Tema de Padres y Padrinos de Catecúmenos

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TEMA DE PADRES Y PADRINOS DE CATECÚMENOS

OBJETIVO
Reflexionar junto a los padres y padrinos la importancia y el valor de los sacramentos de Bautismo,
Confesión y Comunión, así como la responsabilidad que asumen con sus ahijados, a través de sus
signos y efectos, y vincularlo con Jesús y la Iglesia.

VER
Muchos creen que ser padrinos solo es participar en la Misa y después disfrutar de la comida, y la
fiesta. Y en realidad es un aspecto muy importante, es un día muy especial ya que es la primera vez
que tu hijo va a recibir el Sacramento de la Eucaristía.

La realidad y la importancia de ser padrinos, es un papel muy fuerte dentro de la familia, ya que
formara parte de tu familia y acompañara en el camino de vida al pequeño. De hecho, el ser
seleccionado, debe tomado con seriedad y con honor.

PREGUNTAS

• ¿QUÉ ES LO QUE MÁS DESEAN PARA SUS HIJOS?

Después que se comparte la anterior pregunta, se plantea la siguiente:

• ¿POR QUÉ Y PARA QUÉ TRAEN A LOS HIJOS A BAUTIZAR?

A medida que van contestando, se pueden recoger las respuestas en un papelógrafo.

Dios Padre nos creó por amor, nos ama como hijos suyos y quiere que seamos felices. Dios Padre
envió a Jesús al mundo para mostrar al ser humano cómo quiere que seamos: Jesús es nuestro
modelo de vida, es nuestro modelo de relacionarnos con Dios, con el mundo y con los demás. El
bautismo nos hace como Jesús, nos da la gracia, la fuerza de Dios para vivir como Jesús; por eso por
el bautismo somos hijos de Dios. A todo esto, también le podemos llamar salvación: vivir libres del
pecado y según el plan de Dios.

Seguro que tú, al igual que yo, estás bautizado y confirmado y por lo tanto tienes madrinas o
padrinos; y si has hecho bien tus tareas, alguien te ha escogido a ti para que lo seas de alguien más.

Hay muchas y lindas razones por las que alguien escoge padrinos y madrinas, ya sean los padres de
un pequeño bebé que está por bautizarse o un catecúmeno adulto que lo elige voluntariamente.
Siempre es un regalo para quien es llamado a ese servicio de amor, pero: ¿tenemos claro qué
significa serlo?

Compadres es la forma en que nuestros padres llaman a los padrinos y cuando los eligen, algunas
veces queda la duda: ¿habrán escogido padrinos o compadres? Es que a veces la afinidad, el cariño
y el querer establecer lazos más permanentes con alguien, hace que los padres «den a sus hijos» de
ahijados a personas con las que tienen relaciones muy estrechas. De hecho, los padrinos se sienten
honrados cuando se les pide que lo sean porque es una muestra de afecto y confianza muy
profunda. Pero a veces el rol de padrinos y madrinas está un poco confundido y (tanto los ahijados
como los padres) esperan algunas cosas que realmente no son sus reales funciones y que poco
tienen que ver con el llamado que han recibido.

Seguro que muchas veces te ha tocado orientar a gente al respecto, sobre todo en la catequesis o
en los grupos en los que haces apostolado. Es por esto que queremos darte algunas ideas de qué es
lo que realmente debe hacer un padrino o madrina y de cuál es su misión en la vida de ese recién
bautizado o confirmado, para que comprendamos qué características deben tener esas personas y
cómo debe ser la relación con su ahijada o ahijado.

Si te han pedido que tú seas madrina o padrino, te invitamos a que ofrezcas esa tremenda misión al
Señor, Él te dará lo necesario para acompañar a tu ahijado por el camino de la fe que Él mismo nos
ha invitado a recorrer.

JUZGAR
El Bautismo: el mejor regalo que un padre le entrega a su hijo

Hace poco el Papa Francisco nos exhortaba a recordar con mayor importancia la fecha de nuestro
Bautismo, y a celebrarlo tanto o más que el día de nuestro cumpleaños. Pero, ¿sabemos realmente
por qué es tan importante esta fecha? Aquí ofrezco algunas reflexiones sobre la importancia de este
sacramento.

