Autoestima y Superación

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Autoestima y superación: Técnicas para su mejora

Las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, aquellas cualidades,


capacidades, modos de sentir o de pensar que nos atribuimos, conforman nuestra
“imagen personal” o “autoimagen”. Nos sentimos listos o tontos, capaces o
incapaces, nos gustamos o no. Esta autovaloración es muy importante, dado que
de ella dependen en gran parte la realización de nuestro potencial personal y
nuestros logros en la vida.
De este modo, las personas que se sienten bien consigo mismas, que tienen una
buena autoestima, son capaces de enfrentarse y resolver los retos y las
responsabilidades que la vida plantea. Por el contrario, los que tienen una
autoestima baja suelen autolimitarse y fracasar.
Qué es la autoestima
Las personas somos complejas y muy difíciles de definir en pocas palabras. Como
existen tantos matices a tener en cuenta es importante no hacer
generalizaciones a partir de uno o dos aspectos. Ejemplos:
 Podemos ser muy habladores con los amigos/as y ser callados/as en casa.
 Ser un mal jugador de fútbol no indica que seamos un desastre en todos los
deportes.
 Que no nos salga bien un examen no significa que no sirvamos para los
estudios.
El concepto de uno mismo va desarrollándose poco a poco a lo largo de la vida,
cada etapa aporta en mayor o menor grado, experiencias y sentimientos, que
darán como resultado una sensación general de valía e incapacidad.
Definición de autoestima
La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos sobre la base de
las sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de la vida.
Es el resultado de la interacción de la imagen que tenemos acerca de nosotros
mismos con el aprecio que sentimos hacia nuestra persona. Gracias a la
autoestima somos capaces de enfrentarnos a los retos del día a día con seguridad
y confianza.
¿Cómo se forma la autoestima?
En la infancia, descubrimos que tenemos manos, piernas, cabeza y otras partes
de nuestro cuerpo. También descubrimos que somos seres distintos de los demás
y que hay personas que nos aceptan y personas que nos rechazan. A partir de
esas experiencias tempranas de aceptación y rechazo de los demás es cuando
comenzamos a generar una idea sobre lo que valemos y por lo que valemos o
dejamos de valer. El niño gordito desde pequeño puede ser de mayor un adulto
feliz o un adulto infeliz, la dicha final tiene mucho que ver con la actitud que
demostraron los demás hacia su exceso de peso desde la infancia.
Durante la adolescencia, una de las fases más críticas en el desarrollo de la
autoestima, el joven necesita forjarse una identidad firme y conocer a fondo sus
posibilidades como individuo; también precisa apoyo social por parte de otros
cuyos valores coincidan con los propios, así como hacerse valioso para avanzar
con confianza hacia el futuro. Es la época en la que el muchacho pasa de la
dependencia de las personas a las que ama (la familia) a la independencia, a
confiar en sus propios recursos.
Si durante la infancia ha desarrollado una fuerte autoestima, le será relativamente
fácil superar la crisis y alcanzar la madurez. Si se siente poco valioso corre el
peligro de buscar la seguridad que le falta por caminos aparentemente fáciles y
gratificantes, pero a la larga destructivos como la drogadicción. En tal caso, habrá
que aprender a ayudar a un adolescente con baja autoestima.
La baja autoestima está relacionada con una distorsión del pensamiento (forma
inadecuada de pensar). Las personas con baja autoestima tienen una visión muy
distorsionada de lo que son realmente; al mismo tiempo, estas personas
mantienen unas exigencias extraordinariamente perfeccionistas sobre lo que
deberían ser o lograr. La persona con baja autoestima mantiene un diálogo
consigo misma que incluye pensamientos como:
 Sobregeneralización: A partir de un hecho aislado se crea una regla
universal, general, para cualquier situación y momento: He fracasado una
vez (en algo concreto); ¡Siempre fracasaré! (se interioriza como que
fracasaré en todo).
 Designación global: Se utilizan términos peyorativos para describirse a
uno mismo, en vez de describir el error concretando el momento temporal
en que sucedió: ¡Que torpe (soy)!
 Pensamiento polarizado: Pensamiento de todo o nada. Se llevan las
cosas a sus extremos. Se tienen categorías absolutas. Es blanco o negro.
Estás conmigo o contra mí. Lo hago bien o mal. No se aceptan ni se saben
dar valoraciones relativas. O es perfecto o no vale.
 Autoacusación: Uno se encuentra culpable de todo. ¡Tengo yo la culpa,
Tendría que haberme dado cuenta!
 Personalización: Suponemos que todo tiene que ver con nosotros y nos
comparamos negativamente con todos los demás.! Tiene mala cara, Qué le
habré hecho!.
 Lectura del pensamiento: supones que no le interesas a los demás, que
no les gustas, crees que piensan mal de ti...sin evidencia real de ello. Son
