
desaparecer el síntoma físico.
Conéctate mentalmente con la Conciencia Superior, o con la divinidad como tú la concibas
y pide ser guiada desde allí.
Ahora visualiza los dos círculos de la Figura del Ocho o un
infinito. Entra en uno de ellos e invita mentalmente a tu
progenitor a entrar al otro.
Infórmale a la imagen de tu progenitor (expareja, patrón
kármico) que el ritual que vas a realizar los va a liberar a
ambos, para que cada cual pueda seguir con su propia vida
como un individuo separado y que ya no serán arrastrados
por los lazos que aún les atan.
Ahora visualiza esos lazos que unen tu cuerpo y el de tu progenitor.
Confía en la imagen que te venga a la mente en un primer momento (pueden ser lazos que
vayan del ombligo de tu progenitor al tuyo, o de los genitales, por ejemplo; puede ser un solo
lazo o varios; pueden ser delgados o gruesos, tener una textura, etc.)
Todas las particularidades que puedan aparecer en tu imagen son simbólicas y reveladoras.
Ahora imagina con qué objeto podrás cortarlas o separarlas (tijeras, cuchillo, espada laser,
fuego, ácido, rayos de luz, etc.) Realiza el primer corte en medio del lazo y a continuación
procede a eliminar lo que resta del lazo cortando el extremo adherido a tu cuerpo y al de tu
progenitor.
Visualiza ahora que colocas tus manos sobre la herida dejada por el cordón y pide a la
Conciencia Superior que te envíe luz para sellar y cicatrizar.
Visualiza que la luz desciende directamente sobre la herida de tu progenitor sellándola y
cicatrizándola también.
Ahora mira los restos de los lazos en el piso y elige un método para deshacerte de ellos
(puedes quemarlos, enterrarlos, disolverlos con ácido, etc.) para evitar que vuelvan a
recolocarse para continuar con el patrón anterior.
Una vez que hayas quedado satisfecho sabiendo que has hecho todo lo posible para borrar
cualquier rastro de las antiguas ligaduras, agradece a tu progenitor lo que hizo para pasarte
la vida y poder aprender todo lo que necesitabas aprender en esta vida.
Agradécele también el hecho de que acaban de separarse. Ahora pide perdón a tu progenitor
(expareja, patrón kármico...) y perdónale tú a él o a ella por cualquier dolor que se hayan
infringido, ya sea consciente o inconscientemente.
Comienza tú pidiendo perdón por las cosas específicas que acudan a tu mente una por una,
verbalízalas o menciónalas mentalmente. Luego sigue el mismo sistema para perdonar a tu
progenitor (expareja, patrón kármico...) lo que consideres necesario. (Si posteriormente te
acuerdas de algo más, puedes pedir perdón o perdonar en ese momento)
Aunque resulte muy duro, es esencial que este acto de perdón se lleve a cabo como parte del
proceso para quedar separado e íntegro. La falta de perdón puede fabricar nuevos lazos
negativos.
Si sientes que no puedes perdonar algo, solicita a la Consciencia Superior o a la Fuerza Divina
dentro de ti que envíe ese perdón a tu progenitor (expareja, patrón kármico...) a través de ti.
Cuando termines, solicita a tu progenitor (expareja, patrón kármico...) que siga adelante con
su propia vida, liberado de la permanente tracción emocional que había entre ambos.
Esta petición no significa necesariamente que no habrá contacto posterior entre ellos; de
hecho, la mayoría encuentra que, por el contrario, la relación pierde su carga emocional y se
vuelve más satisfactoria. En caso de exparejas, éstas suelen dejar de agobiar, incordiar,
llamarte, etc...
Ahora visualiza una despedida adecuada, solicítale que te bendiga, recibe su bendición y
después observa a tu progenitor saliendo de la escena.
Luego imagina que te desvistes y te bañas (en un lago, río, cascada o mar), eliminando los
patrones, hábitos o actitudes negativas que hayas adoptado de tu progenitor y que habrás
traído a la memoria mediante la lista de rasgos negativos que hiciste anteriormente.
Una vez que sientas que estás limpia, sal del agua y corre, salta o vuela para secarte
expresando con júbilo tu nueva libertad. Ahora visualiza una túnica blanca que usarás como
ropaje hasta que hayas establecido un conjunto de nuevos atributos propios. O si te sientes
movido internamente, busca de una vez tus nuevas vestiduras.
Recoge tu vieja ropa, símbolo de tu niñez y tu dependencia y quémalas o destrúyelas de
alguna otra forma.
Por último, da las gracias a la Conciencia Superior por haber dirigido la sesión y regresa a la
consciencia de tu cuerpo moviéndolo poco a poco antes de abrir los ojos.
Bibliografía
Menéndez, O. (2008). Rompiendo Lazos. México : EDICIONES OBELISCO S.L.

Phyllis, C. (2005). Cortando lazos que atan. Argentiva: Devas .

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