En el mundo actual cada vez es más común escuchar a padres (incluso católicos) que deciden no
bautizar a sus hijos al nacer. Esto obedece a que se tiene la idea de no “imponerle” a los niños un
credo o religión con la cual más tarde ellos podrían estar en desacuerdo, sino dejarles la libertad
para que más adelante, cuando tengan uso de razón, puedan tomar esta decisión por sí mismos.

Pero si nos detenemos a pensar en el origen de este argumento, descubriremos que en su mayoría
obedece a la ignorancia frente a la naturaleza de este sacramento. El Bautismo claramente no es
una imposición de los padres, es un regalo; basta comparar este regalo con cualquier otro que recibe
un recién nacido: nadie le pregunta al bebé si quiere que le regalen un juguete nuevo, simplemente
se lo dan. De igual modo, cuando el bebé enferma, los padres no le preguntan si quiere recibir la
medicina, o si está de acuerdo con que lo lleven al doctor. Simplemente lo llevan, asumiendo así la
responsabilidad de elegir lo que ellos consideran qué es mejor para su hijo. (Si deseas profundizar
el tema puedes revisar el Catecismo de la Iglesia Católica en los numerales 1213-1284).

El Bautismo es el más hermoso regalo que un padre puede dar a su hijo, pues del mismo modo que
cuando el niño enferma se le ofrece algo para su bienestar físico, el Bautismo otorga una medicina
espiritual, que no solo cura el pecado original, sino que llena de abundantes frutos el corazón de
quién lo recibe.

Das el mejor regalo

No esperamos que nuestra madrina o padrino nos dé un regalo especial para navidad o para nuestro
cumpleaños. Madrinas y padrinos el mejor regalo que puedes darle a tu ahijado es el regalo de la
fe. Acompáñalo de forma cercana y sincera para que la vida espiritual y la relación con Jesús sean
siempre parte fundamental de su vida como nuevo cristiano.
“Queridos, padres, padrinos y madrinas, si quieren que sus hijos sean verdaderos cristianos,
ayúdenles a crecer 'inmersos' en el Espíritu Santo, es decir, en el calor del amor de Dios, en la luz de
su Palabra. Por ello, no olviden invocar a menudo al Espíritu Santo, todos los días” (Papa Francisco,
2015).

A LOS PADRES DE FAMILIA

Los padres de familia son los primeros y principales responsables de "formar a sus hijos en la fe y en
la práctica de la vida cristiana, mediante la palabra y el ejemplo" (CDC 774.2), y es tarea de ambos
"alimentar la vida que Dios les ha confiado" (CIC 1251); en este sentido se podría decir que la
celebración de los sacramentos tiene una dimensión marcadamente familiar, y es que la familia es
la comunidad privilegiada para la transmisión y la educación de la fe (ver CT62).

Los papás deben facilitar el "despertar religioso" de sus hijos, iniciarlos en la oración personal y
comunitaria, educarlos en la conciencia moral, acompañarlos en el desarrollo del sentido del amor
humano, del trabajo, de la convivencia y del compromiso en el mundo, dentro de una perspectiva
cristiana. Los papás, más que transmitir contenidos, introducen a sus hijos, y en especial a los más
pequeños, en un ambiente de vida propio de una familia cristiana. Lamentablemente, en nuestro
ambiente, muchos padres de familia piden los sacramentos para sus hijos sólo por tradición, porque
se acostumbra, pero no por una decisión de seguir a Jesucristo en sus vidas.

Tu vida es tu currículum

Como padrino has sido elegido por los padres (o al menos deberías serlo), más que por tu relación
con ellos, por tu vida, por como vives tu fe, por el testimonio de tu lucha sincera por vivir los
principios del Evangelio. Madrinas y padrinos son personas que por su testimonio de vida podrán
dar luces al recién bautizado de cómo hacer para vivir como un buen cristiano durante toda su vida.
¡Comienza a vivirlo!