suposiciones que se fundamentan en cosas peregrinas y no comprobables.
 Falacias de control: Sientes que tienes una responsabilidad total con todo
y con todos, o bien sientes que no tienes control sobre nada, que se es una
víctima desamparada.
 Razonamiento emocional: Si lo siento así es verdad. Nos sentimos solos ,
sin amigos y creemos que este sentimiento refleja la realidad sin parar a
contrastarlo con otros momentos y experiencias. "Si es que soy un inútil de
verdad"; porque "siente" que es así realmente
Técnicas y ejercicios para mejorar la autoestima
La autoestima puede ser cambiada y mejorada. Podemos hacer varias cosas para
mejorar la autoestima, entre muchos ejercicios posibles, hemos decidido elaborar
el siguiente proyecto:
Elaborar proyectos de superación personal y mejora de autoestima
Una parte importante de nuestra autoestima viene determinada por el balance
entre nuestros éxitos y fracasos. En concreto, lograr lo que deseamos y ver
satisfechas nuestras necesidades proporciona emociones positivas e incrementa
la autoestima.
Se ha apuntado como una forma de mejorar la autoestima el esforzarse
para cambiar las cosas que no nos gustan de nosotros mismos. Vamos a
trabajar sobre un método que puede hacer más fácil estos cambios. Este método
está compuesto por cuatro pasos fundamentales:
1. Plantearse una meta clara y concreta.
2. Establecer las tareas que se deben realizar para lograrla.
3. Organizar las tareas en el orden en que se deberían realizar.
4. Ponerlas en marcha y evaluar los logros que se vayan consiguiendo.
A continuación, analizaremos cada uno de estos pasos para mejorar la autoestima
en los siguientes apartados.
Primer paso: plantearse una meta clara y concreta
Una “meta” puede ser cualquier cosa que se desee hacer o conseguir. Plantearse
una meta de forma clara y concreta ayuda a tener éxito porque nos ayuda a
identificar lo que queremos conseguir. Las metas que nos propongamos deben de
reunir una serie de requisitos:
 Sincera: algo que realmente queramos hacer o deseemos alcanzar.
 Personal: no algo que venga impuesto por alguien desde fuera.
 Realista: que veamos que es posible conseguir en un plazo relativamente
corto de tiempo (unas cuantas semanas).
 Divisible: que podamos determinar los pasos o cosas que hemos de hacer
para conseguirla.
 Medible: que podamos comprobar lo que hemos logrado y lo que nos falta
para alcanzarla.
Ejemplos de metas y objetivos:
 Obtener una buena nota en una asignatura.
 Ser más popular.
 Llevarse bien con los hermanos.
 Hacer deporte.
 Ahorrar dinero.
Segundo paso: establecer las tareas que se deben realizar para lograrla
Una vez que hayan concretado la meta que desean alcanzar, pídales que piensen
en lo que tendrían que hacer para conseguirla. No todo se consigue en un día;
para conseguir mejorar en cualquier aspecto que te propongas has de hacer
pequeños esfuerzos.
Para lograr establecer las metas u objetivos propuestos, estos deben ir precedidos
de pequeños pasos y tareas a corto plazo. Póngales como ejemplo el caso de los
ciclistas que participan en la vuelta ciclista a España. La meta de muchos de ellos
es ganar la carrera. Pero, para ello, se tienen que superar a lo largo de tres
semanas distintas etapas (etapas de llano, etapas de montaña, contrarreloj). Es
importante mantener motivadas a las personas que deseen mejorar su autoestima.
Tercer paso: organizar las tareas en el orden en que habría que realizarlas
Si se intenta llevar a cabo todas las tareas al mismo tiempo, es muy probable que
no se consiga nada. Para lograr una meta, es muy interesante que se ordenen
las tareas que se deben realizar y se establezca un plan de trabajo.
Una vez que tengan la lista de las tareas que deben realizar pida que las ordenen.
El orden se puede establecer de forma lógica, según la secuencia temporal en las
que se tengan que realizar (para hacer una casa antes del tejado habrá que hacer
los cimientos) o, en el caso de que las tareas no necesiten una secuenciación
temporal, se puede empezar por las tareas más sencillas y que requieran menos
esfuerzo, dejando para el final las más difíciles o costosas.
Cuarto paso: Ponerlas en marcha y evaluar los logros que se vayan
consiguiendo
Una vez elaborado el proyecto personal habría que comprometerse con él
y ponerlo en práctica. Para llegar a conseguirlo es importante ir evaluando los
esfuerzos realizados. Esto puede ser difícil hacerlo uno mismo, pero es
relativamente sencillo si se pide a un familiar o a un amigo que nos ayude a
evaluar nuestros progresos.
Vamos a ver un ejemplo en la siguiente imagen en el que una persona uno
elabora un proyecto de superación personal con el fin de superar la timidez:
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad
para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a
un psicólogo para que trate tu caso en particular.
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