No eres un padre sustituto

A veces se piensa que cuando te piden ser madrina o padrino, lo que te están pidiendo es que en
caso de que los padres fallezcan tú te hagas cargo del pequeño. Uno no busca padrinos para tener
padres de repuesto; uno los busca para que acompañen a los padres y les animen, al igual como lo
hacen con el ahijado.

Se hacen familia espiritual y el amor y la fe los une, no una responsabilidad legal para con los niños
si es que quedan huérfanos. Obviamente el compromiso espiritual no quita que te preocupes por
el bienestar físico y material de tu ahijado.

Compartes lo mejor que tienes

Una madrina o padrino comparte su fe por lo tanto ha de tenerla, alimentarla y hacerla crecer. Es
tu responsabilidad el estar preparado para responder a las dudas y para acompañar en los
momentos oscuros a tu ahijado, no solo con apoyo económico y con los bonitos regalos, sino con la
Palabra de Dios, con la esperanza cristiana y con mucho amor. A los padres de los niños y a los
padrinos, así como a los familiares, el Papa Francisco les pidió: “ayudar a estos niños a crecer bien
si se les da la Palabra de Dios, el Evangelio de Jesús”. Pero también, “hay que darlo con el ejemplo”.
Permaneces cerca

Esa es tu misión, acompañar, estar cerca. Es recomendado buscar dentro de la familia, pues es
mucho más fácil asegurar un lazo firme con el ahijado. Entre los amigos también es buena idea, pero
la intención es que sea alguien cercano, que no vea a su ahijado únicamente para las fiestas, sino
que puedan compartir tiempo juntos, que conozca su proceso y su desarrollo como persona y como
cristiano. Es triste cuando uno le pregunta a alguien por sus padrinos de bautizo y ha dejado de
verlos hace años. Es tanto que el Código de Derecho Canónico, en el nro 874 aconseja que el padrino
de la confirmación sea el mismo que el del Bautismo. Así de cerca.

Practicas lo que predicas

Estando en la parroquia me ha tocado ver personas que llegan a pedir certificados de confirmación
para ser padrinos o madrinas de alguien. Gente que nunca ha sido vista en la parroquia y que nadie
conoce. No es que busquemos gente popular en los ambientes eclesiales, sino que buscamos
personas asiduas a celebrar su fe, comprometidas con ella y con la vida de la Iglesia, de este modo
podemos esperar que acompañe a su ahijado a misa, le explique los sacramentos y que pongan en
práctica aquello que los hace familia: la fe. Si se, está difícil esta parte, pero los ideales debemos
cuidarlos y luchar por alcanzarlos. Procura ser tu una madrina o un padrino así.

Estás dispuesto a asumir la responsabilidad de forma indefinida

El bautismo abre las puertas del cielo al bautizado, ya es parte de la Iglesia, es hijo de Dios y con
vocación de Vida Eterna. Quien acepta ser madrina o padrino lo hace de forma indefinida, como una
muestra de amor hacia su ahijado, pero también como un servicio a Dios, acompañando a este
nuevo cristiano en su desarrollo y madurez.

Quien acepta este reto y esta responsabilidad lo hace para siempre, pues la calidad de hijo de Dios
es eterna, por lo tanto, tu tarea de amor, compañía, cuidado y orientación no termina cuando tu
ahijado se hace adulto, sino que continúa por toda la vida.

Padrinos son Testigos

Conocer a alguien quien vive su fe es un ejemplo muy poderoso. El candidato te selecciono como
un guía en el camino de fe. Como testigo, debes de preguntar, “¿Está creciendo mi ahijado en so fe?
¿Cómo puedo ayudar a este adulto joven en su conocimiento de Dios y en su desarrollo como
católico?”

Padrinos son Amigos

El padrino sirve como compañero a su ahijado. Si usted y su ahijado viven cerca de cada uno, puedes
hacer una persona integral en la vida de él o ella. Si viven lejos, una llamada por teléfono o nota
recaudatoria del compromiso que ha hecho usted a su ahijado significa que, como padrino, servís
como un amigo adulto.

Padrinos son un modelo a seguir

Antes de que usted se siente abrumado con responsabilidad, recuerde que no es necesario ser
perfecto. Simplemente es necesario retarse a crecer en su propia fe, y poner en práctica lo que una
vida entregada a fe requiere. Este proceso es un viaje para usted y su ahijado. Crecer en su propia
fe es importante.

Ejemplos de cómo realizar esta meta siguen: atienden misa juntos, atienden el sacramento de
Reconciliación y hablen del efecto de los sacramentos en ti mismo y en la vida de usted.

Un Padrino Reza

Aceptando el papel de padrino quiere decir que usted humildemente puede ayudar a que Dios toque
el corazón, el tipo de vida, y el desarrollo de fe de su ahijado. Orando ayuda a acordarle que no lo
estas asiendo solo, y a sentir el movimiento del Espíritu Santo en la vida diaria. ¡Ore por su candidato
diariamente!

RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES Y PADRINOS

Es muy recomendable que quien se va a bautizar tenga un padrino a quien le corresponde procurar
que su ahijado: "Se comporte como un verdadero testigo de Cristo y cumpla fielmente las
obligaciones inherentes al sacramento" (CDC 892). Es conveniente que se escoja como padrino de
la confirmación a quien continúe formando al ahijado según como lo ha hecho los padrinos de
bautismo (ver CDC 893.2; CIC 1311). El padrino o madrina comparten responsablemente con los
papás todos los compromisos y exigencias que de la Confirmación surgen (ver CDC 774.2),
especialmente, son invitados a preocuparse y actuar, junto con los papás, por la educación cristiana
de su ahijado. Pueden verse obligados, en ciertos casos, a reemplazar a los papás en esta tarea.
Ocupan un lugar importante en el espíritu y ambiente familiar.

Tristemente, los padrinos o madrinas han perdido mucho del sentido de ser representantes de la
comunidad cristiana que garantizan, junto con los papás, la educación e iniciación progresiva del
ahijado en la vivencia de la fe dentro de la comunidad eclesial. Con frecuencia notamos que se da
más importancia al "compadre" o la "comadre" por las relaciones, apoyo económico o influencia
que al mismo ahijado en la tarea de educarlo cristianamente. De ahí que la Iglesia pide ciertas
cualidades o características para que alguien pueda ser invitado de padrino o madrina. Cualidades
que se pueden sintetizar así:

Ser elegido por los papás del niño, a quienes faltando éstos ocupan su lugar (ver CDC 874.1).

Debe tener la suficiente madurez para cumplir esta responsabilidad (ver CDC 874.2).

Ser católico y haber recibido los tres sacramentos de iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y
Eucaristía (ver Código de Derecho Canónico 874.3).

No estar impedido por el derecho canónico para cumplir con esta obligación (ver CDC 874.4).

No ser el papá o la mamá de quien se confirmará (ver CDC 874.5).

Ser invitado a ser padrino de alguien, además de ser motivo de alegría implica un replantear la
manera como asumo en la vida diaria mi fe, un hacer una pausa en el camino, para avanzar con
nuevos bríos decididamente hacia la construcción del Reino de Dios en nuestro tiempo y lugar.

Para refrescar la memoria ofrezco algunos puntos importantes sobre la naturaleza de este
sacramento:
1. El Bautismo nos hace hijos de Dios. Se dice que San Luis, que fue Rey de Francia, cada vez que
bautizaba a uno de sus hijos lo abrazaba fuertemente y le decía: “¡Querido hijo, hace un momento
solo eras hijo mío, pero ahora eres también hijo de Dios!” ¿Qué padre no quisiera pues que su hijo
forme parte de la familia de Dios?

2. Nos borra el pecado original. Cualquier padre que supiera que su hijo nació con alguna dificultad,
por muy pequeña que esta fuera, buscaría el remedio y se lo proporcionaría de manera inmediata.
Todos nacemos con el pecado original, es la herencia de nuestros primeros padres. Y aunque no
hemos hecho nada para merecerla, si podemos borrarla, y esto mediante el sacramento del
Bautismo.

3. Nos hace miembros de la Iglesia. Por el Bautismo, al hacernos hijos de Dios, somos también
hermanos y miembros de una misma familia, que es la Iglesia. Por tanto, uno de los mayores
beneficios de este sacramento es que nos da una familia.

ORACIÓN FINAL

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